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Transcript
Pág.
2.
¿Lo más importante en mi vida? ¡La Salud!
5.
El Cáncer ¿Se puede prevenir?
14. Cambiando mi estilo de vida: Aprendiendo a
comer de forma saludable
25. Despensa anti-cáncer vs Despensa pro-cáncer
28. Un poco de hindú, un poco de chino, un poco de
árabe: Pequeños gustos que salvan vidas
35. Comencemos a cambiar: El valor de las especias
39. Frutas anti-cáncer. Recetas Frutales
49. Verduras anti-cáncer. Recetas de Ensaladas y otras
delicias
64. Cereales integrales. Recetas con mucha fibra para
prevenir el cáncer.
73. ¿Por qué evitar la carne? Recetas de carnes contra
el cáncer
86. Pescados y mariscos anti-cáncer. Recetas marinas.
94. Legumbres anti-cáncer. Recetas combinando
maravillas.
100. Aprendiendo a deleitarte sanamente
Asistiendo a un seminario de Educación Comunitaria
donde nos explicaban la mejor manera de relacionar e
integrar a las personas, se me ocurrió hacer una
pequeña encuesta en mi propio hogar. El objetivo era
comprobar si los miembros de una misma familia tenían
maneras diferentes de ver la vida y analizar por qué. De
esta manera, todos escribimos en un pequeño cartón
nuestras respuestas, las pusimos en una caja y luego
cada uno debía sacar una de las tarjetas e identificar al
que lo había escrito.
La pregunta fue: ¿Qué es lo más importante en tu vida?
Mamá, sonriendo, leyó: La satisfacción personal. Esta
fuiste tú. Y era cierto, soy de las que piensa que disfrutar
de lo que hacemos nos rodea de energía positiva
ayudándonos a vencer cualquier obstáculo.
Papá leyó muy serio: Tener un buen trabajo para
mantener a mi familia. Este fue tu hermano. Y era cierto,
mi hermano es muy responsable y piensa que una buena
economía es la base de la estabilidad familiar.
Mi hermano leyó, algo conmovido: Cuidar de mis hijos.
Esta fue mamá. Y era cierto, nadie como una madre para
ponerse en segundo plano por sus seres queridos.
Era mi turno, pero al mirar la ficha que tenía en las
manos quedé sorprendida, decía simplemente: Una
buena salud. Todos miramos a la abuela que había
permanecido callada. Ella argumentó sonriendo: Sin una
buena salud, nada de lo que ustedes escribieron sería
posible.
El problema es —continuó abuela— que nunca pensamos
que podemos enfermarnos, siempre decimos «a mí no me
va a tocar», pero en estos últimos meses, cuando estuve
cuidando a mi amiga Blanca, comprendí la verdad. Ella
estaba allí, luchando contra el cáncer con tantas ganas
de hacer cosas, con un trabajo satisfactorio, con unos
hijos maravillosos, con una economía estable y, sin
embargo, no podía disfrutar de nada. Así que, cuando
venció la batalla, decidimos juntas cambiar nuestro estilo
de vida y comenzar a cuidarnos más.
Me costó mucho tiempo entenderlo, pero ahora lo sé ¡Lo
más importante en la vida es la salud!
Las sabias palabras de mi abuela dejaron su huella en
mí, investigué un poco y comprendí que tenía que
trabajar para fijar esta idea en la mente del resto de mis
familiares y así, como decían en el seminario, «Integrar
nuestros esfuerzos por el bien común».
Descubrí que una alimentación adecuada puede prevenir
la aparición de numerosas enfermedades, entre ellas, más
del 50% de los tipos de cáncer conocidos hasta la fecha.
Este libro es la muestra de lo que aprendimos y logramos:
Vitalidad, vigor, fuerza y salud. Y sólo variando nuestra
dieta diaria ¡Increíble! yo creo que realmente vale la
pena.
¿Realmente conocemos lo que es el cáncer? Día tras día
repetimos esta palabra sabiendo que es una
enfermedad que está atacando a gran parte de la
población mundial y que existen muchas instituciones
científicas y médicas dedicadas a investigar cómo
curarla, pero no es suficiente. El primer paso para
cambiar nuestro estilo de vida es entender a qué nos
enfrentamos, entender QUÉ ES EL CÁNCER.
Una célula que resulta ser “muy mala
compañía”
Para que nuestro cuerpo funcione perfectamente todos
sus elementos deben dar lo mejor de sí y estar
coordinados; cada célula tiene un tiempo de vida útil,
luego del cual es desechada, como es el caso de las de
la piel, o sufre apoptosis (muerte celular programada),
mientras nuevas células pasan a ocupar su lugar. Así
ocurre constantemente en cada uno de los tejidos de
nuestro organismo.
Ahora bien, en ocasiones, ante determinados factores la
célula deja de funcionar como el resto del tejido u
órgano donde se encuentra, muta (su ADN cambia) y
comienza a dividirse descontroladamente dando lugar a
masas de células anormales que destruyen a sus vecinas
e interfieren con el funcionamiento del tejido donde se
encuentran. Estas masas o tumores continúan creciendo
mientras desarrollan vasos sanguíneos que las proveen
con los nutrientes necesarios e incluso son capaces de
migrar hacia otras regiones del cuerpo a través de la
sangre o la linfa. El proceso puede repetirse una y otra
vez hasta que fallan varios sistemas de órganos, algo
que no es compatible con la vida. Claro que esta es una
manera muy sencilla de ver un proceso complejo, pero
básicamente así es como actúa el cáncer.
Entonces, ¿Todos somos potencialmente susceptibles de
desarrollar un tumor maligno? Sí, todo está en que nos
expongamos repetidamente a uno o más de los factores
que pueden provocar estas mutaciones y crear las
condiciones para su desarrollo, es decir, activar esa
primera celulita y dejarle el camino libre para infectar
todo nuestro cuerpo.
Existen en la actualidad más de 200 tipos de cáncer y
las causas de su aparición no han sido totalmente
aclaradas aún, pero se considera que es una
enfermedad resultante de la interacción de múltiples
factores: ambientales, genéticos, fisiológicos y
alimentarios, los cuales te presento a continuación.
Factores de riesgo del cáncer
Exposición a agentes cancerígenos como sustancias
químicas y radiaciones ionizantes
Cada día estamos expuestos a más de 4000 sustancias
químicas que aparecen en nuestros análisis de orina y
sangre. Estas sustancias provienen de pesticidas,
insecticidas, cosméticos y tantos otros productos con los
que interactuamos habitualmente de forma consciente o
inconsciente y al ser metabolizadas en nuestro hígado se
convierten en agentes cancerígenos con capacidad
potencial de lesionar al ADN de las células.
Por su parte la exposición a altos niveles de radiaciones
ionizantes tanto naturales (rayos solares, sustancias
radiactivas) como artificiales (provenientes de lámparas,
radiadores, fábricas) puede ocasionarnos daños en la
piel, disminución de los glóbulos rojos y los leucocitos,
depresión del sistema inmunológico y alto riesgo de
infección, lo cual se encuentra relacionado con la
aparición de tumores malignos.
Hábitos alimentarios inadecuados
Se ha comprobado que existe una relación directa entre
la nutrición y la prevención del cáncer. Nuestra dieta
occidental se caracteriza por el predominio de azúcares
refinados, harinas blancas, alimentos fritos, carnes rojas y
embutidos, mientras que carece de suficientes cantidades
de vegetales, frutas y fibra. Esta forma de alimentación
puede favorecer la acumulación de sustancias
cancerígenas, potenciar el desarrollo de los tumores y
entorpecer el funcionamiento del sistema inmunológico.
Tabaquismo
La inflamación crónica producida por el humo de
cigarros y tabacos en el tejido pulmonar es
aprovechada por las células cancerosas desarrolladas
en los pulmones para asegurar su crecimiento. La
inflamación facilita la proliferación de estas células y
también la creación de vasos sanguíneos que
alimentarán el tumor. Resultan afectados tanto los
fumadores activos como los pasivos.
Otras investigaciones han indicado que el humo de
cigarros y tabacos contiene aminas heterocíclicas (AHC)
que pueden dañar el ADN. Este proceso sólo ocurre
luego de ser metabolizados por enzimas específicas del
cuerpo, cuya actividad varía en dependencia de cada
organismo y determina los riesgos de sufrir cáncer
debido a estas sustancias.
Alcohol
El alcohol puede causar estragos en todos los órganos,
principalmente el sistema nervioso, el hígado y el
corazón, no es extraño entonces que incremente el
riesgo de cáncer gastrointestinal, hepático y de mama.
Obesidad
Este desequilibrio metabólico se encuentra relacionado
con el exceso de grasa, el desarrollo de un estado de
pro-inflamación y de un paulatino aumento de la
resistencia a la insulina (lo cual provoca que cada vez
sea necesario liberar una mayor cantidad de ésta).
Cuando en el organismo se libera insulina, también se
segrega IGF (factor de crecimiento parecido a la insulina)
y ambos potencian los procesos de inflamación que
estimulan el crecimiento de tumores malignos. Es por eso
que el sobrepeso se asocia con un riesgo aumentado de
cáncer de seno (entre las mujeres post-menopáusicas),
colon, sistema reproductor, esófago, vesícula biliar, riñón
y páncreas.
Sedentarismo
La ausencia de ejercicio físico no solamente causa
propensión a la obesidad si no también problemas
óseos, cansancio general y deposición de grasas en el
sistema circulatorio, por lo cual resulta otro factor que
influye en la aparición de cánceres de distintos tipos.
Problemas genéticos
Sólo el 5 al 10% de los casos diagnosticados de cáncer
se deben a defectos genéticos. Aunque la carcinogénesis
es ocasionada por anormalidades en el material
genético de las células, que se producen durante el
proceso normal de replicación del ADN, la mayoría de
las veces nuestro sistema inmunitario es capaz de eliminar
estas células sin mayores complicaciones.
Por otra parte existen familias cuya historia genética las
hace más susceptibles de padecer esta enfermedad al
exponerse a los factores de riesgo. ¿Entienden? No
define que vas a sufrirla si no que tienes que cuidarte
más que los demás para no padecerla.
Infecciones
Determinadas infecciones como las provocadas por el
virus de la hepatitis B y C, el virus de papiloma genital
o el Virus de Inmunodeficiencia Humana se encuentran
relacionados con distintos tipos de cáncer, dado que
deprimen el sistema inmunitario y favorecen la
inflamación.
Envejecimiento
El envejecimiento es considerado un factor de riesgo
debido a que la mayoría de los casos diagnosticados a
nivel mundial se corresponden con individuos mayores de
65 años; sin embargo la incidencia de esta enfermedad
se está observando en personas cada vez más jóvenes.
En el caso de las mujeres los cánceres más frecuentes
son el de mama, el de ovario y el de útero y en el caso
de los hombres es más común que se produzca cáncer
de colon, riñón y próstata, aunque esta incidencia varía
en dependencia del país, la región y el estilo de vida de
las personas.
Factores psicológicos
Aspectos psicológicos negativos como altos niveles de
estrés y depresión profunda, así como el aislamiento
social tienden a inhibir nuestro sistema inmunológico.
El sistema inmunológico tiene un papel esencial en la
eliminación de células cancerígenas. Otros factores como
una dieta inadecuada y el sedentarismo también pueden
afectarlo.
¿El cáncer se puede prevenir?
Según los especialistas del 90 al 95 % de los cánceres
diagnosticados se deben a factores ambientales y al
estilo de vida no saludable, o sea, SON PREVENIBLES.
Uno de los factores más importantes a tener en cuenta,
el cual resulta el motivo de este libro es la
ALIMENTACIÓN. La mayoría de la gente no presta
atención a lo que come y sin embargo cuántos dolores
de cabeza les evitaría saber que aumentar su consumo
de frutas, vegetales y otros productos saludables
previene el daño del ADN de las células, favorece la
reparación del ADN y el recambio celular, suprime la
expresión de oncogenes (genes del cáncer), regula y
potencia la actividad del sistema inmunológico y regula
los niveles de algunas hormonas como los estrógenos
que, en altas concentraciones, activan el desarrollo de
tumores malignos.
Muchos son los experimentos que han mostrado tanto en
animales como en seres humanos una disminución del
avance de ciertos tipos de cáncer ante el cambio de
estilo de vida representado por una dieta sana y
ejercicio físico; pero creo que lo más impresionante son
las estadísticas de casos de cáncer en países que llevan
una dieta oriental como los asiáticos, con respecto al
número de casos encontrados anualmente en países
donde predomina la dieta occidental como en Estados
Unidos, países de América Latina y del norte de Europa.
Los cánceres de mama, próstata y colon, por ejemplo son
9 veces más frecuentes en este último grupo ¡9 veces!
Los resultados de estudios a largo plazo en poblaciones
japonesas y de África Oriental con alto consumo de
vegetales y fibra y bajo consumo de carnes rojas
mostraron un menor riesgo de padecer cáncer, lo cual
se mantuvo en los miembros de dichas comunidades que
se trasladaron hacia Inglaterra, por ejemplo, y
continuaron con su alimentación tradicional. Sin embargo
las personas procedentes de las mismas zonas que
adoptaron las nuevas formas de alimentación tuvieron el
mismo riesgo que la población autóctona de sufrir la
aparición de neoplasias.
Saber todo esto me llevó a pensar por primera vez que
si queríamos prevenir la aparición de un flagelo como el
cáncer en los miembros de nuestra familia teníamos que
cambiar, cambiar nuestro estilo de vida.
Tu estilo de vida no es el atuendo que llevas, no es sólo
la manera en que le hablamos a la gente ni cómo nos
relacionamos. No es algo que nos ponemos y nos
quitamos en un día. Nuestro estilo de vida es cómo nos
vemos ahora y en el futuro: nuestro ambiente, nuestro
hogar, nuestro trabajo, nuestra rutina, nuestra salud.
Entonces sí, parece una tarea titánica esta de cambiar:
—¿Funcionará?
—¿Podré hacerlo?
— ¿Realmente vale la pena o es una broma?
Pueden ser las preguntas que vienen a tu mente en este
momento y yo te respondo que:
— Sí funciona, los resultados que obtienes no dejan lugar
a dudas.
— Sí puedes hacerlo, todos podemos, porque no es
cambiar lo que eres, sino cambiar aquello que te
acostumbraste a hacer y te perjudica.
— Sí vale la pena. Si todo el dinero que invertimos en
curarnos de enfermedades evitables lo utilizáramos en
proveernos de un ambiente sano y relajado, alimentos
saludables y orgánicos y un buen gimnasio estaríamos
trabajando en su prevención, sin preocupaciones por
nuestra salud.
Te expondré un ejemplo real:
Mi madre no fumaba ni tomaba, por lo cual ella se
consideraba una persona saludable, sin embargo llevaba
un estilo de vida bastante desorganizado: comía cuando
quería y lo que tuviera a mano, sobre todo pan, dulces y
plátanos fritos. A veces se pasaba el día entero pegada
a la máquina de coser, sin hacer verdaderas comidas, a
base de sándwiches solo porque “no tenía deseos de
comer nada pesado”. Mi madre tuvo que operarse casi
de urgencia de una vesícula llena de cálculos,
acumulados durante 20 años, que terminó siendo una
masa inservible de rocas. Por las mañanas mamá se
levantaba con dolor de columna, a medio día se
quejaba de las rodillas y por la noche la hernia hiatal de
su estómago le recordaba su abuso de pan y grasas ¡Un
desastre! Luego de un susto donde la indigestión apenas
la dejaba moverse de la cama, mamá decidió cambiar.
Reemplazó su despensa, comenzó a hacer ejercicios,
estableció horarios… No le fue fácil, pero a medida que
iba haciendo pequeños cambios, sentía que ganaba más
y más fuerza.
El secreto, según ella, no está en hacerse el valiente y
cambiar todo de golpe pues comienzas a extrañar
demasiado y finalmente te rindes. El secreto del éxito está
en plantearse pequeñas metas, cumplirlas y celebrar los
logros. Es como puedes valorar tus avances en su justa
medida.
Hoy mi madre es una mujer de 60 años (su cambio
comenzó al cumplir los 59) que no se queja de dolor
alguno, practica tai-chi cada mañana y camina mucho.
No ha tenido que visitar al médico en 8 meses, ni
siquiera ha tenido la más leve molestia estomacal: la
fibra, los vegetales y las frutas han hecho su trabajo.
Ahora mamá es una mujer sana, fuerte y relajada,
piensa diferente, tiene otra piel, los ojos le brillan y
transpira energía. Cambiar su estilo de vida la ha hecho
muy feliz.
La pregunta ahora es: ¿Quieres intentarlo tú?
Aprendiendo a vivir de forma saludable
Para cambiar tu estilo de vida necesitas mejorar cuatro
puntos esenciales:


Tu ambiente: Lo que te rodea
Tu rutina: Lo que haces

Tu mente: Lo que piensas y sientes

Tu alimentación: Lo que te sostiene
Estos cuatro puntos se hallan interrelacionados y
constituyen los pilares de tu salud.
Existen muchísimas maneras de cambiar tu estilo de vida
de forma tal que cada una de ellos constituya un arma
contra el cáncer pero, cuando investigábamos juntos, a
nivel de familia, nos dimos cuenta de que todos no tenían
que ver con nosotros. Mi consejo es que no te apabulles
con la información que te ofrezco, busca puntos en
común con tu forma de ser, elige un método y hazlo tuyo,
enriquécelo y ponlo en práctica. Recuerda: Plantéate
pequeñas metas a cumplir, observa las mejoras, aprende
de ti mismo ¡y lucha contra el cáncer!
Tu ambiente: Lo que te rodea puede
ocasionarte cáncer
No estamos aislados en el mundo, no vivimos en una
burbuja de aire así que, como seres vivos,
intercambiamos sustancias, información y energía con
todo aquello que nos rodea. Muchas veces este
intercambio no es nada saludable e incluso sin darnos
cuenta estamos recibiendo energía, información y
sustancias perjudiciales. ¿Cómo puedes evitar que esto
suceda?
1.
Evita exponerte a sustancias cancerígenas como
las empleados en determinados procesos
industriales, hoy estarás ganando dinero pero
mañana puedes sufrir el desarrollo de un cáncer
que afectará tu vida y la de tu familia. Estas son
algunas de las más comunes: amianto, arsénico,
benceno, berilio, cadmio, cobalto, dibromuro de
etileno, gases de motores diesel, fibra de vidrio,
formaldehído, polvo de madera, radón, sílice
cristalina y cloruro de vinilo.
2.
Evita tomar demasiado sol o someterte a otras
fuentes de radiación ultravioleta, como las
lámparas de los salones de bronceado.
3.
No uses cosméticos que contengan estrógenos o
productos de placenta, pues pueden provocarte
desequilibrios hormonales y ya conocemos su
relación directa con el cáncer.
4.
Utiliza productos de limpieza y aseo que sean
ecológicos.
5.
En general lee en detalle la composición química
de todo producto que utilices, así podrás analizar
si puede ser perjudicial para ti o no.
6.
Mantén ventilada tu casa, rodéate de colores
claros, deja que la energía fluya a través de ella.
El sitio donde vivimos influye notablemente en
nuestro estado mental. Precisas de un ambiente
estable y cómodo para cargarte de pensamientos
positivos que muchas veces son una barrera
contra cualquier enfermedad.
Tu rutina: Lo que haces puede ocasionarte
cáncer
Más bien lo que no haces, tomar decisiones por tu
bienestar. Ya basta de decir yo no puedo, ya basta de
decir es demasiado, ya basta de decir no tengo tiempo
porque un tumor maligno te robará todo ese tiempo que
no quisiste emplear en tu salud. Adelante, tú puedes:
1.
Por supuesto, nada de consumir drogas: las drogas
desarrollan dependencia, deprimen el sistema
inmunitario, atacan los órganos haciéndolos
susceptibles de sufrir infecciones y desarrollar
tumores, sin hablar de las evidentes implicaciones
sociales. No a las drogas, mantén hábitos sanos.
2.
Decídete y deja de fumar, estás aumentando el
riesgo de sufrir cáncer de pulmón, laringe, lengua,
vejiga y riñón, no solamente para ti sino también
para todos los que se exponen a tu humo.
3.
Disminuye el consumo de bebidas alcohólicas, ya
sabes el daño que pueden provocarte.
4.
Necesitas aumentar tu actividad física, puedes
hacerlo lentamente, no importa si al principio sólo
le dedicas 15 minutos al día. Pronto te encontrarás
en mejores condiciones y el mismo cuerpo te
pedirá que aumentes tu tiempo de ejercicios.
Caminar, trotar, nadar, subir escaleras, hacer
ejercicios aerobios, bailar, las posibilidades son
infinitas, solo mueve tu cuerpo ¡y diviértete!
5.
Mantener un peso corporal adecuado te hará
sentir mejor y disminuirá el riesgo de sufrir distintos
tipos cáncer.
Pero independientemente de tu peso (el cual se
normalizará con todos estos cambios pues el cuerpo
tiende al equilibrio), es importante que te sientas bien
anímicamente lo cual me lleva al próximo punto…
Tu mente: Lo que piensas y sientes puede
ocasionarte cáncer
Tu mente es más poderosa de lo que puedes imaginar,
es capaz de curarte o provocarte enfermedades, es
capaz de darte fuerzas o volverte débil. ¿No me crees?
¿No te has dado cuenta de que cuando piensas “yo no
puedo hacer eso”, realmente no puedes hacerlo? ¿Y si
otro día acometes la misma tarea con optimismo te
parece muy fácil llevarla a feliz término?
¿No existen acaso terapias para potenciar la mente y
ayudar en el proceso de curación del cáncer?
Entonces tu estado síquico es la clave para prevenir la
depresión de tu sistema inmunológico:
1.
Llénate de sentimientos positivos: alegría,
optimismo, amor. Disfruta cada momento
sanamente, tu organismo te lo agradecerá.
2.
Busca algo que te haga sentir realizado, no hay
nada como la frustración para deprimirnos, así que
si no podemos dedicarnos a lo que nos gusta
busquemos un hobbie o una ocupación alternativa
en la que podamos sentirnos los mejores, puede
ser correr, bordar, cocinar, criar ratones,
coleccionar chapas, leer libros antiguos, escribir
blogs. La realización es esencial para tu salud, no
lo olvides.
3.
Opta por uno o varios métodos de relajación. Ya
sabemos que el estrés es la manera en que
nuestro cuerpo reacciona a las necesidades de la
vida, pero debemos evitar sobrecargas y nada
como un método de relajación para hacernos
recuperar el ritmo. Puedes practicar yoga y tai-chi
u optar por maravillosas sesiones de masajes.
Tu alimentación: Lo que te sostiene
Cada vez son más las revistas científicas de alto impacto
que publican investigaciones demostrando que una dieta
rica en frutas y vegetales, pescado y fibra juega un
papel crucial en la prevención y curación del cáncer.
Más adelante te explicaré punto por punto cómo variar
tu dieta puede ser delicioso y divertido, pero ahora te
daré un poco de información básica.
1.
Toma mucha agua, aproximadamente dos litros
cada día, esto te ayudará a eliminar las toxinas de
tu cuerpo además de favorecer el funcionamiento
de todos tus órganos.
2.
Para tener una dieta saludable debes consumir 5 o
más porciones de frutas y vegetales diariamente,
legumbres y cereales no refinados.
3.
Limita tu consumo de carnes rojas y aumenta la
ingestión de pescados, aves y huevos.
4.
Evita los dulces y en general el consumo de
azúcares, harinas blancas, cereales refinados y
azucarados pues favorecen los procesos
inflamatorios relacionados la proliferación de las
células cancerígenas.
5.
Evita los alimento fritos, las comidas chatarra, los
embutidos y alimentos pre-elaborados a los cuales
se añaden conservantes., malos para la salud.
6.
No consumas alimentos quemados, especialmente
carnes y pescados puesto que aumentan el riesgo
de desarrollar cáncer gástrico.
7.
Evita ingerir vitamina B elaborada en comprimidos,
inyectables, o cualquier otra forma medicinal,
porque tiene un efecto estimulante en las células
cancerígenas.
8.
Experimenta la cocina al vapor y a la plancha, es
más saludable.
9.
Utiliza métodos de conservación adecuados así
impedirás la proliferación de microorganismos con
efecto cancerígeno.
10. Protégete
de las micotoxinas. Estas son sustancias
cancerígenas producidas por hongos que crecen
sobre los alimentos y afectan a los animales y al
hombre. Pueden encontrarse lo mismo en
productos cosechados que en la leche y la carne
que se consume. Son inmunosupresoras y causan
toxicosis crónica letal. Para cuidarte de ellas evita
ingerir alimentos almacenados en sitios húmedos,
separa las piezas descoloridas de maní, almendras
y maíz y desecha los granos de legumbres que
sobrenadan en el agua al ser sumergidos.
¿Te parece mucho? No te preocupes, te guiaré paso a
paso hasta que logres hacer tu propia DIETA ANTICÁNCER. Recuerda que de esta forma estarás ganando
vida.
Comer es un placer, es un momento para el cual hay
que prepararse puesto que se trata de disfrutar y
compartir. Saber que comiendo adecuadamente podía
evitar enfermar de cáncer e incluso contrarrestar muchas
otras enfermedades fue muy importante para mí. Así que,
para entender mejor lo que debía hacer y también por
diversión, dibujé una tabla similar a la Tabla resumen que
te presento a continuación y comencé a llenarla:
En la columna de la izquierda puse los alimentos que
estaba acostumbrada a comer y la llamé Despensa procáncer, mientras que en las de la derecha coloqué los
productos con los que podía sustituirlos (los cuales
integraban la Despensa anti-cáncer) y también sus
beneficios.
Tabla de sustituciones anti-cáncer
A continuación ponemos a su disposición una tabla de
sustituciones anti-cáncer. Para facilitar la lectura hay que
tener en cuenta que la primer columna cuenta con los
alimentos pro-cáncer y la segunda los alimentos anticáncer. En la tercera columna se detalla sus beneficios.
Fue maravilloso, eran tantos las cosas buenas que
podíamos comer y tan deliciosas. Puedes imaginar todos
estos alimentos entrando a tu cuerpo y mejorándolo,
combatiendo la grasa, los radicales libres, la glucosa que
tantos años de alimentación han dejado en ti… No
podrás resistirte al cambio. Antes de darte cuenta estarás
adoptando una dieta anti-cáncer.
Ser cosmopolitas, internacionales en nuestra alimentación
puede ser la clave del éxito, no solamente porque dietas
como la oriental y la mediterránea han demostrado ser
muy efectivas para prevenir la aparición de células
cancerígenas y tumores malignos, sino también porque
determinados productos incorporados a nuestra rutina
diaria como el té verde y el jugo de granada nos traen
beneficios que ni imaginamos. No te digo que cambies
totalmente tus gustos, no hay nada como la comida de
nuestro propio país para satisfacernos, sólo te propongo
añadir a tu alimentación chispazos exóticos y curativos.
Créeme, existen pequeños gustos que salvan vidas.
Té verde contra el cáncer
El té fue descubierto en China y las referencias respecto
a sus propiedades medicinales datan del año 2737 a.C.
Ha conquistado el mundo con su sabor fresco y la
sencillez de su preparación; pero yo, especialmente,
quisiera recomendarte que tomaras de 3 a 4 tazas
diarias de té verde.
El té verde es una infusión preparada con las hojas y
brotes del arbusto Camellia sinensis, las cuales son
sometidas a procesos de deshidratación, secado y
enrollado, pero la ausencia de fermentación hace que
sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias,
neuroprotectoras y calmantes se mantengan intactas.
El té verde tiene un alto contenido de polifenoles y
catequinas que actúan sobre las células cancerígenas,
induciendo su muerte sin afectar las células sanas,
particularmente la epigalocatequina galata (EGCG).
También favorece la eliminación de sustancias tóxicas.
Muchas personas plantean la desaparición de distintos
tipos de cáncer luego de haber bebido diariamente este
té e incluso de haberlo utilizado como cataplasma sobre
la zona afectada.
Una investigación realizada en el año 2006 en Japón,
mostró que los adultos que consumían tres o más tazas
de té verde al día durante años presentaban un menor
riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular y
cáncer.
Sin excesos, en su medida exacta, el té verde puede ser
un placer para el paladar y un alivio para el cuerpo.
Zumo de granada
Rica en antioxidantes, potasio, calcio, magnesio, cobre,
zinc, manganeso y vitaminas B, C y E, la granada es una
fruta muy nutritiva. Su jugo se utiliza desde hace miles de
años en la medicina persa ya que posee propiedades
antioxidantes y antiinflamatorias y permite la eliminación
de sustancias cancerígenas del organismo.
El jugo fermentado de granada libera más polifenoles
por lo que tiene un mayor efecto anti-cáncer. Es
principalmente efectiva contra el cáncer de próstata. Al
combinarse con la soja se potencian sus efectos.
Tanto para la prevención como para la lucha contra el
cáncer se recomienda el consumo de 250 mililitros de
zumo de granada cada día.
Soja
La dieta de los países asiáticos incluye 10 veces más
productos de soja que la dieta occidental, normalmente
se utilizan para sustituir productos de origen animal: leche
de soja, queso de soja, carne de soja.
Su alto contenido de proteínas e isoflavonas reducen el
efecto estimulante de los estrógenos sobre el organismo,
por lo que previenen y frenan el crecimiento de los
tumores estrógeno-dependientes como el cáncer de
mama, de útero o de ovario. Estas moléculas se pierden
durante el proceso de obtención de la salsa de soja y el
aceite de soja, sin embargo son abundantes en la leche
de soja y el tofu.
Con el consumo de 100 gramos de soja al día, se
obtienen los 25 mg de isoflavonas necesarios para
prevenir varios tumores.
Las mujeres que han padecido cáncer de mama deben
limitar el consumo de productos de soja y las que aún lo
sufren no deben tomarlos como suplementos.
Setas
Las setas son características de la dieta oriental, a
muchas personas les parecerá raro esto de comer
hongos, pero deben saber que son consideradas
hortalizas y sirven para elaborar platos selectos. Las más
comunes son las trufas, shiitake, matsutake, kawaratake,
enoitake, oreja blanca, seta del cardo y el champiñón
del sol.
Las setas contienen una sustancia llamada lentinano que,
al combinarse con otros polisacáridos, estimula el sistema
inmunológico y favorece la eliminación de células
cancerígenas. En Japón desde hace más de 30 años se
utilizan asociadas a la quimioterapia para tratar el
cáncer de colon y el de estómago.
Puedes cocinar tus setas de las formas más variadas
incluso a la plancha y añadirlas a sopas o ensaladas.
Algas
Las algas son un alimento habitual en Japón. Ricas en
fibra, vitaminas y minerales, su sabor fresco y su variedad
las convierte en un producto ideal para complementar
nuestros platos. Las algas comestibles más utilizadas son
wakame, kombu, dulse, arame y nori.
Las algas contienen abundantes fucoidinas, las cuales
inducen apoptosis en las células cancerosas, inhiben el
desarrollo de metástasis en el cáncer de mama, tienen
efecto antiinflamatorio y, al presentar glucanos, estimulan
el sistema inmunitario y potencian los efectos de la
quimioterapia y la radioterapia. Puedes incluirlas en
sopas, caldos y ensaladas. Combinadas con legumbres y
verduras son una fuente de nutrientes maravillosa.
Jengibre
Las propiedades terapéuticas de la raíz de jengibre se
conocen desde hace más de 2500 años en la medicina
hindú. Utilizado como condimento, aperitivo y saborizante
en comidas, bebida y dulces, tiene un gusto marcado y
exótico.
El jengibre tiene efectos anti-cancerígenos maravillosos:
el gingerol que contiene actúa como un potente
antioxidante y antiinflamatorio al inhibir el factor nuclear
kappaB y la enzima COX-2 que participan en la
formación de varios tumores; estimula el sistema
inmunológico y induce la muerte de las células cancerosas
del colon; es capaz de inhibir la metástasis del cáncer de
mama al impedir la movilidad y la adhesión de las células
malignas.
Para consumir jengibre tienes las más variadas formas:
los rizomas tiernos y jugosos se conservan en vinagre,
como aperitivo, mientras que el jengibre rallado puedes
añadirlo al té, los cereales del desayuno o las frutas en
macedonia.
¿Curioso, verdad? Tantos sabores y tantos efectos
beneficiosos, y estos son solo algunos de los productos
que puedes utilizar.
Y es cierto, conseguir ingredientes exóticos puede ser
todo un reto, pero en la actualidad en la mayoría de las
ciudades existe al menos un comercio especializado en
la venta de alimentos típicos de diferentes países. Prueba
y verás, tú puedes alejar el cáncer.
¿Cómo darle sabor a esta nueva dieta? ¿Cómo evitar
que sea sosa aburrida? Muchas veces pensamos que sin
abusar de la sal, el aceite, la mantequilla y el azúcar,
nada va a tener gusto, no nos saciaremos. ¡Pues estamos
en un error! Es hora de descubrir nuevas combinaciones,
nuevas especias, nuevas formas de potenciar el sabor
de nuestras comida.
Sal: debes saber que sólo se recomienda el consumo
diario de 3 gramos de sal por cada 1000 Kcal y nada
de alimentos salados pues favorecen la aparición de
cánceres desde edades tempranas.
Azúcar: ya sabes la relación existente entre el azúcar, la
sobrestimulación del páncreas, la insulina y el cáncer.
Prefiere frutas y edulcorantes naturales.
Grasas: el único aceite sano que puedes utilizar es el de
oliva, aunque no se ha observado ningún efecto especial
en la prevención del cáncer, sí resulta un poderoso
antioxidante, controla la presión arterial y los niveles de
glucosa en sangre, disminuye el riesgo de sufrir
enfermedades cardiovasculares y previene el Alzheimer.
Hablemos de las especias
Preservar, sazonar y aromatizar los alimentos son
algunos de los usos que podemos darle a las especias,
mientras su gran contenido de terpenos las convierte en
útiles agentes anti-cáncer.
Las especias y hierbas aromáticas que puedes utilizar
para potenciar tus comidas son incontables, muchas de
ellas están presentes en las recetas que te propongo en
este libro.
A continuación podrás conocer las propiedades de
algunas especias, solo para que sepas lo que te estabas
perdiendo…
Cúrcuma
Puede parecerte raro su nombre pero en la India es una
especie culinaria y un ingrediente de la medicina
tradicional bastante común. Y si te digo que de su raíz se
obtiene un polvo de color amarillo que es parte
importante del curry, seguro que la reconocerás.
La cúrcuma es un potente antiinflamatorio, debido a su
contenido de curcumina la cual protege el organismo de
sustancias perjudiciales.
De esta manera inhibe el crecimiento de varios tumores
malignos e impide que formen nuevos vasos sanguíneos,
produce la muerte de las células cancerosas por
apoptosis y potencia el efecto de la quimioterapia. La
pimienta negra posibilita la asimilación de la cúrcuma por
el organismo.
* Tip Disuelve una cucharadita de cúrcuma en media
cucharada sopera de aceite de oliva y una pizca
generosa de pimienta negra. Condimenta con este aliño
anti-cáncer las verduras al vapor y las ensaladas.
Tomillo
Excelente condimento, rico en flavonoides y terpenos con
efecto citotóxico (muerte) en las células cancerígenas.
Perejil y apio
Tienen un alto contenido de flavonoides y apigenina los
cuales impiden la formación de vasos sanguíneos por los
tumores malignos.
Orégano, albahaca, hierbabuena, mejorana
Deliciosas hierbas para condimentar, tanto en polvo
como frescas, contienen abundantes terpenos que
impiden el crecimiento de distintos tipos de cánceres o
inducen la muerte de sus células.
Romero
Su contenido en carnasol, ácido rosmarínico y
flavonoides lo convierte en un potente anticancerígeno.
Tiene propiedades antioxidantes y anti-inflamatorias,
inhibe la proliferación de las células cancerosas, detiene
el crecimiento de determinados tumores y ayuda a que la
quimioterapia penetre en las células malignas.
Canela
Un olor enervante y un gusto delicioso. La canela
contiene abundante manganeso y sus efectos
antiinflamatorios la hacen una buena arma para prevenir
el cáncer. También tiene propiedades antimicrobianas y
antimicóticas, además de controlar los niveles de azúcar
en sangre y la actividad cerebral.
Las frutas ofrecen diversión a nuestros sentidos y alivio a
nuestras dolencias ¡Cuántas texturas, olores, colores,
gustos diferentes nos tientan! Es increíble que muchas
veces tenemos preferencias por confituras azucaradas
que inflaman el páncreas cuando podemos ingerir una
fruta fresca y deliciosa que saciará nuestro apetito
aportando numerosos nutrientes.
Pues bien diferentes estudios científicos señalan que
existe una relación directa entre el alto consumo de
frutas y la reducción del riesgo de sufrir de cáncer. Y es
que este tipo de alimento se caracteriza por aportarnos
componentes anticarcinogénicos como los antioxidantes
(principalmente carotenoides, vitamina C y E), ácido
fólico, flavonoides e inhibidores de las proteasas, los
cuales facilitan la eliminación de sustancias tóxicas, inhiben
la formación de moléculas cancerígenas, activan y
potencial el sistema inmunológico, tienen actividad
antioxidante y regulan el metabolismo hormonal. Su alto
contenido de fibra y agua favorecen la diuresis, la
pérdida de peso y el equilibrio de los niveles de azúcar
en sangre.
La Organización Mundial de la Salud indica que una
dieta sana precisa al menos 5 piezas de frutas. Son
muchas las frutas por las que puedes decidirte: dulces,
ácidas, semiácidas, neutras pero existen algunas cuyas
propiedades son especialmente efectivas en la
prevención de tumores malignos.
Frutas rojas
Su color nos indica que contienen antocianidinas,
flavonoides, polifenoles, entre otros potentes fitoquímicos
con propiedades biológicas como antioxidantes,
anticancerígenos (especialmente contra cáncer de
mama, próstata, cólon y estómago) antiinflamatorios y
inhibidores de procesos neurodegenerativos. Ejemplos de
estos frutos: frambuesas, arándanos, fresas, moras.
Arándanos: alto contenido en fenoles y flavonoides.
Potente efecto antiinflamatorio, activan los mecanismos
de apoptosis de las células cancerígenas.
Fresas, frambuesas, moras: alto contenido de ácido
elágico. Disminuye el crecimiento de los tumores pues
impide el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos para su
alimentación (angiogénesis).Ayuda en la eliminación de
sustancias tóxicas del organismo. También presente en
nueces y avellanas.
Manzana: su piel contiene ácido ursólico que inhibe
el crecimiento de varios tumores al inducirles
apoptosis, impide la invasión tumoral y las metástasis.
Cerezas: Contienen ácido glucárido. Eliminación de
xenoestrógenos que incorporamos del medio ambiente.
Desintoxicación del organismo.
Cítricos
Contienen más de 200 compuestos además de la tan
conocida vitamina C. Se caracterizan por sus poderosas
propiedades anti-cáncer, particularmente su consumo
disminuye el riesgo de aparición de cáncer de esófago,
boca, estómago, laringe y faringe, así como leucemia.
Activan el sistema inmunológico y sus mecanismos de
eliminación de sustancias cancerígenas producen
apoptosis en los tumores. Ejemplos de estos frutos:
naranja, mandarina, limón y pomelo.
Frutos secos
Fuentes de proteínas por excelencia, también contienen
vitaminas B y E, y minerales como el magnesio,
manganeso, selenio y zinc, con una pequeña cantidad se
asegura un buen aporte de antioxidantes y son
maravillosos en nuestra dieta. Ejemplos de estos frutos:
nueces, avellanas, almendras y semillas de girasol.
Otras frutas
Melón
Rico en licopeno. Posee potentes propiedades
antioxidantes que protegen el ADN y las membranas
celulares y activan las funciones inmunitarias. Favorecen
la pérdida de peso. Cómelo siempre fresco.
Uva
Especialmente rica en resveratol, esta fitoalexina tiene
efectos antioxidantes y antiinflamatorios, activa genes
reguladores que previenen la aparición del cáncer y
otras enfermedades y tiene propiedades neuroprotectoras. No te olvides de comer las uvas con piel y
pepitas.
Grosellas
Ricas en antocianinas y vitaminas A y C. Gran efecto
antioxidante. Se indica que son excelentes para prevenir
la leucemia
Recetas frutales: Un mundo de sabores anticáncer
Batidos de frutas
Para hacer un refrescante batido de frutas no necesitas
de azúcares que inflamarán tu páncreas, sólo combina
los sabores adecuados y verás.
Ingredientes
 1 taza de zumo de naranja
 1 manzana pelada y picada en trocitos
 1 plátano
 ¼ de papaya picada en trocitos
 1 melocotón
 1 taza de fresas
Preparación
Coloca todos los ingredientes en la batidora y bate por
unos minutos. Tómalo fresco. Puedes adornar los vasos
con trocitos de frutas.
Cóctel de frutas
Ingredientes
 2 cucharadas de néctar de agave o azúcar
moreno
 1/2 taza de agua
 2 ramas de canela
 ¼ taza de zumo de limón
 1 taza de zumo de naranja
 1/2 taza de pasas
 3 mangos grandes
 4 tunas
 3 plátanos
 4 peras
 4 melocotones
Preparación
Lava y pela las frutas. Córtalas en cuadritos, rodajas y
bastoncitos según sea tu gusto, de forma tal que al
situarlas en una fuente puedas combinar formas y
colores. Resérvalas.
Pon al fuego una olla con el endulzante, el agua y la
canela, cuando la mezcla esté a punto de ebullición
retírala del fuego y déjala enfriar. Añádele el jugo de
limón, el jugo de naranja y las pasas. Cuando se haya
refrescado añade este deliciosa miel cítrica a las frutas,
procura que todas la reciban. Sírvela en potecitos de
barro o porcelana.
* Tip: Si colocas nuevamente la fuente en el refrigerador
durante 30 minutos estará aun más delicioso. Puedes
utilizar las frutas que prefieras pero siempre trata de
lograr un buen coctel anti-cáncer.
Postre de uvas
Ingredientes

200 ml de agua caliente

1 sobre de gelatina de limón

2 tazas de zumo de uvas

250 g de uvas

250 g de requesón

1 yogurt natural
Preparación
Disuelve el sobre de gelatina en el agua caliente y
añade el zumo de uvas. Vierte esta mezcla en seis
copas, coloca las uvas en su interior y, aquí viene el
truco, colócalas inclinadas en un lugar bien fresco para
que la gelatina cuaje.
Mientras tanto bate el requesón hasta que esté suave,
incorpórale el yogurt y viértelo en las copas. Coloca las
copas en el refrigerador por 1 hora y luego deleita tus
sentidos con este postre.
Melón relleno
Ingredientes
 100 g de uvas sin semillas, cortadas por la mitad
 1 taza de trocitos de frutabomba o papaya
 1 guayaba picada en trocitos
 1 manzana pelada y picada en trocitos
 50 g de frambuesas
 50 g de moras
 1 cucharada de jarabe de arce
 1 sobre de gelatina de limón
 200 ml de agua
 1 melón
Preparación
Mezcla las frutas con el jarabe de arce en un bol y
déjalas reposar durante 30 minutos. Calienta el agua,
apártala de la candela y disuelve en ella el sobre de
gelatina, espera a que se enfríe y tome consistencia.
Luego, abre el melón por un extremo y con mucho
cuidado extrae las semillas y una parte de la pulpa. Esta
pulpa córtala en trocitos y mézclala con el resto de las
frutas. Ha llegado la hora de rellenar el melón: vierte en
su interior las frutas y la gelatina alternando hasta que
se terminen. Tapa el melón y cúbrelo con una hoja de
papel de aluminio. Déjalo reposar durante 24 horas en el
refrigerador. Para servirlo córtalo en rebanadas gruesas
y ¡a disfrutar!
Ensalada de naranjas y aceitunas
Ingredientes

6 naranjas grandes, peladas y cortadas en
rodajas finas

1/3 de taza de aceite de oliva

1/4 de cucharadita de pimienta negra

1/4 de cucharadita de cúrcuma

1/4 de cucharadita de tomillo seco

1 taza de aceitunas negras

Sal al gusto
Preparación
Pela las naranjas, córtalas en rodajas finas y colócalas de
forma decorativa en una fuente. Distribuye las aceitunas
de modo que hagan un bonito contraste. Mezcla el
aceite de oliva, la pimienta, la cúrcuma, el tomillo y la sal
y rocía la ensalada con este aliño. Sirve a temperatura
ambiente y disfruta.
¡Qué aburrido! Los médicos siempre repiten lo mismo:
“Comer verduras es bueno, necesitas comer verduras
para estar saludable”. Pues bien, no me da ninguna pena
decirte que yo pensaba lo mismo, no es que odiara los
vegetales, pero en la mesa familiar se priorizaban las
carnes como fuente esencial de proteínas, el arroz y los
frijoles para acompañar y alguna que otra fruta,
seguidos de un postre bien azucarado…el menú procáncer por excelencia.
Cuando llegó el momento de cambiar fueron muchos los
argumentos en contra: no hay tiempo para estar
preparando platos nuevos y eso de comer hierbas es de
animales y sabes que tengo un estómago delicado,
seguro que no podré digerir tanto césped. La abuela,
que estaba de visita aquel día se echó a reír, con sus 87
años estaba mucho más viva que todos nosotros, sólo
nos dijo: Nuevas noticias, nosotros también somos
animales y mi estómago se encuentra perfectamente, si
quieren saberlo. Mi consejo es que sigan investigando y
tomen sus decisiones, porque el cáncer no va a escuchar
argumentos, menos explicaciones y más acciones es lo
que necesitan.
Y adivinen, ¡abuela otra vez tenía razón! Aprendimos
que es mucho menor el tiempo que gastamos
preparando una ensalada que el que íbamos a invertir
en curarnos.
Aprendimos que hay una y mil formas diferentes de
comer verduras y mil verduras más que descubrir.
Aprendimos que los vegetales son una fuente natural de
agua, la cual juega un papel fundamental en todos los
procesos fisiológicos del organismo. Aprendimos que
comerlos produce saciedad y deleite pues a pesar de
estar lleno te sientes ligero y vigoroso. ¡Aprendimos que
comer verduras puede ser genial!
Ahora pasemos a los hechos
Las verduras se caracterizan por su alto contenido de
antioxidantes cuya función es neutralizar sustancias
cancerígenas presentes en nuestros cuerpos. Estas
sustancias son capaces de dañar el ADN celular e
interferir en los procesos metabólicos.
Han sido señalados como potentes antioxidantes
naturales las vitaminas E y C, los carotenoides,
oligoelementos como el selenio y el zinc y fitoquímicos
como los polifenoles y los flavonoides.
Numerosos estudios han asociado las dietas pobres en
frutas y vegetales con una alta incidencia de cáncer de
pulmón, laringe, esófago, estómago, colon, recto y
páncreas. Se deben consumir entre 600 y 800 gramos
de frutas y verduras al día durante todo el año.
A continuación te presentaré algunos de los vegetales
que te ayudarán a prevenir la aparición de tumores
malignos, pero son muchas las combinaciones que
puedes hacer. ¡Exploremos el maravilloso mundo de las
verduras!
Familia Brassicacea o Verduras crucíferas
Las verduras crucíferas son agentes anticancerígenos por
excelencia pues contienen selenio, vitamina C y
glucosilonatos en gran cantidad. Estos últimos, al ser
metabolizados por la flora microbiana del colon, dan
lugar a subproductos con propiedades quimiopreventivas que se asocian con la inhibición de moléculas
carcinógenas ¡incluso aquellas producidas por el consumo
de tabaco.
La ingestión habitual de las plantas comestibles de la
familia Brassicacea posibilita la apoptosis de las células
cancerosas, la regulación de los niveles de estrógeno en
el organismo e inhibe el crecimiento tumoral, además de
evitar la constipación y la irritación de la pared intestinal,
debido a su alto contenido de fibra.
Estas propiedades las convierten en nuestras protectoras
contra el cáncer de mama, pulmón, estómago, vejiga,
colon, próstata, ovario, páncreas y testículo.
Si te gustan las verduras cocidas debes tener cuidado
para no afectar sus características anti-cáncer, es
recomendable que las cocines al vapor, en microondas a
baja potencia o fritos con aceite de oliva. Los miembros
más conocidos de este grupo son: el brócoli, el repollo, el
nabo, las coles de Bruselas, la coliflor y la col lombarda.
Brócoli
Crujiente y delicioso para los que sabemos disfrutarlo, el
brócoli se caracteriza por su alto contenido de sulfuranos,
aunque también presenta glucosinolatos.
Estas moléculas inhiben la acción de sustancias tóxicas y
favorecen su eliminación, detienen el proceso de
proliferación celular de los cánceres de próstata, colon,
mama, hígado, vejiga, huesos, páncreas y piel, favorecen
la muerte de las células cancerígenas y tienen
propiedades bactericidas contra Helicobacter pylori.
Esta bacteria es una de las causas del desarrollo de
cáncer de estómago.
¡Vamos! ¡Anímate a comer brócoli y no te arrepentirás!
Repollo o col
Tan versátil como sabrosa, la col es rica en vitaminas A y
C, calcio, beta carotenos, fibra, flavonoides e índoles, los
cuales ayudan a desintoxicar el organismo, controlar los
niveles de insulina en sangre y activar el sistema
inmunológico. Toda una barrera contra el cáncer.
Coles de Bruselas
Las coles de Bruselas tienen el mayor contenido de
glucosinolatos de todas las verduras crucíferas (237
mg/100 g), por lo cual al consumirlas habitualmente
tienes garantizada la inhibición del crecimiento de
tumores en tu cuerpo.
Coliflor
Junto con el berro, el rábano, el brócoli y la col
constituyen un excelente cóctel antitumoral puesto que
activan el sistema inmunológico, eliminan los radicales
libres y protegen las células.
Género Allium
A pesar de ser las verduras de este género las que más
utilizamos a diario, es muy probable que ignoremos la
gran ayuda que constituyen contra el cáncer, la
inflamación, las bacterias, la hipertensión, los desórdenes
neurológicos y los problemas articulares y
cardiovasculares. ¿Cuáles son estos vegetales mágicos a
los que me refiero? Pues el ajo, la cebolla y el puerro,
principalmente.
Estas verduras son fundamentales en la inactivación de
carcinógenos como la nitrosamina (que se produce por la
ingestión de embutidos, bacon y jamón y la combustión
de tabaco) y los que se generan en la carne ahumada o
quemada; por lo cual al consumirlo reducirás el riesgo de
sufrir cáncer de riñón y próstata.
¿Quieres hacer un poderoso aliño anti-cáncer?
Pues machaca el ajo y trocea la cebolla, sofríelos en
aceite de oliva y luego agrégale cúrcuma con pimiento
negra ¡y ya puedes aderezar deliciosamente tus
vegetales al vapor!
Ajo
El ajo se destaca en la cocina española por su olor y
sabor característicos. Pues ¡sorpresa! este ingrediente
maravilloso de nuestros asados, guisos y sopas posee
más de cuarenta compuestos sulfurados que inhiben el
crecimiento de tumores malignos. Para ser ingerido el ajo
debe ser machacado pues de esa manera se obtiene la
allicina, un compuesto rico en azufre que ayuda a
desintoxicar el organismo, neutraliza las toxinas
acumuladas en células y tejidos, regula los niveles de
azúcar y colesterol en sangre y la presión sanguínea,
depura el hígado e inducen la muerte de las células
cancerosas de la pie, los huesos, la sangre, el colon, la
mama, el pulmón y la próstata. Cuando se cocina este
compuesto se destruye.
El puerro posee propiedades muy similares a las del ajo
pero sus principios activos son mucho más suaves.
Cebolla
Nutritivas y delicadas las cebollas también precisan ser
cortadas para beneficiarnos. Según numerosos estudios
son muy importantes para prevenir la aparición cánceres
del sistema digestivo (esófago, estómago y colon), de
mama, leucemia, colon y próstata.
Verduras multicolores
Tomate
Jugoso, aromático, rico en compuestos antioxidantes, el
tomate resulta esencial en nuestra dieta anti-cáncer y en
nuestras vidas en general. El tomate maduro contiene
mucha agua y licopenos, los cuales, además de
proporcionarle el color rojo, evitan la degeneración
celular, protegen el ADN y las proteínas del daño
oxidativo, activan el sistema inmunológico, reducen el
crecimiento de las células malignas y ayudan en la
metabolización y eliminación de las sustancias
carcinógenas. Es por eso que se dice que comer tomate
crudo reduce la incidencia de patologías cancerosas,
sobre todo de pulmón, próstata y tracto digestivo.
Se recomienda el consumo de al menos 5 tomates a la
semana, si comes tomate con brócoli se potenciará el
efecto anti-cáncer.
Pepino
Ideal para el verano, para cenas tardías y meriendas
hipocalóricas, el pepino resulta ser refrescante,
depurativo, desintoxicante, diurético, estimulante del
sistema nervioso, regulador de los niveles de acido,
antioxidante.
Comer pepino te ayudará no solamente a prevenir el
cáncer si no también afecciones de la próstata, la
vesícula, los riñones y la piel. Consúmelo con limón o al
natural para favorecer su digestión.
Berenjena
El color violeta de la berenjena señala la presencia de
antocianinas, sustancias anticancerosas que inducen la
muerte de las células mutantes que provocan el cáncer.
Pimientos
El color amarillo, rojo y verde de los pimientos señala su
riqueza en betacarotenos y vitamina C. Este delicioso
vegetal es un potente antioxidante y protector de las
mucosas. El contenido de presente en general en los ajíes
bloquea los compuestos cancerígenos que se producen
en la carne y pescados ahumados y curados.
Remolacha roja o Betabel
Un verdadero adorno en la ensalada y un regalo para
el paladar, el color morado de la remolacha señala la
presencia de betaínas, moléculas que activan la
regeneración celular contrarrestando los procesos
degenerativos del cáncer.
Zanahoria
Se considera el vegetal de los fumadores, así que, si
dejaste de fumar, comienza a consumir zanahorias. Su
color naranja muestra su riqueza en betacarotenos, los
cuales son capaces de contrarrestar el efecto de las
sustancias tóxicas en el organismo y de regenerar las
células del epitelio respiratorio.
Espinaca, Lechuga
Muy verdes y frescas, estas verduras afectan la
actividad de sustancias cancerígenas y facilitan su
eliminación, impiden el crecimiento de células tumorales y
en general te protegen contra el cáncer.
Semillas de linaza
La linaza presenta moléculas llamadas lignanos, las
cuáles se cree que en el interior del cuerpo humano
compiten con los estrógenos, retardando de esta manera
el progreso de determinados tipos de cáncer. Las
investigaciones plantean que el consumo habitual de
estas semillas previenen y curan el cáncer, principalmente
los de próstata, pulmón, colon, recto y mamas.
Si deseas incorporarlas a tu dieta puedes moler 30
gramos de semillas en un molinillo de café e echar el
polvo a los cereales del desayuno o añadirlo al yogurt o
la leche de soja. Aunque siempre debes prestar atención
a las reacciones de tu organismo ante estas sustancias.
Otras verduras ricas en carotenos que puedes consumir
son: zapallo, acelga, pimentón, betarraga, achicoria y
calabaza
Recetas vegetales anti-cáncer
Sopa Juliana
Ingredientes
 4 cebollas tiernas

2 pimientos verdes

1 col

2 zanahorias ralladas

300 g de patatas cortadas en dados

2 cucharadas de aceite de oliva

1 litro de caldo de carne

4 tomates cortados en octavos

2 tazas de guisantes congelados

3 cucharadas de perejil picado
Preparación
Corta la cebolla, el pimiento y la col blanca a la juliana.
Calienta el aceite y sofríe en él la cebolla, cuando ya
esté transparente añade el caldo y déjalo hervir. Agrega
todos los vegetales, tapa la olla y cocina la sopa por 20
minutos más. Finalmente añade los guisantes y los
tomates y déjala hervir 10 minutos más. Sírvela
espolvoreada con el perejil.
Musselina de verduras
Ingredientes
 8 hojas de col
 1 ½ tazas de zanahorias cortadas en rodajas
 1 ½ tazas de espinacas picadas
 1 ½ tazas de habichuelas picados
 1 ½ tazas de nabo rallado y semi-cocido
 1 ½ tazas de champiñones picados
 50 g de mantequilla
 100 g de nuez picada
 ¼ de kg de crema
 100 g de queso rallado
 Pimienta al a gusto
 Sal al gusto
Preparación
Cocina brevemente, por separado y en la menor
cantidad de agua los vegetales. Engrasa un molde con
mantequilla y coloca las hojas de col en el fondo de
forma tal que constituyan la base de la muselina.
Mezcla las verduras y resérvalas. Bate la crema
incorporándole poco a poco la nuez moscada y la
pimienta y la sal. Sobre las hojas de col coloca capas
alternas de verduras, crema batida y queso rallado.
Hornea la musselina durante 20 minutos a 200 °C.
Sírvela y deléitate.
Crema de manzana
Ingredientes
 6 manzanas
 1 rama de apio picadita
 3 escalonias picadas
 2 yemas de huevo
 1 cucharadita de jengibre en polvo
 5 cucharadas de nata
 2 tazas de caldo de ave
 1 cucharada de aceite de oliva
 Perejil finamente picado
 1 cucharadita de sal
Preparación
Calienta la cucharada de aceite y sofríe las escalonias y
el apio brevemente, sin que lleguen a tomar color. Pela y
pica en trocitos las manzanas y añádelas a la olla junto
con el jengibre. Revuelve durante 6 minutos y retira la
mezcla del fuego. Pasa todo por el pasapuré y
agrégale las yemas batidas y la nata. Vierte la crema en
una olla y revuelve mientras añades el caldo de ave
hasta lograr una consistencia semilíquida. Colócala 6
minutos al fuego y ¡ya está. Sírvela adornada con perejil.
Ensalada waldorf
Ingredientes
 3 manzanas
 5 tallos de apio
 ½ taza de nueces picadas
 ½ taza de yogurt
 Tomillo
 Jugo de limón
 ½ cucharadita de sal
Preparación
Pela y pica las manzanas y el apio y rocíalos con el jugo
de limón. Corta las nueces y mezcla todo en una
ensaladera. Utiliza el yogurt como aliño y espolvorea con
tomillo y sal.
Los cereales han formado parte de la vida del hombre
desde sus inicios el trigo, el arroz, el maíz, la avena, el
mijo, la cebada y el centeno han constituído la base de
la alimentación de muchas culturas ¿cómo es posible que
ahora me digan que son perjudiciales? Pues el secreto
está en la elaboración actual de productos a partir de
cereales refinados. ¿Qué significa esto? ¡Ah! Quiere decir
que las partes partes exteriores del grano (el germen y
el salvado) se eliminan al triturar los cereales en la
molienda, conservando el albumen que se muele para
obtener harina blanca. En vez de consumir la fibra
estamos ingiriendo principalmente fécula, que influye
negativamente en nuestros niveles de azúcar en sangre.
¿Por qué se le da tanta importancia a la fibra?
La fibra está constituída por carbohidratos vegetales que
los humanos no pueden digerir. Se encuentra de forma
natural como soluble e insoluble: Las fibras solubles se
hallan en hojuelas de cebada, semillas y frutos secos,
mientras la fibra insoluble podemos encontrarla en el
trigo y los granos enteros. Esta última acelera el paso de
los alimentos por el estómago y los intestinos arrastrando
las sustancias tóxicas.
Son muchas las funciones que estos carbohidratos
cumplen en nuestro organismo, la mayoría de ellas
anticancerígenas: Al ser metabolizada en el colon da
lugar al butirato, el cual inhibe la proliferación celular,
induce diferenciación y apoptosis y modula la expresión
de ciertos oncogenes y genes supresores implicados en
la carcinogénesis colorectal. Ayuda a controlar el nivel
de colesterol en sangre y se asocia a las sales biliares
impidiendo que dañen la pared intestinal. Impide el
aumento de las poblaciones de bacterias en nuestro
intestino. En fin que la fibra es toda una maravilla para
nuestra dieta anti-cáncer al disminuir el riesgo de
incidencia de tumores.
Nada como los alimentos integrales para ofrecernos
ricas concentraciones de fibra, vitamina E y vitaminas del
complejo B y minerales como el selenio, el zinc, el cobre,
el hierro, el magnesio y el fósforo. La presencia además
de proteínas, hidratos de carbono complejos y lignanos
proporcionan una protección extra contra las
enfermedades cardíacas y el cáncer. Las fibras de los
cereales integrales incrementan el volumen de heces y
envuelven las sustancias carcinógenas, favoreciendo su
eliminación.
Aunque los cereales integrales son muy beneficiosos
para la salud, ten mucho cuidado con los excesos, sobre
todo si están crudos. Pueden tener un alto contenido en
fitatos. Estos compuestos reducen la absorción y la
utilización de determinados minerales como el calcio y el
zinc en el organismo. Las enzimas de la levadura y los
métodos de procesamiento de alimentos destruyen estas
sustancias, pero no te confíes.
Si lo que quieres es mucha fibra consume alimentos
integrales, pan de multi-cereales, salvado de trigo,
salvado de arroz y siempre que sea posible ingiere las
cáscaras de las frutas y los hollejos de naranja.
Recetas llenas de fibra contra el cáncer
Desayuno de gachas a la canela
Ingredientes
 1/3 taza de copos de avena
 2/3 taza de líquido
 1/2 manzana cortada en pequeños trozos
 1/2 cucharadita de canela
 Una pizca de sal
Preparación
Mezcla todos los ingredientes en una olla pequeña y
colócala al fuego. Cuando rompa el hervor, disminuye la
llama y continúa cocinando la mezcla a fuego lento
durante 5 a 7 minutos, hasta que esté bien suave. Sírvelo
caliente y llénate de energía, fibra y delicioso sabor.
Crema de fresas y avena
Ingredientes
 1 yogurt descremado
 3 cucharadas de avena
 6 fresas o frambuesas troceadas
 3 tazas de agua
 1 cucharada de de jarabe de arce o néctar de
agave
 1 pizca de sal
Preparación
Vierte el agua en una olla y ponla al fuego hasta que
comience a hervir. Añade las fresas o frambuesas y la
avena, revuelve y deja cocinar la crema durante 10 o 15
minutos, hasta que tome consistencia. Agrega la sal, el
endulzante y el yogurt, revuelve y retira la olla del fuego.
Adorna cada ración individual con una fresa.
Crema anti-cáncer
Ingredientes
 3 cucharadas de avena
 3 tazas de agua
 1 tomate pelado y despepitado
 cucharada de tomillo
 ½ cucharadita de aceite de oliva
 1 manzana troceada
 3 cucharadas de queso fresco
Preparación
Vierte el agua en una olla y ponla al fuego hasta que
comience a hervir. Añade los trocitos de manzana, el
tomillo y la avena, revuelve y deja cocinar la crema
durante 10 o 15 minutos, hasta que tome consistencia.
Luego agrega la sal, el aceite de oliva y el queso,
revuelve durante 1 minuto y retira la olla del fuego.
Sírvela bien caliente.
Recetas llenas de fibra
Pilau Griego
Ingredientes

1 taza de arroz integral

1 cucharada de uvas pasas

50 g de champiñones

1 clavo de olor

1 hoja de laurel

3 cucharadas de aceite de oliva

½ pimiento verde o rojo

1 cebolla grande cortada en rodajas

2 granos de pimienta negra

1 cucharadita de sal

2 tazas de caldo o jugo
Guarnición
 2 zanahorias cortadas en rodajas delgadas
 1 taza de chícharos cocidos
 2 tomates cortados en rodajas
Preparación
Pela y pica los champiñones, corta el pimiento en trocitos
y resérvalos. Sofríe la cebolla en el aceite caliente y
agrega el arroz, remueve hasta que se dore ligeramente
mientras añades la sal, la pimienta, el clavo de olor y la
hoja de laurel. Agrega el agua o caldo, los champiñones,
el pimiento y las pasitas. Deja cocer el arroz durante 35
a 45 minutos. En el momento de servir agrégale las
zanahorias, los chícharos y las rodajas de tomate.
Este plato suele acompañarse con una ensalada de
frutas y verduras y brochetas con cebollas y jengibre.
Ñoquis de tomate
Ingredientes
 1 taza de salsa de tomate
 ½ kilogramo de papas
 ¼ cucharadita de nuez moscada molida
 albahaca picada
 2 tazas harina integral
 1 cucharadita de sal
 Queso parmesano rallado
 Salsa de tomate liviana
Preparación
Coloca la salsa de tomate en una olla y cuécela a fuego
lento hasta reducir su volumen a 1/2 taza. Cocina las
papas al vapor hasta que se ablanden, pélalas y
conviértelas en puré. En una fuente pon el puré de
papas, la salsa de tomate, la nuez moscada y la
albahaca. Agrega la harina, mezclando suavemente
hasta obtener una masa firme y suave, que debe
guardar su forma sobre una cuchara. Coloca cada
cucharada sobre una superficie espolvoreada con harina
y apriétala con un tenedor. Prepara los ñoquis y cuécelos
en una cacerola con agua hirviendo por 3 minutos
después de que hayan flotado a la superficie. Servir con
una salsa de tomate liviana y espolvorear con queso
parmesano.
Cocido de arroz y verduras
Ingredientes
 1 ½ taza de arroz integral
 2 zanahorias
 1 papa grande
 1 chayote
 1 tomate
 ½ kilogramo de habichuelas
 1 calabacita
 ½ cebolla chica
 1 ramita de cilantro
 1 pimiento o 1 chile
 Caldo de pollo
 1 rama de apio
Preparación
Limpia, pela y corta en cuadritos las verduras. Pon a
calentar el caldo y cuando rompa el hervor añade las
verduras de más lenta cocción, la cebolla, el cilantro, el
chile y la sal al gusto. Luego de 20 minutos agrega el
arroz lavado y los vegetales restantes y continúa
cocinando el cocido hasta que el arroz esté blando.
“¿Qué les pasa a los médicos con la carne?”, debes
pensar, algo tan rico no puede ser perjudicial y mucho
menos producir cáncer ¡eso es demasiado! Pues lamento
decirte que numerosos estudios han señalado la relación
entre el consumo excesivo de distintos tipos de carne y el
incremento del riesgo de aparición de tumores malignos,
principalmente en el caso la llamada carne roja.
Vayamos por pasos.
¿La forma en que crían los animales que como
influye en mi salud?
Sí, las aves y el ganado que crecen en criaderos son
alimentados con productos enriquecidos con estrógenos y
otras sustancias químicas que favorecen su crecimiento
pero tienen efectos cancerígenos en nuestro organismo.
Prefiere animales que criados al aire libre, con alimentos
orgánicos y saludables. En el queso fabricado con leche
de vacas, ovejas o cabras criadas en prados se
encuentra ácido linoléico combinado que tiene posibles
beneficios anti-cáncer.
Por otra parte la constitución de la carne también varía
en dependencia de la alimentación del animal. La
carne de las vacas que consumen pasto tiene niveles
relativamente bajos de grasa total y grasa saturada,
mientras que las concentraciones de ácidos grasos
omega-3 aumentan (aunque continúan siendo
pequeñas); mientras que las aves alimentadas con maíz
contienen altos niveles de ácidos grasos omega-6, los
cuales favorecen la inflamación relacionada con el
crecimiento de los tumores malignos.
¿La forma en que se procesa la carne influye
en mi salud?
¿Recuerdas los deliciosos perros calientes, los ahumados,
el bacon, el jamón? Pues contienen nitritos, que son
utilizados en las grandes industrias como conservantes.
Lo mismo sucede en ocasiones con la carne roja en
general para que mantenga su aspecto fresco. Estas
sustancias son metabolizadas en el intestino
obteniéndose nitrosaminas, moléculas altamente
cancerígenas que inducen la mutación del ADN.
¿La forma en que cocino la carne influye en
mi salud?
Pues sí, al cocinar cualquier tipo de carne a alta
temperatura se generan aminas heterocíclicas
mutagénicas e hidrocarbonos aromáticos policíclicos que
aumentan el riesgo de aparición de cáncer puesto que
dañan las células y favorecen su proliferación. Esto ocurre
especialmente cuando se nos quema un bistec, lo freímos
o lo cocemos a la parrilla.
La carne necesita estar bien cocinada para eliminar las
bacterias que puede contener, pero puedes optar por
asarla a fuego lento, a la plancha o cocinarla
parcialmente en el horno o microondas antes de concluir
en la parrilla
¿Comer carne influye positivamente en mi
salud?
La carne es una riquísima fuente de proteínas.
Normalmente hablamos de carne blanca cuando nos
referimos a aves como el pollo y de carne roja cuando
proviene de mamíferos como las vacas y los caballos.
La primera contiene una baja concentración de grasas
y proteínas vitales para determinados procesos
metabólicos, mientras la segunda contiene hierro,
vitamina B12 y zinc, por lo cual activa el sistema
inmunológico e influye en el correcto funcionamiento del
sistema nervioso. Necesitamos proteínas y aunque
existen otras fuentes, como las vegetales, no tenemos
por qué privarnos de las carnes.
¿Cómo puedo proteger mi salud y seguir
comiendo carne?
No tienes que evitar la carne si no comerla de manera
que enriquezca el organismo en vez de dañarlo. estos
consejos pueden serte éutiles:
A.
B.
Según diferentes organizaciones internacionales
de la salud el consumo de carnes rojas no debe
sobrepasar los 80 gramos al día. Siempre se que
puedas sustitúyela por aves, pescado y huevos
orgánicos.
Cerciórate de que los animales que consumas
hayan sido criados al aire libre, en movimiento y
alimentados con pastos naturales.
C.
Evita el consumo de carnes conservadas pues
incrementan la aparición de cáncer colorrectal,
mama y próstata, entre otros.
D.
Reconoce y elige los cortes más magros de la
carne, siempre opta por carne fresca y evita el
exceso de colesterol.
E.
Cocina la carne a fuego medio o al calor
indirecto para que no esté expuesta a altas
temperaturas. Limita la fritura y la parrilla.
F.
Cocina los filetes, a 145 o 160 grados Fahrenheit
y las hamburguesas a 160 grados Fahrenheit.
Voltea la carne con frecuencia y utilice pinzas o
una espátula para evitar la liberación de los
jugos que al recibir el calor directo pueden
contener sustancias cancerígenas.
G.
Si no puedes o no quieres sustraerte al encanto
de la carne roja trata de que el mayor porciento
de tu dieta esté constituído por frutas, vegetales,
legumbres y alimentos con mucha fibra que
arrastren las sustancias tóxicas fuera de tu
cuerpo. Opta por las brochetas que combinan la
carne con productos mucho más sanos.
Sin embargo te aconsejo que te contengas un poco,
recuerda LA MODERACIÓN NOS HACE SABIOS.
Recetas de carnes contra el cáncer
Fondue de pollo
Ingredientes
 1 pollo de 1,250 gramos
 2 cebollas
 3 zanahorias
 2 ajo puerros
 3 tomates
 3 dientes de ajo
 azafrán
 hinojo
 1 rama de apio
 4 hojas de albahaca
 2 cucharadas de aceite de oliva
 Papas
 1 limón
 Sal y pimienta
Preparación
Quítale la piel al pollo, aparta los menudos para hacer
un caldo y corta el resto en octavos. Pica las verduras y
las papas en cuadritos medianos. Tritura la cebolla y el
ajo. Reserva todo. Prepara un caldo concentrado
utilizando los menudos del ave, un litro de agua y
especias frescas. Cocínalo hasta que quede reducido a
la mitad.
Calienta 1 cucharada de aceite de oliva en una sartén y
sofríe brevemente (sella) los octavos de pollo. Añádele el
caldo y cocínalo bien tapado durante 35 minutos. Saca
de la sartén las piezas de pollo y corta la masa en
jardinera. Mientras tanto deja reducir el caldo para
mejorar su concentración, retíralo del fuego, fíltralo y
desgrásalo.
Sofríe en otra sartén las verduras, las papas y el pollo y
añádele el azafrán, la albahaca, el zumo del limón y el
caldo. Cocínalo durante 5 minutos y sírvelo bien caliente.
Tortilla con verduras
Ingredientes
 6 huevos
 2 tazas de queso blanco rallado
 1 cebolla picada en rodajas
 1 puerro cortado en rodajas
 3 tazas de espinaca en tiritas
 1/2 taza de caldo de gallina
 2 cucharadas de salsa de tomate
 1/2 taza de champiñones rebanados
 1 pimiento cortado en tiritas
Preparación
Pasa la espinaca por agua hirviendo y escúrrela. Bate los
huevos y mézclalos con el caldo y la salsa de tomate,
bate otra vez y añade el resto de los ingredientes.
Introdúcela en el horno hasta que esté a tu gusto.
Pollo al vino tinto
Ingredientes
 1 pollo de 1,200 kilogramos
 1 cucharadita de sal
 1 cucharadita de pimentón
 1 pizca de pimienta negra molida
 1 diente de ajo
 1 cucharada de mantequilla
 3 cucharadas de aceite de oliva
 1 taza de caldo de verduras
 1 taza de vino tinto seco
 3 tomates
 1 cucharadita de orégano seco
 100 gramos de crema de leche
Preparación
Quítale la piel al pollo, córtalo en octavos y sazónalo
con sal y pimienta negra. Machaca el ajo, sofríelo en el
aceite caliente, añade los trozos de pollo y dóralos bien.
Agrega el caldo y la mitad del vino, tapa la olla y cocina
todo a fuego medio durante 35 minutos.
Mientras tanto pela y corta los tomates en cuartos:
Cuando falten 10 minutos de cocción añade los tomates,
el orégano, el pimentón, el vino y la crema de leche,
(reserva una cucharada). En el momento de servir
puedes adornar el pollo con crema de leche. Acompaña
este delicioso plato con ensalada mixta.
Korma
Ingredientes
 500 gramos pechuga de pollo
 2 cebolla grandes
 1 ají
 2 cucharadas de aceite de oliva
 2 hojas de laurel
 2 palitos de canela
 8 clavos de olor
 4 cucharaditas de comino molido
 4 dientes de ajo
 4 cucharaditas de jengibre molido
 1 cucharadita de polvo de chili
 1 cucharadita de cúrcuma
 ¼ cucharadita de pimienta negra
 3 cucharadita de culantro molido
 1 yogur natural
 2 cucharadas de azúcar moreno
 2 tazas de caldo de carne
 1 cucharada de maicena
 Perejil
 Nueces al gusto
Preparación
Corta la pechuga en tiras gruesas y resérvala. Trocea las
cebollas y el ají. En una sartén, calienta el aceite y sofríe
la cebolla hasta que esté transparente, agrega la
canela, los clavos de olor, el laurel, el ají, el ajo
machacado y el comino. Remueve un minuto y añade el
pollo, el jengibre, la sal, el polvo de chili, la cúrcuma, la
pimienta y el culantro. Remueve unos minutos más para
que el pollo se embeba en el sofrito y añade el yogur.
Baja la candela y cocina todo a fuego lento, tapado,
durante 15 minutos.
Agrega el caldo de carne y el azúcar y continúa
cocinando todo por unos 40 minutos. Finalmente extrae la
canela, los clavos y las hojas de laurel, agrega la
maicena diluida en agua y revuelve hasta que se espese
la salsa. Al momento de servir añade las nueces y
acompaña con arroz.
Pavo al horno relleno de frutas
Ingredientes
 1 pavo de 6 kilogramos
 1/4 taza de jugo de limón
 1 cucharadita de sal
 1 pizca de pimienta
 1 ½ kilogramo de frutas secas variadas
 1 copa de Vermouth blanco dulce
 2 kilogramos de manzanas peladas y sin pepas
 2 cucharadas de manrequilla derretida
 Brócoli
 Pimientos
 Pepino
 Tomates
 Cebolla
 Manzanas al horno
Preparación
Remoja las frutas secas cortadas en trocitos en el
Vermouth. Limpia bien el pavo, condiméntalo con sal,
pimienta y limón por dentro y por fuera, déjalo reposar
por unas horas. Rellena las cavidades del pecho y el
pescuezo con la fruta seca escurrida y la manzana. Cose
las aberturas y pincela el pavo con la mantequilla. Forra
una fuente con papel aluminio, coloca el pavo en ella y
hornéalo a 180 °C, colocando un recipiente con agua
debajo de él para que no se seque.
Mientras tanto prepara una guarnición con el brócoli, el
pimiento, el pepino, los tomates y la cebolla bien
picaditas y las manzanas al horno hechas puré.
Agrégales limón y sal. Luego de 4 horas saca el pavo
del horno y prepara una salsa con los jugos que soltó
durante el horneado y un poquito de maicena. Sirve el
pavo bien calentito con la salsa y la sabrosa guarnición.
Fresco, exquisito y saludable, para los que sabemos
degustar su magia el pescado puede ser uno de los
principales baluartes contra el cáncer, no solamente por
ser una fuente sana de proteínas y fósforo, sino también
porque contienen elevadas concentraciones de ácidos
grasos omega-3. En la actualidad la dieta típica de los
países Occidentales es deficiente en este ácido graso,
mientras que al comer alimentos fritos con aceites
vegetales como el de girasol y el de maíz incorporamos
grandes cantidades de ácidos grasos omega-6. “¿Qué
importa?”, puedes pensar, ”Es solo un numerito.”. Pues
este número nos indica una diferencia en su estructura
química y una competencia por incorporarse a las
membranas citoplasmáticas de nuestras células: si lo
logra el ácido graso omega-3 (por estar en mayor
concentración) es beneficioso para nuestra salud, pero si
es el ácido graso omega-6 el que lo consigue, por ser
nuestra dieta rica en comidas rápidas y frituras, puede
provocarnos arterioesclerosis, enfermedad de Alzheimer,
problemas cardiovasculares, diabetes de tipo II,
obesidad, osteoporosis, síndrome metabólico y, por
supuesto, cáncer.
La proporción en nuestra comida de ácidos grasos
omega -3 y omega-6 debe ser de 4-1 a 10-1, o sea,
necesitamos incrementar el consumo de pescado, nueces
y semillas de linaza, los cuales contienen distintos tipos de
omega-3.
Estos ácidos grasos inhiben la inflamación que precede al
desarrollo de los cánceres, potencian los efectos
positivos de la quimioterapia y disminuyen sus efectos
adversos, impiden la división de las células cancerosas en
el hígado, estimulan la apoptosis de las células
defectuosas y, en general, actúan como nuestros
protectores contra el cáncer, principalmente los de
mama, próstata, riñón y colon.
Son especialmente ricos en ácidos grasos omega-3
especies como el salmón, atún, caballa, sardina, trucha de
río, anchoas y arenque.
Si no te gusta el pescado puedes explorar nuevas
combinaciones, quien sabe si la respuesta se halla en una
mejor manera de cocinarla o una selección más
afortunada de especie. De todas maneras una buena
forma de cubrir tus carencias de omega-3 es tomar
suplementos diarios de 500 miligramos, pero siempre es
preferible optar por lo natural.

Cerciórate de que el pescado que consumas sea

silvestre, o sea, no provenga de criaderos.
Varía los tipos de pescado que comes para reducir
la probabilidad de exposición a toxinas.

Si te gustan los enlatados asegúrate hayan sido
hecho en aceite de oliva o agua.

No congeles por mucho tiempo los pescados pues
pierden sus propiedades.

Nunca quemes tu pescado y evita las parrillas
pues acumula sustancias cancerígenas.
Recetas marinas y combinaciones vitales
Sopa marsellaise
Ingredientes
 1 cucharadita de azafrán
 600 gramos de conchas
 600 gramos de langostinos
 600 gramos de pulpo
 600 gramos de pescado
 1 espinazo de pescado
 1 cucharada hierbas aromáticas (tomillo, orégano)
 1 lata mediana de jugo de tomate
 4 choros
 1 cebolla
 2 zanahorias
 laurel
 tomillo
 sal
Preparación
Hierve el pulpo y resérvalo. Haz un caldo con el
espinazo de pescado, los choros, cebolla, zanahoria,
laurel, tomillo y azafrán. Luego de 40 minutos cuela todo
y añade el pescado, el pulpo, los langostinos y las
conchas. Deja cocinar por 1 minuto y agrega el jugo
tomate, las hierbas y la sal. Sirve bien caliente.
Tomates simpáticos
Ingredientes

4 tomates grandes
Relleno
 1 lata chica de atún o caballa
 1/2 taza de mayonesa
 Aceitunas negras
 1 pimiento morrón
 Zanahoria rallada
 Sal y aceite
Preparación
Lava los tomates, córtalos a la mitad y retira las semillas.
Condimenta con sal y gotas de aceite. Rellena los
tomates con el atún o caballa desmenuzada y cubre con
mayonesa. Alisa la superficie y forma caritas: con la
zanahoria rallada imita el cabello, los ojos con trocitos de
aceitunas, la boca y nariz con tiritas de pimiento.
Colócalos en una fuente con ensalada rusa o ensalada
de papas con huevo.
Arroz inflado con camarones y pollo
Ingredientes

30 g de arroz









½ pollo cocido
250 gramos de camarones cocidos
5 ramas de perejil picado
5 cebollas chicas de rabo picadas en rodajas
1 diente de ajo
1 pimiento rojo
½ taza de aceite de oliva
el jugo de ½ limón
1 pizca de sal y azúcar.
Preparación
Prepara el arroz inflado desde el día anterior: vierte el
arroz bien lavado en una vasija con agua hirviendo y
muévelo ocasionalmente con una cuchara de madera.
Déjalo hervir entre 12 y 15 minutos. Escurre, enjuaga y
envuelve el arroz en un trapo. Hornéalo durante 10
minutos.
Lava los pimientos y córtalos en tiras. Calienta el aceite y
sofríe las cebollas y el ajo machacado, luego agrega el
pimiento y el perejil picado, mezclando suavemente. Sin
dejar de mover añade el pollo cocido y cortado en
rebanadas. Agrega el arroz, un poco de sal y un poco
de azúcar. Mezcla continuamente y vierte los
camarones. Pasados unos instantes retira del fuego.
Coloca el arroz en una fuente y añádele el zumo de
limón.
Arroz con pescado árabe
Ingredientes
 1 ½ kilos de pescado lavado y cortado en rodajas
o en filetes
 1 taza de aceite de oliva
 2 cebollas grandes picadas en trocitos
 4 limones verdes
 2 tazas de arroz integral
 2 cucharadas de curry
 2 cucharaditas de sal
 ½ cucharadita de pimienta
 5 tomates pelados y picados
 3 tazas de caldo de cabeza de pescado
Preparación
Aliña el pescado con la mitad de la sal, una pizca de
pimienta y el zumo de limón. Déjalo reposar por media
hora y luego calienta el aceite en una olla y fríelo hasta
que esté doradito. Escúrrelo y colócalo en una fuente. En
el mismo aceite sofríe la cebolla y el tomate unos minutos,
agrega el arroz, el curry, la sal, la pimienta y el caldo.
Mezcla bien y suavemente, coloca las piezas de
pescado sobre el arroz, tapa la olla y cocínalo durante
20 minutos aproximadamente. Apaga el fuego y sirve el
arroz en cazuela de barro adornado con rebanadas de
limón.
Las legumbres son muy apreciadas en la cocina
española y la hindú ¿cómo podíamos imaginar que
resultan agentes anti-cáncer de los mejores? Y la razón
se encuentra en su alto contenido de fibra y su
propiedad de actuar como inhibidoras de las proteasas
previniendo la aparición de los cánceres de mama y
colon, principalmente. Pero es su contenido de fibra lo
que más me impresionó puesto que pueden ayudarnos a
eliminar sustancias tóxicas y células indeseables. Como ya
te había explicado la fibra se encuentra en los productos
naturales en dos formas: soluble e insoluble. Las fibras
solubles atraen agua, de ahí que durante la digestión
retrasen la absorción de nutrientes en el estómago e
intestino, ahora imagina que estos nutrientes no sean
tales sino sustancias tóxicas, pues bien, eso es lo que
frijoles, lentejas, guisantes y garbanzos hacen.
Las legumbres también presentan una alta concentración
de fitoestrógenos, los cuales actúan en los humanos
como antagonistas y sustitutos de los estrógenos,
inhibiendo sus efectos negativos y la proliferación de las
células cancerígenas.
La soya es otra legumbre que no debes olvidar puesto
que inhibe ciertas enzimas implicadas en la diferenciación
y el crecimiento tumoral. ¡Comamos legumbres!
Recetas combinando maravillas
Macedonia de verduras
Ingredientes
 200 grs. de chícharos pelados
 4 zanahorias
 5 papas
 7 tallos de apio
 1/2 cebolla
 2 chayotes
 4 calabacitas
 1/4 de kilogramo de habichuelas
 1 taza de arroz integral
 2 tazas de caldo
 1 cucharada de agar-agar
 1/2 litro de agua caliente
 Sal al gusto
Preparación
Pica muy finamente todas las verduras y déjalas cocer
junto con el arroz, las legumbres, el caldo y la sal a
fuego lento, hasta que estén blandos.
Retira la cacerola del fuego y revuelve hasta mezclar
bien. Vierte esta mezcla en pequeños moldecitos y
cúbrela con la gelatina de agar-agar, la cual habrás
preparado disolviendo el agar-agar en el agua caliente.
Refrigera los moldecitos por unas horas. Sirve la
macedonia con rebanadas de aguacate y rocíala con un
poco de aceite de oliva y zumo de limón.
Pastel de garbanzos y atún
Ingredientes
 1 kilogramo de garbanzos cocidos
 ½ kilogramo de tomates
 1 taza de caldo concentrado
 1 lata mediana de atún
 1 huevo duro
 1 cucharada de aceite de oliva
 Hierbas aromáticas frescas para decorar
 Sal
Preparación
Prepara una salsa con los tomates picaditos, el aceite y
el caldo. Pasa por la batidora los garbanzos, el atún y 8
cucharadas de la salsa de tomate.
Vierte la mezcla en una fuente y cúbrelo con la salsa de
tomate. Deja refrescar el pastel y decóralo con el huevo
duro cortado en rodajas y hojitas de hierbas aromáticas.
Cus-Cus
Ingredientes

1 kg. de sémola de cus-cus

1/2 litro de agua

2 cucharadas de aceite de oliva

1 cucharadita de sal

1 cucharada de mantequilla

1 taza de aceite de oliva

1 kilogramo de carne magra sin hueso

6 cebollas finamente picadas

4 zanahorias cortadas en trozos de 5 cm

4 nabos cortados también en trozos de 5 cm

1 repollo picadito

1 kilogramo de garbanzos cocidos

3 tomates cortados en cuartos

6 patatas cortadas en dados

500 gramos de calabaza cortada en cubos

4 calabacines cortados en dados

Unos granos de pimienta de Jamaica

Unos granos de pimienta negra molida
Para la Harissa
 8 cucharaditas de pimienta Cayena
 4 cucharaditas de comino en polvo
 2 cucharaditas de sal
Preparación
Corta la carne en cubos de unos 5 centímetros y
envuélvela en un trapo de cocina. Prepara la "harissa"
mezclando todos los ingredientes en un bol pequeño con
una cucharada de agua. Revuelve bien y reserva.
Coloca la sémola en una fuente profunda y mezclando
suavemente con la mano añade el agua, la sal y las dos
cucharadas de aceite, cuando esté bien humedecida
cubre todo con papel de aluminio y déjalo en reposo, a
temperatura ambiente, 15 minutos.
Mientras tanto calienta el aceite en una olla y sofríe la
carne y la cebolla unos minutos, añade la pimienta de
Jamaica, la pimienta negra, un poco de sal y revuelve
hasta que se dore. Agrega las zanahorias, los nabos, el
repollo, los tomates y agua para cubrir todo y cuece
hasta que comience a hervir. Baja la intensidad del
fuego y coloca sobre la olla un colador plano como el
que se utiliza para cocinar verduras al vapor.
Sobre él vas a colocar un paño de cocina en el cual
pondrás el cuscús para que se cocine al vapor, al
descubierto por 20 minutos. Retira el colador y agrega el
resto de las verduras a la cacerola, cocínalas a fuego
vivo durante 15 minutos.
Coloca el cus-cus en una fuente, añádele la mantequilla
y amásalo por unos minutos, luego vuelve a ponerlo
sobre el trapo y a cocerlo al vapor a fuego lento. Sirve
todo en fuentes separadas: la harissa, el cus-cus y el
cocido de verduras. Disfrútalo.
Así este libro ha llegado a su fin, pero no nuestros
esfuerzos ni el estilo de vida que decidimos y logramos
adoptar. No todos lo hicimos de la misma forma si no
que cada miembro de mi familia fue refinando sus hábitos
de manera tal que pudiera disfrutar el cambio y
descubrir nuevas experiencias sin temor. Poco a poco nos
fuimos dando cuenta de que lo sano también puede ser
divertido y sabroso.
Prevenir el cáncer se basa en aprender a deleitarte
sanamente y para demostrarlo te tengo dos sorpresas
finales:
¿Sabías que el vino tinto es anticancerígeno?
Es muy rico en resveratrol, una fitoalexina que combate
la degeneración celular acelerada previniendo el daño
del ADN, activa determinados genes reguladores que
protegen contra el cáncer e inactiva genes regulados
por los estrógenos, tiene efectos antiinflamatorios, influye
en los niveles de azúcar y colesterol en sangre y posee
propiedades neuroprotectoras.
Así que puedes permitirte un consumo moderado de vino
tinto (250 ml. al día) para curar de ti.
¿Sabías que el chocolate negro es
anticancerígeno?
Otro gusto que puedes permitirte sin culpa alguna es el
chocolate negro (contenido de cacao superior del 70%).
Cierto que debes moderar tus excesos porque contiene
ácidos grasos saturados y mono insaturados, pero 40
gramos de chocolate negro poseen casi la misma
cantidad de polifenoles que una taza de té verde y
abundantes proantocianidinas. Estos potentes
antioxidantes favorecen la destrucción de las células
cancerosas, frenan el crecimiento de los tumores e inhiben
la formación de nuevos vasos sanguíneos de
alimentación ¡y todo con un índice glucémico similar al del
zumo del naranja!
Si llegaste al final de esta lectura, si me acompañaste a
través de estas páginas quiere decir que estás dispuesto
a luchar contra la posibilidad de sufrir cáncer ¡TÚ PUEDES
SER QUIEN QUIERAS SER, NO LO OLVIDES! Cambia,
innova, combina, aprende, influye en los que te rodean
pues nunca es tarde para empezar a preocuparte.
Este libro solo pretende ser ese amigo que en un
seminario de Educación Comunitaria, ante la pregunta
“¿QUÉ ES LO MÁS IMPORTANTE EN TU VIDA?”, logra
escuchar de tus labios la respuesta tan ansiada: “Una
excelente salud”.
Si pones en práctica la Dieta Anti-cáncer no estarás
perdiendo el tiempo si no GANANDO VIDA.
Alvídrez-Morales, A., B. González-Martínez y Z.
Jiménez-Salas. 2002. Tendencias en la producción de
alimentos: Alimentos funcionales. Revista Salud Pública y
Nutrición. Vol. 3 No. 3
C. Boticario. 2005. ¿Una alimentación sana puede
prevenir el cáncer? Anal. Real Acad. Nac. Farm. 71: 609633
Jacoby E. y I. Keller. 2006. La promoción del consumo de
frutas y verduras en América Latina: Buena oportunidad
de acción intersectorial por una alimentación saludable.
Revista Chilena de Nutrición 33:1
Muñoz de Chávez, M. y A. Chavéz. 1998. Diet that
prevents cancer: Recommendations from the American
Institute for Cancer Research. Int. J. Cáncer 11: 85-89.
Palou A y F. Serra. 2000. Perspectivas europeas sobre
alimentos funcionales. Alimentación, Nutrición y Salud. 7
(3): 76-90
Bolet, M. y M. Socarrás. 2005. Micotoxinas y cáncer. Rev
Cubana Invest Biomed 24(1):54-9
Redacción e investigación
Thais Guillen Otero
Maquetación, estructuración y diseño
Sebastián Castaño Hoyos
Tatiana Cuartas Sánchez
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