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collection EVIDENCIA sobre Volumen 1, Año 2011 LACOSAMIDA Abstracts presentados en el 64th American Epilepsy Society (AES) Anual Meeting Diciembre 2010 San Antonio. Texas sumario Tasa de retención de lacosamida comparado con otros nuevos antiepilépticos en pacientes con epilepsia........................................................................................................ pág. 5 S. Schusse, K. Kelly, S. Donlon y S. Chung Mejoría de la gravedad de las crisis, calidad de vida relacionada con la salud y estado de salud informada por los pacientes durante el tratamiento a largo plazo con lacosamida ......................................................... pág. 6 S. Borghs, M. De Backer, K. Mueller, P. Doty y J. Cramer Tratamiento a largo plazo con lacosamida como terapia concomitante en pacientes con crisis de inicio parcial no controladas: resultados de un estudio de extensión abierto de fase III . ................................................ pág. 8 E. Faught, S. Chung, A. Husain, J. Isojarvi, C. McShea y P. Doty Seguridad a largo plazo de lacosamida como terapia concomitante en pacientes con crisis de inicio parcial no controladas: resultados de un estudio de extensión abierto de fase III . ................................................ pág. 10 A. Husain, E. Faught, S. Chung, J. Isojarvi, C. McShea y P. Doty Editado por : DRAFT EDITORES, S.L. María Tubau, 5 - 1º 28050 Madrid © 2011 Draft Editores, S.L. © Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, guardada en un sistema de recuperación o transmitida en forma alguna ni por medio alguno, electrónico, mecánico, de fotocopia, de grabación o de otro tipo, sin el permiso previo del Copyright. Coordinación editorial a cargo del Departamento Médico de Draft Editores. Editor y Director Responsable: Juan I. Castejón La editorial no asume responsabilidad alguna por los posibles perjuicios y/o daños a personas o propiedades como consecuencia de responsabilidades de productos, negligencias u otros motivos, ni por cualquier uso o aplicación de ninguno de los métodos, productos, instrucciones o ideas contenidos en la publicación. Dados los rápidos avances que se producen en las ciencias médicas, el editor recomienda que se realice una verificación independiente de los diagnósticos y las dosis y formas de administración de los fármacos. Esta información ha sido desarrollada y proporcionada por terceros independientes. UCB Pharma no necesariamente comparte las opiniones y/o datos aquí vertidos, ni se hace responsable por la exactitud de su contenido ni por las conductas o parámetros de trabajo de dichos terceros. Depósito Legal: M-11323-2011 ISSN: 1889-1969 Funciones cognitivas y afectivas en la terapia concomitante con lacosamida ............ pág. 11 W. Graf, Katrin Kurzbuch, F. Kerling, E. Pauli y H. Stefan Papel de lacosamida como terapia añadida en adultos con epilepsia primaria generalizada ...................................................................................... pág. 12 Pegah Afra, L. A. Strom, J. L. Bainbridge, T. Buchanan, A. Berry y M. C. Spitz Eficacia de lacosamida como terapia concomitante en pacientes con epilepsia parcial: el primer año de experiencia .......................................................... pág. 13 S. Donlon, C. Schusse, K. Kelly y S. Chung Recopilación de las experiencias con lacosamida en la Comunidad Valenciana (RELACOVA) . ........................................................................... pág. 14 Juan Palau, E. Lopez-Gomariz, J. López-Trigo, M. García y V. Villanueva Seguridad y eficacia de lacosamida en pacientes críticamente enfermos .................... pág. 15 Sunil V. Cherry, L. Judd, H. Elzawahry y S. M. LaRoche Tratamiento adyuvante con lacosamida: ¿es una opción en la epilepsia generalizada?....................................................................... pág. 16 Stephan Arnold y A. Beige DOI: 10.3252/pcol.es.aes.2011 2 3 Lacosamida en pacientes con tumor cerebral y epilepsia . ............................................... pág. 17 Lizbeth Robles Irizarry, G. Stevens, K. Lupica, H. Newton, J. Connelly, J. Lima, H. Cunningham, D. Pearl y M. Malkin Lacosamida en la epilepsia mioclónica progresiva tipo 1: un caso clínico ............................................................................................................................ pág. 18 TASA DE RETENCIÓN DE LACOSAMIDA COMPARADO CON OTROS NUEVOS ANTIEPILÉPTICOS EN PACIENTES CON EPILEPSIA Kathryn A. Polovitz Tratamiento adyuvante con lacosamida en la epilepsia focal refractaria. ¿Con qué otro antiepiléptico? . ................................................................................................. S. Schusse, K. Kelly, S. Donlon and S. Chung pág. 19 Neurology, Barrow Neurological Institute, Phoenix, AZ Vicente Ivanez Mora y M. J. Aguilar-Amat Justificación: Lacosamida intravenosa en el estatus epiléptico refractario y agravamiento de la epilepsia ................................................................................................ pág. 20 Julia Larch, J. Dobesberger, G. Kuchukhidze, G. Walser, I. Unterberger y E. Trinka Series de casos de pacientes con estatus epiléptico refractario tratados con lacosamida intravenosa . ................................................................................... pág. 21 Ngoc Minh Le y S. Hantus Seguridad de lacosamida en pacientes hospitalizados con epilepsia . .......................... pág. 22 Marilyn E. Luk, W. D. Freeman, A. Patel, W. O. Tatum y K. Nau El tratamiento con lacosamida impide las crisis generalizadas en el modelo de roedores de displasia cortical ................................................................... pág. 23 Rebecca O’Dwyer, A. Nemes, I. Najm y A. Alexopoulos Lacosamida en el tratamiento de la crisis aguda recurrente y en la actividad epileptiforme en pacientes críticamente enfermos . ............................ pág. 24 K. A. Parkerson, C. Reinsberger, S. H. Chou, B. A. Dworetzky y J. W. Lee Lacosamida intravenosa en el tratamiento del estatus epiléptico ................................... pág. 25 B. Berger, Amy Crepeau, S. Chung and R. Maganti Terapia adyuvante con lacosamida en la epilepsia muy refractaria en niños ............... pág. 26 Mary Gustafson 1, 2 y F. J. Ritter 2,3 Lacosamida en la epilepsia refractaria pediátrica . ............................................................ pág. 27 Reena G. Rastogi y Y. T. Ng Eficacia de lacosamida como terapia concomitante en adolescentes con epilepsia intratable: series de casos .............................................................................. pág. 28 Christina Patterson, S. Williams, P. Crumrine, S. Gedela, R. Varma y D. Holder Lacosamida como terapia adyuvante en epilepsia pediátrica: experiencia clínica retrospectiva ........................................................................................... pág. 29 Michael G. Chez Eficacia y seguridad del tratamiento adyuvante con lacosamida intravenosa en niños con epilepsia intratable ............................................................................................ G. Yadava, G. Phillipps y Abdul M. Hussein 4 pág. 30 El tratamiento de la epilepsia impone con frecuencia la exposición a varios FAEs, y requiere del compromiso y el cumplimiento del paciente a largo plazo. Con la llegada de la nueva generación de medicamentos antiepilépticos a principio de los 90, los neurólogos han ganado una serie de nuevos FAEs. Dos consideraciones principales en la selección de los FAEs son su eficacia y su tolerabilidad, las cuales se evalúan probablemente mejor por la tasa de retención, definida como el porcentaje de pacientes que permanecen con la medicación después de un periodo de tiempo determinado. Hemos revisado la tasa de retención del recién aprobado FAE, lacosamida (LCM), y la hemos comparado con las tasas de retención previamente publicadas de otros FAEs. Métodos: Los datos de retención de LCM se obtuvieron retrospectivamente a partir de la revisión de las historias clínicas en nuestro centro de epilepsia (Instituto Neurológico Barrow) y de la entrevista a los pacientes, en caso necesario. Los datos incluyeron la edad, sexo, tipo de crisis, los medicamentos actuales y anteriores, la dosis, los motivos principales de la interrupción y la duración del tratamiento. Para evitar el sesgo de recuerdo, se revisaron también las historias electrónicas, así como los informes anteriores para asegurarse de que los datos obtenidos eran creíbles y precisos. Los pacientes que comenzaron con LCM durante los ensayos de fase II y III fueron excluidos, y los pacientes que iniciaron LCM después de su comercialización, el 3 de junio de 2009, se incluyeron en el estudio. Además, los pacientes fueron excluidos si LCM se había iniciado recientemente en un periodo de seis meses o menos para poder disponer de tasas de retención a más largo plazo. Resultados: Del total de 185 exposiciones a LCM desde el 3 de junio de TABLA 1: 2009, 121 pacientes (53% mujeres) iniciaron el tratamiento Tasas de retención de lacosamida comparadas con LCM durante 6 meses o más para el tratamiento de la epicon las de otros FAEs a los 6 meses de tratamiento lepsia parcial. LCM se inició como terapia concomitante en los 121 pacientes. La tasa de retención de LCM fue del 79,34% FAE Tasas de retención (96 de 121) en seis meses. La tasa de retención provisional en un mes fue del 94,21%, y en tres meses del 85,95%. Cuando Lacosamida 79,34 % Lamotrigina 78,50 % se compara con otras tasas de retención de FAEs a los 6 meOxcarbacepina 68,00% ses a partir del mismo cuadro clínico, la retención con LCM fue Zonisamida 65,60 % mejor que la de levetiracetam (62,2%), oxcarbazepina (68,0%), Levetiracetam 62,20 % topiramato (56,4%), o zonisamida (65,6%), pero similar a la de Topiramato 56,40 % lamotrigina (78,5%) (Tabla 1). Cuando LCM se suspendió, la causa principal fue ineficacia (36%), mareos (28%), y letargo (24%) en los 6 meses de tratamiento. Otras razones (<10%) de la interrupción del tratamiento con LCM fueron diplopia (8%), irritabilidad (8%), dolores de cabeza (8%), limitaciones económicas (8%), erupción cutánea (4%), náuseas (4%), aumento de peso (4%) y razones desconocidas (4%). Conclusiones: • La comparación de las tasas de retención de los antiepilépticos pueden proporcionar información útil sobre su eficacia y tolerabilidad en el tratamiento de la epilepsia. Este estudio muestra que la tasa de retención de lacosamida a los 6 meses es elevada en comparación con otros fármacos antiepilépticos más nuevos en el mismo periodo de tiempo. Además de la ineficacia, las principales causas de la interrupción de LCM fueron mareos y somnolencia, aunque la incidencia global de estos efectos adversos fue baja (5,8% y 4,9% respectivamente). 5 MEJORÍA DE LA GRAVEDAD DE LAS CRISIS, CALIDAD DE VIDA RELACIONADA CON LA SALUD Y ESTADO DE SALUD INFORMADA POR LOS PACIENTES DURANTE EL TRATAMIENTO A LARGO PLAZO CON LACOSAMIDA S. Borghs1,2, M. De Backer2, K. Mueller3, P. Doty4 y J. Cramer5 Business & Decision Life Sciences, Brussels, Belgium; 2UCB Pharma S.A., Brussels, Belgium; 3UCB Schwarz Pharma AG, Monheim, Germany; SCHWARZ BIOSCIENCES (a member of the UCB Group), Raleigh, NC and 5Yale University, Houston, TX 1 4 Justificación: FIGURA 1: Resultados de lacosamida en la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS). Resultados en las subescalas QOLIE-31 al año de tratamiento (semana 48) Lacosamida (LCM) es un nuevo FAE para el tratamiento concomitante de las crisis parciales en el adulto. Se presentan por primera vez los efectos a largo plazo del tratamiento con LCM sobre la gravedad de las crisis comunicados por el paciente sobre la Calidad de Vida Relacionada con la Salud (CVRS) y estado de salud. Métodos: En el estudio de extensión abierto de fase 3 SP756 (NCT00522275), se incluyeron como evaluaciones de resultados de salud el Cuestionario de Gravedad de la Crisis (SSQ; Cramer, 2002), la Escala de Calidad de Vida en Epilepsia (QOLIE-31; Cramer, 1998) y la Impresión Global de Cambio del Paciente (PGIC). El SSQ, que mide la gravedad de las crisis sobre una escala de 7 puntos, y el QOLIE-31, una evaluación específica de la CVRS en epilepsia con un rango de 100 puntos, se completaron en las semanas 16 y 48, con las evaluaciones posteriores cada 48 semanas. El PGIC, una escala de 7 categorías que evalúa el cambio en el estado de salud, se pasó en las semanas 16 y 48. Se compararon las puntuaciones del SSQ y el QOLIE-31 en la semana 48 con las puntuaciones basales en el estudio doble ciego previo a la extensión abierta. Se analizaron los datos utilizando test-t de casos observados (puntuaciones en cada visita para los pacientes con datos en esa visita), así como el análisis de la última observación realizada (LOCF). El porcentaje de pacientes con una mejoría clínicamente significativa en el QOLIE-31, en base a los umbrales definidos previamente por los autores a partir de los datos de los estudios de fase 3 de LCM, fue descrito en la semana 48. Se describió también el porcentaje de pacientes por categoría PGIC. + 9,0 10 8 6 + 3,86 + 3,43 4 2 S -1 NS -2 - 1,85 Resultados: En la semana 48 (LOCF, n = 270), los pacientes mostraron una mejoría significativa en la media de todas las subescalas SSQ, incluidos los efectos cognitivos, emocionales y físicos, durante y después de las convulsiones. Los pacientes también mostraron una mejoría promedio de -0,64 en la puntuación global del SSQ, una evaluación que combina globalmente la severidad de las crisis y las molestias. Se demostró una mejoría en los resultados de todas las subescalas QOLIE-31 con la excepción de los efectos de la medicación (-1,85, NS). Se observaron mejorías significativas en la preocupación por las crisis (+9,00), en la calidad de vida (+3,86), en el bienestar emocional (+2,38), en el funcionamiento social (+3,43) y en la puntuación total (+2,89) (Figura 1). En promedio, las puntuaciones QOLIE-31 mostraron una mejora adicional tras el primer año. Para todas las subescalas QOLIE-31, más del 35% de los pacientes mostraron una mejoría clínicamente significativa en la semana 48. Se observó un mayor porcentaje de pacientes con mejoría con las subescalas de preocupación por las crisis (49,2%) y en el funcionamiento social (50,8%). En el PGIC, el 79,5% de los pacientes comunicaron una mejoría global en la semana 16 (n = 283), con 53,0% de los pacientes en la categoría de muchísima o mucha mejoría. En la semana 48 (n = 244), 79,1% de los pacientes dijo haber mejorado en general, con el 64,3% de los pacientes en la categoría de mucha o bastante mejoría. 6 + 2,89 + 2,38 Preocupación por las crisis Calidad de vida Funcionamiento social Bienestar emocional Efecto de la medicación Puntuación total S: Significativo NS: No Significativo Conclusiones: • Después de un año de tratamiento con lacosamida, se observaron mejorías significativas en todos los aspectos de la severidad de las crisis, así como en la mayoría de los aspectos relacionados con la CVRS. Alrededor de la mitad de los pacientes mostró una mejoría clínicamente significativa en la preocupación por las crisis y en el funcionamiento social, lo que indicó la eficacia de lacosamida tanto para las crisis como para los resultados relacionados con la salud. La mayoría de los pacientes informaron que su estado general de salud había mejorado mucho o bastante. 7 TRATAMIENTO A LARGO PLAZO CON LACOSAMIDA COMO TERAPIA CONCOMITANTE EN PACIENTES CON CRISIS DE INICIO PARCIAL NO CONTROLADAS: RESULTADOS DE UN ESTUDIO DE EXTENSIÓN ABIERTO DE FASE III E. Faught1, S. Chung2, A. Husain3, J. Isojarvi4, C. McShea4 y P. Doty4 1 Emory University, Atlanta, GA; 2Barrow Neurological Institute, Phoenix, AZ; 3Duke University, Durham, NC and 4SCHWARZ BIOSCIENCES (miembro de UCB Group), Raleigh, NC FIGURA 1: Porcentaje de pacientes con reducción ≥ 50% o reducción ≥ 75% en la frecuencia de crisis parciales desde el inicio del estudio Justificación: 50 Lacosamida (LCM) es un FAE aprobado para el tratamiento adyuvante de las crisis de inicio parcial. En un ensayo de fase III realizado anteriormente doble ciego, aleatorizado (SP754; NCT00136019; Chung et al, Epilepsia 2010), el tratamiento concomitante con LCM redujo significativamente la frecuencia de las crisis de inicio parcial. Presentamos los resultados finales de eficacia o el estudio posterior de extensión abierto (SP756; NCT00522275) con la exposición a LCM durante 5 años. 40 Un total de 308 pacientes fueron expuestos a LCM en este ensayo abierto. De éstos, 307 tenían datos de eficacia post-basal disponibles. La dosis media modal de LCM (dosis modal del paciente = dosis que el paciente utilizó con más frecuencia durante el ensayo) fue de 500 mg/día, y el 39% de los pacientes tuvo una dosis modal ≥ 600 mg/día. La media del tratamiento fue de 1.075 días. La mayoría de los pacientes (82%) estaban recibiendo 2-3 FAEs concomitantes al inicio del estudio previo, y el 50% había sido tratado con 7 o más FAEs en su vida. Las tasas de respuesta ≥ 50% y ≥ 75% fueron 48,2% y 24,4% para el período de tratamiento, (Figura 1) las tasas de respuesta aumentaron con el tiempo para los pacientes que completaron cada evaluación. De los pacientes expuestos a LCM durante al menos 2 años, 6/193 (3,1%) permanecieron libres de crisis desde la primera dosis de LCM del estudio abierto hasta al menos 2 años. 20 10 Los pacientes que completaron la fase de mantenimiento del ensayo clínico doble ciego de Fase III de EE.UU. (Chung et al, Epilepsia 2010), fueron elegidos para entrar en el ensayo de extensión abierto para recibir una dosis de LCM 200 mg/día. La dosis podía reducirse a 100 mg/día o aumentarse hasta 800 mg/día (en incrementos de 100 mg/día por semana), y la medicación concomitante podía ser aumentada o disminuida de forma individual. La evaluación de seguridad durante la exposición a largo plazo fue el objetivo primario del estudio (resultados comunicados por separado); los parámetros de eficacia incluyeron el porcentaje de cambio en la frecuencia de crisis parciales durante 28 días, la tasa de respuesta (porcentaje de pacientes con ≥ 50% o una reducción ≥ 75% de la frecuencia de crisis parciales desde el inicio del ensayo previo), y el estado libre de crisis de cohortes que completaron el año. Los datos fueron analizados para aquellos pacientes que recibieron al menos una dosis de LCM en la fase abierta con al menos una evaluación de eficacia post-basal. 0 Tasa de respuesta ≥ 50% Tasa de respuesta ≥ 75% 10 % Pacientes Resultados: 24,4% 30 % Pacientes Métodos: 48,2% 5 0 3,1% Pacientes libres de crisis durante 2 años de tratamiento Conclusiones: • El tratamiento a largo plazo con lacosamida en este estudio abierto se asoció con una reducción de las crisis y con el mantenimiento de la eficacia. 8 9 SEGURIDAD A LARGO PLAZO DE LACOSAMIDA COMO TERAPIA CONCOMITANTE EN PACIENTES CON CRISIS DE INICIO PARCIAL NO CONTROLADAS: RESULTADOS DE UN ESTUDIO DE EXTENSIÓN ABIERTO DE FASE III FUNCIONES COGNITIVAS Y AFECTIVAS EN LA TERAPIA CONCOMITANTE CON LACOSAMIDA A. Husain1, E. Faught2, S. Chung3, J. Isojarvi4, C. McShea4 y P. Doty4 W. Graf1, Katrin Kurzbuch1, F. Kerling2, E. Pauli1 and H. Stefan1 Duke University Medical Center, Durham, NC; 2Emory University, Atlanta, GA; 3Barrow Neurological Institute, Phoenix, AZ and 4SCHWARZ BIOSCIENCES (miembro del Grupo UCB), Raleigh, NC 1 1 Dept. of Neurology, Epilepsy Center, University of Erlangen-Nürnberg, Erlangen, Germany and 2Dept. of Neurology, Epileptology, University of Ulm, Ulm, Germany Justificación: Justificación: El manejo farmacológico de la epilepsia requiere, con frecuencia, del tratamiento a largo plazo con FAEs. Por este motivo, es necesario evaluar su seguridad durante la exposición prolongada. La seguridad a corto plazo y la eficacia de lacosamida (LCM) en el tratamiento concomitante de las crisis de inicio parcial se ha establecido en tres estudios doble ciego, controlados con placebo de fase 2/3. El objetivo principal de este estudio de extensión abierto, multicéntrico, no controlado de fase III, ensayo (SP756; NCT00522275), fue examinar la seguridad a largo plazo de LCM en pacientes expuestos durante un máximo de 5 años. En la intervención farmacológica con antiepilépticos, los efectos secundarios cognitivos y afectivos no deseados pueden comprometer seriamente la calidad de vida, el cumplimiento y la capacidad de trabajo de los pacientes. Por lo tanto, los cambios cognitivos individuales y del estado de ánimo deben vigilarse durante el curso del tratamiento. Lacosamida (LCM) es uno de los nuevos fármacos antiepilépticos utilizados en el tratamiento de las crisis parciales. En este estudio, se investigaron los efectos secundarios cognitivos y del estado de ánimo de la terapia concomitante con LCM. Métodos: Métodos: Los pacientes que completaron la fase de mantenimiento del estudio EE.UU, doble ciego, de fase III (SP754; NCT00136019, Chung et al, Epilepsia 2010), fueron elegidos para entrar en el estudio de extensión abierto recibiendo una dosis inicial de 200 mg de LCM/día. Esta dosis podía ajustarse según fuera necesario, hasta un máximo de 800 mg/día (en incrementos de 100 mg/día por semana) o disminuir hasta un mínimo de 100 mg/día; y la medicación concomitante también podía ser aumentada o disminuida de forma individual. Los resultados de seguridad incluyeron: acontecimientos adversos (AA), acontecimientos adversos graves (AAG), la retirada debido a AA y los cambios en los parámetros de laboratorio, hematológicos, análisis de orina, ECG de 12 derivaciones, signos vitales, peso corporal y hallazgos del examen físico o neurológico. Los datos fueron analizados para todos los pacientes que recibieron al menos una dosis de LCM en régimen abierto. Se investigaron 18 pacientes epilépticos. Adicionalmente a su medicación antiepiléptica estable previa, se evaluó LCM como tratamiento adicional. Los pacientes fueron sometidos a un examen de sus funciones cognitivas y afectivas antes de la terapia concomitante con LCM antes y después de tres meses. La batería de pruebas neuropsicológicas informatizadas (CCTE) cubrió los dominios cognitivos de atención, velocidad cognitiva, memoria de trabajo, memoria verbal y figurativa. Las variables emocionales como depresión, ansiedad, irritabilidad, calidad del sueño y rendimiento subjetivo se registraron por medio de escalas visuales. Resultados: Un total de 308 pacientes fueron expuestos a LCM en régimen abierto (mediana de la dosis modal de 500 mg/día) durante el período del estudio, lo que representa 767,4 pacientes-años de exposición. El 75% de los pacientes completaron al menos 12 meses de tratamiento en régimen abierto. De los 138 (45%) pacientes restantes al cierre del estudio (a raíz de la disponibilidad comercial de LCM), 128 (93%) continuaron con LCM como parte de su tratamiento posterior al estudio. Las principales razones para el abandono del estudio fueron la falta de eficacia (26%) y los AA (11%). Los efectos secundarios más frecuentes relacionados con el tratamiento (≥ 15%) ocurrieron en cualquier momento durante el estudio e incluyeron mareos (50,0%), cefalea (21,8%), contusión (18,5%), náuseas (18,5%), convulsiones (17,2% ), nasofaringitis (17,2%), caídas (15,9%), vómitos (15,9%), y diplopia (15,3%). La incidencia de acontecimientos adversos que motivaron la retirada en ≥ 1,0% de los pacientes fueron mareos (1,6%) y convulsiones (1,0%). Un total de 71 (23%) de los pacientes informaron de un AAG, siendo los más frecuentes (> 1,0%) convulsiones (3,6%), el dolor torácico (1,6%), la neumonía (1,6%), los mareos (1,3%) y los vómitos (1,3%). No hubo un patrón significativo de cambios desde el inicio en los parámetros químicos y hematológicos, análisis de orina, ECG, signos vitales, peso corporal, o hallazgos del examen físico neurológico. Resultados: No se detectaron cambios significativos en los perfiles cognitivo y del estado de ánimo asociados al tratamiento concomitante con LCM. Comparando los dos exámenes (anterior y posterior a la titulación con LCM), se demostraron altas correlaciones en la mediana de todas las subpruebas de rendimiento cognitivo (p <0,05) y del estado afectivo (p <0,01). En la mayoría de las subpruebas cognitivas se observó una leve mejoría, no significativa, que podría interpretarse como el efecto de la práctica. Conclusiones: • Los resultados muestran que el tratamiento antiepiléptico concomitante con lacosamida no induce cambios significativos en el perfil cognitivo o en el estado de ánimo. Esto indica que, en relación con los efectos secundarios cognitivos y afectivos, lacosamida como fármaco antiepiléptico adyuvante es bien tolerado y no es probable que perjudique la cognición y el estado de ánimo. En general, es esencial realizar una evaluación neuropsicológica de estas funciones para realizar un seguimiento de los efectos secundarios no deseados de los medicamentos antiepilépticos y para optimizar las intervenciones terapéuticas. Conclusiones: • El tratamiento concomitante a largo plazo, en régimen abierto con lacosamida hasta 800mg/día fue generalmente bien tolerado en este ensayo realizado en pacientes con crisis refractarias de inicio parcial. El perfil de seguridad fue consistente con el de otros ensayos clínicos con LCM. 10 11 PAPEL DE LACOSAMIDA COMO TERAPIA AÑADIDA EN ADULTOS CON EPILEPSIA PRIMARIA GENERALIZADA EFICACIA DE LACOSAMIDA COMO TERAPIA CONCOMITANTE EN PACIENTES CON EPILEPSIA PARCIAL: EL PRIMER AÑO DE EXPERIENCIA Pegah Afra1, L. A. Strom2, J. L. Bainbridge2, T. Buchanan1, A. Berry1 y M. C. Spitz2 S. Donlon, C. Schusse, K. Kelly and S. Chung Neurology, University of Utah, Salt Lake City, UT and 2Neurology, University of Colorado, Englewood, CO 1 Justificación: Justificación: Lacosamida (LCM) está aprobado para el tratamiento concomitante de las crisis de inicio parcial. Se desconoce el papel de LCM en el tratamiento de la epilepsia primaria generalizada (EPG). Se presenta un grupo heterogéneo de pacientes con EPG fármacorresistente tratados con LCM como terapia adicional. Lacosamida (LCM) es un nuevo fármaco antiepiléptico con una novedosa actividad. La eficacia de LCM se ha demostrado en pacientes con epilepsia refractaria a partir de los estudios pivotales y LCM está ahora disponible en más de 12 países tras su aprobación por la Comisión Europea en agosto de 2008 y por la FDA en EE.UU. en octubre de 2008. Sin embargo, la experiencia posterior a la aprobación es bastante limitada en la práctica clínica real, donde se ven menos pacientes refractarios. Evaluamos la eficacia de la LCM en nuestra población clínica del Instituto Neurológico Barrow, con el fin de evaluar la utilidad de LCM en la práctica ambulatoria. Métodos: Presentamos un grupo heterogéneo de 10 pacientes con EPG que recibió tratamiento adyuvante con lacosamida. Este grupo incluyó cuatro pacientes con crisis tónico-clónicas generalizadas primarias, un paciente con epilepsia juvenil de ausencias, tres pacientes con epilepsia juvenil de ausencias y crisis generalizadas tónico clónicas, y dos pacientes con epilepsia de ausencias atípicas. Las características clínicas incluidas fueron: la edad de inicio, el tipo de crisis, y las características neurofisiológicas de descargas epileptiformes interictales. Todos los pacientes tenían antecedentes EEG y RMN normales. Ocho pacientes tenían funciones cognitivas normales. Un paciente tenía retraso mental leve y un paciente dificultad de aprendizaje. Resultados: Los cuatro pacientes que tenían crisis tónico clónicas generalizadas primarias LCM respondieron a la terapia concomitante en el rango de 400-600 mg/día. Uno de los cuatro pacientes llegó a estar libre de crisis, y dos pacientes tuvieron una marcada disminución en la frecuencia de las crisis. Uno de los pacientes se mantuvo libre de crisis durante y después del cambio a LCM (desde felbamato por efectos secundarios). Nuestro único paciente con epilepsia juvenil de ausencias consiguió estar libre de crisis poco después del inicio con LCM. Desarrolló una erupción alérgica con manchas cutáneas que ocasionó la interrupción de LCM en la semana 6 de tratamiento. Tras la interrupción tuvo una reaparición de los clusters de ausencias. En los tres pacientes con epilepsia de ausencias con convulsiones tónico clónicas generalizadas, uno llegó a estar libre de crisis con dosis altas de LCM (600-700 mg/día), otro no tuvo más crisis generalizadas y tuvo un descenso en la frecuencia de crisis de ausencia. Un paciente no tuvo respuesta a este medicamento, pero llegó a estar libre de crisis con Depakine en monoterapia. Ninguno de los dos pacientes con epilepsia de ausencias atípica tuvo mejoría en su frecuencia de crisis durante el tratamiento adyuvante con lacosamida. Conclusiones: • Nuestros datos retrospectivos sugieren que lacosamida puede tener un papel en el tratamiento adyuvante de la epilepsia primaria generalizada fármacorresistente. Se sugiere que pueden ser necesarias dosis más altas de lacosamida, de hasta 700 mg/día, para obtener eficacia. Se necesitan más estudios para determinar el papel exacto de este medicamento y su espectro verdadero de acción. 12 Barrow Neurological Institute, Phoenix, AZ Métodos: Se identificaron pacientes de la práctica clínica que estaban tomando LCM para la epilepsia parcial mediante la revisión de las historias clínicas del Instituto Neurológico Barrow. Los datos incluyeron: sexo, edad, tipo de crisis, FAE concomitante, dosis de LCM, duración del tratamiento y la eficacia de la LCM. Para minimizar el sesgo, se excluyeron los pacientes que habían participado en la fase II o III de los ensayos clínicos con LCM en el pasado. Se utilizó la última información observada de eficacia para comunicar la eficacia de LCM. La eficacia de LCM se evaluó como tasa de respuesta (reducción ≥ 50% de las crisis durante el tratamiento), y los respondedores se evaluaron posteriormente si además habían llegado a una reducción ≥ 75% de las crisis. Resultados: Se identificaron 185 pacientes que comenzaron a tomar LCM a partir del 3 de junio 2009. La edad media de los pacientes fue de 40,6 años y 55,7% eran mujeres. La duración media del seguimiento de los pacientes fue de 28,9 semanas (mediana 30 semanas) cuando se evaluó la eficacia. Aproximadamente el 66% de los pacientes había sido tratado con más de cinco FAEs en el pasado cuando se añadió LCM. LCM se utilizó como monoterapia en 6 pacientes, y 76,8% estaba tomando uno o dos FAEs. De los 185 pacientes, la información de eficacia estuvo disponible en 152 pacientes. En general, la tasa de respuesta ≥ 50% fue del 53,2% (81/152) y la tasa de respuesta ≥ 75% fue del 29,6% (45/152). La ausencia de crisis durante 6 meses o más se consiguió en 6 pacientes (3,9%). El 43,8% restante tuvo menos del 50% de mejoría de sus crisis. La dosis de LCM osciló entre 100 mg y 400 mg por día con una dosis media diaria de 200 mg. Conclusiones: • La eficacia de la lacosamida en este estudio fue comparable a los resultados previamente reportados en los ensayos pivotales. Sin embargo, nuestra población de pacientes era algo menos resistente que los estudios anteriores, que pueden haber tenido una mayor tasa de respuesta del 50%. Este resultado de eficacia constante, combinado con un perfil farmacocinético favorable, sugiere que LCM es un nuevo FAE útil como tratamiento adyuvante en pacientes con crisis de inicio parcial. 13 RECOPILACIÓN DE LAS EXPERIENCIAS CON LACOSAMIDA EN LA COMUNIDAD VALENCIANA (RELACOVA) Juan Palau1, E. Lopez-Gomariz2, J. Lopez-Trigo3, M. García1 y V. Villanueva1 1 Epilepsy Unit. Neurology Department, la Fe University Hospital (Valencia, Spain), Valencia, Spain; 2Xativa Hospital, Jativa, Spain and 3Neurology, General University Hospital, Valencia, Spain SEGURIDAD Y EFICACIA DE LACOSAMIDA EN PACIENTES CRÍTICAMENTE ENFERMOS Sunil V. Cherry, L. Judd, H. Elzawahry and S. M. LaRoche Neurology, Emory University School of Medicine, Atlanta, GA Justificación: Justificación: Lacosamida es un nuevo fármaco antiepiléptico (FAE) comercializado en España como terapia concomitante en el tratamiento de las crisis parciales desde septiembre de 2009. Se creó un grupo independiente, llamado RELACOVA, para recoger las experiencias con este nuevo fármaco en la práctica clínica. Métodos: Métodos: El grupo ha estado constituido por neurólogos/epileptólogos de distintos hospitales generales y unidades de epilepsia de la Comunidad Valenciana (España). Los datos de los pacientes se recogieron de forma prospectiva de acuerdo con la práctica clínica. Se incluyeron todos los pacientes en los que LCM fue administrado de acuerdo con el criterio clínico. Se creó una base de datos para recopilar la información sobre el tratamiento el día del inicio, a los 3 meses, a los 6 meses y a los 12 meses. Estos datos incluyeron: edad, sexo, tipo de epilepsia y tipo de crisis, número de crisis al mes, dosis de LCM, FAEs concomitantes y previos, su eficacia y efectos secundarios. 60 50,8 % Pacientes % 40 21 % 20 Respondedores (reducción ≥ de las crisis) Figura 1: Pacientes libres de crisis y pacientes con disminución del 50% en la frecuencia de las crisis en el tratamiento del estatus epiléptico. Fueron incluidos en el estudio 14 pacientes con 15 ingresos diferentes en la UCI, con una edad media de 54,7 años. LCM se administró para el tratamiento del estatus epiléptico en 7/15 pacientes, ya sea para el tratamiento de crisis aisladas o tras 57,14 % 60 la resolución del estatus epiléptico en los 8 restantes. La dosis 42,8 % de carga más frecuente de LCM fue de 200 mg, mientras que la 40 dosis de mantenimiento más frecuente fue de 400 mg/día, 14/15 pacientes continuaron tomando LCM en el momento del alta y 20 14/15 fueron sometidos a monitorización continua del EEG para 0 la detección de las crisis. El cese completo de las crisis se conDisminución Libres de crisis siguió en 3/7 pacientes con LCM para el tratamiento del estatus ≥ 50 % de las crisis) epiléptico mientras que los otros 4 experimentaron al menos una disminución ≥ 50% en la frecuencia de las crisis (Figura 1). Los 7/8 pacientes que recibieron LCM para el tratamiento de crisis aisladas o tras la resolución del estado epiléptico permanecieron libres de crisis. LCM fue el último FAE concomitante administrado en 13/15 pacientes. Tras una hora de la administración de LCM, 2/15 pacientes experimentaron una disminución en la PA sistólica (> 20 mmHg), mientras que un paciente experimentó un episodio de bradicardia prolongada. Un paciente presentó elevación de las pruebas de función hepática que dio lugar a la interrupción de la LCM. No se observaron otras reacciones adversas. Pacientes % Figura 1: Tasas de respuesta con lacosamida a los 3 meses de tratamiento 0 Libres de crisis Conclusiones: • Los resultados preliminares de lacosamida en la práctica clínica (en una población de epilepsia refractaria) han mostrado datos de eficacia prometedores y pocos efectos secundarios de suficiente gravedad como para interrumpir el tratamiento solo en el 6% de los pacientes. Es necesario un seguimiento más prolongado y la recogida de un mayor número de pacientes que soporten estos resultados. 14 Se revisaron retrospectivamente desde el 1 abril de 2009 hasta el 1 de febrero de 2010 los pacientes críticamente enfermos que recibieron LCM en la UCI del Hospital Universitario de Emory. Se registraron los datos demográficos, el diagnóstico de ingreso, la indicación del tratamiento, la dosis de LCM y los FAEs simultáneos. Los parámetros de evaluación fueron el tiempo hasta el cese de las crisis o el descenso del 50% en la frecuencia de las crisis en los pacientes que recibían tratamiento para las crisis epilépticas o la incidencia de recurrencia de las crisis en pacientes que recibieron LCM para el tratamiento de crisis aisladas o resolución del seguimiento del estado epiléptico. Las reacciones adversas evaluadas incluyeron hipotensión, hipoventilación, arritmias cardiacas, fiebre inexplicable, elevación de creatinina y elevación de las pruebas de función hepática. Resultados: Resultados: Hasta la fecha, se han incluido en el seguimiento 149 pacientes, siendo el 91% de ellos refractarios. Un centenar de pacientes se ha seguido durante 3 meses y treinta y siete durante 6 meses. El análisis de eficacia a los 3 meses ha mostrado un 58% de respondedores (reducción ≥ 50% de las crisis). El 21% de ellos estuvieron libres de crisis (Figura 1). A los 6 meses, la tasa de respondedores fue del 27% de los pacientes (8% libres de crisis). El mareo fue el evento adverso más frecuente. El 6% de los pacientes abandonaron la medicación debido a efectos secundarios a los 3 meses y no a los 6 meses. Los FAEs concomitantes se redujeron en el 18% de los pacientes. El manejo de las crisis es un problema importante en el cuidado de los pacientes críticos. Una proporción significativa de pacientes ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) sufren crisis que pueden afectar directamente la morbilidad y la mortalidad. El médico tiene el desafío de elegir el método más seguro y más eficaz para el tratamiento de las crisis. Aunque los FAEs son eficaces, a menudo se asocian con efectos adversos e interacciones medicamentosas. Lacosamida (LCM) es un nuevo FAE disponible por vía IV y se ha demostrado que no tiene efectos adversos significativos o interacciones medicamentosas. Sin embargo, la seguridad y eficacia de LCM en pacientes críticamente enfermos no ha sido evaluada. Conclusiones: • Lacosamida parece ser una alternativa segura y eficaz para el tratamiento de la epilepsia en pacientes críticamente enfermos. Se necesitan más estudios con grandes series de pacientes para estudiar la correlación y la relevancia clínica de los episodios de hipotensión, bradicardia y la elevación en las pruebas de función hepática que hemos observado en una minoría muy pequeña de pacientes de nuestra serie. 15 Stephan Arnold and A. Beige Private Practice of Neurology, Muenchen, Germany Justificación: Lacosamida (LCM) fue autorizada en Alemania para el tratamiento de la epilepsia focal en septiembre de 2008. Investigamos la eficacia y la tolerabilidad en 10 pacientes con epilepsia generalizada idiopática, sin control de las crisis con al menos 3 de 4 fármacos antiepilépticos (valproato, lamotrigina, topiramato, levetiracetam) y, posteriormente, recibieron LCM 100-300 mg/día como tratamiento adyuvante fuera de indicación. Éste es el primer informe sobre la exposición LCM durante más de seis meses en este grupo de pacientes. Métodos: Diez pacientes (6 mujeres, 4 hombres, 20-62 años) fueron incluidos. El diagnóstico sindrómico se basó en la semiología, en los hallazgos del EEG y en la ausencia de lesiones estructurales (5 casos de epilepsia mioclónica juvenil, 2 casos de epilepsia con crisis gran mal y 3 casos de epilepsia de ausencias). El tratamiento previo incluyó valproato (en todos los 10 pacientes), lamotrigina y levetiracetam en 9 pacientes y topiramato en 7 pacientes. Todos los pacientes experimentaron al menos tres crisis generalizadas tónicoclónicas (CGTC) en un plazo de 12 meses antes del tratamiento con LCM (rango 3-19 CGTC en un plazo de 12 meses). La eficacia se calculó comparando la frecuencia de las convulsiones en el tratamiento con LCM a los 12 meses antes del tratamiento. La evaluación de la tolerabilidad se obtuvo a partir de los informes de pacientes y de los exámenes neurológicos. LACOSAMIDA EN PACIENTES CON TUMOR CEREBRAL Y EPILEPSIA Lizbeth Robles Irizarry1, G. Stevens1, K. Lupica1, H. Newton2, J. Connelly4, J. Lima2, H. Cunningham2, D. Pearl3 and M. Malkin4 Cleveland Clinic, Cleveland, OH; 2Dardinger Neuro- Oncology Center, Columbus, OH; 3Ohio State University Medical Center, Columbus, OH and Medical College of Wisconsin, Milwaukee, WI 1 4 Justificación: En los pacientes con tumores cerebrales, la frecuencia de la epilepsia es del 30%-70%, depende del tipo de tumor, con tumores de crecimiento lento que la mayoría son epileptógenos. Lacosamida (LCM) es un nuevo FAE con un mecanismo de acción novedoso que consiste en la mejoría selectiva de la inactivación lenta de los canales de sodio voltaje-dependientes y ha sido desarrollado para el tratamiento adyuvante de crisis parciales en adultos mayores de 17 años de edad. Métodos: Se ha llevado a cabo una revisión retrospectiva. En 26 pacientes con tumor cerebral procedentes de tres centros se analizaron las variables: edad, sexo, dosis, frecuencia de las crisis al inicio y después del tratamiento, número de fármacos antiepilépticos antes de la adición de LCM, histología del tumor y efectos secundarios. Resultados: Resultados: Se incluyeron 8 mujeres y 18 hombres con edad media de 44 años (22-70 años). El 38% por ciento de los pacientes presentaban oligodendroglioma y el 23% glioblastoma. En promedio, los pacientes estaban recibiendo dos FAEs antes de la adición de lacosamida. Tres pacientes interrumpieron LCM debido a efectos secundarios (cansancio, n = 2) y falta de eficacia (n = 2). Los otros siete pacientes habían sido tratados con LCM adyuvante durante 7-20 meses hasta el momento. Dos pacientes estaban libres de crisis desde el inicio de LCM (de 16 y 20 meses, respectivamente). Ambos pacientes experimentaron 12 CGTC durante los 12 meses antes de comenzar con LCM. Tres pacientes presentaron reducción de las CGTC ≥ 75% y dos pacientes ≥ 50%. No hubo un aumento en la frecuencia de las CGTC en ningún paciente. Un paciente experimentó un aumento intermitente y autolimitado de las crisis mioclónicas generalizadas. No se comunicó un incremento de las crisis de ausencia. El cansancio fue el efecto secundario más frecuente (4 de cada 10 pacientes). La medicación concomitante con FAEs se redujo paulatinamente de acuerdo a las necesidades de los pacientes. Actualmente un paciente está en tratamiento en monoterapia con LCM. La mediana de la dosis de lacosamida fue de 200 mg/día (100700 mg/día). Los médicos comunicaron una mejoría en la frecuencia de las crisis en el 42% de los pacientes, con ausencia de crisis en el 23% (Figura 1). Lacosamida fue utilizado como monoterapia en dos pacientes. Los efectos secundarios reportados incluyeron: cefalea, mareos, temblores, cambios de humor, somnolencia, marcha inestable, fatiga, disnea, artralgias, dolor en la mandíbula y cambios visuales. Figura 1: Tasa de respuesta de lacosamida en pacientes con tumor cerebral y epilepsia. 50 42 % 30 Pacientes % TRATAMIENTO ADYUVANTE CON LACOSAMIDA: ¿ES UNA OPCIÓN EN LA EPILEPSIA GENERALIZADA? 23 % 10 0 % respondedores Conclusiones: • Lacosamida puede ser una buena opción para el tratamiento adyuvante de la epilepsia generalizada. LCM es bien tolerado en la mayoría de los pacientes. Se ha realizado un ensayo aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo para evaluar mejor el potencial del tratamiento adyuvante con LCM en la epilepsia generalizada. 16 Libres de crisis Conclusiones: • Aunque limitada, la experiencia en pacientes con tumor cerebral y epilepsia refractaria revela la utilidad de lacosamida como una terapia adyuvante y, en casos seleccionados, como monoterapia. 17 LACOSAMIDA EN LA EPILEPSIA MIOCLÓNICA PROGRESIVA TIPO 1: UN CASO CLÍNICO TRATAMIENTO ADYUVANTE CON LACOSAMIDA EN LA EPILEPSIA FOCAL REFRACTARIA. ¿CON QUÉ OTRO ANTIEPILÉPTICO? Kathryn A. Polovitz Vicente Ivanez Mora and M. J. Aguilar-Amat University of Colorado Neurology, Denver, CO Epilepsy Unit, Hospital Universitario La Paz, Madrid, Spain Justificación: Justificación: Las epilepsias mioclónicas progresivas representan un grupo de epilepsia caracterizada por tipos diferentes de convulsiones, ataxia, deterioro cognitivo y mioclonias. Estas epilepsias son a menudo difíciles de tratar farmacológicamente debido a la naturaleza progresiva de estos trastornos. El mecanismo de acción de lacosamida (LCM) se relaciona con la inactivación lenta de los canales de sodio. No se sabe, por el momento, si su eficacia se relaciona con los FAEs de especial mecanismo de acción. Tratamos de determinar si LCM es más eficaz cuando se asocia con FAEs bloqueantes de los canales del sodio. Métodos: MÉtodOs: Presentamos un caso de una paciente de 42 años de edad, diestra, con inicio de crisis epilépticas a partir de los 10 años de edad. Desde hace varios años, se pensaba en el diagnóstico de Epilepsia Mioclónica Juvenil (EMJ), ya que sus ataques fueron descritos como crisis generalizadas tónico-clónicas, sacudidas mioclónicas con ocasionales episodios de atonía, y crisis de ausencia. Sin embargo, al continuar con un empeoramiento de sus crisis, lo cual es incompatible con la EMJ, se realizaron pruebas genéticas. Estudio descriptivo, observacional. Criterios de inclusión: pacientes mayores de 16 años con epilepsia focal refractaria, tratados con LCM como terapia concomitante a dosis estables durante al menos tres meses, con una reducción de la frecuencia de las crisis de al menos el 75%. Se analizaron: datos demográficos, tipo de crisis, síndrome epiléptico, frecuencia mensual de crisis (2 meses antes y 3 meses posteriores con dosis estables), tolerancia y mecanismo de acción. Finalmente se diagnosticó epilepsia mioclónica progresiva tipo 1. La gravedad de sus ataques empeoró hasta el punto de ser casi dependiente de silla de ruedas debido a las lesiones sufridas en las crisis atónicas. Fue tratada con varios FAEs en el pasado con niveles sanguíneos terapéuticos; entre ellos: Depakine, Topamax, Keppra y Lamictal. Adicionalmente, se implantó un estimulador del nervio vago hace aproximadamente siete años sin observarse cambios drásticos en los eventos mioclónicos. En septiembre de 2009, el paciente inició tratamiento adicional con lacosamida. Resultados: Resultados: Se estudiaron 16 pacientes (5M, 11H) consiguiendo una reducción de las crisis superior al 75%. La edad media fue de 33 años, el tiempo medio de evolución de 21 años, con una media de 27 crisis/mes, y una duración media del tratamiento de 23 semanas. Síndrome epiléptico: Epilepsia Temporal de Lóbulo Mesial (MTLE) 31%, Epilepsia Temporal de Lóbulo (TLE) 43%, Epilepsia del Lóbulo Frontal (FLE) 6,5%, Epilepsia del Lóbulo Occipital (OLE) 6,5%, 6,25%. En el 62,5% de los pacientes LCM se asoció con un FAE bloqueante de los canales de sodio (CBZ 80%, GTM 20%) y en el resto de los pacientes (37,5%) LEV. La paciente y su médico comunicaron una disminución drástica en las crisis mioclónicas, en las crisis por hora, desde la asociación de lacosamida hasta aproximadamente tres eventos semanales en la actualidad. Además, y más importante, se observó un cambio en su discurso de tartamudez con menos pausas. La paciente lo expresaba como “una nube que se levanta” y que le hacía capaz de pensar con más claridad. Conclusiones: • Lacosamida es un fármaco relativamente nuevo y su eficacia en diferentes tipos de epilepsia está aún por descubrir. Presentamos un caso de una paciente con epilepsia mioclónica progresiva en que lacosamida ha conseguido reducir drásticamente el número de eventos mioclónicos y se ha percibido de ayuda en la cognición. 18 Conclusiones: • En nuestro estudio, lacosamida parece actuar con mayor eficacia asociado con FAEs bloqueantes de los canales de sodio en la epilepsia focal refractaria. 19 LACOSAMIDA INTRAVENOSA EN EL ESTATUS EPILÉPTICO REFRACTARIO Y AGRAVAMIENTO DE LA EPILEPSIA Julia Larch1,2, J. Dobesberger1,2, G. Kuchukhidze2, G. Walser2, I. Unterberger2 y E. Trinka1,2 1 Department of Neurology, Christian Doppler Klinik, Paracelsus Medical University of Salzburg, Salzburg, Austria and 2Department of Neurology, Innsbruck Medical University, Innsbruck, Austria Ngoc Minh Le1 y S. Hantus2 Pediatric Neurology, Cleveland Clinic Foundation, Cleveland, OH and 2Epilepsy, Cleveland Clinic, Cleveland, OH 1 Justificación: Justificación: El estatus epiléptico (EE) y la epilepsia en acúmulos representan una urgencia neurológica. La tasa de mortalidad en adultos varía entre 11%-34%, dependiendo de la causa y la comorbilidad (Delorenzo et al., 1996)1. Dado que el EE se hace resistente con el tiempo, es de especial importancia que el tratamiento sea rápido y adecuado. Este estudio tuvo como objetivo investigar la eficacia y la tolerabilidad de Lacosamida intravenosa (LCM IV) en el tratamiento de la epilepsia en acúmulos y en el EE después del fracaso del tratamiento de primera línea con benzodiazepinas. El estatus epiléptico (EE) es una emergencia médica infradiagnosticada que pone en peligro la vida, pero los datos disponibles son limitados en cuanto a su manejo. Se considera lorazepam como tratamiento de primera línea, y la mayoría de los estudios indican fosfenitoína como segunda línea. Aunque otros FAEs están disponibles, solamente 2-7% del EE consigue detenerse con un fármaco de tercera línea o mayor. Lacosamida (LCS) es un FAE con un novedoso mecanismo de acción indicado para el tratamiento concomitante de las crisis parciales en adultos. LCS ha demostrado ser eficaz en modelos de ratón del EE y se encuentra disponible la presentación por vía intravenosa (IV), aunque no aprobado por la FDA para el EE. Solamente existe un caso que documenta el cese del EE con el uso de LCM IV. Esta serie de casos investiga el perfil de seguridad y la eficacia potencial de LCM IV en pacientes con EE refractario mediante vídeo electroencefalográfico (EEG). Métodos: Todos los pacientes tratados con LCM IV entre diciembre de 2009 y enero de 2010, fueron retrospectivamente incluidos en nuestro estudio. Se analizaron las indicaciones para el tratamiento, la dosis, la capacidad de respuesta y los eventos adversos. Los indicaciones para el tratamiento con LCM IV fueron: 1) estar previamente tratados para el EE sin éxito, 2) presentar epilepsia en acúmulos desencadenada por la reducción de FAEs durante la monitorización mediante vídeo-EEG debido a la rápida reducción de la titulación. Resultados: Fueron incluidos en el estudio 19 pacientes consecutivos (12H/7M) 20-91 años de edad (mediana 53 años). Seis pacientes presentaban EE convulsivo, 3 pacientes EE no convulsivo y 10 epilepsia en acúmulos. Las causas de la epilepsia fueron 6/19 por lesiones traumáticas, 5/19 por displasia cortical, 4/19 por lesión vascular, 2/19 criptogénica, 1/19 por hipovitaminosis B y 1/191 por intoxicación de aluminio. La dosis inicial media fue de 257,9 mg (DE 90,2), la mediana de 200 mg (rango 2-400). La tasa de infusión en pacientes con EE osciló entre 40-57 mg/min, en pacientes con epilepsia en acúmulos 20-57 mg/min. LCM IV se utilizó como tercer fármaco. El EE no convulsivo finalizó con LCM IV en 3/3 pacientes, el EE convulsivo en 1/6 pacientes y en 8/10 pacientes LCM IV fue eficaz en la epilepsia en acúmulos. Excepto la presencia de prurito en un paciente, no se observaron efectos secundarios, especialmente efectos cardiovasculares. Delorenzo RJ, Hauser WA, Towne AR, Boggs JG, Pellock JM, Penberthy L, Garnett L, Fortner CA, Ko D. (1996) A prospective, population- based epidemiologic study of status epilepticus in Richmond, Virginia. Neurology 46: 1029-35. 1. Conclusiones: • Estos datos contribuyen a considerar el uso de lacosamida IV como alternativa segura al tratamiento estándar con FAEs en el abordaje del tratamiento agudo de la epilepsia de emergencia. Son necesarios estudios adicionales sobre la dosis óptima, la tasa de eficacia de la presentación IV y la seguridad. Lacosamida está aprobada en la Unión Europea como terapia concomitante en el tratamiento de las crisis de inicio parcial con o sin generalización secundaria en pacientes con epilepsia a partir de los 16 años. 20 SERIES DE CASOS DE PACIENTES CON ESTATUS EPILÉPTICO REFRACTARIO TRATADOS CON LACOSAMIDA INTRAVENOSA Métodos: Se revisaron retrospectivamente las historias clínicas de pacientes con EE confirmado por EEG continua según protocolo aprobado por un CEIC y fueron tratados con LCM durante el EE. Los resultados primarios fueron el cese de las crisis EEG después de la administración de LCM IV y el perfil de seguridad. El análisis estadístico se realizó mediante SPSS 10.0. Resultados: Veintisiete pacientes presentaban EE y fueron tratados con LCM, de los cuales 88,9% tenían EE no convulsivo. No se encontraron antecedentes en la historia de su epilepsia en el 59,3%. Solo dos pacientes tenían EE previamente. Las causas principales de EE fueron hemorragia aguda (6), ACVA (5), y epilepsia refractaria tratada (5). El cese del EE después de LCM ocurrió en nueve pacientes (33,3%) en las 4 horas y en 21 pacientes (77,8%) en las 24 horas. LCM se administró una media de 20,8 horas después del inicio del EE para los que el EE cesó en 4 horas y en 22,2 horas en el grupo globalmente (p = 0,308). El número medio de FAEs IV administrados con anterioridad a LCM fue de 3,3 (rango 1-5). Diecinueve pacientes (70,3%) recibieron un FAE IV con mecanismo de acción sobre los canales del sodio. El tiempo medio de interrupción del EE desde el final de la infusión IV con LCM fue de 0,78 horas en los que respondieron a las 4 horas y de 8.37 horas en los que respondieron en las 24 horas. Los pacientes sin historia previa de convulsiones tuvieron una tasa de respuesta superior a LCM (p = 0,001). La causa del EE no fue un predictor útil para la respuesta. Se obtuvieron presiones arteriales (PA) en 25 pacientes. Solo dos pacientes tuvieron una disminución de la PA sin hipotensión significativa. El ECG de serie mostró un aumento en el intervalo PR en 11/16 pacientes con un incremento medio de 24,5 ms en esos pacientes, una moda de 16 ms, y un rango 40-80 ms. Un paciente tuvo un aumento del intervalo PR > 200 ms sin síntomas clínicos. Se obtuvieron pruebas de función hepática en 28 pacientes. Siete pacientes tuvieron elevaciones asintomáticas de AST y/o ALT. La creatinina sérica de serie mostró un aumento no significativo en 2 de 26 pacientes. El EE se resolvió en 21 pacientes, mientras que los otros seis fallecieron. Conclusiones: • Lacosamida IV es un nuevo FAE adyuvante prometedor para el tratamiento del EE refractario con un perfil de seguridad favorable en la población en estado crítico. Los estudios prospectivos deben determinar la eficacia y el rol potencial de LCM IV en el tratamiento del EE. Lacosamida está aprobada en la Unión Europea como terapia concomitante en el tratamiento de las crisis de inicio parcial con o sin generalización secundaria en pacientes con epilepsia a partir de los 16 años. 21 SEGURIDAD DE LACOSAMIDA EN PACIENTES HOSPITALIZADOS CON EPILEPSIA Marilyn E. Luk, W. D. Freeman, A. Patel, W. O. Tatum and K. Nau Mayo Clinic, Phoenix, AZ EL TRATAMIENTO CON LACOSAMIDA IMPIDE LAS CRISIS GENERALIZADAS EN EL MODELO DE ROEDORES DE DISPLASIA CORTICAL Rebecca O’Dwyer, A. Nemes, I. Najm and A. Alexopoulos Epilepsy Center, Cleveland Clinic, Cleveland, OH Justificación: Justificación: Lacosamida (LCM) es un nuevo fármaco antiepiléptico con propiedades favorables, incluyendo: presentación intravenosa (IV), mínimo metabolismo hepático, mínima unión a proteínas plasmáticas y ausencia de efectos adversos respiratorios y hemodinámicos. Poco se sabe del tratamiento con LCM con respecto al perfil hemodinámico y los acontecimientos adversos en pacientes hospitalizados. El nuevo medicamento antiepiléptico lacosamida (LCM) ha demostrado su eficacia en diversos modelos animales de epilepsia. Su eficacia como terapia adyuvante en crisis de inicio parcial se ha demostrado en ensayos clínicos. Por el contrario, solo hay pruebas indirectas de su eficacia en epilepsia generalizada en modelos animales. Para explorar los efectos potenciales de LCM en roedores se completó una primera serie de experimentos utilizando un modelo animal establecido para la epilepsia sintomática, en el que fue inducido un sustrato pro-epiléptico de displasia cortical multifocal a través de la irradiación en el útero. Las ratas adultas se sabe que presentan convulsiones después de una sola dosis de inyección subconvulsivante de pentilentetrazol (PTZ). Por lo tanto, se midió el efecto de LCM sobre la actividad convulsiva provocada por una inyección sistémica PTZ en estos animales. Métodos: Revisamos retrospectivamente las historias clínicas electrónicas de pacientes tratados con LCM en un centro médico académico de atención terciaria (Clinica Mayo, Florida) entre julio de 2009 y enero de 2010. Se recogieron datos como edad, sexo, indicación, régimen de dosificación, servicio médico primario, terapia concomitante con FAEs, y la actividad epiléptica documentada (diagnóstico clínico o EEG). La seguridad fue evaluada por parámetros hemodinámicos antes y después del tratamiento (frecuencia cardiaca, presión arterial sistólica, presión arterial diastólica, media del intervalo PR), así como por los parámetros de laboratorio (incluyendo creatinina sérica (Crs) y pruebas de función hepática). Los efectos adversos o las interacciones farmacológicas se anotaron en la documentación clínica. Resultados: Se identificaron 32 pacientes tratados con LCM durante el periodo de estudio (17 tratados en la UCI). Doce pacientes recibieron LCM como profilaxis, mientras que 20 recibieron LCM como tratamiento de las crisis, 25 pacientes recibieron LCM por vía IV, 19 por vía IV y posteriormente por vía oral y 7 pacientes LCM solamente por vía oral. La mayoría de los pacientes con crisis (n = 20; 62,5%) recibieron LCM como terapia adyuvante, mientras que 12 pacientes (37,5%) recibieron LCM en monoterapia. No se produjo inestabilidad hemodinámica, arritmias cardíacas graves, paro cardíaco o respiratorio en ninguno de los pacientes que recibieron LCM. El ECG en los pacientes seleccionados mostró un intervalo PR media (DE, rango) de 185,5 ms (33,1, rango 148254) después del inicio del tratamiento comparado con la basal de 179,3 ms (47,5, rango 80-274). Los parámetros de laboratorio no mostraron alteraciones clínicamente significativas desde la basal y 24 horas después del Crs de fármacos o de las pruebas de función pulmonar. No se identificaron interacciones farmacológicas y se comunicaron acontecimientos adversos en tres pacientes (9,4%). Un paciente se quejó de mareos y náuseas, otro presentó una alteración del estado mental con prolongación del intervalo PR (212 ms frente a 178 ms en la basal). Un paciente experimentó trombocitopenia de etiología desconocida, mientras recibía LCM. Todos los eventos adversos resolvieron tras la suspensión del fármaco. Métodos: A raíz de un protocolo estándar desarrollado y utilizado en nuestro laboratorio, 13 ratas Sprague-Dawley fueron divididas en 4 grupos experimentales: 1) -XRT/-LCM (n = 4), 2) - XRT/ + LCM (n = 4), 3) + XRT /-LCM (n = 2), 4) +XRT / + LCM (n = 3). Cinco ratas fueron irradiadas con 145 cGy en el útero de E17 (XRT, “primer golpe”). En todas las ratas se implantaron electrodos epidurales de PND 55. A las ratas de PND 60 se les administró una dosis única de LCM (25 mg/kg ip) 30 minutos antes de recibir una sola dosis subconvulsiva (40 mg/kg sc) de PTZ (PTZ “segundo golpe”). Su comportamiento y el EEG fueron controlados en las 8 horas posteriores. La severidad de las crisis se evaluó utilizando una escala estándar (Veliskova et al. 1989). Resultados: Todos los animales del grupo control (-XRT / ± LCM) tuvieron menos ataques severos (Grado 1 n = 7; Grado 2 n= 2) en comparación con los animales XRT. Los dos animales irradiados no tratados (+XRT /-LCM), presentaron graves crisis generalizadas (Grado 4). En los animales tratados con irradiación (+ XRT / + LCM) se observó que tenían convulsiones menos graves (Grado 1, 2, 3, n = 1, respectivamente). Es interesante el análisis del EEG ictal que mostró que la frecuencia de los complejos de onda picuda durante las crisis generalizadas fue menor (~ 4-5 Hz) en los animales tratados con LCM, en comparación con los animales no tratados (~ 6-7 Hz), independientemente de la asignación de XRT. Conclusiones: Conclusiones: • Lacosamida demostró un perfil favorable de seguridad hemodinámica en los pacientes hospitalizados. Un 9 % de los pacientes experimentó efectos adversos durante la administración de LCM que se resolvieron en todos los casos con la interrupción del tratamiento. Son necesarios futuros estudios prospectivos para evaluar la seguridad de LCM en pacientes hospitalizados. • El tratamiento con lacosamida previene las crisis convulsivas generalizadas agudas inducidas por un “segundo golpe” de radiación en el útero, en un modelo de displasia cortical en ratas. Estos experimentos están en marcha. De confirmarse, estos datos preliminares sugieren que LCM puede ser eficaz en algunas crisis generalizadas (sintomáticas). Las comparaciones con otros bloqueadores de los canales de sodio (como CBZ) también están en marcha en nuestro laboratorio. Lacosamida está aprobada en la Unión Europea como terapia concomitante en el tratamiento de las crisis de inicio parcial con o sin generalización secundaria en pacientes con epilepsia a partir de los 16 años. 22 23 LACOSAMIDA EN EL TRATAMIENTO DE LA CRISIS AGUDA RECURRENTE Y LA ACTIVIDAD EPILEPTIFORME EN PACIENTES CRÍTICAMENTE ENFERMOS LACOSAMIDA INTRAVENOSA EN EL TRATAMIENTO DEL ESTATUS EPILÉPTICO K. A. Parkerson, C. Reinsberger, S. H. Chou, B. A. Dworetzky and J. W. Lee B. Berger, Amy Crepeau, S. Chung and R. Maganti Brigham and Women’s Hospital, Harvard Medical School, Boston, MA Neurology, Barrow Neurological Institute, Phoenix, AZ Justificación Justificación Lacosamida (LCM) es un nuevo fármaco adyuvante indicado para el tratamiento de las crisis parciales y disponible en EE.UU. desde junio de 2009. LCM parece ser un FAE ideal para su uso en pacientes en estado crítico, debido a su disponibilidad en presentaciones oral e intravenosa (IV) con dosis equivalentes, a la ausencia de efecto inductor sobre las isoenzimas hepáticas del citocromo P450 y a una mínima interacción fármaco-fármaco. Presentamos nuestra experiencia inicial con LCM en pacientes críticamente enfermos con crisis aguda recurrente o la actividad epileptiforme periódica. Lacosamida (LCM) es un nuevo AE recientemente aprobado con una novedosa actividad antiepiléptica. La eficacia de LCM en pacientes con epilepsia parcial se ha documentado a partir de los ensayos pivotales y la seguridad de la infusión intravenosa (IV) de LCM (200-800 mg/día) durante 10, 15 o 30 minutos en un estudio abierto. La disponibilidad de la presentación IV, la farmacocinética favorable, su tolerabilidad y la ausencia de depresión respiratoria hacen de LCM una opción terapéutica atractiva para tratar a pacientes en situaciones agudas/críticas. Sin embargo, la experiencia de la utilización de LCM en estas situaciones críticas es bastante limitada. Métodos A partir de una base de datos de registros EEG, se identificaron los pacientes que recibieron LCM, FNT, o AVP durante una monitorización EEG continua no electiva intrahospitalaria para el tratamiento de crisis recurrentes o patrones epileptiformes periódicos refractarios al menos a un FAE entre enero de 2007 y junio de 2010. Levetiracetam (LEV) no se incluyó debido a su frecuencia de uso como agente de primera línea. Se recogieron datos demográficos, historia de convulsiones previas, etiología, FAEs y cambio de FAEs, esquema de titulación de LCM, efectos adversos, y resultados electroencefalográficos/clínicos. Los intervalos PR se midieron en el ECG de un solo centro antes y después de iniciar LCM. Resultados Un total de 17 pacientes recibieron LCM como terapia complementaria para las crisis agudas recurrentes o la actividad epileptiforme periódica. LCM fue el fármaco de segunda o tercera línea en 15 pacientes y el cuarto o quinto fármaco en 2 pacientes. En 12 pacientes, la introducción de LCM mejoró las crisis o la actividad epileptiforme periódica (70,6%). Dos pacientes requirieron fármacos adicionales para controlar las crisis. No hubo complicaciones directamente atribuibles a LCM, y LCM no fue interrumpido en ningún paciente durante la hospitalización por efectos secundarios. Dos pacientes toleraron una dosis inicial de 300 mg de LCM IV seguido de 200 mg dvd, y otros 3 pacientes dosis de inicio de 200 mg, 2 por vía IV, sin complicaciones. La media del intervalo PR no cambió significativamente después de la introducción de LCM (p = 0,41). De 17 pacientes, 11 fueron dados de alta con LCM, incluyendo 6 pacientes en casa. En 5 pacientes, la atención médica fue retirada. En comparación, 6 de 9 pacientes (66,7%) respondieron a FNT y 4 de 13 pacientes (30,8%) respondieron a AVP con mejoría del EEG. Esto sugiere que la tasa de respuesta a LCM es comparable a la de FNT y puede ser mayor que la de AVP en nuestro grupo de pacientes. Además, como medida aproximada de la eficacia de LCM en comparación con LEV, 16 de los 17 pacientes en nuestro estudio recibieron LEV antes que LCM. De estos pacientes, 11 tuvieron una mejoría de las crisis con el inicio de LCM. Por lo tanto, el 64,7% de los pacientes en nuestro estudio fue refractario a LEV y sensible a la adición de LCM. Métodos Se revisaron retrospectivamente los registros de hospitalización para identificar a los pacientes que habían recibido LCM IV para el estatus epiléptico (EE) entre agosto de 2009 y abril de 2010 en el Instituto Neurológico Barrow, previa aprobación del CEIC. Fueron recogidos, los datos clínicos relevantes incluyendo la edad, la etiología del estatus epiléptico, los FAEs administrados antes de la LCM y su disposición, además de la interpretación del EEG. Solo los pacientes que tenían un diagnóstico de EE, según criterio EEG, antes de recibir LCM se incluyeron en el estudio. Todos los pacientes tenían EEG continua y/o de rutina antes de recibir LCM IV y durante el primer día después de la primera dosis de LCM. Los pacientes que habían estado tomando LCM antes del diagnóstico del EE fueron excluidos del estudio. Resultados Se identificaron un total de 19 pacientes (12 varones) que habían recibido LCM IV el tratamiento del EE refractario durante este periodo de estudio. La mediana de edad fue de 58 (rango 3-77) y solo un paciente tenía <18 años de edad. La etiología del EE incluyó causas vasculares, neoplásicas, infecciosas y anoxia. Antes de recibir LCM, los pacientes fueron tratados con más frecuencia con lorazepam, fosfenitoína y levetiracetam, seguido de valproato, carbamazepina, fenobarbital, midazolam, diazepam y propofol. La dosis inicial de LCM osciló entre 50 mg y 400 mg seguida de una dosis de mantenimiento desde 100 mg a 400 mg al día. El EEG pretratamiento mostró descargas periódicas unilaterales o bilaterales en 7 pacientes, descargas epileptiformes continuas o rítmicas en 10 pacientes, y patrones de supresión en 2 pacientes. En 16 de los 19 pacientes (84,2%) se observó mejoría en el EEG durante el primer día tras recibir LCM, y 12 de los 19 pacientes (63%) presentaron recurrencia de las crisis durante la hospitalización. Conclusiones: Conclusiones: • Nuestros datos sugieren que lacosamida es seguro, bien tolerado y eficaz como tratamiento concomitante en pacientes críticamente enfermos con crisis aguda recurrente o actividad epileptiforme periódica refractaria con al menos otro DEA. Su eficacia es, al menos, comparable a otros fármacos antiepilépticos utilizados tradicionalmente en estos pacientes. • Nuestro estudio retrospectivo sugiere que la vía intravenosa de lacosamida fue eficaz en el tratamiento del EE refractario. Junto a su favorable perfil farmacocinético y de tolerabilidad, LCM puede ser una alternativa útil en el tratamiento del EE refractario. Se necesita un estudio prospectivo adicional para establecer la eficacia definitiva de LCM en el tratamiento del EE, así como la dosis de carga y la velocidad de infusión. Lacosamida está aprobada en la Unión Europea como terapia concomitante en el tratamiento de las crisis de inicio parcial con o sin generalización secundaria en pacientes con epilepsia a partir de los 16 años. 24 25 TERAPIA ADYUVANTE CON LACOSAMIDA PARA LA EPILEPSIA MUY REFRACTARIA EN NIÑOS Mary Gustafson1, 2 y F. J. Ritter2,3 1 Children’s Hospitals and Clinics of Minnesota - St. Paul, St. Paul, MN; 2Minnesota Epilepsy Group, PA, St. Paul, MN and 3Neurology, University of Minnesota, Minneapolis, MN Reena G. Rastogi and Y. T. Ng Barrow Neurological Institute, Phoenix, AZ Justificación Justificación Lacosamida (LCM) está aprobado como terapia concomitante en el tratamiento de las crisis de inicio parcial en adultos a partir de los 16 años. LCM puede beneficiar a los niños que no han respondido al tratamiento previo con fármacos antiepilépticos (FAE). Sin embargo, poco se sabe sobre el uso de LCM en niños. Hemos revisado nuestros archivos y presentamos la experiencia de la dosis, la eficacia y los efectos adversos del tratamiento con LCM en niños. Lacosamida es el antiepiléptico de nueva generación que actúa sobre los canales de sodio dependientes de voltaje para mejorar la inactivación lenta. Se encuentra actualmente aprobado por la FDA para la crisis de inicio parcial en adultos ≥ 17 años de edad. Dado su perfil farmacocinético de eficacia y de seguridad favorable en adultos, creemos que puede ser un fármaco útil para la epilepsia en niños con epilepsia refractaria. Métodos Tras la aprobación del CEIC, se identificaron los pacientes <17 años de edad que habían sido tratados con LCM entre mayo de 2009 y mayo de 2010. Se revisaron las historias clínicas que contaban con datos demográficos, EEG/RMN, tipo/frecuencia de crisis, tratamientos previos/actuales para las crisis, y la información con respecto al tratamiento con LCM, régimen de dosificación, eficacia y efectos adversos (EA). Resultados Fueron tratados con LCM 30 (15 mujeres, 15 varones), con mediana de edad de 8 años (rango: 17 meses-16 años). De éstos, 22/30 (73%) presentaba una importante anomalía estructural identificada en la RMN y 21 (70%) deterioro cognitivo grave/profundo. La mediana de ensayos anteriores con FAEs fue de 10 (rango 5-18). LCM fue añadido a la terapia concomitante con 1-5 FAEs (90% ≥ 2 FAEs). La dosis media inicial fue de 2,2 (rango: 0.54-8.64) y la dosis máxima de 8,4 mg/kg/día (rango: 2,74-18,8). Entre 7/30 (23%) tuvieron una reducción ≥ 50% de las crisis respecto a la basal (dosis media 7,8 mg / kg / día) con 2 pacientes (6,6%) libres de crisis durante las semanas 52 y 37; 18/30 (60%) continuaron con LCM con una duración de 4 a 52 semanas; 16/30 (53,3%) comunicaron 26 efectos adversos (EA) con independencia de la asociación de LCM (dosis media de 8 mg/kg/día) en comparación con 14/30 sin EA (9 mg/kg/día). Con mayor frecuencia comunicaron: ataxia (23,3%), sedación (23,3%), vómitos (10%) con la dosis media de 10, 9 y 15 mg/kg/día, respectivamente; 16/30 (53%) habían añadido LCM a un régimen de tratamiento con un FAE bloqueante de los canales de Na+ dependientes de voltaje; 10/16 (62,5%) comunicaron eventos adversos (7/10 LTG, 1/3 OXC, 1/2 CBZ, 1.1 RUF): la dosis media fue de 5,24 mg/ kg /día (grupo LTG) y de 13,73 mg/kg/día (otros combinados). De los 14/30 pacientes que recibieron LCM añadido al tratamiento con un FAE bloqueante de los canales de Na+ dependientes de voltaje, 6 notificaron EAs (dosis media 8,2 mg/kg/día). No se comunicaron valores anormales significativos en los parámetros analíticos ni se registraron efectos secundarios graves. El ECG no se realizó de forma rutinaria; 12/30 (40%) interrumpió el tratamiento con LCM; 9/30 (30%) debido a la ausencia de beneficio aceptable y 3 (10%), debido a acontecimientos adversos (dosis media máxima de 8,9 y 3,3 mg/kg/día, respectivamente). En 7/30 pacientes se tomaron 9 niveles de LCM al azar. Se registraron niveles de 1,8-8,3 mg/L en 3,67 - 14,2 mg/kg/día y no se asociaron claramente con la eficacia o la tolerabilidad. Conclusiones: • Lacosamida demostró eficacia y tolerabilidad como tratamiento adyuvante en niños con epilepsia refractaria. Casi uno de cada 4 pacientes experimentaron una mejoría ≥ 50% en el control de las crisis con 2 pacientes (6,6%) libres de crisis. No hubo efectos adversos graves, ni valores anormales de laboratorio clínicamente significativos. En este pequeño grupo, se observaron más efectos adversos con las dosis relativamente más baja cuando añadió LCM al tratamiento con LTG. Cuando LCM se añade como terapia coadyuvante a la terapia multi-FAEs, se observa, en general, que la dosis inicial de 2 mg/kg/día seguida de una dosis de mantenimiento de hasta 8 mg / kg / día presenta buena tolerabilidad. 26 LACOSAMIDA EN LA EPILEPSIA REFRACTARIA PEDIÁTRICA Lacosamida está aprobada en la Unión Europea como terapia concomitante en el tratamiento de las crisis de inicio parcial con o sin generalización secundaria en pacientes con epilepsia a partir de los 16 años. Métodos Se trata de un estudio abierto prospectivo de un solo centro, en marcha, realizado con la aprobación del CEIC del Hospital. Los pacientes pediátricos iniciaron el tratamiento con LCM después de junio de 2009 como terapia concomitante en la epilepsia refractaria con varios tipos de crisis. Los criterios de inclusión fueron niños < 18 años y refractarios a otros FAEs. Se documentaron el tipo y frecuencia de las crisis, la dosis, la duración y los acontecimientos adversos al inicio y en visitas de seguimiento rutinarias. Resultados El rango de edad de los once pacientes fue de 20 meses a 17 años (media 10,6 años), siete varones y 4 mujeres. Los diagnósticos incluyeron epilepsia relacionada con la localización, síndrome de Lennox-Gastaut y epilepsia generalizada criptogénica. El número medio de tipos de crisis por paciente fue de 1,36, incluyendo crisis generalizadas tónicoclónicas, atónicas, tónicas y crisis parciales complejas con o sin generalización secundaria. El número medio de fármacos antiepilépticos que los pacientes tomaban fue de 2,2. De media, los pacientes no habían respondido a 6,4 fármacos antiepilépticos, incluyendo la dieta cetogénica y la estimulación del nervio vago. Los pacientes comenzaron a recibir una dosis moderada de LCM y, en general, se tituló semanalmente hasta alcanzar una dosis media de 7,3/mg/kg/día (rango 3,2 a 12,8 mg/kg/día). La duración media del seguimiento inicial fue de tres meses. Los resultados preliminares de este estudio prospectivo en curso mostraron que LCM fue efectiva en 6/8 pacientes con crisis parciales complejas. Dos pacientes permanecen libres de crisis. En dos pacientes se observó una reducción de las crisis > 90%. Dos pacientes tuvieron una reducción de las crisis superior al 50%. Lacosamida no fue eficaz en los tres pacientes restantes con crisis generalizadas (crisis tónicoclónicas, tónicas y atónicas). Tres pacientes abandonaron por falta de eficacia y/o acontecimientos adversos (dolor de cabeza y aumento de frecuencia de las crisis). Conclusiones: • Lacosamida es generalmente eficaz y bien tolerado en pacientes pediátricos con epilepsia refractaria de inicio parcial, en general como tratamiento concomitante. En este estudio prospectivo, en marcha, seis de los ocho pacientes pediátricos con crisis parciales complejas refractarias respondieron bien a la adición de lacosamida. Su eficacia en otros tipos de epilepsia queda por determinar. Lacosamida está aprobada en la Unión Europea como terapia concomitante en el tratamiento de las crisis de inicio parcial con o sin generalización secundaria en pacientes con epilepsia a partir de los 16 años. 27 EFICACIA DE LACOSAMIDA COMO TERAPIA CONCOMITANTE EN ADOLESCENTES CON EPILEPSIA INTRATABLE: SERIES DE CASOS LACOSAMIDA COMO TERAPIA ADYUVANTE EN EPILEPSIA PEDIÁTRICA: EXPERIENCIA CLÍNICA RETROSPECTIVA Christina Patterson, S. Williams, P. Crumrine, S. Gedela, R. Varma and D. Holder Michael G. Chez Children’s Hospital of Pittsburgh of UPMC, Pittsburgh, PA Justificación: Justificación: La epilepsia que ha demostrado ser intratable con FAEs tiene una baja probabilidad de alcanzar una reducción de la frecuencia de las crisis con la adición de otro fármaco. Sin embargo, se han obtenido resultados prometedores, en poblaciones de adultos epilépticos con Lacosamida (LCM) como terapia complementaria. Hasta la fecha, no hay datos pediátricos publicados sobre la eficacia de LCM. Presentamos 8 pacientes adolescentes con epilepsia intratable tratados con LCM como terapia concomitante. Muchos niños con epilepsia intratable requieren politerapia. Los fármacos ideales ofrecen un amplio espectro con mínimos efectos secundarios. Lacosamida (LCM) representa un nuevo mecanismo basado en la modulación lenta de los canales del sodio. Esto puede ofrecer seguridad en la terapia adyuvante para los pacientes pediátricos < 17 años con crisis intratables. En estos pacientes se ofreció LCM como terapia concomitante. Esto representó un uso fuera de indicación ya que actualmente está indicado para edades > 17 años. La politerapia con el nuevo mecanismo de LCM podría ofrecer ventajas frente a la monoterapia previa, o frente a los antiepilépticos más convencionales. Métodos: Se realizó un estudio descriptivo retrospectivo de los pacientes atendidos en el Hospital Pediátrico de Pittsburgh desde 01/2009 a 04/2010 tratados con lacosamida. Los datos demográficos, el tipo de crisis, los diagnósticos neurológicos, los fármacos antiepilépticos previos y otros tratamientos utilizados fueron recogidos y analizados. Se registró la frecuencia de las crisis antes y después del tratamiento con LCM a partir de la información de los padres/cuidador principal. Resultados: Se identificaron ocho pacientes, 4 varones y 4 mujeres, tratados con LCM. Las edades oscilaron entre 11 a 18 años, edad media 15. Los diagnósticos neurológicos primarios incluyeron encefalitis, ACVA neonatal, secuelas de prematuridad, síndrome de Aicardi, esclerosis tuberosa compleja tipo 1 y retraso generalizado del desarrollo con rasgos autistas. Los tipos de crisis incluyeron parciales complejas con/sin generalización secundaria, parcial simple, ausencia atípica, tónicas y mioclónicas. Varias combinaciones de todos los FAEs disponibles en los Estados Unidos con excepción de felbamato y etosuximida habían sido previamente usados o se daban actualmente. Siete pacientes estaban usando un estimulador del nervio vago antes de comenzar con LCM. Dos pacientes habían intentado previamente la dieta cetogénica. Un paciente tuvo una callosotomía previa y el paciente con esclerosis tuberosa compleja sufrió antes una lobectomía temporal derecha. Antes de comenzar LCM todos los pacientes habían tenido al menos una crisis por semana, la mayoría con múltiples crisis por semana y 2 pacientes con eventos diarios. Las dosis de LCM utilizadas oscilaron entre 100 mg dvd y 200 mg dvd, con un rango de 3 a 10 mg/kg/día en peso; 7 pacientes experimentaron un aumento en el número total de días libres de crisis, entre un 15 y un 79% según lo informado por los padres/cuidador principal. Un paciente, antes de comenzar LCM, tuvo múltiples crisis parciales complejas y secundariamente generalizadas diarias. Tras la adición de lacosamida el paciente siguió teniendo todos los días las crisis parciales complejas, pero la frecuencia de las crisis secundariamente generalizadas disminuyó un 50%. Conclusiones: • Estas series de casos muestran que el tratamiento adyuvante con lacosamida puede reducir la frecuencia de las crisis en los adolescentes con epilepsia intratable, no solo con otros medicamentos antiepilépticos, sino también para otras modalidades de tratamiento, incluyendo la estimulación del nervio vago, la dieta cetogénica y la cirugía. Se requieren nuevos estudios en los grupos de edad pediátrica. Lacosamida está aprobada en la Unión Europea como terapia concomitante en el tratamiento de las crisis de inicio parcial con o sin generalización secundaria en pacientes con epilepsia a partir de los 16 años. 28 Sutter Neuroscience Medical Group, Sacramento, CA Métodos: A todos los pacientes menores de 17 años de edad se les ofreció LCM como terapia complementaria entre junio de 2009 y septiembre de 2009 y se revisó la eficacia y sus efectos secundarios. Se revisó el número fármacos adyuvantes utilizados, la edad y la duración del tratamiento. Resultados: Veintitrés pacientes <17 años años recibieron lacosamida. La edad media fue 7,25 años (rango 1,75-16). La dosis media fue de 100 mg/día (media 3,6 mg/kg) y la eficacia de las crisis mostró una reducción > 50% en 10/23 pacientes (43% en 1 paciente con control completo, mejoría > 80% en 2 pacientes). Los efectos adversos incluyeron mareo o fatiga en 2 pacientes solamente. Las crisis parciales idiopáticas mejoraron en mayor medida que en los pacientes con crisis generalizadas, o con malformaciones congénitas cerebrales, en dos casos con CSWS no se obtuvo respuesta. ConclusionEs: • Lacosamida es segura y bien tolerada en pacientes con epilepsia intratable. Las personas con crisis parciales de tipo idiopático no lesional tuvieron mayor respuesta. No se obtuvo respuesta en dos casos con CSWS. Se requiere una mayor evidencia controlada sobre la terapia concomitante con lacosamida en la epilepsia pediátrica. Lacosamida está aprobada en la Unión Europea como terapia concomitante en el tratamiento de las crisis de inicio parcial con o sin generalización secundaria en pacientes con epilepsia a partir de los 16 años. 29 EFICACIA Y SEGURIDAD DEL TRATAMIENTO ADYUVANTE CON LACOSAMIDA INTRAVENOSA EN NIÑOS CON EPILEPSIA INTRATABLE NOTAS G. Yadava, G. Phillipps and Abdul M. Hussein (University of Chicago, Chicago, IL) Justificación: El objetivo del estudio fue evaluar la seguridad y eficacia de lacosamida intravenosa (LCM IV) en niños con epilepsia intratable. Este medicamento ofrece un novedoso mecanismo de acción y un nuevo potencial en el uso pediátrico. No se han presentado anteriormente series de casos que describan el uso de LCM IV intravenosa en la población pediátrica. Métodos: Tras la aprobación de la Junta de Revisión Institucional de la Universidad de Chicago, se revisaron los registros de los pacientes con epilepsia tratados con lacosamida entre enero de 2009 y octubre de 2009. Se incluyeron los pacientes <16 años de edad con epilepsia parcial compleja intratable. Se registraron la edad, sexo, tipo de ataques, medicación, cirugía previa, duración de la eficacia del tratamiento y los efectos secundarios. No se solicitaron fondos institucionales, públicos o de la industria para elaborar este estudio. Resultados: Los criterios de inclusión los cumplieron 9 pacientes (5 varones y 4 mujeres). Todos los pacientes toleraron bien el tratamiento con LCM IV. El efecto secundario más frecuente fue la somnolencia durante la fase de ajuste inicial. En un paciente, los niveles séricos de valproato fluctuaron durante los primeros 3 días de tratamiento antes de estabilizarse. Otra paciente reportó una exacerbación del insomnio (que ya había sido un problema antes del tratamiento con LCM IV). Seis pacientes tuvieron una reducción en la frecuencia de las crisis en más de 4 semanas durante la terapia de mantenimiento. Tres pacientes no mostraron reducción en la frecuencia de las crisis, sin embargo, en uno de ellos se consiguió reducir su dosis concomitante de fenitoína sin ningún tipo de aumento de la frecuencia de las crisis. Este paciente tenía historial de requerir altos niveles de fenitoína para mantener un grado leve de control de sus crisis. Curiosamente, de los tres pacientes que no mostraron respuesta a LCM, dos de ellos tenían tanto epilepsia parcial compleja como generalizada. Conclusiones: • Para nuestro conocimiento, este es el primer trabajo en la literatura que describe el uso de lacosamida por vía intravenosa en los niños. Nuestros hallazgos sugieren que lacosamida puede ser un medicamento antiepiléptico eficaz y altamente tolerable, incluso con una rápida escalada de dosis, cuando se administra parenteralmente en pacientes pediátricos con epilepsia refractaria. Lacosamida está aprobada en la Unión Europea como terapia concomitante en el tratamiento de las crisis de inicio parcial con o sin generalización secundaria en pacientes con epilepsia a partir de los 16 años. 30 31 NOTAS 32 VIM2300311