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 Recomendaciones para el empleo de BactoCROP‐TH y Trichonator en plantaciones de Tomate rojo (Lycopersicum esculentum L.) El tomate es una planta herbácea anual, a veces bienal, erecta o decumbente, de tamaño muy variable según las variedades (las precoces suelen alcanzar una longitud de 1.2 m; las tardías, son casi siempre más grandes y pueden llegar al doble de longitud). Las plantas de tomate producen frutos de tamaño y forma variable, generalmente globoso u oblongo. El color del jitomate, es verde al principio y rojo cuando madura, esto se debe a la sustitución de la clorofila en los cromoplastos de células por carotenos. En el mercado existen variedades o híbridos de fruto redondo y ‘Saladette’ (guajillo, alargado o semialargado); y en cuanto a su tipo de crecimiento las hay de hábito determinado y hábito indeterminado. En el centro y sur de México el tomate rojo es conocido como jitomate (en todo el norte de México es conocido como tomate) y aunque el nombre jitomate solo debe usarse para referirse a una especie de tomate muy grande, rojo y que dan la apariencia de tener un ombligo, muchas personas lo llaman así para diferenciarlo de la variedad de tomate verde al que también es conocido como tomatillo o tomate verde y que es diferente de un tomate rojo no maduro también de color verde (Physalis ixocarpa) que pertenece a un género de las mismas familia (Solanaceae) y subfamilia (Solanoideae) que el género Solanum, pero no a la misma tribu. El tomate es un alimento con escasa cantidad de calorías; 100 gramos de tomate aportan solamente 18 K cal. La mayor parte de su peso es agua y el segundo constituyente en importancia son los hidratos de carbono. Contiene azúcares simples que le confieren un ligero sabor dulce y algunos ácidos orgánicos que le otorgan el sabor ácido característico. El tomate es una fuente importante de ciertos minerales (como el potasio y el magnesio). De su contenido en vitaminas destacan la B1, B2, B5 y la C. Presenta también carotenoides como el licopeno (pigmento que da el color rojo característico al tomate). La vitamina C y el licopeno son antioxidantes con una función protectora del organismo humano. CARACTERISTICAS DESCRIPTIVAS Nombre: Tomate rojo, Jitomate. La palabra jitomate procede del náhuatl ‘xictomatl’, ‘xictli’=Ombligo, tomohuac=gordura y atl=agua, lo cual el significado de Jitomate o Xictomatl se podría traducir como “Ombligo de agua gorda”. Familia: Solanaceae Origen: El tomate llegó a Europa a comienzos del siglo XVI de la mano de los conquistadores españoles. Perú y México han sido postulados como centros de origen del tomate cultivado y se ha proporcionado evidencia en uno u otro sentido, aunque no existen pruebas concluyentes que apoyen de manera incontrovertida uno de tales sitios como el lugar donde el tomate ha sido domesticado a partir de su ancestro silvestre. Más aún, puede ser que este cultivo haya sido domesticado independientemente por las culturas precolombinas que habitaban lo que actualmente es México y Perú. Existen evidencias arqueológicas que demuestran que el tomate verde (Physalis ixocarpa), una especie que produce una fruta ácida y de color verde, que aún se consume en México, fue usada como alimento desde épocas prehispánicas. Esto hace pensar que el tomate también fue cultivado y usado por los pueblos originarios mesoamericanos desde antes de la llegada de los españoles. Nombre científico: Solanum lycopersicum sin. Lycopersicon esculentum Adaptación: Zonas tropicales, subtropicales y templadas (González, 1984). Distribución: 40° LN a 40° LS (Benacchio, 1982). Tipo fotosintético: C3 Ciclo vegetativo: 25 a 35 días en vivero más 90 a 140 días en el campo (Doorembos y Kassam, 1979). REQUERIMIENTOS CLIMATICOS Y EDAFICOS Fotoperiodo: Planta de día neutro (Barandas, 1994; Doorenbos y Kassam, 1980). Altitud: 0‐1800 m (González, 1984). Humedad ambiental: El rango más favorable de humedad relativa va de 50% a 60% (Huerres y Caraballo, 1988). Precipitación: Requiere de 400‐600 mm por periodo vegetativo. Se cultiva preferentemente bajo condiciones de riego, pero en caso de cultivarse bajo temporal 600 mm se consideran suficientes para esta especie (Benacchio, 1982). Temperatura: El rango de temperatura óptimo se encuentra entre 15 y 29°C (Guenkov, 1969). El crecimiento vegetativo es muy lento con temperaturas por debajo de 10°C, mientras que la floración se detiene con temperaturas menores que 13°C. Las altas temperaturas afectan la floración. La temperatura óptima para la floración se encuentra entre 15 y 18°C. El licopeno, que es responsable de la coloración del fruto, comienza a destruirse por arriba de los 30°C. La temperatura del suelo debe estar entre 25 y 30° para lograr la más alta actividad fotosintética (Huerres y Caraballo, 1988). Luz: Requiere alta intensidad luminosa (Benacchio, 1982). La escasez de luz produce debilitamiento en las plantas, las cuales se tornan más susceptibles a enfermedades (Huerres y Caraballo, 1988). Los frutos registran el más alto contenido de ácido ascórbico cuando crecen a altas intensidades luminosas (Barandas, 1994). Textura de suelo: Los suelos óptimos son los limos ligeros (Doorenbos y Kassam, 1979). Desarrolla bien en suelos franco‐arcillosos, pero prefiere suelos franco‐arenosos de mediana fertilidad (Benacchio, 1982). Otra opción es la siembra en sustratos o en hidroponía. Profundidad de suelo: Requiere suelos profundos (Benacchio, 1982) por lo general mayores de 1 m. Más del 80% de la absorción total de agua tiene lugar en la primera capa de suelo de 0.5 a 0.7 m y el 100% de la absorción de agua en un cultivo plenamente desarrollado tiene lugar a partir de la primera capa de suelo de 0.7 a 1.5 m (Doorenbos y Kassam, 1979). Salinidad: Es moderadamente tolerante a la salinidad (Benacchio, 1982). La disminución del rendimiento bajo diversos valores de conductividad eléctrica es como sigue: 0% para 2.5 mmhos/cm; 10% para 3.5 mmhos/cm; 25% para 5.0 mmhos/cm; 50% para 7.6 mmhos/cm y 100% para 12.5 mmhos/cm. El periodo más sensible a la salinidad es durante la germinación y desarrollo inicial de la planta (Doorenbos y Kassam, 1979). pH: Su rango de pH va de 5.5 a 7.0, siendo el óptimo 6.2 (FAO, 1994). Drenaje: Requiere suelos con buen drenaje (Huerres y Caraballo, 1988). Los encharcamientos pueden promover el desarrollo de enfermedades, a las cuales el tomate es muy susceptible. MANEJO AGRONÓMICO Y SANITARIO a) Preparación del terreno: Dependiendo de la consistencia del suelo y el cultivo anterior, se sugiere realizar lo siguiente: subsuelo si es necesario, barbecho a una profundidad de 40 cm, desmenuzar los terrones mediante dos a cuatro pasos de rastra cruzados, desterronar si es necesario, cuadreo o nivelación. Se recomienda una distancia entre camas de 1.5 a 1.6 m. Estas labores deben realizarse con tiempo para tener el terreno listo para el trasplante dentro de la época indicada. b) Variedades: En el mercado existen variedades o híbridos de fruto redondo y saladette (guajillo, alargado o semialargado); y en cuanto a su tipo de crecimiento las hay de hábito determinado y hábito indeterminado, cuyas características principales son las siguientes: 
Determinado: tipo arbustivo, porte bajo, producción precoz y formación de inflorescencia en el extremo del tallo principal. Existe la tendencia de que las ramificaciones secundarias o laterales terminan en un racimo floral. 
Indeterminado: altura de hasta dos o más metros, ciclo vegetativo continuo (tallos axilares de gran desarrollo). La yema lateral está siempre disponible a continuar el desarrollo vegetativo. Producen flores en forma continua. c) Método de establecimiento: El tomate se puede establecer en siembra directa o trasplante, siendo éste último el más conveniente por las siguientes ventajas: 
Las plantas de esta hortaliza se adaptan fácilmente al trasplante. 
Ahorro de semilla, lo cual es obligado cuando se utilizan los costosos híbridos. 
Adelanto de las primeras etapas de desarrollo del cultivo bajo condiciones controladas, lo cual disminuye riesgos de daños por plagas y enfermedades, heladas tardías, maleza y daños mecánicos. d) Establecimiento del almácigo: Se recomienda producir las plántulas con cepellón (sustrato), lo cual, permite una mayor sobrevivencia al trasplante y una más rápida recuperación al mismo. El almácigo se establece en charolas de poliestireno de 200 cavidades, utilizando como sustrato turba de musgo. Después de humedecer el sustrato y llenar las charolas, se marcan los hoyos a una profundidad de 1.5 cm y se colocan de 1 a 3 semillas en cada uno (en el caso de los híbridos se utiliza sólo una semilla por hoyo). Posteriormente, las semillas se cubren con sustrato y se aplica un riego asperjado y pesado. A continuación, las charolas se apilan en un local a una temperatura de 25‐30°C, y cuando comienza la emergencia de plántulas se extienden dentro de un invernadero. Sin embargo, las charolas también se pueden colocar bajo túneles de plástico con control de temperatura y buena ventilación. Para el establecimiento de una hectárea se utilizan de 65 a 80 gramos de semilla híbrida de alta calidad (sembrando una semilla por hoyo y con 80‐85% de germinación) para densidades de 20 833 y 25 000 plantas por hectárea, respectivamente, requiriéndose de 130 y 152 charolas según sea el caso. 
Época de siembra del almácigo: La siembra del almácigo en charolas se sugiere realizarla de principios de Marzo a mediados de Abril (para siembras con buen desarrollo de planta y altos rendimientos) y, de principios de Mayo a mediados de Junio para siembras tardías. En siembras más tempranas o tardías es posible obtener mejor precio en el mercado, pero existen riesgos de heladas en las primeras y menores rendimientos en las segundas, por el menor desarrollo de planta y las mayores probabilidades de daños al fruto y follaje debido a la incidencia de plagas y enfermedades. 
Conducción del almácigo: Las plántulas pueden desarrollarse bajo invernadero con un control de temperatura o bajo túneles provistos de una fuente de calor y con buena ventilación. Los riegos a las charolas se realizan de manera pesada diariamente hasta la emergencia. Después de esto, los riegos se hacen más ligeros para evitar la incidencia de la enfermedad ‘damping off’. En días muy calurosos es conveniente aplicar dos riegos ligeros, el segundo no más allá de las 4:00 PM. En caso de que empiecen a aparecer plántulas con daño de ‘damping off’, se recomienda mezclar con el agua de riego los fungicidas Captan o Ridomil (2‐4 gramos por cada litro de agua) cada tercer día. e) Época y método de trasplante: El trasplante se realiza cuando las plántulas han desarrollado de 4 a 5 hojas verdaderas y tienen una altura de 15 cm, lo cual ocurre de los 35 a 45 días después de la siembra. A nivel regional, el trasplante se puede realizar desde mediados de Abril hasta finales de Mayo para siembras tempranas, o de principios de Junio hasta mediados de Julio para siembras tardías. Es conveniente aclimatar a las plántulas dos a cuatro días antes de efectuar el trasplante, lo cual consiste en exponerlas a la luz y temperaturas de la intemperie. Antes de trasplantar se suministra un riego pesado a las charolas, procurando que no les falte agua durante el mismo. El trasplante puede realizarse en seco o en húmedo. En el último caso, después de surcar y regar, se descopeta el lomo del surco cuando la tierra dé “punto”. Posteriormente, se marcan los hoyos sobre el lomo del surco a la distancia deseada. En cada orificio se coloca una plántula, cuidando que el cepellón quede en contacto con el suelo lo mejor que sea posible y evitando que queden bolsas de aire entre éste y el suelo. El trasplante se realiza de preferencia en suelo húmedo y el primer riego de auxilio se realiza cinco a seis días después. La densidad de población puede variar con la variedad o híbrido utilizado, conducción del cultivo, equipo de cultivo y sistema de riego. Se recomienda una distancia entre camas de 1.6 m y una distancia entre plantas de 30 a 40 cm, lo que da lugar a una densidad de 20,833 y 15,625 plantas/ha, respectivamente. En caso de utilizar acolchado se recomienda aplicar algún fungicida preventivo contra enfermedades radicales o ‘damping off’ y marcar los hoyos sobre el plástico con un tubo de aluminio o de PVC de cuando menos 4 pulgadas de diámetro, procurando que la plántula se trasplante al centro, para evitar que se dañe la base del tallo por el contacto o rozamiento con el plástico. Por otra parte, en caso de utilizar riego por goteo se recomienda trasplantar de 8 a 10 centímetros a un lado de la manguera o cinta y a la altura lo más cerca posible del emisor de agua. f) Desbrote de plantas: El desbrote consiste en eliminar brotes y hojas de la parte baja del tallo. Esta práctica permite un mayor desarrollo de las ramas restantes y ayuda a prevenir la incidencia de enfermedades. Se recomienda eliminar los brotes y hojas que se encuentran por debajo de la primera “horqueta” que se forma abajo del primer racimo de flores. Se deben utilizar navajas bien afiladas, las cuales deben remojarse continuamente en agua con cloro y alcohol para evitar la transmisión de enfermedades. g) Colocación de estacas y espalderas: La función del estacado y espaldera es mantener las plantas verticales, reducir la incidencia de enfermedades, alargar el período de cosecha, y por lo tanto, mejorar el rendimiento y calidad de frutos. Se sugiere clavar estacones de 6 a 7 cm de diámetro en la hilera de plantas, a una profundidad de 40 a 50 cm, colocados de 2.5 a 3.0 m de separación uno de otro; luego se pone un alambre galvanizado en la parte superior de éstos, a los cuales se sujeta dándole una vuelta alrededor de cada uno, asegurándose que quede lo más tenso posible. Para colocar la espaldera se procede a poner un hilo de ixtle o rafia amarrándolo de vara a vara a una altura de 40 cm, cuando la planta tenga de 30‐35 cm de altura; esta operación se inicia en un extremo de la cama y se regresa por el otro lado de la misma, de tal forma que la planta se sostenga entre los dos hilos. Se pueden colocar de 2 a 4 hiladas más, dependiendo del crecimiento de la planta. Sin embargo, en la actualidad es posible adquirir espalderas cuadriculadas de material plástico en algunas empresas agrícolas. h) Riegos: El número e intervalo de riegos dependerá del tipo de suelo y condiciones climáticas. En caso de utilizar riego por goteo, se sugiere el uso de líneas regantes (mangueras o cintas) de calibre 6,000 y 8,000, con una separación de emisores de 30 a 40 cm y de un gasto no menor de 1.4 litros por hora por emisor. La colocación de la línea regante debe ser ligeramente a un costado de la hilera de plantas (8 a 10 cm), ya sea en forma superficial o enterrada de 5 a 8 cm, lo cual es lo más recomendable. i) Labores de cultivo: El número y periodicidad de los deshierbes varía con el grado de infestación de malezas, por lo que se pueden realizar de 4 a 6 limpias. Por otra parte, se recomienda escardar el surco de riego a los lados de las camas después de cada riego de auxilio; es necesario dejar pasar de 2 a 4 días antes de aplicar el siguiente riego con objeto de que el suelo se ventile. Esta labor, además de favorecer la conservación de la humedad, propicia el crecimiento radical de las plantas. Posteriormente se da un paso con vertedera chica para remarcar el surco. Se recomienda utilizar abejas para aumentar el amarre de frutos, se sugiere colocar cuatro colmenas o cajones por hectárea. j) Fertilización: En el terreno definitivo fertilizar con la fórmula 230‐80‐100, aplicando todo el fósforo al momento del camelloneo o trasplante. Se sugiere aplicar el nitrógeno y el potasio en tres o cuatro partes debido al alto riesgo de lavado que tiene el nitrógeno con los riegos frecuentes aplicados al cultivo. Las épocas alternativas de su aplicación son las siguientes: primera, al momento del trasplante; segunda, 30 a 40 días después del primero; tercera, al inicio de floración; cuarta, después del primer corte. También se requiere revisar si existen síntomas de deficiencia de calcio, principalmente al inicio de la maduración, en caso necesario se deben de aplicar aspersiones semanales de nitrato de calcio al 0.3% (300 gramos/100 litros de agua). k) Plagas y enfermedades: 
Pulga saltona (Chaetocnema sp. y Epitrix sp.). El daño principal es causado por el adulto al alimentarse de las hojas y hacer pequeñas perforaciones redondas a manera de tiro de munición. Cuando se presentan infestaciones fuertes las plantas pequeñas llegan a morir; en plantas grandes el daño es de poca importancia. 
Diabrótica (Diabrotica sp.). El daño principal en tomate es causado por el adulto que hace agujeros irregulares en el follaje, defoliando la planta si es pequeña. 
Mosquita Blanca (Bemisia tabaci y B. argentifolii). Adultos y ninfas succionan la savia debilitando a la planta, además de transmitir enfermedades virales; excretan mielecilla donde se desarrolla fumagina que interfiere con la fotosíntesis y contamina los frutos. 
Minador (Liriomyza sp.). Insertan los huevecillos bajo la epidermis de la hoja. Las larvitas minan la hoja formando galerías irregulares que al principio son de color blanco y luego se tornan cafés; alcanzan un tamaño de 2 milímetros de largo, son de color amarillo brillante y se dejan caer al suelo donde pupan. El ataque severo ocasiona que las hojas se caigan; las hojas más viejas a menudo son atacadas primero por lo que el daño inicial es de poca importancia. 
Acaro (Aculops lycopersici). El daño típico se inicia en la base de la planta, de donde se extiende hacia los tallos y hojas superiores; la superficie dañada adquiere una coloración bronceada o rojiza, con apariencia como de papel. Condiciones de alta temperatura y humedad relativa baja propician que la población se incremente, duplicándose cada tres o cuatro días. Se dispersan durante la cosecha por los trabajadores y las cajas de empaque. Cuando la planta entra en senescencia, los ácaros se hacinan en las partes terminales de las hojas en grupos rodeados por telaraña. 
Gusano del cuerno (Manduca spp.). Se alimentan indiscriminadamente, defoliando la planta entera y destruyendo los frutos de cualquier tamaño. 
Gusano del fruto (Heliothis sp). Las larvas al principio pueden alimentarse de las hojas pero pronto penetran la fruta, entrando a menudo por debajo del cáliz; pasan por cinco mudas en aproximadamente 15 días. Presentan colores que varían en tonalidades de amarillo, café, verde rosado y casi negro, tienen el cuerpo cubierto de verrugas con pelos y alcanzan un tamaño hasta de 4.5 centímetros; pupan en el suelo a una profundidad no mayor de 20 centímetros.  Gusano soldado (Spodoptera exigua). Los huevecillos son puesto en grupos de hasta 150 en la superficie de las hojas y cubiertos con escamas de la hembra. Las larvitas se alimentan gregariamente por debajo de una telaraña de seda en el envés de las hojas esqueletonizadas; larvas mayores se dispersan alimentándose indiscriminadamente y alcanzan un tamaño de 3.5 centímetros: Son de color verde claro con una línea delgada a lo largo del dorso, una banda de cada lado del cuerpo de color amarillo pálido y una mancha oscura a cada lado en el segundo segmento del cuerpo. Pupan en el suelo. 
Gusano alfiler (Keiferia lycopersicella). Los huevecillos son puestos solos o en grupos pequeños en las hojas inmediatamente superiores a las flores. Son alargados y de color amarillo que se torna naranja. Al nacer, la larva se introduce entre las paredes de la hoja construyendo una mina irregular; a la mitad del desarrollo sale de la mina y se alimenta dentro de un refugio de hojas que teje juntas, o cuando hay frutos los barrena por el pedúnculo para alimentarse de su interior. Pupa en el suelo. La defoliación ocasiona quemadura de sol en el fruto, o cuando éste es perforado pierde su valor comercial. 
‘Damping off’ o secadera temprana. Es causada por el complejo de hongos Pythium, Fusarium, Rhizoctonia y Phytophthora, los cuales habitan en el suelo permanentemente. El primer síntoma es el encorvamiento de las plántulas, las cuales se doblan al nivel del suelo y caen. Las plantas enfermas presentan a la altura de la unión del tallo y raíz unas manchas oscuras que forman un anillo. Tiempo más tarde se seca la plántula. 
Marchitez por Fusarium. La causa el hongo Fusarium oxysporum f. sp. lycopersici la cual es sin duda una de las enfermedades más importantes de este cultivo a nivel regional. Ataca el sistema radical de las plantas ocasionando una severa pudrición, y avanza sobre los haces vasculares del tallo hacia la parte aérea, ennegreciéndolos, lo cual trae como consecuencia un taponamiento que dificulta el paso del agua y nutrimentos. 
Tizón temprano y tardío. Estas enfermedades las causan los hongos Alternaria solani y Phytophthora infestans, las cuales necesitan condiciones especiales de temperatura y humedad para prosperar; sobre todo el tizón tardío que requiere de un mínimo de cuatro horas con temperatura por abajo del punto de rocío, temperatura nocturna mayor de 10°C, nublados y lluvias al día siguiente. 
Mancha bacteriana. La causa la bacteria Xanthomonas vesicatoria, la cual se presenta cuando hay rocíos intensos y lluvias que crean un ambiente que favorece el desarrollo del patógeno y diseminación de la enfermedad. Inicialmente se producen manchas en las hojas y frutos de color oscuro, ligeramente hundidas, de aspecto costroso y rodeadas de un halo pálido. Las hojas dañadas severamente se caen y los frutos afectados pierden calidad y valor en el mercado. 
Nemátodos. De las especies de nemátodos detectados, solamente Meloidogyne incognita Chitwood se considera de importancia económica, por su capacidad de atacar diferentes plantas y por su habilidad para sobrevivir en condiciones adversas. El ataque de nemátodos ocasiona pérdida de vigor, pueden ocasionar clorosis, achaparramiento y al extraer plantas afectadas en la raíz se observan abultamientos o nodulaciones de tamaño variable, y en ocasiones hay pudrición de raíces. l) Cosecha: Para realizar esta operación es necesario considerar el sistema de producción y el tipo de frutos que se desea obtener de acuerdo al período que transcurrirá desde su cosecha hasta su comercialización. La recolección se inicia cuando los frutos presenten un color “verde sazón” o rosado en el ápice del fruto; aunque para mercado local se pueden cosechar parcial o totalmente rojos. El tiempo que transcurre desde la siembra en charolas al primer corte de frutos rojos varía de los 108 a los 124 días, según la variedad o híbrido, fecha de siembra y manejo del cultivo. Se debe tener cuidado en el manejo de los frutos, ya que la exposición directa al sol, el golpeteo y otros daños mecánicos afectan considerablemente su calidad. Los cortes pueden realizarse cada 3 a 4 días según las condiciones ambientales, de manejo y precio del producto en el mercado. El período de cosecha puede extenderse de 45 hasta 100 días según la variedad o híbrido, manejo, incidencia y control de plagas y enfermedades, y la ocurrencia de las primeras heladas si es que el cultivo se mantiene sano IMPORTANCIA ECONOMICA DEL CULTIVO El tomate rojo o jitomate es una de las hortalizas que tiene una gran demanda a nivel mundial por lo que representa una importante fuente de recursos para los productores. FIRA (2007) menciona que México es el país que cuenta con mayor superficie y que el mayor crecimiento ha tenido en los últimos años. EUA y Canadá han frenado su crecimiento en razón del incremento de los costos de la mano de obra y los combustibles. Canadá es el país que produce el mayor volumen de tomate de invernadero, aunque México es el país que mayor crecimiento en superficie ha tenido en los últimos años. Los principales Estados productores de tomate rojo son Sinaloa con 29.34% de la superficie sembrada en 2006, Michoacán 9.74%, San Luís Potosí 5.59% de la superficie sembrada, Baja California Sur con 5.19% y Baja California Norte con 5.06%. Los rendimientos en estos estados son del orden de 36.32 toneladas por hectárea en Sinaloa, en el Estado de Michoacán 27.26 ton/ha, mientras que en el Estado de San Luís Potosí los rendimientos alcanzan las 34.86 toneladas/hectárea, Baja California Sur 36.1 toneladas por hectárea y por último el Estado de Baja California Norte mostró rendimientos de 44.59 toneladas por hectárea. Hoy en día, en México existen alrededor de 20,000 hectáreas bajo agricultura protegida (Sagarpa, 2013) de las cuales aproximadamente 12,000 son de invernadero y las otras 8,000 corresponden a malla sombra y macrotúnel, entre otras estructuras. Los principales cultivos que se producen bajo agricultura protegida son tomate (70%), pimiento (16%) y pepino (10%). Es curioso observar que gracias al cultivo de tomate, México se encuentra en el décimo lugar de productores de todo el mundo con una producción anual de 3 millones de toneladas; por otro lado, el tomate es el tercer producto más exportado en el país y este cultivo convierte a México en el principal exportador mundial con una cifra de 1.5 millones de toneladas al año, es decir, el 50% de la producción total. Alrededor del 86% de las unidades de producción son inferiores a 0.5 hectáreas; el 11.5%, de 0.51 a 5, y el 2.5% tienen más de 5 hectáreas. Esto indica que la mayor parte de los agricultores tienen unidades muy pequeñas de producción, lo que limita su acceso a la tecnología, la capacitación y la asistencia técnica, así como a una mayor penetración en los mercados más exigentes. Aunque las cifras son alentadoras, la tecnología de la agricultura protegida en México varía de baja a media y de media a alta. Teniendo en cuenta la superficie cultivada, el 79% de los sistemas agrícolas protegidos son de media a alta tecnología, el 17% con tecnología media y un 5% con baja tecnología. Los rendimientos de la producción de tomate en invernaderos de baja tecnología es de aproximadamente 120 t/ha, en tecnología media de 200 a 250 t/ha, y en la alta tecnología hasta 600 t/ha. BIOFERTILIZANTES También conocidos como bioinoculantes, inoculantes microbianos o inoculantes del suelo, son productos agrobiotecnológicos que contienen microorganismos vivos o latentes (bacterias u hongos, solos o combinados) y que son formulados bajo condiciones controladas de laboratorio para utilizarlos en los cultivos agrícolas para estimular su crecimiento y productividad mediante la optimización de su estatus nutricional y el control de patógenos. Biofertilizante compuesto por un consorcio de bacterias benéficas de los géneros Bacillus y Azospirillum que contribuye al aumento de la productividad de los cultivos a través de distintos mecanismos como la producción de hormonas que favorecen el desarrollo vegetal, la solubilización de nutrimentos inactivados del suelo, incremento del volumen de raíz y la protección contra enfermedades radiculares, foliares y del fruto causadas por hongos y microorganismos fitopatógenos tales como Xanthomonas, Clavibacter, Erwinia, Fusarium, Pythium, Rhizoctonia y Phytophthora, entre otros. Beneficios del uso de BactoCROP  Incrementa significativamente el desarrollo de las raíces  Aumenta el establecimiento de las plántulas y disminuye la pérdida de plantas  Acelera el desarrollo de plántulas, plantas adultas y frutos  Mejora la floración  Acorta los tiempos de cosecha  Alarga los tiempos de producción de las hortalizas  Promueve un crecimiento más uniforme de los cultivos  Incrementa la disponibilidad de nutrientes inactivados del suelo  Incrementa el rendimiento de los cultivos; en hasta 25 a 30% en el caso de hortalizas  Mejora la calidad de los frutos  Reduce el uso de pesticidas químicos  Ayuda a prevenir y controlar enfermedades bacterianas Biofertilizante compuesto por distintas cepas del hongo Trichoderma sp. que contribuye al aumento de la productividad de los cultivos a través de distintas actividades como activación de los sistemas de defensa de las plantas, solubilización de fósforo y otros nutrientes que favorecen el desarrollo vegetal y el control de enfermedades de raíz, hoja y fruto causadas por diversos variantes de los hongos fitopatógenos Fusarium, Sclerotium, Sclerotinia, Pythium, Rhizoctonia y Phytophthora, entre otros. Beneficios del uso de Trichonator  Incrementa significativamente la disponibilidad de nutrientes del suelo.  Mejora el desarrollo de plántulas, plantas adultas y frutos.  Disminuye la pérdida de plantas por complejos fúngicos.  Reduce el uso de fertilizantes fosfatados y fungicidas químicos  Disminuye la incidencia de enfermedades causadas por Verticillum, Mycosphaerella, Pythium, Fusarium, Phytophthora, Rhizoctonia y otros patógenos Beneficios del uso combinado de BactoCROP y Trichonator  Protección potenciada un mayor número de variantes de hongos y bacterias patogénicas de las plantas  Aumento altamente significativo de la biomasa radical  Incremento notable de los porcentajes y velocidad de la germinación  Optimización máxima del estatus nutricional de las plantas  Mayor aumento del establecimiento de plántulas al trasplante  Marcada aceleración del desarrollo de plántulas, plantas adultas y frutos  Incremento del rendimiento de los cultivos en hasta 25 a 35 % en el caso de hortalizas  Incremento de la calidad y calibre de los frutos (calidad de exportación)  Reducción significativa del empleo de fertilizantes nitrogenados y fosfatados, fungicidas y bactericidas químicos. BactoCROP y Trichonator pueden emplearse en cualquier etapa del cultivo en el tratamiento de semillas, tubérculos, rizomas, plántulas en charola, semilleros y almácigos, y puede ser aplicado mediante los sistemas de riego, mochilas de aspersión o en la base de las plantas en ‘drench’ y el follaje durante las etapas fenológicas críticas del cultivo, preferentemente desde su establecimiento. Recomendaciones de manejo biológico con BactoCROP‐TH y Trichonator en plantaciones de Tomate rojo (Lycopersicum esculentum L.) Aplicaciones por ciclo Producto Al suelo Foliar 4.5 kg 9 kg 3 kg Uso de BactoCROP y Trichonator durante la siembra en almácigos. 1. El almácigo se establece en charolas de poliestireno de 200 cavidades, utilizando como sustrato turba de musgo. Para realizar la inoculación del sustrato de invernadero se deben pesar de 10 a 15 g de BactoCROP y 5 g de Trichonator por cada 500 g de turba (peat moss) o del sustrato utilizado para el crecimiento de las plántulas en invernadero (aprox. media bolsa de BactoCROP por cada bulto de 36 Kg de turba o sustrato para invernadero) y se mezcla perfectamente. Después se humedece el sustrato y se llenan las charolas, marcando los hoyos a una profundidad de 1.5 cm y se colocan de 1 a 3 semillas en cada uno (en el caso de los híbridos se utiliza sólo una semilla por hoyo), luego se cubre con sustrato y se da un riego asperjado y pesado. 2. Si no se desea mezclar en seco los biofertilizantes con el sustrato de invernadero, alternativamente se pueden mezclar 500 g de BactoCROP y 200 g de Trichonator con 40 litros de agua y utilizar esta solución para asperjar con mochila de 65 a 75 charolas. Aplicaciones de BactoCROP y Trichonator al momento del trasplante. 1. Mezcle 500 g de BactoCROP y 200 g de Trichonator con 40 litros de agua y utilizar esta solución para sumergir o asperjar con mochila de 65 a 75 1.5 kg charolas (aprox. 20,000 plántulas). 2. Posteriormente se transfieren las plántulas inoculadas a los surcos. Aplicaciones de BactoCROP y Trichonator en planta establecida. 1. Vierta el producto (1 Kg de BactoCROP‐TH y 300 g de Trichonator) en los tanques de irrigación, o si va a regar de manera manual disuelva los productos en un contenedor con agua (300 a 500 litros) o solución nutritiva y emplee esta mezcla para regar 1 ha del cultivo o 16,000 a 20,000 plantas. 2. NO DISUELVA EL CONTENIDO TOTAL DE LA BOLSA DE BactoCROP EN UNA CANTIDAD DE AGUA MENOR A 200 LITROS. SI VA A DOSIFICAR EL PRODUCTO, MANTENGA SIEMPRE UNA PROPORCIÓN DE 100 g DE PRODUCTO POR CADA 30 A 40 LITROS DE AGUA. 3. PARA EVITAR LA FORMACIÓN DE GRUMOS Y EL TAPONAMIENTO DE FILTROS Y/O BOQUILLAS, SE RECOMIENDA AGREGAR POCO A POCO EL PRODUCTO, MEZCLANDO VIGOROSAMENTE CON UNA VARA O LAS BOMBAS DE LOS TANQUES DE ASPERSIÓN HASTA QUE EL PRODUCTO QUEDE COMPLETAMENTE DISUELTO. SI LOS SISTEMAS DE RIEGO EMPLEAN MALLAS DEMASIADO FINAS SE RECOMIENDA CRIBAR EL PRODUCTO YA DISUELTO EN AGUA CON UN TAMIZ Y POSTERIORMENTE 4. Una vez mezclado con agua, el producto debe ser utilizado dentro de las siguientes 24 hrs. En caso de no contar con sistema de riego, las aplicaciones se pueden realizar con una mochila, dirigiendo el producto a la base de la planta (drench). Aplicaciones foliares de BactoCROP y Trichonator 1. Los resultados son mejores si aplica una parte de los productos en “drench” o en el sistema de riego y asperja el resto del producto en el follaje utilizando una mochila. 2. Una vez mezclado con agua, el producto debe ser utilizado dentro de las siguientes 24 h. 3. Las aplicaciones foliares se realizan en las mismas fechas de la aplicación en sistemas de riego o en ‘drench’ con la finalidad de reforzar los efectos de los biofertilizantes. 4. Mezcle el producto (500 g de BactoCROP‐TH y 200 g de Trichonator) en la cantidad de agua necesaria para asperjar una hectárea (200 a 300 L). 5. Aplique esta solución en el follaje con mochila, bomba parihuela, ó bomba tipo remolque, pegada a la toma de fuerza del tractor, con atomizador manual o de motor. El uso de este equipo asegurará una aplicación uniforme del producto sobre las plantas. NOTA: La cantidad de agua en la que se diluyen los productos puede variar de acuerdo al tamaño del follaje y a la densidad de plantas. Análisis de rentabilidad para el cultivo de tomate rojo de riego comparando los rendimientos esperados utilizando el programa de manejo convencional de los productores y el paquete biotecnológico BactoCROP‐TH y Trichonator. Manejo tradicional sin biofertilizantes Paquete tecnológico con BactoCROP‐TH ($1,300°°) y Trichonator ($500°°) 9 aplicaciones c/u Rendimiento (ton/ha) Precio medio rural ($/ton) $4,573.25 Año 20
45.02 Valor de producción neto ($/ha) $205,901.43 Rendimiento (ton/ha) 55.83 Valor de producción bruto ($/ha) $255,317.78 Costo Paquete Tecnológico BactoCROP Valor de producción neto ($/ha) $16,200.00 $239,117.78 $33,216.34 20
10
20
$4,713.90 49.59 $233,752.87 62.48 $294,528.62 $16,200.00 $278,328.62 $44,575.75 $4,076.43 44.907 $183,019.48 54.77 $223,283.76 $16,200.00 $207,083.76 $24,064.29 20
$2,961.28 57.83 $171,238.98 71.70 $212,336.33 $16,200.00 $196,136.33 $24,897.35 20
$4,192.49 64.42 $270,092.78 80.53 $337,615.98 $16,200.00 $321,415.98 $51,323.20 $4,103.47 52.35 $212,801.11 65.06 $264,616.49 $16,200.00 $248,416.49 $35,615.39 Promedio Nota: Los resultados no incluyen los ahorros relacionados con la disminución de la aplicación de pesticidas químicos para el control de enfermedades, ni las ganancias obtenidas por el aumento en la calidad de las cosechas. Los análisis tampoco contemplan los costos de producción ya que éstos varían grandemente de acuerdo al grado de tecnificación de los sistemas de producción. CONCLUSIONES Aumento neto del valor de la producción Del cuadro anterior se puede concluir que es posible aumentar las ganancias netas obtenidas por hectárea de jitomate en al menos $35,615.39°° mediante el paquete tecnológico de BactoCROP‐TH y Trichonator.
Bibliografía Bioqualitum. 2014. Jitomate Saladette. Ficha http://pcsystemscelaya.com/|bioqualitum/jitomate‐saladette técnica. FIRA. 2007. Agricultura protegida: Cultivo de Tomate en Invernadero. Costos de Producción y Análisis de rentabilidad. 2006. Dirección de Consultoría en Agronegocios. Dirección Regional del Norte Agencias Monterrey, Saltillo, Parral y N. Casas Grandes. www.fira.gob.mx Mondragón‐Sosa L. 2013. Producción de jitomate en invernadero. Programa de difusión ICAMEX. Gobierno del estado de México. 39 pp. Ruiz‐Corral, J.A., Medina‐García, G., González‐Acuña, I.J., Ortiz‐Trejo, C., Flores‐López, H. E., Martínez‐Parra, R.A. y Byerly‐Murphy, K.F. 1999. Requerimientos agroecológicos de cultivos. SAGARPA, INIFAP, CIRPC. Libro Técnico No. 3. Guadalajara, Jalisco, México. 324 p. Sistema de Información Agroalimentaria de Consulta (SIACON). 2014. SIAP, SAGARPA, México 2014.