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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA FACULTAD DE HISTORIA MAESTRÍA EN HISTORIA EMPRESAS Y EMPRESARIOS AGRÍCOLAS EN EL VALLE DE CULIACÁN, 1930-1950 TESIS QUE PRESENTA: OFELIA JANETH CHÁVEZ OJEDA PARA OPTAR POR EL GRADO DE MAESTRO EN HISTORIA Director de tesis: DR. ARTURO CARRILLO ROJAS Culiacán Rosales, Sinaloa, 27 de febrero de 2008. Índice Dedicatoria……………………….…………….……………………………………. 5 Agradecimientos.............................................................................................. 6 Introducción…………………………………………………………………………. 8 Capítulo I: El escenario mundial y la situación de la agricultura 17 a) Los inicios de la crisis y la situación de la agricultura………………………… 17 b) La Gran Depresión en América Latina…………………………………………. 24 c) La Segunda Guerra Mundial: su impacto en la agricultura…………………... 35 Capítulo II: La agricultura mexicana y la empresa agraria 37 a) La agricultura y la situación agraria en México (1915-1934)………………… 37 b) De Cárdenas a Miguel Alemán: la agricultura mexicana (1934-1950)……… 42 c) La empresa agraria-agrícola mexicana y el papel del empresario………….. 49 2 Capítulo III: Agricultura y empresarios agrícolas en Sinaloa 55 a) La situación económica de Sinaloa en el periodo posrevolucionario……….. 55 b) Las obras hidráulicas y su importancia en la agricultura comercial…………. 59 c) La agricultura sinaloense de 1930-1950…………..…………………………… 63 d) Empresas y empresarios agrícolas en Sinaloa………………………………... 66 1) Empresas tradicionales: los ingenios azucareros………………..……. 66 2) El surgimiento de nuevas empresas agrícolas………………………… 73 Capítulo IV: Empresarios agrícolas en el valle de Culiacán 78 a) Grandes empresarios agrícolas de Culiacán (1930-1950)…………………… 79 b) Familia Clouthier-Andrade……………………………………………………….. 84 c) Empresarios de origen griego dedicados a la agricultura en el valle de Culiacán………………………………………………………………………………. 94 d) Condiciones para el crecimiento de los pequeños y medianos productores 97 agrícolas………………………………………………………………………………. Capítulo V: Agro-empresas en el valle de Culiacán 103 a) Constitución de empresas agrícolas……………………………………………. 106 b) Empresas agro-comerciales…………………………………………………….. 110 c) Empresas agro-industriales……………………………………………………… 113 3 d) Empresas de agro-servicios……………………………………………………... 115 e) Características de las agro-empresas constituidas entre 1930 y 118 1950…………………………………………………………………………………… Conclusión…………………………………………………………………………... 127 Anexos……………………………………………………………………………….. 130 Bibliografía…………………………………………………………………………... 140 Fuentes de Archivo………………………………………………………………… 157 Páginas electrónicas………………………………………………………………. 158 4 Dedicatoria El presente trabajo lo quiero dedicar a las personas con quien convivo y me brindaron su apoyo durante estos años de estudio: A mis padres, quienes me han heredado el más valioso tesoro; su amor. Quienes han sacrificado gran parte de su vida para formarme y educarme para convertirme en una persona de provecho. A ellos con cariño, admiración y respeto. A mi esposo, Joel, por apoyarme y ayudarme de manera incondicional desde antes, durante y aún después de concluidos mis estudios. Por su comprensión y tolerancia. Por todo el amor y apoyo brindado. Y porque hoy veo llegar a su fin una de las metas de mi vida y está a mi lado apoyándome. A mis hermanos, que han estado conmigo en las buenas y en las malas. Quienes me inspiran para seguir adelante. A ellos que forman parte importante de mi vida y que en todo momento han estado conmigo. 5 Agradecimientos A mi asesor, maestro y amigo, Dr. Arturo Carrillo Rojas, por brindarme todo su apoyo y guiarme durante el trayecto para culminar con éxito mis estudios de Maestría. Por regalarme parte de su preciado tiempo para la revisión de mi investigación y sobre todo por llamarme la atención cuando era necesario. Además, por los conocimientos trasmitidos y sus valiosos consejos. A los maestros Jorge Verdugo Quintero y Alfonso Mercado Gómez, que como directivos de la Facultad, desde el momento que conocieron mi inquietud por ingresar al programa me animaron y apoyaron incondicionalmente. Además, me brindaron todo su apoyo para que yo pudiera concluir satisfactoriamente mis estudios de maestría. A CONACYT, por el interés en crear cada vez más recursos humanos y por el apoyo brindado al solventar los estudios de posgrado con la beca otorgada para mitigar las necesidades económicas que generara la investigación. También por darme la oportunidad de formar parte del equipo de trabajo del proyecto interinstitucional de investigación (U42007H); Empresa y agricultura de exportación en el Noroeste de México. Historia económica y tendencias actuales, que culminó en 2006. A mis lectores Dr. Alonso Martínez Barreda y Dra. María de Jesús López López, que gracias a que leyeron y revisaron mi trabajo de investigación, este mejoró. Al Dr. Rigoberto Arturo Román Alarcón que en un momento fungió como lector crítico y que con sus sugerencias y observaciones me ayudó a mejorar mi trabajo, y además no le importó no haber visto antes mi trabajo, sino que al contrario, lo tomó y le dio lectura para realizar las observaciones que creyó pertinentes hacerle. 6 Al personal administrativo de la Facultad, por su apoyo incondicional para que yo sacara adelante este nuevo reto, sin el cual no me hubiera sido posible presentar este resultado. A la compañera de la Facultad de Economía, María Reyna Rangel, por su ayuda y colaboración en la elaboración de fichas y escrutinio de documentos en el Archivo del Registro Público de la Propiedad; sin su ayuda no hubiera terminado de revisar tantos libros y sacar la información que me fue tan valiosa para concluir este trabajo. A la Dra. María Eugenia Romero Ibarra, por brindarme su casa y su amistad. Además del grandísimo apoyo al aceptarme como estudiante de movilidad para realizar una estancia de investigación en la Facultad de Economía de la UNAM mediante el programa de ECCOES-Santander Universia convocado por la Universidad a través de la Dirección de Vinculación e Intercambio Académico. Así como por leer y revisar mí trabajo, y en cierta forma, guiarme para mejorarlo. Sin dejar de lado a la Facultad de Historia y a la propia Universidad Autónoma de Sinaloa. Así como también al equipo que colabora en la Maestría en Historia, pues gracias a los esfuerzos conjuntos se obtienen los mejores resultados para el engrandecimiento de nuestra alma mater. A todos y cada uno de ellos, mil gracias. 7 Introducción En los últimos años ha crecido el interés por analizar e investigar temas relacionados con la actividad empresarial, las empresas y los empresarios. Pese a ello, se presentan algunas dificultades y vacíos temáticos para el análisis de estos tópicos. Los estudios que se han realizado han obtenido resultados positivos y contribuido con lineamientos para continuar con el desarrollo de estas investigaciones en los diferentes ámbitos productivos. Uno de ellos es el estudio de las empresas y los empresarios en la agricultura. Tanto en México como en el extranjero existen estudios publicados sobre empresas y empresarios, los cuales ponen al descubierto nuevos enfoques, propuestas y una gran variedad de problemáticas que han sido abordadas dentro de la historia económica. La historia empresarial ha adquirido mayor dinamismo porque el interés de este objeto de estudio, ha aumentado no sólo en el área de la historia, sino también en otras disciplinas y ciencias sociales. La historia empresarial centra su atención en los actores humanos, en quienes cae la responsabilidad del manejo y funcionamiento de las empresas, poniendo énfasis en el “análisis histórico del desempeño y efecto de ciertos empresarios innovadores individuales o de ciertos grupos de empresarios de vanguardia” 1. En cambio la historia de empresas dirige su mirada al desempeño de las organizaciones económicas, poniendo especial atención “al análisis de los cambios en la organización económica de las compañías o corporaciones, cambios que son parte y reflejo de las transformaciones económicas y sociales en su conjunto”2. Los estudios empresariales en México son clasificados por corrientes como objeto de estudio, por la disciplina que los estudia y por la perspectiva teórica- 1 Carlos Marichal, “Avances recientes en la historia de las grandes empresas y su importancia para la historia económica en México” en Carlos Marichal y Mario Cerutti, Historia de las grandes empresas, México, Fondo de Cultura Económica, 1997, p. 10. 2 Ibíd., p. 10. 8 metodológica, dentro de los cuales se encuentran los estudios de capital y de empresas, los cuales se pueden ubicar en vertientes distintas. Algunas de estas vertientes pueden ser aquellas en las que la acción de los empresarios depende de estructuras y teniendo como resultado la adaptación a éstas de manera lineal o en forma preestablecida. Pero existen otras en las que se les toma como actor racional, es decir, donde el empresario actúa en razón de la utilidad logrando una relación más optima entre medios y fines3. También, nos encontramos con estudios que analizan a los empresarios por el rol o el estatus que desempeñan en una sociedad. Lo anterior nos indica cómo se pueden utilizar, combinadas o por separado, dos o más corrientes para este tipo de estudios. Para hacer un análisis social y no sólo económico, podemos emplear una teoría social que nos ofrezca “una variedad de concepciones y conceptos que permiten entrar en una nueva dimensión para comprender al sujeto en sus acciones, en contextos específicos y con visiones diferentes a través de sus prácticas”4. La historiografía económica nacional cuenta con escasos trabajos sobre la forma en que históricamente el entorno institucional influyó en el desarrollo y funcionamiento de las empresas agrícolas y cómo, en determinadas regiones, se conformaron verdaderos nichos de desarrollo empresarial. Este es el caso de los estudios sobre el noroeste mexicano, donde encontramos que grupos de agricultores que se dedicaban sobre todo a la exportación de sus productos agrícolas, como los hortofruticultores han venido usando los últimos adelantos de la tecnología agrícola y poseen un espíritu de innovación que les permite estar en condiciones de competir internacionalmente, y permaneciendo ligados estrechamente al mercado norteamericano5. 3 Marcela Hernández Romo, La cultura empresarial en México, México, Universidad Autónoma de Aguascalientes, 2004, p. 10. 4 Ibíd., p. 12. 5 Vease “Presentación” en Arturo Carrillo Rojas y Mario Cerutti (Coordinadores), Agricultura comercial, empresa y desarrollo regional en el Noroeste de México, Culiacán, Sinaloa, UANL, UAS, CONACYT, 2006, p. 9. 9 En Sinaloa, al igual que en otros estados de la República mexicana, la agricultura es el factor más dinámico de la economía regional. Es por eso que se ha convertido en objeto de estudio de muchos investigadores. “La historia socioeconómica de la agricultura sinaloense en el siglo XX figura entre los más atractivos temas para la investigación orientada al norte de México, en especial si el método asumido y las fuentes utilizadas se muestran aptos para plantear problemas y construir conocimientos nuevos”6. Mi interés por estudiar las empresas y los empresarios agrícolas en el valle de Culiacán es para darle continuidad a esta línea de investigación, que pone el acento en el desarrollo de la actividad empresarial. Para historiar esta parte del pasado económico de nuestro estado partimos de un contexto general (internacional, nacional y estatal) y a la vez estudiamos tanto al empresariado como a las empresas agrícolas, sus antecedentes históricos, tipo de empresa, sus propietarios y socios fundadores, mecanismos de financiamiento y vínculos establecidos con otros sectores productivos. Este trabajo de investigación formó parte de un proyecto más amplio denominado Empresa y agricultura de exportación en el Noroeste de México. Historia económica y tendencias actuales, que aunque formalmente terminó en 2006, los aportes de esta tesis coadyuvaron al cumplimiento de sus objetivos principales, entre los que destacaron: indagar el surgimiento y desarrollo del tejido empresarial (empresarios y empresas) dentro de un espacio biestatal, Sinaloa y Sonora; además de cubrir buena parte del siglo XX. El proyecto general se planteaba verificar las tendencias que se han generado en estas regiones y, determinar cuales han sido las perspectivas inmediatas del sector agro-empresarial que se estudia, poniendo especial énfasis en la producción, transformación y distribución del tomate. 6 Mario Cerutti, “Presentación” en Modesto Aguilar Alvarado, Los grandes agricultores del valle de Culiacán, Culiacán, DIFOCUR, 2003, p. 11. 10 Ubicamos nuestra temática dentro de la historia económica, que puede definirse como la historia de los hechos y de las vicisitudes económicas a escala individual, empresarial o colectiva7. Cabe destacar lo señalado por Douglas North (representante de la corriente neoinstitucionalista de la New School Economic History): la historia económica trata de la evolución de la economía del pasado. Su interés se centra en el problema del cambio económico, en particular en el estudio del crecimiento, estancamiento o declive de la economía; el bienestar de los grupos económicos; la organización y resultados de la gestión económica, implicando problemas de historia política y social 8. Como el objeto de estudio son las empresas agrícolas y la actividad empresarial, es importante considerar el concepto de empresa, planteado por algunos autores como Alfred Chandler, quien la concibe como la entidad legal destinada a la producción de bienes y/o servicios, constituida por el capital líquido y capacidades organizativas, a saber, los activos físicos y las habilidades humanas, funcionales y administrativas9. Esta definición se complementa con la de North, desarrollada en su libro Instituciones, cambio institucional y desempeño económico, quien nos dice que las organizaciones son entidades ideadas por sus creadores para aumentar la riqueza, el ingreso u otros objetivos definidos por las oportunidades que brinda la estructura institucional de la sociedad10. Algunos autores11 se han dedicado a abordar los aspectos teóricos y metodológicos de la historia empresarial, y uno de los clásicos sobre esta temática es Joseph A. Schumpeter, quien enriqueció con sus contribuciones los 7 Carlo M. Cipolla, Entre la historia y la economía. Introducción a la ciencia económica, Barcelona, Editorial Crítica, 1991, p. 112. 8 Douglas C. North, Instituciones, cambio institucional y desempeño económico, México, Fondo de Cultura Económica, 1993, p. 13. 9 Alfred D. Chandler, “What is a firm? A historical perspective” en European Economic Review,no. 36, North-Holland, citado por María de Jesús López López, La actividad empresarial y la agricultura comercial en el valle de Culiacán, 1948-1970, avances de tesis de doctorado, Culiacán, Sinaloa, Doctorado en Ciencias Sociales, UAS/UNISON, 2004, p.16. 10 Douglas C. North, Instituciones, cambio institucional…op. cit., p. 17. 11 Para el caso de México encontramos, entre otros investigadores que se han abocado al estudio de esta rama de la economía, a Mario Cerutti y Carlos Marichal, quienes han planteado nuevas formas de estudiar este tipo de historia. 11 estudios sobre empresarios. Uno de sus principales planteamientos trata de que el empresario es una persona innovadora por naturaleza. Caracteriza su actividad como “…simplemente hacer nuevas cosas o el hacer de una manera nueva, nuevas cosas que ya se habían hecho” 12. Además de considerar al empresario como un ser innovador, nos dice también que éste tiene que enfrentarse a la oposición del medio social en que se desenvuelve y para ello debe poseer cualidades que le permita tener la fuerza para hacerlo. Otro de sus planteamientos es el papel que le atribuye al empresario y su influencia en el contexto social. “No es sencillamente el incremento de los factores de producción existentes sino el uso incesantemente diferente que se hizo en estos factores lo que importa (…). De hecho buena parte del incremento en los factores y particularmente el capital físico fue el resultado más que la causa, de lo que podemos ahora identificar como actividad empresarial (…)”13. Schumpeter atribuye al empresario capacidades innatas y lo considera como el motor del desarrollo económico, por saber afrontar los riesgos que implica la creación y explotación de una empresa, además de quitarle importancia a otros factores como la influencia que tiene el contexto social dentro de esta actividad. Werner Sombart, otro erudito en la materia, mantuvo una postura similar a la de Schumpeter, considerando al empresario como “la fuerza impulsora en la economía capitalista moderna, por tanto, el empresario capitalista (…) es por consiguiente, la única fuerza productora, o sea la fuerza realizadora, creadora, como se deduce inmediatamente de sus funciones”14. Es con estos autores que se dieron los inicios de la formalización institucional y académica de la historia empresarial. 12 Joseph A. Schumpeter, Ensayos, Barcelona, Ed. Barcelona, 1966, pp. 222-223, citado por Ernesto Clark Valenzuela, Empresarios agrícolas del valle del mayo (1920-1934), Tesis de Maestría en Historia, Culiacán, Sinaloa, Facultad de Historia/UAS, 2004, pp. 5-6. 13 Ibíd. 14 Werner Sombart, El apogeo del capitalismo, Tomo I, México, Fondo de Cultura Económica, 1984, p. 29, citado por Ernesto Clark Valenzuela, op. cit., p. 6. 12 Otras teorías más recientes, como la de los distritos industriales,15 nos pueden ayudar a comprender la forma en que se desarrollaron y comportan las empresas agrícolas en la región. Aun cuando el objeto de estudio es la empresa y los empresarios agrícolas en el valle de Culiacán, no debemos dejar de lado otros casos semejantes suscitados en otras partes del mundo que nos ayuden a encontrar modelos o herramientas que nos permitan analizar la actividad empresarial. Ésta última tuvo su núcleo central en la agricultura comercial, dando paso al surgimiento de muchas pequeñas empresas dedicadas a la producción agrícola. La teoría que nos ayuda a estudiar el aglomerado de pequeñas empresas es precisamente la de los distritos industriales que se ha extendido al estudio de distritos agrocomerciales o agrícolas. Los estudios realizados a estos distritos, se han hecho desde diferentes puntos de vista. Geográficamente su desarrollo se dio de manera principal en el sur de Europa y el caso de Italia es uno de los más estudiados16. Las pequeñas empresas aumentaron, situación que aprovecharon las sociedades locales, beneficiándose la pequeña empresa de un tejido urbano compuesto de ciudades de tamaño pequeño y medio, distribuido y equipado sobre un territorio, que envuelve toda una red de empresas comerciales y artesanales, fábricas de producción en serie, servicios bancarios y administrativos, infraestructura de vías de comunicación y administración local. La hipótesis que se pretende comprobar en el presente trabajo es la siguiente: el desarrollo de la actividad empresarial en el valle de Culiacán de 1930 a 1950 se caracterizó por: la sobrevivencia de un grupo de empresarios agrícolas provenientes del cañedismo, las condiciones favorables para el incremento de la producción agroempresarial, la consolidación de pequeños y medianos 15 Por distrito industrial entenderemos el entramado o redes de empresas (pequeñas y medianas) especializadas en fases distintas del proceso de producción, que forman un sistema productivo conjunto, descentralizado, flexible y eficiente.www.gogle.com/distritosindustriales 16 María de Jesús López López, La actividad empresarial…op. cit. , p. 22. 13 productores agrícolas que aprovecharon las condiciones para acumular, y la constitución de nuevas empresas que en su mayoría se dedicaban a la producción agrícola y el agrocomercio. Como objetivo general nos planteamos estudiar las diferentes formas en que los empresarios agrícolas de nuevo y viejo cuño se organizaron para producir las tierras del valle de Culiacán en el periodo de 1930 a 1950, y los tipos de empresa que formaron. Además, demostrar la importancia que tuvo la agricultura comercial. Este trabajo de investigación se desarrolló en diferentes etapas, utilizándose diferentes enfoques y métodos. Una de las técnicas metodológicas que se emplearon fue el método deductivo: partiendo de lo general a lo particular. Otro procedimiento fue el hacer un análisis histórico, en el cual se realizó una búsqueda y análisis minucioso de la información bibliográfica y archivística, procesamiento, elaboración e interpretación de los procesos, para concluir con una exposición final. Para reforzar lo anterior fue necesario darle a la investigación un enfoque cuantitativo que permitiera procesar la información estadística. Las fuentes centrales que se utilizaron para lograr los objetivos de la investigación, además de la bibliográfica, fueron archivos regionales y nacionales. Entre ellos destacamos los siguientes: Archivo del Registro Público de la Propiedad, Archivo General de Notarias del Estado de Sinaloa, Confederación de Asociaciones de Agricultores de Sinaloa (CAADES), Unión de Agricultores del Río Culiacán, Archivo Histórico del Agua y Archivo General de la Nación. Gran parte de la bibliografía utilizada fue localizada en algunas bibliotecas especializadas en temas afines a este trabajo, por ejemplo: Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, Biblioteca del Banco de México, Biblioteca de SAGARPA y de la Universidad Nacional Autónoma de México (Biblioteca Nacional, Facultad de Economía e Instituto de Investigaciones Históricas). 14 El trabajo para su exposición quedó estructurado en cinco capítulos. El primero dedicado al contexto mundial en el que se abordan los inicios de la crisis de 1929, sus efectos en la economía mundial y particularmente sus repercusiones en la agricultura. Asimismo, se analizan cuáles fueron los efectos de la Gran Depresión en América Latina, incluyendo a México, y cuál fue la estrategia que siguieron los países latinoamericanos para salir de dicha depresión económica. Otro punto de este capítulo es el impacto que tuvo la Segunda Guerra Mundial en la agricultura y cual fue la actitud asumida por los países para salir adelante. En el segundo capítulo se recrea el ambiente nacional, en donde se destacan elementos importantes para esta investigación; la situación de la agricultura desde 1915 hasta 1934 en México, visto como un antecedente; el desarrollo de la agricultura mexicana de 1934 a 1950, sobre todo el papel que jugó la reforma agraria de esos años y el surgimiento de nuevos empresarios agrícolas; y para finalizar este capítulo, se analiza lo que es la empresa agraria-agrícola mexicana y el papel que desempeña el empresario dentro de la misma. En el tercer capítulo se aborda la situación de la agricultura en el contexto regional. Se toma como punto de partida el período posrevolucionario, en el cual se analiza la situación económica del Estado. Se examina la importancia que tuvieron las obras hidráulicas en la agricultura comercial, así como el papel que desempeñó la agricultura sinaloense en el período comprendido de 1930 a 1950. Y finaliza con la descripción de las primeras empresas agrícolas del estado, resaltando el caso de los ingenios azucareros y el surgimiento de nuevas empresas que se desarrollan a la par de la actividad garbancera, tomatera y algodonera. Al cuarto capítulo le corresponde la actividad que desarrollaron los empresarios agrícolas en el valle de Culiacán, poniendo de relieve el trabajo de algunos de los grandes empresarios dedicados a la actividad agrícola en Culiacán de 1930 a 1950. Se hace énfasis también en aquellas familias de corte empresarial radicadas en la ciudad, y su contribución al desarrollo económico de la entidad. 15 También se expone las condiciones que se dieron para el crecimiento de los pequeños y medianos productores agrícolas. Por último, en el capítulo cinco se presenta un acercamiento a una de las principales actividades realizadas por los empresarios agrícolas, la formación de agro-empresas. Éstas fueron localizadas principalmente en el Archivo del Registro Público de la Propiedad y en el Archivo General de Notarías del Estado de Sinaloa. En dicha muestra se refleja la constitución, disolución y aumento de capital de las agro-empresas en el periodo comprendido de 1930 a 1950. Además, se hace una clasificación de este tipo de empresas, tomando como punto de referencia lo estipulado en la escritura de constitución de las mismas. La clasificación de agro-empresas, se realizó de acuerdo con el objeto que cada una de ellas estipuló en su acta constitutiva, quedando divididas en empresas agrícolas, agro-comerciales, agro-industriales y de agro-servicios. 16 Capítulo I: El escenario mundial a) Los inicios de la crisis y la situación de la agricultura Con la Primera Guerra Mundial17 (1914-1918) el mundo entero se vio afectado, aunque sus estragos se padecieron principalmente en Europa. La difusión de las consecuencias de la guerra alcanzó un espacio muy amplio; desde México a China, y a través de los movimientos de liberación colonial, desde el Magreb hasta Indonesia, representando el aspecto más llamativo del derrumbamiento de la civilización burguesa del siglo XIX18. No hubo zona en el planeta en la que no se encontrara algún habitante que no hubiera sido afectado por esta conflagración mundial, incluidos los Estados Unidos de América y zonas del África colonial. Algunos de los problemas que surgieron, o bien se intensificaron durante los años que duró la guerra, fueron la gran demanda de alimentos de la población y de materias primas industriales, el problema de la mano de obra, pero sobre todo los problemas financieros a los que se tuvieron que enfrentar algunos países19. Sin embargo, el desarrollo de la economía, que había presentado ciertas dificultades y cambios relativamente pequeños, se volvió más complejo al finalizar la guerra. Esto provocó que muchos países modificaran la composición de sus actividades económicas. Es decir, la Primera Guerra Mundial marcó el fin de una etapa de desarrollo de la economía internacional caracterizada principalmente por el fuerte crecimiento del comercio y el movimiento de capitales, centrado éste en la producción y exportación de los productos primarios. Hubo también un gran caos financiero y 17 Esta guerra representó el conflicto armado a escala mundial más sangriento de la historia, desarrollado entre 1914 y 1918. Originado en Europa, por la rivalidad entre las potencias imperialistas, se transformó en el primero en cubrir más de la mitad del planeta. Fue nombrada también la Gran Guerra o la Guerra de Guerras. http://www.es.wikipedia.org/wiki/Primera_Guerra-Mundial. 18 Eric J. Hobsbawm, Historia del siglo XX, Buenos Aires, Crítica, 1998, p. 93. 19 Francisco Simón Segura, Lecciones de historia economía mundial, Madrid, Académicas, 2002, p. 211. 17 económico, sobre todo en Europa, creado por los gigantescos déficits presupuestarios, debido a que los gobiernos se vieron en la necesidad de pedir prestado a los magnates capitalistas para el financiamiento de la guerra; algunos países como los Estados habían gastado más de lo que sus posibilidades financieras les permitían. En algunos otros países, que no vivieron directamente la guerra, esperaban un período de bonanza como signo prometedor, aún cuando las empresas y los gobiernos veían con recelo el fortalecimiento del poder de la clase obrera y de sus sindicatos, que cada vez era mayor, porque esto ocasionaría que aumentaran los costos de la producción al exigir mayores salarios y menos horas de trabajo; pero la situación no se presentó así en Gran Bretaña, el desempleo no volvió a descender a menos del 10% y los sindicatos registraron una baja en el número de afiliados. Los países que habían permanecido neutrales a la guerra mundial, el mundo anglosajón y el propio Japón, entre 1922 y 1926, lograron el incremento de sus economías con el retorno de los viejos y firmes principios de la moneda estable garantizada por una situación financiera sólida y por el patrón oro, que no había resistido a los efectos de la guerra20. Alemania, después de la guerra, observó como el ahorro privado se esfumaba por completo a causa de una falta de capital circulante para las empresas, trayéndole como consecuencia la dependencia de su economía de créditos exteriores, principalmente de los Estados Unidos. El depender de la inversión norteamericana trajo consigo gran vulnerabilidad a la economía alemana, en especial cuando inició la Gran Depresión. Al registrarse un incremento en la economía mundial se tuvo la sensación de que un nuevo periodo de prosperidad y desarrollo había llegado. “El crecimiento económico se basaba sobre todo en una serie de industrias, que se desarrollaron mucho después de la guerra: la radio, aparatos electrodomésticos 20 Erick Hobsbawm, Historia del siglo…op. cit., p. 96. 18 y particularmente, la industria del automóvil”21. Estados Unidos, al concluir la guerra, se había convertido en el centro de la economía mundial, y para 1928 hubo señales de algunos mercados de artículos, que se acercaban a la saturación. Para los primeros meses de 1929 la economía estadounidense había progresado extraordinariamente; la población registraba un aumento de 76 millones en 1900, y para 1929 se incrementó a más de 121 millones; las expectativas de vida habían aumentado; se construyeron dos nuevas ciudades con un millón de habitantes cada una, cinco con más de medio millón y alrededor de 1500 poblaciones habían cambiado de rural a urbana; quienes contaban con un empleo vieron la reducción de sus horas de trabajo de casi 60 en 1900 a 44 en 1929; los precios al consumidor se rezagaron lo suficiente para permitir un aumento en los salarios reales de 10 a 20 por ciento. Lo anterior en su conjunto hacía que para 1929 reinara en Estados Unidos el optimismo, nadie podía imaginar la calamidad que estaba por llegar. La mayoría de las personas demostraba su interés por una de las instituciones más importantes de la economía estadounidense: la bolsa de valores. Para estas fechas la bolsa de valores había adquirido un auge importantísimo, había atraído a 10 millones de personas hacia ella, las cuales observaban con placer como crecían sus inversiones sin problemas ni esfuerzos. Ante ese panorama favorable, había otras señales que no indicaban lo mismo. En materia de precios, existía un desequilibrio entre los precios agrícolas e industriales. Los precios industriales aumentaron, mientras que los precios agrícolas tendían a la baja. “Entre 1925 y 1929 el índice mundial de precios de productos agrícolas mostraron una caída de 30 por ciento y un aumento de 75 por ciento en existencias”22. Es así como el desequilibrio industrial y la 21 Francisco Simón Segura, .Lecciones de historia económica..,op. cit., p. 223. Ismael Contreras Plata, Breve Historia del Siglo XX. Un siglo de revoluciones, contrarrevoluciones y guerras (frías y calientes), México, Casa Juan Pablos/LUS, 2004, p. 68. 22 19 evolución desfavorable de los precios agrícolas, en relación con los industriales, contribuyeron en cierta medida a la crisis que se originó en el año de 1929. En los años veinte los precios agrícolas habían mostrado una caída, pero a partir de 1929 la tendencia se mantuvo, y además se aceleró. “Con más del 67 por 100 de la población activa mundial que se dedicaba a la agricultura, la caída de los precios era un desastre y tuvo varias consecuencias importantes” 23. Una de esas consecuencias sería que los gobiernos de Francia, Alemania y España, entre otros, empezaron a modificar y aumentar las medidas proteccionistas que ya se aplicaban en los veinte. Algunos investigadores se han preguntado: “¿Qué hizo que la burbuja se reventara? Nadie sabe con exactitud a qué evento culpar. Pero cuando el auge terminó, fue como si una enorme presa se hubiera desbordado de repente. Todo el furor que se había concentrado durante dos años en la alza de las acciones, en unas cuantas semanas se concentró en derrumbarlas”24. El 29 de octubre de 1929, los tipos de cambio se vieron aplastados por una avalancha de ventas. No se registró ninguna oferta de compra, sólo de venta. El alza de valores que se había registrado en el año anterior, había desaparecido. Millones de personas que habían invertido en la bolsa, y que se sentían millonarias de por vida, descubrieron de un día para otro que eran pobres. La gran bancarrota representó la locura de las masas y dio lugar a la depresión más devastadora de la que se pudiera tener conocimiento. “Fue un acontecimiento de extraordinaria magnitud, que puso menos que el colapso de la economía capitalista mundial, que parecía atrapada en un círculo vicioso donde cada descenso de los índices económicos (exceptuando el del desempleo, que alcanzó cifras astronómicas) reforzaba la baja de todos los 23 Asa Briggs y Patricia Clavin, Historia contemporánea de Europa. 1789-1989, Barcelona, Crítica, 1997, p. 211. 24 Robert Heilbroner y William Milberg, La evolución de la sociedad económica, México, Prentice Hall, 1999, p. 97. 20 demás” 25. Entre 1929 y 1931 la producción industrial disminuyó aproximadamente un tercio en los Estados Unidos y de forma semejante en Alemania. Con la Gran Depresión26 se dio lugar a una serie de sucesos que repercutieron no sólo en Estados Unidos sino en el mundo entero: el Producto Interno Bruto (en adelante PIB) se redujo a casi la mitad de 1929 a 1933; en la producción final, desapareció uno de cada dos dólares, provocando el desempleo de un gran número de personas. Se considera que una de las razones para que ocurriera la Gran Depresión, se encuentra en la vulnerabilidad de una economía sostenida con una superestructura especulativa e insegura. La Gran Depresión de 1929-1933, transformada en una recesión mundial sin precedentes, dejó una profunda huella en la historia, no sólo de Estados Unidos, sino también de Europa. En ésta última, sus efectos se dejaron sentir a lo largo de los años treinta, hasta que volvió a participar en una lucha armada, esto es, en la Segunda Guerra Mundial. La economía de varios países europeos, en los siguientes cuatro años del inicio de la crisis originada en Estados Unidos, tocó fondo en distintos momentos. En 1931 Gran Bretaña abandonó el libre comercio, que había sido el elemento esencial de su identidad económica, lo que representó dramáticamente la rápida generalización del proteccionismo. La Gran Depresión obligó a algunos gobiernos occidentales a dar prioridad a las consideraciones sociales sobre las económicas en la formulación de sus políticas. “Durante la depresión, subvencionaron la actividad agraria garantizando los precios del productor, comprando los excedentes o pagando a los agricultores para que no produjeran, como ocurrió en los Estados Unidos desde 1933”27. 25 Eric Hobsbawm, Historia del siglo…op. cit., p. 98. La Gran Depresión fue una crisis económica mundial iniciada en octubre de 1929, y que se prolongó durante toda la década de 1930, siendo particularmente intensa hasta 1934. http://www.es.wikipedia.org/wiki/Gran_depresión. 27 Eric Hobsbawm, Historia del siglo…op. cit., p. 102. 26 21 Uno de los sectores que representaba mayor preocupación en este periodo, fue el sector agrícola y en especial el de los granos. La imposibilidad de cultivar o cosechar lo suficiente para tener un nivel de vida aceptable, era un problema para la mayoría de los productores del país. La demanda que había de los productos agrícolas era muy diferente a la de los productos manufacturados. Lo anterior se debía a que en el sector de la fabricación, a mayor productividad, menor costo. El sector agrícola productor de granos se encontraba básicamente en las granjas; y al contrario del sector fabril, cuando los precios de los alimentos bajaban, la gente no aumentaba su consumo efectivo en gran medida. “Los incrementos de la producción agrícola en general daban como resultado precios mucho más bajos pero no ingresos mucho más altos para el granjero” 28. Una combinación entre el terrible efecto de desconfianza y solvencia de los bancos y las compañías dominantes, la debilidad del sector agrícola, el desplazamiento tecnológico y la distribución inadecuada del ingreso, provocaron una interrupción virtual del crecimiento económico. Es por eso que la Gran Depresión se caracteriza, como un colapso tremendo y de larga duración en la tasa de formación de capital 29. Estados Unidos fue representado como la principal víctima de la crisis. Entre 1929 y 1932 sus importaciones cayeron un 70%, mientras que sus exportaciones descendieron un 50%30. Entre 1929 y 1939 se registró una caída de menos de un tercio en el comercio mundial. Algunos de los aspectos, que en cierta medida pueden explicar, en parte, la gravedad del desplome de la economía en el período de entreguerras son las conmociones vividas en la guerra y la posguerra y algunos problemas políticos europeos registrados en este período. 28 Robert Heilbroner y William Milberg, La evolución de la sociedad… op. cit., p. 99. Ibíd., p. 104. 30 Eric Hobsbawm, Historia del siglo … op. cit., p. 109. 29 22 Al igual que Gran Bretaña y Francia, los socialistas alemanes fueron víctimas de sus principios económicos, pues al comprometerse a tener presupuesto equilibrado, esto los llevó al recorte de subsidios de paro y del sueldo de los empleados públicos. Con todo esto se trató de dar solución a los desequilibrios que presentaba Alemania en los años de crisis. En mayo de 1931, la situación empeoró con la quiebra en serie de varios bancos alemanes. “Grandes sumas de dinero, nacional y extranjero, huyeron de Weimar, de modo que aún quedó menos dinero disponible para la inversión y para créditos que pudieran servir para reactivar la economía alemana” 31. La Gran Depresión se caracterizó como un colapso tremendo que alcanzó grandes magnitudes, además de larga duración en la formación de capital. Las causas principales que llevaron a ella fueron, sin mencionar los efectos de la guerra, la adopción de una estructura de crédito especulativa y vacilante que fue destruida por la caída de la bolsa de valores registrada en 1929, y por una política monetaria ineficiente a la ola de desempleo que se vivió en esos años por la baja productividad, especialmente en la fábricas, y a la inadecuada distribución del ingreso. En el caso de los países no industrializados, como los de América Latina, la Gran Depresión tomó otros matices. Éstos dependieron principalmente del grado de desarrollo capitalista o según se manifestaran los factores sociales y políticos internos. La paralización de las inversiones de capital extranjero ocasionó graves efectos en las naciones que iniciaban su despegue económico, como el caso de los países latinoamericanos, entre ellos México, Brasil y Chile, que eran dependientes tanto del crédito como del comercio con el exterior. 31 Assa Briggs y Patricia Clavin, Historia contemporánea de… op. cit., p. 285. 23 b) La Gran Depresión en América Latina La Gran Depresión se asocia generalmente con la quiebra de la bolsa de Wall Street en Nueva York, en octubre de 1929, y los problemas posteriores en las actividades productivas. Antes de esa fecha, ya se habían presentado algunas señales de alarma en América Latina, que fueron contrarrestadas posteriormente por la expansión de los precios de los bienes primarios que beneficiaron a todas las economías latinoamericanas. Las repercusiones de la crisis de 1929 en América Latina, se observan claramente al desplomarse el precio mundial de los productos destinados a la exportación, provocando que sus finanzas se vieran quebrantadas32. Para esta región la crisis tuvo un impacto desastroso, no sólo en la economía, sino principalmente en el sistema político, viéndose reflejado en el derrumbe de la mayor parte de los equilibrios logrados en un periodo anterior, basados en la bonanza. Cuando la crisis se propagó con gran intensidad por América Latina, ésta puso fin al modelo de crecimiento que se basaba en la expansión continua de exportaciones de productos agrícolas y mineros, además del incremento de los ingresos de la oligarquía ligada a los sectores exportadores. La crisis, que afectó tanto los precios como el volumen de las exportaciones, dejó a dichas exportaciones en un nivel comparable al de 1900, cuando éstas cayeron a un nivel extremadamente bajo. Ante estas condiciones, se tuvo que optar por un nuevo modelo de crecimiento, con el que se adoptaría una política proteccionista y más nacionalista, lo que obligó a los Estados a tomar una serie de iniciativas industriales y financieras, con las cuales “además de mermar considerablemente los fondos públicos, facilitaron el traspaso de los intereses de la oligarquía hacia las incipientes estructuras industriales”33. Es entonces cuando la estructura de producción 32 Eric Hobsbawm, Historia del siglo… op. cit., p. 112. Jacques Chonchol, Sistemas agrarios en América Latina. De la etapa prehispánica a la modernización conservadora, Chile, Fondo de Cultura Económica, 1996, p. 126. 33 24 agraria, que se encontraba volcada hacia la exportación, comenzó a orientarse hacia el mercado interno. En América Latina, a mediados de los siglos XIX y XX, nacieron y se desarrollaron algunos complejos agroexportadores, los cuales tuvieron gran importancia debido a que marcaron de manera fundamental la geografía económica del continente. Entre los principales encontramos el complejo agropecuario de la pampa argentina, la región cafetalera del centro-sur de Brasil, la expansión agrícola de la costa peruana, las transformaciones agrarias en América Central, con el café y las plantaciones bananeras y, no podía faltar, el complejo azucarero cubano. La agricultura azucarera en Cuba y Puerto Rico le había arrebatado el dominio a España y el cultivo de plátano en América Central y en Colombia se desarrolló con la actuación de la United Fruit Company; compañía que establecía sociedades, para después controlar a los grupos de latifundistas criollos. En Brasil, el azúcar y la agricultura de plantación fueron desplazadas por la plantación cafetalera del área de Sao Paulo. Aun cuando la esclavitud había sido suprimida, las condiciones de la agricultura de plantación no variaron mucho, se continuaba empleando mano de obra esclava en las plantaciones. En Venezuela la agricultura entró en decadencia ante el auge petrolero. En Colombia, el minifundio cafetalero del occidente desplazó al hacendado andino tradicional en el control de los mercados foráneos. La agricultura antillana se asociaba a un minifundio que producía los alimentos, ubicado en la periferia de las áreas marginales con desarrollo de cultivos de primera importancia. Argentina, Paraguay y Uruguay produjeron una expansión de la agricultura y la ganadería al impulsar el avance de las vías de transporte, hasta lograr cubrir casi todo el territorio con agricultura cerealícola y ganadería extensiva. La agricultura chilena, que había sido desplazada de los mercados internacionales, se concentró en los mercados del norte árido, que vivía el auge salitrero; después pasó a la producción de alimentos, que fue deficiente ante el 25 crecimiento demográfico y la urbanización. Para esto, “las estructuras de la tenencia de la tierra y las relaciones sociales de producción no sufrieron modificaciones hasta la década de los años sesenta”34. Después de los procesos revolucionarios de 1910 y 1952 por los que atravesaron México y Bolivia, la agricultura se reformó. En ambos casos el objetivo primordial fue la restauración de la propiedad usurpada al indio, eliminando casi al latifundio. Para el caso de México, el latifundio se volvió a restaurar, mientras que la agricultura de Bolivia fue suplantada por la colonización del oriente, provocando así la incapacidad de elevar el nivel de vida del campesinado. En México, la crisis de 1929 afectó algunos de los niveles de actividad económica. “El valor de las exportaciones, que de 1926 a 1929 descendió como resultado de la persistencia de la baja en la producción del petróleo, se abatió aún más rápido, hasta registrar en 1932 casi un tercio de su valor de 1929” 35. En proporción similar, las importaciones también descendieron. Entre 1929 y 1932 el PIB mostró un descenso anual del 6.3 por ciento. Los sectores que menos soportaron la depresión fueron la ganadería, la energía eléctrica y el comercio. La producción agrícola, compuesta en gran medida por cultivos de subsistencia, no resintió tanto los efectos de la crisis, a excepción del algodón. Otros cultivos de exportación como el henequén y el café, se mantuvieron un tanto alejados de sus anteriores niveles de producción. No ha sido posible demostrar que para México haya habido algún cambio significativo en la estructura de sus importaciones en el periodo que siguió a la Gran Depresión36. 34 Rigoberto García, F. Cordero/A. Izquierdo, Economía y geografía del desarrollo en América Latina, México, Fondo de Cultura Económica/Economía Latinoamericana, 1987, p. 440. 35 Leopoldo Solís, La realidad económica mexicana, reprovisión y perspectiva, México, Siglo XXI, 1993, p. 86. 36 Leslie Bethell, ed., Historia de América Latina. II. Economía y sociedad desde 1930, Barcelona, Crítica/Cambridge University Press/Grijalbo Mondadori, 1997, p. 15. 26 Durante los años veinte las repúblicas latinoamericanas habían adoptado y retomado el patrón oro: “Cuando cayeron las exportaciones, el oro o las divisas serían drenados por el país, lo que disminuiría la masa monetaria, el crédito y la demanda de importaciones: a su vez la contracción monetaria rebajaría el nivel de precios, lo que haría más competitivas las exportaciones y más caras las importaciones”37. Con lo que se suponía que el ajuste al desequilibrio externo sería automático. Sin embargo, no ocurrió lo que se esperaba. Los países que trataron de seguir las reglas del patrón oro vieron como sus reservas auríferas y divisas caían rápidamente. Sólo tres países suspendieron la vigencia del patrón oro, Argentina, México y Uruguay, antes de que Gran Bretaña dejara de vender este metal y divisas sobre pedido. A finales de 1930, Argentina, Brasil, Paraguay, Perú y Uruguay, vieron como sus monedas se depreciaron en más del 5% respecto al dólar desde el fin del año anterior. La decisión de Gran Bretaña y Estados Unidos de abandonar el patrón oro forzó a las repúblicas a afrontar el problema de la manipulación del tipo de cambio. Algunas de las pequeñas repúblicas vincularon su moneda con el dólar norteamericano. La suspensión del patrón oro y la adopción del control de cambios trazó una separación entre ajuste externo e interno. Las políticas de estabilización de cada economía frente a la depresión intentaron la restauración del equilibrio interno y externo a corto plazo, sin embargo esto no ocurrió así. Estas políticas tuvieron consecuencias a largo plazo, sobre todo en aquellos países donde afectaron de una manera permanente a los precios relativos. Si el impacto negativo de la crisis de 1929 afectó a toda Latinoamérica, la rehabilitación que se hizo evidente a partir de 1935 marginó en cambio a los países más pequeños38. El elemento de la reactivación económica se 37 Ibíd., p. 17. Tulio Halperin Donghi, Historia contemporánea de América Latina, Madrid, Historia Alianza Editorial, 2000, p. 367. 38 27 encontraba en la industrialización, cuyo requerimiento era que el mercado nacional alcanzara cierta dimensión, por debajo de lo cual sería simplemente incapaz de sostenerla; “así, para más de un país centroamericano y aún otros, como Ecuador, cuya población más numerosa mantenía niveles de consumo muy bajos o estaba mal integrada al mercado, el impacto de la caída de los volúmenes y precios de sus exportaciones no iba a encontrar atenuantes”39. Los países grandes 40 como México, Brasil y Argentina; y los medianos, como Chile, Perú y Colombia, y alguno pequeño, como Uruguay, fueron quienes iban a vivir en la segunda parte de la década de 1930 una rehabilitación en la que se incluirían avances significativos en la diversificación de su estructura económica. La recuperación de los efectos de la depresión se inició a partir de 1932, dejando fuera a Honduras y Nicaragua. Como se observa en el cuadro siguiente, dependiendo de la velocidad de su recuperación, los países latinoamericanos pueden agruparse en tres categorías. Cuadro 1 Crecimiento de los países latinoamericanos en la década de 1930 ISI ASI Crecimiento de la Exportación Brasil Países de Recuperación Rápida . o Chile . o Costa Rica . Cuba Guatemala o 39 Ibíd, p. 367. Clasificados como grandes, medianos o pequeños por algunos investigadores por su extensión territorial únicamente y no en función de su economía u otro aspecto en particular. 40 28 México . Perú . o o Venezuela Argentina Países de Recuperación Media . Colombia . o El Salvador Honduras Países de Recuperación Lenta Nicaragua Uruguay . FUENTE: Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Serie histórica del crecimiento de América Latina, Santiago de Chile, 1978; en Leslie Bethell, ed., Historia de América Latina. II…op. cit., p. 11. ISI: Industrialización de Sustitución de Importaciones. ASI: Agricultura de Sustitución de Importaciones . Índice de producción manufacturera neta respecto al PIB que se asume que aumentó significativamente. . Índice de la Agricultura para consumo interno (ASI) respecto al PIB que se supone aumentó significativamente. o Índice de la exportación respecto al PIB que se considera haber aumentado significativamente en términos reales o nominales. En el primer grupo se encuentran Brasil, Chile, Costa Rica, Cuba, Guatemala, México, Perú y Venezuela, los cuales obtuvieron un crecimiento del 50% de su PIB real entre 1931, 1932 y 1939. Un segundo grupo compuesto por los países que tuvieron un crecimiento del 20% de su PIB real en las mismas décadas: Argentina, Colombia y El Salvador, donde entran también Bolivia, Ecuador, República Dominicana y Haití. El tercer y último grupo es el de los perdedores, 29 dado que son países pequeños que no pudieron establecer mecanismos de sustitución de importaciones industriales: Honduras, Nicaragua y Uruguay41. Cuadro 2 Evolución económica en América Latina en las décadas de 1940 a 1960 Argentina Brasil Chile Colombia México Perú Venezuela América Latina % PIB 19451972 3.8 6.9 4.1 5.1 6.5 5.3 5.7 5.3 Ind/PIB 1940 22.6 15.2 19.7 9.1 16.6 7.8 - % Ind 19451972 4.4 8.4 5.2 6.6 7.4 7.3 9.9 6.8 Productividad Total Agricultura Industria 3.1 5.5 2.9 2.6 3.1 4.1 - 3.9 5.9 3.3 3.0 3.3 6.0 - 8.5 2.4 5.4 6.0 4.4 5.5 - FUENTE: Informaciones de CEPAL reelaboradas por R. Thorp, Progress, Poverty and Exclusión, Inter-American Development Bank, Baltimore, 1998, en Marcello Carmagnani, El otro Occidente, América Latina desde la invasión europea hasta la globalización, México, Fondo de Cultura Económica/Fideicomiso Historia de las Ameritas/El Colegio de México, 2004, p. 320. Durante la recuperación, el crecimiento del consumo privado era una condición necesaria para el crecimiento industrial de los años treinta. El consumo privado fue fomentado por la recuperación del sector exportador y por políticas fiscales y monetarias poco estrictas. “Pocas instituciones privadas se dedicaron principalmente a proporcionar créditos al consumo, de modo que la demanda de bienes duraderos de alto precio era aún muy modesta; si embargo, el 41 Ronny Viales Hurtado, “Aportes Teóricos. La crisis de 1929 en América Latina: del viejo paradigma al nuevo paradigma explicativo. Alcances y limitaciones” en Revista de historia de América, núm. 126, enero-junio 2000, México, Instituto Panamericano de Geografía e Historia, 2000, p. 100. 30 consumo de bienes perecederos, tales como bebidas y tejidos, experimentó un incremento sustancial”42. Con la recuperación del sector exportador, se contribuyó al aumento de la capacidad importadora y a la restauración de tasas positivas de crecimiento económico. El éxito de la recuperación fue variable, sin embargo el impacto de la depresión es más breve y ligero en los países que a pesar de la crisis lograron eliminar todas las barreras a las importaciones como es el caso de Venezuela y Cuba, que en otros países más desarrollados de Europa. En el siglo XX se inicia en América Latina el sólido predominio norteamericano en el Caribe y el británico en América del Sur; fueron una serie de acontecimientos los que dieron paso a las inversiones norteamericanas, destinadas principalmente a la agricultura. Algunos de estos sucesos fueron la guerra hispano-norteamericana y la ocupación de algunas naciones independientes, como la que se dio con la segregación de Panamá. El desarrollo de la agricultura capitalista tuvo efectos sumamente variados, en especial sobre las sociedades agrarias que ya existían en América Latina. “Los cambios ocurridos en la América Latina en las últimas décadas demuestran lo equívoco que sería definir el subdesarrollo como un estado de estancamiento, como una capacidad radical de incapacidad social y tecnológica del sistema latifundista o como la resistencia congénita del aparato productivo para responder a las demandas de la economía de mercado” 43. La estructura agraria latinoamericana sufre una transformación, presentando una dinámica de crecimiento. Los grandes propietarios de la época, en Argentina, Uruguay, Chile, Brasil, México y otros países asumieron posiciones en actividades especulativas o 42 Leslie Bethell, ed., Historia de América Latina… op. cit., p. 28. Antonio García, Desarrollo agrario y la América Latina, vol. 41, México, Fondo de Cultura Económica, 1981, p. 9. 43 31 empresariales de nuevo tipo44. Algunas de las riquezas alcanzadas por ellos fueron derivadas de la actividad comercial e industrial, volcadas principalmente a la compra de tierras. Sin embargo, ni el latifundio ni el minifundio se mostraron aptos para una producción agrícola mayor y más diversificada. “En el latifundio, que era el sistema dominante y el que por tanto interesa realmente, el propietario no hace uso de sus riquezas para el desarrollo y diversificación de la capacidad productiva de sus tierras” 45. Muchos de los latifundios que resistieron al fraccionamiento y cambio de dueños, crecieron aún más, al mantenerse la propiedad de la tierra como forma segura de prestigio social y de conservación de la riqueza. En el siguiente cuadro se observa como se encontraba distribuida y clasificada la tierra agrícola dependiendo de tamaño de la propiedad que poseían algunos de los países latinoamericanos para la década de 1940. Cuadro 3 Distribución porcentual de la tierra agrícola dependiendo de los diferentes tamaños de la propiedad (1940) País Argentina Brasil Colombia Chile Ecuador Guatemala Subfamiliar 3 0 5 0 20 15 Grupo de tamaño Familiar Multifamiliar Multifamiliar grande 46 15 36 6 34 60 25 25 45 8 13 79 19 19 42 13 32 40 Total 100 100 100 100 100 100 FUENTE: S. L. Barraclough y A. L. Domike, “Agrarian structure in seven Latin American countries”, Land Economics, Vol. XLII, Madison, p. 402; en Rigoberto García, F. Cordero/A. Izquierdo, Economía y geografía del desarrollo en América Latina, México, Fondo de Cultura Económica/Economía Latinoamericana, 1987, p.441. 44 Gustavo y Helene Beyhaut, Historia Universal Siglo XX. América Latina. III. De la independencia a la Segunda Guerra Mundial, México, Siglo XXI Editores, 1990, p. 179. 45 Ibíd, p. 179. 32 Las dificultades que se presentaron en la producción agrícola provocaron diversos predicamentos, denuncias, políticas de subsidios e intentos de colonización y de reformas agrarias. El latifundio era lo que predominaba ante el estancamiento de la producción agrícola. El caso mexicano fue la excepción gracias a su reforma agraria puesta en marcha, así como por las importantes transformaciones registradas en zonas donde se aplicaron con mayor intensidad capitales a la producción agrícola que, como hemos dicho antes, en su mayoría era inversión norteamericana. El progreso tecnológico ha representado la más importante fuente de incremento económico para proveer de recursos de la humanidad. Dentro de la agricultura, estos progresos han sido rápidos en varios campos, entre los que destacan la genética vegetal y animal, el uso de fertilizantes complejos, el empleo de inseminación artificial, entre otros. La agricultura adquiere así el carácter de una actividad productiva que reduce su retraso secular respecto a la industria. El crecimiento agrícola es un proceso que indica el ritmo y condiciones de expansión, articulación y mejoramiento de la estructura productiva, en respuesta a ciertos estímulos o demandas efectivas de la economía de mercado como efecto de ciertas corrientes de inversión orientadas hacia la readecuación de tierras y hacia la utilización del sistema tecnológico inserto en el modelo de modernización capitalista: de ahí que ese proceso se mida, usualmente, en términos de cantidad y tipos de insumos industriales transferidos a la empresa agrícola, de inversiones tecnológicas o de incrementos de productividad y del producto por habitante46. Con la modernización de la agricultura latinoamericana, va implícita la llamada Revolución Verde47, que perpetúa la subutilización de los recursos naturales y 46 Antonio García, Desarrollo agrario y la América… op. cit., p. 11. Cynthia Hewitt nos dice que la denominación para este fénomeno es algo imprecisa, ya que ha sido utilizada para designar cualquier cosa, desde un tipo concreto de investigación genética 47 33 humanos de los cuales se tienen en abundancia, acentuado así la capitalización intensiva que permite el predominio de latifundio. El progreso técnico no es en lo agrícola algo neutral, ya que sus alternativas de intensificación del uso de recursos ofrecen resultados socialmente previsibles. La industrialización en los años treinta provocó un cambio importante en el panorama económico de los principales países latinoamericanos. Los textiles y los alimentos elaborados continuaron siendo las ramas más importantes de las manufacturas, aunque otros sectores empezaron a adquirir importancia, como el de los metales. A finales de la década de 1930, la participación de la industria en el PIB era modesta. Sólo en Argentina la participación adquiriría el 20 por 100, e incluso la agricultura era todavía más importante. Pese a su esfuerzo industrial, en 1939el sector manufacturero de Colombia representaba menos del 10 por 100 del PIB real. Brasil y México habían hecho un progreso destacado hacia la industrialización, pero el producto neto de las manufacturas per cápita en ambos países estaba muy por debajo de los niveles de Argentina, Chile y Uruguay48. En los años treinta el sector industrial afrontó otros problemas. Este sector, atraído por el mercado interno, no tenía incentivos para superar sus abundantes ineficiencias y para competir en el mercado exportador. El cambio en los precios relativos de los bienes nacionales y extranjeros favoreció a la agricultura de sustitución de importaciones tanto como a la industrialización. El modelo basado en la exportación había llevado la especialización hasta el extremo de que la importación de muchos alimentos y materias primas era necesaria para satisfacer la demanda interna. hasta una estrategia general de modernización agrícola. Sin embargo para ella, la “Revolución Verde” es algo más que una investigación de laboratorio y algo menos que una estrategia de modernización; “es la introducción de un paquete determinado de prácticas e insumos (con la utilización de semillas mejoradas, la aplicación de fertilizantes, insecticidas y la cuidadosa regulación del agua) necesarios para explotar el potencial de elevados rendimientos de que se dotó mediante la investigación genética a nuevas variedades de granos alimenticios”, Cyntia Hewitt de Alcántara, La modernización de la agricultura mexicana, 1940-1970, México, 5ta. edición, Siglo XXI editores, 1985, pp. 12-13. 48 Leslie Bethell, ed., Historia de América Latina… op. cit., p. 38. 34 El cambio en los precios relativos proporcionó una oportunidad para modificar lo anterior y alentó la producción de la agricultura para el consumo interno. En el área del Caribe fue particularmente la expansión de la agricultura en este sentido. Aun cuando la agricultura de sustitución de importaciones fue la principal actividad en las pequeñas repúblicas de América Central y el Caribe, afectó también a América del Sur. c) La Segunda Guerra Mundial: su impacto en la agricultura El estallido de la Segunda Guerra Mundial trajo consigo un obligado incremento en los gastos del gobierno estadounidense. Con la guerra, éstos aumentaban año tras año. En 1944 los gastos federales sumaban más de 100 mil millones de dólares, y con él se presentó un aumento equivalente en el PIB. En 1945, el PIB de Estados Unidos había registrado un aumento del 70% en términos reales comparado con 1939 y el desempleo disminuyó sorprendentemente. Con la guerra, surgió un cambio muy marcado en la actitud tanto hacia el gobierno norteamericano como hacia la economía en general. Tras cuatro años de esfuerzos sin comparación, se observa con mayor familiaridad la fuerza del sector público; de igual forma, recordaban los días de desempleo masivo con un nuevo sentimiento de vergüenza, después de cuatro años de lograr una producción sin precedentes49. Pero los estadounidenses miraban hacia delante, hacia el periodo de posguerra. “Casi todos los economistas, al contemplar la gran reducción en los gastos como consecuencia del fin de las hostilidades, temían la aparición de un nuevo y numeroso ejército de desempleados” 50. Se respiraba un ambiente de intranquilidad por las posibilidades políticas de un regreso a la década de los años treinta. 49 50 Robert Heilbroner y William Milberg, La evolución de la sociedad… op. cit., p. 115. Ibíd., p.115. 35 Al término de la guerra en 1945, en un periodo corto de un año, los gastos federales se redujeron casi tres cuartas partes, y se esperó con tensión la reducción en el empleo, en los ingresos y en los precios. “En vez de ello, enfrentó el evento menos esperado: un auge cada vez mayor” 51. El desempleo se duplicó, aumentando a 2 millones, sin embargo seguía siendo menos del 4% de la fuerza laboral. El número de personas con trabajo iba en aumento: en 1945 eran 54 millones de empleos; en 1946 aumento a 57 millones; 1947 registró un aumento de 60 millones; y para 1950 el aumento había sido de 63 millones52. Después de la Primera Guerra Mundial y de la Depresión de 1929, la Segunda Guerra Mundial representó otro golpe para el modelo basado en la exportación. Este último golpe trajo como consecuencia que los países más grandes del continente americano estuvieran preparados para responder a la necesidad de una fuente endógena de dinamismo económico. Los costos de producción no sólo no impidieron que las industrias de los países mayores de América Latina conquistaran el mercado interno, sino que avanzaran sobre la exportación. Uno de los efectos más importantes y sobresalientes de la guerra fue el crecimiento de las exportaciones como respuesta a la creciente demanda de productos primarios, y esto benefició a ciertos sectores empresariales de la agricultura, los ligados al mercado externo, principalmente los grandes y medianos. 51 52 Ibíd., p. 116. Eric Hobsbawm, Historia del siglo… op. cit., p. 116. 36 Capítulo II: La agricultura mexicana y la empresa agraria a) La agricultura y la situación agraria en México (1915-1934) En México, después de la revolución, se puede afirmar que hubo una continuidad del modelo económico porfirista. Los más ricos continuaron disfrutando una situación de privilegio, ya que las verdaderas razones por las que pelearon los líderes revolucionarios contra las fuerzas del antiguo régimen fueron para asegurar el dominio sobre una región o incluso del propio país y no para cambiar las injusticias cometidas con los grupos más desprotegidos. Por ejemplo, la hacienda porfiriana, que subsistió a la revolución, fue una empresa en la que el terrateniente era el encargado de buscar un equilibrio estable respecto a la producción. La hacienda representaba el vínculo que se expresaba en la relación de la propiedad latifundista53. En el periodo comprendido de 1915 a 1934, en nuestro país se desarrollaron intensas luchas que fueron propiciadas, entre otros factores, por el deseo de obtener tierras. Al inicio de estos años Venustiano Carranza, como portavoz de la concepción burguesa de las transformaciones agrarias, se vio obligado a promulgar su famoso Plan de Veracruz54 (6 de enero de 1915), en el que se decretaba que las tierras se entregaban únicamente dentro de los estados y quienes podían efectuar tales entregas eran los gobernadores o los jefes militares55. Durante su mandato, cuando las cosas se salían de control o se ponían peligrosas, hacía concesiones, nunca más de las necesarias, con el fin 53 Roger Bartra, Estructura agraria y clases sociales en México, México, Serie popular Era, 1974, p. 122. 54 En este Plan es promulgada la Ley Agraria de 1915, la cual señalaba que todas las tierras enajenadas después de 1856 serían devueltas a sus antiguos propietarios y los que no las tuvieran deberían de recibirlas de la expropiación de los propietarios privados. Arturo Román Alarcón, “Reforma agraria y producción agrícola en Sinaloa (1934-1940)” en Arturo Carrillo Rojas, Mayra Lizzete Vidales Quintero y Rigoberto Rodríguez Benítez (Coords.) Contribuciones a la Historia Económica, Social y Cultural de Sinaloa, Archivo Histórico General del Estado de Sinaloa, Asociación de Historiadores de Sinaloa, A. C., Facultad de Historia, Culiacán, 2007, p. 95. 55 Michel Gutelman, Capitalismo y reforma agraria en México, México, Ediciones Era, 1974, p. 89. 37 de conservar el orden y mantener, sino satisfechos en su totalidad por lo menos sí en calma a los campesinos. Aun cuando se promulgaron algunos decretos de aplicación para otorgar dichas concesiones, éstos no sirvieron de mucho. Algunas leyes, consideradas como ineficaces, eran reemplazadas por otras que lo eran más. Dicha ineficiencia se explicaba por “la imprecisión de los objetivos asignados al legislador, imprecisión a una verdadera dualidad del poder entre dos clases de intereses divergentes: la burguesía rural y el campesinado pobre” 56. Además, fue notorio el esfuerzo de Carranza por frenar la reforma agraria. La realidad es que bajo su régimen las distribuciones de tierras no correspondían a una decisión libre del Ejecutivo, sino más bien al reconocimiento por su parte de las ocupaciones de tierras realizadas por los campesinos57. El reparto de los títulos otorgados en aquella época no fue más que una farsa, ya que sólo era la legalización de la apropiación de tierras de manera espontánea por los campesinos. La oligarquía impuso, además, un sistema de dotación provisional, la cual era sometida a la aprobación de la Comisión Nacional Agraria, que era quien finalmente decidía. En un decreto de 1916 se suprime el procedimiento de “dotación provisional”. En el transcurso de 5 años de régimen carrancista, se les entregó a alrededor de 50 mil campesinos una parcela de tierra a cada uno, pero fueron millones los que habían luchado para obtener ese beneficio. Los que quedaron fuera de la dotación de tierras, tenían que esperar para ver si en los años siguientes serían los próximos agraciados. De no ser así se continuaría con la lucha agraria. En 1920, el general Álvaro Obregón no pudo librarse de las presiones de las diferentes clases sociales que se enfrentaron, y que produjeron una semiparálisis de la reforma agraria. Aún así durante su mandato y que fue de seis años, se distribuyeron cerca de 500 mil hectáreas, más que Carranza en 5 56 57 Ibíd., p. 88. Ibíd., p. 88. 38 años; aunque después disminuyeron las superficies repartidas, pues para 1922 fueron sólo 176 mil 543 hectáreas58. Las leyes y decretos de aquella época dejaron en evidencia que la oligarquía terrateniente mantenía su poder, por lo que era necesario hacerle algunas concesiones. Fue durante su periodo que se tomaron medidas para proteger el desarrollo del capitalismo en la agricultura, restableciéndose el sistema de dotación provisional, con el fin de evitar ataques a las pequeñas propiedades privadas. Asimismo, completó esta medida con otras muchas decisiones legislativas, logrando la transformación de la legislación agraria en una intricada selva jurídica.59 Con lo referido en la Constitución de 1917, la transformación de las relaciones de propiedad en el campo se efectuaba de dos modos: la aceleración de entrega de tierras a los campesinos y la creación de “pequeños propietarios”. Con Obregón, se implementó la segunda solución. Para él, la reconstitución de los ejidos representaba una necesidad política, con la que no estaba muy satisfecho, ya que deseaba librarse de ella cuanto antes. Aún cuando se esperaba que la propiedad privada se estableciera en todas partes, no quedaba más remedio que apoyar la reconstitución de los ejidos, sin embargo, la historia de México que los campesinos conocían “había demostrado ampliamente, que los pequeños agricultores privados sin protección rápidamente eran despojados por los latifundistas” 60. El ejido representaba para Obregón la escuela en la que se crearían ejidatarios capaces de transformarse en campesinos propietarios. Para hacer frente a la presión campesina, Obregón aceleró el ritmo de la reforma pero aún así esto no permitía deducir el triunfo definitivo de la 58 Ibíd., p. 89. Ibíd., p. 90. 60 Ibíd., p. 91. 59 39 concepción pequeño-burguesa61 y campesina del desarrollo capitalista. Después del inicio de la revolución y casi una década de la promulgación de la ley de 1915, se repartieron 1 millón 400 mil hectáreas de tierra a 187 mil 700 ejidatarios, no obstante los campesinos seguían viviendo en la miseria junto a las haciendas, cuya superficie era mayor al monto total de las tierras distribuidas en el año. Plutarco Elías Calles, quien sucedió a Obregón en 1924, era partidario de la pequeña propiedad privada, y reforzó las bases jurídicas sobre las cuales iba a desarrollarse sólidamente este tipo de propiedad. Además, promulgó en 1925 las leyes en las que planteaba el principio de una división obligatoria de los ejidos en parcelas individuales y señalaban el inicio de la intervención del Estado en la vida interna de éstos. Calles también promulgó la Ley de Irrigación en 1926, de la cual nació la Comisión Nacional. Esta Ley dio paso a una política de irrigación en todo el país, solicitada principalmente por los empresarios agrícolas de Sinaloa y del noroeste, quienes con este tipo de obras serían los más beneficiados, ya que se contaría con mayor riego y más hectáreas de tierras dedicadas a la agricultura, abriéndose así grandes obras hidráulicas como las presas. Derivada de la política agraria establecida por Calles, la empresa agrícola se fortaleció, gracias a que continuaron las concesiones y los permisos para aprovechar de mejor forma el agua de los ríos utilizándola para el riego 61 Se entiende ante todo por pequeño burguesía, sobre el plano económico, la pequeña producción y la pequeña propiedad; fue usado correctamente por Marx y Engels para designar a los pequeños productores capitalistas. Más tarde ha sido corrompido aplicándoselo al campesinado en general. Nicos Ar Poulantzas, Fascismo y dictadura: la tercera internacional frente al fascismo, 1998, p. 277 y José Luis Calva, Los campesinos y su devenir en las economías de mercado, 1988, p. 485 en http://www.books.google.com.mx/books. 40 agrícola, como se dieron algunos casos destacables en Guasave, Sinaloa, Angostura, Mocorito y Ahome 62, ocurriendo lo mismo en Culiacán y Navolato. De 1928 a 1934, el Estado mexicano fue sucesivamente dirigido por tres presidentes distintos (Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo L. Rodríguez), pero fue el ex presidente Calles quien siguió moviendo ocultamente los hilos de la política mexicana en general y la agraria en particular. Durante la administración de Emilio Portes Gil, se repartieron casi 6 millones de hectáreas, que representaron un gran número en un período tan breve. A la llegada de Pascual Ortiz Rubio a la Presidencia de la República, se consideró que había llegado la oportunidad de reconstruir los vínculos del gobierno con los campesinos y plantear una nueva política agraria. Sin embargo, siendo Calles el poder tras el trono, no permitió que se diera un reparto tan grande como el del anterior presidente. En el período de Ortiz Rubio el reparto de tierras disminuyó a casi la mitad de las otorgadas en el de Portes Gil. Al renunciar Ortiz Rubio a la Presidencia de la República en 1930, entró como sucesor Abelardo L. Rodríguez, que estuvo constantemente presionado por las pugnas internas del gobierno, originadas desde años anteriores. Fue con Abelardo Rodríguez, con quien se señaló el fin de una etapa en la distribución de tierras del predominio de la concepción latifundista de la reforma agraria, que resurgiría nuevamente hasta 1934. En el lapso que corrió de 1930 a 1933, la política estatal en materia agraria no logró consolidarse y sería hasta el mandato de Lázaro Cárdenas, donde se impulsaría un proyecto agrario totalmente opuesto al callismo63. 62 Cesar Ramón Aguilar Soto, Política agraria y empresarios agrícolas en Sinaloa, 1940-1958, Culiacán, Sinaloa, Tesis de Maestría en Historia Regional, Facultad de Historia/UAS, 1998, p. 53. 63 Saúl Escobar Toledo, “La ruptura cardenista”, en Everardo Escárcega López, Historia de la cuestión Agraria Mexicana. El cardenismo: un parteaguas histórico en el proceso agrario (primera parte) 1934-1940, tomo 5, vol. 1, México, Siglo XXI editores/CEHAM, 1990, p. 18. 41 En 1934, en vísperas de resolverse la sucesión presidencial, no se contaba con una perspectiva clara dentro del grupo gobernante. Las condiciones para la exportación no eran factibles, enfrentándose al desaliento social y a la necesidad de reactivar el campo. “Esta cuestión explicaría, en primer lugar, el viraje en la política agraria y el nuevo proyecto que representó la candidatura de Lázaro Cárdenas en 1933”64. Cuando Cárdenas asume el poder, en 1934, el descontento llegaba al máximo en el campo. La tensión entre los campesinos y latifundistas era grande. Al finalizar su período, según algunos autores, había repartido a 814 mil 537 campesinos 17 millones 891 mil 577 hectáreas. Estas distribuciones llegaron a su punto máximo en los años de 1936 y 193765. La producción agrícola del periodo cardenista, aún cuando tuvo avances significativos, no presentó cambios fundamentales en comparación al reparto agrario, las grandes obras de irrigación y comunicación y el aumento del crédito dirigido al sector. Sin embargo, registró un aumento del 70% durante el periodo 1935-1940, siendo los productos favorecidos el ajonjolí, el algodón, el tabaco, la cebada y la papa66. b) De Cárdenas a Miguel Alemán: la agricultura mexicana (1934-1950) El cardenismo es definido como la quintaesencia de la ideología y la práctica pequeño-burguesa67 en lo que concierne a la preparación de las condiciones de desarrollo del capitalismo en la agricultura. Muchas de sus ideas nacen de un proyecto elaborado por el Partido Nacional Revolucionario (en adelante PNR) 64 Ibíd., p.19. Michel Gutelman, Capitalismo y reforma agraria… op. cit., p. 102. 66 Esperanza Fujigaki Cruz, Estructura agraria y sector agropecuario en México: 1921-1995. tendencias generales de crecimiento, México, Facultad de Economía/UNAM, 1999, p. 77. 67 Considero que se afirma esto porque se pretendía desarrollar el capitalismo en el campo basándose en los pequeños productores y no en los grandes. 65 42 que trazaba las líneas generales de la acción reformista a realizar en el agro 68. El PNR se había fijado por meta, encauzar los descontentos que existían en el país y evitar que se cayera en una guerra civil. Los grupos reformistas y entusiastas del partido elaboraron un proyecto de plan sexenal, el cual consideraba que la solución de los problemas agrarios y políticos en México debían pasar por la desaparición de los latifundistas y la distribución masiva de tierras a los campesinos pobres. Este plan sexenal planteaba los fundamentos ideológicos de las medidas que debían tomarse para el desarrollo armónico de México tanto en lo político como en lo económico y social. Entre sus objetivos se encontraba el devolver la paz al agro, y esto sólo sería posible mediante la distribución de tierras a los campesinos pobres, a lo cual el candidato debía comprometerse a cumplir en cuanto saliera electo. Otro de los propósitos era la transformación en sujetos de derecho agrario a los campesinos acasillados, mejor conocidos como los peones, que residían en las haciendas. Con esto se pretendía acabar con uno de los restos más característicos de las relaciones feudales en el campo mexicano y quitarles a los latifundistas la mano de obra casi servil, de la cual se aprovechaban. La principal meta de la política agraria de Cárdenas fue impulsar decididamente el reparto de tierras, poniendo énfasis en la organización de ejidos colectivos en áreas de cultivos de desarrollo capitalista y moderno que probarían la superioridad de una nueva forma de producción e impulsarían la transformación de la estructura agraria del país69. “Consideraba la reforma agraria un instrumento indispensable para llevar a buen fin tal proyecto, cualesquiera que fueran las formas de apropiación de la tierra que de ahí resultaran” 70. Con Cárdenas, la política agraria fue diferente a la de sus antecesores. Para los anteriores dirigentes mexicanos el problema social se disociaba del problema económico. 68 Michel Gutelman, Capitalismo y reforma agraria… op. cit., p. 102. Saúl Escobar Toledo, “La ruptura Cardenista… op. cit., p. 32. 70 Michel Gutelman, Capitalismo y reforma agraria… op. cit., p. 105. 69 43 Con Cárdenas, los grandes expropietarios se vieron obligados a transformarse rápidamente en cultivadores capitalistas, además respetó el principio de la pequeña propiedad privada. Cuando se le expropiaban sus tierras a un hacendado, éste podía conservar una superficie que no excediera de 100 hectáreas, por el derecho de constituir pequeñas propiedades inalienables. Durante el mandato de Cárdenas, “la pequeña propiedad inalienable se desarrolló vigorosamente: de 610 mil unidades en 1930 pasó a 1 millón 211 mil en 1940”71. Cuadro 4 Arrendamiento de tierras en relación a la superficie (1930) Tenencia Propietario Arrendatario Ejidatario Aparcero No. de Superficie (miles Promedio productores de hectáreas) hectáreas 1,289,979 49,958 21,213 6,450 1,523,796 44,497 12,546 952 75.2 306.4 29.2 75.8 Fuente: Roger Bartra, Estructura agraria y clases sociales… op. cit., p. 142. Ante el panorama que se presentaba para los latifundistas, gran número de ellos decidieron vender su tierra en forma de pequeñas propiedades inalienables, en efectivo o a prestanombres, antes de que la reforma agraria los alcanzara. Al finalizar el mandato presidencial de Cárdenas, el paisaje rural había cambiado al igual que las relaciones de clase en el campo. 71 Ibíd., p. 109. 44 Cuadro 5 Explotación de tierras ejidales en comparación a las tierras de labor (1930-1950) Superficie explotada ejidal (%) 1930 1940 1950 Superficie de labor (%) 13.4* 47.4 44.1 7.5* 22.5 26.7 * Predios mayores de una hectárea. Fuente: Roger Bartra, Estructura agraria y clases sociales… op. cit., p. 133. Entre 1930 y 1940 se dieron las bases para el desarrollo capitalista en todas las ramas de la economía. En la agricultura, el derecho de propiedad era algo que ya se había definido. Los sucesores de Cárdenas favorecieron la expansión de la agricultura capitalista, apoyados en la propiedad privada y en las explotaciones agrícolas remunerativas. No creían en el ejido, y su política giraba entorno a los intereses de la gran burguesía rural en pleno desarrollo. Cuadro 6 Reparto en la tenencia de la tierra no ejidal en México de 1930-1940 Hasta 5 hectáreas De 5 a 50 hectáreas De 51 a 100 hectáreas De 101 a 500 hectáreas De 501 a 1000 hectáreas Más de 1000 hectáreas No. de predios % 69.2 21.5 2.9 4.0 0.9 1.5 1930 Superficie % 0.8 2.8 1.7 7.1 4.8 82.8 No. de predios % 76.2 16.6 2.6 3.3 0.5 0.8 1940 Superficie % 1.1 3.6 2.4 9.0 4.4 79.5 Fuente: Roger Bartra, Estructura agraria y clases sociales… op. cit., p. 124. 45 En el cardenismo la creación de ejidos fue un fenómeno palpable, entre 1935 y 1940 el reparto de hectáreas entre los ejidatarios alcanzó los 18 millones de hectáreas. En el cuadro 6 podemos observar como los efectos de estos repartos en la tenencia de la tierra no ejidal, que casi en su totalidad representaban a la propiedad privada, muestran una disminución mayor en las propiedades superiores a las 500 hectáreas. En 1930 el promedio de tierra de labor en los predios no ejidales era de 16.3 hectáreas, y para 1940 el promedio disminuyó a 6.4; en cuanto a la superficie media explotada de los predios no ejidales también hubo una reducción; en 1930 fue de 189.6 hectáreas y en 1940 de 81.9 hectáreas72. Cuadro 7 Predios no ejidales menores de 5 hectáreas (1930-1950) Años Hectáreas 1930 1940 1950 (miles) 545.1 928.5 1004.9 Fuente: Censos agrícola, ganadero y ejidal en Roger Bartra, Estructura agraria y clases sociales…op. cit., p. 128. La reforma cardenista fue impulsora también de la pequeña propiedad, y a finales de su periodo de gobierno Cárdenas dispuso la creación de la Oficina de la Pequeña Propiedad, que se encargaba de atender todas aquellas quejas relativas a las afectaciones ilegales que se efectuaran sobre éstas73. Fue en este periodo que se registró un incremento en el número de propiedades 72 Roger Bartra, Estructura agraria… op. cit, p. 124. Everardo Escárcega López, “El Principio de la Reforma Agraria” en Everardo Escárcega López (Coord.), Historia de la cuestión…op. cit., p. 191. 73 46 privadas menores de 5 hectáreas. Para algunos autores, como Roger Bartra la pequeña propiedad privada, como el minifundio: También es la expresión jurídica de relaciones de producción que bloquean el desarrollo del capitalismo. En este caso se trata del trabajo independiente del campesinado en su propia tierra. Pero a diferencia de la propiedad comunal, aquí la tierra no esta sujeta a lazos que impidan su venta (o su arrendamiento), de tal forma que la ruina del pequeño productor puede dar lugar a que su parcela sea lanzada al mercado74. Al dejar el poder Cárdenas, casi la mitad de las tierras del país eran tierras ejidales y otra gran parte tierras bajo irrigación. Entre 1930 y 1940, se observó un aumento en la participación de los ejidos en las tierras de labor y en las superficies irrigadas; este aumento consistió de un 13 a un 47% en las primeras y en las segundas de un 13 a un 57%75. Lo que indicó que al ponerle fin al latifundio esto permitía ampliar la superficie cultivada y la entrada de una agricultura comercial. En 1940 se consolidaron y crearon importantes distritos de riego en ciertas zonas del país como parte de una estrategia de la modernización de la agricultura, mediante la mecanización creciente de algunos cultivos, empleo de semillas mejoradas, fertilizantes e insecticidas. Sin embargo, estos beneficios no fueron repartidos equitativamente, ya que fueron distribuidos con desigualdad entre los productores76. En su sexenio, Manuel Ávila Camacho tuvo una política favorable para la propiedad y la colonización privada. “Estaba convencido de las dinámicas virtudes de la propiedad privada y persuadido de que era necesario apoyarse fundamentalmente en ella para desarrollar la producción agrícola comercial” 77. 74 Roger Bartra, Estructura agraria y clases sociales… op. cit., p. 128. Gonzalo Arroyo, “Regiones agrícolas de México; modernización agrícola, heterogeneidad estructurar y autosuficiencia alimentaría” en Martínez Assad, Carlos, Balance y Perspectivas de los estudios regionales de México, México, Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Humanidades UNAM/Porrúa, 1990, p. 157. 76 Esperanza Fujigaki Cruz, Estructura agraria y sector…op. cit., p. 79. 77 Michel Gutelman, Capitalismo y reforma agraria… op. cit., p. 113. 75 47 Durante su gobierno se tomaron algunas medidas que estaban más dirigidas al beneficio de los pequeños propietarios que de los ejidatarios. El 25 de enero de 1941, mediante un decreto, se estipularon las modalidades que favorecieron a los supuestos pequeños propietarios capitalistas y perjudicaron al sector ejidal. Si alguna pequeña propiedad había sido indebidamente fraccionada el Estado, como compensación, ofrecía a su dueño una superficie equivalente dentro de los perímetros irrigados, la cual contribuía a equipar. En el caso de los ejidos, si éstos se veían obligados a regresar parte de sus tierras indebidamente tomadas del territorio de pequeñas propiedades inafectables, no obtenían ninguna compensación, solamente que hubiera tierras afectadas en los alrededores. Durante el mandato de Ávila Camacho también hubo repartición de tierras. De 1941 a 1946 se entregaron 5 millones y medio de hectáreas, aproximadamente a 112 mil campesinos. En los años de 1945 y 1946 se registró una baja en la repartición, solamente 25 mil campesinos recibieron tierra. La expropiación de latifundios disminuyó y algunos hasta comenzaron a reconstruirse con el pretexto de practicar la ganadería. La política agraria empleada por Miguel Alemán Valdez en el periodo de 1946 a 1952, consistió en reforzar al sector privado capitalista de la agricultura. “Las medidas tomadas en detrimento del sector ejidal pueden considerarse una verdadera contrarreforma agraria en comparación con la vía campesina definitivamente abandonada”78. Lo que constituía una modificación de la política y de los objetivos de Lázaro Cárdenas, de la que había efectuado Ávila Camacho. Alemán destinó grandes sumas de dinero a caminos rurales y a obras de irrigación. Durante su régimen, la extensión de tierra irrigada fue mayor que la producida en los regímenes combinados de Cárdenas y de Ávila Camacho. “Para Alemán, lo proyectos en agricultura significaban principalmente enormes 78 Ibíd., p. 114. 48 presas y otras obras públicas concentradas en el norte de la República; es decir, en las áreas cercanas a la frontera de los Estados Unidos, donde la agricultura comercial, más que la de subsistencia, era la regla”79. En el periodo de 1940 a 1950, no sólo disminuyeron las tierras distribuidas en cantidad absoluta, sino que las superficies abiertas a los cultivos incrementaron las posibilidades de labor en un 3% anual, mientras la parte de los ejidos no aumentaba sino un 2%, lo que significó que la utilización de nuevas tierras era muy superior en su ritmo, en comparación al de entrega de parcelas a los ejidos. Alemán no sólo hizo todo lo posible por reforzar el sector capitalista de la agricultura sino que además abrió la puerta a los capitales extranjeros, los cuales no sólo se interesaban en la industria sino también en la agricultura. c) La empresa agraria-agrícola mexicana y el papel del empresario En México, la empresa en general es considerada como la célula del sistema capitalista y la unidad básica de producción, además de representar un tipo de organización económica dedicada a cualquiera de las actividades de esta índole, fundamentales en cualquiera de las ramas productivas de los diferentes sectores económicos80. Es decir, la empresa representa un elemento básico en la estructura económica de cada país. Para que exista una actividad económica racionalmente productiva, debe de haber una base firme y sólida como la empresa81. Desde dos puntos de vista diferentes, la empresa agraria se concibe “como la organización de los factores de la producción (tierra, capital, trabajo) con la finalidad de obtener una ganancia lícita”, esto en el plano económico; y “como círculo de actividades, de 79 Raymond Vernon, El dilema del desarrollo económico de México, México, Diana, 1987, p. 120. 80 José Silvestre Méndez Morales, Economía y la empresa, México, segunda edición, McGraw Hill, 2004, p. 44. 81 José Sánchez González, La empresa agraria en México II, México, Universidad Autónoma de Querétaro, 1990, p. 13. 49 bienes patrimoniales y relaciones de hecho y de derecho, la empresa es ante todo un círculo de actividades regido por la idea organizadora (elemento ideal) del empresariado”82. Podemos definir a la empresa agraria como una unidad económicamente productiva compuesta por sujetos agrarios, tierra y otros elementos organizados que ayudan a realizar actividades agrícolas, ganaderas, forestales o mixtas, teniendo como fin la comercialización de productos derivados de las mismas. Desde el punto de vista económico, “la determinación de la magnitud de la producción, de la empresa… es la cuestión fundamental que a través de todos los conocimientos de la teoría y técnica de la producción, se persigue; esto significa, que la organización de la producción no completa, ni perfecciona su función estrictamente económica, sino cuando ha fijado la magnitud de los elementos que debe poner en proceso productivo y, por tanto, la magnitud de la producción y de la empresa misma” 83. La magnitud de una empresa agrícola depende de varios factores, entre ellos el de la tierra, el trabajo y el capital. La tierra se mide por la extensión superficial o la capacidad productiva asociada a ella. Para medir el factor trabajo se hace por el número de operarios, de animales o de otros medios laborales, así como por la capacidad que se tenga para desarrollar diferentes clases de actividades. El capital debe medirse en relación al valor o bien mediante las diferentes unidades físicas de sus distintas formas84. Con lo anterior se puede deducir que una empresa agrícola sería más intensiva si contara con mayores proporciones tecnológicas. 82 Ibíd., p. 14. Gilberto Fabila, Economía de la agricultura. Primera parte (economía de la producción agrícola), México, 1937, p. 760. 84 Ibíd., p. 761. 83 50 Existen diversas clases de empresas de acuerdo con la magnitud de cada una de ellas. En esta clasificación encontramos el parvifundio85 o empresa pulverizada, considerada como una empresa individual, y el latifundio o empresa grandísima, que es la que se encuentra dentro de las capitalistas. Estas dos formas de empresas se encuentran fuera de la relación directa que debe de existir entre empresa y empresario. En México, “el censo de 1930 manifestó que había más de 244 mil predios menores de una hectárea, en comunidades rurales, o sea las que tienen menos de 2 mil 500 habitantes, y 332 mil 574 predios de 1 hasta 5 hectáreas”86. Lo anterior nos demuestra que la mayoría de esos predios de carácter agrícola se encontraban en comunidades rurales y estaban dentro del parvifundio. Contrario al parvifundio encontramos el latifundio, que también queda fuera de las magnitudes de la empresa propiamente agrícola. El latifundio puede ser considerado como una empresa de superficies relativamente grandes o muy grandes87, a la cual se le da una máxima utilidad económica, ya sea en la actividad agrícola o en otras industrias. Del latifundio pueden surgir empresas de grandes proporciones, sin que necesariamente sean latifundios. Ya hemos mencionado dos extremos de empresas agrícolas o que consideramos están dentro de lo que conocemos como tal. Otro tipo de empresa agrícola es el ejido, aunque éste es un término medio entre los anteriores. El ejido es considerado como una entidad agrícola en conjunto, y en las partes o empresas individuales que la integran88. Es una empresa individual que forma parte de una totalidad. Luego tendremos las empresas propiamente dichas que se constituyeron como sociedades bajo diferentes formas jurídicas, 85 El parvifundio no es una empresa vital, ni suficiente para el sostenimiento de la actividad agrícola del individuo y de su familia, además no es una empresa independiente, sino dependiente, unas veces de ramas industriales no agrícolas, si el individuo se alquila en éstas o se dedica al artesanado en sus ocios rurales, o bien, dependiente de otras empresas agrícolas, si el individuo se alquila en éstas; forma parte de sistemas no agrícolas o de sistemas agrícolas de orden distinto. Ibíd., pp. 770-771. 86 Ibíd., p. 772. 87 Ibíd., p. 779. 88 Ibíd., p. 809. 51 tales como la Sociedad Civil, Sociedad Civil Particular, Sociedad de Responsabilidad Limitada, Sociedad de Responsabilidad Limitada de Capital Variable, Sociedad en Nombre Colectivo, Sociedad Anónima, entre otras. Dentro de una empresa existen varias clases de hombres que, en diferentes formas, aportan cosas nuevas. Hay quienes aportan su trabajo calificado, ya sean obreros o técnicos; los que otorgan su capital para el funcionamiento de la empresa, como los inversionistas y los que dirigen la vida de la misma, sacándola adelante y llevándola por buen camino: los empresarios. El empresario es la figura clave dentro de cualquier empresa, y no es la excepción dentro de la empresa agraria. José Sánchez González expresa que “no cualquiera puede ser un empresario en el pleno sentido de la palabra: pues para ello se requiere estar dotado de un espíritu y una capacidad de acción que no todos la tienen”89. Existen muchas definiciones de empresario, Flavia Derossi escoge la más amplia “… un empresario no es necesariamente el fundador de su compañía, sino también es la fuente de decisiones y de crecimiento; en otras palabras, es el engranaje principal sobre el cual descansa supervivencia… no basta simplemente el negocio para su comenzar una empresa, debe mantenerse el impulso mediante un flujo inextinguible de nuevas ideas y una capacidad constante para adaptarse a contingencias imprevisibles” 90. La anterior definición es para el empresario en general. Pero el empresario agrícola es definido por otros autores como el individuo organizador de la producción de unidades de un sistema económico; en otras palabras, el que 89 José Sánchez González, La empresa agraria en… op. cit., p. 23. Flavia Derossi, El empresario mexicano, México, Universidad Autónoma de México, 1977, p. 176. 90 52 escoge lo que se debe producir, aquel que se arriesga y utiliza los elementos que considera productivos y que cuida el progreso91. En muchos empresarios se pueden sintetizar y distinguir diversas funciones como el papel de director, colaborador y de propietario. “En la agricultura es muy rara la actividad empresarial exclusiva; por lo general, ella es siempre mixta; el agricultor dirige su empresa, la administra, trabaja directamente y, además, es dueño de los medios de producción o dispone de ellos como si fueran propios, mediante el pago de alquileres” 92. Tecnológicamente el empresario agrícola aporta los medios de producción, sin importar que sean propios o ajenos, es quien se encarga de decidir lo que se debe producir, así como proporcionar los elementos productivos, vigilar y dirigir la producción. Además, es el encargado de establecer las relaciones externas de la empresa con el mercado, para la colocación del producto. Lo anterior nos demuestra que el empresario agrícola es multifuncional dentro de la empresa. El empresario agrícola es influenciado por algunas condiciones y necesidades relativas a su vida. Estas influencias toman parte en lo que se refiere a la selección de la empresa, la ubicación y la magnitud que ésta debe tener, entre otras cosas. Para Gilberto Fabila, la eficacia del empresario agrícola se manifiesta en su modo y consecuencias, distintamente a otras industrias, en donde se establece una íntima relación entre la personalidad del empresario y los beneficios. Sin embargo, en la agricultura “…no siempre se presenta esta correspondencia, tanto por el carácter natural de la producción, como principalmente porque lo que el agricultor busca en su empresa no es puramente beneficios, sino otras cosas…”93. Comparado con los empresarios industriales, los agrícolas tienen mayor influencia sobre sus empresas y la personalidad que éstos desarrollan significa 91 Gilberto Fabila, Economía de la agricultura. Primera parte (economía de la producción agrícola), México, 1937, p. 744. 92 Ibíd., p. 745. 93 Ibíd., pp. 749-750. 53 mucho más para este sector. Podríamos decir que si una empresa agrícola se desarrolla intensamente es, en la mayoría de los casos, debido al esfuerzo que realiza el empresario para obtener muy buenos resultados. 54 Capítulo III: Agricultura y empresarios agrícolas en Sinaloa a) La situación económica de Sinaloa en el periodo posrevolucionario En el caso de Sinaloa, en los años posteriores a la revolución, en los municipios costeros del centro y norte del estado, la agricultura comercial fue el motor del crecimiento económico, teniendo como principales productos el cultivo de la caña de azúcar, el tomate y el garbanzo. Mientras que en los municipios del sur, especialmente en Mazatlán, la industria de transformación, la minería y el comercio fueron el núcleo de la economía. La continuidad entre la época de Cañedo y la etapa posrevolucionaria resalta en el aspecto económico. La actividad agrícola, tanto en el valle como en la costa, fue la más importante del Estado, sin descuidarse otras ramas de la economía como el comercio y la minería. En el periodo posrevolucionario, el cultivo de productos destinados a la exportación se acentuó y se establecieron nuevas relaciones con la economía estadounidense. Los productos agrícolas destinados a la exportación eran enviados a Estados Unidos, de donde se importaban insumos y capitales para la agricultura. A principios del siglo pasado, Sinaloa empezó a destacar como un estado azucarero. En todo el país se registró una fiebre de producción de azúcar, lo que dio lugar a una fuerte competencia entre los ingenios del estado y al rápido crecimiento de la producción azucarera, lo que provocó una crisis de sobreproducción porque las posibilidades del mercado eran restringidas. En el año de 1927, la caña de azúcar ocupaba 17 mil 817 hectáreas y se cultivaba esencialmente en los municipios de Ahome y Culiacán, donde se ubicaban los principales ingenios. En esta época los tres ingenios más grandes de Sinaloa fueron la United Sugar Compay, en Ahome; Eldorado, en Culiacán, y la Primavera en Navolato, entonces municipio de Culiacán. 55 Fue en los años de 1907 y 1908, cuando también empezó a producirse de manera comercial el tomate como cultivo de exportación en los valles de los ríos Fuerte y Culiacán. En 1916 la región cayó en una crisis agrícola, así es que se tomaron medidas para elevar la producción. Dentro de estas medidas estaban el préstamo de tierras y el otorgar créditos a los productores. Para 1917-1918 la producción de tomate y garbanzo presentaba un auge y el panorama productivo de la entidad era promisorio94. Para 1922 ya se había extendido la producción de tomate y garbanzo, y en 1927 se cultivaba en gran escala en los municipios de Ahome, Culiacán, Guasave y Sinaloa. En estos años, dos empresas estadounidenses eran las encargadas de comercializar la mayor parte del tomate y de exportarlo a Estados Unidos. Además de financiar a los agricultores, la Mexican Arizona Trading Company (MATCO), fundada por Thomas Boyd, proporcionaba tierras, arados, semillas y otorgaba crédito a los pequeños agricultores. Otra compañía fue la Miers Darling and Hinton Company, que se enfrentaba a la MATCO; entre ambas llegaron a monopolizar el control de la producción tomatera hasta en un 60% en el estado95. Con la crisis de 1929, el mercado estadounidense se contrajo y causó grandes pérdidas a los tomateros sinaloenses pero se recuperó una vez controlada la situación96. La crisis en el cultivo del tomate sognificó grandes pérdidas tanto en superficie cosechable como en producción y volúmenes de exportación: en 1929 se sembraron 13 mil 522 hectáreas, de las cuales se produjeron 60 mil 810 toneladas, siendo destinadas a la exportación 37 mil 031: en cambio para 1934 las cifras para estos mismos conceptos fueron de 3 mil 950, 14 mil 800 y 7 mil 950 toneladas97, respectivamente. Lo anterior nos indica como esta crisis se 94 Guillermo Ibarra Escobar, Sinaloa: tres siglos de economía, México, DIFOCUR, 1993, p. 68. Ibíd., p. 72. 96 Sergio Ortega Noriega, Breve historia de Sinaloa, México, Fondo de Cultura Económica, 1991, p. 283. 97 Guillermo Ibarra Escobar, Sinaloa: tres siglos…op. cit., p. 73. 95 56 fue superando poco a poco, pues para los años siguientes la mejoría era más notoria. Otro producto importante fue el garbanzo, cuyo cultivo se realizaba principalmente en los municipios de Mocorito, Guasave y Sinaloa. La ciudad de Guamúchil, fue el centro de comercialización del producto, que se exportaba a España y a Centro y Sudamérica. Fue entre 1925 y 1935 que el garbanzo alcanzó su auge, aunque la crisis de 1929 también afectó el mercado. Desde el siglo XIX el estado se fue conformando en tres regiones económicas claramente diferenciadas: la del sur, que destacaba por su actividad comercial e industrial; la del centro y la del norte dedicadas a las actividades agropecuarias, donde el desarrollo de estas dos regiones se fincó fundamentalmente en los cultivos mencionados: caña de azúcar, tomate y garbanzo. La gran propiedad se hizo más fuerte y surgió un nuevo gremio, los pequeños agricultores, los cuales buscaron ubicarse en tierras de calidad. En las primeras décadas del siglo XX la política estatal favoreció a los grandes productores: “Los gobernadores sinaloenses, poco proclives al reparto agrario, propusieron y boicotearon el reparto de tierras dando oportunidad para que prevaleciera el latifundio y funcionara una especie de mercado capitalista de la tierra combinado con una difícil colonización de los valles”98. Para avanzar en la colonización de las tierras de los valles, además, de lograr la ampliación de una frontera agrícola de exportación y la creación de una nueva clase de productores agrícolas, fueron dos los cultivos comerciales que impulsaron este proceso: el tomate y el garbanzo. El tomate fue el producto que alcanzó un mayor grado de exportación, trayendo consigo el crecimiento de la horticultura comercial, que estaba en manos de pequeños agricultores que se habían instalado en tierras sinaloenses y que además contaban con el apoyo y financiamiento de empresas norteamericanas, 98 Ibíd., p. 69. 57 pues el mercado estadounidense era el principal centro de importación de su producto. Cuadro 8 México y Sinaloa, 1926-1930: Exportación de tomate a EE.UU. Año 1926 1927 1928 1929 1930 Kilos exportados 39,563,383 57,360,793 51,923,319 28,896,694 64,173,647 Valor en pesos 12, 721, 273 19, 564, 777 18, 250, 548 9, 841, 396 16, 082, 315 Precio por kilo 0.32 0.34 0.35 0.34 0.25 Fuente: Hubert Carton de Grammont, Los empresarios agrícolas y el Estado, México, UNAM/Instituto de Investigaciones Sociales, 1990, p. 76. Por su parte, los grandes agricultores de Culiacán, que formaban parte del antiguo régimen porfirista, libraron parte del lapso crítico de la década revolucionaria gracias a la importancia de su actividad económica en la agricultura, pero también a los vínculos familiares y de negocios que tenían con los vecinos del norte, como los sonorenses. Uno de los mayores logros que se obtuvieron en el periodo de 1929-1934, y que apoyó el desarrollo de estos grupos de productores, fue el financiamiento que se le dio a las obras hidráulicas. En Sinaloa, por su parte la Comisión Nacional de Irrigación se hizo cargo de las obras de riego del río Culiacán e inició otras, como la construcción de canales, los cuales pudieran proveer de agua a la mayoría de las tierras del valle de ese municipio99. Esto motivó el proceso de compra y arrendamiento de tierras, así como la constitución de empresas ubicadas en la agricultura que producían y comercializaban productos agrícolas. 99 César Aguilar Soto, Política agraria y empresarios… op. cit., p. 58. 58 b) Las obras hidráulicas y su importancia en la agricultura comercial El agua ha representado uno de los insumos básicos para la producción agrícola en cualquier parte y Sinaloa no es la excepción. Sinaloa es uno de los estados privilegiados, pues su superficie es atravesada de este a oeste por once ríos, de los cuales gran parte de sus aguas se han ido aprovechando para la agricultura. Además, debido a su configuración geográfica, presenta las mejores condiciones para el desarrollo del cultivo de riego, ya que en ella se encuentran una zona montañosa que alimenta sus ríos, una zona de lomeríos bajos, apta para la construcción de vasos de almacenamiento y una zona de fértiles llanuras costeras100. Sinaloa y sus once ríos Fuente: www.omega.ilce.edu.mx:3000/sites/estados/libros/Sinaloa/imgs/map1.2,gif 100 Centro de Investigaciones Agrarias, Los distritos de riego del Noroeste. Tenencia y aprovechamiento de la tierra, México, Instituto de Investigaciones Económicas, 1957, p. 27. 59 Con la creación de la Comisión Nacional de Irrigación en 1926 varias regiones del país se vieron beneficiadas con la construcción de obras hidráulicas, en especial el estado sinaloense que se puso al frente con este tipo de obras, incrementando grandes extensiones de tierra para la agricultura de riego. En 1933, Sinaloa emprendió trabajos de mantenimiento y la realización de estudios para la construcción de la red de canales de distribución de los ríos Culiacán, Sinaloa y Fuerte101. Sin embargo es ampliamente conocido que las obras de irrigación para estas tierras ya se habían dado desde tiempo atrás, impulsados por los propietarios privados, de acuerdo Eduardo Frías: En un primer momento, la historia lo señala, fueron los propietarios de tierras, empresas o industrias, los que en un intento por controlar y aprovechar las aguas construyeron diques, canales y pequeñas represas… fueron los particulares quienes, por conveniencia y decisión propia, efectuaron los primeros trabajos 102. Lo anterior nos indica que el estado no tuvo en un principio una destacada participación, en la construcción de este tipo de obras, sino hasta ya entrada la década de 1930, aunque hubo esfuerzos significativos después de que nació la Comisión Nacional de Irrigación. Una de las razones que pudieron haber impulsado este tipo de trabajos fue el perfilar a Sinaloa como uno de los estados más importantes del país en el ramo agrícola. Con la creación de la Comisión Nacional de Irrigación se inició el más relevante impulso a la construcción de obras de regadío, dado que dicha Comisión se 101 César Aguilar, Política agraria y empresarios… op cit., p. 94. Eduardo Frías Sarmiento, El oro rojo de Sinaloa. El desarrollo de la agricultura del tomate para la exportación, 1920-1956, Tesis de Doctorado, Puebla, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2005, p. 41. 102 60 hizo cargo de los sistemas de riego que aprovechaban los caudales de los ríos El Fuerte y Culiacán103. El general Lázaro Cárdenas fue el impulsor de grandes obras de irrigación y fue durante su sexenio que se otorgaron los primeros beneficios, como la incorporación de 5 mil 580 hectáreas al sistema de riego en el valle de Culiacán y el inicio de los trabajos de la presa Sanalona en 1939104. De hecho, a partir de 1935 se llevó a cabo un vasto programa cuya finalidad fue aprovechar al máximo el vital líquido en la explotación agrícola. Para la década de los cuarenta fueron utilizadas con mayor fuerza las inversiones oficiales que habían sido autorizadas para el sector agropecuario para un mejor desarrollo de los sistemas de riego105. Además, para esas fechas se habían iniciado otras construcciones de almacenamiento en Sinaloa y en otros estados de la República Mexicana. Durante el cardenismo, los efectos de la intervención estatal en materia hidráulica se dieron en el ámbito social y político, pues los más beneficiados, siendo el Estado el dueño de los distritos de riego, fue el sector ejidal, debido a que Cárdenas pensaba que los campesinos pobres debía ser los primeros favorecidos por estos sistemas de riego. Para Cárdenas “el concepto costobeneficio favorecía al sector empresarial, mientras que el de beneficio social favorecía al campesinado”106. Con Manuel Ávila Camacho se le dio otro impulso a la irrigación en el estado, y en comparación con su antecesor, no buscó el beneficio de los campesinos sino el del sector privado. Durante su sexenio se construyeron grandes obras de 103 Fausto Burgueño Lomelí, “Desarrollo agrícola y desarrollo económico” en José Luis Ceceña Cervantes, Fausto Bargueño Lomelí y Silvia Millán Echegaray, Sinaloa: crecimiento agrícola y desperdicio, México, Instituto de Investigaciones Económicas, 1974, p. 135. 104 Cesar Aguilar Soto, Política agraria y empresarios… op cit., p. 94. 105 Miguel Verdugo Rentaría, La producción y comercialización del tomate en el valle de Culiacán, Culiacán, Sinaloa, Tesis de Maestría en Historia Regional, Facultad de Historia, 1987, p. 34. 106 Hubert Carton de Grammont, Los empresarios agrícolas y el Estado, México, UNAM/Instituto de Investigaciones Sociales, 1990, p. 131. 61 irrigación en todo el país. Sinaloa se vio beneficiado en gran medida; un ejemplo de eso fue la construcción del canal de Bamoa que serviría para irrigar 4 mil hectáreas, canal que se anexaría luego al distrito de riego 10 del valle de Culiacán, junto con el Rosales y otros de particulares107. Una de las obras de irrigación más importantes fue sin lugar a dudas la construcción de la presa Sanalona, la cual se concluyó en 1948; con esta obra hidráulica se alcanzaron a irrigar potencialmente 95 mil hectáreas en los márgenes del río Culiacán, 88 mil 734 hectáreas en el municipio de Culiacán y 7 mil 226 hectáreas en el municipio de El Dorado 108. La explotación de superficies aptas para la agricultura fue en aumento; y gracias al incremento de las tierras irrigadas se alcanzó en total una superficie sembrada de 49 mil 255.40 hectáreas para el año de 1949. Cuadro 9 Superficies sembradas en Culiacán de acuerdo al canal (1945-1949) Periodo 1945-1946 1948-1949 16,755.78 6,601.63 -------23,357.41 22,335.60 8,833.80 18,086.00 49,255.40 Canal Canal Rosales Canal Cañedo Canal Principal Total Fuente: Archivo Histórico del Agua, Dirección de Aprovechamientos Hidráulicos, 1949. En el periodo comprendido de 1930 a 1950 se realizó una trascendente transformación en el agro sinaloense, tanto en el régimen de la propiedad como en la tenencia de la tierra, debido al logro obtenido por el proceso de 107 108 Ibíd., p. 142. Ibíd., p.143. 62 distribución y entrega de centenares de hectáreas de tierra a miles de campesinos que la habían solicitado109. Con el impulso dado a los sistemas de riego se logró incorporar al cultivo tierras que antes habían sido improductivas, dándose un despeque económico en la región. De las superficies sembradas en los años de 1948-1949 se encontraban como cultivos principales la caña de azúcar, con 16 mil 773 hectáreas cultivadas; el maíz, con 6 mil 152 hectáreas; algodón, con 5 mil 258 hectáreas; 5 mil 096 hectáreas de tomate, 5 mil 066 hectáreas de ajonjolí, 4 mil 762 hectáreas de frijol y 3 mil 610 hectáreas de garbanzo110. Entre los cultivos nuevos que se introdujeron a esa zona figuró el arroz, que se extendió de manera importante, resultando como beneficiaria Ciudad Obregón, del estado de Sonora, debido a que Culiacán no contaba con un molino para el proceso de industrialización que requería éste producto. Para ese año, se tenían 2 mil 400 hectáreas preparadas para la siembra de arroz, tierras que eran regadas por el canal Cañedo, y 600 hectáreas pertenecientes al canal Principal. c) La agricultura sinaloense de 1930 a 1950 Durante los años treinta, algunas de las haciendas capitalistas que existían tuvieron que compartir gran parte de sus tierras ante la organización de nuevos ranchos, cuyos propietarios eran los pequeños agricultores que buscaban poseer o arrendar mejores tierras para sus cultivos. De hecho las haciendas fueron afectadas con la reforma agraria y esto trajo para Sinaloa un cambio en las condiciones para el desarrollo regional. La reforma agraria representó solo un medio para romper con las viejas formas de tenencia de la tierra que existían desde el porfiriato. Para Rigoberto Arturo 109 110 Fausto Burgueño Lomelí, “Desarrollo agrícola y desarrollo… op. cit., p. 149. Archivo Histórico del Agua, Dirección de Aprovechamientos Hidráulicos, 1949. 63 Román Alarcón, la reforma agraria en Sinaloa no fue producto de un fuerte movimiento campesino, sino que: …fue la instrumentación de una política a nivel nacional que buscaba quebrantar el poder económico y político de los terratenientes porfiristas, por lo que, en nuestro estado, el gobierno federal, para lograr sus fines, se aprovechó del movimiento obrero concentrado en los ingenios para repartir las tierras expropiadas entre sus agremiados y colonos procedentes de Michoacán y otros estados del país.111 El periodo de 1930 a 1940 representó una de las décadas más sobresaliente para el agro sinaloense, ya que fue cuando se sentaron las bases de su desarrollo, observándose cambios en la estructura económica agraria, la cual comenzó a modernizarse y a diversificarse. Sin embargo, aún con esa modernización no se logró el fortalecimiento de la industria debido a que la especialización regional continuó poniendo mayor fuerza en la agricultura 112: La aplicación de la reforma agraria en Sinaloa, no fue producto de un fuerte movimiento campesino, sino que fue la instrumentación de una política a nivel nacional que buscaba quebrantar el poder económico y político de los terratenientes porfiristas, por lo que, en nuestro estado, el gobierno federal, para lograr sus fines, se aprovechó del movimiento obrero concentrado en los ingenios para repartir las tierras expropiadas entre sus agremiados y a colonos procedentes de Michoacán y otros estados del país113. Pascual Ortiz Rubio, durante su mandato presidencial (1930-1932), concibió a la empresa agrícola como algo favorable a la nación, por lo que trató de protegerla e incentivarla en todos los ámbitos. Una de sus principales acciones fue la promoción de la organización de los productores del campo a través de la 111 Rigoberto Arturo Román Alarcón, “Características generales de la economía sinaloense de 1910-1950” en Clío, no. 29, Culiacán, Sinaloa, Facultad de Historia/UAS, 2003, pp. 58-59. 112 Guillermo Ibarra Escobar, Sinaloa: tres siglos… op. cit., p. 77. 113 Rigoberto Arturo Román Alarcón, “Características generales de la economía… op. cit., pp. 58-59. 64 Ley de Asociaciones Agrícolas, implementada el 26 de agosto de 1932, y cuyos objetivos eran la modernización del campo y el intercambio de la producción agrícola.114 El 21 de noviembre de 1932 fue promulgada la Ley de Organizaciones Agrícolas de Sinaloa por el gobernador del estado, el general Macario Gaxiola, que además era uno de los grandes productores agrícolas de la región. Esa Ley promovió la división del estado en nueve regiones agrícolas, conformadas de la siguiente manera: El Fuerte, Sinaloa, Mocorito, Culiacán, Elota, Piaxtla, Mazatlán, Quelite y Rosario115. Fue a partir de los años de 1939-1940 que Sinaloa inició un proceso de desarrollo agrícola, motivado entre otras cosas por un auge en el reparto agrario, el establecimiento de amplias zonas de cultivo de riego, y por la realización de importantes obras de infraestructura que dieron un impulso definido al desarrollo agrícola mediante un amplio y variado sistema de cultivos116. En la década de 1940, el desarrollo agrícola adquirió mayor fuerza, gracias a las obras de irrigación construidas en las regiones norte y centro del estado, trayendo consigo un crecimiento demográfico y urbano, la creación de pequeñas industrias y la formación de bancos regionales, los cuales estaban destinados a la canalización del excedente económico agrícola hacia nuevos proyectos del campo. Con la creación de los sistemas hidro-agrícolas se incrementaron las tierras de riego, aumentando así la superficie cultivada a 326 mil 885 hectáreas y el valor de la producción a más de 720 por ciento, de 27 millones 985 mil 141 pesos en 1940 a 226 millones 186 mil 197 pesos en 1950; destacando entre los 114 César Ramón Aguilar Soto, Política agraria y empresarios… op. cit., p. 55. Ibíd. 116 Fausto Bargueño Lomelí, “Desarrollo agrícola y desarrollo… op. cit., p. 129. 115 65 principales productos el algodón, tomate, caña de azúcar, maíz, garbanzo y frijol117. De 1940 a 1950 se reflejó una modificación en la estructura demográfica, debido en parte a los cambios que se originaron en la estructura económica, por el auge de la agricultura, el despegue de la pesca comercial y el desplome de la minería. En este periodo, Sinaloa tuvo un registro de crecimiento del 29 por ciento de la población; de 492 mil 821 personas a 635 mil 681, con variaciones en su población urbana del 21.7 por ciento en 1940 a 27.8 por ciento en 1950118. Cabe resaltar que también hubo algunas modificaciones en la estructura empresarial del campo que había prevalecido durante décadas, los grandes propietarios fueron desplazados por una nueva clase de empresarios agrícolas que se beneficiaron con los cambios señalados. d) Empresas y empresarios agrícolas en Sinaloa 1) Empresas tradicionales: los ingenios azucareros Como se ha mencionado antes, Sinaloa, después de la Revolución, sobresalió como estado azucarero, es por eso que no podemos omitir de esas grandes empresas formadas por hombres con espíritu empresarial: los ingenios. Cabe señalar como, por años, los ingenios azucareros fueron parte significativa de la economía sinaloense. En primer lugar se encuentran los ingenios de la región norte del estado, surgidos durante el último cuarto de siglo XIX, “La Florida”, ubicado en la alcaldía de Ahome; “La Constancia”, en El Fuerte; y “El Águila”, este último se localizaba en la entonces villa de Ahome. El dueño de este ingenio fue el señor 117 118 Rigoberto Arturo Román Alarcón, “Características generales de la economía… op. cit., p. 60. Ibíd., p. 62. 66 Zacarías Ochoa, quien a la llegada del norteamericano Benjamín Francis Johnston, exploró el mundo de los negocios. Con la creación de la primera compañía azucarera, Sinaloa Sugar Company, fundada con capital estadounidense en Chicago durante la época porfiriana, se da el despegue de la actividad empresarial en torno a las compañías azucareras que se establecieron en la región y el estado. Después de algunos acontecimientos fue Johnston quien asumió el control de esa empresa azucarera, que cambió su razón social a Compañía Azucarera El Águila S. A119, a su vez, fundó un nuevo ingenio en Los Mochis, en los primeros años del nuevo siglo. Ingenio azucarero de Los Mochis Fuente: www.portalmochis.net/lmhistoria.htm 119 María Eugenia Romero Ibarra, “Azúcar y empresa. La United Sugar Companies, S. A., 18901950” en Trujillo Bolio Mario y José Mario Contreras Valdez, Formación empresarial, fomento industrial y compañías agrícolas en el México del siglo XIX, México, CIESAS, 2003, pp. 358360. 67 En 1905, el mismo Johnston organizó la United Sugar Companies, creada para administrar las haciendas El Águila y Los Mochis, además de hacer una asociación con la Sinaloa Sugar Company, la Compañía Azucarera del Águila, S. A., y Compañía Destiladora La Victoria, S. A. Sin embargo, el empresario norteamericano continuó fundando nuevas compañías, las cuales estaban relacionadas con las azucareras; así que para 1917 la United Sugar Companies, S. A., se reconstituyó, integrándose a ella las nuevas empresas120. Fue tal el éxito alcanzado por la United Sugar Companies, que se convirtió en el primer polo de desarrollo de la economía sinaloense en el norte del estado 121. El éxito se debió, en parte, a la implementación de nuevos y mejores cambios tecnológicos en cada una de las empresas. Con la inversión realizada a esos mecanismos de innovación tecnológica, como el caso de la maquinaria agrícola, los nuevos molinos, entre otras cuestiones, se obtuvieron mejores resultados. Sin embargo, al darse un incremento de la producción en todo el país, generado por el aumento de precios en ese periodo, se vino una crisis de sobreproducción entre los años de 1930 y 1932, la cual se había venido resintiendo desde 1920. Ante esa situación, “Johnston promovió, previendo situaciones similares, la formación de una unión de los productores para beneficios mutuos, eliminando la competencia y así poder obtener beneficios en fletes y precios más bajos para el consumo” 122. Pero no sólo en el norte del estado se desarrollaron significativas empresas agrícolas, esto también sucedió en el centro de la entidad y más concretamente en Culiacán, donde encontramos las haciendas-ingenios de La Aurora y Eldorado de la familia Redo, y La Primavera, de la familia Almada. Estas dos familias llegaron al estado antes de la época porfirista, atraídas por las riquezas naturales y con el deseo de fincar y realizar inversiones. 120 Ibíd., pp. 362-363. Alonso Martínez Barreda, Relaciones económicas y políticas en Sinaloa, 1910-1920, Culiacán, Sinaloa, Facultad de Historia/UAS/El Colegio de Sinaloa, 2005, p. 181. 122 María Eugenia Romero Ibarra, “Azúcar y empresa. La United… op. cit., p. 366. 121 68 Al llegar a Culiacán, buscaron la manera de establecer lazos sólidos con las familias pudientes de la localidad, teniendo como fin acrecentar sus riquezas. Por ello contraen matrimonio con hijas de personajes ricos y poderosos. Por ejemplo, Joaquín Redo y Balmaceda, pilar de la familia, desposó a Alejandra De la Vega, adquiriendo como parte de la dote matrimonial la fábrica de tejidos El Coloso123, invirtiendo más adelante en tierras para el abastecimiento de materia prima como el algodón. Fábrica de hilados “El Coloso” propiedad de la familia Redo Fuente: Arturo Carrillo Rojas y Guillermo Ibarra Escobar (Coordinadores), Sinaloa, 100 años. La Gran Aventura del Siglo XX, Culiacán, Sinaloa, Facultad de Historia/Escuela de Estudios Internacionales y Políticas Públicas/Periódico Noroeste, 2003. Los Redo, con Joaquín a la cabeza, fueron los primeros en establecer un ingenio en Culiacán, La Aurora, en la década de 1870 y posteriormente fundaron otro, Eldorado, a principios del siglo XX. También eran propietarios de 123 Fundado en 1850 fue la primera industria importante en Sinaloa, ubicada en Culiacán, con una infraestructura mecánica de 2 mil 064 husos y 96 telares, generando ocupación a 220 trabajadores. Alonso Martínez Barreda, La industria azucarera en Sinaloa, 1910-1930: Los casos de Eldorado y La Primavera, Culiacán, Sinaloa, Facultad de Historia/UAS, 2006, p. 46. 69 haciendas en las cuales se dedicaban a la ganadería y a la siembra de maíz y frijol. Los Redo adquirieron tierras en varios lugares del valle y la costa, entre ellas las aledañas al río San Lorenzo cerca del ingenio, además invirtieron en la minería y el comercio. Para 1930, la mayoría de los miembros del núcleo familiar continuaban aumentando sus propiedades. Primera piedra del ingenio Eldorado Fuente: www.images.google.com.mx/images?q=eldorado+sinaloa+ingenio+azucarero En 1932, los Redo formaron la Compañía Explotadora de Fincas y Terrenos S.A., con la finalidad de adquirir bienes inmuebles, además de arrendar, ceder y enajenar toda clase de bienes raíces en los mercados inmobiliarios de la Ciudad de México, Sinaloa y Sonora124. Ese mismo año Diego Redo, dueño del ingenio Eldorado, de Culiacán, junto con el licenciado Aarón Sáenz y otros empresarios azucareros, creó la Compañía de Azúcar, S. A., con la participación de 77 ingenios. Para 1939, esta compañía se transformó en la 124 Modesto Aguilar Alvarado, Los grandes agricultores… op. cit., p. 171. 70 Unión Nacional de Productores de Azúcar, S. A. de C. V. (UNPASA), incorporando a todos los ingenios del país125. En el caso de los Almada, al igual que los Redo, los lazos matrimoniales con señoritas de alcurnia les valió para posesionarse en los altos círculos sociales de la época y obtener puestos públicos, lo que les permitió contar con un respaldo jurídico y político para ensanchar sus negocios en el estado 126. Tal es el caso de la unión que se hizo entre Ponciano Almada y Laura De la Vega. De ese enlace nacieron Jorge, Jesús, Ponciano, Antonio, Elena, Guadalupe, Rafaela, Laura y María, quienes en años posteriores formarían parte de la élite empresarial de Culiacán. Los Almada, impulsados por el estado, orientaron sus capitales a la inversión de nuevas industrias, que ayudaran a su vez a la modernización de la agricultura. Eligieron el pueblo de Navolato para establecer su hacienda-ingenio, que después sería transformada en una de las industrias azucareras más importantes de Sinaloa. Una vez establecidos los contratos con el gobierno y comprada la maquinaría necesaria, los trabajos de acondicionamiento de tierras y construcción de edificios no se hicieron esperar. Es así como surgió el ingenio La Primavera. “De comerciantes y propietarios de minas, los Almada pasaron a ser prósperos empresarios agroindustriales”127. 125 Hubert Carton de Grammont, Los empresarios agrícolas… op. cit., p. 50. Francisco Padilla Beltrán, “Los empresarios agrícolas y las compañías deslindadoras en Sinaloa, 1900-1910” en Arturo Carrillo Rojas, et al., Historia de los empresarios en Sinaloa (1880-1920), Culiacán, Sinaloa, Cuadernos de investigación 3, DIFOCUR, 1994, p. 26. 127 Gustavo Aguilar Aguilar, Sinaloa, la industria del azúcar, Culiacán, Sinaloa, DIFOCUR, 1999, p. 38. 126 71 Ingenio “La Primavera” Fuente: images.google.com.mx/images?q=navolato+sinaloa+ingenio+azucarero Aunque la explotación de la industria azucarera se convirtió para Jorge y Jesús Almada en su principal actividad empresarial, no dejaron de lado sus otros negocios que de antaño habían sido su principal fuente de acumulación de riqueza, lo que les trajo grandes ventajas sobre los demás empresarios de su tipo. Cuando se presentaban tiempos difíciles, éstos empresarios “al tener capitales en otras actividades podían retirarlos total o parcialmente, obteniendo rápidamente liquidez monetaria, pudiendo así salir mejor librados”128. Lograron acaparar una gran riqueza en actividades como el deslinde y la compra de terrenos, el comercio, la minería y la industria. Para finales del siglo XIX los Almada tenían un emporio agrícola industrial en el pueblo de Navolato. Además, garantizaron la transferencia de sus capitales de una rama a otra, logrando convertirse en accionistas de otras sociedades, consolidando de esa manera su hegemonía129. 128 129 Ibíd.., p. 40. Alonso Martínez Barreda, La industria azucarera en Sinaloa… op. cit., p. 50. 72 Los dos empresarios agrícolas mencionados tambiénformaban parte del grupo más prominente de la élite de agricultores, los cuales concentraban propiedades de más de 5 mil hectáreas y algunos rebasaban las 60 mil hectáreas. Sin duda, las empresas creadas por ellos dinamizaron la economía de la región, trayendo consigo la creación de obras de irrigación y vías de comunicación. Otras familias que destacan como sobresalientes propietarios y en algunas de sus ramificaciones como empresarios, pertenecían a otro sector de la élite, al de aquellos con propiedades menores de 5 mil hectáreas, pero mayores a las 600 hectáreas; entre ellos encontramos a los Andrade, De la Vega, Tamayo, Barrantes y Rojo130. Estos grupos de terratenientes también establecieron vínculos estrechos con otras familias de prestigio y poder de la región mediante los lazos matrimoniales. 2) El surgimiento de nuevas empresas agrícolas El estado de Sinaloa se ha caracterizado por ser poseedor de las tierras más fértiles de la República Mexicana. A esto se debió que la agricultura se convirtiera en una de las principales actividades económicas de la región y se diera el surgimiento de nuevas empresas dedicadas al sector agrícola. Como ya se ha mencionado, los ingenios azucareros fueron de las primeras agro-empresas constituidas en la entidad, pero también se han encontrado registros de otras, dedicadas a la agricultura, especializadas en la exportación y comercialización de productos como el tomate, el garbanzo, el algodón, las hortalizas, entre otros. Por ejemplo, en el norte del estado encontramos que en 1919 surge la Mexican Arizona Trading Co. (MATCO), la cual reinició las exportaciones de tomate 130 Modesto Aguilar Alvarado, Los grandes agricultores… op. cit., pp. 268-272. 73 hacia Nogales después de la revolución. Esta empresa logró sobrevivir a varios ciclos agrícolas debido a las formas de organización adoptadas. La compañía refaccionaba a los agricultores con semillas, insecticidas y les compraba la cosecha con el dinero que prestaba o en su defecto, las tomaba en consignación con un margen del 10% sobre las ganancias sobre la venta del producto en los Estados Unidos. Además, si era necesario abastecía a los agricultores de otros insumos agrícolas y en algunos casos, hasta de tierra131. Después del proceso revolucionario, la exportación del tomate y hortalizas se convirtió en uno de los negocios más remunerados, lo que atrajo la atención de otras empresas. Tal es el caso de la Miers, Darling & Hinton, Co., quien diez años atrás ya había incursionado en ese ramo, pero sin éxito. Al reorganizarse de nuevo, esa empresa y la MATCO fueron las que acapararon el 60% de la producción tomatera del estado. Sin embargo estas compañías, al igual que otras dedicadas a la exportación de tomate, se enfrentaron a una crisis de sobreproducción en el año de 1927 y a ésta le siguieron situaciones climatológicas poco apropiadas para el cultivo del producto. Para 1929, el ambiente ya era propicio para la cosecha del tomate, sin embargo las condiciones políticas no, lo que impidió nuevamente que las exportaciones se realizaran con éxito. Es hasta 1930 que se obtiene una buena cosecha y se logran exportar grandes cantidades del producto, sin embargo, a pesar del incremento del arancel estadounidense, el precio fue catastrófico. Además, en México se empezó a tributar la producción de hortalizas, lo que provocó una situación difícil para quienes manejaban sus productos en ese mercado132. Para el año de 1932, por disposición del gobierno federal, en Sinaloa el gobernador del estado, general Macario Gaxiola, promulgó la Ley de Organizaciones Agrícolas en la cual, se les permitía a los productores agrícolas 131 132 Hubert Carton de Grammont, Los empresarios agrícolas… op. cit., p. 73. Ibíd., p. 77. 74 organizarse para obtener mejores resultados, además de recibir el apoyo del gobierno para impulsar los esquemas de modernización e incremento de la producción en el estado, en virtud de la creación y surgimiento de nuevas empresas dedicadas a la exportación y comercialización de los productos del campo, como son las hortalizas, el garbanzo y el algodón133. Cuadro 10 Primeras asociaciones hortícolas, garbanceras y algodoneras Asociación Empresarios o socios Asociación de Productores de Jesús María Tarriba, Manuel Legumbres de la Región Clouthier Cañedo, Jesús Agrícola del Río Culiacán Almada Salido, Mariano Romero Asociación de Productores de Venancio Hernández, Eduard Legumbres de las Regiones R. Arnold, Eliseo Lugo del Río Fuerte Asociación de Productores de Alfonso Díaz Angulo, Santiago Legumbres de las Regiones Wilson, Blas Valenzuela, del Río Sinaloa Manuel Tarriba Asociación de Productores de Rodolfo Bazúa Velarde, Juan Legumbres de las Regiones Crisantes, José María Romero, del Río Elota Juan Kirkuk Asociación de Productores de Cristino C. Romo, Daniel y Garbanzo y Legumbres de la Patricio McConegly, Alfonso región del Río Mocorito Díaz Angulo y Jorge Cassal Hidalgo Fecha 22/11/1932 24/11/1932 25/11/1932 25/11/1932 26/11/1932 Elaborado por Ofelia Janeth Chávez Ojeda con información de César Ramón Aguilar Soto, La política agraria y los empresarios agrícolas… op. cit., p. 56. Después de constituidas las organizaciones mencionadas en el cuadro anterior, el 28 de noviembre del mismo año se constituyó formalmente la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (en adelante CAADES), integrada por las cinco asociaciones agrícolas anteriores y dirigidas por los 133 César Aguilar Soto, La política agraria y los empresarios… op. cit., p. 55-56. 75 grandes agricultores de la región134. Una novedad fue también que aglutinó a los pequeños productores y permitiéndoles contar con un apoyo favorable durante esos años. En el año de 1933 encontramos dos empresas de propietarios estadounidenses en Bamoa, Guasave, la American Fruit Co., y la J. C. Wilson and Co., las dos dedicadas a la comercialización del tomate sinaloense en los Estados Unidos135. Ésta última fue fundada por el norteamericano James Childs Wilson, quien fuera conocido como Santiago Wilson, quien en el periodo del general Álvaro Obregón recibió una concesión para utilizar las aguas del río Sinaloa e irrigar sus campos tomateros en el valle de Guasave136. Según registros, en 1941 Santiago Wilson formó la Sociedad Mercantil Bamoa Vegetable Company, S. A., al lado de su esposa Esther Alcalde y su cuñada Alicia Alcalde. La sociedad tendría como fin cultivar, comprar y establecer contratos de refacción y avío para la siembra de cultivos de exportación como chile y tomate, en localidades de los municipios de Guasave y Sinaloa137. En junio de 1945 León Fonseca figura como fundador de la sociedad Agrícola de Bamoa, y Alfonso Díaz Angulo de la Compañía Díaz Angulo y Hnos., en el municipio de Guasave. En 1948, Francisco, Ramón e Ignacio todos de apellido Gastélum, constituyeron la compañía Gastélum Hermanos, S. en N. C. la cual buscaba dedicarse al cultivo, explotación y venta de toda clase de productos agrícolas138. Lo anterior se refiere únicamente a algunas de las empresas agrícolas que surgieron en el norte del estado. Pero en la zona sur, en menor medida, también se desarrolló la agricultura y por tanto se formaron empresas de corte 134 Ibíd., p. 56. Eduardo Frías Sarmiento, El oro rojo de Sinaloa… op. cit., p. 127. 136 César Aguilar Soto, La política agraria y los empresarios… op. cit., p. 92. 137 Ibíd., p. 92. 138 María de Jesús López López, Agricultura comercial, creación de empresas y actividad empresarial en el valle de Culiacán, 1948-1970, Culiacán, Sinaloa, Tesis de Doctorado, Doctorado en Ciencias Sociales UAS/UNISON, 2006, p. 97. 135 76 agrícola. Un ejemplo de esto es la creación de la empresa Unión Agrícola del Río Presidio, ubicada en Villa Unión, Mazatlán, en el año de 1919, la cual tuvo como objeto empacar y vender en común tomate y hortalizas139. Algunas de las empresas que se formaron en la zona sur fueron más de corte industrial con base en la agricultura, como ejemplo encontramos la sociedad formada por Guillermo Haas al lado de su esposa e hijos, bajo la razón social de Haas Hermanos y Cía. en el año de 1928, dedicada a la industrialización de azúcar por medio de un pequeño ingenio establecido en El Roble, sindicatura de Mazatlán140. Entre otras de las empresas de este tipo, que surgieron también en Mazatlán, se encuentra la constituida por Alfredo e Isaac Coppel y Juan Gavica en 1929, la Explotadora de Aceites Vegetales, cuya actividad fue la elaboración de aceite comestible mediante un proceso industrial. En 1931, Roberto Kubota y S. Tamaura, constituyeron la sociedad Tamaura y Kubota, con el objeto de procesar la avena por medio de un molino141. Estos son sólo algunos de los casos de empresas relacionadas con la agricultura que surgieron en el norte y sur del estado. En el siguiente capítulo trataremos el caso de las que fueron constituidas en Culiacán, en donde se observarán las diferentes actividades que desarrollaron esas empresas, pues unas se dedicaron única y exclusivamente a la explotación agrícola, mientras otras desempeñaban funciones de comercialización e industrialización, así como las que se constituyeron para apoyar con insumos, transportación y otro tipo de servicios. 139 Rigoberto Arturo Román Alarcón, La economía del sur de Sinaloa, 1910-1950, Culiacán, Sinaloa, DIFOCUR/Facultad de Historia/UAS, 2006, p. 165. 140 Ibíd., p. 177. 141 Ibíd., p. 177. 77 Capítulo IV: Empresarios agrícolas en el valle de Culiacán A partir de 1920 la evolución del país muestra al nuevo Estado Mexicano como la principal contribución de la revolución. “Las atribuciones del Estado para aplicar la reforma agraria y los nuevos reglamentos laborales durante la segunda y tercera décadas, ayudaron a enmarcar las relaciones entre empresarios y trabajadores, modificando la fisonomía profundamente desigual del porfirismo al contribuir al desarrollo de México”142. Los triunfadores de la lucha armada fueron los sonorenses, que aspiraban a la prosperidad de México basándose en el desarrollo de una agricultura en hombros de granjeros emprendedores, apoyados de una sólida infraestructura de irrigación, vías de comunicación, préstamos bancarios y tecnología moderna. Para los sonorenses fue paradigmático el hecho de que los generales y ex presidentes, Obregón y Calles, formaran parte en empresas agrícolas de gran escala en el noroeste del país. En Sinaloa, en el periodo de 1930 a 1940 se observan cambios en la estructura económica agraria, la cual se modernizó y contó con posibilidades de diversificación. Esto se realiza sin lograr el fortalecimiento de la industria debido a que la especialización regional continuó poniendo mayor interés en la agricultura143. Como presidente, el general Lázaro Cárdenas empezó otro capítulo en la historia de la agricultura sinaloense, pues emprendió reformas que no se habían llevado a cabo hasta el momento y se abrió la era de las cuantiosas inversiones del gobierno federal en las obras de infraestructura hidráulica. “El parteaguas de la historia de la agricultura sinaloense es la reforma agraria de 142 143 Modesto Aguilar Alvarado, Los grandes agricultores… op. cit., p. 19. Guillermo Ibarra Escobar, Sinaloa: tres siglos… op. cit., p. 77 78 1934 a 1940, porque eliminó el latifundio, protegió la pequeña propiedad y abrió una nueva vía para el desarrollo agrícola: el ejido colectivo”144. Durante el cardenismo, con la profundización de la reforma agraria, se vio truncado momentáneamente el crecimiento económico de Sinaloa, porque los más afectados fueron los hacendados azucareros y los agricultores dedicados a los cultivos de exportación, que eran la base de ese crecimiento. “Los agricultores formados en el mercado capitalista, ante las limitaciones legales de monopolizar tierras, se vieron obligados desde ese momento a utilizar múltiples formas para seguir detentando suficientes extensiones de superficie cultivable por medio de prestanombres, fraccionamiento legal de latifundios entre familiares, etcétera.”145 Para tener una idea de la magnitud de las expropiaciones en el valle de Culiacán basta afirmar que en total fueron expropiadas 90 mil 569 hectáreas, de las cuales 23 mil 972 hectáreas eran de riego y 25 mil 422 de temporal, el resto eran de agostadero y de monte 146. Es decir, cerca de 50 mil hectáreas cultivables fueron redistribuidas entre los solicitantes y esto de momento frenó la producción agrícola, pero creó condiciones para que un mayor número de productores, con los apoyos necesarios, se incorporaran al mercado agrícola. a) Grandes empresarios agrícolas de Culiacán (1930-1950) Para algunos autores, los empresarios del valle de Culiacán pueden dividirse en 3 grupos: uno era el de los estadounidenses, que tenían sus propias compañías para comercializar la producción hortícola de la época; otro era el de los empresarios nacionales y habría otro claramente diferenciado, que era el de los 144 Sergio Ortega Noriega, Breve historia… op. cit., p. 293. Guillermo Ibarra Escobar, Sinaloa: tres siglos… op. cit., p. 77. 146 Modesto Aguilar Alvarado, Los grandes agricultores… op. cit., p. 273. 145 79 productores griegos147. En esta ocasión sólo haremos referencia a los nacionales, para después pasar al caso de los griegos. Entre los principales empresarios que destacaron en el valle de Culiacán, no sólo en las décadas de 1930 a 1950 sino en décadas anteriores y posteriores, encontramos a los ya mencionados Almada y Redo, que formaban parte de dos de las principales familias del centro del estado, que aparte de dedicarse a la agricultura, eran grandes terratenientes e industriales azucareros. Además de ser dueños de la fábrica El Coloso y los ingenios La Aurora y Eldorado, la familia Redo poseía otros bienes, entre los que se encontraba la hacienda El Huejote, en donde se cultivaba el maguey para la destilación del mezcal, además contaba con la maquinaria necesaria para la industrialización del alcohol y la obtención del ixtle. Esa hacienda se encontraba ubicada cerca del puerto de Altata, tenía 6 mil 405 hectáreas y representó una de las propiedades más grandes de la región148. El jefe de la familia, Joaquín Redo, haciendo uso de sus buenas relaciones, se dedicó a adquirir los mejores terrenos ubicados a las márgenes del río San Lorenzo y a finales del siglo XIX era uno de los principales terratenientes del centro del estado. Pero no sólo se dedicó a comprar tierras para la agricultura sino también terrenos propicios para la ganadería extensiva 149. Los Redo representaron una parte de la élite empresarial consolidada desde la época porfiriana hasta ya entrado el siglo XX. La sociedad Redo y Compañía fue, además de los ingenios, una de las empresas sobresalientes, de las creadas por alguno de los miembros de la familia. Otra de las familias destacadas en el ámbito empresarial al igual que los Redo, fueron los Almada. Dueños del ingenio La Primavera, también invirtieron en 147 Véase Eduardo Frías Sarmiento, El oro rojo de Sinaloa… op. cit., pp. 121-152. En este escrito no abordaremos el primer grupo, pues estaba más dedicado a la comercialización que a la producción, por lo que nos abocaremos a los otros dos. 148 Hubert Carton de Grammont, Los empresarios agrícolas… op. cit., p. 53. 149 Ibíd., p. 53. 80 otras empresas, lo que les permitió diversificar sus capitales. Las inversiones en distintos giros económicos como la minería, la agricultura, la industria, el comercio, la ganadería, préstamos, compra-venta de tierras, entendió y consolidó sus intereses monopolistas, con el respaldo y apoyo del gobierno federal y estatal150. Los Almada también fueron fuertes terratenientes. Invirtieron parte de sus capitales en la compra de grandes extensiones de tierras. Además, como industriales azucareros, formaron sociedad con estadounidenses interesados en la comercialización de azúcar en los mercados norteamericanos. La compañía que originalmente fungía bajo la razón social de Jesús Almada y Socios (cambiando de razón social en otras ocasiones), se nombró The Almada Sugar Refineries Company, S. A.151 También formaron la compañía Terrenos del Valle de Sinaloa152, empresa que tuvo como objetivo la compra, venta y explotación de terrenos. Una vez que el canal Rosales entró en función, se mostraron interesados en invertir en la compra de 11 mil 055 hectáreas ubicadas en El Bledal con el fin de fomentar la agricultura y ampliar las extensiones de tierra para la producción de caña de azúcar. Constituyendo para 1926 la sociedad Compañía Irrigadora de El Bledal. Estas son sólo algunas de las empresas impulsadas por ellos, sin embargo a estas se les sumaron otras más. Por otra parte, es preciso recurrir a otros ejemplos que nos den una idea de las características del tipo de empresarios que predominaron en Sinaloa en estas décadas. Por ejemplo encontramos a la familia Bon Bustamante, originaria del vecino estado de Sonora; de la cual resalta la figura de Cristóbal Bon Bustamante, quien se trasladó a Culiacán durante el proceso revolucionario, 150 Alonso Martínez Barreda, La industria azucarera en… op. cit., p. 47. Ibíd., p. 49. 152 Ibíd., p. 49. 151 81 “donde trabajó por un tiempo en el ingenio azucarero La Primavera, propiedad de los hermanos Almada y se dedicó a la agricultura”153. A la llegada del general Álvaro Obregón a la Presidencia de la República, la familia Bon Bustamante se vio beneficiada económicamente. Cristóbal Bon Bustamante, adquirió extensas propiedades en Culiacán, donde desarrolló la actividad ganadera y agrícola154. Este integrante de la familia, además de desempeñar actividades económicas, se dedicó a la política, ocupando cargos públicos como diputado federal y senador. De modo lamentable para él, por su clara inclinación al callismo, fue destituido de su último cargo en 1935, lo que hizo que se dedicara de lleno al campo empresarial 155. Bon Bustamante, como propietario de grandes extensiones de tierras, se dedicó prácticamente al arrendamiento de terrenos para la agricultura, a la producción de granos y a la cría de ganado. Fue hasta 1940 que dio un giro a su actividad al incursionar además en la producción de hortalizas y algodón. A Cristóbal se unen sus hijos Atilano y Benjamín, adquiriendo más tierras y constituyendo empresas. Al igual que otras familias, los Bon Bustamante, también por medio de alianzas matrimoniales, lograron aumentar sus propiedades. Por ejemplo, el matrimonio de Atilano Bon Bustamante con Emma Echavarría Rojo descendiente de una de las familias más poderosas de Culiacán. Por su parte Benjamín contrajo nupcias con Bárbara, hija de Santiago Wilson y Esther Alcalde, quienes, como señalamos anteriormente eran grandes empresarios del municipio de Guasave dedicados a la producción y exportación de hortalizas156. Al igual que los Redo y los Almada, los Bon Bustamante desempeñaron un papel fundamental con sus actividades empresariales, pues dieron un empuje a la economía no sólo de la ciudad sino de todo el estado. 153 María de Jesús López López, Agricultura comercial, creación de empresas… op. cit., p. 165. Ibíd., p. 166. 155 Ibíd., p. 167. 156 Ibíd., p. 170. 154 82 Otro caso de familias que lograron consolidarse dentro de los grupos empresariales dedicados a la agricultura en el Culiacán, fueron los Tamayo. Sus orígenes se remontan a mediados del siglo XIX, época en la que Juan Nepomuceno Tamayo figuraba en las listas de propietarios de comercios de la ciudad. Juan Nepomuceno se casó con Gertrudis Orrantia. Como no tuvieron descendencia adoptaron a Severiano, quien contrajo matrimonio con Natalia Amador. De esa unión nacieron: Juan Nepomuceno, Severiano, Miguel, Natalia, María, Jesús Lucio, Concepción, Laura, Inés, Beatriz y Guadalupe157. Severiano, además de desempeñarse en el comercio, al igual que su padre, también lo hizo en la agricultura. Para el desarrollo de esa actividad adquirió grandes extensiones de tierra, entre ellas el rancho llamado Bellavista158. De sus hijos quien más se inclinó hacia la agricultura fue Jesús Lucio. Este último, contrajo matrimonio con Jesusita Müller Tirado, procreando a José Ricardo, Jesús Mario, María Luisa, Raúl Enrique, Jorge René, Roberto y Enrique 159. La numerosa familia vivió en Bellavista por más de diez años. Después del proceso revolucionario los Tamayo Müller perdieron la mayoría de sus bienes; la solvencia económica que habían poseído se derrumbó. Fue hasta los años treinta comenzaron a recuperarse gracias a su incursión en el mercado con exportación de tomate. Especializado en la siembra de hortalizas, Tamayo Müller se vio en la necesidad de adquirir más tierras para su cultivo. Algunos de los terrenos los puso a nombre de sus hijos para poder sembrar en mayor cantidad de tierras y con el fin de impulsarlos al ámbito empresarial agrícola. Dentro de los terrenos adquiridos se encuentra un predio ubicado en Campo Gobierno, el Nochebuena; el Tres Hermanos, en Aguapepito y otros160. Esta familia sobresalió en el ámbito empresarial por sus diversas actividades 157 Ibíd., p. 128. Ibíd., p. 129. 159 Ibíd., p. 129. 160 Ibíd., p. 131. 158 83 económicas, pero además por formar nuevas y diversas empresas. Un ejemplo de esto es la constitución de la Unión de Crédito Agrícola e Industrial de Sinaloa, creada en 1944 en donde José Lucio Tamayo adquirió 50 acciones161. Otra empresa fue la constituida por Jesús Lucio y sus hijos José Ricardo y Jesús Mario, junto con Rafael Bátiz Paredes y Rafael Bátiz Echevarría en 1946, bajo la razón social Productos de Sinaloa, S. A. de C. V. Esta empresa tuvo como objeto la compra-venta, empaque, transporte y distribución de toda clase de productos alimenticios, ya fuera en estado natural, semielaborados o elaborados162. A los grupos o familias empresariales aludidos, podemos incluir otros más que también vieron en la agricultura un próspero negocio. Entre ellos destacan los De la Vega, Barrantes, Andrade, Rojo y Clouthier. Esta última familia figuracomo una de las más prominentes en la élite culiacanense para el periodo de estudio, convirtiéndola en un estudio de caso. b) Familia Clouthier-Andrade En Culiacán, otra de las familias que a través de los años han contado con una gran visión empresarial, en especial en el sector agrícola, son los Clouthier. Esta familia tuvo sus orígenes en Canadá. En 1851 llegó a Culiacán el doctor Juan Augusto Clouthier para apoyar en las jornadas contra un brote de cólera morbus que se había generado en la entidad y que había cobrado algunas víctimas. Irónicamente, es gracias a esa causa que conoció a la que sería su esposa, Guadalupe Cañedo Rojo163. 161 Ibíd., p. 132. Ibíd., p. 132. 163 Sonia Bouchez Caballero, “Los Clouthier: una familia de elite porfirista” en Jorge Verdugo Quintero y Víctor Alejandro Miguel Vélez (Compiladores), Historia y Región. Memoria del X Congreso Regional de Sinaloa, Culiacán, Sinaloa, Universidad Autónoma de Sinaloa/Facultad de Historia, 1996, p. 231. 162 84 De ese enlace matrimonial, Clouthier-Cañedo, nacieron cuatro hijos: Manuel, Jorge, Guadalupe y Aurelia. El primogénito, Manuel Clouthier Cañedo, sería quien encabezara a la familia a la muerte de su padre, además fue el primero en incursionar en los negocios, dedicándose al comercio. Al igual que su padre, contrajo matrimonio con una joven de muy buena posición económica y perteneciente a una de las familias de alcurnia de la época, la familia Andrade. Estas uniones se llevaban a cabo para ampliar la red de relaciones y acrecentar las riquezas familiares de ambos lados. En la mayoría de estas uniones los resultados eran favorables pues se creaban condiciones para el surgimiento de las actividades empresariales en la agricultura u otros sectores. Los Andrade, por ejemplo, eran dueños de una gran parte de las tierras comprendidas en la sindicatura de Sataya, perteneciente a Navolato, y al relacionarse con los Clouthier les permitió ampliar sus intereses económicos. Clouthier Cañedo, además de comerciante se convirtió en arrendatario, sin dejar de lado su antigua profesión, así estableció la Agencia Comercial Altata, como estrategia para reforzar sus actividades comerciales. Durante la época de Francisco Cañedo, también sobresalió en el aspecto político, debido a que “don Manuel utilizó su poder económico y sus relaciones sociales para ir ascendiendo los peldaños del poder político, hasta integrarse a los grupos más cercanos al gobernador…164. A Manuel Clouthier Cañedo no le interesaba tanto la cuestión agrícola como la política; sin embargo, su cuñado Amado Andrade se inclinaba más por crear empresas destinadas a la agricultura. De la unión Clouthier Andrade nace otro Manuel, quien a diferencia de su padre y al igual que su tío Amado, prefirió más la cuestión agrícola. Podemos suponer que ese fue uno de los motivos por los que su tío lo convirtió en su heredero, adquiriendo de esa forma grandes cantidades de hectáreas dedicadas a la agricultura, así como otros bienes y dinero que durante años formó parte del patrimonio de los Andrade. 164 Ibíd., p. 233. 85 En el periodo cardenista, la familia Clouthier se vio afectada por el reparto agrario, sin embargo la expropiación de algunas de sus tierras no los hizo desistir165. Continuaron emprendiendo negocios como prestamistas, manejando créditos hipotecarios que les dejaban buenos intereses. Dentro de otras de sus actividades se encontraban la compra y venta de terrenos que la mayoría de las veces los adquirían a un precio bajo y los vendían a uno más alto. Cuadro 11 Compra-ventas de terrenos menores a las 50 hectáreas realizadas por los Clouthier en Culiacán (1930-1950) Fecha 12/09/1932 19/06/1936 12/05/1938 26/10/1940 26/10/1940 29/10/1940 12/05/1943 18/12/1946 Vendedor Manuel Clouthier Cañedo Manuel Clouthier (hijo) Manuel Clouthier (hijo) María Clouthier Bátiz Manuel Clouthier Adolfo Augusto Clouthier Manuel Clouthier (hijo) María Clouthier Bátiz Manuel Clouthier Comprador Superficie Lugar Carmen y 2 lotes El Palmito Concepción de la Vega Cía. Industrial 9, 340 El Palmito Sinaloense de mts2 Sacos y Cordelería Jesús P. Ruiz 3 has. El Palmito Cantidad $ 1,500 1,869 1,200 Jesús Carrillo 8 has. Yraguato 290 J. Jesús Carrillo 32 has. Yraguato 740 34 has. Yraguato 800 de Alfredo Acosta Alfredo Alarcón Ignacio de Gastélum y J. G. 6 has. El Palmito 12 has. Yraguato 600 1,000 165 Diana Sugey Burgos Aguilar, La familia Clouthier; parte de la élite culiacanense. Su trayectoria en los años 1920-1950, Tesis de Licenciatura en Historia, Culiacán, Sinaloa, Facultad de Historia, 2005, p. 87. 86 08/03/1948 24/04/1948 29/06/1948 06/10/1948 02/09/1950 02/09/1950 03/11/1950 Manuel Clouthier (hijo) Manuel Clouthier (hijo) Manuel Clouthier (hijo) Manuel Clouthier (hijo) José Carlos Clouthier José Carlos Clouthier Graciela Clouthier de Karg Mariscal Ricardo Borbón Aguilar 30 has. Bataoto 500 Jesús Tamayo 34 has. San Rafael 350 43 has. Bataoto 450 L. Lucrecia Gaxiola Clouthier Francisco Gastélum Sánchez Ernesto Ibarra Juan Andrés Espinosa Jaime Espinosa Valdez 37, 605 El Palmito mts2 1,000 16 has. Yraguato 1,000 16 has. Yraguato 1,000 17 has. Yraguato 1,600 Fuente: Gustavo Aguilar Aguilar y Diana Sujey Burgos Aguilar, “Una familia de élite: los Clouthier en Sinaloa” en Carlos Maciel Sánchez, Rigoberto Rodríguez Benítez y Alfonso Mercado Gómez, Cultura, política y sociedad: miradas y reencuentros en el noroeste, noreste, centro y sur de México, México, Casa Juan Pablos/UAS/Facultad de Historia, 2006, pp. 374377. En estas ocasiones Adolfo Augusto Clouthier representó a su padre. Como se observa en el cuadro anterior, la mayoría de los terrenos fueron vendidos por los diferentes miembros de la familia Clouthier, destacando la figura de Manuel Clouthier hijo, que en algunas ocasiones fue representado por su hijo el Lic. Adolfo Augusto Clouthier en ese tipo de actividades. Otro dato importante que resalta es que la mayoría de los terrenos vendidos formaban parte de El Palmito e Yraguato, situados en Culiacán. Alcanzando el precio más alto un terreno de 9 mil 340 mts2 vendido a la Cía. Industrial Sinaloense de Sacos y Cordelería en la cantidad de 1,869 pesos y situado en El Palmito. Cuadro 12 Compra-ventas de terrenos de 50 a 100 hectáreas realizadas por los Clouthier en Culiacán (1940-1949) 87 Fecha 29/10/1940 29/10/1940 29/10/1940 29/10/1940 29/10/1940 29/10/1940 01/11/1940 03/11/1941 08/03/1948 08/03/1948 24/04/1948 24/04/1948 24/04/1948 29/06/1948 29/06/1948 29/06/1948 29/06/1948 29/06/1948 Vendedor Graciela Clouthier de Karg Mariscal Oscar Antonio Clouthier José Carlos Clouthier Beatriz Clouthier Luisa Clouthier de Cervantes María Clouthier de Bátiz María Amparo Clouthier María Amparo Clouthier Manuel Clouthier (hijo) Manuel Clouthier (hijo) Manuel Clouthier (hijo) Manuel Clouthier (hijo) Manuel Clouthier (hijo) Manuel Clouthier (hijo) Manuel Clouthier (hijo) Manuel Clouthier (hijo) Manuel Clouthier (hijo) Manuel Clouthier Comprador Álvaro Acosta Superficie Lugar 50 has Yraguato Cantidad $ 1,000 Tomás Peraza 50 has Yraguato 1,500 Francisco Salazar H. Carlos Pérez Aguirre Carlos Ramos 50 has Yraguato 1,000 50 has Yraguato 1,700 66 has Yraguato 1,000 Alejandra Bátiz Ramos 50 has Yraguato 1,000 Estanislao R. Salgado Margarita Valdez y Melitón Peña Quintín Barrera Castro 50 has Yraguato 1,200 100 has Yraguato 2,500 100 has Bataoto 1,000 Octavio Ibarra Balderrama 100 has Bataoto 1,000 Víctor Valdez 100 has San Rafael 1,000 100 has San Rafael 1,000 80 has San Rafael 800 50 has Bataoto 500 100 has Bataoto 1,000 50 has Bataoto 500 83 has Bataoto 850 100 has Bataoto 1,000 M. Jesús Ramos María Luisa Tamayo de Peña Luis Valenzuela Millar Luis Santiago Gaxiola Clouthier Alfredo Sánchez Ruiz Santiago Gaxiola Gándara Octavio Sánchez 88 12/10/1949 12/11/1949 (hijo) Manuel Clouthier (hijo) Rafaela Clouthier Gaxiola Rosendo Carlón José María de Verdugo 100 has San Rafael 1,000 100 has Yraguato 8,000 Fuente: Gustavo Aguilar Aguilar y Diana Sujey Burgos Aguilar, “Una familia de élite: los Clouthier… op. cit., pp. 374-377. En estas ocasiones Adolfo Augusto Clouthier representó a su padre. La venta de terrenos entre 50 y 100 hectáreas fueron mayores. Aquí se observa una mayor participación del Lic. Adolfo Augusto Clouthier, representando a su padre Manuel Clouthier hijo. Los terrenos vendidos pertenecían en su mayoría a Yraguato y en menor cantidad a Bataoto y San Rafael. Tomando como referencia que la cantidad mayor de venta fue de 8 mil pesos por 100 hectáreas ubicadas en Yraguato y las de menor fueron dos ventas registradas en la cantidad de 500 pesos correspondientes a 50 hectáreas cada una ubicadas en Bataoto, por lo que inferimos que cada hectárea tenía un valor de 10 pesos. Cuadro 13 Compra-ventas de terrenos mayores de 100 hectáreas realizadas por los Clouthier en Culiacán (1930-1945) Fecha 13/09/1930 Vendedor Manuel Clouthier Cañedo 08/12/1945 Manuel Clouthier (hijo) Manuel Clouthier (hijo) Manuel Clouthier (hijo) 10/12/1945 10/12/1945 Comprador Superficie Lugar Cantidad $ Manuel de la 450 has Tecorito 21,000 Rocha, Alberto Vega, Lucrecia de la Rocha Jesús Martínez 609 has El Palmar de 400 de Castro los Martínez de Castro Concepción 667 has El Palmar de 400 Martínez de los Martínez Castro de Castro Conrado 646 has El Palmar de 400 Martínez de los Martínez Castro de Castro Fuente: Gustavo Aguilar Aguilar y Diana Sujey Burgos Aguilar, “Una familia de élite: los Clouthier… op. cit., pp. 374-377. 89 Dentro de las ventas mayores a las 100 hectáreas se observa que el registro es menor, sin embargo podemos darnos cuenta que este tipo de transacción se realizó fundamentalmente entre dos familias, los Clouthier como vendedores y los Martínez de Castro como compradores de los terrenos localizados en El Palmar de los Martínez de Castro. En cuanto a las cantidades que se pagaron por los terrenos, se deduce que las tierras ubicadas en Tecorito fueron más valiosas, dado que la cantidad pagada por ellas fue de 21 mil pesos y la superficie fue de 450 hectáreas, mientras que las adquiridas en El Palmar de los Martínez de Castro rebasaban las 600 hectáreas y el precio pagado por ellas fue sólo de 400 pesos. En los cuadros anteriores se observa que esta familia era poseedora de grandes extensiones de tierras, de las cuales una parte las empleaban en la agricultura y otra formaba parte de los negocios de compra-venta, como ya se ha mencionado. En la década de 1940 existieron frecuentes pleitos por la tierra entre los ejidatarios y los propietarios privados. Un caso que llama la atención es el litigio seguido por miembros de la familia Clouthier sobre el predio de Rosa Morada166, sindicatura de Sataya, perteneciente al municipio de Culiacán, en el año de 1940. En ese litigio legal los demandantes son precisamente los hermanos Clouthier: Ma. Amparo, Oscar, José Carlos y Graciela, representados por el licenciado Adolfo Augusto Clouthier167. Los anteriores reclamaban unos terrenos que forman parte de sus propiedades, los cuales tenían en su poder los ejidatarios de Rosa Morada, por haberlos considerado como pertenecientes al cauce del río Culiacán. 166 Archivo Histórico del Agua, Dirección de Aprovechamientos Hidráulicos, 1940, pp. 1-201. A finales de la etapa cardenista sobresale la figura de un miembro de la familia, el licenciado Adolfo Augusto Clouthier Martínez de Castro, quien se convirtió en un importante abogado y representante general de la familia. El licenciado Clouthier fue el encargado de seguir algunos juicios en los que se vieron involucrados algunos de los miembros de esa estirpe. 167 90 En un memorandum enviado por Juan S. Murillo a la Dirección de Población Rural, Terrenos Nacionales y Colonización, y a la Dirección de Geografía, Meteorología e Hidrología del Distrito Federal, el secretario particular de la Secretaría de Agricultura y Fomento, en respuesta al telegrama del comisariado ejidal de Rosa Morada, el señor Crescencio Quevedo, donde solicita se suspenda la orden emitida por la Comisión Mixta del Río Culiacán de desocupación de los terrenos de zona federal ocupada por campesinos desde hacía cinco años, planteando lo siguiente: La Comisión Mixta encargada de dictaminar el caso, después de practicar la inspección respectiva y de los correspondientes trabajos por el ingeniero J. J. Islas de León, llegó a la conclusión de que los terrenos en cuestión no pertenecían al cauce del río, sino que formaban parte de una propiedad particular, según lo habían demostrado los trabajos técnicos llevados a cabo y la documentación presentada por los interesados. De esta forma se giró la orden para que el comisariado ejidal procediera a devolver los citados terrenos por pertenecer a la propiedad particular de los hermanos Clouthier y encontrarse desocupados. Además de agregar que el ejido de Rosa Morada había sido beneficiado con 136 hectáreas de terreno de riego y 330 de terreno de agostadero para 33 individuos, correspondiéndoles a cada uno 4.12 hectáreas de riego y 10 hectáreas de agostadero, abriéndose estas últimas para el cultivo. Como dato complementario se agrega además que el ejido de Rosa Morada, representado por los señores Crescencio Quevedo, Francisco Rojo y Pablo Quevedo, habían celebrado un contrato de arrendamiento (Sociedad en Participación) con el señor Miguel Crisantes, de una superficie de 136 hectáreas de terrenos de riego, pertenecientes al antiguo predio, Las Trancas. Dicho arrendamiento también se había llevado acabo el año anterior con el mismo señor Crisantes, con lo que quedaba demostrado que el ejido en cuestión no tenía necesidad de terrenos, pues podían abrir al cultivo mayores superficies y trabajar personalmente los terrenos de riego rentados. 91 A principios de 1942 el pleito continuaba debido a que intervinieron otras dependencias, unas a favor y otras en contra de los demandantes. Tal es el caso de la Confederación Nacional Campesina (en adelante CNC), quien abogó por los 36 campesinos con los que se sostenía el litigio por los terrenos que poseían indebidamente. Algunas de las justificaciones que dicha confederación otorgó para que fueran sometidas a consideración por la Comisión Mixta, fueron las siguientes: a) Doce de los ejidatarios del Comisariado ejidal de Rosa Morada, municipio de Culiacán, habían adquirido desde antes de 1938 el arrendamiento de 36 hectáreas de terrenos de jurisdicción federal de la margen derecha del río Culiacán. b) Posteriormente el río desvió su corriente hacia la margen izquierda invadiendo nuevos terrenos de esa margen y abandonando otros de la margen derecha, lugar en donde se encontraban ubicadas las 36 hectáreas rentadas a los ejidatarios de Rosa Morada. c) Como consecuencia de la desviación del río y del consiguiente cambio de localización de su cauce y zona federal, los propietarios colindantes de la margen derecha, señores Clouthier, reclamaron la devolución de los terrenos rentados a los ejidatarios de Rosa Morada como de jurisdicción federal y la Agencia General de Mazatlán resolvió favorablemente su reclamación, ordenando a los ejidatarios, el 17 de octubre de 1941, la devolución de los terrenos reclamados168. Debido a todo lo anterior y en desacuerdo con lo dictado por la Agencia de Mazatlán, la CNC pedía al Departamento de Terrenos Nacionales de la Dirección de Población Rural, lo siguiente: 1) Que se enviara un ingeniero dependiente de esa Secretaría a que determinara exactamente los límites de la pequeña propiedad de los señores Clouthier. 168 Archivo Histórico del Agua, Dirección de Aprovechamientos… op. cit., p. 72. 92 2) Mientras se llevaba a cabo lo anterior, la Agencia General en Sinaloa, se abstuviera en lo absoluto de molestar a los campesinos de Rosa Morada que poseían las tierras ubicadas en la margen del Río Culiacán. 3) Que se giraran todas las instrucciones telegráficas necesarias, con el fin de que la Agencia General no tuviera pretexto alguno para llevar a cabo el atropello que se pretendía hacia los mencionados campesinos169. Ante esa serie de justificaciones y peticiones por parte de la CNC, la Secretaría de Agricultura y Fomento hizo algunas observaciones y les dio a conocer las razones por las que su petición era rechazada. En primer lugar, no se podía acceder al envío de un ingeniero para deslindar y medir la pequeña propiedad de los señores Clouthier, porque aún cuando estos fueran unos grandes latifundistas, no podían ser privados de su derecho a los terrenos ribereños abandonados por el río al desviar el curso de su corriente. Lo anterior estuvobasado en el artículo 5º de la Ley de Aguas que establece que “cuando por obra de la naturaleza una corriente cambie de curso la Nación adquirirá la propiedad sobre el nuevo cauce y su zona federal correspondiente, y los propietarios ribereños al cauce abandonado adquirirán la parte que quede a su frente hasta la mitad de dicho cauce”170. Es por lo expuesto en ese artículo que la CNC apelaba a que los terrenos ganados a los ríos eran inalienables y no sujetos a propiedad particular. Sin embargo, ante ese reclamo, la CNC se amparó con lo suscrito en el artículo 6º de la misma Ley de Aguas: “… los terrenos ganados perderán su carácter de inalienables que tenían cuando formaban parte del cauce, y serán considerados como terrenos nacionales sujetos para su venta a las disposiciones que dicte la Secretaría de Agricultura y Fomento, teniendo derecho preferente para la 169 170 Ibíd., p.85 Ibíd., p.87 93 adquisición, los dueños de propiedades colindantes, conforme a las Leyes Generales de Tierras”171. Con lo anterior quedaba en claro que no podía haber terrenos ganados a una corriente o depósito si antes no se realizaban obras artificiales de defensa, encauzamiento o canalización, y en ese caso tales obras no se habían realizado aún y solamente existían las tierras que antes habían pertenecido al cauce y zona federal de un río y que habían dejado de tener esas características. Por esa razón debían pasar legalmente al dominio de los propietarios colindantes, independientemente de que éstos fueran pequeños propietarios o grandes latifundistas. c) Empresarios de origen griego dedicados a la agricultura en el valle de Culiacán Como empresarios dedicados a la agricultura encontramos, entre otros, a los inmigrantes griegos, que llegaron y se establecieron en el estado, de manera especial en el valle de Culiacán, aproximadamente desde 1897. Algunos de estos empresarios llevaban por apellido Canelos, Crisantes, Chaprales, Stamos, Evangelatus, Demerutis, Antonópulos, Karamanos, Panasópulos, Petrulias, Staurópulos, Papatheodorou, Stamatis, entre otros. Al arribo de los primeros colonos griegos a tierra sinaloense, el número de inmigrantes era reducido, sin embargo para la década de los treinta ya se había incrementado. Lograron colocarse como parte de los principales horticultores de la entidad y en especial del valle de Culiacán. La presencia griega se hizo notar principalmente en el valle de Culiacán y los campos colindantes, así como en los municipios del norte; Ahome y Guasave principalmente 172. En el resto del 171 Ibíd., p. 93. Gustavo Aguilar Aguilar, “Inmigración griega y empresa agrícola en Sinaloa (1927-1971): éxitos y fracasos” en Secuencia, núm. 64, México, enero-abril 2006, p. 50. 172 94 estado también estuvieron, pero indudablemente fue en los anteriores municipios donde alcanzaron una mayor presencia económica. Sus actividades estaban principalmente ligadas a la agricultura, en su mayoría eran arrendatarios de terrenos que tenían como fin su explotación en el sector agrícola. Los cultivos a los que se dedicaban eran sobre todo las hortalizas, el algodón y el garbanzo. Algunos de los empresarios griegos que se encontraban en el municipio de Ahome, ya iniciados los años treinta, como Constantino Dimópulos, Jorge Papachoris, Nicolás Macris, entre otros, se trasladaron a Culiacán para asentarse definitivamente y dedicarse a la producción de hortalizas173. Además de ser productores agrícolas, también participaron en la creación de empresas no sólo dedicadas a la agricultura, sino también en diferentes ramas del sector productivo. Algunos llegaron a formar parte de la elite económica de la región al establecer lazos matrimoniales con mujeres de familias de alcurnia. Años más tarde sus descendientes, que formaban parte de este gremio de agricultores exitosos, llegaron a ocupar puestos importantes dentro de las organizaciones formadas por agricultores privados de la entidad. Entre 1929 y 1949, se registraron 11 empresas dedicadas al ramo agrícola creadas por inmigrantes griegos en el valle de Culiacán. Gustavo Aguilar Aguilar174 nos muestra esquemáticamente como gracias al capital social aportado por los socios se podían clasificar como grandes, medianas y pequeñas empresas. Pero los griegos no sólo crearon empresas destinadas a la agricultura, sino que también formaban parte de sociedades mercantiles e industriales, mismas que fueron constituyendo a través de los años. 173 174 Ibíd., p. 51. Ibíd., p.53. 95 Cuadro 14 Empresas agrícolas creadas por los griegos en Sinaloa entre 1929 y 1949 Capital social (pesos) 1,000 Empresa Rosaura y Davlantes, S. C. P. Fecha 28/08/1929 Socios Luis Davlantes y Juan Rasura Chaprales y Carillote, Sociedad en nombre colectivo Chaprales y Macris, S. C. P. 10/11/1933 Jorge Chaprales Pedro Carillote y 1,000 17/11/1934 Jorge Chaprales Nicolás Macris y 5,000 Georgelos Hermano, S. C. P. 13/02/1935 5,000 Constantino Petrulias y Compañía, Sociedad en nombre colectivo 28/09/1937 Constantino B. Georgelos y Henry Georgelos Ramón Ángel Salomón, Jorge Atanasakis y Constantino Petrulias Productores Sinaloenses, S. de R. L. 26/06/1942 20,000 Vital y Manus, S. de R. L. 10/11/1942 Jorge Papachoris Choros, José Mariano Romero, Demetrio Evangelatus y Nicolás Panasópulos Ing. Jesús López Vital y Jorge Manus Furquiotis Sinaloa Growers, S. de R. L. 15/07/1943 60,000 Constantino Dimópulos y Compañía, S. de R. L. de C. V. 14/02/1944 José Mariano Romero, Demetrio Evangelatus, Nicolás Panasópulos y Alexis Relias Constantino Dimópulos y Pastor Gómez Compañía Tomatera y Agrícola, S. A. 27/05/1944 Óscar Bastidas, Basilio Gatziones, Aristeo Canelos, Constantino Petrulias y Jorge Pulos 100,000 Agrícola de Culiacán, S. 10/01/1949 Jorge 150,000 Chaprales y 4,000 5,000 30,000 Otros Para explotar 65 hectáreas, tomate de exportación El capital fue aportado en partes iguales El capital social fue aportado en partes iguales El capital fue aportado en partes iguales Salomón y Atanasakis aportaron 2,000 pesos c/u, Petrulias era socio industrial Cada socio aportó 5,000 pesos. Vital aportó 4,900 pesos, Manus se encargaría de los trabajos en el campo Cada socio aportó 15,000 pesos Los socios aportaron el capital en partes iguales Bastidas aportó 60,000 pesos en maquinaria, Gatziones y Canelos 13,000 c/u en maquinaria y los otros en efectivo El capital fue 96 de R. L. Nicolás Macris aportado en partes iguales FUENTE: Gustavo Aguilar Aguilar, “Inmigración griega y empresa agrícola en Sinaloa (19271971): éxitos y fracasos” en Secuencia, núm. 64, México, enero-abril 2006, pp.54-55. El cuadro anterior nos muestra la variedad de empresas agrícolas constituidas por estos grupos de colonos griegos. En seis de ellas el capital social no pasa de los 10 mil pesos y cinco lo superan. Además las empresas formadas se constituían como Sociedad Anónima (S. A.), Sociedad de Responsabilidad Limitada (S. de R. L.), Sociedad de Responsabilidad Limitada de Capital Variable (S. de R. L. de C. V.), Sociedad en Nombre Colectivo y Sociedad Civil Particular (S. C. P.). d) Condiciones para el crecimiento de los pequeños y medianos productores agrícolas La década de 1930 fue para Sinaloa un periodo de transición, porque se reorganizó la tenencia de la tierra y dio paso a su división entre agricultores particulares y ejidatarios. El pequeño predio se fortaleció frente a la hacienda como respuesta al crecimiento de una nueva capa de agricultores ubicados en las tierras agrícolas de buena calidad y que décadas posteriores, conformaron la agricultura capitalista más moderna del país. Por su parte, la mayoría de las haciendas se modernizaron, construyendo canales de irrigación y retomando la explotación de sus mejores tierras que antes daba en aparcería para el cultivo del maíz y frijol, fomentando, además, el cultivo de productos comerciales como el algodón y el garbanzo, aunque los más grandes continuaron con la caña de azúcar. En 1930 los ranchos toman relevancia similar a las haciendas, no en superficie sino en su valor y por la fertilidad de sus tierras. Además de convertirse en el grupo de productores más numeroso y el grupo social más dinámico que 97 impulsaría el desarrollo agrícola regional 175. La comercialización de los productos derivados de la agricultura pasó por un período restrictivo en los primeros años de la década de los treinta y posteriormente creció de modo progresivo. Algunos de los factores que influyeron para que las exportaciones de tomate, que representó el principal producto hortícola, bajaran drásticamente de más de 40 mil toneladas en 1927 a menos de 8 mil toneladas en 1934 y se mantuvieran relativamente bajas hasta el año de 1938, fueron las afectaciones agrarias, las complicaciones del mercado norteamericano y el incipiente grado de organización de los productores agrícolas. Para finales de la década se dio un aumento en la producción y las exportaciones176. Su consolidación es notable al surgir nuevas empresas dedicadas en su mayoría a la exportación del tomate, garbanzo y algodón. Gráfica 1 Volumen de la producción y superficie sembrada de tomate en Sinaloa (1930-1940) 60,000 50,000 40,000 30,000 20,000 10,000 0 1930 1931 1932 1933 1934 1935 1936 1937 1938 1939 1940 Ton. Tomate Has. Cosechadas 175 Hubert Carton de Grammont, Los empresarios agrícolas… op. cit., pp. 30-33. Arturo Carrillo Rojas y Mario Cerutti (Coords.), Agricultura comercial, empresa y desarrollo… op. cit., pp. 174-176. 176 98 Fuente: Miguel Verdugo Rentería, La producción y comercialización del tomate… op. cit., p. 58. En 1933 el gobierno federal creó el Distrito de Riego número 10 por conducto de la Comisión Nacional de Irrigación. Posteriormente, en julio de 1936, la operación y administración del mismo fue entregada al Banco Nacional de Crédito Agrícola a través de su Departamento de Fideicomiso. Hacia la margen izquierda del río Culiacán se encontraba el sistema de riego particular denominado canal Cañedo, que pertenecía a la Compañía Azucarera Almada, y fue hasta principios de la década de 1940 que se incorporaron al cultivo en ese Distrito de Riego, alrededor de 20 mil hectáreas 177. Para el año de 1939 se inició la construcción de la presa Sanalona sobre el río Tamazula, y fue hasta 1948 cuando culminó la obra, aumentando la superficie irrigada de 31 mil a 95 mil hectáreas en el valle de Culiacán. Con las obras de irrigación impulsadas por el gobierno de Sinaloa, la agricultura adquirió mayor fuerza y tuvo repercusiones alentadoras en otros ámbitos178. Gracias a ese tipo de construcciones se incrementaron las tierras de riego y, por ende, la superficie cultivada en 1940 ascendió a 147,751 hectáreas en todo el estado. Destacaron entre los principales productos, de acuerdo con su importancia en la estructura de cultivos: el algodón, el tomate, caña de azúcar, maíz, ajonjolí, garbanzo y frijol.179 El aprovechamiento de esta clase de recursos hidráulicos en el valle, fue notorio. Una gran cantidad de hectáreas resultaron beneficiadas con el agua proveniente de canales y presas construidos con el fin de abastecer y regar las tierras cultivadas. Gustavo Aguilar Aguilar, “Fuentes y mecanismos de financiamiento para la agricultura de exportación en el valle de Culiacán (1920-1950), en Arturo Carrillo Rojas y Mario Cerutti (Coords.), op. cit., pp. 73-74. 178 Guillermo Ibarra Escobar, Sinaloa: tres siglos… op. cit., p. 77. 179 Enrique Espinoza V. y Donaciano Ojeda, Informe agroeconómico detallado del distrito de riego del Río Culiacán, México, Comisión Nacional de Irrigación, 1944, p. 267; Eduardo Frías Sarmiento… op. cit., p. 177 99 Gráfica 2 Superficie beneficiada con riego en el valle de Culiacán, 1932-1950 80,000 60,000 40,000 20,000 0 1932 1940 1947 1948 1949 1950 Hectáreas Fuente: Miguel Verdugo Rentería, La producción y comercialización del tomate… op. cit.. 46. En la década de 1940 a 1960 las fuentes que apoyaron a las empresas agrícolas de los distritos de riego sinaloenses para lograr un mayor crecimiento fueron la renta diferencial y la ganancia debida a inversiones de capital en maquinaria y tecnología moderna que permitieron a las empresas ubicarse en los cultivos más remunerativos, los de exportación o los destinados a la agroindustria180. Las explotaciones agrícolas en el valle de Culiacán variaban de acuerdo a su tamaño y éste dependía de la cantidad de hectáreas que cada agricultor poseía y a qué cultivo las destinaba (véase anexo 1). Dependiendo de la cantidad de hectáreas que se tenían se les puede estudiar por grupos para tener una idea de sus características. Por ejemplo, siguiendo un informe de la época podemos apreciar lo siguiente: al grupo A pertenecían aquellos agricultores con terrenos de 80 a más de 100 hectáreas, al B los que sembraban de 50 a 79 hectáreas, al 180 Hubert Carton de Grammont, Los empresarios agrícolas… op. cit., p. 175. 100 grupo C pertenecían los de 20 a menos de 50 hectáreas y al D los que tenían menos de 20 hectáreas. Cuadro 15 Ejemplo de explotaciones agrícolas del valle de Culiacán por el grupo A (1949) Agricultor Canal Superficie Cultivada Cultivo Has Costos No cult. Valor cosecha Por Ha Por Ha (Pesos) José Ma. Gaxiola Fidel Gutiérrez Juan Jacobo Alfredo Careaga Rosales Del Norte Cañedo Oriental Estanislao Principal Salgado Fuente: Anexo 1. 90 has 44 has 110 has 100 has 82 has 10 has 2.80 has _ _ _ Ajonjolí 60 427.50 840.00 Maíz 10 395.00 525.00 Algodón Garbanzo 25 20 565.00 753.00 1,100.00 1,145.00 Maíz Tomate _ 60 379.75 -------- 525.00 --------- Maíz 20 -------- --------- Fríjol Caña 5 25 -------2,030.05 --------1,885.00 Ajonjolí 35 -------- --------- Garbanzo _ 82 684.00 413.60 500.00 -------- Garbanzo Como se observa en el cuadro 15, el grupo A correspondiente a los agricultores que poseían tierras de 80 a más de 100 hectáreas, siendo el más numeroso, además la superficie cultivada del total de los terrenos representó más del 50%. Otra característica importante es que, se encontraban ubicados cerca de los afluentes de los diferentes canales (Rosales, Cañedo, Del Norte, Oriental y Principal). Los cultivos predominantes en este grupo fueron garbanzo y el 101 ajonjolí, seguido de las legumbres y el maíz. Debemos de tomar en cuenta que para poder ser explotados al máximo esos terrenos, los empresarios tuvieron que iniciar sus labores de acondicionamiento de la tierra desde años atrás. De acuerdo a la misma información se detecta que los cultivos más remunerativos eran el garbanzo, el ajonjolí, el algodón y el tomate, por eso eran los más apreciados por los agricultores con mayor cantidad de tierras, esto les permitió contar con un mayor margen de ganancia entre costo por hectárea y valor de la producción. Este hecho aunado a que se encontraban en tierras irrigadas les permitió acumular capital y con el tiempo crecer convirtiéndose en grandes agricultores181. 181 Ofelia Janeth Chávez Ojeda y Arturo Carrillo Rojas, “Pequeños y medianos agricultores del valle de Culiacán: explotaciones agrícolas de 1949”, Culiacán, Sinaloa, ponencia presentada en el III Encuentro de Historiadores de Sinaloa. El historiador: su quehacer y perspectiva, Septiembre de 2007, p. 11. 102 Capítulo V: Agro-empresas en el valle de Culiacán La intensa actividad agrícola que se presentó en el periodo de estudio se reflejó en el surgimiento de muchas agro-empresas182, las cuales para fines de análisis las hemos clasificado en: agrícolas, agro-comerciales, agro-industriales y de agro-servicios, como muestra del grado de desarrollo de este sector empresarial ubicado en la agricultura. En el cuadro 16 se muestran las principales actividades registradas en el Archivo del Registro Público de la Propiedad (en adelante ARPP) en la sección Segunda Auxiliar de Comercio (en adelante SAC) y en algunos de los textos consultados para complementar la muestra183. Aquí podemos observar que destacan la constitución de empresas con un total de 74, le sigue la disolución de empresas con 14, las que aumentan su capital con 8 y las que realizan otro tipo de operación con 4. Esto refleja que el empresariado sinaloense, pese a las consecuencias de la gran crisis de 1929 y la política agraria del cardenismo, continuó con la formación de empresas, entre ellas, las destinadas al sector agrícola. 182 El término agro-empresa lo usamos para designar a todas aquellas empresas que tienen relación directa con la agricultura y se especializan en un giro en particular, ya sea el comercial, industrial, de servicios o propiamente agrícola. Clasificación usada por el equipo de investigación del proyecto “Empresa y agricultura de exportación en el Noroeste de México. Historia económica y tendencias actuales” coordinado por el Dr. Arturo Carrillo Rojas y financiado por CONACYT de 2003-2006. 183 Cabe aclarar que es una muestra seleccionada de los libros existentes en el Archivo del Registro Público de la Propiedad. También se retomaron algunos textos de otros autores con los que se complemento la información, entre ellos destacan: Arturo Carrillo Rojas, Historia de la empresa en el valle de Culiacán, Culiacán, inédito, 2007, pp.10-23; Ofelia Janeth Chávez Ojeda y Arturo Carrillo Rojas, “Agricultura y agro-empresas en el valle de Culiacán: 1930-1940”, Culiacán, ponencia presentada en el XXII Congreso Nacional de Historia Regional, Diciembre de 2006, pp. 1-18; Gustavo Aguilar Aguilar, Inmigración griega y empresas… op. cit., pp. 54-55; Juan José Burgos y Gustavo Aguilar, “Los griegos impulsores de la agricultura de exportación en el Municipio de Culiacán: el caso de Aristeo Canelos Atula”, ponencia presentada en el XIX Congreso Nacional de Historia Regional, Culiacán, Sinaloa, Diciembre de 2003, pp. 28-30; Eduardo Frías Sarmiento, El oro rojo de Sinaloa… op. cit., pp.141-142. Los libros revisados en el ARPP fueron: 12, 14, 15, 16, 17, 28, 43, 45, 52, 53, 55, 57, 64, 65, 66, 68, 77, 78, 79, 80, 81, 82a, 82b, 83 y 84. 103 Cuadro 16 Actividades de empresas relacionadas con el sector agrícola (1930 a1950) Actividad Cantidad % Constitución 74 74 Disolución 14 14 Aumento de Capital 8 8 Otras 4 4 Total 100 100 Elaborado por: Ofelia Janeth Chávez Ojeda con base en las fuentes citadas. Con la formación de estas agro-empresas ubicadas principalmente en el valle de Culiacán, se complementa la labor de cientos de pequeños y medianos productores que aprovecharon todos aquellos terrenos aptos para trabajar la agricultura. Los objetivos principales de estas compañías y productores eran los de cultivar y explotar terrenos propicios para esta actividad en todas sus manifestaciones, ya sea directamente o apoyando con diversos insumos y servicios. Es notorio como las constituciones fueron muy superiores a las disoluciones de las mismas, aun suponiendo que el cierre de empresas generalmente no se registraba. Lo anterior nos muestra que por cada empresa que se disolvía se constituían alrededor de cuatro o más. Otro aspecto que nos hace suponer que estas empresas se fueron fortaleciendo cada vez más, y que se debe tomar en cuenta es el aumento de capital que presentaron algunas de ellas. Entre los aumentos que se presentaron dentro de estas empresas, podemos citar el de la Compañía comercial y agrícola del Noroeste, S. A.184, que aumentó 184 ARPP-SAC, libros 64 y 65, inscripciones 4 y 100, fojas 27v-29v y 72-75 104 su capital en dos ocasiones, en diciembre de 1943 y en febrero de 1944. El encargado de hacer las gestiones necesarias ante las autoridades competentes fue Isidro Escobosa Morales, como representante de la sociedad. El capital social inicial con que contaba la compañía fue de 30 mil pesos, concediendo un primer aumento de 38 mil pesos más; esto en virtud del ensanchamiento de sus negocios. En 1944, nuevamente Escobosa realiza los trámites necesarios para que, sobre el capital existente de 68 mil pesos, se concediera nuevo aumento, esta vez por la cantidad de 32 mil pesos, sumando en total la cantidad de 100 mil pesos. Otro caso es el de la Mexicana de Fomento Agrícola, S. A.185, en donde el aumento de su capital social fue más significativo. De 25 mil pesos como inicial le otorgan un aumento de 975 mil pesos más sobre el original alcanzando la suma de un millón de pesos. Para los trámites necesarios acudieron los señores Agustín Mustieles, Enrique Trigueros y Saravia, Agustín Santamarina, Joaquín A. Casasus, Javier Muñiz y Sigfrido Roth, como miembros de la asamblea general de la sociedad, en marzo de 1946. La necesidad de agrandar su capital se debía principalmente a la aceptación que estas empresas tenían en el mercado y necesitaban crecer. De las 74 constituciones realizadas por las empresas vinculadas con la actividad agrícola, encontramos que hay una ligera ventaja en las destinadas al ramo agrícola al sumar 26, seguidas de 25 dedicadas al agro-comercio, 16 para el agro-servicio y 7 para la agro-industria. Cuadro 17 Empresas constituidas relacionadas con la agricultura de 1930 a 1950 Ramo 185 Empresas % ARPP-SAC, libro 78, inscripción 26, fojas 126v-145 105 Agrícola 26 36 Agro-comercio 25 34 Agro-industria 7 10 Agro-servicio 16 20 Total 74 100 Elaborado por: Ofelia Janeth Chávez Ojeda Fuente: RPP, Culiacán. En el cuadro 17 se observan los porcentajes que ocuparon cada una de estas empresas en relación al ramo en el que se encontraron ubicadas. El ramo agrícola ocupa el porcentaje más alto con un 36%, le sigue el agro-comercio con un 34%, con un 20% la constitución de empresas destinadas al agroservicio, ocupando el porcentaje más bajo las dedicadas a la agro-industria con un 10 por ciento. El mayor número de empresas constituidas destinadas a actividades agrícolas de 1930 a 1950, fueron aquellas dedicadas a la explotación de negocios agrícolas y comerciales en general, es decir a la siembra y cosecha de todos los productos derivados de la agricultura, así como a la especulación con los frutos del ramo que eran adquiridas por la empresa, además de la compra y venta de toda clase de productos de esta índole. a) Constitución de empresas agrícolas Las empresas agrícolas (véase anexo 2) que se constituyeron con el fin de explotar el ramo de agricultura directamente, fueron muy importantes porque ahí se generaba el producto que sería exportado y gracias a la existencia de otras empresas como las de agro-comercio, que eran las encargadas de suministrar los insumos necesarios, se pudieron mantener en constante actividad. 106 A manera de ejemplo podemos citar dentro de las empresas agrícolas la establecida por los señores Demetrio Chaprales y Alberto M. Sánchez en 1930, bajo el nombre de Chaprales y Sánchez, S. C. P. 186, la cual tuvo por objeto la explotación en el ramo de agricultura de 50 hectáreas de terreno, en donde Sánchez fue el socio industrial y capitalista y Chaprales el encargado de otorgar las 50 hectáreas. Una de las condiciones principales para establecerse la sociedad fue que el terreno debía ser utilizado únicamente para la siembra de tomate para la exportación. Otro caso de empresa agrícola fue el de Chaprales y Carillote, Sociedad en Nombre Colectivo187, integrada por Pedro Carillote y Jorge Chaprales en 1933, cuya finalidad fue la explotación del ramo de agricultura en todas sus manifestaciones, para desarrollarse en la Hacienda de “El Higueral”, en la sindicatura de Eldorado, del municipio de Culiacán. Dentro de ese mismo giro, también encontramos la sociedad realizada por los señores Francisco Echavarria y su esposa María Rojo de Echavarria, quienes unidos con otros socios (algunos pertenecientes a la misma familia) decidieron crear, el 2 de mayo de 1934, la empresa Francisco Echavarria y Compañía, Sociedad Civil Particular188. Siendo los señores Echevarria los dueños de algunas fincas rústicas y urbanas valuadas en la cantidad de 200 mil pesos, decidieron introducir esas propiedades a la sociedad. El objeto fue el desarrollo del ramo agrícola y ganadero, además de otras operaciones anexas y conexas, así como la explotación de sus fincas rústicas y urbanas ya fuera por sí o dándolas en arrendamiento total o parcial. La Compañía de Agricultura S. C. P.189, representa otro caso de empresa agrícola, integrada por Rudesindo Mascareño, Melitón Peña y Baltasar Villegas, constituida en junio de 1939, cuya finalidad fue la explotación de la agricultura 186 ARPP-SAC, libro 12, inscripción 3, fojas 5-7 ARPP-SAC, libro 15, inscripción 14, fojas 62v-64v 188 ARPP-SAC, libro 15, inscripción 35, fojas 159v-168v 189 Véase Ofelia Janeth Chávez Ojeda y Arturo Carrillo Rojas, “Agricultura y agro-empresas en el valle… op. cit., p. 12. 187 107 en sus diversas manifestaciones, ya fuera para efectuar toda clase de siembras o para adquirir productos agrícolas, con un capital de 17 mil 380 pesos. En la misma situación se encontraba la empresa Agrícola de La Palma, S. de R. L. 190, constituida el 26 de septiembre de 1940 con un capital de 13 mil pesos por los señores José Trinidad Chavalla Vega y José María Pablos. Otra de las agro-empresas constituidas fue la Sinaloa Agrícola, Sociedad de Responsabilidad Limitada de Capital Variable 191, creada por los señores Luis García Carrillo, Manuel Solís Espinoza y Juan P. Anaya en abril de 1944. Esta compañía tuvo como objeto la explotación agrícola en todas sus manifestaciones, tomando, ya fuera por arrendamiento, aparcería o en préstamo toda clase de fincas rústicas o sin dedicarlas al cultivo y explotación agrícolas. Dentro de sus cláusulas de constitución se estipulaba que la compañía no podía adquirir bienes inmuebles y si esa fuera su pretensión, pues se debía hacer conforme lo dictaba la Ley de esos años. Se estableció como aportación mínima para su creación la cantidad de 15 mil pesos, pero quedó constituida con el doble. En el año de 1945, los señores Max Haach Cornejo y Jesús López Vidal se unen para crear la Compañía Agrícola de la Curva, Sociedad de Responsabilidad Limitada y de Capital Variable 192, el 9 de agosto. La empresa tenía como objeto la explotación de la agricultura en todas sus diversidades. Su capital se dividió en dos; el capital fijo que fue de 5 mil pesos y el máximo de 100 mil pesos, con una duración indefinida. Sin embargo el 21 de febrero del año siguiente esta sociedad se disolvió a petición de sus dueños, constituyéndose de nuevo al día siguiente, sólo que en esa ocasión los socios serían los señores Jesús López Vidal y Luis G. Pablos, quedando la sociedad bajo las mismas condiciones que la anterior constitución. 190 Ibíd., p. 17. ARPP-SAC, libro 68, inscripción 1, fojas 1-7 192 ARPP-SAC, libros 77 y 78, inscripciones 47 y 24-25, fojas 186-190v, 121-122 y 122-126v 191 108 La Compañía Agrícola de San Pedro, Sociedad de Responsabilidad Limitada de Capital Variable 193 fue creada por los señores Luis G. Pablos, Jesús López Vidal, José María Silva Camargo y Fermín Luna, el 21 de diciembre de 1946, con el fin de arrendar y explotar fincas rústicas para la agricultura. La empresa contó con un capital fijo de 100 mil pesos, sin poder retirar el 10%, ya que así lo acordaron los socios. Los señores Alfonso Acosta, José María Ávila Valdez, José Gaitán Ramírez y Eliseo Leyzaola Díaz, el 20 de diciembre de 1947 constituyeron la compañía Gastón Ramírez y J. Acosta, Sociedad de Responsabilidad Limitada194 con un capital de 5 mil pesos. La empresa estaría destinada la explotación de los cultivos agrícolas de dos lotes de terreno ubicados en el predio de “El Caimanero” del municipio de Culiacán, con una superficie de 75 hectáreas, las cuales eran arrendadas por los señores Alfonso Acosta y Jesús Ávila Valdez a los señores Manuel Verdugo y Juan Ramos, respectivamente, en escrituras privadas. Dentro de las empresas agrícolas encontramos también la formada por Francisco, Ramón e Ignacio Gastélum el 5 de agosto de 1948, bajo la razón social de Gastélum Hermanos, Sociedad Mercantil195 constituida con el objeto de cultivar, explotar y vender toda clase de productos agrícolas, ya fueran de consumo nacional o para la exportación. Esta empresa se inició con un capital de 300 mil pesos. El 20 de enero de 1949 los señores Jorge Chaprales y Nicolás Macris constituyen una nueva empresa denominada Agrícola de Culiacán, Sociedad de Responsabilidad Limitada196. El objeto principal de esa compañía fue la adquisición de bienes muebles e inmuebles para su explotación agrícola, permuta o aparcería o por cualquier otro contrato. De igual forma se 193 ARPP-SAC, libro 79, inscripción 46, fojas 184v-189 ARPP-SAC, libro 80, inscripción 54, fojas 364-376 195 Arturo Carrillo Rojas, Historia de la empresa en… op. cit., p. 10. 196 Ibíd., p. 10. 194 109 establecería un negocio que estuviera dedicado a la agricultura en todos aquellos productos y plantaciones consideradas pertinentes, ya hubiera sido para el consumo del país o del extranjero. La empresa se formó con un capital de 150 mil pesos. Por último, otro ejemplo que podríamos citar de este tipo de empresas es el de Beltrán y Gastélum, Sociedad de Responsabilidad Limitada 197 constituida por Luis Beltrán, Luis G. Gastélum y Jesús M. Beltrán el 1° de septiembre de 1950, con un capital de 60 mil pesos. El objeto de esa sociedad fue la explotación del ramo agrícola en todas sus manifestaciones, al igual que la celebración de contratos por aquellas tierras aptas para el cultivo que debía usar la sociedad, ya hubiese sido en arrendamiento, aparcería o bien en asociación o participación. Además quedaban comprendidas todas aquellas tierras que habían sido contratadas en lo personal por los socios, aún antes de la vigencia de la sociedad. Como se ha observado, el registro de este tipo de empresas, aún cuando son pocas, vemos que son importantes, ya que nos damos cuenta de como a través de los años la constitución de las mismas fue tomando mayor relevancia, lo que se ve reflejado en el capital invertido por los socios. Además se observa como la forma de asociarse de va diversificando, ya no son sólo sociedades anónimas, sino que se observa un incremento en las de responsabilidad limitada y capital variable. b) Empresas agro-comerciales Además de las empresas dedicadas al ramo agrícola, se fueron creando en esos años compañías dedicadas al agro-comercio (véase anexo 3), las cuales abastecían de los insumos necesarios a las agrícolas puramente, además de comercializar muchos de sus productos. Se cuenta con un registro similar de 197 Ibíd., p. 12. 110 este tipo de empresas, por lo que en cada constitución de una empresa dedicada al ramo agrícola, se fue formando una de agro-comercio. Dentro de las empresas agro-comerciales sobresale la constituida por Jorge Chaprales y Nicolás Macris, en 1934, bajo la razón social de Chaprales y Macris, S. C. P., con el objetivo particular de la explotación de negocios agrícolas en todas sus manifestaciones, la especulación de los productos del ramo y todas aquellas operaciones que le fueran conexas o afines. En la misma situación se encontraba Georgelos Hermanos, S. C. P., formada por Constantino B., Demetrio y Henry Georgelos en abril de 1935. El 22 de noviembre de 1937, los señores Manuel Rivas J., J. Guillermo Bátiz y Benjamín Rivas se unieron en sociedad para crear Bátiz y Rivas, Sociedad en Comandita198, cuyo objeto fue el manejo de un negocio de comercio para la compra y venta de productos regionales, como el maíz, garbanzo y ajonjolí. El capital de la empresa fue de 30 mil pesos. Otra empresa constituida dentro de este ramo fue la formada por los señores Antonio Fonseca, Antonio S. Hurtado, Francisco L. González, Ernestina Fonseca y Vicente Fonseca el 28 de febrero de 1942, bajo la razón social de La Mariposa, S. A.199, el capital aportado para su creación fue de 75 mil pesos. El objeto fue la compra y venta de toda clase de cereales mediante el establecimiento de una casa de comercio para la compra y venta de mercancías. El 16 de marzo de 1943, se constituyó la Compañía Comercial y Agrícola del Noroeste, Sociedad Anónima200, formada con el objeto de dedicarse al ramo del comercio, mediante la explotación y establecimiento de casas comerciales, por lo tanto la compra y venta de toda clase de mercancías nacionales y extranjeras, además a la explotación del ramo agrícola, la siembra y la compra 198 Ofelia Janeth Chávez Ojeda y Arturo Carrillo Rojas, “Agricultura y agroempresas en el valle… op. cit, p. 12. 199 ARPP-SAC, libro 45, inscripción 158, fojas 111v-119. 200 ARPP-SAC, libro 55, inscripción 96, fojas 93v-101v. 111 y venta de toda clase de productos agrícolas y el arrendamiento de los terrenos que sean indisponibles para el objeto enunciado, principal propósito de los señores Jesús Moreno Bernal, Maximiliano Espinoza Martínez, Isidro Escobosa Morales, Pedro Guerrero, Mercedes de Acosta y Arturo Acosta Sepúlveda. El capital con el que se realizó la apertura de la empresa fue al igual que la anterior de 30 mil pesos. Otro caso de agro-comercio fue la empresa constituida por los señores Carlos Pérez Aguirre, Victoria Güemez de Pérez, Enrique Bastidas, Guillermina Angulo de Bastidas, Melesio A. Pérez y Óscar Bastidas Laveaga, en 1945 el 30 de enero, denominada Distribuidoras de Café, Sociedad Anónima 201, su capital de apertura fue de 50 mil pesos, y tuvo como objeto principal la compra y venta de toda clase de semillas de cereales, la explotación y establecimiento de casas de comercio. El 7 de febrero de 1946 se constituyó la J. M. Heiser y Compañía, Sociedad Anónima202, con uno de los capitales más fuertes del período: medio millón de pesos. Siendo los socios fundadores los señores James Marion Heiser, Bewlah Bond Heiser, Dionisio E. Acosta, Russell F. Grenfell y Álvaro D. Acosta. El objeto principal de la compañía fue la compra y venta de automóviles, tractores, camiones, implementos agrícolas, materiales de construcción y sus accesorios, así como cualquiera otra actividad industrial o comercial anexa a ese giro. Dentro de este tipo de empresas se localiza la Rodríguez y Leyva, S. de R. L. de C. V.203, constituida con el 22 de mayo de 1948 con un capital de 10 mil 200 pesos, por el señor Enrique Rodríguez Ramón. La empresa se dedicaría a la compra y venta de toda clase de cereales, semillas, granos, de comestibles y de artículos de consumo de primera necesidad en general, así como el establecimiento de oficinas, almacenes y dependencias que fueran necesarias para el desempeño y realización de los negocios de la sociedad. 201 ARPP-SAC, libro 77, inscripción 5, fojas 16-29. ARPP-SAC, libro 78, inscripción 20, fojas 80v-104. 203 Arturo Carrillo Rojas, Historia de la empresa en el valle… op. cit., p. 19. 202 112 En el mismo ramo también encontramos a la empresa Algodones de Occidente, Sociedad Anónima204; ésta fue fundada el 5 de abril de 1949 por los señores Rodrigo S. Rochín, Pedro Valenzuela, José E. Rodríguez, L. Santos Orozco, Juventino Rivas y César Tovar, con un capital de 50 mil pesos, y tuvo por objeto la explotación de toda clase de negocios textiles, especialmente los relacionados con el algodón, la compra-venta, importación y exportación de ese producto. Para 1950, dentro de las empresas constituidas en el giro agro-comercial, se encontró la formada por los señores Ferdoro Schotlz, Juan González, Herminia Reynosa, Delfino Ordoñez y Gilberto Moreno, el 4 de mayo de ese año. La compañía se denominó Maquinaria Industrial y Agrícola de Sinaloa, Sociedad Anónima205, su capital fue de 250 mil pesos, y el objeto de dicha sociedad fue la compra-venta de maquinaria industrial y agrícola, refacciones, accesorios y en general todas las operaciones civiles y mercantiles que le fueran convenientes. Por el capital aplicado a la constitución de este tipo de empresas, podemos darnos cuenta de la relevancia que tuvo la agricultura en las compañías dedicadas al giro comercial. Además se observa, como a partir de 1940 fue aumentando el registro de compañías destinadas al comercio o giro mercantil, en general, y en particular la comercialización de los productos generados en su mayoría por las compañías agrícolas, c) Empresas agro-industriales Las empresas denominadas agro-industriales (véase anexo 4), también fueron de gran ayuda para el desarrollo de la agricultura de modo especial, pues en ellas muchos de los productos agrícolas que necesitaban ser procesados mediante mecanismos industriales fueron sometidos a un proceso de 204 205 Ibíd., p. 20. Ibíd., p. 20. 113 transformación. Estas empresas eran las encargadas de la instalación y explotación de fábricas para llevar a cabo el proceso de industrialización. En este rubro localizamos, por ejemplo, a la Compañía Industrial del Fuerte S. A.206, la cual fue constituida el 19 de octubre de 1935, en Culiacán, por los señores Francisco Serduer, Trinidad Almada de Serduer, Héctor Unoz y Silverio Pérez Ramos. Su capital fue de 60 mil pesos y su objeto fue el desarrollo de la industria en general y en particular la transformación de todos aquellos productos agrícolas para ser colocados posteriormente en el mercado. Otro caso fue la empresa formada por los señores Manuel Clouthier, Alberto Murillo, Antonio Rodrigo y Manuel Avilés el 31 de enero de 1942, bajo la razón social de Productos Avilés, S. de R. L. de C. V. 207. La compañía contó con un capital de 30 mil pesos, y dentro de sus funciones se encontraban la fabricación de conservas alimenticias de toda clase, mediante un proceso de transformación de los diferentes productos agrícolas. Octavio L., Shebby J., Alcide Federico, Eduardo y Alfredo Longoria, se unieron en sociedad creando la empresa Industrias Unidas del Pacífico 208, el 21 de abril de 1943, otorgando para su apertura la cantidad de medio millón de pesos. El objeto de la empresa consistió en la industrialización del algodón y semillas oleaginosas y sus derivados. Por último, dentro de las empresas dedicadas a la agro-industria, se encuentra la formada por los señores Francisco, Humberto, M. Ángel, Ramón e Ignacio, todos de apellido Gastélum, denominada Industrial del valle de Culiacán, Sociedad Anónima 209, el 6 de enero de 1950. Esta empresa fue constituida con el objeto de instalar una planta despepitadora de algodón, la instalación de un molino de semillas oleaginosas, ya sea de la sociedad o bien el maquilaje de la propiedad de terceros, la industrialización, compra y venta de semillas. Su 206 ARPP-SAC, libro 17, inscripción 194, fojas170v-177. ARPP-SAC, libro 45, inscripción 87, fojas61-65v. 208 ARPP-SAC, libro 55, inscripción 163, fojas 158v-166. 209 Arturo Carrillo Rojas, Historia de la empresa en el valle… op. cit, p. 21. 207 114 capital fue de un millón de pesos, que representó otro de los capitales más fuertes de ese período. Como se puede observar, las empresas, dedicadas al ramo agro-industrial fueron pocas. Sin embargo, también se observa que el capital aportado para el establecimiento de este tipo de compañías fue superior, en algunos de los casos al medio millón de pesos, alcanzando otras el millón, como ejemplo recién mencionado, lo que nos puede dar una idea de la importancia o la magnitud de las mismas. d) Empresas de agro-servicios En el ramo de agro-servicio (véase anexo 5), se encontraban todas aquellas empresas que ofrecían algún servicio en el sector agrícola para apoyar su fomento a través de apoyo en operaciones financieras, desmonte de terrenos, preparación de tierras, construcción de canales y obras de drenaje. De igual forma, aquellas que se dedicaban a dar servicio para la compra-venta, empaque, transportación y distribución de productos derivados de este sector. Tenemos como ejemplo de este tipo de empresas la fundada en 1934 en la ciudad de Culiacán, denominada Fraccionadora de Tierras, S. C. P.210 que perteneció a algunas de las familias de alcurnia de esa época como fueron los De la Vega, Martínez de Castro y Clouthier. Además existe el registro de otra empresa dedicada al agroservicio, la Cía. Vegetable del Pacífico211, los socios fueron los señores Nicolás Macris, Jorge Chaprales, Antonio Amézquita, J. Mariano Romero y Rosendo Flores. El capital social con el que se estableció la compañía fue de 25 mil pesos. La constitución de esta empresa quedó 210 Ofelia Janeth Chávez Ojeda y Arturo Carrillo Rojas, “Agricultura y agroempresas en… op. cit., p. 13. 211 Juan José Burgos y Gustavo Aguilar Aguilar, “Los griegos impulsores de la agricultura de exportación… op. cit., pp. 28-30; Eduardo Frías Sarmiento, El oro rojo de Sinaloa… op. cit., p. 141 y Arturo Carrillo Rojas, Historia de la empresa en… op. cit., p. 22. 115 asentada con dos fechas diferentes en los libros notariales del estado de Sinaloa, una el día 26 de noviembre de 1936 y la otra el 21 de noviembre de 1938. Lo que indica que es probable que se haya disuelto y después vuelto a constituir. Dentro de este giro se estableció también la compañía Crédito Industrial y Agrícola del Noroeste, S. A.212, constituida el 1° de diciembre de 1942 por los señores Alfonso Díaz Angulo, Patricio McConegly, Cristino C. Romo y otros más, la cual tenía por objeto la celebración de todas las operaciones financieras, y dentro de ellas otorgar créditos agrícolas e industriales como apoyo a estas compañías. Otro tipo de agro-servicio fue el otorgado por la compañía Impulsora Agrícola de Sinaloa, S. A., creada en 1946, el 9 de agosto, por los señores Juan José Ríos, Miguel Ríos Avendaño, Jorge Almada Salido, Antonio Haas y Jorge Careaga, para ejecutar por contrato con los interesados, diversos trabajos como desmonte de terrenos, preparación de tierras, construcción de canales para riego, construcción de caminos, obras de drenaje agrícola y urbano, pavimentación y cualquier otro de la misma índole. El 1° de julio de 1947, los señores Gustavo Stringel Rodríguez, Guadalupe Stringel de Gen, Manuel Stringel Rodríguez, Guillermo Rodríguez Guerra y Enrique Torres Angulo, se unieron en sociedad y formaron la empresa G. Stringel Rodríguez y Hermanos, Sociedad Anónima 213, con un capital social de 250 mil pesos. El objeto de dicha sociedad fue contratar y realizar trabajos de terracerías, bardas, excavaciones para canales, drenes y acueductos en general. Dentro del mismo giro se encontró la compañía Almacenes Generales del Pacífico, Sociedad Anónima214, que en su apertura contó con un capital mayor 212 ARPP-SAC, libro 53p1, inscrición 1, fojas 1-36. ARPP-SAC, libro 80, inscripción 24, fojas 192-208. 214 Arturo Carrillo Rojas, Historia de la empresa en… op. cit., p. 23. 213 116 que la anterior, medio millón de pesos, constituida por los señores Ignacio, Ramón, Dolores, Francisco, Humberto y Miguel Ángel, todos de apellido Gastélum. La empresa se instituyó el 23 de septiembre de 1948 con el objeto de almacenamiento, guarda, conservación de bienes o mercancías, depósito de productos agrícolas, industrializados o no, de frutas o semillas y afectos nacionales o extranjeros de cualquier clase, siempre que éstas hayan pagado los derechos correspondientes y la expedición de certificadoras de depósitos y bonos de prenda. Los señores Fernando Rivera, Virgen Sainz, Susano Montoya, y otros, constituyeron la empresa denominada Unión de crédito agrícola e industrial del valle de Culiacán, S. A. de C. V.215, el 8 de diciembre de 1949, con un capital de 800 mil pesos, con el objeto de facilitar el uso del crédito a los socios de la misma compañía, así como prestar su garantía o aval para que éstos contrataran con otras personas o instituciones. Además de encargarse por cuenta y orden de los socios de la compra venta o alquiler de ahorros ganados, maquinaria, materiales y demás implementos necesarios para la exportación agrícola o industrial. Por último, otro caso de empresas de agro-servicios está el de la Química agrícola de Sinaloa, S. A. 216, constituida por los señores José María Guerrero, Javier H. Tolosa, Luis P. Becerril, Alicia Alcalde y Esther Alcalde, el 10 de noviembre de 1950. El objeto de la compañía fue la preparación, elaboración, fabricación, importación, exportación, distribución, compra-venta y aplicación, ya sea en forma manual o mediante maquinaria instalada en vehículos terrestres y aviones, de toda clase de herbicidas, insecticidas y desinfectantes en general. Además, la importación, exportación, distribución, compra-venta de toda clase de fertilizantes y semillas, así como la aplicación y siembra de los mismos ya sea en forma manual o mediante maquinaria instalada en vehículos terrestres o aéreos. El capital social fue de medio millón de pesos. 215 216 Ibíd.., p. 23. Ibíd.., p. 23. 117 Como se ha observado, las empresas de agro-servicios fueron un poco más que las agro-industriales, lo que nos hace suponer que los agricultores del valle requerían más de aquellas compañías que ofrecieran los servicios de transportación y cuidado de mercancías, el desmonte y preparación de terrenos, la construcción y mantenimiento de canales y drenes, que la transformación de sus productos. e) Características de las agro-empresas constituidas entre 1930 y 1950 La constitución de empresas dedicadas al agro, como se ha demostrado, fueron bastantes. Por desgracia, no se cuenta con su registro total, sin embargo, con la muestra realizada se observa como a partir de 1940 aumentó la creación de este tipo de compañías. En el cuadro siguiente mostramos la constitución anual de empresas de 1930 a 1950. Como se puede observar, existen tres años donde no hay ninguna empresa registrada, lo que puede deberse a las características de la muestra realizada y la no existencia de libros de registro para algunos años217, a pesar de ello nos podemos dar una idea del comportamiento general de la actividad empresarial en este rubro. Cuadro 18 Constitución de empresas relacionadas con el sector agrícola de 1932 1933 1934 1935 1936 1937 1938 1939 1940 1941 1942 1943 1944 1945 1946 1947 1948 1949 1950 Total Agrícola 1931 Ramo 1930 1930 a 1950 5 0 0 1 2 0 0 1 1 1 1 0 0 1 3 2 2 1 2 2 1 26 217 Esto se debe a que en los libros que se pudieron consultar no hay actas constitutivas para esos años y que muy probablemente se encuentren en los libros que no aparecen en este archivo. 118 Agro- 0 0 0 0 3 3 0 1 1 1 1 0 3 3 0 4 1 0 1 1 2 25 0 0 0 0 0 2 0 0 0 0 1 0 2 1 0 0 0 0 0 0 1 7 0 0 0 0 1 0 1 0 2 0 0 0 1 0 0 0 2 3 4 1 1 16 5 0 0 1 6 5 1 2 4 2 3 0 6 5 3 6 5 4 7 4 5 74 comercio Agroindustria Agroservicio Total Elaborado por: Ofelia Janeth Chávez Ojeda Fuente: RPP, Culiacán. Aquí se presenta la cantidad de empresas constituidas por año y por cada uno de los sub-ramos agrícolas que se especifican para cada periodo. Esto nos permite elaborar un análisis de acuerdo al gobernador en turno; en primer lugar el del general Macario Gaxiola (1929-1932), el del profesor Manuel Páez (19331936), el del coronel Alfredo Delgado (1937-1940), el coronel Rodolfo T. Loaiza (1940-1944) y el general Pablo Macías Valenzuela (1945-1950)218, para conocer en su contexto el movimiento y comportamiento de estas empresas219. Durante la gestión de Macario Gaxiola se constituyeron 5 empresas, en cambio hay un mayor crecimiento en la constitución de agro-empresas en el periodo de Manuel Páez, alcanzando un total de 13 empresas. En la gubernatura de Alfredo Delgado hubo una disminución, registrándose sólo 11 constituciones, lo cual nos hace suponer que la política agraria empleada durante el periodo cardenista frenó en parte esta actividad empresarial. En el periodo del coronel Rodolfo T. Loaiza encontramos 14 constituciones registradas, en tanto que durante la gestión del general Pablo Macías Valenzuela la constitución de este tipo de empresas aumentó de manera 218 Para ver las características generales de cada periodo gubernamental véase: José María Figueroa Díaz, Sinaloa, poder y ocaso de sus gobernadores: 1831-1986, 3ª ed., Culiacán, Sinaloa, s/e, 1989, pp. 87-126. 219 El método de análisis es el emplesdo en una ponencia en diciembre de 2006. Véase Ofelia Janeth Chávez Ojeda y Arturo Carrillo Rojas, “Agricultura y agroempresas en… op. cit., pp. 1-18. 119 considerable alcanzando al mayor número de empresas constituidas en comparación de los anteriores gobernadores, con un total de 31 agro-empresas. Gráfica 3 Constitución de empresas destinadas a la agricultura de 1930 a 1950 7 6 5 4 3 2 1 0 1930 1933 1936 1939 1942 1945 1948 Agro-empresas Ahora bién, observando la gráfica 3 podemos distinguir claramente dos períodos: uno de 1930 a 1940 y otro de 1942 a 1950. En el primero se constituyen únicamente 29 agro-empresas y en el segundo se supera el número con 45. Veamos esto con más detalle. En el periodo de Gaxiola se dio la conformación únicamente de 5 empresas agrícolas; con Páez surgen 3 agrícolas y el doble de empresas agrocomerciales, mientras que sólo se constituyeron 2 dedicadas a la agro-industria y el mismo número al agro-servicio; con Alfredo Delgado se constituyeron 4 agrícolas y 4 agro-comerciales, una de agro-industria y 2 de agro-servicio. Para esta etapa suponemos que las empresas de agro-servicio no eran requeridas o tal vez sus funciones eran desempeñadas por las anteriores ante la escasa 120 división del trabajo, y cuando éstas aparecen a escena les facilitaron la actividad y pudieron dedicarse de lleno al sector que en un principio tenían destinado; esto se verá reflejado en la siguiente etapa. Lo mismo sucedió con las agro-industrias debido a que los productos agrícolas fundamentalmente se vendían en fresco, es decir sin procesarse. Cuadro 19 Empresas relacionadas con el sector agrícola constituidas de 1930 a 1940 Ramo Empresas Agrícola 12 Agro-comercio 10 Agro-industria 3 Agro-servicio 4 Total 29 Elaborado por: Ofelia Janeth Chávez Ojeda En términos generales, se refleja como por cada una de las empresas agrícolas se constituyó una agro-comercial, lo que nos indica que en esos años la actividad agrícola estaba claramente separada de las empresas que le suministraban insumos, por lo que su crecimiento era similar. Esta complementación permitía un mejor manejo de la economía, mostrando además que, con la ayuda mutua, se podía sobrevivir en el ámbito empresarial. En la siguiente gráfica se puede observar claramente, por medio de los porcentajes, como la constitución de empresas agrícolas y agro-comerciales tuvieron un porcentaje mayoritario y casi similar. Por el contrario, las que se encontraban dedicadas a la agro-industria y al agro-servicio, representaron un menor número, pero su número fue semejante. 121 Gráfica 4 Agro-empresas constituidas de1930 a 1938 Agrícola Agro-comercio Agro-industria Agro-servicio 14% 10% 41% 35% Para el periodo comprendido de 1942 a 1950, encontramos que la tendencia en el peso o cantidad de cada sub-rubro sigue siendo parecido, por cada empresa agrícola se inicia una agro-comercial. Lo más significativo es que aquellas empresas destinadas a apoyar, con empaque, transportación, crédito y otros servicios para la mejora de los productos y beneficio de las empresas, hacen su aparición en esta segunda etapa. Cuadro 20 Empresas relacionadas con el sector agrícola constituidas de 1942 a1950 Ramo Empresas Agrícola 14 Agro-comercio 15 Agro-industria 4 Agro-servicio 12 122 Total 45 Elaborado por: Ofelia Janeth Chávez Ojeda Fuente: RPP, Culiacán. Durante el periodo gubernamental de Loaiza se localizó la constitución de 4 empresas agrícolas, 6 agro-comerciales, 3 de agro-industria y sólo una de agroservicios. Sin embargo, durante la legislatura de Macías Valenzuela se dio el mayor registro al conformarse 10 empresas agrícolas, 9 agro-comerciales y una agro-industrial. Además, es en este periodo que se presenta un aumento en la creación de aquellas compañías dedicadas al agro-servicio, con un total de 11, superior a cualquiera de los anteriores. En lo que refiere a la agro-industria, ésta no mostró cambios significativos, más bien siguieron siendo la minoría, lo que nos indica que el tipo de productos con que se comercializaba en su mayoría no requerían de algún proceso de industrialización para ser colocados en el mercado. Esto debido en parte a que los productos destinados a la exportación, eran sobre todo los de cultivo fresco (como el tomate y otras hortalizas) y no se necesitaba de los servicios de este tipo de compañías. Para el caso de los granos, esta situación cambia. Gráfica 5 Agro-empresas constituidas de 1942 a 1950 Agrícola Agro-comercio Agro-industria Agro-servicio 27% 31% 9% 33% 123 Otro aspecto importante de este tipo de empresas fue la forma legal en que se constituyeron. La mayor parte de ellas fueron Sociedades Anónimas y Sociedades de Responsabilidad Limitada, a las que les siguen Sociedades Civiles Particulares, Sociedades de Responsabilidad Limitada de Capital Variable, y en menor número aparecen las Sociedades Anónimas de Capital Variable, Sociedades en Nombre Colectivo, Sociedades en Comandita, Sociedades Civiles, Sociedades Mercantiles, entre otras. Cuadro 21 Clasificación de agro-empresas de acuerdo a su forma legal de registro Sub-ramo SA S de RL SCP SA de CV SNC S en C SC SM Otros Totales 7 S de RL de CV 7 Agrícola 2 5 0 1 0 1 1 2 26 Agro- 8 7 4 2 1 0 1 0 0 2 25 4 0 0 2 0 0 0 0 0 1 7 9 1 1 0 3 0 0 0 0 2 16 23 13 12 11 4 1 1 1 1 7 74 comercio Agroindustria Agroservicio Totales Fuente: ARPP-SAC; Ofelia Janeth Chávez Ojeda y Arturo Carrillo Rojas, “Agricultura y agroempresas en… op. cit., p. 15. De acuerdo al monto de capital, también se observan fuertes diferencias: se tiene que predominaron las empresas constituidas con capitales entre 5 mil y 50 mil pesos, en total 32. Siguiendo una clasificación convencional, están las que contaron con un capital menor a los 5 mil pesos, que fueron sólo 10 y esas las consideramos pequeñas; las de 5 mil a menos de 100 mil pesos sumaron la 124 mayoría con 36, a esas las consideramos como medianas y las que superan los 100 mil pesos fueron 24, las cuales ubicamos como grandes. Sin embargo, de éstas últimas las que superaron el medio millón de pesos fueron sólo 4 y una de ellas se estableció con un capital de 3 millones de pesos. Cuadro 22 Capitales aportados para la constitución de agro-empresas (1930-1950) Capital Cantidad de empresas Menor de $5,000 10 $5,000 a $50,000 32 $60,000 a menos de $100,000 4 $100,000 a $500,000 20 Mayor de $500,000 4 Se desconoce capital 4 Total 74 Elaboró: Ofelia Janeth Chávez Ojeda con base en las fuentes citadas. De las empresas con mayor capital, una se localizó en el sector de agroindustria, con un capital de un millón de pesos; las otras 3 se localizaron en el ramo de agro-servicio, con capitales de 800 mil, un millón y 3 millones de pesos respectivamente. Lo que nos indica que fue en estos sectores donde se requirieron de mayores inversiones de capital debido, tal vez, a las actividades que desempeñaban220. 220 Se localizaron también 4 empresas de las que no se tiene registro de cuál fue el capital con el que fueron constituidas. 125 En suma, las características principales de estos dos periodos son: 1) la primera etapa es superada en dinamismo ampliamente por la segunda, pues se constituye casi el doble de empresas; 2) el sector de agro-servicios cobra importancia hasta esta segunda etapa y se observa la importancia que adquiere ya que supera con mucho a la agro-industria y casi alcanza a las agrícolas; 3) en el segundo período el comportamiento de constitución de las compañías agrícolas con respecto a la agro-comercial fue similar al primero, la única diferencia es que de 1930 a 1940 las agrícolas superan ligeramente a las agrocomerciales y de 1942 a 1950 es al revés, 4) la mayoría de las agroempresas en este periodo eran pequeñas y medianas, aunque ya es importante la presencia de grandes empresas en el sector. 126 Conclusión En Sinaloa, terminada la revolución, los grupos dominantes tradicionales continuaron siendo los que tenían mayor poder económico, combinándose con nuevos propietarios agrícolas surgidos en las primeras décadas del siglo XX. Con Carranza se respetaron las grandes propiedades y se iniciaron las primeras concesiones de tierras, creando así los primeros núcleos ejidales. En el periodo de Obregón, se trató de fomentar de forma generalizada la propiedad privada de la tierra, aunque no se dejó de lado la reconstrucción de los ejidos, pues esto significaba una necesidad política inevitable, de la cual pretendía liberarse cuanto antes, aun cuando el ejido era la representación de una escuela donde los ejidatarios podrían salir transformados en pequeños propietarios capaces. Durante el periodo de Calles y el llamado “Maximato” se reforzaron las bases jurídicas sobre las cuales se desarrollaría la propiedad privada. En 1925 se ordenó la división obligatoria de los ejidos en pequeñas parcelas. Es con el general Lázaro Cárdenas con quien se retoma nuevamente el reparto de tierras a los campesinos. El reparto agrario realizado en el país, y particularmente en Sinaloa, a mediano plazo reforzó la economía, ya que gracias a eso la agricultura cobró mayor relevancia. Sinaloa, a principios de siglo, se había convertido en un estado azucarero principalmente, más tarde el cultivo de otros productos, como el tomate, el garbanzo y el algodón hacen de este estado la principal entidad agrícola del país. En el año de 1920 uno de los productos agrícolas que cobraron mayor auge en la entidad fue el tomate, generando su producción mayor desarrollo económico al ser destinado, en su mayoría, para la exportación. Aún cuando la crisis de 1929-1932 afectó la actividad agrícola de la región, fue superada poco a poco. Y partir de 1940 la agricultura sinaloense se coloca como una de las principales actividades económicas dedicadas a la exportación. 127 Otro atributo de la actividad agrícola en el estado es el surgimiento de empresarios innovadores y la formación de nuevas empresas ligadas a la agricultura. Muchos de estos empresarios pasaron de ser pequeños agricultores dedicados a la agricultura para el sustento de la región a agricultores que sembraron para la exportación, teniendo como destino el mercado estadunidense. Otros llegaron de fuera, como los griegos, y se insertaron directamente en esta actividad. Las empresas se convirtieron en centros dinamizadores de la actividad agrícola. En la década de los cuarenta la producción y comercialización de productos como el tomate, creció progresivamente. Su consolidación se debió al surgimiento de nuevas empresas que se dedicaron en su mayoría a la exportación de éste y otros productos. Las utilidades adquiridas por las empresas agrícolas, en estos años, se derivaron del arrendamiento y compra de nuevas tierras agrícolas y no sólo de las inversiones que se hicieron en maquinaria y tecnología moderna, permitiendo a dichas empresas ubicarse en los cultivos de mayor remuneración. Mediante alianzas familiares y políticas, se desarrollaron verdaderos grupos empresariales y se exploraron otros campos que apoyarían el desarrollo económico de la región. El caso de los industriales azucareros de principios del siglo XIX es un claro ejemplo de los empresarios que sobresalieron al impulsar sus negocios en el ramo agro-industrial y después dar un giro a empresas que estuvieran vinculadas con la agricultura. Además de poder diversificar y ampliar sus capitales al invertir en nuevas empresas. Es hasta después del periodo revolucionario que se consolidan nuevos empresarios agrícolas, que junto con los tradicionales como Redo y Almada, formaron familias enteras dedicadas a la constitución de nuevas empresas agrícolas o que fijaron sus intereses en la agricultura, como los Clouthier, Tamayo, Bon Bustamante, Andrade, Rojo, estructurando una nueva élite empresarial en Culiacán. 128 Fueron empresarios que se interesaron en producir y aprovechar al máximo la riqueza de las tierras de la región, además de mostrar arraigo y cariño por las mismas, convencidos de la necesidad de emplear nuevos sistemas de trabajo, que se transformarían en nuevos sistemas de vida. Para el periodo de estudio, las empresas agrícolas creadas por estas familias empresariales, fueron en aumento. Lo anterior se reflejó en el registro de las actas constitutivas de ese tipo de empresas, localizándose en total 74, entre las que se destacaron las orientadas a la producción agrícola y al agro-comercio. Del total de empresas fundadas de 1930 a 1950, las relacionadas directamente con la agricultura representaron solo un tercio del total. Con la constitución de esas empresas el agro sinaloense alcanzó otras dimensiones, logrando colocarse en mercados nacionales e internacionales. La empresa agrícola en el valle de Culiacán representó un eslabón más de la cadena de crecimiento económico no sólo de la región si no de todo el estado, debido a que la agricultura se convirtió en la actividad principal. 129 Anexos Anexo 1 Explotaciones agrícolas del valle de Culiacán por el grupo A (1949) Agricultor Canal Superficie Cultivada Cultivo Has Costos No cult. Valor cosecha Por Ha Por Ha (Pesos) José Ma. Gaxiola Rosales 90 has 10 has Ajonjolí 60 427.50 840.00 Maíz 10 395.00 525.00 Antonio L. Espinoza Rosales 50 has 50 has Algodón Ajonjolí 25 20 565.00 402.75 1,100.00 840.00 Baltasar Angulo Rosales 38 has 53 has Algodón Frijol N/E 30 632.75 457.50 1,000.00 500.00 Ajonjolí 35 505.25 540.00 Algodón N/E 25.5 783.00 521.00 1,000.00 500.00 Garbanzo 25.5 20 425.00 753.00 350.00 1,145.00 Maíz Tomate _ 60 379.75 -------- 525.00 --------- Maíz 20 -------- --------- Frijol Garbanzo 5 17 -------817.63 --------500.00 Frijol 15 --------- ---------- Legum. 30 --------- ---------- Maíz Caña 10 25 446.68 2,030.05 525.00 1,885.00 Ajonjolí 35 -------- --------- Garbanzo _ 684.00 500.00 Rafael Gaxiola C. B. Rosales 50.5 has 44.5 has Del Norte 44 has 2.80 has Garbanzo Maíz Fidel Gutiérrez Juan Jacobo Pedro Mario Garrido Alfredo Careaga Cañedo Cañedo Oriental 110 has 80 has 100 has _ _ _ 130 Estanislao Salgado Manuel Garibaldi Principal 82 has _ Garbanzo 82 413.60 -------- Principal 40 has 40 has Garbanzo 18 394.60 540.00 Melitón Peña Oriental 60 has 40 has Maíz Milomais 21 _ -------326.08 -------_ _ _ _ _ _ _ Tomate Algodón Fuente: Archivo Histórico del Agua, Dirección de Aprovechamientos Hidráulicos, 1949. Explotaciones agrícolas del valle de Culiacán por el grupo B (1949) Agricultor Canal Superficie Cultivada Cultivo Has No cult. Costos Valor cosecha Por Ha Por Ha (Pesos) Tomás Bailís Francisco Verdugo Rosales Cañedo 40 has 50 has 10 has 10 has Frijol 30 517.00 600.00 Algodón 10 592.25 500.00 Ajonjolí Algodón 10 45 425.00 890.40 810.00 1,500.00 Maíz 5 -------- -------- Fuente: Archivo Histórico del Agua, Dirección de Aprovechamientos Hidráulicos, 1949. Explotaciones agrícolas del valle de Culiacán por el grupo C (1949) Agricultor Canal Superficie Cultivada Cultivo Has No cult. Costos Valor cosecha Por Ha Por Ha (Pesos) Crsitobal Sánchez Eleno Angulo Luis Gutiérrrez L. Rosales 35 has _ Algodón 8 523.00 660.00 Rosales 32 has _ Ajonjolí Maíz 13 3 457.00 --------- 840.00 -------- Garbanzo Rosales 20 has 8 has 29 8 638.80 472.60 600.00 1,100.00 Algodón 131 Quirino Camacho José Niebla Ma. Amado Inzunza Juan Pablo Inzunza José María Romo Rosales Rosales Cañedo 19 has 12 has 80 has _ 8 has 60 has Ajonjolí 4 --------- -------- Garbanzo Tomate 8 6.70 369.50 -------- 830.00 -------- Garbanzo 13 708.20 1,120.00 Frijol Algodón _ 12 ------628.60 -------800.00 Ajonjolí _ 402.00 700.00 Fiíjol Ajonjolí _ 20 473.00 398.00 600.00 600.00 Tomate 40 ---------- ---------- Maíz 12 ---------- ---------- Garbanzo 35 ---------- ---------- Algodón Principal 47 has _ Garbanzo _ 27 704.50 451.35 2,200.00 468.00 Oriental 8 has 42 has Tomate 8 --------- --------- Garbanzo _ 638.80 600.00 Fuente: Archivo Histórico del Agua, Dirección de Aprovechamientos Hidráulicos, 1949. Explotaciones agrícolas del valle de Culiacán por el grupo D (1949) Agricultor Canal Superficie Cultivada Cultivo Has No cult. Costos Valor cosecha Por Ha Por Ha (Pesos) Rudesindo Ureta Rosales 12 has _ Filemón Ureta Reyes López Gallardo Rosales 10 has _ Rosales 10 has _ Manuel Medina Rosales 9 has _ Tomate 8 -------- --------- Garbanzo Garbanzo 4 10 650.00 516.00 500.00 750.00 Frijol _ Garbanzo _ 602.50 750.00 Ajonjolí 3 380.50 700.00 Garbanzo 6 488.00 500.00 Fuente: Archivo Histórico del Agua, Dirección de Aprovechamientos Hidráulicos, 1949. 132 Anexo 2 Relación de agro-empresas constituidas en Culiacán destinadas al ramo agrícola (1930-1949) Capital social Fecha --/07/1930 18/07/1930 13/09/1930 06/10/1930 Nombre de la Empresa Socios Chaprales y Ginis y Burdusis Chaprales y Sánchez, S. C. P. Ritz y Blakstone, S. C. P. Compañía agrícola de terrenos de Piaxtla Demetrio Chaprales, Juan P. Ginis y Burdusis Demetrio Chaprales, Alberto M. Sánchez Francisco S. Ritz y Andrew P. Blakstone Joaquín Castro, Adolfo Güemez, Francisco Arredondo, Manuel Salazar, Enrique Arredondo Baltasar Portillo, Luz Abascal, Enriqueta Castro, Manuela B. viuda de Vega, Juan Beltrán, Nicolás Beltrán, Genoveco Molina, Carlos Molina Pedro Carillote, Jorge Chaprales 15/10/1930 Sociedad Civil de los Terrenos de Molo Viejo 17/11/1933 Chaprales y Carillote, S. C. P. Francisco Echavarria y Compañía, Sociedad Civil Particular 02/05/1934 17/11/1934* 28/09/1937 --/10/1938 13/06/1939 26/09/1940 Chaprales y Macris S. C. P. Constantino Petrulias y Compañía, Sociedad en Nombre Colectivo Chaprales y Macris, S. C. P. Compañía de Agricultura S. C. P. Agrícola de La Palma, S. de R. L. (pesos) ----1,000 2,000 100 1,000 1,000 Francisco Echevarría, María Rojo de Echevarría, María de los Ángeles Echevarría de Bátiz, José Guillermo Batiz, Sofía Echevarría de Bátiz, Rafael Bátiz Paredes, Bertha Echevarría de De la Vega, Eduardo de la Vega, María Micaela Echevarría, Estela Echevarría, María de la Luz Echevarría, Francisco Echevarría, Ignacio Echevarría, Luis Guillermo Echevarría, Sara Echevarría, Alicia Echevarría, Elena Echevarria, Emma Echevarría (representados por José Vicente Echevarría) Jorge Chaprales y Nicolás Macris 200,000 Ramón Ángel Salomón, Jorge Atanasakis, Constantino Petrulias 4,000 Jorge Chaprales y Nicolás Macris 5,000 ----- Reducindo Mascareño, Melitón Pérez 17,380 José Trinidad Chavalla Vega, José María Pablos 13,000 133 --/--/1943 14/02/1944 11/04/1944 26/04/1944 27/05/1945 09/08/1945 22/02/1946 21/12/1946 20/12/1947 05/08/1948• 20/09/1948• 10/01/1949• 15/10/1949• 01/09/1950• Compañía Legumbrera, S. A. Constantino Dimópulos y Compañía, S. de R. L. de C. V. Sinaloa agrícola, S. de R. L. de C. V. Constantino Dimopúlos y Compañía, S. de R. L. de C. V. Compañía Tomatera y agrícola, S. A. Compañía agrícola de la Curva, S. de R. L. y de C. V. Compañía agrícola de la Curva, S. de R. L. y C. V. Compañía Agrícola de San Pedro, S. de R. L. de C. V. Gastón Ramírez y J. Acosta, S. de R. L. Gastélum Hermanos, Sociedad Mercantil Avícola sinaloense, S. de R. L. Agrícola de Culiacán, S. de R. L. Agrícolas y comerciales, S. de R. L. de C. V. Beltrán y Gastélum, S. de R. L. Fuente: ARPP-SAC. Carlos de Doig Alvear y Carlos de Doig Alvear Jr. Constantino Dimópulos, Pastor Gómez ----30,000 Luis García Carrillo, Manuel Solís Espinoza, Juan P. Anaya Constantino Dimopúlos, Pastor Gómez 30,000 Óscar Bastidas, Basilio Gatzionis, Aristeo Canelos, Constantino Petrulias, Jorge Pulos Max Haach Cornejo, Jesús López Vital 100,000 Luis G. Pablos, Jesús López Vital 30,000 5,000 5,000 Luis G. Pablos, Jesús López Vital, José María Silva Camargo, Fermín Luna Alfonso Acosta, José María Ávila Valdez, José Gaitán Ramírez, Eliseo Leizaola Díaz Francisco Gastélum, Ramón Gastélum, Ignacio Gastélum José Luis Acevedo, Alberto Acevedo, Miguel H. Carrera Jorge Chaprales, Nicolás Macris 100,000 Humberto Lizárraga, Francisco Gallardo, Manuel Zazueta, Ignacio Medina Luis Beltrán, Luis G. Gastélum, Jesús M. Beltrán 10,000 5,000 300,000 5,000 150,000 60,000 • Arturo Carrillo Rojas, Historia de la empresa en el valle de Culiacán, inédito, Culiacán, 2007, pp. 10-21. Ofelia Janeth Chávez Ojeda y Arturo Carrillo Rojas, “Agricultura y agro-empresas en el valle de Culiacán: 1930-1940”, ponencia presentada en el XXII Congreso Nacional de Historia Regional, Culiacán, diciembre de 2006, p. 12. *Gustavo Aguilar Aguilar, Op. cit., pp. 54-55, Juan José Burgos y Gustavo Aguilar, “Los griegos impulsores de la agricultura de exportación en el Municipio de Culiacán: el caso de Aristeo Canelos Atula”, ponencia presentada en el XIX Congreso Nacional de Historia Regional, Culiacán, Sinaloa, Diciembre de 2003, pp. 28-30. Eduardo Frías Sarmiento, El oro rojo de Sinaloa…op. cit., p. 141. 134 Anexo 3 Relación de agro-empresas constituidas en Culiacán destinadas al ramo agro-comercio (1934-1946) Capital social Fecha 17/08/1934 21/11/1934 07/12/1934 01/04/1935 20/06/1935 Nombre de la Empresa Socios Lau y Comapañía, S. C. P. Chaprales y Macris, Sociedad Civil Particular Avilés y Castillo y Compañía Georgelos Hermanos, Sociedad Civil Particular Villareal y Compañía Carlos Fong, Rafael Yan, Fernando Lau, Juan Lau, Alfredo Lau Jorge Chaprales, Nicolás Macris 12/07/1935 Agricultores del baldío de San Pedro, Sociedad Civil Particular 22/11/1937 Bátiz y Rivas Sociedad en Comandita Maquinaria y equipo S. A. de C. V. 21/11/1938* 05/07/1939 Cereales, S. A. 12/04/1940 La Mercantil y Agrícola del Humaya, S. A. 28/02/1942 La Mariposa, S. A. 26/06/1942 Productores Sinaloenses, S. R. L. 19/11/1942 Vidal y Manus, S. de R. L. de C. V. Vital Campa, S. de R. L. 10/03/1943 Cándido Avilés, Víctor Manuel Avilés, Arturo O. Castillo Constantino B. Georgelos, Demetrio Georgelos, Henry Georgelos Luis Espino, Enriqueta Vizcaíno de Villareal, Francisco Villareal, Sergio Villareal, Francisco Villareal, Antonio Villareal, Delia Villareal Alfonso Acosta, Antonio L. Espinoza, Francisco Andrade, José María del Rincón, Ramón Gaxiola, Enrique Millar, Jesús G. Castro, Antonio Trimentel, Miguel L. Castro, Otilio Sandoval, Rogelio Valadés, Carlos Buterfiel, Alejandro Trapero Manuel Rivas J., J. Guillermo Bátiz, Benjamín Rivas J. Chaprales, Nicolás Macris, R. y E. Cotty, Joe Y. Broker, Carlos Ramos, M. Romero, Rosendo Flores Enrique Bastidas, Ángel Y. Mariscal, Luis Ruiz Rojo, Antonio Bastidas, José F. Ceceña José María Pablos E., Rafael Elizalde, Tranquilina de Pablos, Rosario Elizalde de Guillén, Alberto del Rincón Jr. Antonio Fonseca, Antonio S. Hurtado, Francisco L. González, Ernestina Fonseca, Vicente Fonseca Jorge Papachoris Choros, José Mariano Romero, Demetrio Evangelatus, Nicolás Panasópulos Jesús López Vidal , Jorge Manus Furquiotis Eduardo Furcot, Jesús López Vital, Ángel Campa Santos (pesos) 4,000 5,000 1,300 5,000 4,000 650 30,000 50,000 25,000 30,000 75,000 20,000 5,000 20,000 135 16/03/1943 Compañía Comercial y Agrícola del Noroeste, S. A. 15/07/1943 Sinaloa Growers, S. de R. L. 30/01/1945 Distribuidoras de Café, S. A. 30/05/1945 Abarrotera Navolato, S. de R. L. Estrella y Villegas, S. de R. L. Pasturas y cereales, S. de R. L. 06/06/1945 21/06/1945 07/02/1946 J. M. Heiser Compañía, S. A. 22/05/1948• Rodríguez y Leyva, S. de R. L. de C. V. Algodones de Occidente, S. A. 05/04/1949• 04/05/1950• y Maquinaria industrial y agrícola de Sinaloa, S. A. 13/12/1950• Urecha y Martínez, S. de R. L. Fuente: ARPP-SAC; Jesús Moreno Bernal, Maximiliano Espinoza Martínez, Isidro Escobosa Morales, Pedro Guerrero, Mercedes de Acosta, Arturo Acosta Sepúlveda José Mariano Romero, Demetrio Evangelatus, Nicolás Panasópulos, Alexis Relias Carlos Pérez Aguirre, Victoria Güemez de Pérez, Enrique Bastidas, Guillermina Angulo de Bastidas, Melesio A. Pérez, Óscar Bastidas Laveaga Jorge Almada Salido, Ignacio Trapero Eudoro Estrella, Baltasar Villegas 30,000 Quirino Ordaz Rocha, J. Alfonso Cebreros L, Javier H. Tolosa, Salvador Ontiveros, Jesús López Castro James Marion Heiser, Bewlah Bond Heiser, Dionisio E. Acosta, Russell F. Grenfell, Álvaro D. Acosta Enrique Rodríguez Ramón 30,000 Rodrigo S. Rochín, Pedro Valenzuela, José E. Rodríguez, L. Santos Orozco, Juventino Rivas, Cesar Tovar Ferdoro Scholtz, Juan González, Herminia Reynosa, Delfino Ordoñez, Gilberto Moreno Juan Z. Martínez, Emilio Urecha 60,000 50,000 25,000 25,000 500,000 10,200 50,000 250,000 100,000 • Arturo Carrillo Rojas, Historia de la empresa en el valle de Culiacán, inédito, Culiacán, 2007, pp. 10-21. Ofelia Janeth Chávez Ojeda y Arturo Carrillo Rojas, “Agricultura y agro-empresas en el valle de Culiacán: 1930-1940”, ponencia presentada en el XXII Congreso Nacional de Historia Regional, Culiacán, diciembre de 2006, p. 12. *Gustavo Aguilar Aguilar, Op. Cit., pp. 54-55. 136 Anexo 4 Relación de agro-empresas constituidas en Culiacán destinadas al ramo agro-industrial (1935-1943) Capital social Fecha Nombre de la Empresa Socios 14/05/1935 Compañía Algodonera del Pacífico, S. A. 19/10/1935 Compañía Industrial del Fuerte, S. A. 09/01/1940 Colonia La Fé, S. R. L. de C. V. Productos Avilés S. de R. L. de C. V. Café Faro, S. A. Tomás A. Zertuche, John L. Haley, Manuel Herrera Z., Javier de J. Valencia, Fernando Sánchez Durán Francisco Serduer, Trinidad Almada de Selduer, Héctor Unoz, Silverio Pérez Ramos Guillermo Camacho, Eduardo de la Vega Manuel Clohutier, Alberto Murillo, Antonio Rodrigo, Manuel Avilés Ignacio F. de S. Palomares, J. Ramón Ochoa, Víctor Luis González, Octavio Sainz, Carlos Carvajal Villegas Octaviano L. Longoria, Shebby J. Longoria, Alcide Federico Longoria, Eduardo Longoria, Alfredo Longoria Francisco Gastélum, Humberto Gastélum, M. Ángel Gastélum, Ramón Gastélum, Ignacio Gastélum 31/01/1942 26/03/1942 21/04/1943 06/01/1950• Industrias Pacífico Unidas del Industrial del Valle de Culiacán, Sociedad Anónima Fuente: ARPP-SAC. (pesos) 200,000 60,000 7,500 30,000 100,000 500,000 1,000,000 • Arturo Carrillo Rojas, Historia de la empresa en el valle de Culiacán, inédito, Culiacán, 2007, pp. 10-21. Ofelia Janeth Chávez Ojeda y Arturo Carrillo Rojas, “Agricultura y agro-empresas en el valle de Culiacán: 1930-1940”, ponencia presentada en el XXII Congreso Nacional de Historia Regional, Culiacán, diciembre de 2006, p. 12. 137 Anexo 5 Relación de agro-empresas constituidas en Culiacán destinadas al ramo de agro-servicios (1942-1947) Capital social Fecha 13/12/1934 Nombre de la Empresa Fraccionadora de Tierras S. C. P. 26/11/1936* Cía. Vegetable Pacífico --/11/1938 Maquinaria y Equipo, S. A. de C. V. Cía. Vegetable del Pacífico 21/11/1938 del 01/12/1942 Crédito Industrial y Agrícola del Noroeste, S. A. 09/08/1946 Impulsora Agrícola de Sinaloa, S. A. 23/09/1946 Productos Sinaloa, S. A. de C. V. 01/03/1947 Benet Ramírez y Compañía, S. de R. L. Willys de Sinaloa, S. A. 02/05/1947 01/07/1947 G. Stringel Rodríguez y Hermanos, S. A. 10/01/1948• G. Stringel, Rodríguez y Hermanos, S. A. Socios Rafael de la Vega, Manuel de la Vega, Luis Martínez de Castro Clouthier, Manuel Clouthier hijo Nicolás Macris, Jorge Chaprales, Antonio Amézquita, J. Mariano Romero, Rosendo Flores Jorge Chaprales y Nicolás Macris (pesos) 30,000 Nicolás Macris, Jorge Chaprales, Antonio Amézquita, J. Mariano Romero, Rosendo Flores Alfonso Díaz Angulo, Patricio McConegly, Cristino C. Romo, Lauro Díaz, José G. Mercado, Enrique Rivero, Roberto Angulo G., Carlos A. Torres, Genaro Soto, Antonio Ceballos Muñoz, de Esparza, Alberto C. López, Enrique Trigueros Juan José Ríos, Miguel Ríos Avendaño, Jorge Almada Salido, Antonio Haas, Jorge Careaga Rafael Bátiz Paredes, J. Ricardo Tamayo Müller, Rafael Bátiz Echevarria, Jesús L. Tamayo, J. Guillermo Bátiz, Jesús María Tamayo Müller, Héctor Peña Bátiz, Raúl Bátiz Echevarria Arnulfo Ramírez López, Juan Benet Ramírez Felipe de la Lama Noriega, José Cordero Pedroche, Luis González Valdez Gustavo Stingel Rodríguez, Guadalupe Stringel de Gen, Manuel Stringel Rodríguez, Guillermo Rodríguez Guerra, Enrique Torres Angulo Gustavo Stringel Rodríguez, Guillermo Rodríguez Guerra, Enrique Torres Angulo 25,000 25,000 ----- 1,000,000 250,000 150,000 150,000 200,000 250,000 250,000 138 19/03/1948• Desmontes la Norteña, S. A. 23/09/1948• Almacenes Generales del Pacífico, S. A. 11/10/1948• Banco Agrícola Sinaloense, S. A. 08/12/1949• Unión de Crédito Agrícola e Industrial del valle de Culiacán, S. A. de C. V. Química agrícola de Sinaloa, S. A. 10/11/1950• Gustavo Stringel Rodríguez, General Paz Alberto Stringel Rodríguez, Enrique Torres Angulo, Guadalupe Stringel Ignacio Gastélum, Ramón Gastélum, Dolores Gastélum, Francisco Gastélum, Humberto Gastélum, Miguel Ángel Gastélum Napoleón Ramos, Manuel Clouthier, José Gallardo, Benito Anchando, Estanislao Gallardo, Francisco S. Ruíz, Juan José Ríos Fernando Rivera, Virgen Sainz, Susano Montoya, et al. José Ma. Guerrero, Javier H. Tolosa, Luis P. Becerril, Alicia Alcalde, Esther Alcalde 400,000 500,000 3,000,000 800,000 500,000 Fuente: ARPP-SAC. • Arturo Carrillo Rojas, Historia de la empresa en el valle de Culiacán, inédito, Culiacán, 2007, pp. 10-21. Ofelia Janeth Chávez Ojeda y Arturo Carrillo Rojas, “Agricultura y agro-empresas en el valle de Culiacán: 1930-1940”, ponencia presentada en el XXII Congreso Nacional de Historia Regional, Culiacán, diciembre de 2006, p. 12. *Juan José Burgos y Gustavo Aguilar, Op. cit, pp. 28-30; Gustavo Aguilar Aguilar, Op. cit., pp. 54-55. 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