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 Recomendaciones para el empleo de BactoCROP‐TH en especies arbóreas y arbustivas ornamentales IMPORTANCIA DE LAS ESPECIES ARBÓREAS Y ARBUSTIVAS ORNAMENTALES Las especies arbóreas y arbustivas son muy importantes en la industria del paisajismo y la decoración de interiores y exteriores, además de que algunas especies son fundamentales en la producción forestal debido a la dureza y durabilidad de su madera lo que las convierta en elementos fundamentales para la fabricación de muebles, puertas, ventanas, pisos, objetos decorativos y artesanías, y excelentes fuentes de leña y carbón. Además algunas especies son excelentes fuentes de forraje para el ganado doméstico y fauna silvestre ya que sus brotes y vainas poseen un buen contenido de proteína, razón que las convierte en componentes fundamentales para la formulación de raciones alimenticias para el ganado. Las flores de algunos árboles y arbustos producen polen y néctar para la producción de miel y cera en las explotaciones apícolas, mientras que otras especies (por ejemplo, mezquites y acacias) excretan una goma de uso medicinal e industrial como la goma arábiga. Desde el punto de vista ecológico, estos especímenes son importantes en la estructura y funcionamiento de los ecosistemas al crear nichos para mantener o incrementar la biodiversidad al mejorar el microambiente y los ciclos del agua, de nutrientes y de energía; además son el habitat para una buena cantidad de fauna silvestre y mejoran la estética del paisaje. CARACTERISTICAS DESCRIPTIVAS. Los datos presentados pueden cambiar invariablemente de acuerdo al tipo de planta de que se trate. Distribución: Ampliamente distribuidos alrededor del mundo. Ciclo vegetativo: Perennes Vía fotosintética: C3, C4 y CAM Fotoperiodo: Variable. Altitud: Variable Precipitación: Muchas especies se desarrollan desde > 65 a 300 mm de promedio anual Temperatura: mínima > a 5 °C y máxima < a 35 °C, puede variar de acuerdo al porte y follaje de cada especie. Textura del suelo Media, fina y gruesa Salinidad: < a 8.0 dS/m pH: 6.5 a 8.5 MANEJO AGRONÓMICO Y SANITARIO Obtención y manejo de germoplasma. Puede ser semilla para siembra o varetas para la propagación vegetativa. El material debe provenir de árboles con crecimiento promedio al del rodal o superior a éste, que tenga un aspecto robusto y sano, y que presente una producción sobresaliente de flores y frutos; es conveniente colectar el germoplasma de individuos de diferentes localidades. Producción de plantas. Se puede realizar mediante siembras en almácigos o camas semilleras en condiciones de vivero bajo media sombra (dependiendo de las características de las especies a plantar). En muchas especies arbóreas (p/e mezquite) es conveniente el remojo de la semilla antes de la siembra para ablandar su testa y facilitar la germinación. El sustrato debe estar desinfectado y de preferencia ser de textura media y rica en materia orgánica; se debe sembrar en húmedo y posteriormente aplicar otro riego, los riegos posteriores pueden ser cada tercer día. Cuando las plántulas alcancen de 10 a 15 cm de altura se trasplantan a envases de polietileno con un sustrato similar al utilizado en la siembra; en esta condición los riegos se deben disminuir paulatinamente hasta aplicar un riego cada 15 días. Cuando se observe que las plantas hayan alcanzado una altura de 30 cm, es conveniente exponerlas a condiciones de sol directo con el fin de acelerar la lignificación de su tallo y estén en mejores condiciones de soportar el estrés al momento de trasplantarlas en el lugar definitivo de la plantación. La propagación vegetativa se realiza con varetas del crecimiento terminal de las ramas, las cuales son tratadas con hormonas promotoras del enraizamiento como el ácido indolbutírico (6000 mg/l) y el ácido naftalen‐acético (9000 mg/l) que han dado resultados satisfactorios para incrementar los porcentajes de enraizamiento en condiciones de ambiente controlado, por otro lado, también se pueden emplear los biofertilizantes p/e BactoCROP para promover el enraizamiento de estas. Establecimiento de la plantación. La plantación debe ser manual y se debe realizar después que se presenten la primera o segunda lluvia de la temporada de máxima precipitación del año. El suelo se prepara mediante la apertura de cepas, construcción de surcos o bordos sobre curvas a nivel y algunas obras de captación de agua. Conviene adicionar estiércol a las cepas con el fin de mejorar algunas características físico‐
químicas del suelo y proporcionar un mejor medio para el crecimiento de las plantas; asimismo aplicar riegos ligeros para asegurar la sobrevivencia de las plántulas cuando menos durante los dos primeros años. El espaciamiento entre planta depende de los objetivos de la plantación, siendo de 1 X 1 m para cercos vivos y cortinas rompevientos; de 2 X 2 m para la producción de leña; de 3 X 3 m para programas de uso múltiple y suelos salino‐sódicos; de 5 X 5 m para la estabilización de dunas; 10 X 10 m para sistemas agroforestales, en los que se puede asociar a gramíneas forrajeras en praderas perennes de tipo semi‐intensivo. Riegos. Para el establecimiento de la plantación y durante los primeros años, se pueden aplicar riegos semanales con 25 litros por planta en sistema de riego por goteo; en riego rodado se pueden aplicar cada 15 a 30 días, pero si se presentan precipitaciones pluviales suficientes el tiempo se puede alargar dependiendo de la cantidad de lluvia y los requerimientos de la planta. Fertilización. Se sugiere hacer aplicaciones de composta o estiércol en la superficie del cajete cada seis meses, el cajete se irá modificando conforme se incrementa el tamaño de la copa; es conveniente además aplicar hojarasca para evitar la evaporación del agua y la presencia de malezas. Podas. Una poda de formación se realiza cuando las plantas alcancen una altura aproximada de 60 cm, eliminando unos 15 cm de la parte terminal del tallo. A causa de esta poda se producirán más de cuatro ramas laterales, las cuales se podarán dejando aproximadamente siete yemas axilares a partir de la base de la rama (quedando ramas de unos 30 a 40 cm de longitud). Este esquema se seguirá para realizar las podas subsecuentes al menos durante los tres primeros años, asimismo se eliminarán los chupones, las ramas débiles y aquellas que presenten ángulos susceptibles al desgajamiento; si no se requiere de semilla, al segundo año es conveniente eliminar la inflorescencia para propiciar un mayor crecimiento de ramas. En general el tratamiento a arboles ornamentales es un tratamiento similar al de cualquier otro árbol frutal y al cuarto año se esperará una buena producción de flores y semillas. Control de maleza. En calles controlar con rastreos y sobre los cajetes realizar un control manual. Control de plagas y enfermedades. Se sugiere el monitoreo en la plantación para detectar cualquier problema y aplicar el tratamiento respectivo para su control. Prácticas adicionales. Se sugiere la reposición de plantas muertas, eliminar o reducir la competencia y/o interferencia que puedan causar las malas hierbas, proteger la plantación del apacentamiento y pisoteo. BIOFERTILIZANTES También conocidos como bioinoculantes, inoculantes microbianos o inoculantes del suelo, son productos agrobiotecnológicos que contienen microorganismos vivos o latentes (bacterias u hongos, solos o combinados) y que son formulados bajo condiciones controladas de laboratorio para utilizarlos en los cultivos agrícolas para estimular su crecimiento y productividad mediante la optimización de su estatus nutricional y el control de patógenos. Biofertilizante compuesto por un consorcio de bacterias benéficas de los géneros Bacillus y Azospirillum que contribuye al aumento de la productividad de los cultivos a través de distintos mecanismos como la producción de hormonas que favorecen el desarrollo vegetal, la solubilización de nutrimentos inactivados del suelo, incremento del volumen de raíz y la protección contra enfermedades radiculares, foliares y del fruto causadas por hongos y microorganismos fitopatógenos tales como Xanthomonas, Clavibacter, Erwinia, Fusarium, Pythium, Rhizoctonia y Phytophthora, entre otros. Beneficios del uso de BactoCROP 
Incrementa significativamente el desarrollo de las raíces 
Aumenta el establecimiento de las plántulas y disminuye la pérdida de plantas 
Acelera el desarrollo de plántulas, plantas adultas y frutos 
Mejora la floración 
Acorta los tiempos de cosecha 
Alarga los tiempos de producción de las hortalizas 
Promueve un crecimiento más uniforme de los cultivos 
Incrementa la disponibilidad de nutrientes inactivados del suelo 
Incrementa el rendimiento de los cultivos en hasta 25 a 30 % en el caso de hortalizas 
Mejora la calidad de los frutos 
Reduce el uso de pesticidas químicos 
Ayuda a prevenir y controlar enfermedades bacterianas BactoCROP puede emplearse en cualquier etapa del cultivo en el tratamiento de semillas, tubérculos, rizomas, canutos, plántulas en charola, semilleros y almácigos, y puede ser aplicado mediante los sistemas de riego, mochilas de aspersión o en la base de las plantas en ‘drench’ y el follaje durante las etapas fenológicas críticas del cultivo, preferentemente desde su establecimiento. Recomendaciones de manejo biológico con BactoCROP‐TH en plantaciones de árboles y arbustos ornamentales Aplicaciones al pie de la planta Realizar aplicaciones de 1 Kg c/u en periodos de uno a dos meses. Los árboles extienden su sistema de raíces finas y absorbentes más allá de su línea de goteo, hasta el doble del radio de su circunferencia. Por otro lado, la mayoría de las raíces responsables de la absorción de agua y minerales se encuentran en la capa de suelo más superficial, en los primeros 30 cm. La técnica de aplicación del producto depende de los objetivos de la fertilización, de las condiciones del sitio y del presupuesto de que se disponga. Aplicación superficial. Consiste en aplicar una solución del producto en la base de los árboles. Para esto se deben disolver 1000 g del producto en 2000 l de agua y aplicar 20 l de esta solución por cada árbol (1 Kg alcanza para 100 árboles). Este método es económico y apropiado para pequeñas plantaciones. Inyección líquida. 1000 g del biofertilizante se disuelven en 2000 l de agua para inyectar 20 l en la zona de suelo adyacente a cada árbol mediante el empleo de una bomba hidráulica especial. La inyección se debe realizar aproximadamente en cuatro agujeros alrededor del árbol para que el biofertilizante quede a una profundidad de 30‐45 cm. Una ventaja es que permite la aireación del suelo, una mejor distribución del producto, además de que permite que biofertilizante alcance mejor el sistema de raíces. Aplicaciones foliares Realizar aplicaciones de 500 g en periodos de uno a dos meses. Deberán hacerse aplicaciones foliares en los mismos periodos de la aplicación al suelo disolviendo 500 g de BactoCROP‐TH en 1000 litros de agua. De esta solución se deben inocular 10 litros en el follaje de cada árbol. Estas aplicaciones apoyan al árbol al crecimiento reproductivo‐
vegetativo especialmente en condiciones de estrés a inicio de la primavera. Es un complemento que ayuda a mejorar el desarrollo vegetativo gracias a la amplia variedad de mecanismos promotores de crecimiento vegetal que presentan los microorganismos presentes en el producto. Una ventaja es la respuesta rápida por parte de la planta. NOTAS: NO DISUELVA EL CONTENIDO TOTAL DE LA BOLSA DE BactoCROP EN UNA CANTIDAD DE AGUA MENOR A 200 LITROS. SI VA A DOSIFICAR EL PRODUCTO, MANTENGA SIEMPRE UNA PROPORCIÓN DE 100 g DE PRODUCTO POR CADA 30 A 40 LITROS DE AGUA. PARA EVITAR LA FORMACIÓN DE GRUMOS Y EL TAPONAMIENTO DE FILTROS Y/O BOQUILLAS, SE RECOMIENDA AGREGAR POCO A POCO EL PRODUCTO, MEZCLANDO VIGOROSAMENTE CON UNA VARA O LAS BOMBAS DE LOS TANQUES DE ASPERSIÓN HASTA QUE EL PRODUCTO QUEDE COMPLETAMENTE DISUELTO. SI LOS SISTEMAS DE RIEGO EMPLEAN MALLAS DEMASIADO FINAS SE RECOMIENDA CRIBAR EL PRODUCTO YA DISUELTO EN AGUA CON UN TAMIZ Y POSTERIORMENTE REALIZAR LA APLICACIÓN Época de aplicación La aplicación de biofertilizantes debe ser programada para que los minerales estén a disposición de las plantas justo cuando se encuentren en su período de crecimiento. La frecuencia de la aplicación depende del tipo de árbol, de los objetivos de la biofertilización y otros factores. La mayoría de los árboles responden bien con 4 a 6 aplicaciones de biofertilizantes al año. Esta frecuencia de aplicación garantiza una mejora en la sanidad y el aspecto de los árboles. Entre las especies a los que incluyen estas recomendaciones destacan: Pinos, Encinos, Mezquites, Palmas, Maderas preciosas, Oyameles, árboles y arbustos ornamentales, árboles de sombra, entre otros. BactoCROP‐TH ofrece una formulación ideal para el tratamiento de arboles y arbustos, hierbas de jardín y plantas aromáticas. Gracias a su composición específica este biofertilizante mejora la nutrición y sanidad de las plantas. El resultado de la inoculación con BactoCROP se traduce en un aumento significativo en floración y el crecimiento, además de una mayor concentración de aceites esenciales y un alargamiento del tiempo de vida útil de las plantaciones. Bibliografía Meza‐Sánchez R y Reygadas Prado D D. 2001. Áreas potenciales y tecnología de producción de cultivos en el Valle de Santo Domingo, B.C.S. Publicación Técnica Núm. 1. INIFAP‐SAGARPA. La Paz, Baja California Sur. México.