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MORFINA – NORGREEN
Forma Farmacéutica: Solución Inyectable
Venta Bajo Receta y decreto
Uso profesional exclusivo
Uso institucional exclusivo
Industria Argentina
- FORMULA CUALI – CUANTITATIVA:
Cada ampolla de Morfina Norgreen de 1 ml contiene:
Morfina clorhidrato 3 H2O........................10 mg.
Cloruro de sodio..........................................8,5 mg.
Agua destilada uso inyectable c.s.p.............1 ml.
El Clorhidrato de Morfina Norgreen está presentado en ampollas de vidrio neutro color ámbar y en
ampollas de polipropileno con doble envoltura para protección de la luz.
Acción Terapéutica:
Analgésico, narcótico.
Indicaciones:
Morfina Norgreen está indicada para el control del dolor agudo o crónico intenso, resistente a analgésicos
no narcóticos en pacientes con enfermedad Terminal.
Farmacocinética y farmacodinamia:
La morfina al igual que el resto de analgésicos opioides se une a receptores específicos en diversos sitios
dentro del sistema nervioso central (SNC) y el intestino, alterando con ello la percepción del dolor y la
respuesta emocional al mismo. Los mecanismos de acción de la morfina son notablemente diversos y
consisten en analgesia y somnolencia, alterando la liberación de varios neurotransmisores de los nervios
aferentes sensitivos al estímulo doloroso, raquídeos como suprarraquídeos múltiples, los cuales pueden
ser parcialmente responsables de los efectos analgésicos.
La morfina ejerce su actividad agonista principalmente en los receptores Mu y en menor medida en los
receptores Kappa.
Los receptores Mu se encuentran ampliamente distribuidos a lo largo del SNC, especialmente en el
sistema límbico, tálamo, cuerpo estriado, hipotálamo y cerebro medio así como en las láminas I, II, IV y V
del asta dorsal en la médula espinal. Los receptores Kappa se localizan principalmente en la médula y en
la corteza cerebral.
La morfina, administrada por vía subcutánea o intramuscular se absorbe rápida y completamente con inicio
de acción a los 10-15 minutos; el efecto máximo se alcanza entre 60 y 90 minutos con una duración de
acción de 4 a 6 horas.
La morfina, cuando se administra por vía neuroespinal puede favorecer a una analgesia más prolongada
comparada con la administración intravenosa, intramuscular y subcutánea. Sin embargo, los efectos
adversos a nivel del SNC, en particular la depresión respiratoria se han asociado al utilizar esta vía, sobre
todo la depresión respiratoria tardía (24 horas posteriores a la administración). Estos efectos se han
relacionado a la gran circulación de los plexos venosos epidurales y al flujo espinal. La solubilidad a lípidos
y el grado de ionización de la morfina juega un papel importante en el principio y duración de la analgesia y
de los efectos en el SNC. Cuando se administra la morfina en el espacio epidural es rápidamente
absorbida hacia la circulación general, concentraciones plasmáticas pico de 33-40 ng/ml en promedio se
alcanzan a los 10 a 15 minutos posterior a la administración de 3 mg de morfina. La vida media de
eliminación está dentro de un rango de 39 a 249 minutos, las concentraciones en el líquido cefalorraquídeo
de morfina después de una dosis epidural de 2 a 6 mg se han reportado de 50 hasta 250 veces más que
las concentraciones plasmáticas. Los niveles de morfina en el líquido cefalorraquídeo son detectables a los
15 minutos y se prolongan hasta 20 horas después de la administración de 2 mg de morfina epidural.
La unión a proteínas es de aproximadamente 40% con un volumen de distribución de aproximadamente
4,7 l/kg. La morfina tiene como sitio de acción principal el SNC y atraviesa la barrera hematoencefálica solo
en pequeñas cantidades en el adulto, en cambio en el feto alcanza niveles elevados debido a su fácil paso
a través de la placenta. Los niveles terapéuticos plasmáticos son de aproximadamente 65 ng/ml y los
niveles letales son cercanos a los 500 ng/ml.
La morfina sufre una transformación a nivel hepático pasando por una N-desmetilación transformándose en
metabolitos activos e inactivos.
La excreción se realiza principalmente por vía renal como morfina-3-glucurónido y como morfina intacta en
pequeñas cantidades. También se excretan pequeñas cantidades por la bilis, el sudor, el jugo gástrico y la
leche materna.
Posología, dosificación y forma de administración:
La dosis inicial de morfina debería ser de 2 a 10 mg por cada 70 kg de peso corporal, la dosis total es una
variable dependiente del paciente, la cual debe ser individualizada de acuerdo al metabolismo del paciente,
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edad, estado de salud y también la respuesta a la morfina. Cada paciente debe ser mantenido con la dosis
más baja que produzca analgesia aceptable. Cuando el paciente mejore el dolor de severo a moderado se
podrá intentar la disminución de la dosis o la extensión del intervalo entre dosis.
La dosificación debe ser determinada por el profesional en todos los casos. A modo de orientación se
indica el siguiente esquema:
Parenteral:
Subcutánea de 0,1 mg a 0,2 mg/kg de peso cada 4 horas hasta un máximo de 15 mg por dosis.
Intramuscular:
0,05 mg a 0,1 mg/kg de peso hasta un máximo de 10 mg por dosis.
Intravenosa:
0,05 a 0,1 mg/kg de peso administrado muy lentamente.
La morfina deberá ser administrada por personal familiarizado con el manejo de la depresión respiratoria y
en un medio que cuente con equipo para reanimación, oxígeno y un antagonista opioide. (naloxona).
El uso de la morfina por períodos prolongados produce tolerancia y dependencia.
Interacciones medicamentosas:
1- Potenciación de la depresión central y respiratoria, y de la hipotensión por el uso con alcohol, u otros
depresores centrales como anestésicos, anticonvulsivantes, antidepresivos, antidisquinéticos,
antihistamínicos H1, baclofeno, barbituratos, benzodiazepinas, bloqueantes beta, carbamazepina,
clofedianol, clonidina, clozapina, ciclizina, etomidato, fenfluramina, fluoxetina, guanabenz, guanfacina,
haloperidol, hidroxicina, interferones, loxapina, maprotilina, meclizina, meprobamato, metildopa,
metoclopramida, metirosina, molindona, analgésicos opioides, pargilina, paroxetina, fenotiazinas, pimozida,
prometazina, procarbazina, escopolamina, sertralina, relajantes de músculo esquelético, tioxantenos,
trazodona, trimeprazina, zolpiderm, lo cual requiere control y ajuste de dosis.
2- Aumento del riesgo de dependencia psíquica o física, por el uso con otros depresores centrales como
los citados en el inciso anterior.
3- Aumento del riesgo de constipación severa, o íleon paralítico, o de retención urinaria, por el uso con
fármacos con acción anticolinérgica.
4- Aumento del riesgo de constipación severa y de depresión central por el uso con antidiarreicos
antiperistálticos como difenoxina y atropina, kaolín, pectyina, belladona y opio, loperamida, tintura de opio,
ácido paregórico.
5- Potenciación de la hipotensión y riesgo de hipotensión ortostática por el uso con antihipertensivos
bloqueantes ganglionares (guanadrel, guanetidina, mecamilamina), diuréticos u otros hipotensores como
anestésicos generales, inhibidores de la ECA, inhibidores de MAO.
6- Reducción del efecto terapéutico por previa administración del agonista parcial mu-opioide
buprenorfina, y precipitación de los síntomas de abstinencia en pacientes físicamente dependientes.
7- Potenciación de la analgesia, depresión central e hipotensión por el uso con el antihistamínico
hidroxizina.
8- Riesgo de reacción de excitación, sudoración, rigidez, depresión respiratoria, hiperpirexia e
hipertensión por el uso con un IMAO.
9- Antagonismo de los efectos de metoclopramida sobre la motilidad gastrointestinal.
10- Precipitación de los síntomas de abstinencia en pacientes físicamente dependientes de morfina por el
uso con los antagonistas naltrexona o naloxona.
11- Aditiva depresión respiratoria o apnea por el uso simultáneo con bloqueantes musculares, lo cual debe
ser controlado en el paciente que está asistido con respiración mecánica.
12- Aditiva depresión central y respiratoria e hipotensión por el uso con otro agonista opioide (codeína,
hidrocodona, hidromorfona, levorfanol, meperidina, metadona, opio, dextropropoxifeno, oximorfona,
butorfanol, pentazocina, fentanilo, etc.).
13- Potenciación de la toxicidad de morfina y de zidovudina por el uso conjunto, debido a que morfina
inhibe competitivamente la glucuronidación hepática y el clearence de zidovudina.
Advertencias:
EMBARAZO:
Debe considerarse el riesgo/beneficio, debido a que los opioides cruzan la placenta. El uso regular durante
el embarazo puede causar dependencia física en el feto, conduciendo a síntomas de abstinencia
(convulsiones, irritabilidad, llanto excesivo, temblores, reflejos hiperactivos, fiebre, vómitos, diarrea,
rinorrea, bostezos) en el recién nacido. Aunque en humanos no se ha demostrado teratogénesis, en ratas
lo ha sido a altas dosis. La morfina se considera de categoría B.
En el parto, los opioides administrados incluso epidural e intratecalmente entran fácilmente a la circulación
fetal y pueden causar depresión respiratoria, especialmente en niños prematuros. Deben utilizarse con
precaución durante el parto de prematuros.
LACTANCIA:
Se distribuye a la leche materna en bajas concentraciones y no se han informado problemas.
PEDIÁTRICOS:
Los niños menores de 2 años pueden ser más susceptibles a los efectos depresores respiratorios. Puede
ocurrir también excitación paradójica.
GERIÁTRICOS:
Son más susceptibles a los efectos, especialmente depresión respiratoria. Son más propensos a sufrir
retención urinaria en casos de hipertrofia prostática u obstrucción e insuficiencia renal. Dado que
metabolizan o eliminan el fármaco más lentamente pueden requerir menores dosis o intervalos de
dosificación más prolongados.
El uso prolongado o de alta dosis genera tolerancia y dependencia psíquica y física con síndrome de
abstinencia caracterizado por irritabilidad, alucinaciones y convulsiones. Este se desarrolla en unas pocas
horas y alcanza un máximo entre 36 y 72 horas, para luego decrecer.
Efectos colaterales o adversos:
Alta frecuencia:
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Liberación de histamina (con hipotensión, taquicardia, sudoración, enrojecimiento de la piel, problemas de
respiración); constipación; vértigo o sensación de desmayo; fotosensibilidad; sedación; hipotensión
ortostática; náusea o vómitos; cansancio inusual o debilidad.
Baja frecuencia:
Sequedad bucal; calambres o dolor estomacal; malestar general; cefalea; pérdida del apetito; nerviosismo
o inquietud; enrojecimiento en el sitio de inyección; espasmo ureteral (dificultad en la micción); reacción
alérgica; edema laríngeo; confusión; pulso irregular; temblor; efecto antidiurético; espasmo biliar; visión
borrosa.
Rara incidencia:
Excitación central paradójica; alucinaciones; depresión mental; rigidez muscular; íleon paralítico o
megacolon tóxico; problemas en el sueño.
Contraindicaciones:
Diarrea asociada a colitis pseudomembranosa provocada por cefalosporinas, lincomicinas o
penicilinas.
Diarrea causada por envenenamiento (hasta eliminar el tóxico del organismo).
Depresión respiratoria aguda.
Defectos de la coagulación por terapia anticoagulante o enfermedad (para la vía intratecal o peridural).
Infección en el sitio de inyección (para la vía intratecal o peridural).
Precaución en:
Asma, ataque agudo.
Insuficiencia respiratoria o enfermedad crónica.
Alergia a opioides.
Arritmias cardíacas.
Convulsiones.
Abuso de drogas.
Inestabilidad emocional o ideación suicida.
Cálculos biliares o renales.
Cirugía gastrointestinal reciente.
Sobredosis:
La sobredosis se caracteriza por la depresión respiratoria, somnolencia progresiva a estupor o coma,
flaccidez muscular esquelética, piel fría y húmeda, pupilas contraídas, y, algunas veces, bradicardia e
hipotensión. Ya que el paro respiratorio puede derivar, ya sea a través de la depresión directa del centro
respiratorio o como resultado de hipoxia, debe darse atención primaria al establecimiento de intercambio
respiratorio adecuado mediante la provisión de una vía respiratoria accesible e institución de ventilación
asistida o controlada. El antagonista narcótico, Naloxona Clorhidrato es un antídoto específico. La
Naloxona Clorhidrato (usualmente 0,4 a 2,0 mg) debe administrarse por vía intravenosa simultáneamente
con la resucitación respiratoria.
Como la duración del efecto de la Naloxona es considerablemente más corto que el de la morfina, va a ser
necesaria una administración repetida. Los pacientes deben ser observados muy de cerca debido a que
pueden llegar a manifestar renarcotización. Naloxona no deberá ser administrada en ausencia de
depresión respiratoria o circulatoria clínicamente significativa secundaria a sobredosis de morfina.
Naloxona deberá ser administrada con precaución a personas que se sabe o se sospecha que sean
físicamente dependientes a morfina. En tales casos, una reversión abrupta o completa del efecto narcótico
puede precipitar un síndrome de abstinencia agudo.
NOTA: la depresión respiratoria puede retrasarse en comenzar hasta 24 horas después de la
administración. En condiciones dolorosas, el trastorno del efecto narcótico puede resultar en un comienzo
de dolor agudo y liberación de catecolaminas. Una administración cuidadosa de Naloxona puede permitir
que se reviertan los efectos colaterales sin afectar la analgesia.
En un individuo físicamente dependiente a opioides, la administración de la dosis usual de un antagonista
precipitará un síndrome de abstinencia agudo. La severidad del síndrome de abstinencia producido
dependerá del grado de dependencia física y de la dosis del antagonista administrado. Se deberá evitar el
uso de un antagonista narcótico en tales personas. Si es necesario para tratar la depresión respiratoria
seria en el paciente físicamente dependiente el antagonista deberá ser administrado con extremo cuidado
y por titulación con dosis más pequeñas que las usuales del antagonista.
Se deberán emplear medidas soporte (incluyendo oxígeno, vasopresores) en el tratamiento de shock
circulatorio y edema pulmonar acompañado de sobredosis como está indicado. Paro cardíaco o arritmias
pueden requerir masaje cardíaco o defibrilación.
Ante cualquier eventualidad realizar la consulta a:
Centros toxicológicos:
Hospital de pediatría Ricardo Gutiérrez: (011) 4962 – 6666/2247.
Hospital A. Posadas: (011) 4654 – 6648 / 4658 – 7777.
Presentación:
Solución inyectable en envases de 3, 5, 10, 25, 50 y 100 ampollas de 1 ml - para uso hospitalario.
Condiciones de conservación:
Conservar a temperatura ambiente por debajo de los 30ºC. Proteger de la luz.
MANTENER ESTE Y TODOS LOS MEDICAMENTOS FUERA DEL ALCANCE DE LOS NIÑOS
Especialidad medicinal autorizada por el Ministerio – ANMAT – Certificado N° 52659
NORGREEN S.A.
Calle 2 entre 1 y 3 – Parque Industrial Gral. Savio
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Batán (7601) Mar del Plata Prov. de Buenos Aires.
Tel/Fax: (0223) 464-3170.
Director Técnico: Jorge Danilo Carrizo – Farmacéutico.
Revisión y Actualización : Enero 2010
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