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Lecciones sobre Marx.
Felipe Giménez. Profesor de filosofía de IES.
Tomado de http://www.filosofia.net/materiales/tem/marx.htm
1. ANTECEDENTES. EL IDEALISMO ABSOLUTO DE HEGEL.
1. Hegel (1770-1831). Es la culminación de la metafísica occidental en un sistema
monista y armonista idealista coherente y absoluto.
El sistema filosófico de Hegel se basa en las nociones de dialéctica y espíritu. La
estructura de la realidad y la del conocimiento son dialécticas. La realidad es
dialéctica, lo que quiere decir es que es internamente contradictoria. La
contradicción o negación no es algo meramente negativo. No es la mera nada. Es
esta negación el motor de las transformaciones. Esta dialéctica implica un
desarrollo histórico. El Espíritu Absoluto es la síntesis suprema última. La historia
es el desarrollo especulativo del Espíritu que atraviesa varias fases hasta culminar
en el Espíritu Absoluto, unidad en la que se funden ser y pensar.
A) Idealismo absoluto.
La Idea es lo real. Es la realidad objetiva, Sujeto absoluto. La Idea se desarrolla
progresiva y dialécticamente hasta llegar al Espíritu Absoluto Universal. La
Historia no es si no la historia de la creciente plenitud en autoconciencia y libertad
del Espíritu.
El Espíritu se niega, se aliena y objetiva en un mundo exterior y luego se recupera
y se hace consciente de sí mismo.
B) Las leyes dialécticas del crecimiento del Espíritu.
El sistema de Hegel es un panlogismo. Todo lo real es racional y todo lo racional es
real.
La dialéctica es la ley del desarrollo de la realidad a través de la conservación y
superación de antinomias o contradicciones o negaciones que se resuelven en un
tercer término que las supera. Son los tres momentos la tesis, antítesis y síntesis.
También son: Afirmación, negación y negación de la negación. La clave es la
Aufhebung (la superación dialéctica o negación de la negación) no es una mera
negación para dejar las cosas como estaban al principio, antes de la negación. La
negación es creadora de nuevas determinaciones. La negación no es una mera
nada. Es un cierto no ser. Omnis determinatio negatio est. La lógica dialéctica
hegeliana niega la validez absoluta del principio de no contradicción.
Los momentos de la Idea son. 1. Idea en sí (Lógica), 2. Naturaleza o Idea fuera de
sí, alienada (Filosofía de la Naturaleza). 3. Espíritu, ser para sí (Filosofía del
Espíritu). El Espíritu tiene 3 momentos: espíritu subjetivo, objetivo y absoluto.
1
El Espíritu subjetivo comprende tres momentos: alma, conciencia y razón
El Espíritu objetivo comprende tres momentos: derecho (Recht), moralidad
(Moralität) y eticidad (Sittlichkeit). La eticidad otros tres: familia, sociedad civil y
Estado.
El Espíritu absoluto se expresa en tres momentos: Arte, Religión y Filosofía.
c) La Historia.
Hay que decir que la razón es la sustancia de la historia y que la historia es el
progreso de la libertad en las conciencias. El espíritu que actúa en el mundo
histórico es universal, es el Volksgeist o espíritu del pueblo actuando a través de él,
la Razón universal mediante la Astucia de la Razón.
2. La izquierda hegeliana.
A la muerte de Hegel los discípulos se separan en dos tendencias: una ortodoxa y
conservadora (Marheinecke) Derecha hegeliana y otra liberal y crítica o izquierda
hegeliana (David Strauss, Max Stirner, Bruno y Edgar Bauer, Ludwig Feuerbach
y Arnold Ruge).
3. Feuerbach: crítica de la alienación religiosa.
Feuerbach (1804-1872) publica en 1841 La esencia del cristianismo. Su tesis
principal afirma que la religión es alienante. El hombre pierde su substancia y la
proyecta en un presunto ser divino existente exterior a él mismo y puro producto
de su conciencia. El hombre reviste ese ídolo, que él mismo ha fabricado, con las
virtudes y propiedades humanas. Dios es el hombre alienado. Cuanto más
poderoso es Dios más miserable es el hombre. El hombre hizo a Dios a su imagen y
semejanza. Hay que criticar la alienación para que el hombre recupere su
humanidad. La crítica es crítica de la religión para luchar contra la alienación de
la que el hombre es víctima en la religión.
4. El marxismo.
K. Marx (1818-1883) y Friedrich Engels (1820-1895) son los fundadores del
comunismo científico y del materialismo histórico.
El punto de partida del marxismo es la reacción contra el idealismo hegeliano y el
intento de plantear una filosofía de la praxis materialista histórica en torno a la
noción central de producción.
Inherente a la propia idea de dialéctica es la noción de alienación. La alienación es
el hacerse otro respecto de sí mismo. La pérdida del ser a la cual han de someterse
necesariamente los dos términos de una contradicción para hacer posible su
superación dialéctica. En Marx, la alienación adquiere un sentido práctico. La
alienación es la causa de que el hombre no pueda desarrollar su actividad práctico-
2
productiva en un modo de producción. La meta teórica y práctica del marxismo
será, por tanto, superar las alienaciones logrando una sociedad sin contradicción
de clases sociales y, de esta forma, cuyo mecanismo de producción no implique
alienación alguna.
Marx considera alienante cualquier producto ideológico que no desvele la
alienación económica esencial. Construye así la noción de "ideología": la falsa
conciencia deformada oculta y disimula las condiciones de producción alienantes.
4.1. El materialismo histórico.
El marxismo nace hacia 1844-1845. El primer documento que tenemos de ello es
breve. Son las Tesis sobre Feuerbach. Son éstas un texto capital para aquel que esté
interesado en saber cómo surgió el marxismo.
La Tesis I afirma tanto la oposición al idealismo como la oposición al materialismo
grosero.
La mayoría de los filósofos se mantienen situados en el dualismo por la distinción
radical entre espíritu y materia, entre sujeto objeto, de forma contemplativa,
especulativa. El conflicto entre ellos no se plantea más que en términos de
dilucidar quién existía antes: la materia o el espíritu.
La Tesis II afirma que el problema gnoseológico de la objetividad es un problema
práctico. El hombre es un animal praxeológico, hace cosas. Verum est factum. En la
práctica es en donde se demuestra la verdad. El conocer es un hacer. El hombre no
es homo sapiens, sino más bien homo faber.
Existe entre el hombre y el entorno que lo rodea una relación de interacción. En su
lucha contra el medio ambiente que lo rodea, el hombre transforma esa relación y
en ese proceso de transformación de la naturaleza a su vez se transforma a sí
mismo. La naturaleza humana se hace en el proceso productivo, en el transcurso
de la historia. El hombre es un ser activo que se autocrea por el trabajo. Esto es lo
que afirma la Tesis VI. El individuo aislado no existe. El trabajo es social,
cooperativo. Para conocer la esencia humana hay que ir al análisis social y de las
relaciones sociales de producción.
Además, hay otro escrito, La ideología alemana (1845). En él se rechaza el
idealismo histórico. Naturaleza y cultura no son dos entidades sustanciales
hipostasiadas separadas. Se pretende superar al menos intencionalmente el
dualismo:
"Podemos distinguir al hombre de los animales, por la conciencia, por la religión o
por lo que se quiera. Pero el hombre mismo se diferencia de los animales a partir
del momento en que comienza a producir sus medios de vida, paso éste que se halla
condicionado por su organización corporal. Al producir sus medios de vida, el
hombre produce indirectamente su propia vida material".
Observación elemental de que los hombres producen sus medios de subsistencia. El
hombre al producir sus medios de existencia, produce su vida material.
3
Desde el momento en que los hombres producen sus medios de subsistencia,
podemos distinguir dos relaciones: relaciones hombre-naturaleza (H/N) y
relaciones entre ellos mismos hombre-hombre (H/H) Son las fuerzas productivas y
las relaciones de producción respectivamente.
Las fuerzas productivas son: herramientas y la manera de utilizarlas, los inventos,
todo lo que permita al hombre trabajar y los propios trabajadores.
Las relaciones de producción son las relaciones que los hombres mantienen entre sí
en el interior mismo del proceso productivo. El trabajo es social, cooperativo.
El desarrollo de las fuerzas productivas trae consigo la división del trabajo. A las
diversas etapas de esta división del trabajo les corresponden diversas formas de
relaciones de producción.
Por lo demás, la historia del hombre es la historia de la producción, del desarrollo
de las fuerzas productivas bajo determinadas relaciones de producción.
Recapitulando, el punto de partida de Marx es que la actividad del sujeto no es
pensamiento, sino la actividad material, es producción, trabajo tendente a la
satisfacción de sus necesidades (dominio de la naturaleza).
El modo de producción es la articulación entre relaciones de producción y fuerzas
productivas. Marx habla de los siguientes modos de producción: Comunismo
primitivo, modo de producción esclavista, modo de producción feudal, modo de
producción capitalista, modo de producción socialista y comunismo. A éstos les
añade el modo de producción asiático.
En el interior de cada totalidad social hay una interrelación entre los elementos
que la constituyen. El movimiento histórico se explica por el hecho de que, en el
desarrollo de las fuerzas productivas, llega un momento en el que las relaciones de
producción existentes son un obstáculo para el progreso de dichas fuerzas.
Esto tiene unas consecuencias políticas:
a) No se trata de prescribir a la sociedad remedios, sino de comprender que cada
forma social tiene ella misma su cumplimiento en su negación.
b) El tomar conciencia de esto tiene lugar como acontecimiento material, como
revolución.
c) El propio modo de producción contiene en sí mismo una escisión interna, que él
mismo provoca en su propio desarrollo. En todo modo de producción hay, pues,
una escisión interna; a los elementos opuestos entre sí en esa escisión los llama
Marx "clases".
d) Puesto que se trata de acontecer material, se trata de acontecer "en el tiempo";
la historia es la historia de la lucha de clases.
4
Estas contradicciones toman cuerpo en la lucha de clases, en la existencia de una
clase dominante cuyo interés es mantener el statu quo en lo que se refiere a las
relaciones sociales de producción, y de una clase revolucionaria para la cual la
lucha y la victoria tienen como objetivo y como resultado romper las cadenas que
suponen las relaciones sociales de producción existentes. En adelante, Marx y
Engels sitúan al comunismo en esta perspectiva:
"El comunismo no es para nosotros ni un estado que deba ser creado, ni un ideal al
que deba acomodarse la realidad. Llamamos comunismo al movimiento real que
acaba con el estado actual. Las condiciones de este movimiento resultan de
premisas actualmente existentes".
El comunismo se inscribe en el movimiento real de la historia. La sociedad obedece
a leyes que no dependen de la voluntad de los hombres, y que en última instancia
son el resultado del proceso real de producción. Los hombres pueden, en la medida
en que son conscientes de estas leyes acelerar la marcha de la historia. "En
realidad, para el materialista práctico, es decir, para el comunista, se trata de
cambiar el mundo existente, de atacar y de transformar el estado de cosas con que
se ha encontrado."
La superación de cada forma social se expresa así:
Unas determinadas relaciones de producción han triunfado sobre otras anteriores
porque liberaban y favorecían el "desarrollo" de las fuerzas productivas" para el
cual la estructura social precedente había llegado a ser una traba; a su vez, el
nuevo sistema conduce a un nuevo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas en
el cual él mismo se convierte en traba para ese desarrollo y ha de ser a su vez
suprimido. Que el sistema cree un desarrollo de las fuerzas productivas por encima
del nivel en el que el propio sistema se justifica y que cree una fuerza que ha de
destruir ese mismo sistema no son sino dos aspectos del mismo proceso.
La ideología es la conciencia social del modo de producción. Tal conciencia es una
conciencia justificativa, legitimadora. Cada modo de producción es una totalidad
coherente y la ideología es un reflejo de las propias condiciones materiales del
modo de producción.
La actividad material productiva ha de hacerse dueña de sí misma al final de un
proceso durante el cual esa actividad se pone ella misma como algo otro que sí
misma, es decir: durante el cual hay una escisión entre el control del proceso de
producción y la realidad material de este proceso; esta escisión es el esquema
general de la división de la sociedad en clases: una clase es la que produce y otra es
la que se apropia del plusproducto porque tiene el control de los medios de
producción.
De acuerdo con esta escisión, también la conciencia que esa sociedad, como
totalidad, tiene de sí misma sitúa la esencia del todo en otra parte que en la misma
actividad productiva; esta consideración es válida para definir la religión, pero lo
es también para definir la filosofía.
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La estructura de un modo de producción es siempre una mayor o menor
complicación de un elemento básico, a saber: el dominio de una clase sobre otra. El
derecho expresa estas condiciones históricas de explotación y dominio de una clase
sobre otra. Además contiene la conciencia de que esas condiciones son exigencia de
la justicia. El derecho necesita de la violencia para impedir su violación. Esta
fuerza es el Estado. El Estado es la fuerza organizada para mantener el dominio de
la clase dominante y es el guardián del derecho a la vez.
4.2. El análisis del proceso de trabajo. La mercancía, la ley del valor y la plusvalía.
El método de Marx se define por tres notas esenciales. 1. Es necesario no quedarse
en las apariencias de las cosas. El salario parece ser el producto del trabajo, pero
en realidad el obrero no vende su trabajo, sino que alquila su fuerza de trabajo, y
el salario es la retribución de esta fuerza de trabajo.
2. Un estudio científico debe extraer los caracteres fundamentales que expresan la
esencia profunda de las relaciones de producción consideradas. De aquí surge la
distinción de un cierto número de categorías económicas (mercancía, valor,
moneda, salario, jornada de trabajo, plusvalía, etc.), que son la expresión teórica
de las relaciones de producción reales en el interior de la formación económicosocial determinada, relaciones entre hombres.
3. La crítica de Marx a la economía política. Tiene ésta una concepción fijista de
las categorías económicas del capitalismo. Es una concepción ahistórica. Las
relaciones socioeconómicas capitalistas están en movimiento. Aparecen en un
método dado en la historia, y mientras persisten están afectadas, sin cesar, por
cambios.
En agosto de 1867, Marx escribe a Engels:
"Lo mejor que hay en mi libro es 1 (y sobre esto descansa toda la inteligencia de
los hechos) subrayar desde el primer capítulo el doble carácter del trabajo, según
se expresa en valor de uso o valor de cambio; 2 el análisis de la plusvalía
independientemente de sus formas particulares...El análisis de estas formas
particulares en la economía clásica, que las confunde constantemente con la forma
general es una olla podrida."
En otra carta a Engels de 8-I-1868, Marx le revela a Engels 3 elementos
radicalmente nuevos de El Capital:
1. Se trata de la forma general de la plusvalía.
2. La duplicidad valor de uso/valor de cambio de la mercancía y de la fuerza de
trabajo.
3. Por primera vez el salario del trabajo es representado como forma irracional de
manifestación de una relación oculta tras él.
De modo que aquí nos vamos a ocupar de los conceptos de mercancía, valor de
uso/valor de cambio, la ley del valor y la doctrina de la plusvalía absoluta/relativa.
6
Marx parte de la mercancía. Llamamos mercancía a cualquier objeto que es
producido con vistas a su cambio por otros objetos, en principio por cualesquiera,
dependiendo esto solamente de las necesidades o los proyectos del poseedor y de los
demás. Desde el momento en que los objetos son mercancías, cada objeto tiene
cierta caracterización puramente cuantitativa; dos objetos pueden valer lo mismo
a efectos de cambio aunque sean cualitativamente diferentes, e, igualmente, el
valor de cualquier objeto puede sumarse, a efectos del cambio, al de cualquier
otro, en suma: como mercancías, las cosas son sólo cantidades, y esto quiere decir
que son cantidades de una magnitud única, la cual es todo por lo mismo que no es
nada; la materialización de esa magnitud es el dinero. La sociedad capitalista es
aquella sociedad en la que todas las cosas son mercancías, y, por lo tanto, aquella
sociedad en la que todo es, en definitiva, cantidad de una misma magnitud,
magnitud que ella misma no es nada, es decir; que no tiene ninguna determinación
cualitativa.
La misma existencia de la mercancía plantea una pregunta fundamental: ¿sobre
qué base pueden cambiarse dos mercancías cualitativamente diferentes? Para que
esto sea posible es necesario que tengan algo en común. ¿De qué depende el valor
de una mercancía? Lo que tienen en común es la cantidad de trabajo medio
socialmente necesario que está incorporado en ellas. El valor de una mercancía
consiste en el trabajo (medible en horas-hombre) que se encuentra materializado
en esa mercancía, pero sólo en la medida en que ese trabajo sea justificable como
trabajo general abstracto. La norma de medición la da el tiempo. La existencia
cuantitativa del trabajo es el tiempo de trabajo. Sólo queda la duración para
distinguir un trabajo de otro.
La conclusión marxista de que el valor de los bienes está determinado por la
cantidad de trabajo abstracto socialmente necesario para su producción es la tesis
fundamental del valor trabajo.
El principio del trabajo general abstracto tiende a realizarse espontáneamente en
el mercado libre. El valor de la mercancía sólo se realiza si se produce el
intercambio libre. Los precios siempre oscilan alrededor de este eje constituido por
el valor.
Lo esencial en la sociedad capitalista es el valor de cambio de las mercancías en
cuanto capaces de ser intercambiadas por otras cuantitativamente equivalentes.
Todo es valor de cambio abstracto, algo meramente cuantitativo.
a) El productor es uno. Cada trabajador es intercambiable por otro.
b) El producto es un producto repetido indefinidamente desde el punto de vista de
la producción.
c) El producto nada tiene que ver con el productor. No sólo puede carecer de todo
control sobre él sino además ignorar de qué se trata.
Estas características se resumen y significan la absoluta alienación del trabajador
en el capitalismo respecto de sí mismo. El trabajo no pertenece al trabajador. Es
"trabajo general abstracto".
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El trabajador ha puesto su fuerza de trabajo como mercancía en el mercado. Es
algo que puede ser comprado y vendido libremente. El valor de esta fuerza de
trabajo se determina de la misma forma que el valor de cualquier otra mercancía,
a saber: por el "trabajo general abstracto" necesario para producirla, lo cual
quiere decir: por el valor de las mercancías necesarias para que la fuerza del
trabajador se mantenga y reproduzca, o dicho en otras palabras, para cubrir las
"necesidades del trabajador", por lo cual no hay que entender sólo sus necesidades
de pura subsistencia física, sino todo aquello que -en la situación efectivamente
considerada- sea efectivamente necesario para que el trabajador se mantenga en
condiciones de trabajar.
La fuerza de trabajo es una mercancía muy particular. El desarrollo de la
producción capitalista comienza en la compra por el capitalista propietario de
medios de producción, de la fuerza de trabajo del obrero que ha sido privado de la
propiedad de los medios de producción. Sin embargo, para que el hombre con
dinero encuentre en el mercado la fuerza de trabajo necesaria como mercancía son
precisas dos condiciones: en primer lugar, el poseedor de la fuerza de trabajo debe
ser libre para disponer de ella; en segundo lugar, para vivir debe estar obligado a
vender su fuerza de trabajo. Esto significa que ha sido desposeído de la propiedad
de los medios de producción. Esto es la acumulación primitiva.
"Esta acumulación primitiva juega en la economía política aproximadamente el
mismo papel que el pecado original en la teología. Adán mordió la manzana y el
pecado hizo su entrada en el mundo. Se nos explica el origen por una aventura que
ocurrió algunos días después de la creación del mundo. Del mismo modo, había
otra vez, aunque ya hace bastante tiempo de esto, una época en que la sociedad se
dividía en dos campos: aquí, las gentes de la élite, laboriosas, inteligentes y, sobre
todo, dotadas de costumbres caseras; allí, un montón de vagos que están de fiesta
de la mañana a la noche y de la noche a la mañana. Ni qué decir tiene que los unos
amontonaron tesoro sobre tesoro, mientras que los otros rápidamente se
encontraron desprovistos de todo. Así se originó la pobreza de la gran masa que, a
pesar de un trabajo realizado sin fin ni tregua, tiene que pagar siempre con su
propia persona; y la riqueza de unos pocos, que recogen todos los frutos del
trabajo sin haber hecho nada con sus manos".
Las condiciones primarias del capitalismo están ya dadas: libertad de compra
venta y de circulación de mercancías, acumulación de capital y carencia de medios
de subsistencia de la mayoría, que se ve obligada a vender su fuerza de trabajo en
el mercado. Los dos elementos básicos sociales del capital son la propiedad privada
de los medios de producción y el proletariado libre asalariado.
La producción comienza con un contrato libre. Una de las partes vende su fuerza a
la otra. La fuerza de trabajo produce plusvalía, determinada cantidad de horashombre de trabajo general abstracto. Produce más de lo que cuesta al capitalista.
La ganancia del capitalista es la plusvalía. La relación entre trabajo suplementario
y tiempo de trabajo necesario constituye la tasa de plusvalía. Esta tasa puede
crecer mediante el alargamiento de la jornada de trabajo. Es la forma absoluta de
la plusvalía. Como consecuencia de esto, la lucha por la disminución de la jornada
de trabajo es la lucha por la destrucción de la tasa de plusvalía. El aumento de la
plusvalía absoluta tiene tres obstáculos: 1. El día sólo tiene 24 horas. 2. Límites
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biológicos. 3. Resistencia de los obreros. De aquí el paso de la plusvalía absoluta a
la plusvalía relativa. Se disminuye el tiempo de trabajo necesario aumentando la
productividad del trabajo, lo que implica el desarrollo del maquinismo, y como
consecuencia la modificación de lo que Marx llama la composición orgánica del
capital. El capital constante (edificios, máquinas, materias primas, etc.) aumenta
más rápidamente que el capital variable (salarios). Y como para Marx la única
fuente de ganancia es la plusvalía, se establece la ley tendencial del descenso de la
tasa de ganancia. Ley tendencial puesto que puede ser contrarrestada por factores
antagonistas.
Hay tres leyes del capitalismo que formula Marx: 1. La ley de la concentración del
capital. 2. La ley de la baja tendencial de la tasa de ganancia. 3. La ley de la
depauperación tendencial del proletariado.
El poder burgués (cuya forma es el Estado) tiene sus raíces en la lucha de clases
que se desarrolla en el centro de gravedad de todo sistema: el proceso de
apropiación de los medios de producción. Es el hecho de hallarse separado de los
medios de producción lo que fuerza al obrero a vender su fuerza de trabajo al
capitalista; y cuando la venta ha sido llevada a cabo, la fuerza de trabajo queda
sometida sin restricciones al poder y a la autoridad del capitalista. Sin embargo,
nada interfiere con la justicia total del contrato de trabajo; a ambas partes se les
trata en pie de igualdad como propietarios libres de mercancías. El contrato de
trabajo, el fundamento de la producción capitalista, es ostensiblemente la
realización de la libertad, la justicia y la igualdad, es, pues, la condición misma de
la explotación. Marx resume estos ideales del liberalismo en un sorprendente
párrafo:
"(El área) dentro de cuyos límites ocurre la compraventa de la fuerza de trabajo
es, en realidad, un Edén de los derechos innatos del hombre. Sólo allí impera la
Libertad, la Igualdad, la Propiedad y Bentham. La libertad, porque tanto el
vendedor como el comprador de una mercancía, digamos, la fuerza de trabajo,
están determinados únicamente por su libre albedrío. Realizan el contrato como
agentes libres, y su convenio no es más que la forma mediante la cual dan una
expresión legal a su voluntad común. Igualdad, porque cada cual entra en relación
con el otro como con el simple poseedor de una mercancía, e intercambia con él
cosas equivalentes. La propiedad, porque cada cual dispone sólo de lo que es suyo.
Y Bentham porque cada cual vela por sí mismo. La única fuerza que reúne a las
partes y las pone en relación es el egoísmo, la ganancia y el interés privado de cada
una. Cada cual vela únicamente por sí mismo y nadie se preocupa de los demás; y
precisamente por hacer esto, de acuerdo con una armonía preestablecida o bajo los
auspicios de una providencia llena de sagacidad, todos trabajan juntos en pro de
sus respectivas ventajas, por el bienestar común y el interés de todos."
La contradicción fundamental del sistema capitalista es, para Marx la consistente
en la creciente oposición entre el carácter cada vez más social de la producción y la
apropiación privada de los medios de producción. Esta contradicción se agrava
por tres razones: Primera razón. El carácter social de la producción está reforzado
por las exigencias de la forma relativa de plusvalía que aceleran las
concentraciones obreras al mismo tiempo que la división del trabajo; Segunda
razón. De alguna forma, se reduce la apropiación privada de los medios de
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producción (acumulación de capitales y concentración de empresas,
proletarización creciente de la población por la eliminación de las pequeñas
empresas independientes); Tercera razón. La oposición entre el crecimiento de la
producción (debido al aumento de la productividad del trabajo, al deseo de los
empresarios de compensar la baja de la tasa de ganancia mediante una producción
cada vez más masiva) y la estrechez de una demanda solvente de masas, lo que
produce las crisis económicas que siempre son crisis de exceso de oferta o de
sobreproducción.
De esta forma se crean las condiciones objetivas para el paso a una nueva
formación económico-social caracterizada por la socialización de los medios de
producción.
"A medida que disminuye el número de los potentados capitalistas que usurpan y
monopolizan todas las ventajas de este período de evolución social, crecen la
miseria, la opresión, la esclavitud, la degradación de la explotación, pero también
crece sin cesar la resistencia de la clase obrera cada vez más disciplinada, unida y
organizada por el mismo mecanismo de la producción capitalista. El monopolio del
capital se convierte en una traba para el modo de producción que ha crecido con él
y bajo sus auspicios...La socialización del trabajo y la centralización de sus
energías materiales llegan a un punto en que no pueden mantenerse en su
envoltura capitalista. Esta envoltura se rompe en mil pedazos. La hora de la
propiedad capitalista ha sonado. Los expropiadores son expropiados."
4.3. La alienación y la ideología.
La forma de trabajo de la sociedad burguesa constituye "la alienación total del
hombre". La división social del trabajo, se lleva a cabo sin tomar en consideración
el talento de los individuos o el interés de la totalidad y obedece más bien
enteramente a las leyes capitalistas de la producción de bienes. Bajo el imperio de
estas leyes el producto del trabajo, la mercancía, parece determinar la naturaleza y
el fin de la actividad humana. Dicho de otro modo, los materiales que deberán
servir a la vida llegan a regir su contenido y su meta y la conciencia del hombre se
vuelve enteramente víctima de las relaciones de producción material.
Esto produce la alienación:
"El objeto que el trabajo produce, su producto, se encuentra como una entidad
ajena, una fuerza que se ha hecho independiente de su productor. La realización
del trabajo es su objetivación. En las condiciones económicas existentes, esta
realización del trabajo aparece como su opuesto, como la negación
(Entwirklichung) del obrero. La objetivación aparece como pérdida del objeto y
esclavitud a través del objeto, y la apropiación como alienación y expropiación."
El obrero alienado del trabajo está alienado al mismo tiempo de sí mismo. Su
trabajo ya no es suyo y el hecho de que se convierta en propiedad de otro acusa
una expropiación que toca a la esencia misma del hombre. El trabajo actual
desvirtúa todas las facultades humanas e impone sus propias satisfacciones. El
obrero no afirma sino que contradice su esencia.
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El proceso de la alienación afecta a todos los estratos de la sociedad,
distorsionando hasta las funciones naturales del hombre. El trabajo separado de su
objeto es "la alienación del hombre con respecto al hombre".
Alienación significa que algo o alguien es otro, deja de ser él, se hace otro de sí
mismo. El trabajo en el capitalismo es alienante porque al trabajador no le
pertenece el producto de su trabajo. El hombre se hace cosa, deja de ser humano
para convertirse en cosa. La alienación más importante es la económica que tiene
lugar por la propiedad privada de los medios de producción en manos de los
capitalistas. El sujeto es desposeído de su trabajo y se convierte en mercancía.
La alienación sólo es entendible si se comprende la dialéctica.
La sociedad produce un conjunto de ideas y creencias que sirven para representar
la realidad en la que el hombre vive. Esto se llama ideología, término que tiene dos
significados: un significado sustantivo genérico que designa cualquier
representación o forma social de conciencia y un significado adjetivo, peyorativo,
falso, imagen deformada de la realidad. Dice Marx en la octava tesis: "Toda vida
social es esencialmente práctica. Todos los misterios que llevan la teoría hacia el
misticismo encuentran su solución racional en la práctica humana y en la
comprensión de esta práctica".
La filosofía de la praxis marxista pretende eliminar la ideología desvelando las
verdaderas relaciones de producción. De esta forma, incide necesariamente en la
sociedad; el pensamiento práctico es esencialmente revolucionario. Una filosofía
real debe ser materialista. El pensamiento ha de ser práctico, un acto de la
actividad práctico-productiva. Por tanto, de acuerdo con la famosa undécima tesis
sobre Feuerbach, "Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de diversos
modos; de lo que se trata es de transformarlo".
Otras formas de alienación son las que se derivan del concepto de ideología. Así, la
alienación social y política se refiere a la enajenación del hombre en una sociedad
que no le trata como tal, y en unas coordenadas políticas en las que no participa en
tanto vive obnubilado por la ideología. La alienación política se articula
básicamente a través del Estado: el aparato de represión y coacción que pretende
garantizar un orden político y, por tanto, un orden económico alienante. La
eliminación del Estado es una meta irrenunciable común a comunistas y
anarquistas (si bien difieren en los procedimientos)
Por último, quedan la alienación filosófica y religiosa, nuevas formas de ideología.
Toda alienación y toda ideología, recordémoslo, cumplen la función exclusiva de
mantener la alienación económica esencial. La filosofía tradicional no ha servido
más que para eso, y su culminación en cuanto tal se encuentra en Hegel; la filosofía
recibe así la primera de las críticas radicales a que la someterá el siglo XIX. En
cuanto a la alienación religiosa, Marx corrige a Feuerbach criticándole que no
busque las causas por las cuales el hombre inventa un mundo divino separado del
suyo, aunque coincide con él en que ese mundo produce una alienación. Para
Marx, la religión es una ideología que intenta tapar el desgarramiento y la miseria
sociales; en sus palabras: "la religión es el opio del pueblo". Por eso dice en la
Tercera Tesis de crítica a Feuerbach: "el hecho de que el fundamento terrenal se
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separe de sí mismo para plasmarse como un reino independiente que flota en las
nubes, es algo que sólo puede explicarse por el propio desgarramiento y la
contradicción de este fundamento terrenal consigo mismo."
En su obra madura El Capital (1867), Marx reexpone el tema de la alienación como
reificación o cosificación. En la sociedad capitalista acontece un proceso de
reificación (Verdinglichung) a través del cual la sociedad capitalista transforma
todas las relaciones personales de los hombres en relaciones objetivas entre cosas.
Marx expone este proceso como "fetichismo de la mercancía". El sistema
capitalista relaciona a los hombres entre sí a través de las mercancías que se
intercambian. Los individuos participan en el proceso social sólo como
propietarios de mercancías. Sus relaciones mutuas son las relaciones de sus
respectivas mercancías. La producción capitalista de bienes da como resultado esta
mistificación, la de transformar las relaciones sociales entre los individuos en
"cualidades de las cosas mismas (los bienes de consumo) y aún más
pronunciadamente transforma las interrelaciones de producción en una cosa
(dinero)". Este resultado mistificador surge del modo de trabajo específico en la
producción de bienes, en el que los individuos separados trabajan
independientemente unos de otros, satisfaciendo sus necesidades sólo a través de
las necesidades del mercado:
"El fetichismo de la mercancía tiene su origen...en el carácter social peculiar del
trabajo que la produce.
Por regla general, los artículos utilitarios se convierten en mercancías sólo porque
son productos del trabajo de individuos privados o grupos de individuos que
efectúan su trabajo independientemente unos de otros. La suma del trabajo de
todos estos individuos privados forma el agregado de la sociedad (gesellschaftliche
Gesamtarbeit). Como los productores sólo se comunican entre sí al intercambiar
sus productos, el carácter social específico del trabajo de cada productor sólo se
muestra en el acto del intercambio. En otras palabras, el trabajo del individuo sólo
se afirma como parte del trabajo de la sociedad, a través de las relaciones que el
acto del intercambio establece directamente entre los productos, e, indirectamente,
a través de éstos últimos, las relaciones que vinculan al trabajo de un individuo con
el de todos los demás aparecen no como una relación social directa entre
individuos que trabajan, sino como lo que realmente son, relaciones materiales
entre personas (sachliche Verhältnisse von Personen) y relaciones sociales entre
cosas".
¿Qué logra esa reificación o cosificación? Presenta las relaciones sociales efectivas
entre los hombres como una totalidad de relaciones objetivas, ocultando, por ende,
su origen, sus mecanismos de perpetuación y la posibilidad de su transformación.
La negatividad de la sociedad capitalista reside en la alienación del trabajo. La
negación de tal negatividad se obtiene con la abolición del trabajo alienado. La
alienación ha tomado su forma más universal en la institución de la propiedad
privada. El remedio a la alienación sería pues, la abolición de la propiedad
privada. Es sumamente importante señalar que Marx considera la abolición de la
propiedad privada simplemente como un medio para la abolición del trabajo
alienado y no como un fin en sí.
12
4.4. La dictadura del proletariado y el socialismo.
El marxismo es ante todo una decidida voluntad de acabar con el mal social. Es
una doctrina praxeológica de la emancipación del proletariado y para acceder a la
dictadura del proletariado y al comunismo. Dice M. Sacristán a este respecto:
"El marxismo es el intento de formular conscientemente las implicaciones, los
supuestos y las consecuencias del esfuerzo por crear una sociedad y una cultura
comunistas. Y lo mismo que cambian los datos específicos de este esfuerzo, sus
supuestos, sus implicaciones y sus consecuencias fácticas, tienen que cambiar sus
supuestos, sus implicaciones y sus consecuencias teóricas particulares: su horizonte
intelectual de cada época. Lo único que no puede cambiar en el marxismo sin que
éste se desvirtúe es su planteamiento general materialista y dialéctico".
La filosofía marxista es una praxis política y moral, impregnada de espíritu de
partido. Es la teoría de la revolución proletaria. Dice Marx en marzo de 1852 en la
carta a Weydemeyer:
"...no es a mí a quien corresponde el mérito de haber descubierto la existencia de
las clases en la sociedad moderna, como tampoco la lucha que libran entre sí en esa
sociedad. Historiadores burgueses habían expuesto mucho antes que yo la
evolución histórica de esa lucha de clases, y economistas burgueses habían descrito
su autonomía económica. Lo que yo he aportado de nuevo es: 1 demostrar que la
existencia de las clases no está vinculada más que a fases históricas determinadas
del desarrollo de la producción; 2, que la lucha de clases lleva necesariamente a la
dictadura del proletariado; 3, que esa misma dictadura no representa más que una
transición hacia la abolición de todas las clases y hacia una sociedad sin clases."
El liberalismo es la ideología burguesa por excelencia. Todos los hombres son
libres e iguales. El sufragio universal y el parlamentarismo son inventos de la
sociedad burguesa. El Estado burgués tiene un claro carácter clasista burgués. Es
la dictadura de la burguesía.
Toda revolución se inscribe en la dialéctica de la historia y en la dialéctica de la
sociedad. Todas las revoluciones son revoluciones sociales pues comienzan con una
modificación de las relaciones sociales. Todas las revoluciones políticas han sido
anteriormente sociales pero sólo parcialmente. Han creado una superestructura
política que pretende realizar la universalidad de la sociedad de la sociedad, pero
tan sólo en el plano político, es decir, en el plano de un hombre abstracto que no se
corresponde con su ser real en la relación de producción.
La revolución plena y conscientemente social solamente puede ser obra de un
agente revolucionario cuya situación real esté caracterizada por una
desapropiación absoluta y por la pérdida total de toda particularidad. Sólo el
proletariado es el agente o sujeto revolucionario, el demiurgo. La revolución
proletaria será la revolución social por excelencia al suprimir toda alienación, todo
trabajo dividido y alienado.
La humanidad necesita una transición del capitalismo al socialismo. Esta
transición necesaria es la dictadura del proletariado. Una dictadura despótica del
13
proletariado para borrar todos los estigmas de la antigua sociedad y reprimir a sus
adversarios.
Las contradicciones sociales en el capitalismo son inevitables. La lucha de clases es
inevitable.
Así, pueden distinguirse los siguientes momentos:
1. Capitalismo. Dictadura de la burguesía.
2. Dictadura del proletariado. Transición al socialismo.
3. Socialismo.
4. Comunismo.
Con la dictadura del proletariado se abole la propiedad privada y se produce la
socialización de los medios de producción. Se suprime así la alienación económica.
Desaparecen las clases sociales. Es una etapa transitoria de constitución del poder
socialista. El proletariado utiliza el Estado, del que tiene necesidad todavía para
someter a sus adversarios. El proletariado ha de destruir el Estado burgués por su
carácter clasista.
En el socialismo se impone la planificación económica única y central. A cada cual
según su trabajo. Es una sociedad sin clases. La producción conoce un
desenvolvimiento pleno al haber desaparecido las trabas que constituían las
relaciones de propiedad y producción capitalistas.
En el comunismo se extinguirá el Estado. Surgirá una asociación en que el libre
desenvolvimiento de cada uno será la condición del libre desenvolvimiento de
todos. Una vez que en el curso del desarrollo hayan desaparecido las diferencias de
clase y se haya concentrado toda la producción en manos de los individuos
asociados, el Poder público perderá su carácter político. El poder político,
hablando propiamente, es la violencia organizada de una clase para la opresión de
otra. A cada cual según sus necesidades. Fin de la política y fin de la historia al
disolverse el Estado en el seno del proceso productivo. La superabundancia de
bienes existente suprime la economía y la política, la administración de tales
bienes, puesto que ya no son escasos. Desaparecen las contradicciones sociales.
Resumen analítico del marxismo.
1. Introducción.
1.1. Caracteres generales:
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a) El marxismo es la inversión del idealismo (Hegel) en materialismo (Feuerbach).
La materia sustituye a la idea.
b. El marxismo tiene cuatro fuentes: 1. La filosofía idealista clásica alemana. 2. La
economía política burguesa británica. 3. El socialismo francés y 4. El movimiento
obrero. A ello podríamos añadir la influencia del materialismo francés del siglo
XVIII y de Feuerbach y la izquierda hegeliana.
c) El marxismo conecta con la crítica materialista de Feuerbach a Hegel. Avance
de Marx con respecto a Feuerbach. No hay más que individuos concretos. La
filosofía ha de resolverse en praxis política revolucionaria. La filosofía ha de
realizarse en el socialismo. El marxismo es por ello una praxeología revolucionaria.
La realización de la filosofía equivale a la supresión de la alienación humana.
1.2. La teoría marxista:
a) Contenido: La teoría marxista se define como conteniendo dos disciplinas
teóricas distintas: el materialismo dialéctico y el materialismo histórico.
b) Estructura de la sociedad: La productividad de bienes materiales y las
relaciones de producción constituyen la estructura económica de la sociedad
(infraestructura), sobre esta base se erige una superestructura ideológico-jurídicopolítica a la que corresponden formas determinadas de conciencia social.
c) Dinámica social. La historia de la sociedad es la historia de la lucha de clases.
2. Materialismo histórico.
2.1. Características generales.
a) Es una teoría sobre la formación y desarrollo de la sociedad: el materialismo
histórico. La sociedad y las leyes de su desarrollo y transformación son los objetos
de esta nueva ciencia.
b) Según el materialismo histórico, la base de todo el orden social es la producción.
Los hombres "comienzan a diferenciarse de los animales desde el momento en que
empiezan a producir sus medios de subsistencia, operación que está condicionada
por su organización corporal. Al producir sus medios de subsistencia, los hombres
producen indirectamente su vida material misma". (Ideología alemana).
c) El hombre para obtener los medios de subsistencia debe trabajar, siendo el
trabajo la causa principal de la producción. Pero el trabajo humano ha sido
siempre colectivo y social, factor que crea una serie de vínculos y relaciones entre
todos los agentes humanos de producción.
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"Para producir los hombres contraen determinados vínculos y relaciones, a través
de estos vínculos y relaciones sociales, y sólo a través de ellos, es como se relacionan
con la naturaleza y como se efectúa la producción." (Trabajo asalariado y capital).
2.2. Estudio de la producción.
a) Producir es la actividad por la que los hombres crean los bienes materiales,
actividad condicionada por la propia naturaleza de los objetos que tienen que
transformar:
"La manera como los hombres producen sus medios de subsistencia depende en
primer lugar de la naturaleza de los medios de subsistencia que encuentran a mano
y que tienen que reproducir" (Ideología alemana).
b) Factores de la producción: en toda producción están presentes dos elementos
inseparables: 1) el proceso de trabajo, que da cuenta de la transformación de la
naturaleza en objeto útil por la acción humana, y 2) las relaciones de producción,
que dan cuenta del carácter social e histórico del proceso de trabajo.
2.3. El proceso de trabajo y las fuerzas productivas.
a) El proceso del trabajo se define como el conjunto de actividades que el hombre
realiza para transformar los objetos naturales con el fin de satisfacer sus
necesidades.
b) Elementos del proceso del trabajo: el proceso del trabajo es inconcebible sin los
objetos de trabajo, los medios de trabajo y la fuerza de trabajo.
1. El objeto de trabajo es la "materia" a la que se aplica el trabajo, también la cosa
natural que se transforma en un bien de uso por la actividad del hombre.
La materia se denomina "bruta" si no está manipulada y "prima" si es artificial o
ha sido previamente manipulada por el hombre.
2. La transformación es la conversión de la "materia" en producto útil. En la
transformación interviene la actividad humana y los medios de trabajo. La energía
humana empleada en el proceso de trabajo se denomina "fuerza de trabajo", y el
rendimiento de esta fuerza, "trabajo realizado". Los medios de trabajo son los
utensilios, las herramientas, las máquinas, es decir, el conjunto de todos los
instrumentos que el hombre precisa para poder producir los medios materiales.
Los objetos y los medios de trabajo constituyen los medios de producción. Las
fuerzas productivas son los medios de producción así como los hombres que
producen los bienes materiales.
3. El producto es lo que se obtiene al final de este proceso. Todo producto que
responda a una necesidad individual o colectiva posee un valor de uso. De lo
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contrario es considerado como mera mercancía, o sea, simple soporte material del
valor de cambio.
"La mercancía es valor de uso, trigo, tela, diamante, máquina, etc., pero al mismo
tiempo, como mercancía, no es valor de uso. Si fuese valor de uso para su poseedor,
es decir, un inmediato medio de satisfacción de sus propias necesidades, no sería
mercancía. Para su poseedor es más bien no-valor de uso, o sea, simple soporte
material del valor de cambio." (Contribución a la crítica de la economía política,
ap.I.).
2.4. Las relaciones de producción.
a) En la producción, los hombres no trabajan aisladamente, sino que actúan en
común. Las relaciones de producción no sólo dependen de los agentes de la
producción, sino también de los medios de producción. Por ello es preciso
determinar el significado de agente de producción. Se denomina agente de
producción al conjunto de individuos que de una forma u otra participan en el
proceso de producción.
b) Tipos de relaciones de producción: podemos distinguir dos categorías de
relaciones, las relaciones técnicas -que se establecen entre el agente y el medio- y
las relaciones sociales -las que dimanan de los vínculos contraídos por los agentes-.
Las relaciones sociales variarán en función de la naturaleza y el carácter del medio
de trabajo.
"Estas relaciones sociales que contraen los productores entre sí, las condiciones en
que cambian sus actividades y toman parte en el proceso conjunto de la
producción variarán, naturalmente, según el carácter de los medios de
producción." (Trabajo asalariado y capital, III).
c) Análisis de las relaciones técnicas: son las distintas formas de control que los
agentes de la producción ejercen sobre los medios de trabajo (herramientas) y
sobre el proceso del trabajo en general. Los tipos de control según las diversas
formas históricas de producir son: a) el proceso de producción individual; b) el
proceso de producción cooperativo simple, y c) el proceso de producción
cooperativo complejo.
1. Proceso de producción individual; el agente controla los medios y el proceso
general del trabajo (p. e., el trabajo artesanal).
2. Proceso de producción cooperativo simple: todos los agentes realizan la misma
tarea, controlando individualmente los medios y participando colectivamente en el
control del proceso del trabajo (p. e., la caza en los pueblos primitivos).
3. Proceso de producción cooperativo complejo: en tal proceso se da una
separación entre el agente que controla el medio de trabajo y el agente que
controla el proceso. De esta separación surge la división técnica del trabajo. La
industria capitalista es un claro ejemplo de este proceso.
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4. División técnica del trabajo: según la función técnica podemos clasificar los
agentes en directos y no directos. Los agentes directos son los trabajadores que
están en contacto con la materia prima; los agentes no directos realizan funciones
de control, vigilancia y organización del proceso del trabajo.
d) Análisis de las relaciones sociales: "la función social de la producción considera
los vínculos que se establecen entre los hombres que participan en el proceso de
producción. Desde el punto de vista social, podemos clasificar los agentes en:
propietarios de los medios de producción y no propietarios. Según Marx, dos han
sido las formas históricas de las relaciones sociales:
1. La relación del explotador-explotado, en la que los propietarios de los medios
viven del trabajo de los agentes directos o no propietarios. Tal relación es típica de
la sociedad clasista (p. e., relaciones de esclavitud, servidumbre y capitalista).
2. La relación de colaboración recíproca, en la cual ningún sector de la sociedad
vive de la explotación del otro, puesto que la propiedad de los medios no es privada
sino colectivo.
c) Modo de producción: el conjunto de las funciones técnicas y sociales tienden a
formar una unidad o conjunto social dotado de una cohesión y una coherencia.
Esta unidad inseparable de las fuerzas productivas y las relaciones de producción
debe ser analizada desde el punto de vista histórico.
"Las relaciones sociales en que los individuos producen, las relaciones sociales de
producción, cambian, por tanto, se transforman al cambiar y desarrollarse los
medios materiales de producción, las fuerzas productivas. Las relaciones de
producción forman en su conjunto lo que se llama las relaciones sociales, la
sociedad, concretamente una sociedad con un determinado grado de desarrollo
histórico, una sociedad de carácter peculiar y distintivo. La sociedad antigua, la
sociedad feudal, la sociedad burguesa, son otros tantos conjuntos de relaciones de
producción, cada uno de los cuales representa, a su vez, un grado especial de
desarrollo en la historia de la humanidad." (Trabajo asalariado y capital, III.).
f) Los modos históricos de producción. La historia conoce cinco tipos de
producción: el de la comunidad primitiva, el esclavista, el feudal, el capitalista y el
socialista.
1. Caracteres del modo de producción de las sociedades primitivas. La base del
régimen de producción del colectivismo primitivo es la propiedad social. Medios de
trabajo y productos obtenidos pertenecientes a la sociedad.
2. Caracteres del régimen esclavista. Las relaciones sociales en el régimen
esclavista eran de dominio y sometimiento. El agente propietario ejerció dominio
completo sobre las fuerzas productivas (mano de obra y medios).
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3. Caracteres del régimen feudal. Las relaciones sociales de producción son
semejantes al modo de producción esclavista. Su base radica en la propiedad
completa sobre los medios y, en parte, sobre el trabajador.
4. Caracteres del régimen capitalista. Su base es la propiedad privada de los
medios, aunque el trabajador es jurídicamente libre. La fuerza de trabajo es la
única propiedad que posee el trabajador.
5. Caracteres del régimen socialista. El modo de producción socialista se basa en
un régimen de propiedad colectiva. Las relaciones de dominio y sometimiento se
sustituyen por las de cooperación recíproca.
g) La superestructura y la infraestructura, categorías del modo de producción.
1. El modo de producción es un concepto teórico que permite concebir la totalidad
social como una estructura dominante en la que el nivel económico es siempre
determinante en última instancia.
2. La estructura económica es la base de todo el proceso de producción. La
estructura económica está determinada por las fuerzas de producción y las
relaciones técnicas y sociales del trabajo.
3. La superestructura representa el conjunto de ideas, creencias, instituciones,
normas, etc., que configuran la conciencia social.
4. Conclusión: el modo de producción está constituido por la síntesis de tres
estructuras regionales:
-Estructura económica: conjunto de relaciones técnicas y sociales en un régimen de
producción histórica.
-Estructura jurídico-política: conjunto
determinantes de la conciencia social.
de
normas,
leyes,
instituciones
-Estructura ideológica: conjunto de ideas, creencias, costumbres determinantes,
también, de la conciencia social.
"La totalidad de estas relaciones de producción constituyen la estructura
económica de la sociedad, la base real sobre la cual se levanta una sobreestructura
jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas sociales de
conciencia. El modo de producción de la vida material determina el proceso de la
vida social, política y espiritual en general." (Contribución a la crítica de la
economía política, prólogo)
h) Análisis de las estructuras regionales.
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1. El modo de producción es interpretado como estructura global y las estructuras
regionales no aparecen en un mismo nivel. En cada momento histórico una de las
estructuras regionales domina a las otras. En Atenas y Roma dominaba la
superestructura política; en la Edad Media dominaba la superestructura
ideológica; y en la Edad Moderna domina la económica.
2. El papel determinante en última instancia depende de la estructura económica.
Las condiciones económicas son las que siempre determinan cuál de las estructuras
regionales desempeñará el papel dominante. La distinción entre papel dominante y
papel determinante en última instancia es primordial, al decir de Althusser. Es en
el modo de producción capitalista donde ambas coinciden: la economía asume en el
modo de producción capitalista no sólo el papel de determinación en última
instancia, sino también el papel dominante.
3. Conclusión: el modo de producción es un concepto teórico que permite concebir
la realidad social como una estructura global en la que el nivel económico es
determinante en última instancia.
2.5. El modo de producción capitalista.
a) Caracteres generales: El capitalismo es el modo de producción que se basa
esencialmente en la economía. El intercambio es el fundamento de la política
económica del sistema capitalista. La fórmula general y básica del capitalismo es
comprar para vender.
"O dicho más exactamente, comprar para vender más caro, D - M - D´, parece a
primera vista como si sólo fuese la fórmula propia de una modalidad del capital,
del capital mercantil. Pero no es así: el capital industrial es también dinero que se
convierte en mercancía, para convertirse nuevamente en más dinero, mediante la
venta de aquélla." (El Capital, secc. 2, Cap. IV.).
b) El mercado y sus leyes. Las economías intercambistas no producen para
satisfacer sus propias necesidades, sino para vender sus productos en el mercado y
comprar, mediante un equivalente universal, los productos necesarios para vivir.
De ahí la necesidad de encontrar una mercancía que posea una equivalencia
general para poder efectuar las transacciones.
"La cristalización del dinero es un producto necesario del proceso de cambio, en el
que se equiparan entre sí de un modo efectivo diversos productos del trabajo,
convirtiéndose con ello, real y verdaderamente, en mercancías...Por eso, a la par
que los productos del trabajo se convierten en mercancías, se opera la
transformación de la mercancía en dinero." (El Capital, t. I, secc. I, cap. 1.).
1. Ley de la oferta y la demanda: los precios de las mercancías, a corto plazo, están
regulados por la ley de la abundancia y la escasez. Esta ley mercantil puede
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explicarnos el alza o la baja de los precios de las mercancías, pero no su valor
intrínseco.
2. Ley del valor: la ley de la oferta y de la demanda no puede determinar el valor
intrínseco de un producto mercantil. En última instancia, el valor en sí de una
mercancía está en función directa de la cantidad de trabajo humano incorporado
en ella.
3. La magnitud de valor de una mercancía depende del tiempo de trabajo
socialmente necesario para su producción. El trabajo social está determinado por
las aptitudes medias de los trabajadores y de las condiciones medias de trabajo.
"Por consiguiente, lo que determina la magnitud de valor de un objeto no es más
que la cantidad de trabajo socialmente necesario, o sea, el tiempo de trabajo
socialmente necesario para su producción." (El Capital, t. I, sec. I, cap.,I.)
c) La plusvalía, forma típica de producción de la economía capitalista.
1. Plusvalía, en principio, equivale a ganancia. La ganancia o beneficio es el motor
de la economía capitalista.
"Todo el carácter de la producción capitalista está determinado por la valoración
del valor del capital desembolsado, es decir, en primer lugar, por la producción de
la mayor cantidad posible de plusvalía, y en segundo lugar, por la producción de
capital." (El Capital, t. II, cap.II.)
2. Origen de la plusvalía. El trabajador produce más de lo que consume o gasta. El
trabajo extra es lo que engendra la plusvalía; en consecuencia, ni la circulación de
los productos, ni la ley de la oferta y de la demanda pueden ser el origen de la
ganancia. Sólo la fuerza de trabajo produce plusvalía para el capitalista.
"La fuerza de trabajo añade constantemente al producto, sobre su propio valor,
una plusvalía que es la encarnación del trabajo no retribuido." (El Capital, t.II,
cap. VI)
Podemos definir la plusvalía como el valor que crea el trabajador más allá del
valor de su fuerza de trabajo.
Pl=Capital producido- Capital consumido.
3. La formación de la plusvalía. La condición imprescindible para la formación de
la plusvalía es el capital. El empresario mediante el capital compra la mercancíafuerza de trabajo cuyo valor esta determinado por los productos estrictamente
necesarios para que con ellos el obrero pueda diariamente reponer las energías
gastadas. De donde el valor de la fuerza de trabajo (salario) es igual al valor de
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todos los productos que son necesarios para la conservación y reproducción de
dicha fuerza de trabajo.
4. Acumulación de capital o aumento de plusvalía. Hemos afirmado que sólo el
trabajo puede crear plusvalía. Dentro del capitalismo sólo es productivo el
trabajador que crea plusvalía para el empresario. Dos son los sistemas para
conseguir el incremento de la ganancia: la plusvalía absoluta y la plusvalía
relativa.
5. La plusvalía absoluta.
"Se consigue prolongando la jornada de trabajo más allá del punto en que el
obrero se limita a producir un equivalente del valor de su fuerza de trabajo, y
haciendo que este plustrabajo se lo apropie el! (el capitalista)" (El capital, t. I, sec.
V, cap. XIV.)
6. La plusvalía relativa consiste en la disminución del tiempo de trabajo necesario
a través del perfeccionamiento de los medios de trabajo y mediante la contratación
de mano de obra barata.
"Y la plusvalía absoluta es relativa en cuanto se traduce en un desarrollo de la
productividad del trabajo que permite limitar el tiempo de trabajo necesario a una
parte de la jornada" (Ibíd.).
7. Conclusión: "La acumulación de riqueza, por un lado, significa acumulación
igual de pobreza". Esta situación se plantea en términos dialécticos y tiende
inexorablemente a la superación, a un nuevo orden social.
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