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EL ESTUDIO DE LA MEMORIA EN EL CONTEXTO DEL PROCESAMIENTO DE LA INFORMACION. Dr. Roberto Corral Dr. Mayra Manzano Mg. Rosario Torres Dr. Liliana Morenza INTRODUCCION Muchas disciplinas científicas, tales como la Psicología, la Neurofisiología, la Neuropsicología, la Neurobioquímica entre otras, se interesan en la actualidad en el estudio de la memoria. La importancia del estudio de la memoria en los límites de la Psicología es obvia: si no poseyéramos mecanismos mediante los cuales se almacenara y se recuperara la experiencia anterior, el funcionamiento intelectual sería imposible; no aprenderíamos de nuestra experiencia ni reconoceríamos absolutamente nada, el lenguaje no podría existir y por tanto sería imposible la comunicación y el control de las acciones, viviríamos como han dicho muchos, en un "eterno presente", en un mundo cuyos objetos y relaciones serían siempre nuevos y por lo tanto desconocidos para nosotros. La memoria es pues imprescindible para la supervivencia, la adaptación y la transformación del mundo por parte del ser humano y de nuestras capacidades cognoscitivas es, probablemente, la más importante. Desde siempre el reconocimiento de que la experiencia se preserva para su uso ulterior supuso la existencia de dos procesos o fenómenos fundamentales: el proceso de almacenamiento mediante el cual preservamos el pasado y, correspondientemente, el proceso de recuperación o de activación mediante el cual esa experiencia se actualiza para ser utilizada. Tradicionalmente esos procesos han sido descritos en términos de huellas, asociaciones entre ideas y representaciones, hábitos y fuerzas de respuesta, según las distintas posiciones teóricas conductistas, asociacionistas, gestaltistas que sustentan los autores. Especial interés cobraron algunos fenómenos de la memoria en el psicoanálisis. De acuerdo con esta última la pérdida de memoria en el adulto está relacionada con la represión de eventos con una connotación afectiva negativa. Aún a riesgo de caer en una sobresimplificación de ideas que han influido notablemente en la Psicología y en la cultura occidental contemporánea, lo que S. Freud denominaba con el término de represión en relación con los traumas infantiles son considerados como olvidos funcionales en el adulto entre ellos uno de los casos más dramáticos es la fuga histérica (Linn, 1982). Las ideas predominantes en prácticamente todas estas escuelas consisten básicamente en considerar la memoria como algo que aparece, que existe continuamente y desaparece sucesivamente de la conciencia o de la conducta por la incidencia de un estímulo, o por el control o represión de diferentes deseos. Estos puntos de vista, muchos de ellos muy productivos en el momento histórico en que surgieron y otros, cuya utilización se mantiene vigente en la Psicología Contemporánea no alcanzan a revelar la complejidad de nuestros procesos mnémicos y, en cierta medida, algunos son ajenos a nuestros procesos mentales, a la creatividad, al carácter activo constructivo de la propia memoria. En la Psicología que se fundamenta en el materialismo dialéctico e histórico, la memoria es considerada como un proceso que nos permite conservar y reproducir las huellas de una experiencia anterior y reaccionar a las señales y situaciones que han dejado de actuar directamente sobre el hombre. (Luria, 1984) La memoria constituye uno de los campos de trabajo más antiguos de la Psicología Experimental. Reseñar los avatares que ha sufrido el estudio de la memoria desde las últimas décadas del siglo pasado hasta nuestros días no es el objetivo de este trabajo. La referencia a los cambios paradigmáticos en el estudio de la memoria son sólo elementos que permitirán una mejor comprensión de los estudios actuales que se desarrollan en este campo en el contexto de una de las corrientes más pujantes en la actualidad en el estudio de los procesos cognoscitivos: el procesamiento de la información. Asomarnos a ese mundo de ideas, a los datos experimentales que se ha amasado en las últimas tres décadas, a la interpretación de los mismos, a sus posibles aplicaciones a la práctica profesional, así como a la discusión de las insuficiencias de esta corriente en el estudio de la memoria constituye el objetivo fundamental de este trabajo. 1-ALGUNOS MOMENTOS FUNDAMENTALES EN EL ESTUDIO DE LA MEMORIA Los primeros estudios experimentales en este campo están fuertemente asociados al nombre de Hermann Ebbinghaus. En 1879 H. Ebbinghaus comenzó sus estudios de memoria en los que utilizó como material sílabas sin sentido. Aunque estos no fueron sus únicos trabajos experimentales, como bien señalan L. Sprung y H. Sprung (1986), ellos le aseguraron un lugar de honor en la Psicología Experimental. El resultado más conocido de H. Ebbinghaus fue su curva de retención o curva del olvido obtenida por el método creado por él del reaprendizaje o ahorro. Estos resultados lo convirtieron en uno de los primeros que intentaron cuantificar el olvido (Murray, 1975). Él encontró que el olvido era primero rápido y después los montos de las pérdidas disminuían de una forma más gradual de manera tal que la cantidad de material olvidado en 31 días era sólo un poco menor que la olvidada después de 8 horas. Entre otros resultados experimentales, mostró, además el efecto de la repetición sobre el aprendizaje: para reproducir perfectamente una lista de 16 sílabas sin sentido hacían falta alrededor de 30 repeticiones; 8 repeticiones resultaban insuficientes y con 64 se producían los efectos del sobreaprendizaje. También estudió los efectos de las asociaciones intra listas y obtuvo resultados invirtiendo el orden de las listas a aprender de un 12.4 % de ahorro, obteniendo así una evidencia de las asociaciones "hacia atrás". Otros autores plantean (Wertheimer, 1986) que ya en sus experiencias se revelaba el efecto de primacía y de lo reciente que han sido retomados en la literatura de la memoria de los últimos 30 años. Aunque dijo poco (Murray, 1975) acerca de la interferencia de otro aprendizaje sobre uno nuevo, sus datos sirvieron de base a los estudios que sobre este tema se desarrollarían después. El Simposium sobre memoria realizado en Berlín en 1985 en conmemoración del centenario de la aparición del libro de H. Ebbinghaus "La Memoria: Una Contribución a la Psicología Experimental", propició un análisis crítico de la obra de este autor y de la significación de la misma en el desarrollo ulterior de los estudios de la memoria. Muchos autores al referirse a la obra de H. Ebbinghaus consideran que él descubrió mucho de lo que hoy sabemos de la memoria para materiales sin sentido. Para autores como M. Wertheimer (1986) lo único que se ha adicionado a la obra de H. Ebbinghaus es el descubrimiento de la llamada memoria sensorial, y los estudios de la llamada memoria con significado. Otros autores reconocen los valores de la obra de H. Ebbinghaus pero subrayan las diferencias que existen entre la orientación experimental de este y la de los estudios actuales de la memoria. Como señala con claridad M. W. Eysenck (1986), H. Ebbinghaus trató de igualar la presentación del estímulo a su codificación, al utilizar un material sin sentido él evitaba la utilización de estrategias mnémicas. Esto establece una diferencia fundamental con los estudios actuales de la memoria: se trata ahora de profundizar en la distinción entre cómo el estímulo es presentado y cómo es codificado, lo que conlleva a la consideración de un sujeto activo. "El que aprende no es un sujeto que recepciona pasivamente la información como fue concebido en los experimentos de H. Ebbinghaus" (M. W. Eysenck, 1986). Como dato curioso podemos señalar que H. Ebbinghaus fue sujeto único de sus propias experiencias. El sujeto que aprende procesa activamente la información de entrada. Según F. Klix (1986) el propio Ebbinghaus reconoció la restricción de la utilización en sus experimentos de las sílabas sin sentido. El consideró que el conocimiento que se produce en las interacciones cotidianas era demasiado complejo para reconocer en él relaciones de causa efecto. Para comprender mejor los propios trabajos de Ebbinghaus y el sentido de los avances ulteriores hay que remitirse al estado de la Psicología en la época en la cual él produjo sus trabajos experimentales fundamentales acerca de la memoria. Como bien señala A. R. Luria (1977) y como está reflejado en la obra escrita por L. S. Vigotski en 1926 "El Sentido Histórico de la Crisis de la Psicología" la situación de la Psicología mundial al inicio del siglo XX era muy particular. En este momento coexistían en la Psicología dos direcciones diferentes básicas: una llamada "explicativa" y otra llamada "descriptiva". Los representantes de la llamada dirección explicativa intentaron simplificar la complejidad de los fenómenos psicológicos, y utilizaron métodos en los cuales las nociones de sentido o significado no eran tomadas en cuenta. H. Ebbinghaus fue uno de los representantes más legítimos de esta dirección como puede constatarse en la utilización de sílabas sin sentido en sus experimentos. Los exponentes de esta dirección, al tratar de convertir la Psicología en una ciencia natural, no tomaron en cuenta aspectos fundamentales que caracterizan las funciones psíquicas superiores en el hombre, tales como: la acción consciente, la atención voluntaria, el carácter activo de la memorización, etc. En la llamada corriente descriptiva, entre cuyos representantes podemos citar a Dilthey y Spranger, se desarrollaron las formas superiores de las experiencias conscientes de una forma mentalista, que no lograron depasar la descripción fenomenológica de los fenómenos psicológicos. Ellos no estaban interesados en la explicación de las causas de los fenómenos psicológios complejos, más bien trataron de evitarla. Esto fue considerado por L. S. Vigotski como una crisis a cuya superación dedicaría su genio creador. Es por eso que un cuadro diferente aparece ante nuestros ojos con los estudios que en la década de los años 30 de este siglo comenzaron a realizar algunos psicólogos soviéticos bajo la dirección de L. S. Vigotski. Como resultado de la extensión al campo de la memoria de las ideas de S. L. Vigotski acerca del origen social y la estructura mediadora de los procesos psíquicos superiores, el significado de la palabra y la estructura sistémica y semántica de la conciencia, la memoria aparece como un proceso determinado histórico socialmente que se distingue de la memoria estudiada hasta el momento en el hecho de que lo que la caracteriza esencialmente es la acción activa del sujeto en el desarrollo y la incorporación de elementos, al inicio artificiales y después significativos, que le permiten almacenar y recuperar la información de forma más eficiente. Si esto es posible es gracias a la reestructuración de las relaciones interfuncionales de la memoria con otros procesos tales como el pensamiento y el lenguaje en donde el elemento significativo o semántico juega un papel decisivo. Bajo la dirección de L. S. Vigotski se realizaron importantes estudios en el campo de la memoria, entre los que se destacan los trabajos de A. N. Leontiev, P. I. Zinchenko, A. A. Smirnov. De entre las obras fundamentales ae destaca "Desarrollo de la Memoria" escrita por A. N. Leontiev en 1931 y en la cual se relatan las experiencias llevadas a cabo entre 1928 y 1930 en el laboratorio de Psicología de la Academia de Educación Comunista N. K. Krupskaia. Estos trabajos realizados en el campo de la memoria, que se llevaron a cabo de acuerdo con las ideas de la Escuela Histórico Cultural, constituyeron las primeras grandes investigaciones dedicadas al problema de la mediatización de las funciones psíquicas superiores en el proceso del desarrollo ontogenético. En estas experiencias, en las que se utilizó el método de la doble estimulación, se abordó por primera vez de forma experimental la utilización de medios externos como medios para el recuerdo. Mientras que a la luz de los principios de la Escuela Histórico Cultural fundada por L. S. Vigotski se avanzaba en el estudio de la memoria en la dirección antes referida, en la Psicología occidental se continuaron los trabajos iniciados por H. Ebbinghaus y se plantearon nuevas vías para el estudio de la memoria. Entre estas últimas se destacan los trabajos de A. Binet y H. Henri acerca de la memoria de palabras y frases; las investigaciones de B. Zeigarnick, realizadas bajo la influencia de K. Lewin, en las cuales descubre que las tareas cuya realización no se ha completado se mantienen en la memoria dos veces más que aquellas tareas terminadas por el sujeto, fenómeno que se conoce en la literatura como efecto Zeigarnick. Además, es preciso destacar los trabajos de F.C. Bartlett (1932), considerado uno de los precursores del enfoque del procesamiento de la información, en los cuales se plantea la reproducción de materiales complejos y la revelación del carácter activo del sujeto. A pesar de estos intentos no es hasta el surgimiento del enfoque del procesamiento de la información que en la Psicología occidental pasa a un primer plano en el estudio de la memoria la utilización de materiales con sentido, aún cuando no se abandona totalmente el estudio de materiales sin sentido. Un cambio paradigmático importante en el estudio de la memoria ocurre con la aparición del enfoque del procesamiento de la información. En este los procesos mentales, y la memoria entre ellos, aparecen como procesos activo constructivos. "Nuestras imágenes no son copias exactas de la realidad a manera de una fotografía, sino variaciones adaptativas; la memoria verbal contiene nuevas organizaciones rítmicas y son mucho más que una reproduccción exacta del original, la memoria a largo plazo se reorganiza de acuerdo a nuestros intereses y valores, etc" (Neisser, 1967). Tal vez el término variaciones adaptativas utilizado por U. Neisser no es muy feliz, sería preferible introducir un término que incluyera la dimensión creadora. Los conceptos básicos introducidos entonces para explicar cómo guardamos la información y cómo la recuperamos cambian a fin de captar esta dimensión activo constructiva de los procesos. Conceptos tales como estrategias de recuperación, búsqueda en memoria, etc. son comunes dentro de esta concepción. Estos mecanismos se interponen y actúan entre la entrada de la información y la respuesta que eventualmente ofrece el sujeto. La memoria aquí aparece como un momento o aspecto hipotético en el proceso de la cognición, es decir, en el proceso mediante el cual la información que ingresa en el sistema es "transformada, reducida, elaborada, almacenada, recobrada o utilizada" (Neisser, 1967). Ella se define funcionalmente como aquel aspecto de la cognición gracias al cual se almacena información para ser después utilizada en un momento ulterior, es decir, la memoria se considera como momentos hipotéticos del procesamiento de la información que suelen estudiarse en términos tanto estructurales como funcionales. Al ser el hombre concebido como un procesador de información emerge la necesidad de considerar la existencia de uno o varios almacenes en donde se retenga esta información para ser sucesivamente transformada. Esta idea se concreta por primera vez en el modelo atencional que Broadbent propuso en 1958 y en Neisser en 1967. Dentro de esta concepción, los estudios de la memoria han ocupado un lugar central. Esto ha estado determinado fundamentalmente por el hecho de que los investigadores han visto en ella un área de confluencia importante con otros procesos como la percepción, la toma de decisiones, el lenguaje, la formación de conceptos, etc. lo cual viabiliza la comprensión de la cognición como confluencia que supera la tradicional en procesos tales como la percepción, la memoria, el lenguaje, como procesos con sus propios objetos y leyes. 2- ¿UNA O VARIAS MEMORIAS? Los procesos de almacenamiento y recuperación en nuestra memoria son, por supuesto, procesos complejos. En este sentido cabe preguntarse si existe un solo almacén de memoria o varios almacenes. La forma más inmediata de contestar esta pregunta es apelar a nuestra intuición. Evidentemente existen algunos elementos que están almacenados desde hace largo tiempo y que más o menos fácilmente son asequibles a nuestra conciencia, otros en cambio ocurrieron hace tan poco tiempo que al parecer funcionan como una especie de presente aunque en realidad pertenecen al pasado. Nos parece, en fin que existen diferentes memorias implicadas en la retención del número de un expediente que debemos buscar en un archivo y en la implicada cuando respondemos a la pregunta: ¿qué hizo usted el primer día que asistió a la universidad? Intuitivamente nos parece que ellas difieren en su duración algunos eventos se guardan por mucho tiempo, en cambio otros tienen una duración limitada- en el grado de precisión con el que podemos evocar los distintos eventos algunos aparecen claramente en nuestra conciencia mientras que otros son borrosos, fluctuantes y requieren de un largo trabajo de reconstrucción; pueden diferir además, por ejemplo, en la forma en que logramos el almacenamiento del material y en la forma en que lo recuperamos. Ya en el siglo XIX W. James, J. Mill y J.S. Mill y W. Wundt plantearon que la memoria poseía dos componentes diferentes, es decir, esbozaron teóricamente lo que se conoce hoy con el nombre de "teoría dicotómica de la memoria" que en esencia plantea que existen dos formas de memoria: una primaria o de corta duración y una secundaria de larga duración. Una segunda forma imprescindible, de responder a la pregunta, es a través de los datos que proporciona la clínica. Desde hace mucho tiempo se sabe que la psicosis orgánica crónica se caracteriza, entre otros síntomas, por trastornos de la memoria. En este sentido es conocido que en el síndrome de Korsakoff las afectaciones de la memoria se limitan principalmente a la incapacidad del enfermo para la retención de las huellas recientes, las cuales sólo se logran recordar unos pocos minutos. Se puede hablar con el enfermo, salir de la habitación, entrar enseguida, y este nos saludará como si nos viera por primera vez; sin embargo los sucesos remotos los recuerda bien (Mayer Gross, Slater, Roth, 1969). Por otro lado, B. Milner (1966) muestra que en sujetos con lesiones del hipocampo como producto de una operación, se produce una destrucción de la memoria. En estos pacientes no se observa la pérdida de hábitos adquiridos antes de la operación. En ellos el intelecto parece conservarse intacto, como se evidencia en los resultados de la aplicación a los mismos de pruebas tradicionales, pero se muestran incapaces de retener nuevas informaciones. A pesar de esto, el registro directo de nuevas estimulaciones procede de forma normal. Evaluados por métodos diferentes - escucha dicótica o presentación de filas de números - la repetición verbal se mantiene durante unos cuantos minutos sin ninguna pérdida. La interrupción de la repetición conlleva al olvido inmediato de lo que ocurrió antes de esto, y un material sencillo, que no implicaba categorización en términos de verbalización se borra aún sin la presencia de elementos distractores. En este mismo sentido A.R. Luria (1982) plantea que los cambios observados en casos de lesión de las áreas mediales de la región temporal y las formaciones colaterales, se reflejan en la memoria. En estos enfermos se producen perturbaciones parecidas al síndrome de Korsakoff. Como se observa, las evidencias clínicas con relación a sujetos que presentan cuadros amnésicos también apoyan la idea de la existencia de diferentes tipos de memoria o almacenes de memoria. Otra forma fundamental de responder a la pregunta formulada acerca de la existencia de una o varias memorias es por medio de la experimentación. Las pruebas experimentales provienen de lo que se conoce como el efecto serial de la memorización en los experimentos de recuerdo libre. Cuando planteamos a un grupo de sujetos la tarea de memorizar una lista de N ítems presentados serialmente, es decir, uno tras otro, y después de pasado un tiempo le pedimos que los reproduzca libremente en el orden en que aparezcan en su mente- observaremos que los elementos iniciales y finales se reproducen mejor que los elementos que ocupan una posición intermedia en la serie (efecto de precedencia y efecto de lo reciente). Si expresamos gráficamente los resultados en una curva que relacione la posición serial de los ítems con la probabilidad de recordar obtendríamos una curva como la que se muestra en la figura 1. Fig 1 Curva de posición serial. Como se observa en la Fig. 1, las palabras o ítems iniciales y finales se recuerdan mejor que los que se encuentran en el centro de la serie. Como hemos señalado ya en otra parte de este trabajo, el efecto serial es un fenómeno conocido desde que H. Ebbinghaus y los investigadores que lo siguieron expresaron los efectos de precedencia y de lo reciente. Sin embargo, no fue hasta la década de los años 60, con el diseño de situaciones experimentales de mayor rigor metodológico, que se hizo posible manipular por separado ambos efectos. Si introducimos entre la fase de repetición y la fase de reproducción una tarea cualquiera, típicamente se utiliza una tarea aritmética complicada, por ejemplo, conteo regresivo de tres en tres a partir de un número de tres dígitos, los resultados variarán como se muestra en la Figura 2. Fig 2 Anulación del efecto de lo reciente como producto de la tarea intercalada. Los resultados experimentales obtenidos en la situación experimental, al ser comparados con los obtenidos en la situación de control, recuerdo libre sin interferencia, demuestran que la probabilidad de recordar los diferentes ítems de la serie, afecta sólo los elementos finales de la serie. Estos elementos son los que más recientemente han entrado en nuestra memoria, y por lo tanto son los que tienen la mayor probabilidad de ser interferidos por la nueva tarea. ?Qué prueban estos resultados? Comprueban simplemente nuestra intuición y las observaciones clínicas. El carácter probatorio de estos resultados proviene del hecho de que una variable (la tarea interfiriente) afecta diferencialmente algunos elementos de la serie y a otros no. La tarea interfiriente afecta fundamentalmente a la última parte de la lista que son los elementos estudiados más tarde, los que quedan más recientemente en nuestra memoria, en otras palabras, los que se almacenan en la memoria a corto plazo. Los elementos estudiados primero, los iniciales y los del medio, constituyen la parte de la información que ya pasó a la memoria a largo plazo y por tanto, no son influidos por la tarea intercalada. Los resultados de Glanzer y Cunitz (1966), Glanzer y Schwartz (1971) (citados por Loftus, 1976), confirmaron esta interpretación al encontrar variables que influyen sobre los primeros elementos de la serie y que neutralizan el efecto de precedencia. Esas variables son velocidades de presentación de las palabras de la serie, frecuencia de uso y cercanía semántica de las palabras a recordar. Los resultados obtenidos por estos autores se muestra en la Figura 3. Fig. 3 Anulación del efecto de precedencia como producto de la velocidad de presentación de las palabras de la serie, frecuencia de uso o cercanía semántica de las palabras a recordar Como muestran los resultados experimentales obtenidos, la probabilidad de recordar los diferentes ítems de la serie afecta sólo los elementos iniciales. Se puede suponer que mientras más rápido se presenten las palabras de la serie, que su frecuencia de uso sea menor y que la lista esté conformada por palabras no relacionadas semánticamente se impide que ellas pasen a la memoria a largo plazo y que, al mismo tiempo, tampoco se encuentren en la memoria a corto plazo, ya que son desplazados por los ítems posteriores de la memoria a corto plazo. Los resultados experimentales referidos a la anulación de los efectos de precedencia y de lo reciente parecen confirmar la suposición de la existencia, al menos, de dos almacenes de memoria que difieren en sus características, de estas últimas las más importantes pudieran ser el tipo de material que contienen y el tiempo en que operan. Esta concepción dicotómica de la memoria fue plasmada por D. Broadbent en 1958 en lo que se conoce como el primer modelo adecuado a la metáfora del hombre como canal de transmisión de la información de capacidad limitada (Broadbent, 1958) En su modelo, que se conoce como "modelo del filtro", la explicación de la selección atencional y la capacidad de procesamiento limitado exige una memoria a corto plazo que permita almacenar durante tiempos muy breves los elementos a los cuales no se ha prestado atención con el objetivo de procesarla ulteriormente. Además, de las memorias a corto y largo plazo, postuladas inicialmente de forma intuitiva, reveladas en la observación clínica y más tarde comprobadas de modo experimental, la propia experimentación dio la posibilidad de plantear un tercer tipo de memoria, conocida como memoria sensorial. Esta memoria se describe generalmente como el primer almacén donde permanece la información sensorial durante fracciones de segundo. Algunos autores consideran que los almacenes de memoria existen en una variedad de formas y difieren funcionalmente con relación a varias dimensiones: cada tipo representa, probablemente, un sistema físico diferente en términos de sustrato fisiológico último, localización y principios de operación. Además pueden ser distinguidos por el tipo de material que contienen y por el tiempo en que operan (Kent, 1981). 3-EL MODELO DE LOS TRES COMPONENTES DE LA MEMORIA La concepción de la memoria en forma de tres tipos de almacenes diferentes - sensorial, a corto plazo y a largo plazo - constituyó en la década de los años 70 el esquema teórico básico de los estudios de la memoria en el contexto del enfoque del procesamiento de la información. A partir de la definición de tres bloques o componentes de la memoria se construyen modelos. La importancia de la construcción de modelos radica en: 1-La posibilidad de hipotetizar acerca de cómo fluye la información entre los diferentes bloques. 2-La caracterización de las propiedades de cada componente y la profundización de las funciones de transferencia de la información entre los mismos. 3-Las propiedades de los almacenes pueden ser probadas experimentalmente y descritas conductual y matemáticamente. 4-Ellos pueden ser aplicados a cualquier sistema que procese información, sea humano o artificial. Los modelos de memoria basados en tres componentes tienen sus antecedentes inmediatos en los trabajos de D. Broadbent (1958), G. Sperling (1960, 1967), U. Neisser (1967) y D. Norman (1969). El más extendido de estos modelos en la década de los años 70 fue el modelo de los tres componentes formulado por R. Atkinson y R. Shiffrin (Fig. 4).Los componentes básicos del modelo se muestran en la siguiente figura: Fig 4 Modelo de los tres componentes formulado por R. Atkinson y R. Shiffrin De acuerdo con este modelo, la información en el medio interno mental sufre inicialmente un registro sensorial, aquí la información se almacena en forma muy cercana a las características físicas del estímulo, se puede decir que reproducen el estímulo de forma casi puntual. La información en este tipo de almacén permanece durante un tiempo que no excede 2 segundos. Después la información se pierde o pasa a la memoria a corto plazo, en la cual permanece aproximadamente decenas de segundos (20 a 30 segundos), supuestamente en forma de código acústico verbal. Si se controla el flujo de la información entre los bloques se puede alargar el tiempo de permanencia de la información en la memoria a corto plazo. En este modelo, en el componente de la memoria a corto plazo, se incluye el proceso activo de manipulación de la información: lo que se ha llamado "memoria operativa". La memoria secundaria o memoria a largo plazo se caracteriza por la permanencia de la información que se almacena en gran parte sin pérdida durante minutos, horas, días, meses, años e incluso toda la vida, gracias a la organización de la información que se supone de carácter categorial, semántica preferentemente. El modelo de los tres componentes propuesto por R. Atkinson y R. Shiffrin permitió unificar la mayoría de los datos experimentales que se produjeron en la década de los años 60. Analicemos en algún detalle las diferencias que existen entre los diferentes tipos de almacenes. Las diferencias entre los almacenes se analizarán de acuerdo con las características siguientes: entrada de la información, representación de la información, volumen de la información almacenada, pérdida de la información, tiempo de permanencia de la huella, recuperación de la información y estructura del tipo de memoria. 3.1-LA MEMORIA SENSORIAL El fenómeno de la post imagen, que aparece en forma de imágenes consecutivas, sensaciones visuales a la luz que permanecen algún tiempo después de la terminación de la acción del estímulo, ha sido ampliamente estudiado desde hace largo tiempo en la Psicología, tanto como fenómeno perceptual como en sus bases fisiológicas. Sin embargo, en los últimos 20 años este fenómeno cobró una nueva importancia en el enfoque del procesamiento de la información. En este enfoque, la percepción es concebida como sucesión de estados o procesos complejos que ocurren en un tiempo determinado, procesos activos que posibilitan la consecusión de la imagen adecuada. El fenómeno de la post imagen visto desde otro ángulo posibilita la preservación de las entradas de información visual. De esta manera, el fenómeno de la post imagen se convierte en una etapa del procesamiento de la información que debe ubicarse en un momento temprano dada su naturaleza sensorial y que por su carácter de permanencia de la información comienza a considerarse en términos de memoria. De los tres almacenes o componentes de la memoria es en este en el cual la información permanece por el período más breve. Se piensa que su función principal sea la de mantener activo el estímulo para que se haga posible la operación de mecanismos de tipo perceptual (Neisser, 1967). La denominación de esta etapa del procesamiento ha sido muy diversa y es por eso que en la literatura puede encontrarse como "almacén de información visual", "memoria icónica", "almacén visual a corto plazo", o "registro sensorial" (Long, 1980). Las precisiones ulteriores en el conocimiento de las características de este tipo de memoria deben mucho a los trabajos de G. Sperling (1960) y de U. Neisser (1967). En sus experiencias, G. Sperling presenta taquitoscópicamente una serie de hileras de letras (ocasionalmente dígitos) que varían en disposición y cantidad. Típicamente utilizó matrices virtuales de 3 x 3 y 3 x 4. TDR SRN FZR 7IVF XL53 B4W7 El tiempo de duración del estímulo en la pantalla fue de 50 msg para sucesivas exposiciones. La tarea del sujeto consistió en recordar, una vez retirado el estímulo, tantos elementos como fuera posible (reporte global). Los resultados indicaron que los sujetos recordaban sólo un promedio de 4.5 letras correctas (37.5 %), sin embargo, decían "ver" más letras de las que podían repetir y que durante el reporte olvidaban parte del material. Esto sugirió a Sperling que los sujetos poseían gran cantidad de información de donde seleccionaban las letras "recordadas", 4.5 letras como promedio y el resto se perdía antes de que el sujeto pudiera reportarla. La pregunta era entonces ¿De qué cantidad de información dispone realmente el sujeto?. Para responder a esa pregunta G. Sperling diseñó el procedimiento del reporte parcial. El procedimiento más extendido ha sido el del "reporte parcial" diseñado por Sperling en sus experiencias iniciales. En este caso el experimentador pedía a sus sujetos "informes parciales", es decir, los instruía para que al escuchar un tono reportaran una parte del estímulo. Cuando el tono era alto los sujetos debían reportar la primera hilera, cuando era medio debían reportar la hilera intermedia, y así sucesivamente. El tono aparecía después de presentado el estímulo, de manera que el sujeto no podía anticipar que parte del estímulo le sería solicitada. El resultado más notable de estas experiencias fue que los reportes parciales de los sujetos resultaron ser superiores (9.1 letras, 76 %) a los resultados de los sujetos cuando se les pedía informes globales del estímulo visual. En la Figura 5 se representa gráficamente la comparación de la ejecución de ambos grupos. Fig 5 Diferencias entre el reporte parcial y el global Los reportes de los sujetos y estos resultados sugieren que el estímulo visual "permanece" de modo tal que puede ser "leído" como si estuviera aún presente, pero decae rápidamente, por lo que sólo es posible emplear una pequeña parte de la información. ?Cuánto dura entonces esta información? Para responder a esta pregunta se empleó nuevamente el diseño del reporte parcial, con la diferencia de que se introdujeron variaciones temporales en el momento de la aparición de la señal acústica que indica al sujeto qué hilera debía reportar. De nuevo aquí el dato esencial es la superioridad del reporte parcial sobre el reporte total. Al introducir variaciones temporales en el momento de la aparición de la señal acústica que indica al sujeto qué hilera debe reportar, los reportes de los sujetos van deteriorándose hasta alcanzar el mismo nivel que los reportes totales o globales. Esto ocurre aproximadamente a los 500 msg. Tiempos superiores a los 500 msg producen valores asintóticos de los reportes parciales con relación a los reportes totales. En otras palabras, la superioridad del reporte parcial sobre el total se produce sólo si el tono aparece en un tiempo menor a 1 seg. después de la presentación del estímulo. Esto permitió plantear que el tiempo durante el cual el estímulo es legible es muy breve, es decir, el icón decae hasta un punto en que la imagen se torna demasiado borrosa para ser leída (Neisser, 1967). Estos experimentos han sido replicados y modificados más tarde por numerosos autores como U. Neisser (1967), R.N. Haber (1983) y otros. Una vez establecido que los sujetos pueden retener mucha información durante un corto período de tiempo, es necesario saber si esta "permanencia" que puede ser "leída" es efectivamente visual. Para esto G. Sperling diseñó el siguiente experimento en el cual varía el tipo de estimulación visual empleando los llamados campos de pre y post exposición con diferentes medidas de iluminación o brillantez (Fig. 6). Fig. 6 Estos campos son los que aparecen en la pantalla del taquitoscopio antes y después de la presentación del estímulo. La figura muestra las dos condiciones experimentales: en el primer caso, los campos de pre y post exposición son oscuros y en el segundo, estos tienen igual brillantez que el estímulo (31 fotolamberts). Es de suponer que la primera condición favorecerá la permanencia del estímulo, por un efecto de contraste entre los diferentes campos utilizados. En efecto, cuando los campos de pre y post exposición son oscuros, hay una imagen que permanece "legible" durante un tiempo que alcanza hasta 2 seg. aproximadamente. En cambio, cuando ambos son brillantes, el campo de post exposición enmascara el estímulo, puesto que se produce un efecto de reducción del contraste al sumarse la brillantez de los campos sucesivos. Esto provoca un decaimiento rápido, de manera que la persistencia dura sólo menos de medio segundo. Un efecto de enmascaramiento similar ocurre cuando se utilizan marcadores visuales para indicar la parte del estímulo a reportar en lugar de un tono. Típicamente se ubica una barra o un círculo sobre la letra que se desea señalar (Fig 7). Fig. 7 Pauta de estimulación típica para estos experimentos. E. Averbach diseñó el siguiente experimento comparando el efecto producido por barras y círculo y variando el tiempo que media entre la presentación del estímulo y la presentación del marcador. Fig 8 Secuencia presentada en un ensayo típico. Encontró que había notables diferencias entre ambos marcadores (Fig. 9). Fig. 9 Efecto de borrado. Diferencia entre diferentes marcadores: círculos y barras. El círculo no actuaba como una circunferencia vacía y por tanto producía un efecto de "borrado" o enmascaramiento de la letra señalada. Este efecto se hace mayor cuando el marcador es presentado alrededor de los 100 msg. después de retirado el estímulo. Las investigaciones que siguieron a estos trabajos fueron reelaboraciones, réplicas y adaptaciones del paradigma de reporte parcial y los resultados obtenidos en muchas ocasiones han sido contradictorios. Algunos autores señalan como una posible causa de la falta de concenso la incompatibilidad de los procedimientos experimentales utilizados. (Long,1980). Este modelo ha sido también objeto de numerosas críticas. 1-Se plantea que para reportar la parte del estímulo indicada por el tono de aviso, el sujeto necesita realizar un procesamiento de interpretación y selección de la parte del estímulo que debe reportar y mientras eso ocurre el sujeto debe olvidar información, de manera que la actuación del sujeto sería mejor si el procesamiento de la señal fuera más rápido. 2- Los resultados obtenidos pueden ser un fenómeno propio de la naturaleza tan familiar de los estímulos (letras y dígitos) 3- La poca cantidad de items a reportar en el caso del reporte parcial no permite que actúe la interferencia retroactiva con tanta fuerza como actúa cuando el sujeto debe reportar 12 elementos. 4- Los altos resultados del reporte parcial puede deberse a que los sujetos anticipen o "adivinen" la parte del estímulo que van a tener que reportar después, a pesar de que la presentación sea aleatoria. 5- Es posible que este paradigma ofrezca más información acerca de las estrategias de procesamiento y recuperación de la información del icón que el icón mismo. Con relación a algunos de los aspectos antes señalados, U. Neisser (1967) plantea que una predisposición perceptual opera afectando lo que el sujeto hace durante el período de almacenamiento icónico. Esto no quiere decir que la predisposición afecte la respuesta y no la percepción. Decir cuándo opera no implica decidir cómo opera. Un fenómeno similar al icón puede ser descrito al nivel del ingreso auditivo. Si analizamos la naturaleza del ingreso auditivo en el lenguaje no es difícil darnos cuenta de que un mecanismo que permita preservar el ingreso temporal es necesario para realizar la síntesis necesaria a los fines de la comprensión de unidades cada vez mayores y de superar la segmentación natural de la percepción auditiva. A este tipo de memoria Neisser la llama memoria ecoica y junto con la anteriormente descrita representan almacenes muy transitorios de información sensorial. En 1983 un artículo de Haber promueve una discusión en torno a la validez explicativa del icón en la percepción natural y como fase primera en el procesamiento de la información. Sin negar su validez como hecho experimental, como fenómeno probado de la percepción taquitoscópica; impugna su validez como hecho de la percepción en condiciones "normales", en las cuales nuestra percepción (la percepción del espacio, la lectura, etc.) aparece como continua, muy diferente a las condiciones en las cuales se produce el icón. Si el icón no existe como hecho de la percepción "considerarla como un primer momento en el procesamiento de la información es inadecuado" (Haber, 1983). Algunos investigadores, continúan argumentando a favor de la necesidad de un almacén sensorial de este tipo: W.R. Uttal (1983) considera el icón como el elemento primordial que está en la base de percibir un movimiento como continuo; G.R. Loftus (1983) como el elemento necesario para percibir el movimiento aparente; D.W. Massaro (1983) como el estímulo relativamente estable y constante que permite el reconocimiento de patrones; etc. y esto nos indica que el problema todavía no es un problema cerrado de la psicología del procesamiento de la información. En el caso de la memoria ecoica, el propio Haber reconoce la validez de un almacenamiento sensorial de este tipo dado el carácter temporal - a diferencia de la continuidad de la percepción visual - de la entrada auditiva. A pesar de la discusión promovida alrededor de este tipo de memoria, las investigaciones realizadas permiten aproximarnos a una caracterización de este componente inicial planteado en el modelo de R. Atkinson y R. Shiffrin. Las características fundamentales se reflejan en la Tabla I. CARACTERISTICAS ENTRADA DE LA INFORMACION REPRESENTACION DE LA INFORMACION VOLUMEN DE LA INFORMACION ALMACENADA PERDIDA DE LA INFORMACION TIEMPO DE PERMANENCIA DE LA HUELLA RECUPERACION DE LA INFORMACION ESTRUCTURA DE LA MEMORIA (ORGANIZACION) REGISTRO SENSORIAL Mecanismos preatentivos Huellas de influjos sensoriales Limitada por la cantidad de información trasmitida sensorialmente Extinción Aproximadamente un segundo Lectura limitada sólo por la velocidad de reacción Refleja el estímulo físico. No asociativa. Tabla 1 Características relevantes del registro sensorial (Memoria icónica o memoria ecoica) 3.2-MEMORIA A CORTO PLAZO (MCP), MEMORIA OPERATIVA Y MEMORIA A LARGO PLAZO (MLP) 3.2.1-MEMORIA A CORTO PLAZO De acuerdo con el modelo formulado por R. Atkinson y R. Shiffin, la memoria a corto plazo es una forma más persistente de memoria a donde puede pasar la información contenida en el almacén sensorial gracias al mecanismo atencional. Si hoy día se ha avanzado en la comprensión de este componente de la memoria - su capacidad, su sensibilidad a la influencia de la entrada de otros materiales que la interfieren, el mecanismo de mantenimiento de la información, los mecanismos de búsqueda en memoria, etc. - es gracias a trabajos de gran número de investigadores entre los cuales sobresalen G.A. Miller, Brown y Peterson, S. Sternberg y otros. Los procedimientos experimentales desarrollados para estudiar la MCP están en la actualidad bastante estandarizados (Norman, 1969). Típicamente ellos consisten en dos fases: una primera fase de repetición en donde los ítems a recordar se presentan en forma seriada (uno tras otro) y una fase de prueba en donde se le pide al sujeto reproducir los ítems presentados. Entre esas dos fases suelen intercalarse tareas irrelevantes que presentan algún grado de dificultad para el sujeto. La más socorrida de ellas es la de contar en alta voz de tres en tres hacia atrás a partir de un número de tres cifras que proporciona brinda el experimentador. El objetivo que cumple esta tarea intercalada es el de fijar un período de tiempo, controlable por el experimentador, en el cual el sujeto no pueda repetir el material a recordar. El experimentador puede introducir variaciones en el número de veces que el sujeto repite el material, pero por lo general se presenta sólo una vez. Existen dos formas básicas de la fase de prueba: la recordación, en la cual se le pide al sujeto reproducir simplemente los ítems presentados en forma libre, es decir, de cualquier manera y en orden, en este último caso el sujeto puede recordar sin sujetarse a un orden pero debe recordar además del ítem su orden en la serie; y el reconocimiento en el cual, como la palabra lo indica, el sujeto debe identificar en una serie de ítems, en la cual se mezclan los presentados y otros nuevos, aquellos que integraban la lista original. Para el reconocimiento también hay variantes, el reconocimiento simple consiste en presentar un sólo ítem y el sujeto debe decidir si aparece o no en la lista original y la situación en la que se enfrenta al sujeto a múltiples alternativas. Los indicadores clásicos que se utilizan en este tipo de estudio son: el error y la latencia de los tiempos de reacción. Estos indicadores constituyen las variables dependientes clásicas utilizadas tradicionalmente por la Psicología experimental. Utilizando un procedimiento típico de recuerdo Brown y Peterson (citados por Loftus, 1976) determinaron la duración del ítem en la MCP. El material utilizado fueron hileras de tres consonantes (trigramas) que presentaron a los sujetos durante 3 seg.; la tarea irrelevante (conteo regresivo) tuvo una duración variable de 0 a 18 seg. Relacionando la variabilidad del intervalo de retención con la probabilidad de recuerdo ellos encontraron los siguientes resultados: Fig. 10 Resultados obtenidos a partir de la aplicación del paradigma experimental de Brown y Peterson Es fácil ver que si el intervalo de retención es 0, entonces la probabilidad de recordar trigramas es casi de 1, en la medida en que el intervalo de retención aumenta, la probabilidad del recuerdo disminuye hasta llegar a 0.1 aproximadamente a los 15 seg. manteniéndose después en un valor asintótico. Las investigaciones de Keppel y Underwood y de Wickens (citado por Loftus, 1976) no son más que variaciones del anterior paradigma en donde se trata de responder a la pregunta: ?Qué variables intervienen en el olvido del material de la MCP?. Keppel y Underwood se interesaron en saber qué ocurría en cada uno de los tres primeros ensayos utilizando el mismo procedimiento experimental que Brown y Peterson. Los resultados obtenidos fueron los siguientes: Fig 11 Resultados de Keppel y Underwood. Curva de los tres primeros trigramas de acuerdo con la aplicación del paradigma de Brown y Peterson. Es decir, con relación al primer trigrama no ocurre ningún olvido, con el segundo comienza a ocurrir una pérdida y el tercero es descrito por una curva cuya morfología es similar a la curva del paradigma original. A este fenómeno se le llama interferencia proactiva pues describe la influencia que los trigramas anteriores van ejerciendo sobre los posteriores. Wickens y cols. extendieron estos resultados utilizando distintos materiales a recordar en las tareas propuestas durante un intervalo de retención constante a dos grupos: uno experimental y otro control. El grupo control realizó los seis ensayos utilizando los trigramas consonánticos mientras que, al grupo experimental se le presentaron, los tres primeros ensayos con trigramas y los últimos tres con dígitos. Los resultados encontrados mostraron que la ejecución del grupo experimental mejoraba a partir del cuarto ensayo, es decir, a partir del cambio de material a recordar. La mejoría en el recuerdo de los dígitos es comparable con la probabilidad de recuerdo que se observa en los primeros trigramas, tanto para el grupo control como para el grupo experimental. Fig. 12 Paradigma usado por Wickens. Resultados hipotéticos. Grupo experimental (O). Grupo control (X). Con sus experimentos C. D. Wickens trata de "anular" el efecto de la interferencia proactiva. Sus resultados sugieren que el olvido en la MCP es el producto de la interferencia de la información inicial sobre la información subsiguiente (Loftus, 1976). Si intentáramos resumir los hallazgos experimentales en relación con las variables que intervienen en el tiempo que se retiene la información y la influencia que ejerce la retención de un material sobre el subsiguiente en la MCP tendríamos: 1-Un material interpolado en el intervalo de retención interfiere en el material a recordar: mientras más largo sea e intervalo de retención mayor será la interferencia (Brown y Peterson). 2-El material anterior influye sobre el material subsiguiente interfiriendo su reproducción (Keppel y Underwood). La interferencia tiene una dirección. Cuando un material almacenado anteriormente influye sobre el material posterior a este tipo de interferencia se le llama interferencia proactiva.(Keppel y Underwood). Cuando un material posterior influye interfiriendo el material anterior a esta interferencia se le llama retroactiva (Brown y Peterson). 3-Las semejanzas o diferencias entre los materiales a recordar producen distintos efectos: la semejanza entre ambos provoca una interferencia mayor y la diferencia no produce prácticamente interferencia (Wickens). G.R. Loftus (1976) supone que el mecanismo que está en la base de la interferencia es la competencia que se produce entre los dos materiales. Esta competencia se expresa a través del análisis de los errores que cometen los sujetos. Por regla general los errores son ítems de listas anteriores que se mezclan en el recuerdo de los ítems de la lista a recordar. El problema de la capacidad de la MCP presenta en este capítulo un doble interés. Primero porque trataremos de responder a la pregunta de cuántos elementos somos capaces de retener en la MCP y segundo porque daremos respuesta al problema de la adecuación del bit como unidad de medida de la capacidad del canal de información. Parece ser que es ineludible el hecho establecido por Miller (1956) en su famoso artículo "El número mágico siete + dos" de que la capacidad de la MCP es de 7 + 2 pero, ?5, 7 ó 9 qué? Si cualquiera hace una pequeña experiencia donde se pide a un sujeto recordar distintos materiales, ya sean palabras sin relación, sílabas sin sentido, números naturales o binarios o frases, nuestros sujetos recordarán un número comprendido entre el 5 y el 9 de cualquiera de estos elementos, es decir, 5 ó 9 números, 5 ó 9 frases, etc. La pregunta a responder es cuál sería la unidad de medida que permitiría unificar esta aparente diversidad o variabilidad de la capacidad de la MCP. Discutiremos primero la pertinencia del bit como unidad de medida. Sabemos que el bit expresa la cantidad de información en un evento y que depende su probabilidad de ocurrencia. Si esto es así y sabemos que la probabilidad de ocurrencia de un dígito del 1 al 9 es diferente (1 en 9) a la probabilidad de ocurrencia de una letra (1 en 24) o a la probabilidad de ocurrencia de un número binario (1 en 2), la cantidad de bits que aportarían 7 dígitos sería diferente a la cantidad de bits que aportarían 7 letras, 7 números binarios, etc. Por un simple cálculo, la cantidad de bits de información que aportaría cada uno de ellos sería correspondientemente de 6 bits, 30 bits y 1 bit. J.R.M. Hayes (1952, citado por Miller, 1956) llevó a cabo una experiencia en la que utiliza 5 listas de diferentes tipos de material: dígitos binarios, dígitos decimales, letras del alfabeto, letras y dígitos decimales y 1000 palabras monosilábicas. Las listas fueron leídas en voz alta a una velocidad de un ítem por segundo y los sujetos disponían de bastante tiempo más que el necesario para dar sus respuestas. La tarea del sujeto consistió en reproducir los ítems que recordaba de la lista. La siguiente curva muestra los resultados obtenidos. Fig 13 Datos obtenidos por J.R. Hayes acerca de la amplitud de la MCP como función de la cantidad de información por ítems en cada lista de los materiales de prueba. La línea punteada muestra los resultados previsibles si la capacidad de la memoria pudiera ser expresada en bits, es decir, mientras más información contenga el ítem, menos ítems retendríamos en la MCP. La línea continua muestra los resultados reales: como se ve los sujetos son capaces de recordar siete ítems sin importar qué cantidad de información ellos aportan. La razón de esta variabilidad aparente la podemos encontrar en unas experiencias reportadas por G.A Miller (1956) realizadas por S. Smith en 1954. S. Smith (1954) midió la amplitud de la memoria de 20 sujetos para dígitos binarios y octales. Como promedio la amplitud fue de 9 para los dígitos binarios y de 7 para los octales. Después dio a 5 sujetos un esquema de codificación para que lo estudiaran hasta comprenderlo y más tarde repitió la medición. El siguiente ejemplo brinda una idea de cómo funcionan estos esquemas. Tabla II Forma de recodificar secuencias de dígitos binarios. Arriba aparecen 18 dígitos binarios que exceden lo que un sujeto puede recordar después de una presentación. En las líneas sucesivas aparecen diferentes recodificaciones. En la segunda línea se agrupan de dos en dos y se les da un número (el que aparece debajo de cada grupo) de modo tal que ahora hay 9 dígitos a recordar, lo cual puede estar dentro de los límites de la MCP. En la siguiente línea (la tres) aparecen los mismos dígitos binarios ahora agrupados de tres en tres y le damos a cada una un número natural entre el 0 y el 7. El sujeto deberá recordar sólo 6 dígitos. En las últimas líneas los dígitos se agrupan de cuatro en cuatro y de cinco en cinco y se le dan números entre el 0 y el 15 y entre el 0 y el 31 correspondientemente. Todos los sujetos de S. Smith que realizaron este tipo de agrupamiento o Recodificación recordaron mejor los números binarios extendiendo así considerablemente la amplitud de su memoria (citado por G.A. Miller, 1956). Este tipo de Recodificación mediante la cual formamos grupos para recordar mejor es más frecuente en la vida diaria de lo que se pudiera suponer. Pensemos en la forma en que agrupamos las letras del alfabeto para recordarlas, las preposiciones del idioma o la tabla de la actividad de los elementos químicos. Haciendo uso de una estructura rítmica formamos grupos para cada una de las 19 proposiciones, conformando grupos que reducen considerablemente el monto de elementos a recordar para hacerlo asequible a los límites de nuestra memoria. A estos grupos así conformados Miller los llamó "chunks" o trozos. G.R. Loftus (1976) plantea que un chunk es algo que puede tener una representación unitaria en nuestra MLP y que puede ser lo mismo un dígito, que una letra, que una frase o un proverbio y ellos son los responsables de los formidables incrementos en nuestra capacidad mnémica y además constituyen una unidad adecuada para captar las aparentes contradicciones relacionadas con la capacidad de nuestra MCP. Una de las actividades más evidentes cuando intentamos recordar algo es la repetición. Si usted necesita recordar un número de teléfono para hacer una llamada o le piden que busque a alguien a quien usted no conoce, seguramente usted tratará de retener tanto el número como el nombre repitiéndolo "para sí". Es esta, sin dudas, una actividad interesante: usted "habla" y se "escucha" a sí mismo. Si esto es así, se puede pensar que el contenido de la MCP está representado básicamente de forma auditiva. El análisis de los errores que cometen los sujetos al reproducir lo almacenado puede ser un indicio que confirme en el plano experimental si efectivamente la representación es auditiva o no. La razón es simple: si asumimos que un error se produce cuando sólo una parte de la representación almacenada puede ser recuperada, bien porque ha sido interferida por otro elemento a recordar, bien porque simplemente la hemos "perdido", Aquí entonces podemos preguntarnos: ¿qué parte no ha podido ser recuperada y qué relaciones físicas o psicológicas tiene con el material original? Las predicciones posibles sobre la base de la hipótesis del almacenamiento en forma auditiva y del asumir que los errores pueden ser indicio para confirmarla serían los siguientes: Supongamos que el sujeto debe recordar las letras BGK. Nuestra representación auditiva de estas letras en particular (y de todas en general) responden a la combinación de una serie de sonidos. Así la letra "B" se representa auditivamente "B + E", es decir "BE"; "G" se representa como "G + E", es decir, "GE" y así sucesivamente. Al recuperar estas letras para reproducirlas debemos recuperar tanto el primer sonido como el segundo. Si hay errores, y estos se deben a la confusión auditiva, ellos deben llevar a la reproducción de, "DE", "JE", "PE" o "TE" en lugar de "BE". En este caso el error se produce porque el sujeto pudo recuperar de manera efectiva sólo una parte de lo codificado: la "E" y por cuanto en nuestro alfabeto hay algunas letras que se pronuncian con "E" (ver más arriba) esto lo lleva a confundirla con aquellas. Un caso parecido ocurre con la "K", es decir, se confundirá con "A" provocando el consiguiente error. B. Conrad (1964) realizó una serie de experimentos con el fin de analizar el tipo de errores que cometían los sujetos al recordar letras presentadas visualmente. El condujo el análisis de los errores a través del dato frecuencia relativa en la cual cada letra fue confundida con otras letras posibles. Este estudio demostró sin ninguna duda que cuando a una persona se le presentan letras a recordar en una tarea de MCP, ella se vale de una representación acústica para almacenarla y recuperarla posteriormente. Los experimentos muestran que cuando se memorizan secuencias de consonantes en experimentos de MCP, presentados visualmente, los errores de la memoria correlacionan altamente con los errores auditivos que se producen en un test convencional de inteligibilidad para consonantes habladas. En estudios realizados más tarde por este mismo autor y sus colaboradores se demostró que diferenciando la variable confundibilidad con la variable frecuencia de ocurrencia de las letras sigue apareciendo la confundibilidad acústica como teniendo una más alta y significativa correlación con el recuerdo que la ocurrencia de las letras (Conrad y cols, 1965). Esto naturalmente no quiere decir que no puedan existir otros tipos de representación para almacenar el material, probablemente existen otras formas visuales de almacenamiento cuando recordamos experiencias no verbales o formas que impliquen un significado cuando se trata de recordar palabras, pero parece estar fuera de toda duda que este tipo de recodificación ocurre al menos a un nivel primario cuando el sujeto trata de recordar materiales verbales. (Norman, 1969) En la mayoría de los experimentos de MCP, los materiales que se han utilizado son verbales, esto puede influir en el tipo de codificación que se señala como fundamental. S. Sternberg intentó caracterizar los mecanismos de búsqueda en la MCP bajo el supuesto de que "...si la selección de una respuesta requiere el uso de la información que está en la memoria, la latencia de la respuesta revelará algo acerca del proceso mediante el cual la información es recuperada" (Sternberg, 1966). Con este objeto, Sternberg (1966) diseñó la siguiente situación experimental: se le presentó al sujeto una serie de dígitos, uno de cada vez, durante 1.2 seg cada uno. A esta serie Sternberg le llamó "set de memoria". La cantidad de dígitos que componían esta serie variaba entre 1 y 6 y se presentaban aleatoriamente en cada ensayo diferentes tamaños de set. Aproximadamente 2 seg. después aparecía una señal de aviso y un dígito de prueba. La tarea del sujeto consistía en decidir si el dígito de prueba estaba o no contenido en el set de memoria. La respuesta debía ser emitida tan rápido como fuera posible, pero evitando cometer errores. Al final de cada ensayo, el sujeto recibía retroalimentación acerca de su respuesta. Los parámetros tomados en cuenta fueron el número de errores cometidos y el tiempo de reacción. Para resolver esta tarea, podemos suponer que el sujeto debe comparar el dígito de prueba con los elementos de la serie que tiene almacenada en memoria y decidir si está o no en ella. Partiendo de este supuesto, es posible formular dos hipótesis: 1- La comparación se realiza en paralelo, es decir, el sujeto no necesita recorrer toda la serie comparando el dígito de prueba. En este caso, la cantidad de dígitos que conforman el set de memoria no debe influir de manera notable en el tiempo de reacción del sujeto. 2- La comparación se realiza de forma secuencial, es decir, el dígito de prueba es comparado con todos los elementos del set de memoria, uno a uno. Si esto es así, mientras mayor sea la cantidad de elementos que componen la serie, mayor será el número de comparaciones que tendrá que realizar el sujeto y por tanto el tiempo de reacción aumenta a medida que aumente el tamaño de este set. Si esta relación entre el tamaño del set de memoria y el tiempo de reacción es lineal, entonces podría expresarse como una función afín de la forma y = mx + n donde m es el tiempo que demora una comparación, x es el tamaño del set y n representa el resto de las operaciones que se realizan antes y después de la comparación misma, como el reconocimiento del estímulo, la toma de decisión y la respuesta motora. Los resultados obtenidos por S. Sternberg se pueden resumir en la siguiente gráfica. Fig. 14 Relación entre la latencia de la respuesta y el número de símbolos en la memoria. Como puede observarse, los resultados se ajustan a la función afín que planteamos anteriormente, es decir, a cada incremento del tamaño del set de memoria, le corresponde un aumento lineal del tiempo de reacción. Estos resultados soportan la hipótesis de que el proceso de búsqueda en memoria se realiza de forma serial. El tiempo que demora una comparación, como puede verse en la fórmula es de 37.9 mseg. y el resto de las operaciones toma 397.2 mseg. Una vez establecido que la búsqueda es secuencial podemos preguntarnos cómo transcurre esta búsqueda y cómo termina. Cuando la respuesta es negativa - el ítem no se encuentra en la serie - es evidente que el sujeto tiene que comparar el ítem de prueba con todos los dígitos del set para cerciorarse de que no está en él. Sin embargo, cuando la respuesta es positiva - el dígito de prueba está en la serie - pueden formularse nuevamente dos hipótesis: 1-La búsqueda termina cuando el sujeto encuentra el dígito de prueba en el set de memoria e interrumpe las comparaciones. Esta estrategia de búsqueda autoterminada es, por supuesto la óptima. En este caso, el tiempo de reacción debe ser menor que en las respuestas negativas, en las cuales el sujeto tiene recorrer todos los elementos. 2- El sujeto continúa comparando el dígito de prueba con todos los elementos de la serie hasta el final, a pesar de haber constatado la existencia del dígito de prueba en el set de memoria. En este caso, la búsqueda es exhaustiva y la estrategia parece poco eficiente, pues las respuestas positivas tomarían el mismo tiempo que las negativas. Si se observa en la gráfica la diferencia del tiempo de reacción registrado entre los dos tipos de respuesta comprobaremos, aún a simple vista, que esta diferencia no es significativa. Estos resultados, aparentemente contradictorios con la eficiencia que se espera del sistema cognitivo son explicados por S. Sternberg planteando que el proceso de toma de decisión y respuesta motora es tan lento (397.2 msg.) que resulta más eficiente tomar la decisión una sola vez al final de todo el proceso que tomar la decisión después de cada comparación, con lo que se enlentecería considerablemente todo el proceso. En resumen, partiendo de las experiencias de S. Sternberg, podemos decir que la búsqueda en la MCP se produce de forma serial y exhaustiva a una velocidad entre 25 y 30 símbolos por segundo. Los trabajos de S Sternberg constituyen un hito en el desarrollo de las investigaciones en las cuales se utiliza como variable dependiente el tiempo de reacción. La utilización del tiempo de reacción como indicador fundamental de los procesos mentales se conoce con el nombre de método cronométrico. En la literatura se distinguen fundamentalmente dos variantes de la cronometría mental: el método sustractivo y el método aditivo. El método de tiempo de reacción sustractivo elaborado por Helmholtz-Donders presupone que cuando las tareas en las cuales se exige al sujeto responder a un estímulo o combinación de ellos, los tiempos de reacción aumentan en la medida en que la tarea se complejiza, lo que les hizo suponer la aparición de nuevas operaciones mentales. Por ejemplo: si se le pide al sujeto reaccionar apretando un botón lo más rápido posible ante la presencia de un estímulo que aparece incluido en una serie de estímulos, se puede suponer que el sujeto para emitir su respuesta realice operaciones perceptuales y de organización de la respuesta motora. Si el experimento se complica y el sujeto debe apretar un botón ante la presencia de un estímulo y otro botón ante la presencia de otro, ellos hipotetizaron que los tiempos de reacción serían más largos en la segunda situación experimental con respecto a la primera. La resta de los tiempos de reacción obtenidos en el primer experimento "tiempo de reacción simple", con respecto al segundo "tiempo de reacción complejo" fue tomada como indicador de procesos u operaciones que el sujeto debía realizar en el segundo experimento, que no eran necesarias en el primero. El método de tiempo de reacción aditivo tiene su expresión más extendida en los estudios de S. Sternberg (1967, 1969) descritos anteriormente, acerca de la recuperación de la información en la MCP. El se propuso demostrar que la fase de búsqueda en memoria se prolonga en función de la cantidad de elementos que se retiene en la misma, sin adición de nuevas etapas de procesamiento. Esta forma de tratamiento del método cronométrico es diferente a la utilizada por Helmholtz-Donders. La complejización de la tarea conduce a un aumento de los tiempos de reacción, ya que se supone no se añada otra fase en el procesamiento de la información, sino que se prolongue en el tiempo una de las fases propuestas en su modelo: la fase de búsqueda. Modificaciones en la tarea experimental que conlleven al aumento de la latencia de los tiempos de reacción puede sugerir que estas modificaciones actúan en otras fases del procesamiento de la información. En una serie de experimentos realizados por el propio S. Sternberg, él logra separar los posibles efectos del aumento de las latencias del tiempo de reacción por alargamiento de la fase de búsqueda o por la influencia de otras variables independientes en otras fases del procesamiento. En los experimentos que se describen en este material se revela el primero de estos posibles efectos. La esencia del método aditivo consiste en lo siguiente: en el experimento original el tiempo de reacción es una función lineal. RT = mx + n donde mx representa la cantidad de comparaciones a efectuar durante el proceso de búsqueda en memoria y n son los eventos que ocurren antes y después de las comparaciones. Si las modificaciones en la tarea actúan sobre la misma fase de búsqueda se pudiera obtener una función diferente en la cual el intercepto es igual a la función original y aumenta la pendiente. Esto puede expresarse del modo siguiente: RT = (m + Dm)x+n Si las modificaciones actúan sobre fases diferentes se debe obtener una función en la cual hay un incremento del intercepto, manteniéndose la misma pendiente. Esto puede expresarse del modo siguiente: RT = mx + (n + Dn) El propio S. Sternberg planteó que un análisis como este depende de la validez de la teoría de búsqueda exhaustiva de la MCP y de la existencia de componentes aditivos del tiempo de reacción (Sternberg, 1967). Estos estudios sirvieron de modelo metodológico utilizado en la actualidad en la experimentación en otras áreas de la Psicología y la Psicofisiología experimentales. En la Tabla III se resumen las características fundamentales de la MCP, de forma tal que pueden ser comparadas con las características de la memoria sensorial. CARACTERISTICAS ENTRADA DE LA INFORMACION REPRESENTACION DE LA INFORMACION REGISTRO SENSORIAL Mecanismos preatentivos Huellas de influjos sensoriales VOLUMEN ALMACENADA PERDIDA DE LA INFORMACION Limitada por información sensorialmente Extinción TIEMPO DE PERMANENCIA DE LA HUELLA RECUPERACION DE LA INFORMACION Aproximadamente un segundo Lectura limitada sólo por DE LA INFORMACION la cantidad de trasmitida la MCP Mecanismos atencionales Fundamentalmente verbal. Posiblemente visual o semántica 7 2 chunks (trozos) Desplazamiento, Decaimiento e Interferencia Aproximadamente 30 segundos Búsqueda rápida secuencial y exhaustiva ESTRUCTURA DE (ORGANIZACION) LA MEMORIA velocidad de reacción Refleja el estímulo físico. No asociativa. Secuencial, Temporal y no Asociativa Tabla III Resumen de las características fundamentales de la memoria sensorial y la MCP. 3.2.2.MEMORIA OPERATIVA Típico para el momento de la MCP es precisamente el proceso activo de manipulación de la información: repetición, recodificación, toma de decisión y elección de estrategias de fijación y recuperación. En la MLP se guarda tal cantidad de información que es necesario garantizar la recuperación de la misma. El proceso de recuperación de la información se convierte en un proceso de búsqueda, en el curso del cual se van activando sucesivamente conjuntos o nodos de información. La situación es comparable a la que se produce cuando asistimos a una biblioteca, primero debemos encontrar un libro y después buscar en él la información que se desea o necesita. Fig 15 Operaciones que ocurren en la MLP en su calidad de memoria operativa. A partir de la presentación de la información el sujeto selecciona, en correspondencia con esta y con ayuda de su estrategia de recuperación, la información a ser probada. Después se activa el "dispositivo de búsqueda" en la MLP y la información se transfiere a la MCP. Una vez allí se realiza una prueba con el fin de comprobar si es o no la información buscada. El tipo de prueba está muy vinculado a la naturaleza de la información recuperada de la MLP. La información seleccionada se utiliza para la toma de decisión: si ella representa la información deseada la búsqueda termina. Si la información no se encuentra y si el proceso de repetición de la búsqueda es considerado por el sujeto como productivo, la búsqueda puede continuar. En este caso se comienza un nuevo ciclo de búsqueda y de nuevo comienza la prueba. En dependencia de las estrategias del sujeto la búsqueda puede ser igual o diferente. Por ejemplo, si a un individuo se le pide nombrar una provincia de Cuba cuyo nombre comience con P, él puede resolver esta tarea nombrando al azar todas las provincias y probando su primera letra. En cada ciclo de búsqueda, de no encontrar el nombre de la provincia, el sujeto puede repetir el mismo tipo de búsqueda o puede cambiar tratando de recordar de acuerdo a un criterio de organización, que puede ser la ubicación geográfica de las provincias de Cuba. Se puede demostrar que las estrategias en las cuales la información a ser probada se maneja de forma sistemática conduce a un éxito en la recuperación, aunque ellas exigen más tiempo, que las estrategias que pudiéramos llamar aleatorias. En el modelo el almacenamiento se describe en términos de flujo de la información de un almacén a otro, fundamentalmente de la MCP a la MLP y viceversa. Se supone que en gran medida el sujeto controle la direccionalidad del flujo de información. En el contexto de los procesos implicados en la dirección y control del flujo de información, la repetición juega un papel fundamental. Se hipotetiza que la repetición cumple la función de "anillo verbal". Ella permite almacenar la información en la MCP y al mismo tiempo pasarla a la MLP: cuanto más larga sea la permanencia de la información en la MCP, tanto más exacta resulta la huella que se conserva en la MLP. La MLP es la memoria permanente, en la MLP además las huellas no se descomponen, ni se desintegran, ni se desorganizan, pueden mantenerse durante minutos, días o años gracias a la organización de la información que se supone es de carácter categorial, semántica preferentemente. Como hemos señalado anteriormente se supone que el movimiento de la información de un almacén a otro se produce bajo control del sujeto. Si observamos el movimiento de la información en el sistema, un paso importante es el de búsqueda, y en relación con él, la búsqueda que se realiza en el almacén de MLP . La información que se mantiene es manipulada operativamente en la MCP. La transferencia de información al almacén a largo plazo puede ocurrir durante todo el tiempo en el cual la información se encuentra en el almacén a corto plazo. La cantidad y la forma que en que la información va a ser transferida dependen, en gran medida, de los procesos de dirección y control por parte del sujeto. La transferencia de la información de la MLP a la MCP bajo control del individuo le permite la solución de las tareas planteadas. No está lo suficientemente claro si estos procesos ocurren o no así. De los tres componentes de la memoria, el de más difícil comprensión resulta, sin lugar a dudas, la MCP. Como señala G. Mandler (1986) se hace necesario esclarecer la distinción entre los diferentes conceptos que se utilizan para designarla tales como: memoria primaria, MCP, memoria operativa y consciente. Además, de acuerdo con este mismo autor, la reconstrucción de la experiencia pasada ocurre por dos vías diferentes: de forma deliberada, como resultado de algún proceso de recuperación o de forma automática. En esta última no se requiere de la participación de procesos conscientes y ocurre de forma muy rápida (Mandler, 1986). La reflexión de este autor permite plantearnos la interrogante de si las operaciones que se señalan como características de la memoria operativa en el modelo propuesto son sólo pertinentes en el caso de la recuperación deliberada de la información. 3.3-MEMORIA A LARGO PLAZO (MLP) La MLP es la memoria permanente. En gran medida la información que se almacena en este componente del modelo postulado por R. Atkinson y R. Shiffrin se mantiene durante minutos hasta años y en algunos casos permanece intacta durante toda la vida. Las razones por las cuales unas huellas parecen desaparecer de la MLP y otras son imposibles de recuperar aún cuando ellas se mantengan no están, hasta el presente, lo suficientemente esclarecidas. Sin embargo, se plantea que la pérdida de información es posiblemente debida a la interferencia proactiva y retroactiva. Se hipotetiza que el mecanismo fundamental de entrada de información procedente de la MCP a este tipo de memoria es la repetición, aún cuando no se descarta la posibilidad de otros mecanismos de entrada. Recuérdese que la mayoría de las experiencias realizadas de MCP se han realizado con utilización de materiales verbales. La capacidad de esta memoria es desconocida, y en la literatura se reportan casos de individuos cuya MLP puede considerarse como prodigiosa . En este sentido es curioso señalar que en algunos sujetos que poseen de MLP de volumen excepcional los hechos y acontecimientos que logran almacenar y recuperar con extrema facilidad son irrelevantes y dan la impresión de archivos vivientes pasivos. Las características de esta memoria que han sido más estudiadas en los últimos años son aquellas que se refieren a que la representación de la información es fundamentalmente semántica y a que su estructura es asociativa, relacional; lo que determina la suposición de que la búsqueda es más o menos lenta puesto que se realizaría por categorías semánticas. Estas hipótesis han abierto un nuevo campo en el estudio de la memoria que se conoce con el nombre de "memoria semántica". En la siguiente tabla se resume comparativamente las características de los tres componentes de la memoria. CARACTERISTICAS ENTRADA DE LA INFORMACION REPRESENTACION DE LA INFORMACION VOLUMEN DE LA INFORMACION ALMACENADA PERDIDA DE LA INFORMACION TIEMPO DE PERMANENCIA DE LA HUELLA RECUPERACION DE LA INFORMACION ESTRUCTURA DE LA MEMORIA (ORGANIZACION) REGISTRO SENSORIAL Mecanismos preatentivos Huellas de influjos sensoriales MCP Mecanismos atencionales Fundamentalmente verbal. Posiblemente visual o semántica 7 2 chunks (trozos) MLP Repetición Semántica Desplazamiento, Interferencia e Aproximadamente un segundo Aproximadamente 30 segundos Posiblemente interferencia (inhibición retroactiva y proactiva) Desde minutos hasta años Lectura limitada sólo por la velocidad de reacción Refleja el estímulo físico. No asociativa. Búsqueda rápida secuencial y exhaustiva Secuencial, Temporal y No asociativa Búsqueda más o menos lenta por categorías. Contexto. Asociativa relacional Limitada por la cantidad de información trasmitida sensorialmente Extinción Decaimiento Volumen desconocido. No hay cálculo que permita definirlo Tabla IV Comparación de los tres componentes de la memoria. 4-POSIBILIDADES Y PERSPECTIVAS DE LA MODELACION DE LA MEMORIA. ANALISIS CRITICO 4.1-ANALISIS CRITICO Hasta aquí hemos desarrollado el modelo de tres componentes propuesto por R. Atkinson y R. Shiffrin. Este modelo llenó todo un período de experimentación y búsqueda en el enfoque del procesamiento de la información y tuvo la virtud de orientar el desarrollo de las ideas hacia la posibilidad de identificar etapas - no sólo de forma intuitiva, sino corroborada científicamente - en el flujo continuo de los procesos psíquicos. Permitió además una lectura más integrada y en cierta medida algo más coherente de los resultados de casi un siglo de investigación de la memoria y su incorporación a un modelo único. El modelo propuesto por R. Atkinson y R. Shiffrin fue un logro del enfoque del procesamiento de la información. Este modelo constituyó una superación del conductismo, de las limitaciones del esquema E - R y en él se trató de comprender la función específica del funcionamiento de la memoria humana. Sin embargo, es importante admitir el significado del control voluntario en el "trabajo" de la memoria; R. Atkinson no descubre las determinantes que condicionan el proceso. En esta dirección la Psicología Marxista ha acumulado muchos datos. Es indispensable citar aquí las investigaciones llevadas a cabo por L.S. Vigotski, A.N. Leontiev, A.A. Smirnov y otros; ellos avanzaron estudios de la memoria humana en los cuales se simulaba la aparición de la misma en las condiciones reales de vida del sujeto. Esto constituye hoy en día objeto de discusión en la Psicología Occidental. Como bien señala C.F. Graumann (1986) la memoria es una modalidad de las interrelaciones del individuo con su ambiente, y las teorías e investigaciones tradicionales se han centrado en la estructura intrapsíquica de los procesos relacionados con la memoria. Este autor propone que la memoria debe ser enfocada en el contexto de la persona, desde una perspectiva ecológica, que tome en cuenta el carácter social y las mediaciones objetivas de la memoria. El análisis de los procesos de la memoria en la estructura de la actividad real del individuo y de su comunicación con otros individuos, permite descubrir mejor el carácter de los determinantes del control voluntario, sin olvidar la posibilidad de la existencia de una memoria automática, término este propuesto por G. Mandler (1986) y a la cual hemos hecho referencia en este trabajo. La concepción de R. Atkinson y R. Shiffrin puede ser considerada como naturalista, ella exige una reelaboración crítica en el sistema de la actividad y la comunicación (Zabrodin, Zinchenko, Lomov, 1980). El modelo analítico funcional y algorítmico propuesto por R. Atkinson y R. Shiffrin se considera como una teoría general para un conjunto de tareas. Una de sus mayores virtudes fue el movimiento de ideas y paradigmas experimentales que originó. Sin embargo, la misma búsqueda estimulada por este modelo ha llevado a la valoración de cambios y variaciones en el mismo. Este desarrollo se debe en primer lugar a la necesidad de precisar aún más las características de las tres etapas previstas originalmente de las que las investigaciones efectuadas han establecido nuevas preguntas; en segundo lugar, los resultados de las investigaciones han sido en muchos casos contradictorias, lo que conlleva a la consideración de modificaciones de las características de las etapas, e incluso, al rechazo de algunas de estas. Finalmente, este movimiento en su resultado más radical ha conducido al cuestionamiento del modelo en sí, y a la búsqueda de nuevos criterios en la caracterización de la memoria y en consecuencia a la aparición de nuevos tipos de memoria y nuevas vías en la modelación de la misma. Es necesario señalar que casi en la misma época en que apareció el modelo propuesto por R. Atkinson y R. Shiffrin surgieron otros similares. Tal es el caso del modelo planteado por G. Sperling. Fig 16 Modelo de Sperling (1967). Aquí es posible observar que se introducen algunas precisiones, como la consideración de dos entradas - memorias icónica y ecoica - la capacidad de la memoria y la forma básica de almacenaje (repetición), y mayor detalle en las vías que debe seguir la información en el sistema. Además se valora la unidad de salida y una etapa definida por la toma de decisiones. A pesar de la incorporación de estas ideas, el modelo de S. Sperling no modifica sustancialmente el modelo de R. Atkinson y R. Shiffrin, ya que se pueden identificar las tres etapas originales en la misma relación. Otros investigadores han concentrado su interés en algunas de las etapas previstas en el modelo de R. Atkinson y R. Shiffrin, en especial, la MLP. Estos modelos en general disminuyen o cambian el papel de las etapas anteriores y le dan el peso mayor a este tipo de memoria en la cual postulan a su vez mecanismos más complejos. Sirva de ejemplo de esta dirección las ideas elaboradas por E. Tulving (1983) acerca de la distinción en la MLP, de dos mecanismos diferenciados en función y estructura: memoria episódica y memoria semántica. Esta distinción, cuyo valor heurístico ha sido demostrado, presenta de manera comprensible una forma de distinguir entre dos tipos de experiencia. Sin embargo ha sido muy discutido si ellas conforman sistemas diferentes. El propio E. Tulving (1985) ha planteado que la memoria episódica constituye un subsistema de la memoria semántica. La caracterización de la MLP ha avanzado extraordinariamente en las últimas dos décadas y es aquí donde se realizan actualmente la mayor cantidad de trabajos. Al conocimiento más profundo de este último eslabón del modelo de R. Atkinson y R. Shiffrin han contribuido científicos de la talla de R. Quillians, E.E. Smith, A.M Collins, G.R. Loftus, J.R. Anderson, G.H. Bower D. Norman y D.E. Rumelhart (Elosúa de Juan, 1985). El estudio de la MCP no ha perdido actualidad. Por el contrario, la clara definición de sus características, tales como sus límites de capacidad y el tiempo de almacenamiento, el tipo de código que utiliza y el carácter de búsqueda rápida que marca la recuperación de la huella en este tipo de memoria, así como su caracterización como memoria operativa, posibilitan la construcción de pruebas con el fin de evaluar y diagnosticar tanto el desarrollo como el deterioro de este importante eslabón del modelo propuesto por R. Atkinson y R. Shiffrin. Actualmente variantes del paradigma de búsqueda rápida en MCP propuesto por S. Sternberg (1969) se utilizan con fines de evaluación y diagnóstico de la memoria. En estas variantes se toman en consideración las características descritas y demostradas experimentalmente para este tipo de memoria. Esta dirección de trabajo se inscribe en un movimiento que trata de aplicar los logros del enfoque del procesamiento de la información a la esfera de la evaluación y diagnóstico psicológico. Por último, no ha faltado la crítica del modelo estudiado en sus fundamentos mismos, como el cuestionamiento de los criterios que le sirven de base: ello ha dado origen a modelos basados en otros criterios. Por ejemplo se discute el carácter lineal del modelo de R. Atkinson y R. Shiffrin. Como hemos explicado, la secuencia de las tres etapas es fija y actúa "en serie": una determinada información no se trasmite a la etapa siguiente hasta que sea completado su procesamiento en la etapa actual, y ello ocurre de manera lineal. La discusión de esta idea ha culminado en la propuesta de modelos que proponen un procesamiento distinto, no serial. Entre estos presentamos a modo de ejemplo el modelo de la "cruz maltesa" de D. Broadbent (1984) - recordar sus modelos iniciales de filtro - y el modelo de procesamiento en "cascada" de J.L. McClelland y D.E. Rumelhart (1985) . El primero supone la existencia de cuatro grandes almacenes (memorias), una de ellas vinculada a la entrada de información, otra a la salida y las dos restantes de carácter interno: la relación entre ellas permite el acceso en cualquier dirección. El centro del modelo es un sistema de procesamiento central que garantiza el acceso de la información contenida en cualquier almacén. Fig. 17 Modelo de la Cruz Maltesa. D. Broadbent (1984). El modelo de J.L. McClelland y D.E. Rumelhart (1985) supone que no es necesario que culmine el procesamiento de una etapa para que comience la siguiente: de esta forma, las etapas se superponen parte del tiempo y se produce cierto paralelismo en el procesamiento. Si bien estos enfoques proponen modelos distintos del estudiado, se mantienen dentro de los límites del procesamiento de la información, al postular etapas que pueden ser identificadas como unidades relativamente independientes. Otras corrientes llegan incluso a cuestionar la posibilidad de postular modelos de este tipo, en los cuales se identifican módulos de procesamiento y se proponen estructuras "molares" que se modifican de manera global con la entrada de la información. Pero esto nos llevaría fuera de los límites del enfoque estudiado, y además estas ideas tienen un carácter teórico que hace difícil su proyección práctica. 4.2-APLICACIONES A LA PRACTICA PROFESIONAL La aparición de modelos explicativos de la memoria en el enfoque del procesamiento de la información ha tenido un efecto directo en la práctica psicológica, referido tanto a la elaboración del modelo mismo - en el sentido de que sus etapas y demás características se identifican de forma modular - como en sus posibilidades metodológicas - paradigmas altamente formalizados que generalmente se aplican y evalúan con computadoras. Como enfoque surgido en el contexto de una Psicología Experimental, al principio su alcance se limitó a laboratorios, vinculado a objetivos de la investigación fundamental. Muy pronto, sin embargo, la tendencia integradora de este enfoque y las posibilidades de comprobar estos modelos en la actuación real de los hombres llevó a muchos psicólogos a la investigación aplicada y la utilización de los modelos y paradigmas que los sustentan, en la práctica psicológica directa. La aplicación más inmediata se orienta desde luego hacia las desviaciones del modelo descrito. Estos modelos de la memoria, en tanto explicativos de la conducta no patológica, pueden utilizarse como patrón y norma que permite apreciar y evaluar - de hecho diagnosticar - las desviaciones patológicas con un carácter más cualitativo, en tanto resulta posible identificar las etapas que están dañadas y la naturaleza del déficit. Esto es relevante, en primer lugar, para aquellos trastornos en los cuales el deterioro de la memoria aparece como el daño primario, y punto de partida de un deterioro más general y profundo de la personalidad. Entre estos trastornos, los más estudiados son las amnesias. Ya señalamos cómo uno de los argumentos para la consideración de dos mecanismos de memoria bien diferenciados (memoria a corto y largo plazo) provino precisamente de la Psicología Clínica, por el diagnóstico y tratamiento de las amnesias. A su vez los modelos elaborados permitieron penetrar de una forma más aguda en las manifestaciones de este trastorno, con el objetivo de identificar y localizar el déficit primario y, lo que es más importante, recuperar los mecanismos no afectados para compensar los desajustes en la actividad del paciente, y eventualmente, lograr una adecuación estable. Algunas de las ideas más interesantes y prometedoras descubiertas por la aplicación de los modelos y paradigmas experimentales descritos al estudio de las amnesias, apuntan a la existencia de un aprendizaje exitoso comprobado en estos pacientes, bajo determinadas condiciones. Tradicionalmente se ha sostenido que los sujetos aquejados de amnesia - en particular la forma anterógrada que es la más común - son incapaces de aprender un material nuevo, en el sentido de que no puede almacenar en la memoria ningún acontecimiento ocurrido después de la instalación del trastorno, aunque el sujeto recuerde bien los hechos retenidos anteriormente. Sin embargo, esta afirmación sustentada por la impresión clínica o la aplicación de pruebas convencionales de memoria ha perdido valor en la medida en que se ha ido acumulando evidencias experimentales que confirman la posibilidad de los amnésicos de resolver adecuadamente tareas que requieren de algún tipo de memorización. Estas tareas pueden clasificarse en dos grupos: aquellas que exigen la retención de un esquema sensoriomotriz (una acción práctica, la fijación de una respuesta ante un estímulo sensorial) y aquellas que no exigen un recuerdo declarado, sino sólo su utilización como agente facilitador. En este último tipo se produce el efecto llamado "priming" (efecto facilitador, activador) que consiste en que el sujeto afectado que no es capaz de retener y reproducir un listado de palabras (paradigma de recuerdo libre), al serle presentadas algunas de estas palabras en otro tipo de tareas (por ejemplo, separar palabras de no palabras), sus tiempos de reacción disminuyen notablemente y mejora la calidad de la respuesta. Algunos experimentos demuestran que los pacientes que presentan amnesia anterógrada son incapaces de recuperar de forma intencional los eventos recientemente vividos, pero si son capaces de recordar hechos o eventos que no exigen un proceso complejo de recuperación. En estos pacientes se afecta notablemente la capacidad para adquirir nueva información. E.K. Warrington y L. Weiskrantz (1970) describieron este fenómeno, ellos notaron que los amnésicos eran incapaces de recordar una lista de palabras, pero sí eran capaces de utilizar la información de las palabras de la lista en tareas llamadas de completamiento. En esta tarea ellos presentaban a los sujetos las tres primeras letras de cada palabra presentada (por ejemplo LIN... ) y les pedían completarla con la primera palabra que "viniera a su mente". Por ejemplo LIN... puede ser completado del modo siguiente: LINDO, LINEA, LINFA, etc. Ellos encontraron que los sujetos completaban preferentemente las tres letras dadas inicialmente con la palabra que había sido presentada en la lista. Por ejemplo LINEA, pero eran incapaces de recordar esta palabra en los experimentos de recuerdo libre. Estos resultados abren una vía al diagnóstico diferenciado y preciso de estos trastornos, y a los posibles tratamientos a seguir en el caso de las amnesias. Como extensión de este tema, se han comenzado a explorar los déficits de memoria que aparecen, no como producto de un trauma o enfermedad (amnesias), sino que constituyen un efecto del envejecimiento y representan, en la mayoría de los seres humanos, sus primeros síntomas. Aquí ha ocurrido una historia similar a la de las amnesias: se ha aceptado que el aumento de la edad conlleva una disminución efectiva - y a largo plazo, crítica - de las capacidades memorísticas. La investigación, utilizando los paradigmas experimentales descritos, comienza a ofrecer dudas acerca de la validez de este aserto. Si bien el aumento de la edad genera algunas deficiencias permanentes comprobables (por ejemplo la disminución paulatina pero firme, de la amplitud de la MCP), la aparición de otros trastornos (errores de codificación, incapacidad de estructurar el material en unidades manejables) no es un fenómeno tan general y mucho menos inevitable. Estos hallazgos repercuten directamente en la práctica clínica y permiten vislumbrar la promesa de tratamiento novedoso y cualitativamente más eficaces en la recuperación de estos pacientes. La potencialidad de la aplicación de los modelos de memoria en el diagnóstico de los trastornos de este tipo no se agota con las dos temáticas descritas. Ella representa además una alternativa viable a los métodos de psicodiagnóstico convencional, en especial el psicométrico, sometido en estos últimos años a fuertes críticas por sus limitaciones más evidentes (Mederos, Torres, Morenza, 1985; Morenza, Torres, 1988). De esta forma, el campo de aplicaciones se extiende a todas aquellas desviaciones de la memoria donde el diagnóstico deba alcanzar un alto grado de precisión y diferenciación cualitativa: la práctica clínica en general, los trastornos de aprendizaje, la evaluación de capacidades intelectuales o el psicodiagnóstico laboral. La discusión anterior permite comprender la importancia de la aplicación de estos modelos a otro tema fundamental: la Psicología del desarrollo. Infortunadamente, este campo no ha recibido suficiente atención, y los ejemplos no son numerosos ni significativos. Sin embargo, es aquí donde pueden encontrarse las respuestas a muchas interrogantes: ?cómo se desarrolla la memoria?, ?en qué momento y bajo qué condiciones aparecen mecanismos diferenciados?, ?cómo se relaciona este desarrollo con el sistema cognitivo en general?. Sólo en una aproximación genética es posible comprender esta historia. Además, la identificación de tipos diferentes de memorias ha sido reconocida tanto en el enfoque de la epistemología genética de Piaget, como en la escuela histórico cultural de Vigotski, desde una perspectiva de desarrollo, lo que permite un nexo más entre estas tendencias de la Psicología Cognitiva Contemporánea. Una de las aplicaciones más antiguas de los estudios de memoria ha sido la educación. Incluso, en la época en que primó la corriente conductista - que por supuesto no aceptaba la memoria como proceso interno - las gráficas que mostraban la ejecución de los sujetos en tareas de retención eran consideradas como curvas de aprendizaje, reconociendo implícitamente la influencia directa del estudio de estas tareas en la práctica educacional. La aparición de los modelos del procesamiento de la información repercutió de múltiples maneras en la Psicología y la práctica misma de la educación. En primer lugar, los hallazgos experimentales han pasado paulatinamente a la práctica educacional en la forma de consejos al estudiante acerca de cómo estructurar estrategias adecuadas para un rendimiento mayor. Ello incluye, por ejemplo, la necesidad y fundamentación de la repetición en el proceso de aprendizaje, la estructuración del material en 7 + 2 unidades complejas, la utilización de códigos y recursos mnemotécnicos entre otras. NOTAS 1- Si se desea profundizar en la obra de H. Ebbinghaus se recomienda la lectura de Garret, H.E. 1968. 2- Los manuscritos de este trabajo se perdieron durante la segunda guerra mundial y reaparecieron en 1950. Se publicaron por primera vez en 1982, en el primer tomo de las Obras Escogidas de L. S. Vigotski. 3-El Síndrome de Korsakoff fue descrito en 1887 por el científico ruso Serguei Korsakoff. Este síndrome puede ir o no precedido de un delirium tremens y sus síntomas son amnesia, confabulaciones, desorientación en el tiempo y el espacio y neuropatía periférica. Aunque por lo general se acepta que su aparición implica siempre alcoholismo crónico en realidad el cuadro se debe a deficiencias nutritivas sobre todo de tiamina y niacina. (Tomado de Chafetz, M.E. Alcoholismo y Psicosis Alcohólicas En A. Freedman, H. Kaplan y B. Sadock (Eds) Trarado de Psiquiatría. Tomo II Ed. Revolucionaria, La Habana 1982.) 4-El taquitoscopio es un dispositivo muy utilizado en la Psicología Experimental en la cual tiene una larga historia. Permite regular el tiempo de exposición de los estímulos. Muchas de sus funciones básicas pueden ser sustituidas por las microcomputadoras personales actuales de acuerdo a las características de sus Unidades de Procesamiento Central y el poder resolutivo del display. 5-Las ideas fundamentales acerca de la memoria operativa fueron tomadas del libro de R. Atkinson (1980). 6-Un caso de memoria prodigiosa se relata en A.R. Luria, 1984. 7-Para la mejor comprensión de la tarea los ejemplos originales fueron sustituídos por un ejemplo en español. Los ejemplos originales utilizados fueron: CHA..., los posibles completamientos de estas letras en idioma inglés son CHARM, CHASTE, CHANT, etc. El completamiento más encontrado fue CHAIR que había sido una de las palabras presentadas en la lista que los sujetos eran incapaces de recordar. BIBLIOGRAFIA - Averbach, E., Sperling, G., Short-Term Storage of Information in Vision. En C. Sherry (Ed) Simposium on Information Theory. 196-211. Ed. Butter Worth, Londres, 1961. - Atkinson, R. La Memoria Humana y los Procesos de Aprendizaje. Ed. Progreso, Moscú, 1980. - Bartlett, F.C. Remembering: A Study in Experimental and Social Psychology. Cambridge, University Press, Cambridge, 1932. - Broadbent, D. Percepcion and Communication. Ed. Pergamon Press, Nueva York, 1958. - Broadbent, D. The Maltese Cross - A New Simplistic Model for Memory. The Behavioral and Brain Sciences, 1, 55-94, 1984. - Conrad, R. Acustic Confusions in Inmediate Memory. 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