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Transcript
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA
FACULTAD DE HISTORIA
MAESTRÍA EN HISTORIA
EMPRESAS Y EMPRESARIOS AGRÍCOLAS EN EL
VALLE DE CULIACÁN, 1930-1950
TESIS QUE PRESENTA:
OFELIA JANETH CHÁVEZ OJEDA
PARA OPTAR POR EL GRADO DE MAESTRO EN HISTORIA
Director de tesis:
DR. ARTURO CARRILLO ROJAS
Culiacán Rosales, Sinaloa, 27 de febrero de 2008.
Índice
Dedicatoria……………………….…………….…………………………………….
5
Agradecimientos..............................................................................................
6
Introducción………………………………………………………………………….
8
Capítulo I: El escenario mundial y la situación de la
agricultura
17
a) Los inicios de la crisis y la situación de la agricultura…………………………
17
b) La Gran Depresión en América Latina………………………………………….
24
c) La Segunda Guerra Mundial: su impacto en la agricultura…………………...
35
Capítulo II: La agricultura mexicana y la empresa agraria
37
a) La agricultura y la situación agraria en México (1915-1934)…………………
37
b) De Cárdenas a Miguel Alemán: la agricultura mexicana (1934-1950)………
42
c) La empresa agraria-agrícola mexicana y el papel del empresario…………..
49
2
Capítulo III: Agricultura y empresarios agrícolas en Sinaloa
55
a) La situación económica de Sinaloa en el periodo posrevolucionario………..
55
b) Las obras hidráulicas y su importancia en la agricultura comercial………….
59
c) La agricultura sinaloense de 1930-1950…………..……………………………
63
d) Empresas y empresarios agrícolas en Sinaloa………………………………...
66
1) Empresas tradicionales: los ingenios azucareros………………..…….
66
2) El surgimiento de nuevas empresas agrícolas…………………………
73
Capítulo IV: Empresarios agrícolas en el valle de Culiacán
78
a) Grandes empresarios agrícolas de Culiacán (1930-1950)……………………
79
b) Familia Clouthier-Andrade………………………………………………………..
84
c) Empresarios de origen griego dedicados a la agricultura en el valle de
Culiacán……………………………………………………………………………….
94
d) Condiciones para el crecimiento de los pequeños y medianos productores
97
agrícolas……………………………………………………………………………….
Capítulo V: Agro-empresas en el valle de Culiacán
103
a) Constitución de empresas agrícolas…………………………………………….
106
b) Empresas agro-comerciales……………………………………………………..
110
c) Empresas agro-industriales………………………………………………………
113
3
d) Empresas de agro-servicios……………………………………………………...
115
e) Características de las agro-empresas constituidas entre 1930 y
118
1950……………………………………………………………………………………
Conclusión…………………………………………………………………………...
127
Anexos………………………………………………………………………………..
130
Bibliografía…………………………………………………………………………...
140
Fuentes de Archivo…………………………………………………………………
157
Páginas electrónicas……………………………………………………………….
158
4
Dedicatoria
El presente trabajo lo quiero dedicar a las personas con quien convivo y me
brindaron su apoyo durante estos años de estudio:
A mis padres, quienes me han heredado el más valioso tesoro; su amor.
Quienes han sacrificado gran parte de su vida para formarme y educarme para
convertirme en una persona de provecho. A ellos con cariño, admiración y
respeto.
A mi esposo, Joel, por apoyarme y ayudarme de manera incondicional desde
antes, durante y aún después de concluidos mis estudios. Por su comprensión y
tolerancia. Por todo el amor y apoyo brindado. Y porque hoy veo llegar a su fin
una de las metas de mi vida y está a mi lado apoyándome.
A mis hermanos, que han estado conmigo en las buenas y en las malas.
Quienes me inspiran para seguir adelante. A ellos que forman parte importante
de mi vida y que en todo momento han estado conmigo.
5
Agradecimientos
A mi asesor, maestro y amigo, Dr. Arturo Carrillo Rojas, por brindarme todo su
apoyo y guiarme durante el trayecto para culminar con éxito mis estudios de
Maestría. Por regalarme parte de su preciado tiempo para la revisión de mi
investigación y sobre todo por llamarme la atención cuando era necesario.
Además, por los conocimientos trasmitidos y sus valiosos consejos.
A los maestros Jorge Verdugo Quintero y Alfonso Mercado Gómez, que como
directivos de la Facultad, desde el momento que conocieron mi inquietud por
ingresar al programa me animaron y apoyaron incondicionalmente. Además, me
brindaron todo su apoyo para que yo pudiera concluir satisfactoriamente mis
estudios de maestría.
A CONACYT, por el interés en crear cada vez más recursos humanos y por el
apoyo brindado al solventar los estudios de posgrado con la beca otorgada para
mitigar las necesidades económicas que generara la investigación. También por
darme la oportunidad de formar parte del equipo de trabajo del proyecto
interinstitucional de investigación (U42007H); Empresa y agricultura de
exportación en el Noroeste de México. Historia económica y tendencias
actuales, que culminó en 2006.
A mis lectores Dr. Alonso Martínez Barreda y Dra. María de Jesús López López,
que gracias a que leyeron y revisaron mi trabajo de investigación, este mejoró.
Al Dr. Rigoberto Arturo Román Alarcón que en un momento fungió como lector
crítico y que con sus sugerencias y observaciones me ayudó a mejorar mi
trabajo, y además no le importó no haber visto antes mi trabajo, sino que al
contrario, lo tomó y le dio lectura para realizar las observaciones que creyó
pertinentes hacerle.
6
Al personal administrativo de la Facultad, por su apoyo incondicional para que
yo sacara adelante este nuevo reto, sin el cual no me hubiera sido posible
presentar este resultado.
A la compañera de la Facultad de Economía, María Reyna Rangel, por su
ayuda y colaboración en la elaboración de fichas y escrutinio de documentos en
el Archivo del Registro Público de la Propiedad; sin su ayuda no hubiera
terminado de revisar tantos libros y sacar la información que me fue tan valiosa
para concluir este trabajo.
A la Dra. María Eugenia Romero Ibarra, por brindarme su casa y su amistad.
Además del grandísimo apoyo al aceptarme como estudiante de movilidad para
realizar una estancia de investigación en la Facultad de Economía de la UNAM
mediante el programa de ECCOES-Santander Universia convocado por la
Universidad a través de la Dirección de Vinculación e Intercambio Académico.
Así como por leer y revisar mí trabajo, y en cierta forma, guiarme para
mejorarlo.
Sin dejar de lado a la Facultad de Historia y a la propia Universidad Autónoma
de Sinaloa. Así como también al equipo que colabora en la Maestría en Historia,
pues gracias a los esfuerzos conjuntos se obtienen los mejores resultados para
el engrandecimiento de nuestra alma mater.
A todos y cada uno de ellos, mil gracias.
7
Introducción
En los últimos años ha crecido el interés por analizar e investigar temas
relacionados con la actividad empresarial, las empresas y los empresarios.
Pese a ello, se presentan algunas dificultades y vacíos temáticos para el
análisis de estos tópicos. Los estudios que se han realizado han obtenido
resultados positivos y contribuido con lineamientos para continuar con el
desarrollo de estas investigaciones en los diferentes ámbitos productivos. Uno
de ellos es el estudio de las empresas y los empresarios en la agricultura.
Tanto en México como en el extranjero existen estudios publicados sobre
empresas y empresarios, los cuales ponen al descubierto nuevos enfoques,
propuestas y una gran variedad de problemáticas que han sido abordadas
dentro de la historia económica. La historia empresarial ha adquirido mayor
dinamismo porque el interés de este objeto de estudio, ha aumentado no sólo
en el área de la historia, sino también en otras disciplinas y ciencias sociales.
La historia empresarial centra su atención en los actores humanos, en quienes
cae la responsabilidad del manejo y funcionamiento de las empresas, poniendo
énfasis en el “análisis histórico del desempeño y efecto de ciertos empresarios
innovadores individuales o de ciertos grupos de empresarios de vanguardia” 1.
En cambio la historia de empresas dirige su mirada al desempeño de las
organizaciones económicas, poniendo especial atención “al análisis de los
cambios en la organización económica de las compañías o corporaciones,
cambios que son parte y reflejo de las transformaciones económicas y sociales
en su conjunto”2.
Los estudios empresariales en México son clasificados por corrientes como
objeto de estudio, por la disciplina que los estudia y por la perspectiva teórica-
1
Carlos Marichal, “Avances recientes en la historia de las grandes empresas y su importancia
para la historia económica en México” en Carlos Marichal y Mario Cerutti, Historia de las
grandes empresas, México, Fondo de Cultura Económica, 1997, p. 10.
2
Ibíd., p. 10.
8
metodológica, dentro de los cuales se encuentran los estudios de capital y de
empresas, los cuales se pueden ubicar en vertientes distintas. Algunas de estas
vertientes pueden ser aquellas en las que la acción de los empresarios depende
de estructuras y teniendo como resultado la adaptación a éstas de manera
lineal o en forma preestablecida. Pero existen otras en las que se les toma
como actor racional, es decir, donde el empresario actúa en razón de la utilidad
logrando una relación más optima entre medios y fines3.
También, nos encontramos con estudios que analizan a los empresarios por el
rol o el estatus que desempeñan en una sociedad. Lo anterior nos indica cómo
se pueden utilizar, combinadas o por separado, dos o más corrientes para este
tipo de estudios. Para hacer un análisis social y no sólo económico, podemos
emplear una teoría social que nos ofrezca “una variedad de concepciones y
conceptos que permiten entrar en una nueva dimensión para comprender al
sujeto en sus acciones, en contextos específicos y con visiones diferentes a
través de sus prácticas”4.
La historiografía económica nacional cuenta con escasos trabajos sobre la
forma en que históricamente el entorno institucional influyó en el desarrollo y
funcionamiento de las empresas agrícolas y cómo, en determinadas regiones,
se conformaron verdaderos nichos de desarrollo empresarial. Este es el caso
de los estudios sobre el noroeste mexicano, donde encontramos que grupos de
agricultores que se dedicaban sobre todo a la exportación de sus productos
agrícolas, como los hortofruticultores han venido usando los últimos adelantos
de la tecnología agrícola y poseen un espíritu de innovación que les permite
estar en condiciones de competir internacionalmente, y permaneciendo ligados
estrechamente al mercado norteamericano5.
3
Marcela Hernández Romo, La cultura empresarial en México, México, Universidad Autónoma
de Aguascalientes, 2004, p. 10.
4
Ibíd., p. 12.
5
Vease “Presentación” en Arturo Carrillo Rojas y Mario Cerutti (Coordinadores), Agricultura
comercial, empresa y desarrollo regional en el Noroeste de México, Culiacán, Sinaloa, UANL,
UAS, CONACYT, 2006, p. 9.
9
En Sinaloa, al igual que en otros estados de la República mexicana, la
agricultura es el factor más dinámico de la economía regional. Es por eso que
se ha convertido en objeto de estudio de muchos investigadores. “La historia
socioeconómica de la agricultura sinaloense en el siglo XX figura entre los más
atractivos temas para la investigación orientada al norte de México, en especial
si el método asumido y las fuentes utilizadas se muestran aptos para plantear
problemas y construir conocimientos nuevos”6.
Mi interés por estudiar las empresas y los empresarios agrícolas en el valle de
Culiacán es para darle continuidad a esta línea de investigación, que pone el
acento en el desarrollo de la actividad empresarial. Para historiar esta parte del
pasado económico de nuestro estado partimos de un contexto general
(internacional, nacional y estatal) y a la vez estudiamos tanto al empresariado
como a las empresas agrícolas, sus antecedentes históricos, tipo de empresa,
sus propietarios y socios fundadores, mecanismos de financiamiento y vínculos
establecidos con otros sectores productivos.
Este trabajo de investigación formó parte de un proyecto más amplio
denominado Empresa y agricultura de exportación en el Noroeste de México.
Historia económica y tendencias actuales, que aunque formalmente terminó en
2006, los aportes de esta tesis coadyuvaron al cumplimiento de sus objetivos
principales, entre los que destacaron: indagar el surgimiento y desarrollo del
tejido empresarial (empresarios y empresas) dentro de un espacio biestatal,
Sinaloa y Sonora; además de cubrir buena parte del siglo XX.
El proyecto general se planteaba verificar las tendencias que se han generado
en estas regiones y, determinar cuales han sido las perspectivas inmediatas del
sector agro-empresarial que se estudia, poniendo especial énfasis en la
producción, transformación y distribución del tomate.
6
Mario Cerutti, “Presentación” en Modesto Aguilar Alvarado, Los grandes agricultores del valle
de Culiacán, Culiacán, DIFOCUR, 2003, p. 11.
10
Ubicamos nuestra temática dentro de la historia económica, que puede definirse
como la historia de los hechos y de las vicisitudes económicas a escala
individual, empresarial o colectiva7. Cabe destacar lo señalado por Douglas
North (representante de la corriente neoinstitucionalista de la New School
Economic History): la historia económica trata de la evolución de la economía
del pasado. Su interés se centra en el problema del cambio económico, en
particular en el estudio del crecimiento, estancamiento o declive de la
economía; el bienestar de los grupos económicos; la organización y resultados
de la gestión económica, implicando problemas de historia política y social 8.
Como el objeto de estudio son las empresas agrícolas y la actividad
empresarial, es importante considerar el concepto de empresa, planteado por
algunos autores como Alfred Chandler, quien la concibe como la entidad legal
destinada a la producción de bienes y/o servicios, constituida por el capital
líquido y capacidades organizativas, a saber, los activos físicos y las
habilidades humanas, funcionales y administrativas9. Esta definición se
complementa con la de North, desarrollada en su libro Instituciones, cambio
institucional y desempeño económico, quien nos dice que las organizaciones
son entidades ideadas por sus creadores para aumentar la riqueza, el ingreso u
otros objetivos definidos por las oportunidades que brinda la estructura
institucional de la sociedad10.
Algunos autores11 se han dedicado a abordar los aspectos teóricos y
metodológicos de la historia empresarial, y uno de los clásicos sobre esta
temática es Joseph A. Schumpeter, quien enriqueció con sus contribuciones los
7
Carlo M. Cipolla, Entre la historia y la economía. Introducción a la ciencia económica,
Barcelona, Editorial Crítica, 1991, p. 112.
8
Douglas C. North, Instituciones, cambio institucional y desempeño económico, México, Fondo
de Cultura Económica, 1993, p. 13.
9
Alfred D. Chandler, “What is a firm? A historical perspective” en European Economic
Review,no. 36, North-Holland, citado por María de Jesús López López, La actividad empresarial
y la agricultura comercial en el valle de Culiacán, 1948-1970, avances de tesis de doctorado,
Culiacán, Sinaloa, Doctorado en Ciencias Sociales, UAS/UNISON, 2004, p.16.
10
Douglas C. North, Instituciones, cambio institucional…op. cit., p. 17.
11
Para el caso de México encontramos, entre otros investigadores que se han abocado al
estudio de esta rama de la economía, a Mario Cerutti y Carlos Marichal, quienes han planteado
nuevas formas de estudiar este tipo de historia.
11
estudios sobre empresarios. Uno de sus principales planteamientos trata de que
el empresario es una persona innovadora por naturaleza. Caracteriza su
actividad como “…simplemente hacer nuevas cosas o el hacer de una manera
nueva, nuevas cosas que ya se habían hecho” 12.
Además de considerar al empresario como un ser innovador, nos dice también
que éste tiene que enfrentarse a la oposición del medio social en que se
desenvuelve y para ello debe poseer cualidades que le permita tener la fuerza
para hacerlo. Otro de sus planteamientos es el papel que le atribuye al
empresario y su influencia en el contexto social. “No es sencillamente el
incremento de los factores de producción existentes sino el uso incesantemente
diferente que se hizo en estos factores lo que importa (…). De hecho buena
parte del incremento en los factores y particularmente el capital físico fue el
resultado más que la causa, de lo que podemos ahora identificar como actividad
empresarial (…)”13.
Schumpeter atribuye al empresario capacidades innatas y lo considera como el
motor del desarrollo económico, por saber afrontar los riesgos que implica la
creación y explotación de una empresa, además de quitarle importancia a otros
factores como la influencia que tiene el contexto social dentro de esta actividad.
Werner Sombart, otro erudito en la materia, mantuvo una postura similar a la de
Schumpeter, considerando al empresario como “la fuerza impulsora en la
economía capitalista moderna, por tanto, el empresario capitalista (…) es por
consiguiente, la única fuerza productora, o sea la fuerza realizadora, creadora,
como se deduce inmediatamente de sus funciones”14. Es con estos autores que
se dieron los inicios de la formalización institucional y académica de la historia
empresarial.
12
Joseph A. Schumpeter, Ensayos, Barcelona, Ed. Barcelona, 1966, pp. 222-223, citado por
Ernesto Clark Valenzuela, Empresarios agrícolas del valle del mayo (1920-1934), Tesis de
Maestría en Historia, Culiacán, Sinaloa, Facultad de Historia/UAS, 2004, pp. 5-6.
13
Ibíd.
14
Werner Sombart, El apogeo del capitalismo, Tomo I, México, Fondo de Cultura Económica,
1984, p. 29, citado por Ernesto Clark Valenzuela, op. cit., p. 6.
12
Otras teorías más recientes, como la de los distritos industriales,15 nos pueden
ayudar a comprender la forma en que se desarrollaron y comportan las
empresas agrícolas en la región. Aun cuando el objeto de estudio es la empresa
y los empresarios agrícolas en el valle de Culiacán, no debemos dejar de lado
otros casos semejantes suscitados en otras partes del mundo que nos ayuden a
encontrar modelos o herramientas que nos permitan analizar la actividad
empresarial.
Ésta última tuvo su núcleo central en la agricultura comercial, dando paso al
surgimiento de muchas pequeñas empresas dedicadas a la producción
agrícola. La teoría que nos ayuda a estudiar el aglomerado de pequeñas
empresas es precisamente la de los distritos industriales que se ha extendido al
estudio de distritos agrocomerciales o agrícolas. Los estudios realizados a estos
distritos, se han hecho desde diferentes puntos de vista. Geográficamente su
desarrollo se dio de manera principal en el sur de Europa y el caso de Italia es
uno de los más estudiados16.
Las pequeñas empresas aumentaron, situación que aprovecharon las
sociedades locales, beneficiándose la pequeña empresa de un tejido urbano
compuesto de ciudades de tamaño pequeño y medio, distribuido y equipado
sobre un territorio, que envuelve toda una red de empresas comerciales y
artesanales,
fábricas
de
producción
en
serie,
servicios
bancarios
y
administrativos, infraestructura de vías de comunicación y administración local.
La hipótesis que se pretende comprobar en el presente trabajo es la siguiente:
el desarrollo de la actividad empresarial en el valle de Culiacán de 1930 a 1950
se caracterizó por: la sobrevivencia de un grupo de empresarios agrícolas
provenientes del cañedismo, las condiciones favorables para el incremento de
la producción agroempresarial, la consolidación de pequeños y medianos
15
Por distrito industrial entenderemos el entramado o redes de empresas (pequeñas y
medianas) especializadas en fases distintas del proceso de producción, que forman un sistema
productivo conjunto, descentralizado, flexible y eficiente.www.gogle.com/distritosindustriales
16
María de Jesús López López, La actividad empresarial…op. cit. , p. 22.
13
productores agrícolas que aprovecharon las condiciones para acumular, y la
constitución de nuevas empresas que en su mayoría se dedicaban a la
producción agrícola y el agrocomercio.
Como objetivo general nos planteamos estudiar las diferentes formas en que los
empresarios agrícolas de nuevo y viejo cuño se organizaron para producir las
tierras del valle de Culiacán en el periodo de 1930 a 1950, y los tipos de
empresa que formaron. Además, demostrar la importancia que tuvo la
agricultura comercial.
Este trabajo de investigación se desarrolló en diferentes etapas, utilizándose
diferentes enfoques y métodos. Una de las técnicas metodológicas que se
emplearon fue el método deductivo: partiendo de lo general a lo particular. Otro
procedimiento fue el hacer un análisis histórico, en el cual se realizó una
búsqueda y análisis minucioso de la información bibliográfica y archivística,
procesamiento, elaboración e interpretación de los procesos, para concluir con
una exposición final. Para reforzar lo anterior fue necesario darle a la
investigación un enfoque cuantitativo que permitiera procesar la información
estadística.
Las fuentes centrales que se utilizaron para lograr los objetivos de la
investigación, además de la bibliográfica, fueron archivos regionales y
nacionales. Entre ellos destacamos los siguientes: Archivo del Registro Público
de la Propiedad, Archivo General de Notarias del Estado de Sinaloa,
Confederación de Asociaciones de Agricultores de Sinaloa (CAADES), Unión de
Agricultores del Río Culiacán, Archivo Histórico del Agua y Archivo General de
la Nación. Gran parte de la bibliografía utilizada fue localizada en algunas
bibliotecas especializadas en temas afines a este trabajo, por ejemplo:
Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, Biblioteca del Banco de México, Biblioteca
de SAGARPA y de la Universidad Nacional Autónoma de México (Biblioteca
Nacional, Facultad de Economía e Instituto de Investigaciones Históricas).
14
El trabajo para su exposición quedó estructurado en cinco capítulos. El primero
dedicado al contexto mundial en el que se abordan los inicios de la crisis de
1929, sus efectos en la economía mundial y particularmente sus repercusiones
en la agricultura. Asimismo, se analizan cuáles fueron los efectos de la Gran
Depresión en América Latina, incluyendo a México, y cuál fue la estrategia que
siguieron los países latinoamericanos para salir de dicha depresión económica.
Otro punto de este capítulo es el impacto que tuvo la Segunda Guerra Mundial
en la agricultura y cual fue la actitud asumida por los países para salir adelante.
En el segundo capítulo se recrea el ambiente nacional, en donde se destacan
elementos importantes para esta investigación; la situación de la agricultura
desde 1915 hasta 1934 en México, visto como un antecedente; el desarrollo de
la agricultura mexicana de 1934 a 1950, sobre todo el papel que jugó la reforma
agraria de esos años y el surgimiento de nuevos empresarios agrícolas; y para
finalizar este capítulo, se analiza lo que es la empresa agraria-agrícola
mexicana y el papel que desempeña el empresario dentro de la misma.
En el tercer capítulo se aborda la situación de la agricultura en el contexto
regional. Se toma como punto de partida el período posrevolucionario, en el
cual se analiza la situación económica del Estado. Se examina la importancia
que tuvieron las obras hidráulicas en la agricultura comercial, así como el papel
que desempeñó la agricultura sinaloense en el período comprendido de 1930 a
1950. Y finaliza con la descripción de las primeras empresas agrícolas del
estado, resaltando el caso de los ingenios azucareros y el surgimiento de
nuevas empresas que se desarrollan a la par de la actividad garbancera,
tomatera y algodonera.
Al cuarto capítulo le corresponde la actividad que desarrollaron los empresarios
agrícolas en el valle de Culiacán, poniendo de relieve el trabajo de algunos de
los grandes empresarios dedicados a la actividad agrícola en Culiacán de 1930
a 1950. Se hace énfasis también en aquellas familias de corte empresarial
radicadas en la ciudad, y su contribución al desarrollo económico de la entidad.
15
También se expone las condiciones que se dieron para el crecimiento de los
pequeños y medianos productores agrícolas.
Por último, en el capítulo cinco se presenta un acercamiento a una de las
principales actividades realizadas por los empresarios agrícolas, la formación
de agro-empresas. Éstas fueron localizadas principalmente en el Archivo del
Registro Público de la Propiedad y en el Archivo General de Notarías del
Estado de Sinaloa. En dicha muestra se refleja la constitución, disolución y
aumento de capital de las agro-empresas en el periodo comprendido de 1930 a
1950. Además, se hace una clasificación de este tipo de empresas, tomando
como punto de referencia lo estipulado en la escritura de constitución de las
mismas. La clasificación de agro-empresas, se realizó de acuerdo con el objeto
que cada una de ellas estipuló en su acta constitutiva, quedando divididas en
empresas agrícolas, agro-comerciales, agro-industriales y de agro-servicios.
16
Capítulo I: El escenario mundial
a) Los inicios de la crisis y la situación de la agricultura
Con la Primera Guerra Mundial17 (1914-1918) el mundo entero se vio afectado,
aunque sus estragos se padecieron principalmente en Europa. La difusión de
las consecuencias de la guerra alcanzó un espacio muy amplio; desde México a
China, y a través de los movimientos de liberación colonial, desde el Magreb
hasta Indonesia, representando el aspecto más llamativo del derrumbamiento
de la civilización burguesa del siglo XIX18. No hubo zona en el planeta en la que
no se encontrara algún habitante que no hubiera sido afectado por esta
conflagración mundial, incluidos los Estados Unidos de América y zonas del
África colonial.
Algunos de los problemas que surgieron, o bien se intensificaron durante los
años que duró la guerra, fueron la gran demanda de alimentos de la población y
de materias primas industriales, el problema de la mano de obra, pero sobre
todo los problemas financieros a los que se tuvieron que enfrentar algunos
países19. Sin embargo, el desarrollo de la economía, que había presentado
ciertas dificultades y cambios relativamente pequeños, se volvió más complejo
al finalizar la guerra. Esto provocó que muchos países modificaran la
composición de sus actividades económicas.
Es decir, la Primera Guerra Mundial marcó el fin de una etapa de desarrollo de
la economía internacional caracterizada principalmente por el fuerte crecimiento
del comercio y el movimiento de capitales, centrado éste en la producción y
exportación de los productos primarios. Hubo también un gran caos financiero y
17
Esta guerra representó el conflicto armado a escala mundial más sangriento de la historia,
desarrollado entre 1914 y 1918. Originado en Europa, por la rivalidad entre las potencias
imperialistas, se transformó en el primero en cubrir más de la mitad del planeta. Fue nombrada
también
la
Gran
Guerra
o
la
Guerra
de
Guerras.
http://www.es.wikipedia.org/wiki/Primera_Guerra-Mundial.
18
Eric J. Hobsbawm, Historia del siglo XX, Buenos Aires, Crítica, 1998, p. 93.
19
Francisco Simón Segura, Lecciones de historia economía mundial, Madrid, Académicas,
2002, p. 211.
17
económico, sobre todo en Europa, creado por los gigantescos déficits
presupuestarios, debido a que los gobiernos se vieron en la necesidad de pedir
prestado a los magnates capitalistas para el financiamiento de la guerra;
algunos países como los Estados habían gastado más de lo que sus
posibilidades financieras les permitían.
En algunos otros países, que no vivieron directamente la guerra, esperaban un
período de bonanza como signo prometedor, aún cuando las empresas y los
gobiernos veían con recelo el fortalecimiento del poder de la clase obrera y de
sus sindicatos, que cada vez era mayor, porque esto ocasionaría que
aumentaran los costos de la producción al exigir mayores salarios y menos
horas de trabajo; pero la situación no se presentó así en Gran Bretaña, el
desempleo no volvió a descender a menos del 10% y los sindicatos registraron
una baja en el número de afiliados. Los países que habían permanecido
neutrales a la guerra mundial, el mundo anglosajón y el propio Japón, entre
1922 y 1926, lograron el incremento de sus economías con el retorno de los
viejos y firmes principios de la moneda estable garantizada por una situación
financiera sólida y por el patrón oro, que no había resistido a los efectos de la
guerra20.
Alemania, después de la guerra, observó como el ahorro privado se esfumaba
por completo a causa de una falta de capital circulante para las empresas,
trayéndole como consecuencia la dependencia de su economía de créditos
exteriores, principalmente de los Estados Unidos. El depender de la inversión
norteamericana trajo consigo gran vulnerabilidad a la economía alemana, en
especial cuando inició la Gran Depresión.
Al registrarse un incremento en la economía mundial se tuvo la sensación de
que un nuevo periodo de prosperidad y desarrollo había llegado.
“El
crecimiento económico se basaba sobre todo en una serie de industrias, que se
desarrollaron mucho después de la guerra: la radio, aparatos electrodomésticos
20
Erick Hobsbawm, Historia del siglo…op. cit., p. 96.
18
y particularmente, la industria del automóvil”21. Estados Unidos, al concluir la
guerra, se había convertido en el centro de la economía mundial, y para 1928
hubo señales de algunos mercados de artículos, que se acercaban a la
saturación.
Para los primeros meses de 1929 la economía estadounidense había
progresado extraordinariamente; la población registraba un aumento de 76
millones en 1900, y para 1929 se incrementó a más de 121 millones; las
expectativas de vida habían aumentado; se construyeron dos nuevas ciudades
con un millón de habitantes cada una, cinco con más de medio millón y
alrededor de 1500 poblaciones habían cambiado de rural a urbana; quienes
contaban con un empleo vieron la reducción de sus horas de trabajo de casi 60
en 1900 a 44 en 1929; los precios al consumidor se rezagaron lo suficiente para
permitir un aumento en los salarios reales de 10 a 20 por ciento.
Lo anterior en su conjunto hacía que para 1929 reinara en Estados Unidos el
optimismo, nadie podía imaginar la calamidad que estaba por llegar. La mayoría
de las personas demostraba su interés por una de las instituciones más
importantes de la economía estadounidense: la bolsa de valores. Para estas
fechas la bolsa de valores había adquirido un auge importantísimo, había
atraído a 10 millones de personas hacia ella, las cuales observaban con placer
como crecían sus inversiones sin problemas ni esfuerzos.
Ante ese panorama favorable, había otras señales que no indicaban lo mismo.
En materia de precios, existía un desequilibrio entre los precios agrícolas e
industriales. Los precios industriales aumentaron, mientras que los precios
agrícolas tendían a la baja. “Entre 1925 y 1929 el índice mundial de precios de
productos agrícolas mostraron una caída de 30 por ciento y un aumento de 75
por ciento en existencias”22. Es así como el desequilibrio industrial y la
21
Francisco Simón Segura, .Lecciones de historia económica..,op. cit., p. 223.
Ismael Contreras Plata, Breve Historia del Siglo XX. Un siglo de revoluciones,
contrarrevoluciones y guerras (frías y calientes), México, Casa Juan Pablos/LUS, 2004, p. 68.
22
19
evolución desfavorable de los precios agrícolas, en relación con los industriales,
contribuyeron en cierta medida a la crisis que se originó en el año de 1929.
En los años veinte los precios agrícolas habían mostrado una caída, pero a
partir de 1929 la tendencia se mantuvo, y además se aceleró. “Con más del 67
por 100 de la población activa mundial que se dedicaba a la agricultura, la caída
de los precios era un desastre y tuvo varias consecuencias importantes” 23. Una
de esas consecuencias sería que los gobiernos de Francia, Alemania y España,
entre otros, empezaron a modificar y aumentar las medidas proteccionistas que
ya se aplicaban en los veinte.
Algunos investigadores se han preguntado: “¿Qué hizo que la burbuja se
reventara? Nadie sabe con exactitud a qué evento culpar. Pero cuando el auge
terminó, fue como si una enorme presa se hubiera desbordado de repente.
Todo el furor que se había concentrado durante dos años en la alza de las
acciones, en unas cuantas semanas se concentró en derrumbarlas”24. El 29 de
octubre de 1929, los tipos de cambio se vieron aplastados por una avalancha
de ventas. No se registró ninguna oferta de compra, sólo de venta. El alza de
valores que se había registrado en el año anterior, había desaparecido. Millones
de personas que habían invertido en la bolsa, y que se sentían millonarias de
por vida, descubrieron de un día para otro que eran pobres. La gran bancarrota
representó la locura de las masas y dio lugar a la depresión más devastadora
de la que se pudiera tener conocimiento.
“Fue un acontecimiento de extraordinaria magnitud, que puso menos que el
colapso de la economía capitalista mundial, que parecía atrapada en un círculo
vicioso donde cada descenso de los índices económicos (exceptuando el del
desempleo, que alcanzó cifras astronómicas) reforzaba la baja de todos los
23
Asa Briggs y Patricia Clavin, Historia contemporánea de Europa. 1789-1989, Barcelona,
Crítica, 1997, p. 211.
24
Robert Heilbroner y William Milberg, La evolución de la sociedad económica, México, Prentice
Hall, 1999, p. 97.
20
demás” 25.
Entre
1929
y
1931
la
producción
industrial
disminuyó
aproximadamente un tercio en los Estados Unidos y de forma semejante en
Alemania.
Con la Gran Depresión26 se dio lugar a una serie de sucesos que repercutieron
no sólo en Estados Unidos sino en el mundo entero: el Producto Interno Bruto
(en adelante PIB) se redujo a casi la mitad de 1929 a 1933; en la producción
final, desapareció uno de cada dos dólares, provocando el desempleo de un
gran número de personas. Se considera que una de las razones para que
ocurriera la Gran Depresión, se encuentra en la vulnerabilidad de una economía
sostenida con una superestructura especulativa e insegura.
La Gran Depresión de 1929-1933, transformada en una recesión mundial sin
precedentes, dejó una profunda huella en la historia, no sólo de Estados
Unidos, sino también de Europa. En ésta última, sus efectos se dejaron sentir a
lo largo de los años treinta, hasta que volvió a participar en una lucha armada,
esto es, en la Segunda Guerra Mundial. La economía de varios países
europeos, en los siguientes cuatro años del inicio de la crisis originada en
Estados Unidos, tocó fondo en distintos momentos.
En 1931 Gran Bretaña abandonó el libre comercio, que había sido el elemento
esencial de su identidad económica, lo que representó dramáticamente la
rápida generalización del proteccionismo. La Gran Depresión obligó a algunos
gobiernos occidentales a dar prioridad a las consideraciones sociales sobre las
económicas en la formulación de sus políticas. “Durante la depresión,
subvencionaron la actividad agraria garantizando los precios del productor,
comprando los excedentes o pagando a los agricultores para que no
produjeran, como ocurrió en los Estados Unidos desde 1933”27.
25
Eric Hobsbawm, Historia del siglo…op. cit., p. 98.
La Gran Depresión fue una crisis económica mundial iniciada en octubre de 1929, y que se
prolongó durante toda la década de 1930, siendo particularmente intensa hasta 1934.
http://www.es.wikipedia.org/wiki/Gran_depresión.
27
Eric Hobsbawm, Historia del siglo…op. cit., p. 102.
26
21
Uno de los sectores que representaba mayor preocupación en este periodo, fue
el sector agrícola y en especial el de los granos. La imposibilidad de cultivar o
cosechar lo suficiente para tener un nivel de vida aceptable, era un problema
para la mayoría de los productores del país. La demanda que había de los
productos agrícolas era muy diferente a la de los productos manufacturados. Lo
anterior se debía a que en el sector de la fabricación, a mayor productividad,
menor costo.
El sector agrícola productor de granos se encontraba básicamente en las
granjas; y al contrario del sector fabril, cuando los precios de los alimentos
bajaban, la gente no aumentaba su consumo efectivo en gran medida. “Los
incrementos de la producción agrícola en general daban como resultado precios
mucho más bajos pero no ingresos mucho más altos para el granjero” 28.
Una combinación entre el terrible efecto de desconfianza y solvencia de los
bancos y las compañías dominantes, la debilidad del sector agrícola, el
desplazamiento
tecnológico
y
la
distribución
inadecuada
del
ingreso,
provocaron una interrupción virtual del crecimiento económico. Es por eso que
la Gran Depresión se caracteriza, como un colapso tremendo y de larga
duración en la tasa de formación de capital 29.
Estados Unidos fue representado como la principal víctima de la crisis. Entre
1929 y 1932 sus importaciones cayeron un 70%, mientras que sus
exportaciones descendieron un 50%30. Entre 1929 y 1939 se registró una caída
de menos de un tercio en el comercio mundial. Algunos de los aspectos, que en
cierta medida pueden explicar, en parte, la gravedad del desplome de la
economía en el período de entreguerras son las conmociones vividas en la
guerra y la posguerra y algunos problemas políticos europeos registrados en
este período.
28
Robert Heilbroner y William Milberg, La evolución de la sociedad… op. cit., p. 99.
Ibíd., p. 104.
30
Eric Hobsbawm, Historia del siglo … op. cit., p. 109.
29
22
Al igual que Gran Bretaña y Francia, los socialistas alemanes fueron víctimas
de sus principios económicos, pues al comprometerse a tener presupuesto
equilibrado, esto los llevó al recorte de subsidios de paro y del sueldo de los
empleados públicos. Con todo esto se trató de dar solución a los desequilibrios
que presentaba Alemania en los años de crisis. En mayo de 1931, la situación
empeoró con la quiebra en serie de varios bancos alemanes. “Grandes sumas
de dinero, nacional y extranjero, huyeron de Weimar, de modo que aún quedó
menos dinero disponible para la inversión y para créditos que pudieran servir
para reactivar la economía alemana” 31.
La Gran Depresión se caracterizó como un colapso tremendo que alcanzó
grandes magnitudes, además de larga duración en la formación de capital. Las
causas principales que llevaron a ella fueron, sin mencionar los efectos de la
guerra, la adopción de una estructura de crédito especulativa y vacilante que
fue destruida por la caída de la bolsa de valores registrada en 1929, y por una
política monetaria ineficiente a la ola de desempleo que se vivió en esos años
por la baja productividad, especialmente en la fábricas, y a la inadecuada
distribución del ingreso.
En el caso de los países no industrializados, como los de América Latina, la
Gran Depresión tomó otros matices. Éstos dependieron principalmente del
grado de desarrollo capitalista o según se manifestaran los factores sociales y
políticos internos. La paralización de las inversiones de capital extranjero
ocasionó graves efectos en las naciones que iniciaban su despegue económico,
como el caso de los países latinoamericanos, entre ellos México, Brasil y Chile,
que eran dependientes tanto del crédito como del comercio con el exterior.
31
Assa Briggs y Patricia Clavin, Historia contemporánea de… op. cit., p. 285.
23
b) La Gran Depresión en América Latina
La Gran Depresión se asocia generalmente con la quiebra de la bolsa de Wall
Street en Nueva York, en octubre de 1929, y los problemas posteriores en las
actividades productivas. Antes de esa fecha, ya se habían presentado algunas
señales
de
alarma
en
América
Latina,
que
fueron
contrarrestadas
posteriormente por la expansión de los precios de los bienes primarios que
beneficiaron a todas las economías latinoamericanas. Las repercusiones de la
crisis de 1929 en América Latina, se observan claramente al desplomarse el
precio mundial de los productos destinados a la exportación, provocando que
sus finanzas se vieran quebrantadas32. Para esta región la crisis tuvo un
impacto desastroso, no sólo en la economía, sino principalmente en el sistema
político, viéndose reflejado en el derrumbe de la mayor parte de los equilibrios
logrados en un periodo anterior, basados en la bonanza.
Cuando la crisis se propagó con gran intensidad por América Latina, ésta puso
fin al modelo de crecimiento que se basaba en la expansión continua de
exportaciones de productos agrícolas y mineros, además del incremento de los
ingresos de la oligarquía ligada a los sectores exportadores. La crisis, que
afectó tanto los precios como el volumen de las exportaciones, dejó a dichas
exportaciones en un nivel comparable al de 1900, cuando éstas cayeron a un
nivel extremadamente bajo.
Ante estas condiciones, se tuvo que optar por un nuevo modelo de crecimiento,
con el que se adoptaría una política proteccionista y más nacionalista, lo que
obligó a los Estados a tomar una serie de iniciativas industriales y financieras,
con las cuales “además de mermar considerablemente los fondos públicos,
facilitaron el traspaso de los intereses de la oligarquía hacia las incipientes
estructuras industriales”33. Es entonces cuando la estructura de producción
32
Eric Hobsbawm, Historia del siglo… op. cit., p. 112.
Jacques Chonchol, Sistemas agrarios en América Latina. De la etapa prehispánica a la
modernización conservadora, Chile, Fondo de Cultura Económica, 1996, p. 126.
33
24
agraria, que se encontraba volcada hacia la exportación, comenzó a orientarse
hacia el mercado interno.
En América Latina, a mediados de los siglos XIX y XX, nacieron y se
desarrollaron algunos complejos agroexportadores, los cuales tuvieron gran
importancia debido a que marcaron de manera fundamental la geografía
económica del continente. Entre los principales encontramos el complejo
agropecuario de la pampa argentina, la región cafetalera del centro-sur de
Brasil, la expansión agrícola de la costa peruana, las transformaciones agrarias
en América Central, con el café y las plantaciones bananeras y, no podía faltar,
el complejo azucarero cubano.
La agricultura azucarera en Cuba y Puerto Rico le había arrebatado el dominio
a España y el cultivo de plátano en América Central y en Colombia se desarrolló
con la actuación de la United Fruit Company; compañía que establecía
sociedades, para después controlar a los grupos de latifundistas criollos. En
Brasil, el azúcar y la agricultura de plantación fueron desplazadas por la
plantación cafetalera del área de Sao Paulo. Aun cuando la esclavitud había
sido suprimida, las condiciones de la agricultura de plantación no variaron
mucho, se continuaba empleando mano de obra esclava en las plantaciones.
En Venezuela la agricultura entró en decadencia ante el auge petrolero. En
Colombia, el minifundio cafetalero del occidente desplazó al hacendado andino
tradicional en el control de los mercados foráneos. La agricultura antillana se
asociaba a un minifundio que producía los alimentos, ubicado en la periferia de
las áreas marginales con desarrollo de cultivos de primera importancia.
Argentina, Paraguay y Uruguay produjeron una expansión de la agricultura y la
ganadería al impulsar el avance de las vías de transporte, hasta lograr cubrir
casi todo el territorio con agricultura cerealícola y ganadería extensiva. La
agricultura chilena, que había sido desplazada de los mercados internacionales,
se concentró en los mercados del norte árido, que vivía el auge salitrero;
después pasó a la producción de alimentos, que fue deficiente ante el
25
crecimiento demográfico y la urbanización. Para esto, “las estructuras de la
tenencia de la tierra y las relaciones sociales de producción no sufrieron
modificaciones hasta la década de los años sesenta”34.
Después de los procesos revolucionarios de 1910 y 1952 por los que
atravesaron México y Bolivia, la agricultura se reformó. En ambos casos el
objetivo primordial fue la restauración de la propiedad usurpada al indio,
eliminando casi al latifundio. Para el caso de México, el latifundio se volvió a
restaurar, mientras que la agricultura de Bolivia fue suplantada por la
colonización del oriente, provocando así la incapacidad de elevar el nivel de
vida del campesinado.
En México, la crisis de 1929 afectó algunos de los niveles de actividad
económica. “El valor de las exportaciones, que de 1926 a 1929 descendió como
resultado de la persistencia de la baja en la producción del petróleo, se abatió
aún más rápido, hasta registrar en 1932 casi un tercio de su valor de 1929” 35.
En proporción similar, las importaciones también descendieron. Entre 1929 y
1932 el PIB mostró un descenso anual del 6.3 por ciento. Los sectores que
menos soportaron la depresión fueron la ganadería, la energía eléctrica y el
comercio.
La producción agrícola, compuesta en gran medida por cultivos de subsistencia,
no resintió tanto los efectos de la crisis, a excepción del algodón. Otros cultivos
de exportación como el henequén y el café, se mantuvieron un tanto alejados
de sus anteriores niveles de producción. No ha sido posible demostrar que para
México haya habido algún cambio significativo en la estructura de sus
importaciones en el periodo que siguió a la Gran Depresión36.
34
Rigoberto García, F. Cordero/A. Izquierdo, Economía y geografía del desarrollo en América
Latina, México, Fondo de Cultura Económica/Economía Latinoamericana, 1987, p. 440.
35
Leopoldo Solís, La realidad económica mexicana, reprovisión y perspectiva, México, Siglo
XXI, 1993, p. 86.
36
Leslie Bethell, ed., Historia de América Latina. II. Economía y sociedad desde 1930,
Barcelona, Crítica/Cambridge University Press/Grijalbo Mondadori, 1997, p. 15.
26
Durante los años veinte las repúblicas latinoamericanas habían adoptado y
retomado el patrón oro: “Cuando cayeron las exportaciones, el oro o las divisas
serían drenados por el país, lo que disminuiría la masa monetaria, el crédito y la
demanda de importaciones: a su vez la contracción monetaria rebajaría el nivel
de precios, lo que haría más competitivas las exportaciones y más caras las
importaciones”37. Con lo que se suponía que el ajuste al desequilibrio externo
sería automático. Sin embargo, no ocurrió lo que se esperaba.
Los países que trataron de seguir las reglas del patrón oro vieron como sus
reservas auríferas y divisas caían rápidamente. Sólo tres países suspendieron
la vigencia del patrón oro, Argentina, México y Uruguay, antes de que Gran
Bretaña dejara de vender este metal y divisas sobre pedido.
A finales de 1930, Argentina, Brasil, Paraguay, Perú y Uruguay, vieron como
sus monedas se depreciaron en más del 5% respecto al dólar desde el fin del
año anterior. La decisión de Gran Bretaña y Estados Unidos de abandonar el
patrón oro forzó a las repúblicas a afrontar el problema de la manipulación del
tipo de cambio. Algunas de las pequeñas repúblicas vincularon su moneda con
el dólar norteamericano.
La suspensión del patrón oro y la adopción del control de cambios trazó una
separación entre ajuste externo e interno. Las políticas de estabilización de
cada economía frente a la depresión intentaron la restauración del equilibrio
interno y externo a corto plazo, sin embargo esto no ocurrió así. Estas políticas
tuvieron consecuencias a largo plazo, sobre todo en aquellos países donde
afectaron de una manera permanente a los precios relativos.
Si el impacto negativo de la crisis de 1929 afectó a toda Latinoamérica, la
rehabilitación que se hizo evidente a partir de 1935 marginó en cambio a los
países más pequeños38. El elemento de la reactivación económica se
37
Ibíd., p. 17.
Tulio Halperin Donghi, Historia contemporánea de América Latina, Madrid, Historia Alianza
Editorial, 2000, p. 367.
38
27
encontraba en la industrialización, cuyo requerimiento era que el mercado
nacional alcanzara cierta dimensión, por debajo de lo cual sería simplemente
incapaz de sostenerla; “así, para más de un país centroamericano y aún otros,
como Ecuador, cuya población más numerosa mantenía niveles de consumo
muy bajos o estaba mal integrada al mercado, el impacto de la caída de los
volúmenes y precios de sus exportaciones no iba a encontrar atenuantes”39.
Los países grandes 40 como México, Brasil y Argentina; y los medianos, como
Chile, Perú y Colombia, y alguno pequeño, como Uruguay, fueron quienes iban
a vivir en la segunda parte de la década de 1930 una rehabilitación en la que se
incluirían avances significativos en la diversificación de su estructura
económica. La recuperación de los efectos de la depresión se inició a partir de
1932, dejando fuera a Honduras y Nicaragua. Como se observa en el cuadro
siguiente, dependiendo de la velocidad de su recuperación, los países
latinoamericanos pueden agruparse en tres categorías.
Cuadro 1
Crecimiento de los países latinoamericanos en la década de 1930
ISI
ASI
Crecimiento de la
Exportación
Brasil
Países de Recuperación Rápida
.
o
Chile
.
o
Costa Rica
.

Cuba

Guatemala

o
39
Ibíd, p. 367.
Clasificados como grandes, medianos o pequeños por algunos investigadores por su
extensión territorial únicamente y no en función de su economía u otro aspecto en particular.
40
28
México
.
Perú
.

o
o
Venezuela
Argentina
Países de Recuperación Media

.
Colombia
.
o

El Salvador
Honduras
Países de Recuperación Lenta

Nicaragua

Uruguay
.
FUENTE: Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Serie histórica del crecimiento de
América Latina, Santiago de Chile, 1978; en Leslie Bethell, ed., Historia de América Latina.
II…op. cit., p. 11.
ISI: Industrialización de Sustitución de Importaciones.
ASI: Agricultura de Sustitución de Importaciones
. Índice de producción manufacturera neta respecto al PIB que se asume que aumentó
significativamente.
. Índice de la Agricultura para consumo interno (ASI) respecto al PIB que se supone aumentó
significativamente.
o Índice de la exportación respecto al PIB que se considera haber aumentado significativamente
en términos reales o nominales.
En el primer grupo se encuentran Brasil, Chile, Costa Rica, Cuba, Guatemala,
México, Perú y Venezuela, los cuales obtuvieron un crecimiento del 50% de su
PIB real entre 1931, 1932 y 1939. Un segundo grupo compuesto por los países
que tuvieron un crecimiento del 20% de su PIB real en las mismas décadas:
Argentina, Colombia y El Salvador, donde entran también Bolivia, Ecuador,
República Dominicana y Haití. El tercer y último grupo es el de los perdedores,
29
dado que son países pequeños que no pudieron establecer mecanismos de
sustitución de importaciones industriales: Honduras, Nicaragua y Uruguay41.
Cuadro 2
Evolución económica en América Latina en las décadas de 1940 a 1960
Argentina
Brasil
Chile
Colombia
México
Perú
Venezuela
América
Latina
% PIB
19451972
3.8
6.9
4.1
5.1
6.5
5.3
5.7
5.3
Ind/PIB
1940
22.6
15.2
19.7
9.1
16.6
7.8
-
% Ind
19451972
4.4
8.4
5.2
6.6
7.4
7.3
9.9
6.8
Productividad
Total Agricultura Industria
3.1
5.5
2.9
2.6
3.1
4.1
-
3.9
5.9
3.3
3.0
3.3
6.0
-
8.5
2.4
5.4
6.0
4.4
5.5
-
FUENTE: Informaciones de CEPAL reelaboradas por R. Thorp, Progress, Poverty and
Exclusión, Inter-American Development Bank, Baltimore, 1998, en Marcello Carmagnani, El
otro Occidente, América Latina desde la invasión europea hasta la globalización, México, Fondo
de Cultura Económica/Fideicomiso Historia de las Ameritas/El Colegio de México, 2004, p. 320.
Durante la recuperación, el crecimiento del consumo privado era una condición
necesaria para el crecimiento industrial de los años treinta. El consumo privado
fue fomentado por la recuperación del sector exportador y por políticas fiscales
y monetarias poco estrictas. “Pocas instituciones privadas se dedicaron
principalmente a proporcionar créditos al consumo, de modo que la demanda
de bienes duraderos de alto precio era aún muy modesta; si embargo, el
41
Ronny Viales Hurtado, “Aportes Teóricos. La crisis de 1929 en América Latina: del viejo
paradigma al nuevo paradigma explicativo. Alcances y limitaciones” en Revista de historia de
América, núm. 126, enero-junio 2000, México, Instituto Panamericano de Geografía e Historia,
2000, p. 100.
30
consumo de bienes perecederos, tales como bebidas y tejidos, experimentó un
incremento sustancial”42.
Con la recuperación del sector exportador, se contribuyó al aumento de la
capacidad importadora y a la restauración de tasas positivas de crecimiento
económico. El éxito de la recuperación fue variable, sin embargo el impacto de
la depresión es más breve y ligero en los países que a pesar de la crisis
lograron eliminar todas las barreras a las importaciones como es el caso de
Venezuela y Cuba, que en otros países más desarrollados de Europa.
En el siglo XX se inicia en América Latina el sólido predominio norteamericano
en el Caribe y el británico en América del Sur; fueron una serie de
acontecimientos los que dieron paso a las inversiones norteamericanas,
destinadas principalmente a la agricultura. Algunos de estos sucesos fueron la
guerra
hispano-norteamericana
y
la
ocupación
de
algunas
naciones
independientes, como la que se dio con la segregación de Panamá. El
desarrollo de la agricultura capitalista tuvo efectos sumamente variados, en
especial sobre las sociedades agrarias que ya existían en América Latina.
“Los cambios ocurridos en la América Latina en las últimas décadas
demuestran lo equívoco que sería definir el subdesarrollo como un estado de
estancamiento, como una capacidad radical de incapacidad social y tecnológica
del sistema latifundista o como la resistencia congénita del aparato productivo
para responder a las demandas de la economía de mercado” 43. La estructura
agraria latinoamericana sufre una transformación, presentando una dinámica de
crecimiento.
Los grandes propietarios de la época, en Argentina, Uruguay, Chile, Brasil,
México y otros países asumieron posiciones en actividades especulativas o
42
Leslie Bethell, ed., Historia de América Latina… op. cit., p. 28.
Antonio García, Desarrollo agrario y la América Latina, vol. 41, México, Fondo de Cultura
Económica, 1981, p. 9.
43
31
empresariales de nuevo tipo44. Algunas de las riquezas alcanzadas por ellos
fueron derivadas de la actividad comercial e industrial, volcadas principalmente
a la compra de tierras. Sin embargo, ni el latifundio ni el minifundio se mostraron
aptos para una producción agrícola mayor y más diversificada.
“En el latifundio, que era el sistema dominante y el que por tanto interesa
realmente, el propietario no hace uso de sus riquezas para el desarrollo y
diversificación de la capacidad productiva de sus tierras” 45. Muchos de los
latifundios que resistieron al fraccionamiento y cambio de dueños, crecieron aún
más, al mantenerse la propiedad de la tierra como forma segura de prestigio
social y de conservación de la riqueza.
En el siguiente cuadro se observa como se encontraba distribuida y clasificada
la tierra agrícola dependiendo de tamaño de la propiedad que poseían algunos
de los países latinoamericanos para la década de 1940.
Cuadro 3
Distribución porcentual de la tierra agrícola dependiendo de los diferentes
tamaños de la propiedad (1940)
País
Argentina
Brasil
Colombia
Chile
Ecuador
Guatemala
Subfamiliar
3
0
5
0
20
15
Grupo de tamaño
Familiar
Multifamiliar Multifamiliar
grande
46
15
36
6
34
60
25
25
45
8
13
79
19
19
42
13
32
40
Total
100
100
100
100
100
100
FUENTE: S. L. Barraclough y A. L. Domike, “Agrarian structure in seven Latin American
countries”, Land Economics, Vol. XLII, Madison, p. 402; en Rigoberto García, F. Cordero/A.
Izquierdo, Economía y geografía del desarrollo en América Latina, México, Fondo de Cultura
Económica/Economía Latinoamericana, 1987, p.441.
44
Gustavo y Helene Beyhaut, Historia Universal Siglo XX. América Latina. III. De la
independencia a la Segunda Guerra Mundial, México, Siglo XXI Editores, 1990, p. 179.
45
Ibíd, p. 179.
32
Las dificultades que se presentaron en la producción agrícola provocaron
diversos predicamentos, denuncias, políticas de subsidios e intentos de
colonización y de reformas agrarias. El latifundio era lo que predominaba ante el
estancamiento de la producción agrícola. El caso mexicano fue la excepción
gracias a su reforma agraria puesta en marcha, así como por las importantes
transformaciones registradas en zonas donde se aplicaron con mayor
intensidad capitales a la producción agrícola que, como hemos dicho antes, en
su mayoría era inversión norteamericana.
El progreso tecnológico ha representado la más importante fuente de
incremento económico para proveer de recursos de la humanidad. Dentro de la
agricultura, estos progresos han sido rápidos en varios campos, entre los que
destacan la genética vegetal y animal, el uso de fertilizantes complejos, el
empleo de inseminación artificial, entre otros. La agricultura adquiere así el
carácter de una actividad productiva que reduce su retraso secular respecto a la
industria.
El crecimiento agrícola es un proceso que indica el ritmo y condiciones
de expansión, articulación y mejoramiento de la estructura productiva, en
respuesta a ciertos estímulos o demandas efectivas de la economía de
mercado como efecto de ciertas corrientes de inversión orientadas hacia
la readecuación de tierras y hacia la utilización del sistema tecnológico
inserto en el modelo de modernización capitalista: de ahí que ese
proceso se mida, usualmente, en términos de cantidad y tipos de
insumos industriales transferidos a la empresa agrícola, de inversiones
tecnológicas o de incrementos de productividad y del producto por
habitante46.
Con la modernización de la agricultura latinoamericana, va implícita la llamada
Revolución Verde47, que perpetúa la subutilización de los recursos naturales y
46
Antonio García, Desarrollo agrario y la América… op. cit., p. 11.
Cynthia Hewitt nos dice que la denominación para este fénomeno es algo imprecisa, ya que
ha sido utilizada para designar cualquier cosa, desde un tipo concreto de investigación genética
47
33
humanos de los cuales se tienen en abundancia, acentuado así la capitalización
intensiva que permite el predominio de latifundio. El progreso técnico no es en
lo agrícola algo neutral, ya que sus alternativas de intensificación del uso de
recursos ofrecen resultados socialmente previsibles.
La industrialización en los años treinta provocó un cambio importante en el
panorama económico de los principales países latinoamericanos. Los textiles y
los alimentos elaborados continuaron siendo las ramas más importantes de las
manufacturas, aunque otros sectores empezaron a adquirir importancia, como
el de los metales. A finales de la década de 1930, la participación de la industria
en el PIB era modesta. Sólo en Argentina la participación adquiriría el 20 por
100, e incluso la agricultura era todavía más importante.
Pese a su esfuerzo industrial, en 1939el sector manufacturero de Colombia
representaba menos del 10 por 100 del PIB real. Brasil y México habían hecho
un progreso destacado hacia la industrialización, pero el producto neto de las
manufacturas per cápita en ambos países estaba muy por debajo de los niveles
de Argentina, Chile y Uruguay48.
En los años treinta el sector industrial afrontó otros problemas. Este sector,
atraído por el mercado interno, no tenía incentivos para superar sus abundantes
ineficiencias y para competir en el mercado exportador. El cambio en los
precios relativos de los bienes nacionales y extranjeros favoreció a la agricultura
de sustitución de importaciones tanto como a la industrialización. El modelo
basado en la exportación había llevado la especialización hasta el extremo de
que la importación de muchos alimentos y materias primas era necesaria para
satisfacer la demanda interna.
hasta una estrategia general de modernización agrícola. Sin embargo para ella, la “Revolución
Verde” es algo más que una investigación de laboratorio y algo menos que una estrategia de
modernización; “es la introducción de un paquete determinado de prácticas e insumos (con la
utilización de semillas mejoradas, la aplicación de fertilizantes, insecticidas y la cuidadosa
regulación del agua) necesarios para explotar el potencial de elevados rendimientos de que se
dotó mediante la investigación genética a nuevas variedades de granos alimenticios”, Cyntia
Hewitt de Alcántara, La modernización de la agricultura mexicana, 1940-1970, México, 5ta.
edición, Siglo XXI editores, 1985, pp. 12-13.
48
Leslie Bethell, ed., Historia de América Latina… op. cit., p. 38.
34
El cambio en los precios relativos proporcionó una oportunidad para modificar lo
anterior y alentó la producción de la agricultura para el consumo interno. En el
área del Caribe fue particularmente la expansión de la agricultura en este
sentido. Aun cuando la agricultura de sustitución de importaciones fue la
principal actividad en las pequeñas repúblicas de América Central y el Caribe,
afectó también a América del Sur.
c) La Segunda Guerra Mundial: su impacto en la agricultura
El estallido de la Segunda Guerra Mundial trajo consigo un obligado incremento
en los gastos del gobierno estadounidense. Con la guerra, éstos aumentaban
año tras año. En 1944 los gastos federales sumaban más de 100 mil millones
de dólares, y con él se presentó un aumento equivalente en el PIB. En 1945, el
PIB de Estados Unidos había registrado un aumento del 70% en términos
reales comparado con 1939 y el desempleo disminuyó sorprendentemente.
Con la guerra, surgió un cambio muy marcado en la actitud tanto hacia el
gobierno norteamericano como hacia la economía en general. Tras cuatro años
de esfuerzos sin comparación, se observa con mayor familiaridad la fuerza del
sector público; de igual forma, recordaban los días de desempleo masivo con
un nuevo sentimiento de vergüenza, después de cuatro años de lograr una
producción sin precedentes49.
Pero los estadounidenses miraban hacia delante, hacia el periodo de
posguerra. “Casi todos los economistas, al contemplar la gran reducción en los
gastos como consecuencia del fin de las hostilidades, temían la aparición de un
nuevo y numeroso ejército de desempleados” 50. Se respiraba un ambiente de
intranquilidad por las posibilidades políticas de un regreso a la década de los
años treinta.
49
50
Robert Heilbroner y William Milberg, La evolución de la sociedad… op. cit., p. 115.
Ibíd., p.115.
35
Al término de la guerra en 1945, en un periodo corto de un año, los gastos
federales se redujeron casi tres cuartas partes, y se esperó con tensión la
reducción en el empleo, en los ingresos y en los precios. “En vez de ello,
enfrentó el evento menos esperado: un auge cada vez mayor” 51. El desempleo
se duplicó, aumentando a 2 millones, sin embargo seguía siendo menos del 4%
de la fuerza laboral. El número de personas con trabajo iba en aumento: en
1945 eran 54 millones de empleos; en 1946 aumento a 57 millones; 1947
registró un aumento de 60 millones; y para 1950 el aumento había sido de 63
millones52.
Después de la Primera Guerra Mundial y de la Depresión de 1929, la Segunda
Guerra Mundial representó otro golpe para el modelo basado en la exportación.
Este último golpe trajo como consecuencia que los países más grandes del
continente americano estuvieran preparados para responder a la necesidad de
una fuente endógena de dinamismo económico. Los costos de producción no
sólo no impidieron que las industrias de los países mayores de América Latina
conquistaran el mercado interno, sino que avanzaran sobre la exportación. Uno
de los efectos más importantes y sobresalientes de la guerra fue el crecimiento
de las exportaciones como respuesta a la creciente demanda de productos
primarios, y esto benefició a ciertos sectores empresariales de la agricultura, los
ligados al mercado externo, principalmente los grandes y medianos.
51
52
Ibíd., p. 116.
Eric Hobsbawm, Historia del siglo… op. cit., p. 116.
36
Capítulo II: La agricultura mexicana y la empresa agraria
a) La agricultura y la situación agraria en México (1915-1934)
En México, después de la revolución, se puede afirmar que hubo una
continuidad del modelo económico porfirista. Los más ricos continuaron
disfrutando una situación de privilegio, ya que las verdaderas razones por las
que pelearon los líderes revolucionarios contra las fuerzas del antiguo régimen
fueron para asegurar el dominio sobre una región o incluso del propio país y no
para cambiar las injusticias cometidas con los grupos más desprotegidos. Por
ejemplo, la hacienda porfiriana, que subsistió a la revolución, fue una empresa
en la que el terrateniente era el encargado de buscar un equilibrio estable
respecto a la producción. La hacienda representaba el vínculo que se
expresaba en la relación de la propiedad latifundista53.
En el periodo comprendido de 1915 a 1934, en nuestro país se desarrollaron
intensas luchas que fueron propiciadas, entre otros factores, por el deseo de
obtener tierras. Al inicio de estos años Venustiano Carranza, como portavoz de
la concepción burguesa de las transformaciones agrarias, se vio obligado a
promulgar su famoso Plan de Veracruz54 (6 de enero de 1915), en el que se
decretaba que las tierras se entregaban únicamente dentro de los estados y
quienes podían efectuar tales entregas eran los gobernadores o los jefes
militares55. Durante su mandato, cuando las cosas se salían de control o se
ponían peligrosas, hacía concesiones, nunca más de las necesarias, con el fin
53
Roger Bartra, Estructura agraria y clases sociales en México, México, Serie popular Era,
1974, p. 122.
54
En este Plan es promulgada la Ley Agraria de 1915, la cual señalaba que todas las tierras
enajenadas después de 1856 serían devueltas a sus antiguos propietarios y los que no las
tuvieran deberían de recibirlas de la expropiación de los propietarios privados. Arturo Román
Alarcón, “Reforma agraria y producción agrícola en Sinaloa (1934-1940)” en Arturo Carrillo
Rojas, Mayra Lizzete Vidales Quintero y Rigoberto Rodríguez Benítez (Coords.) Contribuciones
a la Historia Económica, Social y Cultural de Sinaloa, Archivo Histórico General del Estado de
Sinaloa, Asociación de Historiadores de Sinaloa, A. C., Facultad de Historia, Culiacán, 2007, p.
95.
55
Michel Gutelman, Capitalismo y reforma agraria en México, México, Ediciones Era, 1974, p.
89.
37
de conservar el orden y mantener, sino satisfechos en su totalidad por lo menos
sí en calma a los campesinos.
Aun cuando se promulgaron algunos decretos de aplicación para otorgar dichas
concesiones, éstos no sirvieron de mucho. Algunas leyes, consideradas como
ineficaces, eran reemplazadas por otras que lo eran más. Dicha ineficiencia se
explicaba por “la imprecisión de los objetivos asignados al legislador,
imprecisión a una verdadera dualidad del poder entre dos clases de intereses
divergentes: la burguesía rural y el campesinado pobre” 56. Además, fue notorio
el esfuerzo de Carranza por frenar la reforma agraria.
La realidad es que bajo su régimen
las distribuciones de tierras no
correspondían a una decisión libre del Ejecutivo, sino más bien al
reconocimiento por su parte de las ocupaciones de tierras realizadas por los
campesinos57. El reparto de los títulos otorgados en aquella época no fue más
que una farsa, ya que sólo era la legalización de la apropiación de tierras de
manera espontánea por los campesinos. La oligarquía impuso, además, un
sistema de dotación provisional, la cual era sometida a la aprobación de la
Comisión Nacional Agraria, que era quien finalmente decidía.
En un decreto de 1916 se suprime el procedimiento de “dotación provisional”.
En el transcurso de 5 años de régimen carrancista, se les entregó a alrededor
de 50 mil campesinos una parcela de tierra a cada uno, pero fueron millones los
que habían luchado para obtener ese beneficio. Los que quedaron fuera de la
dotación de tierras, tenían que esperar para ver si en los años siguientes serían
los próximos agraciados. De no ser así se continuaría con la lucha agraria.
En 1920, el general Álvaro Obregón no pudo librarse de las presiones de las
diferentes clases sociales que se enfrentaron, y que produjeron una
semiparálisis de la reforma agraria. Aún así durante su mandato y que fue de
seis años, se distribuyeron cerca de 500 mil hectáreas, más que Carranza en 5
56
57
Ibíd., p. 88.
Ibíd., p. 88.
38
años; aunque después disminuyeron las superficies repartidas, pues para 1922
fueron sólo 176 mil 543 hectáreas58. Las leyes y decretos de aquella época
dejaron en evidencia que la oligarquía terrateniente mantenía su poder, por lo
que era necesario hacerle algunas concesiones.
Fue durante su periodo que se tomaron medidas para proteger el desarrollo del
capitalismo en la agricultura, restableciéndose el sistema de dotación
provisional, con el fin de evitar ataques a las pequeñas propiedades privadas.
Asimismo, completó esta medida con otras muchas decisiones legislativas,
logrando la transformación de la legislación agraria en una intricada selva
jurídica.59
Con lo referido en la Constitución de 1917, la transformación de las relaciones
de propiedad en el campo se efectuaba de dos modos: la aceleración de
entrega de tierras a los campesinos y la creación de “pequeños propietarios”.
Con Obregón, se implementó la segunda solución. Para él, la reconstitución de
los ejidos representaba una necesidad política, con la que no estaba muy
satisfecho, ya que deseaba librarse de ella cuanto antes.
Aún cuando se esperaba que la propiedad privada se estableciera en todas
partes, no quedaba más remedio que apoyar la reconstitución de los ejidos, sin
embargo, la historia de México que los campesinos conocían “había
demostrado ampliamente, que los pequeños agricultores privados sin
protección rápidamente eran despojados por los latifundistas” 60. El ejido
representaba para Obregón la escuela en la que se crearían ejidatarios capaces
de transformarse en campesinos propietarios.
Para hacer frente a la presión campesina, Obregón aceleró el ritmo de la
reforma pero aún así esto no permitía deducir el triunfo definitivo de la
58
Ibíd., p. 89.
Ibíd., p. 90.
60
Ibíd., p. 91.
59
39
concepción pequeño-burguesa61 y campesina del desarrollo capitalista.
Después del inicio de la revolución y casi una década de la promulgación de la
ley de 1915, se repartieron 1 millón 400 mil hectáreas de tierra a 187 mil 700
ejidatarios, no obstante los campesinos seguían viviendo en la miseria junto a
las haciendas, cuya superficie era mayor al monto total de las tierras
distribuidas en el año.
Plutarco Elías Calles, quien sucedió a Obregón en 1924, era partidario de la
pequeña propiedad privada, y reforzó las bases jurídicas sobre las cuales iba a
desarrollarse sólidamente este tipo de propiedad. Además, promulgó en 1925
las leyes en las que planteaba el principio de una división obligatoria de los
ejidos en parcelas individuales y señalaban el inicio de la intervención del
Estado en la vida interna de éstos.
Calles también promulgó la Ley de Irrigación en 1926, de la cual nació la
Comisión Nacional. Esta Ley dio paso a una política de irrigación en todo el
país, solicitada principalmente por los empresarios agrícolas de Sinaloa y del
noroeste, quienes con este tipo de obras serían los más beneficiados, ya que se
contaría con mayor riego y más hectáreas de tierras dedicadas a la agricultura,
abriéndose así grandes obras hidráulicas como las presas.
Derivada de la política agraria establecida por Calles, la empresa agrícola se
fortaleció, gracias a que continuaron las concesiones y los permisos para
aprovechar de mejor forma el agua de los ríos utilizándola para el riego
61
Se entiende ante todo por pequeño burguesía, sobre el plano económico, la pequeña
producción y la pequeña propiedad; fue usado correctamente por Marx y Engels para designar
a los pequeños productores capitalistas. Más tarde ha sido corrompido aplicándoselo al
campesinado en general. Nicos Ar Poulantzas, Fascismo y dictadura: la tercera internacional
frente al fascismo, 1998, p. 277 y José Luis Calva, Los campesinos y su devenir en las
economías de mercado, 1988, p. 485 en http://www.books.google.com.mx/books.
40
agrícola, como se dieron algunos casos destacables en Guasave, Sinaloa,
Angostura, Mocorito y Ahome 62, ocurriendo lo mismo en Culiacán y Navolato.
De 1928 a 1934, el Estado mexicano fue sucesivamente dirigido por tres
presidentes distintos (Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo L.
Rodríguez), pero fue el ex presidente Calles quien siguió moviendo ocultamente
los hilos de la política mexicana en general y la agraria en particular. Durante la
administración de Emilio Portes Gil, se repartieron casi 6 millones de hectáreas,
que representaron un gran número en un período tan breve.
A la llegada de Pascual Ortiz Rubio a la Presidencia de la República, se
consideró que había llegado la oportunidad de reconstruir los vínculos del
gobierno con los campesinos y plantear una nueva política agraria. Sin
embargo, siendo Calles el poder tras el trono, no permitió que se diera un
reparto tan grande como el del anterior presidente. En el período de Ortiz Rubio
el reparto de tierras disminuyó a casi la mitad de las otorgadas en el de Portes
Gil.
Al renunciar Ortiz Rubio a la Presidencia de la República en 1930, entró como
sucesor Abelardo L. Rodríguez, que estuvo constantemente presionado por las
pugnas internas del gobierno, originadas desde años anteriores. Fue con
Abelardo Rodríguez, con quien se señaló el fin de una etapa en la distribución
de tierras del predominio de la concepción latifundista de la reforma agraria, que
resurgiría nuevamente hasta 1934. En el lapso que corrió de 1930 a 1933, la
política estatal en materia agraria no logró consolidarse y sería hasta el
mandato de Lázaro Cárdenas, donde se impulsaría un proyecto agrario
totalmente opuesto al callismo63.
62
Cesar Ramón Aguilar Soto, Política agraria y empresarios agrícolas en Sinaloa, 1940-1958,
Culiacán, Sinaloa, Tesis de Maestría en Historia Regional, Facultad de Historia/UAS, 1998, p.
53.
63
Saúl Escobar Toledo, “La ruptura cardenista”, en Everardo Escárcega López, Historia de la
cuestión Agraria Mexicana. El cardenismo: un parteaguas histórico en el proceso agrario
(primera parte) 1934-1940, tomo 5, vol. 1, México, Siglo XXI editores/CEHAM, 1990, p. 18.
41
En 1934, en vísperas de resolverse la sucesión presidencial, no se contaba con
una perspectiva clara dentro del grupo gobernante. Las condiciones para la
exportación no eran factibles, enfrentándose al desaliento social y a la
necesidad de reactivar el campo. “Esta cuestión explicaría, en primer lugar, el
viraje en la política agraria y el nuevo proyecto que representó la candidatura de
Lázaro Cárdenas en 1933”64.
Cuando Cárdenas asume el poder, en 1934, el descontento llegaba al máximo
en el campo. La tensión entre los campesinos y latifundistas era grande. Al
finalizar su período, según algunos autores, había repartido a 814 mil 537
campesinos 17 millones 891 mil 577 hectáreas. Estas distribuciones llegaron a
su punto máximo en los años de 1936 y 193765.
La producción agrícola del periodo cardenista, aún cuando tuvo avances
significativos, no presentó cambios fundamentales en comparación al reparto
agrario, las grandes obras de irrigación y comunicación y el aumento del crédito
dirigido al sector. Sin embargo, registró un aumento del 70% durante el periodo
1935-1940, siendo los productos favorecidos el ajonjolí, el algodón, el tabaco, la
cebada y la papa66.
b) De Cárdenas a Miguel Alemán: la agricultura mexicana (1934-1950)
El cardenismo es definido como la quintaesencia de la ideología y la práctica
pequeño-burguesa67 en lo que concierne a la preparación de las condiciones de
desarrollo del capitalismo en la agricultura. Muchas de sus ideas nacen de un
proyecto elaborado por el Partido Nacional Revolucionario (en adelante PNR)
64
Ibíd., p.19.
Michel Gutelman, Capitalismo y reforma agraria… op. cit., p. 102.
66
Esperanza Fujigaki Cruz, Estructura agraria y sector agropecuario en México: 1921-1995.
tendencias generales de crecimiento, México, Facultad de Economía/UNAM, 1999, p. 77.
67
Considero que se afirma esto porque se pretendía desarrollar el capitalismo en el campo
basándose en los pequeños productores y no en los grandes.
65
42
que trazaba las líneas generales de la acción reformista a realizar en el agro 68.
El PNR se había fijado por meta, encauzar los descontentos que existían en el
país y evitar que se cayera en una guerra civil.
Los grupos reformistas y entusiastas del partido elaboraron un proyecto de plan
sexenal, el cual consideraba que la solución de los problemas agrarios y
políticos en México debían pasar por la desaparición de los latifundistas y la
distribución masiva de tierras a los campesinos pobres. Este plan sexenal
planteaba los fundamentos ideológicos de las medidas que debían tomarse
para el desarrollo armónico de México tanto en lo político como en lo económico
y social. Entre sus objetivos se encontraba el devolver la paz al agro, y esto
sólo sería posible mediante la distribución de tierras a los campesinos pobres, a
lo cual el candidato debía comprometerse a cumplir en cuanto saliera electo.
Otro de los propósitos era la transformación en sujetos de derecho agrario a los
campesinos acasillados, mejor conocidos como los peones, que residían en las
haciendas. Con esto se pretendía acabar con uno de los restos más
característicos de las relaciones feudales en el campo mexicano y quitarles a
los latifundistas la mano de obra casi servil, de la cual se aprovechaban.
La principal meta de la política agraria de Cárdenas fue impulsar decididamente
el reparto de tierras, poniendo énfasis en la organización de ejidos colectivos en
áreas de cultivos de desarrollo capitalista y moderno que probarían la
superioridad de una nueva forma de producción e impulsarían la transformación
de la estructura agraria del país69. “Consideraba la reforma agraria un
instrumento indispensable para llevar a buen fin tal proyecto, cualesquiera que
fueran las formas de apropiación de la tierra que de ahí resultaran” 70. Con
Cárdenas, la política agraria fue diferente a la de sus antecesores. Para los
anteriores dirigentes mexicanos el problema social se disociaba del problema
económico.
68
Michel Gutelman, Capitalismo y reforma agraria… op. cit., p. 102.
Saúl Escobar Toledo, “La ruptura Cardenista… op. cit., p. 32.
70
Michel Gutelman, Capitalismo y reforma agraria… op. cit., p. 105.
69
43
Con Cárdenas, los grandes expropietarios se vieron obligados a transformarse
rápidamente en cultivadores capitalistas, además respetó el principio de la
pequeña propiedad privada. Cuando se le expropiaban sus tierras a un
hacendado, éste podía conservar una superficie que no excediera de 100
hectáreas, por el derecho de constituir pequeñas propiedades inalienables.
Durante el mandato de Cárdenas, “la pequeña propiedad inalienable se
desarrolló vigorosamente: de 610 mil unidades en 1930 pasó a 1 millón 211 mil
en 1940”71.
Cuadro 4
Arrendamiento de tierras en relación a la superficie (1930)
Tenencia
Propietario
Arrendatario
Ejidatario
Aparcero
No. de
Superficie (miles
Promedio
productores
de hectáreas)
hectáreas
1,289,979
49,958
21,213
6,450
1,523,796
44,497
12,546
952
75.2
306.4
29.2
75.8
Fuente: Roger Bartra, Estructura agraria y clases sociales… op. cit., p. 142.
Ante el panorama que se presentaba para los latifundistas, gran número de
ellos decidieron vender su tierra en forma de pequeñas propiedades
inalienables, en efectivo o a prestanombres, antes de que la reforma agraria los
alcanzara. Al finalizar el mandato presidencial de Cárdenas, el paisaje rural
había cambiado al igual que las relaciones de clase en el campo.
71
Ibíd., p. 109.
44
Cuadro 5
Explotación de tierras ejidales en comparación a las tierras de labor
(1930-1950)
Superficie explotada
ejidal (%)
1930
1940
1950
Superficie de labor
(%)
13.4*
47.4
44.1
7.5*
22.5
26.7
* Predios mayores de una hectárea.
Fuente: Roger Bartra, Estructura agraria y clases sociales… op. cit., p. 133.
Entre 1930 y 1940 se dieron las bases para el desarrollo capitalista en todas las
ramas de la economía. En la agricultura, el derecho de propiedad era algo que
ya se había definido. Los sucesores de Cárdenas favorecieron la expansión de
la agricultura capitalista, apoyados en la propiedad privada y en las
explotaciones agrícolas remunerativas. No creían en el ejido, y su política
giraba entorno a los intereses de la gran burguesía rural en pleno desarrollo.
Cuadro 6
Reparto en la tenencia de la tierra no ejidal en México de 1930-1940
Hasta 5 hectáreas
De 5 a 50 hectáreas
De 51 a 100 hectáreas
De 101 a 500 hectáreas
De 501 a 1000 hectáreas
Más de 1000 hectáreas
No. de
predios
%
69.2
21.5
2.9
4.0
0.9
1.5
1930
Superficie
%
0.8
2.8
1.7
7.1
4.8
82.8
No. de
predios
%
76.2
16.6
2.6
3.3
0.5
0.8
1940
Superficie
%
1.1
3.6
2.4
9.0
4.4
79.5
Fuente: Roger Bartra, Estructura agraria y clases sociales… op. cit., p. 124.
45
En el cardenismo la creación de ejidos fue un fenómeno palpable, entre 1935 y
1940 el reparto de hectáreas entre los ejidatarios alcanzó los 18 millones de
hectáreas. En el cuadro 6 podemos observar como los efectos de estos
repartos en la tenencia de la tierra no ejidal, que casi en su totalidad
representaban a la propiedad privada, muestran una disminución mayor en las
propiedades superiores a las 500 hectáreas.
En 1930 el promedio de tierra de labor en los predios no ejidales era de 16.3
hectáreas, y para 1940 el promedio disminuyó a 6.4; en cuanto a la superficie
media explotada de los predios no ejidales también hubo una reducción; en
1930 fue de 189.6 hectáreas y en 1940 de 81.9 hectáreas72.
Cuadro 7
Predios no ejidales menores de 5 hectáreas (1930-1950)
Años
Hectáreas
1930
1940
1950
(miles)
545.1
928.5
1004.9
Fuente: Censos agrícola, ganadero y ejidal en Roger Bartra, Estructura agraria y clases
sociales…op. cit., p. 128.
La reforma cardenista fue impulsora también de la pequeña propiedad, y a
finales de su periodo de gobierno Cárdenas dispuso la creación de la Oficina de
la Pequeña Propiedad, que se encargaba de atender todas aquellas quejas
relativas a las afectaciones ilegales que se efectuaran sobre éstas73. Fue en
este periodo que se registró un incremento en el número de propiedades
72
Roger Bartra, Estructura agraria… op. cit, p. 124.
Everardo Escárcega López, “El Principio de la Reforma Agraria” en Everardo Escárcega
López (Coord.), Historia de la cuestión…op. cit., p. 191.
73
46
privadas menores de 5 hectáreas. Para algunos autores, como Roger Bartra la
pequeña propiedad privada, como el minifundio:
También es la expresión jurídica de relaciones de producción que
bloquean el desarrollo del capitalismo. En este caso se trata del trabajo
independiente del campesinado en su propia tierra. Pero a diferencia de
la propiedad comunal, aquí la tierra no esta sujeta a lazos que impidan su
venta (o su arrendamiento), de tal forma que la ruina del pequeño
productor puede dar lugar a que su parcela sea lanzada al mercado74.
Al dejar el poder Cárdenas, casi la mitad de las tierras del país eran tierras
ejidales y otra gran parte tierras bajo irrigación. Entre 1930 y 1940, se observó
un aumento en la participación de los ejidos en las tierras de labor y en las
superficies irrigadas; este aumento consistió de un 13 a un 47% en las primeras
y en las segundas de un 13 a un 57%75. Lo que indicó que al ponerle fin al
latifundio esto permitía ampliar la superficie cultivada y la entrada de una
agricultura comercial.
En 1940 se consolidaron y crearon importantes distritos de riego en ciertas
zonas del país como parte de una estrategia de la modernización de la
agricultura, mediante la mecanización creciente de algunos cultivos, empleo de
semillas mejoradas, fertilizantes e insecticidas. Sin embargo, estos beneficios
no fueron repartidos equitativamente, ya que fueron distribuidos con
desigualdad entre los productores76.
En su sexenio, Manuel Ávila Camacho tuvo una política favorable para la
propiedad y la colonización privada. “Estaba convencido de las dinámicas
virtudes de la propiedad privada y persuadido de que era necesario apoyarse
fundamentalmente en ella para desarrollar la producción agrícola comercial” 77.
74
Roger Bartra, Estructura agraria y clases sociales… op. cit., p. 128.
Gonzalo Arroyo, “Regiones agrícolas de México; modernización agrícola, heterogeneidad
estructurar y autosuficiencia alimentaría” en Martínez Assad, Carlos, Balance y Perspectivas de
los estudios regionales de México, México, Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en
Humanidades UNAM/Porrúa, 1990, p. 157.
76
Esperanza Fujigaki Cruz, Estructura agraria y sector…op. cit., p. 79.
77
Michel Gutelman, Capitalismo y reforma agraria… op. cit., p. 113.
75
47
Durante su gobierno se tomaron algunas medidas que estaban más dirigidas al
beneficio de los pequeños propietarios que de los ejidatarios. El 25 de enero de
1941, mediante un decreto, se estipularon las modalidades que favorecieron a
los supuestos pequeños propietarios capitalistas y perjudicaron al sector ejidal.
Si alguna pequeña propiedad había sido indebidamente fraccionada el Estado,
como compensación, ofrecía a su dueño una superficie equivalente dentro de
los perímetros irrigados, la cual contribuía a equipar. En el caso de los ejidos, si
éstos se veían obligados a regresar parte de sus tierras indebidamente tomadas
del territorio de pequeñas propiedades inafectables, no obtenían ninguna
compensación, solamente que hubiera tierras afectadas en los alrededores.
Durante el mandato de Ávila Camacho también hubo repartición de tierras. De
1941 a 1946 se entregaron 5 millones y medio de hectáreas, aproximadamente
a 112 mil campesinos. En los años de 1945 y 1946 se registró una baja en la
repartición, solamente 25 mil campesinos recibieron tierra. La expropiación de
latifundios disminuyó y algunos hasta comenzaron a reconstruirse con el
pretexto de practicar la ganadería.
La política agraria empleada por Miguel Alemán Valdez en el periodo de 1946 a
1952, consistió en reforzar al sector privado capitalista de la agricultura. “Las
medidas tomadas en detrimento del sector ejidal pueden considerarse una
verdadera contrarreforma agraria en comparación con la vía campesina
definitivamente abandonada”78. Lo que constituía una modificación de la política
y de los objetivos de Lázaro Cárdenas, de la que había efectuado Ávila
Camacho.
Alemán destinó grandes sumas de dinero a caminos rurales y a obras de
irrigación. Durante su régimen, la extensión de tierra irrigada fue mayor que la
producida en los regímenes combinados de Cárdenas y de Ávila Camacho.
“Para Alemán, lo proyectos en agricultura significaban principalmente enormes
78
Ibíd., p. 114.
48
presas y otras obras públicas concentradas en el norte de la República; es
decir, en las áreas cercanas a la frontera de los Estados Unidos, donde la
agricultura comercial, más que la de subsistencia, era la regla”79.
En el periodo de 1940 a 1950, no sólo disminuyeron las tierras distribuidas en
cantidad absoluta, sino que las superficies abiertas a los cultivos incrementaron
las posibilidades de labor en un 3% anual, mientras la parte de los ejidos no
aumentaba sino un 2%, lo que significó que la utilización de nuevas tierras era
muy superior en su ritmo, en comparación al de entrega de parcelas a los
ejidos. Alemán no sólo hizo todo lo posible por reforzar el sector capitalista de la
agricultura sino que además abrió la puerta a los capitales extranjeros, los
cuales no sólo se interesaban en la industria sino también en la agricultura.
c) La empresa agraria-agrícola mexicana y el papel del empresario
En México, la empresa en general es considerada como la célula del sistema
capitalista y la unidad básica de producción, además de representar un tipo de
organización económica dedicada a cualquiera de las actividades de esta
índole, fundamentales en cualquiera de las ramas productivas de los diferentes
sectores económicos80. Es decir, la empresa representa un elemento básico en
la estructura económica de cada país.
Para que exista una actividad económica racionalmente productiva, debe de
haber una base firme y sólida como la empresa81. Desde dos puntos de vista
diferentes, la empresa agraria se concibe “como la organización de los factores
de la producción (tierra, capital, trabajo) con la finalidad de obtener una
ganancia lícita”, esto en el plano económico; y “como círculo de actividades, de
79
Raymond Vernon, El dilema del desarrollo económico de México, México, Diana, 1987, p.
120.
80
José Silvestre Méndez Morales, Economía y la empresa, México, segunda edición, McGraw
Hill, 2004, p. 44.
81
José Sánchez González, La empresa agraria en México II, México, Universidad Autónoma de
Querétaro, 1990, p. 13.
49
bienes patrimoniales y relaciones de hecho y de derecho, la empresa es ante
todo un círculo de actividades regido por la idea organizadora (elemento ideal)
del empresariado”82.
Podemos definir a la empresa agraria como una unidad económicamente
productiva compuesta por sujetos agrarios, tierra y otros elementos organizados
que ayudan a realizar actividades agrícolas, ganaderas, forestales o mixtas,
teniendo como fin la comercialización de productos derivados de las mismas.
Desde el punto de vista económico, “la determinación de la magnitud de la
producción, de la empresa… es la cuestión fundamental que a través de todos
los conocimientos de la teoría y técnica de la producción, se persigue; esto
significa, que la organización de la producción no completa, ni perfecciona su
función estrictamente económica, sino cuando ha fijado la magnitud de los
elementos que debe poner en proceso productivo y, por tanto, la magnitud de la
producción y de la empresa misma” 83.
La magnitud de una empresa agrícola depende de varios factores, entre ellos el
de la tierra, el trabajo y el capital. La tierra se mide por la extensión superficial o
la capacidad productiva asociada a ella. Para medir el factor trabajo se hace
por el número de operarios, de animales o de otros medios laborales, así como
por la capacidad que se tenga para desarrollar diferentes clases de actividades.
El capital debe medirse en relación al valor o bien mediante las diferentes
unidades físicas de sus distintas formas84. Con lo anterior se puede deducir que
una empresa agrícola sería más intensiva si contara con mayores proporciones
tecnológicas.
82
Ibíd., p. 14.
Gilberto Fabila, Economía de la agricultura. Primera parte (economía de la producción
agrícola), México, 1937, p. 760.
84
Ibíd., p. 761.
83
50
Existen diversas clases de empresas de acuerdo con la magnitud de cada una
de ellas. En esta clasificación encontramos el parvifundio85 o empresa
pulverizada, considerada como una empresa individual, y el latifundio o
empresa grandísima, que es la que se encuentra dentro de las capitalistas.
Estas dos formas de empresas se encuentran fuera de la relación directa que
debe de existir entre empresa y empresario.
En México, “el censo de 1930 manifestó que había más de 244 mil predios
menores de una hectárea, en comunidades rurales, o sea las que tienen menos
de 2 mil 500 habitantes, y 332 mil 574 predios de 1 hasta 5 hectáreas”86. Lo
anterior nos demuestra que la mayoría de esos predios de carácter agrícola se
encontraban en comunidades rurales y estaban dentro del parvifundio.
Contrario al parvifundio encontramos el latifundio, que también queda fuera de
las magnitudes de la empresa propiamente agrícola. El latifundio puede ser
considerado como una empresa de superficies relativamente grandes o muy
grandes87, a la cual se le da una máxima utilidad económica, ya sea en la
actividad agrícola o en otras industrias. Del latifundio pueden surgir empresas
de grandes proporciones, sin que necesariamente sean latifundios.
Ya hemos mencionado dos extremos de empresas agrícolas o que
consideramos están dentro de lo que conocemos como tal. Otro tipo de
empresa agrícola es el ejido, aunque éste es un término medio entre los
anteriores. El ejido es considerado como una entidad agrícola en conjunto, y en
las partes o empresas individuales que la integran88. Es una empresa individual
que forma parte de una totalidad. Luego tendremos las empresas propiamente
dichas que se constituyeron como sociedades bajo diferentes formas jurídicas,
85
El parvifundio no es una empresa vital, ni suficiente para el sostenimiento de la actividad
agrícola del individuo y de su familia, además no es una empresa independiente, sino
dependiente, unas veces de ramas industriales no agrícolas, si el individuo se alquila en éstas o
se dedica al artesanado en sus ocios rurales, o bien, dependiente de otras empresas agrícolas,
si el individuo se alquila en éstas; forma parte de sistemas no agrícolas o de sistemas agrícolas
de orden distinto. Ibíd., pp. 770-771.
86
Ibíd., p. 772.
87
Ibíd., p. 779.
88
Ibíd., p. 809.
51
tales como la Sociedad Civil, Sociedad Civil Particular, Sociedad de
Responsabilidad Limitada, Sociedad de Responsabilidad Limitada de Capital
Variable, Sociedad en Nombre Colectivo, Sociedad Anónima, entre otras.
Dentro de una empresa existen varias clases de hombres que, en diferentes
formas, aportan cosas nuevas. Hay quienes aportan su trabajo calificado, ya
sean obreros o técnicos; los que otorgan su capital para el funcionamiento de la
empresa, como los inversionistas y los que dirigen la vida de la misma,
sacándola adelante y llevándola por buen camino: los empresarios.
El empresario es la figura clave dentro de cualquier empresa, y no es la
excepción dentro de la empresa agraria. José Sánchez González expresa que
“no cualquiera puede ser un empresario en el pleno sentido de la palabra: pues
para ello se requiere estar dotado de un espíritu y una capacidad de acción que
no todos la tienen”89.
Existen muchas definiciones de empresario, Flavia Derossi escoge la más
amplia “… un empresario no es necesariamente el fundador de su compañía,
sino también es la fuente de decisiones y de crecimiento; en otras palabras, es
el engranaje
principal
sobre el cual descansa
supervivencia… no basta simplemente
el negocio para
su
comenzar una empresa, debe
mantenerse el impulso mediante un flujo inextinguible de nuevas ideas y una
capacidad constante para adaptarse a contingencias imprevisibles” 90.
La anterior definición es para el empresario en general. Pero el empresario
agrícola es definido por otros autores como el individuo organizador de la
producción de unidades de un sistema económico; en otras palabras, el que
89
José Sánchez González, La empresa agraria en… op. cit., p. 23.
Flavia Derossi, El empresario mexicano, México, Universidad Autónoma de México, 1977, p.
176.
90
52
escoge lo que se debe producir, aquel que se arriesga y utiliza los elementos
que considera productivos y que cuida el progreso91.
En muchos empresarios se pueden sintetizar y distinguir diversas funciones
como el papel de director, colaborador y de propietario. “En la agricultura es
muy rara la actividad empresarial exclusiva; por lo general, ella es siempre
mixta; el agricultor dirige su empresa, la administra, trabaja directamente y,
además, es dueño de los medios de producción o dispone de ellos como si
fueran propios, mediante el pago de alquileres” 92.
Tecnológicamente el empresario agrícola aporta los medios de producción, sin
importar que sean propios o ajenos, es quien se encarga de decidir lo que se
debe producir, así como proporcionar los elementos productivos, vigilar y dirigir
la producción. Además, es el encargado de establecer las relaciones externas
de la empresa con el mercado, para la colocación del producto. Lo anterior nos
demuestra que el empresario agrícola es multifuncional dentro de la empresa.
El empresario agrícola es influenciado por algunas condiciones y necesidades
relativas a su vida. Estas influencias toman parte en lo que se refiere a la
selección de la empresa, la ubicación y la magnitud que ésta debe tener, entre
otras cosas. Para Gilberto Fabila, la eficacia del empresario agrícola se
manifiesta en su modo y consecuencias, distintamente a otras industrias, en
donde se establece una íntima relación entre la personalidad del empresario y
los beneficios. Sin embargo, en la agricultura “…no siempre se presenta esta
correspondencia, tanto por el carácter natural de la producción, como
principalmente porque lo que el agricultor busca en su empresa no es
puramente beneficios, sino otras cosas…”93.
Comparado con los empresarios industriales, los agrícolas tienen mayor
influencia sobre sus empresas y la personalidad que éstos desarrollan significa
91
Gilberto Fabila, Economía de la agricultura. Primera parte (economía de la producción
agrícola), México, 1937, p. 744.
92
Ibíd., p. 745.
93
Ibíd., pp. 749-750.
53
mucho más para este sector. Podríamos decir que si una empresa agrícola se
desarrolla intensamente es, en la mayoría de los casos, debido al esfuerzo que
realiza el empresario para obtener muy buenos resultados.
54
Capítulo III: Agricultura y empresarios agrícolas en Sinaloa
a) La situación económica de Sinaloa en el periodo posrevolucionario
En el caso de Sinaloa, en los años posteriores a la revolución, en los municipios
costeros del centro y norte del estado, la agricultura comercial fue el motor del
crecimiento económico, teniendo como principales productos el cultivo de la
caña de azúcar, el tomate y el garbanzo. Mientras que en los municipios del sur,
especialmente en Mazatlán, la industria de transformación, la minería y el
comercio fueron el núcleo de la economía.
La continuidad entre la época de Cañedo y la etapa posrevolucionaria resalta
en el aspecto económico. La actividad agrícola, tanto en el valle como en la
costa, fue la más importante del Estado, sin descuidarse otras ramas de la
economía como el comercio y la minería. En el periodo posrevolucionario, el
cultivo de productos destinados a la exportación se acentuó y se establecieron
nuevas relaciones con la economía estadounidense. Los productos agrícolas
destinados a la exportación eran enviados a Estados Unidos, de donde se
importaban insumos y capitales para la agricultura.
A principios del siglo pasado, Sinaloa empezó a destacar como un estado
azucarero. En todo el país se registró una fiebre de producción de azúcar, lo
que dio lugar a una fuerte competencia entre los ingenios del estado y al rápido
crecimiento de la producción azucarera, lo que provocó una crisis de
sobreproducción porque las posibilidades del mercado eran restringidas.
En el año de 1927, la caña de azúcar ocupaba 17 mil 817 hectáreas y se
cultivaba esencialmente en los municipios de Ahome y Culiacán, donde se
ubicaban los principales ingenios. En esta época los tres ingenios más grandes
de Sinaloa fueron la United Sugar Compay, en Ahome; Eldorado, en Culiacán, y
la Primavera en Navolato, entonces municipio de Culiacán.
55
Fue en los años de 1907 y 1908, cuando también empezó a producirse de
manera comercial el tomate como cultivo de exportación en los valles de los
ríos Fuerte y Culiacán. En 1916 la región cayó en una crisis agrícola, así es que
se tomaron medidas para elevar la producción. Dentro de estas medidas
estaban el préstamo de tierras y el otorgar créditos a los productores. Para
1917-1918 la producción de tomate y garbanzo presentaba un auge y el
panorama productivo de la entidad era promisorio94.
Para 1922 ya se había extendido la producción de tomate y garbanzo, y en
1927 se cultivaba en gran escala en los municipios de Ahome, Culiacán,
Guasave y Sinaloa. En estos años, dos empresas estadounidenses eran las
encargadas de comercializar la mayor parte del tomate y de exportarlo a
Estados Unidos. Además de financiar a los agricultores, la Mexican Arizona
Trading Company (MATCO), fundada por Thomas Boyd, proporcionaba tierras,
arados, semillas y otorgaba crédito a los pequeños agricultores. Otra compañía
fue la Miers Darling and Hinton Company, que se enfrentaba a la MATCO; entre
ambas llegaron a monopolizar el control de la producción tomatera hasta en un
60% en el estado95.
Con la crisis de 1929, el mercado estadounidense se contrajo y causó grandes
pérdidas a los tomateros sinaloenses pero se recuperó una vez controlada la
situación96. La crisis en el cultivo del tomate sognificó grandes pérdidas tanto en
superficie cosechable como en producción y volúmenes de exportación: en
1929 se sembraron 13 mil 522 hectáreas, de las cuales se produjeron 60 mil
810 toneladas, siendo destinadas a la exportación 37 mil 031: en cambio para
1934 las cifras para estos mismos conceptos fueron de 3 mil 950, 14 mil 800 y 7
mil 950 toneladas97, respectivamente. Lo anterior nos indica como esta crisis se
94
Guillermo Ibarra Escobar, Sinaloa: tres siglos de economía, México, DIFOCUR, 1993, p. 68.
Ibíd., p. 72.
96
Sergio Ortega Noriega, Breve historia de Sinaloa, México, Fondo de Cultura Económica,
1991, p. 283.
97
Guillermo Ibarra Escobar, Sinaloa: tres siglos…op. cit., p. 73.
95
56
fue superando poco a poco, pues para los años siguientes la mejoría era más
notoria.
Otro producto importante fue el garbanzo, cuyo cultivo se realizaba
principalmente en los municipios de Mocorito, Guasave y Sinaloa. La ciudad de
Guamúchil, fue el centro de comercialización del producto, que se exportaba a
España y a Centro y Sudamérica. Fue entre 1925 y 1935 que el garbanzo
alcanzó su auge, aunque la crisis de 1929 también afectó el mercado.
Desde el siglo XIX el estado se fue conformando en tres regiones económicas
claramente diferenciadas: la del sur, que destacaba por su actividad comercial e
industrial; la del centro y la del norte dedicadas a las actividades agropecuarias,
donde el desarrollo de estas dos regiones se fincó fundamentalmente en los
cultivos mencionados: caña de azúcar, tomate y garbanzo. La gran propiedad
se hizo más fuerte y surgió un nuevo gremio, los pequeños agricultores, los
cuales buscaron ubicarse en tierras de calidad.
En las primeras décadas del siglo XX la política estatal favoreció a los grandes
productores: “Los gobernadores sinaloenses, poco proclives al reparto agrario,
propusieron y boicotearon el reparto de tierras dando oportunidad para que
prevaleciera el latifundio y funcionara una especie de mercado capitalista de la
tierra combinado con una difícil colonización de los valles”98. Para avanzar en la
colonización de las tierras de los valles, además, de lograr la ampliación de una
frontera agrícola de exportación y la creación de una nueva clase de
productores agrícolas, fueron dos los cultivos comerciales que impulsaron este
proceso: el tomate y el garbanzo.
El tomate fue el producto que alcanzó un mayor grado de exportación, trayendo
consigo el crecimiento de la horticultura comercial, que estaba en manos de
pequeños agricultores que se habían instalado en tierras sinaloenses y que
además contaban con el apoyo y financiamiento de empresas norteamericanas,
98
Ibíd., p. 69.
57
pues el mercado estadounidense era el principal centro de importación de su
producto.
Cuadro 8
México y Sinaloa, 1926-1930: Exportación de tomate a EE.UU.
Año
1926
1927
1928
1929
1930
Kilos exportados
39,563,383
57,360,793
51,923,319
28,896,694
64,173,647
Valor en pesos
12, 721, 273
19, 564, 777
18, 250, 548
9, 841, 396
16, 082, 315
Precio por kilo
0.32
0.34
0.35
0.34
0.25
Fuente: Hubert Carton de Grammont, Los empresarios agrícolas y el Estado, México,
UNAM/Instituto de Investigaciones Sociales, 1990, p. 76.
Por su parte, los grandes agricultores de Culiacán, que formaban parte del
antiguo régimen porfirista, libraron parte del lapso crítico de la década
revolucionaria gracias a la importancia de su actividad económica en la
agricultura, pero también a los vínculos familiares y de negocios que tenían con
los vecinos del norte, como los sonorenses.
Uno de los mayores logros que se obtuvieron en el periodo de 1929-1934, y que
apoyó el desarrollo de estos grupos de productores, fue el financiamiento que
se le dio a las obras hidráulicas. En Sinaloa, por su parte la Comisión Nacional
de Irrigación se hizo cargo de las obras de riego del río Culiacán e inició otras,
como la construcción de canales, los cuales pudieran proveer de agua a la
mayoría de las tierras del valle de ese municipio99. Esto motivó el proceso de
compra y arrendamiento de tierras, así como la constitución de empresas
ubicadas en la agricultura que producían y comercializaban productos agrícolas.
99
César Aguilar Soto, Política agraria y empresarios… op. cit., p. 58.
58
b) Las obras hidráulicas y su importancia en la agricultura comercial
El agua ha representado uno de los insumos básicos para la producción
agrícola en cualquier parte y Sinaloa no es la excepción. Sinaloa es uno de los
estados privilegiados, pues su superficie es atravesada de este a oeste por
once ríos, de los cuales gran parte de sus aguas se han ido aprovechando para
la agricultura.
Además, debido a su configuración geográfica, presenta las
mejores condiciones para el desarrollo del cultivo de riego, ya que en ella se
encuentran una zona montañosa que alimenta sus ríos, una zona de lomeríos
bajos, apta para la construcción de vasos de almacenamiento y una zona de
fértiles llanuras costeras100.
Sinaloa y sus once ríos
Fuente: www.omega.ilce.edu.mx:3000/sites/estados/libros/Sinaloa/imgs/map1.2,gif
100
Centro de Investigaciones Agrarias, Los distritos de riego del Noroeste. Tenencia y
aprovechamiento de la tierra, México, Instituto de Investigaciones Económicas, 1957, p. 27.
59
Con la creación de la Comisión Nacional de Irrigación en 1926 varias regiones
del país se vieron beneficiadas con la construcción de obras hidráulicas, en
especial el estado sinaloense que se puso al frente con este tipo de obras,
incrementando grandes extensiones de tierra para la agricultura de riego. En
1933, Sinaloa emprendió trabajos de mantenimiento y la realización de estudios
para la construcción de la red de canales de distribución de los ríos Culiacán,
Sinaloa y Fuerte101.
Sin embargo es ampliamente conocido que las obras de irrigación para estas
tierras ya se habían dado desde tiempo atrás, impulsados por los propietarios
privados, de acuerdo Eduardo Frías:
En un primer momento, la historia lo señala, fueron los propietarios de
tierras, empresas o industrias, los que en un intento por controlar y
aprovechar las aguas construyeron diques, canales y pequeñas
represas… fueron los particulares quienes, por conveniencia y decisión
propia, efectuaron los primeros trabajos 102.
Lo anterior nos indica que el estado no tuvo en un principio una destacada
participación, en la construcción de este tipo de obras, sino hasta ya entrada la
década de 1930, aunque hubo esfuerzos significativos después de que nació la
Comisión Nacional de Irrigación. Una de las razones que pudieron haber
impulsado este tipo de trabajos fue el perfilar a Sinaloa como uno de los
estados más importantes del país en el ramo agrícola.
Con la creación de la Comisión Nacional de Irrigación se inició el más relevante
impulso a la construcción de obras de regadío, dado que dicha Comisión se
101
César Aguilar, Política agraria y empresarios… op cit., p. 94.
Eduardo Frías Sarmiento, El oro rojo de Sinaloa. El desarrollo de la agricultura del tomate
para la exportación, 1920-1956, Tesis de Doctorado, Puebla, Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla, 2005, p. 41.
102
60
hizo cargo de los sistemas de riego que aprovechaban los caudales de los ríos
El Fuerte y Culiacán103.
El general Lázaro Cárdenas fue el impulsor de grandes obras de irrigación y fue
durante su sexenio que se otorgaron los primeros beneficios, como la
incorporación de 5 mil 580 hectáreas al sistema de riego en el valle de Culiacán
y el inicio de los trabajos de la presa Sanalona en 1939104. De hecho, a partir
de 1935 se llevó a cabo un vasto programa cuya finalidad fue aprovechar al
máximo el vital líquido en la explotación agrícola.
Para la década de los cuarenta fueron utilizadas con mayor fuerza las
inversiones oficiales que habían sido autorizadas para el sector agropecuario
para un mejor desarrollo de los sistemas de riego105. Además, para esas fechas
se habían iniciado otras construcciones de almacenamiento en Sinaloa y en
otros estados de la República Mexicana.
Durante el cardenismo, los efectos de la intervención estatal en materia
hidráulica se dieron en el ámbito social y político, pues los más beneficiados,
siendo el Estado el dueño de los distritos de riego, fue el sector ejidal, debido a
que Cárdenas pensaba que los campesinos pobres debía ser los primeros
favorecidos por estos sistemas de riego. Para Cárdenas “el concepto costobeneficio favorecía al sector empresarial, mientras que el de beneficio social
favorecía al campesinado”106.
Con Manuel Ávila Camacho se le dio otro impulso a la irrigación en el estado, y
en comparación con su antecesor, no buscó el beneficio de los campesinos sino
el del sector privado. Durante su sexenio se construyeron grandes obras de
103
Fausto Burgueño Lomelí, “Desarrollo agrícola y desarrollo económico” en José Luis Ceceña
Cervantes, Fausto Bargueño Lomelí y Silvia Millán Echegaray, Sinaloa: crecimiento agrícola y
desperdicio, México, Instituto de Investigaciones Económicas, 1974, p. 135.
104
Cesar Aguilar Soto, Política agraria y empresarios… op cit., p. 94.
105
Miguel Verdugo Rentaría, La producción y comercialización del tomate en el valle de
Culiacán, Culiacán, Sinaloa, Tesis de Maestría en Historia Regional, Facultad de Historia, 1987,
p. 34.
106
Hubert Carton de Grammont, Los empresarios agrícolas y el Estado, México, UNAM/Instituto
de Investigaciones Sociales, 1990, p. 131.
61
irrigación en todo el país. Sinaloa se vio beneficiado en gran medida; un
ejemplo de eso fue la construcción del canal de Bamoa que serviría para irrigar
4 mil hectáreas, canal que se anexaría luego al distrito de riego 10 del valle de
Culiacán, junto con el Rosales y otros de particulares107.
Una de las obras de irrigación más importantes fue sin lugar a dudas la
construcción de la presa Sanalona, la cual se concluyó en 1948; con esta obra
hidráulica se alcanzaron a irrigar potencialmente 95 mil hectáreas en los
márgenes del río Culiacán, 88 mil 734 hectáreas en el municipio de Culiacán y 7
mil 226 hectáreas en el municipio de El Dorado 108.
La explotación de superficies aptas para la agricultura fue en aumento; y
gracias al incremento de las tierras irrigadas se alcanzó en total una superficie
sembrada de 49 mil 255.40 hectáreas para el año de 1949.
Cuadro 9
Superficies sembradas en Culiacán de acuerdo al canal (1945-1949)
Periodo
1945-1946
1948-1949
16,755.78
6,601.63
-------23,357.41
22,335.60
8,833.80
18,086.00
49,255.40
Canal
Canal Rosales
Canal Cañedo
Canal Principal
Total
Fuente: Archivo Histórico del Agua, Dirección de Aprovechamientos Hidráulicos, 1949.
En el periodo comprendido de 1930 a 1950 se realizó una trascendente
transformación en el agro sinaloense, tanto en el régimen de la propiedad como
en la tenencia de la tierra, debido al logro obtenido por el proceso de
107
108
Ibíd., p. 142.
Ibíd., p.143.
62
distribución y entrega de centenares de hectáreas de tierra a miles de
campesinos que la habían solicitado109. Con el impulso dado a los sistemas de
riego se logró incorporar al cultivo tierras que antes habían sido improductivas,
dándose un despeque económico en la región.
De las superficies sembradas en los años de 1948-1949 se encontraban como
cultivos principales la caña de azúcar, con 16 mil 773 hectáreas cultivadas; el
maíz, con 6 mil 152 hectáreas; algodón, con 5 mil 258 hectáreas; 5 mil 096
hectáreas de tomate, 5 mil 066 hectáreas de ajonjolí, 4 mil 762 hectáreas de
frijol y 3 mil 610 hectáreas de garbanzo110. Entre los cultivos nuevos que se
introdujeron a esa zona figuró el arroz, que se extendió de manera importante,
resultando como beneficiaria Ciudad Obregón, del estado de Sonora, debido a
que Culiacán no contaba con un molino para el proceso de industrialización que
requería éste producto. Para ese año, se tenían 2 mil 400 hectáreas preparadas
para la siembra de arroz, tierras que eran regadas por el canal Cañedo, y 600
hectáreas pertenecientes al canal Principal.
c) La agricultura sinaloense de 1930 a 1950
Durante los años treinta, algunas de las haciendas capitalistas que existían
tuvieron que compartir gran parte de sus tierras ante la organización de nuevos
ranchos, cuyos propietarios eran los pequeños agricultores que buscaban
poseer o arrendar mejores tierras para sus cultivos. De hecho las haciendas
fueron afectadas con la reforma agraria y esto trajo para Sinaloa un cambio en
las condiciones para el desarrollo regional.
La reforma agraria representó solo un medio para romper con las viejas formas
de tenencia de la tierra que existían desde el porfiriato. Para Rigoberto Arturo
109
110
Fausto Burgueño Lomelí, “Desarrollo agrícola y desarrollo… op. cit., p. 149.
Archivo Histórico del Agua, Dirección de Aprovechamientos Hidráulicos, 1949.
63
Román Alarcón, la reforma agraria en Sinaloa no fue producto de un fuerte
movimiento campesino, sino que:
…fue la instrumentación de una política a nivel nacional que buscaba
quebrantar el poder económico y político de los terratenientes porfiristas,
por lo que, en nuestro estado, el gobierno federal, para lograr sus fines,
se aprovechó del movimiento obrero concentrado en los ingenios para
repartir las tierras expropiadas entre sus agremiados y colonos
procedentes de Michoacán y otros estados del país.111
El periodo de 1930 a 1940 representó una de las décadas más sobresaliente
para el agro sinaloense, ya que fue cuando se sentaron las bases de su
desarrollo, observándose cambios en la estructura económica agraria, la cual
comenzó a modernizarse y
a diversificarse. Sin embargo, aún con esa
modernización no se logró el fortalecimiento de la industria debido a que la
especialización regional continuó poniendo mayor fuerza en la agricultura 112:
La aplicación de la reforma agraria en Sinaloa, no fue producto de un
fuerte movimiento campesino, sino que fue la instrumentación de una
política a nivel nacional que buscaba quebrantar el poder económico y
político de los terratenientes porfiristas, por lo que, en nuestro estado, el
gobierno federal, para lograr sus fines, se aprovechó del movimiento
obrero concentrado en los ingenios para repartir las tierras expropiadas
entre sus agremiados y a colonos procedentes de Michoacán y otros
estados del país113.
Pascual Ortiz Rubio, durante su mandato presidencial (1930-1932), concibió a
la empresa agrícola como algo favorable a la nación, por lo que trató de
protegerla e incentivarla en todos los ámbitos. Una de sus principales acciones
fue la promoción de la organización de los productores del campo a través de la
111
Rigoberto Arturo Román Alarcón, “Características generales de la economía sinaloense de 1910-1950”
en Clío, no. 29, Culiacán, Sinaloa, Facultad de Historia/UAS, 2003, pp. 58-59.
112
Guillermo Ibarra Escobar, Sinaloa: tres siglos… op. cit., p. 77.
113
Rigoberto Arturo Román Alarcón, “Características generales de la economía… op. cit., pp.
58-59.
64
Ley de Asociaciones Agrícolas, implementada el 26 de agosto de 1932, y cuyos
objetivos eran la modernización del campo y el intercambio de la producción
agrícola.114
El 21 de noviembre de 1932 fue promulgada la Ley de Organizaciones
Agrícolas de Sinaloa por el gobernador del estado, el general Macario Gaxiola,
que además era uno de los grandes productores agrícolas de la región. Esa Ley
promovió la división del estado en nueve regiones agrícolas, conformadas de la
siguiente manera: El Fuerte, Sinaloa, Mocorito, Culiacán, Elota, Piaxtla,
Mazatlán, Quelite y Rosario115.
Fue a partir de los años de 1939-1940 que Sinaloa inició un proceso de
desarrollo agrícola, motivado entre otras cosas por un auge en el reparto
agrario, el establecimiento de amplias zonas de cultivo de riego, y por la
realización de importantes obras de infraestructura que dieron un impulso
definido al desarrollo agrícola mediante un amplio y variado sistema de
cultivos116.
En la década de 1940, el desarrollo agrícola adquirió mayor fuerza, gracias a
las obras de irrigación construidas en las regiones norte y centro del estado,
trayendo consigo un crecimiento demográfico y urbano, la creación de
pequeñas industrias y la formación de bancos regionales, los cuales estaban
destinados a la canalización del excedente económico agrícola hacia nuevos
proyectos del campo.
Con la creación de los sistemas hidro-agrícolas se incrementaron las tierras de
riego, aumentando así la superficie cultivada a 326 mil 885 hectáreas y el valor
de la producción a más de 720 por ciento, de 27 millones 985 mil 141 pesos en
1940 a 226 millones 186 mil 197 pesos en 1950; destacando entre los
114
César Ramón Aguilar Soto, Política agraria y empresarios… op. cit., p. 55.
Ibíd.
116
Fausto Bargueño Lomelí, “Desarrollo agrícola y desarrollo… op. cit., p. 129.
115
65
principales productos el algodón, tomate, caña de azúcar, maíz, garbanzo y
frijol117.
De 1940 a 1950 se reflejó una modificación en la estructura demográfica,
debido en parte a los cambios que se originaron en la estructura económica, por
el auge de la agricultura, el despegue de la pesca comercial y el desplome de la
minería. En este periodo, Sinaloa tuvo un registro de crecimiento del 29 por
ciento de la población; de 492 mil 821 personas a 635 mil 681, con variaciones
en su población urbana del 21.7 por ciento en 1940 a 27.8 por ciento en
1950118.
Cabe resaltar que también hubo algunas modificaciones en la estructura
empresarial del campo que había prevalecido durante décadas, los grandes
propietarios fueron desplazados por una nueva clase de empresarios agrícolas
que se beneficiaron con los cambios señalados.
d) Empresas y empresarios agrícolas en Sinaloa
1) Empresas tradicionales: los ingenios azucareros
Como se ha mencionado antes, Sinaloa, después de la Revolución, sobresalió
como estado azucarero, es por eso que no podemos omitir de esas grandes
empresas formadas por hombres con espíritu empresarial: los ingenios. Cabe
señalar como, por años, los ingenios azucareros fueron parte significativa de la
economía sinaloense.
En primer lugar se encuentran los ingenios de la región norte del estado,
surgidos durante el último cuarto de siglo XIX, “La Florida”, ubicado en la
alcaldía de Ahome; “La Constancia”, en El Fuerte; y “El Águila”, este último se
localizaba en la entonces villa de Ahome. El dueño de este ingenio fue el señor
117
118
Rigoberto Arturo Román Alarcón, “Características generales de la economía… op. cit., p. 60.
Ibíd., p. 62.
66
Zacarías Ochoa, quien a la llegada del norteamericano Benjamín Francis
Johnston, exploró el mundo de los negocios. Con la creación de la primera
compañía
azucarera,
Sinaloa
Sugar
Company,
fundada
con
capital
estadounidense en Chicago durante la época porfiriana, se da el despegue de
la actividad empresarial en torno a las compañías azucareras que se
establecieron en la región y el estado.
Después de algunos acontecimientos fue Johnston quien asumió el control de
esa empresa azucarera, que cambió su razón social a Compañía Azucarera El
Águila S. A119, a su vez, fundó un nuevo ingenio en Los Mochis, en los primeros
años del nuevo siglo.
Ingenio azucarero de Los Mochis
Fuente: www.portalmochis.net/lmhistoria.htm
119
María Eugenia Romero Ibarra, “Azúcar y empresa. La United Sugar Companies, S. A., 18901950” en Trujillo Bolio Mario y José Mario Contreras Valdez, Formación empresarial, fomento
industrial y compañías agrícolas en el México del siglo XIX, México, CIESAS, 2003, pp. 358360.
67
En 1905, el mismo Johnston organizó la United Sugar Companies, creada para
administrar las haciendas El Águila y Los Mochis, además de hacer una
asociación con la Sinaloa Sugar Company, la Compañía Azucarera del Águila,
S. A., y Compañía Destiladora La Victoria, S. A. Sin embargo, el empresario
norteamericano continuó fundando nuevas compañías, las cuales estaban
relacionadas con las azucareras; así que para 1917 la United Sugar
Companies, S. A., se reconstituyó, integrándose a ella las nuevas empresas120.
Fue tal el éxito alcanzado por la United Sugar Companies, que se convirtió en el
primer polo de desarrollo de la economía sinaloense en el norte del estado 121.
El éxito se debió, en parte, a la implementación de nuevos y mejores cambios
tecnológicos en cada una de las empresas. Con la inversión realizada a esos
mecanismos de innovación tecnológica, como el caso de la maquinaria agrícola,
los nuevos molinos, entre otras cuestiones, se obtuvieron mejores resultados.
Sin embargo, al darse un incremento de la producción en todo el país, generado
por el aumento de precios en ese periodo, se vino una crisis de
sobreproducción entre los años de 1930 y 1932, la cual se había venido
resintiendo desde 1920. Ante esa situación, “Johnston promovió, previendo
situaciones similares, la formación de una unión de los productores para
beneficios mutuos, eliminando la competencia y así poder obtener beneficios en
fletes y precios más bajos para el consumo” 122.
Pero no sólo en el norte del estado se desarrollaron significativas empresas
agrícolas, esto también sucedió en el centro de la entidad y más concretamente
en Culiacán, donde encontramos las haciendas-ingenios de La Aurora y
Eldorado de la familia Redo, y La Primavera, de la familia Almada. Estas dos
familias llegaron al estado antes de la época porfirista, atraídas por las riquezas
naturales y con el deseo de fincar y realizar inversiones.
120
Ibíd., pp. 362-363.
Alonso Martínez Barreda, Relaciones económicas y políticas en Sinaloa, 1910-1920,
Culiacán, Sinaloa, Facultad de Historia/UAS/El Colegio de Sinaloa, 2005, p. 181.
122
María Eugenia Romero Ibarra, “Azúcar y empresa. La United… op. cit., p. 366.
121
68
Al llegar a Culiacán, buscaron la manera de establecer lazos sólidos con las
familias pudientes de la localidad, teniendo como fin acrecentar sus riquezas.
Por ello contraen matrimonio con hijas de personajes ricos y poderosos. Por
ejemplo, Joaquín Redo y Balmaceda, pilar de la familia, desposó a Alejandra De
la Vega, adquiriendo como parte de la dote matrimonial la fábrica de tejidos El
Coloso123, invirtiendo más adelante en tierras para el abastecimiento de materia
prima como el algodón.
Fábrica de hilados “El Coloso” propiedad de la familia Redo
Fuente: Arturo Carrillo Rojas y Guillermo Ibarra Escobar (Coordinadores), Sinaloa, 100 años.
La Gran Aventura del Siglo XX, Culiacán, Sinaloa, Facultad de Historia/Escuela de Estudios
Internacionales y Políticas Públicas/Periódico Noroeste, 2003.
Los Redo, con Joaquín a la cabeza, fueron los primeros en establecer un
ingenio en Culiacán, La Aurora, en la década de 1870 y posteriormente
fundaron otro, Eldorado, a principios del siglo XX. También eran propietarios de
123
Fundado en 1850 fue la primera industria importante en Sinaloa, ubicada en Culiacán, con
una infraestructura mecánica de 2 mil 064 husos y 96 telares, generando ocupación a 220
trabajadores. Alonso Martínez Barreda, La industria azucarera en Sinaloa, 1910-1930: Los
casos de Eldorado y La Primavera, Culiacán, Sinaloa, Facultad de Historia/UAS, 2006, p. 46.
69
haciendas en las cuales se dedicaban a la ganadería y a la siembra de maíz y
frijol. Los Redo adquirieron tierras en varios lugares del valle y la costa, entre
ellas las aledañas al río San Lorenzo cerca del ingenio, además invirtieron en la
minería y el comercio. Para 1930, la mayoría de los miembros del núcleo
familiar continuaban aumentando sus propiedades.
Primera piedra del ingenio Eldorado
Fuente: www.images.google.com.mx/images?q=eldorado+sinaloa+ingenio+azucarero
En 1932, los Redo formaron la Compañía Explotadora de Fincas y Terrenos
S.A., con la finalidad de adquirir bienes inmuebles, además de arrendar, ceder y
enajenar toda clase de bienes raíces en los mercados inmobiliarios de la
Ciudad de México, Sinaloa y Sonora124. Ese mismo año Diego Redo, dueño del
ingenio Eldorado, de Culiacán, junto con el licenciado Aarón Sáenz y otros
empresarios azucareros, creó la Compañía de Azúcar, S. A., con la
participación de 77 ingenios. Para 1939, esta compañía se transformó en la
124
Modesto Aguilar Alvarado, Los grandes agricultores… op. cit., p. 171.
70
Unión Nacional de Productores de Azúcar, S. A. de C. V. (UNPASA),
incorporando a todos los ingenios del país125.
En el caso de los Almada, al igual que los Redo, los lazos matrimoniales con
señoritas de alcurnia les valió para posesionarse en los altos círculos sociales
de la época y obtener puestos públicos, lo que les permitió contar con un
respaldo jurídico y político para ensanchar sus negocios en el estado 126. Tal es
el caso de la unión que se hizo entre Ponciano Almada y Laura De la Vega. De
ese enlace nacieron Jorge, Jesús, Ponciano, Antonio, Elena, Guadalupe,
Rafaela, Laura y María, quienes en años posteriores formarían parte de la élite
empresarial de Culiacán.
Los Almada, impulsados por el estado, orientaron sus capitales a la inversión de
nuevas industrias, que ayudaran a su vez a la modernización de la agricultura.
Eligieron el pueblo de Navolato para establecer su hacienda-ingenio, que
después sería transformada en una de las industrias azucareras más
importantes de Sinaloa. Una vez establecidos los contratos con el gobierno y
comprada la maquinaría necesaria, los trabajos de acondicionamiento de tierras
y construcción de edificios no se hicieron esperar. Es así como surgió el ingenio
La Primavera. “De comerciantes y propietarios de minas, los Almada pasaron a
ser prósperos empresarios agroindustriales”127.
125
Hubert Carton de Grammont, Los empresarios agrícolas… op. cit., p. 50.
Francisco Padilla Beltrán, “Los empresarios agrícolas y las compañías deslindadoras en
Sinaloa, 1900-1910” en Arturo Carrillo Rojas, et al., Historia de los empresarios en Sinaloa
(1880-1920), Culiacán, Sinaloa, Cuadernos de investigación 3, DIFOCUR, 1994, p. 26.
127
Gustavo Aguilar Aguilar, Sinaloa, la industria del azúcar, Culiacán, Sinaloa, DIFOCUR, 1999,
p. 38.
126
71
Ingenio “La Primavera”
Fuente: images.google.com.mx/images?q=navolato+sinaloa+ingenio+azucarero
Aunque la explotación de la industria azucarera se convirtió para Jorge y Jesús
Almada en su principal actividad empresarial, no dejaron de lado sus otros
negocios que de antaño habían sido su principal fuente de acumulación de
riqueza, lo que les trajo grandes ventajas sobre los demás empresarios de su
tipo. Cuando se presentaban tiempos difíciles, éstos empresarios “al tener
capitales en otras actividades podían retirarlos total o parcialmente, obteniendo
rápidamente liquidez monetaria, pudiendo así salir mejor librados”128.
Lograron acaparar una gran riqueza en actividades como el deslinde y la
compra de terrenos, el comercio, la minería y la industria. Para finales del siglo
XIX los Almada tenían un emporio agrícola industrial en el pueblo de Navolato.
Además, garantizaron la transferencia de sus capitales de una rama a otra,
logrando convertirse en accionistas de otras sociedades, consolidando de esa
manera su hegemonía129.
128
129
Ibíd.., p. 40.
Alonso Martínez Barreda, La industria azucarera en Sinaloa… op. cit., p. 50.
72
Los dos empresarios agrícolas mencionados tambiénformaban parte del grupo
más prominente de la élite de agricultores, los cuales concentraban
propiedades de más de 5 mil hectáreas y algunos rebasaban las 60 mil
hectáreas. Sin duda, las empresas creadas por ellos dinamizaron la economía
de la región, trayendo consigo la creación de obras de irrigación y vías de
comunicación.
Otras familias que destacan como sobresalientes propietarios y en algunas de
sus ramificaciones como empresarios, pertenecían a otro sector de la élite, al
de aquellos con propiedades menores de 5 mil hectáreas, pero mayores a las
600 hectáreas; entre ellos encontramos a los Andrade, De la Vega, Tamayo,
Barrantes y Rojo130. Estos grupos de terratenientes también establecieron
vínculos estrechos con otras familias de prestigio y poder de la región mediante
los lazos matrimoniales.
2) El surgimiento de nuevas empresas agrícolas
El estado de Sinaloa se ha caracterizado por ser poseedor de las tierras más
fértiles de la República Mexicana. A esto se debió que la agricultura se
convirtiera en una de las principales actividades económicas de la región y se
diera el surgimiento de nuevas empresas dedicadas al sector agrícola.
Como ya se ha mencionado, los ingenios azucareros fueron de las primeras
agro-empresas constituidas en la entidad, pero también se han encontrado
registros de otras, dedicadas a la agricultura, especializadas en la exportación y
comercialización de productos como el tomate, el garbanzo, el algodón, las
hortalizas, entre otros.
Por ejemplo, en el norte del estado encontramos que en 1919 surge la Mexican
Arizona Trading Co. (MATCO), la cual reinició las exportaciones de tomate
130
Modesto Aguilar Alvarado, Los grandes agricultores… op. cit., pp. 268-272.
73
hacia Nogales después de la revolución. Esta empresa logró sobrevivir a varios
ciclos agrícolas debido a las formas de organización adoptadas. La compañía
refaccionaba a los agricultores con semillas, insecticidas y les compraba la
cosecha con el dinero que prestaba o en su defecto, las tomaba en
consignación con un margen del 10% sobre las ganancias sobre la venta del
producto en los Estados Unidos. Además, si era necesario abastecía a los
agricultores de otros insumos agrícolas y en algunos casos, hasta de tierra131.
Después del proceso revolucionario, la exportación del tomate y hortalizas se
convirtió en uno de los negocios más remunerados, lo que atrajo la atención de
otras empresas. Tal es el caso de la Miers, Darling & Hinton, Co., quien diez
años atrás ya había incursionado en ese ramo, pero sin éxito. Al reorganizarse
de nuevo, esa empresa y la MATCO fueron las que acapararon el 60% de la
producción tomatera del estado.
Sin embargo estas compañías, al igual que otras dedicadas a la exportación de
tomate, se enfrentaron a una crisis de sobreproducción en el año de 1927 y a
ésta le siguieron situaciones climatológicas poco apropiadas para el cultivo del
producto. Para 1929, el ambiente ya era propicio para la cosecha del tomate,
sin embargo las condiciones políticas no, lo que impidió nuevamente que las
exportaciones se realizaran con éxito.
Es hasta 1930 que se obtiene una buena cosecha y se logran exportar grandes
cantidades del producto, sin embargo, a pesar del incremento del arancel
estadounidense, el precio fue catastrófico. Además, en México se empezó a
tributar la producción de hortalizas, lo que provocó una situación difícil para
quienes manejaban sus productos en ese mercado132.
Para el año de 1932, por disposición del
gobierno federal, en Sinaloa el
gobernador del estado, general Macario Gaxiola, promulgó la Ley de
Organizaciones Agrícolas en la cual, se les permitía a los productores agrícolas
131
132
Hubert Carton de Grammont, Los empresarios agrícolas… op. cit., p. 73.
Ibíd., p. 77.
74
organizarse para obtener mejores resultados, además de recibir el apoyo del
gobierno para impulsar los esquemas de modernización e incremento de la
producción en el estado, en virtud de la creación y surgimiento de nuevas
empresas dedicadas a la exportación y comercialización de los productos del
campo, como son las hortalizas, el garbanzo y el algodón133.
Cuadro 10
Primeras asociaciones hortícolas, garbanceras y algodoneras
Asociación
Empresarios o socios
Asociación de Productores de Jesús María Tarriba, Manuel
Legumbres de la Región Clouthier
Cañedo,
Jesús
Agrícola del Río Culiacán
Almada
Salido,
Mariano
Romero
Asociación de Productores de Venancio Hernández, Eduard
Legumbres de las Regiones R. Arnold, Eliseo Lugo
del Río Fuerte
Asociación de Productores de Alfonso Díaz Angulo, Santiago
Legumbres de las Regiones Wilson,
Blas
Valenzuela,
del Río Sinaloa
Manuel Tarriba
Asociación de Productores de Rodolfo Bazúa Velarde, Juan
Legumbres de las Regiones Crisantes, José María Romero,
del Río Elota
Juan Kirkuk
Asociación de Productores de Cristino C. Romo, Daniel y
Garbanzo y Legumbres de la Patricio McConegly, Alfonso
región del Río Mocorito
Díaz Angulo y Jorge Cassal
Hidalgo
Fecha
22/11/1932
24/11/1932
25/11/1932
25/11/1932
26/11/1932
Elaborado por Ofelia Janeth Chávez Ojeda con información de César Ramón Aguilar Soto, La
política agraria y los empresarios agrícolas… op. cit., p. 56.
Después de constituidas las organizaciones mencionadas en el cuadro anterior,
el 28 de noviembre del mismo año se constituyó formalmente la Confederación
de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (en adelante CAADES),
integrada por las cinco asociaciones agrícolas anteriores y dirigidas por los
133
César Aguilar Soto, La política agraria y los empresarios… op. cit., p. 55-56.
75
grandes agricultores de la región134. Una novedad fue también que aglutinó a
los pequeños productores y permitiéndoles contar con un apoyo favorable
durante esos años.
En el año de 1933 encontramos dos empresas de propietarios estadounidenses
en Bamoa, Guasave, la American Fruit Co., y la J. C. Wilson and Co., las dos
dedicadas a la comercialización del tomate sinaloense en los Estados
Unidos135. Ésta última fue fundada por el norteamericano James Childs Wilson,
quien fuera conocido como Santiago Wilson, quien en el periodo del general
Álvaro Obregón recibió una concesión para utilizar las aguas del río Sinaloa e
irrigar sus campos tomateros en el valle de Guasave136.
Según registros, en 1941 Santiago Wilson formó la Sociedad Mercantil Bamoa
Vegetable Company, S. A., al lado de su esposa Esther Alcalde y su cuñada
Alicia Alcalde. La sociedad tendría como fin cultivar, comprar y establecer
contratos de refacción y avío para la siembra de cultivos de exportación como
chile y tomate, en localidades de los municipios de Guasave y Sinaloa137.
En junio de 1945 León Fonseca figura como fundador de la sociedad Agrícola
de Bamoa, y Alfonso Díaz Angulo de la Compañía Díaz Angulo y Hnos., en el
municipio de Guasave. En 1948, Francisco, Ramón e Ignacio todos de apellido
Gastélum, constituyeron la compañía Gastélum Hermanos, S. en N. C. la cual
buscaba dedicarse al cultivo, explotación y venta de toda clase de productos
agrícolas138.
Lo anterior se refiere únicamente a algunas de las empresas agrícolas que
surgieron en el norte del estado. Pero en la zona sur, en menor medida,
también se desarrolló la agricultura y por tanto se formaron empresas de corte
134
Ibíd., p. 56.
Eduardo Frías Sarmiento, El oro rojo de Sinaloa… op. cit., p. 127.
136
César Aguilar Soto, La política agraria y los empresarios… op. cit., p. 92.
137
Ibíd., p. 92.
138
María de Jesús López López, Agricultura comercial, creación de empresas y actividad
empresarial en el valle de Culiacán, 1948-1970, Culiacán, Sinaloa, Tesis de Doctorado,
Doctorado en Ciencias Sociales UAS/UNISON, 2006, p. 97.
135
76
agrícola. Un ejemplo de esto es la creación de la empresa Unión Agrícola del
Río Presidio, ubicada en Villa Unión, Mazatlán, en el año de 1919, la cual tuvo
como objeto empacar y vender en común tomate y hortalizas139.
Algunas de las empresas que se formaron en la zona sur fueron más de corte
industrial con base en la agricultura, como ejemplo encontramos la sociedad
formada por Guillermo Haas al lado de su esposa e hijos, bajo la razón social
de Haas Hermanos y Cía. en el año de 1928, dedicada a la industrialización de
azúcar por medio de un pequeño ingenio establecido en El Roble, sindicatura
de Mazatlán140.
Entre otras de las empresas de este tipo, que surgieron también en Mazatlán,
se encuentra la constituida por Alfredo e Isaac Coppel y Juan Gavica en 1929,
la Explotadora de Aceites Vegetales, cuya actividad fue la elaboración de aceite
comestible mediante un proceso industrial. En 1931, Roberto Kubota y S.
Tamaura, constituyeron la sociedad Tamaura y Kubota, con el objeto de
procesar la avena por medio de un molino141.
Estos son sólo algunos de los casos de empresas relacionadas con la
agricultura que surgieron en el norte y sur del estado. En el siguiente capítulo
trataremos el caso de las que fueron constituidas en Culiacán, en donde se
observarán las diferentes actividades que desarrollaron esas empresas, pues
unas se dedicaron única y exclusivamente a la explotación agrícola, mientras
otras desempeñaban funciones de comercialización e industrialización, así
como las que se constituyeron para apoyar con insumos, transportación y otro
tipo de servicios.
139
Rigoberto Arturo Román Alarcón, La economía del sur de Sinaloa, 1910-1950, Culiacán,
Sinaloa, DIFOCUR/Facultad de Historia/UAS, 2006, p. 165.
140
Ibíd., p. 177.
141
Ibíd., p. 177.
77
Capítulo IV: Empresarios agrícolas en el valle de Culiacán
A partir de 1920 la evolución del país muestra al nuevo Estado Mexicano como
la principal contribución de la revolución. “Las atribuciones del Estado para
aplicar la reforma agraria y los nuevos reglamentos laborales durante la
segunda y tercera décadas, ayudaron a enmarcar las relaciones entre
empresarios y trabajadores, modificando la fisonomía profundamente desigual
del porfirismo al contribuir al desarrollo de México”142.
Los triunfadores de la lucha armada fueron los sonorenses, que aspiraban a la
prosperidad de México basándose en el desarrollo de una agricultura en
hombros de granjeros emprendedores, apoyados de una sólida infraestructura
de irrigación, vías de comunicación, préstamos bancarios y tecnología moderna.
Para los sonorenses fue paradigmático el hecho de que los generales y ex
presidentes, Obregón y Calles, formaran parte en empresas agrícolas de gran
escala en el noroeste del país.
En Sinaloa, en el periodo de 1930 a 1940 se observan cambios en la estructura
económica agraria, la cual se modernizó y contó con posibilidades de
diversificación. Esto se realiza sin lograr el fortalecimiento de la industria debido
a que la especialización regional continuó poniendo mayor interés en la
agricultura143.
Como presidente, el general Lázaro Cárdenas empezó otro capítulo en la
historia de la agricultura sinaloense,
pues emprendió reformas que no se
habían llevado a cabo hasta el momento y se abrió la era de las cuantiosas
inversiones del gobierno federal en las obras de infraestructura hidráulica. “El
parteaguas de la historia de la agricultura sinaloense es la reforma agraria de
142
143
Modesto Aguilar Alvarado, Los grandes agricultores… op. cit., p. 19.
Guillermo Ibarra Escobar, Sinaloa: tres siglos… op. cit., p. 77
78
1934 a 1940, porque eliminó el latifundio, protegió la pequeña propiedad y abrió
una nueva vía para el desarrollo agrícola: el ejido colectivo”144.
Durante el cardenismo, con la profundización de la reforma agraria, se vio
truncado momentáneamente el crecimiento económico de Sinaloa, porque los
más afectados fueron los hacendados azucareros y los agricultores dedicados a
los cultivos de exportación, que eran la base de ese crecimiento. “Los
agricultores formados en el mercado capitalista, ante las limitaciones legales de
monopolizar tierras, se vieron obligados desde ese momento a utilizar múltiples
formas para seguir detentando suficientes extensiones de superficie cultivable
por medio de prestanombres, fraccionamiento legal de latifundios entre
familiares, etcétera.”145
Para tener una idea de la magnitud de las expropiaciones en el valle de
Culiacán basta afirmar que en total fueron expropiadas 90 mil 569 hectáreas, de
las cuales 23 mil 972 hectáreas eran de riego y 25 mil 422 de temporal, el resto
eran de agostadero y de monte 146. Es decir, cerca de 50 mil hectáreas
cultivables fueron redistribuidas entre los solicitantes y esto de momento frenó
la producción agrícola, pero creó condiciones para que un mayor número de
productores, con los apoyos necesarios, se incorporaran al mercado agrícola.
a) Grandes empresarios agrícolas de Culiacán (1930-1950)
Para algunos autores, los empresarios del valle de Culiacán pueden dividirse en
3 grupos: uno era el de los estadounidenses, que tenían sus propias compañías
para comercializar la producción hortícola de la época; otro era el de los
empresarios nacionales y habría otro claramente diferenciado, que era el de los
144
Sergio Ortega Noriega, Breve historia… op. cit., p. 293.
Guillermo Ibarra Escobar, Sinaloa: tres siglos… op. cit., p. 77.
146
Modesto Aguilar Alvarado, Los grandes agricultores… op. cit., p. 273.
145
79
productores griegos147. En esta ocasión sólo haremos referencia a los
nacionales, para después pasar al caso de los griegos.
Entre los principales empresarios que destacaron en el valle de Culiacán, no
sólo en las décadas de 1930 a 1950 sino en décadas anteriores y posteriores,
encontramos a los ya mencionados Almada y Redo, que formaban parte de dos
de las principales familias del centro del estado, que aparte de dedicarse a la
agricultura, eran grandes terratenientes e industriales azucareros.
Además de ser dueños de la fábrica El Coloso y los ingenios La Aurora y
Eldorado, la familia Redo poseía otros bienes, entre los que se encontraba la
hacienda El Huejote, en donde se cultivaba el maguey para la destilación del
mezcal, además contaba con la maquinaria necesaria para la industrialización
del alcohol y la obtención del ixtle. Esa hacienda se encontraba ubicada cerca
del puerto de Altata, tenía 6 mil 405 hectáreas y representó una de las
propiedades más grandes de la región148.
El jefe de la familia, Joaquín Redo, haciendo uso de sus buenas relaciones, se
dedicó a adquirir los mejores terrenos ubicados a las márgenes del río San
Lorenzo y a finales del siglo XIX era uno de los principales terratenientes del
centro del estado. Pero no sólo se dedicó a comprar tierras para la agricultura
sino también terrenos propicios para la ganadería extensiva 149. Los Redo
representaron una parte de la élite empresarial consolidada desde la época
porfiriana hasta ya entrado el siglo XX. La sociedad Redo y Compañía fue,
además de los ingenios, una de las empresas sobresalientes, de las creadas
por alguno de los miembros de la familia.
Otra de las familias destacadas en el ámbito empresarial al igual que los Redo,
fueron los Almada. Dueños del ingenio La Primavera, también invirtieron en
147
Véase Eduardo Frías Sarmiento, El oro rojo de Sinaloa… op. cit., pp. 121-152. En este
escrito no abordaremos el primer grupo, pues estaba más dedicado a la comercialización que a
la producción, por lo que nos abocaremos a los otros dos.
148
Hubert Carton de Grammont, Los empresarios agrícolas… op. cit., p. 53.
149
Ibíd., p. 53.
80
otras empresas, lo que les permitió diversificar sus capitales. Las inversiones en
distintos giros económicos como la minería, la agricultura, la industria, el
comercio, la ganadería, préstamos, compra-venta de tierras, entendió y
consolidó sus intereses monopolistas, con el respaldo y apoyo del gobierno
federal y estatal150.
Los Almada también fueron fuertes terratenientes. Invirtieron parte de sus
capitales en la compra de grandes extensiones de tierras. Además, como
industriales azucareros, formaron sociedad con estadounidenses interesados
en la comercialización de azúcar en los mercados norteamericanos. La
compañía que originalmente fungía bajo la razón social de Jesús Almada y
Socios (cambiando de razón social en otras ocasiones), se nombró The Almada
Sugar Refineries Company, S. A.151
También formaron la compañía Terrenos del Valle de Sinaloa152, empresa que
tuvo como objetivo la compra, venta y explotación de terrenos. Una vez que el
canal Rosales entró en función, se mostraron interesados en invertir en la
compra de 11 mil 055 hectáreas ubicadas en El Bledal con el fin de fomentar la
agricultura y ampliar las extensiones de tierra para la producción de caña de
azúcar. Constituyendo para 1926 la sociedad Compañía Irrigadora de El Bledal.
Estas son sólo algunas de las empresas impulsadas por ellos, sin embargo a
estas se les sumaron otras más.
Por otra parte, es preciso recurrir a otros ejemplos que nos den una idea de las
características del tipo de empresarios que predominaron en Sinaloa en estas
décadas. Por ejemplo encontramos a la familia Bon Bustamante, originaria del
vecino estado de Sonora; de la cual resalta la figura de Cristóbal Bon
Bustamante, quien se trasladó a Culiacán durante el proceso revolucionario,
150
Alonso Martínez Barreda, La industria azucarera en… op. cit., p. 47.
Ibíd., p. 49.
152
Ibíd., p. 49.
151
81
“donde trabajó por un tiempo en el ingenio azucarero La Primavera, propiedad
de los hermanos Almada y se dedicó a la agricultura”153.
A la llegada del general Álvaro Obregón a la Presidencia de la República, la
familia Bon Bustamante se vio beneficiada económicamente. Cristóbal Bon
Bustamante, adquirió extensas propiedades en Culiacán, donde desarrolló la
actividad ganadera y agrícola154. Este integrante de la familia, además de
desempeñar actividades económicas, se dedicó a la política, ocupando cargos
públicos como diputado federal y senador. De modo lamentable para él, por su
clara inclinación al callismo, fue destituido de su último cargo en 1935, lo que
hizo que se dedicara de lleno al campo empresarial 155.
Bon Bustamante, como propietario de grandes extensiones de tierras, se dedicó
prácticamente al arrendamiento de terrenos para la agricultura, a la producción
de granos y a la cría de ganado. Fue hasta 1940 que dio un giro a su actividad
al incursionar además en la producción de hortalizas y algodón. A Cristóbal se
unen sus hijos Atilano y Benjamín, adquiriendo más tierras y constituyendo
empresas.
Al igual que otras familias, los Bon Bustamante, también por medio de alianzas
matrimoniales, lograron aumentar sus propiedades. Por ejemplo, el matrimonio
de Atilano Bon Bustamante con Emma Echavarría Rojo descendiente de una de
las familias más poderosas de Culiacán. Por su parte Benjamín contrajo
nupcias con Bárbara, hija de Santiago Wilson y Esther Alcalde, quienes, como
señalamos anteriormente eran grandes empresarios del municipio de Guasave
dedicados a la producción y exportación de hortalizas156.
Al igual que los Redo y los Almada, los Bon Bustamante desempeñaron un
papel fundamental con sus actividades empresariales, pues dieron un empuje a
la economía no sólo de la ciudad sino de todo el estado.
153
María de Jesús López López, Agricultura comercial, creación de empresas… op. cit., p. 165.
Ibíd., p. 166.
155
Ibíd., p. 167.
156
Ibíd., p. 170.
154
82
Otro caso de familias que lograron consolidarse dentro de los grupos
empresariales dedicados a la agricultura en el Culiacán, fueron los Tamayo.
Sus orígenes se remontan a mediados del siglo XIX, época en la que Juan
Nepomuceno Tamayo figuraba en las listas de propietarios de comercios de la
ciudad. Juan Nepomuceno se casó con Gertrudis Orrantia. Como no tuvieron
descendencia adoptaron a Severiano, quien contrajo matrimonio con Natalia
Amador. De esa unión nacieron: Juan Nepomuceno, Severiano, Miguel, Natalia,
María, Jesús Lucio, Concepción, Laura, Inés, Beatriz y Guadalupe157.
Severiano, además de desempeñarse en el comercio, al igual que su padre,
también lo hizo en la agricultura. Para el desarrollo de esa actividad adquirió
grandes extensiones de tierra, entre ellas el rancho llamado Bellavista158. De
sus hijos quien más se inclinó hacia la agricultura fue Jesús Lucio. Este último,
contrajo matrimonio con Jesusita Müller Tirado, procreando a José Ricardo,
Jesús Mario, María Luisa, Raúl Enrique, Jorge René, Roberto y Enrique 159. La
numerosa familia vivió en Bellavista por más de diez años.
Después del proceso revolucionario los Tamayo Müller perdieron la mayoría de
sus bienes; la solvencia económica que habían poseído se derrumbó. Fue
hasta los años treinta comenzaron a recuperarse gracias a su incursión en el
mercado con exportación de tomate. Especializado en la siembra de hortalizas,
Tamayo Müller se vio en la necesidad de adquirir más tierras para su cultivo.
Algunos de los terrenos los puso a nombre de sus hijos para poder sembrar en
mayor cantidad de tierras y con el fin de impulsarlos al ámbito empresarial
agrícola.
Dentro de los terrenos adquiridos se encuentra un predio ubicado en Campo
Gobierno, el Nochebuena; el Tres Hermanos, en Aguapepito y otros160. Esta
familia sobresalió en el ámbito empresarial por sus diversas actividades
157
Ibíd., p. 128.
Ibíd., p. 129.
159
Ibíd., p. 129.
160
Ibíd., p. 131.
158
83
económicas, pero además por formar nuevas y diversas empresas. Un ejemplo
de esto es la constitución de la Unión de Crédito Agrícola e Industrial de
Sinaloa, creada en 1944 en donde José Lucio Tamayo adquirió 50 acciones161.
Otra empresa fue la constituida por Jesús Lucio y sus hijos José Ricardo y
Jesús Mario, junto con Rafael Bátiz Paredes y Rafael Bátiz Echevarría en 1946,
bajo la razón social Productos de Sinaloa, S. A. de C. V. Esta empresa tuvo
como objeto la compra-venta, empaque, transporte y distribución de toda clase
de productos alimenticios, ya fuera en estado natural, semielaborados o
elaborados162.
A los grupos o familias empresariales aludidos, podemos incluir otros más que
también vieron en la agricultura un próspero negocio. Entre ellos destacan los
De la Vega, Barrantes, Andrade, Rojo y Clouthier. Esta última familia
figuracomo una de las más prominentes en la élite culiacanense para el periodo
de estudio, convirtiéndola en un estudio de caso.
b) Familia Clouthier-Andrade
En Culiacán, otra de las familias que a través de los años han contado con una
gran visión empresarial, en especial en el sector agrícola, son los Clouthier.
Esta familia tuvo sus orígenes en Canadá. En 1851 llegó a Culiacán el doctor
Juan Augusto Clouthier para apoyar en las jornadas contra un brote de cólera
morbus que se había generado en la entidad y que había cobrado algunas
víctimas. Irónicamente, es gracias a esa causa que conoció a la que sería su
esposa, Guadalupe Cañedo Rojo163.
161
Ibíd., p. 132.
Ibíd., p. 132.
163
Sonia Bouchez Caballero, “Los Clouthier: una familia de elite porfirista” en Jorge Verdugo
Quintero y Víctor Alejandro Miguel Vélez (Compiladores), Historia y Región. Memoria del X
Congreso Regional de Sinaloa, Culiacán, Sinaloa, Universidad Autónoma de Sinaloa/Facultad
de Historia, 1996, p. 231.
162
84
De ese enlace matrimonial, Clouthier-Cañedo, nacieron cuatro hijos: Manuel,
Jorge, Guadalupe y Aurelia. El primogénito, Manuel Clouthier Cañedo, sería
quien encabezara a la familia a la muerte de su padre, además fue el primero
en incursionar en los negocios, dedicándose al comercio. Al igual que su padre,
contrajo matrimonio con una joven de muy buena posición económica y
perteneciente a una de las familias de alcurnia de la época, la familia Andrade.
Estas uniones se llevaban a cabo para ampliar la red de relaciones y acrecentar
las riquezas familiares de ambos lados. En la mayoría de estas uniones los
resultados eran favorables pues se creaban condiciones para el surgimiento de
las actividades empresariales en la agricultura u otros sectores. Los Andrade,
por ejemplo, eran dueños de una gran parte de las tierras comprendidas en la
sindicatura de Sataya, perteneciente a Navolato, y al relacionarse con los
Clouthier les permitió ampliar sus intereses económicos.
Clouthier Cañedo, además de comerciante se convirtió en arrendatario, sin
dejar de lado su antigua profesión, así estableció la Agencia Comercial Altata,
como estrategia para reforzar sus actividades comerciales. Durante la época de
Francisco Cañedo, también sobresalió en el aspecto político, debido a que “don
Manuel utilizó su poder económico y sus relaciones sociales para ir
ascendiendo los peldaños del poder político, hasta integrarse a los grupos más
cercanos al gobernador…164.
A Manuel Clouthier Cañedo no le interesaba tanto la cuestión agrícola como la
política; sin embargo, su cuñado Amado Andrade se inclinaba más por crear
empresas destinadas a la agricultura. De la unión Clouthier Andrade nace otro
Manuel, quien a diferencia de su padre y al igual que su tío Amado, prefirió más
la cuestión agrícola. Podemos suponer que ese fue uno de los motivos por los
que su tío lo convirtió en su heredero, adquiriendo de esa forma grandes
cantidades de hectáreas dedicadas a la agricultura, así como otros bienes y
dinero que durante años formó parte del patrimonio de los Andrade.
164
Ibíd., p. 233.
85
En el periodo cardenista, la familia Clouthier se vio afectada por el reparto
agrario, sin embargo la expropiación de algunas de sus tierras no los hizo
desistir165. Continuaron emprendiendo negocios como prestamistas, manejando
créditos hipotecarios que les dejaban buenos intereses. Dentro de otras de sus
actividades se encontraban la compra y venta de terrenos que la mayoría de las
veces los adquirían a un precio bajo y los vendían a uno más alto.
Cuadro 11
Compra-ventas de terrenos menores a las 50 hectáreas realizadas por los
Clouthier en Culiacán (1930-1950)
Fecha
12/09/1932
19/06/1936
12/05/1938
26/10/1940
26/10/1940
29/10/1940
12/05/1943
18/12/1946
Vendedor
Manuel
Clouthier
Cañedo
Manuel
Clouthier
(hijo)
Manuel
Clouthier
(hijo)
María
Clouthier
Bátiz
Manuel
Clouthier
Adolfo
Augusto
Clouthier
Manuel
Clouthier
(hijo)
María
Clouthier
Bátiz
Manuel
Clouthier
Comprador
Superficie Lugar
Carmen
y
2 lotes El Palmito
Concepción de
la Vega
Cía. Industrial
9, 340 El Palmito
Sinaloense de
mts2
Sacos
y
Cordelería
Jesús P. Ruiz
3 has. El Palmito
Cantidad $
1,500
1,869
1,200
Jesús Carrillo
8 has. Yraguato
290
J. Jesús Carrillo
32 has. Yraguato
740
34 has. Yraguato
800
de
Alfredo Acosta
Alfredo
Alarcón
Ignacio
de Gastélum
y
J.
G.
6 has. El Palmito
12 has. Yraguato
600
1,000
165
Diana Sugey Burgos Aguilar, La familia Clouthier; parte de la élite culiacanense. Su
trayectoria en los años 1920-1950, Tesis de Licenciatura en Historia, Culiacán, Sinaloa,
Facultad de Historia, 2005, p. 87.
86
08/03/1948
24/04/1948
29/06/1948
06/10/1948
02/09/1950
02/09/1950
03/11/1950
Manuel
Clouthier
(hijo)
Manuel
Clouthier
(hijo)
Manuel
Clouthier
(hijo)
Manuel
Clouthier
(hijo)
José Carlos
Clouthier
José Carlos
Clouthier
Graciela
Clouthier de
Karg Mariscal
Ricardo Borbón
Aguilar
30 has. Bataoto
500
Jesús
Tamayo
34 has. San Rafael
350
43 has. Bataoto
450
L.
Lucrecia
Gaxiola
Clouthier
Francisco
Gastélum
Sánchez
Ernesto Ibarra
Juan
Andrés
Espinosa
Jaime Espinosa
Valdez
37, 605 El Palmito
mts2
1,000
16 has. Yraguato
1,000
16 has. Yraguato
1,000
17 has. Yraguato
1,600
Fuente: Gustavo Aguilar Aguilar y Diana Sujey Burgos Aguilar, “Una familia de élite: los
Clouthier en Sinaloa” en Carlos Maciel Sánchez, Rigoberto Rodríguez Benítez y Alfonso
Mercado Gómez, Cultura, política y sociedad: miradas y reencuentros en el noroeste, noreste,
centro y sur de México, México, Casa Juan Pablos/UAS/Facultad de Historia, 2006, pp. 374377.
En estas ocasiones Adolfo Augusto Clouthier representó a su padre.
Como se observa en el cuadro anterior, la mayoría de los terrenos fueron
vendidos por los diferentes miembros de la familia Clouthier, destacando la
figura de Manuel Clouthier hijo, que en algunas ocasiones fue representado por
su hijo el Lic. Adolfo Augusto Clouthier en ese tipo de actividades. Otro dato
importante que resalta es que la mayoría de los terrenos vendidos formaban
parte de El Palmito e Yraguato, situados en Culiacán. Alcanzando el precio más
alto un terreno de 9 mil 340 mts2 vendido a la Cía. Industrial Sinaloense de
Sacos y Cordelería en la cantidad de 1,869 pesos y situado en El Palmito.
Cuadro 12
Compra-ventas de terrenos de 50 a 100 hectáreas realizadas por los
Clouthier en Culiacán (1940-1949)
87
Fecha
29/10/1940
29/10/1940
29/10/1940
29/10/1940
29/10/1940
29/10/1940
01/11/1940
03/11/1941
08/03/1948
08/03/1948
24/04/1948
24/04/1948
24/04/1948
29/06/1948
29/06/1948
29/06/1948
29/06/1948
29/06/1948
Vendedor
Graciela
Clouthier de
Karg Mariscal
Oscar Antonio
Clouthier
José Carlos
Clouthier
Beatriz
Clouthier
Luisa
Clouthier de
Cervantes
María
Clouthier de
Bátiz
María Amparo
Clouthier
María Amparo
Clouthier
Manuel
Clouthier
(hijo)
Manuel
Clouthier
(hijo)
Manuel
Clouthier
(hijo)
Manuel
Clouthier
(hijo)
Manuel
Clouthier
(hijo)
Manuel
Clouthier
(hijo)
Manuel
Clouthier
(hijo)
Manuel
Clouthier
(hijo)
Manuel
Clouthier
(hijo)
Manuel
Clouthier
Comprador
Álvaro Acosta
Superficie Lugar
50 has Yraguato
Cantidad $
1,000
Tomás Peraza
50 has Yraguato
1,500
Francisco
Salazar H.
Carlos
Pérez
Aguirre
Carlos Ramos
50 has Yraguato
1,000
50 has Yraguato
1,700
66 has Yraguato
1,000
Alejandra Bátiz
Ramos
50 has Yraguato
1,000
Estanislao
R.
Salgado
Margarita
Valdez
y
Melitón Peña
Quintín Barrera
Castro
50 has Yraguato
1,200
100 has Yraguato
2,500
100 has Bataoto
1,000
Octavio Ibarra
Balderrama
100 has Bataoto
1,000
Víctor
Valdez
100 has San Rafael
1,000
100 has San Rafael
1,000
80 has San Rafael
800
50 has Bataoto
500
100 has Bataoto
1,000
50 has Bataoto
500
83 has Bataoto
850
100 has Bataoto
1,000
M.
Jesús Ramos
María
Luisa
Tamayo
de
Peña
Luis Valenzuela
Millar
Luis Santiago
Gaxiola
Clouthier
Alfredo
Sánchez Ruiz
Santiago
Gaxiola
Gándara
Octavio
Sánchez
88
12/10/1949
12/11/1949
(hijo)
Manuel
Clouthier
(hijo)
Rafaela
Clouthier
Gaxiola
Rosendo
Carlón
José
María
de Verdugo
100 has San Rafael
1,000
100 has Yraguato
8,000
Fuente: Gustavo Aguilar Aguilar y Diana Sujey Burgos Aguilar, “Una familia de élite: los
Clouthier… op. cit., pp. 374-377.
En estas ocasiones Adolfo Augusto Clouthier representó a su padre.
La venta de terrenos entre 50 y 100 hectáreas fueron mayores. Aquí se observa
una mayor participación del Lic. Adolfo Augusto Clouthier, representando a su
padre Manuel Clouthier hijo. Los terrenos vendidos pertenecían en su mayoría a
Yraguato y en menor cantidad a Bataoto y San Rafael. Tomando como
referencia que la cantidad mayor de venta fue de 8 mil pesos por 100 hectáreas
ubicadas en Yraguato y las de menor fueron dos ventas registradas en la
cantidad de 500 pesos correspondientes a 50 hectáreas cada una ubicadas en
Bataoto, por lo que inferimos que cada hectárea tenía un valor de 10 pesos.
Cuadro 13
Compra-ventas de terrenos mayores de 100 hectáreas realizadas por los
Clouthier en Culiacán (1930-1945)
Fecha
13/09/1930
Vendedor
Manuel
Clouthier
Cañedo
08/12/1945
Manuel
Clouthier
(hijo)
Manuel
Clouthier
(hijo)
Manuel
Clouthier
(hijo)
10/12/1945
10/12/1945
Comprador
Superficie Lugar
Cantidad $
Manuel de la
450 has Tecorito
21,000
Rocha, Alberto
Vega, Lucrecia
de la Rocha
Jesús Martínez
609 has El Palmar de
400
de Castro
los Martínez
de Castro
Concepción
667 has El Palmar de
400
Martínez
de
los Martínez
Castro
de Castro
Conrado
646 has El Palmar de
400
Martínez
de
los Martínez
Castro
de Castro
Fuente: Gustavo Aguilar Aguilar y Diana Sujey Burgos Aguilar, “Una familia de élite: los
Clouthier… op. cit., pp. 374-377.
89
Dentro de las ventas mayores a las 100 hectáreas se observa que el registro es
menor, sin embargo podemos darnos cuenta que este tipo de transacción se
realizó fundamentalmente entre dos familias, los Clouthier como vendedores y
los Martínez de Castro como compradores de los terrenos localizados en El
Palmar de los Martínez de Castro. En cuanto a las cantidades que se pagaron
por los terrenos, se deduce que las tierras ubicadas en Tecorito fueron más
valiosas, dado que la cantidad pagada por ellas fue de 21 mil pesos y la
superficie fue de 450 hectáreas, mientras que las adquiridas en El Palmar de
los Martínez de Castro rebasaban las 600 hectáreas y el precio pagado por
ellas fue sólo de 400 pesos.
En los cuadros anteriores se observa que esta familia era poseedora de
grandes extensiones de tierras, de las cuales una parte las empleaban en la
agricultura y otra formaba parte de los negocios de compra-venta, como ya se
ha mencionado.
En la década de 1940 existieron frecuentes pleitos por la tierra entre los
ejidatarios y los propietarios privados. Un caso que llama la atención es el litigio
seguido por miembros de la familia Clouthier sobre el predio de Rosa
Morada166, sindicatura de Sataya, perteneciente al municipio de Culiacán, en el
año de 1940. En ese litigio legal los demandantes son precisamente los
hermanos Clouthier: Ma. Amparo, Oscar, José Carlos y Graciela, representados
por el licenciado Adolfo Augusto Clouthier167. Los anteriores reclamaban unos
terrenos que forman parte de sus propiedades, los cuales tenían en su poder
los ejidatarios de Rosa Morada, por haberlos considerado como pertenecientes
al cauce del río Culiacán.
166
Archivo Histórico del Agua, Dirección de Aprovechamientos Hidráulicos, 1940, pp. 1-201.
A finales de la etapa cardenista sobresale la figura de un miembro de la familia, el licenciado
Adolfo Augusto Clouthier Martínez de Castro, quien se convirtió en un importante abogado y
representante general de la familia. El licenciado Clouthier fue el encargado de seguir algunos
juicios en los que se vieron involucrados algunos de los miembros de esa estirpe.
167
90
En un memorandum enviado por Juan S. Murillo a la Dirección de Población
Rural, Terrenos Nacionales y Colonización, y a la Dirección de Geografía,
Meteorología e Hidrología del Distrito Federal, el secretario particular de la
Secretaría de Agricultura y Fomento,
en respuesta al telegrama del
comisariado ejidal de Rosa Morada, el señor Crescencio Quevedo, donde
solicita se suspenda la orden emitida por la Comisión Mixta del Río Culiacán de
desocupación de los terrenos de zona federal ocupada por campesinos desde
hacía cinco años, planteando lo siguiente:
La Comisión Mixta encargada de dictaminar el caso, después de practicar la
inspección respectiva y de los correspondientes trabajos por el ingeniero J. J.
Islas de León,
llegó a la conclusión de que los terrenos en cuestión no
pertenecían al cauce del río, sino que formaban parte de una propiedad
particular, según lo habían demostrado los trabajos técnicos llevados a cabo y
la documentación presentada por los interesados. De esta forma se giró la
orden para que el comisariado ejidal procediera a devolver los citados terrenos
por pertenecer a la propiedad particular de los hermanos Clouthier y
encontrarse desocupados. Además de agregar que el ejido de Rosa Morada
había sido beneficiado con 136 hectáreas de terreno de riego y 330 de terreno
de agostadero para 33 individuos, correspondiéndoles a cada uno 4.12
hectáreas de riego y 10 hectáreas de agostadero, abriéndose estas últimas
para el cultivo.
Como dato complementario se agrega además que el ejido de Rosa Morada,
representado por los señores Crescencio Quevedo, Francisco Rojo y Pablo
Quevedo, habían celebrado un contrato de arrendamiento (Sociedad en
Participación) con el señor Miguel Crisantes, de una superficie de 136
hectáreas de terrenos de riego, pertenecientes al antiguo predio, Las Trancas.
Dicho arrendamiento también se había llevado acabo el año anterior con el
mismo señor Crisantes, con lo que quedaba demostrado que el ejido en
cuestión no tenía necesidad de terrenos, pues podían abrir al cultivo mayores
superficies y trabajar personalmente los terrenos de riego rentados.
91
A principios de 1942 el pleito continuaba debido a que intervinieron otras
dependencias, unas a favor y otras en contra de los demandantes. Tal es el
caso de la Confederación Nacional Campesina (en adelante CNC), quien abogó
por los 36 campesinos con los que se sostenía el litigio por los terrenos que
poseían indebidamente. Algunas de las justificaciones que dicha confederación
otorgó para que fueran sometidas a consideración por la Comisión Mixta, fueron
las siguientes:
a) Doce de los ejidatarios del Comisariado ejidal de Rosa Morada,
municipio de Culiacán, habían adquirido desde antes de 1938 el
arrendamiento de 36 hectáreas de terrenos de jurisdicción federal de la
margen derecha del río Culiacán.
b) Posteriormente el río desvió su corriente hacia la margen izquierda
invadiendo nuevos terrenos de esa margen y abandonando otros de la
margen derecha, lugar en donde se encontraban ubicadas las 36
hectáreas rentadas a los ejidatarios de Rosa Morada.
c) Como consecuencia de la desviación del río y del consiguiente cambio
de localización de su cauce y zona federal, los propietarios colindantes
de la margen derecha, señores Clouthier, reclamaron la devolución de
los terrenos rentados a los ejidatarios de Rosa Morada como de
jurisdicción federal y la Agencia General de Mazatlán resolvió
favorablemente su reclamación, ordenando a los ejidatarios, el 17 de
octubre de 1941, la devolución de los terrenos reclamados168.
Debido a todo lo anterior y en desacuerdo con lo dictado por la Agencia de
Mazatlán, la CNC pedía al Departamento de Terrenos Nacionales de la
Dirección de Población Rural, lo siguiente:
1) Que se enviara un ingeniero dependiente de esa Secretaría a que
determinara exactamente los límites de la pequeña propiedad de
los señores Clouthier.
168
Archivo Histórico del Agua, Dirección de Aprovechamientos… op. cit., p. 72.
92
2) Mientras se llevaba a cabo lo anterior, la Agencia General en
Sinaloa, se abstuviera en lo absoluto de molestar a los
campesinos de Rosa Morada que poseían las tierras ubicadas en
la margen del Río Culiacán.
3) Que se giraran todas las instrucciones telegráficas necesarias,
con el fin de que la Agencia General no tuviera pretexto alguno
para llevar a cabo el atropello que se pretendía hacia los
mencionados campesinos169.
Ante esa serie de justificaciones y peticiones por parte de la CNC, la Secretaría
de Agricultura y Fomento hizo algunas observaciones y les dio a conocer las
razones por las que su petición era rechazada. En primer lugar, no se podía
acceder al envío de un ingeniero para deslindar y medir la pequeña propiedad
de los señores Clouthier, porque aún cuando estos fueran unos grandes
latifundistas, no podían ser privados de su derecho a los terrenos ribereños
abandonados por el río al desviar el curso de su corriente.
Lo anterior estuvobasado en el artículo 5º de la Ley de Aguas que establece
que “cuando por obra de la naturaleza una corriente cambie de curso la Nación
adquirirá la propiedad sobre el nuevo cauce y su zona federal correspondiente,
y los propietarios ribereños al cauce abandonado adquirirán la parte que quede
a su frente hasta la mitad de dicho cauce”170. Es por lo expuesto en ese artículo
que la CNC apelaba a que los terrenos ganados a los ríos eran inalienables y
no sujetos a propiedad particular.
Sin embargo, ante ese reclamo, la CNC se amparó con lo suscrito en el artículo
6º de la misma Ley de Aguas: “… los terrenos ganados perderán su carácter de
inalienables que tenían cuando formaban parte del cauce, y serán considerados
como terrenos nacionales sujetos para su venta a las disposiciones que dicte la
Secretaría de Agricultura y Fomento, teniendo derecho preferente para la
169
170
Ibíd., p.85
Ibíd., p.87
93
adquisición, los dueños de propiedades colindantes, conforme a las Leyes
Generales de Tierras”171.
Con lo anterior quedaba en claro que no podía haber terrenos ganados a una
corriente o depósito si antes no se realizaban obras artificiales de defensa,
encauzamiento o canalización, y en ese caso tales obras no se habían
realizado aún y solamente existían las tierras que antes habían pertenecido al
cauce y zona federal de un río y que habían dejado de tener esas
características. Por esa razón debían pasar legalmente al dominio de los
propietarios colindantes, independientemente de que éstos fueran pequeños
propietarios o grandes latifundistas.
c) Empresarios de origen griego dedicados a la agricultura en el valle de
Culiacán
Como empresarios dedicados a la agricultura encontramos, entre otros, a los
inmigrantes griegos, que llegaron y se establecieron en el estado, de manera
especial en el valle de Culiacán, aproximadamente desde 1897. Algunos de
estos empresarios llevaban por apellido Canelos, Crisantes, Chaprales,
Stamos, Evangelatus, Demerutis, Antonópulos, Karamanos, Panasópulos,
Petrulias, Staurópulos, Papatheodorou, Stamatis, entre otros.
Al arribo de los primeros colonos griegos a tierra sinaloense, el número de
inmigrantes era reducido, sin embargo para la década de los treinta ya se había
incrementado. Lograron colocarse como parte de los principales horticultores de
la entidad y en especial del valle de Culiacán. La presencia griega se hizo notar
principalmente en el valle de Culiacán y los campos colindantes, así como en
los municipios del norte; Ahome y Guasave principalmente 172. En el resto del
171
Ibíd., p. 93.
Gustavo Aguilar Aguilar, “Inmigración griega y empresa agrícola en Sinaloa (1927-1971):
éxitos y fracasos” en Secuencia, núm. 64, México, enero-abril 2006, p. 50.
172
94
estado también estuvieron, pero indudablemente fue en los anteriores
municipios donde alcanzaron una mayor presencia económica.
Sus actividades estaban principalmente ligadas a la agricultura, en su mayoría
eran arrendatarios de terrenos que tenían como fin su explotación en el sector
agrícola. Los cultivos a los que se dedicaban eran sobre todo las hortalizas, el
algodón y el garbanzo. Algunos de los empresarios griegos que se encontraban
en el municipio de Ahome, ya iniciados los años treinta, como Constantino
Dimópulos, Jorge Papachoris, Nicolás Macris, entre otros, se trasladaron a
Culiacán para asentarse definitivamente y dedicarse a la producción de
hortalizas173.
Además de ser productores agrícolas, también participaron en la creación de
empresas no sólo dedicadas a la agricultura, sino también en diferentes ramas
del sector productivo. Algunos llegaron a formar parte de la elite económica de
la región al establecer lazos matrimoniales con mujeres de familias de alcurnia.
Años más tarde sus descendientes, que formaban parte de este gremio de
agricultores exitosos, llegaron a ocupar puestos importantes dentro de las
organizaciones formadas por agricultores privados de la entidad.
Entre 1929 y 1949, se registraron 11 empresas dedicadas al ramo agrícola
creadas por inmigrantes griegos en el valle de Culiacán. Gustavo Aguilar
Aguilar174 nos muestra esquemáticamente como gracias al capital social
aportado por los socios se podían clasificar como grandes, medianas y
pequeñas empresas. Pero los griegos no sólo crearon empresas destinadas a
la agricultura, sino que también formaban parte de sociedades mercantiles e
industriales, mismas que fueron constituyendo a través de los años.
173
174
Ibíd., p. 51.
Ibíd., p.53.
95
Cuadro 14
Empresas agrícolas creadas por los griegos en Sinaloa entre 1929 y 1949
Capital
social
(pesos)
1,000
Empresa
Rosaura y Davlantes, S.
C. P.
Fecha
28/08/1929
Socios
Luis Davlantes y Juan
Rasura
Chaprales y Carillote,
Sociedad en nombre
colectivo
Chaprales y Macris, S.
C. P.
10/11/1933
Jorge
Chaprales
Pedro Carillote
y
1,000
17/11/1934
Jorge
Chaprales
Nicolás Macris
y
5,000
Georgelos Hermano, S.
C. P.
13/02/1935
5,000
Constantino Petrulias y
Compañía, Sociedad en
nombre colectivo
28/09/1937
Constantino
B.
Georgelos y Henry
Georgelos
Ramón Ángel Salomón,
Jorge Atanasakis y
Constantino Petrulias
Productores
Sinaloenses, S. de R. L.
26/06/1942
20,000
Vital y Manus, S. de R.
L.
10/11/1942
Jorge
Papachoris
Choros, José Mariano
Romero,
Demetrio
Evangelatus y Nicolás
Panasópulos
Ing. Jesús López Vital y
Jorge Manus Furquiotis
Sinaloa Growers, S. de
R. L.
15/07/1943
60,000
Constantino Dimópulos y
Compañía, S. de R. L.
de C. V.
14/02/1944
José Mariano Romero,
Demetrio Evangelatus,
Nicolás Panasópulos y
Alexis Relias
Constantino Dimópulos
y Pastor Gómez
Compañía Tomatera y
Agrícola, S. A.
27/05/1944
Óscar Bastidas, Basilio
Gatziones,
Aristeo
Canelos, Constantino
Petrulias y Jorge Pulos
100,000
Agrícola de Culiacán, S.
10/01/1949
Jorge
150,000
Chaprales
y
4,000
5,000
30,000
Otros
Para explotar 65
hectáreas,
tomate
de
exportación
El capital fue
aportado
en
partes iguales
El capital social
fue aportado en
partes iguales
El capital fue
aportado
en
partes iguales
Salomón
y
Atanasakis
aportaron 2,000
pesos
c/u,
Petrulias
era
socio industrial
Cada
socio
aportó
5,000
pesos.
Vital
aportó
4,900
pesos,
Manus
se
encargaría
de
los trabajos en el
campo
Cada
socio
aportó
15,000
pesos
Los
socios
aportaron
el
capital en partes
iguales
Bastidas aportó
60,000 pesos en
maquinaria,
Gatziones
y
Canelos 13,000
c/u
en
maquinaria y los
otros en efectivo
El capital fue
96
de R. L.
Nicolás Macris
aportado
en
partes iguales
FUENTE: Gustavo Aguilar Aguilar, “Inmigración griega y empresa agrícola en Sinaloa (19271971): éxitos y fracasos” en Secuencia, núm. 64, México, enero-abril 2006, pp.54-55.
El cuadro anterior nos muestra la variedad de empresas agrícolas constituidas
por estos grupos de colonos griegos. En seis de ellas el capital social no pasa
de los 10 mil pesos y cinco lo superan. Además las empresas formadas se
constituían como Sociedad Anónima (S. A.), Sociedad de Responsabilidad
Limitada (S. de R. L.), Sociedad de Responsabilidad Limitada de Capital
Variable (S. de R. L. de C. V.), Sociedad en Nombre Colectivo y Sociedad Civil
Particular (S. C. P.).
d) Condiciones para el crecimiento de los pequeños y medianos
productores agrícolas
La década de 1930 fue para Sinaloa un periodo de transición, porque se
reorganizó la tenencia de la tierra y dio paso a su división entre agricultores
particulares y ejidatarios. El pequeño predio se fortaleció frente a la hacienda
como respuesta al crecimiento de una nueva capa de agricultores ubicados en
las tierras agrícolas de buena calidad y que décadas posteriores, conformaron
la agricultura capitalista más moderna del país. Por su parte, la mayoría de las
haciendas se modernizaron, construyendo canales de irrigación y retomando la
explotación de sus mejores tierras que antes daba en aparcería para el cultivo
del maíz y frijol, fomentando, además, el cultivo de productos comerciales como
el algodón y el garbanzo, aunque los más grandes continuaron con la caña de
azúcar.
En 1930 los ranchos toman relevancia similar a las haciendas, no en superficie
sino en su valor y por la fertilidad de sus tierras. Además de convertirse en el
grupo de productores más numeroso y el grupo social más dinámico que
97
impulsaría el desarrollo agrícola regional 175. La comercialización de los
productos derivados de la agricultura pasó por un período restrictivo en los
primeros años de la década de los treinta y posteriormente creció de modo
progresivo.
Algunos de los factores que influyeron para que las exportaciones de tomate,
que representó el principal producto hortícola, bajaran drásticamente de más de
40 mil toneladas en 1927 a menos de 8 mil toneladas en 1934 y se mantuvieran
relativamente bajas hasta el año de 1938, fueron las afectaciones agrarias, las
complicaciones del mercado norteamericano y el incipiente grado de
organización de los productores agrícolas. Para finales de la década se dio un
aumento en la producción y las exportaciones176. Su consolidación es notable al
surgir nuevas empresas dedicadas en su mayoría a la exportación del tomate,
garbanzo y algodón.
Gráfica 1
Volumen de la producción y superficie sembrada de tomate en Sinaloa
(1930-1940)
60,000
50,000
40,000
30,000
20,000
10,000
0
1930 1931 1932 1933 1934 1935 1936 1937 1938 1939 1940
Ton. Tomate
Has. Cosechadas
175
Hubert Carton de Grammont, Los empresarios agrícolas… op. cit., pp. 30-33.
Arturo Carrillo Rojas y Mario Cerutti (Coords.), Agricultura comercial, empresa y desarrollo…
op. cit., pp. 174-176.
176
98
Fuente: Miguel Verdugo Rentería, La producción y comercialización del tomate… op. cit., p. 58.
En 1933 el gobierno federal creó el Distrito de Riego número 10 por conducto
de la Comisión Nacional de Irrigación. Posteriormente, en julio de 1936, la
operación y administración del mismo fue entregada al Banco Nacional de
Crédito Agrícola a través de su Departamento de Fideicomiso. Hacia la margen
izquierda del río Culiacán se encontraba el sistema de riego particular
denominado canal Cañedo, que pertenecía a la Compañía Azucarera Almada, y
fue hasta principios de la década de 1940 que se incorporaron al cultivo en ese
Distrito de Riego, alrededor de 20 mil hectáreas 177.
Para el año de 1939 se inició la construcción de la presa Sanalona sobre el río
Tamazula, y fue hasta 1948 cuando culminó la obra, aumentando la superficie
irrigada de 31 mil a 95 mil hectáreas en el valle de Culiacán. Con las obras de
irrigación impulsadas por el gobierno de Sinaloa, la agricultura adquirió mayor
fuerza y tuvo repercusiones alentadoras en otros ámbitos178. Gracias a ese tipo
de construcciones se incrementaron las tierras de riego y, por ende, la
superficie cultivada en 1940 ascendió a 147,751 hectáreas en todo el estado.
Destacaron entre los principales productos, de acuerdo con su importancia en la
estructura de cultivos: el algodón, el tomate, caña de azúcar, maíz, ajonjolí,
garbanzo y frijol.179
El aprovechamiento de esta clase de recursos hidráulicos en el valle, fue
notorio. Una gran cantidad de hectáreas resultaron beneficiadas con el agua
proveniente de canales y presas construidos con el fin de abastecer y regar las
tierras cultivadas.
Gustavo Aguilar Aguilar, “Fuentes y mecanismos de financiamiento para la agricultura de
exportación en el valle de Culiacán (1920-1950), en Arturo Carrillo Rojas y Mario Cerutti
(Coords.), op. cit., pp. 73-74.
178
Guillermo Ibarra Escobar, Sinaloa: tres siglos… op. cit., p. 77.
179
Enrique Espinoza V. y Donaciano Ojeda, Informe agroeconómico detallado del distrito de
riego del Río Culiacán, México, Comisión Nacional de Irrigación, 1944, p. 267; Eduardo Frías
Sarmiento… op. cit., p.
177
99
Gráfica 2
Superficie beneficiada con riego en el valle de Culiacán, 1932-1950
80,000
60,000
40,000
20,000
0
1932
1940
1947
1948
1949
1950
Hectáreas
Fuente: Miguel Verdugo Rentería, La producción y comercialización del tomate… op. cit.. 46.
En la década de 1940 a 1960 las fuentes que apoyaron a las empresas
agrícolas de los distritos de riego sinaloenses para lograr un mayor crecimiento
fueron la renta diferencial y la ganancia debida a inversiones de capital en
maquinaria y tecnología moderna que permitieron a las empresas ubicarse en
los cultivos más remunerativos, los de exportación o los destinados a la
agroindustria180.
Las explotaciones agrícolas en el valle de Culiacán variaban de acuerdo a su
tamaño y éste dependía de la cantidad de hectáreas que cada agricultor poseía
y a qué cultivo las destinaba (véase anexo 1). Dependiendo de la cantidad de
hectáreas que se tenían se les puede estudiar por grupos para tener una idea
de sus características. Por ejemplo, siguiendo un informe de la época podemos
apreciar lo siguiente: al grupo A pertenecían aquellos agricultores con terrenos
de 80 a más de 100 hectáreas, al B los que sembraban de 50 a 79 hectáreas, al
180
Hubert Carton de Grammont, Los empresarios agrícolas… op. cit., p. 175.
100
grupo C pertenecían los de 20 a menos de 50 hectáreas y al D los que tenían
menos de 20 hectáreas.
Cuadro 15
Ejemplo de explotaciones agrícolas del valle de Culiacán por el grupo A
(1949)
Agricultor
Canal
Superficie
Cultivada
Cultivo
Has
Costos
No cult.
Valor
cosecha
Por Ha
Por Ha
(Pesos)
José
Ma.
Gaxiola
Fidel
Gutiérrez
Juan Jacobo
Alfredo
Careaga
Rosales
Del Norte
Cañedo
Oriental
Estanislao
Principal
Salgado
Fuente: Anexo 1.
90 has
44 has
110 has
100 has
82 has
10 has
2.80
has
_
_
_
Ajonjolí
60
427.50
840.00
Maíz
10
395.00
525.00
Algodón
Garbanzo
25
20
565.00
753.00
1,100.00
1,145.00
Maíz
Tomate
_
60
379.75
--------
525.00
---------
Maíz
20
--------
---------
Fríjol
Caña
5
25
-------2,030.05
--------1,885.00
Ajonjolí
35
--------
---------
Garbanzo
_
82
684.00
413.60
500.00
--------
Garbanzo
Como se observa en el cuadro 15, el grupo A correspondiente a los agricultores
que poseían tierras de 80 a más de 100 hectáreas, siendo el más numeroso,
además la superficie cultivada del total de los terrenos representó más del 50%.
Otra característica importante es que, se encontraban ubicados cerca de los
afluentes de los diferentes canales (Rosales, Cañedo, Del Norte, Oriental y
Principal). Los cultivos predominantes en este grupo fueron garbanzo y el
101
ajonjolí, seguido de las legumbres y el maíz. Debemos de tomar en cuenta que
para poder ser explotados al máximo esos terrenos, los empresarios tuvieron
que iniciar sus labores de acondicionamiento de la tierra desde años atrás.
De acuerdo a la misma información se detecta que los cultivos más
remunerativos eran el garbanzo, el ajonjolí, el algodón y el tomate, por eso eran
los más apreciados por los agricultores con mayor cantidad de tierras, esto les
permitió contar con un mayor margen de ganancia entre costo por hectárea y
valor de la producción. Este hecho aunado a que se encontraban en tierras
irrigadas les permitió acumular capital y con el tiempo crecer convirtiéndose en
grandes agricultores181.
181
Ofelia Janeth Chávez Ojeda y Arturo Carrillo Rojas, “Pequeños y medianos agricultores del
valle de Culiacán: explotaciones agrícolas de 1949”, Culiacán, Sinaloa, ponencia presentada en
el III Encuentro de Historiadores de Sinaloa. El historiador: su quehacer y perspectiva,
Septiembre de 2007, p. 11.
102
Capítulo V: Agro-empresas en el valle de Culiacán
La intensa actividad agrícola que se presentó en el periodo de estudio se reflejó
en el surgimiento de muchas
agro-empresas182, las cuales para fines de
análisis las hemos clasificado en: agrícolas, agro-comerciales, agro-industriales
y de agro-servicios, como muestra del grado de desarrollo de este sector
empresarial ubicado en la agricultura.
En el cuadro 16 se muestran las principales actividades registradas en el
Archivo del Registro Público de la Propiedad (en adelante ARPP) en la sección
Segunda Auxiliar de Comercio (en adelante SAC) y en algunos de los textos
consultados para complementar la muestra183. Aquí podemos observar que
destacan la constitución de empresas con un total de 74, le sigue la disolución
de empresas con 14, las que aumentan su capital con 8 y las que realizan otro
tipo de operación con 4. Esto refleja que el empresariado sinaloense, pese a las
consecuencias de la gran crisis de 1929 y la política agraria del cardenismo,
continuó con la formación de empresas, entre ellas, las destinadas al sector
agrícola.
182
El término agro-empresa lo usamos para designar a todas aquellas empresas que tienen
relación directa con la agricultura y se especializan en un giro en particular, ya sea el comercial,
industrial, de servicios o propiamente agrícola. Clasificación usada por el equipo de
investigación del proyecto “Empresa y agricultura de exportación en el Noroeste de México.
Historia económica y tendencias actuales” coordinado por el Dr. Arturo Carrillo Rojas y
financiado por CONACYT de 2003-2006.
183
Cabe aclarar que es una muestra seleccionada de los libros existentes en el Archivo del
Registro Público de la Propiedad. También se retomaron algunos textos de otros autores con
los que se complemento la información, entre ellos destacan: Arturo Carrillo Rojas, Historia de
la empresa en el valle de Culiacán, Culiacán, inédito, 2007, pp.10-23; Ofelia Janeth Chávez
Ojeda y Arturo Carrillo Rojas, “Agricultura y agro-empresas en el valle de Culiacán: 1930-1940”,
Culiacán, ponencia presentada en el XXII Congreso Nacional de Historia Regional, Diciembre
de 2006, pp. 1-18; Gustavo Aguilar Aguilar, Inmigración griega y empresas… op. cit., pp. 54-55;
Juan José Burgos y Gustavo Aguilar, “Los griegos impulsores de la agricultura de exportación
en el Municipio de Culiacán: el caso de Aristeo Canelos Atula”, ponencia presentada en el XIX
Congreso Nacional de Historia Regional, Culiacán, Sinaloa, Diciembre de 2003, pp. 28-30;
Eduardo Frías Sarmiento, El oro rojo de Sinaloa… op. cit., pp.141-142. Los libros revisados en
el ARPP fueron: 12, 14, 15, 16, 17, 28, 43, 45, 52, 53, 55, 57, 64, 65, 66, 68, 77, 78, 79, 80, 81,
82a, 82b, 83 y 84.
103
Cuadro 16
Actividades de empresas relacionadas con el sector agrícola (1930 a1950)
Actividad
Cantidad
%
Constitución
74
74
Disolución
14
14
Aumento de Capital
8
8
Otras
4
4
Total
100
100
Elaborado por: Ofelia Janeth Chávez Ojeda con base en las fuentes citadas.
Con la formación de estas agro-empresas ubicadas principalmente en el valle
de Culiacán, se complementa la labor de cientos de pequeños y medianos
productores que aprovecharon todos aquellos terrenos aptos para trabajar la
agricultura. Los objetivos principales de estas compañías y productores eran los
de cultivar y explotar terrenos propicios para esta actividad en todas sus
manifestaciones, ya sea directamente o apoyando con diversos insumos y
servicios.
Es notorio como las constituciones fueron muy superiores a las disoluciones de
las mismas, aun suponiendo que el cierre de empresas generalmente no se
registraba. Lo anterior nos muestra que por cada empresa que se disolvía se
constituían alrededor de cuatro o más. Otro aspecto que nos hace suponer que
estas empresas se fueron fortaleciendo cada vez más, y que se debe tomar en
cuenta es el aumento de capital que presentaron algunas de ellas.
Entre los aumentos que se presentaron dentro de estas empresas, podemos
citar el de la Compañía comercial y agrícola del Noroeste, S. A.184, que aumentó
184
ARPP-SAC, libros 64 y 65, inscripciones 4 y 100, fojas 27v-29v y 72-75
104
su capital en dos ocasiones, en diciembre de 1943 y en febrero de 1944. El
encargado de hacer las gestiones necesarias ante las autoridades competentes
fue Isidro Escobosa Morales, como representante de la sociedad. El capital
social inicial con que contaba la compañía fue de 30 mil pesos, concediendo un
primer aumento de 38 mil pesos más; esto en virtud del ensanchamiento de sus
negocios. En 1944, nuevamente Escobosa realiza los trámites necesarios para
que, sobre el capital existente de 68 mil pesos, se concediera nuevo aumento,
esta vez por la cantidad de 32 mil pesos, sumando en total la cantidad de 100
mil pesos.
Otro caso es el de la Mexicana de Fomento Agrícola, S. A.185, en donde el
aumento de su capital social fue más significativo. De 25 mil pesos como inicial
le otorgan un aumento de 975 mil pesos más sobre el original alcanzando la
suma de un millón de pesos. Para los trámites necesarios acudieron los
señores Agustín Mustieles, Enrique Trigueros y Saravia, Agustín Santamarina,
Joaquín A. Casasus, Javier Muñiz y Sigfrido Roth, como miembros de la
asamblea general de la sociedad, en marzo de 1946. La necesidad de agrandar
su capital se debía principalmente a la aceptación que estas empresas tenían
en el mercado y necesitaban crecer.
De las 74 constituciones realizadas por las empresas vinculadas con la
actividad agrícola, encontramos que hay una ligera ventaja en las destinadas al
ramo agrícola al sumar 26, seguidas de 25 dedicadas al agro-comercio, 16 para
el agro-servicio y 7 para la agro-industria.
Cuadro 17
Empresas constituidas relacionadas con la agricultura de 1930 a 1950
Ramo
185
Empresas
%
ARPP-SAC, libro 78, inscripción 26, fojas 126v-145
105
Agrícola
26
36
Agro-comercio
25
34
Agro-industria
7
10
Agro-servicio
16
20
Total
74
100
Elaborado por: Ofelia Janeth Chávez Ojeda
Fuente: RPP, Culiacán.
En el cuadro 17 se observan los porcentajes que ocuparon cada una de estas
empresas en relación al ramo en el que se encontraron ubicadas. El ramo
agrícola ocupa el porcentaje más alto con un 36%, le sigue el agro-comercio
con un 34%, con un 20% la constitución de empresas destinadas al agroservicio, ocupando el porcentaje más bajo las dedicadas a la agro-industria con
un 10 por ciento.
El mayor número de empresas constituidas destinadas a actividades agrícolas
de 1930 a 1950, fueron aquellas dedicadas a la explotación de negocios
agrícolas y comerciales en general, es decir a la siembra y cosecha de todos
los productos derivados de la agricultura, así como a la especulación con los
frutos del ramo que eran adquiridas por la empresa, además de la compra y
venta de toda clase de productos de esta índole.
a) Constitución de empresas agrícolas
Las empresas agrícolas (véase anexo 2) que se constituyeron con el fin de
explotar el ramo de agricultura directamente, fueron muy importantes porque
ahí se generaba el producto que sería exportado y gracias a la existencia de
otras empresas como las
de agro-comercio, que eran las encargadas de
suministrar los insumos necesarios, se pudieron mantener en constante
actividad.
106
A manera de ejemplo podemos citar dentro de las empresas agrícolas la
establecida por los señores Demetrio Chaprales y Alberto M. Sánchez en 1930,
bajo el nombre de Chaprales y Sánchez, S. C. P. 186, la cual tuvo por objeto la
explotación en el ramo de agricultura de 50 hectáreas de terreno, en donde
Sánchez fue el socio industrial y capitalista y Chaprales el encargado de otorgar
las 50 hectáreas. Una de las condiciones principales para establecerse la
sociedad fue que el terreno debía ser utilizado únicamente para la siembra de
tomate para la exportación.
Otro caso de empresa agrícola fue el de Chaprales y Carillote, Sociedad en
Nombre Colectivo187, integrada por Pedro Carillote y Jorge Chaprales en 1933,
cuya finalidad fue la explotación del ramo de agricultura en todas sus
manifestaciones, para desarrollarse en la Hacienda de “El Higueral”, en la
sindicatura de Eldorado, del municipio de Culiacán.
Dentro de ese mismo giro, también encontramos la sociedad realizada por los
señores Francisco Echavarria y su esposa María Rojo de Echavarria, quienes
unidos con otros socios (algunos pertenecientes a la misma familia) decidieron
crear, el 2 de mayo de 1934, la empresa Francisco Echavarria y Compañía,
Sociedad Civil Particular188. Siendo los señores Echevarria los dueños de
algunas fincas rústicas y urbanas valuadas en la cantidad de 200 mil pesos,
decidieron introducir esas propiedades a la sociedad. El objeto fue el desarrollo
del ramo agrícola y ganadero, además de otras operaciones anexas y conexas,
así como la explotación de sus fincas rústicas y urbanas ya fuera por sí o
dándolas en arrendamiento total o parcial.
La Compañía de Agricultura S. C. P.189, representa otro caso de empresa
agrícola, integrada por Rudesindo Mascareño, Melitón Peña y Baltasar Villegas,
constituida en junio de 1939, cuya finalidad fue la explotación de la agricultura
186
ARPP-SAC, libro 12, inscripción 3, fojas 5-7
ARPP-SAC, libro 15, inscripción 14, fojas 62v-64v
188
ARPP-SAC, libro 15, inscripción 35, fojas 159v-168v
189
Véase Ofelia Janeth Chávez Ojeda y Arturo Carrillo Rojas, “Agricultura y agro-empresas en
el valle… op. cit., p. 12.
187
107
en sus diversas manifestaciones, ya fuera para efectuar toda clase de siembras
o para adquirir productos agrícolas, con un capital de 17 mil 380 pesos. En la
misma situación se encontraba la empresa Agrícola de La Palma, S. de R. L. 190,
constituida el 26 de septiembre de 1940 con un capital de 13 mil pesos por los
señores José Trinidad Chavalla Vega y José María Pablos.
Otra de las agro-empresas constituidas fue la Sinaloa Agrícola, Sociedad de
Responsabilidad Limitada de Capital Variable 191, creada por los señores Luis
García Carrillo, Manuel Solís Espinoza y Juan P. Anaya en abril de 1944. Esta
compañía
tuvo
como
objeto
la
explotación
agrícola
en
todas
sus
manifestaciones, tomando, ya fuera por arrendamiento, aparcería o en
préstamo toda clase de fincas rústicas o sin dedicarlas al cultivo y explotación
agrícolas. Dentro de sus cláusulas de constitución se estipulaba que la
compañía no podía adquirir bienes inmuebles y si esa fuera su pretensión, pues
se debía hacer conforme lo dictaba la Ley de esos años. Se estableció como
aportación mínima para su creación la cantidad de 15 mil pesos, pero quedó
constituida con el doble.
En el año de 1945, los señores Max Haach Cornejo y Jesús López Vidal se
unen
para
crear la
Compañía
Agrícola
de
la
Curva,
Sociedad
de
Responsabilidad Limitada y de Capital Variable 192, el 9 de agosto. La empresa
tenía como objeto la explotación de la agricultura en todas sus diversidades. Su
capital se dividió en dos; el capital fijo que fue de 5 mil pesos y el máximo de
100 mil pesos, con una duración indefinida. Sin embargo el 21 de febrero del
año siguiente esta sociedad se disolvió a petición de sus dueños,
constituyéndose de nuevo al día siguiente, sólo que en esa ocasión los socios
serían los señores Jesús López Vidal y Luis G. Pablos, quedando la sociedad
bajo las mismas condiciones que la anterior constitución.
190
Ibíd., p. 17.
ARPP-SAC, libro 68, inscripción 1, fojas 1-7
192
ARPP-SAC, libros 77 y 78, inscripciones 47 y 24-25, fojas 186-190v, 121-122 y 122-126v
191
108
La Compañía Agrícola de San Pedro, Sociedad de Responsabilidad Limitada de
Capital Variable 193 fue creada por los señores Luis G. Pablos, Jesús López
Vidal, José María Silva Camargo y Fermín Luna, el 21 de diciembre de 1946,
con el fin de arrendar y explotar fincas rústicas para la agricultura. La empresa
contó con un capital fijo de 100 mil pesos, sin poder retirar el 10%, ya que así lo
acordaron los socios.
Los señores Alfonso Acosta, José María Ávila Valdez, José Gaitán Ramírez y
Eliseo Leyzaola Díaz, el 20 de diciembre de 1947 constituyeron la compañía
Gastón Ramírez y J. Acosta, Sociedad de Responsabilidad Limitada194 con un
capital de 5 mil pesos. La empresa estaría destinada la explotación de los
cultivos agrícolas de dos lotes de terreno ubicados en el predio de “El
Caimanero” del municipio de Culiacán, con una superficie de 75 hectáreas, las
cuales eran arrendadas por los señores Alfonso Acosta y Jesús Ávila Valdez a
los señores Manuel Verdugo y Juan Ramos, respectivamente, en escrituras
privadas.
Dentro de las empresas agrícolas encontramos también la formada por
Francisco, Ramón e Ignacio Gastélum el 5 de agosto de 1948, bajo la razón
social de Gastélum Hermanos, Sociedad Mercantil195 constituida con el objeto
de cultivar, explotar y vender toda clase de productos agrícolas, ya fueran de
consumo nacional o para la exportación. Esta empresa se inició con un capital
de 300 mil pesos.
El 20 de enero de 1949 los señores Jorge Chaprales y Nicolás Macris
constituyen una nueva empresa denominada Agrícola de Culiacán, Sociedad de
Responsabilidad Limitada196. El objeto principal de esa compañía fue la
adquisición de bienes muebles e inmuebles para su explotación agrícola,
permuta o aparcería o por cualquier otro contrato. De igual forma se
193
ARPP-SAC, libro 79, inscripción 46, fojas 184v-189
ARPP-SAC, libro 80, inscripción 54, fojas 364-376
195
Arturo Carrillo Rojas, Historia de la empresa en… op. cit., p. 10.
196
Ibíd., p. 10.
194
109
establecería un negocio que estuviera dedicado a la agricultura en todos
aquellos productos y plantaciones consideradas pertinentes, ya hubiera sido
para el consumo del país o del extranjero. La empresa se formó con un capital
de 150 mil pesos.
Por último, otro ejemplo que podríamos citar de este tipo de empresas es el de
Beltrán y Gastélum, Sociedad de Responsabilidad Limitada 197 constituida por
Luis Beltrán, Luis G. Gastélum y Jesús M. Beltrán el 1° de septiembre de 1950,
con un capital de 60 mil pesos. El objeto de esa sociedad fue la explotación del
ramo agrícola en todas sus manifestaciones, al igual que la celebración de
contratos por aquellas tierras aptas para el cultivo que debía usar la sociedad,
ya hubiese sido en arrendamiento, aparcería o bien en asociación o
participación. Además quedaban comprendidas todas aquellas tierras que
habían sido contratadas en lo personal por los socios, aún antes de la vigencia
de la sociedad.
Como se ha observado, el registro de este tipo de empresas, aún cuando son
pocas, vemos que son importantes, ya que nos damos cuenta de como a través
de los años la constitución de las mismas fue tomando mayor relevancia, lo que
se ve reflejado en el capital invertido por los socios. Además se observa como
la forma de asociarse de va diversificando, ya no son sólo sociedades
anónimas, sino que se observa un incremento en las de responsabilidad
limitada y capital variable.
b) Empresas agro-comerciales
Además de las empresas dedicadas al ramo agrícola, se fueron creando en
esos años compañías dedicadas al agro-comercio (véase anexo 3), las cuales
abastecían de los insumos necesarios a las agrícolas puramente, además de
comercializar muchos de sus productos. Se cuenta con un registro similar de
197
Ibíd., p. 12.
110
este tipo de empresas, por lo que en cada constitución de una empresa
dedicada al ramo agrícola, se fue formando una de agro-comercio.
Dentro de las empresas agro-comerciales sobresale la constituida por Jorge
Chaprales y Nicolás Macris, en 1934, bajo la razón social de Chaprales y
Macris, S. C. P., con el objetivo particular de la explotación de negocios
agrícolas en todas sus manifestaciones, la especulación de los productos del
ramo y todas aquellas operaciones que le fueran conexas o afines. En la misma
situación se encontraba Georgelos Hermanos, S. C. P., formada por
Constantino B., Demetrio y Henry Georgelos en abril de 1935.
El 22 de noviembre de 1937, los señores Manuel Rivas J., J. Guillermo Bátiz y
Benjamín Rivas se unieron en sociedad para crear Bátiz y Rivas, Sociedad en
Comandita198, cuyo objeto fue el manejo de un negocio de comercio para la
compra y venta de productos regionales, como el maíz, garbanzo y ajonjolí. El
capital de la empresa fue de 30 mil pesos.
Otra empresa constituida dentro de este ramo fue la formada por los señores
Antonio Fonseca, Antonio S. Hurtado, Francisco L. González, Ernestina
Fonseca y Vicente Fonseca el 28 de febrero de 1942, bajo la razón social de
La Mariposa, S. A.199, el capital aportado para su creación fue de 75 mil pesos.
El objeto fue la compra y venta de toda clase de cereales mediante el
establecimiento de una casa de comercio para la compra y venta de
mercancías.
El 16 de marzo de 1943, se constituyó la Compañía Comercial y Agrícola del
Noroeste, Sociedad Anónima200, formada con el objeto de dedicarse al ramo del
comercio, mediante la explotación y establecimiento de casas comerciales, por
lo tanto la compra y venta de toda clase de mercancías nacionales y
extranjeras, además a la explotación del ramo agrícola, la siembra y la compra
198
Ofelia Janeth Chávez Ojeda y Arturo Carrillo Rojas, “Agricultura y agroempresas en el
valle… op. cit, p. 12.
199
ARPP-SAC, libro 45, inscripción 158, fojas 111v-119.
200
ARPP-SAC, libro 55, inscripción 96, fojas 93v-101v.
111
y venta de toda clase de productos agrícolas y el arrendamiento de los terrenos
que sean indisponibles para el objeto enunciado, principal propósito de los
señores Jesús Moreno Bernal, Maximiliano Espinoza Martínez, Isidro Escobosa
Morales, Pedro Guerrero, Mercedes de Acosta y Arturo Acosta Sepúlveda. El
capital con el que se realizó la apertura de la empresa fue al igual que la
anterior de 30 mil pesos.
Otro caso de agro-comercio fue la empresa constituida por los señores Carlos
Pérez Aguirre, Victoria Güemez de Pérez, Enrique Bastidas, Guillermina Angulo
de Bastidas, Melesio A. Pérez y Óscar Bastidas Laveaga, en 1945 el 30 de
enero, denominada Distribuidoras de Café, Sociedad Anónima 201, su capital de
apertura fue de 50 mil pesos, y tuvo como objeto principal la compra y venta de
toda clase de semillas de cereales, la explotación y establecimiento de casas de
comercio.
El 7 de febrero de 1946 se constituyó la J. M. Heiser y Compañía, Sociedad
Anónima202, con uno de los capitales más fuertes del período: medio millón de
pesos. Siendo los socios fundadores los señores James Marion Heiser, Bewlah
Bond Heiser, Dionisio E. Acosta, Russell F. Grenfell y Álvaro D. Acosta. El
objeto principal de la compañía fue la compra y venta de automóviles, tractores,
camiones, implementos agrícolas, materiales de construcción y sus accesorios,
así como cualquiera otra actividad industrial o comercial anexa a ese giro.
Dentro de este tipo de empresas se localiza la Rodríguez y Leyva, S. de R. L.
de C. V.203, constituida con el 22 de mayo de 1948 con un capital de 10 mil 200
pesos, por el señor Enrique Rodríguez Ramón. La empresa se dedicaría a la
compra y venta de toda clase de cereales, semillas, granos, de comestibles y
de artículos de consumo de primera necesidad en general, así como el
establecimiento de oficinas, almacenes y dependencias que fueran necesarias
para el desempeño y realización de los negocios de la sociedad.
201
ARPP-SAC, libro 77, inscripción 5, fojas 16-29.
ARPP-SAC, libro 78, inscripción 20, fojas 80v-104.
203
Arturo Carrillo Rojas, Historia de la empresa en el valle… op. cit., p. 19.
202
112
En el mismo ramo también encontramos a la empresa Algodones de Occidente,
Sociedad Anónima204; ésta fue fundada el 5 de abril de 1949 por los señores
Rodrigo S. Rochín, Pedro Valenzuela, José E. Rodríguez, L. Santos Orozco,
Juventino Rivas y César Tovar, con un capital de 50 mil pesos, y tuvo por objeto
la explotación de toda clase de negocios textiles, especialmente los
relacionados con el algodón, la compra-venta, importación y exportación de ese
producto.
Para 1950, dentro de las empresas constituidas en el giro agro-comercial, se
encontró la formada por los señores Ferdoro Schotlz, Juan González, Herminia
Reynosa, Delfino Ordoñez y Gilberto Moreno, el 4 de mayo de ese año. La
compañía se denominó Maquinaria Industrial y Agrícola de Sinaloa, Sociedad
Anónima205, su capital fue de 250 mil pesos, y el objeto de dicha sociedad fue la
compra-venta de maquinaria industrial y agrícola, refacciones, accesorios y en
general todas las operaciones civiles y mercantiles que le fueran convenientes.
Por el capital aplicado a la constitución de este tipo de empresas, podemos
darnos cuenta de la relevancia que tuvo la agricultura en las compañías
dedicadas al giro comercial. Además se observa, como a partir de 1940 fue
aumentando el registro de compañías destinadas al comercio o giro mercantil,
en general, y en particular la comercialización de los productos generados en su
mayoría por las compañías agrícolas,
c) Empresas agro-industriales
Las empresas denominadas agro-industriales (véase anexo 4), también fueron
de gran ayuda para el desarrollo de la agricultura de modo especial, pues en
ellas muchos de los productos agrícolas que necesitaban ser procesados
mediante mecanismos industriales fueron sometidos a un proceso de
204
205
Ibíd., p. 20.
Ibíd., p. 20.
113
transformación. Estas empresas eran las encargadas de la instalación y
explotación de fábricas para llevar a cabo el proceso de industrialización.
En este rubro localizamos, por ejemplo, a la Compañía Industrial del Fuerte S.
A.206, la cual fue constituida el 19 de octubre de 1935, en Culiacán, por los
señores Francisco Serduer, Trinidad Almada de Serduer, Héctor Unoz y Silverio
Pérez Ramos. Su capital fue de 60 mil pesos y su objeto fue el desarrollo de la
industria en general y en particular la transformación de todos aquellos
productos agrícolas para ser colocados posteriormente en el mercado.
Otro caso fue la empresa formada por los señores Manuel Clouthier, Alberto
Murillo, Antonio Rodrigo y Manuel Avilés el 31 de enero de 1942, bajo la razón
social de Productos Avilés, S. de R. L. de C. V. 207. La compañía contó con un
capital de 30 mil pesos, y dentro de sus funciones se encontraban la fabricación
de
conservas
alimenticias de
toda
clase,
mediante
un
proceso
de
transformación de los diferentes productos agrícolas.
Octavio L., Shebby J., Alcide Federico, Eduardo y Alfredo Longoria, se unieron
en sociedad creando la empresa Industrias Unidas del Pacífico 208, el 21 de abril
de 1943, otorgando para su apertura la cantidad de medio millón de pesos. El
objeto de la empresa consistió en la industrialización del algodón y semillas
oleaginosas y sus derivados.
Por último, dentro de las empresas dedicadas a la agro-industria, se encuentra
la formada por los señores Francisco, Humberto, M. Ángel, Ramón e Ignacio,
todos de apellido Gastélum, denominada Industrial del valle de Culiacán,
Sociedad Anónima 209, el 6 de enero de 1950. Esta empresa fue constituida con
el objeto de instalar una planta despepitadora de algodón, la instalación de un
molino de semillas oleaginosas, ya sea de la sociedad o bien el maquilaje de la
propiedad de terceros, la industrialización, compra y venta de semillas. Su
206
ARPP-SAC, libro 17, inscripción 194, fojas170v-177.
ARPP-SAC, libro 45, inscripción 87, fojas61-65v.
208
ARPP-SAC, libro 55, inscripción 163, fojas 158v-166.
209
Arturo Carrillo Rojas, Historia de la empresa en el valle… op. cit, p. 21.
207
114
capital fue de un millón de pesos, que representó otro de los capitales más
fuertes de ese período.
Como se puede observar, las empresas, dedicadas al ramo agro-industrial
fueron pocas. Sin embargo, también se observa que el capital aportado para el
establecimiento de este tipo de compañías fue superior, en algunos de los
casos al medio millón de pesos, alcanzando otras el millón, como ejemplo
recién mencionado, lo que nos puede dar una idea de la importancia o la
magnitud de las mismas.
d) Empresas de agro-servicios
En el ramo de agro-servicio (véase anexo 5), se encontraban todas aquellas
empresas que ofrecían algún servicio en el sector agrícola para apoyar su
fomento a través de apoyo en operaciones financieras, desmonte de terrenos,
preparación de tierras, construcción de canales y obras de drenaje. De igual
forma, aquellas que se dedicaban a dar servicio para la compra-venta,
empaque, transportación y distribución de productos derivados de este sector.
Tenemos como ejemplo de este tipo de empresas la fundada en 1934 en la
ciudad de Culiacán, denominada Fraccionadora de Tierras, S. C. P.210 que
perteneció a algunas de las familias de alcurnia de esa época como fueron los
De la Vega, Martínez de Castro y Clouthier. Además existe el registro de otra
empresa dedicada al agroservicio, la Cía. Vegetable del Pacífico211, los socios
fueron los señores Nicolás Macris, Jorge Chaprales, Antonio Amézquita, J.
Mariano Romero y Rosendo Flores. El capital social con el que se estableció la
compañía fue de 25 mil pesos. La constitución de esta empresa quedó
210
Ofelia Janeth Chávez Ojeda y Arturo Carrillo Rojas, “Agricultura y agroempresas en… op.
cit., p. 13.
211
Juan José Burgos y Gustavo Aguilar Aguilar, “Los griegos impulsores de la agricultura de
exportación… op. cit., pp. 28-30; Eduardo Frías Sarmiento, El oro rojo de Sinaloa… op. cit., p.
141 y Arturo Carrillo Rojas, Historia de la empresa en… op. cit., p. 22.
115
asentada con dos fechas diferentes en los libros notariales del estado de
Sinaloa, una el día 26 de noviembre de 1936 y la otra el 21 de noviembre de
1938. Lo que indica que es probable que se haya disuelto y después vuelto a
constituir.
Dentro de este giro se estableció también la compañía Crédito Industrial y
Agrícola del Noroeste, S. A.212, constituida el 1° de diciembre de 1942 por los
señores Alfonso Díaz Angulo, Patricio McConegly, Cristino C. Romo y otros
más, la cual tenía por objeto la celebración de todas las operaciones
financieras, y dentro de ellas otorgar créditos agrícolas e industriales como
apoyo a estas compañías.
Otro tipo de agro-servicio fue el otorgado por la compañía Impulsora Agrícola de
Sinaloa, S. A., creada en 1946, el 9 de agosto, por los señores Juan José Ríos,
Miguel Ríos Avendaño, Jorge Almada Salido, Antonio Haas y Jorge Careaga,
para ejecutar por contrato con los interesados, diversos trabajos como
desmonte de terrenos, preparación de tierras, construcción de canales para
riego, construcción de caminos, obras de drenaje agrícola y urbano,
pavimentación y cualquier otro de la misma índole.
El 1° de julio de 1947, los señores Gustavo Stringel Rodríguez, Guadalupe
Stringel de Gen, Manuel Stringel Rodríguez, Guillermo Rodríguez Guerra y
Enrique Torres Angulo, se unieron en sociedad y formaron la empresa G.
Stringel Rodríguez y Hermanos, Sociedad Anónima 213, con un capital social de
250 mil pesos. El objeto de dicha sociedad fue contratar y realizar trabajos de
terracerías, bardas, excavaciones para canales, drenes y acueductos en
general.
Dentro del mismo giro se encontró la compañía Almacenes Generales del
Pacífico, Sociedad Anónima214, que en su apertura contó con un capital mayor
212
ARPP-SAC, libro 53p1, inscrición 1, fojas 1-36.
ARPP-SAC, libro 80, inscripción 24, fojas 192-208.
214
Arturo Carrillo Rojas, Historia de la empresa en… op. cit., p. 23.
213
116
que la anterior, medio millón de pesos, constituida por los señores Ignacio,
Ramón, Dolores, Francisco, Humberto y Miguel Ángel, todos de apellido
Gastélum. La empresa se instituyó el 23 de septiembre de 1948 con el objeto
de almacenamiento, guarda, conservación de bienes o mercancías, depósito de
productos agrícolas, industrializados o no, de frutas o semillas y afectos
nacionales o extranjeros de cualquier clase, siempre que éstas hayan pagado
los derechos correspondientes y la expedición de certificadoras de depósitos y
bonos de prenda.
Los señores Fernando Rivera, Virgen Sainz, Susano Montoya, y otros,
constituyeron la empresa denominada Unión de crédito agrícola e industrial del
valle de Culiacán, S. A. de C. V.215, el 8 de diciembre de 1949, con un capital de
800 mil pesos, con el objeto de facilitar el uso del crédito a los socios de la
misma compañía, así como prestar su garantía o aval para que éstos
contrataran con otras personas o instituciones. Además de encargarse por
cuenta y orden de los socios de la compra venta o alquiler de ahorros ganados,
maquinaria, materiales y demás implementos necesarios para la exportación
agrícola o industrial.
Por último, otro caso de empresas de agro-servicios está el de la Química
agrícola de Sinaloa, S. A. 216, constituida por los señores José María Guerrero,
Javier H. Tolosa, Luis P. Becerril, Alicia Alcalde y Esther Alcalde, el 10 de
noviembre de 1950. El objeto de la compañía fue la preparación, elaboración,
fabricación, importación, exportación, distribución, compra-venta y aplicación,
ya sea en forma manual o mediante maquinaria instalada en vehículos
terrestres y aviones, de toda clase de herbicidas, insecticidas y desinfectantes
en general. Además, la importación, exportación, distribución, compra-venta de
toda clase de fertilizantes y semillas, así como la aplicación y siembra de los
mismos ya sea en forma manual o mediante maquinaria instalada en vehículos
terrestres o aéreos. El capital social fue de medio millón de pesos.
215
216
Ibíd.., p. 23.
Ibíd.., p. 23.
117
Como se ha observado, las empresas de agro-servicios fueron un poco más
que las agro-industriales, lo que nos hace suponer que los agricultores del valle
requerían más de aquellas compañías que ofrecieran los servicios de
transportación y cuidado de mercancías, el desmonte y preparación de
terrenos, la construcción y mantenimiento de canales y drenes, que la
transformación de sus productos.
e) Características de las agro-empresas constituidas entre 1930 y 1950
La constitución de empresas dedicadas al agro, como se ha demostrado, fueron
bastantes. Por desgracia, no se cuenta con su registro total, sin embargo, con la
muestra realizada se observa como a partir de 1940 aumentó la creación de
este tipo de compañías. En el cuadro siguiente mostramos la constitución anual
de empresas de 1930 a 1950. Como se puede observar, existen tres años
donde no hay ninguna empresa registrada, lo que puede deberse a las
características de la muestra realizada y la no existencia de libros de registro
para algunos años217, a pesar de ello nos podemos dar una idea del
comportamiento general de la actividad empresarial en este rubro.
Cuadro 18
Constitución de empresas relacionadas con el sector agrícola de
1932
1933
1934
1935
1936
1937
1938
1939
1940
1941
1942
1943
1944
1945
1946
1947
1948
1949
1950
Total
Agrícola
1931
Ramo
1930
1930 a 1950
5
0
0
1
2
0
0
1
1
1
1
0
0
1
3
2
2
1
2
2
1
26
217
Esto se debe a que en los libros que se pudieron consultar no hay actas constitutivas para
esos años y que muy probablemente se encuentren en los libros que no aparecen en este
archivo.
118
Agro-
0
0
0
0
3
3
0
1
1
1
1
0
3
3
0
4
1
0
1
1
2
25
0
0
0
0
0
2
0
0
0
0
1
0
2
1
0
0
0
0
0
0
1
7
0
0
0
0
1
0
1
0
2
0
0
0
1
0
0
0
2
3
4
1
1
16
5
0
0
1
6
5
1
2
4
2
3
0
6
5
3
6
5
4
7
4
5
74
comercio
Agroindustria
Agroservicio
Total
Elaborado por: Ofelia Janeth Chávez Ojeda
Fuente: RPP, Culiacán.
Aquí se presenta la cantidad de empresas constituidas por año y por cada uno
de los sub-ramos agrícolas que se especifican para cada periodo. Esto nos
permite elaborar un análisis de acuerdo al gobernador en turno; en primer lugar
el del general Macario Gaxiola (1929-1932), el del profesor Manuel Páez (19331936), el del coronel Alfredo Delgado (1937-1940), el coronel Rodolfo T. Loaiza
(1940-1944) y el general Pablo Macías Valenzuela (1945-1950)218, para
conocer en su contexto el movimiento y comportamiento de estas empresas219.
Durante la gestión de Macario Gaxiola se constituyeron 5 empresas, en cambio
hay un mayor crecimiento en la constitución de agro-empresas en el periodo de
Manuel Páez, alcanzando un total de 13 empresas. En la gubernatura de
Alfredo Delgado hubo una disminución, registrándose sólo 11 constituciones, lo
cual nos hace suponer que la política agraria empleada durante el periodo
cardenista frenó en parte esta actividad empresarial.
En el periodo del coronel Rodolfo T. Loaiza encontramos 14 constituciones
registradas, en tanto que durante la gestión del general Pablo Macías
Valenzuela la constitución de este tipo de empresas aumentó de manera
218
Para ver las características generales de cada periodo gubernamental véase: José María
Figueroa Díaz, Sinaloa, poder y ocaso de sus gobernadores: 1831-1986, 3ª ed., Culiacán,
Sinaloa, s/e, 1989, pp. 87-126.
219
El método de análisis es el emplesdo en una ponencia en diciembre de 2006. Véase Ofelia
Janeth Chávez Ojeda y Arturo Carrillo Rojas, “Agricultura y agroempresas en… op. cit., pp. 1-18.
119
considerable alcanzando al mayor número de empresas constituidas en
comparación de los anteriores gobernadores, con un total de 31 agro-empresas.
Gráfica 3
Constitución de empresas destinadas a la agricultura de 1930 a 1950
7
6
5
4
3
2
1
0
1930
1933
1936
1939
1942
1945
1948
Agro-empresas
Ahora bién, observando la gráfica 3 podemos distinguir claramente dos
períodos: uno de 1930 a 1940 y otro de 1942 a 1950. En el primero se
constituyen únicamente 29 agro-empresas y en el segundo se supera el número
con 45. Veamos esto con más detalle.
En el periodo de Gaxiola se dio la conformación únicamente de 5 empresas
agrícolas; con Páez surgen 3 agrícolas y el doble de empresas agrocomerciales, mientras que sólo se constituyeron 2 dedicadas a la agro-industria
y el mismo número al agro-servicio; con Alfredo Delgado se constituyeron 4
agrícolas y 4 agro-comerciales, una de agro-industria y 2 de agro-servicio. Para
esta etapa suponemos que las empresas de agro-servicio no eran requeridas o
tal vez sus funciones eran desempeñadas por las anteriores ante la escasa
120
división del trabajo, y cuando éstas aparecen a escena les facilitaron la
actividad y pudieron dedicarse de lleno al sector que en un principio tenían
destinado; esto se verá reflejado en la siguiente etapa. Lo mismo sucedió con
las agro-industrias debido a que los productos agrícolas fundamentalmente se
vendían en fresco, es decir sin procesarse.
Cuadro 19
Empresas relacionadas con el sector agrícola constituidas de 1930 a 1940
Ramo
Empresas
Agrícola
12
Agro-comercio
10
Agro-industria
3
Agro-servicio
4
Total
29
Elaborado por: Ofelia Janeth Chávez Ojeda
En términos generales, se refleja como por cada una de las empresas agrícolas
se constituyó una agro-comercial, lo que nos indica que en esos años la
actividad agrícola estaba claramente separada de las empresas que le
suministraban insumos, por lo que su crecimiento era similar. Esta
complementación permitía un mejor manejo de la economía, mostrando
además que, con la ayuda mutua, se podía sobrevivir en el ámbito empresarial.
En la siguiente gráfica se puede observar claramente, por medio de los
porcentajes, como la constitución de empresas agrícolas y agro-comerciales
tuvieron un porcentaje mayoritario y casi similar. Por el contrario, las que se
encontraban dedicadas a la agro-industria y al agro-servicio, representaron un
menor número, pero su número fue semejante.
121
Gráfica 4
Agro-empresas constituidas de1930 a 1938
Agrícola
Agro-comercio
Agro-industria
Agro-servicio
14%
10%
41%
35%
Para el periodo comprendido de 1942 a 1950, encontramos que la tendencia en
el peso o cantidad de cada sub-rubro sigue siendo parecido, por cada empresa
agrícola se inicia una agro-comercial. Lo más significativo es que aquellas
empresas destinadas a apoyar, con empaque, transportación, crédito y otros
servicios para la mejora de los productos y beneficio de las empresas, hacen su
aparición en esta segunda etapa.
Cuadro 20
Empresas relacionadas con el sector agrícola constituidas de 1942 a1950
Ramo
Empresas
Agrícola
14
Agro-comercio
15
Agro-industria
4
Agro-servicio
12
122
Total
45
Elaborado por: Ofelia Janeth Chávez Ojeda
Fuente: RPP, Culiacán.
Durante el periodo gubernamental de Loaiza se localizó la constitución de 4
empresas agrícolas, 6 agro-comerciales, 3 de agro-industria y sólo una de agroservicios. Sin embargo, durante la legislatura de Macías Valenzuela se dio el
mayor registro al conformarse 10 empresas agrícolas, 9 agro-comerciales y una
agro-industrial. Además, es en este periodo que se presenta un aumento en la
creación de aquellas compañías dedicadas al agro-servicio, con un total de 11,
superior a cualquiera de los anteriores.
En lo que refiere a la agro-industria, ésta no mostró cambios significativos, más
bien siguieron siendo la minoría, lo que nos indica que el tipo de productos con
que se comercializaba en su mayoría no requerían de algún proceso de
industrialización para ser colocados en el mercado. Esto debido en parte a que
los productos destinados a la exportación, eran sobre todo los de cultivo fresco
(como el tomate y otras hortalizas) y no se necesitaba de los servicios de este
tipo de compañías. Para el caso de los granos, esta situación cambia.
Gráfica 5
Agro-empresas constituidas de 1942 a 1950
Agrícola
Agro-comercio
Agro-industria
Agro-servicio
27%
31%
9%
33%
123
Otro aspecto importante de este tipo de empresas fue la forma legal en que se
constituyeron. La mayor parte de ellas fueron Sociedades Anónimas y
Sociedades de Responsabilidad Limitada, a las que les siguen Sociedades
Civiles Particulares, Sociedades de Responsabilidad Limitada de Capital
Variable, y en menor número aparecen las Sociedades Anónimas de Capital
Variable, Sociedades en Nombre Colectivo, Sociedades en Comandita,
Sociedades Civiles, Sociedades Mercantiles, entre otras.
Cuadro 21
Clasificación de agro-empresas de acuerdo a su forma legal de registro
Sub-ramo
SA
S de
RL
SCP
SA
de
CV
SNC
S
en
C
SC
SM
Otros
Totales
7
S
de
RL
de
CV
7
Agrícola
2
5
0
1
0
1
1
2
26
Agro-
8
7
4
2
1
0
1
0
0
2
25
4
0
0
2
0
0
0
0
0
1
7
9
1
1
0
3
0
0
0
0
2
16
23
13
12
11
4
1
1
1
1
7
74
comercio
Agroindustria
Agroservicio
Totales
Fuente: ARPP-SAC; Ofelia Janeth Chávez Ojeda y Arturo Carrillo Rojas, “Agricultura y agroempresas en… op. cit., p. 15.
De acuerdo al monto de capital, también se observan fuertes diferencias: se
tiene que predominaron las empresas constituidas con capitales entre 5 mil y 50
mil pesos, en total 32. Siguiendo una clasificación convencional, están las que
contaron con un capital menor a los 5 mil pesos, que fueron sólo 10 y esas las
consideramos pequeñas; las de 5 mil a menos de 100 mil pesos sumaron la
124
mayoría con 36, a esas las consideramos como medianas y las que superan los
100 mil pesos fueron 24, las cuales ubicamos como grandes. Sin embargo, de
éstas últimas las que superaron el medio millón de pesos fueron sólo 4 y una de
ellas se estableció con un capital de 3 millones de pesos.
Cuadro 22
Capitales aportados para la constitución de agro-empresas (1930-1950)
Capital
Cantidad de empresas
Menor de $5,000
10
$5,000 a $50,000
32
$60,000 a menos de $100,000
4
$100,000 a $500,000
20
Mayor de $500,000
4
Se desconoce capital
4
Total
74
Elaboró: Ofelia Janeth Chávez Ojeda con base en las fuentes citadas.
De las empresas con mayor capital, una se localizó en el sector de agroindustria, con un capital de un millón de pesos; las otras 3 se localizaron en el
ramo de agro-servicio, con capitales de 800 mil, un millón y 3 millones de pesos
respectivamente. Lo que nos indica que fue en estos sectores donde se
requirieron de mayores inversiones de capital debido, tal vez, a las actividades
que desempeñaban220.
220
Se localizaron también 4 empresas de las que no se tiene registro de cuál fue el capital con
el que fueron constituidas.
125
En suma, las características principales de estos dos periodos son: 1) la
primera etapa es superada en dinamismo ampliamente por la segunda, pues se
constituye casi el doble de empresas; 2) el sector de agro-servicios cobra
importancia hasta esta segunda etapa y se observa la importancia que adquiere
ya que supera con mucho a la agro-industria y casi alcanza a las agrícolas; 3)
en el segundo período el comportamiento de constitución de las compañías
agrícolas con respecto a la agro-comercial fue similar al primero, la única
diferencia es que de 1930 a 1940 las agrícolas superan ligeramente a las agrocomerciales y de 1942 a 1950 es al revés, 4) la mayoría de las agroempresas
en este periodo eran pequeñas y medianas, aunque ya es importante la
presencia de grandes empresas en el sector.
126
Conclusión
En Sinaloa, terminada la revolución, los grupos dominantes tradicionales
continuaron siendo los que tenían mayor poder económico, combinándose con
nuevos propietarios agrícolas surgidos en las primeras décadas del siglo XX.
Con Carranza se respetaron las grandes propiedades y se iniciaron las
primeras concesiones de tierras, creando así los primeros núcleos ejidales. En
el periodo de Obregón, se trató de fomentar de forma generalizada la propiedad
privada de la tierra, aunque no se dejó de lado la reconstrucción de los ejidos,
pues esto significaba una necesidad política inevitable, de la cual pretendía
liberarse cuanto antes, aun cuando el ejido era la representación de una
escuela donde los ejidatarios podrían salir transformados en pequeños
propietarios capaces.
Durante el periodo de Calles y el llamado “Maximato” se reforzaron las bases
jurídicas sobre las cuales se desarrollaría la propiedad privada. En 1925 se
ordenó la división obligatoria de los ejidos en pequeñas parcelas. Es con el
general Lázaro Cárdenas con quien se retoma nuevamente el reparto de tierras
a los campesinos. El reparto agrario realizado en el país, y particularmente en
Sinaloa, a mediano plazo reforzó la economía, ya que gracias a eso la
agricultura cobró mayor relevancia.
Sinaloa, a principios de siglo, se había convertido en un estado azucarero
principalmente, más tarde el cultivo de otros productos, como el tomate, el
garbanzo y el algodón hacen de este estado la principal entidad agrícola del
país. En el año de 1920 uno de los productos agrícolas que cobraron mayor
auge en la entidad fue el tomate, generando su producción mayor desarrollo
económico al ser destinado, en su mayoría, para la exportación. Aún cuando la
crisis de 1929-1932 afectó la actividad agrícola de la región, fue superada poco
a poco. Y partir de 1940 la agricultura sinaloense se coloca como una de las
principales actividades económicas dedicadas a la exportación.
127
Otro atributo de la actividad agrícola en el estado es el surgimiento de
empresarios innovadores y la formación de nuevas empresas ligadas a la
agricultura. Muchos de estos empresarios pasaron de ser pequeños agricultores
dedicados a la agricultura para el sustento de la región a agricultores que
sembraron
para
la
exportación,
teniendo
como
destino
el
mercado
estadunidense. Otros llegaron de fuera, como los griegos, y se insertaron
directamente en esta actividad. Las empresas se convirtieron en centros
dinamizadores de la actividad agrícola.
En la década de los cuarenta la producción y comercialización de productos
como el tomate, creció progresivamente. Su consolidación se debió al
surgimiento de nuevas empresas que se dedicaron en su mayoría a la
exportación de éste y otros productos. Las utilidades adquiridas por las
empresas agrícolas, en estos años, se derivaron del arrendamiento y compra
de nuevas tierras agrícolas y no sólo de las inversiones que se hicieron en
maquinaria y tecnología moderna, permitiendo a dichas empresas ubicarse en
los cultivos de mayor remuneración.
Mediante alianzas familiares y políticas, se desarrollaron verdaderos grupos
empresariales y se exploraron otros campos que apoyarían el desarrollo
económico de la región. El caso de los industriales azucareros de principios del
siglo XIX es un claro ejemplo de los empresarios que sobresalieron al impulsar
sus negocios en el ramo agro-industrial y después dar un giro a empresas que
estuvieran vinculadas con la agricultura. Además de poder diversificar y ampliar
sus capitales al invertir en nuevas empresas.
Es hasta después del periodo revolucionario que se consolidan nuevos
empresarios agrícolas, que junto con los tradicionales como Redo y Almada,
formaron familias enteras dedicadas a la constitución de nuevas empresas
agrícolas o que fijaron sus intereses en la agricultura, como los Clouthier,
Tamayo, Bon Bustamante, Andrade, Rojo, estructurando una nueva élite
empresarial en Culiacán.
128
Fueron empresarios que se interesaron en producir y aprovechar al máximo la
riqueza de las tierras de la región, además de mostrar arraigo y cariño por las
mismas, convencidos de la necesidad de emplear nuevos sistemas de trabajo,
que se transformarían en nuevos sistemas de vida.
Para el periodo de estudio, las empresas agrícolas creadas por estas familias
empresariales, fueron en aumento. Lo anterior se reflejó en el registro de las
actas constitutivas de ese tipo de empresas, localizándose en total 74, entre las
que se destacaron las orientadas a la producción agrícola y al agro-comercio.
Del total de empresas fundadas de 1930 a 1950, las relacionadas directamente
con la agricultura representaron solo un tercio del total.
Con la constitución de esas empresas el agro sinaloense alcanzó otras
dimensiones, logrando colocarse en mercados nacionales e internacionales. La
empresa agrícola en el valle de Culiacán representó un eslabón más de la
cadena de crecimiento económico no sólo de la región si no de todo el estado,
debido a que la agricultura se convirtió en la actividad principal.
129
Anexos
Anexo 1
Explotaciones agrícolas del valle de Culiacán por el grupo A (1949)
Agricultor
Canal
Superficie
Cultivada
Cultivo
Has
Costos
No cult.
Valor
cosecha
Por Ha
Por Ha
(Pesos)
José
Ma.
Gaxiola
Rosales
90 has
10 has
Ajonjolí
60
427.50
840.00
Maíz
10
395.00
525.00
Antonio
L.
Espinoza
Rosales
50 has
50 has
Algodón
Ajonjolí
25
20
565.00
402.75
1,100.00
840.00
Baltasar
Angulo
Rosales
38 has
53 has
Algodón
Frijol
N/E
30
632.75
457.50
1,000.00
500.00
Ajonjolí
35
505.25
540.00
Algodón
N/E
25.5
783.00
521.00
1,000.00
500.00
Garbanzo
25.5
20
425.00
753.00
350.00
1,145.00
Maíz
Tomate
_
60
379.75
--------
525.00
---------
Maíz
20
--------
---------
Frijol
Garbanzo
5
17
-------817.63
--------500.00
Frijol
15
---------
----------
Legum.
30
---------
----------
Maíz
Caña
10
25
446.68
2,030.05
525.00
1,885.00
Ajonjolí
35
--------
---------
Garbanzo
_
684.00
500.00
Rafael
Gaxiola
C.
B.
Rosales
50.5 has
44.5
has
Del Norte
44 has
2.80
has
Garbanzo
Maíz
Fidel
Gutiérrez
Juan Jacobo
Pedro Mario
Garrido
Alfredo
Careaga
Cañedo
Cañedo
Oriental
110 has
80 has
100 has
_
_
_
130
Estanislao
Salgado
Manuel
Garibaldi
Principal
82 has
_
Garbanzo
82
413.60
--------
Principal
40 has
40 has
Garbanzo
18
394.60
540.00
Melitón
Peña
Oriental
60 has
40 has
Maíz
Milomais
21
_
-------326.08
-------_
_
_
_
_
_
_
Tomate
Algodón
Fuente: Archivo Histórico del Agua, Dirección de Aprovechamientos Hidráulicos, 1949.
Explotaciones agrícolas del valle de Culiacán por el grupo B (1949)
Agricultor
Canal
Superficie
Cultivada
Cultivo
Has
No cult.
Costos
Valor
cosecha
Por Ha
Por Ha
(Pesos)
Tomás Bailís
Francisco
Verdugo
Rosales
Cañedo
40 has
50 has
10 has
10 has
Frijol
30
517.00
600.00
Algodón
10
592.25
500.00
Ajonjolí
Algodón
10
45
425.00
890.40
810.00
1,500.00
Maíz
5
--------
--------
Fuente: Archivo Histórico del Agua, Dirección de Aprovechamientos Hidráulicos, 1949.
Explotaciones agrícolas del valle de Culiacán por el grupo C (1949)
Agricultor
Canal
Superficie
Cultivada
Cultivo
Has
No cult.
Costos
Valor
cosecha
Por Ha
Por Ha
(Pesos)
Crsitobal
Sánchez
Eleno
Angulo
Luis
Gutiérrrez
L.
Rosales
35 has
_
Algodón
8
523.00
660.00
Rosales
32 has
_
Ajonjolí
Maíz
13
3
457.00
---------
840.00
--------
Garbanzo
Rosales
20 has
8 has
29
8
638.80
472.60
600.00
1,100.00
Algodón
131
Quirino
Camacho
José
Niebla
Ma.
Amado
Inzunza
Juan Pablo
Inzunza
José María
Romo
Rosales
Rosales
Cañedo
19 has
12 has
80 has
_
8 has
60 has
Ajonjolí
4
---------
--------
Garbanzo
Tomate
8
6.70
369.50
--------
830.00
--------
Garbanzo
13
708.20
1,120.00
Frijol
Algodón
_
12
------628.60
-------800.00
Ajonjolí
_
402.00
700.00
Fiíjol
Ajonjolí
_
20
473.00
398.00
600.00
600.00
Tomate
40
----------
----------
Maíz
12
----------
----------
Garbanzo
35
----------
----------
Algodón
Principal
47 has
_
Garbanzo
_
27
704.50
451.35
2,200.00
468.00
Oriental
8 has
42 has
Tomate
8
---------
---------
Garbanzo
_
638.80
600.00
Fuente: Archivo Histórico del Agua, Dirección de Aprovechamientos Hidráulicos, 1949.
Explotaciones agrícolas del valle de Culiacán por el grupo D (1949)
Agricultor
Canal
Superficie
Cultivada
Cultivo
Has
No cult.
Costos
Valor
cosecha
Por Ha
Por Ha
(Pesos)
Rudesindo
Ureta
Rosales
12 has
_
Filemón
Ureta
Reyes
López
Gallardo
Rosales
10 has
_
Rosales
10 has
_
Manuel
Medina
Rosales
9 has
_
Tomate
8
--------
---------
Garbanzo
Garbanzo
4
10
650.00
516.00
500.00
750.00
Frijol
_
Garbanzo
_
602.50
750.00
Ajonjolí
3
380.50
700.00
Garbanzo
6
488.00
500.00
Fuente: Archivo Histórico del Agua, Dirección de Aprovechamientos Hidráulicos, 1949.
132
Anexo 2
Relación de agro-empresas constituidas en Culiacán destinadas al ramo
agrícola (1930-1949)
Capital
social
Fecha
--/07/1930
18/07/1930
13/09/1930
06/10/1930
Nombre de la Empresa
Socios
Chaprales y Ginis y
Burdusis
Chaprales y Sánchez, S.
C. P.
Ritz y Blakstone, S. C.
P.
Compañía agrícola de
terrenos de Piaxtla
Demetrio Chaprales, Juan P. Ginis y
Burdusis
Demetrio Chaprales, Alberto M.
Sánchez
Francisco S. Ritz y Andrew P.
Blakstone
Joaquín Castro, Adolfo Güemez,
Francisco
Arredondo,
Manuel
Salazar, Enrique Arredondo
Baltasar
Portillo,
Luz
Abascal,
Enriqueta Castro, Manuela B. viuda
de Vega, Juan Beltrán, Nicolás
Beltrán, Genoveco Molina, Carlos
Molina
Pedro Carillote, Jorge Chaprales
15/10/1930
Sociedad Civil de los
Terrenos de Molo Viejo
17/11/1933
Chaprales y Carillote, S.
C. P.
Francisco Echavarria y
Compañía,
Sociedad
Civil Particular
02/05/1934
17/11/1934*
28/09/1937
--/10/1938
13/06/1939
26/09/1940
Chaprales y Macris S. C.
P.
Constantino Petrulias y
Compañía, Sociedad en
Nombre Colectivo
Chaprales y Macris, S.
C. P.
Compañía de Agricultura
S. C. P.
Agrícola de La Palma, S.
de R. L.
(pesos)
----1,000
2,000
100
1,000
1,000
Francisco Echevarría, María Rojo de
Echevarría, María de los Ángeles
Echevarría de Bátiz, José Guillermo
Batiz, Sofía Echevarría de Bátiz,
Rafael
Bátiz
Paredes,
Bertha
Echevarría de De la Vega, Eduardo
de la Vega, María Micaela Echevarría,
Estela Echevarría, María de la Luz
Echevarría, Francisco Echevarría,
Ignacio Echevarría, Luis Guillermo
Echevarría, Sara Echevarría, Alicia
Echevarría, Elena Echevarria, Emma
Echevarría (representados por José
Vicente Echevarría)
Jorge Chaprales y Nicolás Macris
200,000
Ramón Ángel
Salomón,
Jorge
Atanasakis, Constantino Petrulias
4,000
Jorge Chaprales y Nicolás Macris
5,000
-----
Reducindo Mascareño, Melitón Pérez
17,380
José Trinidad Chavalla Vega, José
María Pablos
13,000
133
--/--/1943
14/02/1944
11/04/1944
26/04/1944
27/05/1945
09/08/1945
22/02/1946
21/12/1946
20/12/1947
05/08/1948•
20/09/1948•
10/01/1949•
15/10/1949•
01/09/1950•
Compañía Legumbrera,
S. A.
Constantino Dimópulos y
Compañía, S. de R. L.
de C. V.
Sinaloa agrícola, S. de
R. L. de C. V.
Constantino Dimopúlos y
Compañía, S. de R. L.
de C. V.
Compañía Tomatera y
agrícola, S. A.
Compañía agrícola de la
Curva, S. de R. L. y de
C. V.
Compañía agrícola de la
Curva, S. de R. L. y C.
V.
Compañía Agrícola de
San Pedro, S. de R. L.
de C. V.
Gastón Ramírez y J.
Acosta, S. de R. L.
Gastélum
Hermanos,
Sociedad Mercantil
Avícola sinaloense, S.
de R. L.
Agrícola de Culiacán, S.
de R. L.
Agrícolas y comerciales,
S. de R. L. de C. V.
Beltrán y Gastélum, S.
de R. L.
Fuente: ARPP-SAC.
Carlos de Doig Alvear y Carlos de
Doig Alvear Jr.
Constantino
Dimópulos,
Pastor
Gómez
----30,000
Luis García Carrillo, Manuel Solís
Espinoza, Juan P. Anaya
Constantino
Dimopúlos,
Pastor
Gómez
30,000
Óscar Bastidas, Basilio Gatzionis,
Aristeo
Canelos,
Constantino
Petrulias, Jorge Pulos
Max Haach Cornejo, Jesús López
Vital
100,000
Luis G. Pablos, Jesús López Vital
30,000
5,000
5,000
Luis G. Pablos, Jesús López Vital,
José María Silva Camargo, Fermín
Luna
Alfonso Acosta, José María Ávila
Valdez, José Gaitán Ramírez, Eliseo
Leizaola Díaz
Francisco
Gastélum,
Ramón
Gastélum, Ignacio Gastélum
José Luis Acevedo, Alberto Acevedo,
Miguel H. Carrera
Jorge Chaprales, Nicolás Macris
100,000
Humberto
Lizárraga,
Francisco
Gallardo, Manuel Zazueta, Ignacio
Medina
Luis Beltrán, Luis G. Gastélum, Jesús
M. Beltrán
10,000
5,000
300,000
5,000
150,000
60,000
• Arturo Carrillo Rojas, Historia de la empresa en el valle de Culiacán, inédito, Culiacán, 2007, pp. 10-21.
Ofelia Janeth Chávez Ojeda y Arturo Carrillo Rojas, “Agricultura y agro-empresas en el valle de
Culiacán: 1930-1940”, ponencia presentada en el XXII Congreso Nacional de Historia Regional,
Culiacán, diciembre de 2006, p. 12.
*Gustavo Aguilar Aguilar, Op. cit., pp. 54-55, Juan José Burgos y Gustavo Aguilar, “Los griegos
impulsores de la agricultura de exportación en el Municipio de Culiacán: el caso de Aristeo
Canelos Atula”, ponencia presentada en el XIX Congreso Nacional de Historia Regional,
Culiacán, Sinaloa, Diciembre de 2003, pp. 28-30.
Eduardo Frías Sarmiento, El oro rojo de Sinaloa…op. cit., p. 141.
134
Anexo 3
Relación de agro-empresas constituidas en Culiacán destinadas al ramo
agro-comercio (1934-1946)
Capital
social
Fecha
17/08/1934
21/11/1934
07/12/1934
01/04/1935
20/06/1935
Nombre de la Empresa
Socios
Lau y Comapañía, S. C.
P.
Chaprales y Macris,
Sociedad Civil Particular
Avilés y Castillo y
Compañía
Georgelos Hermanos,
Sociedad Civil Particular
Villareal y Compañía
Carlos Fong, Rafael Yan, Fernando
Lau, Juan Lau, Alfredo Lau
Jorge Chaprales, Nicolás Macris
12/07/1935
Agricultores del baldío
de
San
Pedro,
Sociedad Civil Particular
22/11/1937
Bátiz y Rivas Sociedad
en Comandita
Maquinaria y equipo S.
A. de C. V.
21/11/1938*
05/07/1939
Cereales, S. A.
12/04/1940
La Mercantil y Agrícola
del Humaya, S. A.
28/02/1942
La Mariposa, S. A.
26/06/1942
Productores
Sinaloenses, S. R. L.
19/11/1942
Vidal y Manus, S. de R.
L. de C. V.
Vital Campa, S. de R. L.
10/03/1943
Cándido Avilés, Víctor Manuel Avilés,
Arturo O. Castillo
Constantino B. Georgelos, Demetrio
Georgelos, Henry Georgelos
Luis Espino, Enriqueta Vizcaíno de
Villareal, Francisco Villareal, Sergio
Villareal, Francisco Villareal, Antonio
Villareal, Delia Villareal
Alfonso Acosta, Antonio L. Espinoza,
Francisco Andrade, José María del
Rincón, Ramón Gaxiola, Enrique
Millar, Jesús G. Castro, Antonio
Trimentel, Miguel L. Castro, Otilio
Sandoval, Rogelio Valadés, Carlos
Buterfiel, Alejandro Trapero
Manuel Rivas J., J. Guillermo Bátiz,
Benjamín Rivas
J. Chaprales, Nicolás Macris, R. y E.
Cotty, Joe Y. Broker, Carlos Ramos,
M. Romero, Rosendo Flores
Enrique Bastidas, Ángel Y. Mariscal,
Luis Ruiz Rojo, Antonio Bastidas,
José F. Ceceña
José María Pablos E., Rafael
Elizalde, Tranquilina de Pablos,
Rosario Elizalde de Guillén, Alberto
del Rincón Jr.
Antonio
Fonseca,
Antonio
S.
Hurtado, Francisco L. González,
Ernestina Fonseca, Vicente Fonseca
Jorge Papachoris Choros, José
Mariano
Romero,
Demetrio
Evangelatus, Nicolás Panasópulos
Jesús López Vidal , Jorge Manus
Furquiotis
Eduardo Furcot, Jesús López Vital,
Ángel Campa Santos
(pesos)
4,000
5,000
1,300
5,000
4,000
650
30,000
50,000
25,000
30,000
75,000
20,000
5,000
20,000
135
16/03/1943
Compañía Comercial y
Agrícola del Noroeste,
S. A.
15/07/1943
Sinaloa Growers, S. de
R. L.
30/01/1945
Distribuidoras de Café,
S. A.
30/05/1945
Abarrotera Navolato, S.
de R. L.
Estrella y Villegas, S. de
R. L.
Pasturas y cereales, S.
de R. L.
06/06/1945
21/06/1945
07/02/1946
J.
M.
Heiser
Compañía, S. A.
22/05/1948•
Rodríguez y Leyva, S.
de R. L. de C. V.
Algodones
de
Occidente, S. A.
05/04/1949•
04/05/1950•
y
Maquinaria industrial y
agrícola de Sinaloa, S.
A.
13/12/1950•
Urecha y Martínez, S.
de R. L.
Fuente: ARPP-SAC;
Jesús Moreno Bernal, Maximiliano
Espinoza Martínez, Isidro Escobosa
Morales, Pedro Guerrero, Mercedes
de Acosta, Arturo Acosta Sepúlveda
José Mariano Romero, Demetrio
Evangelatus, Nicolás Panasópulos,
Alexis Relias
Carlos Pérez Aguirre, Victoria
Güemez de Pérez, Enrique Bastidas,
Guillermina Angulo de Bastidas,
Melesio A. Pérez, Óscar Bastidas
Laveaga
Jorge Almada Salido,
Ignacio
Trapero
Eudoro Estrella, Baltasar Villegas
30,000
Quirino Ordaz Rocha, J. Alfonso
Cebreros L, Javier H. Tolosa,
Salvador Ontiveros, Jesús López
Castro
James Marion Heiser, Bewlah Bond
Heiser, Dionisio E. Acosta, Russell F.
Grenfell, Álvaro D. Acosta
Enrique Rodríguez Ramón
30,000
Rodrigo
S.
Rochín,
Pedro
Valenzuela, José E. Rodríguez, L.
Santos Orozco, Juventino Rivas,
Cesar Tovar
Ferdoro Scholtz, Juan González,
Herminia Reynosa, Delfino Ordoñez,
Gilberto Moreno
Juan Z. Martínez, Emilio Urecha
60,000
50,000
25,000
25,000
500,000
10,200
50,000
250,000
100,000
• Arturo Carrillo Rojas, Historia de la empresa en el valle de Culiacán, inédito, Culiacán, 2007, pp. 10-21.
Ofelia Janeth Chávez Ojeda y Arturo Carrillo Rojas, “Agricultura y agro-empresas en el valle de
Culiacán: 1930-1940”, ponencia presentada en el XXII Congreso Nacional de Historia Regional,
Culiacán, diciembre de 2006, p. 12.
*Gustavo Aguilar Aguilar, Op. Cit., pp. 54-55.
136
Anexo 4
Relación de agro-empresas constituidas en Culiacán destinadas al ramo
agro-industrial (1935-1943)
Capital
social
Fecha
Nombre de la Empresa
Socios
14/05/1935
Compañía
Algodonera
del Pacífico, S. A.
19/10/1935
Compañía Industrial del
Fuerte, S. A.
09/01/1940
Colonia La Fé, S. R. L.
de C. V.
Productos Avilés S. de
R. L. de C. V.
Café Faro, S. A.
Tomás A. Zertuche, John L. Haley,
Manuel Herrera Z., Javier de J.
Valencia, Fernando Sánchez Durán
Francisco Serduer, Trinidad Almada
de Selduer, Héctor Unoz, Silverio
Pérez Ramos
Guillermo Camacho, Eduardo de la
Vega
Manuel Clohutier, Alberto Murillo,
Antonio Rodrigo, Manuel Avilés
Ignacio F. de S. Palomares, J. Ramón
Ochoa, Víctor Luis González, Octavio
Sainz, Carlos Carvajal Villegas
Octaviano L. Longoria, Shebby J.
Longoria, Alcide Federico Longoria,
Eduardo Longoria, Alfredo Longoria
Francisco
Gastélum,
Humberto
Gastélum, M. Ángel Gastélum, Ramón
Gastélum, Ignacio Gastélum
31/01/1942
26/03/1942
21/04/1943
06/01/1950•
Industrias
Pacífico
Unidas
del
Industrial del Valle de
Culiacán,
Sociedad
Anónima
Fuente: ARPP-SAC.
(pesos)
200,000
60,000
7,500
30,000
100,000
500,000
1,000,000
• Arturo Carrillo Rojas, Historia de la empresa en el valle de Culiacán, inédito, Culiacán, 2007, pp. 10-21.
Ofelia Janeth Chávez Ojeda y Arturo Carrillo Rojas, “Agricultura y agro-empresas en el valle de
Culiacán: 1930-1940”, ponencia presentada en el XXII Congreso Nacional de Historia Regional,
Culiacán, diciembre de 2006, p. 12.
137
Anexo 5
Relación de agro-empresas constituidas en Culiacán destinadas al ramo
de agro-servicios (1942-1947)
Capital social
Fecha
13/12/1934
Nombre de la Empresa
Fraccionadora
de
Tierras S. C. P.
26/11/1936*
Cía. Vegetable
Pacífico
--/11/1938
Maquinaria y Equipo,
S. A. de C. V.
Cía. Vegetable del
Pacífico
21/11/1938
del
01/12/1942
Crédito Industrial y
Agrícola del Noroeste,
S. A.
09/08/1946
Impulsora Agrícola de
Sinaloa, S. A.
23/09/1946
Productos Sinaloa, S.
A. de C. V.
01/03/1947
Benet
Ramírez
y
Compañía, S. de R. L.
Willys de Sinaloa, S. A.
02/05/1947
01/07/1947
G. Stringel Rodríguez y
Hermanos, S. A.
10/01/1948•
G. Stringel, Rodríguez
y Hermanos, S. A.
Socios
Rafael de la Vega, Manuel de la
Vega, Luis Martínez de Castro
Clouthier, Manuel Clouthier hijo
Nicolás Macris, Jorge Chaprales,
Antonio Amézquita, J. Mariano
Romero, Rosendo Flores
Jorge Chaprales y Nicolás Macris
(pesos)
30,000
Nicolás Macris, Jorge Chaprales,
Antonio Amézquita, J. Mariano
Romero, Rosendo Flores
Alfonso Díaz Angulo, Patricio
McConegly, Cristino C. Romo, Lauro
Díaz, José G. Mercado, Enrique
Rivero, Roberto Angulo G., Carlos A.
Torres, Genaro Soto, Antonio
Ceballos Muñoz, de Esparza,
Alberto C. López, Enrique Trigueros
Juan José Ríos, Miguel Ríos
Avendaño, Jorge Almada Salido,
Antonio Haas, Jorge Careaga
Rafael Bátiz Paredes, J. Ricardo
Tamayo
Müller,
Rafael
Bátiz
Echevarria, Jesús L. Tamayo, J.
Guillermo Bátiz, Jesús María
Tamayo Müller, Héctor Peña Bátiz,
Raúl Bátiz Echevarria
Arnulfo Ramírez López, Juan Benet
Ramírez
Felipe de la Lama Noriega, José
Cordero Pedroche, Luis González
Valdez
Gustavo
Stingel
Rodríguez,
Guadalupe Stringel de Gen, Manuel
Stringel
Rodríguez,
Guillermo
Rodríguez Guerra, Enrique Torres
Angulo
Gustavo
Stringel
Rodríguez,
Guillermo
Rodríguez
Guerra,
Enrique Torres Angulo
25,000
25,000
-----
1,000,000
250,000
150,000
150,000
200,000
250,000
250,000
138
19/03/1948•
Desmontes la Norteña,
S. A.
23/09/1948•
Almacenes Generales
del Pacífico, S. A.
11/10/1948•
Banco
Agrícola
Sinaloense, S. A.
08/12/1949•
Unión
de
Crédito
Agrícola e Industrial del
valle de Culiacán, S. A.
de C. V.
Química agrícola de
Sinaloa, S. A.
10/11/1950•
Gustavo Stringel Rodríguez, General
Paz Alberto Stringel Rodríguez,
Enrique Torres Angulo, Guadalupe
Stringel
Ignacio Gastélum, Ramón Gastélum,
Dolores
Gastélum,
Francisco
Gastélum, Humberto Gastélum,
Miguel Ángel Gastélum
Napoleón Ramos, Manuel Clouthier,
José Gallardo, Benito Anchando,
Estanislao Gallardo, Francisco S.
Ruíz, Juan José Ríos
Fernando Rivera, Virgen Sainz,
Susano Montoya, et al.
José Ma. Guerrero, Javier H. Tolosa,
Luis P. Becerril, Alicia Alcalde,
Esther Alcalde
400,000
500,000
3,000,000
800,000
500,000
Fuente: ARPP-SAC.
• Arturo Carrillo Rojas, Historia de la empresa en el valle de Culiacán, inédito, Culiacán, 2007, pp. 10-21.
Ofelia Janeth Chávez Ojeda y Arturo Carrillo Rojas, “Agricultura y agro-empresas en el valle de
Culiacán: 1930-1940”, ponencia presentada en el XXII Congreso Nacional de Historia Regional,
Culiacán, diciembre de 2006, p. 12.
*Juan José Burgos y Gustavo Aguilar, Op. cit, pp. 28-30; Gustavo Aguilar Aguilar, Op. cit., pp.
54-55.
Eduardo Frías Sarmieto, El oro rojo de Sinaloa…op.cit., p. 142.
139
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Fuentes de archivo
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Archivo de la Unión de Agricultores del Río Culiacán
Archivo del Registro Público de la Propiedad, Sección Segunda Auxiliar de
Comercio
Archivo General de la Nación, Sección Presidentes
Archivo General de Notarías del Estado de Sinaloa
Archivo Histórico del Agua
Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada
Biblioteca del Banco de México
Biblioteca de SAGARPA
Biblioteca Nacional
Biblioteca Facultad de Economía de la UNAM
Biblioteca del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM
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Páginas Electrónicas
www.gogle.com/distritosindustriales
www.es.wikipedia.org/wiki/Primera_Guerra-Mundial
www.es.wikipedia.org/wiki/Gran_depresión
www.books.gogle.com.mx/books
www.omega.ilce.edu.mx:3000/sites/estados/libros/Sinaloa/imgs/map1.2,gif
www.portalmochis.net/lmhistoria.htm
www.images.google.com.mx/images?q=eldorado+sinaloa+ingenio+azucarero
www.images.google.com.mx/images?q=navolato+sinaloa+ingenio+azucarero
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