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ARQUITECTURA Y ORNAMENTACIÓN DEL MUNDO ISLÁMICO
Resumen realizado por Ma. Fernanda González y Mercedes Zubiaurre como material de circulación interna de la
cátedra Historia de las Artes Visuales I. Facultad de Bellas Artes. Septiembre de 2004.
INTRODUCCIÓN
El término árabe “Islam” significa “sumisión”, rendición absoluta ante Allâh, se deriva de una palabra árabe cuyo
significado es “paz”. El Islam es, más que una religión, una forma de vivir.
Entre las razones para la rápida y pacífica expansión del Islam hay que destacar la sencillez de su doctrina: el Islam
proclama la fe en un solo Dios digno de adoración. La cosmogonía del Islam preconiza un universo teocéntrico, en el que sólo la
fuente, Dios mismo, puede decirse que es real; todo lo demás es contingente. También insta repetidamente al hombre para que
utilice sus dones de inteligencia y observación.
Para el musulmán el concepto de religión incluye tres elementos: fe, obligaciones religiosas y conducta recta, que equivalen
a dogma, ritual y ética. Y tiene tres fuentes de la verdad religiosa infalible: el Corán1; la tradición profética y el principio del
consenso de la comunidad.
En el centro de la ley islámica se encuentran los cinco pilares en forma de dado: el primero, en el centro, la palabra
(Kalima), y en los vértices los restantes: oración (Salat), ayuno (Siyam), pago de impuestos para los pobres (Zakat) y peregrinación
(Havy).Los pilares que interesan e influyen en la arquitectura son la oración y la peregrinación.
Los artistas islámicos combinaron su inclinación por la geometría con tradiciones preexistentes, creando un nuevo y diferente arte
islámico. Este arte expresa la lógica y el orden inherente a la visión islámica del mundo.
La decoración desempeña un papel central en el arte islámico, es uno de los factores unificadores que, durante catorce siglos han
vinculado edificios y objetos de todo el mundo islámico a través de una enorme extensión geográfica, desde España hasta la India.
Las matemáticas fueron las ciencias más importantes desde un primer momento. Los musulmanes las estudiaron y
dominaron como pocos pueblos, llegando a convertir a la geometría en el lenguaje gráfico para representar a Dios y su Reino (el
Reino de los Cielos) de una forma abstracta, mediante el uso de formas geométricas. Conducidos por la pasión religiosa, por la
abstracción y la doctrina relativa de la unidad, los intelectuales musulmanes, reconocieron en la geometría el intercambio unificador
entre el mundo material y el espiritual.
Una característica fundamental de la decoración geométrica es la utilización de un solo diseño -que será la unidad de
cualquier composición decorativa- que, por multiplicación de sí mismo, cubre una superficie. Esta forma de proceder permite
decorar sobre una superficie indefinidamente sin más que seguir unas reglas fijas. De este modo se consigue presentar la unidad Dios es uno- entre la multiplicidad -y está en todas partes-. Alternativamente, el desarrollo de patrones repetitivos infinitos puede
representar las inmodificables leyes de Dios. De esta manera las reglas de construcción de patrones geométricos proveen una
analogía visual de las reglas de comportamiento religioso.
El desarrollo de este nuevo arte distintivo, en parte, se debió a la desaprobación de las imágenes en el Islam, sobre la base
de que podían conducir a la idolatría. Los artistas islámicos no trataron de expresarse ellos mismos como tales, sino que más bien,
desearon ennoblecer la materia. En lugar de cubrir los edificios y otras superficies con figuras humanas, ellos desarrollaron
complejos diseños decorativos geométricos, así como intrincados patrones de ornamentos vegetales (como el arabesco), con los
cuales adornan palacios, mezquitas, y otros espacios públicos.
CARACTERÍSTICAS DE LA ARQUITECTURA ISLÁMICA
-La concentración en el interior
Uno de los rasgos mas llamativos de la arquitectura islámica es el interés en el espacio cerrado en el interior, contrapuesto
al exterior. Una fachada rara vez proporciona información acerca de la finalidad del edificio, puede ser que una mezquita esté
completamente ocultada por los edificios adyacentes de menor importancia. En todas las regiones del mundo musulmán podemos
encontrar “arquitectura oculta”, que es la que se convierte en un símbolo visible sólo cuando se accede al interior de ella. Lo que lo
convierte en un edificio islámico no es su forma sino su intención, que se expresa mediante inscripciones árabes.
La cúpula es un símbolo general que indica el poder y puede servir tanto a fines religiosos como seculares, así, puede
indicar la existencia de una mezquita, un palacio, o una tumba.
Se pueden sacar dos conclusiones: primero, que hay muy pocos tipos arquitectónicos islámicos que articulan espacio
interior y exterior; segunda, que estos edificios o bien, son totalmente funcionales, o son auténticas excepciones a la regla.
-La forma y la función
Estrechamente ligada al concepto de arquitectura oculta está la casi total ausencia de una forma arquitectónica específica
para una función específica: un edificio musulmán que sirve para una función determinada puede asumir diversas formas.
Corán (en árabe, al-Qur'an), texto sagrado del islam. El nombre en árabe indica algo 'leído' o 'recitado'. Esta palabra puede ser una
forma arabizada de origen sirio. Se aplica al libro que contiene lo que para los musulmanes fueron una serie de revelaciones de Alá
(Dios) a Mahoma durante su estancia en La Meca (Makka) y Medina (al-Madinah) durante las primeras décadas del siglo VII.
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En general, la arquitectura islámica, tiende a ocultar sus rasgos principales detrás de un exterior inexpresivo; es una
arquitectura que no cambia fácilmente sus formas y que se inclina más bien a adaptar funciones a formas preconcebidas que,
básicamente, son los espacios contenidos dentro de ellas.
Con excepción de la tumba, el mausoleo y otras estructuras cupuladas similares, los edificios islámicos rara vez exhiben
alguna cualidad inherente de dirección o eje. Esa falta de indicación de dirección en el diseño arquitectónico aparece en todas las
épocas y en todas las partes del mundo musulmán.
-El espacio interior
El espacio cerrado limitado por muros, arquerías y bóvedas, es el elemento más importante de la arquitectura islámica. Casi
toda la decoración (con la excepción de la cúpula y la portada) se reserva para la articulación y embellecimiento del interior.
En la arquitectura islámica la decoración tiene diversas funciones pero su efecto principal parece ser la creación de valores
no tectónicos: aspira a la negación óptica de la realidad de la carga y de la necesidad del soporte, así crea la ilusión de la inexistencia
de la carga, la ilusión del espacio ilimitado y la inmaterialidad de muros, pilares y bóvedas. Para esto incluyen el uso del mosaico, la
decoración pintada, el azulejo, la piedra y el yeso moldeados o tallados, y hasta bóvedas e incluso pilares de soporte calados.
El rico repertorio decorativo es constituido por dibujos que van desde abstractas formas geométricas hasta motivos
florales de tamaño natural, desde inscripciones realizadas en una gran variedad de estilos caligráficos hasta palabras sueltas que
servían tanto de imagen religiosa como de decoración.
-La orientación litúrgica y la mezquita
La Meca (Makka), Arabia Saudí
La mezquita de al-Haram en La Meca, Arabia Saudí, tiene el santuario más
venerado del Islam, la Kaaba. La Meca es considerada lugar santo por ser la
cuna del profeta Mahoma. Es lugar de peregrinaje obligado para los
musulmanes, al menos una vez en la vida.
La mezquita es un edificio construido sobre un eje invisible, eje que además es el determinante principal de su trazado. El
mundo musulmán se extiende como una rueda gigante con la Meca como cubo en la que convergen las líneas provenientes de todas
las mezquitas del mundo, formando los radios. El mihrab de toda mezquita está orientado hacia ella y a ella se dirige todo
musulmán para rezar; de modo que la Ka´ba constituye el único edificio religioso no orientado del mundo musulmán. La Meca es la
ciudad sagrada del Islam y meta de peregrinación. La Ka’ba es un cubo hueco de piedra que se constituye en axis mundi de la
cosmología del mundo islámico. Es el centro del mundo, ya que constituye el símbolo primordial de la intersección entre el eje
vertical del espíritu y el plano horizontal de la existencia fenomenológica. La
ciudad es la Meca y el punto es la Ka’ba, en su centro.
Peregrinación a la Kaaba
Los musulmanes consideran la Kaaba -pequeño santuario cerca del centro de
la gran mezquita de La Mecca- el único lugar sagrado de la Tierra. La
tradición musulmana dice que los patriarcas Abraham e Ismael construyeron
el santuario sobre los primeros cimientos puestos por Adán. Todos los
musulmanes del mundo rezan en esta dirección y todo el que no tenga un
gran impedimento deberá peregrinar allí, cuando menos una vez en su vida.
Esta imagen muestra la ceremonia en torno a la Kaaba, en la cual hay que
besar con unción la Piedra Negra que se encuentra en una esquina. Los
peregrinos permancen en este lugar varios días celebrando rituales durante el
mes de peregrinación o Dhu al-Hijja.
La oración, segundo pilar de la fe islámica, puede interpretarse como la utilización del eje horizontal mediante el cual uno
se relaciona con el eje vertical representado por la Ka´ba.
En sus términos más simples una mezquita es un edificio construido alrededor de un eje horizontal único, la qibla, que, invisible,
pasa por en medio del suelo y, saliendo por el muro opuesto, termina finalmente en la Meca. En el punto en el cual el eje de la
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qibla se encuentra con el muro opuesto de la mezquita se produce una hendidura, un nicho direccional llamado el mihrab, que no
es más que el eje litúrgico hecho visible. El mihrab pronto se convirtió en el principal rasgo distintivo de cualquier mezquita y, de
hecho, de toda la arquitectura y el arte sagrados del Islam.
-Acceso, patio y fuente
Dos estructuras auxiliares requiere el culto islámico: el minarete, desde donde el muecín llama a la oración, y una fuente
para las abluciones. Pues el devoto debe hallarse en un estado de pureza ritual.
-El eje de la oración
Dentro de la mezquita lo más importante es el mihrab, un nicho que señala la dirección de la Meca, en el centro del muro
llamado qibla.
La dikka o tarima de los que responden es un estrato, generalmente situado en línea con el mihrab, sobre el cual los
muecines entonan al unísono las respuestas a las plegarias, transmitiendo así el desarrollo de la liturgia a los fieles más alejados.
Junto a la dikka hay un atril (kursi) para uso del cantor.
Entre los ritualmente puros y los ritualmente impuros se alza una barrera baja.
-Características externas de la mezquita
Las características externas de la mezquita comprenden el alminar, la cúpula y la fuente para las abluciones, ocupando ésta
última un lugar intermedio entre elementos externos e internos.
El alminar es una torre esbelta y elegante desde la cual se difunde la llamada o invitación a la plegaria.
Aunque se ha dicho que la columna, el arco y la cúpula son la trinidad de la arquitectura islámica, la gloria suprema es sin
duda la cúpula, si bien litúrgicamente su importancia es pequeña. En el Islam la cúpula representa simbólicamente la bóveda
celeste, del mismo modo que el jardín prefigura al Paraíso.
Una posición intermedia entre los rasgos internos y externos es la que ocupa la fuente para las abluciones, situada
generalmente en el centro del patio con el fin de subrayar el carácter de purificación que en el Islam tiene el agua.
-La oración y la base litúrgica del trazado de la mezquita
La oración está establecida en cuatro niveles. Primero, las oraciones diarias, que se realizan individualmente. Segundo, la
oración de los fieles congregados el viernes al mediodía. Tercero, la oración de la comunidad en las dos fiestas más importantes:
Fiesta de la ruptura del ayuno y Fiesta del sacrificio de Abraham. Y por último, el rito anual de la peregrinación, que es una
congregación de todos los musulmanes del mundo.
Como en la oración se distinguen cuatro niveles, para tres de ellos existen recintos específicos. El primero es la masyid,
mezquita destinada a la oración diaria de individuos o pequeños grupos, por lo cual posee mihrab pero no mimbar. El segundo es la
aljama, la mezquita del viernes para la congregación, que suele ser mucho mayor y tiene mimbar, que constituye un símbolo de
autoridad y al mismo tiempo sirve de amplificador acústico. El tercero es el idgah (lugar de oración), es una mezquita reducida a lo
esencial: un gran espacio abierto para los orantes sin más que la qibla y el mihrab.
La orientación de la oración es fundamental para los principios litúrgicos en torno a los cuales se construye una mezquita.
Para el arquitecto de la mezquita hay un problema esencial: el equilibrio entre el eje litúrgico primario de la qibla y el eje transversal.
-El mobiliario litúrgico de la mezquita
Los púlpitos son con frecuencia de madera tallada y brillante por las incrustaciones de nácar y marfil. El mármol también
es frecuente, y de vez en cuando se ha utilizado la caliza e incluso el hierro.
De importancia casi igual es la dikka que atraviesa normalmente el eje de la qibla en el centro de la mezquita. El kursi es
uno de los elementos transportables del mobiliario, hecho de madera, el modelo más común consta de una pequeña plataforma en
la que el cantor se arrodilla de cara a la qibla, además de tener una hendidura en
forma de v para sostener el ejemplar del Corán.
-La mezquita colegial o madrasa
Desde el principio, las mezquitas han servido para la oración y para la
instrucción. Pero con el tiempo se distanciaron esas dos funciones, resultando de
ello la mezquita académica o madrasa. Su trazado consiste en un planta cruciforme
con cuatro vanos con arcos alrededor de un patio central. El patio es rectangular
con un iwan o arco, en el centro de cada lado. La instrucción tiene lugar en los
iwans, y los estudiantes se alojan en celdas dispuestas a lo largo de los muros
intermedios.
Patio de la mezquita de Ispahán
La Masjid-i-Sha, de Ispahán, es una madrasa (escuela para estudiantes del Islam) que
incorpora también una mezquita. Fue construida entre 1612 y 1637. La impresionante
cúpula es uno de los ejemplos de azulejería más delicados del mundo.
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-La mezquita monástica o janaqah
El retiro del mundo ha existido en el islamismo desde sus comienzos. Y se construían mezquitas monásticas para servir a
sus necesidades, si bien éstas no se ajustan a un modelo determinado.
Existe una estrecha relación entre la mezquita monástica y la didáctica ya que ambas tienen en común los factores de
instrucción y disciplina así como el de alojamiento, con todas sus instalaciones concomitantes.
-La mezquita funeraria, la mezquita conmemorativa y la capilla mortuoria
La función funeraria es siempre secundaria. Lo que vulgarmente se conoce como mezquita funeraria es en rigor un edificio
congregacional, didáctico o monástico con una función funeraria auxiliar. Habitualmente las mezquitas conmemorativas son
pequeñas y pertenecen al tipo masyid, distinguiéndose de las mezquitas funerarias que pueden pertenecer a cualquier categoría. Otra
categoría más, la capilla mortuoria, que no es una mezquita, sino una estructura abierta con un suelo que carece de alfombras.
Taj Mahal, Agra
El Taj Mahal, el ejemplo más famoso de la arquitectura de los mogoles, se hizo
como mausoleo para la esposa del sha Jahan tras su muerte en 1631. Fue
construido en mármol blanco con piedras preciosas incrustadas. En cada uno de
sus ángulos destaca un minarete, y sus muros externos están adornados con
diferentes pasajes del Corán. El sha y su esposa están enterrados en un panteón
bajo el edificio.
-Cementerios del Islam
Las costumbres funerarias están condicionadas por las creencias acerca de la salvación y la resurrección. Los cuerpos se
depositan tumbados en ángulo recto con la qibla, de modo que vueltos sobre su costado derecho mirasen hacia la Meca. El uso del
ataúd es potestativo, pero la cámara abovedada es esencial, porque el cuerpo debe poder incorporarse para responder a los Angeles
de la Tumba. Y las tumbas presentan, también, la posición correcta perpendicular al eje de la qibla.
Los enterramientos tienden a apiñarse en la qibla, por ser el muro más próximo a la Meca, dejando vacío el centro.
El cielo abierto es bóveda adecuada para un sepulcro, que queda así expuesto a la lluvia y el rocío bienhechores.
El gato fue probablemente el animal predilecto del Profeta, y disfruta de especiales privilegios en el Islam. Todavía hoy es corriente
ver gatos representados en los cementerios.
El jardín funerario es uno de los símbolos más profundos y satisfactorios del Islam. En esencia es el Jardín Paradisíaco,
que a su vez no es otra cosa que el Jardín Primordial que el hombre perdió por el pecado. Césped, flores y árboles son inseparables
del culto musulmán a los muertos.
-El entierro y su fundamento dogmático
La tumba, para el Islam, constituye la morada del fallecido; actúan litúrgicamente y expresan el eje horizontal.
En las tumbas hay presencia de lápidas que se pueden identificar por la representación esculpida del tipo de turbante u
otro tocado propio del rango del fallecido, si éste era hombre; mientras que si se trataba de una mujer la lápida estaba esculpida
imitando a una flor, quizás a modo de reconocimiento de su función decorativa.
En el interior domina un ambiente de profunda devoción con numerosas lámparas votivas de plata suspendidas encima de
la tumba.
La tumba está protegida por el mausoleo, que es un edificio de planta central, construido alrededor de un eje vertical, con
el sepulcro en el centro frente al mihrab o al mismo muro de la qibla. Habitualmente, los mausoleos son cuadrados u octogonales,
pero pueden llegar a ser hasta dodecagonales o incluso poligonales.
-El jardín funerario
Los jardines tienen una planta modular. Un terreno cuadrado o rectangular , dividido en cuatro cuadrantes por dos ejes
que forman una cruz. Estas unidades pueden subdividirse en cuatro o nueve.
El jardín, concebido como un microcosmos del mundo material, se organiza axialmente de acuerdo con las creencias
cosmológicas básicas: el plinto cuadrado representaba el universo material y la cúpula el círculo de la eternidad, mientras que el
octógono podía simbolizar la transición de una a otra vida por el finado.
LA ORNAMENTACIÓN Y SU FUNCIÓN
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Mezquita de Córdoba
La mezquita de Córdoba se comenzó a construir en el año 786, cuando esta
ciudad era la capital del reino omeya en la península Ibérica. El bosque de
columnas sobre el que se abren dos filas de arcos de herradura confiere al
espacio interior una misteriosa uniformidad, acorde con el espíritu religioso
del islam.
-Introducción
El arte islámico es un arte no tanto de formas, como de temas decorativos, que aparecen con independencia del material,
la escala y la técnica. Nunca hay un tipo único y hay principios decorativos que son panislámicos y aplicables a todo tipo de
edificios y objetos de cualquier época.
Los artistas y arquitectos islámicos perfeccionaron un tipo de decoración cuya primera y fundamental intención era la de
proporcionar a los edificios y objetos un intrincado y complejo revestimiento que recubriera sus núcleos estructurales como si
fuera un manto.
En la arquitectura islámica las superficies decoradas son tanto una realidad material como un impacto óptico que da la
sensación de espacio continuo.
Las superficies de los edificios están dotadas de series de capas entrelazadas de diferente textura y profundidad. Esta
preocupación por las superficies con una textura definida explica la presencia de estuco y azulejo en lugares donde también existen
otros materiales. El ladrillo y el estuco demuestran el virtuosismo de los artesanos islámicos en el manejo de los materiales para
producir efectos tridimensionales. Los ladrillos se colocan en un ángulo que permita proyectar el máximo de sombra y acentuar así
la profundidad del plano. El desarrollo de las técnicas artísticas se halla siempre engranado con la creación de una decoración de las
superficies cada vez más intrincadas, por medio del uso de materiales reflactantes, brillantes y vidriados, de la repetición de diseños,
del contraste deliberado de texturas y de la manipulación de planos.
El arte islámico es un arte de reposo, más intelectual que emocional, en el que las tensiones se resuelven. Es un arte
conceptual donde las preguntas y las respuestas están elegantemente equilibradas.
Los principios utilizados son los de repetición y continua permutación de motivos y diseños, la decoración refleja y
multiplica sus formas para proporcionar un dinamismo que a su vez es inmutable.
Este concepto de la decoración utiliza un número limitado de fórmulas básicas: caligrafía, geometría y, en arquitectura, la
repetición y multiplicación de elementos basados en el arco; además se encuentran los motivos florales y figurativos; el agua y la luz
son de primordial importancia.
-La superficie y el espacio
La decoración de la arquitectura islámica contribuye a transformar el espacio, dado que se manifiesta un deseo de borrar
las fronteras entre los elementos de los edificios que son estructurales y los que son ornamentales. No se permiten las divisiones
tajantes; la luz es tamizada, y el agua refleja, unifica y refresca.
Los mismos diseños se reproducen, unos junto a otros, en diferentes materiales y con fines distintos.
La idea fundamental para la arquitectura islámica es la continuidad espacial sugerida por la decoración de superficie.
Interminables cadencias de arcos y columnas, la multiplicación de cúpulas, todo crea una sensación de espacio continuo. El foco es
interior, converge hacia el centro y la decoración apoya este enfoque.
-Los principios generales
Uno de los principios generales del repertorio decorativo islámico es la ubicuidad de las formas en el tiempo y en el
espacio. La posibilidad de intercambiar el mismo diseño de un medio a otro y la repetición del mismo diseño a diferentes escalas.
Las superficies de los muros en la arquitectura islámica están subdivididas en varias capas de diseños, pero esta
superposición dista mucho de estar hecha al azar. Las tramas primarias indican los elementos principales del esquema decorativo,
controlan las franjas caligráficas y los arcos, nichos, cuadrados y rectángulos en los que se subdivide cada conjunto de superficie.
Las tramas secundarias controlan la decoración dentro de cada uno de los elementos de la trama primaria; aquí se encuentra la
contraposición de diseños y los contrastes de textura, materiales, colores y dibujos que constituyen la decoración de una
inscripción, un mihrab o una portada.
Aunque a veces hay diferencias entre el tipo de decoración de superficie escogido para el interior y el exterior del edificio,
siempre hay algún tipo de correspondencia de diseños y materiales entre ambos.
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-La evolución histórica
La historia de la decoración aplicada a la arquitectura monumental del Islam se divide en tres fases cronológicas.
La primera, el legado clásico, que comprende los primeros siglos del Islam (siglo VII y VIII); las técnicas y motivos se
inspiran en el legado del mundo clásico tardío. Ejemplos de esta fase son: La Cúpula de la Roca en Jerusalén y la mezquita aljama
de Damasco. La superficie de muros y suelos se decoraron con mosaicos, que en cuanto a su temática y técnica casi no se
distinguen de los que se hallan en edificios cristianos más antiguos. Esta forma de decoración desapareció gradualmente del arte
islámico. El estuco, azulejos y ladrillos se convierten en los materiales por excelencia de la decoración islámica.
Mezquita o Cúpula de la Roca
La mezquita de la Roca está situada sobre el montículo sagrado de Jerusalén
desde donde el profeta Mahoma ascendió al cielo. El edificio, construido por
el califa Abd al-Malik durante el siglo VII, es una de las primeras muestras de
arquitectura islámica. Su planta octogonal se organiza en torno a un espacio
central cubierto por una cúpula.
La segunda fase se corresponde a las influencias orientales, que son los elementos no helenizados del arte persa. Se
caracteriza por fuertes contrastes de planos y texturas, y utiliza la piedra, el ladrillo y el estuco en diversas combinaciones. Se
obtienen efectos de decorativos mediante el uso de formas geométricas en ladrillo y terracota, combinadas con estuco y azulejos
policromos. El ladrillo era utilizado en capas diferentes y en formas en contraste, para crear efectos de textura de sorprendente
monumentalidad. Del siglo X en adelante, la decoración de las portadas y los mihrabs se subraya cada vez más, mientras que el
resto del edificio se deja relativamente liso o se decora con paneles individuales, franjas de inscripciones o hileras de nichos.
Hacia el siglo XIV los azulejos ya no aparecen esporádicamente, sino que se combinan con ladrillo, o bien se usan solos
como medio para cubrir grandes superficies arquitectónicas.
La tercera fase queda señalada con la aplicación universal del color en azulejos en la decoración arquitectónica islámica,
puesto que marca un énfasis en el color más que en la textura. Colores armónicamente combinados se utilizan para definir las
formas geométricas de paneles y frisos en mosaico de azulejos.
En general, la madera se usa para celosías, balcones, puertas y techos, y para los armarios empotrados en nichos que se
encuentran en los interiores domésticos.
-Los elementos de la decoración
La Caligrafía: en el mundo islámico se la considera el arte más importante debido a su misión de registrar la palabra de
Dios en el Corán. En la arquitectura se la usa como elemento decorativo que en todas las épocas ha servido para unificar distintos
tipos de edificios. Como toda la decoración islámica, la caligrafía, está estrechamente ligada a la geometría y combinada con la
decoración floral tardo-clásica se aplica a todas las partes de los edificios con gran diversidad de materiales. Las inscripciones
religiosas hacen visible la palabra de Dios, como tales no sólo son un poderoso signo visual que contiene un mensaje religioso, sino
que también actúan como una especie de talismán para todo el edificio. La caligrafía presta dos funciones simultáneas: la
iconográfica y la ornamental, por esto resuelve, hasta cierto punto, una tensión siempre latente en el arte islámico entre
representación y abstracción; concede un contenido identificable a formas abstractas y de ese modo proporciona un sustituto al
repertorio decorativo de figuras.
Otra dimensión se añadió al complejo cúmulo de dibujos que se encuentran en el interior del edificio: se trata de la
introducción de versos poéticos en el repertorio caligráfico y decorativo.
La Geometría: formas abstractas de tipo geométrico se encuentran en todo el arte y arquitectura islámica; habían sido
heredadas del mundo tardo-clásico, pero fueron desarrolladas hasta lograr un grado de complejidad y sofisticación desconocidas,
transformándolas en una modalidad artística de primer orden. El arte de la geometría está evidentemente relacionado con el
estudio de las matemáticas y otras ciencias.
Las formas geométricas también constituyen la base para organizar los restantes elementos decorativos. El origen
generador de gran parte de los diseños islámicos es el círculo. La unidad básica se puede convertir en un cuadrado, en un triángulo
o un polígono. A su vez los cuadrados, pentágonos, hexágonos y octógonos, con frecuencia estrellados, están a menudo
contenidos en círculos. Una de las formas geométricas que aparecen con más frecuencia en la arquitectura es la estrella, que se
encuentra en infinitas variaciones, de seis a dieciséis puntas, y en cualquier material, escala y variedad de aplicación.
En el contexto islámico estos dibujos que se pueden repetir al infinito, han sido interpretados como demostraciones
visuales de la unicidad de Dios, y de su omnipresencia. Representan la “unidad en la multiplicidad y la multiplicidad en la unidad”.
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Dibujos Florales: los artistas islámicos reprodujeron la naturaleza con gran exactitud. A pesar de la cuidadosa
representación naturalista de cada planta, en el siglo XVI y, posteriormente, las plantas y flores aparecen en esquemas simétricos y
repetitivos. Estas formas constantes aparecen tanto en edificios monumentales, como en objetos pequeños.
El Arabesco: la posibilidad de formar rodeos y entrelazados con plantas, además del impulso de los artistas islámicos para
llegar a diseños cada vez más complicados, dio como resultado este elemento decorativo. Tales diseños están dispuestos
simétricamente sobre la superficie total de objetos o cúpulas, o contenidos en bandas o paneles. El arabesco se caracteriza por un
tallo continuo que se divide regularmente produciendo una serie de tallos secundarios y equilibrados, que a su vez pueden dividirse
de nuevo, o bien regresar al tallo original.
Figuras y animales: a pesar de que los legisladores del Islam tendieron a desaconsejar la representación de figuras, fueran
humanas o animales, existe un vívido arte figurativo, si bien es cierto, que estuvo restringido a las pinturas en miniatura y a la
decoración de objetos y edificios civiles. Los animales esculpidos también se convirtieron en parte integrantes de fuentes
desempeñando la función de soportes o de decoración.
La Luz: algunos autores atribuyen un simbolismo místico al control y juego de la luz en la arquitectura. En el Islam la luz
es el símbolo de la unidad divina. Además de tener una dimensión religiosa, la luz en la arquitectura islámica, tiene una función
decorativa que es doble: modifica los demás elementos de la decoración y origina formas.
Hay un uso sutil de las superficies brillantes de modo que aprehendan la luz y frecuentemente la devuelvan a las facetas
romboidales de los techos, que a su vez, la reflejan de nuevo. En este sentido la luz como el agua, contribuye a dar una cualidad
dinámica a la decoración arquitectónica.
El Agua: es un complemento esencial y una ilustración de la naturaleza en la decoración arquitectónica islámica. Láminas
de agua definidas y geométricamente organizadas se encuentran no sólo en los espacios abiertos que rodean a los edificios sino
también en espacios más reducidos en los centros de los patios. Pero el agua también entra dentro de los edificios, especialmente
en los palacios; a menudo las habitaciones están divididas por un estanque o acequia central.
Mezquita de Solimán el Magnífico
La mezquita de Solimán el Magnífico en Estambul fue construida en 1550.
Sinan, el arquitecto, se basó en las iglesias bizantinas y, en particular, en Santa
Sofía. La cúpula central está rodeada por semicúpulas. Los cuatro estrechos
minaretes con balcones son característicos del estilo arquitectónico de las
últimas mezquitas islámicas.
Bibliografía
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Shamsuddín,
Ornamentos
y
decoración
del
arte
islámico
(fragmento).
En:
http://www.organizacionislam.org.ar/civilizacion/ornamentos.htm
2.
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José
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4. Michell, G., La arquitectura del mundo islámico, Madrid, Alianza, 1988. Introducción. Qué es la arquitectura islámica. Dios
y la Eternidad.