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TRATAMIENTO DE LA ENFERMEDAD BIPOLAR Espectro Bipolar Manuel Suárez Richards Profesor Titular, Cátedra de Psiquiatría, Facultad de Medicina. U.N. La Plata L a mayor parte del esfuerzo investigador en el campo de los trastornos afectivos fue dirigido hacia la depresión y especialmente a la depresión mayor, por lo que el trastorno bipolar quedó desplazado a un segundo plano. Esto se debió, probablemente, porque los estudios epidemiológicos estimaban entre un 10 a 17% el riesgo vida para la depresión y en cambio para el trastorno bipolar este riesgo se situó entre un 0.4 y 1.7%1 2. Además de esto, era frecuente que a los pacientes con manía psicótica grave se los diagnosticara como esquizofrénicos antes de la aparición del DSM-III. Debiendo tener en cuenta a aquellos pacientes que fueron considerados esquizoafectivos, caracterópatas u otras formas de atipicidad, colaborando con ello a encubrir la factible relación con su condición de bipolares. Las investigaciones han puesto de manifiesto varios subtipos de trastorno bipolar con mayor predisposición a las formas hipomaníacas que a las formas maníacas. También se otorga gran importancia clínica a las formas complejas o más graves (mixtas), que tienen síntomas psicóticos o de ciclación rápida y finalmente se ha demostrado la eficacia de fármacos anticonvulsivantes en el tratamiento de los cuadros clásicos como en las formas “nuevas” de la enfermedad. Indudablemente esto ha ampliado considerablemente las márgenes del trastorno bipolar al que podríamos llamarlo espectro , por la inclusión de diferentes formas dentro del mismo. Espectro se usa para referirse a una gran amplitud de cada uno de los trastornos, desde los síntomas centrales del mismo hasta los rasgos temperamentales. Las manifestaciones del espectro pueden aparecer durante, entre o hasta en ausencia de un episodio o un trastorno totalmente definido3. La primera descripción que se conoce acerca de la manía y melancolía, apareció con Areteo de Capadocia 4 en el siglo I dc., combinó manía y melancolía dentro de un estado unificado, donde la manía era un grado severo de la melancolía. Herófilo ya había citado este vínculo en el siglo I ac. Con la magnífica tradición de la medicina grecoromana Areteo evidenció un conocimiento de las formas atenuadas como de las manifestaciones psicóticas, su base temperamental, estacionalidad y los cambios súbitos de la enfermedad. La Actualizaciones en Psiquiatría | Vol. 1 | Año 2003 comprensión moderna de trastorno bipolar nació en Francia5. A mediados del siglo XIX Baillarger y Falret describieron la doble forma y las formas circulares de la enfermedad, sin olvidarnos las descripciones de Pinel (1809) y Esquirol (1819-1838)6. En 1899, Emil Kraepelin desarrolla el concepto moderno de enfermedad maníaco - depresiva y consideró que ambas son parte de un síndrome. La locura maníaco - depresiva de Kraepelin fue descrita en 1913 y está citada erróneamente como en 1921 por los autores anglosajones por que en esa fecha hicieron la traducción7. Describió con precisión los cuadros, su relación familiar e induce a hablar de “provisoria”, como principio de división más simple, a la diferencia entre los estados que componen habitualmente la enfermedad y introduce los cuadros mixtos8. Los pensamientos de E. Kraepelin predominaron hasta que se instala una diferenciación entre trastorno afectivos unipolares y bipolares, comenzando con K. Leonhard9 y continuado en la década de 1960 por Jules Angst y Carlos Perris en Europa y Winokur y colegas en Estados Unidos10. Esta separación de los trastornos unipolar de los bipolares estuvo basada en la presencia de datos fenomenológicos, familiares, psicofarmacológicos, epidemiológicos y longitudinales. En las pasadas décadas el concepto de síndromes bipolares ha sido ampliado incluyendo un gran número de trastornos. Hace más de 30 años el Prof. J. Rosa, de La Plata, nos insistía en poner cuidado en los pacientes que, atendiéndose por depresión, manifestaban que durante uno o dos días tenían gran actividad, trabajaban sin descanso, hablaban sin pausa y luego caían en la depresión con todos sus síntomas, a ellos, decía, había que considerarlos y tratarlos como bipolares. El concepto ha seguido avanzado más allá en los últimos treinta años: el desarrollo del mismo incluye el renacimiento de los estados mixtos de Kraepelin y la ciclotimia de Kahlbaum (1882) y Hecker (1898), como también los temperamentos afectivos, el concepto de espectro bipolar leve (Akiskal) y la distinción de los desórdenes esquizoafectivos dentro de las formas unipolares y bipolares. 3 Prevalencia de los trastornos de espectro bipolar Algunas estimaciones tempranas del trastorno bipolar estuvieron basadas en la presencia de episodios maníacos (trastorno bipolar I), con tasas que oscilaron entre 0.5% a 1%11. Cuando los bipolar II y cuadros relacionados se incluyeron, las estimaciones de prevalencia en la población general se incrementaron hasta alrededor del 5%. Se ha estimado que entre un 30% a 55% de los pacientes con trastorno depresivo mayor sufren de trastorno de espectro bipolar12. Benazzi13 ha observado que los pacientes con depresión bipolar fueron más propensos a presentar cuadros atípicos; la tasa de depresión atípica fue 45.4% en pacientes con trastorno bipolar II comparado con un 25.4% en pacientes con depresión unipolar. En poblaciones clínicas, la prevalencia fue considerablemente alta, en un estudio multicéntrico, bien diseñado, realizado en Francia encontraron que un 45% de los pacientes depresivos fueron diagnosticados dentro del espectro bipolar cuando se tuvo un especial cuidado con la hipomanía por parte de los médicos para su diagnóstico14. Las evidencias actuales indican que la mayor parte de las hipomanías siguen un curso recurrente y su duración común es de 1-3 días. En el estudio de Angst y col15 aplicando una nueva definición de hipomanía, más leve (en las que solo se requiere las consecuencias sociales de la misma), encontraron que el trastorno bipolar es mucho más frecuente que lo esperado, con una tasa de prevalencia de por vida del espectro bipolar de un 11.3%, incluido el BP I (0.5%), comprendidos en: trastorno BP-II 4.8%, trastorno bipolar menor (MinBP) 2.4% e hipomanía pura 3.5%. Manning y col., en dos investigaciones separadas, encontró un 26%16 y 39% de pacientes depresivos y ansiosos con diagnóstico bipolar (frecuentemente bipolar II)17. Sobre la base de su validez clínica demostrada, un concepto más amplio de bipolaridad leve debe ser considerada, donde alrededor del 11% constituye el espectro de desórdenes bipolares apropiado, y otro 13% representa la expresión más leve, intermedia, de bipolaridad, probablemente entre el desorden bipolar y la normalidad18 Trastorno de Espectro Bipolar El Trastorno de Espectro Bipolar (TEBP) es un diagnóstico longitudinal caracterizado por cambios anormales del humor que comprenden algunos de los siguientes estados clínicos19: Manía, Hipomanía, Estados Mixtos, Temperamento Hipertímico, Episodio Depresivo Mayor y Estado Depresivo Mixto. La mayor parte de los pacientes con TEBP se presentan para tratamiento durante un episodio depresivo, y por lo tanto a menudo, los psiquiatras equivocan el diagnóstico de TEBP. Muchos estudios documentan que con frecuencia los pacientes esperan 10 años para tener el diagnóstico correcto de TEBP. Desde1959, Angst en estudios epidemiológicos20 ha observado prospectivamente alrededor de una sexta parte de la población de 4 Suiza entre 22 y 41 años. El primer trabajo de Angst, como recientes estudios, otorga consistencia para decir que 1 a 3 días de presencia de síntomas hipomaníacos son más característicos de trastorno bipolar II que los 4 o más días requeridos por el DSMIV. Los criterios del DSM son restrictivos para el trastorno bipolar II otorgando una prevalencia de 0.5% si es comparada con 5.3% cuando se utilizan criterios de 1-3 días para la hipomanía y asciende al 11% cuando es un 1 día. El aumento de las tasas de prevalencia también está en razón de las formas clínicas “leves” de bipolaridad, señaladas por Akiskal, las que se sitúan entre los extremos de trastorno bipolar total, donde la persona tiene al menos un episodio maníaco (bipolar I) y un trastorno depresivo mayor unipolar estrictamente definido21. Asentado sobre la base de trabajos importantes, las siguientes presentaciones “depresivas” pueden ser consideradas como “bipolares leves”: Depresión + intraepisodio de “hipomanía” (estado mixto depresivo); Depresión agitada (estado mixto depresión severa); Depresión postparto, especialmente aquellas con cuadros psicóticos; Ciclotimia + depresión (forma especial de bipolar II); Depresión + hipomanía por antidepresivos (bipolar III); Hipertimia + depresión (bipolar IV); Depresión cíclica y/ o disregulación episódica del sueño; Depresión atípica y/ o episodios de quejas neurasténicas; Depresión refractaria (luego de 3 antidepresivos de 3 clases diferentes); Depresión con historia familiar bipolar (depresión pseudo-unipolar); Depresión con trastorno (s) errático de personalidad; Depresión breve recurrente; Crisis periódicas de irritabilidad y/ o suicidio; Depresión en personas con una actividad extrovertida. Estas formas mencionadas no están reconocidas oficialmente como bipolares. Los estados mixtos ocurren en un porcentaje del 40% de los pacientes bipolares durante su vida; las evidencias actuales sostienen una definición amplia de los estados mixtos consistente en manía clara con dos o más síntomas concomitantes depresivos. Las nuevas investigaciones desafían las tasas de los Trastornos Bipolares a la luz de un concepto amplio de bipolaridad y que abarca en un extremo los estados maníacos psicóticos, y en el otro, las depresiones cíclicas con disregulación temperamental22. El reconocimiento clínico completo de un espectro de bipolaridad detrás de las “máscaras” que podrían ocultarlo, tiene importantes implicancias tanto en la práctica psiquiátrica como en la investigación Por ejemplo trastornos ahora considerados trastornos de personalidad o temperamento pueden ser mejor considerados si se los incluye como parte del espectro bipolar23. La dificultad para reconocer las formas clínicas de comienzo muy poco elocuentes de la manía también contribuyen a que existan frecuentemente bajos diagnósticos de trastornos bipolares. Es necesario, entonces, que la atención deba dirigirse a las manifestaciones sintomáticas medias de la diátesis maníaca, más si estas manifestaciones pueden, a veces, mejorar la calidad de vida. Hay muchas razones para esta baja tasa de reconocimientos de los comienzos de síntomas maníacos, especialmente si se hace una comparación con los síntomas análogos que aparecen en la depresión. Los factores que colaboran para que existan estas dificultades incluyen (Cassano et al, 1999): Falta de sufrimiento subjetivo, aumento de la producción, egosintonía, ritmicidad diurna y estacional asociada con muchos de los síntomas maníacos e hipomaníacos y la tendencia de los psiquiatras a clasificar síntomas Actualizaciones en Psiquiatría | Vol. 1 | Año 2003 Pudiera ser también que la importancia del diagnóstico central ajustado a las alteraciones del humor distraiga a los profesionales para prestar atención a otros síntomas sutiles pero que son clínicamente importantes, como: los cambios en la energía, los síntomas neurovegetativos y la cognición distorsionada. durante el episodio de hipomanía. En otro estudio30 las tasas de trastorno bipolar fueron de 15.7% en pacientes con TOC, muchos de esos pacientes sufrían de trastorno bipolar tipo II. Un total de 34.8% de los observados se los asoció con trastorno unipolar. El curso es más crónico en estos individuos que por otra parte tuvieron más hospitalizaciones e intentos de suicidio; también presentaron más fácilmente obsesiones agresivas así como de contenido filosófico, supersticioso o bizarro. Hay evidencias recientes que están indicando que la inhibición ansiosa puede parcialmente suplir la fase depresiva en ciertos pacientes con tendencias hipermaníacas y ciclotímicas24, resultando, como variables de bipolaridad, cuadros de fobia social, de pánico y obsesivo- compulsivo. A estos pacientes se los considera rápidamente como depresivos ansiosos, con inestabilidad del humor y sensibles a ser incluidos en el grupo de personalidades erráticas. La personalidad borderline tiene muchas de las características observadas en los trastornos de espectro bipolar31. Los oscilantes estados de ánimo o las tormentas afectivas de un individuo con personalidad borderline son similares al rápido e intenso cambio contemplado en muchos pacientes con trastornos bipolares. Inciden en el espectro bipolar las consideraciones que se tienen acerca del rol del temperamento, la ciclotimia, la hipertimia, la manía, la hipomanía y por ello se harán consideraciones respecto de ellos. La presencia de trastorno de déficit de la atención puede ser una señal de bipolaridad25. Rol del Temperamento. La literatura psiquiátrica actual describe los siguientes cuatro temperamentos: hipertímico; distímico; ciclotímico e irritable. Se han asociado temperamentos diferentes con las variaciones del curso clínico, un total de 72 pacientes con trastorno bipolar tipo I fue diagnosticado con temperamento depresivo o hipertímico32 ; aquellos con un puntaje alto para temperamento depresivo o un bajo puntaje para temperamento hipertímico tuvieron un alto porcentaje de episodios depresivos mayores. Alternativamente, aquellos con puntaje alto para temperamento hipertímico fueron asociados con tasas altas de presentaciones maníacas. persistentes o alternantes maníacos o hipomaníacos entre los trastornos de la personalidad. En la bipolaridad leve el paciente va a responder pobremente a la monoterapia antidepresiva. La base de este aserto se encuentra en la experiencia clínica en bipolares y trastornos del humor26 27 y es un área que puede beneficiarse de estudios más rigurosos que demuestren la eficacia de los estabilizadores del humor en estos pacientes. Los patrones específicos comórbidos de depresión con alcohol y abuso de múltiples drogas, así como fobia social, pánico, y el TOC, podrían hacer sospechar de una diátesis bipolar28. Akiskal HS. Medscape coverage of: American Psychiatric Association 155th Annual Meeting bipolar. Familial-Genetic Principles for Validating the Bipolar Spectrum: Their Application in Clinical Practice, 2002. Con esta amplia concepción de bipolaridad, que integra todo un espectro, que ensancha los límites impuestos por las clasificaciones, asentada sobre la base de la realidad clínica sostenida por las investigaciones inherentes, los candidatos propuestos para ser incluidos en un amplio Espectro BP (Akiskal, 2001), son: - Trastorno esquizobipolar - Manía - Depresión con hipomanía (independiente de la duración) o hipomanía movilizada farmacológicamente - Depresión asociada con ciclotimia y temperamentos hipertímicos - Depresión recurrente (pseudo-unipolar) con historia familiar BP - Depresiones cíclicas sensibles al Li (y por extensión a otros estabilizadores del humor) Comorbilidad Los trastornos de ansiedad son frecuentes entre los pacientes con trastorno bipolar tipo II. Se ha hallado, en un estudio, que la fobia social tiende a preceder el inicio del episodio de hipomanía y remite después del inicio de la misma 29. Alternativamente, el trastorno de pánico y TOC tienden a persistir durante los episodios hipomaníacos y aproximadamente un tercio de los pacientes con los síntomas de pánico comenzaron Actualizaciones en Psiquiatría | Vol. 1 | Año 2003 El temperamento puede también predecir comportamientos comprometidos con conductas suicidas33. Los intentos de suicidios como los llevados a término, mostraron que tienen características acentuadas cíclicas y bipolar mixtas así como la impulsividad. Esta impulsividad y la rigidez fueron los mejores predictores de suicidio después de 12 meses de observación. Ciclotimia: El primer estudio contemporáneo de ciclotimia entre jóvenes adultos dio como resultado que se encontraron los siguientes cambios en ellos: disrupciones sociales, cuadros románticos, extravagancia financiera, cambios repetidos en el trabajo y estudio, frecuentes movilizaciones geográficas y abuso de poli sustancias. La diátesis afectiva subyacente fue validada sobre la base de criterios fenomenológicos que comprenden cambios subsindrómicos bifásicos a largo tiempo en la energía, la actividad, el humor y la cognición; algunas oscilaciones tienden más a la dirección depresiva, otras concurren en dirección hipomaníaca, pero siempre en ambas direcciones al menos en algún momento de la vida. El estudio realizado en 1000 estudiantes encontró una alta consistencia interna y especificidad diagnóstica para 6 de los 8 criterios desarrollados para el temperamento ciclotímico por la Universidad de Tennessee34. Las oscilaciones del subumbral para la hipomanía y de los períodos sub depresivos sucedieron en un 6.3% de la población estudiantil, representando un grupo de alto riesgo predispuesto a episodios afectivos mayores. Otro estudio anterior sobre ciclotimia, llevado a cabo en estudiantes, encontró un 4% a 6% de sujetos con criterios para ciclotimia35. Asimismo la ciclotimia fue significativamente más alta entre los nacidos de bipolares vs los controles. Muchos de 5 estos estudiantes desarrollaron estados depresivos o suicidio (y abuso de sustancia examinados prospectivamente) enfatizando una diátesis bipolar fuerte. La labilidad del humor es una de las características de la ciclotimia. Los pacientes con ciclotimia presentan períodos cortos de depresión subsindrómica alternando con breves períodos de exaltación del estado de ánimo. Esta variabilidad cíclica refleja la gran labilidad característica de estos pacientes36. Es interesante observar los criterios válidos para considerar el temperamento ciclotímico, para el mismo deben haber: cambios de humor bifásicos; cambios abruptos de una fase de humor a otra; cada fase tiene que presentar algunos días con un tiempo de interfase infrecuente de eutimia. Hipertimia: El temperamento hipertímico, con su equivalente Greco- Romano de temperamento sanguíneo, es el temperamento de muchos empresarios y otras personas exitosas quienes parecen fuera de lo común en su capacidad de crear, coordinar y participar. Fue descrito por Kraepelin37 como el “ temperamento maníaco”: “...Inteligente, pero irregular la personalidad. . . ellos nos encantan por su movilidad intelectual, su versatilidad, su riqueza de ideas, su accesibilidad lista y su deleite en la aventura, su capacidad artística, su naturaleza buena, su humor alegre, soleado. Pero al mismo tiempo ellos nos ponen en un estado incómodo por una cierta inquietud, locuacidad, necesidad excesiva para la vida social, el temple caprichoso, falta de fiabilidad, firmeza y perseverancia en el trabajo, con una tendencia a construir castillos y planes en el aire”. En el estudio colaborativo ya mencionado (Akiskal et al, 1998) entre estudiantes, el 8% pudo ser categorizados como hipertímicos sobre la base de 7 rasgos persistentes de hipomanía. En sus historias familiares había datos ciertos de bipolaridad en los depresivos, los que fueron más altos significativamente que aquellos pacientes estrictamente unipolares sin esos atributos temperamentales y familiarmente no distinguibles de pacientes con bipolar II (Cassano et al, 1992). En estudios focalizados en los estados de subumbral38 hipomaníacos durante la vida el 6% de una población de estudiantes se encontraban dentro de los criterios de tendencia hipomaníaca, que en algunos casos fueron asociados con minidepresiones. las manifestaciones del comportamiento de la manía sostienen que también son síntomas comunes: hablar apresuradamente (98%), logorrea (89%), agitación psicomotora (87%), disminución de la necesidad de dormir (81%), hipersexualidad (57%), comportamiento extravagante (55%). Síntomas menos prevalentes son: violencia (49%), religiosidad (39%), regresión pronunciada (28%) y catatonía (22%)40. Hipomanía: el mejor conocimiento de la hipomanía es crucial para el diagnóstico del espectro maníaco del trastorno bipolar. Así como la euforia y la irritabilidad, los síntomas de sobreactividad deben ser incluidos dentro de los criterios de hipomanía acorde a las investigaciones de Angst y col, por lo que aconsejan una revisión de los criterios diagnósticos para la hipomanía (Angst y col, 2003). Desafortunadamente los criterios para el episodio hipomaníaco son considerados insuficientemente diferentes de la manía en el DSM IV. El estudio de la hipomanía otorga una rica fenomenología41, que valida una duración para la misma de 2 días o más. La hipomanía se puede distinguir de la manía por el poco deterioro que implica, si algo implica y por el menor tiempo de duración. Un exceso de la tasa de familiares con bipolaridad es otra de las importantes evidencias para su inclusión dentro del espectro bipolar. Utilizando una definición de hipomanía de 2 días, en un importante estudio42 realizado en pacientes con trastorno Bipolar I, se encontró que esos pacientes tienen una historia de familiares bipolares más significativa que los pacientes unipolares y estadísticamente no hubo diferencias con el trastorno bipolar I. Los trabajos epidemiológicos de Angst (1998) sostienen un rango modal de 1-3 días para la hipomanía. Una cuestión vital en la práctica psiquiátrica es la hipomanía como primera manifestación del cambio producido por la prescripción de antidepresivos. Manía: en una minoría de pacientes hay un estado de euforia sostenida y grandiosidad. El Consenso, realizado a este respecto, obtenido en recientes revisiones exhaustivas la ubican dentro de una variante del Espectro Bipolar. La decisión unánime, de éste consenso, fue que estos pacientes representan una variante del trastorno bipolar, a juzgar por el hecho de que durante el curso prospectivo de ellos se observo un inequívoco curso bipolar43. La presencia de tres o más de los siguientes síntomas44, sería la salida desde el estado basal habitual del paciente de >/= 2 días: - Alegre y jocoso - Gregario y búsqueda de contacto con gente - Comportamiento sexual elevado - Locuacidad - Sobre optimismo y confidencialidad - Actitudes de desinhibición y descuido - Hiposomnia - Eutonía y vitalidad - Embarcado en proyectos nuevos Los cuadros que predominan son: irritabilidad (80%), humor depresivo (72%), humor lábil (69%) y euforia rápida (71%)39. La preeminencia de los estados específicos del humor parecen ser determinados por la severidad de la manía y la co-ocurrencia de enfermedades psiquiátricas como trastorno por uso de alcohol y de sustancias. Otras observaciones realizadas acerca de Actualmente se entiende que el concepto de hipomanía necesita una revisión. Sobre esta base, sustentada por un cuerpo de demostraciones clínicas, el concepto ampliado de bipolaridad leve está propuesto45. En la práctica el diagnóstico de BP II requiere repetidas evaluaciones desde diferentes puntos de vista para obtener una historia más fidedigna de hipomanía. La posible inclusión de estos “hipertímicos depresivos”, dentro del espectro bipolar, depende del criterio usado para diagnosticar el temperamento hipertímico pudiendo reducir el diagnóstico unipolar en un 10% a 20%. Los datos actuales son inciertos acerca del límite de temperamento hipertímico y la normalidad. Este temperamento, puede ser considerado anormal solo en presencia de una depresión clínica. 6 Actualizaciones en Psiquiatría | Vol. 1 | Año 2003 Prevalencia de Bipolar II en la Depresión Mayor El diagnóstico de BP II es crucial, no solo por sus implicancias terapéuticas, también por razones pronósticas (p.ej. alto suicidio). Es gratificante que una gran parte de los trabajos recientes han conducido a reparar en la prevalencia clínica del T. Bipolar II entre los pacientes que se presentan con Trastorno Depresivo Mayor en las clínicas privadas y públicas de todo el mundo (Akiskal HS, et al 2000). El estudio nacional francés EPIDEP, ha dado un preciso informe sobre la alta prevalencia del BP II entre los pacientes con Depresión Mayor. Un hallazgo esencial del estudio fue que el 22% de los pacientes con DM pueden ser diagnosticados como BP II, basado esto en una historia de hipomanía pasada. Un mes más tarde de la entrevista un 40% de los pacientes fueron diagnosticados como BP II sobre la base de una más profunda evaluación e información colateral, en donde fue reconocida la hipomanía por el médico. Los análisis del NIMH Collaborative Depression Study en 559 pacientes “unipolares” mostraron que 48 se convirtieron en BP II durante un período de observación de 11 años. Qué caracterizó a estos BP II: depresión recurrente; altos niveles de divorcio o separación; altos niveles de mala adaptación al trabajo o estudios; “actos antisociales” aislados; abuso de drogas; una historia de vida y afectividad tempestuosa. Adicionalmente, el índice de los episodios depresivos fue más caracterizado por cuadros tales como: ansiedad fóbica; sensibilidad interpersonal; síntomas obsesivo-impulsivos; somatización (frecuentemente con síntomas de subpánico); desmejoramiento por la tarde; auto compasión; demandante; subjetivo o muy enojado, celoso, suspicacias e ideas de autorrefrencia. Todas ellas testifican de una amplia melange de síntomas depresivos “atípicos” con cuadros “borderline”. reformulaciones sobre la base de la observación y los estudios. Estos van dando muestras de formas mas precisas de los trastornos de la afectividad. Estas mejores precisiones permiten optimizar los diagnósticos y modificar las terapéuticas, ambos aunados van a provocar cambios en los pronósticos. En general es ineludible para la definición clínica, lo realización de estudio biológicos en la etiología y patofisiología de una enfermedad, de tener la condición de ser tan preciso y homogéneo como sea posible. Desde que el concepto de espectro es, por definición, amplio y heterogéneo, podría dificultar la capacidad de los estudios biológicos para poder encontrar los problemas subyacentes que llevan a los trastornos bipolares. Ésta es una preocupación real. Como dice N. Ghaemi “...si estoy en el papel de investigador continuaría el enfoque en un encuadre ceñido y claramente definido del bipolar; pero si estoy en el papel del médico, yo ensancharía mi visión para incluir el espectro bipolar”. Es imprescindible considerar que en cualquier etiología biológica las manifestaciones clínicas de esa etiología pueden variar inmensamente, sobre todo cuando esas manifestaciones podrían ser influenciadas por factores medioambientales. Esto se ha reconocido desde hace mucho tiempo en medicina, donde el concepto de formas frustras se han invocado para describir formas apacibles y sutiles de enfermedades específicas durante mucho tiempo46. Es necesario ser prudentes, recordando las características que rodearon la exageración del diagnóstico en el caso de esquizofrenia y que como era de esperar se fue restringiendo con el paso del tiempo merced al conocimiento y la mejora en los criterios diagnósticos. No es para limitar al “espectro”, al contrario es para no hipertrofiar y luego tener que cercenar quedando a expensas de críticas científicas y lo que es aún más importante a la producción de fallas en el tratamiento de los pacientes, que son los que van a ser más perjudicados. Los análisis del estudio colaborativo nacional francés EPIDEP demostraron que la hipersomnia y la ideación suicida fueron más comunes en BP II vs UP (que tiene más insomnio). En un nuevo análisis, basado en 493 pacientes, los cuadros diferenciales de los dos trastornos emergen más claramente: - Uniformidad de la intensidad global de la depresión (HAM-D) - El puntaje de los pacientes BP II es alto en pensamientos suicidas, culpa, despersonalización, desrealización, hipersomnia, y aumento de peso - Los depresivos mayores UP estrictamente tienen más ansiedad e insomnio - Los puntajes de UP con varios exámenes de auto valoración son altos en términos de enlentecimiento del pensamiento, falta de energía, sentimientos de lo peor, evitación, percepción de la vida como triste y apagada. Referencias Bibliográficas El retardo psicomotor fue más alto en los UP, esta diferencia aparece como más significativa cuando se la compara con la depresión BP II. 7 1 2 3 4 5 6 8 Conclusiones Es interesante considerar al Espectro Bipolar como parte integrante de nuestro arsenal de conocimientos asistenciales a utilizar en la consulta. 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