La teoría del crecimiento endógeno sostiene que el crecimiento económico es el resultado de factores endógenos y no de fuerzas externas como propone la teoría neoclásica. Asimismo mantiene que el capital humano, la innovación y el conocimiento contribuyen de manera significativa a potenciar el crecimiento. La teoría se centra también en las externalidades positivas y en los efectos spillover que, por una economía basada en el conocimiento, serán la base del desarrollo económico. Defiende que ciertas políticas pueden tener efectos positivos en la tasa de crecimiento a largo plazo, tales como subsidios a la investigación o a la educación; ambas incrementarán la tasa de crecimiento en algunos modelos al agregar un acicate a la innovación.La consideración del modelo neoclásico que el ritmo de progreso técnico viene determinado desde fuera de la esfera económica tiene escasa evidencia empírica. En la teoría del crecimiento endógeno, el progreso técnico es el resultado de inversiones que los agentes económicos llevan a cabo con el objetivo de obtener un beneficio. Esta teoría ha permitido explicar por qué la economía de los países industrializados vienen produciendo cantidades per cápita mucho mayores que las de hace un siglo. Es también una teoría útil para los países subdesarrollados en cuanto que ofrece una alternativa sin dependencia en factores exógenos.