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 Recomendaciones para el empleo de BactoCROP‐TH y Trichonator en plantaciones de Papaya (Carica papaya L.) La papaya es uno de los frutos más importantes y de mayor consumo. Muy apreciada por sus propiedades nutritivas y su delicado sabor. Ideal para regímenes, por contener vitaminas B1, B2 y Niacina o B3, todas del Complejo B, que regulan el sistema nervioso y el aparato digestivo; fortifican el músculo cardíaco; protegen la piel y el cabello y son esenciales para el crecimiento. Contiene también vitaminas A y C, es rica en minerales como calcio, fósforo, magnesio, hierro, azufre, silicio, sodio y potasio. Por otra parte tiene bajo valor calórico, cerca de 40 calorías por cada 100 gramos de fruta. El contenido de fibra mejora la digestión. Tiene propiedades astringentes. Asimismo, su cáscara contiene una sustancia, la papaína, que tiene múltiples usos. La papaya también es una fuente de licopeno (contiene alrededor de 1800 μg cada 100 g). El fruto es usualmente consumido crudo, sin su cáscara o sus semillas. El fruto verde inmaduro de la papaya puede ser consumido en ensaladas y estofados. Posee una cantidad relativamente alta de pectina, la cual puede ser usada para preparar mermeladas. Las semillas negras tienen un sabor fuerte, pero son comestibles. Algunas veces son molidas y usadas como substituto de la pimienta negra. En algunas partes de Asia las hojas jóvenes de la papaya son hervidas y consumidas como espinaca. En algunas partes del mundo las hojas son preparadas como té para ser consumidas como prevención de la malaria, aunque no existe evidencia científica real de la efectividad de este tratamiento. En Cuba es costumbre consumirla madura (muchos le agregan azúcar), pero como también se elaboran dulces con ella, se emplean las maduras y las pintonas (ni verdes ni maduras). La papaya tiene magníficas propiedades para facilitar la digestión de alimentos de difícil asimilación, debido a su alto contenido de papaína. De esta enzima llamada papaína se producen más de 1000 toneladas anuales en el mundo entero. La utilidad de dicho producto derivado está en la fabricación de cerveza, cosméticos e industria alimenticia. Es eupéptico‐digestivo, coadyuvante de la cicatrización, antiinflamatorio, antihelmítico. Las semillas son vermífugo, emenagogo. Especialmente interesantes contra ancylostomas, áscaris, trichuris y strongyloides. Indicado para dispepsias hiposecretoras. Prevención de la arteriosclerosis y tromboembolismos y para combatir parasitosis intestinales. Tópicamente es usado para heridas y ulceraciones tróficas con restos inflamatorios o necróticos, forúnculos. Todos los tipos de papaya que se cultivan provienen del mismo material criollo, distinguiéndose dos principales, el tipo “Cera” de pulpa amarilla y el tipo “Amameyado” de pulpa roja o anaranjada. CARACTERISTICAS DESCRIPTIVAS Nombre científico: Carica papaya L. Nombres comunes: El fruto del árbol del papayo se conoce comúnmente como papaya o papayón, papayo en Canarias, mamón, melón papaya, lechosa, melón de árbol o fruta bomba Familia: Caricaceae. Origen: Sur de México y Costa Rica (Purseglove, 1987). Distribución: 32°LN a 32°LS (Purseglove, 1987). Adaptación: Regiones tropicales (González, 1984). Ciclo de madurez: Perenne. Tipo fotosintético: C3. REQUERIMIENTOS CLIMÁTICOS Y EDAFICOS Altitud: Preferentemente debe cultivarse a alturas inferiores a los 1000 m (Díaz et al., 2002). Fotoperiodo: El fotoperiodo no tiene influencia en la inducción de la floración. Se considera una planta de día neutro (FAO, 1994). Radiación (Luz): Prefiere áreas soleadas (Purseglove, 1987). Temperatura: Rango 15‐35°C, con un óptimo para fotosíntesis de 25‐30°C (Benacchio, 1982). Precipitación (agua): Requiere 1,200 mm anuales o más, siendo las etapas críticas la floración y la fructificación (Baradas, 1994). Humedad relativa: La humedad relativa mínima debe ser de 60% para un crecimiento óptimo (Nakasone y Paull, 1998). Profundidad de suelo: Requiere suelos profundos (FAO, 1994). Textura: Suelos francos, franco‐arcillosos, ricos en materia orgánica (Benacchio, 1982). Drenaje: Requiere suelos con drenaje excelente (FAO, 1994). Con cinco días de inundación se genera abscisión de hojas completamente expuestas, precedida por clorosis (Nakasone y Paull, 1998). pH: Desarrolla bajo un rango de pH de 5.0 a 8.0 (Benacchio, 1982). El rango de pH para esta especie está entre 6.0 y 7.0, con un óptimo de 6.5 (FAO, 1994). Salinidad/Sodicidad: Presenta ligera tolerancia a la salinidad (FAO, 1994). La papaya se clasifica como una planta extremadamente sensible a moderadamente tolerante a la salinidad, especialmente en la germinación (Nakasone y Paull, 1998). MANEJO AGRONÓMICO Y SANITARIO Establecimiento de los almácigos: Esta etapa es muy importante pues constituye la base de todo el proceso de producción. El primer paso es adquirir semilla certificada, sana y de buena calidad. El siguiente paso consiste en acelerar y homogeneizar la germinación de la semilla, para lo cual es necesario hacer un pre‐acondicionamiento hídrico que consiste en remojarlas en un recipiente con agua limpia durante 72 horas (Rodríguez y Cruz, 2003). Enseguida se siembra la semilla a un centímetro de profundidad en bolsas o contenedores con sustrato, protegidos del sol, a media sombra y con una humedad constante, al cabo de tres a cinco días iniciará la emergencia de las plántulas. Una semana antes del trasplante se sugiere proporcionar a las plántulas un proceso de exposición gradual al sol para disminuir el estrés al ser plantadas en campo. Preparación del terreno: En terrenos muy compactados es necesario realizar un cinceleo o subsoleo mayor de 30 cm, que rompa con el “piso de arado”. Posteriormente, se efectúa un barbecho profundo, que exponga el suelo a la intemperie por lo menos durante 30 días y entonces se procede a dar uno o dos pasos de rastra y a nivelar o emparejar el terreno para disminuir la posibilidad de encharcamientos en temporada de lluvias. Una vez emparejado el terreno, se realiza el surcado siempre buscando que los surcos tengan pendiente suficiente para eliminar los excesos de agua. Luego se procede a formar las camas, de preferencias grandes, que tengan una base mínima de 1.62 m y una altura no menor de 25 cm. En la etapa de formación de camas se puede aprovechar para aplicar el fertilizante “de fondo” y de ser necesario controlar hierbas en el lomo del bordo, con herbicidas pre‐emergentes o post‐emergentes. Época de plantación: Para determinar la mejor época de plantación es importante considerar algunos criterios de clima y sobretodo de mercado. En cuanto a clima, la mejor época para realizar el trasplante de papayo ocurre entre el 1 de Junio y el 15 de Agosto, siendo Junio el mes óptimo. En esta temporada se tiene la ventaja que las mejores condiciones de temperatura y precipitación pluvial coinciden con las etapas fenológicas del cultivo que presentan las mayores tasas de floración y amarre de frutos, y en consecuencia, mayor rendimiento. Sin embargo, al plantar en esta época, se tiene la desventaja que gran parte de la cosecha ocurre en la temporada en que normalmente existe mucha oferta del producto y el precio disminuye (Febrero‐Julio). En cuanto a mercado, la mejor época para plantar papayo se ubica entre el 15 de Agosto y el 15 de Noviembre, ya que con esta época de siembra, gran parte de la cosecha ocurriría entre Agosto y Octubre, meses en que normalmente la fruta alcanza sus mejores precios. Cabe recordar que al plantar entre Septiembre y Noviembre el cultivo presenta una tasa de desarrollo inicial muy lenta debido a la baja acumulación de unidades calor entre Diciembre y Febrero lo que representa una desventaja pues el ciclo de siembra a inicio de cosecha se puede alargar hasta 11.8 meses. Densidad de plantación: El papayo es un cultivo muy versátil en cuanto a densidades y marcos de plantación, en especial la variedad “Maradol” roja que soporta altas densidades de plantación. Se puede hacer un uso intensivo del suelo, utilizando arreglos que permitan densidades de 2,500 o hasta 2,670 pl/ha. Es importante recordar que a mayor densidad de plantas menor tamaño y calidad de fruto, así como mayor demanda de agua de riego, fertilizantes y mano de obra para el control de hierbas, plagas, enfermedades y cosecha, aunque también mayor posibilidad de rendimiento unitario. Por otro lado, con arreglos de menor densidad (1644‐2035 pl/ha), las plantas presentan mayor aireación y exposición a la intensidad luminosa, además que es más factible mecanizar el cultivo y hacer más eficiente el control de malezas, de plagas, de enfermedades y de la cosecha, lo que redundaría en una enorme disminución del trabajo manual y en consecuencia de los costos de producción, además de obtener frutos de mejor calidad fitosanitaria y organoléptica. Sexado, deschupone y deshoje de plantas: El sexado consiste en seleccionar las plantas hermafroditas y eliminar hembras, machos y plantas fuera de tipo e improductivas. Esta labor se realiza después de los 50 días del trasplante, cuando la planta inicia la floración y se aprecia la diferencia entre plantas por el tipo de flor, por lo cual es importante conocer su morfología (De los Santos et al., 1997). El deschupone consiste en eliminar los brotes que se desarrollan en las axilas de las hojas basales, sobre el tallo principal, lo cual sucede al iniciar la floración. Cuando no se eliminan crecen, florecen y producen frutos muy pequeños de poco valor comercial (De los Santos, et al., 1997). El deshoje es una práctica que se realiza para mejorar la aireación de la planta y facilitar la aplicación de agroquímicos en flores y frutos. Riego de la huerta: En general, se puede decir que los requerimientos hídricos del cultivo del papayo varían en función del tipo de suelo, temperatura, evaporación y cultivar utilizado. Por este motivo, las recomendaciones generalizadas para toda una zona o región del cuándo y cuánto regar, suelen ser imprecisas y es difícil que cumplan con las expectativas de rendimiento de los productores. Por lo tanto, es importante que cada productor conozca los requerimientos hídricos del papayo en su propia localidad y con ello disponga de un criterio básico para estimar la frecuencia y volumen de riego bajo sus condiciones de producción. Programa de fertilización: El papayo responde satisfactoriamente a la adición de materia orgánica, razón por la cual, el estiércol, la composta y los abonos verdes, deben ser la base de cualquier tratamiento de fertilizante. Sin embargo, el uso de abonos orgánicos deberá ser siempre complementado con fertilizantes minerales para que el cultivo exprese su potencial de rendimiento (Bueno, 2003). Los principales macro‐elementos que demanda el cultivo del papayo son potasio (K) y el nitrógeno (N), y en segundo orden de importancia se encuentran calcio (Ca), fósforo (P), azufre (S) y magnesio (Mg). En cuanto a micro‐elementos, los principales son hierro (Fe), manganeso (Mn), zinc (Zn) y boro (B). Control de maleza: Se realiza en forma mecánica, manual, con herbicidas o combinado. Plagas y enfermedades: 
Pulgones. En especial Myzus persicae (Sulzer). No colonizan las plantas de papayo y no ocasionan un daño directo al cultivo, sin embargo son considerados como uno de los trasmisores más eficientes del mosaico severo que causa deformación de las hojas (Schaefers, 1969). 
Chicharritas. Particularmente Empoasca papayae (Oman) y E. stevensi (Young) se reportan como importantes vectores de la enfermedad de papayo conocida como cogollo arrepollado (Bunchy top), con capacidad de trasmisión de la enfermedad del 71 al 75% bajo condiciones de campo (Haque y Parasram, 1973). Puede infectar las plantas cuando las ninfas y los adultos pican los tejidos de las hojas y chupan su savia para alimentarse produciendo pequeñas manchas amarillentas, las cuales se asemejan a quemaduras. 
Araña roja (Tetranychus cinnabarinus). Se localiza en el envés de las hojas y en poblaciones abundantes invade también flores y frutos, afectando el rendimiento de la huerta y la calidad de los frutos. Esta plaga es difícil de controlar si no se le detecta a tiempo, por lo cual se sugiere realizar muestreos periódicos, sobre todo entre Marzo y Junio que son los meses con mayores infestaciones. 
Piojo harinoso (Planococcus sp). El daño inicia desde que las plantas son pequeñas, ya que se alimenta de la savia de las hojas, tallos y frutos, lo cual origina clorosis y enrollamiento de los bordes foliares. En los frutos verdes causa escurrimiento de látex, provocando un aspecto manchado y sucio que disminuye la calidad de los frutos. 
Virus mosaico del papayo (VMP). Este virus pertenece al grupo protex; su nombre es virus “X” de la papa. Las hojas de las plantas tienen un moteado que no varía mucho en severidad durante las diferentes estaciones del año; hay clorosis venal, lesiones necróticas, rugosidad de la lámina, detención del crecimiento y en algunos casos raquitismo de la planta. 
Virus de la mancha anular del papayo (VMAP). Los síntomas se observan en las hojas de las plantas jóvenes al presentarse un aclarado de las nervaduras con ligero amarillamiento del ápice, seguido de una deformación de la expansión foliar, con inhibición del desarrollo de ésta en forma completa o parcial; se llega a deformar hasta adquirir una estructura filiforme (Escalona 1995). Las hojas menos deformadas presentan mosaicos de manchas verde‐oscuro, verde‐claro y finalmente sobreviene su caída. 
Cogollo arrepollado (Bunchy‐top). Las plantas afectadas tienen un aspecto umbiliforme y falta de látex a lo largo del tallo, en parte de éste o de los frutos. Las hojas muestran un moteado tenue seguido de una reducción del crecimiento y amarillamiento, deformándose y adquiriendo una apariencia de sombrillas invertidas con manchas de apariencia grasosa; cesa el crecimiento, hay ausencia de látex y finalmente caen. 
Antracnosis en flores, frutos y follaje (Colletotrichum gloeosporoides). Los frutos no muestran evidencia de infección cuando se cosechan en el estado verde maduro, pero el hongo se activa en el climaterio y los síntomas no se desarrollan sino hasta la fase post‐
climatérica de maduración 
Pudriciones de la base del tallo y raíz. Al tener excesos de humedad en el suelo, existe el riesgo de que se presenten marchitamiento de plantas ocasionado por pudriciones de la base de tallo y raíz, en especial en suelos negros de tipo vertisol que presentan menor aireación y problemas de drenaje. Los hongos que ocasiona las pudriciones de tallo y raíz son Phytophthora palmivora, Pythium aphanidermatum y Rhizoctonia sp. 
Enfermedades bacterianas. Las enfermedades bacterianas (Erwinia sp.) pueden afectar el follaje y frutos del cultivo del papayo. Las plantas afectadas presentan síntomas de amarillamiento y marchitez de las hojas inferiores, que avanzan hacia la parte superior del tallo y follaje, llegando a ocasionar pudriciones blandas en los frutos. Cosecha: La cosecha consiste en desprender la fruta del árbol cuando ha alcanzado su madurez fisiológica. Se realiza en forma manual y utilizando guantes para evitar rasguños. Se toma la fruta con ambas manos y mediante un ligero movimiento de torsión se desprende con todo y pedúnculo; el fruto se envuelve en media hoja de periódico y se acomoda dentro de cajas de plástico (taras) para su traslado al centro de empaque. La aplicación de cera es muy conveniente porque además de coadyuvar en la acción fungicida, le da una apariencia lustrosa, atractiva y fresca a la fruta. IMPORTANCIA ECONOMICA DEL PAPAYO La papaya se produce en más de 60 países y su producción se concentra en naciones en vías de desarrollo. En 2010 la producción de papaya se estimó en 11.22 millones de toneladas y la tasa de crecimiento anual de su producción a nivel mundial fue del 4.35%. Entre 2009 y 2010 el crecimiento fue del 7.26% y si se comparan los años 2002 y 2010 el incremento fue del 34.82%). Asia ha sido la región en donde la producción de papaya ha crecido de manera más importante y constituyó el 52.55% de la producción global entre 2008‐2010; le siguió Suramérica (con 23.09%), África (13.16%), Centroamérica (con 9.56%), el Caribe (1.38%), Norteamérica (0.14%) y Oceanía (0.13%). Los principales tipos de papaya que se comercializan el mundo son la “Solo‐type”, caracterizada por ser pequeña y conocida como papaya “Hawaiana”, que pesa entre 1.1 y 2.2 libras por fruta y la papaya grande, que puede llegar a pesar hasta 10 libras por fruta y es también conocida como papaya Mexicana. En cuanto a los principales productores de papaya en el mundo, se encuentran Brasil, que durante el periodo 1994‐2005 aportó el 30% de la producción mundial; otros países que destacaron durante el mismo periodo fueron México, con el 12%; Nigeria e India, con 11%, respectivamente, e Indonesia que aportó el 8%. En América Latina y el Caribe, además de Brasil y México, también destacan Perú, Venezuela, Cuba, Colombia, El Salvador, Costa Rica y Belice, con porcentajes de participación que oscilaron entre el 3.3 y el 0.4% de la producción mundial durante el periodo 2004‐2005 (FAOSTAT, 2007). México es el líder mundial en exportaciones de papaya y el primer exportador de papaya hacia los Estados Unidos, seguido de Belice y Guatemala; durante el primer cuatrimestre de año 2013, se enviaron 2340 contenedores de 40,000 lbs. Las principales variedades que se cultivan en México son “Maradol” y “Red”. Otras variedades de menor importancia son la “Yellow Hawaiian” y la “Criolla”. Las principales plantaciones de papaya están ubicadas al suroriente del país en los estados de Veracruz, Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Tabasco y Yucatán; allí se concentra más del 80% del total de producción de papaya en México. En México se tienen establecidas 21 mil 456.69 hectáreas de papayo, con un rendimiento promedio nacional de 41.18 toneladas por hectárea, lo que equivale a una producción anual de 798 mil 589.03 toneladas, de las que más de 400 mil toneladas se destinan a la exportación y el resto al mercado nacional. Respecto a las principales zonas productoras de papaya en México, éstas se localizan en Veracruz, Chiapas, Oaxaca, Michoacán, la región de las Huastecas (oriente de San Luis Potosí, norte de Veracruz y sur de Tamaulipas), Guerrero, Yucatán, Tabasco, Colima y otras, que en conjunto suman 19,800 ha de papaya cosechada al año, con un volumen de producción de 754,000 t anuales durante el periodo 2004‐2006 (SIAP, SAGARPA, 2007). En el Estado de Veracruz, se cultivan 9 mil 441 hectáreas de papaya, de un total de 23 mil 998 has a nivel nacional, lo cual representa el 39.3% de la superficie del país, que antes era dominada por variedades criollas, pero en los últimos 10 años ha pasado a ser superada por la variedad “Maradol” que prácticamente domina las áreas de cultivo, debido a sus excelentes cualidades de comercialización y rentabilidad que ofrece al productor. BIOFERTILIZANTES También conocidos como bioinoculantes, inoculantes microbianos o inoculantes del suelo, son productos agrobiotecnológicos que contienen microorganismos vivos o latentes (bacterias u hongos, solos o combinados) y que son formulados bajo condiciones controladas de laboratorio para utilizarlos en los cultivos agrícolas para estimular su crecimiento y productividad mediante la optimización de su estatus nutricional y el control de patógenos. Biofertilizante compuesto por un consorcio de bacterias benéficas de los géneros Bacillus y Azospirillum que contribuye al aumento de la productividad de los cultivos a través de distintos mecanismos como la producción de hormonas que favorecen el desarrollo vegetal, la solubilización de nutrimentos inactivados del suelo, incremento del volumen de raíz y la protección contra enfermedades radiculares, foliares y del fruto causadas por hongos y microorganismos fitopatógenos tales como Xanthomonas, Clavibacter, Erwinia, Fusarium, Pythium, Rhizoctonia y Phytophthora, entre otros. Beneficios del uso de BactoCROP 
Incrementa significativamente el desarrollo de las raíces 
Aumenta el establecimiento de las plántulas y disminuye la pérdida de plantas 
Acelera el desarrollo de plántulas, plantas adultas y frutos 
Mejora la floración 
Acorta los tiempos de cosecha 
Alarga los tiempos de producción de las hortalizas 
Promueve un crecimiento más uniforme de los cultivos 
Incrementa la disponibilidad de nutrientes inactivados del suelo 
Incrementa el rendimiento de los cultivos en hasta 25 a 30 % en el caso de hortalizas 
Mejora la calidad de los frutos 
Reduce el uso de pesticidas químicos 
Ayuda a prevenir y controlar enfermedades bacterianas Biofertilizante compuesto por distintas cepas del hongo Trichoderma sp., que contribuye al aumento de la productividad de los cultivos a través de distintas actividades como activación de los sistemas de defensa de las plantas, solubilización de fósforo y otros nutrientes que favorecen el desarrollo vegetal y el control de enfermedades de raíz, hoja y fruto causadas por diversos variantes de los hongos fitopatógenos Fusarium, Sclerotium, Sclerotinia, Pythium, Rhizoctonia y Phytophthora, entre otros. Beneficios del uso de Trichonator 
Incrementa significativamente la disponibilidad de nutrientes del suelo. 
Mejora el desarrollo de plántulas, plantas adultas y frutos. 
Disminuye la pérdida de plantas por complejos fúngicos. 
Reduce el uso de fertilizantes fosfatados y fungicidas químicos 
Disminuye la incidencia de enfermedades causadas por Verticillum, Mycosphaerella, Pythium, Fusarium, Phytophthora, Rhizoctonia y otros patógenos Beneficios del uso combinado de BactoCROP y Trichonator 
Protección potenciada un mayor número de variantes de hongos y bacterias patogénicas de las plantas 
Aumento altamente significativo de la biomasa radical 
Incremento notable de los porcentajes y velocidad de la germinación 
Optimización máxima del estatus nutricional de las plantas 
Mayor aumento del establecimiento de plántulas al trasplante 
Marcada aceleración del desarrollo de plántulas, plantas adultas y frutos 
Incremento del rendimiento de los cultivos en hasta 25 a 35 % en el caso de hortalizas 
Incremento de la calidad y calibre de los frutos (calidad de exportación) 
Reducción significativa del empleo de fertilizantes nitrogenados y fosfatados, fungicidas y bactericidas químicos BactoCROP y Trichonator pueden emplearse en cualquier etapa del cultivo en el tratamiento de semillas, tubérculos, rizomas, plántulas en charola, semilleros y almácigos, y puede ser aplicado mediante los sistemas de riego, mochilas de aspersión o en la base de las plantas en ‘drench’ y el follaje durante las etapas fenológicas críticas del cultivo, preferentemente desde su establecimiento. Adicionalmente, en el cultivo de Papaya, BactoCROP y Trichonator ayudan a combatir enfermedades fúngicas como son la “Secadera del tallo” o “Ahogamiento” (causada por Phytophthora sp., Pythium sp., Fusarium sp. y Rhizoctonia sp.), “Antracnosis” (Colletotrichum gloeosporioides) y “Podredumbre del Pedúnculo” (Ascochyta caricae). Recomendaciones de manejo biológico con BactoCROP‐TH y Trichonator en plantaciones de Papayo (Carica papaya L.) Producto Aplicaciones anuales Al suelo Foliar 3.0 Kg 1.0 kg 900 g 600 g Uso de BactoCROP y Trichonator durante el cultivo de las plántulas en los almácigos 1. La siembra de los papayos generalmente se realiza en semilleros, por lo que se recomienda que la primera aplicación se realice desde los almácigos ya que de esta manera se promueve el mayor enraizamiento de las plántulas, además de que éstas obtendrán una protección más temprana contra diversas enfermedades. 2. Pese de 10 a 15 g de BactoCROP y 5 g Trichonator por cada 500 g de turba (peat moss) o del sustrato utilizado para el crecimiento de las plántulas en invernadero (aprox. 750 g de BactoCROP y 350 g de Trichonator por cada bulto de 36 Kg de turba o sustrato para invernadero) y colóquelo en una bandeja grande. de 3. Mezcle los ingredientes en un lugar fresco y a la sombra. El mezclado deberá ser hecho en seco y usando una pala o las manos procurando que el sustrato de invernadero y los biofertilizantes sean combinados de manera uniforme. 4. Llene las charolas de invernadero o las bolsas con la mezcla obtenida, siembre las semillas y riegue. 5. Si no se desea mezclar en seco los biofertilizantes con el sustrato de invernadero, alternativamente se pueden mezclar 500 g de BactoCROP y 200 g de Trichonator con 40 litros de agua y utilizar esta solución para asperjar con mochila hasta 30 charolas o 60,000 plántulas. Aplicaciones al suelo o pie de la planta La papaya se puede sembrar durante todo el año, sin embargo antes de llevar a cabo esta actividad debe evitarse la plantación de los papayos en la época de mayor incidencia de plagas que transmiten enfermedades virales. Los veranos con temperaturas muy elevadas producen alteraciones en la floración, por lo que los papayos deben plantarse en épocas que eviten la coincidencia del inicio de la floración con altas temperaturas. 1. Si no es posible realizar la primera aplicación de los biofertilizantes en almácigos se puede realizar al momento del trasplante mediante mochila o bien con los sistemas de presurizados (micro aspersión y por goteo) es posible incluir el biofertilizante en el agua de riego. 2. Para plantaciones de temporal, las aplicaciones se realizan aplicando solución del producto alrededor de tallos de las plantas. los una riego riego una los 3. Vierta el producto (1.0 Kg de BactoCROP‐TH y 350 g de Trichonator) en los tanques de irrigación, o si va a regar de manera manual disuelva los productos en un contenedor con agua (300 a 500 litros) o solución nutritiva y emplee esta mezcla para regar 1 ha del cultivo o 50,000 plantas. NOTA: NO DISUELVA EL CONTENIDO TOTAL DE LA BOLSA DE BactoCROP EN UNA CANTIDAD DE AGUA MENOR A 200 LITROS. SI VA A DOSIFICAR EL PRODUCTO, MANTENGA SIEMPRE UNA PROPORCIÓN DE 100 g DE PRODUCTO POR CADA 30 A 40 LITROS DE AGUA. PARA EVITAR LA FORMACIÓN DE GRUMOS, AGREGUE POCO A POCO EL PRODUCTO, MEZCLANDO VIGOROSAMENTE CON UNA VARA O LAS BOMBAS DE LOS TANQUES DE ASPERSIÓN. 4. Una vez mezclado con agua, el producto debe ser utilizado dentro de las siguientes 24 hrs. 5. Después de la primera aplicación en los almácigos o al trasplante se deberán realizar dos inoculaciones más, 5 y 10 meses después de la primera, siguiendo la misma metodología y aplicando como mínimo 1.0 Kg de BactoCROP‐TH y 350 g de Trichonator. Aplicaciones foliares 1. Se recomienda realizar una primera aplicación foliar al trasplante (500 g de BactoCROP‐
150 g de Trichonator) y dos aplicaciones más la siguiente 6 meses después. TH y 2. La inoculación de estos productos biológicos se debe realizar aplicando los productos indicados con bomba parihuela, ó bomba tipo remolque, pegada a la toma de fuerza del tractor. El uso de este equipo es con la finalidad de asperjar completamente los árboles iniciando de la punta y continuando hacia abajo, para asegurar una completa inoculación de las plantas. NOTA: La cantidad de agua en la que se diluyen los productos puede variar de acuerdo al tamaño del follaje y a la densidad de plantación. Análisis de rentabilidad para el cultivo de papaya en Veracruz comparando los rendimientos esperados utilizando el programa de manejo convencional de los productores y el paquete biotecnológico BactoCROP‐TH y Trichonator Manejo tradicional sin biofertilizantes Paquete tecnológico con BactoCROP ($1300°°) y Trichonator ($500°°) 3 aplicaciones Rendimiento (ton/ha) Valor de producción neto ($/ha) Rendimiento (ton/ha) Valor de producción bruto ($/ha) Costo Paquete Tecnológico BactoCROP Valor de Aumento neto del producción neto valor de la ($/ha) producción 39.28 $153,557.30 49.1 $191,946.63 $5,400.00 $186,546.63 $32,989.33 2009 Precio medio rural ($/ton) $3,909.30 2010 $4,915.55 26.15 $128,541.63 31.38 $154,249.96 $5,400.00 $148,849.96 $20,308.33 2011 $3,623.21 29.22 $105,870.20 36.525 $132,337.75 $5,400.00 $126,937.75 $21,067.55 2012 $2,764.45 31.56 $87,246.04 41.028 $113,419.85 $5,400.00 $108,019.85 $20,773.81 2013 $3,166.67 31.01 $98,198.44 40.313 $127,657.97 $5,400.00 $122,257.97 $24,059.53 Promedio $3,675.84 31.444 $115,582.99 39.6692 $143,922.43 $5,400.00 $138,522.43 $23,839.71 Año Nota: Los resultados no incluyen los ahorros relacionados con la disminución de la aplicación de pesticidas químicos para el control de enfermedades, ni tampoco las ganancias obtenidas por el aumento en la calidad de las cosechas. Estos análisis tampoco incluyen los costos de producción ya que éstos varían de acuerdo al grado de tecnificación del cultivo. CONCLUSIONES Del cuadro anterior se puede concluir que es posible aumentar las ganancias netas obtenidas por hectárea de mango en al menos $23, 839.71°° mediante el paquete tecnológico de BactoCROP y Trichonator. Bibliografía Baradas, M.W. 1994. Crop requirements of tropical crops. In: Handbook of agricultural meteorology. Griffiths, J.F. (ed).Oxford Univ. Press. New York. pp. 189‐202. Benacchio, S.S. 1982. Algunas exigencias agroecológicas en 58 especies de cultivo con potencial de producción en el Trópico Americano. FONAIAP‐Centro Nal. de Inv. Agropecuarias. Ministerio de Agricultura y Cría. Maracay, Venezuela. 202 p. Bueno, J.E. 2003. Producción de papaya maradol en función de la fertilización con nitrógeno, fósforo y potasio bajo dos sistemas de manejo en la región central de Veracruz. Tesis de Doctorado. Colegio de Posgraduados. Veracruz, México. De los Santos, F., Becerra‐León, E.N., Mosqueda‐Vázquez, A. y Vargas‐García, A.B. 1997. Manual de Producción de Papaya en el Estado de Veracruz. Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias. Centro de Investigación Regional Golfo Centro. Veracruz, México. 86 p. Díaz, G.G., Garza, L.J.G. y Munro, O.D. 2002. Evaluación de cultivares y guía para producir papaya La Huerta, Jalisco, México. 85 p. Escalona, A.M. 1995. Prevención y control integral de enfermedades. In: Memoria de la reunión técnica sobre el cultivo del papayo 'Maradol Roja' en la costa de Jalisco. Gob. del Edo. Jalisco. SEDER. Dir. Gen. Fom. Agrop. y Frut. pp. 47‐70. FAO. 1994. ECOCROP 1. The adaptability level of the FAO crop environmental requirements database. Versión 1.0. AGLS. United Nations Food and Agriculture Organization (FAO). Rome, Italy. FAOSTAT 2007. Estadísticas de producción y consumo mundial de frutas y hortalizas. http://fao.org/statistical databases. González de C., M. 1984. Especies vegetales de importancia económica en México. Ed. Porrúa. México, 305 p Haque, Q.S. and Parasram, S. 1973. Empoasca stevensi, a new vector of Bunchy top disease of papaya. Faculty of Agriculture. The University of the West Indies st. Augustine, Trinidad W. I. Plant Dis. Reptr. 57:412‐413. Nakasone, H.Y. and Paull, R.E. 1998. Tropical Fruits. CAB International New York, USA. 445 Purseglove, J.W. 1987. Tropical crops: Dycotiledons. Longman Scientific and Technical. Singapore. 719 p. Rodríguez, N.A. y Cruz, F.J. 2003. El cultivo de la papaya 'Maradol' en la Mixteca Baja. Agrotecnia. FUP‐PUE‐SDR‐DGT‐SAGARPA. ITA No. 32. FIRAINIFAT. Puebla, Puebla. México. 24 pp. Schaefers, A.G. 1969. Aphid vectors of the papaya mosaic viruses in Puerto Rico. The Journal Agriculture, Univ. de Puerto Rico Vol. LIII No. 1 pp. 1‐13.