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2009
Mayo CONFEDERACIÓN DE EMPRESARIOS PRIVADOS DE BOLIVIA DIRECCIÓN DE ASUNTOS ECONÓMICOS CIICCLO DEL PIB Y LA CRISIS INTERNACIONAL EN BOLIVIA El documento se concentra en el análisis de la crisis internacional sobre la
economía boliviana. Para el efecto, se toma en consideración el análisis de
los ciclos económicos y se evalúan éstos desde los años 50 para la
experiencia del país. Se identifican un grupo de determinantes del PIB y se
ajusta un modelo que permite realizar ejercicios de pronóstico que ayudan a
generar luces respecto a preguntas como: ¿la crisis ya ha llegado en su
plenitud a Bolivia?, ¿esta está por llegar? ¿Cuál podría ser la duración de la
crisis, que además parece coincidir con la descripción de la finalización de
un ciclo de prosperidad hasta 2008 y el ingreso a uno nuevo, con cifras
menos alentadoras?
CICLO DE CRECIMIENTO DEL PIB Y LA CRISIS
INTERNACIONAL EN BOLIVIA
Resumen Ejecutivo
El año 2008 marca en la economía mundial un punto de inflexión importante. A partir de un grave
desorden financiero en los Estados Unidos se ha desatado una severa crisis económica en el
conjunto de las economías del mundo. Muchos analistas y reconocidos economistas comparan lo
que se vive solo con la gran depresión de los años 30 de siglo pasado y en el marco del análisis de
los ciclos económicos. En el contexto nacional, permanecen latentes las preguntas respecto a si
esta crisis tendrá impacto en Bolivia o si su baja articulación financiera hará que no llegue. Por el
lado de los precios y la demanda internacional, las remesas y la evolución de la cuenta corriente y
el balance fiscal, varios analistas piensan que no solo es de esperar que llegue, sino que ya ha
llegado. En esa línea se inscriben inclusive las declaraciones de autoridades del Banco Central que
alertan de su impacto particularmente en el empleo.
En el presente trabajo se ha analizado los ciclos económicos de Bolivia desde la década de los 50
hasta el 2008, y se han identificado variables importantes que tienen que ver con la tendencia y
magnitud de los cambios del PIB en el país. Entre estas variables la más difícil de cuantificar es el
contexto o entorno político. Sin embargo, cuando el país ha experimentado episodios de
confrontación como la revolución del 52 y otros de inestabilidad, la economía ha sufrido con
absoluta claridad. Este estudio revisa un conjunto de determinantes del crecimiento del producto y
del ciclo en Bolivia. Se han identificado tres macro ciclos importantes y se tiene en el último de
ellos el pico en 2008, con una cifra extraordinaria de 6.15 por ciento de expansión. Analizando las
condiciones políticas y económicas en cada macro ciclo, se han encontrado algunos elementos de
política económica y de contexto que en los últimos años se han hecho presentes así como lo
estuvieron en periodos de inflexión hacia la contracción en el pasado.
Se ha elaborado un modelo de ajuste del PIB contra determinantes internos y externos para los
periodos más recientes. El modelo presenta resultados estadísticamente significativos para la
Inversión, expresada como formación bruta de capital fijo; los términos de intercambio y la
evolución extraordinaria en los recursos naturales, llámese hidrocarburos y minería en el último
año. En lo externo, se ha tomado la evolución del PIB de Estados Unidos y de Chile. Estos son los
que estadísticamente muestran mayor correlación con el producto boliviano. A partir de este
modelo se han realizado pronósticos para intentar respuestas a preguntas importantes tales como:
i) ¿la crisis está llegando a Bolivia?; ii) Cuanto podría durar la crisis en el país?; iii) ¿la
recuperación sería inmediata o lenta?
Se tienen tres escenarios para ensayar respuestas. Un escenario base, uno pesimista y un tercero
optimista. Los periodos de contracción se presentan luego de periodos de acumulación de factores
de expansión del gasto fiscal, en parte producto de las presiones sociales. El desbalance conduce
luego a brechas grandes sin financiamiento o con alto costo de financiamiento en términos de
inflación. En lo fiscal, otra característica observada se refleja en la presencia de muchas empresas
1
estatales, la mayoría de ellas deficitarias. Otra característica es la fijación de incrementos salariales
significativos, generando mayor gasto inflexible a la baja y problemas futuros de financiamiento.
Con base en la especificación y los resultados, se concluye que el PIB de Bolivia es altamente
sensible a los términos de intercambio (precios). Lo ocurrido recientemente con el precio del gas y
la expansión minera por San Cristóbal son factores con alto poder explicativo también. La inversión
tiene significancia estadística pero parece que no está entre las variables que más explica la
tendencia y variación del PIB de Bolivia. En lo externo, de varias economías que han sido
testeadas en la especificación, Chile y EEUU son las que estadísticamente son distintas de cero
(es decir son válidas).
En los tres escenarios, las proyecciones apuntan una tendencia negativa para 2009, aunque no
muy crítica. El escenario base apunta a un cierre de 2009 con un crecimiento de 2.06 por ciento; el
escenario pesimista baja este pronóstico a 0.82 por ciento y el optimista apunta a un 2.5 por ciento
de crecimiento.
Las estimaciones sugieren que el año 2009 será de transición. Es decir, en este año se observaría
una desaceleración pero con alta probabilidad no se llegará a una caída del PIB. Sin embargo,
para el 2010 se esperaría un escenario con un rango de cero crecimiento en el caso optimista,
hasta una contracción de -1.84 por ciento en el caso pesimista.
El pronóstico en cuanto a la duración de la crisis sugiere una recuperación no inmediata. El 2011
sería todavía un año con dificultades pero con crecimiento positivo, aunque muy bajo. A partir del
2012 se anticipa, particularmente en el caso optimista, el retorno al sendero de la recuperación.
Esto, sin embargo, ello estaría dependiendo de una recuperación del contexto externo y un
deterioro más moderado de los términos de intercambio.
A lo largo del año, en la medida que se conozcan valores para las variables independientes,
corresponderá realizar nuevas proyecciones para poder afinar un pronóstico más acertado. Por lo
pronto, lo que consideramos como certidumbre es la tendencia. Es decir, un 2009 de transición,
inferior al 2008 pero no el piso del ciclo. Ese momento de mayor deterioro se produciría en 2010.
2
CICLO DEL CRECIMIENTO DEL PIB Y LA
CRISIS INTERNACIONAL EN BOLIVIA
I.
Introducción.
Contenido:
I. Introducción
II. Un resumen
conceptual necesario
III. El ciclo del PIB en
Bolivia –
Determinantes
centrales
IV. Un Modelo de Ajuste
del PIB para el periodo
más reciente
V. Perspectivas. ¿Cuanto
puede durar la crisis
en Bolivia?
VI. Conclusiones
Durante los últimos tres años, la economía boliviana ha estado
beneficiándose de un periodo de bonanza generada
principalmente en el contexto internacional. Sin embargo, esto
parece haber cambiado totalmente hacia finales de 2008 y todo
parce indicar que el proceso se está revirtiendo. En el mundo
entero se espera contracción económica o ralentización en el
crecimiento. El comercio se contraerá al igual que lo que ya ha
sucedido con el crédito y el empleo. Los analistas mas
prestigiosos hacen predicciones sobre la duración de la crisis,
que desde ya no es solo financiera. Muchos estiman que el
2009 será un año negativo sin duda alguna y que posiblemente
algunas economías como la de Estados Unidos podría
comenzar un proceso de recuperación a partir de mediados
del 2010. Sobre la duración de la crisis en Europa no se
maneja un pronostico de tiempo claro puesto que todavía hay
componentes sobre los que nada se ha dicho, como es el
efecto en los países del Este del continente.
En el contexto de la región, las predicciones de organismos
como la CEPAL son claras en cuanto a la desaceleración del
crecimiento y la contracción en algunos casos como el de
México y otras economías pequeñas de Centro America. A
estas alturas una cosa es cierta. Hay crisis y contracción en el
mundo entero. Sobre lo demás, solo existe incertidumbre.
En efecto, la incertidumbre de cuán profunda será la crisis y
cual es el fondo. Sobre si ya se llegó al fondo o todavía hay
más por caer. Sobre el tiempo que tomará la crisis en llegar a
países en desarrollo y sobre la magnitud del impacto en estas
economías.
3
Independientemente de las políticas monetarias o fiscales internas, todas las economías han
mostrado a lo largo de cientos de años de estudio que tienen fluctuaciones cíclicas en sus
principales variables: la primera de ellas el crecimiento del producto. Los ciclos económicos se
producen cada cierto tiempo: la economía crece, llega a un pico, luego comienza a descender y
llega a un punto de contracción para luego comenzar gradualmente su recuperación. En el caso
internacional que vivimos existe un shock fuerte financiero que ha producido un cambio de
tendencia y con certeza se espera cifras en rojo o grandes retrocesos en todas las naciones del
globo. Ciertamente, estamos en un ciclo contractivo y esta vez de orden masivo.
En el presente documento se trabaja sobre preguntas básicas y en particular sobre las que tienen
directa relación con Bolivia. ¿Esta el país al inicio del proceso de impacto de la crisis internacional?
¿El hecho de su reducida vinculación con los mercados de capital del mundo implica que Bolivia no
tendrá mucho sufrimiento producto de la crisis? Si no es así, ¿cuándo llegará la peor parte de la
crisis y cuánto esta puede durar en la economía nacional?. En suma, hay muchas interrogantes
respecto al tamaño de la ola que viene, cómo llegará y cuánta devastación podría dejar. Algo ya
se está registrando con claridad. El año pasado se desplomó la minería en sus precios y el
consumo parece estar contrayéndose. El PIB hubiera cerrado el 2008 en una cifra muy modesta
cercana al 3.7 por ciento, de no ser por un proyecto puntual que se llama San Cristóbal, en
minería, mismo que se venía gestando desde casi una década atrás. Adicionalmente, entidades
privadas como el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario han hecho públicas sus
estimaciones de desempleo que, en casos sensibles como El Alto, habría superado el 13.5 por
ciento. Entonces, así como en el contexto internacional no cabe duda de que el mundo vive una de
las crisis mas duras después de la gran depresión de los 30, en el contexto nacional cada vez es
mas claro que algo ha cambiado. Algo que impulsaba la economía se acabo a finales del 2008 y
otras fuerzas están en predominio y parecen tener un efecto contrario al boom pasado.
Este documento esta dividido en cinco secciones además de esta introducción. En la sección
siguiente se presenta un resumen conceptual que es absolutamente indispensable para establecer
algunas bases técnicas sencillas que ayuden a entender qué es lo que posiblemente se está
enfrentando. Se ha realizado el esfuerzo más grande por simplificar las ideas puesto que este no
pretende ser un documento académico. El público para el cual está dirigido este informe es el
empresario y sus organizaciones y por lo tanto no tiene sentido alguno sofisticar el análisis que
ciertamente se hace inclusive difícil para los economistas que no llevan años estudiando el
fenómeno de los ciclos económicos. Teniendo las herramientas esenciales desarrolladas, en la
tercera sección del trabajo se concentra la atención en estudiar el ciclo económico de Bolivia y sus
posibles determinantes. De entrada, la intuición es suficiente para ligar este comportamiento con la
demanda y los precios de las materias primas, pero existen otros componentes que también
saldrán a la luz en dicho análisis. La sección cuarta del trabajo enfoca su atención en el desarrollo
de un modelo simple para el crecimiento del PIB de Bolivia donde se incluyen variables internas y
externas como el crecimiento de otros países. La idea en ello no es identificar canales de
transmisión como puede ser el comercio o el flujo de capitales de manera puntual. Nuestro
esfuerzo más bien se limita a la realización de un ejercicio estadístico para tratar de encontrar
correlaciones entre el producto boliviano y aquel de los vecinos y los Estados Unidos.
De los resultados de las dos anteriores secciones se dispone de un modelo sencillo que permitirá
hacer proyecciones y presentar algunos ensayos de respuesta a las interrogantes centrales que se
han planteado. Por supuesto que todo ejercicio de proyección es solo eso. No es posible predecir
4
el futuro con estas herramientas, sino formarse un criterio formal y con limitaciones sobre lo
venidero. Si alguien quisiera desarrollar la capacidad de predecir el futuro, seguramente no debería
invertir esfuerzo en estudiar economía. Posiblemente lograría los mismos resultados con un curso
de dos semanas de astrología. La última sección presenta las conclusiones.
5
II. UN RESUMEN CONCEPTUAL NECESARIO
Los ciclos económicos son variaciones del nivel de actividad económica general que ocurren en
todas las naciones que organizan su producción basándose en el mercado y la actividad
empresarial. El ciclo económico se refleja en períodos de aumento del nivel de actividad
económica: expansiones, que ocurren aproximadamente al mismo tiempo en muchos sectores
económicos; seguidos por etapas de caídas del nivel general de actividad: recesiones, que luego
se conectan con la fase de expansión del ciclo siguiente. La sucesión de fases diferentes:
expansiones, recesiones, expansiones, etc. se designa ciclo económico. Los máximos relativos del
nivel de actividad económica se denominan picos; mientras que los puntos de actividad relativa
mínima se designan valles. Ambos puntos, picos y valles, se denominan puntos de inflexión de la
economía. En sí ciclo económico es el patrón más o menos regular de expansión (recuperación) y
contradicción (recesión) de la actividad económica en torno a la senda de crecimiento tendencial.
En una cima cíclica, la actividad económica es elevada en relación con la tendencia; y en un fondo
cíclico, se alcanza el punto mínimo de actividad económica. La inversión, el crecimiento, la
demanda y oferta así como el empleo (desempleo) muestran claros patrones cíclicos.
Grafico II.1
En el gráfico II.1 se refleja lo señalado. La línea de tendencia muestra el patrón de largo plazo en el
crecimiento de la economía. Este patrón esta influenciado por variables como la inversión; la
demanda; la productividad y el cambio tecnológico; el comercio; los precios relativos y los términos
de intercambio, entre muchos otros factores. Pero también explican estos ciclos los shocks internos
y externos, tanto económicos como también políticos. Crisis financieras como las que se han
vivido en el pasado con los efectos tango, tequila y la crisis asiática han tenido impacto en las
economías, alejándolas de su tendencia de crecimiento de largo plazo. Procesos políticos
6
turbulentos, guerras y revoluciones igualmente han tenido efectos induciendo a las economías
hacia el fondo o crecimiento por debajo de su potencial. Al contrario, periodos de estabilidad,
innovación tecnológica e inversión, articulación de mayor comercio y mejor capital humano han
llevado a las cimas, donde las economías han crecido por encima de su tendencia de largo plazo.
La senda de tendencia del PIB es la que seguiría éste si se utilizaran plenamente los factores de
producción. El PIB varía con el tiempo por dos razones. En primer lugar, aumenta la cantidad de
recursos: aumenta el tamaño de la población y particularmente aquella que es económicamente
activa, las empresas adquieren maquinaria y construyen plantas, la tierra se mejora para el cultivo,
aumenta el acervo de conocimientos al inventarse e introducirse nuevos bienes y nuevos métodos
de producción. Este aumento de los recursos permite a la economía producir más bienes y
servicios, lo que provoca un aumento del nivel de tendencia de producción.
En segundo lugar, lo que ocurre es que los recursos no se utilizan al máximo todo el tiempo; el
pleno empleo de estos factores no es solamente un concepto físico, sino económico. Puesto que la
definición económica no es precisa, normalmente se define el pleno empleo del trabajo por medio
de alguna convención, un ejemplo de esto es cuando el trabajo está casi totalmente utilizado y la
tasa de desempleo es la llamada friccional 1 .
Lo propio sucede con el capital ya que nunca se emplea en plenitud en sentido exacto de la
palabra; un ejemplo son, los edificios de oficinas o infraestructura, que forman parte del stock de
capital, y se utilizan por debajo de su potencial.
La producción no se encuentra siempre en su nivel tendencial, es decir, en el nivel que
corresponde al pleno empleo (económico) de los factores de producción, sino que fluctúa en torno
a él. Durante las expansiones (o recuperaciones) aumenta el empleo de factores de producción y
esa es una fuente de aumento. Esta producción puede aumentar por encima de la tendencia
debido a que los trabajadores realizan horas extraordinarias y las maquinas se utilizan en varios
turnos que completan 24 horas diarias. En cambio, en las recesiones aumenta el desempleo y se
produce menos de lo que puede producir realmente con los recursos y la tecnología presente. La
línea ondulada muestra estas desviaciones cíclicas de la producción con respecto a la tendencia
Esta desviaciones se denominan brecha de la producción. La brecha de la producción mide la
diferencia entre la producción efectiva y lo que produciría la economía en el nivel de pleno empleo
dados los recursos existentes. La producción de pleno empleo también se denomina producción
potencial.
Un ciclo económico de Bolivia se muestra a continuación. Una recesión iniciada en 1978, cuando el
producto creció por debajo de su tendencia de largo plazo ha terminado en 1983 (con el valor más
bajo del ciclo -4.5 por ciento). Esto significa que a partir de 1984 Bolivia inició un periodo de
recuperación de la actividad económica – una expansión. Ahora bien, esa expansión económica se
desaceleró a partir de 1987, cuando la pendiente se hace menos vertical, pero sigue positiva hasta
1991, cuando se alcanzó un crecimiento de 5.3 por ciento. Luego se produce una caída corta en
1992 para luego retomarse una senda por encima de la tendencia de largo plazo hasta 1999.
Esta situación se aprecia en el gráfico II.2. En él puede verse la recuperación de la actividad
económica desde 1983 hasta 1991, para luego mantenerse hasta 1999 con niveles superiores a la
línea de tendencia.
1
Se refiere al desempleo que ocurre cuando voluntariamente las personas dejan un empleo para buscar
mejores oportunidades en otro empleo. Está relacionado a la rotación y la búsqueda de mejores condiciones
laborales.
7
Grafico II.2
BOLIVIA:TASAS DE CRECIMIENTO DEL PIB
10,0
8,0
Bolivia
6,0
4,0
3,36037
2,0
0,0
-2,0
y = 0,0177x + 2,3695
2
R = 0,0068
-4,0
-6,0
-8,0
II.1. Crisis Económica
La crisis económica es la etapa de profundas perturbaciones que caracterizan una situación
gravemente depresiva dentro de un ciclo económico. En un sentido amplio, es el conjunto de
problemas que se relacionan entre si y que potencian mutuamente sus efectos planteados
alrededor de un hecho básico: la reducción en el crecimiento de la producción. En un sentido más
estricto, es la fase de la actividad económica que se caracteriza por una reducción brusca de la
producción. En el caso de la economía Boliviana, se puede apreciar este efecto en 1952 y 1953. La
llamada Revolución de la época ocasionó un shock interno que condujo a una caída de cerca de 10
por ciento en el crecimiento económico. Posteriormente, a partir de 1978 y el inicio de un periodo
de inestabilidad política, la economía salió de su sendero de largo plazo y cayó hasta 1983.
Durante este periodo se produjeron varios golpes de Estado, regímenes militares que no duraron
prácticamente más de un año, la restitución de la democracia y la inmediata crisis del gobierno de
la llamada entonces UDP que condujo a una hiperinflación y un desbalance macroeconómico de
proporciones.
II.2. La inflación y el ciclo económico
Tomando nuevamente el último parágrafo, la caída en la producción durante la primera parte de los
80 se combinó con una fuerte inflación. Sucede que regularmente la inflación y el ciclo económico
8
2007
2005
2003
2001
1999
1997
1995
1993
1991
1989
1987
1985
1983
1981
1979
1977
1975
1973
1971
1969
1967
1965
1963
1961
1959
1957
1955
1953
1951
-10,0
están íntimamente relacionados y esto se debe que los aumentos de la inflación ocurren debido
que estas variables están inversamente relacionadas con la brecha de la producción. La caída en
la producción significa caída en oferta y escasez de bienes y servicios. En el caso Boliviano de esa
época, esto se combinó con un intento de medidas expansivas monetarias para tratar de estimular
la economía y ciertamente para contener las presiones sociales. Así la demanda subió.
Entonces, las medidas expansivas de demanda agregada tienden a generar inflación, a menos que
se tomen cuando la economía tiene elevados niveles de desempleo, existe capacidad ociosa y
existen condiciones mínimas internas para la producción y el endeudamiento, particularmente para
capital de trabajo. En contraparte, los períodos prolongados de baja demanda agregada tienden a
reducir la tasa de inflación. La caída en los ingresos, el flujo de capital y las remesas, la
incertidumbre que reduce la confianza del consumidor y otros factores similares contribuyen a este
resultado.
La inflación, al igual que la contracción económica y el desempleo, son motivo de gran
preocupación. Sin embargo, las reducciones de la inflación son mucho menos evidentes en sus
efectos que los del desempleo. En una contracción la producción potencial se pierde, por lo tanto,
resulta evidente por qué es deseable que no crezca el desempleo. En el caso de la inflación, no se
registra una pérdida evidente de producción, por lo cual se dice que la inflación perturba las
relaciones de precios y reduce la eficiencia del sistema de precios. Cualquiera que sea la razón,
en el contexto de la gestión macroeconómica en todas partes, las personas responsables por la
política económica se han visto en la disyuntiva de disminuir la inflación teniendo en cuenta que
esto aumentaría el desempleo.
II.3. La economía política
Todos desearían que no existiera inflación ni exceso de desempleo, pero eso es prácticamente
imposible. Las personas responsables de la política económica a menudo tienen que decidir a
corto plazo hasta donde pueden trabajar contra las perturbaciones de inflación, sabiendo que
cuanto la acomoden, más desempleo emergerá. A largo plazo, se tiene que decidir si se aspira a
conseguir una tasa de inflación muy baja o incluso nula o están dispuestos a vivir con la inflación
positiva, pero menor desempleo.
II.3.1 Posibles sendas de la política económica
Las gestiones 2007 y 2008 en Bolivia han sido preocupantes por la subida de precios y la inflación.
Este no es el espacio para analizar en detalle las causas, pero baste con señalar que en nuestra
visión, el núcleo del problema fue el desbocado crecimiento de los agregados monetarios debido a
la renta del gas y otros flujos asociados a remesas y actividades ilegales. El boom del gas esta
concluyendo y la inflación ha caído, aunque todavía queda por dosificar la devolución de la deuda
interna o la reversión de la esterilización realizada. Para el 2009 y años siguientes, la preocupación
ya no parece estar en la inflación. Después de todo, los precios de materias primas y productos
finales están bajando o ya han bajado. En los países vecinos se tiene deflación y la contracción de
la demanda mundial debería traducirse en que Bolivia y otros países importen deflación. En junio
de 2008 se llegó al pico de inflación anualizada con una tasa superior al 17 por ciento. Hacia el
final de diciembre se llegó a una tasa levemente superior al 11.13 por ciento.
Este y quizás con mayor intensidad el próximo año, la preocupación será la caída de la producción
y con ello la falta de trabajo. El informe del CEDLA citado previamente reporta para finales del
9
2008, un desempleo de 11.6 por ciento para La Paz, Potosí 9.4 por ciento; Cochabamba 8.7 por
ciento y Santa Cruz con 8.2 por ciento. Con ello, el CEDLA calculó un consolidado para todo el
país que excede el 10 por ciento de desempleo, cifra sin duda preocupante. Esto implicaría que la
economía estaría entrando en una fase de caída del producto e iniciando un ciclo contractivo que
tiene como resultado el desempleo. Una primera pregunta es cómo fue el ajuste y su efecto sobre
estas variables. En lo que sigue se presenta una respuesta conceptual a esta interrogante.
En el gráfico II.3 se observa una curva que relaciona la inflación y el desempleo (caída del
producto) a largo plazo. Esta curva es llamada curva de Philips y lo que indica es que a largo plazo
no existe ninguna disyuntiva entre inflación y desempleo. Esto se expresa el la recta CPL que
señala que no importa cuan alto sea el nivel de inflación, el producto y el desempleo no serán
afectados significativamente. Es decir, en el largo plazo, las variables monetarias no tienen efecto
permanente sobre las variables reales. Más fácil, en un momento de contracción, se puede
estimular la economía inyectando dinero en ella, y es posible que en el corto plazo exista un efecto
demanda que recupere algo la producción y el empleo. Pero en el largo plazo, dicha política de
inyectar dinero solo conducirá a mayor inflación más no a mayor producción y mayor empleo.
Pero con una perturbación, por ejemplo, la crisis financiera reciente que se traduce en menor
demanda de materias primas, caída en sus precios y caída en el valor de las exportaciones, la
economía se encuentra en el punto A con una elevada inflación y un elevado desempleo.
Frente a esto, se muestran dos sendas posibles de ajuste. La senda de color rojo (superior)
representa una tasa de inflación más alta durante la transición y corresponde a una política de
restablecimiento rápido de unos bajos niveles de desempleo y un largo periodo posterior de
desaceleración de la inflación. Es decir, en esa senda se usan políticas fiscales y monetarias
activas (por ejemplo el impulso fiscal que han diseñado varios países junto a medidas como la
bajada de tasas de interés) sabiendo que esto puede crear inflación, que lentamente deberá ser
controlada posteriormente.
La otra posibilidad que es la senda de color azul (inferior), muestra una disminución inmediata de la
inflación; en esta, se disminuye la inflación pero el coste es una reducción más lenta del
desempleo. Es decir, se privilegia el control de la inflación, aunque ello implique no hacer mucho
por el desempleo. En Bolivia, la rápida caída de los precios (en enero la inflación fue mínima – 0.36
por ciento y en marzo, abril y mayo fue negativa) y la subida del desempleo induce a pensar que el
ajuste se asemeja más a la línea inferior.
De manera general, con el gráfico se puede concluir que los responsables de la política económica
no escogen entre inflación y desempleo, sino entre una senda de ajuste que se diferencia en la
combinación de inflación y desempleo. La senda de color rojo corresponde a la política desinflación
gradual y la de color azul se parece más a una política de shock.
10
Grafico II.3.
En cuanto a cómo eligen los responsables de la política económica entre el tipo de senda, lo
primero que se asume es que estos actúan en interés de la sociedad. Cuando ya estiman los
costes sociales de las distintas sendas de la inflación y del desempleo, ellos eligen la que minimiza
el coste total de la estabilización para la sociedad. Lo señalado esta bien dentro el margen la
política económica. Sin embargo, la economía política es otra cosa. En esta última no solo
predominan los beneficios para la sociedad, sino aquellos que tienen relación con la política misma
y con variables como la popularidad de una gestión gubernamental. En ese marco, es posible que
se opte por frenar lo más rápido la inflación, puesto que ésta esta mermando la base de aceptación
de un determinado gobierno. De hecho, es posible argumentar que la inflación tiene un efecto más
amplio; afecta a todos y particularmente a los de menores ingresos que dedican más de éste al
consumo de bienes básicos donde se percibe la subida de precios. En contraste, se puede
sostener que el desempleo no es un mal que se percibe con igual amplitud, aunque su impacto en
la pobreza es igualmente negativo.
En suma, este segundo enfoque reconoce el carácter político de las decisiones. En una
democracia, los responsables de la política económica responden al electorado y eligen medidas
que maximicen sus posibilidades de ser reelegidos. Este enfoque ha dado origen a una extensa
literatura en la economía y la ciencia política que se denomina teoría del ciclo económico y político.
II.3.2. Teoría Del Ciclo Económico Político
El 2009 es un año electoral en Bolivia y por esa razón vale la pena ahondar un tanto en conceptos
que pueden ayudar después en el análisis. Según la teoría del ciclo económico político, los
responsables de la política económica tratan de que la situación de la inflación y del desempleo
11
sea óptima o equilibrada en época previa a elecciones. Luego de ese periodo aparecerá la inflación
o la recesión. En suma, la teoría del ciclo económico político estudia las relaciones entre las
decisiones vinculadas con la política económica y las consideraciones políticas que ésta puede
generar. La predicción más conocida de esa teoría es que el ciclo económico es un reflejo del
calendario electoral. Los elementos fundamentales de esta teoría son las opciones entre las que
puede elegir el responsable de la política económica. La siguiente es cómo valoran los votantes el
dilema (de la inflación frente al desempleo) y por último está la determinación del momento óptimo
para influir en los resultados electorales. En sí la hipótesis del ciclo económico hace hincapié en el
sentido del cambió de la economía. Para que los políticos resulten reelegidos, la tasa de
desempleo debe estar disminuyendo y la tasa de inflación no debe estar empeorando.
II.3.3 La Valoración del dilema
A los votantes les preocupa la inflación y el desempleo cuando éstos son elevados. Al analizar esto
profundamente en las encuestas se encuentra otro importante punto: a los votantes les preocupa
tanto el nivel como la tasa de variación de las tasas de inflación y de desempleo. Es decir, no solo
como estamos sino hacia donde vamos. El aumento del desempleo aumenta la preocupación de la
opinión pública por esta cuestión. La preocupación por la inflación depende de la expectativa de
que aumente ésta, así como de su nivel. Estas circunstancias influyen en los tipos de medidas que
eligen los políticos.
II.3.4. El Calendario político
Los políticos requieren estar seguros de que en la época de las elecciones las variables de la
economía serán adecuadas para conseguir la aprobación del mayor número de votantes. Debido a
esto las tasas de inflación y de desempleo deben estar disminuyendo si es posible no deben ser
altas. Es decir, importa el nivel y la tendencia.
El problema está en las decisiones que se toman entre el periodo que va desde la toma de
posesión de un nuevo gobierno hasta las elecciones (más aún cuando existe la reelección
consecutiva, como ahora sucede con la constitución boliviana) para situar a la economía
exactamente en la posición correcta.
La hipótesis del ciclo económico sugiere, que los políticos adoptan medidas duras y posiblemente
adecuadas al comienzo de su mandato; por ejemplo teniendo que impulsar el empleo, expandiendo
gasto e inversión pública, aún cuando ello tenga como costo mayor inflación. Además, al principio
de un mandato puede acusarse a una administración anterior de la necesidad de adoptar este tipo
de medidas. Pero conforme se aproximan las elecciones, se adoptan medidas contractivas para
asegurarse de que la reducción de la inflación consiga la aprobación de los votantes. La literatura
sobre el ciclo económico político es ambigua por lo que no es posible contar con evidencia
empírica uniforme que explique si este tipo de comportamiento es relevante y agrega al
comportamiento cíclico del producto y el desempleo, en sus variables no asociadas a la política.
En todo caso, hay factores que actúan en contra del ciclo económico político. En general, se sabe
que la capacidad de cualquier gobierno para sintonizar perfectamente la economía es limitada. La
aplicación de manipulaciones cuyo motivo es político también plantea sus propias dificultades. Por
12
ejemplo, en el caso de Estados Unidos; en primer lugar el presidente no puede utilizar totalmente el
ciclo económico debido a que las elecciones al Congreso se celebran en medio de su mandato. En
segundo lugar, un presidente no puede dedicarse abiertamente a organizar recesiones y
recuperaciones en los momentos oportunos para las elecciones. Corre con el riesgo de ser
descubierto manipulando la política macroeconómica.
En tercer lugar, las grandes perturbaciones macroeconómicas (crisis financiera y global como la
que ahora se vive o las guerras, por señalar algo fuerte inesperado) pueden eclipsar al ciclo
electoral. En cuarto lugar, el ejecutivo no controla todos los instrumentos; ya que el banco central
puede ser en gran parte independiente, por lo que no tiene que acomodarse a los intentos de
ajustar la economía al ciclo electoral. Por último, si las expectativas son racionales, la adopción de
una política monetaria expansiva pensando justamente en las elecciones sólo produce pequeños
efectos reales y provoca principalmente una inflación. Por lo cual no debe sorprender que el ciclo
electoral no sea totalmente regular. Esto no significa que se debe descartar la hipótesis del ciclo
político económico. No cabe duda de que a todas las administraciones les conviene que la
economía se expanda enormemente y que la inflación disminuya en la época pre electoral.
Hasta aquí un resumen de lo más relevante de los ciclos económicos. Se sabe que los ciclos se
producen por shocks externos como la crisis que se viene registrando en el mundo, pero también
por efectos internos. Estos no necesariamente deben ser dramáticos como las revoluciones. Es
perfectamente posible explicar un ciclo sobre la base de la productividad. Cuando el stock de
capital se incrementa sustancialmente en una economía y la mano de obra se mantiene, la
combinación de ambas dará un incremento sustancial en la productividad de la mano de obra.
Supongamos que el capital adicional trae tecnología y maquinaria en muchos sectores, entonces,
el producto que realizaba un trabajador de manera manual se incrementa con el uso de una
máquina. Lo propio pasa para los otros trabajadores que también son dotados de similares
máquinas. Al subir la productividad de la mano de obra, los salarios reales tienden a subir. Esto
puede suceder en tal magnitud que el costo de la mano de obra incide en una subida en los costos
finales de los productos. Así, esos productos se venden menos internamente y en los mercados de
exportación. La demanda cae y por lo tanto la producción comienza a caer entrando en una fase
contractiva del ciclo. Es por ello que en economías desarrolladas, procesos productivos de baja
complejidad son descartados para mover a la economía a productos de alta tecnología. A su vez
los procesos más sencillos son trasladados a economía en menor desarrollo.
Sin duda, los ciclos están asociados a cambios en la demanda, en los precios y en general en los
términos de intercambio. La inversión es otra variable que determina los ciclos pero esta parece
seguir a los patrones de las otras variables mencionadas. Cuando existe demanda, buenos
precios, mercados y certidumbre, sigue la inversión y no al revés. Finalmente, todo lo mencionado
tiene relación con el contexto externo puesto que la mayor parte de las economías son abiertas. En
tal sentido, es imposible descartar que la coyuntura que se vive hoy en el mundo no tenga efecto
sobre el ciclo económico, por ejemplo, en Bolivia.
13
III.
El ciclo del PIB en Bolivia – Determinantes centrales
En esta sección utilizaremos dos herramientas para poder determinar la tendencia de largo plazo
en el crecimiento del PIB boliviano y así describir los ciclos económicos, como desviaciones
respecto de esta tendencia. La primera y mas sencilla, es determinar el crecimiento de tendencia
de largo plazo a través de un ajuste lineal, realizando una regresión de la variable crecimiento del
PIB contra el tiempo. Esta aproximación sencilla y posiblemente menos rigurosa en lo estadístico
nos permite describir hechos importantes segmentando tres periodos. La segunda aproximación,
estadísticamente más correcta se realiza utilizando una técnica de suavización de la serie a través
del denominado filtro de Hodrick y Prescot que genera una tendencia no lineal y nos permite
identificar dos grandes ciclos desde los años 50 hasta el 2007.
III.1 Enfoque Lineal
Se han identificado tres macro ciclos económicos en Bolivia a partir de los años 50. El primero se
inicia con la revolución del año 1952 y termina en 1960. El segundo macro ciclo se inicia en 1961 y
dura hasta 1983, con un periodo de crecimiento por encima de la tendencia de largo plazo por
muchos años. Entre 1961 y 1978 se registró un periodo de prosperidad con tasas de crecimiento
siempre por encima del potencial y picos tan altos como el 8.5 por ciento logrado en 1968. El tercer
macro ciclo se inicia en 1983, en medio de una hiperinflación y crisis económica, que conduce año
tras año a una recuperación del crecimiento hasta 1991 cuando se logra 5.3 por ciento y luego se
caracteriza por periodos de micro ciclos que no se distancian sustancialmente de la tendencia de
largo plazo. Luego de una desaceleración en 1992 a 1.6 por ciento, el crecimiento se mantiene
levemente por encima del 4 por ciento hasta el año 1999, en el que se produjo una caída a 0.4 por
ciento. Desde entonces, se ha transitado un periodo de recuperación hacia el pico que fue de 6.15
por ciento el pasado año.
Gráfico III.1
BOLIVIA:CICLOS DEL PIB 1951 - 2007
10,0
8.5%
8,0
Bolivia
5.3%
6,0
4,0
3,36037
2,0
0,0
-2,0
y = 0,0177x + 2,3695
R2 = 0,0068
-4,0
-6,0
-8,0
1
2
3
14
2007
2005
2003
2001
1999
1997
1995
1993
1991
1989
1987
1985
1983
1981
1979
1977
1975
1973
1971
1969
1967
1965
1963
1961
1959
1957
1955
1953
1951
-10,0
En el gráfico III.1 se reflejan con claridad estos tres macro ciclos y al interior de ellos por supuesto
que existen fluctuaciones pero menores en relación a la tendencia de largo plazo.
a) Primer macro ciclo
El hecho más relevante de este periodo fue la Revolución del año 1952. Este hecho consolidó una
tendencia hacia el nacionalismo que se venía gestando después de la guerra del Chaco en 1935 y
se consolidó en abril de 1952 con importantes reformas sociales y efectos económicos relevantes.
Uno de los más importantes fue la nacionalización de las minas en un contexto de un país
eminentemente minero. El control y la propiedad de las minas pasó de manos privadas al Estado
con todo lo que ello significó en términos de renta e ingresos por la explotación de estos recursos
naturales. Institucionalmente, el cambio significó la creación de la Corporación Minera de Bolivia
(Comibol) como uno de los primeros pasos; poco antes, en la visión nacionalista y de participación
amplia del Estado surgió la Corporación Boliviana de Fomento (1943), como entidad encargada de
planificar e impulsar el desarrollo nacional. Más temprano había surgido Yacimientos Petrolíferos
Fiscales Bolivianos siguiendo esta misma visión nacionalista de la época (1936).
Este primer macro ciclo se caracteriza por tasas de crecimiento absolutamente volátiles, con
subidas y caídas muy fuertes en periodos tan cortos como un año. Víctor Paz asumió la
presidencia y una de sus primeras tareas fue tratar de contener un brote inflacionario generado por
los excesos de gobiernos anteriores (sexenio) asociados a la guerra y el financiamiento de la
inversión pública con reservas del BCB. El objetivo era establecer austeridad fiscal y contraer el
gasto público en un escenario de conflicto interno, la inseguridad no solamente jurídica sino
personal y la presencia de las llamadas milicias. En los años previos se había producido un
excesivo endeudamiento público y establecido controles de cambios y esquemas complejos de
asignación de divisas que hacía prácticamente imposible la importación de bienes y generaba
especulación.
No obstante las intenciones de ese gobierno de restablecer límites y control en las finanzas
públicas y el financiamiento del gasto por parte del BCB, la presión política los rebasó y el
resultado fue el inverso. La deuda con el BCB subió, la cantidad de billetes y monedas en poder del
público subió y finalmente, en enero de 1953 Paz Estenssoro, luego de sofocar un golpe de la
fracción de derecha de su partido, tuvo que pactar con la izquierda y cogobernar con la COB. Esto
indujo a financiar todos los programas de la época con emisión inorgánica proveniente del BCB.
El segundo hecho económico importante fue la reforma agraria, por la cual una estructura de
producción agrícola basada en la propiedad concentrada de la tierra dio paso a una distribución
masiva de ella a sectores campesinos. En lo político y social, el proceso otorgó derechos
fundamentales a sectores masivos que no había ejercido la ciudadanía plena. El voto universal, el
fortalecimiento de las organizaciones sindicales y la presencia de sectores tradicionalmente
excluidos en las estructuras de poder. En lo económico fueron años de incertidumbre sobre la
propiedad en general y en lo político fueron años de predominio de un régimen duro, de excesos y
distante de los conceptos de democracia que hoy predominan en el mundo moderno. La actividad
económica de segunda importancia después de la minería era la agricultura, sector donde los
cambios habían producido una crisis sin precedentes en cuanto a volúmenes de producción. Los
nuevos propietarios de las tierras no tenían acceso a elementos necesarios para impulsar la
producción.
15
Las políticas del nuevo régimen tenían una visión redistributiva de una riqueza, que con excepción
de la minería que ya había pasado al Estado, en valor absoluto representaba muy poco para el
conjunto de la sociedad. Se buscaba distribuir lo que tenían los menos pobres entre el conjunto de
los más pobres. Se sobreestimaron los ingresos y rentas de las reformas y subestimaron los
costos. Se incrementaron salarios y cayó la productividad, los costos internos aumentaron en la
minería y las presiones inflacionarias fueron incontenibles: en 1953 la inflación llegó a 152 por
ciento.
No obstante varios esfuerzos fallidos de política para estabilizar la economía, factores externos
también confabularon en contra del gobierno de entonces. El principal fue el precio del Estaño que
cayó de US$ 0.98 LF en abril de 1953 hasta 0.81 en septiembre y la tendencia a la baja se
mantuvo hasta 1956. La recaudación fiscal permaneció estancada; surgieron mercados paralelos
de divisas; el déficit fiscal financiado desde el BCB se incrementó y las principales variables se
deterioraron entre 1953 y 1954. Comibol reportaba pérdidas en esos años y los préstamos del BCB
en gran medida tenían el objetivo de cubrir esas brechas.
Cuadro III a 1
Contexto y políticas
Resultados
Convulsión,
inestabilidad
política,
desinstitucionalización del debate de la política
pública. Las masas sociales, las milicias y
otros grupos ajenos al marco institucional
tomaron relevancia y forzaron decisiones.
Incertidumbre, riesgo económico y personal.
Intolerancia a la oposición y prácticas no
democráticas. Inoperancia de los poderes
públicos y vulneración a su independencia.
Inseguridad jurídica sobre la propiedad
privada. Predominio de la política sobre la
economía.
Expansión fiscal, presiones sociales al
incremento del gasto público. Descontrol del
déficit fiscal. Incrementos en asignaciones,
bonos y otras transferencias fiscales
Inflación de tres dígitos
Controles
cambiarios
y
medidas
administrativas de control en la asignación de
divisas
Mercado paralelo con cotizaciones muy
superiores. Finalmente, una devaluación de
1121% entre 1953 y 1956
Déficit en empresas estatales nacionalizadas
Déficit Fiscal y Endeudamiento incontrolado
con el BCB
Sobrevaluación del Boliviano
Crecida de importaciones y merma sistemática
de reservas. Desplazamiento de la incipiente
producción nacional principalmente agrícola.
Falta de independencia del BCB
Perdida total de Reservas. Se llego a cero
16
reservas.
Subvenciones y presiones para incrementos
salariales
Déficit fiscal mayor, mayor crisis monetaria por
emisión adicional de dinero.
Caída en el precio del Estaño
Caída en los ingresos fiscales, alta
dependencia de la renta del Estaño e
insostenibilidad de política social de corte
populista insostenible
Fijación de precios a productos y servicios
Especulación y desabastecimiento
Caída en inversión
Inversión bruta cayó en 41 por ciento en el
primer año de gobierno.
Contracción del PIB
Caída de -14.68 por ciento entre 1952 y 1954
En el cuadro III.a.1 se sintetiza lo central de la primera parte de este macro ciclo entre 1952 y 1956
y todo esto no puede calificarse sino como de un desastre económico. El PIB se contrajo en
términos agregados y las principales variables quedaron fuera de control. Las presiones sociales
condujeron al régimen a un escenario de populismo insostenible y dejaron un Banco Central sin
reservas, un sector fiscal desbocado y una inflación incontrolable. Los efectos de la revolución y su
carácter de reivindicación de clases populares dejaron demasiadas facturas que el gobierno tuvo
que pagar. Todo ello llevo al desastre, hecho que fue complementado con la caída de los precios
de las materias primas y en particular el Estaño. Predominaron problemas serios como la escasez
de alimentos, falta de empleo y empobrecimiento de muchos sectores.
A partir de 1956 el nuevo gobierno presidido por Hernán Siles Suazo se inició la parte de
recuperación del ciclo. Lo primero que hizo el gobierno es buscar la asistencia de los Estados
Unidos y la creación del Consejo Nacional de Estabilización Monetaria. Bolivia fue parte entonces
del primer programa de ayuda a países de la región, llamado Punto IV y en ese marco Bolivia
recibió donaciones de alimentos bajo la Ley Pública 480, aspecto que hasta hoy tiene vigencia (PL
480). Entre 1954 y 1964 la ayuda estadounidense llegó a US$ 227 millones, cifra que hizo del país
el más favorecido en América Latina. Esta ayuda estaba condicionada a que la nueva
administración tomara medidas para estabilizar la economía, partiendo por la elaboración y respeto
a un presupuesto nacional, establecer independencia en el banco central, la reorganización de las
empresas estatales, principalmente COMIBOL y el abandono de la política económica populista
que había demostrado ser inviable.
Las primeras medidas de estabilización en diciembre de 1956 apuntaban a propiciar una transición
desde una economía controlada en todas sus dimensiones hacia una economía mas guiada por el
mercado. Se suprimían los controles cambiarios, se fijaban metas de déficit fiscal, la liberalización
del comercio exterior eliminando los controles a las importaciones. Igualmente se suprimieron
gradualmente los subsidios y los controles de precios. Se decreto la congelación de sueldos puesto
que los ingresos corrientes eran absolutamente insuficientes para cubrir incrementos. Los créditos
17
del BCB a la banca privada se limitaron y se impuso un esquema donde el BCB sería prestamista
de última instancia solamente. Ninguna entidad, empresa o repartición estatal podía acudir al BCB
para solicitar recursos que cubran sus brechas de gasto. Tampoco ninguna entidad estatal podría
contraer crédito con la banca comercial.
Las medidas fueron sin duda poco populares pero se venía de un escenario de desastre que
políticamente ayudaba a enfrentar las presiones que en el pasado inmediato habían llevado a la
economía donde estaba. El Presidente Siles entró en huelga de hambre para controlar las
presiones y tuvo éxito saliendo fortalecido y con apoyo a las medidas de estabilización. En los años
siguientes los incrementos salariales se mantuvieron controlados.
Los productos comenzaron a aparecer, todavía a precios altos pero ya existían en los mercados.
Luego, los precios comenzaron a bajar en el segundo trimestre de 1957 y ello fue muy importante
en cuanto al apoyo político al programa de ajuste. La tasa de inflación fue de 11 por ciento,
promedio, en el trienio 1957 – 1959 lo que representaba un logro espectacular respecto al
promedio de 147 anual en el periodo 1952-1956. Se redujo el déficit fiscal a pesar de las grandes
dificultades de contener el gasto y la dependencia de donaciones externas para cerrar el balance.
La estabilización tuvo impacto recesivo como era de esperarse, pero a partir de 1960, la disciplina
fiscal y monetaria comenzaron a dar frutos. Se contuvo la inflación y se logró señalizar
positivamente a la inversión. Todo esto hizo que se llegará al punto de inflexión del ciclo, tal como
se aprecia en el gráfico y desde 1957 las tasas de crecimiento del PIB fueron menos negativas
hasta llegar aun 4.3 por ciento en 1960.
Cuadro III a 2
18
Un hecho adicional, esta vez en el sentido opuesto, fue que el precio del Estaño entre 1957 y 1958
se mantuvo estable alrededor de US$ 0.95 la libra. A partir de 1959 el precio superó el dólar por
libra y en los siguientes años siguió una tendencia a la subida. El siguiente cuadro elaborado por
The USGS Mineral Resources Program (MRP) refleja dicha tendencia. Claramente, el precio del
Estaño fue un factor importante en el cambio de tendencia del crecimiento del producto de ese
periodo.
b) Segundo macro ciclo
El segundo macro ciclo comienza en 1961 y se extiende en su fase de expansión, pico y
contracción hasta 1983.
La década de los 60
La década de los 60 se caracterizó por una estabilidad monetaria y la recuperación económica. La
presencia del sector privado comenzó a ganar espacio en la agropecuaria del oriente, la
manufactura liviana y la minería mediana. Sin embargo, en esa década persistió, quizás con más
frecuencia pero menos intensidad la inestabilidad política. Al inicio de la década los Estados
Unidos se comprometió a intensificar la ayuda a Bolivia de modo que esta alcanzó niveles máximos
en 1963. A su turno, Bolivia se comprometía a administrar adecuadamente sus recursos fiscales,
racionalizar las empresas estatales y promover la inversión privada local así como crear
condiciones para la llegada de inversión extranjera. Un primer referente de esta primera parte de
prosperidad fue la adopción del llamado Plan Decenal que se elaboró con la colaboración de un
grupo de expertos de Naciones Unidas. Por otra parte, en 1962 se adoptó el llamado Plan
Triangular financiado por EEUU, Alemania y el BID para la rehabilitación de la Comibol, lo que
ayudó a rehabilitar la empresa estatal. En 1965 se aprobó el nuevo Código de Minería y la Ley de
Fomento a las Inversiones que impulsaron la presencia privada.
Los primeros cuatro años de la década fueron económicamente positivos; se creció a un promedio
de 5.7 por ciento. Surgieron actividades importantes en la pequeña manufactura y en la
agropecuaria surgió la caña de azúcar, el arroz y la ganadería. La tasa de inflación no llegó al 5 por
ciento anual y si bien los gastos públicos siguieron creciendo, pero a una tasa diametralmente
moderada a lo sucedido antes, el ingreso fiscal fue el que creció con las exportaciones de
minerales. El déficit fiscal fue bajando hasta llegar a ser controlado y también se estabilizó el tipo
de cambio. Entonces se abandonó el tipo de cambio flexible, medida que no fue de las más
acertadas y luego se realizó el cambio monetario para pasar de los bolivianos a los pesos
bolivianos, restándole tres ceros a la unidad eliminada.
Pero no solo la menor intensidad del conflicto político y la estabilidad económica influyeron en la
recuperación de la economía. Con más énfasis que en el pasado, el precio del Estaño y la renta
por las exportaciones del mineral jugaron un rol muy importante. En el Gráfico III.2 siguiente se
puede apreciar la subida del precio medido en dólares corrientes de cada periodo y también en
dólares constantes de 1992. El tramo de subida del macro ciclo corresponde al periodo 1961 hasta
1968, periodo en el que el precio del Estaño en dólares corrientes prácticamente se duplicó y en
dólares constantes alcanzó precios formidables como en 1965. Esto significó un flujo creciente de
ingresos para el Estado a través de la Comibol, lo que a su turno se traduciría en inversión pública
y en general gasto que estimulo la demanda interna.
19
Grafico III.2
Fuente: http://minerals.usgs.gov/minerals/pubs/metal_prices/metal_prices1998.pdf
La década de los 70
La recuperación de la economía boliviana que había arrancado en la primera mitad de los 60 logró
su pico en 1968 y luego en la primera parte de los 70 se registraron periodos anuales de
crecimiento positivo por encima de la tendencia, pero con fluctuaciones, todas ellas dentro valores
positivos. Este podría llamarse un sub periodo de crecimiento un tanto inestable, pero crecimiento
al fin. Una característica importante de este sub periodo en lo político fue la dictadura que se inició
en 1971 y terminó en 1978. Sin duda, este periodo fue negativo en todo lo referido a los derechos
fundamentales de los ciudadanos y la ausencia de democracia. La dictadura, en sus primeros
años, limitó derechos humanos y desde esa óptica no se puede sino calificar de nefasta. Sin
embargo, el periodo se caracterizó por la ausencia de revoluciones, confrontaciones ideológicas,
refriegas y presiones desbordadas en lo sindical y social, que en el pasado habían afectado el
desempeño económico. En este ultimo ámbito, lo visible fue la prosperidad, pero lo menos
perceptible fue el crecimiento de la deuda pública, tanto con acreedores multilaterales como con
entidades financieras privadas internacionales. Se acumuló deuda en exceso y sin sintonía con las
posibilidades futuras de servicio de la misma. Ese crecimiento de la deuda (recursos externos) fue
en gran medida responsable de esas tasas de crecimiento.
Gradualmente, desde 1975 el crecimiento del PIB se hizo cada vez más modesto. Pero es a partir
de 1978 que las cosas comienzan a complicarse seriamente. Ese año fue marcado por el anuncio
de elecciones en las que el candidato oficialista fue el General Pereda Asbún, quien gobernaría el
20
país por escasos meses, hasta que en octubre, otro militar asumió el gobierno; el general Padilla.
Fue nuevamente un periodo de turbulencia política. En 1979 Padilla fue presidente la primera mitad
del año y en la segunda el Dr. Walter Guevara duró pocos meses hasta que Natusch Busch tomará
el poder por la fuerza con escasos días de régimen. Hacia finales de gestión, asume el gobierno la
Sra Lidia Gueiler Tejada. En 1980 se produjo un nuevo golpe de Estado y asume el poder el
General Luis García Mesa. En 1981 se produjo la renuncia de Mesa a favor de una junta de
comandantes en septiembre la cual optó por entregar el mando de la nación al Gral. Selso Torrelio
Villa.
c) Tercer Macro Ciclo
La Primeros años de los 80
En 1982, el Gral. Vildoso asume la presidencia para luego entregarla al Dr. Hernán Siles Suazo, ya
en el marco de la recuperación de la democracia. Así el 10 de octubre de ese año asume la
presidencia Hernán Siles, luego de un proceso de 4 años en los que se produjeron golpes de
Estado, confrontaciones armadas y una total inestabilidad política. En 1983, se produjo el punto
más bajo del ciclo, con una contracción de 4.5 por ciento del producto. La inflación que ya venía
con cifras de tres dígitos se aceleró más en ese año. El gobierno de Siles Suazo fue conformado
acompañado de un congreso previo en el que el oficialismo no tenía ningún apoyo. Adicionalmente,
la alianza Unidad Democrática Popular UDP que lo llevó al poder se había convertido en un
intermediario de presiones que durante la dictadura se habían multiplicado en busca de
compensaciones.
Saliendo por un momento de los hechos políticos, vale la pena regresar por un segundo al gráfico
que muestra la tendencia del precio del Estaño a partir de 1979 en adelante. Tanto en valores
corrientes como en dólares constantes, la tendencia al desplome del precio del Estaño es un hecho
económico que acompaño este deterioro que terminaría en 1983 en el fondo del ciclo. En dicho
periodo se repitieron viejas estrategias como el control de cambios; el control al comercio exterior;
el control y fijación de precios desde el Estado; el financiamiento del déficit fiscal con recursos del
BCB y su sometimiento a las decisiones del Ejecutivo. Entre la normativa central de la época esta
aquella que determina que el BCB es responsable de promover y mantener las condiciones más
adecuadas para el desarrollo ordenado del país. En consecuencia, el BCB tenía el mandato de
propiciar el crecimiento de la economía. Entre las funciones asignadas se señalaba aquella de
otorgar crédito a entidades públicas y principalmente el Tesoro General de la Nación.
En suma, se definía al Banco Central como un brazo operativo del entonces ministerio de finazas,
desde donde se disponía la transferencia de recursos al TGN y a empresas estatales, muchas
veces como crédito y otras veces solo como transferencias. Se había roto totalmente la
independencia del BCB y entonces, aún cuando ya no existían reservas, se disponía que emisión
nueva sea dispuesta para empresas como YPFB y muchas otras que reflejaban déficits operativos
insostenibles. En la misma época el sindicato del BCB logró el control de la entidad y en los
hechos, tomaba decisiones particularmente en cuanto a remuneraciones y bonos para compensar
por la creciente inflación.
Pero también cabe sumar efectos externos a todo este drama. Llegó la crisis de la deuda y con ella
el agotamiento de recursos externos privados para financiar necesidades internas. Los precios del
petróleo subieron, pasando de cerca de US$ 10 por barril (a precios de 2005), llegaron a US$ 90 y
esto afectó seriamente a las economías industrializadas. Haciendo un parangón con la actualidad,
21
la crisis de la deuda desequilibró el sistema financiero en los países en desarrollo y la subida del
petróleo condujo a una caída en la producción del mundo desarrollado.
Todo ello tuvo un impacto adverso en la demanda agregada mundial. Los países desarrollados
luchaban por contener la inflación y contrajeron el crédito. A su turno, la contracción en la demanda
condujo a la caída del precio de las principales materias primas. El caso del Estaño no fue la
excepción tal como se puede apreciar en el gráfico III.2.
Por su parte, la política cambiaria en el país se hizo incontrolable. Un tipo de cambio fijo inicial
sobrevaluado, había permitido que las Reservas del BCB se agoten totalmente; para el momento
de la flotación, cada ajuste que se realizaba era insuficiente pues el mercado paralelo tenía una
dinámica mucho más acelerada de subida. Se crearon controles a las divisas, mercados
diferenciados o tipo de cambio dual, se prohibió por decreto el mercado paralelo sin que ello lo
elimine. Este paso a ser simplemente un mercado negro incontrolable.
En lo financiero, el periodo se caracterizó por un proceso de desintermediación en el que tanto las
captaciones como la cartera rápidamente llegaron a valores insignificantes. La trepada del dólar
persiguiendo a la inflación indujo a que las autoridades intentaran “bolivianizar” el sistema. Hubo
medidas de subida de encaje y otras similares en primera instancia, y ante el fracaso de todo lo
imaginado, se determino la llamada “desdolarización” de todos los depósitos. Al final de este
proceso, los depósitos en el sistema financiero alcanzaron la ridícula cifra de US$ 46 millones.
La segunda mitad de los 80
A partir de 1983 cambia la tendencia del ciclo. Luego de tocar fondo, la gobernabilidad se había
hecho imposible y las presiones sociales junto a la visión populista de algunos sectores del
gabinete del Dr. Siles habían llevado a su gobierno a un punto sin retorno. En 1984 el crecimiento
del PIB había sido igualmente negativo (-0.6) y aún en 1985 y 1986 se cerró con valores en rojo (-1
y -2.5 por ciento, respectivamente). Lo que sí se había logrado controlar fue la hiperinflación que
sin duda fue el primer paso para poder pensar en la recuperación de la producción. Las medidas
del D.S. 21060, mismas que fueron extremadamente duras frente al descalabro son hasta hoy
criticadas y varios sectores todavía exigen la derogación del mismo. La parte dura del ajuste había
llegado. Se cerraron empresas públicas deficitarias y se contrajo el gasto público al máximo. Se
contrajo la CBF que aglutinaba a decenas de empresas estatales dedicadas a la producción de la
más amplia diversidad de productos. Habían beneficiadoras de productos alimenticios, fábricas de
vidrios, botas de combate, papel, hoteles, etc.
La política hasta entonces había sido abiertamente sesgada en contra el sector exportador, no solo
por la enorme burocracia que hacía imposible la actividad, sino por la política cambiaria rezagada
que se sustentaba en tipos de cambio sobrevaluados, así como la obligatoriedad para que los
exportadores entreguen todas sus divisas al BCB. Hasta entonces el gobierno había fijado precios
de productos alimenticios provocando su escasez y un mercado negro que penalizaba al
consumidor. Se fijaban tasas de interés con el objetivo de intentar subvencionar a la industria
nacional. Bancos estatales como el Minero, el Agrícola y el Banco del Estado había sido
canalizadores de estos créditos subvencionados y mal evaluados. En la época, varias de las
funciones y misiones que se otorgaban a esos bancos coinciden con lo que hoy se encomienda al
llamado Banco de Desarrollo Productivo.
Frente a todo este panorama, las medidas de ajuste implicaron revertir todo este andamiaje
insostenible de déficit fiscal y crecimiento desmedido del sector público. Se liberalizó el comercio,
22
se permitió el ahorro en moneda extranjera en la banca, lo que dio paso a la gradual reconstrucción
de las reservas del BCB en base a operaciones de mercado abierto. Se permitió el ajuste de las
gasolinas que habían estado subvencionadas, hecho que tuvo un costo social alto, pero era
insostenible financieramente. Se determinó un tipo de cambio flexible que corrigió los problemas de
comercio, pero representó un factor de inercia en la inflación. En materia de servicios prestados por
empresas estatales como Entel, se determinó la corrección de tarifas subvencionadas para
equiparar promedios internacionales. Las medidas en materia laboral fueron las más duras. Se
eliminó la inamovilidad funcionaria que permitiría aterrizar en la realidad de la producción
mermada de las empresas y el sobredimensionamiento del sector público. Ciertamente esta fue la
parte de mayor costo social en la época.
Estas medidas de ajuste llamadas de primera generación, condujeron a una recuperación de la
economía aún cuando los precios de varios commodities como el Estaño ya no reaccionaron
favorablemente. En lo político, se había iniciado el periodo más largo de democracia que aún el
país vive. Cesaron los golpes militares y los partidos políticos asumieron la responsabilidad de
preservar la democracia. Desde la óptica política, fue un periodo cualitativamente diferente y mejor
a lo que se había vivido en el inmediato pasado.
La tendencia de la recuperación se extendió hasta 1995, año en el que el crecimiento fue de 5.3
por ciento. A partir de entonces, todos los años el resultado del PIB fue positivo pero sin duda
insuficiente respecto a las necesidades que se había acumulado en el periodo oscuro previo y los
que emergían como demanda natural de la población. Esta tendencia se mantuvo mas o menos
estable hasta el año 1999 en que el producto se contrajo producto de un contexto desfavorable y
medidas internas que contrajeron la liquidez y la demanda. Surgió la reforma de la aduana y se
impuso un régimen duro contra el contrabando, igualmente se intento imponer la política de coca
cero, aspecto que tendría impacto. Existen estudios de la época que muestran cómo la actividad de
la coca – cocaína generaban liquidez y demanda como factor de jalón de crecimiento.
El cambio de siglo
En lo político, el cambio de siglo marcó el agotamiento de un sistema que si bien había hecho
posible la gobernabilidad por al menos cuatro periodos constitucionales, había también acumulado
problemas sociales no resueltos. De entrada, el crecimiento de la economía se había situado en un
promedio de 3.6 por ciento entre 1995 y el 2000, cifra que sin duda no generó suficiente
prosperidad. Por otro lado, surgieron en el mundo y con más entusiasmo en el país críticas duras a
las reformas de segunda generación. El consenso de Washington había sido cuestionado por
destacados economistas e internamente los propios partidos que hoy son llamados neoliberales se
encargaron de destruir mediáticamente las reformas. Convergió un periodo de un contexto
internacional desfavorable y gradualmente resurgió el nacionalismo en lo interno.
Así se llegó a la primera década de este siglo, donde comenzó un periodo de inestabilidad política
creciente. Esta vez no se interrumpió el proceso democrático por acción armada, pero hubo una
creciente ingobernabilidad que hizo cada vez más difícil la concertación de políticas públicas. Se
sembró gradualmente el germen de la insatisfacción a ello se añadió la corrupción de los diferentes
gobiernos. Un punto de quiebre central en lo político se dio en el año 2003 cuando Sanchez de
Lozada fue forzado a renunciar y Carlos Mesa asumió para su gestión la llamada “agenda de
octubre”.
23
Luego un difícil gobierno de Mesa, su renuncia condujo a una gestión de transición a cargo de
quien fuera Presidente de la Corte Suprema, Rodriguez Veltzé. Este convocó a elecciones y Evo
Morales ganó, según muchos analistas, por el hastío de muchos sectores sociales con lo que
denominaron la democracia pactada.
A partir de 2006 hubo cambios centrales en el contexto externo y sin duda, los resultados
económicos de los últimos tres años se explican en la convergencia de varios factores positivos, no
controlados todos por la actual administración. El primero y más importante, la subida del petróleo
y con ello la subida impresionante de la renta del gas exportado al Brasil. El petróleo subió de
cerca de US$ 35 dólares el barril a inicios del periodo hasta alcanzar un pico cercano a US$ 150 el
año 2008. Otro factor favorable fue la efectiva condonación de cerca de US$ 3.000 millones, hecho
que venía gestándose desde periodos previos. En general, los precios de todos los productos de
exportación subieron a niveles record, entre ellos hubo una recuperación importante del precio de
los minerales de los productos no tradicionales. Tal fue el incremento en el precio del gas que esto
contribuyó a generar superavit en cuenta corriente y en el balance fiscal. En suma, los términos de
intercambio llegaron a niveles extraordinarios y favorables al país.
El flujo de capitales se impulsó además por una crecida en las remesas que bordearon US$ 1.000
millones anuales. Los esfuerzos por esterilizar el crecimiento de los agregados monetarios que
explican la alta inflación de los dos años pasados impulsaron a tasas altas en títulos de
estabilización que también atrajeron capital que estaba fuera del país. Muchos documentos
elaborados por entidades privadas detallan con más rigor estos hechos por lo que no repetiremos
esa labor en este trabajo.
La Crisis Internacional de 2008
A nivel internacional, el 2008 marcó un cambio serio de tendencia en todas las variables centrales.
La crisis se inició con un problema financiero que contagió rápidamente a todas las economías del
mundo.
Cuadro III.C.1
PERSPECTIVAS DE CRECIMIENTO 2009
Mundo
Economías Avanzadas
Estados Unidos
Zona Euro
Alemania
Francia
España
Japón
Reino Unido
Canada
Economías Emergentes
Europa Central y del Este
Rusia
China
India
Hemisferio Oeste
Brasil
Mexico
2007
5,2
2,7
2
2,7
2,5
2,1
3,7
2,4
3
2,7
8,3
5,4
8,1
13
9,3
5,7
5,7
3,3
2008
3,2
0,9
1,1
0,9
1,3
0,7
1,2
-0,6
0,7
0,5
6,1
2,9
5,6
9
7,3
4,2
5,1
1,3
2009
-1,3
-3,8
-2,8
-4,2
-5,6
-3
-3
-6,2
-4,1
-2,5
1,6
-3,7
-6
6,5
4,5
-1,5
-1,3
-3,7
Fuente: FMI Outlook Abril 09
24
La crisis sub prime pasó en cuestión de semanas a ser crisis de liquidez, a ser crisis de solvencia
patrimonial y posteriormente a crisis de crédito. Los paquetes de salvataje a entidades financieras
no impidieron que más de 100 bancos quebraran en Estados Unidos, conforme a los últimos
reportes de Federal Deposit Insurance Corp. La severidad de lo que se vive es, de acuerdo a
economistas laureados con el premio Nobel, comparable solamente con la crisis de los años 30 y
la gran depresión. Se espera una caída fuerte en las principales economías del mundo y todo esto
de manera consecutiva.
El Cuadro III.C.1 refleja lo grave de la crisis y con esto es casi imposible negar un cambio del ciclo.
Se esperan contracciones severas que exceden la caída de 6 por ciento para varias economías. En
el vecindario, Brasil y México también van a caer en su crecimiento. Lamentablemente, las
actualizaciones del FMI no detallan todos los países pero sin duda la crisis está en Latinoamérica
tal como se presentan en dos de las más grandes economías de la región. Para los países en
Latinoamérica esto significa caída en términos de intercambio y caída del precio de commodities de
exportación, caída en remesas y otros flujos de capital, particularmente inversión extranjera directa
a la región; implica menores ingresos por turismo, menor venta de servicios, menor comercio
exterior y depreciación de monedas para buscar mantener competitividad externa. Implica menor
demanda mundial de productos y achicamiento de mercados y menores ingresos fiscales para los
países que dependen en ese ámbito de las materias primas.; implica también menor demanda
interna. También significa regreso al déficit para quienes estuvieron con superávit. Esto conlleva a
un menor ritmo de crecimiento o contracción en las Reservas de los Bancos Centrales producto de
déficits comerciales.
Cuadro III.C.2.
PROYECCIONES DE CRECIMIENTO DEL PIB
TASAS DE VARIACION 2008 Y 2009
PAIS
Argentina
Brasil
Chile
Colombia
Perú
Paraguay
Uruguay
Bolivia*
2008
6,8
5,9
3,8
3,0
9,4
5,0
11,5
6,2
2009
1,5
-1,0
0,0
0,5
3,5
-0,5
2,5
5,8
VAR %
-78%
-117%
-100%
-83%
-63%
-110%
-78%
-7%
Fuente CEPAL
* Min Hac. PGN 2009
El Cuadro III.C.2 presenta las estimaciones más recientes elaboradas por la CEPAL para algunos
países de la región. Se reflejan los datos del 2008 y 2009 y en la última columna se muestra la
variación porcentual esperada en el crecimiento del PIB. Para el caso de la Argentina se anticipa
una desaceleración de -78 por ciento; en Brasil la situación es más complicada estimándose que
se llegaría a una caída de 1 por ciento lo que en comparación al 2008 significa una caída de 117
por ciento. Chile no crecería y así sucesivamente para los otros países del cuadro. En la última fila
25
se ha insertado el pronóstico oficial de Bolivia, usado como parámetro en el Presupuesto General
de la Nación que muestra que la economía crecería el 2009 en 5.8 por ciento, cifra que no parece
reflejar la crisis que esta afectando a toda la región 2 .
Frente a toda esta evidencia es muy difícil negar que el ciclo de prosperidad de estos últimos años
esta terminando también en Bolivia. Los determinantes del ciclo boliviano se han venido
discutiendo a lo largo de toda esta sección y para varios periodos. En la siguiente tabla
presentamos un detalle de todos ellos de manera ordenada.
Variable
Variable
Términos de Intercambio
Independencia del BCB
Precio del Gas
Uso de RIN en Gasto Fiscal
Inversión
Controles Cambiarios
Demanda Internacional
Sobrevaluación del Boliviano
Exportaciones
Empresas Estatales deficitarias (excepto YPFB
y Entel)
Gasto Fiscal
Contexto internacional de crisis
Demanda Interna
Desempleo
Productividad de mano de obra
Profundidad financiera (cartera/PIB)
Precio de los Minerales
Contexto Político
Adicionalmente, otras variables ya muestran deterioro y su impacto en la economía será negativo
en la medida que no se asumen correcciones oportunas. Una de ellas es la competitividad macro
que se ha rezagado fuertemente desde el año 2006, tal como se puede apreciar en el gráfico III.3.
a continuación
2
La CEPAL pronostica para Bolivia una tasa de 3 por ciento para el 2009.
26
BOLIVIA: ÍNDICE DE TIPO DE CAMBIO EFECTIVO Y REAL
Agosto 2003=100
120
114,90
115
110
CF: M
105
CF: A
100
CF: B
95
CF:
EEUU
SC: J
90
85
85,55
83,75
Ene-09
Ene-08
Ene-07
Ene-06
Ene-05
Ene-04
Ene-03
Ene-02
Ene-01
Ene-00
Ene-99
Ene-98
Ene-97
Ene-96
Ene-95
Ene-94
Ene-93
Ene-92
Ene-91
80
Fuente: BCB
CF: Crisis Financiera
SC: Salida de Capitales
A febrero de 2009 el índice de tipo de cambio real llegó al punto más bajo de su trayectoria
situándose en 83.75 lo que significó una apreciación de 21.6 % respecto a similar periodo de 2008.
En el gráfico se puede apreciar el impacto de distintas crisis financieras sobre el tipo de cambio
real en Bolivia, desde la crisis financiera de México en 1995-1996 hasta la crisis Subprime en 20072008. Léase: CF crisis financiera de México; SC:J Salida de capitales de Japón; CF:B crisis
financiera en Brasil; CF:A crisis financiera en Argentina y CF EEUU crisis financiera en Estados
Unidos.
En el ámbito externo, los impactos iniciales de la crisis que se viene, ya se han reportado en los
saldos comerciales de Bolivia con el resto del mundo. Esto no solamente significa menor
exportación y menor flujo de divisas. Tiene implicaciones más amplias en la medida que también
significa un menor flujo de recursos para mantener las Reservas Internacionales del BCB. En el
Cuadro III.C.2 se aprecia lo sucedido en la balanza comercial en el primer trimestre de 2009 en
comparación a similar periodo de 2008. La contracción del valor exportado ha sido de -27.2 por
ciento, mientras que prácticamente las importaciones se mantuvieron en el mismo nivel. Ello
significa que el saldo comercial que en el primer trimestre de 2008 había llegado a US$ 555
millones, al primer trimestre de este año solo alcanzó US$ 127 millones. Es decir, una dramática
caída en -77.1 por ciento.
27
Cuadro III.C.2.
SALDO COMERCIAL, PRIMER TRIMESTRE 20082009
(En millones de dólares estadounidenses)
Exportaciones
Importaciones
Saldo Comercial
Primer
Trimestre
2008
1.590,84
1.035,56
555,28
Primer
Trimestre
2009
1.157,68
1.030,65
127,03
Variación
Absoluta
Variación
Relativa
-433,16
-4,91
-428,25
-27,2%
-0,5%
-77,1%
Fuente: INE
III.2 Enfoque del Filtro de Hodrick - Prescott
En el gráfico III.2.1 se ha aplicado el filtro de Hodrick y Prescot para generar una tendencia no
lineal de crecimiento de largo plazo en el PIB. Estadísticamente esta forma de obtener la tendencia
es más correcta, pero ello no cambia el análisis que se ha realizado anteriormente.
Gráfico III.2.1
Crecimiento del PIB de Bolivia y Tendencia
Aplicando el Filtro es posible distinguir con absoluta claridad nuevamente los tres macro ciclos que
se han desarrollado en secciones anteriores. En este caso, sin embargo, resulta más correcta la
28
interpretación de las distancias respecto de la tendencia de largo plazo, como desviaciones
grandes o pequeñas respecto del crecimiento potencial de la economía. Nuevamente, las mayores
desviaciones se dieron en los años 50, por las razones de turbulencia detalladas en la sección
correspondiente. A partir del cierre de los 50, e inicio de los 60, se da un sub periodo de
recuperación y luego el ciclo se contrae hasta llegar a 1983. Luego viene una nueva recuperación
que alcanza su pico en 2008, dato que no esta disponible en el análisis pero que efectivamente es
el mayor.
El Gráfico III.2.2. permite visualizar de manera más explícita la segmentación del crecimiento del
PIB que se ha realizado bajo ambas formas: lineal y con el filtro de Hodrick.
Grafico III.2.2. Crecimiento del PIB de Bolivia 1950-2007
Un primer ciclo de inestabilidad y movimiento errático se presenta en los 50; el segundo ciclo se
desarrolla a partir de la segunda mitad de los 50 y se mantiene con tasas de crecimiento positivas y
altas en los 70, para luego caer a en la primera mitad de los 80. Finalmente el tercer ciclo parte
luego de la contracción de mediados de los 80 y se mantiene con tasas positivas durante los 90 y
los primeros años de la presente década.
29
IV. UN MODELO DE AJUSTE DEL PIB Y SUS DETERMINANTES
En esta sección se busca especificar un modelo que pueda replicar el comportamiento del PIB real
de Bolivia e incorporar en la propuesta una combinación de variables internas, pero también
externas. En lo interno, se puso énfasis en la variable de términos de intercambio que mide la
variación de precios en un ratio de índices de precios de exportaciones e importaciones. El
concepto es que Bolivia exporta mayoritariamente productos primarios y materias primas, los que
en la coyuntura internacional que se vive están con clara tendencia hacia la caída. A su turno,
importa bienes finales de consumo, maquinaria e insumos para la producción. En este caso,
igualmente se debería esperar un estancamiento o caída de precios, pero en la medida que las
economías desarrolladas comiencen a recuperarse y el consumo de ellas se active, los precios de
bienes finales deberían subir, posiblemente antes que el precio de los commodities. La razón es
que la demanda internacional, al recuperarse, señalizaría a la oferta y recién entonces comenzaría
a incrementarse la producción y tras ello subiría la demanda de materias primas.
Otra variable sobre la cual se puso énfasis es la formación bruta de capital fijo que representa la
inversión en el país. En este concepto se engloba tanto la inversión pública, como la privada que
incluye la extranjera directa. Un hecho importante en los últimos años ha sido la expansión de la
inversión pública, como resultado directo del incremento en la renta que genera la venta de gas. La
subida del precio del petróleo y del gas ha permitido más que duplicar un promedio de 7 a 8 por
ciento del PIB que se había observado durante gran parte de los 90. En consecuencia, la subida en
esa variable es importante en la medida que debería explicar una mayor ejecución de obras
públicas, infraestructura y demanda de bienes y servicios. Un ejemplo claro es el del sector
constructor que en 2007 creció al 14.35 por ciento, cifra record para el sector que se explica en la
expansión de la inversión pública. El año 2008 la cifra alcanzó a 9.2 por ciento que es igualmente
importante.
La inversión privada esta prácticamente estancada desde hace varios años. Nuestras estimaciones
apuntan a que la inversión bruta nacional esta por debajo del 1.2 por ciento del PIB desde 2006 y
que la inversión extranjera directa, también bruta está alrededor del 5.5 por ciento del PIB, de
modo que ambas suman menos del 7 por ciento. Entonces, ciertamente el componente público es
el que lidera la formación bruta de capital fijo. En cuanto a lo anterior, no es difícil explicar porque
la inversión nacional se mantiene estancada. El contexto de inestabilidad política, la incertidumbre,
la evidencia de hostilidad contra la empresa como sucede con la minería y en general la
postergación de una agenda económica, el cierre de mercados externos, las prohibiciones y
controles, son algunas de las causas que fácilmente se relacionan a ese bajo nivel de inversión.
Por su parte, la inversión extranjera directa está asociada a los sectores de recursos naturales
particularmente el mantenimiento de capacidades de producción de gas, para mantener segura la
provisión del energético a los mercados de exportación. La empresa que realiza inversiones para el
mantenimiento de capacidad de producción es la misma que compra el gas en el Brasil. Entonces
tiene un claro incentivo para realizar inversiones de esa naturaleza. Existen otras inversiones
complementarias asociadas a proyectos de larga data en el sector de la minería.
Volviendo entonces a la inversión pública, además del incremento observado en los últimos años,
existen saldos sin ejecutar en cuentas del Banco Central de Bolivia, correspondientes a las
30
asignaciones y distribución de la renta gasífera. Al cierre de octubre del año pasado, se registró un
saldo cercano a los US$ 3.000 millones de acuerdo a la clasificación que se presenta en el cuadro
IV.1.1. Entonces, en perspectiva, se podría pensar que aún cuando los precios del gas están
cayendo, existen recursos de reserva que podrán ser utilizados para mantener e inclusive
incrementar en la presente gestión la inversión estatal. Sin embargo, en un escenario de
contracción de precios de mayor duración, sin duda la Formación Bruta de Capital Fijo tenderá a
decrecer.
Cuadro IV.1.1
CUADRO
DEPOSITOS DEL SECTOR PUBLICO EN EL BCB
(Al cierre de Octrubre de 2008, en miles de bolivianos y miles de dólares)
Gobierno Central
Gobiernos Locales y Regionales
Empresa Públicas
Total
Fuente: BCB - Balance / pasivo
10.752.137
6.872.315
3.459.994
21.084.446
1.520.811
972.039
489.391
2.982.241
El crecimiento de la economía durante 2008 fue espectacular alcanzándose la cifra de 6.15 por
ciento. Esta es solo comparable con los datos que se lograron en algunos de los años 70 donde se
rebasó inclusive la barrera del 7 por ciento. En aquella época, el influjo de capital que explicó la
crecida de inversión pública fue el endeudamiento externo, mientras que en el caso reciente el flujo
proviene de la renta del gas y otros flujos no menores como las remesas de residentes en el
exterior.
Pero de la segmentación del crecimiento señalado, un sector refleja un 56 por ciento de
crecimiento el 2008. La minería que ha estado con tasas marginales de crecimiento cercanas al 1.3
por ciento anual entre 1990 y 2007 repentinamente logró un salto espectacular con lo que la
incidencia del sector en el crecimiento del PIB fue la más alta. De los 6.15 puntos porcentuales de
crecimiento, 2.41 se explican en la minería. El hecho puntual es que el Proyecto San Cristóbal,
mismo que venía gestándose desde casi una década atrás, entró en pleno funcionamiento y su
producción explica el formidable resultado del sector, aún cuando los precios hacia el final de la
gestión estuvieron con tendencias a la contracción.
Entonces, el modelo propuesto debe recoger este efecto y el de los precios del gas, bajo la visión
que el 2008 fue excepcional en el desempeño de estos dos componentes de recursos naturales.
En perspectiva, el crecimiento de San Cristóbal ya no se repetirá en las gestiones siguientes
puesto que se ha llegado a niveles de capacidad de producción plenos. Por el lado de los
hidrocarburos, no existen perspectivas de incrementar los volúmenes por encima de los 42
millones de metros cúbicos día.
31
Cuadro IV.1.2.
CRECIMIENTO E INCIDENCIA DEL PIB Y LA MINERIA
(A Diciembre de los años indicados)
DETALLE
Mineria y Metalica y no Metalica
Otros
PIB
En miles de bolivianos
de 1990
Estructura
porcentual
(Porcentajes)
2007
2007
2008
2008
1.222.984 1.911.021
4,3
6,3
27.301.043 28.366.805 95,7 93,7
28.524.027 30.277.826 100,0 100,0
Variación
(Porcentajes)
Incidencias
(Porcentajes)
2008 1990-2007
56,3
3,9
6,1
1,3
3,9
-
2008
2008
(Estimado)
2,4
3,7
6,1
0,06
3,72
3,78
Fuente: elaboración propia en base a cifras del INE
El Cuadro IV.1.2. muestra un análisis simple de lo sucedido con la minería. Lo que se busca es
estimar cual hubiera sido el crecimiento de la economía el 2008, sin el efecto San Cristóbal. Para
ello, se deduce la incidencia de la minería para sustituirla por una estimada en base al crecimiento
promedio de 1.3 por ciento desde 1990. La ultima columna del cuadro a la derecha refleja el
resultado, donde la incidencia de este sector bajaría de 2.4 puntos porcentuales a solo 0.06. Con
ello, el crecimiento consolidado del 2008 se hubiera ubicado en 3.78 por ciento en vez de 6.15.
Afortunadamente la realidad es que la minería marcó la diferencia el 2008 pero en lo subsiguiente
es menos razonable esperar similar impacto.
Tomando de manera más amplia a los dos sectores minería e hidrocarburos, cabe señalar que en
el último caso se tiene anunciadas varias inversiones estatales, incluyendo aquellas que serían
financiadas con US$ 1.000 millones provenientes de las Reservas del BCB. La mayoría de los
analistas señalan que aún cuando se pudiera invertir tal suma, el impacto de crecimiento de la
producción se vería en el mediano plazo, siempre y cuando existan además mercados para la
exportación de la producción incremental. Como sea, se anticipa que la producción de gas podría
posiblemente incrementarse hasta cerca de los 44 millones de metros cúbicos día y tomaremos
ese supuesto como relevante a la hora de realizar las proyecciones. En suma, en el modelo se
captura el comportamiento atípicamente favorable de estos dos sectores mediante una variable
dummy que recoge este efecto bajo el denominativo de RRNN por recursos naturales.
En cuanto al sector externo, se incorpora en la especificación el crecimiento de algunas economías
que consideramos relevantes. La primera es la economía de Estados Unidos, misma que es el
epicentro de la crisis financiera, de producción y desempleo en el mundo. La segunda economía
que se ha tomando en cuenta es Chile, por la cercanía y la posible correlación que existe entre la
producción de ese país y el consumo de bienes chilenos en la economía boliviana. Se han
realizado pruebas adicionales incorporando a otras economías de la región como Brasil, Perú y la
Argentina. Sin embargo, los resultados estadísticos no son contundentes por lo que se decidió
dejarlas fuera de la especificación.
Los resultados del ajuste se presentan en el Cuadro IV.1.3. donde se hace la regresión del PIB real
de Bolivia contra la Formación Bruta de Capital Fijo en bolivianos constantes; el índice de términos
de intercambio; la variable descrita previamente RRNN y el PIB real de EEUU y Chile.
32
Cuadro IV.1.3.
Las variables consideradas todas son estadísticamente significativas y la bondad del ajuste es
importante. Los rangos de tolerancia de autocorrelación están dentro lo aceptable y la
especificación se presenta válida en su conjunto. De los valores de los coeficientes se puede
apreciar la singular importancia de los términos de intercambio que junto a RRNN reflejan la
absoluta relevancia de los precios de las materias primas como determinante del crecimiento de la
economía boliviana. Este no es un resultado sorprendente para nadie, pues se ha visto
históricamente en el análisis en secciones anteriores ese grado de vinculación.
La Formación Bruta de Capital Fijo por su parte parece tener un impacto muy pequeño. Esto
también ya ha sido notado en otros estudios donde la teoría económica parece no tener relevancia
en algunos episodios del desempeño de Bolivia. Sin ir lejos, los últimos años la economía ha
crecido a tasas altas, con tasas bajas de inversión, siendo el consumo y otros factores los que en
el corto plazo han jalado el crecimiento del producto.
En lo externo, el efecto de la economía chilena muestra mayor impacto que el correspondiente a
los EEUU. Entre las posibles explicaciones se puede argumentar que el impacto de los EEUU no
es contemporáneo, sino que llega con cierto rezago y posiblemente mediante una combinación de
canales directos e indirectos, afectando a otras economías con las que Bolivia tiene relaciones
comerciales. El otro argumento es que, viendo el PIB por el lado del gasto y focalizando en el
consumo de los hogares e instituciones sin fines de lucro, una parte muy importante de las
33
importaciones ingresan por el pacífico (sino todas). Parte de esos productos son de origen chileno
y en la medida que se contrae la producción de ese país, ello afecta a la economía nacional.
Finalmente, Chile es un país productor de minerales al igual que Bolivia. En la medida que los
precios caen para el cobre, el zinc y otros minerales, ello afecta a ambas economías; situación que
no sucede por ejemplo con Paraguay o Uruguay.
El gráfico IV.1.1 muestra la evolución del PIB real de Bolivia observado y el ajustado mediante el
modelo propuesto. En la parte inferior del gráfico se muestran los residuos correspondientes.
Ciertamente, se tiene un ajuste de calidad que en la siguiente sección servirá para poder presentar
alternativas de proyección del PIB de Bolivia en base a supuestos sobre la evolución de las
variables independientes.
Grafico IV.1.1
34
V. ¿CUANTO PUEDE DURAR LA CRISIS EN BOLIVIA?
Sin duda la crisis ya esta en Bolivia y ha llegado rápidamente a la minería y comienza e sentirse en
otros sectores como las manufacturas, las confecciones y otros que se han convertido en
segmentos generadores de desempleo. Autoridades económicas del Banco Central de Bolivia ya
han reconocido el impacto de la crisis, particularmente en el desempleo.
En consecuencia, cuando nos preguntamos al inicio del este documento si el hecho de la poca
articulación financiera del país con el resto de mundo podría significar un blindaje, la respuesta es
claramente que no. Hay varios otros canales por los que la crisis esta llegando a la economía
nacional. La segunda pregunta fue cuan profunda puede ser la crisis en Bolivia y cuanto podría
durar. Para intentar respuestas a estas cuestionantes se utiliza el modelo desarrollado en la
sección anterior, considerando tres escenarios posibles, dependiendo de la evolución de los
determinantes. El primero es el escenario base, luego se ensaya un escenario pesimista y se cierra
con uno optimista.
V.1 Escenario Base
El escenario base considera la evolución de las variables independientes de acuerdo al Cuadro
V.1.1. en una proyección de cinco gestiones hasta el año 2013. En cuanto a los términos de
intercambio, la proyección es hacia el deterioro de éstos por la contracción mundial, la deflación
que se espera en varias regiones del mundo y la hipótesis que el precio del petróleo no volverá a
subir a los extremos observados el año pasado (US$ 148 el barril). Por otra parte, la evidencia
histórica de previas recesiones masivas es que el comercio se contrae dramáticamente,
ocasionando excesos de oferta que se ajustan vía caída en los precios.
En cuanto al PIB de Chile, se toman estimaciones oficiales de organismos internacionales como la
CEPAL, FMI y otras fuentes propias de ese país. Para el año 2009 lo que estaría aminorando una
mayor contracción en esa economía es el fondo de estabilización contra cíclico establecido hace
varios años atrás. El PIB de EEUU estimado por entidades multilaterales es un tanto más negativo
al que asumimos en este escenario. La razón por la que no somos tan pesimistas esta fundada en
los esfuerzos que se vienen realizando para poner en marcha impulsos fiscales así como lo
relacionado a las acciones en el sistema financiero. A la fecha de elaboración de este reporte ya se
habían hecho públicas estimaciones que reportan que la pendiente de la caída que se tenía hacia
finales de 2008 y el primer trimestre de 2009 se habría atenuando. Es decir, sigue la tendencia
negativa pero no tan pronunciada como se percibía antes de las acciones tomadas por el tesoro y
la FED en el marco del paquete económico del presidente Obama.
En lo que a la inversión en Bolivia se refiere, asumimos que ésta se incrementa en 40 por ciento,
en base a los recursos acumulados en cuentas fiscales, tanto del gobierno central como de las
empresas públicas y gobiernos sub nacionales. Adicionalmente, cabe recordar que este es un año
electoral en el país, lo que usualmente induce a incrementar componentes como el gasto social, las
transferencias y otras asignaciones tanto de gasto corriente, pero también de capital. Dentro este
panorama estamos considerando los préstamos del BCB a YPFB y el potencial uso de las reservas
en otras iniciativas dirigidas a cautivar el voto del electorado. Para los años subsiguientes, los
recursos acumulados en el pasivo del BCB por los ingresos del gas no ejecutados irán agotándose
de modo que la tendencia a partir del 2011 es negativa.
35
Cuadro V.1.1
SUPUESTOS EN EL ESCENARIO BASE
CRECIMIENTO
ÍNDICE
AÑO
TERMINOS DE
INTERCAMBIO
BOLIVIA
2000=100
PIB
CHILE
PIB
EEUU
FBK
BOLIVIA
PIB BOLIVIA
2009
2010
2011
2012
2013
148,70
151,00
128,30
115,50
109,70
3,20%
1,50%
1,80%
2,50%
2,50%
-1,50%
-0,05%
1,00%
2,00%
2,50%
40%
30%
-10%
-20%
-15%
2,06%
-1,81%
-0,26%
0,57%
1,45%
Por otra parte, el crecimiento de los gastos corrientes consumirá la mayor parte de los ingresos,
entre ellos lo que se generen con el gas, mismos que serán menores por los menores precios.
Entonces, como es frecuente, ante gastos inflexibles a la baja, la variable de ajuste en el balance
fiscal sería la inversión pública.
Con estas previsiones, la proyección del crecimiento del PIB real es la que aparece en la última
columna de la derecha. El presente año sería uno de transición en el sentido que la tasa de
expansión se desaceleraría a poco más de 2 por ciento. Entonces, este no sería el peor año de
este periodo. El año 2010, en cambio, se estaría sintiendo a plenitud el efecto de la crisis y el
modelo pronostica una contracción de 1.81 por ciento. El 2011 se iniciaría el proceso de
recuperación para llegar a 1.45 por ciento el 2013. En suma, lo peor estaría por llegar el próximo
año con una tendencia lenta a la recuperación en los siguientes.
El gráfico V.1.1. muestra la evolución proyectada y permite contrastarla con las previas
fluctuaciones que se han producido; el pronóstico es un tanto más pesimista que lo que pasó en el
año 1999 asociado también a crisis internacionales más el desenlace de una burbuja especulativa
interna en el sistema financiero que llevó al fuerte crecimiento de la mora y la caída en la cartera.
Comparado con lo que paso en los años 80, el pronóstico es mucho más leve y ello es
absolutamente lógico en la medida que las condiciones de crisis interna de los 80 están ausentes
en el contexto actual.
36
Grafico V.1.1
BOLIVIA: CICLO ECONOMICO
ESCENARIO BASE
10,0
8,0
6,0
4,0
2,0
0,0
-2,0
-4,0
-6,0
-8,0
-10,0
2013
2011
2009
2007
2005
2003
2001
1999
1997
1995
1993
1991
1989
1987
1985
1983
1981
1979
1977
1975
1973
1971
1969
1967
1965
1963
1961
1959
1957
1955
1953
1951
-12,0
V.2 Escenario Pesimista
En este caso, se mantienen todos los supuestos respecto a las variables internas constantes y se
asumen deterioros mayores en cuanto al escenario externo. Los cambios se realizan para el año
2009 dejando el resto de los supuestos similares al del escenario base. El PIB de Chile bajaría a 1
por ciento mientras que el PIB de EEUU caería en 2 por ciento (ver cuadro V.2.1).
Cuadro V.2.1
SUPUESTOS EN EL ESCENARIO PESIMISTA
CRECIMIENTO
ÍNDICE
AÑO
TERMINOS DE
INTERCAMBIO
BOLIVIA
2000=100
PIB
CHILE
PIB
EEUU
FBK
BOLIVIA
PIB BOLIVIA
2009
2010
2011
2012
2013
148,70
151,00
128,30
115,50
109,70
1,00%
1,50%
1,80%
2,50%
2,50%
-2,00%
-0,05%
1,00%
2,00%
2,50%
40%
30%
-10%
-20%
-15%
0,82%
-1,84%
-0,28%
0,55%
1,44%
37
Con estos cambios, la desaceleración del crecimiento de Bolivia en 2009 sería más pronunciada de
modo que se cerraría el año con una cifra positiva, pero inferior al 1 por ciento. Como en el
escenario base el año 2010 sería el más crítico reflejando una contracción levemente superior a la
estimada en el caso base. El 2011 todavía sería un año con crecimiento negativo aunque por la
cifra se podría concluir con más confianza que sería un año con crecimiento estancado. La
recuperación se llegaría en los dos siguientes años de manera también gradual. El gráfico V.2.1
muestra cómo sería la tendencia en este escenario pesimista, donde el cambio fundamental se
produce en el 2009, que reflejaría una caída a 0.82 por ciento en contraste a la desaceleración a 2
por ciento del escenario base.
Grafico V..2.1
BOLIVIA: CICLO ECONOMICO
ESCENARIO PESIMISTA
10,0
8,0
6,0
4,0
2,0
0,0
-2,0
-4,0
-6,0
-8,0
-10,0
2013
2011
2009
2007
2005
2003
2001
1999
1997
1995
1993
1991
1989
1987
1985
1983
1981
1979
1977
1975
1973
1971
1969
1967
1965
1963
1961
1959
1957
1955
1953
1951
-12,0
V.3 Escenario Optimista
En el escenario optimista, además de los cambios en las variables externas, se asume un ritmo
más lento de deterioro de los términos de intercambio. Parte de esto respondería al hecho que la
economía mundial no cae al extremo que varias fuentes pronostican y además se recupera más
rápido. Esa recuperación impulsaría nuevamente demanda y con ello se genera una mejora de los
precios de exportación y un ajuste más gradual en los términos de intercambio.
38
Cuadro V.3.1
SUPUESTOS EN EL ESCENARIO OPTIMISTA
CRECIMIENTO
ÍNDICE
AÑO
TERMINOS DE
INTERCAMBIO
BOLIVIA
2000=100
PIB
CHILE
PIB
EEUU
FBK
BOLIVIA
PIB BOLIVIA
2009
2010
2011
2012
2013
148,70
153,20
130,20
117,20
111,30
3,75%
3,75%
4,25%
4,50%
4,50%
-1,00%
1,75%
2,00%
2,50%
2,00%
40%
30%
-10%
-20%
-15%
2,50%
0,02%
1,36%
1,84%
2,38%
En lo externo, se asume un crecimiento relativamente bajo pero aceptable para Chile (3.75 por
ciento) para el 2009 y 2010. En el caso de EEUU las medidas funcionan con mayor anticipación y
efectividad además que la sintonía con las otras economías desarrolladas se mantiene mediante la
coordinación de acciones y el liderazgo de sus presidentes. Así, el PIB de EEUU caería en solo 1
por ciento y el próximo año ya se podría visualizar una recuperación para llegar al 1.75 anual.
Sobre esas bases y argumentos, el 2009 la economía de Bolivia reduciría su crecimiento a 2.5 por
ciento, cifra positiva y absolutamente razonable en un contexto tan complicado como el que se
vive. El año siguiente la economía sufriría el mayor rigor de la crisis y prácticamente no crecería
pero tampoco decrecería. En los tres siguientes años se generaría la recuperación hasta alcanzar
algo cercano al 2.4 por ciento hacia finales de la proyección. La parte medular de esta proyección
está en los primeros tres años, donde se modela el impacto de la crisis.
Ciertamente las cifras de los dos últimos años pueden depender de otros factores que hoy se
desconocen y por la tendencia de largo plazo que esta más cerca del 3 por ciento, fácilmente se
puede lanzar la crítica que estos dos últimos años la recuperación no alcanza para alcanzar el
promedio. Existe plena conciencia de ello, pero lo cierto es que con las variables incluidas, es difícil
sustentar que la Inversión regrese a los niveles extraordinarios coincidentes con los precios
espectaculares del petróleo y el gas. Quizás se podría ser un tanto más optimista con el
crecimiento de Chile pero no más de medio punto porcentual. En cuanto al crecimiento del EEUU
es difícil defender en base a la trayectoria histórica un crecimiento mucho mayor al propuesto.
El gráfico V.3.1 presenta la evolución esperada en este escenario optimista, donde se aprecia que
la crisis no llega a empujar a la economía boliviana al decrecimiento. Como en los otros casos, el
2009 es de transición y el peor es el 2010, pero inclusive en este año no se tienen cifras en rojo. Es
cierto que la economía prácticamente se estanca el próximo año, pero luego se retoma una senda
de recuperación.
39
Gráfico V.3.1.
BOLIVIA: CICLO ECONÓMICO
ESCENARIO OPTIMISTA
10,0
8,0
6,0
4,0
2,0
0,0
-2,0
-4,0
-6,0
-8,0
-10,0
2013
2011
2009
2007
2005
2003
2001
1999
1997
1995
1993
1991
1989
1987
1985
1983
1981
1979
1977
1975
1973
1971
1969
1967
1965
1963
1961
1959
1957
1955
1953
1951
-12,0
A manera de síntesis más en términos cualitativos y de tendencia, se pueden establecer los
siguientes mensajes a partir de este ejercicio:
1. La crisis esta llegando al país, pero no esta en su peor momento. Pensamos que el
2009 será un año de transición, en el cual ciertas holguras permitirán contener la
contracción de la economía.
2. El peor momento llegará el 2010, donde esas holguras se habrán agotado y no
existirá mucho margen interno para contrarrestar los efectos adversos del proceso.
3. La duración de la crisis, caracterizada por tasas de crecimiento bajas, podría
extenderse hasta el 2011. Es decir, 2010 y 2011 serían los peores años y el 2012 ya
se vería mayor crecimiento.
40
VI. CONCLUSIONES
1. Los últimos tres años, el contexto internacional ha sido atípicamente favorable para todas
las economías en desarrollo. En la región, todos los países han alcanzado tasas de
crecimiento altas y muchas superiores a lo que Bolivia alcanzó en promedio. En el caso
boliviano, el impulso del proyecto San Cristóbal en la minería ha sido un factor adicional
que ha permitido lograr una tasa excepcional de expansión del 6.15 por ciento.
2. A partir del último trimestre de 2008, muchos factores externos han cambiado
diametralmente de modo que aquello que era viento a favor, viene convirtiéndose en
turbulencia y tendencias negativas. La economía global esta enfrentando una crisis que
solamente es comparable en magnitud a lo sucedido en la década de los años 30 del siglo
pasado. No solo es el tambaleo de todo el sistema financiero desarrollado, sino la caída en
el producto global, con mayor fuerza en las economías desarrolladas pero con impacto
previsible en las economías en desarrollo. Cifras de desaceleración del producto y hasta
de contracción son estimadas para países tan cercanos como el Brasil.
3. Sin duda, el factor financiero ha sido un detonante importante, pero también es real que la
economía global había estado en un periodo de crecimiento que parece haber llegado al
pico del ciclo en el último trimestre del año pasado. En el caso de Bolivia, el ciclo
económico también parece haber llegado a un pico en 2008 y ello se relaciona con
aspectos como el precio de los hidrocarburos y la demanda mundial y precios, que se
mueven igualmente conforme al ciclo de las principales economías.
4. Se ha analizado la evolución del crecimiento del PIB de Bolivia desde 1950 hasta el 2008 y
se han determinado tres ciclos para ese periodo. El primero se visualiza desde la
revolución del año 1952 y dura en su caída hasta llevar al punto mínimo en 1956 y la
recuperación dura hasta 1960. El segundo parte en 1961 y dura hasta 1983 con un
crecimiento por encima de la tendencia. El tercer ciclo comienza en 1983, en medio de una
crisis económica, con una tendencia a la recuperación que dura hasta 1991 y luego se
caracteriza por micro ciclos que no se distancian sustancialmente de la tendencia de largo
plazo, hasta que el año 1999, producto de un contexto externo adverso y medidas duras en
lo interno que redujeron liquidez, la economía creció solo al 0.4 por ciento. Desde
entonces, el ciclo ha mostrado tendencias positivas hasta llegar al pico de 6.15 por ciento
al final de 2008.
5. De la lectura de los acontecimientos en cada una de estos ciclos se han identificado
variables importantes, tanto en lo externo como en lo interno, que afectan a los resultados
de crecimiento. Las tasas de crecimiento bajas o negativas se presentan en periodos de
convulsión, inestabilidad política y la desinstitucionalización del debate de políticas
públicas. Periodos de bajo consenso sobre la visión de país han generado resultados de
incertidumbre, riesgo elevado y bajo crecimiento. En estos periodos, las políticas
económicas parecen no tener ningún efecto sobre el crecimiento de la economía, misma
que se movería en función del contexto, precios de materias primas y otras variables que
no son de control de las autoridades.
41
6. Los periodos de contracción se presentan luego de periodos de acumulación de factores
de expansión del gasto fiscal, en parte producto de las presiones sociales. El desbalance
conduce luego a brechas grandes sin financiamiento o con alto costo de financiamiento en
términos de inflación. En lo fiscal, otra característica observada se refleja en la presencia
de muchas empresas estatales, la mayoría de ellas deficitarias. Otra característica es la
fijación de incrementos salariales significativos, generando mayor gasto inflexible a la baja
y problemas futuros de financiamiento.
7. Los periodos de contracción también muestran problemas de administración de divisas y
de definición de su precio (sobrevaluación). Se ha visto para esos episodios controles
cambiarios y medidas administrativas en la asignación de divisas. En lo monetario, un dato
importante es la falta de independencia del Banco Central y el uso de recursos de
Reservas para fines presupuestarios del gobierno central y sus empresas.
8. En cuanto a los precios, en estos periodos se han observado controles de precios y fijación
de subvenciones a servicios. El resultado en muchos casos ha sido la especulación y el
desabastecimiento. Finalmente, para esos periodos se ha verificado una caída importante
en la inversión y la contracción del crecimiento del PIB.
9. En cuanto a perspectivas, las cifras que manejan entidades como el FMI son fuertemente
pesimistas para los siguientes años. Se espera que la economía global se contraiga en
-1.3 por ciento y las avanzadas en -3.8 por ciento. La zona del Euro caería fuertemente en
-4.2%. Japón caería en más de 6 por ciento y el hemisferio oeste donde esta
Latinoamérica caería en -1.5 por ciento.
10. En cuanto al actual contexto nacional, se han enumerado ciertas características
coincidentes que antes se detallaron para periodos de contracción como fue la primera
mitad de la década de los 50 y otras nuevas propias de la coyuntura. Términos de
intercambio negativos; precio del gas en caída, inversión baja; demanda internacional en
contracción; disminución de exportaciones tanto en valor como volumen; gasto fiscal en
crecimiento; dudas sobre la independencia del Banco Central; controles cambiarios;
sobrevaluación; creciente desempleo; caída en otros precios clave como los de los
minerales y contexto internacional de crisis.
11. Se ha propuesto un modelo de ajuste del PIB real de Bolivia incluyendo como variables
explicativas a la formación bruta de capital fijo (inversión), los términos de intercambio, el
comportamiento particular de recursos naturales asociados a minería (por el último
periodo) e hidrocarburos. En lo externo se ha incorporado el PIB real de Chile y de Estados
Unidos. El modelo tiene un ajuste adecuado y es estadísticamente válido.
12. En base a la especificación y los resultados, se concluye que el PIB de Bolivia es
altamente sensible a los términos de intercambio (precios). Lo ocurrido recientemente con
el precio del gas y la expansión minera por San Cristóbal son factores con alto poder
explicativo también. La inversión tiene significancia estadística pero parece que no está
entre las variables que más explica la tendencia y variación del PIB de Bolivia. En lo
externo, de varias economías que han sido testeadas en la especificación, Chile y EEUU
son las que estadísticamente son distintas de cero (es decir son válidas).
13. Con el modelo se han desarrollado tres escenarios de proyección del PIB real de Bolivia.
En todos los casos, las proyecciones apuntan una tendencia negativa para 2009, aunque
42
no muy crítica. El escenario base apunta a un cierre de 2009 con un crecimiento de 2.06
por ciento; el escenario pesimista baja este pronóstico a 0.82 por ciento y el optimista
apunta a un 2.5 por ciento de crecimiento.
14. No existen cifras reales del PIB del primer trimestre de este año. Estas se harán públicas
hacia finales de junio. Pero existen indicadores importantes que confirman la tendencia que
sugiere el modelo. Puntualmente, de 5 meses transcurridos y registrados cambios en el
IPC, en 4 de ellos se tiene deflación. Ello significa caída en demanda y eso usualmente
conduce a caída en producción.
15. Las estimaciones sugieren que el año 2009 será de transición. Es decir, en este año se
observaría una desaceleración pero con alta probabilidad no se llegará a una caída del
PIB. Sin embargo, para el 2010 se esperaría un escenario con un rango de cero
crecimiento, en el caso optimista, hasta una contracción de -1.84 por ciento en el caso
pesimista. El escenario base apunta también a una contracción pero menor (-1.81 por
ciento).
16. El pronóstico en cuanto a la duración de la crisis sugiere una recuperación no inmediata. El
2011 sería todavía un año con dificultades pero con crecimiento positivo, aunque muy bajo.
A partir del 2012 se anticipa, particularmente en el caso optimista, el retorno al sendero de
la recuperación. Esto, sin embargo, ello estaría dependiendo de una recuperación del
contexto externo y un deterioro más moderado de los términos de intercambio.
17. A lo largo del año, en la medida que se conozcan valores para las variables
independientes, corresponderá realizar nuevas proyecciones para poder afinar un
pronóstico más acertado. Por lo pronto, lo que consideramos como certidumbre es la
tendencia. Es decir, un 2009 de transición, inferior al 2008 pero no el piso del ciclo. Ese
momento de mayor deterioro se produciría en 2010.
43