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EL ESTUDIO DE LA MEMORIA EN EL CONTEXTO DEL PROCESAMIENTO
DE LA INFORMACION.
Dr. Roberto Corral
Dr. Mayra Manzano
Mg. Rosario Torres
Dr. Liliana Morenza
INTRODUCCION
Muchas disciplinas científicas, tales como la Psicología, la Neurofisiología, la
Neuropsicología, la Neurobioquímica entre otras, se interesan en la actualidad en el estudio
de la memoria. La importancia del estudio de la memoria en los límites de la Psicología es
obvia: si no poseyéramos mecanismos mediante los cuales se almacenara y se recuperara la
experiencia anterior, el funcionamiento intelectual sería imposible; no aprenderíamos de
nuestra experiencia ni reconoceríamos absolutamente nada, el lenguaje no podría existir y
por tanto sería imposible la comunicación y el control de las acciones, viviríamos como
han dicho muchos, en un "eterno presente", en un mundo cuyos objetos y relaciones serían
siempre nuevos y por lo tanto desconocidos para nosotros. La memoria es pues
imprescindible para la supervivencia, la adaptación y la transformación del mundo por
parte del ser humano y de nuestras capacidades cognoscitivas es, probablemente, la más
importante.
Desde siempre el reconocimiento de que la experiencia se preserva para su uso ulterior
supuso la existencia de dos procesos o fenómenos fundamentales: el proceso de
almacenamiento mediante el cual preservamos el pasado y, correspondientemente, el
proceso de recuperación o de activación mediante el cual esa experiencia se actualiza para
ser utilizada.
Tradicionalmente esos procesos han sido descritos en términos de huellas, asociaciones
entre ideas y representaciones, hábitos y fuerzas de respuesta, según las distintas
posiciones teóricas conductistas, asociacionistas, gestaltistas que sustentan los autores.
Especial interés cobraron algunos fenómenos de la memoria en el psicoanálisis. De
acuerdo con esta última la pérdida de memoria en el adulto está relacionada con la
represión de eventos con una connotación afectiva negativa. Aún a riesgo de caer en una
sobresimplificación de ideas que han influido notablemente en la Psicología y en la cultura
occidental contemporánea, lo que S. Freud denominaba con el término de represión en
relación con los traumas infantiles son considerados como olvidos funcionales en el adulto
entre ellos uno de los casos más dramáticos es la fuga histérica (Linn, 1982).
Las ideas predominantes en prácticamente todas estas escuelas consisten básicamente en
considerar la memoria como algo que aparece, que existe continuamente y desaparece
sucesivamente de la conciencia o de la conducta por la incidencia de un estímulo, o por el
control o represión de diferentes deseos. Estos puntos de vista, muchos de ellos muy
productivos en el momento histórico en que surgieron y otros, cuya utilización se mantiene
vigente en la Psicología Contemporánea no alcanzan a revelar la complejidad de nuestros
procesos mnémicos y, en cierta medida, algunos son ajenos a nuestros procesos mentales, a
la creatividad, al carácter activo constructivo de la propia memoria.
En la Psicología que se fundamenta en el materialismo dialéctico e histórico, la memoria es
considerada como un proceso que nos permite conservar y reproducir las huellas de una
experiencia anterior y reaccionar a las señales y situaciones que han dejado de actuar
directamente sobre el hombre. (Luria, 1984)
La memoria constituye uno de los campos de trabajo más antiguos de la Psicología
Experimental. Reseñar los avatares que ha sufrido el estudio de la memoria desde las
últimas décadas del siglo pasado hasta nuestros días no es el objetivo de este trabajo. La
referencia a los cambios paradigmáticos en el estudio de la memoria son sólo elementos
que permitirán una mejor comprensión de los estudios actuales que se desarrollan en este
campo en el contexto de una de las corrientes más pujantes en la actualidad en el estudio
de los procesos cognoscitivos: el procesamiento de la información. Asomarnos a ese
mundo de ideas, a los datos experimentales que se ha amasado en las últimas tres décadas,
a la interpretación de los mismos, a sus posibles aplicaciones a la práctica profesional, así
como a la discusión de las insuficiencias de esta corriente en el estudio de la memoria
constituye el objetivo fundamental de este trabajo.
1-ALGUNOS MOMENTOS FUNDAMENTALES EN EL ESTUDIO DE LA MEMORIA
Los primeros estudios experimentales en este campo están fuertemente asociados al
nombre de Hermann Ebbinghaus. En 1879 H. Ebbinghaus comenzó sus estudios de
memoria en los que utilizó como material sílabas sin sentido. Aunque estos no fueron sus
únicos trabajos experimentales, como bien señalan L. Sprung y H. Sprung (1986), ellos le
aseguraron un lugar de honor en la Psicología Experimental. El resultado más conocido de
H. Ebbinghaus fue su curva de retención o curva del olvido obtenida por el método creado
por él del reaprendizaje o ahorro. Estos resultados lo convirtieron en uno de los primeros
que intentaron cuantificar el olvido (Murray, 1975). Él encontró que el olvido era primero
rápido y después los montos de las pérdidas disminuían de una forma más gradual de
manera tal que la cantidad de material olvidado en 31 días era sólo un poco menor que la
olvidada después de 8 horas. Entre otros resultados experimentales, mostró, además el
efecto de la repetición sobre el aprendizaje: para reproducir perfectamente una lista de 16
sílabas sin sentido hacían falta alrededor de 30 repeticiones; 8 repeticiones resultaban
insuficientes y con 64 se producían los efectos del sobreaprendizaje. También estudió los
efectos de las asociaciones intra listas y obtuvo resultados invirtiendo el orden de las listas
a aprender de un 12.4 % de ahorro, obteniendo así una evidencia de las asociaciones "hacia
atrás".
Otros autores plantean (Wertheimer, 1986) que ya en sus experiencias se revelaba el efecto
de primacía y de lo reciente que han sido retomados en la literatura de la memoria de los
últimos 30 años. Aunque dijo poco (Murray, 1975) acerca de la interferencia de otro
aprendizaje sobre uno nuevo, sus datos sirvieron de base a los estudios que sobre este tema
se desarrollarían después. El Simposium sobre memoria realizado en Berlín en 1985 en
conmemoración del centenario de la aparición del libro de H. Ebbinghaus "La Memoria:
Una Contribución a la Psicología Experimental", propició un análisis crítico de la obra de
este autor y de la significación de la misma en el desarrollo ulterior de los estudios de la
memoria. Muchos autores al referirse a la obra de H. Ebbinghaus consideran que él
descubrió mucho de lo que hoy sabemos de la memoria para materiales sin sentido. Para
autores como M. Wertheimer (1986) lo único que se ha adicionado a la obra de H.
Ebbinghaus es el descubrimiento de la llamada memoria sensorial, y los estudios de la
llamada memoria con significado.
Otros autores reconocen los valores de la obra de H. Ebbinghaus pero subrayan las
diferencias que existen entre la orientación experimental de este y la de los estudios
actuales de la memoria. Como señala con claridad M. W. Eysenck (1986), H. Ebbinghaus
trató de igualar la presentación del estímulo a su codificación, al utilizar un material sin
sentido él evitaba la utilización de estrategias mnémicas. Esto establece una diferencia
fundamental con los estudios actuales de la memoria: se trata ahora de profundizar en la
distinción entre cómo el estímulo es presentado y cómo es codificado, lo que conlleva a la
consideración de un sujeto activo. "El que aprende no es un sujeto que recepciona
pasivamente la información como fue concebido en los experimentos de H. Ebbinghaus"
(M. W. Eysenck, 1986). Como dato curioso podemos señalar que H. Ebbinghaus fue sujeto
único de sus propias experiencias. El sujeto que aprende procesa activamente la
información de entrada. Según F. Klix (1986) el propio Ebbinghaus reconoció la
restricción de la utilización en sus experimentos de las sílabas sin sentido. El consideró que
el conocimiento que se produce en las interacciones cotidianas era demasiado complejo
para reconocer en él relaciones de causa efecto.
Para comprender mejor los propios trabajos de Ebbinghaus y el sentido de los avances
ulteriores hay que remitirse al estado de la Psicología en la época en la cual él produjo sus
trabajos experimentales fundamentales acerca de la memoria. Como bien señala A. R.
Luria (1977) y como está reflejado en la obra escrita por L. S. Vigotski en 1926 "El
Sentido Histórico de la Crisis de la Psicología" la situación de la Psicología mundial al
inicio del siglo XX era muy particular. En este momento coexistían en la Psicología dos
direcciones diferentes básicas: una llamada "explicativa" y otra llamada "descriptiva". Los
representantes de la llamada dirección explicativa intentaron simplificar la complejidad de
los fenómenos psicológicos, y utilizaron métodos en los cuales las nociones de sentido o
significado no eran tomadas en cuenta. H. Ebbinghaus fue uno de los representantes más
legítimos de esta dirección como puede constatarse en la utilización de sílabas sin sentido
en sus experimentos. Los exponentes de esta dirección, al tratar de convertir la Psicología
en una ciencia natural, no tomaron en cuenta aspectos fundamentales que caracterizan las
funciones psíquicas superiores en el hombre, tales como: la acción consciente, la atención
voluntaria, el carácter activo de la memorización, etc.
En la llamada corriente descriptiva, entre cuyos representantes podemos citar a Dilthey y
Spranger, se desarrollaron las formas superiores de las experiencias conscientes de una
forma mentalista, que no lograron depasar la descripción fenomenológica de los
fenómenos psicológicos. Ellos no estaban interesados en la explicación de las causas de los
fenómenos psicológios complejos, más bien trataron de evitarla. Esto fue considerado por
L. S. Vigotski como una crisis a cuya superación dedicaría su genio creador.
Es por eso que un cuadro diferente aparece ante nuestros ojos con los estudios que en la
década de los años 30 de este siglo comenzaron a realizar algunos psicólogos soviéticos
bajo la dirección de L. S. Vigotski.
Como resultado de la extensión al campo de la memoria de las ideas de S. L. Vigotski
acerca del origen social y la estructura mediadora de los procesos psíquicos superiores, el
significado de la palabra y la estructura sistémica y semántica de la conciencia, la memoria
aparece como un proceso determinado histórico socialmente que se distingue de la
memoria estudiada hasta el momento en el hecho de que lo que la caracteriza
esencialmente es la acción activa del sujeto en el desarrollo y la incorporación de
elementos, al inicio artificiales y después significativos, que le permiten almacenar y
recuperar la información de forma más eficiente. Si esto es posible es gracias a la
reestructuración de las relaciones interfuncionales de la memoria con otros procesos tales
como el pensamiento y el lenguaje en donde el elemento significativo o semántico juega un
papel decisivo.
Bajo la dirección de L. S. Vigotski se realizaron importantes estudios en el campo de la
memoria, entre los que se destacan los trabajos de A. N. Leontiev, P. I. Zinchenko, A. A.
Smirnov. De entre las obras fundamentales ae destaca "Desarrollo de la Memoria" escrita
por A. N. Leontiev en 1931 y en la cual se relatan las experiencias llevadas a cabo entre
1928 y 1930 en el laboratorio de Psicología de la Academia de Educación Comunista N. K.
Krupskaia. Estos trabajos realizados en el campo de la memoria, que se llevaron a cabo de
acuerdo con las ideas de la Escuela Histórico Cultural, constituyeron las primeras grandes
investigaciones dedicadas al problema de la mediatización de las funciones psíquicas
superiores en el proceso del desarrollo ontogenético. En estas experiencias, en las que se
utilizó el método de la doble estimulación, se abordó por primera vez de forma
experimental la utilización de medios externos como medios para el recuerdo.
Mientras que a la luz de los principios de la Escuela Histórico Cultural fundada por L. S.
Vigotski se avanzaba en el estudio de la memoria en la dirección antes referida, en la
Psicología occidental se continuaron los trabajos iniciados por H. Ebbinghaus y se
plantearon nuevas vías para el estudio de la memoria. Entre estas últimas se destacan los
trabajos de A. Binet y H. Henri acerca de la memoria de palabras y frases; las
investigaciones de B. Zeigarnick, realizadas bajo la influencia de K. Lewin, en las cuales
descubre que las tareas cuya realización no se ha completado se mantienen en la memoria
dos veces más que aquellas tareas terminadas por el sujeto, fenómeno que se conoce en la
literatura como efecto Zeigarnick. Además, es preciso destacar los trabajos de F.C. Bartlett
(1932), considerado uno de los precursores del enfoque del procesamiento de la
información, en los cuales se plantea la reproducción de materiales complejos y la
revelación del carácter activo del sujeto.
A pesar de estos intentos no es hasta el surgimiento del enfoque del procesamiento de la
información que en la Psicología occidental pasa a un primer plano en el estudio de la
memoria la utilización de materiales con sentido, aún cuando no se abandona totalmente el
estudio de materiales sin sentido.
Un cambio paradigmático importante en el estudio de la memoria ocurre con la aparición
del enfoque del procesamiento de la información. En este los procesos mentales, y la
memoria entre ellos, aparecen como procesos activo constructivos. "Nuestras imágenes no
son copias exactas de la realidad a manera de una fotografía, sino variaciones adaptativas;
la memoria verbal contiene nuevas organizaciones rítmicas y son mucho más que una
reproduccción exacta del original, la memoria a largo plazo se reorganiza de acuerdo a
nuestros intereses y valores, etc" (Neisser, 1967). Tal vez el término variaciones
adaptativas utilizado por U. Neisser no es muy feliz, sería preferible introducir un término
que incluyera la dimensión creadora. Los conceptos básicos introducidos entonces para
explicar cómo guardamos la información y cómo la recuperamos cambian a fin de captar
esta dimensión activo constructiva de los procesos. Conceptos tales como estrategias de
recuperación, búsqueda en memoria, etc. son comunes dentro de esta concepción. Estos
mecanismos se interponen y actúan entre la entrada de la información y la respuesta que
eventualmente ofrece el sujeto. La memoria aquí aparece como un momento o aspecto
hipotético en el proceso de la cognición, es decir, en el proceso mediante el cual la
información que ingresa en el sistema es "transformada, reducida, elaborada, almacenada,
recobrada o utilizada" (Neisser, 1967). Ella se define funcionalmente como aquel aspecto
de la cognición gracias al cual se almacena información para ser después utilizada en un
momento ulterior, es decir, la memoria se considera como momentos hipotéticos del
procesamiento de la información que suelen estudiarse en términos tanto estructurales
como funcionales. Al ser el hombre concebido como un procesador de información emerge
la necesidad de considerar la existencia de uno o varios almacenes en donde se retenga esta
información para ser sucesivamente transformada. Esta idea se concreta por primera vez en
el modelo atencional que Broadbent propuso en 1958 y en Neisser en 1967. Dentro de esta
concepción, los estudios de la memoria han ocupado un lugar central. Esto ha estado
determinado fundamentalmente por el hecho de que los investigadores han visto en ella un
área de confluencia importante con otros procesos como la percepción, la toma de
decisiones, el lenguaje, la formación de conceptos, etc. lo cual viabiliza la comprensión de
la cognición como confluencia que supera la tradicional en procesos tales como la
percepción, la memoria, el lenguaje, como procesos con sus propios objetos y leyes.
2- ¿UNA O VARIAS MEMORIAS?
Los procesos de almacenamiento y recuperación en nuestra memoria son, por supuesto,
procesos complejos. En este sentido cabe preguntarse si existe un solo almacén de
memoria o varios almacenes. La forma más inmediata de contestar esta pregunta es apelar
a nuestra intuición. Evidentemente existen algunos elementos que están almacenados desde
hace largo tiempo y que más o menos fácilmente son asequibles a nuestra conciencia, otros
en cambio ocurrieron hace tan poco tiempo que al parecer funcionan como una especie de
presente aunque en realidad pertenecen al pasado. Nos parece, en fin que existen diferentes
memorias implicadas en la retención del número de un expediente que debemos buscar en
un archivo y en la implicada cuando respondemos a la pregunta: ¿qué hizo usted el primer
día que asistió a la universidad? Intuitivamente nos parece que ellas difieren en su duración
algunos eventos se guardan por mucho tiempo, en cambio otros tienen una duración
limitada- en el grado de precisión con el que podemos evocar los distintos eventos algunos
aparecen claramente en nuestra conciencia mientras que otros son borrosos, fluctuantes y
requieren de un largo trabajo de reconstrucción; pueden diferir además, por ejemplo, en la
forma en que logramos el almacenamiento del material y en la forma en que lo
recuperamos. Ya en el siglo XIX W. James, J. Mill y J.S. Mill y W. Wundt plantearon que
la memoria poseía dos componentes diferentes, es decir, esbozaron teóricamente lo que se
conoce hoy con el nombre de "teoría dicotómica de la memoria" que en esencia plantea
que existen dos formas de memoria: una primaria o de corta duración y una secundaria de
larga duración.
Una segunda forma imprescindible, de responder a la pregunta, es a través de los datos que
proporciona la clínica. Desde hace mucho tiempo se sabe que la psicosis orgánica crónica
se caracteriza, entre otros síntomas, por trastornos de la memoria. En este sentido es
conocido que en el síndrome de Korsakoff las afectaciones de la memoria se limitan
principalmente a la incapacidad del enfermo para la retención de las huellas recientes, las
cuales sólo se logran recordar unos pocos minutos. Se puede hablar con el enfermo, salir
de la habitación, entrar enseguida, y este nos saludará como si nos viera por primera vez;
sin embargo los sucesos remotos los recuerda bien (Mayer Gross, Slater, Roth, 1969). Por
otro lado, B. Milner (1966) muestra que en sujetos con lesiones del hipocampo como
producto de una operación, se produce una destrucción de la memoria. En estos pacientes
no se observa la pérdida de hábitos adquiridos antes de la operación. En ellos el intelecto
parece conservarse intacto, como se evidencia en los resultados de la aplicación a los
mismos de pruebas tradicionales, pero se muestran incapaces de retener nuevas
informaciones. A pesar de esto, el registro directo de nuevas estimulaciones procede de
forma normal. Evaluados por métodos diferentes - escucha dicótica o presentación de filas
de números - la repetición verbal se mantiene durante unos cuantos minutos sin ninguna
pérdida. La interrupción de la repetición conlleva al olvido inmediato de lo que ocurrió
antes de esto, y un material sencillo, que no implicaba categorización en términos de
verbalización se borra aún sin la presencia de elementos distractores.
En este mismo sentido A.R. Luria (1982) plantea que los cambios observados en casos de
lesión de las áreas mediales de la región temporal y las formaciones colaterales, se reflejan
en la memoria. En estos enfermos se producen perturbaciones parecidas al síndrome de
Korsakoff. Como se observa, las evidencias clínicas con relación a sujetos que presentan
cuadros amnésicos también apoyan la idea de la existencia de diferentes tipos de memoria
o almacenes de memoria. Otra forma fundamental de responder a la pregunta formulada
acerca de la existencia de una o varias memorias es por medio de la experimentación. Las
pruebas experimentales provienen de lo que se conoce como el efecto serial de la
memorización en los experimentos de recuerdo libre. Cuando planteamos a un grupo de
sujetos la tarea de memorizar una lista de N ítems presentados serialmente, es decir, uno
tras otro, y después de pasado un tiempo le pedimos que los reproduzca libremente en el
orden en que aparezcan en su mente- observaremos que los elementos iniciales y finales se
reproducen mejor que los elementos que ocupan una posición intermedia en la serie (efecto
de precedencia y efecto de lo reciente). Si expresamos gráficamente los resultados en una
curva que relacione la posición serial de los ítems con la probabilidad de recordar
obtendríamos una curva como la que se muestra en la figura 1.
Fig 1 Curva de posición serial.
Como se observa en la Fig. 1, las palabras o ítems iniciales y finales se recuerdan mejor
que los que se encuentran en el centro de la serie. Como hemos señalado ya en otra parte
de este trabajo, el efecto serial es un fenómeno conocido desde que H. Ebbinghaus y los
investigadores que lo siguieron expresaron los efectos de precedencia y de lo reciente. Sin
embargo, no fue hasta la década de los años 60, con el diseño de situaciones
experimentales de mayor rigor metodológico, que se hizo posible manipular por separado
ambos efectos. Si introducimos entre la fase de repetición y la fase de reproducción una
tarea cualquiera, típicamente se utiliza una tarea aritmética complicada, por ejemplo,
conteo regresivo de tres en tres a partir de un número de tres dígitos, los resultados
variarán como se muestra en la Figura 2.
Fig 2 Anulación del efecto de lo reciente como producto de la tarea intercalada.
Los resultados experimentales obtenidos en la situación experimental, al ser comparados
con los obtenidos en la situación de control, recuerdo libre sin interferencia, demuestran
que la probabilidad de recordar los diferentes ítems de la serie, afecta sólo los elementos
finales de la serie. Estos elementos son los que más recientemente han entrado en nuestra
memoria, y por lo tanto son los que tienen la mayor probabilidad de ser interferidos por la
nueva tarea. ?Qué prueban estos resultados? Comprueban simplemente nuestra intuición y
las observaciones clínicas. El carácter probatorio de estos resultados proviene del hecho de
que una variable (la tarea interfiriente) afecta diferencialmente algunos elementos de la
serie y a otros no. La tarea interfiriente afecta fundamentalmente a la última parte de la
lista que son los elementos estudiados más tarde, los que quedan más recientemente en
nuestra memoria, en otras palabras, los que se almacenan en la memoria a corto plazo. Los
elementos estudiados primero, los iniciales y los del medio, constituyen la parte de la
información que ya pasó a la memoria a largo plazo y por tanto, no son influidos por la
tarea intercalada. Los resultados de Glanzer y Cunitz (1966), Glanzer y Schwartz (1971)
(citados por Loftus, 1976), confirmaron esta interpretación al encontrar variables que
influyen sobre los primeros elementos de la serie y que neutralizan el efecto de
precedencia. Esas variables son velocidades de presentación de las palabras de la serie,
frecuencia de uso y cercanía semántica de las palabras a recordar.
Los resultados obtenidos por estos autores se muestra en la Figura 3.
Fig. 3 Anulación del efecto de precedencia como producto de la velocidad de presentación
de las palabras de la serie, frecuencia de uso o cercanía semántica de las palabras a
recordar
Como muestran los resultados experimentales obtenidos, la probabilidad de recordar los
diferentes ítems de la serie afecta sólo los elementos iniciales. Se puede suponer que
mientras más rápido se presenten las palabras de la serie, que su frecuencia de uso sea
menor y que la lista esté conformada por palabras no relacionadas semánticamente se
impide que ellas pasen a la memoria a largo plazo y que, al mismo tiempo, tampoco se
encuentren en la memoria a corto plazo, ya que son desplazados por los ítems posteriores
de la memoria a corto plazo. Los resultados experimentales referidos a la anulación de los
efectos de precedencia y de lo reciente parecen confirmar la suposición de la existencia, al
menos, de dos almacenes de memoria que difieren en sus características, de estas últimas
las más importantes pudieran ser el tipo de material que contienen y el tiempo en que
operan. Esta concepción dicotómica de la memoria fue plasmada por D. Broadbent en
1958 en lo que se conoce como el primer modelo adecuado a la metáfora del hombre como
canal de transmisión de la información de capacidad limitada (Broadbent, 1958) En su
modelo, que se conoce como "modelo del filtro", la explicación de la selección atencional
y la capacidad de procesamiento limitado exige una memoria a corto plazo que permita
almacenar durante tiempos muy breves los elementos a los cuales no se ha prestado
atención con el objetivo de procesarla ulteriormente. Además, de las memorias a corto y
largo plazo, postuladas inicialmente de forma intuitiva, reveladas en la observación clínica
y más tarde comprobadas de modo experimental, la propia experimentación dio la
posibilidad de plantear un tercer tipo de memoria, conocida como memoria sensorial. Esta
memoria se describe generalmente como el primer almacén donde permanece la
información sensorial durante fracciones de segundo.
Algunos autores consideran que los almacenes de memoria existen en una variedad de
formas y difieren funcionalmente con relación a varias dimensiones: cada tipo representa,
probablemente, un sistema físico diferente en términos de sustrato fisiológico último,
localización y principios de operación. Además pueden ser distinguidos por el tipo de
material que contienen y por el tiempo en que operan (Kent, 1981).
3-EL MODELO DE LOS TRES COMPONENTES DE LA MEMORIA
La concepción de la memoria en forma de tres tipos de almacenes diferentes - sensorial, a
corto plazo y a largo plazo - constituyó en la década de los años 70 el esquema teórico
básico de los estudios de la memoria en el contexto del enfoque del procesamiento de la
información. A partir de la definición de tres bloques o componentes de la memoria se
construyen modelos. La importancia de la construcción de modelos radica en:
1-La posibilidad de hipotetizar acerca de cómo fluye la información entre los diferentes
bloques.
2-La caracterización de las propiedades de cada componente y la profundización de las
funciones de transferencia de la información entre los mismos.
3-Las propiedades de los almacenes pueden ser probadas experimentalmente y descritas
conductual y matemáticamente.
4-Ellos pueden ser aplicados a cualquier sistema que procese información, sea humano o
artificial.
Los modelos de memoria basados en tres componentes tienen sus antecedentes inmediatos
en los trabajos de D. Broadbent (1958), G. Sperling (1960, 1967), U. Neisser (1967) y D.
Norman (1969).
El más extendido de estos modelos en la década de los años 70 fue el modelo de los tres
componentes formulado por R. Atkinson y R. Shiffrin (Fig. 4).Los componentes básicos
del modelo se muestran en la siguiente figura:
Fig 4 Modelo de los tres componentes formulado por R. Atkinson y R. Shiffrin
De acuerdo con este modelo, la información en el medio interno mental sufre inicialmente
un registro sensorial, aquí la información se almacena en forma muy cercana a las
características físicas del estímulo, se puede decir que reproducen el estímulo de forma casi
puntual. La información en este tipo de almacén permanece durante un tiempo que no
excede 2 segundos. Después la información se pierde o pasa a la memoria a corto plazo, en
la cual permanece aproximadamente decenas de segundos (20 a 30 segundos),
supuestamente en forma de código acústico verbal. Si se controla el flujo de la información
entre los bloques se puede alargar el tiempo de permanencia de la información en la
memoria a corto plazo. En este modelo, en el componente de la memoria a corto plazo, se
incluye el proceso activo de manipulación de la información: lo que se ha llamado
"memoria operativa".
La memoria secundaria o memoria a largo plazo se caracteriza por la permanencia de la
información que se almacena en gran parte sin pérdida durante minutos, horas, días, meses,
años e incluso toda la vida, gracias a la organización de la información que se supone de
carácter categorial, semántica preferentemente. El modelo de los tres componentes
propuesto por R. Atkinson y R. Shiffrin permitió unificar la mayoría de los datos
experimentales que se produjeron en la década de los años 60. Analicemos en algún detalle
las diferencias que existen entre los diferentes tipos de almacenes. Las diferencias entre los
almacenes se analizarán de acuerdo con las características siguientes: entrada de la
información, representación de la información, volumen de la información almacenada,
pérdida de la información, tiempo de permanencia de la huella, recuperación de la
información y estructura del tipo de memoria.
3.1-LA MEMORIA SENSORIAL
El fenómeno de la post imagen, que aparece en forma de imágenes consecutivas,
sensaciones visuales a la luz que permanecen algún tiempo después de la terminación de la
acción del estímulo, ha sido ampliamente estudiado desde hace largo tiempo en la
Psicología, tanto como fenómeno perceptual como en sus bases fisiológicas. Sin embargo,
en los últimos 20 años este fenómeno cobró una nueva importancia en el enfoque del
procesamiento de la información. En este enfoque, la percepción es concebida como
sucesión de estados o procesos complejos que ocurren en un tiempo determinado, procesos
activos que posibilitan la consecusión de la imagen adecuada. El fenómeno de la post
imagen visto desde otro ángulo posibilita la preservación de las entradas de información
visual. De esta manera, el fenómeno de la post imagen se convierte en una etapa del
procesamiento de la información que debe ubicarse en un momento temprano dada su
naturaleza sensorial y que por su carácter de permanencia de la información comienza a
considerarse en términos de memoria.
De los tres almacenes o componentes de la memoria es en este en el cual la información
permanece por el período más breve. Se piensa que su función principal sea la de mantener
activo el estímulo para que se haga posible la operación de mecanismos de tipo perceptual
(Neisser, 1967). La denominación de esta etapa del procesamiento ha sido muy diversa y
es por eso que en la literatura puede encontrarse como "almacén de información visual",
"memoria icónica", "almacén visual a corto plazo", o "registro sensorial" (Long, 1980). Las
precisiones ulteriores en el conocimiento de las características de este tipo de memoria
deben mucho a los trabajos de G. Sperling (1960) y de U. Neisser (1967).
En sus experiencias, G. Sperling presenta taquitoscópicamente una serie de hileras de letras
(ocasionalmente dígitos) que varían en disposición y cantidad. Típicamente utilizó
matrices virtuales de 3 x 3 y 3 x 4.
TDR
SRN
FZR
7IVF
XL53
B4W7
El tiempo de duración del estímulo en la pantalla fue de 50 msg para sucesivas
exposiciones. La tarea del sujeto consistió en recordar, una vez retirado el estímulo, tantos
elementos como fuera posible (reporte global). Los resultados indicaron que los sujetos
recordaban sólo un promedio de 4.5 letras correctas (37.5 %), sin embargo, decían "ver"
más letras de las que podían repetir y que durante el reporte olvidaban parte del material.
Esto sugirió a Sperling que los sujetos poseían gran cantidad de información de donde
seleccionaban las letras "recordadas", 4.5 letras como promedio y el resto se perdía antes
de que el sujeto pudiera reportarla. La pregunta era entonces ¿De qué cantidad de
información dispone realmente el sujeto?. Para responder a esa pregunta G. Sperling
diseñó el procedimiento del reporte parcial. El procedimiento más extendido ha sido el del
"reporte parcial" diseñado por Sperling en sus experiencias iniciales. En este caso el
experimentador pedía a sus sujetos "informes parciales", es decir, los instruía para que al
escuchar un tono reportaran una parte del estímulo. Cuando el tono era alto los sujetos
debían reportar la primera hilera, cuando era medio debían reportar la hilera intermedia, y
así sucesivamente. El tono aparecía después de presentado el estímulo, de manera que el
sujeto no podía anticipar que parte del estímulo le sería solicitada. El resultado más notable
de estas experiencias fue que los reportes parciales de los sujetos resultaron ser superiores
(9.1 letras, 76 %) a los resultados de los sujetos cuando se les pedía informes globales del
estímulo visual.
En la Figura 5 se representa gráficamente la comparación de la ejecución de ambos grupos.
Fig 5 Diferencias entre el reporte parcial y el global
Los reportes de los sujetos y estos resultados sugieren que el estímulo visual "permanece"
de modo tal que puede ser "leído" como si estuviera aún presente, pero decae rápidamente,
por lo que sólo es posible emplear una pequeña parte de la información. ?Cuánto dura
entonces esta información? Para responder a esta pregunta se empleó nuevamente el diseño
del reporte parcial, con la diferencia de que se introdujeron variaciones temporales en el
momento de la aparición de la señal acústica que indica al sujeto qué hilera debía reportar.
De nuevo aquí el dato esencial es la superioridad del reporte parcial sobre el reporte total.
Al introducir variaciones temporales en el momento de la aparición de la señal acústica que
indica al sujeto qué hilera debe reportar, los reportes de los sujetos van deteriorándose
hasta alcanzar el mismo nivel que los reportes totales o globales. Esto ocurre
aproximadamente a los 500 msg. Tiempos superiores a los 500 msg producen valores
asintóticos de los reportes parciales con relación a los reportes totales. En otras palabras, la
superioridad del reporte parcial sobre el total se produce sólo si el tono aparece en un
tiempo menor a 1 seg. después de la presentación del estímulo. Esto permitió plantear que
el tiempo durante el cual el estímulo es legible es muy breve, es decir, el icón decae hasta
un punto en que la imagen se torna demasiado borrosa para ser leída (Neisser, 1967).
Estos experimentos han sido replicados y modificados más tarde por numerosos autores
como U. Neisser (1967), R.N. Haber (1983) y otros. Una vez establecido que los sujetos
pueden retener mucha información durante un corto período de tiempo, es necesario saber
si esta "permanencia" que puede ser "leída" es efectivamente visual. Para esto G. Sperling
diseñó el siguiente experimento en el cual varía el tipo de estimulación visual empleando
los llamados campos de pre y post exposición con diferentes medidas de iluminación o
brillantez (Fig. 6).
Fig. 6 Estos campos son los que aparecen en la pantalla del taquitoscopio antes y después
de la presentación del estímulo.
La figura muestra las dos condiciones experimentales: en el primer caso, los campos de pre
y post exposición son oscuros y en el segundo, estos tienen igual brillantez que el estímulo
(31 fotolamberts). Es de suponer que la primera condición favorecerá la permanencia del
estímulo, por un efecto de contraste entre los diferentes campos utilizados. En efecto,
cuando los campos de pre y post exposición son oscuros, hay una imagen que permanece
"legible" durante un tiempo que alcanza hasta 2 seg. aproximadamente. En cambio, cuando
ambos son brillantes, el campo de post exposición enmascara el estímulo, puesto que se
produce un efecto de reducción del contraste al sumarse la brillantez de los campos
sucesivos. Esto provoca un decaimiento rápido, de manera que la persistencia dura sólo
menos de medio segundo. Un efecto de enmascaramiento similar ocurre cuando se utilizan
marcadores visuales para indicar la parte del estímulo a reportar en lugar de un tono.
Típicamente se ubica una barra o un círculo sobre la letra que se desea señalar (Fig 7).
Fig. 7 Pauta de estimulación típica para estos experimentos.
E. Averbach diseñó el siguiente experimento comparando el efecto producido por barras y
círculo y variando el tiempo que media entre la presentación del estímulo y la presentación
del marcador.
Fig 8 Secuencia presentada en un ensayo típico.
Encontró que había notables diferencias entre ambos marcadores (Fig. 9).
Fig. 9 Efecto de borrado. Diferencia entre diferentes marcadores: círculos y barras.
El círculo no actuaba como una circunferencia vacía y por tanto producía un efecto de
"borrado" o enmascaramiento de la letra señalada. Este efecto se hace mayor cuando el
marcador es presentado alrededor de los 100 msg. después de retirado el estímulo.
Las investigaciones que siguieron a estos trabajos fueron reelaboraciones, réplicas y
adaptaciones del paradigma de reporte parcial y los resultados obtenidos en muchas
ocasiones han sido contradictorios. Algunos autores señalan como una posible causa de la
falta de concenso la incompatibilidad de los procedimientos experimentales utilizados.
(Long,1980). Este modelo ha sido también objeto de numerosas críticas.
1-Se plantea que para reportar la parte del estímulo indicada por el tono de aviso, el sujeto
necesita realizar un procesamiento de interpretación y selección de la parte del estímulo
que debe reportar y mientras eso ocurre el sujeto debe olvidar información, de manera que
la actuación del sujeto sería mejor si el procesamiento de la señal fuera más rápido.
2- Los resultados obtenidos pueden ser un fenómeno propio de la naturaleza tan familiar de
los estímulos (letras y dígitos)
3- La poca cantidad de items a reportar en el caso del reporte parcial no permite que actúe
la interferencia retroactiva con tanta fuerza como actúa cuando el sujeto debe reportar 12
elementos.
4- Los altos resultados del reporte parcial puede deberse a que los sujetos anticipen o
"adivinen" la parte del estímulo que van a tener que reportar después, a pesar de que la
presentación sea aleatoria.
5- Es posible que este paradigma ofrezca más información acerca de las estrategias de
procesamiento y recuperación de la información del icón que el icón mismo.
Con relación a algunos de los aspectos antes señalados, U. Neisser (1967) plantea que una
predisposición perceptual opera afectando lo que el sujeto hace durante el período de
almacenamiento icónico. Esto no quiere decir que la predisposición afecte la respuesta y no
la percepción. Decir cuándo opera no implica decidir cómo opera. Un fenómeno similar al
icón puede ser descrito al nivel del ingreso auditivo.
Si analizamos la naturaleza del ingreso auditivo en el lenguaje no es difícil darnos cuenta
de que un mecanismo que permita preservar el ingreso temporal es necesario para realizar
la síntesis necesaria a los fines de la comprensión de unidades cada vez mayores y de
superar la segmentación natural de la percepción auditiva.
A este tipo de memoria Neisser la llama memoria ecoica y junto con la anteriormente
descrita representan almacenes muy transitorios de información sensorial. En 1983 un
artículo de Haber promueve una discusión en torno a la validez explicativa del icón en la
percepción natural y como fase primera en el procesamiento de la información. Sin negar
su validez como hecho experimental, como fenómeno probado de la percepción
taquitoscópica; impugna su validez como hecho de la percepción en condiciones
"normales", en las cuales nuestra percepción (la percepción del espacio, la lectura, etc.)
aparece como continua, muy diferente a las condiciones en las cuales se produce el icón.
Si el icón no existe como hecho de la percepción "considerarla como un primer momento
en el procesamiento de la información es inadecuado" (Haber, 1983).
Algunos investigadores, continúan argumentando a favor de la necesidad de un almacén
sensorial de este tipo: W.R. Uttal (1983) considera el icón como el elemento primordial
que está en la base de percibir un movimiento como continuo; G.R. Loftus (1983) como el
elemento necesario para percibir el movimiento aparente; D.W. Massaro (1983) como el
estímulo relativamente estable y constante que permite el reconocimiento de patrones; etc.
y esto nos indica que el problema todavía no es un problema cerrado de la psicología del
procesamiento de la información.
En el caso de la memoria ecoica, el propio Haber reconoce la validez de un
almacenamiento sensorial de este tipo dado el carácter temporal - a diferencia de la
continuidad de la percepción visual - de la entrada auditiva.
A pesar de la discusión promovida alrededor de este tipo de memoria, las investigaciones
realizadas permiten aproximarnos a una caracterización de este componente inicial
planteado en el modelo de R. Atkinson y R. Shiffrin. Las características fundamentales se
reflejan en la Tabla I.
CARACTERISTICAS
ENTRADA DE LA INFORMACION
REPRESENTACION DE LA INFORMACION
VOLUMEN DE LA INFORMACION ALMACENADA
PERDIDA DE LA INFORMACION
TIEMPO DE PERMANENCIA DE LA HUELLA
RECUPERACION DE LA INFORMACION
ESTRUCTURA DE LA MEMORIA (ORGANIZACION)
REGISTRO SENSORIAL
Mecanismos preatentivos
Huellas de influjos sensoriales
Limitada por la cantidad de información trasmitida sensorialmente
Extinción
Aproximadamente un segundo
Lectura limitada sólo por la velocidad de reacción
Refleja el estímulo físico. No asociativa.
Tabla 1 Características relevantes del registro sensorial
(Memoria icónica o memoria ecoica)
3.2-MEMORIA A CORTO PLAZO (MCP), MEMORIA OPERATIVA Y MEMORIA A
LARGO PLAZO (MLP)
3.2.1-MEMORIA A CORTO PLAZO
De acuerdo con el modelo formulado por R. Atkinson y R. Shiffin, la memoria a corto
plazo es una forma más persistente de memoria a donde puede pasar la información
contenida en el almacén sensorial gracias al mecanismo atencional. Si hoy día se ha
avanzado en la comprensión de este componente de la memoria - su capacidad, su
sensibilidad a la influencia de la entrada de otros materiales que la interfieren, el
mecanismo de mantenimiento de la información, los mecanismos de búsqueda en
memoria, etc. - es gracias a trabajos de gran número de investigadores entre los cuales
sobresalen G.A. Miller, Brown y Peterson, S. Sternberg y otros.
Los procedimientos experimentales desarrollados para estudiar la MCP están en la
actualidad bastante estandarizados (Norman, 1969). Típicamente ellos consisten en dos
fases: una primera fase de repetición en donde los ítems a recordar se presentan en forma
seriada (uno tras otro) y una fase de prueba en donde se le pide al sujeto reproducir los
ítems presentados.
Entre esas dos fases suelen intercalarse tareas irrelevantes que presentan algún grado de
dificultad para el sujeto. La más socorrida de ellas es la de contar en alta voz de tres en tres
hacia atrás a partir de un número de tres cifras que proporciona brinda el experimentador.
El objetivo que cumple esta tarea intercalada es el de fijar un período de tiempo,
controlable por el experimentador, en el cual el sujeto no pueda repetir el material a
recordar. El experimentador puede introducir variaciones en el número de veces que el
sujeto repite el material, pero por lo general se presenta sólo una vez. Existen dos formas
básicas de la fase de prueba: la recordación, en la cual se le pide al sujeto reproducir
simplemente los ítems presentados en forma libre, es decir, de cualquier manera y en
orden, en este último caso el sujeto puede recordar sin sujetarse a un orden pero debe
recordar además del ítem su orden en la serie; y el reconocimiento en el cual, como la
palabra lo indica, el sujeto debe identificar en una serie de ítems, en la cual se mezclan los
presentados y otros nuevos, aquellos que integraban la lista original. Para el
reconocimiento también hay variantes, el reconocimiento simple consiste en presentar un
sólo ítem y el sujeto debe decidir si aparece o no en la lista original y la situación en la que
se enfrenta al sujeto a múltiples alternativas. Los indicadores clásicos que se utilizan en
este tipo de estudio son: el error y la latencia de los tiempos de reacción. Estos indicadores
constituyen las variables dependientes clásicas utilizadas tradicionalmente por la
Psicología experimental.
Utilizando un procedimiento típico de recuerdo Brown y Peterson (citados por Loftus,
1976) determinaron la duración del ítem en la MCP. El material utilizado fueron hileras de
tres consonantes (trigramas) que presentaron a los sujetos durante 3 seg.; la tarea
irrelevante (conteo regresivo) tuvo una duración variable de 0 a 18 seg. Relacionando la
variabilidad del intervalo de retención con la probabilidad de recuerdo ellos encontraron
los siguientes resultados:
Fig. 10 Resultados obtenidos a partir de la aplicación del paradigma experimental de
Brown y Peterson
Es fácil ver que si el intervalo de retención es 0, entonces la probabilidad de recordar
trigramas es casi de 1, en la medida en que el intervalo de retención aumenta, la
probabilidad del recuerdo disminuye hasta llegar a 0.1 aproximadamente a los 15 seg.
manteniéndose después en un valor asintótico. Las investigaciones de Keppel y
Underwood y de Wickens (citado por Loftus, 1976) no son más que variaciones del
anterior paradigma en donde se trata de responder a la pregunta: ?Qué variables
intervienen en el olvido del material de la MCP?.
Keppel y Underwood se interesaron en saber qué ocurría en cada uno de los tres primeros
ensayos utilizando el mismo procedimiento experimental que Brown y Peterson. Los
resultados obtenidos fueron los siguientes:
Fig 11 Resultados de Keppel y Underwood. Curva de los tres primeros trigramas de
acuerdo con la aplicación del paradigma de Brown y Peterson.
Es decir, con relación al primer trigrama no ocurre ningún olvido, con el segundo
comienza a ocurrir una pérdida y el tercero es descrito por una curva cuya morfología es
similar a la curva del paradigma original. A este fenómeno se le llama interferencia
proactiva pues describe la influencia que los trigramas anteriores van ejerciendo sobre los
posteriores. Wickens y cols. extendieron estos resultados utilizando distintos materiales a
recordar en las tareas propuestas durante un intervalo de retención constante a dos grupos:
uno experimental y otro control. El grupo control realizó los seis ensayos utilizando los
trigramas consonánticos mientras que, al grupo experimental se le presentaron, los tres
primeros ensayos con trigramas y los últimos tres con dígitos. Los resultados encontrados
mostraron que la ejecución del grupo experimental mejoraba a partir del cuarto ensayo, es
decir, a partir del cambio de material a recordar. La mejoría en el recuerdo de los dígitos es
comparable con la probabilidad de recuerdo que se observa en los primeros trigramas,
tanto para el grupo control como para el grupo experimental.
Fig. 12 Paradigma usado por Wickens. Resultados hipotéticos. Grupo experimental (O).
Grupo control (X).
Con sus experimentos C. D. Wickens trata de "anular" el efecto de la interferencia
proactiva. Sus resultados sugieren que el olvido en la MCP es el producto de la
interferencia de la información inicial sobre la información subsiguiente (Loftus, 1976). Si
intentáramos resumir los hallazgos experimentales en relación con las variables que
intervienen en el tiempo que se retiene la información y la influencia que ejerce la
retención de un material sobre el subsiguiente en la MCP tendríamos:
1-Un material interpolado en el intervalo de retención interfiere en el material a recordar:
mientras más largo sea e intervalo de retención mayor será la interferencia (Brown y
Peterson).
2-El material anterior influye sobre el material subsiguiente interfiriendo su reproducción
(Keppel y Underwood). La interferencia tiene una dirección. Cuando un material
almacenado anteriormente influye sobre el material posterior a este tipo de interferencia se
le llama interferencia proactiva.(Keppel y Underwood). Cuando un material posterior
influye interfiriendo el material anterior a esta interferencia se le llama retroactiva (Brown
y Peterson).
3-Las semejanzas o diferencias entre los materiales a recordar producen distintos efectos:
la semejanza entre ambos provoca una interferencia mayor y la diferencia no produce
prácticamente interferencia (Wickens). G.R. Loftus (1976) supone que el mecanismo que
está en la base de la interferencia es la competencia que se produce entre los dos
materiales.
Esta competencia se expresa a través del análisis de los errores que cometen los sujetos.
Por regla general los errores son ítems de listas anteriores que se mezclan en el recuerdo de
los ítems de la lista a recordar. El problema de la capacidad de la MCP presenta en este
capítulo un doble interés. Primero porque trataremos de responder a la pregunta de cuántos
elementos somos capaces de retener en la MCP y segundo porque daremos respuesta al
problema de la adecuación del bit como unidad de medida de la capacidad del canal de
información. Parece ser que es ineludible el hecho establecido por Miller (1956) en su
famoso artículo "El número mágico siete + dos" de que la capacidad de la MCP es de 7 + 2
pero, ?5, 7 ó 9 qué? Si cualquiera hace una pequeña experiencia donde se pide a un sujeto
recordar distintos materiales, ya sean palabras sin relación, sílabas sin sentido, números
naturales o binarios o frases, nuestros sujetos recordarán un número comprendido entre el 5
y el 9 de cualquiera de estos elementos, es decir, 5 ó 9 números, 5 ó 9 frases, etc. La
pregunta a responder es cuál sería la unidad de medida que permitiría unificar esta aparente
diversidad o variabilidad de la capacidad de la MCP. Discutiremos primero la pertinencia
del bit como unidad de medida. Sabemos que el bit expresa la cantidad de información en
un evento y que depende su probabilidad de ocurrencia. Si esto es así y sabemos que la
probabilidad de ocurrencia de un dígito del 1 al 9 es diferente (1 en 9) a la probabilidad de
ocurrencia de una letra (1 en 24) o a la probabilidad de ocurrencia de un número binario (1
en 2), la cantidad de bits que aportarían 7 dígitos sería diferente a la cantidad de bits que
aportarían 7 letras, 7 números binarios, etc. Por un simple cálculo, la cantidad de bits de
información que aportaría cada uno de ellos sería correspondientemente de 6 bits, 30 bits y
1 bit. J.R.M. Hayes (1952, citado por Miller, 1956) llevó a cabo una experiencia en la que
utiliza 5 listas de diferentes tipos de material: dígitos binarios, dígitos decimales, letras del
alfabeto, letras y dígitos decimales y 1000 palabras monosilábicas. Las listas fueron leídas
en voz alta a una velocidad de un ítem por segundo y los sujetos disponían de bastante
tiempo más que el necesario para dar sus respuestas. La tarea del sujeto consistió en
reproducir los ítems que recordaba de la lista. La siguiente curva muestra los resultados
obtenidos.
Fig 13 Datos obtenidos por J.R. Hayes acerca de la amplitud de la MCP como función de
la cantidad de información por ítems en cada lista de los materiales de prueba.
La línea punteada muestra los resultados previsibles si la capacidad de la memoria pudiera
ser expresada en bits, es decir, mientras más información contenga el ítem, menos ítems
retendríamos en la MCP. La línea continua muestra los resultados reales: como se ve los
sujetos son capaces de recordar siete ítems sin importar qué cantidad de información ellos
aportan. La razón de esta variabilidad aparente la podemos encontrar en unas experiencias
reportadas por G.A Miller (1956) realizadas por S. Smith en 1954.
S. Smith (1954) midió la amplitud de la memoria de 20 sujetos para dígitos binarios y
octales. Como promedio la amplitud fue de 9 para los dígitos binarios y de 7 para los
octales. Después dio a 5 sujetos un esquema de codificación para que lo estudiaran hasta
comprenderlo y más tarde repitió la medición.
El siguiente ejemplo brinda una idea de cómo funcionan estos esquemas.
Tabla II Forma de recodificar secuencias de dígitos binarios.
Arriba aparecen 18 dígitos binarios que exceden lo que un sujeto puede recordar después
de una presentación. En las líneas sucesivas aparecen diferentes recodificaciones. En la
segunda línea se agrupan de dos en dos y se les da un número (el que aparece debajo de
cada grupo) de modo tal que ahora hay 9 dígitos a recordar, lo cual puede estar dentro de
los límites de la MCP. En la siguiente línea (la tres) aparecen los mismos dígitos binarios
ahora agrupados de tres en tres y le damos a cada una un número natural entre el 0 y el 7.
El sujeto deberá recordar sólo 6 dígitos. En las últimas líneas los dígitos se agrupan de
cuatro en cuatro y de cinco en cinco y se le dan números entre el 0 y el 15 y entre el 0 y el
31 correspondientemente. Todos los sujetos de S. Smith que realizaron este tipo de
agrupamiento o Recodificación recordaron mejor los números binarios extendiendo así
considerablemente la amplitud de su memoria (citado por G.A. Miller, 1956).
Este tipo de Recodificación mediante la cual formamos grupos para recordar mejor es más
frecuente en la vida diaria de lo que se pudiera suponer. Pensemos en la forma en que
agrupamos las letras del alfabeto para recordarlas, las preposiciones del idioma o la tabla
de la actividad de los elementos químicos. Haciendo uso de una estructura rítmica
formamos grupos para cada una de las 19 proposiciones, conformando grupos que reducen
considerablemente el monto de elementos a recordar para hacerlo asequible a los límites de
nuestra memoria. A estos grupos así conformados Miller los llamó "chunks" o trozos. G.R.
Loftus (1976) plantea que un chunk es algo que puede tener una representación unitaria en
nuestra MLP y que puede ser lo mismo un dígito, que una letra, que una frase o un
proverbio y ellos son los responsables de los formidables incrementos en nuestra capacidad
mnémica y además constituyen una unidad adecuada para captar las aparentes
contradicciones relacionadas con la capacidad de nuestra MCP. Una de las actividades más
evidentes cuando intentamos recordar algo es la repetición. Si usted necesita recordar un
número de teléfono para hacer una llamada o le piden que busque a alguien a quien usted
no conoce, seguramente usted tratará de retener tanto el número como el nombre
repitiéndolo "para sí". Es esta, sin dudas, una actividad interesante: usted "habla" y se
"escucha" a sí mismo.
Si esto es así, se puede pensar que el contenido de la MCP está representado básicamente
de forma auditiva. El análisis de los errores que cometen los sujetos al reproducir lo
almacenado puede ser un indicio que confirme en el plano experimental si efectivamente la
representación es auditiva o no. La razón es simple: si asumimos que un error se produce
cuando sólo una parte de la representación almacenada puede ser recuperada, bien porque
ha sido interferida por otro elemento a recordar, bien porque simplemente la hemos
"perdido", Aquí entonces podemos preguntarnos: ¿qué parte no ha podido ser recuperada y
qué relaciones físicas o psicológicas tiene con el material original? Las predicciones
posibles sobre la base de la hipótesis del almacenamiento en forma auditiva y del asumir
que los errores pueden ser indicio para confirmarla serían los siguientes:
Supongamos que el sujeto debe recordar las letras BGK. Nuestra representación auditiva
de estas letras en particular (y de todas en general) responden a la combinación de una
serie de sonidos. Así la letra "B" se representa auditivamente "B + E", es decir "BE"; "G"
se representa como "G + E", es decir, "GE" y así sucesivamente. Al recuperar estas letras
para reproducirlas debemos recuperar tanto el primer sonido como el segundo. Si hay
errores, y estos se deben a la confusión auditiva, ellos deben llevar a la reproducción de,
"DE", "JE", "PE" o "TE" en lugar de "BE". En este caso el error se produce porque el
sujeto pudo recuperar de manera efectiva sólo una parte de lo codificado: la "E" y por
cuanto en nuestro alfabeto hay algunas letras que se pronuncian con "E" (ver más arriba)
esto lo lleva a confundirla con aquellas. Un caso parecido ocurre con la "K", es decir, se
confundirá con "A" provocando el consiguiente error.
B. Conrad (1964) realizó una serie de experimentos con el fin de analizar el tipo de errores
que cometían los sujetos al recordar letras presentadas visualmente. El condujo el análisis
de los errores a través del dato frecuencia relativa en la cual cada letra fue confundida con
otras letras posibles. Este estudio demostró sin ninguna duda que cuando a una persona se
le presentan letras a recordar en una tarea de MCP, ella se vale de una representación
acústica para almacenarla y recuperarla posteriormente. Los experimentos muestran que
cuando se memorizan secuencias de consonantes en experimentos de MCP, presentados
visualmente, los errores de la memoria correlacionan altamente con los errores auditivos
que se producen en un test convencional de inteligibilidad para consonantes habladas. En
estudios realizados más tarde por este mismo autor y sus colaboradores se demostró que
diferenciando la variable confundibilidad con la variable frecuencia de ocurrencia de las
letras sigue apareciendo la confundibilidad acústica como teniendo una más alta y
significativa correlación con el recuerdo que la ocurrencia de las letras (Conrad y cols,
1965).
Esto naturalmente no quiere decir que no puedan existir otros tipos de representación para
almacenar el material, probablemente existen otras formas visuales de almacenamiento
cuando recordamos experiencias no verbales o formas que impliquen un significado
cuando se trata de recordar palabras, pero parece estar fuera de toda duda que este tipo de
recodificación ocurre al menos a un nivel primario cuando el sujeto trata de recordar
materiales verbales. (Norman, 1969) En la mayoría de los experimentos de MCP, los
materiales que se han utilizado son verbales, esto puede influir en el tipo de codificación
que se señala como fundamental.
S. Sternberg intentó caracterizar los mecanismos de búsqueda en la MCP bajo el supuesto
de que "...si la selección de una respuesta requiere el uso de la información que está en la
memoria, la latencia de la respuesta revelará algo acerca del proceso mediante el cual la
información es recuperada" (Sternberg, 1966).
Con este objeto, Sternberg (1966) diseñó la siguiente situación experimental: se le presentó
al sujeto una serie de dígitos, uno de cada vez, durante 1.2 seg cada uno. A esta serie
Sternberg le llamó "set de memoria". La cantidad de dígitos que componían esta serie
variaba entre 1 y 6 y se presentaban aleatoriamente en cada ensayo diferentes tamaños de
set. Aproximadamente 2 seg. después aparecía una señal de aviso y un dígito de prueba. La
tarea del sujeto consistía en decidir si el dígito de prueba estaba o no contenido en el set de
memoria. La respuesta debía ser emitida tan rápido como fuera posible, pero evitando
cometer errores. Al final de cada ensayo, el sujeto recibía retroalimentación acerca de su
respuesta.
Los parámetros tomados en cuenta fueron el número de errores cometidos y el tiempo de
reacción. Para resolver esta tarea, podemos suponer que el sujeto debe comparar el dígito
de prueba con los elementos de la serie que tiene almacenada en memoria y decidir si está
o no en ella. Partiendo de este supuesto, es posible formular dos hipótesis:
1- La comparación se realiza en paralelo, es decir, el sujeto no necesita recorrer toda la
serie comparando el dígito de prueba. En este caso, la cantidad de dígitos que conforman el
set de memoria no debe influir de manera notable en el tiempo de reacción del sujeto.
2- La comparación se realiza de forma secuencial, es decir, el dígito de prueba es
comparado con todos los elementos del set de memoria, uno a uno. Si esto es así, mientras
mayor sea la cantidad de elementos que componen la serie, mayor será el número de
comparaciones que tendrá que realizar el sujeto y por tanto el tiempo de reacción aumenta
a medida que aumente el tamaño de este set. Si esta relación entre el tamaño del set de
memoria y el tiempo de reacción es lineal, entonces podría expresarse como una función
afín de la forma y = mx + n donde m es el tiempo que demora una comparación, x es el
tamaño del set y n representa el resto de las operaciones que se realizan antes y después de
la comparación misma, como el reconocimiento del estímulo, la toma de decisión y la
respuesta motora.
Los resultados obtenidos por S. Sternberg se pueden resumir en la siguiente gráfica.
Fig. 14 Relación entre la latencia de la respuesta y el número de símbolos en la memoria.
Como puede observarse, los resultados se ajustan a la función afín que planteamos
anteriormente, es decir, a cada incremento del tamaño del set de memoria, le corresponde
un aumento lineal del tiempo de reacción. Estos resultados soportan la hipótesis de que el
proceso de búsqueda en memoria se realiza de forma serial. El tiempo que demora una
comparación, como puede verse en la fórmula es de 37.9 mseg. y el resto de las
operaciones toma 397.2 mseg. Una vez establecido que la búsqueda es secuencial podemos
preguntarnos cómo transcurre esta búsqueda y cómo termina. Cuando la respuesta es
negativa - el ítem no se encuentra en la serie - es evidente que el sujeto tiene que comparar
el ítem de prueba con todos los dígitos del set para cerciorarse de que no está en él. Sin
embargo, cuando la respuesta es positiva - el dígito de prueba está en la serie - pueden
formularse nuevamente dos hipótesis:
1-La búsqueda termina cuando el sujeto encuentra el dígito de prueba en el set de memoria
e interrumpe las comparaciones. Esta estrategia de búsqueda autoterminada es, por
supuesto la óptima. En este caso, el tiempo de reacción debe ser menor que en las
respuestas negativas, en las cuales el sujeto tiene recorrer todos los elementos.
2- El sujeto continúa comparando el dígito de prueba con todos los elementos de la serie
hasta el final, a pesar de haber constatado la existencia del dígito de prueba en el set de
memoria. En este caso, la búsqueda es exhaustiva y la estrategia parece poco eficiente,
pues las respuestas positivas tomarían el mismo tiempo que las negativas.
Si se observa en la gráfica la diferencia del tiempo de reacción registrado entre los dos
tipos de respuesta comprobaremos, aún a simple vista, que esta diferencia no es
significativa.
Estos resultados, aparentemente contradictorios con la eficiencia que se espera del sistema
cognitivo son explicados por S. Sternberg planteando que el proceso de toma de decisión y
respuesta motora es tan lento (397.2 msg.) que resulta más eficiente tomar la decisión una
sola vez al final de todo el proceso que tomar la decisión después de cada comparación,
con lo que se enlentecería considerablemente todo el proceso.
En resumen, partiendo de las experiencias de S. Sternberg, podemos decir que la búsqueda
en la MCP se produce de forma serial y exhaustiva a una velocidad entre 25 y 30 símbolos
por segundo. Los trabajos de S Sternberg constituyen un hito en el desarrollo de las
investigaciones en las cuales se utiliza como variable dependiente el tiempo de reacción.
La utilización del tiempo de reacción como indicador fundamental de los procesos
mentales se conoce con el nombre de método cronométrico. En la literatura se distinguen
fundamentalmente dos variantes de la cronometría mental: el método sustractivo y el
método aditivo.
El método de tiempo de reacción sustractivo elaborado por Helmholtz-Donders presupone
que cuando las tareas en las cuales se exige al sujeto responder a un estímulo o
combinación de ellos, los tiempos de reacción aumentan en la medida en que la tarea se
complejiza, lo que les hizo suponer la aparición de nuevas operaciones mentales. Por
ejemplo: si se le pide al sujeto reaccionar apretando un botón lo más rápido posible ante la
presencia de un estímulo que aparece incluido en una serie de estímulos, se puede suponer
que el sujeto para emitir su respuesta realice operaciones perceptuales y de organización de
la respuesta motora. Si el experimento se complica y el sujeto debe apretar un botón ante la
presencia de un estímulo y otro botón ante la presencia de otro, ellos hipotetizaron que los
tiempos de reacción serían más largos en la segunda situación experimental con respecto a
la primera. La resta de los tiempos de reacción obtenidos en el primer experimento "tiempo
de reacción simple", con respecto al segundo "tiempo de reacción complejo" fue tomada
como indicador de procesos u operaciones que el sujeto debía realizar en el segundo
experimento, que no eran necesarias en el primero.
El método de tiempo de reacción aditivo tiene su expresión más extendida en los estudios
de S. Sternberg (1967, 1969) descritos anteriormente, acerca de la recuperación de la
información en la MCP. El se propuso demostrar que la fase de búsqueda en memoria se
prolonga en función de la cantidad de elementos que se retiene en la misma, sin adición de
nuevas etapas de procesamiento. Esta forma de tratamiento del método cronométrico es
diferente a la utilizada por Helmholtz-Donders. La complejización de la tarea conduce a un
aumento de los tiempos de reacción, ya que se supone no se añada otra fase en el
procesamiento de la información, sino que se prolongue en el tiempo una de las fases
propuestas en su modelo: la fase de búsqueda. Modificaciones en la tarea experimental que
conlleven al aumento de la latencia de los tiempos de reacción puede sugerir que estas
modificaciones actúan en otras fases del procesamiento de la información.
En una serie de experimentos realizados por el propio S. Sternberg, él logra separar los
posibles efectos del aumento de las latencias del tiempo de reacción por alargamiento de la
fase de búsqueda o por la influencia de otras variables independientes en otras fases del
procesamiento. En los experimentos que se describen en este material se revela el primero
de estos posibles efectos. La esencia del método aditivo consiste en lo siguiente: en el
experimento original el tiempo de reacción es una función lineal. RT = mx + n donde mx
representa la cantidad de comparaciones a efectuar durante el proceso de búsqueda en
memoria y n son los eventos que ocurren antes y después de las comparaciones.
Si las modificaciones en la tarea actúan sobre la misma fase de búsqueda se pudiera
obtener una función diferente en la cual el intercepto es igual a la función original y
aumenta la pendiente. Esto puede expresarse del modo siguiente:
RT = (m + Dm)x+n
Si las modificaciones actúan sobre fases diferentes se debe obtener una función en la cual
hay un incremento del intercepto, manteniéndose la misma pendiente. Esto puede
expresarse del modo siguiente:
RT = mx + (n + Dn)
El propio S. Sternberg planteó que un análisis como este depende de la validez de la teoría
de búsqueda exhaustiva de la MCP y de la existencia de componentes aditivos del tiempo
de reacción (Sternberg, 1967). Estos estudios sirvieron de modelo metodológico utilizado
en la actualidad en la experimentación en otras áreas de la Psicología y la Psicofisiología
experimentales.
En la Tabla III se resumen las características fundamentales de la MCP, de forma tal que
pueden ser comparadas con las características de la memoria sensorial.
CARACTERISTICAS
ENTRADA DE LA INFORMACION
REPRESENTACION DE LA INFORMACION
REGISTRO SENSORIAL
Mecanismos preatentivos
Huellas de influjos sensoriales
VOLUMEN
ALMACENADA
PERDIDA DE LA INFORMACION
Limitada por
información
sensorialmente
Extinción
TIEMPO DE PERMANENCIA DE LA HUELLA
RECUPERACION DE LA INFORMACION
Aproximadamente un segundo
Lectura limitada sólo por
DE
LA
INFORMACION
la
cantidad de
trasmitida
la
MCP
Mecanismos atencionales
Fundamentalmente verbal. Posiblemente
visual o semántica
7  2 chunks (trozos)
Desplazamiento,
Decaimiento
e
Interferencia
Aproximadamente 30 segundos
Búsqueda rápida secuencial y exhaustiva
ESTRUCTURA
DE
(ORGANIZACION)
LA
MEMORIA
velocidad de reacción
Refleja el estímulo físico. No
asociativa.
Secuencial, Temporal y no Asociativa
Tabla III Resumen de las características fundamentales de la memoria sensorial y la MCP.
3.2.2.MEMORIA OPERATIVA
Típico para el momento de la MCP es precisamente el proceso activo de manipulación de
la información: repetición, recodificación, toma de decisión y elección de estrategias de
fijación y recuperación.
En la MLP se guarda tal cantidad de información que es necesario garantizar la
recuperación de la misma. El proceso de recuperación de la información se convierte en un
proceso de búsqueda, en el curso del cual se van activando sucesivamente conjuntos o
nodos de información. La situación es comparable a la que se produce cuando asistimos a
una biblioteca, primero debemos encontrar un libro y después buscar en él la información
que se desea o necesita.
Fig 15 Operaciones que ocurren en la MLP en su calidad de memoria operativa.
A partir de la presentación de la información el sujeto selecciona, en correspondencia con
esta y con ayuda de su estrategia de recuperación, la información a ser probada. Después se
activa el "dispositivo de búsqueda" en la MLP y la información se transfiere a la MCP.
Una vez allí se realiza una prueba con el fin de comprobar si es o no la información
buscada. El tipo de prueba está muy vinculado a la naturaleza de la información recuperada
de la MLP. La información seleccionada se utiliza para la toma de decisión: si ella
representa la información deseada la búsqueda termina. Si la información no se encuentra y
si el proceso de repetición de la búsqueda es considerado por el sujeto como productivo, la
búsqueda puede continuar. En este caso se comienza un nuevo ciclo de búsqueda y de
nuevo comienza la prueba. En dependencia de las estrategias del sujeto la búsqueda puede
ser igual o diferente.
Por ejemplo, si a un individuo se le pide nombrar una provincia de Cuba cuyo nombre
comience con P, él puede resolver esta tarea nombrando al azar todas las provincias y
probando su primera letra. En cada ciclo de búsqueda, de no encontrar el nombre de la
provincia, el sujeto puede repetir el mismo tipo de búsqueda o puede cambiar tratando de
recordar de acuerdo a un criterio de organización, que puede ser la ubicación geográfica de
las provincias de Cuba. Se puede demostrar que las estrategias en las cuales la información
a ser probada se maneja de forma sistemática conduce a un éxito en la recuperación,
aunque ellas exigen más tiempo, que las estrategias que pudiéramos llamar aleatorias.
En el modelo el almacenamiento se describe en términos de flujo de la información de un
almacén a otro, fundamentalmente de la MCP a la MLP y viceversa. Se supone que en gran
medida el sujeto controle la direccionalidad del flujo de información.
En el contexto de los procesos implicados en la dirección y control del flujo de
información, la repetición juega un papel fundamental. Se hipotetiza que la repetición
cumple la función de "anillo verbal". Ella permite almacenar la información en la MCP y
al mismo tiempo pasarla a la MLP: cuanto más larga sea la permanencia de la información
en la MCP, tanto más exacta resulta la huella que se conserva en la MLP. La MLP es la
memoria permanente, en la MLP además las huellas no se descomponen, ni se desintegran,
ni se desorganizan, pueden mantenerse durante minutos, días o años gracias a la
organización de la información que se supone es de carácter categorial, semántica
preferentemente. Como hemos señalado anteriormente se supone que el movimiento de la
información de un almacén a otro se produce bajo control del sujeto. Si observamos el
movimiento de la información en el sistema, un paso importante es el de búsqueda, y en
relación con él, la búsqueda que se realiza en el almacén de MLP . La información que se
mantiene es manipulada operativamente en la MCP. La transferencia de información al
almacén a largo plazo puede ocurrir durante todo el tiempo en el cual la información se
encuentra en el almacén a corto plazo. La cantidad y la forma que en que la información va
a ser transferida dependen, en gran medida, de los procesos de dirección y control por parte
del sujeto. La transferencia de la información de la MLP a la MCP bajo control del
individuo le permite la solución de las tareas planteadas. No está lo suficientemente claro
si estos procesos ocurren o no así.
De los tres componentes de la memoria, el de más difícil comprensión resulta, sin lugar a
dudas, la MCP. Como señala G. Mandler (1986) se hace necesario esclarecer la distinción
entre los diferentes conceptos que se utilizan para designarla tales como: memoria
primaria, MCP, memoria operativa y consciente. Además, de acuerdo con este mismo
autor, la reconstrucción de la experiencia pasada ocurre por dos vías diferentes: de forma
deliberada, como resultado de algún proceso de recuperación o de forma automática. En
esta última no se requiere de la participación de procesos conscientes y ocurre de forma
muy rápida (Mandler, 1986). La reflexión de este autor permite plantearnos la interrogante
de si las operaciones que se señalan como características de la memoria operativa en el
modelo propuesto son sólo pertinentes en el caso de la recuperación deliberada de la
información.
3.3-MEMORIA A LARGO PLAZO (MLP)
La MLP es la memoria permanente. En gran medida la información que se almacena en
este componente del modelo postulado por R. Atkinson y R. Shiffrin se mantiene durante
minutos hasta años y en algunos casos permanece intacta durante toda la vida. Las razones
por las cuales unas huellas parecen desaparecer de la MLP y otras son imposibles de
recuperar aún cuando ellas se mantengan no están, hasta el presente, lo suficientemente
esclarecidas. Sin embargo, se plantea que la pérdida de información es posiblemente
debida a la interferencia proactiva y retroactiva.
Se hipotetiza que el mecanismo fundamental de entrada de información procedente de la
MCP a este tipo de memoria es la repetición, aún cuando no se descarta la posibilidad de
otros mecanismos de entrada. Recuérdese que la mayoría de las experiencias realizadas de
MCP se han realizado con utilización de materiales verbales.
La capacidad de esta memoria es desconocida, y en la literatura se reportan casos de
individuos cuya MLP puede considerarse como prodigiosa . En este sentido es curioso
señalar que en algunos sujetos que poseen de MLP de volumen excepcional los hechos y
acontecimientos que logran almacenar y recuperar con extrema facilidad son irrelevantes y
dan la impresión de archivos vivientes pasivos. Las características de esta memoria que
han sido más estudiadas en los últimos años son aquellas que se refieren a que la
representación de la información es fundamentalmente semántica y a que su estructura es
asociativa, relacional; lo que determina la suposición de que la búsqueda es más o menos
lenta puesto que se realizaría por categorías semánticas.
Estas hipótesis han abierto un nuevo campo en el estudio de la memoria que se conoce con
el nombre de "memoria semántica". En la siguiente tabla se resume comparativamente las
características de los tres componentes de la memoria.
CARACTERISTICAS
ENTRADA DE LA INFORMACION
REPRESENTACION
DE
LA
INFORMACION
VOLUMEN
DE
LA
INFORMACION ALMACENADA
PERDIDA DE LA INFORMACION
TIEMPO DE PERMANENCIA DE
LA HUELLA
RECUPERACION
DE
LA
INFORMACION
ESTRUCTURA DE LA MEMORIA
(ORGANIZACION)
REGISTRO SENSORIAL
Mecanismos preatentivos
Huellas de influjos sensoriales
MCP
Mecanismos atencionales
Fundamentalmente
verbal.
Posiblemente visual o semántica
7  2 chunks (trozos)
MLP
Repetición
Semántica
Desplazamiento,
Interferencia
e
Aproximadamente un segundo
Aproximadamente 30 segundos
Posiblemente
interferencia
(inhibición retroactiva
y
proactiva)
Desde minutos hasta años
Lectura limitada sólo por la
velocidad de reacción
Refleja el estímulo físico. No
asociativa.
Búsqueda rápida secuencial y
exhaustiva
Secuencial, Temporal y No
asociativa
Búsqueda más o menos lenta
por categorías. Contexto.
Asociativa relacional
Limitada por la cantidad de
información
trasmitida
sensorialmente
Extinción
Decaimiento
Volumen desconocido. No hay
cálculo que permita definirlo
Tabla IV Comparación de los tres componentes de la memoria.
4-POSIBILIDADES Y PERSPECTIVAS DE LA MODELACION DE LA MEMORIA.
ANALISIS CRITICO
4.1-ANALISIS CRITICO
Hasta aquí hemos desarrollado el modelo de tres componentes propuesto por R. Atkinson y
R. Shiffrin. Este modelo llenó todo un período de experimentación y búsqueda en el
enfoque del procesamiento de la información y tuvo la virtud de orientar el desarrollo de
las ideas hacia la posibilidad de identificar etapas - no sólo de forma intuitiva, sino
corroborada científicamente - en el flujo continuo de los procesos psíquicos. Permitió
además una lectura más integrada y en cierta medida algo más coherente de los resultados
de casi un siglo de investigación de la memoria y su incorporación a un modelo único.
El modelo propuesto por R. Atkinson y R. Shiffrin fue un logro del enfoque del
procesamiento de la información. Este modelo constituyó una superación del conductismo,
de las limitaciones del esquema E - R y en él se trató de comprender la función específica
del funcionamiento de la memoria humana. Sin embargo, es importante admitir el
significado del control voluntario en el "trabajo" de la memoria; R. Atkinson no descubre
las determinantes que condicionan el proceso. En esta dirección la Psicología Marxista ha
acumulado muchos datos. Es indispensable citar aquí las investigaciones llevadas a cabo
por L.S. Vigotski, A.N. Leontiev, A.A. Smirnov y otros; ellos avanzaron estudios de la
memoria humana en los cuales se simulaba la aparición de la misma en las condiciones
reales de vida del sujeto. Esto constituye hoy en día objeto de discusión en la Psicología
Occidental.
Como bien señala C.F. Graumann (1986) la memoria es una modalidad de las
interrelaciones del individuo con su ambiente, y las teorías e investigaciones tradicionales
se han centrado en la estructura intrapsíquica de los procesos relacionados con la memoria.
Este autor propone que la memoria debe ser enfocada en el contexto de la persona, desde
una perspectiva ecológica, que tome en cuenta el carácter social y las mediaciones
objetivas de la memoria.
El análisis de los procesos de la memoria en la estructura de la actividad real del individuo
y de su comunicación con otros individuos, permite descubrir mejor el carácter de los
determinantes del control voluntario, sin olvidar la posibilidad de la existencia de una
memoria automática, término este propuesto por G. Mandler (1986) y a la cual hemos
hecho referencia en este trabajo.
La concepción de R. Atkinson y R. Shiffrin puede ser considerada como naturalista, ella
exige una reelaboración crítica en el sistema de la actividad y la comunicación (Zabrodin,
Zinchenko, Lomov, 1980). El modelo analítico funcional y algorítmico propuesto por R.
Atkinson y R. Shiffrin se considera como una teoría general para un conjunto de tareas.
Una de sus mayores virtudes fue el movimiento de ideas y paradigmas experimentales que
originó.
Sin embargo, la misma búsqueda estimulada por este modelo ha llevado a la valoración de
cambios y variaciones en el mismo. Este desarrollo se debe en primer lugar a la necesidad
de precisar aún más las características de las tres etapas previstas originalmente de las que
las investigaciones efectuadas han establecido nuevas preguntas; en segundo lugar, los
resultados de las investigaciones han sido en muchos casos contradictorias, lo que conlleva
a la consideración de modificaciones de las características de las etapas, e incluso, al
rechazo de algunas de estas. Finalmente, este movimiento en su resultado más radical ha
conducido al cuestionamiento del modelo en sí, y a la búsqueda de nuevos criterios en la
caracterización de la memoria y en consecuencia a la aparición de nuevos tipos de
memoria y nuevas vías en la modelación de la misma. Es necesario señalar que casi en la
misma época en que apareció el modelo
propuesto por R. Atkinson y R. Shiffrin surgieron otros similares. Tal es el caso del
modelo planteado por G. Sperling.
Fig 16 Modelo de Sperling (1967).
Aquí es posible observar que se introducen algunas precisiones, como la consideración de
dos entradas - memorias icónica y ecoica - la capacidad de la memoria y la forma básica de
almacenaje (repetición), y mayor detalle en las vías que debe seguir la información en el
sistema.
Además se valora la unidad de salida y una etapa definida por la toma de decisiones. A
pesar de la incorporación de estas ideas, el modelo de S. Sperling no modifica
sustancialmente el modelo de R. Atkinson y R. Shiffrin, ya que se pueden identificar las
tres etapas originales en la misma relación.
Otros investigadores han concentrado su interés en algunas de las etapas previstas en el
modelo de R. Atkinson y R. Shiffrin, en especial, la MLP. Estos modelos en general
disminuyen o cambian el papel de las etapas anteriores y le dan el peso mayor a este tipo
de memoria en la cual postulan a su vez mecanismos más complejos. Sirva de ejemplo de
esta dirección las ideas elaboradas por E. Tulving (1983) acerca de la distinción en la
MLP, de dos mecanismos diferenciados en función y estructura: memoria episódica y
memoria semántica.
Esta distinción, cuyo valor heurístico ha sido demostrado, presenta de manera
comprensible una forma de distinguir entre dos tipos de experiencia. Sin embargo ha sido
muy discutido si ellas conforman sistemas diferentes. El propio E. Tulving (1985) ha
planteado que la memoria episódica constituye un subsistema de la memoria semántica. La
caracterización de la MLP ha avanzado extraordinariamente en las últimas dos décadas y
es aquí donde se realizan actualmente la mayor cantidad de trabajos. Al conocimiento más
profundo de este último eslabón del modelo de R. Atkinson y R. Shiffrin han contribuido
científicos de la talla de R. Quillians, E.E. Smith, A.M Collins, G.R. Loftus, J.R.
Anderson, G.H. Bower D. Norman y D.E. Rumelhart (Elosúa de Juan, 1985).
El estudio de la MCP no ha perdido actualidad. Por el contrario, la clara definición de sus
características, tales como sus límites de capacidad y el tiempo de almacenamiento, el tipo
de código que utiliza y el carácter de búsqueda rápida que marca la recuperación de la
huella en este tipo de memoria, así como su caracterización como memoria operativa,
posibilitan la construcción de pruebas con el fin de evaluar y diagnosticar tanto el
desarrollo como el deterioro de este importante eslabón del modelo propuesto por R.
Atkinson y R. Shiffrin. Actualmente variantes del paradigma de búsqueda rápida en MCP
propuesto por S. Sternberg (1969) se utilizan con fines de evaluación y diagnóstico de la
memoria. En estas variantes se toman en consideración las características descritas y
demostradas experimentalmente para este tipo de memoria. Esta dirección de trabajo se
inscribe en un movimiento que trata de aplicar los logros del enfoque del procesamiento de
la información a la esfera de la evaluación y diagnóstico psicológico.
Por último, no ha faltado la crítica del modelo estudiado en sus fundamentos mismos,
como el cuestionamiento de los criterios que le sirven de base: ello ha dado origen a
modelos basados en otros criterios. Por ejemplo se discute el carácter lineal del modelo de
R. Atkinson y R. Shiffrin. Como hemos explicado, la secuencia de las tres etapas es fija y
actúa "en serie": una determinada información no se trasmite a la etapa siguiente hasta que
sea completado su procesamiento en la etapa actual, y ello ocurre de manera lineal. La
discusión de esta idea ha culminado en la propuesta de modelos que proponen un
procesamiento distinto, no serial. Entre estos presentamos a modo de ejemplo el modelo de
la "cruz maltesa" de D. Broadbent (1984) - recordar sus modelos iniciales de filtro - y el
modelo de procesamiento en "cascada" de J.L. McClelland y D.E. Rumelhart (1985) . El
primero supone la existencia de cuatro grandes almacenes (memorias), una de ellas
vinculada a la entrada de información, otra a la salida y las dos restantes de carácter
interno: la relación entre ellas permite el acceso en cualquier dirección. El centro del
modelo es un sistema de procesamiento central que garantiza el acceso de la información
contenida en cualquier almacén.
Fig. 17 Modelo de la Cruz Maltesa. D. Broadbent (1984).
El modelo de J.L. McClelland y D.E. Rumelhart (1985) supone que no es necesario que
culmine el procesamiento de una etapa para que comience la siguiente: de esta forma, las
etapas se superponen parte del tiempo y se produce cierto paralelismo en el procesamiento.
Si bien estos enfoques proponen modelos distintos del estudiado, se mantienen dentro de
los límites del procesamiento de la información, al postular etapas que pueden ser
identificadas como unidades relativamente independientes. Otras corrientes llegan incluso
a cuestionar la posibilidad de postular modelos de este tipo, en los cuales se identifican
módulos de procesamiento y se proponen estructuras "molares" que se modifican de
manera global con la entrada de la información. Pero esto nos llevaría fuera de los límites
del enfoque estudiado, y además estas ideas tienen un carácter teórico que hace difícil su
proyección práctica.
4.2-APLICACIONES A LA PRACTICA PROFESIONAL
La aparición de modelos explicativos de la memoria en el enfoque del procesamiento de la
información ha tenido un efecto directo en la práctica psicológica, referido tanto a la
elaboración del modelo mismo - en el sentido de que sus etapas y demás características se
identifican de forma modular - como en sus posibilidades metodológicas - paradigmas
altamente formalizados que generalmente se aplican y evalúan con computadoras.
Como enfoque surgido en el contexto de una Psicología Experimental, al principio su
alcance se limitó a laboratorios, vinculado a objetivos de la investigación fundamental.
Muy pronto, sin embargo, la tendencia integradora de este enfoque y las posibilidades de
comprobar estos modelos en la actuación real de los hombres llevó a muchos psicólogos a
la investigación aplicada y la utilización de los modelos y paradigmas que los sustentan, en
la práctica psicológica directa. La aplicación más inmediata se orienta desde luego hacia
las desviaciones del modelo descrito. Estos modelos de la memoria, en tanto explicativos
de la conducta no patológica, pueden utilizarse como patrón y norma que permite apreciar
y evaluar - de hecho diagnosticar - las desviaciones patológicas con un carácter más
cualitativo, en tanto resulta posible identificar las etapas que están dañadas y la naturaleza
del déficit.
Esto es relevante, en primer lugar, para aquellos trastornos en los cuales el deterioro de la
memoria aparece como el daño primario, y punto de partida de un deterioro más general y
profundo de la personalidad.
Entre estos trastornos, los más estudiados son las amnesias. Ya señalamos cómo uno de los
argumentos para la consideración de dos mecanismos de memoria bien diferenciados
(memoria a corto y largo plazo) provino precisamente de la Psicología Clínica, por el
diagnóstico y tratamiento de las amnesias. A su vez los modelos elaborados permitieron
penetrar de una forma más aguda en las manifestaciones de este trastorno, con el objetivo
de identificar y localizar el déficit primario y, lo que es más importante, recuperar los
mecanismos no afectados para compensar los desajustes en la actividad del paciente, y
eventualmente, lograr una adecuación estable. Algunas de las ideas más interesantes y
prometedoras descubiertas por la aplicación de los modelos y paradigmas experimentales
descritos al estudio de las amnesias, apuntan a la existencia de un aprendizaje exitoso
comprobado en estos pacientes, bajo determinadas condiciones.
Tradicionalmente se ha sostenido que los sujetos aquejados de amnesia - en particular la
forma anterógrada que es la más común - son incapaces de aprender un material nuevo, en
el sentido de que no puede almacenar en la memoria ningún acontecimiento ocurrido
después de la instalación del trastorno, aunque el sujeto recuerde bien los hechos retenidos
anteriormente. Sin embargo, esta afirmación sustentada por la impresión clínica o la
aplicación de pruebas convencionales de memoria ha perdido valor en la medida en que se
ha ido acumulando evidencias experimentales que confirman la posibilidad de los
amnésicos de resolver adecuadamente tareas que requieren de algún tipo de memorización.
Estas tareas pueden clasificarse en dos grupos: aquellas que exigen la retención de un
esquema sensoriomotriz (una acción práctica, la fijación de una respuesta ante un estímulo
sensorial) y aquellas que no exigen un recuerdo declarado, sino sólo su utilización como
agente facilitador. En este último tipo se produce el efecto llamado "priming" (efecto
facilitador, activador) que consiste en que el sujeto afectado que no es capaz de retener y
reproducir un listado de palabras (paradigma de recuerdo libre), al serle presentadas
algunas de estas palabras en otro tipo de tareas (por ejemplo, separar palabras de no
palabras), sus tiempos de reacción disminuyen notablemente y mejora la calidad de la
respuesta.
Algunos experimentos demuestran que los pacientes que presentan amnesia anterógrada
son incapaces de recuperar de forma intencional los eventos recientemente vividos, pero si
son capaces de recordar hechos o eventos que no exigen un proceso complejo de
recuperación. En estos pacientes se afecta notablemente la capacidad para adquirir nueva
información. E.K. Warrington y L. Weiskrantz (1970) describieron este fenómeno, ellos
notaron que los amnésicos eran incapaces de recordar una lista de palabras, pero sí eran
capaces de utilizar la información de las palabras de la lista en tareas llamadas de
completamiento. En esta tarea ellos presentaban a los sujetos las tres primeras letras de
cada palabra presentada (por ejemplo LIN... ) y les pedían completarla con la primera
palabra que "viniera a su mente". Por ejemplo LIN... puede ser completado del modo
siguiente: LINDO, LINEA, LINFA, etc. Ellos encontraron que los sujetos completaban
preferentemente las tres letras dadas inicialmente con la palabra que había sido presentada
en la lista. Por ejemplo LINEA, pero eran incapaces de recordar esta palabra en los
experimentos de recuerdo libre.
Estos resultados abren una vía al diagnóstico diferenciado y preciso de estos trastornos, y a
los posibles tratamientos a seguir en el caso de las amnesias. Como extensión de este tema,
se han comenzado a explorar los déficits de memoria que aparecen, no como producto de
un trauma o enfermedad (amnesias), sino que constituyen un efecto del envejecimiento y
representan, en la mayoría de los seres humanos, sus primeros síntomas.
Aquí ha ocurrido una historia similar a la de las amnesias: se ha aceptado que el aumento
de la edad conlleva una disminución efectiva - y a largo plazo, crítica - de las capacidades
memorísticas. La investigación, utilizando los paradigmas experimentales descritos,
comienza a ofrecer dudas acerca de la validez de este aserto. Si bien el aumento de la edad
genera algunas deficiencias permanentes comprobables (por ejemplo la disminución
paulatina pero firme, de la amplitud de la MCP), la aparición de otros trastornos (errores de
codificación, incapacidad de estructurar el material en unidades manejables) no es un
fenómeno tan general y mucho menos inevitable.
Estos hallazgos repercuten directamente en la práctica clínica y permiten vislumbrar la
promesa de tratamiento novedoso y cualitativamente más eficaces en la recuperación de
estos pacientes. La potencialidad de la aplicación de los modelos de memoria en el
diagnóstico de los trastornos de este tipo no se agota con las dos temáticas descritas. Ella
representa además una alternativa viable a los métodos de psicodiagnóstico convencional,
en especial el psicométrico, sometido en estos últimos años a fuertes críticas por sus
limitaciones más evidentes (Mederos, Torres, Morenza, 1985; Morenza, Torres, 1988). De
esta forma, el campo de aplicaciones se extiende a todas aquellas desviaciones de la
memoria donde el diagnóstico deba alcanzar un alto grado de precisión y diferenciación
cualitativa: la práctica clínica en general, los trastornos de aprendizaje, la evaluación de
capacidades intelectuales o el psicodiagnóstico laboral. La discusión anterior permite
comprender la importancia de la aplicación de estos modelos a otro tema fundamental: la
Psicología del desarrollo. Infortunadamente, este campo no ha recibido suficiente atención,
y los ejemplos no son numerosos ni significativos. Sin embargo, es aquí donde pueden
encontrarse las respuestas a muchas interrogantes: ?cómo se desarrolla la memoria?, ?en
qué momento y bajo qué condiciones aparecen mecanismos diferenciados?, ?cómo se
relaciona este desarrollo con el sistema cognitivo en general?. Sólo en una aproximación
genética es posible comprender esta historia. Además, la identificación de tipos diferentes
de memorias ha sido reconocida tanto en el enfoque de la epistemología genética de Piaget,
como en la escuela histórico cultural de Vigotski, desde una perspectiva de desarrollo, lo
que permite un nexo más entre estas tendencias de la Psicología Cognitiva Contemporánea.
Una de las aplicaciones más antiguas de los estudios de memoria ha sido la educación.
Incluso, en la época en que primó la corriente conductista - que por supuesto no aceptaba
la memoria como proceso interno - las gráficas que mostraban la ejecución de los sujetos
en tareas de retención eran consideradas como curvas de aprendizaje, reconociendo
implícitamente la influencia directa del estudio de estas tareas en la práctica educacional.
La aparición de los modelos del procesamiento de la información repercutió de múltiples
maneras en la Psicología y la práctica misma de la educación.
En primer lugar, los hallazgos experimentales han pasado paulatinamente a la práctica
educacional en la forma de consejos al estudiante acerca de cómo estructurar estrategias
adecuadas para un rendimiento mayor. Ello incluye, por ejemplo, la necesidad y
fundamentación de la repetición en el proceso de aprendizaje, la estructuración del material
en 7 + 2 unidades complejas, la utilización de códigos y recursos mnemotécnicos entre
otras.
NOTAS
1- Si se desea profundizar en la obra de H. Ebbinghaus se recomienda la lectura de Garret,
H.E. 1968.
2- Los manuscritos de este trabajo se perdieron durante la segunda guerra mundial y
reaparecieron en 1950. Se publicaron por primera vez en 1982, en el primer tomo de las
Obras Escogidas de L. S. Vigotski.
3-El Síndrome de Korsakoff fue descrito en 1887 por el científico ruso Serguei Korsakoff.
Este síndrome puede ir o no precedido de un delirium tremens y sus síntomas son amnesia,
confabulaciones, desorientación en el tiempo y el espacio y neuropatía periférica. Aunque
por lo general se acepta que su aparición implica siempre alcoholismo crónico en realidad
el cuadro se debe a deficiencias nutritivas sobre todo de tiamina y niacina. (Tomado de
Chafetz, M.E. Alcoholismo y Psicosis Alcohólicas En A. Freedman, H. Kaplan y B.
Sadock (Eds) Trarado de Psiquiatría. Tomo II Ed. Revolucionaria, La Habana 1982.)
4-El taquitoscopio es un dispositivo muy utilizado en la Psicología Experimental en la cual
tiene una larga historia. Permite regular el tiempo de exposición de los estímulos. Muchas
de sus funciones básicas pueden ser sustituidas por las microcomputadoras personales
actuales de acuerdo a las características de sus Unidades de Procesamiento Central y el
poder resolutivo del display.
5-Las ideas fundamentales acerca de la memoria operativa fueron tomadas del libro de R.
Atkinson (1980).
6-Un caso de memoria prodigiosa se relata en A.R. Luria, 1984. 7-Para la mejor
comprensión de la tarea los ejemplos originales fueron sustituídos por un ejemplo en
español. Los ejemplos originales utilizados fueron: CHA..., los posibles completamientos
de estas letras en idioma inglés son CHARM, CHASTE, CHANT, etc. El completamiento
más encontrado fue CHAIR que había sido una de las palabras presentadas en la lista que
los sujetos eran incapaces de recordar.
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