Download 2. La posición de España en el mundo globalizado.

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CUESTIONES TEÓRICAS
1. La globalización económica y las desigualdades territoriales.
El proceso de globalización es la creciente interdependencia de los espacios geográficos del
planeta en todos los ámbitos: economía, política, sociedad, cultura y medio ambiente. Como
causas de la mundialización tenemos la mejora y abaratamiento de los transportes. Ha hecho
más fácil el traslado de personas y mercancías a escala mundial, el desarrollo tecnológico,
especialmente el de las tecnologías de información y comunicación. Ha permitido emitir y
recibir información instantánea sobre cualquier suceso mundial; conectar y coordinar a las
personas y empresas de cualquier punto del planeta; agilizar las operaciones financieras y
difundir las decisiones, ideas, modelos y comportamientos sociales. Gracias a ellas se ha
reducido la distancia entre los territorios, convirtiendo al planeta en una “aldea global”.
La generalización del capitalismo, basado en la propiedad privada, la libre competencia y la
búsqueda del máximo beneficio. Así se han extendido por todo el mundo las inversiones y
áreas de compraventa de bienes y servicios; se ha globalizado el mercado de trabajo en
función de los intereses de las grandes empresas, que se instalan donde la mano de obra
responde mejor a sus exigencias; y ha habido un consumo creciente de los recursos naturales.
La desaparición del comunismo desde la década de 1990 y el retroceso de las economías de
autoconsumo ha favorecido este proceso. La extensión de la ideología neoliberal, basada en la
plena libertad de los mercados y en la desaparición de las barreras comerciales, lo que ha
hecho progresar el número de intercambios mundiales. La actuación de algunos agentes como
las empresas multinacionales y algunos organismos internacionales, que han permitido el
funcionamiento global de la economía y la toma de decisiones políticas, sociales, culturales y
medioambientales. Las empresas multinacionales tienen su sede en un país y filiales en otros
estados, consiguiendo una gran influencia en el mercado de bienes y servicios.
Las organizaciones internacionales que facilitan este proceso son la OMC (Organización
Mundial del Comercio), que promueve la liberalización del comercio mundial; el FMI (Fondo
Monetario Internacional) que controla la estabilidad monetaria internacional; el Banco
Mundial, que proporciona ayudas al desarrollo; la ONU, que adopta resoluciones a favor de la
paz y los derechos humanos; y el grupo G-8,formado por los países con economías más
poderosas del planeta, que marcan las directrices de la economía y la política en el mundo.
En la globalización económica la producción tiende a organizarse a escala mundial, porque
las nuevas tecnologías permiten dividir el proceso de fabricación en fases y localizar cada una
de ellas en los espacios más ventajosos. Esta estrategia es usada por las empresas
multinacionales, aunque también muchas nacionales optan por la deslocalización o la
internacionalización para aumentar sus beneficios. El intercambio de productos, capitales,
servicios, información y tecnología se extiende por todo el mundo gracias a la progresiva
desaparición de las barreras comerciales. Además el desarrollo del transporte y las
telecomunicaciones permiten que este intercambio se produzca a gran velocidad.
El consumo tiende a ser uniforme en todo el planeta, porque las grandes empresas difunden
los mismos gustos y comportamientos gracias a la publicidad.
En cuanto a la globalización política, social, cultural y medioambiental. La política se dio tras
el final de la Guerra Fría (1990) cuando Estados Unidos quedó como única superpotencia
mundial. Junto a la Unión Europea y Japón forman las tres potencias económicamente más
fuertes del mundo, a las que se acerca cada vez más China. La globalización cultural afecta lo
mismo a la ciencia que a las manifestaciones artísticas y culturales y a las comunicaciones. La
globalización medioambiental se debe a que los problemas tienen alcance global (gases de
efecto invernadero, capa de ozono, lluvia ácida, deforestación, destrucción de la
biodiversidad…)
Como consecuencias de esta globalización encontramos varias en distintos aspectos. En la
economía, han mejorado notablemente las posibilidades de algunos países emergentes (China,
India, Brasil) y también las cifras de beneficios y comercio de las grandes empresas. A cambio
ha disminuido el peso de las empresas pequeñas y de carácter nacional frente al poder de las
multinacionales. En la política, se han difundido los valores de la democracia, las libertades y
los derechos de la mujer. En el plano negativo, la limitación de la autonomía nacional y la
inestabilidad en algunas áreas mundiales que reaccionan ante la imposición de los modos de
vida occidentales. En la sociedad ha mejorado el nivel de vida y el empleo, aunque las
condiciones laborales son peores por la flexibilidad e inestabilidad laboral, así como por el
descenso salarial. Más trabajo, pero en peores condiciones. En medicina, se difunden los
avances, pero también el progreso de las epidemias. En la cultura se ha facilitado la difusión de
avances en ciencia y tecnología, pero la imposición de los valores de la cultura occidental ha
puesto en peligro la identidad cultural de otras zonas. En el medioambiente la globalización
favorece la toma de acuerdos mundiales y la toma de conciencia, pero también aumenta el
impacto ecológico, porque el modelo económico propuesto se basa en el crecimiento ilimitado
de producción y consumo. En el terreno internacional se ha incrementado la integración
mundial, pero se ha promovido una división del trabajo que acrecienta la desigualdad entre los
territorios que concentran las actividades más dinámicas (espacios centrales) y los
especializados en actividades más tradicionales (espacios periféricos).
Las grandes áreas mundiales, y sus desigualdades territoriales. En cuanto a los baremos
que se usan para medir las desigualdades de riqueza y desarrollo son fundamentalmente tres:
El Producto Nacional Bruto (PNB); es el que utiliza el Banco Mundial. El PNB del país más rico
es 500 veces mayor que el del más pobre. España está en el lugar 35 con 33.100 $ per cápita
(datos de 2007). El Índice de Desarrollo Humano (IDH) que emplea la ONU y tiene en cuenta la
renta per cápita, la esperanza de vida al nacer y el índice de alfabetización. Oscila entre el O y
el 1. Los países ricos (70) tienen un índice mayor de 0.800 y España está en el puesto 15.
En los países desarrollados vive la quinta parte de la población mundial, la mayoría en la
zona templada del hemisferio Norte. Sus rasgos generales son: la riqueza de su economía, la
intensa urbanización, la estabilidad política, el escaso crecimiento demográfico, su elevado PIB
per cápita y un IDH alto. En la economía existe un escaso peso del sector primario; reducción
progresiva del sector secundario desde la crisis del petróleo de 1973: las actividades
productivas que requerían abundante mano de obra se fueron desplazando a otros países.
Quedan las actividades industriales de alta tecnología y las empresas de servicios a la
producción (pre- y post-). Es muy elevado el porcentaje del sector servicios, tanto los que
atienden a la población como los que sirven a las empresas, con una mano de obra altamente
cualificada. También está muy desarrollada la tecnología de información.
En la demografía, bajas tasas de natalidad y mortalidad. Estancamiento demográfico,
envejecimiento, alta esperanza de vida, superior a los 70 años. Este envejecimiento pone en
peligro los sistemas de pensiones en un próximo futuro. La llegada de inmigrantes de áreas
más pobres del planeta alivia en parte este problema.
En la sociedad se está implantado el “estado del bienestar”, que garantiza los servicios
básicos: educación, sanidad, pensiones de jubilación o desempleo. Transporte e
infraestructuras muy desarrollados, alta capacidad de consumo. Pese a ello, la pobreza es un
fenómeno creciente en estos países, que también tienen problemas de desequilibrios y
desigualdades internas dentro de sus territorios.
En cuanto a la política la situación es estable, paz social, consolidación de la democracia,
con partidos que se van turnando en el poder y derechos básicos garantizados para toda la
población, así como unas condiciones de igualdad entre sexos superior a la de otras zonas del
mundo.
Dentro del eje de los países desarrollados existen diferencias entre la situación de América
del Norte, Japón, Europa Occidental, Australia y Nueva Zelanda y los países procedentes del
bloque comunista (Europa del Este y Rusia) donde la transición de un régimen socialista a otro
capitalista ha provocado un descenso de la calidad de vida.
Los países subdesarrollados están situados al sur de los países desarrollados, ocupan la
mayoría de Asía, de América Latina y de África. Algunos de estos países (China, India, Brasil, las
llamadas economías emergentes) están creciendo a un gran ritmo, superior al 9% anual y
accediendo a los mercados mundiales de bienes, capitales y tecnología. La mayoría de ellos
siguen teniendo graves problemas económicos y sociales, además de una inestabilidad política
que las aleja cada vez más del mundo desarrollado. Más de mil millones de personas viven en
situación de extrema pobreza, con ingresos inferiores al dólar diario. Los rasgos que presentan
son:
En su economía sigue siendo alto el porcentaje del sector primario y mucho menos
desarrollados los otros dos sectores. En agricultura conviven las técnicas de subsistencia con
las plantaciones (monocultivos de exportación), controladas por los países ricos. La industria
ha sido beneficiada por la instalación de filiales de compañías multinacionales que han
deslocalizado sus plantas de producción. En los tres sectores coexisten sistemas tradicionales y
modernos, lo que acentúa la tensión social. Hay mucha economía sumergida, al margen del
control de un Estado todavía poco implantado entre la población y sometido al peso de la
deuda externa.
El crecimiento natural ha sido muy alto por la reducción de la mortalidad mientras se
mantenía una natalidad muy alta, aunque esta última está descendiendo. La población es
predominantemente joven, la esperanza de vida no es muy alta y eso provoca una fuerte
tensión que, en parte, se trata de solucionar con la emigración hacia los países ricos
Existen contrastes entre una minoría enriquecida y una mayoría con un nivel de vida muy
bajo, en el que los avances se producen con una desesperante lentitud. Los mayores
problemas sociales son el analfabetismo: mayor entre los adultos – casi 1000 millones no
saben leer- y mejor entre los niños, aunque 130 millones de ellos siguen sin escolarizar (70%
niñas), el hambre, que afecta casi a 40 países, la mayoría de África (aunque también afecta a
Rusia y algún país latinoamericano, ver mapa pg.363) El cambio climático, con el avance de la
erosión y desertificación, agrava el problema que ha coincidido con el del aumento del precio
de los cereales, por su utilización para biocombustibles. La escasez de recursos sanitarios que
impiden que la esperanza de vida supere los 50 años. A ello se suman la escasez de agua y su
mala calidad (sin potabilizadoras, depuradoras ni alcantarillado) y la propagación de epidemias
como la del SIDA, devastadora en el África subsahariana. La guerra en sus numerosas facetas
(guerras civiles, conflictos étnicos, religiosos, económicos, territoriales…) Más de las ¾ partes
de los conflictos de los últimos veinte años han tenido lugar en los países pobres, a ellos les
venden sus armas los países desarrollados y así experimentan su fiabilidad.
En la política se mezclan la escasa tradición democrática con la presencia de regímenes
dictatoriales y la corrupción. No hay derechos civiles y la violencia está presente en las
relaciones sociales. Las mujeres siguen sufriendo discriminación y violencia de todo tipo y los
países desarrollados apenas imponen medidas paliativas a la situación.
Ante los efectos negativos de la mundialización han surgido dos tipos de alternativas. Las
hay de tipo oficial, organizadas desde las Naciones Unidas, y las hay más espontáneas, surgidas
desde sectores sociales muy diversos que tienen un acento más crítico.
Se critica que la globalización se haga al margen de la sociedad, beneficiando sólo a
unos pocos países y a determinadas empresas y organizaciones internacionales. También la
pérdida de identidad cultural de los países y el deterioro medioambiental que está
produciendo en el planeta.
Los países que alcanzan los valores más bajos del IDH se sitúan en África Subsahariana,
el Sur de Asia y América Central. Los fondos que se les han prestado a estos países son los
llamados créditos FAD (Fondos de Ayuda al Desarrollo) que condicionan la ayuda a comprar
productos de cada país donante. Además, el alto grado de corrupción reinante en las
oligarquías de estos países hace que rara vez lleguen a sus destinatarios.
2. La posición de España en el mundo globalizado.
Desde una perspectiva general, España es un estado cada vez más abierto al mundo.
Ocupa una posición de potencia intermedia. Aunque es el tercero más extenso de Europa, a
nivel mundial se sitúa en la posición 50. Su nivel de desarrollo humano es de los primeros del
mundo y se situaba, hace 4 años, en la posición 9ª por su PIB. Actualmente está en el puesto
23 global. A fecha actual es estado invitado, no miembro de pleno derecho, del G-20. Su
posición regional en Europa es relevante aunque no tiene el status de gran potencia en la UE.
Su relevancia hace especialmente peligrosa, para Europa y el Euro, su actual crisis económica e
institucional. Su influencia es notable en el área mediterránea y muy relevante en América
Latina. Desde la Guerra Fría y especialmente desde el ingreso en la OTAN durante la Transición
Democrática, España se sitúa como un país occidental en el ámbito de la seguridad mundial,
con una relación preferente con EE.UU.
En el terreno demográfico España ha experimentado un importante crecimiento durante
los últimos años (47.000.000 de habitantes), básicamente a partir de la inmigración extranjera
que ha sido especialmente relevante en los últimos diez años. Hoy aproximadamente el 10 %
de la población residente en España es extranjera. Pero a raíz de la aguda crisis económica que
atraviesa el país, está situación está cambiando: en apenas 2 años, España ha pasado de ser
receptora de inmigrantes a ser emisora de emigrantes, tanto por la vuelta de los inmigrantes a
sus respectivos países de origen, como por la fuga de jóvenes españoles con cualificación
profesional que no encuentran aquí perspectiva de trabajo.
En el mundo globalizado actual, España destaca por su presencia cultural en Europa y
especialmente en América. El castellano es la segunda lengua occidental por hablantes y es
apoyada internacionalmente por el Instituto Cervantes. La fortaleza de la cultura española se
ha acrecentado especialmente por el aumento de hispanohablantes en EE.UU. La crisis
económica ha reducido drásticamente el presupuesto para el Instituto Cervantes.
En las últimas décadas, la economía de España también había mejorado su posición relativa
en el mundo, aunque la actual crisis ha provocado un importante retroceso. Destaca el país
por su liberalización económica que contrasta con un pasado intervencionista del Estado.
Algunas empresas multinacionales españolas son líderes mundiales en sectores como banca
(Santander y BBVA), comunicación (Telefónica) o energía (Repsol-YPF, Endesa…). España es
líder en el sector turístico. No obstante, la actual crisis ha subrayado algunas de las debilidades
económicas del país (poca competitividad, desempleo, población activa poco cualificada,
especulación inmobiliaria, dependencia energética…). Un signo de esa posición económica
relevante, pero de segundo nivel, es la dificultad que tiene España para ingresar en el G-20.
Desde el punto de vista político España es un estado de derecho, democrático y occidental.
Para una parte de la opinión pública, la Transición ha sido un modelo para la democratización
de estados que salen de dictaduras, tanto de Europa del Este como de Latinoamérica. Las
instituciones políticas internas españolas están seriamente cuestionadas en este momento,
afectadas por los casos de corrupción y una percepción de estar tomadas por una casta política
alejada de la ciudadanía.
La participación en las instituciones internacionales de cooperación es amplia y destaca
especialmente su papel como miembro de la ONU en misiones de mantenimiento de la paz y la
seguridad internacional, también de las organizaciones dependientes de las Naciones Unidas
(OIT, FMI, UNESCO, Banco Mundial…). No obstante, España está muy por debajo de los niveles
de ayuda oficial al desarrollo (AOD) de los países más desarrollados y se centra especialmente
en el Magreb y algunos países de América Latina. En estos momentos, la Cooperación al
Desarrollo prácticamente ha desaparecido.
Como estado occidental, España también participa en órganos de cooperación regional. El
más destacado es la Unión Europea, de la que forma parte desde 1986 (entonces CEE) y que ha
supuesto la cesión de competencias soberanas, principalmente económicas, a las instituciones
comunitarias. Desde 1982 España es miembro de la OTAN y ha participado como aliada
de EE.UU. en determinadas acciones de seguridad (Yugoslavia, Afganistán…).
La política exterior de España es cada vez más universal (globalizada) pero gira alrededor de
varias líneas geopolíticas fundamentales:
La línea prioritaria es Europa, desde hace ya dos décadas y media como estado miembro de
la UE. Dentro de la Unión la posición española es muy favorable al proceso de construcción
europeo pero la posición interna se ha debilitado ante el desplazamiento hacia el este del
centro de gravedad tras las últimas ampliaciones y perder ayudas económicas.
b. Otro eje de atención importante es el Mediterráneo y el Magreb. En este sentido España ha
favorecido iniciativas para superar el conflicto árabe-israelí y mantiene una relación compleja
pero intensa con Marruecos con varios contenciosos (Ceuta y Melilla, migración ilegal, Sahara
occidental…).
Otro eje prioritario es Latinoamérica, región mundial donde hay una relación cultural,
económica e histórica muy profunda. En esta región España rivaliza con EE.UU. en parte, país
este último con el que mantiene una relación también preferente en el terreno de la defensa.
Una región mundial de importancia creciente es Asia, principalmente como espacio de
oportunidades económicas y donde la presencia española hasta ahora ha sido débil. En este
sentido destaca la presencia creciente de empresas españolas en China.
Desde la perspectiva de la evaluación de los niveles de desarrollo y gobernanza mundial, el
país ocupa una posición relativa avanzada, incluso mayor a la que correspondería de emplear
como indicador la renta per cápita. En 2008, por ejemplo, España ocupa la posición 13º a nivel
mundial en índice de Desarrollo Humano (IDH), gracias especialmente por sus altísimas tasas
de alfabetización y elevada esperanza de vida. Hoy ocupa el puesto 23. Otro índice en el que
España destaca es en el denominado IGEI (Índice de Gobierno de la Economía Internacional).
En este caso, España destaca especialmente por su presencia política internacional, integración
económica mundial y desarrollo sociocultural, con valores más mediocres en calidad
institucional.
La actual crisis económica está dejando al descubierto los errores e inconcreciones de la
construcción europea. En estos momentos, hay asuntos en la encrucijada y es difícil saber su
evolución. Hasta hace unos años, podíamos decir que las perspectivas de futuro eran positivas.
Sin embargo, en estos momentos, las perspectivas de futuro aparecen ensombrecidas por
muchos interrogantes.
Algunos de los retos futuros de España en la U. E. son un nuevo reparto del poder. Las
últimas reformas de las instituciones europeas perjudican a España: se reducen el número de
diputados españoles en el Parlamento Europeo y, además, tenemos menos votos en el Consejo
de la U. E. Las ayudas procedentes de la política regional de la U. E. han disminuido. La entrada
de los nuevos socios, la mayoría procedente de los antiguos países comunistas de la Europa del
Este y con un nivel de desarrollo más bajo, ha elevado el nivel medio de las regiones españolas.
Por tanto, recibiremos menos e, incluso, puede que pasemos de receptores de ayuda a
pagadores de ayuda a los nuevos países.
Ampliación del mercado único. Con la entrada de los nuevos miembros (antiguos países
comunistas de la Europa oriental), se plantean nuevos retos y oportunidades:
Respecto al movimiento de personas. España restringió la entrada de personas
provenientes de los países integrados últimamente (antiguos países comunistas de Europa del
Este. Muchos de estos inmigrantes venían con una alta preparación, aunque luego ejercían
profesiones poco cualificadas. por ejemplo, arquitectos que venían a trabajar de albañil o
similar.
Respecto al movimiento de mercancías, capitales y servicios. La integración de los nuevos
países miembros (ex-comunistas de Europa oriental) crea una situación contradictoria. Por un
lado, supone una ampliación del mercado para las exportaciones españolas; son potenciales
consumidores de nuestros productos y una oportunidad de negocio. Pero, por otro lado, son
una competencia “peligrosa” para España: sus trabajadores tienen salarios más baratos, son
menos exigentes con algunos requisitos laborales o medioambientales, etc., por tanto,
favorece que las inversiones y las industrias se dirigen hacia esos países y no hacia España.
Incremento de la productividad y de la competitividad. Son fundamentales para aprovechar
las nuevas oportunidades que ofrece una U. E. ampliada. Es decir, que tenemos que producir
más, mejor y más barato. Ello requiere: aumentar nuestra tecnología para ofrecer más calidad
y diseño diferenciado de nuestros productos; participar en redes comerciales exteriores;
mejorar infraestructuras y comunicaciones; mejorar muchísimo la formación de nuestra mano
de obra y mantener la estabilidad económica, elemento básico para atraer inversiones.
3. ¿Cuál ha sido y cuál es la situación de Canarias en la Unión Europea?
Junto con otros territorios de la U. E. (Azores, Madeira, Martinica, Reunión, Guadalupe,…)
Canarias forma parte de las Regiones Ultraperiféricas de la U. E. (R. U. P.) que se caracterizan
por desventajas comunes (lejanía al continente, cercanía a áreas subdesarrolladas, medio
natural adverso o con altos riesgos naturales,…). Problemas de mercado y de producción
debidos a sus desventajas: lejanía de Europa, fragmentación territorial, cercanía a países
atrasados, limitación del consumo,… Por ello, la producción resulta más onerosa y no puede
alcanzar el nivel mínimo de eficiencia. La U. E. considera estas desventajas como permanentes
(independientemente del nivel de renta alcanzado) y ha adoptado medidas específicas para
solucionarlos (medidas económicas especiales y fondos específicos de ayuda). Sin embargo, las
RUP mantienen un estrecho contacto para que la U. E. tenga bien presente su situación. El
resultado de esta estrecha colaboración es el Programa RUP-PLUS para dar a conocer su
situación a los estados que se vayan incorporando, estudiar cómo les afecta el proceso
globalizador y elaborar estrategias comunes de cara al futuro.
La Nacionalidad Canaria padece una serie de desventajas comparativas derivadas de su
situación ultraperiférica, insularidad nuestra Nacionalidad tiene evidentes dificultades de
accesibilidad (para entrar y salir del Archipiélago) y padece una fuerte dependencia de los
transportes aéreos y marítimos. La doble insularidad: Las islas no capitalinas sufren una doble
dependencia al estar casi todas las actividades administrativas y económicas concentradas en
las dos islas capitalinas.
Europa es, por ahora, nuestro principal mercado abastecedor y receptor. El punto europeo
más cercano está a 1500 Km. Escasez de recursos naturales estratégicos: agua, energía y suelo.
Relieve accidentado en la mayoría de nuestras islas y fragilidad ambiental: nuestro territorio es
reducido (7500 Km2) y el turismo provoca un gran impacto ambiental (y cultural).
Para paliar, en la medida de lo posible, estas desventajas, la U. E. ha puesto en marcha
medidas económicas especiales y fondos específicos de ayuda para Canarias: medidas
económicas especiales: Están recogidas en el POSEICAN (Programa de Opciones Específicas por
la Lejanía e Insularidad de Canarias). Estas medidas tienen dos líneas fundamentales:
disposiciones fiscales y aduaneras y adaptación de las políticas agraria y pesquera comunes.
El REF: Para incorporarse a la CEE, Canarias tuvo que adaptar su REF a la normativa
comunitaria sobre competencia. Los instrumentos específicos para dinamizar la economía
canaria son: la RIC, la ZEC, las Z F y otras exenciones y ayudas fiscales.
– RIC: Se conceden beneficios fiscales a las empresas que inviertan y creen puestos de trabajo
en Canarias. Su objetivo es incentivar la inversión empresarial en el Archipiélago.
– ZEC (vigente hasta 2019): Concede ventajas fiscales y baja tributación a las empresas que se
instalen en ella con el fin de promover la diversificación económica y el desarrollo social.
Comprende todo el Archipiélago para las empresas de servicios, mientras que para empresas
de producción, transformación, manipulación y comercialización de mercancías comprende
sólo algunas zonas específicas.
– ZF: Permite la introducción de mercancías de cualquier procedencia, almacenarlas
indefinidamente, transformarlas y distribuirlas sin pagar aranceles.
La PAC: Se aplica con particularidades. Canarias cuenta con un REA (Régimen Específico
de Abastecimiento) para paliar los costes derivados de nuestra lejanía con respecto a
productos considerados esenciales para el consumo o la transformación, eximiéndolo de
derechos aduaneros cuando procedan de países no comunitarios. Entre otros, se encuentran
productos ganaderos y vegetales como el plátano y el tomate. La PPC: Se aplica con
peculiaridades para compensar los sobrecostes originados por nuestra ultraperificidad. Se
benefician: sectores del atún y sardina y productores de cefalópodos afincados en Canarias.
b. Fondo específico para compensar los costes de la ultraperificidad: Para el periodo actual
(2007-2013 se establece, para la Nacionalidad Canaria, en 35 euros por habitante
La situación de nuestro Archipiélago en la UE ha variado. En el momento de nuestro
ingreso en la CC, Canarias entra en el grupo de las regiones menos dinámicas. Esta
consideración nos permitió recibir cuantiosas ayudas y fondos de la UE con el fin de lograr la
convergencia con la media comunitaria.
En parte gracias a nuestro propio crecimiento, y en parte también debido a las ayudas de la
UE, nuestro PIB se asemejó a la media comunitaria y hemos abandonado, por méritos propios,
el grupo de regiones europeas más atrasadas.
A partir de 2007, Canarias se integra en el grupo de Regiones de Competitividad y Empleo
(RCE) de ayuda transitoria. Por ello, aunque en menor medida que en etapas anteriores,
seguiremos recibiendo ayudas del FSE y del FEDER. Para acceder a ellos, se ha presentado un
programa operativo en el que se indican los ejes prioritarios para invertir.
Cuando España comienza las negociaciones para entrar en la Comunidad Económica
Europea (C. E. E., hoy U. E.) en 1979, a Canarias se le ofrecen tres posibilidades o alternativas:
Quedarse al margen de la integración y quedar como un “país tercero”, es decir, no
comunitario. ¿Quiénes defendían esta alternativa? Sobre todos los importadores de coches
(Toyota, …) y otros productos en Gran Canaria (aunque no sólo) a los que no le venían bien los
impuestos y limitaciones que la C.E.E. iba a imponer a la libre importación de sus productos.
Lógicamente, la C.E.E. no podía permitir la libre entrada de coches y otros productos en
Canarias porque, entonces, nuestro Archipiélago se convertiría en un auténtico coladero de
productos extranjeros (coches japoneses, …) que arruinarían a los productores y vendedores
de coches del resto de la C.E.E. Por tanto, si Canarias quería seguir disfrutando de sus
libertades comerciales (“lo que quedaba de los “puertos francos”) e importando productos
libremente, tenía que quedarse fuera de la C.E.E. Lógicamente, esta alternativa le venía mal a
otros sectores económicos que se opusieron a quedarse fuera de la U. E.
Integrase en las mismas condiciones que el resto de España sin especificidades. ¿Quiénes
defendían esta alternativa? Sobre todo los exportadores de productos hortofrutícolas
(plátanos, tomate, ..) de Tenerife (aunque no sólo). Les venía bien la integración total para
poder enviar sus productos agrícolas libremente y sin trabas al resto del territorio comunitario.
Si quedaban fuera de la C.E.E., sus productos (plátanos, …) iban a tener los mismos impuestos
y limitaciones que los productos de Honduras o Brasil, por ejemplo, lo que implicaría perder o
retroceder en el mercado peninsular y europeo, tradicionalmente abierto a los productos
agrícolas canarios.
Integrase en condiciones especiales que acomodaran su régimen de franquicias a los
principios del mercado comunitario. Es decir, entrar en la C.E.E. pero intentando salvaguardar,
en la medida de lo posible, todo nuestro acervo fiscal (REF, ….). Esta fue la opción que triunfó
después de negociaciones extremadamente difíciles y polémicas. Canarias se integró en la
C.E.E. pero con algunas particularidades: la exención del I.V.A. (no tenemos IVA, sino el IGIC),
una aplicación flexible de la P.A.C. (Política Agraria Comunitaria), no aplicar la T.E.C. (Tarifa
Exterior Común) a las importaciones de primera necesidad, a los productos industriales cuya
transformación se destine exclusivamente al mercado interior canario y a los productos
electrónicos asiáticos (SANYO, …., tradicionalmente muy atractivos para el turismo: los turistas
aprovechaban la estancia en Canarias para hacer compras de productos más caros en el
continente: radio-cassettes, …).
Hoy, Canarias forma parte de las Regiones Ultraperiféricas de la U. E. (RUP) y se ha
integrado en la política regional de la U. E.
Conceptos:
La globalización o mundialización es un proceso económico, tecnológico,
social y cultural a escala planetaria que consiste en la creciente
comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo uniendo sus
mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales,
económicas y políticas que les dan un carácter global. La globalización es a menudo
identificada como un proceso dinámico producido principalmente por
las sociedades que viven bajo el capitalismo democrático o la democracia liberal, y
que han abierto sus puertas a la revolución informática, llegando a un nivel
considerable de liberalización y democratización en su cultura política, en su
ordenamiento jurídico y económico nacional, y en sus relaciones internacionales.
El índice de desarrollo humano (IDH) es un indicador del desarrollo
humano por país, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD). Se basa en un indicador social estadístico compuesto por tres
parámetros: vida larga y saludable, educación y nivel de vida digno.
Estado de bienestar es un concepto de las ciencias políticas y económicas con el que
se designa a una propuesta política o modelo general del Estado y de laorganización
social, según la cual el Estado provee servicios en cumplimiento de derechos sociales a
la totalidad de los habitantes de un país.
El Fondo de Cohesión de la Unión Europea fue creado cuando la institución se
llamaba Comunidad Europea. Estos fondos son ayudas de la Unión Europea con la
finalidad de financiar infraestructuras de transporte, proyectos de educación, salud y
medio ambiente. Estas ayudas están destinadas a los países con un PIB inferior al 90%
de la media de la UE. Su fin consistía en que los países del norte de Europa ayudaran a
los del sur a desarrollarse y que eso beneficiaría a todos los países de la Comunidad.
Los países del sur tras su desarrollo importarían a los del norte creándose un nuevo
mercado entre los miembros de la CE.
Los Fondos Estructurales y el Fondo de Cohesión son los instrumentos financieros
de la política regional de la Unión Europea (UE), encaminada a reducir las diferencias
de desarrollo entre las regiones y los Estados miembros. Los Fondos contribuyen así
plenamente al objetivo de cohesión económica, social y territorial. Para el período
2007-2013, la dotación financiera asignada a la política regional asciende a casi 348
000 millones de euros: 278 000 millones para los Fondos Estructurales y 70 000
millones para el Fondo de Cohesión. Esta política representa un 35 % del presupuesto
comunitario, por lo que constituye la segunda partida presupuestaria más importante.
Se denomina regiones ultraperiféricas de la Unión Europea (RUP) a nueve
territorios que, aun estando geográficamente alejados del continente europeo, forman
parte indivisible de alguno de los veintiocho Estados miembros de la Unión. A
diferencia de los países y territorios de ultramar, se consideran parte integral del
territorio europeo formando parte del espacio de Schengen y aplicándose las leyes y
directrices de la Unión, sobre las que se reconocen tratos diferenciados en distintos
sectores según los términos del Tratado de Ámsterdam.
El Tratado de la Unión Europea (en ocasiones abreviado con las siglas TUE y también
llamado a menudo, sencillamente, Tratado de la Unión o Tratado de Maastricht) es el
sustrato político principal de toda la Unión Europea. Firmado en la ciudad neerlandesa
de Maastricht el 7 de febrero de 1992, entró en vigor el 10 de octubre de 1993 y fue
concebido como la culminación política de un conjunto normativo, vinculante para
todos los estados miembro de la unión, tanto para los futuros miembros como para los
estados firmantes en el momento del tratado. Éste estaba formado por una serie de
tratados preexistentes, los entonces vigentes eran tres, con los nombres de las
respectivas Comunidades Europeas a que daban lugar: el Tratado constitutivo de la
Comunidad Europea del Carbón y del Acero, el Tratado constitutivo de la Comunidad
Europea de la Energía Atómica y el Tratado constitutivo de la Comunidad Económica
Europea. Esos tres tratados anteriores están considerados como el pilar comunitario (o
primer pilar) y a ellos el TUE viene a añadir otros dos pilares político-jurídicos de nuevo
cuño, que él mismo regula: la política exterior y de seguridad común (o segundo pilar,
PESC) y los asuntos de justicia e interior (JAI) o tercer pilar. Se concebía así el conjunto
como un templo griego, conformado sobretres grandes pilares de integración y
funcionamiento que levantaban un friso superior, la nueva Unión Europea, que
presidía todo el paisaje comunitario y lo integraba en una supraestructura armónica.
El Estatuto de Autonomía es la norma institucional básica española de
una comunidad o de una ciudad autónoma, reconocida por la Constitución española
de 1978 en su artículo 147 y cuya aprobación se lleva a cabo mediante Ley Orgánica,
tipo de norma que requiere el voto favorable de la mayoría absoluta del Congreso de
los Diputados en una votación final sobre el conjunto del proyecto. En él se recogen, al
menos, la denominación de la Comunidad, la delimitación territorial, la denominación,
organización y sede de las instituciones autónomas, las competencias asumidas y, si
procede, los principios del régimen lingüístico.
El cabildo insular es una entidad administrativa moderna exclusiva de las Islas
Canarias (España), y que tiene su origen en los Cabildos o consejos de gobierno
existentes en el Antiguo Régimen. Son órganos de ámbito insular en las islas de El
Hierro, Fuerteventura, Gran Canaria, La Gomera, La Palma, Lanzarote y Tenerife. La isla
de La Graciosa no posee cabildo propio, ya que pertenece administrativamente al
ayuntamiento de Teguise, en la isla de Lanzarote. Se trata de administraciones locales.
Fondo de Compensación Interterritorial es un instrumento de financiación de las
Comunidades autónomas consistente en un fondo con destino a gastos de inversión,
cuyos recursos se distribuyen por las Cortes Generales entre dichas Comunidades
autónomas y provincias, en su caso, con el fin de corregir desequilibrios económicos
interterritoriales y de hacer efectivo el principio de solidaridad. Su regulación se
contiene en la propia Constitución (art. 158.2) y en la Ley 7/1984, de 31 de marzo,
del Fondo de Compensación Interterritorial.
Prácticas:
2.2 Gráfico sobre el “nivel de renta por habitante en España en relación con la
media de la Unión Europea”.
Hace ya más de veinte años que España ingresó en la Comunidad Europea. Por lo
tanto, tenemos ya una perspectiva temporal suficiente como para hacer un balance de
las ventajas y posibles inconvenientes de nuestra incorporación. No es una tarea
sencilla, ya que la pertenencia a la Unión conlleva consecuencias en multitud de temas,
y algunas de ellas son difícilmente medibles. No obstante, existe la opinión
generalizada de que el balance final es claramente positivo en los planos político,
económico, social, ambiental y territorial.
Tras varias décadas de aislamiento internacional durante la dictadura franquista, la
incorporación de España a la Comunidad Europea supuso un espaldarazo a la joven
democracia española y el retorno de nuestro país a la escena internacional. Por lo
tanto, la mera adhesión de España ejerció efectos positivos inmediatos desde el punto
de vista político.
Desde entonces, España ha tenido una mayor presencia en los foros internacionales
y ha intensificado su política exterior.
Sin duda la incorporación de España a la Unión Europea ha sido un factor clave en la
modernización de nuestra economía. Los primeros años de aplicación de las políticas
europeas fueron difíciles para algunos sectores, como en el terreno agrícola, pesca, la
industria, los transportes y el comercio; que tuvieron que acometer
una reconversión (carbón, siderurgia, producción de leche, pesca, etc.), suavizada por
las ayudas comunitarias. Pero la economía en su conjunto ha experimentado una
evolución muy positiva, con un crecimiento claramente superior a la media
comunitaria. España partía de un nivel de renta per cápita bajo en el contexto
europeo, pero ahora se sitúa a un nivel semejante al de Italia o Francia.
En esta progresión no debe olvidarse que España ha sido el país que más fondos
comunitarios ha recibido, lo que le ha permitido desarrollar de forma espectacular
sus infraestructuras, a la vez mejoró la formación de su mano de obra.
Esta situación se va a modificar en 2010, fecha en la que nuestro país se convertirá
en contribuyente neto (es decir, que aportará más dinero del que recibirá de la U.E.),
como consecuencia del efecto conjunto del progreso de nuestra economía y de la
incorporación a la Unión Europea de nuevos países en las dos últimas ampliaciones,
con un nivel de renta muy bajo. Ese aspecto se aprecia claramente en la gráfica en la
que se ve como tras la incorporación de los diez nuevos países, España alcanza la
media europea, aspecto que sin embargo no ocurre si se compara con la U.E. de los
quince, con lo que ha dejado de cumplir los requisitos para recibir fondos de cohesión,
estructurales y agrícolas.
Pocas regiones españolas seguirán percibiendo los fondos europeos, por su baja
renta, entre ellas lo serán: Galicia, Extremadura, Andalucía y otras, que se mantienen
dentro del Objetivo 1 (Objetivo de convergencia, por presentar rentas más bajas que la
media europea).
La adhesión de España a la Unión ha supuesto para las empresas un gran reto y a la
vez una oportunidad única, al tener que competir en un mercado más amplio y con
ello poder crecer en tamaño e incrementar su dimensión internacional. Nuestras
empresas han tenido que hacer un gran esfuerzo de modernización tecnológica y
aumento de su competitividad. Pero no todas han podido adaptarse a las nuevas
condiciones y sobrevivir en un mercado más competitivo.
En cualquier caso, nuestra economía se ha abierto gradualmente hacia el exterior.
España ha incrementado de forma espectacular los intercambios comerciales con los
demás países comunitarios, pero también con el resto del mundo. Al mismo tiempo,
ha recibido una cuantiosa inversión exterior, y en los últimos años se ha convertido en
un destacado inversor en el extranjero, sobretodo en Latinoamérica, donde las
principales compañías españolas tienen una especial implantación.
Un hito decisivo para la economía del país ha sido la entrada en el euro, lo que ha
permitido disponer de una moneda fuerte y estable, libre de las oscilaciones que
anteriormente tenía la peseta con respecto a las demás monedas. El euro facilita los
desplazamientos exteriores y los intercambios comerciales. Sin embargo, la política
monetaria queda ahora en manos del
Banco Europeo, que toma sus decisiones pensando en el conjunto de la zona euro.
Esas decisiones pueden no ser las más apropiadas para la situación particular de
España.
La Unión Europea ha destinados fondos a la mejora de la formación de los
trabajadores en nuestro país, ha apoyado la lucha contra la discriminación, ha
facilitado el desplazamiento de miles de estudiantes españoles a otros países europeos
en el marco del programa Erasmus, y ha financiado la participación de nuestros
científicos en numerosos proyectos europeos de
I + D (Investigación y Desarrollo), formando parte de los equipos internacionales.
España al ingresar en la Unión carecía de un Estado del Bienestar muy por debajo al de
otros estados miembros. Desde entonces las administraciones públicas dedicaron un
gasto creciente a su creación, a pesar de la coyuntura económica adversa, con dos
profundas recesiones. Así, ha tenido lugar un notable aumento de las prestaciones
sociales y la universalización de los servicios básicos, como la sanidad y la educación,
poniéndose fin a la carencia histórica que diferenciaba a España de los países más
avanzados de Europa.
En el plano ambiental, la normativa comunitaria ha obligado a nuestro país a
aumentar los mecanismos de control y educción de los impactos ambientales, y ha
favorecido la preservación de la naturaleza y la biodiversidad. Un dato ilustrativo en
este sentido es el de la extensión de los espacios naturales protegidos de nuestro país,
que solo en los diez primeros años de pertenencia a la Unión pasó de 375.000 a
2.800.000 hectáreas.
Estos son solo algunos ejemplos de las consecuencias de la incorporación de España
a la U.E., que afectan a casi todos los sectores de nuestra vida.
2.3 Mapa de Canarias.
Nos encontramos ante un mapa temático de figuras que representa la ordenación
territorial, desde el punto de vista político-administrativo, del espacio geográfico de la
Nacionalidad Canaria. El tipo de escala es gráfica, de pequeña escala, y la fuente no aparece
indicada.
La organización político administrativa actual del territorio de España es propia de un
estado descentralizado que reparte las decisiones para gobernarse en tres divisiones
territoriales con capacidad de autogobierno según las competencias; hablamos del municipio
(entidad territorial básica), de la provincia (entidad territorial formada por agrupación de
municipios) y de la comunidad autónoma (entidad territorial formada por provincias limítrofes,
territorios insulares o provincias con entidad regional histórica).
El mapa representa a la Comunidad Autónoma de Canarias, una de las 17 comunidades del
Estado español. Tiene carácter insular, constituyéndose en comunidad autónoma con la
aprobación de su Estatuto de Autonomía en 1.982, por la vía del art.143 de la Constitución de
1.978, modificado en 1.996 para ampliar sus competencias, dotándolo de un alto nivel de
autogobierno, y el intento de una reforma que resultó fallida en 2.006.
El Estatuto de Autonomía de Canarias, norma institucional básica, reconoce a Canarias
como una entidad política con hechos diferenciales como son la insularidad y la lejanía de la
Península. El Estatuto establece una capitalidad compartida entre las dos capitales provinciales
así como el funcionamiento de unas instituciones propias y la organización de la
administración territorial. También establece cuáles son las competencias exclusivas (recaen
directamente en la Comunidad) como ordenación del territorio, vivienda, comercio interior…, y
las competencias compartidas entre las instituciones autonómicas y las del gobierno central
como protección del medio ambiente, enseñanza, sanidad…
El mapa hace referencia a los territorios que forman la Comunidad Autónoma de Canarias:
islas de La Palma (capital S/C de La Palma), El Hierro (Valverde), La Gomera (San. Sebastián de
La Gomera), Tenerife (S/C de Tfe.), Gran Canaria (Las Palmas de G:C.), Fuerteventura (Pto. Del
Rosario) y Lanzarote (Arrecife) así como otros territorios insulares como el archipiélago Chinijo
(La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste) dependiente
administrativamente de Lanzarote y el islote de Lobos de Fuerteventura. Se observa en el
mapa una línea discontinua que hace referencia a la división provincial del archipiélago en la
provincia occidental: S/C de Tenerife con capital en S/C de Tenerife y la provincia oriental: Las
Palmas con capital en Las Palmas de G.C. El Estatuto organiza el territorio canario en islas y
municipios.
Son los elementos que organizan el territorio de la comunidad autónoma de Canarias y las
competencias que les atribuye el Parlamento de Canarias, dentro del marco estatutario, serán
ejercidas por los CABILDOS. Estos son a la misma vez órganos de gobierno, administración y
representación de cada isla e instituciones de la comunidad autónoma.
Las competencias o funciones de los cabildos que derivan de su doble naturaleza de
organismos de la comunidad autónoma y de órganos de autogobierno insular son las
competencias relacionadas con la pertenencia a la comunidad autónoma: proponer iniciativas
legislativas en el parlamento de Canarias, representar al gobierno canario en cada isla.
Las competencias propias de los cabildos: administración y representación de cada isla
(elaboración de planes insulares de obras y de servicios, apoyo a municipios) y el desempeño
de competencias transferidas por la comunidad autónoma (forestales, medio ambiente,
planeamiento urbano, transporte, patrimonio histórico, plan de emergencias, etc)
Cada cabildo se compone de un Consejo de Gobierno (función: dirigir el gobierno y
administración de la isla) integrado por su Presidente y los Consejeros elegidos por él. Y de un
Pleno formado por los consejeros elegidos por la ciudadanía de entre los diferentes partidos
políticos, cuya función es aprobar los presupuestos y los planes insulares.
Los municipios son las entidades territoriales básicas de la organización del Estado. Tiene
plena autonomía en el ejercicio de sus competencias. Cada municipio tiene la representación,
administración y gobierno de su término municipal realizadas por los ayuntamientos, que
están integrados por los Concejales (elegidos por los vecinos del municipio por sufragio
universal) y el Alcalde. Los ayuntamientos prestan servicios básicos a la ciudadanía (agua,
alcantarillado, policía local, alumbrado, limpieza…)
Otras divisiones político-administrativas son las mancomunidades de municipios, como la
mancomunidad del Sureste de Gran Canaria (Ingenio, Agüimes y Sta. Lucía), la mancomunidad
del Norte (Arucas, Firgas, Santa María de Guía.
De acuerdo con el Estatuto, la comunidad autónoma de Canarias ejerce sus poderes a
través de las siguientes instituciones:
El Parlamento de Canarias representa al pueblo canario y está formado por diputados, cuyo
nº no puede ser inferior a 50 ni superior a 70, elegidos por sufragio universal cada cuatro
años. En la actualidad son 60 diputados.
Funciones: elaborar leyes de la comunidad, aprobar el presupuesto autonómico, control de la
acción del gobierno, presentar propuestas de leyes a las Cortes Generales. Tiene su sede en
S/C de Tenerife.
El gobierno de Canarias es el órgano que ejecuta las distintas políticas así como la
administración de la comunidad autónoma. El Parlamento puede exigirle responsabilidades
por medio de la moción de la censura.
El gobierno está compuesto por el Presidente y los Consejeros. Su sede se alterna entre las dos
provincias.
El Presidente del Gobierno de Canarias es elegido entre los miembros del Parlamento de
Canarias y nombrado por el rey. Tiene la máxima representación de la comunidad. Se encarga
de dirigir y coordinar la actividad del gobierno de la cual es el responsable ante el Parlamento.
Los Consejeros nombrados por el Presidente del Gobierno de Canarias son los encargados de
las distintas ramas de la administración autonómica: economía y hacienda, empleo, turismo,
etc.
El diputado del común vigila las actividades de las administraciones públicas canarias para
evitar vulneraciones de los derechos y libertades constitucionales de la ciudadanía canaria.
Esta institución tiene su sede en S/C de La Palma.
El tribunal superior de justicia es el órgano judicial más alto dentro de la organización
judicial del territorio canario, sin perjuicio de la jurisdicción del Tribunal Supremo del Estado.
Su sede se encuentra en Las Palmas de Gran Canaria.
Otras instituciones autonómicas son la audiencia de cuentas (controla la gestión económica
y financiera de la Administración); el consejo consultivo (ajusta la propuestas de ley del
Parlamento canario con el Estatuto de Autonomía y la Constitución) y el consejo económico y
social como órgano que asesora al gobierno.
El sistema electoral es el de la representación proporcional, y cada una de las siete islas
constituye una circunscripción electoral. Dicho sistema es en la actualidad objeto de discusión
en relación al peso que tiene el criterio de la representación territorial sobre el criterio del
peso poblacional, la distribución de escaños por islas y por lo tanto de la representatividad del
Parlamento de Canarias. Las islas mayores están más pobladas e infrarrepresentadas.
La existencia de elevadas barreras electorales (6% regional y 30% insular), excluyen a
partidos políticos que han obtenido un apoyo electoral significativo en sus circunscripciones.
Algunas propuestas hablan del 5% del total de cada circunscripción electoral para poder tener
representación.
El proceso de reforma del sistema electoral exige una mayoría de 2/3 para su modificación,
más que la reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias, que puede ser reformado por
mayoría absoluta.