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LA RELACIÓN EXTERNA DE LA ECONOMÍA MEXICANA CON ESTADOS UNIDOS Y SUS IMPLICACIONES MÁS ALLÁ DEL COMERCIO María Elena Cardero Borrador para discusión El Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte creó grandes expectativas e interrogantes en relación con las implicaciones que tendría un acuerdo de esta naturaleza entre un país en desarrollo y la economía más grande del mundo. Han pasado 8 años desde que se inició la vigencia de este Acuerdo y se han realizado múltiples análisis sobre los diversos impactos que el mismo ha tenido en nuestro país. Este capítulo intenta responder a algunas de las interrogantes planteadas. En el se analiza la relación externa de la economía mexicana con la de Estados Unidos desde una visión que describe algunos aspectos de la complejidad de las relaciones económicas entre ambos países. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), recoge esencialmente esta forma de integración y la reglamenta para imprimirle celeridad abriendo nuevos ámbitos como son la inversión, las compras gubernamentales, la protección a la propiedad intelectual y la posibilidad de operar bajos ciertas reglas en materia de solución de controversias. Dos aspectos esenciales de la relación quedaron fuera, el primero es el mercado laboral y el segundo es la falta de reconocimiento de las asimetrías económicas entre México y los otros dos socios. Estas dos cuestiones sin duda tendrán efectos probablemente más nocivos que benéficos para la integración, ya que pueden acabar polarizando todavía más a un país como México, con innegables consecuencias en su relación con el norte. El ensayo se divide en 2 partes. La primera analiza el cambio de peso del sector externo en las variables macroeconómicas, acercándonos a algunas de las modificaciones de tipo estructural de la composición de las exportaciones. Se evalúa la importancia que ha adquirido el sector maquilador de exportación en la economía nacional y en el mercado estadounidense y se destaca el papel de la apertura financiera mexicana en la aceleración del proceso exportadorimportador. En la segunda parte se analiza el mercado laboral transfronterizo conformado por los miles de trabajadores que anualmente pasan al otro lado de la frontera y los trabajadores de la maquila que se quedan en el territorio mexicano. En la última parte se concluye sobre algunos de los aspectos más destacados. 3.1 Del modelo de sustitución de importaciones al de exportaciónimportadora Entre 1985 y 2001 el sector externo mexicano ha experimentado profundos 1 cambios a partir de una modificación sustancial del patrón de crecimiento en el que se transitó de un economía basada en una política de impulso a la sustitución de importaciones a una en la que se planteó como uno de los objetivos centrales lograr un crecimiento liderado por las exportaciones. 3.1.1.- Apertura y cambios del sector externo mexicano. En este contexto se instrumentaron diversas políticas que afectaron la estructura productiva interna y la participación del sector externo en los grandes agregados macroeconómicos, alcanzando este sector una ponderación mayor en dichos agregados. Particularmente se modificó el perfil exportador del país, que adquirió un nuevo perfil exportador-importador. Estos cambios operaron a gran velocidad y se vieron fuertemente impulsados por la intensa entrada de capital externo en forma de inversión directa y de cartera. El nuevo patrón exportador-importador, escasamente articulado con la producción interna, se aceleró y profundizó con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC). 3.1.1.1 Los cambios en la política económica A principios de la década de los años ochenta junto con la apertura acelerada del aparato productivo, que había crecido bajo el impulso de la sustitución de importaciones, se inicia la privatización de las empresa estatales, 1y del aparato financiero estatizado en 1982. Adicionalmente, se modifica sustancialmente la política de gasto público reduciendo el déficit presupuestal hasta conseguir en pocos años un superávit público; se confiere prioridad al combate a la inflación; se instrumenta la apertura financiera y se inicia un proceso de desregulación de la economía. La caída de los precios del petróleo, particularmente en 1986, 2 afectó severamente las cuentas externas del país, lo que condujo a fuertes ajustes cambiarios y a una intensa especulación, alcanzándose en diciembre de 1987 la tasa histórica más alta de inflación -159.1%- registrada desde después de la Revolución. Con el propósito de abatir el disparo en los niveles de precios, se introdujo una política monetaria que suponía la existencia de componentes inerciales en la inflación independientemente del nivel de demanda agregada, en virtud de que ni la disminución del déficit fiscal, ni la contención del crecimiento y 1 El aparato productivo, financiero y de servicios del Estado, se redujo de 1090 entidades a principios de 1984 a 258 en 1994. 2 El precio promedio de la mezcla del barril de petróleo mexicano pasó de 26.9 dls. en 1984 a 11.9 dls. en 1996. Con esta caída se estima que el país tuvo una pérdida de casi 8,500 millones de dólares, equivalente a 6.5% del PIB, 40% de los ingresos totales por exportación y 26% de los ingresos públicos. En Cárdenas, E. (1996).La Política Económica de México 1950-1994. FCE. CM. 2 la severa reducción de los salarios, lograban controlar la escalada de los precios. El esfuerzo estabilizador se alejó de la política “ortodoxa” de estabilización asumiendo una de carácter más heterodoxo. (Aspe 1991). Se acordó una forma de concertación entre los distintos sectores sociales, a través de diversos pactos sucesivos, en los que, entre otros aspectos, se ajustaron los precios de los bienes públicos, se aceleró la privatización de las entidades del Estado3, se redujo el gasto público particularmente la inversión, a la vez que se fijaron los principales precios de la economía: el tipo de cambio, los salarios4 y los precios de los productos con amplio impacto económico. En 1987 se tomo la decisión de acelerar la apertura con el exterior, mas allá de lo que se había acordado el año previo durante el ingreso de México al Acuerdo General de Aranceles y Tarifas. Se esperaba con ello que los precios de los bienes importados sirvieran como mecanismo de contención del alza de los precios de los productos locales. En sólo unos cuantos años México pasó de ser un país protegido fuertemente a uno de los más abiertos del mundo. Mientras en 1982 el 100% del valor de las importaciones era controlado, para 1991 sólo 9.1% estaba sujeto a alguna forma de control, porcentaje que en 1993 había disminuido a 5.0%. En una primera etapa (1983 a junio de 1985), al 16.4 % de las importaciones se les liberó del requisito de permiso previo. El decreto del 25 de julio de 1985 aceleró la liberalización, quedando exentas de permiso 64.1% de las importaciones y para compensar la reducción de las barreras no arancelarias se aumento la tarifa a 25.2% en promedio. En 1987 la liberalización abarcaba 73.2% de las importaciones, se redujeron a 7 los niveles arancelarios y el arancel máximo fue de 40%, con un arancel promedio ponderado de 11%. Cuadro 3.1 Cambios en la estructura arancelaria 1985-1988 Mes Año Diciembre 1985 Junio 1986 Diciembre 1986 Junio 1987 Diciembre 1987 Junio 1988 Diciembre 1988 Fuente: Secretaría de Comercio y Fomento Industrial Arancel promedio 28.5 24.0 24.5 22.7 11.3 11.0 11.0 cobertura permisos de importación 47.1 46.9 39.8 35.8 25.4 23.2 22.9 3 En 1990, los ingresos del sector público por la venta de las empresas significaron el 4.32% de los ingresos del gobierno y el 1.19% del PIB. En 1991 estos se elevaron a 14.4% y 3.83% respectivamente. Como eran ingresos de única vez se creó un fondo para hacer frente a eventos contingentes como por ejemplo la caída de los precios de petróleo. Posteriormente se decidió utilizar estos recursos para la cancelación de la deuda interna del gobierno por 20 mil millones de pesos y en 1992 se cancelaron 7.2 mil millones de dólares de la deuda externa. Entre 1982 y 1987 el salario mínimo general se redujo 44.6% en términos reales y los salarios contractuales lo hicieron en 40.5%. 4 3 En el ámbito financiero, para cubrir los compromisos de la deuda externa entre 1983 y 1987, se realizó una espectacular transferencia neta de recursos al exterior cercana al 8% del PIB anual.5 Ello condujo a diversos esfuerzos por reestructurar el calendario de pagos al exterior, culminando en el llamado Plan Brady, que permitió posponer el programa de pagos. 3.1.1.2 Cambios en la participación del sector externo en la composición de la oferta y la demanda Como resultado de los cambios mencionados, la ponderación de las variables externas en la composición de la oferta nacional se modificó. Mientras que en 1989 las importaciones representaban el 11.7% de la oferta total once años después se habían casi triplicado a 27.2% A partir de 1994, pero particularmente en los últimos años la demanda externa crece a un ritmo superior al de la interna, convirtiéndose en el componente más dinámico. Financiado por la abundante entrada de recursos externos el consumo privado aumentó de manera sostenida hasta 1993. La caída de ese año fue parcialmente detenida por un aumento del consumo público para repuntar ambos significativamente en 1994. En 1995 ante el estallido de la crisis, el consumo privado se contrajo en 9.5% (el componente de bienes duraderos se redujo 32.8%; el de bienes no duraderos en 8.3%; y el de servicios en 4.1%). Para el primer trimestre de 1997 el consumo privado se había recuperado excepto en el rubro de bienes no duraderos, el cual se redujo nuevamente en 4.2%, sin que la recuperación alcanzara todavía a los hogares pobres que son los que realizan el consumo de productos básicos, que representan 5/6 partes del consumo privado nacional. Cuadro 3.2 OFERTA Y DEMANDA GLOBAL. ESTRUCTURA Y VARIACIONES ANUALES. (con base en precios de 1993) La inversión creció ligeramente entre 1988 y 1992 para caer en 1995 y apenas recuperar el nivel de 1989 en 1997. Gran parte de los recursos se dedicaron a atender los requerimientos de la deuda externa, provocando una caída sensible en la construcción y escasez de inversiones en maquinaria y equipo, lo que afectó la planta productiva y la capacidad para preservar y generar empleos. 3.1.1.3 Los nuevos componentes del sector externo Sólo en el año de 1983 la transferencia fue equivalente al 12.34% del PIB. La suma de recursos transferidos entre 1982-1987 fue de 53,601 millones de dólares. Apesar de estas transferencias la deuda externa aumentó de 91,552 millones de dólares en 1982 a 107,470 millones de dls. a fines de 1987. 5 4 Una de las características más destacadas del llamado cambio estructural de la economía mexicana es el creciente peso que adquirió el sector externo, que hoy en día representa una cuarta parte del valor agregado nacional. Mientras que en 1989 las exportaciones contribuían con 12.4% del PIB, para 2000 lo hicieron con 25.4%. Un hecho singular es que este cambio ocurre de un año para otro. En 1995 cuando cae el producto interno en más de 6 puntos avanza el peso de las exportaciones en el PIB 12.4 puntos. (ver cuadro 3.3), mientras que las importaciones aumentan en 5.8 puntos Cuadro 3.3 PARTICIPACIÓN DEL COMERCIO EXTERIOR EN EL PRODUCTO INTERNO BRUTO 1/ (porcentajes) Concepto 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998/* EXPORTACIONES TOT. 2/ 16.6 14.5 15.5 13.6 12.7 12.9 14.4 26.8 29.2 27.4 27.2 Maquiladoras 5.5 5.1 5.3 5 5.1 5.4 6.2 10.5 11 11.2 11.7 Transformación 11.1 9.4 10.2 8.5 7.6 7.5 8.2 16.3 17.6 16.2 15.5 Petroleras 3.6 3.2 3.8 2.6 2.3 1.8 1.8 2.8 3.5 2.8 1.8 Petróleo crudo 3.2 3 3.4 2.3 2 1.6 1.6 2.5 3.2 2.6 1.6 Otras 3/ 0.4 0.2 0.4 0.3 0.2 0.2 0.2 0.3 0.3 0.3 0.2 No petroleras 13 11.2 11.6 11 10.4 11 12.6 23.9 25.2 24.6 25.4 Agropecuarias 0.9 0.7 0.8 0.8 0.6 0.6 0.6 1.4 1.1 1.0 1.3 Extractivas 0.4 0.2 0.2 0.2 0.1 0.1 0.1 0.2 0.1 0.1 0.1 Manufactureras 11.7 10.2 10.6 10 9.7 10.3 11.9 22.4 24 23.6 24 - Maquiladoras 5.5 5.1 5.3 5 5.1 5.4 6.2 10.5 11 11.2 11.7 - Transformación 6.2 5.2 5.3 5 4.6 4.9 5.7 11.9 13 12.3 12.3 IMPORTACIONES TOT. (FOB) 15.2 15.6 15.9 15.9 17.1 16.3 18.7 24.5 27.1 27.3 28.5 Maquiladoras 4.2 4.2 3.9 3.7 3.8 4.1 4.8 8.8 9.1 9.0 9.4 Transformación 11 11.4 11.9 12.1 13.2 12.2 13.9 15.5 17.6 18.3 19.1 Bienes de consumo 1 1.6 1.1 1.9 2.1 2 2.2 1.8 2 2.3 2.5 Bienes de uso intermedio 12 11.8 11.3 11.3 11.8 11.6 13.3 19.6 21.4 21.2 22 Maquiladoras 4.2 4.2 3.9 3.7 3.8 4.1 4.8 8.8 9.1 9.0 9.4 Transformación 7.7 7.7 7.4 7.5 7.9 7.5 8.5 10.8 12.3 12.2 12.6 Asociadas a la exportación 4/ 6.1 7.4 13.7 14.8 14.8 15.4 No asociadas a la exportación 4/ 5.5 5.9 5.9 6.6 6.5 6.6 Bienes de capital 2.2 2.1 2.6 2.7 3.2 2.7 3.1 2.9 3.3 3.8 4 Empresas exportadoras 4/ 0.5 0.5 1 1.1 1.2 1.2 Empresas no exportadoras 4/ 2.2 2.6 1.9 2.1 2.5 2.8 BALANZA COMERCIAL 1.4 0.2 -0.3 -2.3 -4.4 -3.4 -4.3 2.4 2 0.2 -1.3 Maquiladoras 1.3 1.3 1.3 1.3 1.3 1.3 1.4 1.7 1.9 2.2 2.3 Transformación 0.1 -1.2 -1.7 -3.6 -5.7 -4.7 -5.7 0.7 n.s. -2.0 -3.6 /*Cifras al primer semestre de 1998 1/.Se calculó a partir de la nueva serie del PIB a precios corrientes del INEGI, base 1993.La conversión de dólares a moneda nacional con tipo de cambio implícito de las importaciones y exportaciones registradas por la Secretaria de Hacienda y Crédito Público 2/. Incluye revaluación por actualización del valor consignado en los pedimentos aduaneros con el que prevalece en el mercado internacional especialmente en los productos agrícolas y pesqueros. 3/ Incluye gas natural derivados del petróleo y petroquímica. 4/ Se reportan datos a partir del año en que se inició el registro. Fuente Cuarto Informe de Gobierno Ernesto Zedillo. 1998 Entre los cambios más destacados de la estructura exportadora destacan: 5 El continuo descenso de las ventas de petróleo al exterior. Este descenso se ve detenido ligeramente en 1996 por el aumento en los precios del crudo mexicano; La reducción de las exportaciones del sector agropecuario en el total exportado. A diferencia de lo ocurrido durante los años cincuenta, sesenta y setenta cuando era la principal fuente de divisas de la economía mexicana, hoy escasamente aporta el 1% de lo exportado como proporción del PIB; El aumento de la participación de las exportaciones manufactureras en el total exportado. De un promedio de 10.4% del PIB, las ventas externas de manufacturas se elevan a casi 12% en 1994, duplicando su participación en sólo un año hasta llegar a 24% del PIB a partir de 1995. En el período analizado las importaciones y exportaciones manufactureras se convierten en determinantes de la composición y evolución del sector externo. Las importaciones manufactureras avanzan 30 puntos porcentuales, entre 1988 y 1993, años en los que ocurre la gran apertura de la economía mexicana, para significar, desde entonces, más del 90% del valor importado total. A consecuencia del intenso comercio intraindustrial y maquilador las adquisiciones en el exterior de algunos bienes se convirtieron en un porcentaje constante del total importado. Tal es el caso de los productos metálicos, maquinaria y equipo que aportan 67% de las exportaciones y representan en promedio 57% del valor de las importaciones manufactureras; El poderoso avance de las importaciones de insumos asociados a la exportación. La compra de estos bienes se duplicó entre 1993 y 1995 -es decir entre el año antes del TLC y después de su entrada en vigor- y representan hoy en día una quinta parte de la producción nacional; La concentración de las importaciones en las llamadas empresas asociadas a la exportación. El aumento de las ventas al exterior descansa en la importación de insumos intermedios, lo que sumado a las adquisiciones de bienes de capital, elevó las compras externas de las denominadas empresas asociadas a la exportación a 16.6% del PIB para el primer semestre de 1998; El peso relativamente menor en las importaciones de bienes intermedios de la industria no asociada a la exportación. Las importaciones de estas industrias pasaron de 5.5% en 1993 a 6.6% del PIB en el primer semestre de 1998. Si a lo anterior se suman sus compras de bienes de capital la participación se eleva a 9.4% del PIB; El acelerado cambio de un modelo de sustitución de importaciones a uno de exportación-importadora. Se generó una nueva modalidad de vinculación estructural con el exterior, en la que, para mantener el dinamismo exportador, se requiere, de manera creciente, de la adquisición de bienes en el exterior lo que implica una desvinculación del sector externo con el aparato productivo 6 nacional.6 Esto implica una reducción constante del valor agregado nacional de las exportaciones manufactureras, de suerte que el grado de integración nacional de las exportaciones manufactureras descendió de 91.4% en 1983 a 77% en 1987 y a 39% en 1994 (Vázquez 1995). Un cálculo más reciente en el que se mide el grado de integración nacional de las exportaciones manufactureras a partir de restar las exportaciones totales del sector, de las importaciones asociadas a ellas, y dividirlas entre las primeras, llegan a resultados similares decreciendo el valor agregado nacional de 41,3% en 1993 a 38% en 1995. 3.1.1.4 La concentración geográfica del comercio exterior Entre los objetivos que se pretendían lograr en este proceso de apertura y reinserción en la economía mundial, estaba la diversificación geográfica del comercio exterior. En la práctica esto no sólo no se alcanzó, sino que la concentración del comercio de México con Estados Unidos dio un salto en 1994, año de inicio del TLC al aumentar nuestras ventas a ese país de 69% del total exportado en 1990 a 89% en el 2001. La penetración de las ventas mexicanas en ese mercado, ha mostrado rendimientos decrecientes, ya que para mayo de 2001 era de 11.9% y en los años anteriores había sido de 11.5% en 2001, de 11.2% en 2000 y de 10.4% en 1999, habiendo iniciado con 7.4% en 1994 año en el que se inicia el TLCAN. De igual manera, Estados Unidos ha sido el principal abastecedor de nuestro país, aún cuando no en un porcentaje tan elevado como es el caso de las exportaciones. Pero la tendencia es a crecer y consolidarse cada vez más como el abastecedor de las tres cuartas partes de las compras de México en el exterior. El comercio entre ambos países por tipo de bienes es sumamente variado y abarca prácticamente todos los sectores económicos. Mucho del comercio se basa en sistema integrados de producción, intraindustrial e intersectorial y opera bajo la modalidad de plataforma exportadora. Globerman (1990) estima que el índice de comercio intraindustrial (ICI) de México con Estados Unidos pasó de 43 en 1980 a 63 en 1987 reflejando los avances en la liberalización comercial. Estimaciones como la de Esquivel (1991) llegan a un ICI de 27 en 1981 y 54 en 1990. Mattar y Shatan (1993), al analizar los sectores de autopartes, electrónicos 6 Es de destacar que este gran peso de las importaciones manufactureras no es nuevo ya que en 1976-78 estas importaciones representaban 89% del total importado, porcentaje que se elevó a 90.2 entre 1988-90 y a 91.7 entre 199496. Lo que si es nuevo es el peso que estas importaciones tienen de las exportaciones totales. Al respecto el Programa de Política Industrial y Comercio Exterior presentado en mayo de 1995, reconoce este fenómeno al señalar que “la apertura redujo la integración de diversas cadenas productivas nacionales, en la medida en que empresas que participaban en dichas cadenas como clientes o proveedores, perdieron terreno ante la competencia del exterior. Reconstituir tales cadenas productivas, ahora en un entorno de apertura a la competencia externa, es indispensable para facilitar la planeación e inversión a largo plazo de las empresas nacionales” 7 y petroquímicos y encuentran que su comercio intraindustrial aumentó significativamente de 24 en 1982 a 79 en 1990. México es el principal mercado de Estados Unidos en América Latina, ya que adquiere más de la mitad de las exportaciones estadounidenses a la región. Pero para el resto de los países, salvo Venezuela y Chile, estas importaciones no representan en general más del 30%. Cuadro 3.4 PARTICIPACIÓN PORCENTUAL DEL COMERCIO DE MÉXICO CON CANADÁ Y ESTADOS UNIDOS EXPORTACIONES IMPORTACIONES AÑOS TOTAL CANADÁ ESTADOS UNIDOS TOTAL CANADÁ ESTADOS UNIDOS 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 100 100 100 100 100 100 100 1,71 2,64 2,16 2,97 2,41 2,49 2,26 68,62 79,44 81,00 83,00 85,17 83,40 83,90 100 100 100 100 100 100 100 1,47 1,34 1,69 1,78 2,02 1,90 1,95 65,53 73,68 71,17 71,08 71,73 74,26 75,37 Fuente: INEGI. Anuarios de Comercio Exterior. En cuanto al comercio de México con Canadá si bien ha tendido a crecer particularmente desde la entrada en vigor del TLC, es claro que, comparativamente, la relación comercial entre ambos países es reducida. Canadá es un importante proveedor de leche para México y a su vez nuestro país le vende diversos productos agrícolas. Igualmente existe un cierto comercio intraindustrial y maquilador entre ambos, mediado por la presencia de Estados Unidos, y la distribución que este último país hace respecto a sus principales proveedores de artículos maquilados. En estos años México despegó una intensa actividad de firmas de acuerdos de libre comercio, de complementación económica7 y plurilaterales en un intento por Los acuerdos de complementación económica (ACE) son aquellos firmados en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración, ALADI, con Uruguay, Argentina, Perú, Costa Rica, Guatemala, Cuba, Honduras, Nicaragua, Panamá, El Salvador. Además México ha firmado otros tratados de libre comercio compatibles con la ALADI, ACE de tercera generación, con Chile, Bolivia y Colombia-Venezuela. Adicionalmente tiene otros acuerdos plurilaterales con la ALADI en su conjunto y con la Asociación de Estados del Caribe. A lo anterior se suma los Acuerdos de Libre Comercio con América del Norte (Estados 7 8 reafirmar su voto por la apertura y la expansión de las exportaciones como la llave fundamental para el crecimiento. Además de la gran complicación administrativa de cada uno de ellos y de la caída de los impuestos por este concepto 8 su impacto en materia de diversificación ha sido escaso. Salvo el aumento de la concentración del comercio con Canadá y Estados Unidos, y el crecimiento de las ventas de ciertos productos en algunos países, en general, el resto de los acuerdos comerciales han tenido como resultado una caída en la participación de las ventas mexicanas a los mismos. En 1997, la Unión Europea firmó con México un Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación, que entró en vigencia en el 2000. Este Acuerdo ha permitido constituir la primera zona de libre comercio entre la UE y un país de América Latina. Tras nueve rondas de negociaciones se firmó a un acuerdo amplio que pretende liberar gradualmente el comercio bilateral. En el 2000 la UE eliminó el 82% de los aranceles para los productos industriales comprometiéndose a liberalizar la totalidad de los bienes el 1º de enero de 2003. Por su parte México aceptó una apertura en cuatro etapas. En el 2000 México desgravó el 48%, de las importaciones industriales procedentes de Europa. Para el 1º de enero de 2003 la liberalización cubrirá el 52% de los productos y se acordó un plan de desmantelamiento arancelario mediante el cual se aplica una tasa máxima de desmantelamiento arancelario de 5% desde 2003. A partir de esa fecha si bien la liberalización de los bienes industriales europeos no se habrá completado totalmente, las exportaciones de la UE lograrán un acceso equivalente al de los productos de Estados Unidos y Canadá en el mercado mexicano. Por lo que se refiere al sector agrícola, la liberalización se realizará gradualmente en un período transitorio de 10 años, al término de los cuales el 62% del intercambio quedará liberalizado. La Unión Europea (UE) como bloque, es el segundo socio comercial de México. Las exportaciones han mostrado un escaso dinamismo a diferencia de las importaciones procedentes de esa región que de 1997 a 2001 casi se duplicaron. La balanza comercial con este mercado regional es crecientemente negativa para México. La mayor parte del comercio con la UE se realiza con Alemania, seguido de Italia, España, Francia, y Reino Unido. Unidos y Canadá), con el Triangulo del Norte (El Salvador Guatemala Honduras) y con la Unión Europea. Esta en puerta la posible firma de acuerdos con Japón, Panamá, Ecuador y Perú, y desde luego la firma del ALCA 8 Entre 1987 y 1997 la recaudación por concepto de aranceles, como porcentaje del PIB se redujo de 0.71 a 0.55%. Ver M. G. Budebo, “Panorámica de la política fiscal de México”. Crónica Legislativa, num 11, Especial. Cámara de Diputados. México 2000 9 BALANZA COMERCIAL CON LA UNIÓN EUROPEA (miles de dólares) Exportacion Importación PERIODO Total a/ total a/ Total a/ 3,547,920 5,198,780 -1,650,860 1990 3,338,924 6,196,042 -2,857,118 1991 3,397,622 7,650,713 -4,253,091 1992 2,658,002 7,701,312 -5,043,310 1993 2,748,120 8,952,312 -6,204,192 1994 3,382,308 6,724,175 -3,341,867 1995 3,553,281 7,732,057 -4,178,776 1996 4,020,333 9,900,818 -5,880,485 1997 3,897,965 11,682,680 -7,784,715 1998 5,209,644 12,732,859 -7,523,215 1999 5,610,211 15,032,673 -9,422,462 2000 5,334,058 16,313,866 -10,979,808 2001p/ 1,527,146 5,181,595 -3,654,449 2002c/ Fuente: SHCP, Banxico,S. Economía, INEGI En general durante la década de los años noventa México continuó siendo un abastecedor de combustibles a esa región con una tendencia a la pérdida de importancia de este rubro, en parte por la caída de los precios del petróleo. Ello también se refleja en un aumento del peso de las ventas de manufacturas a la UE en sectores más intensivos en tecnología como el de maquinaria de oficina, equipo para telecomunicaciones y maquinarias y equipos eléctricos, así como manufacturas de consumo en las que predomina una demanda débil (Lanzas J R. Moral, E. 2000), integrado en gran parte por la presencia de empresas de esa región en el mercado mexicano. En cuanto al comercio de bienes agropecuarios y agroindustriales, al igual que con las economías estadounidenses y canadiense, México enfrenta para empezar la gran barrera de los subsidios agrícolas comunitarios, Política Agrícola Común (PAC), los subsidios a las exportaciones agrícolas dentro de cada país, como es el caso de Francia,9 y las cuotas de acceso para productos sensibles. En cuanto a la inversión extranjera, Estados Unidos es el primer país de origen de la inversión en el sector productivo mexicano, con cerca del 67% de la inversión extranjera directa acumulada entre 1998-2000. En estos tres últimos años la inversiones holandesas han representado 11% del tatal, las españolas 8% En los años ochenta la PAC absorbía el 75% del presupuesto total de la UE, esta proporción cayó a 50% en 1999. En el caso francés que es el primer productor de mercancías agroalimentarias en el mundo y el segundo después de Estados Unidos de granos básicos, a los subsidios anteriores se suman los subsidios a las exportaciones, las llamadas primas COP (cereales, oleo-proteaginosas), los que se ocultan bajo la capa ambiental, etc. En 1997 el presupuesto público global neto para el campo en Francia ascendió a 73,131.1 millones de francos lo que equivale a 5.26 veces el de la Secretaría de Agricultura de México. A lo anterior hay que sumarles los fondos comunitarios para la agricultura. (ver Aguilar Javier, 2002) 9 10 y la canadienses 4%. El grueso de estas inversiones se han destinado al sector de servicios (adquisición de los dos bancos más grandes del país) y a la industria de la transformación. Para Europa los temas de comercio son importantes, pero también los espacios que se abrirían en un acuerdo comercial amplio, como son el trato en materia de inversión, el amplio mercado de las telecomunicaciones, las compras gubernamentales y la protección a la propiedad intelectual, entre otros. En el caso mexicano, al igual que el resto de los países de América Latina, la idea es fortalecer sus vínculos con Europa como contrapeso a la influencia económica y política de Estados Unidos, atraer capital del exterior y mejorar su posicionamiento comercial en Europa. 3. 1. 2.- La industria maquiladora de exportación En este lapso de apertura intensa, la industria maquiladora de exportación (IME), adquirió un papel preponderante hasta aportar una proporción cercana a la mitad de las exportaciones totales. Esta trayectoria se ha visto frenada por la disminución del ritmo de crecimiento de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos y por el cambio de régimen al que se enfrentó esta industria acordado en el TLCAN. Cuadro 3.5 Participación de los sectores en el comercio exterior de mercancías de México participación porcentual 1980 1988 1993 1996 1997/p 1998/p EXPORTACIÓN DE MERCANCÍAS Maquiladora 14.0 33.1 42.2 38.2 40.9 43.3 Transformación 86.0 66.9 57.8 61.5 59.1 56.7 Agropecuarias Indus. Manufact Indus extractiva 8.4 34.1 57.7 5.4 40.0 21.3 4.8 81.9 13.0 3.7 84.4 11.7 3.4 86.5 9.8 4.3 89.1 6.3 IMPORTACIÓN DE MERCANCÍAS Maquiladora Transformación 8.3 91.7 27.8 72.2 25.8 74.8 34.1 65.9 33.1 66.9 32.8 67.2 Agropecuarias Indus. Manufact. Resto 7.2 88.2 4.6 5.9 64.5 29.6 4.0 94.2 1.8 5.2 90.7 4.1 3.8 92.5 0.8 3.9 95.8 0.8 /p cifras preliminares Fuente: Anexo Estadístico del Cuarto Informe de Gobierno. Ernesto Zedillo, 1998 11 Mientras que la dinámica exportadora de los sectores productivos tradicionales, sigue más de cerca las pautas de la economía general, la industria maquiladora de exportación tuvo por varios años un desempeño bastante independiente de la economía y de la producción no maquiladora. Geográficamente la ubicación de los trabajadores de la maquila ha dejado de ser un fenómeno típicamente fronterizo para trasladarse cada vez más a municipios no fronterizos en los que hoy se encuentra una tercera parte de la ocupación maquiladora. Cuadro 9 EXPORTACIONES E IMPORTACIONES. (tasas medias de crecimiento anual) EXPORTACIONES IMPORTACIONES Años totales Transformación Maquila totales 1980-82 15.5 17.0 5.9 -10.2 1983-87 1.6 -2.1 18.2 12.3 1988-93 11.1 7.9 16.6 18.4 1994-96 25.6 20.3 18.6 6.2 1980-96 11.0 7.6 18.3 9.5 Fuente: Estimaciones con base en Informes del Banco de México. Transformación Maquila -11.8 10.2 19.3 0.1 7.2 6.3 18.2 16.1 22.1 19.6 A nivel nacional el impacto de la IME en el PIB es muy pequeño sólo genera 1.8% del PIB y aporta 6.03% del PIB de la industria manufacturera. Si bien su repercusión en términos de empleos es muy significativa ya que da ocupación a una cuarta parte del personal ocupado –cerca de un millón de empleos- en la industria manufacturera, su escaso impacto a nivel del producto nacional refleja el bajo nivel de salarios pagados y el poco peso que estos tienen en el valor agregado total. Si bien en promedio, su peso en el PIB manufacturero es de 6.03 en 11 ramas esta proporción es superior: Cuadro 3.7 Participación de la IME en el PIB de la Industria Manufacturera, por ramas seleccionadas: Participación porcentual Promedio de la Industria manufacturera Ramas 54 Equipos y aparatos electrónicos 55 Equipos y aparatos eléctricos 57 Carrocerías, motores, partes de vehículos automotores 27 Prendas de vestir 59 Otras industria manufactureras 52 Maquinaria y equipo no eléctrico 26 Otras industrias textiles 30 Otros productos de madera y corcho 53 Aparatos electro-domésticos 50 Otros productos metálicos excepto maquinaria 51 Maquinaria y equipo no eléctrico Fuente: Gómez Luna María Eugenia. “El impacto del TLC en exportación”. Documento de trabajo. 1998 6.03 34.24 28.43 20.36 20.24 19.79 16.99 15.13 10.90 8.46 7.81 6.24 el empleo femenino de la industria maquiladora de 12 A reagrupar las ramas en las nueve divisiones de la industria manufacturera encontramos que el núcleo de las exportaciones de la IME es el de productos metálicos maquinaria y equipo ya que el 72% de las exportaciones de la IME tiene su origen en la División VIII; 11% en la división II de textiles y prendas de vestir; 7% en la división IX (equipo e instrumental médico y dental, básculas y otros instrumentos de medición y control) y 4%en la división V de sustancias químicas, derivados del petróleo, productos de caucho y plástico. En algunas de las ramas como es el caso de la rama 54, de la división VIII, conformada por refacciones para aparatos y equipos electrónicos, televisores, radios y modulares, la IME representa 40% del total exportado por la maquila y 84% de las ventas totales al exterior de dicha rama. En los sectores más importantes de la maquila como es el caso de equipos y aparatos electrónicos, de electrodomésticos y carrocerías, motores, partes y accesorios para vehículos automotores los insumos importados aportan 90% del valor de la producción, favoreciendo con ello a Estados Unidos, ya que cerca del 91% de las importaciones que hace la industria maquiladora provienen de ese país. La mayor parte de la producción de estas plantas concurre al mercado estadounidense. Hoy en día México es con mucho el principal proveedor de maquila en Estados Unidos, representa el 41% del comercio total que bajo este régimen realiza Estados Unidos y 61% del valor de los componentes incorporados en productos importados que reingresan como producto final a ese país bajo el régimen HTS PSP.10 Los siguientes abastecedores maquiladores a ese país son República Dominicana y Malasia que participan con 6 y 5% respectivamente del valor de las importaciones con contenido estadounidense que ingresaron a ese país bajo la fracción 9802.00.80. Si bien para 1996 las importaciones que realizó Estados Unidos procedentes de México bajo el régimen HTS PSP alcanzaron un valor de 28 mil mmd este se considera subestimado en cerca de 14 mil mmd, ya que muchas compañías no quieren pagar los 400 dls. que hay que cubrir por gastos de registro aduanero bajo ese régimen, a pesar de que cumplen estrictamente con los requisitos de la fracción 98. Sumando estas dos categorías encontramos que de los 74 mil mmd que registra Estados Unidos en 1996 como importaciones provenientes de México, 57.4% tenían contenido estadounidense, ya sea que fueran producidas en México bajo la modalidad de maquila, o por plantas ensambladoras, o bien por plataformas de exportación. La preferencia de Estados Unidos por la maquiladora mexicana obedece al bajo nivel de los salarios, la proximidad de los mercados, la infraestructura y la complementariedad de la estructura productiva y la posibilidad de que los La información de esta parte tiene como fuente United States International Trade Commission. “Production Sharing: Use of U.S. components and Materials in Foreign Assembly Operations, 1993-1996”. (U:S: Imports under the production-sharing provisions of Harmonized Tariff Schedule Chapater 98). December 1997. 10 13 administradores vivan en Estados Unidos y trabajen cruzando la frontera, generándose más de un millón diario de cruces fronterizos entre ambos países, siendo esta zona la única en el mundo, después de la caída del Muro de Berlín, en la que, para contener este flujo, se ha levantado un muro. México es el principal proveedor-maquilador de muchas ramas productoras que operan con tecnologías maduras como son los vehículos automotores, prendas de vestir, arneses de automóviles, receptores de TV, autopartes, instrumentos médicos, instrumentos de medición y maquinas de combustión interna. Este comercio de partes materiales y maquinaria de Estados Unidos a México para su ensamble y terminado final representa fuerza de trabajo mexicana que labora para la industria estadounidense desde territorio nacional. Este tipo de trabajo no crea problemas sociales en Estados Unidos, no desata reacciones de racismo y xenofobia y se articula con la producción de ese país para abastecer una parte de su consumo y de su mercado externo. Evidentemente el grueso de los empleos creados por estas industrias se encuentran en territorio estadounidense y sólo se ocupa en el territorio mexicano a una fuerza de trabajo que acumula salarios 16 veces más pequeños que los que habría que pagar en el otro lado de la frontera por un trabajo semejante. El primero de enero del año 2001, de acuerdo a lo estipulado en el TLC, la industria maquiladora dejará de existir como tal para efectos de su comercio con los dos vecinos del norte. Una vez iniciado el año 2001 se verá obligado a reembolsar a las maquiladoras de fuera de la zona de Norteamérica sólo los impuestos equivalentes al arancel más bajo existente entre cualquiera de los tres países. Esto implica que México no podrá mantener ningún régimen de atracción de la inversión distinto al de los otros países que pudiera favorecer o alentar a ésta a ubicarse en su territorio. 3.1.3.- La conformación del “mercado financiero emergente” mexicano. La expansión exportadora-importadora de estos años trajo consigo un aumento explosivo de los déficit comerciales, cuyo monto acumulado entre 1990 y 1994 se elevó a más de 49 mil millones de dólares. Para hacer frente a esta expansión y a los vencimientos externos de la deuda. entre diciembre de 1989 y julio de 1993 se internacionalizó el mercado de valores mexicano. El propósito de esta medida fue vincularlo con los movimientos de capital y los centros financieros internacionales para competir por recursos externos. Esta apertura que pasó bastante desapercibida en comparación con la Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), tuvo un impacto fundamental en la economía mexicana con alcances similares o mayores a los de la liberalización comercial. 14 La internacionalización del mercado mexicano de valores tuvo 2 etapas. En la primera -diciembre de 1989- se abrió el mercado a la inversión extranjera de cartera; se apoyó la concurrencia de empresas, valores e intermediarios mexicanos en mercados internacionales y se establecieron relaciones institucionales con autoridades, bolsas y organismos multilaterales de cooperación. Entre las medidas que favorecieron la inversión foránea, se estableció el mecanismo de inversión neutra que permitió al capital extranjero la adquisición de acciones de la Serie “A”, tradicionalmente reservado a los inversionistas nacionales, separando los derechos patrimoniales de los corporativos; se eliminaron las restricciones para que los inversionistas pudieran comprar títulos gubernamentales, con lo que todos los instrumentos del mercado se convirtieron en instrumentos de libre adquisición; se permitió la participación de inversionistas extranjeros en el capital de las casas de bolsa, bancos y empresas aseguradoras y se concedió facilidades para la repatriación de capitales consistente en la aplicación de una tasa impositiva accesible y única. En julio de 1993 con la reforma a la Ley de Mercado de Valores se inicia la segunda etapa en la que se intensifica la interconexión del sistema bursátil permitiendo la participación de emisores y valores extranjeros en el mercado local, para su intermediación y para su negociación por oferta pública. (Moreno 1993) A principios de 1997 se conformó el marco legal y reglamentario del Sistema Internacional de Cotizaciones (SIC), de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), como el mecanismo para listar y operar en el ámbito de la BMV, valores que no fueran objeto de oferta pública en México y que se negocian en mercados de valores extranjeros que han sido reconocidos por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (Mercados Extranjeros Reconocidos) o cuyos emisores han recibido reconocimiento correspondiente por parte de la citada Comisión (Emisores Extranjeros Reconocidos). La compra de acciones en el mercado de valores se puede realizar mediante diversos mecanismos entre los que destacan: los Recibos de Depósitos Americanos (ADR), Inversiones Neutras Acciones de suscripción libre y Fondos de Inversión cotizados en el exterior (Fondo México). La captación a través de instrumentos de renta fija se puede realizar a través de: Bonos Obligaciones Papel Comercial Fondos de renta fija colocados en el exterior Valores gubernamentales Estas modificaciones se acreditaron técnicamente para ser reconocidos por las autoridades financieras de Estados Unidos (por la Comisión de Valores y Bolsas Securities and Exchange Commission) para que el mercado de valores mexicano 15 fuera designado como “mercado designado del exterior”, y ciertos valores mexicanos como son los Ajustabonos, los Bondes, los Cetes y 19 series accionarias estuvieran listas para entrar al mercado (ready market) para efectos de capital definidos por la regla de capital neto (Net Capital Rule). El acceso al capital internacional facilitó a las empresas mexicanas la realización de sus operaciones bursátiles fuera del mercado nacional. En marzo de 1999 el 63% de sus operaciones en mercados bursátiles las efectuaban fuera del país. De 49 emisoras mexicanas que tienen listadas sus acciones tanto en México como en Estados Unidos, 24 tienen mayor bursatilidad fuera del país. Los fondos diferenciado, el Fondo México ganó 16.8% de enero a marzo de 1999, el Mexico Equity and Income ha producido rendimientos por 10.79, y el Emerging Mexico Fund sólo 5.42%.11 En el mercado financiero interno las regulaciones descansaron crecientemente en operaciones de mercado abierto y los mecanismos de financiamiento del gobierno cambiaron al pasar del uso de reservas obligatorias en los bancos a la competencia por recursos locales. A pesar de registrarse elevadas tasas de interés, el coeficiente del ahorro privado cayó persistentemente de 18% del PIB en 1988 a 12% en 1994.12 favoreciendo el endeudamiento externo del sector privado que aumento su participación en la deuda externa total en más de cuatro veces en sólo 6 años, al pasar de 8.5% a 37.4% del total. Con estas modificaciones legales México se conformó como un “mercado emergente”, de fondos privados internacionales que fluyeron al mercado de valores y también ingresaron como capital especulativo orientado a arbitrar el valor de la moneda. En una primera etapa la entrada de más de 71 mil millones de dólares (mmd) de inversiones en cartera en sólo 5 años (1990-94), creó un “efecto riqueza” que se manifestó en una burbuja crediticia de fomento al consumo y permitió realizar importaciones espectaculares. Esta intensificación de la demanda externa (cuadro 3.8), afecto aún más la ya debilitada estructura productiva mexicana, experimentada durante los años previos, con resultados similares a aquella al potenciar la ruptura adicional de cadenas productivas y un aumentar la desindustrialización. Fuente: Periódico El Financiero martes 9 de marzo de 1999, pp 3A. Al respecto el periódico menciona que sólo 6 emisoras de las 20 de alta bursatilidad en el mercado extranjero superan el rendimiento de 6.04%. La plaza financiera en la que mayor número de empresas mexicanas cotizan es el New York Stock Exchange (NYSE) 12 Entre 1990 y 1994 el ahorro total representó 22.5% del PIB, del que el ahorro interno fue 17.1% y el externo 5.4%. Para 1995-96 el ahorro interno total como proporción de PIB cayó a 20.2%, el interno significó 19.7% y 0.5% el externo. PRONAFIDE. 1997-2000. SHCP, 1997 11 16 Cuadro 3.8 CUENTA CORRIENTE Y CUENTA DE CAPITAL DE LA BALANZA DE PAGO Millones de dólares Concepto CUENTA CORRIENTE Balanza Comercial Exportación de mercancías Importación de mercancías CUENTA DE CAPITAL Pasivos Inversión Extranjera Directa En cartera Mercado accionario Valores moneda nacional Valores Moneda Extranjera Endeudamiento Neto Sector Público Sector privado Activos 1988 1989 1990 -2375.6 -5821.3 1993 1994 -7451.1 -14646.7 -23438.6 -23399.2 -29661.9 -7279.1 -15933.8 -13480.5 -18463.7 7088.5 6530.9 60882.2 79541.6 95999 2609.5 405 -882.4 30691.5 35171 40710.9 1991 1992 42687.5 46195.6 51886 1995 1996 -1576.6 -2330.4 1997 1998/* -7448.4 -3437.5 623.6 110431.4 -1746 28226.1 109807.8 28082 34766 41593.3 49966.6 62129.4 65366.5 79345.9 72453.1 89468.8 -1163.1 591 3879.8 3175.9 4346.1 3526.8 8297.2 16996.7 6003.7 24507.5 26418.8 32482.3 25507.1 20866.9 36084.8 17514.7 22433.9 33308.1 14584.2 20254.2 19154.7 15405.6 4069.2 15410.7 4601.8 22763.3 10410.4 8694.9 5862.4 -188.4 22604 17514.6 5071.2 2880 999.8 3175.5 451.3 493.3 2633.2 3370.5 1994.5 4761.5 4392.8 4388.8 12753.2 18041.1 28919.3 6332.1 4783.1 10716.6 10972.5 8182.2 4083.7 9526.3 9185.5 12477.5 -9714.7 13418.5 5037.1 519.2 2800.6 3215.3 s.d s.d 3406.4 8146.9 7405.7 -142 1376 3014.8 5111.1 10797 6323.8 -3288.8 819.3 -1740.8 996.2 -1548 -176.9 1754.1 -1170.2 10993 6212 4781 -8699.5 7992.4 -140.5 8132.9 -999.6 -1567 2776.7 -3990.4 -3383.4 2423.4 6160.1 5551.9 -3602.5 1099.5 -1564.2 2663.7 -5670 999.8 -2225.3 -13859.6 29972.1 2040.9 3030.3 247.7 907.5 584.8 792.6 9710.4 1237 1995 22951.7 -12193.5 24784.7 -12441.5 -1833 248 -7357.7 -6341.2 -8819.7 -9543.3 723.6 6715.8 791.2 -435.5 1226.7 -1260.6 3625.7 /* Cifras enero-marzo de 1998. Fuente: Cuarto Informe de Gobierno. Ernesto Zedillo, 1998. Muchos de estos capitales que ingresaron al mercado financiero mexicano intensificaron sus operaciones de arbitraje a partir de 1993 ajustando sus carteras y moviéndose a otro tipo de activos más seguros como los bonos con cobertura cambiaria, lo que empujó la tasa de CETES al alza. Para comienzos de 1994 el déficit externo, los vencimientos externos y la incertidumbre cambiaria y financiera se sumaron al repunte de la tasa de interés en EUA y el asesinato del candidato presidencial Colosio. Todo ello generó una embestida especulativa. La respuesta del banco central fue aumentar la emisión de deuda pública en moneda extranjera, alcanzando los Tesobonos un valor superior a los 33 mil millones de dólares en 1994. Los eventos políticos subsecuentes generaron nuevos ataques especulativos, a los que se respondió con políticas monetarias de aumento a las tasas de interés y mayores emisiones de deuda pública nominada en moneda extranjera, hasta terminar en una profunda crisis financiera y económica a finales de 1994 y una caída del PIB de 6.2% en 1995. En tanto un monto significativo de los recursos invertidos provenían de fondos de pensiones estadounidenses, el gobierno de ese país montó de manera acelerada un préstamo de poco mas de 20,000 mdd sobre los ingresos futuros de petróleo. Esto permitió la reanudación de las entradas de capital 17 externo privado directo de cartera13 para volver a caer en 1997 y 1998 como consecuencia de la crisis financiera de los mercados asiáticos. A la fecha, el tamaño del sistema financiero, medido como la participación del agregado monetario amplio (M4a) en el PIB, alcanzó en 2001, prácticamente el mismo nivel que tenía en 1994, ubicando al sistema financiero mexicano en un nivel de desarrollo bajo en comparación con estándares internacionales. Hoy en día sólo una proporción menor de la intermediación de la inversión productiva se realiza a través del sistema financiero. Se estima que en 2000 alrededor de dos terceras partes de la inversión total se financió a través de fuentes alternativas entre las que destacan el crédito a proveedores y clientes, reinversión de utilidades y préstamos de la oficina matriz en el caso de las empresas multinacionales. (ver Pronafide 2002) Con base en datos del Instituto de Finanzas Internacionales y el Banco de México, la proporción del PIB destinado al crédito al sector privado descendió de 35% en 1995 a sólo 10% en el año 2000, la inversión extranjera directa en esos años aportó 3.3% y 2.4% respectivamente, las inversiones en cartera financiaron entre 0.2% y 0.1%, y el endeudamiento fue negativo en 1995 - 5.2%, año de aguda crisis, y - 0.1% en 2000. II.- El mercado laboral transfronterizo integrado. En el Tratado de Libre Comercio de América del Norte el gran ausente de las negociaciones entre México y los otros dos países del norte fue el mercado laboral. Se liberalizó el comercio de bienes, servicios y capitales pero el otro factor productivo, el trabajo, quedó sujeto sólo a una serie de reglamentaciones laterales sobre condiciones generales de trabajo entre los tres países. Estos Acuerdos paralelos reflejan el deseo de Canadá y Estados Unidos por evitar que en México se pudiese realizar alguna forma de competencia desleal en materia laboral, lo que generaría un fuerte descontento entre los sindicatos de esos países por las posibles pérdidas de puestos de trabajo para ellos. Sin embargo al hacer esto se dejó de reconocer formalmente la existencia de un aspecto fundamental de la relación entre México y Estados Unidos con implicaciones muy importantes en materia de la integración económica que es la presencia de un mercado laboral transfronterizo. Este mercado laboral no es un fenómeno reciente, de hecho con la ocupación de los territorios mexicanos por los estadounidenses en el siglo XIX una parte de la población mexicana se quedó viviendo bajo una nueva bandera y territorio, pero con vínculos permanentes al otro lado de la frontera. Las cifras de flujos de capital de la Balanza de pagos no coinciden con las de SECOFI, estas últimas son significativamente más reducidas 13 18 A mediados del siglo XX, ante la carencia de mano de obra de Estados Unidos se crea el Programa de Braceros que dura hasta comienzos de los años sesenta, cuando ese país se niega a renovarlo. El fenómeno migratorio, inicialmente integrado en su mayor parte por población agrícola, fue transformándose a lo largo de estos años por la interacción de factores de naturaleza económica, social, cultural y demográfica. Hoy en día esté mercado laboral se compone de la suma de los trabajadores que temporalmente traspasan la frontera o se quedan a residir en el país del norte, más los que trabajan en las maquiladoras. Estos últimos, se conforman por más de un millón de mexicanos que hoy trabajan para fábricas del exterior, principalmente estadounidenses pero de este lado de la frontera mexicana. Entre los factores que han contribuido a alentar esta dinámica laboral se encuentra el escaso crecimiento de la economía mexicana y su incapacidad para absorber a la población en edad de trabajar; la diferencia salarial entre ambas naciones; la demanda de la fuerza de trabajo mexicana en Estados Unidos en los sectores agrícolas, industrial y de servicios; la tradición migratoria hacia el norte y la operación de complejas redes sociales y familiares que vinculan los lugares de origen y destino. Mientras en los años sesenta después de que termina el Programa de Braceros el flujo era predominantemente de tipo circular compuesto por adultos y jóvenes de origen rural que trabajaban temporalmente en la agricultura para después regresar a los 6 u 8 meses a sus lugares de origen, hoy en día este fenómeno tiene un perfil diferente (CONAPO 1997): ha disminuido el flujo de índole circular, de migrantes que iban y regresaban, ahora tienden a prolongar su estancia en EUA; hay una creciente diversificación ocupacional y sectorial de los migrantes. (los migrantes agrícolas ya no son mayoritarios, ni en su lugar de origen ni de destino); entre los trabajadores temporales, el 95% son hombres en edad productiva (70% tienen entre 12 y 34 años) con más de 6 años de escolaridad, la mitad están casados; dos tercios tienen experiencia previa migratoria; en promedio permanecen ocho meses en Estados Unidos con ingresos mensuales de 900 dólares, 500 de los cuales mandan a sus familias en México; y 3 de cada cinco migrantes son de localidades urbanas; hay una creciente diversificación regional del flujo (han aparecido polos de migrantes de zonas distintas a las tradicionales como Puebla, Hidalgo, D.F. y Morelos); los principales estados receptores son California, Texas, Illinois y Arizona; como consecuencia de la militarización y construcción de bardas las rutas de salida han ido cambiando de Tijuana-California a Piedras Negras, Nuevo Laredo-Texas; Las mediciones indirectas estiman que la pérdida de población mexicana, 19 derivada de la migración internacional, se ha intensificado desde 1970. cálculos señalan que estas pérdidas fueron de: Los Entre 1.20 y 1.55 millones durante la década 1970-1980. Entre 2.10 y 2.60 millones en la década 1980-1990. De 1.5 millones entre 1990 y 199514, es decir, un flujo neto anual que se ha multiplicado más de diez veces al pasar de un promedio anual que fluctuaba alrededor de 26 mil personas en la década de 1960, a cerca de 300 mil migrantes por año en el primer quinquenio de la presente década. En el Estudio Binacional México Estados Unidos sobre Migración se estima que el número de mexicanos nacidos en México y residentes en EUA, fluctúa entre 7.0 y 7.5 millones. De éstos, entre 4.7 y 4.9 millones son migrantes autorizados y entre 2.3 y 2.4 millones viven allá carentes de documentos legales. En cuanto a los trabajadores temporales, entre 1990 y 1995 el flujo anual fue calculado de acuerdo a estimaciones mexicanas en 277 mil personas y según fuentes estadounidenses en 315 mil personas. Este promedio parece estar creciendo, ya que según la Encuesta de Migración de la Frontera Norte (EMIF),15 de marzo de 1993 al mismo mes de 1994 las cifras de migrantes laborales temporales ascendieron a 508 mil; en el año de 1995 hubo un descenso del número de migrantes a 387 mil y desde medidos de 1996 a mediados de 1997 la cifra volvió a aumentar a más de 424 mil personas. El origen de este mercado laboral transfronterizo es doble. Sin duda por el lado de la oferta, la primera causa como ya se mencionó es la profunda disparidad económica existente entre ambos países. A lo largo del tiempo en lugar de lograr una convergencia ha aumentado la sustancial desigualdad en la distribución del ingreso y la gran asimetría salarial que vuelve extraordinariamente atractivo para muchos mexicanos el mercado laboral del otro lado de la frontera. Esta mano de obra mexicana16 es cada día más heterogénea, más lejana del anterior patrón tradicional del migrantre agrícola, formada ahora por un trabajador urbano, muchos de los cuales tenían empleo en México, más calificado, con mayor escolaridad, en plena edad laboral, más capacitado, un capital humano joven, cuyos gastos de escolaridad y salud fueron en su mayor parte sufragados con recursos fiscales de México. Las mediciones indirectas generadas en Estados Unidos a partir de la información proporcionada por el Censo de abril de 1990 y la Current Population Survey (CPS) de septiembre de 1994 arrojan un saldo neto de 1 millón 560 mil, con un promedio anual de 340 mil migrantes. 14 Esta Encuesta es realizada conjuntamente por El Consejo Nacional de Población, la Secretaría del Trabajo y El Colegio de la Frontera Norte. A la fecha ha tenido varias fases. La primera se inició en marzo de 1993 y finalizó doce meses después; la segunda abarcó todo el año de 1995; la tercera se inició a mediados de 1996 y finalizó a mediados de 1997. 16 La composición por edades de la población, afecta la oferta futura de fuerza de trabajo. CONAPO, en un estudio que concentra su atención en la a población en edades entre 15 y 44 años, que es la edad en la que se ubican la mayoría de los migrantes estima que a partir de 1990 el aumento en este grupo de edades se estacionó en alrededor de 1 millón 300 mil, calculándose que para 1996 se incrementó en 1.1 millones, en 897 mil para el año 2000, en 667 mil para el 2005 y en 435 mil en el 2010. Ver Consejo Nacional de Población “La situación demográfica en México, 1997”. SEGOB 15 20 Junto a esta oferta existe una demanda creciente de fuerza de trabajo de Estados Unidos, en un mercado laboral segmentado en regiones, sectores y estaciones del año, diferenciado y flexible en términos salariales, de exigencias de preparación y capacitación para el trabajo y de prestaciones sociales. En general 95% de estos trabajadores temporales obtienen trabajo, es decir existen las fuentes de trabajo para ellos, muchos de estos trabajos se vuelven relativamente estables, por lo que estos trabajadores se quedan en aquel país y otros regresan a continuar manteniendo este flujo circular alimentado por una intensa red social. Esta demanda de trabajo no obedece sólo a una necesidad ocupacional sino que también se corresponde con una pirámide poblacional estadounidense que se está envejeciendo, con una reducción porcentual de los grupos etarios en edad laboral, ya que el Departamento de Trabajo de Estados Unidos calcula que para el año 2000 habrá un decremento del 6% del número de jóvenes varones de 16 a 24 años de edad y un decremento de 15% en el grupo de edad de 24 a 34 años. Si bien cuando se reduzcan las disparidades económicas entre ambas naciones, a partir de un crecimiento sostenido de México, los flujos migratorios tenderán a reducirse, la previsiones migratorias no parecen detenerse en el corto y mediano plazo. Particularmente las transformaciones del sector agrícola son críticas. En este sector hoy se encuentra ocupado uno de cada cuatro trabajadores mexicanos. Las reformas económicas y la liberalización comercial han traído consigo una depresión de la producción agrícola de básicos; un aumento de la producción de exportación como hortalizas, vegetales y frutas, que es insuficiente para contrarrestar los efectos depresivos sobre la producción de básicos, dando lugar a importantes choques distributivos, perturbaciones en el mercado de trabajo y aumento de las presiones migratorias.17 Con base en la dinámica del fenómeno y las tendencias demográfica de la población mexicana Tuiran (1998), ha elaborado 5 escenarios alternativos, con base en las variables relevantes (PIB, las relaciones salariales no agrícolas entre Estados Unidos y México, las tasas de desempleo abierto y los montos anuales de las remesas de dinero per cápita) y simula cambios en un horizonte de 34 años. Supone dos tipos de condiciones básicas: aquellas que alivian las presiones migratorias o bien aquellas que las agudizan. Para ello considera dos escenarios de crecimiento económico: Hinojosa y Robinson estiman que los cambios en la agricultura mexicana podrían provocar el desplazamiento de 1.4 millones de trabajadores rurales, de los que se calcula que 800 mil podrían migrar internamente y 600 mil a Estados Unidos. Santiago Levy y Van Wijnbergen calculan que alrededor del 40 por ciento de los trabajadores involucrados en la producción de maiz (cerca de 700 mil) podrían verse desplazados y emigrar de las áreas rurales. 17 21 a) Economía con crecimiento acelerado. Con un crecimiento similar al del “desarrollo estabilizador” (1954-1970) con impactos positivos en el empleo y los salarios reales. Bajo este escenario la economía crecería a un ritmo del 5% promedio anual entre 1997 y 2015, luego descendería hasta alcanzar 3% en 2030. La razón de salarios se reduciría de 4.87 en 1996 a 2.71 en 2015 y a 1.0 en 2030. La tasa de desempleo abierto en México de 5.5% en 1996 se reduciría a 2.6 en el 2030, mientras que la tasa de desempleo en Estados Unidos de 5.4% en 1996 aumentaría a 9.7 en el 2030. b) Economía con bajo crecimiento. Asume un desempeño económico errático durante las próximas décadas en el que el PIB se reducirá del 5.09 % en 1996 a 1.5% en 2000 y se mantiene constante hasta el 2030 (que es la tasa de crecimiento anual observada entre 1982 y 1996); la tasa de desempleo abierto de 1996 (5.5%) aumentaría en el año 2030 al máximo observado durante el periodo 1970-1996 (8%) y la tasa de desempleo en Estados Unidos, de 5.4% en 1996, disminuiría en 2030 a 4.9%. La razón de salarios en 1996 (4.87) se incrementaría a 10.3 en 2015 y a 14.60 en el 2030. Estos escenarios básicos se combinan con dos hipótesis alternativas del comportamiento futuro de las remesas: 1) su monto per cápita se mantiene constante, en 586 dólares y 2) su monto per cápita aumenta de 586 a 979 dólares. De esta manera se conforman cinco escenarios: A) economía en crecimiento y remesas per cápita constantes. B) economía de bajo crecimiento y remesas per cápita constantes. C) economía de alto crecimiento y remesas per cápita que aumentan. D) Economías de bajo crecimiento y remesas per cápita que aumentan. E) Un quinto escenario en el que se mantiene constante las tasas de migración estimadas para 1996. Fuente: Tuirán Rodolfo. "Los Mexicanos en Estados Unidos". En Pellicer, Olga y Rafael Fernández de Castro (Coord).,México y Estados22Unidos; las rutas de la cooperación; México, Instituto Matías Romero-Instituto Tecnológico Autónomo de México, 1998, 292 pp. CUADRO 3.9 Número de emigrantes mexicanos hacia Estados Unidos por año, 1996-2030, según direfentes hipótesis Año 1996 2000 2005 2010 2015 2030 Tasas de emigración constantes 346 066 369 190 389 093 403 485 418 599 434 951 Hipótesis A B C D 346 066 365 759 380 822 389 786 398 606 396 560 346 066 375 475 405 504 430 383 456 452 503 444 346 066 369 174 387 948 399 871 411 064 412 725 46 066 378 758 411 991 439 086 466 609 514 314 Los resultados del ejercicio (cuadro 3.9), muestran que en las hipótesis A y C las tasas de emigración tienden a disminuir ligeramente, pero los montos se incrementan como consecuencia de una población base cada vez mayor y del peso que todavía tiene la inercia demográfica. En contraste, en los escenarios B y D se intensifican las presiones migratorias, reflejando el aumento de las tasas y de los montos. La hipótesis de tasas constantes generan resultados intermedios entre los escenarios A C y B D. Destaca las diferencias que se dan entre un escenario A y un escenario D. Los resultados indican que aún en condiciones económicas relativamente óptimas, la emigración proseguirá su curso en el corto y mediano plazo impulsada por la escala alcanzada por el fenómeno migratorio y sus efectos acumulativos en el tiempo. El efecto positivo sobre el movimiento migratorio se dará en el largo plazo si se logra mantener un ritmo de crecimiento económico suficientemente alto para modificar las condiciones estructurales en las que funciona el mercado laboral mexicano. Como consecuencia de los persistentes flujos de migración hacia Estados Unidos se prevé que la población nacida en México residente en ese país se incrementará de manera significativa de 7.0 millones en 1996 a 8.2 en el año 2000, 11.2 en el 2010 y 16.9 en el 2030, bajo la hipótesis de migración constante. (cuadro 11). 23 CUADRO 3.10 3.10residente en Estados Unidos, Población nacida en México 1996-2030, según diferetes hipótesis Año Tasas de emigración constantes 1996 2000 2005 2010 2015 2030 Fuente: 7 033 361 8 173 689 9 654 526 11 150 762 12 647 260 16 885 995 Hipótesis A 7 033 361 8 167 004 9 619 614 11 063 513 12 480 863 16 322 957 B 7 033 361 8 186 562 9 722 447 11 322 320 12 971 142 17 945 220 C 7 033 361 8 173 825 9 652 320 11 137 468 12 607 641 16 646 252 D 7 033 361 8 193 194 9 753 198 11 389 405 13 082 351 18 199 786 Tuirán Rodolfo. "Los Mexicanos en Estados Unidos". En Pellicer, Olga y Rafael Fernández de Castro (Coord)., México y Estados Unidos; las rutas de la cooperación; México, Instituto Matías Romero-Instituto Tecnológico Autónomo de México, 1998, 292 pp. Si a los datos anteriores de 7 millones de mexicanos estimados como residentes en Estados Unidos, se suma el flujo anual de migrantes de alrededor de 300 000 personas y el millón de mexicanos que trabajan actualmente en las empresas maquiladoras con materiales, componentes y maquinaria principalmente estadounidense, estamos hablando de un mercado laboral superior a los 8 millones de mexicanos, que se vinculan con un número mucho mayor de empleos en Estados Unidos y que juntos conforman un mercado laboral fuertemente integrado a partir de un aparato productivo cuya estructura y características se determinan en ese país. III- Conclusiones En los últimos tres lustros la economía mexicana transitó por profundos cambios instrumentados a partir de una acelerada apertura de la economía en el ámbito comercial y financiero. El objetivo fue modificar las pautas anteriores de crecimiento que habían llevado a un déficit comercial externo generado por un aparato productivo protegido, con escasas capacidades para competir en el mercado internacional y fuertemente concentrado en el mercado estadounidense. A la luz de los indicadores de estos cambios se aprecia que la nueva dinámica exportadora no ha tenido los resultados deseados. Por lo que se refiere a su impacto en el crecimiento económico general los saldos de estos años han sido verdaderamente magros, particularmente si se comparan con el desempeño de las décadas anteriores, cuando el país creció –entre 1960 y 1980- a un ritmo 24 superior al 6% promedio anual, el PIB per cápita a más de 3% y el consumo por habitante aumentó en más de cuatro veces. Entre 1986 y 1998, ACTUALIZAR DATOS años de intensa apertura y cambio económico, la producción creció apenas a una tasa anual de .........., el producto por persona se redujo en 1%, el consumo se contrajo en una y media veces, y apenas tuvo capacidad para crear la mitad de los empleos que exigen el aumento de la población. (ver Cuadro ANEXO). El aparato productivo exportador alcanzó una importancia singular en estos años y tuvo la peculiaridad de experimentar un aumento súbito de su participación en el valor agregado nacional entre el año de inicio del TLC y el de la violenta crisis de 1995. Esta modificación tan rápida fue resultado del desplome de la actividad productiva orientada al mercado interno, la caída del consumo y de los salarios. La firma del acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, aceleró la extensión y las tendencias presentes en el comercio entre México y su vecino del norte, modificando ciertas modalidades y su composición sectorial y concentrando aún más el destino regional del comercio mexicano. Esta concentración y desviación del comercio hacía el mismo mercado histórico, ocurrió a pesar de la incesante firma de nuevos acuerdos comerciales por parte de México. La apertura comercial y financiera como mecanismos para cambiar las variables estructurales del crecimiento de la economía mexicana imprimieron una nueva dinámica a la estructura productiva mexicana y aceleraron la integración del sector externo mexicano con el estadounidense en el ámbito productivo, comercial, financiero y laboral. La relación entre ambas economías es una forma particular de integración porque vincula economías de tamaño muy distinto, estructuras sustancialmente diferentes, y regiones geográficas específicas de ambos países. Es una integración profundamente asimétrica que ha polarizado la estructura productiva mexicana, afectando cada vez más su dinámica general de crecimiento. Ello explica el pobre desempeño de la economía mexicana e incluso la desarticulación de algunos sectores productivos industriales y la caída de la producción agropecuaria. Al constituirse el sector externo como el más dinámico de la economía, no necesariamente lo hizo a partir de un ensanchamiento de la planta productiva nacional sino, más bien, de una sustitución de la producción interna por una de origen importado, lo que sin duda afectó la generación de empleos y el ingreso de las familias. La ruptura de las cadenas productivas surgidas en el proceso de sustitución de importaciones, que sustentaban la mayor parte del mercado interior provocaron un importante deterioro de este mercado. Este deterioro se vio acentuado por la entrada de recursos de cartera y de inversión directa generando una modalidad de 25 “enfermedad mexicana” en la que, la súbita entrada de divisas, creo un “efecto riqueza” en un contexto de apertura acelerada, que se destinó a financiar una entrada masiva de importaciones. Con ello se profundizó la desarticulación de la estructura productiva, generándose un efecto similar al aumento súbito del precio de un recurso natural que produjo la llamada enfermedad holandesa (dutch desease). Una proporción creciente del comercio exterior mexicano -tanto por su contenido importado como por su aportación a las exportaciones y por su significación financiera- se concentra en un número pequeño de sectores y empresas, particularmente el automotriz y vehículos de transporte, que es objeto de un intenso comercio intraindustrial y maquilador. La maquila se articula escasamente con la economía nacional siendo esta una manera singular de verificación del modelo Heckesher-Ohlin de especialización productiva con base en dotación de factores en la que nuestro país aporta, desde nuestra frontera, la fuerza de trabajo y las empresas del otro lado de la frontera producen el resto de los insumos y bienes para producir el artículo terminado. Un aspecto crucial de la integración del sector externo de México con Estados Unidos es el mercado laboral transfronterizo que opera entre ambos. Aún cuando estas relaciones laborales son de larga tradición histórica, en el TLC entre México y los otros dos países no se aceptó negociar la parte relativa al mercado laboral. En años recientes el fenómeno migratorio laboral se ha acelerado, en parte como resultado del lento desempeño económico mexicano, por el derrumbe del sector agropecuario, y la disparidad creciente en los niveles de ingresos entre ambas economías y también porque esta fuerza de trabajo cubre una demanda del mercado laboral del Estados Unidos. Esta mano de obra ocupada en las plantas maquiladoras, sumada a la fuerza de trabajo migratoria que en forma de flujo circular o bajo la modalidad de residencia permanente, legal o no, ingresa a Estados Unidos a trabajar, conforma un mercado laboral integrado, sujeto hoy todavía a una violación de sus derechos laborales y, en multitud de ocasiones, de sus derechos humanos. En suma la desaparición de un sistema productivo basado en la sustitución de importaciones, para ser reemplazado por uno en el que el sector exportador ha tomado el papel principal ha tenido severos problemas como modelo de crecimiento. La estructura productiva previa no fue reemplazada por una nueva estructura, sino sustituida por las compras en el exterior. Esto afectó, entre otros aspectos, la creación de empleos de la economía mexicana, llevando a un crecimiento del mercado laboral informal y a un aumento de la búsqueda de oportunidades laborales en ambos lados de la frontera entre los dos países. La integración económica del TLCAN implica una liberalización total del comercio de bienes, servicios y capital, pero no asume los costos y beneficios de la 26 integración del mercado laboral y la asociación con un país subdesarrollado. Esto afecta el crecimiento de la economía mexicana en su totalidad así como su capacidad de largo plazo para generar empleos y ofrecer mejores condiciones de vida a su población. Omite la necesidad de dar al país en desarrollo un trato diferenciado de políticas, recursos y mecanismos a la manera de lo que ocurre en con la integración europea, que le permita emprender un camino sostenido hacia la mejoría generalizada de su desempeño económico. El futuro de México y su relación regional es pesimista y puede ser obscurecido por mayor violencia y violación de los derechos humanos en la frontera entre ambos países. Bibliografía Aspe, Pedro. “Estabilización Macroeconómica y cambio estructural: La Experiencia de México (1982-1988)”. En Bazdresch, et al. (Compilador). México, auge, crísis y ajuste. Lecturas Nº 73 FCE Aguilar Javier. “Los productos agropecuarios y agroindustriales en el TLC entre la Unión Europea y México”. Revista Comercio Exterior. Vol 52, junio 2002. Consejo Nacional de Población (CONAPO), La situación demográfica de México. 1997. Secretaría de Gobernación, De la Reza German. “Diversificación Comercial y pertenencias a múltiples acuerdos comerciales: el caso de México”. En Comercio Exterior, vol 52, num 4, abril 2002. Esquivel Gerardo (1991). Comercio Intraindustrial México–Estados Unidos 19811988. Tesis de Licenciatura FE, UNAM. Globerman Steve (1992). “North American Trade Liberalization and Intra- Industry Trade” en Welwehshajtliches Archivo Vol. 128, pp. 487 – 497. Mattar J., y Shatan, C. (1993, El comercio intraindustrial e intrafirma México – Estados Unidos. Autopartes, electrónico, y petroquímico. Comercio Exterior Vol. 43, Núm. 2 febrero pp. 103 – 125. Moreno, Luis Miguel. “La internacionalización del Mercado de Valores” en El Mercado de Valores N° 18. Diciembre de 1993. Lanzas, J. R. Y Moral, E. “Las relaciones comerciales de la Unión Europea y España con México”. Revista Comercio Exterior. Vol 50 Agosto 2000. México Lavagna Roberto. (1998).. Los Nuevos horizontes de la integración ante los desafíos de la globalización y la Ronda del Milenio. Ponencia presentada en el Seminario CEFIR Escenarios Estratégicos de la Integración en el Umbral del 27 Siglo XXI. Brasilia 6-8 de octubre de 1998 Vazquez Tercero Hector. “Medición del flujo de divisas de la balanza comercial de México”. Comercio Exterior. Vol 45,num 8, agosto 1995 Salomón Alfredo. “Evolución de las Exportaciones en el período 1973-1995”. Comercio Exterior. num11, vol 46, noviembre 1996. Cuadro anexo 1 DINAMICA DEL PRODUCTO INTERNO BRUTO, EN VALORES BÁSICOS, POR ACTIVIDADES ECONOMICAS. Tasas medias de crecimiento por períodos, base 1993 Concepto TOTAL Agricultura,silvicul tura v.pesca Mineria 1980-82 3.8 1983-87 1.0 1988-93 3.8 2.0 1994-95 -6.2 1.8 1994-96 -0.7 2.8 1995-96 5.2 3.8 1995-97* 6.1 2.4 1980-97* 2.3 1.4 1.7 11.4 1.3 0.5 1.4 -2.7 2.6 8.1 6.2 2.4 Manufacturas. alim,bebida,tab. text.vest.cuero madera y prod. imprenta y edit quimicos,der pet mine.no met1 metálica básica maq y equipo otras ind manuf 1.8 4.6 0.4 -1.0 3.1 5.9 0.3 -2.6 -1.7 4.2 2.0 1.2 -1.5 1.8 2.8 3.0 4.0 4.5 2.9 1.6 4.3 4.6 2.0 0.1 4.5 2.9 4.8 1.8 6.3 8.0 -4.9 0.0 -6.3 -7.8 -7.6 -0.9 -11.7 4.1 -10.3 -10.2 2.7 1.7 4.1 -0.7 -3.2 2.8 -2.3 11.2 4.9 1.4 10.9 3.4 15.6 7.0 1.3 6.6 8.1 18.8 22.7 14.5 10.4 3.7 12.5 7.8 7.3 6.3 8.1 15.8 19.8 13.5 2.7 2.7 1.1 0.3 2.6 3.2 2.2 3.5 3.5 3.2 Construcción Electric,gas,agua Comerc.rest.hotel 3.1 10.6 4.7 -0.1 5.2 -1.1 5.1 2.6 4.4 -23.5 2.1 -15.5 -8.3 3.5 -5.9 9.8 4.8 4.8 10.0 5.3 7.3 0.5 4.6 1.4 28 Transp.comunic. 0.8 1.8 4.2 -4.9 1.3 8.0 8.7 2.9 Serv financi.seg. 6.0 4.1 4.5 -0.3 0.1 0.6 3.1 4.0 Serv comunal 5.2 0.3 3.1 -2.3 -0.7 1.0 2.2 2.0 Servbanc.imputad 8.9 2.6 7.0 -10.7 -8.0 -5.1 2.5 4.3 o 1 no incluye petróleo * Datos preliminares del cálculo trimestral. FUENTE: De 1980 a 1987 estimaciones con base en información del INEGI. De 1988 a 1996, datos en valores básicos del SCNM. Base 1993 INEGI 29