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Conocimientos mínimos: “Innovación y tecnología”
Las innovaciones tecnológicas han sido un elemento clave en el aumento de la
productividad de los factores en aquellas economías modernas que han alcanzado
mayores grados de desarrollo e industrialización, permitiendo, notables mejoras tanto en
la eficiencia económica como en el nivel de bienestar de sus habitantes.
El crecimiento de la economía encuentra uno de sus fundamentos más relevantes
en el cambio tecnológico, y este explica, en España y en otros países, una parte
sustancial del aumento de la productividad del trabajo.
España se ha caracterizado históricamente por estar debajo de los promedios
europeos, hasta ser el aspecto más preocupante de su economía.
En la actualidad, la innovación tecnológica y el crecimiento económico son
conceptos estrechamente relacionados y fundamentales para el desarrollo de la
economía de un país.
El desarrollo económico español ha estado marcado por la incapacidad para crear
los “inputs” tecnológicos que el sistema ha necesitado a lo largo de su proceso de
industrialización. La larga etapa posterior de la trayectoria española caracterizada por
una política de corte nacionalista y proteccionista hizo de España un país muy
dependiente de la tecnología exterior, sobre todo en lo sectores industriales que
lideraron el desarrollo industrial.
El franquismo
Durante esta etapa la tecnología y la ciencia empeoraron considerablemente por
diversas causas, a destacar principalmente, el aislamiento internacional al que fue
sometido el país, lo que resultó difícil de superar. La consecuencia de todo ello
desembocó en la industrialización sobre la base de una tecnología importada con la
restricción de la disponibilidad de divisas para poder adquirirlas.
El progreso tecnológico y científico conoció una de sus etapas más negativas. Por
su parte la creación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas no supuso el
desarrollo de tareas significativas para el conjunto del aparato productivo.
La economía española durante el franquismo tiene tres etapas bien diferenciadas:
1. La primera etapa es la llamada etapa de la autarquía (1939-1950),
caracterizada por la depresión, escasez de bienes y crecimiento
iniciado por el Gobierno de la Republica.
2. La segunda etapa (1950-1960), se produce una vacilante liberación y
apertura al exterior que genera un incipiente despegue económico.
3. La tercera etapa (1960-1974), la economía española se ve favorecida
por el desarrollo económico internacional, gracias al bajo precio de
la energía, mano de obra barata y a las divisas que proporcionan
emigrantes y turistas.
Los años cuarenta
Las estimaciones del índice anual de la producción industrial española (IPI),
confirman el largo y negativo paréntesis que en la historia de la industrialización forman
los años que trascurren entre 1935-1950.
En España, los cuarenta arrojan resultados muy pobres, tanto que la tasa de
crecimiento del IPI es negativa. En conjunto, los quince años que van desde 1935 a
1950, ambos incluidos, se puede hablar de una autentica depresión.
Los años cincuenta
El índice de la producción industrial arroja una tasa de crecimiento.
Los años sesenta
El Plan de estabilización y liberalización de 1959 abre la tercera gran etapa de la
economía española durante el franquismo: la que abarca todo el decenio de los años
sesenta y se prolonga hasta 1973.
La democracia (1975-hasta la actualidad)
Tras lo ocurrido en el periodo anterior hubo que esperar a los años posteriores a
la implantación de la democracia para que se produjera alguna novedad en el terreno
que estudiamos, entre las que podemos nombrar por ejemplo, la creación del Centro
para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), la Ley de reforma universitaria, la
más importante, la Ley general de fomento de la actividad científica y el desarrollo
tecnológico y los Planes Nacionales de I+D (investigación y desarrollo).
La enorme brecha de productiva, que sigue creciendo en la última década, indica
que el crecimiento español se basa más en el empleo de factores y menos en el progreso
técnico que en otros países más avanzados.
En los países más desarrollados y dinámicos se ve como en este periodo el
crecimiento se ha basado más en la inversión en activos físicos diferentes (maquinaria y
equipos) y en actividades que están utilizando con mucha mayor intensidad otros
capitales intangibles, como el capital humano y el capital tecnológico; es decir, el
conocimiento acumulado mediante la formación y las actividades de I + D + i
(investigación, desarrollo e innovación, respectivamente).
En concreto, en 2004 el esfuerzo tecnológico de España era del 1,07% del PIB,
frente al 2,19% de la UE-15.
1. Menor propensión a innovar de las empresas españolas que las empresas de
la Unión Europea.
2. Menor esfuerzo realizado por las empresas españolas en cuanto a la
inversión de recursos tecnológicos.
3. Menos actividades de I+D por parte de las empresas españolas
4. Los resultados innovadores son más limitados en las empresas españolas.
5. Las empresas innovadoras españolas cooperan en un perfil inferior a las
europeas.
Progreso tecnológico: Es un término que se aplica para referirse a los avances de la
productividad total de los factores en un territorio debido a la aplicación de nuevos
cimientos técnicos y científicos, así como a la mejora de los procesos productivos y la
aparición de nuevos productos y servicios.
Índice anual de la Producción Industrial española (IPI): El Índice de Producción
Industrial (IPI) es un indicador coyuntural cuya finalidad es medir la evolución mensual
de la actividad productiva de las ramas industriales.
Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI): El Centro para el
Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) es una Entidad Pública Empresarial,
dependiente del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, que promueve la
innovación y el desarrollo tecnológico de las empresas españolas. Su objetivo es
contribuir a la mejora del nivel tecnológico.
LOS CUATRO PILARES DE LA ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO SON:
1.
2.
3.
4.
INNOVACIÓN
NUEVAS TECNOLOGÍAS
CAPITAL HUMANO
DINÁMICA EM PRESARIAL