Download TEMA 15 - filosofiajosefinas

Document related concepts

Marxismo wikipedia , lookup

Materialismo histórico wikipedia , lookup

Modo de producción capitalista wikipedia , lookup

Teoría marxista de la alienación wikipedia , lookup

Karl Marx wikipedia , lookup

Transcript
Tema 15 Carlos Marx
TEMA 15
KARL MARX
1. Introducción.
FILOSOFÍA
2. La antropología.
2.1. El trabajo, esencia del hombre.
3. La realidad: el materialismo histórico.
4. La alienación humana y la ideología.
ECONOMÍA.
5. La crítica a la economía clásica: la plusvalía.
5.1. Las consecuencias sociales del capitalismo
industrial.
POLITICA.
6. La solución: el comunismo y la sociedad sin clases.
7. La filosofía de la historia.
8. Conclusiones: a favor y en contra de Marx.
1. Introducción: vida y postura filosófica.
Como hemos repetido en los apuntes sienes y sienes de veses, las ideas de los filósofos no se
explican sin una experiencia vital determinada. Los siguientes pensadores, Marx y Nietzsche son
completamente imposibles de entender sin un contexto histórico explicativo: las profundas
transformaciones que sufre Europa en el siglo XIX.
Carlos Marx (1818-1883) fue un hombre con una barba blanca inmensa y ojos hundidos, que
podríamos confundir con el Dios renacentista de la Capilla Sixtina si no fuera porque era ateo perdido.
Formado entre los filósofos alemanes herederos de Hegel, sin embargo, pronto siente descontento por la
excesiva abstracción del idealismo hegeliano. A mediados de siglo es expulsado de Prusia por problemas
políticos, comenzando a viajar y participar en las revoluciones liberales de mediados del XIX que asolan
Francia: allí entrará en contacto con las corrientes del socialismo francés. De esta época son sus
Manuscritos de Economía y Filosofía o Manuscritos de 1844, La ideología alemana (1846) y la obra que
nos va a tocar exponer, El Manifiesto Comunista, que actúa de puente entre ambas épocas.
En su paso a Inglaterra hace un descubrimiento todavía mayor: cae en la cuenta de las
enormes transformaciones económicas que está sufriendo el mundo de su época: la industrialización y
las bolsas de pobreza proletaria que eso generó entonces. Este choque con la realidad va a modificar en
él de forma radical la vieja visión de la filosofía: el socialismo científico, ahora con la categoría de ciencia
absoluta de la historia humana, se impone. En colaboración con F. Engels comenzará a trabajar en este
último país su obra cumbre, El Capital, publicado en 1867.
Su punto de partida es un radical rechazo tanto a la hegemonía sobre todos los
conocimientos y ciencias que la filosofía se daba para sí misma como a sus pretensiones de ser
un saber inocente. Marx se ha dado cuenta que la filosofía hegeliana está justificando un
estado autoritario, Prusia (el embrión de la actual Alemania), y que tampoco la filosofía liberal
en Inglaterra o Francia ayudaba a los más débiles de la industrialización: John Locke criticó el
absolutismo, pero en beneficio de los propietarios. La actitud de Marx es por tanto de
desenmascaramiento (no sin razón, ha sido llamado un “maestro de la sospecha” por
Ricoeur).
1
Tema 15 Carlos Marx
Según Marx, el pensamiento tradicional está favoreciendo los intereses de los
poderosos de la época, y por ello hay que rechazarlo. La nueva filosofía tendrá que bajar de las
alturas y embarcarse en un proyecto de transformación de la realidad que haga mejores las
condiciones de vida del hombre. La filosofía de Marx nace por tanto, como fruto de un
compromiso con la realidad histórica que le tocó vivir y una fuerte conciencia crítica.
Para entender a Marx proponemos el siguiente trayecto conceptual:
a) En primer lugar, la base conceptual de partida: la antropología de Marx –qué es el
hombre- y cómo entiende Marx la realidad –como algo dinámico, histórico, cambiante: el
materialismo histórico. Sujeto (el hombre) y objeto (realidad material) están en continua
interrelación dialéctica, y no se entienden el uno sin el otro.
b) Una serie de conceptos críticos de su filosofía: alienación y praxis –práctica-.
c) El paso a la construcción práctica de su filosofía: la crítica a la economía capitalista
y la sugerencia del régimen comunista: la dictadura del proletariado y la sociedad sin clases.
2. La antropología.
El punto de partida de la filosofía de Marx no es otro que la reivindicación de lo humano
hecha por Feuerbach en contra de la abstracción hegeliana, pero su filosofía está orientada para
ser superadora del mismo Feuerbach. Porque, si bien es cierto que está de acuerdo con él en
que hay que dejar de lado en la filosofía el estudio de cosas tan abstractas como los conceptos
de Dios, alma, esencia, ser etc… le parece, no obstante, que Feuerbach no ha superado esta
situación conceptual y abstracta de la filosofía que la aleja de la realidad.
Al fin y al cabo, cuando Feuerbach reclama hablar del hombre, lo que está reclamando no
es otra cosa que el concepto del hombre: se cambia una idea abstracta (Dios) por otra igual de
abstracta (la humanidad) y para Marx eso es seguir con el mismo rollo. Feuerbach sigue
vinculando su filosofía a una idea contemplativa, en la que todavía no se dista demasiado de la
figura del filósofo encerrado en su biblioteca y aspirando a la máxima sabiduría por medio de
libros (recordemos que esta era la visión hegemónica de la filosofía desde Aristóteles o Santo
Tomás).
Feuerbach olvida el aspecto práctico y activo de una Naturaleza Humana que no es nada
fuera de los hombres concretos, una naturaleza o unos hombres que se desarrollan en unas
relaciones sociales particulares. En esta preocupación por no quedarse en lo puramente
contemplativo y por hacer que la filosofía incida sobre la vida real de los hombres hay que
enmarcar el pensamiento de Marx recogido en las tesis sobre Feuerbach:
“Hasta ahora los filósofos sólo han interpretado el mundo, pero ahora lo que se trata es de
transformarlo”
Porque de otra manera nos quedamos elucubrando entre las nubes mientras los hombres
concretos siguen sufriendo en las fábricas o dominados por autócratas. Una filosofía así de
useless es, para el hombre, una miseria. Una nueva filosofía de la praxis (praxis significa acción)
revolucionaria exige que no nos quedemos en el estudio de la existencia abstracta del hombre,
2
Tema 15 Carlos Marx
sino que éste debe ser estudiado como el ser material concreto en sus relaciones con el medio
material en el que viven y con los otros hombres, seres también materiales y concretos.
Para Marx, la interpretación del hombre parte de dos fuentes:
a) En primer lugar, Marx defiende una concepción biológica de corte materialista
para el hombre. Marx ha vivido con auténtico entusiasmo las teorías de Darwin sobre la
evolución humana: el hombre proviene del mono y presenta un sustrato material que se desliga
de esa intromisión divina en la creación del hombre. Platón y el cristianismo son así borrados de
un plumazo.
b) Pero si ese es el sustrato biológico del hombre, que el evolucionismo encarna
perfectamente, el que reclama más la atención de Marx es el sustrato sociológico, las
relaciones entre los seres humanos y su entorno. Estas relaciones son cambiantes a lo
largo de la Historia, porque las situaciones varían, pero se fundamentan en la acción humana
sobre el medio, el trabajo, acción a través de la cual se estructuran y desarrollan las
relaciones de producción económica.
Este último punto quiere decir: los antiguos filósofos era gente acomodada que se podía
dedicar a cuestiones metafísicas y desbarraban sobre filosofía. Pero Grecia y Roma han pasado a
la historia, y en una sociedad industrial, lo que importa en el hombre es el trabajar, ganarse el
sustento. De nada te vale ser muy culto o buena persona si no te contratan para currar y te
estás muriendo de hambre. En el fondo, lo que quiere decir Marx es que es la economía el
sustrato fundamental de la realidad humana, y no la razón abstracta. Es aquí donde el hombre se
distancia de los animales, en palabras de Marx:
“El hombre comenzó a distinguirse de los animales cuando gracias a sus posibilidades
fisiológicas, comenzó a producir sus propios medios de subsistencia”.
2.1. El trabajo, esencia de la naturaleza humana.
En consecuencia, lejos de ser el trabajo una maldición, como afirma en cierto momento el
Génesis, el trabajo es el propio modo de de ser de los hombres y en él se desarrollan
nuestras posibilidades humanas y personales, y él constituye la esencia de nuestra propia
libertad, porque no solo nos permite independizarnos respecto del medio y dominarlo, sino que el
hombre puede producir aun no teniendo necesidad de ello, hasta tal extremo van ligados trabajo
y libertad. Recordemos aquí la importancia que tenía para Locke el trabajo depositado sobre una
cosa como la garantía de propiedad de esa cosa por parte de un individuo. Marx va todavía
mucho más lejos: el hombre puede crear al margen de la necesidad, siguiendo simplemente las
leyes de la belleza, el deseo de belleza. Este tipo de trabajo, independiente de las necesidades
biológicas, es el que constituye la esencia humana de libertad y realización. Así, el trabajo
(entendido como acción sobre el medio) está intrínseco a todas las acciones del ser humano:
cuando competimos en deporte, cuando jugamos a la PlayStation, cuando arreglamos el huerto
de nuestro padres, o hacemos una obra de arte.
Therefore, si mi trabajo y mi producción son los que me liberan y me hacen ser yo mismo,
aquel que compre mi fuerza de trabajo me está comprando a mí, y si me hace trabajar en un
3
Tema 15 Carlos Marx
proyecto que no es mío, me impide mi propia autorrealización. En mi trabajo no sólo me realizo
como individuo, sino que me relaciono con los demás y por eso toda actividad individual es una
actividad social. Estas relaciones de los individuos entre sí y de estos con el medio se realizan a
través del trabajo, pero el trabajo, a su vez, está condicionado por la situación o relaciones
sociales ya existentes.
Ahora bien, con su trabajo el hombre modifica su situación tanto con los demás como con
la naturaleza misma; de este modo el trabajo está a la vez condicionado por el hombre y es
condicionante del mismo hombre: si el hombre es un producto de la historia, también la historia
es un producto del hombre. Luego no es cierto que el hombre esté determinado, sino solo
condicionado, y él puede influir sobre esas condiciones. En última instancia, el hombre puede
llegar a ser como quiera y el rumbo de la historia puede alterarse dependiendo de esos deseos
humanos.
3. La comprensión de la realidad: el materialismo histórico.
Si sabemos qué es el hombre para Marx, debemos detenernos ahora en el mundo externo,
esa realidad cambiante y cambiada por el trabajo del hombre. La palabra “realidad” deja de ser
ese mundo puramente biológico explicado por la ciencia natural mecanicista, o la elucubración de
los filósofos modernos: es un mundo material construido por los hombres. Vuestros ojos, en el
momento que estudiáis estos apuntes ven hojas, lápices, agendas y otros cachibaches: todo es
una construcción humana, no natural. Y esa construcción tiene un origen en el tiempo, es
decir, es histórica, y por lo tanto cambiante, dinámica. Nosotros tenemos unos objetos
distintos a los de nuestros padres y los de nuestros abuelos, y también unas ideas distintas en la
cabeza.
Para Marx hay una tesis fundamental en lo que se refiere a la historia: la historia está
hecha por individuos humanos vivientes, y estos la hacen según también unas
condiciones materiales de la vida. Estas condiciones pueden ser producidas por el hombre o
puede que el hombre se las encuentre sin más, o lo que es más probable, simultáneamente las
produce y se las encuentra. Y como la historia la hace el hombre a través de sus relaciones
sociales que en último término, son creadas por una relación económica o de producción,
podemos afirmar que el verdadero sujeto de la Historia ya no es la Razón o espíritu que quería
Hegel, sino la evolución de esos medios y relaciones de producción. De manera resumida, esta
realidad social está compuesta por:
-
Infraestructura o estructura: las formas y relaciones de producción
económico-sociales. Es el determinante principal. Bajo esas relaciones de
producción, Marx observó la oposición de clases sociales: grupos humanos
definidos por su ubicación en ese entramado socioeconómico y por su conciencia
de pertenecer a tal clase. Habrá una clase dominante (poseedores de los medios
de producción) y otra dominada: la que solo posee la fuerza de su trabajo y que
ofrece a la clase dominante. Ambas clases permanecerán en oposición constante
(lucha de clases)
4
Tema 15 Carlos Marx
-
Superestructura: son las construcciones culturales: religión, ciencia,
entretenimientos, arte, y por supuesto la propia filosofía. Estas construcciones
culturales se superponen a la infraestructura económica: podremos afirmar que la
superestructura no es más que un reflejo de la estructura. A esto Marx añadirá
que muchas veces la superestructura no hace otra cosa que recoger los intereses
de la clase dominante (ideología para controlar mejor a los dominados).
Aunque estrictamente hablando estructura y superestructura se modifican mutuamente en
un proceso dialéctico -el sistema económico construye ideas y las ideas construyen sistemas
económicos- está claro que Marx otorga mayor importancia al predominio de la primera sobre la
segunda (reforzando precisamente este carácter materialista de la infraestructura sobre lo
espiritual).
Si en la superestructura, punta de iceberg de esas estructuras económicas, se manifiesta
un cambio, ese cambio en la ideología es reflejo de un cambio todavía más profundo en las
estructuras. Por lo tanto, no son las ideas las que determinan o condicionan la vida de los
hombres, sino que es la vida de los hombres la que determina la conciencia o las ideas. Las ideas
no son más que productos históricos, es decir, transitorios. Por lo tanto sería un terrible error
pretender que las ideas, que son meras sombras de la realidad, nos explicasen o nos diesen
razón de las cosas o más grave aún pretender cambiar la realidad cambiando tan solo las
conciencias o ideologías del momento. Sólo las cosas materiales son reales, y por tanto estas
cosas son las que deben explicar unas ideas determinadas de una época determinada. Hacerlo al
contrario sería invertir el orden de la realidad. Las ideas han de ser explicadas a partir de la
praxis material.
La consecuencia directa de esto es que si Marx quiere construir una filosofía que cambie la
realidad social, esa filosofía necesariamente no se puede detener en una mera reflexión de las
ideas o la superestructura, sino que tiene que buscar la raíz de las mismas, y en consecuencia,
su posible cambio en las estructuras, la economía. Sólo modificando las estructuras será posible
producir un cambio en las ideas y en el conjunto de la sociedad.
Esta comprensión de la realidad se hace sobre un fondo temporal, la historia de los
hombres. Esta historia pone de manifiesto que hay una diversidad de épocas marcadas o
expresadas, cada una, por unos modos y formas de producción determinada, un conflicto social
particular y una ideología dominantes de su tiempo. Según Marx, el cambio histórico tiene un
marcado carácter dialéctico -que nos conduciría a su otro gran concepto, el materialismo
dialéctico-.
Como afirmamos antes, una clase social es un grupo de individuos que están definidas por
su relación con las formas y medios de producción y que tienen conciencia de sí mismas. Siempre
existirá una oposición frontal entre dominadores y dominados (lucha de clases). Las clases
dominantes se afanarán por hacer ver a los demás que sus ideas no están en función o servicio
de sus propios intereses particulares de clase, sino que son de interés común y a fuerza de
repetirlo, los demás acaban creyéndolo. Por eso intentarán dar validez universal a unas ideas
5
Tema 15 Carlos Marx
que, en el fondo, no son más que manifestaciones o expresiones de un interés muy particular
(ideología).
Cada época tendrá una estructura económica y una oposición de clases particular. Esta
diversidad de épocas que observamos en la historia se inserta dentro de una línea general de
progreso, de tal modo que las épocas se van sucediendo, unas a otras, ordenadamente, como si
estuvieran ordenadas a un fin determinado. Es el progreso que tiende a alcanzar una forma final
de sociedad o de modo de producción. Este proceso es el producto dinámico de la contradicción
dialéctica existente entre las fuerzas productivas, entre clases altas y dominantes y clases bajas y
desposeídas. La historia tenderá a una superación paulatina de esa lucha de clases, lo que
denominaremos después sociedad sin clases. Pensemos que detrás de todo esto esta presente la
concepción de la historia de Hegel (la historia tiene un sentido particular) y también el
evolucionismo de Darwin (la evolución es un progresivo paso de lo simple a lo complejo).
En el Manifiesto Comunista, Marx nos dará unas pautas históricas muy concretas de
esta evolución dialéctica de la lucha de clases:
a) Edad Antigua (Grecia, Roma, modo de producción esclavista): relaciones entre amo y
esclavo. Aquí era la posesión de la vida la que determinaba la diferencia entre
dominador y dominado.
b) Edad Media (modo de producción feudal): relaciones entre señor y siervo de la gleba
o campesino. La posesión de la tierra era el distintivo en esa forma de producción.
c) Edad moderna-contemporánea (modo de producción capitalista): relaciones entre
burgués y proletario. La tierra se sustituye por el capital, el dinero.
4. La alienación del hombre y el papel de la ideología.
Marx va a definir la alienación como la pérdida del hombre en algo ajeno a sí
mismo y que constituye un obstáculo para que el hombre se realice. El hombre deja de
ser tratado como tal y se convierte en una cosa, un objeto. Aunque este concepto proviene de
Hegel (alienación como anulación de la conciencia), Feuerbach y Marx le otorgan su sentido
más práctico.
El primer modelo de referencia de esa alienación lo constituye la religión. A través de la
religión, el hombre tendría como referencia una realidad ficticia en la cual sería bienaventurado:
si hoy llora aquí, mañana será consolado en el Reino de los Cielos. Aquí por ejemplo, entra la
crítica de Marx a la religión o la filosofía antigua: un invento de los poderosos y los ricachos para
mantener dominados a los más débiles con mentiras sobre otro mundo. De ahí la crítica de Marx
a la religión (a la que consideraba, tomándolo de otro autor, Bruno Bauer) como “opio del
pueblo”. La religión sin embargo, es tan solo el primer nivel de esa alienación que ya había sido
planteada por Feuerbach y la Izquierda Hegeliana.
Para Marx, la religión es una forma de alienación, pero hay otras más importantes:
6
Tema 15 Carlos Marx
a) Alienación religiosa, ya explicada con Feuerbach: depositar en Dios
aquellas cosas que deberían estar en el ser humano y su realidad material.
b) Alienación social: siendo los hombres iguales por naturaleza, quedan
separados por clases sociales diferenciadas y antagónicas
c) Alienación política: una vez alcanzada la Revolución Francesa, todo el
mundo debería tener derecho a voto y a la libertad política, pero la realidad
nos dice que solo los propietarios son aquellos que pueden hacer valer sus
derechos políticos (recordemos nuevamente a Locke). El estado no representa
a la sociedad civil, sino solo a los intereses de clase de sus dirigentes.
c) Alienación económica: el producto del trabajo de un ser humano pasa a
otro individuo por culpa del sistema de producción capitalista. Como esta es sin
duda la alienación más importante, la exponemos más profundamente cuando
hablemos de su crítica económica.
Junto al concepto de alienación es preciso también explicar otro de suma importancia.
Marx define con la ideología, aquellas cosmovisiones y formas de entender el mundo que
deforman nuestra visión del mismo en beneficio de una clase dominante1. La ideología es una
ilusión o engaño: hacernos creer que es autónoma de esa base económica, resultando así que
al creerla nosotros, independiente del sistema de producción, aceptamos y seguimos los
intereses de la clase dominante.
El único modo de que el hombre no quede atrapado en este engaño de las ideologías
es que el hombre las desenmascare y descubra como son: ideas al servicio de un modo de un
producción y que en consecuencia nunca nos proporcionará una defensa contra ese sistema
productivo. Si queremos superar la alienación en la que vive el ser humano, proletario en este
caso, tenemos que hacer la crítica radical de toda ideología al servicio de la burguesía: desde la
idea de Dios hasta el pensamiento liberal o incluso la sociedad de consumo. Marx sin embargo
va a hacer una crítica radical a los medios de producción, una crítica a la economía capitalista.
5. La crítica al capitalismo y la plusvalía.
Para Marx el progreso de la raza humana no es un progreso individual, sino social (somos
sociales y no los átomos o individuos que defendía el liberalismo desde Hobbes y Locke). Ya que
el progreso supone la transformación de las estructuras económicas existentes y estas
estructuras son sociales, de clases en relación y en lucha.
1
Aunque nosotros asociamos “ideología” con política (X tiene ideología conservadora, e Y una ideología roja”
por ejemplo) el término es algo mucho más amplio: es un conjunto de ideas que condicionan nuestra visión de la
realidad y las circunstancias en las que viven los hombres. Es la red que forma el “filtro” con el que vemos el mundo.
Pero ese filtro, como decimos, no es puro: está abierto a los intereses de grupos particulares (en Marx, los burgueses
capitalistas). que recoge la moral, la religión, el derecho etc… que emanan del mismo sistema económico y que, al
mismo tiempo, sirven para justificarlo y justificar, por tanto, las relaciones de producción existentes propias del
sistema.
7
Tema 15 Carlos Marx
Como hemos dicho hasta ahora, el poder económico ha girado en torno a aquellos que
controlan el sistema productivo. La sociedad se ha estructurado dependiendo de su posición en
ese sistema de producción, con conciencia de ser un estrato social bien diferenciado respecto a
los demás: es lo que denomina él clase social y conciencia de clase. Así, según Marx ha
existido en la historia de la humanidad un constante conflicto entre las clases dominantes y las
dominadas, reproducidas a lo largo de la historia en la dialéctica amo-esclavo (esclavismo
antiguo), o en el de señor-vasallo (feudalismo medieval). Mientras en la Edad Antigua, el
esclavo ni si quiera dueño de su propio cuerpo y pertenecía al amo, durante la Edad Media era
la posesión de la tierra la que diferenciaba al señor del vasallo.
Pero en la época de Marx aparece un nuevo tipo de sistema productivo, el del sistema
industrial y capitalista, con su división entre burgueses y proletarios, y en el que el papel de
el capital, el trabajo y la propiedad privada tiene ahora un protagonismo determinante.
Por eso el pensamiento de Locke, con su defensa de la propiedad privada como derecho natural
del hombre, es tan importante en Marx, pero no como punto final, sino como punto de partida
en su crítica.
El capitalismo parte de un sistema de producción que utiliza la acumulación de capital y la
economía de mercado como medio de crecimiento. El burgués así utiliza el dinero (capital)
como moneda de cambio para comprar y vender bienes tangibles y superar el trueque. Ese
burgués después aspira a un beneficio comerciando en un sistema económico sometido a leyes
de oferta y demanda (mercado) o producción y consumo.
Sin embargo, hasta la época de Marx el capitalismo había sido de corte mercantil, y a
partir de él adquiere un carácter industrial. Para entender en qué consiste ese novedoso
sistema de producción capitalista, tendríamos que internarnos en cualquiera de las sucias y
lóbregas fábricas del norte de Inglaterra a mediados del siglo XIX. Lo primero que
encontraríamos nuevo son máquinas, que hacen el trabajo de muchos hombres en menos
tiempo, después unos trabajadores asalariados que no son dueños de la fábrica en la que
trabajan, un patrón propietario del conjunto fabril, y por último, una mercancía, el producto
elaborado de esa interacción hombre-máquina, destinada hacia un mercado determinado.
El sistema productivo del capitalismo industrial estaría marcado por la posesión del
capital, y dividido socialmente entre los propietarios capitalistas (la burguesía: aquellos que
tienen el dinero o capital para la materia prima, la máquina y la distribución del producto) y los
no propietarios o proletarios (aquellos que únicamente tienen el trabajo de sus manos como
único valor al que aportar a un producto elaborado). Así, en el precio final de una mercancía
cualquiera, tendríamos:
Valor materia prima + tecnología + trabajo + margen de beneficio.
El margen de beneficio es importantísimo para que el capitalista pueda reinvertir
en tecnología (mantener la máquina), pagar al trabajador y así continuar el ciclo
económico, pero sabemos también que ese margen de beneficio puede ser ampliado
restringiendo la única variable que puede ser controlada directamente por el
productor: los costes laborales. De esta forma, la parte de la riqueza que
correspondería al proletario por el valor de su trabajo, pasa directamente a
las manos del propietario. Esto es lo que se conoce por el término de plusvalía.
8
Tema 15 Carlos Marx
Sin embargo, el precio final de esa mercancía depende de otra variable. Siguiendo a
Ricardo, Marx sostiene que el capitalismo tiende inevitablemente al agotamiento, auspiciado por
la ley de rendimientos decrecientes. Las materias primas y las máquinas suelen tener un
coste más o menos similar para todos los productores en la Revolución Industrial (no en
nuestros días): ¿con qué cuentan los capitalistas para abaratar sus costes? Especialmente con
el trabajo de los asalariados. El valor del trabajo, sometido a las leyes del mercado, tiende a
descender paulatinamente hasta salarios de hambre. El salario justo pagado por un trabajo
realizado (el valor de uso) pasaría a ser un salario marcado por las leyes de oferta y demanda
(valor de cambio). La otra posibilidad es extender el capitalismo a otras geografías: buscar
mercados nuevos donde colocar la producción industrial o donde apropiarse de materias primas
más baratas que las de los competidores. Esto produce dos cosas esencialmente:
5.1. Las consecuencias filosóficas del capitalismo industrial.
a) El capitalismo tiende a alienar al hombre.
Aunque el trabajo es la esencia del hombre, y su fuente de realización, en el modo de
producción capitalista el producto del trabajo no le pertenece a él, sino a otro, al propietario del
capital. El trabajo queda reducido una mera mercancía, y en cuanto es tratado así, el hombre
queda alienado. El hombre acaba siendo equiparado a un objeto sometido a leyes de oferta y
demanda. “No vales por lo que eres, sino por lo que eres capaz de producir”. Marx nos había
hablado de dos tipos de alienación importantes, especialmente en relación con el trabajo en el
capitalismo:
1. la alienación del trabajador respecto al producto realizado. En el sistema económico
industrial y post-industrial, el trabajador no suele ser dueño del producto que realiza. El invierte
su trabajo en una mercancía, pero esa mercancía pertenece a otra persona, el capitalista.
2. La alienación que parte del considerar el trabajo del proletario sometido a las
leyes de oferta y demanda. Tú trabajas por un salario que no recoge realmente el valor de tu
trabajo (valor de uso), sino que depende intrínsecamente de si existe una demanda fuerte para
ese trabajo o bien al contrario (valor de cambio).
Estas alienaciones correspondían a la época del capitalismo industrial, pero sin embargo hoy
en día adquieren circunstancias relativamente distintas (falta de satisfacción en el trabajo,
precariedad laboral o el paro...).
b) El capitalismo tiende a expandirse y deglutar otras culturas y economías.
El primer aviso de Marx sobre este nuevo sistema productivo es contundente: el
capitalismo tiene vocación universal y sometedora de las anteriores formas de producción.
El capitalismo, por las peculiares crisis cíclicas provocadas por esa ley de rendimientos
decrecientes, está sometido a una continua expansión geográfica: así a comienzos de la Edad
Moderna, Europa necesitaba de nuevos capitales y nuevos mercados donde exportar sus
9
Tema 15 Carlos Marx
productos, y España incorporó la plata de América mientras Portugal y Holanda hacían lo mismo
con la cerámica y las especias de China y Oriente. En el siglo XVI se consigue de esta forma la
primera “economía-mundo” en el que ya todos los países están relacionados por el comercio
capitalista. Cuando Marx escribe el Manifiesto Comunista (1848), las potencias europeas están a
punto de dar el salto a la conquista de África y el Sudeste asiático para apropiarse de sus
mercados y sus materias primas2.
Pero la crítica de Marx va más allá de este mero contexto geográfico: la revolución
capitalista implica un cambio en la superestructura, en la ideología: sienta las bases de un
sistema cultural en el que ya no existe otro valor más que el dinero. Bajo la forma de
compra y venta cualquier cosa que antes se consideraba sagrada es sometible a un precio.
Como se sostiene de forma brillante en el Manifiesto Comunista:
“(el capitalismo) Ha ahogado el sagrado éxtasis del fervor religioso, el entusiasmo
caballeresco, y el sentimentalismo del pequeño burgués en las aguas heladas del cálculo
egoísta. Ha hecho de la dignidad personal un simple valor de cambio”.
Marx en este punto no hace más que seguir el economicismo de Adam Smith y
especialmente David Ricardo, pero aplicando la lógica capitalista al sistema de valores culturales
y denunciando la alienación y explotación que eso produce sobre los hombres.
6. La propuesta política: El comunismo y la sociedad sin clases.
Ante este progresivo agotamiento del capitalismo, la solución para Marx es bien clara:
la economía de mercado tiene que ser abolida. Tenemos que ir hacia un sistema en el cual el
control de la producción no recaiga sobre los propietarios, sino sobre los trabajadores, los
auténticos sustentadores del sistema productivo, y hay que proponer una economía dirigida,
no sometida a las leyes de oferta y demanda y en la que la propiedad privada sea abolida. Esta
economía dirigida es lo que va a ser entendida como comunismo, que es el medio que
defiende Marx para pasar a una sociedad igualitaria, la sociedad sin clases.
El dilema está aquí en dos cuestiones: a) el proceso no se puede hacer de una forma
pacífica porque cuenta con la oposición de la burguesía, la clase dirigente, que se va a oponer a
cualquier reforma pacífica, y b) una economía dirigida necesita un estado fuerte y
burocratizado. Si tenemos en cuenta que el liberalismo de Locke y la Revolución Francesa son
para Marx productos de la clase dirigente para mantenerse en el poder, es lógico pensar que no
escatime en medios para derribar semejantes regímenes políticos y defienda lo que denominó
la dictadura del proletariado. Esta toma del poder se haría de forma revolucionaria y estaría
garantizada por el número de los proletarios y su conciencia de clase. De ahí la famosa frase de
Marx: “proletarios del mundo, uníos”, que quiere decir: tomad conciencia de vuestra situación y
rebelaos contra los que os oprimen.
2
En nuestros días, la globalización no es más que un nuevo paso en el proceso de unificación que
sugiere la dinámica capitalista: la integración económica de continentes enteros (la NAFTA en América o
la UE en Europa) con el fin de lograr espacios de libre comercio y ampliamente competitivos.
10
Tema 15 Carlos Marx
Marx sin embargo, no defendía que la dictadura del proletariado se pudiera prolongar
indefinidamente en el tiempo. La dictadura era en principio una solución provisional. Esa
dictadura quedaría abolida cuando se hubiera alcanzado la sociedad sin clases, meta última de
la historia humana y conclusión de la misma, en cuanto que ya no habría más lucha entre
clases. La utopía marxista pasaría por la abolición de la propiedad privada, del estado y de las
ideologías opresoras del ser humano, como la religión (utopía que, con la experiencia histórica
disponible, no se ha logrado hasta ahora).
7. Filosofía de la historia y materialismo dialéctico.
La dialéctica constituye para Marx el núcleo de la herencia hegeliana de su
pensamiento, aunque Marx evitará y criticará la envoltura abstracta en la que finalmente
termina cayendo Hegel. Esta dialéctica marxiana no guardará tanta relación con el momento de
la síntesis, sino que sobre todo hará hincapié en la contraposición de los dos momentos
opuestos. Veremos aquí dos interpretaciones distintas del materialismo dialéctico:
1. Como interpretación de la naturaleza y la materia.
La dialéctica se integra como elemento dinamizador de toda la filosofía de Marx, pero
existe una interpretación más concreta de lo que se conoce como materialismo dialéctico
(diamat), que en realidad desarrollará Engels y no Marx. Bajo esta perspectiva, se esconde
una filosofía de la naturaleza, bajo la cual la naturaleza física deja de ser entendida como una
realidad sometida a unas meras leyes físicas universales (el mecanicismo de los científicos y de
la edad moderna) y se entiende como una realidad modificable, evolutiva (notemos aquí la
influencia de Darwin) marcada por tres aspectos:
a) Lucha de contrarios, que actúa como motor de la evolución natural.
b) Saltos cualitativos: la acumulación de cambios cuantitativos conduce a un cambio
cualitativo.
c) Negación de la negación.
2. Como interpretación del devenir de la historia.
La dialéctica tal y como la hemos estudiado se orienta hacia el sentido de la historia
humana, y lo hemos visto ya a través de la lucha de clases. La lucha entre ambos polos es lo
que constituye para él la dialéctica misma. Así, el paso de la sociedad capitalista a la sociedad
comunista es de forma dialéctica, de lucha de opuestos radicales. De esta manera una sociedad
caracterizada por la alienación humana estará en contrapunto con otra sociedad comunista en
el que su característica fundamental es la supresión de esa alienación.
Lo verdadero para Marx es por tanto el devenir, la continua superación de estadios
históricos a través de esa continua lucha entre los dos opuestos. Cabría hablar aquí de lo
inevitable o necesario de la Historia que tendería a un resultado negador de la sociedad
capitalista y alienante. Esto ha llevado a muchos a apoyar el mito de lo inevitable del
comunismo, pero Marx no afirma esto. Según él, para la llegada del comunismo es necesaria la
fuerza y el compromiso del hombre con él, ya que la historia es el producto de la libertad
11
Tema 15 Carlos Marx
humana, del hombre que se construye así mismo. El desenlace de la historia no es más que la
afirmación definitiva de la libertad humana.
8. Conclusiones: la doble interpretación de Marx.
Marx genera tanto amor como odio en el campo de la filosofía (y en el propio autor de
estas páginas). Por un lado, Marx defiende una perspectiva puramente humanista, y se le
puede considerar como continuador de la Ilustración del siglo XVIII. Tanto los ilustrados
como él, lucharon por la emancipación del hombre de la autoridad política y religiosa en primer
lugar (con Kant) y después económicas (la crítica a la economía capitalista como alienadora del
hombre, con Marx). La parte crítica de toda la filosofía marxista es por tanto, puramente
emancipadora e ilustrada, y a ella corresponden sobre todo los escritos de juventud, con los
manuscritos de 1844, que tuvieron mucha influencia en la escuela de Frankfurt,
nominalmente marxista y hegeliana en sus orígenes.
Sin embargo, la propuesta marxista acabó diluyendo esa misma carga humanista. En
cuanto quiso construir una teoría puramente científica y sometida a leyes universales de la
historia (la dialéctica y el materialismo histórico), el individuo de carne y hueso desapareció tras
el concepto de la clase social. El individuo podía sacrificarse en aras de la lucha de clases y la
dictadura del proletariado, y con ello, se va en contra de toda la tradición del liberalismo, que
Marx considera un producto ideológico. En este sentido, Marx acaba siendo abiertamente
contrario al pensamiento de la Ilustración, en cuanto deja de considerar al individuo como
sujeto de la historia. Esto vincula fuertemente a Marx con los pensadores de la tradición
autoritaria y paternalista, como Platón o Sto. Tomás, donde el dirigente de la sociedad se
erige como regente legítimo de la sociedad, en cuanto que conoce aquello que es bueno y justo
para dicho orden social. No en vano, K.R.Popper en su libro La Sociedad abierta y sus
enemigos, considera a Marx como modelo de sociedad cerrada e intolerante, donde la
investigación científica y filosófica acabaría desapareciendo por la falta de libertades políticas.
Esto último se puede criticar a Marx, pero no desdice su crítica: la libertad política
de los individuos queda vacía si no existe una mínima redistribución económica –una política de
igualdad- que garantice a esos individuos un mínimo con el que puedan sobrevivir y
desarrollarse plenamente en sus aspiraciones humanas. ¿De qué vale a un brasileño o a un
dominicano vivir en una democracia si no tiene para comer o vive en una fabela? Este ideal de
igualdad ha traspasado ideologías políticas y fundamenta valores como el estado del bienestar
o la lucha contra la pobreza y la exclusión. Al tiempo que induce a cuestionarnos la viabilidad
de la democracia en el Tercer Mundo si no está acompañado de estas medidas igualitarias. En
este sentido, Marx marca un antes y después, no solo en la filosofía, sino en toda la historia
contemporánea.
12
Tema 15 Carlos Marx
13
Tema 15 Carlos Marx
Relación
dialéctica:
oposición
Hegel
Darwin
Objeto (la realidad
material)
Sujeto (el hombre)
1. El
hombre es un ser biológico,
material.
2. El hombre está marcado por su
trabajo, con el que modifica la
realidad que le rodea.
Dialéctica: la realidad material está en
continuo cambio y superación:
TESIS, ANTITESIS, SINTESIS.
Materialismo histórico.
La historia está marcada por:
INFRAESTRUCTURA
El trabajo genera una estructura
socioeconómica, y unas formas y
relaciones de producción, que delimitan
al ser humano: clases sociales
Formas y relaciones de producción (lo
socioeconómico).
SUPERESTRUCTURA
Lo político y cultural (ideología
sustentadora de la infraestructura)
Alienación del ser humano: el
hombre se convierte en algo ajeno a sí
mismo.
Religiosa: Dios, opio del pueblo.
Política: Estado liberal
Social : Clases sociales
Económica
LUCHA DE CLASES
Modelo ESCLAVISTA: Amo- esclavo : vida
Modelo FEUDAL: Señor - siervo: tierra
Modelo CAPITALISTA: Burgués proletario Posesión del capital.
Análisis de las formas de alienación económica en la sociedad del
capitalismo industrial: estudio de la mercancía.
Valor mercancía = Materias primas + tecnología + salarios + tasa de beneficio
PLUSVALÍA: parte del precio de
la mercancía que debería ir al
salario del trabajador por el valor de
su trabajo y que se queda el
burgués en su tasa de beneficio.
1.
2.
1.
2.
Ricardo
A. Smith
El valor de una mercancía puede ser:
Valor de uso: el precio objetivo de la mercancía.
Valor de cambio: el precio de la mercancía en el
mercado, sometidos a las leyes de oferta y
demanda . Estos precios están a la baja (ley de
rendimientos decrecientes)
ALIENACIÓN ECONÓMICA
El proletario no recibe el salario justo por el valor de su
trabajo. El salario del trabajador depende de las leyes de oferta
y demanda que regulan el valor de la mercancía.
El proletario no es dueño del producto de su trabajo, en cuanto
que la mercancía y los medios de producción son del burgués.
SOLUCIÓN POLÍTICA (praxis, no pura teoría)
Abolición del capitalismo
(revolución, toma del poder
político, abolición del mercado
y de la propiedad privada)
Dictadura del proletariado
(estatalismo económico, control
de los medios de producción,
dictadura política)
Sociedad sin clases
(superación de toda forma
de alienación humana
FIN DE LA HISTORIA)
14
Tema 15 Carlos Marx
15