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PRÁCTICA 2: Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD) 1. Concepto y definición de la discapacidad. Según Angel Rivière “El autismo no es una enfermedad, sino un conjunto de síntomas o alteraciones específicas en una serie de áreas del desarrollo (interacción social, comunicación, anticipación y flexibilidad, simbolización), que se encuentran en algunas personas, y que no son explicables desde su retraso en el desarrollo.” Introducción histórica: En 1943 aparece la descripción de los primeros casos de autismo por parte de L. Kanner. Al mismo tiempo, en 1944, H. Asperger relata otra serie de casos muy similares a los descritos por Kanner, aunque sus aportaciones tardarán años en darse a conocer al estar escritas en alemán. A veces se piensa que Asperger describió casos con distinta sintomatología de los que presentó Kanner, y esto no es del todo cierto. La verdad es que Asperger dio una descripción más amplia que la de Kanner de lo que era la “psicopatía autista”, ya que presentó casos que iban desde graves lesiones neurológicas hasta casos que rozaban el desarrollo normal. Es de señalar que Asperger, desde el momento en que describió este trastorno, propuso técnicas educativas para llevar a cabo con los niños estudiados, aunque éstas, como el resto de sus estudios, permanecieron desconocidas casi hasta la actualidad (1991). En 1983, aparece la descripción de otros casos similares aunque cualitativamente diferentes por A. Rett, dando lugar a lo que hoy conocemos como síndrome de Rett. Descripción de los TGD: El DSM-IV R define los TGD como: perturbación grave y generalizada de varias áreas del desarrollo: habilidades para la interacción social, habilidades para la comunicación o la presencia de comportamientos, intereses y actividades estereotipadas. Dentro de los TGD encontramos cinco trastornos con características similares y otras que los hacen cualitativamente diferentes del resto: - Trastorno de Rett. - Trastorno de Asperger. - Trastorno generalizado del desarrollo no identificado. - Trastorno desintegrativo infantil. - Autismo. A continuación, definiremos cada uno de los TGD, los cuales tienen características similares y otras que los hacen diferente al resto: Trastorno de Rett: El síndrome de Rett es un trastorno en el desarrollo neurológico infantil caracterizado por una evolución normal inicial seguida por la pérdida del uso voluntario de las manos, movimientos característicos de las manos, un crecimiento retardado del cerebro y de la cabeza, dificultades para caminar, convulsiones y retraso mental. El síndrome afecta casi exclusivamente a niñas y mujeres. El trastorno fue identificado por el Dr. Andreas Rett, médico austriaco que lo describió por primera vez 1966. La evolución del síndrome de Rett, incluyendo la edad de inicio y la gravedad de los síntomas, varía de niño a niño. Sin embargo, antes de que los síntomas comiencen, el niño parece estar creciendo y desarrollándose normalmente. Luego, aparecen gradualmente síntomas mentales y físicos. La hipotonía (pérdida del tono muscular) generalmente es el primer síntoma. A medida que el síndrome progresa, el niño pierde el uso voluntario de las manos y el habla. Trastorno de Asperger: El síndrome de Asperger es un trastorno neurobiológico que forma parte de un grupo de afecciones denominadas trastornos del espectro autista. Trastorno generalizado del desarrollo no identificado: Alteración grave y generalizada del desarrollo de la interacción social o de las habilidades de comunicación no verbal. Comportamiento, intereses y actividades estereotipadas. No se cumplen los criterios de un trastorno generalizado del desarrollo específico. Podemos considerarlos como casos de autismo atípico: la edad de manifestación es posterior y la sintomatología es atípica o subliminal. Trastorno desintegrativo infantil: El trastorno o síndrome desintegrativo de la infancia, también conocido como síndrome de Heller o psicosis desintegrativa, es una enfermedad rara caracterizada por una aparición tardía (>2 años de edad) de retrasos en el desarrollo del lenguaje, la función social y las habilidades motrices. Los investigadores no han tenido éxito al encontrar una causa para este desorden. Autismo: El autismo es un espectro de trastornos caracterizados por un grave déficit del desarrollo, permanente y profundo. Afecta la socialización, la comunicación, la imaginación, la planificación y la reciprocidad emocional, y evidencia conductas repetitivas o inusuales. Los síntomas, en general, son la incapacidad de interacción social, el aislamiento y las estereotipias (movimientos incontrolados de alguna extremidad, generalmente las manos). El espectro autista (TEA) Para el próximo DSM−V está previsto un cambio en la concepción y nomenclatura de estos trastornos, al considerarse parte de un continuo. Así, desaparecen las categorías de Asperger, Autismo, Trastorno desintegrativo infantil y Trastorno generalizado del desarrollo no especificado para pasar a definirse todos ellos como Trastornos del Espectro Autista. El trastorno de Rett se saca específicamente de la categoría TEA al tener una condición médica. El cambio de nombre trata de enfatizar la dimensionalidad del trastorno en las diferentes áreas que se ven afectadas y la dificultad para establecer límites precisos entre los subgrupos, estableciendo así un continuo en el que poder distribuir a los pacientes en función de la sintomatología que presenten. Los nuevos criterios que propone la comisión son dos ya que se propone fusionar los déficits en la interacción social y las anomalías en la comunicación, en un solo criterio que exprese las dificultades del niño en la comunicación social. Se mantiene el criterio de patrones restringidos y estereotipados de conducta, actividades e intereses. De esta forma, los criterios diagnósticos serían más uniformes. Las justificaciones que alega la comisión (APA, 2010) a la hora de establecer el Trastorno del Espectro Autista como único trastorno integrando en este los anteriormente descritos, son variadas: 1. La diferenciación entre el trastorno del espectro autista, el desarrollo típico y otros trastornos sin-espectro, se hace de forma fiable y con validez; mientras que las distinciones entre los trastornos han demostrado ser inconsistentes a lo largo del tiempo, variables entre un sitio u otro, a menudo asociadas con la severidad, el nivel de lenguaje o de inteligencia en lugar de características del trastorno. Ha quedado demostrado que las diferencias entre los trastornos no son funcionales en la mayoría de las ocasiones, tanto a nivel clínico como de investigación. Este hecho puede llegar a afectar a la validez de los estudios o de los diagnósticos que realizan los profesionales, al considerar criterios que llegan a solaparse. 2. Como el autismo se define por un conjunto de comportamientos, se representa mejor como una única categoría diagnóstica que se adapta a la presentación clínica de cada persona, con la inclusión de especificaciones clínicas (por ejemplo, la gravedad, habilidades verbales y otros) y las características asociadas (por ejemplo, trastornos genéticos conocidos, epilepsia, discapacidad intelectual y otros). Un solo trastorno del espectro es un mejor reflejo del estado de los conocimientos sobre la patología y la presentación clínica Establecer una categoría dimensional permite al profesional caracterizar dentro de un continuo al individuo, señalando de forma más específica aspectos como la gravedad de los síntomas o aquellos rasgos que presenta el sujeto que adquieren más importancia. 3. Los tres dominios se reducen a dos, ya que los déficits en la comunicación y el comportamiento social son inseparables, y se pueden considerar de forma más precisa como un único conjunto de síntomas con especificidades ambientales y contextuales. En este sentido, resulta mucho más parsimonioso tanto para el profesional como para el investigador detectar comportamientos disfuncionales en el ámbito de la comunicación del niño, desechando la necesidad de tener que diferenciar los déficits en la comunicación y en las interacciones sociales, cuando se trata de dos términos intrínsecamente conectados (un déficit en la comunicación va en detrimento de una interacción social adecuada, y de una interacción social deficiente se deduce un problema de base en la comunicación). 2. Características AUTISMO: Los primeros síntomas aparecen desde el nacimiento. Extrema soledad autista: Incapacidad para establecer relaciones con las personas. Deseo obsesivo de invariancia ambiental. Memoria excelente. Buen potencial cognitivo. Aspecto físico normal y fisonomía inteligente. Hipersensibilidad a los estímulos. Retraso y alteración en la adquisición y uso del habla y el lenguaje. Mutismo o lenguaje sin intención comunicativa real. Limitaciones en la variedad de la actividad espontánea. ASPERGER: Ser socialmente extraños, ingenuos y emocionalmente desconectados de los otros. Parecen vivir en un mundo aparte. Poseen una buena gramática y vocabulario extenso. Discurso fluido, literal y pedante, usado en monólogos y no en intercambios conversacionales. Suelen presentar una pobre comunicación no verbal y una entonación verbal monótona o peculiar. Muestran intereses circunscritos a temas específicos incluyendo colecciones de objetos o hechos relacionados con tales intereses. Aunque la mayoría poseen inteligencia promedio o superior a la media, dificultades en aprender las tareas escolares convencionales. Son muy capaces de producir ideas originales y habilidades relacionadas con sus intereses especiales. La coordinación motriz y organización del movimiento generalmente pobres, aunque algunos pueden destacar en áreas especiales de interés. Falta aparente de sentido común. TRASTORNO DE RETT: Afecta básicamente a niñas. Está asociado a retraso mental y a causas genéticas (alteraciones en el cromosoma X). El desarrollo normal hasta los 5 meses. Aparecen alteraciones motoras, en ocasiones adquiridas, en concreto la ausencia en la actividad funcional de las manos (solo lavado o retorcimiento) y el retraso en la capacidad de andar (rígida o no coordinada) Pérdida de la capacidad de relación una vez adquirida: falta de interés por el juego, lenguaje o interés por los demás. TRASTORNO DESINTEGRATIVO INFANTIL: Implica la pérdida de funciones previamente adquiridas. Ocurre entre los 2-10 años. Es necesario que en este período de tiempo estas funciones hubiesen sido previamente adquiridas. La pérdida de funciones ha de darse al menos dos áreas: Lenguaje expresivo o receptivo Habilidades sociales o comportamiento adaptativo. Control intestinal o vesical Juego Habilidades motoras Son niños emocionalmente inestables, con posibles alucinaciones similares a los adultos. TRASTORNO GENERALIZADO DEL DESARROLLO NO ESPECIFICADO: Sólo comparten con el autismo y el Síndrome de Asperger aquellos síntomas relacionados con la comunicación y la socialización. El niño presenta las tres principales áreas del desarrollo afectadas pero no manifiesta los comportamientos descritos en los 4 trastornos específicos, solo presenta unas pocas conductas de alguno de éstos trastornos, es decir, presenta "rasgos" de conducta, lo que no alcanza para incluirlo en ninguno de ellos, por ello, es llamado Trastorno Generalizado del Desarrollo No Especificado. TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA: El niño ha de cumplir los tres criterios para que se considere que hay un TEA. 1. Dificultades clínicamente significativas y persistentes en la comunicación social, que se manifiesta en todos los síntomas siguientes: a. Marcada dificultad en la comunicación no verbal y verbal usada en la interacción. b. Ausencia de reciprocidad social. c. Dificultades para desarrollar y mantener relaciones con iguales apropiadas para el nivel de desarrollo. 2. Patrones repetitivos y restringidos de conducta, actividades e intereses, que se manifiestan en, al menos dos de los siguientes síntomas: a. Conductas estereotipadas motoras o verbales, o comportamientos sensoriales inusuales. b. Adherencia excesiva a rutinas y patrones de comportamiento ritualistas. c. Intereses restringidos. 3. Los síntomas deben estar presentes en la infancia temprana (aunque pueden no manifestarse por completo hasta que las demandas del entorno excedan sus capacidades). 3. Dificultades que pueden plantear estos alumnos Las dificultades que pueden plantear los niños con TEA (Trastorno del Espectro Autista) según la teoría de la ToM son: - Dificultad para predecir la conducta de los otros. - Dificultad para darse cuenta de las intenciones de los otros y para conocer las verdaderas razones que guían sus conductas. - Dificultad a la hora de explicar sus propias conductas. - Dificultad para entender emociones, tanto las propias como las de los demás, lo que les lleva a mostrar escasas reacciones empáticas. - Dificultades para comprender cómo sus conductas o comentarios afectarán a las otras personas e influirán en la imagen que los demás tienen de él. - Antes de dar cualquier tipo de información, muestran dificultades para tener en cuenta el nivel de conocimiento del interlocutor sobre el tema en cuestión. - Dificultad para tener en cuenta el grado de interés del interlocutor en el tema conversacional. - Dificultad para anticipar lo que los demás pueden pensar sobre su comportamiento. - Dificultad para mentir y comprender engaños. - Dificultad para inhibir mundos imaginarios. Por otro lado, el DSM-IV, nos habla de dificultades habituales en el TEA que dificultan el aprendizaje: - Dificultades sintácticas: Aparecen desórdenes en el lenguaje, emiten palabras pero no tienen en cuenta el orden. Inversión de pronombres, relacionado con un problema de comprensión del cambio yo/tu según quien habla. - Dificultades en el lenguaje receptivo: Rigidez: siguen la conversación, pero al introducir un tema nuevo tienen dificultades para seguirlo. Dificultades para guardar el turno de palabra, no siguen conversaciones abstractas ni pasan de un tema a otro. Mantienen mejor el contacto ocular si hablan ellos que si tienen que escuchar. Limitado uso del lenguaje para comunicarse y tendencia a hablar espontáneamente sólo sobre temas específicos de su interés. Presentan dificultades sutiles para comprender las metáforas, ironías, sarcasmos, etc. es decir, problemas para diferenciar el lenguaje literal del figurado, sobre todo cuando uno y otro no coinciden. - Atención: Hiperselectividad involuntaria a unos estímulos, solo respuestas a una parte del entorno. Atención en túnel: solo atienden a estímulos dentro del rango de su campo visual periférico. Elevada percepción analítica - Comprensión del objeto Limitación para integrar las partes del objeto. No usan los objetos para jugar de manera simbólica (una caja no llega a representar un camión). - Comprensión de otras personas Dificultades para entender y comprender las emociones e intervenciones de otras personas. No llegan a desarrollar empatía, siendo considerados como fríos e insensibles. - Recuerdo Buena memoria epidósidica (hechos ocurridos en un determinado contexto). Algunos niños presentan una buena capacidad para el dibujo, pero sin abstraer ni aplicar generalizaciones o abstracciones. Almacenan pasajes de canciones, conversaciones, etc., pero cada recuerdo es independiente del anterior, no se establecen relaciones entre ellos. - Solución de problemas Generan un aprendizaje ligado a las situaciones, sin generalizar fuera del contexto. Les cuesta valorara las ventajas e inconvenientes de manera relativa y llevar esto fuera del contexto en el que se mueven. Dificultades para establecer la regla general, con frustración por no conseguirlo. - Secuencias Dificultades para extraer la información secuencial. Dificultades por ello para aprender el lenguaje y para adquirir las nociones de causalidad. - Mediación social El apoyo que para otros niños supone el adulto organizando el mundo, no ocurre así para el niño autista, a quien le puede llegar a molestar la presencia del adulto. - Imitación Pueden imitar, pero sin modificar la pauta (tocan la misma rodilla que el modelo, pero no la suya propia). No uso como técnica didáctica. - Juego simbólico / imaginación O no existe o lo hace de manera rígida y poco flexible. Puede llegar a desarrollar modelos sociales alternativos tras tratamiento. - Motivación Carece de motivación extrínseca. Aparece más motivación intrínseca en tareas tales como acabar lo iniciado por él. - Autodeterminación Autonomía, autorregulación, desarrollo psicológico y autorrealización. Conciencia del sentido de la actividad propia. - Función ejecutiva (la habilidad de mantener un conjunto apropiado de estrategias de solución de problemas para alcanzar una meta futura). Estas limitaciones en la función ejecutiva se manifiestan en muchas de las conductas señaladas anteriormente como: conductas estereotipadas, intereses restringidos e idiosincrásicos, seguimiento de rutinas y/o rituales detallados, falta de orientación hacia el futuro sin anticipación de consecuencias a largo plazo de la conducta, incontrolabilidad de impulsos, incapacidad para inhibir respuestas preestablecidas, comportamientos perseverantes, y en general rasgos de inflexibilidad y rigidez del pensamiento y la acción. 4. Repuesta educativa, que les vamos a dar. INTERVENCIÓN EDUCATIVA. Toda Intervención debe partir desde la individualidad del alumnado ya que no todos los niños son iguales y cada uno necesitará una intervención distinta. Toda intervención educativa debe contemplar: - Desarrollar habilidades comunicativas y sociales. - Enseñar contextos naturales, con objetos reales. - Desarrollar un entorno estable, sencillo, predecible para el niño. - Ir construyendo competencias a partir del interés del niño ( o fomentándolo inicialmente) - Enseñar tareas fraccionadas en pasos sencillos. Identificación y evaluación: Aunque se está avanzando en este campo, en ocasiones pueden pasar varios años sin que el alumno sea diagnosticado y reciba una intervención adecuada pese a que los síntomas son detectables. Como en todos los trastornos del desarrollo, cuanto antes sea diagnosticado, mejor será su evolución posterior. Instrumentos de detención: La identificación se lleva a cabo a partir del análisis de la información retrospectiva proporcionada por los padres, grabaciones de videos familiares que han utilizado distintas situaciones, segmentos de edad y distintos sistemas de codificaciones. La evaluación clínica en el momento del diagnostico con la utilización de diversas pruebas e instrumentos. DENOMINACION DEL BREVE DESCRIPCION- AUTORES INSTRUMENTO Cuestionario Comunicación Instrumento de Screening (Elaborado por M. Rutter, A. Bailey de y C. Lord, 2005) Social. Forma A y B (SCQ) Entrevista para el diagnostico del Un modelo de entrevista a padres considerando como muy precios. Los niños han de tener un nivel de edad mental autismo Revisada (ADI-R) superior a los 18 meses (Elaborado por M. Rutter, A. Bailey y C. Lord, 1994) Escalas de Observación para el Instrumento estandarizado de observación con situaciones diagnostico del Autismo sociales de juego o diálogo. Se aplica a niños mayores de 36 meses de edad mental (Elaborado por. Lord y otros 2000) Escala de Evaluación de Gillam Se aplica desde los 3 a los 22 años para estimar la gravedad para diagnósticos de Autismo de los síntomas de autismo. Esta basada en el DSM- IV y los ítems se agrupan en cuatro categorías (Estereoripias, (GARS-2) comunicación, interacción social y alteraciones evolutivas). Elaborado por J.E Gilliam en 2006. Manual diagnóstico y estadístico de los Trastornos mentales DSM IV, Test revisado (APA, 2002) Organización Mundial de la Salud, 1992 CIE-10 Test Infantil del Sindrome de Cuestionario de 37 Items que se administra a las familias. Edad Asperger (CAST) 4-11 años. Está basado en descripciones de comportamientos contemplados en el CIE-10 y en el DSM-IV como característicos del espectro autista. Elaborado por F.J. Scott, S. Baron-Cohen, P. Bolton y C. Brayner (2002) Cuestionario Espectro de para No permite una diferenciación clara entre autismo de alto cribaje Autista Alto funcionamiento y síndrome de Asperger. Edad 7-16 años. S. de Ehlers, C. Gillberg y L. Wing, (1999) funcionamiento (ASSQ) Cuestionario comunicativo del y desarrollo Version ampliada del CHAT. Cuestionario que los padres del social en infancia (M- CHAT/ES) la niño de alrededor de 24 meses rellenan. Robins, D.L y Col., 2001. La Escala Australiana para el Tony Attwood (1998) publicada en el libro del mismo autor Síndrome de Asperger (ASAS) “Sindrome de Asperger: una guía para padres y profesionales”. Edad: alumnado de primaria. Ediciones Paidós Ibérica, Barcelona, 2002 Evaluacion de necesidades educativas: El método de evaluación más utilizado es el Inventario de Espectro Autista, I.D.E.A (Riviere, 1998). Su aplicación se efectua cuando hay sospechas evidentes de la presencia de un TEA. Nos ofrece 3 utilidades principales: a) Establecer al inicio y dentro del proceso diagnóstico, la severidad de los rasgos autistas que presenta la persona. Es decir, su nivel exacto dentro de cada una de las dimensiones descritas. b) Ayudar a formular objetivos de intervención generales y específicos para cada niño o persona que sufra el trastorno en función de las puntuaciones que obtenga en cada nivel. c) Nos permite efectuar una medida de los cambios a medio y largo plazo que pueden producirse por el efecto de la intervención o tratamiento. De esta forma podemos valorar su eficacia y la conveniencia de modificarla. Desarrollado en 1.997 a partir de la conocida triada de Wing (1.988), el autor describe doce dimensiones del desarrollo que consideraba alteradas en los TEA: 1) Relaciones sociales a. Trastorno de la relación social b. Trastorno de la referencia conjunta c. Trastorno intersubjetivo y mentalista 2) Area del lenguaje y comunicación a. Trastorno de las funciones comunicativas b. Trastorno del lenguaje expresivo c. Trastorno del lenguaje receptivo 3) Área de flexibilidad mental y comportamental a. Trastorno de la anticipación b. Trastorno de la flexibilidad c. Trastorno del sentido de la actividad propia. 4) Área de ficción e imaginación a. Trastorno de ficción b. Trastorno de la imitación y de la suspensión. ESTRATEGIAS DE INTERVENCION Encontramos cuatro áreas de intervención prioritaria en función de las características y necesidades planteadas hasta el momento: 1. Comunicación. 2. Socialización. 3. Autodeterminación, flexibilidad y simbolización. 4. Adaptación y estructuración del ambiente. PAUTAS GENERALES PARA LA INTERVENCIÓN EN CADA UNA DE ESAS ÁREAS: Comunicación: La intervención estará centrada en el desarrollo de habilidades básicas de comunicación y en el uso cotidiano y adecuado de las que ya poseen. La comunicación funcional, espontánea, debería ser la primera meta de la educación temprana: Centrarse en el significado comunicativo de los comportamientos y establecer objetivos que fomenten la capacidad comunicativa del niño a lo largo de su desarrollo evolutivo. Utilización de formas pictóricas o visuales de codificar la información: - Uso de SAAC (sistemas aumentativos y alternativos de comunicación) - Trabajo de las habilidades instrumentales de comunicación. - Favorecer experiencia narrativa. Socialización: Requieren el aprendizaje explícito de funciones de humanización. Entrenamiento en el reconocimiento de emociones y de la relación de éstas con las situaciones, los deseos y las creencias, propias y ajenas: - Enseñanza concreta de la ToM. - Sistemas de control y regulación de las conductas. - Importancia de crear un ambiente estructurado y anticipable. - Procedimientos específicos de anticipación y previsión de cambios ambientales. - Favorecer experiencias positivas y lúdicas de interacción personal. - Desarrollo de la autoconciencia. Autodeterminación, flexibilidad y simbolización. Necesitan ambientes estructurados. Apoyos visuales: aprovechando su mayor atención y memoria visual. Enseñanza de la elección. Ampliación de intereses Adaptación y estructuración del ambiente. Introducción de claves sociales significativas y accesibles a sus capacidades. Estructuración espaciotemporal del entorno físico. Eliminación de estímulos sensoriales excesivos. Uso predominante de las instrucciones verbales en la comunicación. ORIENTACIONES PARA DAR UNA RESPUESTA EDUCATIVA Serán prioritarios los objetivos relacionados con la interacción social y actividad funcional con objetos; la comunicación, representación simbólica e imitación; el desarrollo motor y las habilidades de autonomía; que sean realistas y funcionales. Estimular la exploración de objetos o actividades funcionales muy simples con las manos, empleando reforzadores potentes de música y juego: juguetes, juegos interactivos y canciones. Deben realizarse diariamente juegos circulares de interacción centrados en el cuerpo y que desarrollen motivaciones de relación, anticipaciones e inicios de peticiones: cosquillas, caricias, sonidos con el cuerpo o soplarle en la cara. Juegos de simulación e imitación, utilizando también a otros alumnos como modelos. Procurarles ambientes muy estructurados, predecibles y fijos, evitando los contextos poco definidos y caóticos, para facilitar sus posibilidades de anticipación. Es conviene utilizar el aprendizaje sin error; su uso consiste en no atender a los errores y procurar que la posibilidad de los mismos sea mínima, adaptar los objetivos al nivel evolutivo del niño. Utilizar en ocasiones el entrenamiento o la enseñanza incidental, es decir, cuando los episodios de enseñanza son iniciados por la persona en lugar y contenido; se trata de aprovechar los imprevistos de lo cotidiano como objeto de aprendizaje. El adulto ha de estar alerta a estas iniciativas adaptándose a las nuevas circunstancias, reforzando de forma natural las respuestas adecuadas. Es fundamental responder consistentemente ante conductas comunicativas verbales o gestuales (miradas, coger al adulto de la mano, acercarse a un objeto y mirarlo) y aunque estas conductas no sean intencionales, debemos hacerlas funcionales dándoles ese sentido. Para favorecer la ocurrencia de la función comunicativa de petición es necesario manipular algunos aspectos o situaciones que eliciten con mayor probabilidad estas conductas: colocar los objetos que le gusten fuera de su alcance y esperar a que realice algún acercamiento o tipo de petición, preguntarle, acercarle el objeto y cuando extienda el brazo, dárselo y reforzarle el intento. Dada su capacidad para lo visual, utilizar apoyos como: dibujos, fotografías, pictogramas, tarjetas, televisión, vídeo, ordenador, etc. Estar atentos a su fascinación por los detalles. Evitar hacer preguntas indefinidas, evitar modismos, dobles significados, sarcasmos, bromas. Ser “concretos” en todas las interacciones, ser “claros”. ¿Qué queremos? ¿Qué esperamos de él? En el tratamiento de las conductas problemáticas se actuará siguiendo las tesis de la Intervención Comunicativa y el Apoyo Conductual Positivo. En cuanto a la comunicación, cuando no existe lenguaje oral o este es ecolálico y no funcional. 5. Recursos con los que contamos. Humanos y materiales para que me ayuden. Comunidad educativa. Recursos materiales Para poder diagnosticar un TEA es necesario realizar una serie de pruebas: Instrumentos de identificación o Información retrospectiva proporcionada por los padres o Evaluación clínica: diversas pruebas e instrumentos o Evaluación educativa: Inventario de Espectro Autista (I.D.E.A.) Recursos humanos Especialistas necesarios para la buena intervención educativa de un niño con TEA: Tutor de aula Profesor de apoyo Pedagogo del centro educativo Los profesionales que trabajen con el niño pueden variar según su tipo de escolarización y necesidad educativa que necesiten. Comunidad educativa Modalidades de escolarización La elección se realiza en función de: 1. Características del alumno: grado y nivel de desarrollo cognitivo, habilidades comunicativas, alteraciones conductuales, desarrollo y competencia social, aprendizaje… 2. Características del entorno escolar: tamaño y número de alumnos, compromiso y competencia del claustro y de los profesores que atienden al niño, necesidad de recursos complementarios, necesidad de enseñar a los compañeros del niño claves para ayudarle… Tipos de escolarización: a. ESCOLARIZACIÓN EN GRUPO ORDINARIO CON APOYO EN PERÍODOS VARIABLES es adecuada cuando: - No precisan de una estructura muy rígida de funcionamiento, pudiendo aceptar mejor los diferentes cambios en el ambiente. - Sus dificultades de aprendizaje no son especialmente severas y poseen competencias comunicativas y de interacción social básicas. - No precisan de una atención constante y dependiente por parte del educador o la educadora. - Funcionamiento intelectual normal o discapacidad intelectual leve moderada. b. ESCOLARIZACIÓN EN AULAS ESPECÍFICAS O EN CENTROS ESPECÍFICOS es adecuada cuando: - Necesidades severas de aprendizaje, principalmente en el ámbito de la autonomía personal, interacción social y comunicación. - Cuando presentan graves trastornos de la flexibilidad mental y comportamental, manifestando severas resistencias frente a los cambios en el ambiente. - Necesidad constante de apoyo personal y supervisión para facilitar la comprensión de lo que ocurre en el entorno y cómo interactuar con él. - Necesidad de una estructura rígida de funcionamiento. - Casos de severo aislamiento social y funcionamiento intelectual muy afectado. - Siempre que sea posible se escolarizará al alumnado en aulas específicas antes que en centros específicos. c. ESCOLARIZACIÓN COMBINADA: Para aquellos alumnos que puedan beneficiarse del tratamiento muy especializado y personalizado del centro específico, pero, a su vez, le sea positivo integrarse en el centro ordinario o bien para el alumnado que estando escolarizado en el centro ordinario, requiera de forma puntual y parcial algunas intervenciones específicas en el ámbito comportamental y la comunicación. d. ESCOLARIZACIÓN EN GRUPO ORDINARIO A TIEMPO COMPLETO: Alumnos con autismo con nivel de funcionamiento intelectual, competencias comunicativas y sociales, relativamente altas y alumnos con síndromes de Asperger y que tienen los objetivos académicos a su alcance. La escolarización en el grupo ordinario es la vía para compensar sus limitaciones sociales y una forma de mejorar su desarrollo. En estos casos, es fundamental trabajar de forma más específica programas de entrenamiento en habilidades sociales y enseñanza de emociones y creencias, basadas en la teoría de la mente. Intervención educativa - Comunicación: SAAC, instrumentos. Favorecer experiencia narrativa. - Socialización: reconocimiento emociones, Teoría de la Mente, control conductas de autoconciencia. - Autodeterminación, flexibilidad y simbolización: apoyos visuales, ampliar intereses, estructuración (agendas…) - Adaptación y estructuración del ambiente: claves sociales, espacio – temporal… ABÓS CENARRO, IRENE BLANCO GASCÓN, IZARBE DE MIGUEL RUÍZ, CARLOTA GASCÓN CASTEJÓN, MARÍA