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MARX 3. PENSAMIENTO: - CONCEPTO DE FILOSOFÍA: Partiendo de la base de que Marx entiende por filosofía un saber teórico-práctico, debido a su concepto dialéctico de la realidad, podemos decir que tiene dos finalidades con sus escritos y su actividad filosófica: 1. Teórica: es comprender la realidad y ésta no es la idea sino la naturaleza y el hombre. Por lo tanto ha de dar a conocer a sus contemporáneos la problemática social, laboral y política en la que están inmersos. Hacer extensiva a todos, la realidad sin taparla ni filtrarla con ninguna idea falseada. Aquí es donde aparecería una primera parte de crítica a la Ideología alemana, que es más técnica y responde a la oposición o superación que él mismo defiende de la filosofía de su tiempo tachándola de pasiva o utópica. Y una segunda de exposición de su propia ideología, como propuesta contra lo anterior. Toda la parte que corresponde al MATERIALISMO DIALÉCTICO. 2. Práctica: Rechaza la concepción de la filosofía como saber teórico. La filosofía tiene que convertirse en una praxis revolucionaria transformadora de la realidad, de las condiciones reales de la vida del hombre; la filosofía debe transformar la realidad, que tiene siempre prioridad para él. Defiende por lo tanto, la idea de revolución, de transformación de la sociedad o PRAXIS –que es su verdadera finalidad intrínseca-. Para Marx lo importante es hacer al hombre activo frente a su realidad para que se vea capaz de transformarla. Y esto lo hará el mismo en todas las movilizaciones que provoca en la Universidad y después, en distintos países por los que pasa y que le valen la expulsión de varios de ellos. Esta es toda la parte que corresponde al MATERIALISMO HISTÓRICO. Esto constituye para él la crítica teórico-práctica a la realidad por oposición a los autores anteriores que se quedaron en la pura teoría y que no lograron llegar a lo más hondo de la sociedad para transformarla desde dentro. Por lo tanto de lo primero que cabe hablar es de: 3.1. MÉTODO: Marx utiliza para interpretar la realidad el MÉTODO DIALÉCTICO de Hegel quitándole todas las similitudes con el racionalismo. Pues era lo que criticaba de él. Por lo tanto esta interpretación ha de hacerse desde un punto de vista material, teniendo en cuenta al hombre y la naturaleza en tres fases: tesis, antítesis y síntesis. Donde la síntesis consiste en una ruptura radical con todo lo establecido y anterior. De esta manera surge la sociedad Comunista igualitaria y libre, donde se han superado todas las alienaciones. Después de haber pasado por la Dictadura del Proletariado y el Estado Capitalista. Y para lo cual, han de desaparecer las dos anteriores que luchan entre sí en esta forma actual de Estado y que representan en sentido del término alienación que explicamos más adelante. Inés López-Doriga de Artola Página 1 MARX 3.2. CRÍTICA A LA FILOSOFÍA E IDEOLOGÍA ALEMANAS: Constituye la crítica a la filosofía de su tiempo y a las ideas que se vertieron en ese momento para resolver la vida del hombre, en general le parecen INSUFICIENTES o teóricas, UTÓPICAS. Además, toma el término Ideología en sentido negativo, como algo que acompaña a la existencia alienada del hombre. La existencia problemática, obstaculizada por ideas ajenas a él que le hacen estar dependiendo de otros y ser infeliz. Lo más grave es para Marx, que esta ideología está tan arraigada en la conciencia del hombre, que es difícil acabar con ella. Por esto, no acabará con ella directamente; sino que hará su crítica práctica desde la base de la sociedad introduciendo términos económicos, políticos…. Para él, la IDEOLOGÍA está constituida por el conjunto de ideas o representaciones que dan una imagen falsa de la realidad y convencen al hombre de su ser pasivo. Es como un filtro que no deja al hombre ver la verdadera realidad. Esto es lo que ha ocurrido hasta ahora con la filosofía y con la religión. Son los dos ámbitos que han oscurecido la verdadera situación de la sociedad y se han quedado en la pura teoría, han pensado sobre ella, han dado soluciones falsas o irrealizables -como la vida eterna que constituye la felicidad- que han hecho al hombre pasivo frente a sus problemas. No ha sido capaz de cambiar su situación real creyendo firmemente en aquello que sabía de antemano. Los filósofos anteriores han llegado incluso a dar soluciones cercanas a Marx, pero todavía teóricas. Sólo han tratado de resolver las cosas pensando y así, según él, es imposible acabar con los verdaderos problemas del hombre. ¿Dónde se centra esta crítica? En los siguientes puntos: 1. La ideología Alemana: por teórica. Fundamentalmente critica la pasividad de Feuerbach (su análisis de Feuerbach de la alienación religiosa es insuficiente pues no elimina el sentimiento religioso que es la causa de esa alienación) al que junto con Bauer considera un “cristiano alevoso” porque aunque es materialista, le parece teórico y que no se atreve a dar el paso de ponerlo en práctica. También critica que defienden de algún modo las ideas de Kant y Hegel. 2. Al socialismo utópico: de los socialistas franceses Fourier y St Simon, que según él defienden una sociedad inexistente y basada en ideas no prácticas. 3. A la economía política (liberalismo): que recoge sus leyes –las del materialismo dialéctico-, pero rechaza la interpretación utópica que hace de su puesta en Marx. En contra de esto propone: su propia ideología, porque no llega a ser una filosofía. Cuyos términos fundamentales son estos, que como se ve, tienen un significado materialista: - Materialismo histórico: historia basada en un fundamento material. - Materialismo dialéctico: Método. - Mercancía: Valor de uso y valor de cambio. Refiriéndose al hombre. - Plusvalía: beneficio excesivo del capitalista. - Trabajo: actividad transformadora de la sociedad. Esencia del hombre. - Verdad: la productividad. En oposición a la filosofía clásica. Inés López-Doriga de Artola Página 2 MARX 3.3.- ANTROPOLOGÍA: el hombre como ser ALIENADO. El hombre es un ser histórico, productivo (esta es lla causa de que hable del hombre como trabajdor) y está alienado. Partiendo de estos tres conceptos, Marx define la situación del hombre en su época, Intenta dar a conocer el estado de injusticia que sufría el hombre, la sociedad en general, en aquel momento a causa de la organización y división del trabajo. E indirectamente del modo de producción: el capitalismo que defiende a través de la política, la religión… privilegios para los poseedores del capital, para los que es la plusvalía y resultan injustos para los trabajadores. Por lo que su concepto antropológico es indirecto, sacado de varias obras, y late en el fondo de su teoría e interpretación economica de la sociedad. Un concepto genérico: la sociedad de su tiempo y en ella, el estado del hombre. La solución de esta situación estaré en la liberación de las alienaciones con el comunismo. Esa es us idea de libertad para el hombre. El concepto de ALIENACIÓN procede de Hegel y de Feuerbach, pero para Marx nace de un intento de describir al hombre de su época y cambiarlo y lo interpreta de un nuevo modo: significa que los productos de la actividad humana se convierten en fuerzas superiores y autónomas, independientes, que dominan al ser humano. Por este motivo, el hombre, que es libre y creador, se convierte en dominado y esclavo de los objetos creados por él. Para Hegel la alienación constituía una etapa necesaria de autoconocimiento del espíritu, era un momento positivo (el espíritu, en el segundo momento de la dialéctica, sale fuera de sí y se aliena en la naturaleza). Feuerbach convierte la alienación en algo negativo y la emplea para describir el estado en que se encuentra el hombre en el cristianismo: el hombre creó a Dios elevando fuera de sí su esencia hasta el infinito. Por eso, para Feuerbach, Dios, que es el hombre mismo, se convierte en algo ajeno al hombre, sometiéndose absolutamente a Dios. Marx conserva este sentido negativo en cuanto que la alienación supone la deshumanización, la pérdida de la libertad y la esclavitud. Según Marx, hay cinco clases de alienación: la religiosa, la filosófica, la sociopolítica y la económica. Con respecto a la ALIENACIÓN RELIGIOSA, Marx parte de la tesis de Feuerbach que considera que el ser humano es el creador de Dios y de la religión. Sin embargo, añade que la alienación religiosa es sólo un fenómeno derivad de la miseria económica y social. La religión significa un consuelo imaginario a las opresiones de este mundo. Por eso, para Marx, la religión es el «opio del pueblo». Proyecta al hombre fuera de sí, hacia un ser inventado por él para consolarse. LA ALIENACIÓN FILOSÓFICA: se produce con el idealismo. De ahí su crítica a este sistema, que ya hemos visto. Como un conjunto de representaciones e ideas que constituyen también una forma de alienación con una clara función ideológica: sólo interpreta la realidad y la interpreta, además, falsamente. En la ALIENACIÓN SOCIOECONÓMICA, el hombre está alienado en el trabajo y por el trabajo. Y esto conlleva: Alienación del producto: el obrero no obtiene el fruto de su trabajo. No se realiza a sí mismo. Alienación de la actividad productiva: está desposeído de la acción de producción, vende su trabajo, se manifiesta según las leyes de oferta y demanda. No es una realización personal. Esto produce su cosificación. Alienación del sujeto: con estas condiciones se enajena su ser esencial. Se animaliza. Sólo puede ocuparse de sus necesidades diarias y básicas y cuanto más se ocupa en cubrirlas más se aliena. Inés López-Doriga de Artola Página 3 MARX La ALIENACIÓN POLÍTICA es producida por el Estado que defiende las desigualdades y no quiere la verdadera libertad. Las causas: que producen la alienación son la división del trabajo y propiedad privada. Por eso, estos dos tipos de alienación, religiosa y sociopolítica, tienen su fundamento en la alienación económica, la más importante. Esta alienación se desarrolla en el proceso de trabajo de la sociedad capitalista: aunque el trabajo es la esencia del hombre (a través de él, el hombre se objetiva en el producto y se humaniza), en el modo de producción capitalista, el producto del trabajo no le pertenece a él, sino a otro, por lo tanto le deshumaniza. Le convierte en una MERCANCÍA que se coloca frente a él como algo extraño y hostil, algo que, transformado en capital, incremento aún más su miseria y su explotación. Por eso, el trabajo, en la sociedad capitalista, niega al ser humano, en vez de afirmarlo. Pero, además de esa alienación, el trabajador está alienado respecto de sí mismo puesto que su trabajo no le pertenece a él, sino a otro. Por ello, la alienación del hombre en la sociedad burguesa conduce a su cosificación o reificación, lo cual quiere decir que se ve reducido a “una cosa o mercancía más, que vale un salario y que es tanto más barato cuantas más mercancías produce”. El último aspecto de la alienación se produce con respecto a otros seres humanos, en las relaciones naturales y sociales: las relaciones mercantiles de competencia se manifiestan más crudamente entre la clase capitalista y la obrera, que se enfrentan como no-propietarios y propietarios. Falta la cooperación natural entre los individuos y aparece la explotación. Como resolución de todo esto, o último momento de la dialéctica, se propone la, teoría del hombre nuevo, que supone la superación de todo tipo de alienación: la recuperación de la esencia humana mediante la reconciliación del ser humano consigo mismo, con la naturaleza y con los demás seres humanos en un nuevo tipo de sociedad que es la SOCIEDAD COMUNISTA. El comunismo, como reconciliación de la esencia y de la existencia humana, se concibe en términos económicos como un nuevo modo de producción. Aunque aquí el modo de exposición sea distinto, es necesario señalar que en Marx las dos últimas formas de alienación son la alienación religiosa, ya señalada, y la alienación filosófica. 3.2. SOCIEDAD Y POLÍTICA: materialismo y comunismo. El materialismo histórico consiste en la aplicación de las tesis materialistas y el método dialéctico a la historia de las sociedades. Para Marx, la historia es un proceso de maduración progresiva de la capacidad económica de la especie humana: de este modo, toda sociedad es un sistema de estructuras interrelacionadas (económicas, políticas o culturales). Ese desarrollo progresivo depende de las condiciones materiales objetivas de acuerdo con la dialéctica establecida entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción que influye en otras manifestaciones de la vida social y que se condicionan mutuamente. La expresión histórica fundamental de este desarrollo es la lucha de clases, que constituye el auténtico motor de la historia. Por eso, para Marx, la verdadera actividad humana es la revolución que dará forma el mundo, que lo cambiará. LA PRAXIS se presenta con un significado triple: como praxis cognoscitiva (actividad epistemológica del sujeto que transforma el mundo objetivo); como praxis productiva (trabajo o actividad productiva material que transforma la naturaleza), y como praxis revolucionaria, que consiste en la transformación de la sociedad y de la historia por medio de la revolución. Inés López-Doriga de Artola Página 4 MARX Si toda sociedad es un sistema de estructuras interrelacionadas, Marx considera que la base del sistema se conforma por medio de la estructura económica que, en última instancia, determina toda la superestructura cultural. La organización de la vida social o política del hombre depende de la organización de su actividad productiva, sus condiciones materiales de vida, de manera que, si se produce un cambio en la infraestructura económica, la consecuencia es el cambio o mutación en la práctica totalidad del sistema. El conjunto de todo el sistema social es denominado por Marx modo de producción y está sometido al desarrollo y al progreso histórico. El modo de producción es, pues, una totalidad orgánica que comprende dos partes: la infraestructura económica, es decir, la base material y la superestructura ideológica. La INFRAESTRUCTURA económica constituye la base de la sociedad y es el conjunto de actividades por medio de las cuales los hombres producen los bienes necesarios para satisfacer sus necesidades. La actividad productiva es la actividad principal del hombre, que lo implica en una relación doble con la naturaleza y con los otros hombres. Dos elementos conforman la infraestructura: las fuerzas productivas, que consisten en la capacidad de producción de una sociedad concreta, y los modos de producción. A cada grado de desarrollo de las fuerzas productivas corresponden determinadas relaciones de producción que se establecen entre los propietarios de los medios de producción y los productores directos, es decir, entre explotadores y explotados, y se dan en todas las sociedades clasistas, que son las clásicas. La SUPERESTRUCTURA está formada por dos niveles, la estructura jurídico-política y la estructura ideológica (arte, filosofía, moral, religión). En este sentido, el materialismo histórico afirma que la infraestructura económica de cada época histórica condiciona la superestructura ideológica: la producción material determina la producción espiritual, la conciencia. Entre la superestructura y la infraestructura hay una relación dialéctica de influencia mutua, aunque, en última instancia, la infraestructura económica siempre es determinante. Por esto, considera que el factor determinante del cambio histórico es la contradicción dialéctica entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Debido a que las fuerzas productivas avanzan más, las relaciones de producción constituirán un impedimento para el progreso de las fuerzas productivas, con lo que se producirá (a causa de su desigual desarrollo) una revolución social que preparará el nacimiento de una nueva formación socia: cuya forma perfecta será el comunismo. Esa contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción se manifiesta históricamente con el antagonismo de clases: la historia es pues, lucha de clases. Cada modo de producción se compone de dos clases antagónicas: explotadores y explotados, que se definen en función del lugar que ocupan en el proceso de producción. Por ello, la lucha de clases se desarrolla en el ámbito de la política: el Estado es el instrumento político de la clase explotadora para someter a la explotada, el que toda medida política se produce siempre para favorecer a una clase en perjuicio de la otra. El Estado que critica Marx es la sociedad y la forma de gobierno alemanas de su época. Estamos ante una estructura ideologizada: cada clase social posee una determinada representación de la realidad que se constituye por medio de las ideas, representaciones y comportamientos sociales. La ideología de la clase dominante se proyecta sobre toda la sociedad, por lo que se identifica con la forma de pensar de todo el conjunto social: es una representación deformada, mistificada o falseada de la realidad en virtud de Inés López-Doriga de Artola Página 5 MARX dichos intereses de clase, y, así, se convierte en falsa conciencia, falso conocimiento o conocimiento ilusorio de apariencias. En definitiva, en definitiva, la ideología está al servicio de la clase social dominante y su principal función es justificar los privilegios sociales, económicos y políticos de esta clase y evadir a los hombres de la realidad. Nace como modo de abolición del Estado capitalista o sociedad civil, pues es lo que ha dado lugar al modo de producción erróneo que ha definido la sociedad hasta ahora1. Toda crítica en Marx, está dirigida a la aparición del comunismo y a la revolución del proletariado. Para lograrlo, Marx, utiliza una metodología que consiste en descubrir, debajo de las apariencias, las leyes objetivas que rigen el funcionamiento del sistema capitalista. Así, por, medio del método dialéctico pretende poner al descubierto la atracción de la MERCANCÍA, la plusvalía y la falsa igualdad en el trabajo. La mercancía es todo producto intercambiable que sirve de valor de uso y en su análisis se esconden todas las características de la economía capitalista. En toda mercancía hay un valor de uso y un valor de cambio. La utilidad del primero consiste en poseer la cualidad de ser un producto para satisfacer una necesidad determinada por medio del consumo. El segundo consiste en la proporción directa que puede cambiarse por otra mercancía, con lo que el valor de cambio expresa una relación cuantitativa. Esta proporción indica que hay un valor de cambio de cada mercancía, que es el valor potencial e intrínseco y que únicamente se manifiesta a través del cambio. Marx considera que el único valor, la única causa del valor, ese trabajo, no el consumo. Por eso, el trabajo, aunque no tiene valor, crea y es valor: el valor de una mercancía viene dado por el trabajo incorporado y se expresa por el tiempo de trabajo socialmente necesario para obtener un beneficio para el que lo hace. La fuerza de trabajo es el conjunto de facultades que posee el trabajador y que se manifiesta cuando éste produce una mercancía. En el sistema de producción capitalista el trabajador se ve obligado a vender su fuerza de trabajo a cambio de un salario, con lo que éste es el precio de la fuerza del trabajo. El trabajador asalariado sólo es libre para elegir al propietario de los medios de producción, no para elegir el trabajo ni la forma de realizarlo. El excedente de valor que crea el obrero se llama PLUSVALÍA. En este proceso hay un tiempo de trabajo necesario (el tiempo en el que el obrero reproduce el valor de su fuerza de trabajo) y un tiempo plus-trabajo, es decir, el tiempo en el que crea plusvalía para el Capitalista. Así, en la plusvalía está el origen de la ganancia del capitalista y es la manifestación de la explotación del trabajo por parte del capital. Éste es un valor que se revaloriza constante y continuamente y aumenta por medio de las transformaciones del dinero, los medios de trabajo, la fuerza del trabajo y las mercancías. De este modo, el capital es una relación social, no una cosa, entre personas, mediatizado por las cosas. El capital es trabajo muerto, trabajo pasado del obrero cifrado en las materias primas y en las máquinas, propiedad del capital que se alimenta del trabajo vivo, el trabajo actual del obrero. Para eso, los medios de producción son la condición necesaria para originar la plusvalía que sólo la fuerza de trabajo puede crear. La teoría de la plusvalía es el reflejo de las relaciones de explotación de unas clases por otras, con lo que Marx pretende desenmascarar el modo de producción que convierte al capitalismo en el más coercitivo de todos los sistemas de producción históricamente detectados. De este modo, Marx pretende que tanto el materialismo histórico, en tanto que ciencia de la historia, como el estudio del modo de producción capitalista sirvan de base teórica para la revolución comunista. La cual supondrá un cambio radical en la estructura de 1 Cuadernillo de textos de filosofía. Pág. 68 (Líneas 301-310) Inés López-Doriga de Artola Página 6 MARX producción que implicará la abolición de la propiedad privada de los medios de producción, así como la socialización y la apropiación de esos medios por parte de los trabajadores. Además de eliminar los antagonismos de clase y del trabajo asalariado. Y la sociedad civil como Estado2. 4.- IMPORTANCIA: Marx es uno de los principales autores del siglo XIX. Tuvo menos importancia en el mundo filosófico ya que era economista y hasta hace relativamente poco tiempo, no salió a la luz su teoría antropológica. Exactamente en la XXX Reunión de la Internacional Socialista, en que se decidió volver a estudiar sus obras y entresacarlo de ahí, ya que era necesario para la comprensión de la realidad apoyada por este partido. Donde más éxito ha tenido es lógicamente, en el mundo económico donde seguimos viviendo de muchas de las ideas que él vertió en sus escritos. Se puede decir que son la base del liberalismo económico actual. Por otro lado el materialismo en sí, también ha sido la base del pensamiento del siglo XX y sigue todavía muy extendido en cuanto a la visión del hombre y de la sociedad (una visión economicista donde se valora a la gente por lo que hace y no por lo que es) perdiéndose el concepto clásico del valor de lo humano. E interpretada desde muchos ámbitos: por ejemplo, Freud en su Psicoanálisis es el más conocido. Luego le han seguido existencialistas como Sartre y Simone de Beauvoir y, otros pensadores de este siglo y del pasado. Donde primero se vio reflejado fue en la Revolución Rusa que quiso ser una puesta en práctica de las ideas de renovación social que él defendía: la idea de revolución y la sociedad comunista. Lenin y Stalin especialmente trataron de hacerlas realidad. Hoy en día ya no tienen mucho eco actual. 2 Idem. (Pág. 68. Líneas 293-298). Inés López-Doriga de Artola Página 7