Download Economía del Conocimiento y la Innovación

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Proyecto Avanz@
Documento de trabajo
Número 008
Economía del conocimiento y la
innovación
(ECI)
por Cindy Guevara
Fundación Omar Dengo
Junio, 2013
Competencias para la productividad de las mipymes
centroamericanas en la economía del conocimiento y la innovación
Número de proyecto: 106534-001
Costa Rica, El Salvador y Nicaragua
Institución investigadora:
Fundación Omar Dengo
Barrio Francisco Peralta, Avenidas 10-12, Calle 25.
Apartado 1032-2050
San José, Costa Rica
Tel: (506) 2527-6000
Fax: (506) 2527-6010
Correo electrónico: [email protected]
http://www.fod.ac.cr/
Equipo de investigación:
María Eugenia Bujanda Bujanda, coordinadora. Email: [email protected]
Olga Ruiz Alfaro, investigadora. Email: [email protected]
Cindy Guevara Cárdenas, investigadora. Email: [email protected]
Emnanuel Fonseca Ugalde, investigador. Email: [email protected]
Sitio web del proyecto Avanz@
www.fod.ac.cr/avanza
Este informe se presenta tal y como se recibió de parte de los becarios del proyecto. No ha sido evaluado por
expertos ni ha pasado por otro proceso de evaluación.
Este trabajo se utiliza con el permiso de Fundación Omar Dengo, Costa Rica
Resumen:
El proyecto Avanz@ surge para contribuir al desarrollo en los empresarios de mipymes centroamericanas
de las competencias estratégicas que demanda la actual economía globalizada, competencias que
permitan orientar los emprendimientos hacia la agregación de valor y la mejora continua, la eficiencia, el
aprendizaje permanente, la sostenibilidad ambiental, en el marco de los modelos emergentes de
desarrollo económico y social. Fue desarrollado entre 2011 y 2013 por la Fundación Omar Dengo
(www.fod.ac.cr) junto con el OIT/CINTERFOR (www.oitcinterfor.org), y financiado por el Centro de
Investigación para el Desarrollo Internacional de Canadá (www.idrc.ca). Participaron tres países: Costa
Rica, El Salvador y Nicaragua. En cada país se conformó un equipo investigador local bajo la
coordinación general de la Unidad de Investigación de la Fundación Omar Dengo. El equipo estuvo
integrado por investigadores del área de la economía, la psicología, la sociología y la pedagogía,
apoyados por un valioso grupo de expertos en estadística, administración de empresas, tecnología e
innovación. La metodología de la investigación consistió en una revisión documental exhaustiva sobre las
características de la economía del conocimiento y la innovación y sus principales retos para los
empresarios, el levantamiento de indicadores conductuales asociados a las competencias clave mediante
grupos focales y entrevistas a empresarios así como consultas a expertos en los tres países participantes
(Costa Rica, El Salvado y Nicaragua); y en la realización de un estudio cuantitativo con población
empresaria de los tres países para obtener evidencias de validez de un instrumento para la evaluación de
estas competencias basado en los indicadores y su articulación en distintos niveles de desempeño. El
principal resultado del proyecto es el “Marco de competencias para líderes de mipymes centroamericanas
en la economía del conocimiento y la innovación” y un conjunto de herramientas digitales de apoyo al
desarrollo de estas competencias. El marco generado contiene las progresiones de aprendizaje que
indican la ruta que debe seguir una persona empresaria para ir adquiriendo cada vez mayores cotas de
dominio de estas competencias, y constituyen una valiosa herramienta para apoyar procesos de
formación o desarrollo empresarial.
Palabras clave:
Competencias, habilidades empresariales, economía del conocimiento, innovación, pymes, formación
continua, metodología para identificación de competencias, economía del conocimiento
Tabla de Contenido
Resumen ........................................................................................................................................................ 1
Abstract .......................................................................................................................................................... 2
Contexto ......................................................................................................................................................... 4
I.Economía del conocimiento y la innovación ............................................................................................... 10
I.1Pilares fundamentales de la ECI .............................................................................................................. 13
II.2 Las mipymes y las tecnologías digitales................................................................................................. 16
III. Dimensiones de la ECI ............................................................................................................................ 18
i.
Innovación ............................................................................................................................... 18
i.i Principales desafíos para las mipymes en materia de innovación .............................................. 23
ii.
Responsabilidad social empresarial ........................................................................................... 24
ii.i Principales desafíos para las mipymes en materia de responsabilidad social empresarial ........... 30
iii.
Aprendizaje permanente ........................................................................................................... 32
iii. Principales desafíos para las mipymes en materia de aprendizaje permanente .......................... 37
iv.
Trabajo en redes ...................................................................................................................... 38
iv. Principales desafíos para las mipymes en materia de trabajo en redes ..................................... 42
v.
Gestión orientada a resultados .................................................................................................. 43
vi Principales desafíos para las mipymes en materia de gestión orientada a resultados .................. 45
Conclusión.................................................................................................................................................... 46
Referencias .................................................................................................................................................. 47
Resumen
Proyecto-Avanz@
El siguiente documento desarrolla los principales elementos teóricos
asociados a la economía del conocimiento y la innovación en el marco del
proyecto Avanz@-Competencias de las mipymes centroamericanas para
aumentar su competitividad en la economía del conocimiento y la
innovación.
El informe consiste de cuatro apartados. El primero, introduce el contexto
general en el que se rige hoy día el mundo empresarial como un actor social
más de la sociedad globalizada. De igual forma, se traza el tema de la ética
empresarial o ética de los negocios que moldea la forma en que las
empresas asumen decisiones en tiempos como los actuales. Lo anterior se
conjuga con la perspectiva cultural del entorno empresarial latinoamericano
con la finalidad de comprender la relación existente entre ella y el desarrollo
de las mipymes en la región.
En el segundo apartado, se plantean algunas definiciones acerca de la
economía del conocimiento y la innovación así como sus pilares
fundamentales y la formulación de definición que en el marco del proyecto
Avanz@ se propone para fines de la investigación. Otro de los temas a
tratar es el papel de las tecnologías digitales en este contexto, por su
importancia en la productividad y competitividad de las empresas en
especial de las de menor tamaño.
En la tercera sección del documento, se recorren algunas de las
dimensiones que la literatura reconoce como parte de la economía del
conocimiento y la innovación; a saber: innovación, responsabilidad social
empresarial, aprendizaje permanente, trabajo en redes; y gestión orientada
a resultados. Éstas se proponen como grandes áreas de competencias
donde las tecnologías digitales juegan un papel transversal. Por lo que, se
realiza una breve descripción de lo que representa el uso y
aprovechamiento de las estas tecnologías en estas dimensiones de la
economía del conocimiento y la innovación.
Así mismo, para cada una de las dimensiones se presenta la definición
acuñada en el proyecto y su enlace con la población que comprende el
estudio, es decir, las mipymes centroamericanas y los principales desafíos
que afrontan las mismas en la materia.
Finalmente se presenta una conclusión general del panorama que afrontan
las mipymes en los últimos tiempos.
Palabras clave: economía del conocimiento y la innovación, mipymes,
responsabilidad social empresarial, aprendizaje permanente, trabajo en
redes, gestión orientada a resultados, globalización y ética empresarial.
1
Abstract
The following document develops the main theoretical elements associated
with the knowledge economy and innovation in the project Avanz@Competencies for the Central American mipymes to increase their
competitiveness in the knowledge economy and innovation.
The report consists of four sections. Firstly, introduces the general
framework governing the business world today as a social actor on most of
the global society. Similarly, the theme of business ethics or business ethics
that shapes the way that companies take decisions in times like these. This
is combined with the cultural perspective of Latin American business
environment in order to understand the connection between it and the
development of mipymes in the region.
Also, for each of the dimensions is presented the definition given in the
project and its link with the population comprising the study, therefor Central
MSMEs and the major challenges facing them in the field.
Finally, a general conclusion of the scenario faced by mipymes in recent
times.
Keywords: knowledge economy and innovation, mipymes, corporate social
responsibility, lifelong learning, networking, managing for results,
globalization, and business ethics.
Secondly, some definitions are raised about the knowledge economy and
innovation and its
pillars and
formulation
under
the proposed project for Avanz@ research purposes. Another issue to
address is the role of digital technologies in this context, its importance in
the productivity and competitiveness of enterprises specially the small ones.
In the third section, you drive some of the dimensions that the literature
recognizes as part of the knowledge economy and innovation, namely:
innovation, corporate social and environmental responsibility, lifelong
learning, use of ICT, networking, and managing results. These are proposed
as large areas of competence where digital technologies play a cross as a
transverse axis and a brief description of what constitutes the use and
development of these technologies in these dimensions.
2
Contexto
Las primeras aproximaciones acerca de lo que hoy se configura como economía del conocimiento y la
innovación, se remontan 50 años atrás con lo que Beltrán (2008), señala como la noción de sociedad del
conocimiento; esta se refiere a una sociedad que genera cambios permanentes en la ciencia, tecnología e
incluso en la vida cotidiana.
Se habla de una nueva economía que pone a prueba la gestión del conocimiento que se entiende como la
planificación, organización, coordinación y control de las actividades que lleven a la obtención, creación,
difusión y utilización del conocimiento en la organización de una manera eficiente (Rodríguez y Urrutia, 2001)
Por tanto, la gestión del conocimiento se vuelve entonces una necesidad de cualquier organización que
compite en mercados cada vez más competitivos y dinámicos puesto que implica ir más allá de difundir
conocimientos estáticos, sino que propicia que la información sea un proceso dinámico pues implica
percibirla, combinarla y transformarla en conocimiento útil.
Según Cabrera (2001), la sociedad del conocimiento se asienta sobre la base de una economía en la que lo
fundamental es el conocimiento y la innovación. Para algunos autores su génesis inicia con la evolución de
las tecnologías digitales y su máxima expresión se da con el desarrollo del Internet. En el siglo XX, la
economía industrial se movía alrededor de los recursos, materias primas y medios de producción; hoy día, la
economía se moviliza alrededor de novedosas formas de información e ideas creativas para gestionar los
recursos existentes.
Se entiende por lo tanto como una sociedad del cambio, caracterizada por una alta velocidad en el ritmo de
producción de conocimientos y que se ve trazada por un entorno donde la globalización ha transformado la
forma de entender la economía de los mercados y recursos y que trae consigo efectos tanto positivos como
negativos.
La globalización es un fenómeno que adquiere dimensiones distintas y más complejas en la actualidad y se
basa en el crecimiento del comercio mundial de bienes de mayor valor agregado y contenido tecnológico,
manifestando cambios de las economías nacionales para generar así ventajas competitivas (Ferrer, 2000).
La globalización viene a manifestarse como uno de los hechos irreversibles de mayor peso en los últimos
tiempos, marcando un contexto particular para el mundo de los negocios y la vida en general; ha sido y es
tema de diversas publicaciones sobre los efectos que produce a nivel global. Hay quienes tienen una visión
4
catastrófica al respecto, otros que de forma oportuna sacan provecho y algunos más que con ética vislumbran
el progreso para todos (Conill, 2000).
Sin embargo, algunos señalan que la globalización ha aumentado el crecimiento y la tasa de beneficio, pero
sin aclarar que tal ganancia no se canaliza hacia la economía real de bienes y servicios, ni hacia la creación
de empleo, o el desarrollo de los más desfavorecidos. Ello estaría reflejando la doble cara de la globalización
y que se ve acompañada de un aumento de desigualdades entre los países y las personas, tal como señala
Conill (2000). Es aquí donde surge una interrogante ¿de qué forma se preparan nuestras mipymes para
afrontar los retos de un mundo globalizado? Las posibilidades para comercializar y producir aumentan
considerablemente con la globalización. Así como señala Conill (2000), cualquier producto puede elaborarse
en cualquier lugar de la tierra y venderse en cualquier otro, gracias a la innovación tecnológica, a los cambios
en los transportes y las comunicaciones y a la libre circulación del capital financiero. Lo que hace que
aumenten los retos para las empresas que se enfrentan a estas condiciones.
Así bien, el proceso de globalización según Vengas (2008), se expresa en el desarrollo de pequeñas y
medianas empresas latinoamericanas de la siguiente forma:
“Independientemente de las razones y consecuencias que han creado nuestro entorno actual, es inevitable
para cualquier pyme la obligación de enfrentarse a un fuerte dinamismo, en un ambiente caótico y complejo
con mayores exigencias y que se mueve velozmente por el auge en las comunicaciones y grandes avances
tecnológicos, dentro de una gran sociedad que hemos denominado la “sociedad del conocimiento”. Por lo
tanto, el desarrollo de cualquier plan de negocios que ha ignorado esta realidad y que no ha iniciado con el
nuevo enfoque de mercado y con una gestión apoyada en los conocimientos mínimos y en modernas
tecnologías de información y comunicación, no logra salir adelante, de ahí que una de las principales
características y situaciones lamentables que hemos cosechado en nuestros países es la alta “tasa de
mortalidad” en este sector de pymes”.
Otro de los elementos que caracterizan el contexto tiene que ver con el componente ético. En la actualidad
existe una exigencia de la sociedad en torno de los derechos humanos, el cuidado del medio ambiente,
combate a la corrupción, el empleo decente, entre otros, que obligan a las empresas, y a los empresarios, a
considerar la ética en sus decisiones. Por lo que tener como referente primordial la llamada ética cívica, como
conciencia moral alcanzada por la sociedad, en otras palabras, principios y valores universales mínimos
compartidos según lo manifiesta Limón (2006), se vuelve relevante en una organización para sobrellevar la
dinámica actual.
5
La ética empresarial, cuyo auge data apenas de la segunda mitad del siglo XX, ha sido tema de análisis,
extendiéndose por Europa en los años ochenta y en América Latina y Oriente en los años 90 (Cortina, 2004).
Desde la base de la teoría antropológica como psicológica ha sido abordado como cultura ética o clima ético
respectivamente, sin embargo estas miradas coinciden en conductas éticas que se deben manejar en las
organizaciones.
Instituciones como el Centro de Recursos de la Ética de los Estados Unidos, el Instituto de Ética Empresarial
de Londres, Fundación ÉTNOR de España, así como universidades reconocidas, le han prestado especial
interés en volcar sus acciones en contenidos vinculados con el componente ético en los negocios. Así por
ejemplo, el Centro de Recursos de la Ética, ha estado dedicado a la investigación independiente centrándose
en promover altos estándares éticos en las prácticas tanto de instituciones públicas como privadas.
En lo últimos años se ha creado consenso en el mundo académico y empresarial alrededor de los impactos
positivos que produce la ética empresarial en las organizaciones. El compromiso ético se extiende al conjunto
de las sociedades en las que operamos y a la sociedad global (Centro de Trayectoria Profesional -CTP,
2005).
La búsqueda de credibilidad de las empresas, su protagonismo en el desarrollo económico y socio-ambiental
y la necesidad de armonizar sus intereses generales con los intereses particulares de sus miembros, son
razones que han impulsado la preocupación por la ética empresarial en los últimos años.
Cortina (1994) define la ética como: “Un tipo de saber de los que pretende orientar la acción humana en un
sentido racional, es esencialmente un saber para actuar de un modo racional en el conjunto de la vida”.
Por otra parte, esta autora define ética empresarial como: “El descubrimiento y la aplicación de los valores y
normas compartidos por una sociedad pluralista al ámbito peculiar de la empresa, lo cual requiere entenderla
según un modelo comunitario, pero siempre empapado de postconvencionalismo es decir, vista y entendida –
la empresa- como un grupo que comparte metas y valores que responden a principios universales, a
derechos humanos y valores superiores que no se limitan a una sociedad concreta, en la que además resulta
fundamental la función directiva y el proceso de toma de decisiones “(Limón, 2006).
La ética está asociada con la prudencia y la toma de decisiones prudentes. Se habla por tanto de valores
morales, valores éticos, normas morales, entre otros. Para efectos de las pequeñas empresas la problemática
y oportunidad de las mismas se generan de las características del propietario, ya que se da una relación de
mutua dependencia en donde sus cualidades y defectos individuales se reflejan sobre la empresa que dirige.
Los sistemas de valores personales determinan para un individuo, lo que está bien o incorrecto, lo que es
6
bueno o malo, exitoso o fallido, placentero o desagradable, o cualquier otra evaluación bipolar similar (Limón,
2006).
Siguiendo este mismo autor, el mundo de la ética empresarial, implica identificar cuáles son los bienes
propios de la actividad empresarial que se han de proporcionar a la sociedad y que le dan sentido, y la
legitiman, para estar en condiciones de definir las metas a perseguir, los valores y los hábitos necesarios a
incorporar para alcanzar tales metas.
La creación de una cultura ética dentro de una organización es un componente clave de cumplimiento,
gestión de riesgos, y parte de la estrategia general del negocio; y las actitudes, decisiones y acciones de los
líderes empresariales juegan un papel primordial en la creación de la cultura ética y el clima ético de una
organización. Es aquí, donde debe destacar la habilidad del líder para promover ambas conductas de
forma constante y así garantizar que los empleados entiendan que: "hacer lo correcto" es una prioridad
(ECOA, 2009). Se trata de dirigir empresas con lealtad y conciencia.
En los últimos tiempos, ha habido un movimiento hacia el reconocimiento de la responsabilidad social
corporativa o empresarial. Así por ejemplo, como se señala en el estudio del CEEI de Valencia en conjunto
con la Fundación ÉTNOR (2009), el sustento de la responsabilidad social de la empresa está en la
concepción de la empresa como una organización que responde a criterios éticos de comportamiento.
Las empresas van adquiriendo unos hábitos, un modo de hacer las cosas, partiendo de su libertad para
actuar y para tomar sus decisiones. Esta forma de hacer las cosas, este “carácter” de las empresas, es
precisamente lo que intenta orientar la ética empresarial, ayudando a que se vaya configurando una cultura
empresarial que responda a las exigencias de los diferentes grupos de interés que rodean a la empresa.
El planteamiento ético de la empresa deviene en una ética de la responsabilidad frente a los diferentes grupos
de interés o stakeholders (clientes, empleados, proveedores, propietarios o accionistas y sociedad), ya que la
empresa en su quehacer diario actúa y toma decisiones que afectan a los intereses legítimos de éstos y, por
tanto, ellos han de ser incorporados a la gestión de la empresa y correspondidos de forma satisfactoria.
Cortina (2005), experta en el tema de la ética de los negocios, se refiere al término de responsabilidad social
acuñado en el Libro Verde de la Comisión Europea y concuerda en que la responsabilidad social se debe
interpretar como: La “integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales y
medioambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores”.
Desde su mirada, la responsabilidad social es un componente de la ética empresarial. Esta autora retoma las
palabras de Castells, el cual menciona que en tiempos de globalización es importante para la empresa saber
7
quién es, dónde está y a dónde va, porque, de otro modo, justamente en un momento de mercados volátiles y
burbujas varias, si ni siquiera sabemos quiénes somos ni por qué valores apostar, es cuando estamos
realmente perdidos. Saber esto y conseguir un clima ético es cada vez más necesario, porque ayuda a crear
confianza generándose el carácter de quienes saben lo que quieren y dónde van.
A medida que la responsabilidad social va formando parte de la planificación estratégica de las empresas y de
sus operaciones cotidianas, los empresarios deberán adoptar decisiones empresariales basadas en criterios
éticos.
Cortina (1994), considera que una empresa está obligada a respetar los derechos de sus miembros, de los
consumidores y proveedores; y no puede atropellarlos aduciendo que su meta es lograr un beneficio
económico, expresando en la cuenta de resultados, más bien el fin de la empresa debe ser lograr la
satisfacción de necesidades humanas pero no a costa del beneficio propio sino respetando los valores de la
sociedad y siendo morales. Por tanto, la ética de la empresa es una parte de la ética aplicada que no sólo
consiste en la aplicación de los principios generales, sino en averiguar a la vez cuáles son los bienes internos
que cada una de estas actividades debe proporcionar a la sociedad, qué metas debe perseguir y qué valores
y hábitos son precisos incorporar.
Según el CTP (2005), el impacto de la ética en las empresas reside en que se ha convertido en un factor de
diferenciación de marca que construye lealtad y confianza en el consumidor y que se ve reflejado en
incrementos en las ventas, protección frente a nuevos competidores y variaciones en el precio. Asimismo, en
una cultura organizacional entendida como la manera de ser y hacer las cosas en el día a día, la ética se
convierte en un ingrediente que genera un sentido de identidad, aprendizaje continuo y mecanismos de
control interno.
Desde esta perspectiva, los beneficios de la ética en la empresa tienen impacto directo en los resultados
económicos y en el balance empresa/sociedad. El reto se encuentra en la inclusión de un modelo de
empresa sostenible y socialmente responsable; la cual se entiende como: “aquella que crea valor
económico, medioambiental y social a corto y largo plazo, contribuyendo de esa forma al aumento del
bienestar y al auténtico progreso de las generaciones presentes y futuras, tanto en su entorno inmediato
como en el planeta en general" (Código de Buen Gobierno de la Empresa Sostenible 2002
www.foroempresasostenible.org) citado en Alfaya & Blasco,2002, p. 58).
El concepto de desarrollo sostenible está tomando fuerza en la percepción de los consumidores de los
productos y servicios ofrecidos por los empresarios, y esto hace pronosticar, como ocurre en países más
avanzados, que los negocios que no cumplan con requerimientos éticos y de responsabilidad social mínimos
queden sencillamente fuera del mercado (Novoa, 2002).
8
Por último, la persona como miembro de una organización debe afrontar el hecho de que sus decisiones y
comportamientos afectan al sistema individuo/organización/sociedad y que a su vez las determinaciones de
su organización lo afectan. Frente a esta perspectiva, las empresas y los individuos, al momento de tomar
decisiones de vinculación o continuidad laboral, deben establecer qué tipo de contraparte es la adecuada, es
decir, cada uno debe confrontar sus expectativas éticas y de responsabilidad contra las de su organización y
viceversa (CTP, 2005).
Lo anterior se relaciona con lo que Vengas (2008) destaca acerca del enfoque cultural y su relación son el
desarrollo de micro, pequeñas y medianas empresas en la región latinoamericana y que cabe mencionar en
este punto.
Esta autora señala que si se parte de las culturas que imperan en los países de Latinoamérica, se esbozan
una serie de valores, creencias, costumbres y actitudes que son comunes y que en conjunto permiten hacer
referencia a la “cultura latinoamericana” que se distingue del resto del mundo. Desde esta perspectiva es
importante resaltar las principales características, enfoques y orientaciones de dicha cultura, que inciden
directamente en la concepción y desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas y que están
determinando el avance del sector.
En palabras de Venegas (2008), el desarrollo del espíritu emprendedor, así como las formas de organizar y
administrar las empresas, siguen conservando una clara orientación a las relaciones y no a los negocios.
Desde otro ángulo, y por una herencia histórica, los pueblos latinoamericanos siguen utilizando un lenguaje
indirecto (lo que algunos denominan el lenguaje del conquistado) que limita los planteamientos y el desarrollo
de las ideas, pues en primer término se busca el consenso y la aceptación, antes que la fijación y directrices
que guíen los esfuerzos hacia un objetivo claro y preciso con visión a futuro.
La resistencia al cambio es otro de los factores que permea la cultura latinoamericana, es decir en América
Latina se sigue viendo la competencia y el cambio como amenazas y no como oportunidades para el
mejoramiento continuo; lo cual conlleva a una mentalidad fatalista que le asigna a empleadores y empleados
pocas posibilidades de constituirse en agentes de cambio; aunado a esto se continua estigmatizando la
riqueza material, creando desconfianza alrededor de ella y creyendo que solo un pequeño grupo poderoso
tiene acceso y derecho a generarla y disfrutarla.
Aquí recae el tema de la ética en los negocios y desde esta perspectiva, el espíritu, la cultura y la capacidad
de los latinoamericanos en todas sus dimensiones, deben impregnar humanismo, creatividad, solidaridad y
competencia por la superación y la defensa de la libertad y la paz, fortaleciendo el sector y creando
oportunidades dentro de la gestión y desarrollo de las pymes.
9
En definitiva, la cultura media la forma en que como seres humanos percibimos el mundo e influye directa e
indirectamente en el surgimiento y continuidad de las empresas, de las que ya operan como las que dan sus
primeros pasos.
I.Economía del conocimiento y la innovación
En el proyecto Avanz@ se hace referencia a la economía del conocimiento y la innovación (ECI), por la
importancia que adquiere la innovación y el conocimiento en el marco del estudio. Se define ECI como:
“Etapa particular del proceso de desarrollo económico, que responde a una nueva dinámica basada en el
conocimiento como principal motor de la competitividad. Este conocimiento es traducido en prácticas
innovadoras y creativas para gestionar los recursos existentes y responder mejor a las exigencias del
mercado y la sociedad”.
Con la economía del conocimiento, adquiere mayor relevancia la innovación y los recursos intelectuales como
fuentes de competitividad y crecimiento a largo plazo.
Tener claridad sobre la realidad de las mipymes en este contexto, se vuelve una necesidad ya que los países
de América Latina se encuentran ligados a las tendencias mundiales, por lo que las personas empresarias en
un entorno tan dinámico y cambiante debe desarrollar las habilidades que sean necesarias para aprovechar
los flujos de conocimiento e información para poder adquirir, procesar, adaptar y aplicar el conocimiento
(Moreno, 2010).
Luego de una revisión de la literatura
se puede constatar que existen aportes valiosos de diferentes
teóricos que tratan el tema, algunos se centran en llamarla economía del conocimiento, otros sociedad del
conocimiento, economía de la innovación, otros prefieren llamarla economía del aprendizaje, y así
sucesivamente.
A mediados de la década de los noventa, la OCDE inició un nuevo discurso sobre el conocimiento y el
desarrollo económico; en él se comenzaba a hacer referencia a la economía basada en el conocimiento, la
economía del aprendizaje y la sociedad del aprendizaje (Foray y Lundvall, 1996; OCDE, 1996; OCDE, 2000).
En paralelo, el concepto de «la nueva economía» también se fue extendiendo dentro de la OCDE (2001),
(Åke Lundvall & Lorenz, 2010).
10
En el marco del estudio que nos compete, la denominación ECI para llamar “economía del conocimiento y la
innovación” permitiría utilizar el nombre sin modificar las descripciones empleadas ya por otros autores.
Powell y Snellman (2004) definen la economía del conocimiento como:
“La producción y los servicios basados en actividades intensivas en conocimiento que contribuyen a un ritmo
acelerado del progreso técnico y científico, así como la rápida obsolescencia, un aumento en la producción de
conocimiento que está impulsada por el surgimiento de nuevas industrias. Siendo el componente clave una
mayor confianza en las capacidades intelectuales que en los insumos físicos o recursos naturales”.
Para estos autores existe una diversidad de interpretaciones en torno a la economía del conocimiento y la
innovación , sin embargo, mantienen que su enfoque se basa en la producción de las ideas novedosas que,
posteriormente, da lugar a nuevos productos o mejoras en servicios y prácticas de organización. Defienden
que los sectores clave de la economía son más dependientes de la generación del conocimiento y la
difusión de lo que eran en el pasado.
En el mismo sentido, los aportes de Houghton y Sheehan (2000) indican que la economía del conocimiento y
la innovación se caracteriza por girar en torno al conocimiento como recurso clave. El grado de
incorporación de
conocimientos
e
información en la
actividad
económica es
ahora tan
grande
que induce cambios estructurales y cualitativos muy profundos en el funcionamiento de la economía y
transforman la base de la ventaja competitiva. Para estos autores, la economía del conocimiento surgió a
partir de dos fuerzas específicas: una de ellas tiene que ver con el aumento de la intensidad de
conocimiento de las actividades económicas, y la otra con la creciente globalización de los asuntos
económicos. El conocimiento como un factor de producción y su impacto en las habilidades, el aprendizaje, la
organización y la innovación. Algunas características que la hacen diferente desde esta perspectiva son la
revolución de la información, la flexibilidad de organización, el conocimiento, las habilidades y el aprendizaje,
la innovación, el conocimiento de redes y la competencia global.
Aunque en la actualidad, está muy extendida la idea de que el conocimiento es importante para la economía.
Las iniciativas para entender qué es el conocimiento y cómo se traduce en desempeño económico no son
tan ambiciosas como cabría esperar.
11
En buena parte de la literatura económica como en la aplicación de políticas existe una tendencia a
considerar el conocimiento exclusivamente como información, lo que tiene graves consecuencias negativas
tanto para el análisis como para el desarrollo de políticas (Ake Lundval & Lorenz, 2010).
Según la terminología propuesta por Lundvall y Johnson, 1994 citado en Ake Lundval & Lorenz, 2010 se
destaca: Know–what, Know–why, Know–how, Know–who, siendo el Know-how el que se refiere a
capacidades y habilidades para hacer algo.
El cambio y el aprendizaje son la cara y la cruz de la misma moneda. La aceleración del cambio plantea
nuevos problemas para las personas y las organizaciones, y para hacerles frente se requieren nuevas
competencias (OCDE 2000).
Finquelievich (2004), propone que la ECI, ha significado un cambio trascendental puesto que genera el
desplazamiento de la producción de bienes a la producción de ideas, lo que supone el tratamiento no de
personal o stocks, sino de información. Está fundamentalmente basada en la capacidad de innovación:
innovación administrativa, tecnológica, social y política.
Autores como Ruiz (2011), enuncian el tema como economía del aprendizaje en lugar del conocimiento ya
que, lo central para este autor es el desarrollo de habilidades para aprender, así por ejemplo, antes de tener
la capacidad para innovar se requiere potenciar las habilidades de las personas para que la innovación se
logre. Su tesis fundamental considera que el conocimiento es por sí mismo un flujo que va y viene, lo
primordial está en lograr ponerlo en práctica, lo que implica desarrollar un sistema de aprendizaje continuo.
Aquí cabe la interpretación realizada por Ake Lundval & Lorenz (2010), sobre la importancia de diferenciar
entre el aprendizaje basado en la ciencia y el basado en la experiencia ya que ayuda a entender por qué el
vínculo entre la base científica y el desempeño de la innovación es débil. Los cambios técnicos de la época
actual, con su tendencia hacia una demanda de mayores cualificaciones, refleja una «economía del
aprendizaje» en la cual se ha acelerado el ritmo de los cambios tanto tecnológicos como organizativos.
Por su parte Jenkins (2011), marca que la economía del conocimiento y la innovación, provoca un fuerte
impacto en las mipymes y se manifiesta en muchos ámbitos. Por ejemplo con el aprovechamiento de
plataformas tecnológicas existentes, estando al tanto de nichos de mercado emergentes, estar continuamente
buscando estrategias para atraer clientes, teniendo la capacidad de transferir conocimientos y manejar el
fracaso como una etapa más de aprendizaje, gestionar equipos de trabajo con cualidades y habilidades
diferentes que propicien cambios significativos lo que desde su perspectiva define como “Aprender haciendo”.
12
Por otro lado, el teórico Castells (2000), considera que la ECI no se basa sólo sobre el conocimiento, sino
también en tres aristas claves relacionadas con las tecnologías digitales, como lo son:

Productividad basada en la información y redes

Tiempo real, conectividad global de flujos de capital, productividad, y gestión (no sólo referida al
transporte internacional de mercancías), lo que sólo es factible gracias a la infraestructura
tecnológica (Internet).

Trabajo en red o networking; Internet está en el corazón de estas redes, pero es mucho más que una
tecnología. La ECI no es la economía de los que proveen Internet, sino la de quienes la usan.
La Comisión Económica para América Latina [CEPAL], la denomina como economía global y menciona que
entre los principales elementos que la componen están:

Una mayor codificación del conocimiento;

Una relación más estrecha entre tecnología y ciencia, con mayores tasas de innovación y ciclos de
vida del producto más cortos;

Creciente importancia de la innovación en el crecimiento del PIB, así como de la educación y del
aprendizaje continuo;

Mayor inversión en elementos intangibles (investigación y desarrollo, educación, software, entre
otros) que en capital fijo, y

Cambios sustanciales en la demanda de calificaciones en el mercado de trabajo.
I.1Pilares fundamentales de la ECI
Como se mencionó anteriormente tanto el conocimiento como la innovación son los pilares fundamentales de
la concepción adoptada en el proyecto Avanz@. Y haciendo referencia al primero de ellos, cabe mencionar
que el conocimiento es la principal fuente de ventaja competitiva en una organización puesto que se convierte
en un recurso estratégico en la actualidad. En una economía como la de hoy las empresas de menor tamaño
requieren aprender cada vez más rápido y para sacar adelante sus negocios, los empresarios requieren de
ciertas capacidades de aprendizaje como lo son: absorber conocimiento, desechar el que no es útil,
interiorizarlo y ponerlo en práctica (Ruiz, 2011).
13
La noción de que el conocimiento es importante para la economía dista de ser nueva. Adam Smith (1776)
identificaba la división del trabajo entre «hombres de especulación» especializados como una importante
fuente de innovación. Friedrich List (1841) sostenía que el tipo de capital más importante es el «capital
mental» (Åke Lundvall & Lorenz, 2010, citado en Parrilli, 2010).
Por otra parte García y Cordero (2008) apuntan que no hay duda acerca de la importancia que representa el
conocimiento para el éxito sostenible en cualquier organización, en la medida que, en la etapa actual de
desarrollo en la que nos encontramos, y dentro de un contexto económico que se caracteriza por fenómenos
como la globalización, los crecientes grados de competitividad, la evolución de las nuevas tecnologías y la
naturaleza dinámica de los nuevos mercados, demuestra importancia el conocimiento para el éxito sostenible
en cualquier organización ya sea grande o pequeña.
Cuando los mercados cambian, las tecnologías proliferan, los competidores se multiplican y los productos
pronto quedan obsoletos, las compañías con éxito son aquellas que crean nuevos conocimientos, los
difunden rápidamente por toda la organización, y los aplican a nuevas tecnologías y productos. Por lo tanto,
la posibilidad de no sólo adquirir información sino de transformarla en conocimiento para compartirlo e
integrarlo a las prácticas cotidianas de la organización, constituye la capacidad organizativa más importante
para enfrentar el entorno que caracteriza la dinámica organizacional (García y Cordero, 2008).
Según la definición del diccionario de la real academia española, conocimiento se define como: “Acción y
efecto de conocer”, sin embargo, éste término en la nueva economía va más allá de conocer ya que, implica
utilizar el conocimiento con la finalidad de generar mayor valor agregado por medio de su transformación a
información. Es decir, darle un valor productivo a la información de manera tal que, se procese de manera
crítica y analítica. Lo que en palabras de Rovira (1999), se entiende por Gestión del Conocimiento y que
implica ir más allá de difundir conocimientos estáticos sino más bien propiciar que la información sea un
proceso dinámico dado que involucra: percibirla, combinarla y transformarla.
Fonseca (2010), afirma que el conocimiento que aporta mayor valor a una empresa es aquel que básicamente
se acerca a las necesidades del cliente. El utilizar nuevas formas para gestionar conocimiento implica
gestionar nuevas formas de hacer y de creación. Si una organización no comprende la información que
precisa, no sabrá qué información ha de almacenar y qué información necesitará con el paso del tiempo y
tampoco sabrá qué datos debe captar, ni cómo captarlos para que realmente le proporcione información.
14
Para las micro, pequeñas y medianas empresas, según plantea Cobo (2011), en el caso de mipymes
europeas el asunto es muy complejo pues el conocimiento en muchos casos se adquiere trabajando, sea a
través de tutorías informales, el uso de sistemas de apoyo y expertos o bien, a través de “learning by doing”.
Y como regla general cuando el director de una mipyme se dedica a continuar aprendiendo y adquirir nuevas
perspectivas, es muy probable que también apoye a sus empleados para desarrollar las competencias
requeridas y se supere el negocio.
Por tanto,
es importante desarrollar ciertas habilidades en los colaboradores del equipo y transferir
información conocimientos de manera horizontal con el fin de que puedan colaborar con los objetivos de la
empresa y se sientan comprometidos con la misma. Así bien, hay diferencia entre transferir conocimiento y
transmitir información, es decir, la información es lo que se transforma con un tratamiento adecuado, mientras
que el conocimiento es lo que se produce. La producción del conocimiento se basa siempre en un nivel de
conocimiento y en la transformación de la información, lo cual lo hace más complejo. Y es allí donde estriba
precisamente la innovación que es la que permite nuevos aumentos de productividad en la producción del
conocimiento (UNESCO 2005, cit. por Bujanda y Zúñiga 2008).
Un segundo pilar que se quiere enfatizar es la innovación por su relevancia como uno de los motores
principales capaces de impulsar tanto el crecimiento económico como para mejorar los estándares de vida de
las personas a largo plazo (BBVA, 2010).
En términos generales, la innovación ha recibido especial atención y ha estado asociada a diversos ámbitos
como por ejemplo la ciencia y tecnología, la investigación académica, la gestión empresarial, las políticas
públicas, el papel del mercado, las estructuras institucionales, entre otros. Lo cual hace innegable su aporte
para enfrentar las vertiginosas demandas actuales. Tal como señala BBVA (2010), la innovación se hace hoy
más necesaria que nunca para afrontar retos como la desigualdad y la pobreza, la educación y la salud, el
cambio climático y el medio ambiente.
La innovación compete a todo tipo de empresa, sin embargo, una limitante que surge en las empresas de
menor tamaño a diferencia de las grandes es que en su mayoría no han logrado incorporar la innovación en
sus estrategias empresariales y/o en la gestión empresarial en general. La innovación como dimensión de
amplia relevancia en la economía del conocimiento y la innovación, se estará abordando con más detalle en
el siguiente apartado como parte del marco del proyecto Avanz@
15
II.2 Las mipymes y las tecnologías digitales
Se debe partir de que los pequeños negocios a diferencia de los grandes se enfrentan a mayores dificultades
para incorporar las tecnologías a sus procesos empresariales. Se conoce que han sido importantes los
aportes que estas traen a la productividad y competitividad de las empresas.
En la diversa literatura, se emplean diferentes concepciones alrededor de las tecnologías, algunos
nombrándolas como TIC y otros como tecnologías digitales. Sin embargo, siempre aducen a que son medios
o instrumentos digitales que permiten la comunicación, facilitan el acceso y procesamiento de todo tipo de
información ya que son tecnologías de propósito general y facilitan la vida de las personas.
Existe cierto consenso sobre si las empresas en especial las pymes que no adoptan las nuevas tecnologías
en sus estrategias de compra y venta (e-business), muy posiblemente no podrán sobrevivir en el nuevo
entorno internacional.
El término “tecnologías digitales” se considera en el marco del proyecto como el más apropiado puesto que
hoy por hoy la sociedad actual demanda su aprovechamiento y en el contexto de la ECI se torna relevante
para que las micro, pequeñas y medianas empresas aumenten su productividad.
Por tecnologías digitales se entiende: “El conjunto convergente de tecnologías, especialmente la informática y
las telecomunicaciones, que utilizan el lenguaje digital para producir, almacenar, procesar y comunicar gran
cantidad de información en breves lapsos de tiempo” Castells, 1997, cit. por Ortega y Marchesi, 2006, cit por
Bujanda y Zúñiga 2008).
Las tecnologías han cambiado la naturaleza del trabajo y el tipo de habilidades necesarias en la mayoría de
los oficios y profesiones. Lo anterior expone el desafiante reto para los empresarios sobre la adquisición de
conocimientos y habilidades que se requieren para triunfar en este nuevo y dinámico entorno de continuos
cambios tecnológicos, donde la producción de conocimiento crece a una velocidad cada vez mayor
(UNESCO, 2004).
Las tecnologías se vuelven en sí en una herramienta y en un medio, sin embargo, no el único con el cual se
contribuye a mejorar la gestión empresarial (Heeks, 2002 citado en Monge, 2005).
En el mundo moderno, las economías más prósperas se basan en las habilidades de sus ciudadanos,
empresas, organizaciones, gobierno, academia y sector privado, para generar, almacenar, recuperar,
procesar y transmitir informaciones. Funciones que son aplicables a todas las actividades del ser humano y
que se facilitan sustancialmente gracias a la adopción de las Tecnologías (Atkinson, 2001).
16
Ciertamente las empresas se ven inmersas en un mundo en donde las computadoras, los teléfonos celulares,
el ipod, el internet, la mensajería instantánea o el correo electrónico se convierten en, prácticamente, asunto
de consumo todos los días, generando así la búsqueda de una mayor precisión y rapidez del conocimiento
acorde con las vertiginosas demandas de la sociedad actual.
No obstante, ¿Qué ocurre con aquellos emprendedores dueños de mipymes que no están exentos al
predominio digital y deben adaptarse a la nueva realidad y migrar a la generación digital?.
Esta interrogante obliga a pensar sobre el rol de la sociedad en redefinir el sentido que da las tecnologías, en
la medida que las mismas son sólo una herramienta más y su importancia estriba en lo que se pueda realizar
con ellas, es decir, con su aprovechamiento. Por lo que se requiere una mayor comprensión de la
importancia de aplicar recursos tecnológicos de manera más auto dirigida y motivadora en las empresas
La economía basada en el conocimiento es una economía totalmente diferente a la economía del siglo XX, ya
que en ella, el conocimiento constituye el principal insumo de producción, convirtiendo las tecnologías en
instrumentos importantes, no sólo para la transmisión de la información, sino también para la codificación del
conocimiento mismo (Monge & otros 2005).
Hasta hace pocos años las pequeñas y medianas empresas todavía podían competir sin tecnología
informática y de comunicación, hoy día competir sin estos elementos es una tarea difícil, y aquellas que se
resistan a actualizarse están prácticamente condenadas al fracaso" (Bustos et al., 2003, p. 112, citado en
López, 2007).
17
III. Dimensiones de la ECI
Como parte del estudio se proponen cinco dimensiones asociadas a la economía del conocimiento y la
innovación. La propuesta partió de la base de una triangulación entre: teoría, aportes de empresarios y
expertos y el análisis y aporte del equipo investigador Avanz@. El proceso de esta triangulación fue complejo
y comprendió las siguientes etapas:

Análisis de la literatura [estado de la cuestión sobre economía del conocimiento y la innovación]

Análisis grupal del equipo investigador y elección preliminar de las dimensiones fundamentales de la
ECI.

Construcción de guía de entrevista para la validación de tales dimensiones preliminares.

Contraste de los resultados obtenidos en las entrevistas de validación con la teoría.

Reafirmación y propuesta de las cinco dimensiones prioritarias para el proyecto Avanz@.
A partir de este proceso se proponen las siguientes seis dimensiones de la ECI, a saber:
i.

Innovación

Responsabilidad social empresarial

Aprendizaje permanente

Trabajo en redes

Gestión orientada a resultados
Innovación
Son múltiples las facetas y la pluralidad de interpretaciones que adquiere la dimensión de innovación en la
actualidad.
Existe cada vez un mayor consenso respecto a que la innovación es un factor clave para promover la
competitividad en una economía del conocimiento globalizada (Lundvall, 2008; Porter, 1990, citado en
Asheim, 2010). La innovación se convierte valiosa en la medida que el mercado la acepta y se logre con ello
un beneficio sostenible para la empresa.
Es importante señalar que en el caso de las mipymes, la innovación se torna fundamental para que las
empresas crezcan, pero aún más para que puedan diferenciarse. Innovar les genera valor a las empresas sin
18
embargo, el punto trascendental es crear valor tanto para la empresa como para los clientes con el fin de
satisfacer las necesidades y demandas de los mismos y así poderlos atraer y mantener con ellos una relación
positiva a largo plazo, es decir fidelizarlos.
En las siguientes líneas se revisa la literatura sobre innovación haciendo un repaso por los diferentes aportes
que diversos autores en sus correspondientes campos ofrecen sobre la gama de enfoques construidos para
conceptualizar la innovación.
Así por ejemplo, Schumpeter situó la innovación en el centro del debate económico, distinguiéndola de la
invención, porque ésta sería la manifestación de una nueva idea o un hecho antes no conocido, mientras que
la innovación sería la aplicación a la práctica —con éxito—de esas ideas (Schumpeter, 1934, citado en
González, 2010).
Por otro lado, Mc Keown (2008), citado en González (2010), menciona que la innovación puede entenderse
de manera muy general como “Un cambio en el proceso para hacer algo, o la aplicación útil de nuevos
inventos o descubrimientos”.
Este mismo autor señala que toda innovación es el resultado de un proceso por el cual, primero, se genera la
idea para una posible aplicación práctica de una invención; y, posteriormente, se desarrolla esa idea hasta su
introducción en el mercado.
La innovación es la creación e introducción de valor nuevo para el cliente en el mercado. Las innovaciones
prosperan únicamente si proporcionan suficiente valor a la empresa que justifique la continuidad de su
producción, lo que conlleva a un círculo virtuoso de sostenibilidad de las ideas innovadoras para que la
empresa. Un producto o un servicio puede ser ingenioso o creativo, pero si los clientes del mercado no lo
utilizan, no es una innovación (Carlson, 2010 citado en BBVA, 2010)
Faberger (2003) que considera que la innovación es un continuo proceso y como tal es relevante si la misma
pasa por cambios drásticos y transforman el significado de la economía. Desde su perspectiva, la innovación
debe en primer lugar distinguirse de la invención, ya que invención se refiere a la primera ocurrencia de una
idea para un nuevo producto o proceso; mientras que la innovación es el primer intento de llevar a cabo esa
idea a la práctica y necesita de la combinación de varios tipos de conocimientos, capacidades, habilidades y
recursos puesto que cada innovación consiste en una nueva combinación de ideas existentes así como de
capacidades y habilidades, específicas. Para Fagerberg la invención puede ocurrir en cualquier parte,
mientras que la innovación ocurre por lo general en las empresas.
19
Según West y Farr (1990), citado en Billorou (2011), la innovación se describe como innovación productiva y
es el proceso intencionado de creación, introducción y aplicación de ideas novedosas en el trabajo de un
individuo, grupo u organización para generar ventajas para dicho individuo, grupo u organización. Es además
un proceso complejo que involucra desde reconocer la existencia de un problema, necesidad u oportunidad
de cambio hasta la evaluación, adopción y aplicación en la producción de ideas o soluciones novedosas.
Cuando se habla de innovar se trata de adaptar y mejorar la calidad de los procesos, productos y/o servicios.
Es un proceso que con el paso del tiempo genera efectos en la productividad y competitividad de un negocio
ya que puede ser una estrategia para asegurar la supervivencia de una empresa (Rosenbuch, 2010; citado e
Gómez, J. 2010).
Louca (2010), citado en BBVA (2010), argumenta que para entender los procesos más generales de
innovación social, económica, tecnológica e incluso cultural en las economías modernas es necesario
establecer el marco de los valores culturales, de las relaciones sociales inherentes a la producción o el
comercio, o de la creación de instituciones y procesos de aprendizaje.
Por su parte Parrilli (2010), menciona que la innovación es un concepto más amplio que la investigación y
desarrollo (I+D). Hay otras fuentes de ideas nuevas y otras formas de generación de valor que pueden ser
desarrolladas por nuestras organizaciones, independientemente de su tamaño o los recursos con los que
cuente. En ese sentido, La innovación no es un proceso exclusivo de ámbito técnico-económico, sino que es
posible en todos y cada uno de los ámbitos vitales de las personas, siendo un fenómeno de índole social.
Asociado a los planteamientos de Parrilli, Ruiz (2011), de igual manera asegura que la innovación va más allá
de I+D, y desde esa perspectiva, se ha contemplado aspectos fundamentales de la innovación en materia
tecnológica en sí misma (sobre producto o proceso), pero, no se ha centrado la suficiente atención sobre la
innovación en lo que a modelos de negocio, visión y orientación a mercado se refiere.
Existen dos términos importantes a destacar, el de innovación radical y el de innovación incremental.
La innovación radical hace referencia a resultado de I+D, son eventos discontinuos, que se distribuyen en
forma irregular a través de los sectores y del tiempo; su existencia depende de departamentos formales
dedicados a la I+D y, muchas veces, una interacción fuerte con la ciencia (CEPAL, 2009).
Este tipo de innovación es menos frecuente en el sector de las mipymes ya que es costosa e implica riesgos
en ocasiones muy altos para las personas empresarias.
Por otro lado está la innovación incremental que consiste en realizar mejoras sobre lo que ya existe y es este
tipo de innovación las mipymes desarrollan prioritariamente. No obstante, aunque las mipymes realicen este
20
tipo de innovación siempre existe un faltante en los procesos de gestión de la de innovación que les enseñe a
realizar procesos reales de innovación. Por lo que, pensar en estrategias de I+D y el promover la creatividad
desde los centros educativos, el núcleo familiar y en programas dirigidos a empresarios, debe ser objetivos
fundamentales en la agenda de estado como propuesta estratégica para el desarrollo nacional.
Al respecto de estrategias de I+D la CEPAL ha presentado estudios donde apunta que las economías cuyo
ingreso per cápita es más elevado son economías que realizan un mayor esfuerzo innovador siendo la
inversión en investigación y desarrollo uno de los indicadores clave para medir el esfuerzo innovador de los
países y el impulso principal del desarrollo tecnológico.
La existencia de una relación entre innovación y desarrollo económico es indudable, no obstante, la
innovación en sí no es la única variable que importa, interesan particularmente la dirección y calidad de esa
innovación y, sobre todo sus efectos sobre la inclusión social y la sostenibilidad ambiental (CEPAL, 2009).
Otra de las contribuciones en el tema de innovación lo presenta Ake Lundvall & Lorenz (2010), quienes
destacan que la interacción con los usuarios y las prácticas organizativas, como con los equipos de proyectos,
los grupos de resolución de problemas y la rotación de trabajos y tareas, que promocionan el aprendizaje y
el intercambio de conocimientos, contribuyen al desempeño de la innovación. Por tanto las probabilidades de
que una innovación de productos tenga éxito aumentan cuando la empresa se ha organizado para fomentar
el modo de aprendizaje DUI, que es un modo de innovación orientado al cliente (mercado o demanda) basado
fundamentalmente en el desarrollo de competencias e innovaciones organizativas y que produce sobre todo
innovaciones incrementales (Asheim, 2010).
Por otro lado, está el modo de innovación STI que es mucho más restrictivo y se basa en el uso de
conocimientos científicos codificados, representando una estrategia de alta tecnología de impulso científico y
orientada a la oferta capaz de producir innovaciones radicales (Jensen et al., 2007 citado en Asheim, 2010 ).
Para este autor, algunas investigaciones afirman que la combinación de ambos modos de innovación (DUI y
STI) puede resultar la opción más eficiente con vistas a mejorar el desempeño económico y la competitividad.
Lam, 2010 citado en BBVA (2010), menciona que la innovación es un proceso de aprendizaje, y el
aprendizaje es un proceso colectivo que se da en un entorno organizado, por lo que existe la necesidad de
incorporar en los equipos de trabajo la capacidad de aprender y generar conocimiento, así como de configurar
organizaciones flexibles capaces de adaptarse a nuevas tecnologías y procesos.
Von Hippel, 2010 citado en BBVA (2010), habla de la innovación impulsada por los usuarios. Este autor
señala que los usuarios se han convertido en una fuente de innovación de relevancia creciente gracias a los
avances en la computación y a la mejora de la conectividad. Por eso, es fundamental que las empresas
21
mantengan un diálogo fluido con los usuarios y establezcan los mecanismos que permitan colaborar con ellos
y aprovechar al máximo sus capacidades. Cuando se trata el término usuarios se entiende como empresas o
consumidores particulares que esperan beneficios del uso de un producto o de un servicio.
A esto se suma la perspectiva de West, 2010 citado en BBVA (2010). Quien considera que el mundo está
cambiando y ahora el control lo tienen los clientes, los consumidores y los electores, es decir, los usuarios de
los productos y servicios ya que los usuarios son más exigentes, tienen más opciones y se sienten más
cómodos a la hora de elegir. Según este autor, la inspiración para innovar puede surgir directamente de
observar o de escuchar a la gente donde se debe desaprender nuestro vocabulario y reaprender el suyo,
querer descubrir los problemas que les preocupan, sin ayuda y sin el sesgo de nuestras percepciones.
Una vez recorrido este abanico de interpretaciones, es relevante plasmar la noción de innovación acuñada en
el marco del proyecto. Por innovación se entiende:
Proceso intencionado y continuo de desarrollar nuevas ideas de productos, procesos o modelos de gestión
que generen valor para el consumidor y contribuyan a hacer a la empresa sostenible.
Avanz@, 2012.
La innovación se entiende como un proceso intencionado y continuo, en el sentido de que debe ser parte de
la estrategia de la empresa y que involucra desde el análisis de oportunidades, gestión de ideas y su
evaluación, el desarrollo de la innovación hasta la validación y su posterior planeamiento para su
incorporación al mercado.
Un aspecto a considerar es el papel de las tecnologías digitales y su papel en el campo de la innovación ya
que juegan un papel fundamental para facilitar la interacción con los clientes, el conocimiento y aplicación de
buenas prácticas en la gestión interna de la empresa, mejoran el conocimiento del entorno y son útiles para el
desarrollo de actividades de investigación y desarrollo. Las tecnologías facilitan los procesos de innovación,
en especial para las pymes, al permitir la simulación y prueba de nuevos diseños de productos a muy bajo
costo, tomando en consideración que las pequeñas empresas cuentan con recursos más limitados.
22
i.i Principales desafíos para las mipymes en materia de innovación
En las pequeñas empresas sigue urgiendo la necesidad de monitorear de cerca cada uno de los pasos de las
otras empresas a fin de buscar de modo más extenso nuevas ideas, nuevas entradas y recursos de
inspiración (Fagerberg, 2003). Para ello, las empresas deben cultivar la capacidad de absorción “absorptive
capacity” como necesidad para potenciarse como empresas innovadoras, dado que en la mayoría de los
casos, las empresas desarrollan su conocimiento de cómo hacer las cosas de forma incremental ya que se
depende de recursos externos.
Además, no se debe olvidar que la persona empresaria en ocasiones no se plantea la idea de producir
innovaciones radicales porque teme perder mercado al dejar de producir lo que considera viejo e introducir
“nuevas” innovaciones (Ruiz, 2011).
De ahí la importancia de crear espacios para combinar viejos
conocimientos con los nuevos como una forma de competir en el mercado actual de manera más eficiente.
Las pequeñas empresas en un entorno de cambios turbulentos deben potenciar la capacidad de recuperarse
y sobreponerse con éxito a la adversidad. Dicha habilidad se nomina resilencia y se trata anticiparse de forma
continua y adaptarse a las tendencias profundas y de largo plazo que puedan interferir el poder adquisitivo
de un núcleo de negocios. Así mismo, se trata de ser capaz de cambiar antes de que el caso de cambio se
convierta en desesperación evidente.
Al respecto de esta cualidad, Hamel y Välikangas (2003) sostienen que para prosperar en tiempos
turbulentos, las empresas deben ser lo más eficientes en la renovación de la producción de sus productos y
sus servicios y para ello la resilencia se convierte en una herramienta invaluable ya que le permite al
empresario estar en reconstrucción continua y favorece la perpetuación de forma sistemática sobre la
innovación.
Las empresas en general se enfrentan a grandes retos, entre ellos tener conciencia del cambio continuo,
librarse de la negación, tener la capacidad de soportar varios intentos de ruptura y estar en renovación
continua para así eliminar los obstáculos que impiden su crecimiento empresarial (Hamel y Välikangas, 2003).
Otro reto tiene que ver con la creatividad porque implica asumir riesgos, lanzarse a pesar de fracasar y
tropezar en el camino y tener la disposición de ser diferente a los demás y una mente abierta ( Grabinsky,
2003).
Robinson (2012), define la creatividad como el proceso de tener ideas originales que aporten valor, que
implica poder con el tiempo, controlar los materiales con los que trabajas y así tener los elementos que
23
interesan y seguir el camino fijado. Para este autor, creatividad es poner la imaginación a trabajar, la
creatividad como imaginación aplicada. Todo el mundo tiene capacidades creativas y puede desarrollarlas, se
puede enseñar a las personas a ser creativas, en las escuelas, en el mundo empresarial y en la vida en
general.
El error reposa en pensar que el pensamiento creativo significa enseñar creatividad como si fuera una nueva
disciplina. El proceso creativo necesita un cerebro altamente integrado a la acción, que tiene inicio con
operaciones mentales racionales como especificar el problema, recoger datos, investigar, observar y
comparar. Así bien, la capacidad creativa debe ejercitarse cada vez más de forma que cada persona pueda
crear una nueva realidad con significados que no había percibido y pueda crecer con la experiencia puesto
que es un proceso material para el que hay que adquirir destreza y práctica (SEBRAE, 2003).
Lo anterior se relaciona con otro de los desafíos con los que se topa una persona empresaria al querer
realizar innovaciones y que tiene que ver con el tema del fallo. Existe la falsa noción de que el fallo es
sinónimo de fracaso, sin embargo el error debe verse como un proceso de exploración de posibilidades que
no salen bien y que le aportan mayores aprendizajes a la persona hasta la mejoría de su creación.
El término “Think out of box”, desde lo planteado por Edward de Bono en su obra el pensamiento lateral:
manual de creatividad (1991), significa pensar en nuevas ideas, ser creativo, escapar, liberarse de la caja
para cambiar las percepciones, conceptos, restricciones y reglas por el desarrollo de nuevas ideas. Siguiendo
este autor, pensar fuera de la caja es desarrollar una idea que no habría sido prevista en nuestro
comportamiento usual y en términos generales hace referencia a ideas inusuales e ideas que no tendrían
razón de ser dentro de la caja de pensamiento habitual.
Pensar fuera de la caja y salir de la zona de confort representan retos importantes en el mundo de los
negocios y en particular en el de las mipymes, más aún con la limitación de recursos para propiciar procesos
de innovación en los negocios puesto que no se considera como parte de la estrategia empresarial y la alta
resistencia al cambio continua imperando.
ii.
Responsabilidad social empresarial
En la actualidad es común escuchar hablar de responsabilidad social de las empresas (RSE), responsabilidad
social (RS), responsabilidad social corporativa (RSC) - traducción literal de la terminología inglesaresponsabilidad corporativa (RC) o ciudadanía corporativa (CC) para hacer referencia a un mismo término
(Fernández, 2007).
Es importante señalar dos aspectos fundamentales a los que remite el término de responsabilidad como tal.
24
El primero de ellos el de “dar cuentas”, donde las empresas se ven obligadas a ser cada vez más
transparentes en la información que ofrecen a la sociedad en relación con sus prácticas y formas de
gestionarse. Esta idea da respuesta a la exigencia de transparencia que la sociedad en su conjunto exige en
la actualidad a las empresas con mayor fuerza.
El segundo tiene que ver con “dar respuesta”, dar respuesta a las expectativas que la sociedad tiene
depositadas en la empresa (CEEI & ÉTNOR, 2008).
Un punto importante del cual partir para no enfocar la responsabilidad social como algo añadido o algo
periférico, sino como base fundamental de la estrategia empresarial es precisamente no referirse meramente
a la responsabilidad económica, sino que la responsabilidad debe ser vista más bien como parte integral de
toda la actividad empresarial.
Desde su significado etimológico, responsabilidad significa responder, obligarse a algo y prometer. Por tanto,
responder socialmente incumbe adoptar un compromiso con la sociedad y procurar el bien de la sociedad
respondiendo ante ella.
La responsabilidad social empresarial alude al compromiso que adoptan las empresas para dar respuesta –
como institución social- a esa agrupación de personas que cooperan entre sí para alcanzar el bien común y
para fortalecer la sociedad democrática, basada en derechos y obligaciones (Fernández, 2007).
En la literatura sobre RSE hay principalmente dos enfoques que combinan las responsabilidades de una
empresa en tres ámbitos: el económico, el social y medioambiental (Fernández, 2007).
El primero expuesto por Carroll y que entiende que la principal responsabilidad de una empresa es la
económica y que solamente cuando ésta haya sido satisfecha se puede extender la responsabilidad al terreno
social y medioambiental.
El segundo enfoque destacado por Wood y Kang, que consideran a la empresa como una organización
fundamentalmente social, con distintas responsabilidades entre las que se encuentran las económicas
Algunas definiciones sobre responsabilidad social empresarial retomadas por distintos organismos se señalan
a continuación (Fernández, 2007):

Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas (AECA):
"La RSC es el compromiso voluntario de las empresas con el desarrollo de la sociedad y la preservación del
medio ambiente, desde su composición social y un comportamiento responsable hacia las personas y grupos
sociales con quienes interactúa; la RSC centra su atención en la satisfacción de las necesidades de los
25
grupos de interés a través de determinadas estrategias, cuyos resultados han de ser medidos, verificados y
comunicados adecuadamente, y va más allá del mero cumplimiento de la normativa legal establecida y de la
obtención de resultados exclusivamente económicos a corto plazo. Supone un planteamiento de tipo
estratégico que afecta a la toma de decisiones y a las operaciones de toda la organización, creando valor en
el largo plazo y contribuyendo significativamente a la obtención de ventajas competitivas duraderas".

Banco Mundial:
“La responsabilidad social empresarial es el compromiso de la empresa a contribuir al desarrollo económico
sostenible –trabajando con empleados, sus familias, la comunidad local y la sociedad en su conjunto- para
mejorar la calidad de vida, de manera que ambas sean buenas para el negocio y para el desarrollo”.

Business for Social Responsibility (BSR):
“La responsabilidad social empresarial se define como la administración de un negocio de forma que cumpla o
sobrepase las expectativas éticas, legales, comerciales y públicas que tiene la sociedad frente a una empresa
Business in the Community: “La expresión del compromiso de una empresa con la sociedad y la aceptación
de su rol en ella. Esto incluye el pleno cumplimiento de la ley y acciones adicionales para asegurar que la
empresa no opera a sabiendas en detrimento de la sociedad. Para ser efectivo y visible, este compromiso
debe estar respaldado por recursos, liderazgo y ser medible y medido.”

Comisión de las Comunidades Europeas:
“La integración voluntaria, por parte de las empresas de las preocupaciones sociales y medioambientales en
sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores”.

Consejo Mundial para el Desarrollo Sostenible - World Business Council on Sustainable
Development:
“El compromiso de las empresas de contribuir al desarrollo económico sostenible, trabajando con los
empleados, sus familias, la comunidad local y la sociedad en general para mejorar su calidad de vida”.

Corporate Social Responsability Europen (CSR Europe):
“La RSC es entendida generalmente como la expresión del compromiso de una empresa con la sociedad y la
aceptación de su rol en ella. Esto incluye el pleno cumplimiento de la ley y acciones adicionales para asegurar
que la empresa no opera a sabiendas en detrimento de la sociedad. Para ser efectivo y visible, este
compromiso debe estar respaldado por recursos, liderazgo y ser medible y medido”.
26
Una empresa socialmente responsable es aquella que lleva adelante un negocio rentable, teniendo en cuenta
todos los efectos ambientales, sociales y económicos –positivos y negativos- que genera en la sociedad.” Por
tanto, la gestión de la responsabilidad social de la empresa no debe entenderse como algo puntual o un
añadido a la empresa, sino como parte del núcleo de la empresa, de su propia definición y, por tanto, es algo
transversal (CEEI, 2008).

Forética:
“La Responsabilidad Social de las Organizaciones es el fenómeno voluntario por el que busca conciliar el
crecimiento y la competitividad, integrando al mismo tiempo el compromiso con el desarrollo social y la mejora
del medioambiente”.

Foro de Expertos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales:
“La RSE es, además del cumplimiento estricto de las obligaciones legales vigentes, la integración voluntaria
en su gobierno y gestión, en su estrategia, políticas y procedimientos, de las preocupaciones sociales,
laborales, medio ambientales y de respeto a los derechos humanos que surgen de la relación y el diálogo
transparentes con sus grupos de interés, responsabilizándose así de las consecuencias y los impactos que se
derivan de sus acciones”.

Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria (IARSE):
"La RSC es un compromiso integral de la empresa, asumido en toda su red de relaciones (incluyendo a
accionistas, empleados, consumidores, proveedores, gobierno, medio ambiente y comunidad) cuyo ejercicio
agrega valor al éxito empresarial y abre nuevas oportunidades para la construcción de una sociedad más
justa y sustentable".

Libro Verde [Comisión Europea]:
“Integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus
operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores”. “La responsabilidad social de las empresas
es, esencialmente, un concepto con arreglo al cual las empresas deciden voluntariamente contribuir al logro
de una sociedad mejor y un medio ambiente más limpio”.
27

AL-INVEST [2011]:
“La responsabilidad de una organización ante los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan en la
sociedad y el medio ambiente, mediante un comportamiento ético y transparente que:

Contribuya al desarrollo sostenible, incluyendo la salud y el bienestar de la sociedad;

Tome en consideración las expectativas de sus partes interesadas;

Cumpla con la legislación aplicable y sea coherente con los referentes internacionales”.
Autores como Iruestre y Billorou también presentan sus definiciones al respecto.

Iruestre (2011):
“La responsabilidad social por definición no es el cumplimiento de normas jurídicas, cuya observancia debe
ser obligatoria y exigible. Esta nueva filosofía tiene como elementos el establecer relaciones transparentes y
de respeto mutuo con las partes interesadas; adoptar voluntariamente un comportamiento ético evitando la
corrupción y cumpliendo con las obligaciones fiscales, laborales y de impacto ambiental; compromiso para
situar el código de ética por arriba del nivel de las bases legales de operación.
“Una nueva corriente de pensamiento solidario del sector privado, define la RS como compromiso voluntario
de las empresas con su entorno interno y externo, para lograr armonía y sustentabilidad en el desarrollo de
ambos. De manera que el negocio de los negocios es crear valor social al crear valor económico”(Iruestre,
2011).

Billorou (2011):
“La sostenibilidad social y medioambiental o gestión responsable del entorno social y medioambiental implica
actuar con el conocimiento de las consecuencias e impactos que su trabajo tiene en las personas en todos los
planos y preocuparse por el bienestar común. Reconocer los efectos de las decisiones en el entorno y hacerlo
minimizando los impactos negativos en el ambiente”.
A partir del recorrido de términos, en el proyecto Avanz@,
se ha adoptado el nombre de RSE
(Responsabilidad social empresarial) en atención a que es un término que engloba tanto a las micro,
pequeñas y medianas empresas como a las organizaciones en general, así también es un término que
involucra tanto al medio ambiente, el desarrollo sostenible, las preocupaciones sociales y laborales como la
responsabilidad de las consecuencias e impactos que tienen nuestras acciones en nuestro entorno.
28
En el proyecto Avanz@, la responsabilidad social empresarial se entiende como:
Desarrollo intencionado de una gestión empresarial basada en criterios de sostenibilidad y de rendición de
cuentas en términos económicos, sociales y ambientales.
(Avanz@, 2012)
La responsabilidad social empresarial no es una moda, no es algo que pueda ser improvisado o añadido de
manera opcional a una empresa. La responsabilidad social empresarial debe integrarse a la planeación
estratégica de la empresa y debe ser vista como un sistema que abarca el desarrollo económico y un
compromiso social y ambiental (AL-Invest, 2011).
La responsabilidad social empresarial ha adquirido relevancia en los últimos años y debe ser entendida como
un compromiso sentido, no algo impuesto u obligado, que se refleje en las decisiones del día a día de la
empresa, es decir ser una filosofía que permea a todas las acciones de la empresa, un estilo de vida
adoptado por convicción que busca cumplir y se preocupa por el bienestar común, en los productos y
servicios que se entregan al mercado, en los compromisos de pago con los proveedores, en las políticas y
prácticas para con el personal, en el cumplimiento de obligaciones con las autoridades que rigen la actividad
económica, en la participación con la comunidad como buen vecino, entre otros (Limón, 2006).
Este mismo autor señala que al hablar de la responsabilidad social empresarial hay que referirse
indiscutiblemente a la ética, dado que cada vez es mayor la exigencia de la sociedad en torno de los derechos
humanos, cuidado del medio ambiente, combate a la corrupción, trabajo digno, entre otros, que obligan a las
empresas, y para ser más precisos, a los empresarios, a considerar la ética en sus decisiones, lo cual implica
tener como referente primordial la llamada ética cívica, conciencia moral alcanzada por la sociedad, es decir,
principios y valores universales mínimos compartidos.
CEEI & ÉTNOR (2008), indican que en América Latina aún no se ha tomado conciencia de la importancia que
tiene la RSE para la viabilidad empresarial como fuente de beneficio económico. Las iniciativas de las pymes
y de los gobiernos son escasas y han sido pocos los avances en la materia en varios países de la región.
White (2011), considera que en las últimas décadas el enfoque se ha ido adecuando, por ejemplo, el mercado
demanda calidad, productos más seguros y responsables con la sociedad y el medio ambiente; así también
surgen exigencias legales. Este autor subraya que actuar bien es bueno para los negocios puesto que resulta
una necesidad cambiar las prácticas acostumbradas de los negocios que afectan la competitividad e inciden
en actos de corrupción, en la adaptación al cambio climático y en el desarrollo comunitario.
29
En el desarrollo de la responsabilidad social empresarial también juega un papel importante las tecnologías
digitales especialmente en lo que respecta a su uso responsable y ético. Además es importante como
herramienta de educación socio-ambiental y de comunicación de una imagen pública respetable de la
empresa.
ii.i Principales desafíos para las mipymes en materia de responsabilidad social empresarial
La responsabilidad empresarial no es algo nuevo; la mayoría de empresas, sobre todo las más pequeñas,
siempre han estado cerca de su comunidad y han intentado ser buenos miembros de ésta desde que nació el
comercio. En realidad, muchos empresarios saben de forma instintiva que actuar de forma correcta, satisfacer
a los clientes, motivar a los trabajadores, preocuparse por los proveedores, ser un buen miembro de la
comunidad y proteger el medio ambiente, influye en el aspecto económico (Comisión Europea, 2007). Para
que las empresas sigan siendo competitivas, deben adaptarse a estas nuevas demandas del mercado y de la
sociedad en la que actúan.
La incorporación de la dimensión social y ambiental en el ámbito empresarial se torna una necesidad en la
dinámica actual y un desafío inmediato para las pequeñas empresas, éstas deben voltear la mirada a la
sostenibilidad como un tema importante y amerita que éstas extiendan esa sensibilización por la
sostenibilidad de forma más comprometida (Peutz, 2011).
Un primer desafío que se les presenta a los emprendedores de mipymes en esta materia es comprender por
qué es que debe ser responsable, es decir, actuar con el conocimiento de las consecuencias e impactos que
su trabajo tiene en los distintos planos de la vida.
La Comisión Europea destaca varias razones del porqué un emprendedor debe ser responsable y al respecto
señala lo siguiente:

Los clientes quieren tener proveedores fiables.

El emprendedor quiere reconocimiento por la calidad de sus productos y servicios.

La comunidad desea saber que la empresa actúa de una forma social y medioambiental
consecuente.
Otro de los desafíos tiene que ver con el manejo de riesgos. White (2011), menciona que “las pymes buscan
hacer más negocios, pero deben aprender a manejar mejor el riesgo. Necesitan tomar riesgos que no
comprenden del todo bien. La RSE les ayuda a crear una reputación. El comportamiento ético es atemporal y
30
universal como la regla de oro: trata a los demás como quieres que te traten a ti. La RS es la regla de oro de
hoy”.
La relevancia que cobra la sensibilización pasa por la conciencia y preocupación por el bienestar común y la
preocupación por los impactos de las actividades productivas de los diferentes sectores sobre el medio
ambiente y la sociedad en general. Lo cual hace reflexionar sobre cómo entrelazar elementos que antes se
consideraban aislados y potenciar el pensamiento sistémico, considerando tanto el conjunto del sistema y sus
partes como el lugar de uno mismo dentro del sistema (Capra, 1989).
La responsabilidad social empresarial puede influenciar positivamente la competitividad de las Pymes de las
siguientes formas:

Mejora de los productos y/o procesos de producción, lo que resulta en una mayor satisfacción y
lealtad del cliente

Mayor motivación y fidelidad de los trabajadores, lo que aumenta su creatividad e innovación.

Mejor imagen pública, debido a premios y/o a un mayor conocimiento de la empresa en la
comunidad.

Mejor posición en el mercado laboral y mejor interrelación con otros socios empresariales y
autoridades, mejor acceso a las ayudas públicas gracias a la mejor imagen de la empresa.

Ahorro en costes e incremento de la rentabilidad, debido a la mayor eficiencia en el uso de los
recursos humanos y productivos

Incremento de la facturación/ventas como consecuencia de los elementos citados.
Sin duda, la comunidad internacional ha alcanzado un notable grado de consenso acerca de la urgencia de
reconocer la sostenibilidad como uno de los principales desafíos, si no el principal, que afronta la humanidad.
Desde la perspectiva del ITESM (2005), se trata de un compromiso con el desarrollo sostenible del país y de
sus comunidades, donde debe mostrarse una preocupación por la salud de los ecosistemas que mantienen la
vida en la tierra, desplazando esta preocupación hacia el campo de la gestión económica.
Por lo tanto, las personas se comprometen con la sostenibilidad a través de:

Una visión del país y de aquellos aspectos que es posible mejorar para influir efectivamente en la
vida del mismo.

Mostrando interés por intervenir en el desarrollo económico, político y social del país y de sus
regiones, llevando a cabo acciones concretas que favorezcan dicho desarrollo.
31

Promoviendo el uso y aprovechamiento racional de los recursos naturales y cuiden su permanencia
para las futuras generaciones.

Emprendiendo proyectos que resuelvan problemas de la empresa, que colaboren a generar empleos
y a producir bienes y servicios competitivos internacionalmente.

Estando informados de todo lo que sucede en su entorno, esto es, que lean y sean críticos
propositivos de los problemas.

Entendiendo la diferencia entre acciones de filantropía y acciones de desarrollo.

Una participación crítica y activa que busque soluciones concretas y refleje un compromiso real.

Promoviendo la solución de problemas a nivel local, para cambiar la estructura piramidal de México,
y subrayen la necesidad de esta actitud en asociaciones de vecinos, municipios y estados.

Participando activamente en la integración de sus comunidades hacia la búsqueda de un bien
común.

Promoviendo una cultura de impecabilidad en el cumplimiento de las promesas.
Ante estas acciones, el espíritu empresarial se fortalece en la medida que da una mejor posición competitiva a
la empresa (Peutz, 2011) y adoptar estas y otras medidas resultan un beneficio para que las mismas pueda
reducir gastos e incrementar su productividad (SEBRAE, 2006).
Sin embargo, hacer de la RSE una parte estratégica en las pequeñas y medianas empresas sigue siendo una
seria limitante en el sector de las micro, pequeñas y medianas empresas ya que aún la siguen considerando
como un tema que compete a los grandes negocios.
iii.
Aprendizaje permanente
“El hombre está hecho con la finalidad de aprender” (Claxton, 2001).
Se iniciará con un breve repaso sobre la noción de aprendizaje para hacer una aproximación a la concepción
del mismo.
Desde el diccionario de la Real academia española se proponen tres definiciones sobre Aprendizaje:
1. 1. m. Acción y efecto de aprender algún arte, oficio u otra cosa.
2. 2. m. Tiempo que en ello se emplea.
3. 3. m. Psicol. Adquisición por la práctica de una conducta duradera.
32
Muy relacionada con la anterior se encuentra la definición de Aprender que según esta misma fuente,
Aprender (“Del latín apprehendĕre”) significa:
4. tr. Adquirir el conocimiento de algo por medio del estudio o de la experiencia.
5. tr. Concebir algo por meras apariencias, o con poco fundamento.
6. tr. Tomar algo en la memoria.
Si se repasan algunas corrientes de pensamiento alrededor del aprendizaje, se pueden destacar tres
principales entre ellas el conductismo, el cognitivismo, y la psicopedagogía.
En la primera corriente destacan autores como Watson (1913); Thorndikel (1913); Skinner (1953, 1958, 1963,
1968) que se consideran los teóricos del conductismo. Para ellos el aprendizaje es visto como un cambio de
conducta, básicamente de conductas observables y los cambios de las mismas.
Dentro de esta forma de pensamiento se deja de lado algunos aspectos como el pensamiento y la emoción
que son objetos no observables. Sin embargo, esta corriente trata de buscar las leyes generales que
muestren como aprenden los individuos. (Bara, 2001).
Por su parte el paradigma cognitivo con los trabajos de Piajet, Ausebel entre otros, el aprendizaje es visto
como un proceso interno no observable, donde el foco se centra en la capacidad de la persona para
responder adecuadamente ante una situación dada, donde la conducta es únicamente el reflejo de un cambio
interno en el sujeto. Además se toman en consideración aspectos como que diferentes personas resuelven
problemas, adquieren conceptos, perciben y recuerdan la información y efectúan diferentes tareas mentales
de carácter complejo.
Asimismo este paradigma resalta el papel activo de los sujetos así como la manera en la que los individuos
aprenden, conocen o recuerdan la información (Bara, 2001).
La tercer corriente (psicología cognitiva) estudia la percepción del aprendizaje desde lo que sabemos, lo que
se concreta con intereses, actitudes y experiencias previas o estructuras cognitivas. Se considera que el
aprendizaje puede tener lugar de repente, gracias a la intuición para resolver un determinado problema,
aunque también es posible que para el atisbo se requieran previamente unos antecedentes que posibiliten el
correspondiente aprendizaje.
Para efectos del proyecto Avanz@, se considera que la teoría constructivista aporta un enfoque más integral
para la comprensión del aprendizaje. Desde esta teoría el aprendizaje es una construcción del sujeto a
33
medida que organiza la información que proviene del medio cuando interacciona con él, teniendo su origen en
la acción conducida con base en una organización mental previa, la cual es constituida por estructuras y las
estructuras por esquemas debidamente relacionados (Sarmiento, 2007).
El constructivismo en sí mismo es una teoría del aprendizaje, que se basa en el supuesto de que los seres
humanos construyen su propia concepción de la realidad y del mundo en que viven. El aprendizaje ya no es
fruto de la asociación sino de la reestructuración y reclama el papel activo del sujeto en el aprendizaje (Bara,
2001).
Dentro de esta corriente de pensamiento hay diversas teorías tanto cognitivas, psicológicas como las que
sientan sus postulados en el rol que juega la interacción social en el desarrollo cognitivo. A este tipo de
corriente se le denomina sociocultural y en ella destacan aportes como los de Vygotsky (1896-1934)
considerado el precursor del constructivismo social.
Con Vygotsky nace la concepción social del aprendizaje y a partir de él surgen más concepciones con esta
orientación, sin embargo la base de todas es que la actividad del sujeto que aprende supone una práctica
social mediada, al utilizar herramientas y signos para aprender. Es aquí donde se puede decir que el individuo
no sólo se relaciona en forma directa con su ambiente sino que puede hacerlo interactuando con otros
individuos. Por tanto, un individuo que aprende por un lado transforma la cultura pero por otro lado la
interioriza.
El aprendizaje se concibe como un continuo, tal como lo expone Glaser (1921‐ 2012), que señala que el
aprendizaje no es algo discreto que se tiene o no se tiene, sino que es un continuo de adquisición de
conocimientos que se sigue una ruta desde la ausencia de la competencia hasta niveles de competencia altos
(Griffin, 2007).
Según Griffin (2007), Glaser habla del aprendizaje desde el concepto de interpretación referida a criterios de
evaluación del desempeño y en términos de los niveles de competencia. Sus aportes junto con los de
Vygotsky y Rasch provocaron un cambio radical al currículo con la idea de aprendizaje como un continuo,
pues la combinación de estas tres teorías mostraba mayor sentido a la hora de hacer mediciones o analizar
resultados de exámenes, ya que la interpretación se da en términos de niveles de competencia, donde el
individuo transita por progresiones de aumento de las competencia.
Por tanto, el rendimiento podría entonces ser interpretado en términos, no sólo de las tareas completadas,
sino también de la calidad y el orden en el que se realizaron esas respectivas tareas. Se expresa entonces un
umbral de separación de los niveles de un continuo desarrollo y no el dominio de contenido como si algo
sumativo sino como un progreso donde no es un puntaje final lo que indica el nivel de logro sino zonas de
34
desarrollo próximo que indica si el individuo es capaz de llevar acabo la competencia y lo listo que está para
aprender.
Cabe mencionar la definición de Zona de Desarrollo Próximo (zdp) para comprender esta noción de
aprendizaje. Por zdp se entiende: “La distancia entre el nivel real de desarrollo, determinada por la capacidad
de resolver independientemente un problema y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la
resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro compañero más capaz
(Sarmiento, 2007).
En otras palabras la zdp es aquella distancia que hay entre lo que es capaz de hacer el aprendiz por sí solo y
lo que sería capaz de hacer con la ayuda de un mentor. Por tanto está determinada socialmente y define
funciones que todavía no han madurado en la persona pero que están en proceso.
En palabras de Sarmiento (2007), aprendemos con la ayuda de los demás, aprendemos en el ámbito de la
interacción social y esta interacción social como posibilidad de aprendizaje de la zdp (Sarmiento, 2007).
Se puede decir entonces que el aprendizaje es un proceso mediado, por ejemplo un estudiante que pretende
aprender significativamente se ve forzado a establecer conexiones entre el nuevo material y los que
conforman su estructura mental, facilitándose la empresa con la mediación social (bien sea con la
participación de profesores, otros adultos o entre iguales), gracias a éstos los alumnos pueden aprender
cosas que serían incapaces de hacerlas por sí mismos. Esto es lo que Vygotski (1979) denominó la Zona de
Desarrollo Próximo (Bara, 2001).
En síntesis, el aprendizaje conlleva a que el individuo modifique las destrezas o habilidades con las que
cuenta y al mismo tiempo modifique su estructura cognitiva. Por ejemplo deberá practicar habilidades de
aprendizaje y desarrollar las facultades de aprender, las cuales no se despliegan automáticamente sino que
es como una escalera de aprendizaje que pasa por diferentes fases entre ellas: la educativa, la práctica, la del
mejoramiento de lo aprendido previamente y el adición nuevos aprendizajes.
Tal como menciona Cobo (2011) el aprendizaje es el: “Proceso de adquirir un determinado entendimiento que
lleva a la modificación de actitudes y comportamientos por medio de la adquisición de conocimientos,
habilidades y valores, gracias a estudios o experiencia”. En otras palabras, el individuo debe modificar
habilidades que ya posee o movilizar los recursos para adquirir nuevas competencias que le faciliten el
aprender de forma permanente, por lo que una de las habilidades fundamentales es el aprender a aprender
pues es la habilidad de buscar y persistir en el proceso de aprendizaje y para ello, los individuos deben tener
la capacidad de organizar su propio aprendizaje mediante un uso eficaz de la información a nivel individual
como colectivamente, teniendo la disposición de auto dirigirlo (Cobo, 2011).
35
En concordancia con lo anterior, el Parlamento europeo destaca dentro de las ocho competencias clave, la
competencia aprender a aprender que es la capacidad de emprender y organizar un aprendizaje ya sea
individualmente o en grupos, según las necesidades propias del individuo, así como a ser conscientes de los
métodos y determinar las oportunidades disponibles, lo que implica adaptarse a los cambios y hacer sentido
ante un vasto flujo de información (Cobo, 2011).
Tomando en consideración el entorno empresarial y vislumbrando como se articula el aprendizaje con este
escenario, algunos autores entre ellos Kogut y Zander (1992) señalan que a las empresas les va mucho mejor
con el intercambio y la transferencia de conocimientos entre los individuos y grupos dentro de una
organización ya que el aprendizaje implica invertir en personas, en conocimientos y en promover la
adquisición de habilidades básicas y otras menos fundamentales para ampliar las oportunidades de aprender
de formas mucho más flexibles e innovadoras y esto se vea traducido en mejoras significativas en el
rendimiento empresarial.
Las anteriores concepciones llevan a reflexionar sobre el papel que juega hoy día en el mundo empresarial.
Algunos elementos a considerar sobre aprendizaje son los siguientes:

El aprendizaje se puede desarrollar en variedad de ambientes y se debe reconocer que cualquier
experiencia se convierte en una oportunidad de aprender.

Desarrollar la búsqueda del conocimiento por los propios medios: estudiar, indagar, investigar,
buscar información necesaria y estar al día.

Implica la adquisición de habilidades básicas (lectura) y otras más avanzadas (análisis, síntesis y
evaluación).

Implica el intercambio y transferencia de conocimiento

Tener deseos de aprender y la motivación

Potenciar el propio aprendizaje y el del equipo (cursos y capacitaciones).
En el marco del proyecto Avanz@ se propone la siguiente definición sobre aprendizaje permanente:
Proceso autodirigido y continuo de búsqueda, procesamiento, intercambio y aplicación de conocimientos
útiles para el mejoramiento de la empresa.
(Avanz@, 2012)
Se puede concluir que el aprendizaje no es un proceso individual solamente, sino que involucra la interacción
social, además puede llevarse a cabo en una gran variedad de ambientes, por ejemplo ya sea fuera o dentro
36
del sistema educativo formal y de los sistemas de capacitación, puede ocurrir en entornos físicos virtuales,
como por ejemplo con el internet.
Asimismo incluye una serie de prácticas relacionadas que pueden ser formales y no formales y que se van
adoptando continuamente con el fin último de mejorar el conocimiento, las habilidades y las competencias de
los individuos.
Por otra parte el aprendizaje no es esencialmente intelectual sino que hay distintas clases de aprendizaje y
puede desarrollarse a lo largo de toda la vida. Cambia no sólo nuestro conocimiento sino también el hacer y el
ser. Por tanto, no es después de todo un nuevo requisito, sino una realidad muy antigua y en una economía
basada en el conocimiento y la innovación se vuelve imprescindible que cualquier dato o información que
acumulemos luego sea traducida en conocimiento que se ordene, procese y traduzca en aprendizaje
(Claxton, 2001).
En palabras de Bara (2001), el aprendizaje es un proceso de construcción, es estratégico, es un proceso
significativo y a su vez un proceso complejo.
iii. Principales desafíos para las mipymes en materia de aprendizaje permanente
En relación con las exigencias del entorno y con lo expuesto anteriormente en materia de aprendizaje
permanente, es indudable que los restos a los cuáles se enfrentan las personas empresarias son diversos y
de alta importancia.
A continuación se recapitulan los principales desafíos en la materia:

Falta de conciencia de la importancia de aprender por cuenta propia.

Romper con la cultura del “atesoramiento” de los conocimientos.

Manejar mayores cantidades de información.

Tomar conciencia de los procesos implicados en el aprendizaje permanente.

Detectar áreas de mejora /autoanálisis.

Aprender a visualizar el fracaso /error como parte del proceso de aprendizaje.

Comprender que se requiere inversión (tanto en personas como en conocimientos)

Aprender de la experiencia propia y de la de los demás.
En definitiva el aprendizaje permanente implica aprender durante todo el ciclo vital, desde la temprana
infancia hasta la época de la jubilación. Comprende no solamente el aprendizaje formal sino el no formal y el
37
informal (Banco Mundial, 2003, p. xvii). Esto le supone al empresario movilizar todas sus capacidades para
mantener el aprendizaje como un proceso que le proporcionará beneficios a la empresa.
iv.
Trabajo en redes
En la nueva economía, el trabajo que propicia encadenamientos, colaboración, coordinación entre equipos u
otros, se torna una forma estratégica para insertarse en cadenas de valor mayor y procurar beneficios en los
pequeños negocios.
Las mipymes enfrentan retos cada vez más complejos y exigentes, ante los cuales necesitan sumar
esfuerzos y recurso y el trabajo en red brinda a las empresas la posibilidad de aprovechar oportunidades de
negocio más ambiciosas, formar parte de encadenamientos productivos e impulsar en conjunto mejoras. En
definitiva, en los pequeños negocios se torna una forma estratégica de inserción en cadenas de mayor valor y
de obtener beneficios.
Una red tal como lo señala Ceballos (2005), es un sistema de elementos interconectados. Las redes entre las
personas operan en la medida que las personas se interrelacionan, colocando a disposición de otros sus
recursos, sus contactos, sus conocimientos, pero también sus dudas, sus problemas, sus limitaciones.
Pero una red es más que una simple libreta de contactos, es una forma de trabajar socialmente, de colaborar,
de compartir, de enfrentar el mundo de la mano. El trabajo en redes consiste en crear y mantener relaciones
basadas en la cooperación para el beneficio mutuo y el intercambio de aportes complementarios para el logro
de objetivos comunes.
Por tanto para el trabajo en redes se requiere disposición para propiciar estrategias ganar-ganar y asimismo
responsabilidad por los acuerdos tomados (Ceballos, 2005).
Desde el punto de vista de este autor, trabajar en red genera sinergias pues se aprovechan y maximizan las
cualidades de cada uno de los elementos de la red, sus fortalezas se replican en los otros miembros; sus
debilidades se disminuyen gracias a las fortalezas del resto. Entre mayor sea la red mejores serán las
condiciones que se alcancen aun manteniendo la diversidad de objetivos no obstante complementarios.
Sacando provecho del uso de las tecnologías para mediatizar y hacer más fácil y eficiente el trabajar en red.
Dentro del trabajo en redes, se pueden distinguir distintos niveles:
38

Networking: establecer y mantener contactos empresariales potencialmente beneficiosos para el
negocio, propiciando la interacción y el intercambio de conocimientos.

Colaboraciones puntuales: actuaciones conjuntas no necesariamente mediadas por un acuerdo de
mediano o largo plazo para resolver problemas inmediatos u obtener un beneficio común.

Alianzas estratégicas: relaciones enmarcadas por un acuerdo formal y voluntario, mediado por un
proceso de negociación de aportes y responsabilidades de cada parte, delimitado en el tiempo, para
alcanzar ciertos resultados esperados.
Antes de profundizar en el tema de las AE, es importante señalar a definición de trabajo en redes adoptada
por el proyecto Avanz:
Establecimiento de relaciones basadas en la cooperación y la suma de aportes complementarios entre
empresas y/o entidades alineadas por un propósito común
Hoy día es difícil prescindir de las alianzas estratégicas (AE) como herramienta competitiva para las
empresas. El proceso de internacionalización (sea regionalización, sea globalización) a que están sometidos
muchos sectores y la rapidez del progreso tecnológico destacan como motivos que inducen a la formación de
las mismas.
La razón estriba en que, para hacer frente a estos fenómenos actuales, unas veces la empresa necesita
utilizar sus recursos y capacidades de manera más eficiente y otras veces precisa recursos de los que carece.
En este caso, las alianzas estratégicas pueden ser un medio para “garantizar” (entre comillas, porque nunca
habrá una seguridad total) el acceso a tales recursos, aunque todavía no se sepa de cuáles se trata (Ariño,
2008).
La AE les posibilita a las pequeñas empresas introducirse en nuevos mercados, acceder a economías de
escala, obtener recursos complementarios en actividades inexploradas de la cadena de valor o estar
preparadas para reaccionar a las incertidumbres del entorno, entre otras ventajas.
Lo anterior refleja la importancia de la consecución continua de estrategias para trabajar colaborativamente,
estableciendo alianzas, identificando potenciales socios y aliados, entornos de colaboración y sinergias.
Para establecer alianzas estratégicas, las pequeñas empresas requieren que se desarrollen actividades de
manera coordinada, complementarias y mediante una comunicación efectiva que propicie la confianza y el
compromiso.
39
Algunas definiciones de alianzas estratégicas se describen a continuación:
“Acuerdos voluntarios formales entre dos o más partes donde se aprovechan los recursos para lograr
objetivos comunes que cumplen con las necesidades críticas de cada una de las partes sin dejar de ser
entidades independientes” (Serrat, 2009).
“Acuerdos entre dos o más empresas independientes para la coordinación de parte de sus actividades
futuras” (García, 2004).
“Una alianza estratégica constituye un acuerdo formal entre dos o más empresas para alcanzar un conjunto
de intereses privados y comunes a base de compartir”. Recursos en un contexto de incertidumbre sobre los
resultados que se obtendrán” (Ariño, 2008).
Siguiendo los aportes de Ariño (2008), la ventaja genérica de toda alianza estratégica estriba en que permite
acceder a recursos de los que la empresa carece y que además le resultaría muy costoso obtener de otra
manera, sean estos recursos similares o complementarios a los que ya posee. Además menciona que toda
AE entraña dificultades que radican en la necesaria convivencia entre empresas con diferencias estratégicas,
organizacionales, culturales y operativas, así presentan una dificultad: la posibilidad de que el socio se
convierta en un nuevo competidor.
Por tal razón, el éxito o fracaso de la misma radica en centrar la atención en sus aspectos estructurales como
a los de proceso (Ariño, 2008).
Entre los estructurales se destacan:

Elección del socio: Se refiere a buscar compatibilidad estratégica, teniendo objetivos claros.

Tipo de acuerdo: Establecerse un acuerdo de colaboración

Nivel de complejidad contractual: Clarificar cuáles son dichos intereses y alcanzar un equilibrio entre
los costes de negociar, controlar y hacer cumplir un contrato complejo.

Formación del equipo: tomar en cuenta con cuantas personas contar.
Entre los factores de proceso:

Fase de negociación: analizar las expectativas de cada parte /motivos que las mueve
40

Fase operativa: cuidar la alianza, disposición para confiar
Se puede hablar de tipos de alianzas, globales, locales y domésticas según sugiere García (2004). Siendo las
primeras los acuerdos con socios extranjeros para coordinar la actuación en varios países. Las segundas se
refieren a los acuerdos con socios extranjeros –normalmente locales– para introducirse en un país
determinado. Y el tercer tipo que aduce a acuerdos de cooperación con socios del mismo país para facilitar la
internacionalización de todos ellos.
El tema de las alianzas no es nuevo, pero lo que se convierte novedoso es considerarla como algo estratégico
y como algo que anteriormente no estaba presente ya que hoy por hoy lo que resulta relevante es el aumento
en el número de alianzas que se realizan y la aparición de fórmulas de cooperación innovadoras (García,
2004).
Para este autor, Las alianzas pueden facilitar la expansión internacional de las empresas, aunque la
contribución que pueden realizar no es igual para todas ellas.
Por otro lado, según Serrat (2009), los pasos básicos para formar alianzas estratégicas son:

Localizar y validar el tipo de alianza a largo plazo tomando en cuenta la misión, visión y estrategia de
la organización.

Especificar los objetivos, el alcance de la alianza respecto a los recursos y capacidades de la
organización.

Preguntarse qué ofrecer y qué recibir a cambio de exponer su interdependencia.

Evaluar y seleccionar socios potenciales basados en el nivel de sinergias y habilidades para trabajar
en conjunto.

Identificar y reconocer las oportunidades incluyendo la transparencia y receptividad de compartir
información.

Evaluar las capacidades de negociación.

Comprender los requisitos conjuntos de tareas y elaborar y proponer una interfaz de trabajo con
el posible socio.

Negociar e implementar acuerdos anticipándose a la longevidad que define el progreso e
incluye sistemas para monitorear y evaluar el desempeño.

Definir el sistema de gobernabilidad a utilizar en la alianza.

Reforzar lo administrativo y construir confianza recíproca.
41

Planear la integración y sus puntos de contacto.

Crear la alianza e implementarla con un compromiso de liderazgo.

Dirigir la identificación de valor, creación, almacenamiento, distribución y uso en el tiempo, mientras
se evalúa la interdependencia de la alianza.
En la actualidad las empresas independientemente de su tamaño, se ven en la necesidad de optar por
alianzas estratégicas y el trabajo en redes para sobrevivir al mercado actual y para lograr objetivos más
ambiciosos y comunes. Serrat (2009), apunta que al establecer este tipo de alianzas las empresas logran una
mayor producción a un bajo costo, así como trabajar con tecnología de punta y extender sus mercados a lo
largo y ancho de sus fronteras, entre otras ventajas a nivel empresarial.
iv. Principales desafíos para las mipymes en materia de trabajo en redes
Tal como asegura Ariño (2008) las ventajas que ofrecen las alianzas estratégicas son muchas, no obstante
van de la mano con importantes desafíos para las empresas implicadas.
Una de ellas tiene que ver con las fases mismas del fomento de la alianza como lo es la identificación de
posibles socios, negociación y diseño de la alianza, implementación de la alianza y culminación de la alianza.
Otro tiene que ver con la capacidad de negoción, apertura a nuevas ideas, valorar el aporte de otros, la
importancia del trabajo en conjunto, la capacidad de colaborar y cooperar con los demás y capacidad de
comunicar las ideas, actuar de manera ética.
Así mismo siguen manifestándose dificultades en cuanto a:

Toma de conciencia sobre la importancia del establecimiento de
alianzas en las pequeñas
empresas.

Dificultad en la gestión del proceso de consecución de la alianza (tipo, con quién, objetivo, etc.)

Deficiencias en el fomento de actitudes y comportamientos colaborativos y el trabajo asociativo

Problemas serios de articulación y establecimiento de canales de comunicación (establecimiento de
relaciones estratégicas).
Así bien, las alianzas estratégicas constituyen, una posible respuesta organizativa a los retos que plantea el
entorno actual.
42
v.
Gestión orientada a resultados
Una dimensión que se considera parte de la nueva economía del conocimiento y la innovación es la gestión
empresarial orientada a resultados.
Velázquez (2008), la denomina como:
“Capacidad para actuar con velocidad y sentido de urgencia cuando son necesarias decisiones importantes
para cumplir con sus competidores o superarlos, atender las necesidades del cliente o mejorar a la
organización”
Desde este enfoque la orientación a logros y resultados implica administrar los procesos establecidos para
que no interfieran con la consecución de los resultados esperados. Las personas dotadas de esta
competencia, se hallan orientadas hacia los resultados y poseen una motivación muy fuerte para cumplir sus
objetivos y sus exigencias, no vacilan en afrontar objetivos desafiantes y en asumir riesgos calculados,
recaban la información necesaria para reducir la incertidumbre y descubrir formas más adecuadas de llevar a
cabo las tareas en las que se hallan implicados.
Esto conlleva a realizar acciones concretas entre ellas la fijación de objetivos claros y específicos, realizar
mediciones para comprobar resultados y evaluar constantemente la concesión de los objetivos, trabajar para
alcanzar las metas propuesta, es decir, lo que se puede llamar planificación.
Respecto a este último, Velázquez (2008), menciona que planificar significa fijar metas y prioridades a la hora
de realizar una tarea conviniendo la acción, los recursos y plazos que se deben utilizar.
Otra perspectiva es la brindada por (Accra, 2008), que señala que la gestión orientada a los resultados implica
gestionar e implementar la ayuda de forma tal que se centre en los resultados deseados y utilice la
información para mejorar la toma de decisiones .
Según la declaración de parís sobre la Eficacia de la Ayuda al Desarrollo (2005) citado en OCDE (2009), la
gestión orientada a resultados se describe como uno de los cinco principios fundamentales de la Declaración
e implica: Trabajar en pro de objetivos de desarrollo concretos y mensurables.
FIDAMERICA, 2007, por su parte define la gestión orientada a resultados como las: “Estrategias y
mecanismos de acción para la gestión y/o el seguimiento y evaluación efectiva y útil para el conjunto de
actores de un proyecto”.
Al repasar las diferentes definiciones, se puede determinar que al hablar de gestión orientada por resultados.
Mucha literatura sobre gestión se ha centrado en los últimos años principalmente en desfilar nuevas ideas
43
sobre la planificación y la formulación de la estrategia frente a los lectores ávidos, pero se ha descuidado
gravemente la ejecución de la estrategia. Por supuesto, la planificación es importante pero la gente está
empezando a darse cuenta del reto y está empezando a tomar en serio la ejecución (Hrebiniak, 2005).
Muchos de los malos resultados en las empresas tienen que ver con que no se planifica correctamente una
estrategia empresarial hacia el logro de resultados. Según señala Hrebiniak (2005), esto tiene que ver con las
capacidades, las habilidades y el conocimiento de los gerentes o líderes ya que son ellos los que deben
liderar los esfuerzos por lograr una mejor ejecución de su estrategia empresarial.
Este mismo autor señala que para que la ejecución sea exitosa se demandan muchos esfuerzos para lograr
una gestión eficaz del cambio que implica por un lado liderar la ejecución y por otro el cambio en sí. Sin
embargo, para las empresas no es tarea fácil, ya que les demanda no sólo tener que adaptarse a los cambios
de un entorno altamente competitivo sino cambios a nivel interno de la organización, donde la ejecución es
fundamental, donde la disciplina y rigurosidad también son clave para llevar un proceso o un conjunto lógico
de actividades relacionadas y que le permiten a las organizaciones tomar una estrategia y hacer que la misma
funcione.
Por tanto Hrebiniak (2005), destaca que sin un cuidadoso enfoque y sin planificación para la ejecución, se
corre el riesgo de que los objetivos estratégicos no se lleven a cabo y los resultados no se concreten.
En el marco del proyecto Avanz@, se entiende por gestión orientada a resultados lo siguiente:
Proceso permanente de planificación, ejecución y evaluación del quehacer empresarial, orientado a la
sostenibilidad del negocio en contextos caracterizados por el cambio, la incertidumbre y una creciente
complejidad.
(Avanz@, 2012)
Por lo tanto, la gestión orientada a resultados supone tener una visión clara del negocio, mantener el enfoque
y la motivación. Así mismo, planificar metas a corto, mediano y largo plazo; gestionar adecuadamente el
equipo de trabajo para la consecución de metas, además medir resultados y el cumplimiento de objetivos,
replantear de metas y entender y manejar la complejidad para gestionar los imprevistos, poder de adaptarse a
los cambios.
44
vi Principales desafíos para las mipymes en materia de gestión orientada a resultados
Entre los principales desafíos de la gestión orientada a resultados se pueden citar los siguientes:

Capacidad de gestionar los procesos a su cargo de manera confiable y eficiente.

Dificultad en definir el trabajo con antelación tomando en consideración recursos y posibles riesgos.

Superación de los estándares de cumplimiento de metas.

Planificación de una estrategia y su posterior ejecución.
La consecución de logros y resultados implica tomar en consideración estos aspectos descritos y además
involucra que las personas empresarias planifiquen, pero planifiquen en un sentido más amplio, es decir,
planeando, teniendo visión y espíritu de lucha. Puesto que la cultura de la gestión orientada a resultados se
convierte hoy por hoy en una forma de accionar que contribuye a no que los pequeños negocios no se
estanquen y superen los límites establecidos, así como también analizar estratégicamente el mercado, tener
una mirada de 360° e imponerse metas que deben ser cumplidas y luego superadas.
45
Conclusión
El siglo XXI ha traído con su paso cambios importantes en la manera en la que las empresas compiten,
sobreviven y crecen y por su parte el éxito empresarial en el siglo XXI parece estar más relacionado con el
talento humano y el conocimiento (Cabrera & Rincón, 2001)
El mundo actual obliga a las empresas a reformular constantemente su forma de abordar los mercados, su
modelo de negocio, productos y procesos.
El apoyar estas decisiones estratégicas en herramientas tecnológicas hace que esta redefinición sea cada
vez más accesible y efectiva. Para triunfar en esta carrera continua la empresa se ve abocada a contar de
forma clave en el talento tanto interno como externo dinamizado en una plataforma que permita su óptimo
aprovechamiento.
Por otra parte, tal como señala Barrabés (2008), la estrategia para que las empresas incrementen su
productividad y oportunidades de mercado pasa por la innovación.
Además la tecnología está en el centro de casi cualquier proceso de innovación, sin embargo, las empresas
de menor tamaño deben tener presente que más que un fin de un proceso innovador, la tecnología debe
entenderse más como un medio.
Por lo tanto, las estrategias que requieren las mipymes para desenvolverse en un mundo global, pasan por un
conjunto de competencias que contribuyan a mejorar su situación actual y les permitan sostenerse en el
tiempo. Y en este sentido, sin duda alguna, tal como señala Cobo (2011), las mipymes que no cuenten con un
personal con conocimientos adecuados, pierden la capacidad para ser competitivas y por lo tanto se ven
amenazadas.
Tener claras estas dimensiones de la economía del conocimiento y la innovación y su repercusión en el
ámbito de las mipymes permite apuntar hacia el establecimiento de modelos y marcos de competencias
requeridas por este sector y valorar a los pequeños negocios como algo más que un vehículo para el espíritu
emprendedor, pues contribuyen no solo al empleo y la estabilidad social y política, sino también a la
capacidad competitiva e innovadora (Duarte, 2007).
Es una realidad que en los países en desarrollo el número de mipymes que se crean es alto, pero también el
número de decadencia de las mismas. Su desarrollo se ve en ocasiones obstaculizado por exigencias que les
repara el entorno socioeconómico, legal y político en general; sin embargo, el gran desafío para estas es
mantenerse activas y sostenerse a través del tiempo en una economía globalizada.
46
Referencias
Accra, (2008). Gestión orientada a los resultados en términos de desarrollo.
Åke, Lundvall & Lorenz, E. (2010). Innovación y desarrollo de competencias en la economía del aprendizaje.
Implicaciones para las políticas de innovación.
Alfaya, V. & Blasco,J. (2002). La sostenibilidad y la empresa. Código de Buen Gobierno de la Empresa
Sostenible 2002 www.foroempresasostenible.org).
Ariño, Á. (2008). Las imprescindibles alianzas estratégicas. Revista de Antiguos Alumnos del IEEM
Asheim, B. (2010). Nueva política regional de innovación: Cómo combinar el enfoque científico con un
planteamiento orientado al usuario.
BBVA (2010). Innovación Perspectivas para el siglo XXI. , Banco Bilbao Vizcaya Argentaria.
Banco Mundial (2003). Aprendizaje permanente en la economía global del conocimiento. (Roberto Pizarro,
Trad.) Editorial Alfaomega.
Bara, M. (2001). Estrategias metacognitivas y de aprendizaje: estudio empírico sobre el efecto de la aplicación
de un programa metacognitivo, y el dominio de las estrategias de aprendizaje en estudiantes de e.s.o,
b.u.p y universidad. Universidad complutense de Madrid. isbn: 84-669-2331-4.
Barrabés, C. (2008). El futuro de las PYME pasa por la Innovación, crecimiento económico y empresarial y
bienestar social. El mito de la sociedad del conocimiento. Revista mi+d Una visión sociológica.
Innovación
sin
fronteras:
Universidad
Autónoma
de
Madrid.
Extraído
de:
47
http://www.madrimasd.org/informacionidi/revistas/monograficos/monografias/monografia20/20_bloque2_
03.pdf
Beltrán, M. (2008). La innovación en la sociedad del conocimiento: El mito de la sociedad del conocimiento.
Revista mi+d Una visión sociológica. Innovación sin fronteras: Universidad Autónoma de Madrid.
Moreno, L. (2010). La necesidad de innovar, el camino hacia el progreso de américa latina y el caribe. Banco
Interamericano de Desarrollo. Equipo de la División de Ciencia y Tecnología.
Billorou, N. (2011). Competencias para empresarios de las MIPYME en América Latina y el Caribe. OIT /
CINTERFOR
Castellanos, J. 2003. Pymes innovadoras. Cambio de estrategias e instrumentos. Bogotá Colombia, Revista
EAN, n°47
CEEI
&
ÉTNOR
(2008).
Guía
de
responsabilidad
social
de
la
empresa.
Extraído
de:
IDRC.
Extraído
de
http://ceeivalencia.emprenemjunts.es/descargando/1640_descarga.pdf
Ceballos
F.
(2005).
10
razones
para
trabajar
en
red.
http://cmap.javeriana.edu.co/servlet/SBReadResourceServlet?rid=1219334049927_706529672_114315
Centro de Trayectoria Profesional. (2005). La ética empresarial, su impacto en la empresa y en el recurso
humano. Universidad de los Andes, Bogotá Colombia.
CEPAL (2009). INNOVAR PARA CRECER Desafíos y oportunidades para el desarrollo sostenible e inclusivo
en Iberoamérica. División de Desarrollo Productivo y Empresarial de la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe
Claxton, G. (2001) Aprender: el reto del aprendizaje continuo. Ediciones Paidós
Cobo, C. (2011). Competencias para empresarios emprendedores: Contexto Europeo
48
COMISIÓN EUROPEA (2007). La Responsabilidad Social Empresarial de las Pymes. Ejemplos prácticos para
fomentar la competitividad de las Pymes
Conill, J. (2000). Globalización y Ética Económica Papeles de Ética, Economía y Dirección, nº 5 Universidad
de Valencia.
Cortina, A. (1994). Qué es la ética. Extraído de: http://www.etnor.org/doc/Adela-Cortina-Que_es_la_etica.pdf
Cortina, A. (2004). Las tres décadas de la ética empresarial.
Cortina, A. (2005). XIV Seminario Permanente de Ética Económica y Empresarial (2004-2005) Ética de la
empresa: hacia un nuevo orden global. Fundación ÉTNOR: http://www.etnor.org/publicaciones.
Curtis R. Carlson (2010). Crear abundancia mediante la aplicación de una disciplina de la innovación. BBVA
DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas). Medición de las Tecnologías de la
Información y las Comunicaciones. Resumen Ejecutivo. Agenda de Conectividad. Diciembre de 2003,
p.13.
De
Bono,
E.
(1991).
El
pensamiento
Lateral:
manual
de
la
creatividad
http://books.google.co.cr/books?id=seyjkUgT1f0C&printsec=frontcover&hl=es#v=onepage&q&f=false.
Dyer, J. & Kentaro, N. (2000). Creating and managing a high performance knowledge sharing network : the
Toyota case. Strategic Management journal
Duarte, F. (2007). Emprendimiento, empresa y crecimiento empresarial. Contabilidad y Negocios. Vol. 2 Issue
3, p46-55, 10p.
Pontificia Universidad Católica del Perú Departamento Académico de Ciencias
Administrativas.
ECOA
(2009).
Edificio
de la
Cultura
Ética: un
imperativo
empresarial moderno.
Extraído
de
http://www.ethics.org/files/u5/ECOA-Report-FINAL.pdf
49
Fagerberg, J. (2003). Innovation - A Guide to the literature. Centre for Technology, Innovation and Culture,
University of Oslo. http://folk.uio.no/janf/downloadable_papers/03fagerberg_innovation_ottawa.pdf.
(FIDAMERICA, 2007). Gestión participativa orientada a resultados e impactos
Finquelievich, S. (2004). La sociedad civil en la economía del conocimiento: TICs y desarrollo socioeconómico. Completar referencia.
Fundación Tripartita (2005).Las tecnologías de la información y la comunicación aplicadas a la formación
continua. Madrid, España.
García, E. (2004).El papel de las alianzas estratégicas en la internacionalización de las empresas españolas.
UNIVERSIA Business review.
García, F. y Cordero, A. (2008). Equipos de trabajo: una práctica basada en la gestión del conocimiento
González, F. (2010). Innovación para la banca del siglo xxi. BBVA, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria.
Griffin, p. (2007). The comfort of competence and the uncertainty of assessment. Studies in Educational
Evaluation 33 (2007) 87–99
Hamel, G y Välikangas, L. (2003). The Quest for Resilence. Harvard Businesss review.
ITESM. (2005). EL DESARROLLO DE HABILIDADES, VALORES Y ACTITUDES PROPUESTOS EN LA
MISIÓN;
Instituto
Tecnológico
y
de
Estudios
Superiores
de
Monterrey.
Extraído
de:
http://www.sistema.itesm.mx/va/dide/documentos/inf-doc/havs.pdf
Isaksen A & Karlsen J. (2010) Modo combinado y complejo de innovación en el desarrollo de un clúster
regional: el clúster de materiales ligeros de Raufoss, en Noruega
Limón E. (2006). Responsabilidad social corporativa y la toma de decisiones ética [un reto para el empresario
mexicano].
issn:
1886-8452
número
1.
Revista.
electrónica
de
ciencias
sociales.
http://www.eumed.net/rev/tecsistecatl/n0/els1.pdf
50
López, P. (2002). La Sociedad de la Información en América Latina y el Caribe: TICs y un nuevo Marco
Institucional. Extraído de http://www.oei.es/revistactsi/numero2/valenti.htm
López, D. (2007). La naturaleza de las tecnologías de información y comunicación: las TIC como
determinantes de la organización y de la sociedad de la información. Realidades comunicativas.
Milne, D. Watkins, L. (2009). TIC adopción y desarrollo de comercio electrónico entre las PYME en Sudáfrica.
Institute
for
small
business
and
entrepreneurship,
extraído
de:
https://docs.google.com/viewer?a=v&q=cache:Sl_AqBrqyWMJ:www.isbe.org.uk/content/assets/BP09Kno
wledgeMpofu.pdf+%22ICT+adoption+and+development+of+ebusiness+among+SMEs+in+south+africa%
22&hl=es&gl=cr&pid=bl&srcid=ADGEESib_EEKzGs02hb9nLL_PlwvBZ9LfRUQXNWfu57tnFSiS6uNkEXv
MEVUOw6GGVFCV5A0m1BMNsP5umv_CL6B0v65qt_nIYcettLXF_JXrLRKSep3404Opbn1Gk5zOz75eu
t0&sig=AHIEtbRLehlFfcW0rrDMf5dYSD6nALn5Ow
Monge, R; Alfaro, C & Azofeifa, J. (2007). TICs en las PYMES de Centroamérica.
Novoa, L. (2002). Ética Empresarial y responsabilidad social
OCDE (2009). Gestión orientada a resultados en materia de igualdad de género en los países socios
Parrilli, (2010). Innovación y aprendizaje, lecciones para el diseño de políticas, innovación tecnológica
Peutz, J. (2011). Stimulating Sustainability in SMEs. XXII ISPIM Conference, Hamburg, Germany. ISBN 978952-265-092-4.
Extraído
de
de:
http://www.ispim.org/abstracts/The%20Proceedings%20of%20The%20XXII%20ISPIM%20Conference%
202011%20Hamburg,%20Germany%20-%2012-15%20June%202011/peutz_murk.html
Porter, M. 1990. "The Competitive Advantage of Nations", Free Press, Nueva York. Extraído de:
http://www.eco.unrc.edu.ar/wp-content/uploads/2010/08/U5-Vent-compet-de-las-Naciones.pdf
51
Powell, W. y Snellman, S. (2004), The Knowledge Economy. Annu. Rev. Sociol. Department of sociology.
Satanford University.
Robinson, K. (2011). Redes - Los secretos de la creatividad http://www.rtve.es/alacarta/videos/redes/redessecretos-creatividad/1056427/. Rtve.es
Sarmiento, m. (2007). La enseñanza de las matemáticas y las ntic. Una estrategia de formación permanente.
Universitat Rovira I Virgili, Isbn: 978-84-690-8294-2 / d.l: t.1625-2007.
SEBRAE. (2006). Pensar Creativo. Consideraciones didácticas sobre las dimensiones del ser
humano/aprender a conocer, aprender a ser/ convivir y aprender a hacer.
SEBRAE, (2006). Referenciales educacionales del SEBRAE. Contexto en el que se injieren las necesidades
de la sociedad y de las empresas – El campo ambiental. Servicio Brasileño de apoyo a las micro y
pequeñas empresas
Socorro, F. (2009). Ética empresarial y responsabilidad social: un punto de vista.
UNESCO (2004). Las tecnologías de la información y la comunicación en la formación docente Guía de
planificación
UNESCO, 2005. Hacia las sociedades del conocimiento. Publicado en por la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Venegas; I. (2008). La cultura y el proceso de globalización en el desarrollo de las pymes. Horizontes
Empresariales. Ciencias Económicas 26-No. 1/381-395/ISSN: 0252-9521.
Velázquez R. (2008). Guía para la formación de competencias profesionales para alumnos de la Universidad
de Cádiz Consejo Social Vicerrectorado de Alumnos
52