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PROPUESTA MODELO DE GESTIÓN SAMU
DOCUMENTO DE TRABAJO INICIAL
LOS PRINCIPIOS
La asistencia sanitaria pre-hospitalaria (APH) es una actividad del Sector Salud, que
se desarrolla y ejerce fundamentalmente fuera de los establecimientos hospitalarios, y
debe regirse por los principios técnicos y éticos que aseguren los derechos de los
pacientes; su acceso debe ser universal a través de un número único a nivel nacional:
el 131.
El sistema debe asegurar equidad en la oportunidad y calidad del servicio, entregando
el mismo nivel de atención en las situaciones que se requiera, sin importar el lugar del
evento o la red asistencial de la que se trate.
El sistema debe estar siempre bajo supervisión médica y en pacientes críticos la
intervención médica debe estar asegurada, ya sea en forma directa o indirecta, es
decir, a través de la regulación, que es un acto médico por definición.
Las medidas de prevención deben complementar las acciones de emergencia.
Debe ser capaz integrar todos los niveles de atención de urgencia en un concepto de
redes, por lo que debe estar perfectamente integrada a un sistema de atención de
urgencias de nivel regional y nacional, que involucre el nivel primario, secundario y
terciario de atención.
OBJETIVOS
Otorgar a la población una Atención Pre-hospitalaria de calidad integrada al Sistema
de Urgencia Regional y Nacional.
Integrar los niveles de atención de urgencias: primaria, pre-hospitalaria, secundaria y
terciaria.
Contribuir al uso más eficiente de los recursos, a través del concepto de Red Prehospitalaria nacional.
Contribuir al desarrollo del concepto de Red Asistencial.
Superar el concepto de territorialidad, a través de un Servicio de alcance nacional.
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DEFINICIÓN
Se define el SAMU como un nivel de asistencia médica pre-hospitalaria en el área de
Urgencia. Es en esencia, un sistema de escucha medica permanente, que facilita el
acceso a la población, a través de un numero único nacional, a la red de urgencia y
procura que la atención de los pacientes sea oportuna y eficiente, siendo necesario
por lo tanto, prestar la atención desde el lugar de ocurrencia del evento hasta el
transporte al Centro asistencial más cercano, disponible y apropiado al tipo de
patología que motiva la atención.
El sistema además coordina, regula y ejecuta el traslado de pacientes críticos, ya sea
primarios o secundarios (inter-hospitalarios).
En esencia el SAMU con su componente de Regulación Medica opera como un
articulador de la red de urgencia en todos sus niveles, y los Centros Reguladores se
constituyen como Centros Operativos con visión de conjunto, interconectados con
todas las instituciones afines, y capaces de coordinar a todo el sector en caso de
emergencia, desastre o catástrofe.
Este sistema deberá actuar no solo en el área de la reparación, sino que también debe
desarrollar programas que intervengan en la prevención y promoción de la salud, para
lo cual debe desarrollar programas de vigilancia epidemiológica y actividades de
extensión en la comunidad, tales como la capacitación en soporte vital básico, única
estrategia probada para modificar la curva de sobrevida en el evento crítico
domiciliario.
Es importante fijar y definir que el sistema de atención pre-hospitalario SAMU es un
servicio médico, es así que su coordinación, regulación e intervención debe ser
efectuada y supervisada por un nivel médico las 24 horas del día.
En este ámbito de las emergencias pre-hospitalarias, deberá existir una acción
integrada con otros profesionales y técnicos, los cuales se integran a este tipo de
atención, al igual que en los demás tipos de asistencia sanitaria, como parte de un
equipo de salud liderado siempre por el médico y que debe dar cuenta de diversos
servicios de atención pre-hospitalaria para nuestro país.
Los requisitos profesionales y técnicos del personal, resumidos en un perfil del cargo,
deben estar claramente definidos para todo el país, y por ende, la capacitación y
entrenamiento del personal encargado de la atención pre-hospitalaria, debe ser
efectuado en cursos o formaciones continuas formales impartidos por instituciones
acreditadas, por los Servicios de Salud o las Escuelas de Medicina y/o de Carreras de
la Salud afines a las labores pre-hospitalarias que estén reconocidas por el SAMU.
Debe existir un programa mínimo que contemple los conocimientos teóricos y
prácticos según el estado del arte de la medicina, que sea capaz de lograr las
competencias básicas que se hayan definido para cada uno de los perfiles de cargo,
las que en general aseguran que el funcionario demuestre en la práctica del hacer,
basado en un marco teórico pertinente, su plena capacidad para realizar acciones que
lo conduzcan a la resolución de problemas.
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El SAMU esta constituido por los siguientes componentes:
A.- Área de regulación que implica recepción, y regulación de llamadas de alertas; y
despacho de móviles.
B.- Área de intervención: Bases de ambulancias con móviles de APH de diferente
complejidad.
C.- Centro de formación, capacitación y extensión
D.- Área de gestión, que incluye gestión del recurso humano, manejo de recursos
financieros, evaluación de proyectos, apoyo logístico, acreditación y calidad; y todas
aquellas labores propias de un Servicio de Salud PH de nivel nacional.
A.- AREA DE RECEPCION REGULACION Y DESPACHO
Una llamada al Centro Regulador que requiera asistencia sanitaria, despliega los
siguientes procesos:
1.- Recepción de la llamada.
2.- Regulación de la misma.
3.- Despacho.
4.- Seguimiento.
1.- RECEPCION DE LA LLAMADA
Toda persona que se encuentre en el territorio nacional, tendrá acceso al nivel 131
que puede ser discado desde cualquier teléfono público en forma gratuita.
Los niveles 131 comunales serán enrrutados a nivel de una Central de Regulación con
carácter Regional o Supra-regional según se defina a nivel central por parte del
referente ministerial en APH y el Servicio de Salud PH nacional.
Estas centrales deberán contar con los medios tecnológicos y recurso humano
necesario para asegurar el ingreso, localización, grabación y registro de la llamada.
El nivel de recepción de la llamada será efectuada por personal técnico, capacitado
para ello y bajo supervisión médica permanente.
2.- REGULACIÓN MÉDICA
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La denominada “Regulación Médica” de las Emergencias, es el elemento central,
ordenador, orientador y de supervisión de la APH; cuya misión es la recepción
permanente de llamadas de urgencia y entrega de la ayuda más pertinente disponible,
ya sea con recursos del ámbito público o privado. Es la encargada de realizar el
enlace con el nivel hospitalario y articular la red de urgencia de los servicios de salud,
para responder a la situación que es notificada al sector salud, a través de una
llamada.
La Regulación debe responsabilizarse de:
a.- La decisión técnica de la complejidad del tipo de ayuda y oportunidad de la misma.
Esta respuesta puede ir desde el simple consejo médico hasta la activación de toda la
red de urgencia; o la activación
del plan de desastres del sector salud
correspondiente, y la coordinación intersectorial.
La Regulación deberá discriminar en base a criterios médicos de gravedad, factores
sociales asociados a la emergencia y según la disponibilidad de los recursos, respecto
de la prioridad del envió de recursos para el manejo de dicha emergencia.
Este procedimiento supone una responsabilidad tanto ética como legal dado que
deberá postergar ciertas intervenciones favoreciendo otras, en relación a la máxima
que rige el sector salud, sobre que la demanda siempre supera a la oferta.
Dada estas implicancias toda comunicación radial, telefónica o de otro tipo, que
involucre a la regulación debe ser registrada en un sistema de grabación, que opere
como respaldo frente a situaciones en que dichas decisiones pudieran ser
cuestionadas por entidades externas al SAMU, es decir dicha grabación opera como
un registro clínico digital.
b.- La Regulación debe además efectuar el monitoreo, seguimiento y supervisión de la
intervención por lo que validará las intervenciones sanitarias efectuadas por personal
no medico los que actuarán basados en protocolos o guías clínicas validadas para
todo Chile, por el Centro de Capacitación.
c.- Deberá también alertar a los centros asistenciales del arribo del paciente y
cooperar en la gestión de los cupos de camas críticas para pacientes que lo requieran,
por lo que deberá tener acceso a la información de la disponibilidad de dichos
recursos, en línea con la Unidad de Gestión Centralizada de Camas de Salud
Responde, en su calidad de eslabón de la cadena de supervivencia y por tanto, de la
Red de Emergencia.
Al médico regulador se le deben poner a su disposición todos los medios necesarios,
tanto de recursos humanos como de equipos, para el buen ejercicio de sus funciones.
Las otras obligaciones del Médico Regulador se refieren a la toma de decisiones sobre
la administración de los recursos disponibles a su cargo, y debe poseer una
autorización formal en los reglamentos de los gestores del Sistema de los Servicios de
Salud y las corporaciones Municipales para el uso de los recursos de los Servicios de
Atención Primaria de Urgencia SAPU, las cuales en el modelo propuesto son un
eslabón más de la APH.
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Dentro de esta dimensión de la decisión del medico regulador, cabe el de indicar que
recurso debe ser movilizado frente a cada caso, intentando dentro de sus
posibilidades, la respuesta mas adecuada a cada situación. Sus prioridades deben a
su vez, extenderse a la decisión sobre el destino hospitalario o ambulatorio de los
pacientes atendidos en el pre-hospitalario, considerando el concepto de que en las
emergencias, no existe un número cerrado de hechos o capacidad limite a priori.
También en situaciones especialmente definidas podrá solicitar recursos privados, con
pago a posteriori, conforme a lo pactado por las autoridades competentes. El regulador
deberá contar también con acceso al sistema de gestión de camas, de forma que
pueda tener la información correspondiente y pueda dirigir los pacientes al servicio y
hospital mas adecuado en relación a las necesidades derivadas de la emergencia prehospitalaria.
Es deseable que a través de protocolos establecidos con todos los sectores sociales
pertinentes, el medico regulador sea reconocido formalmente con autoridad pública en
el área de la salud con sus prioridades y obligaciones debidamente establecidos y
documentados, como parte a su vez de los sistemas de protección civil desde el sector
salud, a cargo de coordinar y ejecutar la primera respuesta sanitaria en caso de
emergencia y/o desastres.
El sector privado que actúa en el área Pre-hospitalaria debe contar obligatoriamente
con médicos reguladores y de intervención.
En casos de necesidad de actuar como portavoz en situaciones de interés público, el
médico regulador debe mantener los límites de privacidad y de ética médica,
inherentes a la profesión médica
3.- DESPACHO
Es la instancia, dotada de recursos humanos y tecnológicos, que ejecuta la indicación
de despacho ordenada por la regulación.
El despacho debe estar dotado de los recursos tecnológicos apropiados para poder
efectuar una gestión de flota en forma eficiente y mantener además asegurada la
conectividad con la regulación.
Este nivel puede estar o no en la misma planta física de la regulación, según lo definan
los referentes en APH del Minsal y/o como parte de la Gestión de Red PH definida por
un Servicio de Salud PH país.
Un centro regulador puede coordinar y supervisar a más de un centro despachador
dependiendo del cumplimiento de los estándares nacionales de unidad funcional
definidos en forma centralizada.
Bajo ciertas circunstancias y de acuerdo a protocolos previamente establecidos un
centro despachador puede efectuar un despacho sin pasar por la regulación, la que
posteriormente puede continuar con el seguimiento y supervisión de la emergencia.
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Todo el tráfico de comunicaciones entre la regulación y el nivel de despacho debe ser
registrado y grabado como respaldo médico – legal, y para efectos de gestión de la
calidad de las prestaciones en PH, toda vez que permite supervisión de cumplimiento
de protocolos, auditoría y gestión de incidentes, y eventos adversos.
4.- SEGUIMIENTO
El seguimiento de la llamada es un proceso obligado de la regulación en su rol de
supervisor de la intervención.
Las decisiones médicas correspondientes a intervenciones en domicilio para pacientes
que no son trasladados a un centro asistencial deben ser seguidas y verificadas en el
tiempo para constatar si han sido correctas o no.
Las intervenciones que se hacen durante el traslado de un paciente crítico deben ser
igualmente objeto de un seguimiento por parte de la regulación.
Se desprende de lo anterior que el tiempo de permanencia del regulador en líneas de
comunicación puede ser prolongado, de modo que este factor se debe tener en cuenta
cuando se definan los criterios del número de horas de regulación en relación al
número de llamadas o población del sistema, es decir cuando a nivel centralizado se
definan los estándares de recurso humano por población.
B.- AREA DE INTERVENCIÓN
El área de intervención está conformado por el personal que participa en la
intervención, los móviles de emergencia y su equipamiento.
1.- BASES DE AMBULANCIAS Y TIPOS DE MOVILES
El SAMU en su componente de intervención esta conformado por un conjunto de
bases de móviles de emergencia, que pueden o no estar ubicadas en centros
asistenciales, dependiendo de los requerimientos de la población y distribución de las
emergencias. El diseño de la red PH debe a partir de un marco nacional adaptarse a
las necesidades particulares de la unidad funcional regional de la que se trate.
Un conjunto de bases de ambulancias pudiera constituir una entidad independiente,
siendo deseable que administre sus propios recursos y tenga independencia
administrativa, constituyéndose en una unidad operacional o funcional del SAMU
garantizando la disponibilidad de recursos móviles para la Regulación Médica, inserta
en la Red PH.
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Esta entidad operativa debe tener una jefatura médica y de enfermería; y un soporte
administrativo que le permita la adecuada gestión de los recursos, asimismo estas
entidades son las que interactúan con actores locales y logran los vínculos que dan
soporte al macro-sistema SAMU.
Las bases de móviles esta constituida por el personal sanitario y recursos tecnológicos
cuya complejidad y grado de resolución puede ser básica o avanzada.
Se define base Avanzada a aquella que cuenta con medico y profesional no médico,
en Móviles de Cuidados Intensivos o para soporte vital avanzado, y Básica, a aquella
que cuenta en su dotación con Técnicos en Enfermería de Nivel Superior, en Móviles
con implementación para soporte vital básico.
El número de bases, de vehículos de emergencia y su ubicación, deberá obedecer a
un criterio técnico que considere múltiples variables, que en última instancia cumpla
con los principios de equidad en oportunidad y calidad de la atención, y en su
definición deberán participar los referentes técnicos del SAMU además de otros
profesionales del área de la ingeniería, que permita fijar un criterio con carácter de
estándar nacional.
El despacho de los móviles y la supervisión de las intervenciones de su personal
corresponden como ya se mencionó, a la regulación médica.
2.- VEHÍCULOS DE EMERGENCIA
Móvil de Reanimación: Es un vehículo de emergencia con equipamiento para efectuar
reanimación cardiopulmonar avanzada y transporte de pacientes críticos adultos,
pediátricos y neonatales. Según la población a cargo, pudiera ser necesario contar con
móviles especializados en traslado pediátrico y/o neonatal, dada su complejidad
técnica y tecnológica.
Ambulancia Básica: Es un vehículo de emergencia con equipamiento para manejo
básico de vía aérea, apoyo circulatorio, inmovilización y protección de columna.
Móvil de Avance Rápido: Es un vehículo de emergencia con equipamiento para
reanimación cardiopulmonar avanzada sin posibilidad de transporte de pacientes.
Apoyo logístico: Móvil de apoyo logístico de radiocomunicaciones y de transporte de
materiales de apoyo, así como para instalación de carpas de PMA, para enfrentar
accidentes complejos o situaciones de desastres.
Ambulancia de Transporte de Pacientes Electivos: Móvil con capacidad para
transportar pacientes electivos desde los servicios clínicos a su domicilio, o en
interconsultas entre hospitales, para pacientes estables que pueden caminar y/o que
deben ir en camilla pero sin ningún tipo de soporte de enfermería.
3.-MATERIAL Y EQUIPO DE LAS AMBULANCIAS
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Las ambulancias deben disponer del adecuado material según sean para manejo
básico o avanzado.
El sistema SAMU procurará lograr una estandarización en todos los aspectos técnicos
de la intervención, esto es móviles, equipamiento y fármacos según criterios de nivel
nacional, consensuados con el nivel ministerial referente en APH y el Servicio de
Salud PH país.
4.- TRIPULACIÓN
El personal a cargo de la intervención estará conformado por
Médicos.
Reanimadores (Profesionales no médicos).
Técnico de Enfermería de Nivel Superior.
Podrán efectuar reanimación avanzada los médicos y profesionales no médicos
debidamente acreditados y siempre bajo supervisión de la regulación.
Los traslados de pacientes críticos, tanto adultos como neonatológicos y pediátricos
complejos, deberán estar a cargo de médicos.
C.- CENTRO DE FORMACION
El SAMU deberá contar con un centro de formación continua de su personal.
Este centro deberá tener una jefatura médica, una enfermera y secretaria y debe ser
apoyado por profesional del área de la pedagogía y también del ámbito académico en
Medicina de Urgencias, Anestesiología e Intensivo adulto, pediátrico y neonatológico.
Será el responsable de diseñar y ejecutar los programas de capacitación de todo el
personal que labora en el ámbito pre-hospitalario, así como de elaborar anualmente el
Proyecto Anual de Capacitación (PAC) del Servicio de Salud PH país.
Será responsable además de definir las metodologías para la evaluación de las
competencias del personal, tanto de staff, reemplazantes y nuevos funcionarios del
sistema.
Deberá además formular los programas de capacitación y extensión a la comunidad,
en aquellos tópicos de educación cívica que involucran el soporte vital y la atención de
urgencia y/o emergencia.
Será quien defina en observancia al estado del arte en APH, guías clínicas y
protocolos tanto para la regulación como para la intervención. También velará por
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normalizar procesos operativos que requieran fundamento técnico en su elaboración
y/o evaluación. En este rol destaca la relación que esta unidad deberá mantener con la
Sociedad Chilena de Medicina Pre-hospitalaria y Desastres como referente científico
en esta área de la salud.
1.- FORMACION Y COMPETENCIAS
PREHOSPITLARIA
DEL RECURSO HUMANO EN MEDICINA
El recurso humano del equipo de salud SAMU está conformado por los siguientes
integrantes:
Médicos.
Reanimadores (Profesionales no médicos).
Técnicos de Enfermería de Nivel Superior.
Secretarias.
Conductores.
Radioperadoras(res).
En el ámbito de la APH se reconocen conocimientos y competencias comunes y
particulares a cada uno de estos integrantes.
El personal que trabaja en medicina pre-hospitalaria deberá demostrar conocimientos
y competencias, las que deberán ser evaluadas al seleccionar al personal que ingresa
al sistema, como también durante el desempeño de sus funciones, lo que deberá
quedar reflejado en el procedimiento de evaluación correspondiente.
Para efectos de este propósito se define competencia como el área de intersección de
tres subconjuntos que corresponden a: los aspectos cognitivos declarativos, las
habilidades y las actitudes, el conjunto de las cuales define una competencia.
Los profesionales deberán tener su formación Universitaria correspondiente y el resto
del personal debe haber sido formado en Instituciones acreditadas.
2.- EVALUACIÓN
La evaluación de los profesionales sometidos a los cursos de capacitación, debe ser
realizada de forma de permitir el uso de criterios objetivos. Debe priorizar el
desempeño práctico del alumno como criterio fundamental, sin desvalorar la
evaluación teórica. Los encargados de realizar esta evaluación deben tener la vivencia
práctica del sistema pre-hospitalario.
3.- CERTIFICACIÓN
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La certificación de los profesionales integrantes del sistema pre-hospitalario debe ser
obtenida a través de los Centros de formación y Capacitación acreditados.
D.- MODELO DE GESTIÓN
Los cambios epidemiológicos en relación a las causas que mas impactan en la
mortalidad en las diferentes edades, que repercuten a su vez, en los años de vida
potenciales perdidos, como así también los cambios explícitos e implícitos en la
reforma de salud, obligan a repensar todo el modelo de atención de urgencia y
conceptualizarlo como una estructura en red que debe gestionarse en forma sistémica.
En esta realidad compleja y altamente demandante se deben buscar los mecanismos
que logren hacer eficiente el sistema teniendo en mente el principio de equidad en
acceso, oportunidad y calidad.
La organización de salud que da respuesta a las exigencias pre-hospitalaria en el
territorio nacional, es el SAMU, como una forma de atención sanitaria cuya actividad
estará dividida en niveles de complejidad y distribuida territorialmente de acuerdo a
estudios técnicos que aseguren la equidad en la asignación de recursos. Su carácter
es nacional y como tal, es una organización transversal al sistema, respecto de la
territorialidad y la asignación de recursos.
El sistema SAMU, debe ser esencialmente un sistema de respuesta a situaciones de
emergencia, por lo que se ubica entre los dispositivos de emergencia existentes y se
coordina estrechamente con ellos. El SAMU con carácter regional, en situaciones de
emergencia, coordina centralizadamente los recursos sanitarios de un área geográfica
o región, pero siempre teniendo en cuenta los recursos de áreas contiguas y/o de todo
el país, dependiendo de la magnitud del evento, como parte de una Red PH de
alcance nacional.
La Unidad Central de Negocio del SAMU, estará constituida por el acto de atención de
salud de urgencia extra-hospitalaria, la que puede derivar en una asistencia en
domicilio o lugar de ocurrencia sin requerimiento de traslado, o generar un traslado
primario o un traslado secundario ya sea para casos individuales o casos simultáneos
o múltiples.
En ambos casos, se trata de traslados sanitarios asistidos por personal del área de la
salud con requisitos de competencias específicas.
La actividad del SAMU, esencialmente, esta focalizada en la respuesta ante
emergencias medicas o de otra naturaleza, catástrofes y accidentes, traslado de
pacientes entre establecimientos hospitalarios, dispositivos sanitarios en eventos
masivos y cualquier otro evento que las autoridades sectoriales y/o gubernamentales
le soliciten en el ámbito de sus funciones. El servicio que el SAMU entregue se
encontrará diferenciado del transporte sanitario simple en su especificidad, por su alto
grado de especialización, su soporte y respaldo medico, por sus colores distintivos,
símbolos y uniformes característicos que le otorgan una unidad claramente
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reconocible. La resolución de la demanda se realiza mediante la articulación de
recursos móviles diferenciados de acuerdo a los niveles de complejidad.
La capacidad de respuesta del sistema, esta determinada por tres factores principales:
a.- La disponibilidad de recursos necesarios en la red asistencial, incluyendo las
capacidades de los distintos centros de atención de urgencia, así como los móviles
adecuados a los niveles de complejidad.
b.- La disponibilidad de un sistema de Telecomunicaciones y una plataforma
tecnológica que permita la comunicación expedita entre el sistema y las personas que
demandan sus servicios (número único 131) y por otro lado, la comunicación efectiva
intra-sistema entre los centros de control, niveles de despachos, las unidades móviles
y los equipos de salud en terreno (red de telecomunicaciones).
Todo este trafico debe estar debidamente respaldado dada las exigencias legales
respecto de las decisiones y acciones.
c.- La capacidad de gestión que los procedimientos legales y administrativos le
otorguen al regulador para administrar los recursos de la Red de Emergencias en sus
distintos niveles.
La organización del SAMU a nivel regional, para dar respuesta efectiva a la demanda
de atención pre-hospitalaria, debería estar estructurada en tres componentes
operativos:
i) Los centros de control o Centro Regulador
ii) Centros de despacho
iii) Bases de ambulancias territorialmente distribuidas con sus unidades móviles y sus
tripulaciones.
Dependencia administrativa del centro regulador.
a.- El Centro Regulador puede tener un campo de acción con carácter regional en que
las atribuciones y restricciones del regulador deben quedar explicitadas y que por lo
tanto puede administrar todos los recursos regionales. Esta propuesta sería valida
para regiones en que existe un solo servicio de salud.
b.- El Centro Regulador puede tener un campo de acción en un servicio de salud de la
región, y los otros servicios convienen en que la regulación les administre los recursos
prehospitalario (modelo V Región).
En este caso, los otros servicios operan como centros despachadores quedando la
regulación centralizada en uno de ellos.
Esta propuesta sería aplicable para regiones con varios servicios de salud.
Ahora bien, cada centro despachador de su respectivo servicio de salud, debería
operar independiente de los hospitales, constituyéndose en un centro de costo con su
propio presupuesto y nivel de gestión de recursos humanos y móviles, esto entonces
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en el entendido de un SAMU país con expresiones regionales que se insertan a su vez
en las redes de los servicios de salud.
En todo caso, de lo que se trata es que los componentes operacionales de apoyo, que
dan soporte a los componentes operativos, se deberán organizar de manera tal que
las actividades: logísticas, administrativas, tecnológicas, financieras, recursos
humanos y de infraestructura de gestión corporativa, no sean un obstáculo a su
actividad, fundamentalmente, no degraden la capacidad del sistema para dar
respuesta a la demanda que se genere, a propósito de la unificación.
El soporte tecnológico que debe tener la Regulación en este modelo de gestión debe
contemplar los siguientes componentes:
1.- Contact Center con capacidad para responder la demanda de llamadas telefónicas
previamente establecida, con un rechazo de llamadas no contestadas inferior al 1% y
capacidad para el registro y grabación de todo el tráfico telefónico.
2.- Un sistema informático que permita administrar los siguientes componentes de la
regulación e intervención.
Localización de la llamada y de los recursos.
Recepción e ingreso de la llamada.
Regulación.
Despacho.
Aplicación de protocolos de regulación y de intervención.
Seguimiento (Geo-referenciamiento satelital).
Registro de la intervención.
Administrar bases de datos en tiempo real.
3.- Un sistema de telecomunicaciones radiales que permita conectividad con todos los
componentes del sistema y del extrasistema público.
4.- Un nivel de integración de todos los componentes descritos previamente.
Acerca del modelo de procesos:
El modelo de procesos de negocio del sistema, debe corresponder al modelo
optimizado y consensuado por los referentes técnicos que el Ministerio convoque para
esta tarea, debiendo estar representado en este nivel los diferentes SAMU del país,
los cuales en reuniones de revisión y evaluación, deben identificar los procesos
involucrados, desplegarlos y mapearlos e identificar los elementos que se unifican y
aquellos que se conservan en los espacios locales.
El despliegue de este modelaje de proceso debe traducirse en el diseño de un
Software que le dará el soporte al sistema en todo el país.
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Cartera de prestaciones:
1.- Consejo médico.
2.- Asistencia prehospitalaria básica.
3.- Asistencia prehospitalaria avanzada.
4.- Traslado de paciente crítico.
5.- Gestión camas críticas.
6.- Gestión ley de urgencia.
Listado de procesos a modelar
a).- Recepción de la llamada
Localización
Aplicación de protocolos
Priorización
Gestión de llamadas en espera
Gestión de llamadas de rebalse
Interacción con la regulación
b).- Regulación médica
Interrogatorio medico
Aplicación de protocolos
Diagnósticos sindromáticos
Priorización
Búsqueda y asignación de recursos
Seguimiento de la llamada
Seguimiento de la intervención
Decisión que se hace con el caso
Criterios de calidad del sistema
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1.- Llamadas abandonadas:
Porcentaje de llamadas que no logran ingresar al sistema
< 1%
2.- Respuesta a emergencias criticas:
Tiempo transcurrido entre el ingreso de la llamada y el despacho de un móvil al lugar
< 3 minutos
3.- Consejo medico:
Porcentaje de solicitud de ambulancia que se resuelven con consejo medico
25 %
4.- Tiempo ambulancias en hospitales:
Tiempo transcurrido entre la llegada de un móvil a un centro asistencial y el momento
en que queda disponible para una próxima salida
< 30 minutos
5.- Resolución domiciliaria:
Porcentaje de pacientes atendidos en domicilio que se resuelve en domicilio
> 30 %
6.-Traslados hospitalizados:
Porcentaje de pacientes que habiendo sido trasladado para hospitalización quedan
efectivamente hospitalizado
> 60 %
7.- Supervisón pacientes críticos:
Traslados críticos supervisados por la regulación
100 %
8.- Grado de satisfacción del usuario
> 80 %
Sistema de control
Dado que el SAMU tendría un carácter nacional, y tendría el mandato de administrar
recursos de diferentes servicios, la Jefatura del SAMU debería corresponder a una de
Servicio de Salud y por ende, suscribir convenios de desempeño con el Subsecretario
de Redes Asistenciales, interactuando con las Jefaturas Nacionales involucradas en
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todas las tareas de protección civil y afines, que involucran la respuesta del sector
salud en Emergencias y Desastres, en íntima relación con el Dpto. de E y D del Minsal
y con los correlatos regionales de cada uno de dichos Servicios en las regiones, a
través de las Unidades Regionales SAMU, que deberán coordinar entonces las
respuestas y planes de contingencia regionales.
Las funciones entonces del Director de Servicio PH país, serían las siguientes:
1.- Definir las políticas PH para el país en conjunto con el referente técnico del Minsal.
2.- Evaluar la gestión a través de compromisos suscritos con la Subsecretaria de
Redes.
3.- Definir y validar indicadores de gestión, así como generar la estadística ad-hoc a
las prestaciones en el PH.
4.- Definir proyectos de inversión y expansiones de recurso humano necesarias para
su correcto desempeño.
5.- Hacer recomendaciones a nivel ministerial para el correcto desarrollo del PH.
6.- Arbitrar en caso de conflictos a nivel regional entre unidades del SAMU, y/o
derivadas de su interacción con los Gestores de Redes regionales.
7.- Efectuar auditorias y llevar adelante iniciativas de mejoramiento de la calidad
asistencial en las prestaciones del PH.
DIRECTIVA MEDSAMUCH A.G.
DIRECTORIO SOCHIPRED
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