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CURSO DE POSTGRADO EN NEUROLOGÍA DEL DESARROLLO ESCUELA DE POSTGRADO FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCION E HIPERACTIVIDADIMPULSIVIDAD Y FUNCIONAMIENTO SOCIAL Carlos E. Orellana Ayala (Pediatra, Neurólogo Pediatra, Guatemala) Patricia Rodas de Ruiz (Psicóloga, Consejera Escolar, Guatemala) Sergio Aguilera Albesa (Pediatra, Neurólogo Pediatra, Guatemala) CUESTIONES GENERALES EN RELACIÓN AL TDAH El trastorno por déficit de atención con hiperactividad-impulsividad (TDAH) es la entidad neuropsiquiátrica más prevalente en la infancia y adolescencia. El impacto de las manifestaciones del TDAH afecta a los aspectos pedagógicos, psicoemocionales y sociales de quienes lo presentan, así como el funcionamiento y la economía de la familia y el grupo social al que el individuo pertenece. Se estima que de entre el 6 y 9% de los niños y niñas en edad escolar padecen TDAH. Esta prevalencia se repite en diferentes países o muestran ligeras 1 variaciones aunque en ciertos grupos sociales puede verse incrementado. El TDAH explica de 30 a 50% de las referencias de consultas a servicios de salud mental. No se han dilucidado las razones del incremento en la prevalencia de TDAH en los últimos años y se estudia la implicación de los problemas ambientales puedan tener en este fenómeno. Lo que se si se sabe en este momento es que es un fenómeno multifactorial, de base genética pero con diversas causas añadidas y de interacción compleja, como prematuridad, bajo peso al nacer, exposición al tabaco durante el embarazo y lesiones cerebrales adquiridas, sobre todo en lóbulos frontales, etc. La proporción de niños y niñas es de 4 a 1 en la población general, aunque en las consultas especializadas, la proporción es 9:1, ya que las niñas tienen un menor grado de hiperactividad-impulsividad y pueden pasar desapercibidas en casa y colegio hasta edades más avanzadas, teniendo además en cuenta los factores socioculturales que infravaloran el desarrollo pleno de las mujeres. Es importante mencionar que el TDAH no puede ser curado sino que se aprende a funcionar y a alcanzar un mejor desempeño en el funcionamiento académico, laboral y social, persiste toda la vida con diferentes grados de expresión que dependen de las circunstancias en las que se desenvuelve la persona y las presiones o exigencias que confronta. La persistencia de los signos-síntomas del TDAH en la vida adulta se estima, dependiendo del tipo de estudio, que puede oscilar entre 58 a 70% de los casos diagnosticados en la infancia, es decir 2 a 3% de la población adulta, pero es difícil la identificación por falta de criterios apropiados. En el caso de los adultos muchos de los signos se transforman en síntomas y la persona puede hacerse más consciente de sus dificultades. Algunas de las manifestaciones que se observan en adultos, entre las cuales resaltan notoriamente las vinculadas al funcionamiento social, son: a) Cuestiones académicas: menor formación académica a pesar de disponer de recursos cognitivos apropiados, problemas de adaptación y disciplina en el ambiente académico. 2 b) Cuestiones laborales: adaptación laboral deficiente, dificultad en el control de impulsos que puede conducir a dificultades laborales, más accidentes de tráfico y de mayor gravedad. c) Relaciones interpersonales: mayores dificultades en las relaciones interpersonales, especialmente en las relaciones de pareja. d) Consumo de substancias. Los adultos con TDAH inician más tempranamente el consumo de cigarrillos, se convierten más fácilmente en fumadores crónicos y tienen mayor dificultad para dejar de utilizarlo (Molina BS, 2003; Rohde, 2004) e) Conducta antisocial. f) Comorbilidad con trastorno depresivo mayor o con episodios de depresión breve recurrente, trastorno obsesivo compulsivo. Debe considerarse que hasta 60-70% de los adultos con TDAH presentan comorbilidad neuropsiquiátrica, tal y como ocurre con el paciente pediátrico. g) Los TDAH con funcionalidad límite: estos probablemente no manifiesten con severidad lo anotado en los incisos de la “a” a la “f”, pero su funcionalidad general no es la esperada para una persona de su edad o se requiere de esfuerzos adicionales para alcanzar resultados similares a otras personas de su edad. MANIFESTACIONES DEL TDAH Las manifestaciones del TDAH pueden agruparse en tres signos-síntomas principales: a) Inatención o dificultades atencionales b) Hiperactividad c) Impulsividad La combinación de estas manifestaciones permite considerar que existen tres tipos principales, esta tipología desaparece con el DSM-V aunque en la práctica 3 seguirá siendo utilizada dado que permite conocer el tipo de manifestación predominante en un determinado momento o período: a) Tipo predominantemente inatento b) Tipo hiperactivo-impulsivo c) Tipo combinado (Hiperactivo-impulsivo-inatento). TRATAMIENTO DEL TDAH El tratamiento del TDAH abarca cuatro aspectos fundamentales: a) Los apoyos farmacológicos. b) Modificaciones para lograr mayor estructura en casa, establecimiento de normas-límites y autoridad firme de los padres o encargados. c) Modificaciones para lograr mayor estructura en el ambiente escolar, establecimiento de normas-límites y autoridad firme de los profesores y autoridades escolares, apoyos psicopedagógicos intraescolares y acomodaciones-adecuaciones curriculares. d) Apoyos psicopedagógicos o psicoemocionales. PROBLEMAS EN EL FUNCIONAMIENTO SOCIAL VINCULADOS AL TDAH Los niños con TDAH sienten un gran deseo de agradar y recibir aprobación de sus pares y adultos próximos. Sin embargo carecen de las estrategias apropiadas para lograrlo y en consecuencia su desempeño social no es adecuado e incluso puede no ser agradable para las personas más próximas (compañeros de aula, profesores, ambiente familiar-social próximo). La importancia del apropiado desarrollo social deriva del hecho que las relaciones sociales positivas, bien cimentadas y adecuadamente llevadas, son un importante factor pronóstico del adecuado desempeño social y laboral en la vida adulta. Adicionalmente debe tomarse en cuenta que el adecuado desempeño social en la infancia actúa como un factor neutralizador al estrés, proporciona medios para el control de la ansiedad y otros problemas psicológicos y psiquiátricos. No 4 tener amigos o mantener amistades superficiales afecta la estima y el autoconcepto, además tiene un fuerte impacto en el aprendizaje de cuestiones básicas que solamente pueden ser aprendidas, de manera efectiva, en la interacción con los pares: ganar y perder, desempeñar roles, lenguaje apropiado al contexto y las personas. Entre los factores que determinan la poca efectividad social en los niños con TDAH se puede mencionar: a) Impulsividad b) Hiperactividad c) Bajo rendimiento académico d) Pobre prestigio social e) Dificultad para aprender de experiencias f) Reclamo constante de atención g) Expresión inapropiada de emociones, escasa regulación sobre las mismas o poco conocimiento personal en relación a la forma en la que se expresan estas emociones h) Dificultad para medir el impacto de la propia conducta en los demás i) Necesidad de gratificación inmediata j) Lectura inadecuada de las situaciones sociales k) Dificultad para la aceptación de normas e internalización de las misma Algunas condiciones pueden, incluso, empeorar las dificultades sociales que el niño con TDAH confronta. Se refiere a dos de ellas: el Trastorno Oposicionista-Desafiante y la presencia de conductas agresivas. COMORBILIDAD DEL TDAH CON EL TRASTORNO OPOSICIONISTA DESAFIANTE (TOD) El TOD es una comorbilidad (fenómenos intercurrentes o que ocurren simultáneamente) frecuente en el TDAH. De hecho algunos autores le consideran no como una entidad independiente sino como un marcador de la gravedad del TDAH. El diagnóstico del TOD se suele realizar en la etapa escolar, durante la 5 formación primaria aunque la gravedad de las manifestaciones se va incrementando con la edad. Se estima que 3% de los niños en edad escolar presenta TOD y puede afectar hasta el 40-50% de los niños con TDAH, con un incremento de la prevalencia en la medida que se progresa en edad y en nivel escolar. De acuerdo al DSM-IV se caracteriza por un patrón recurrente e inapropiado, para el nivel de desarrollo y contexto socio-cultural, de conductas negativistas, desafiantes, desobediencia y comportamiento hostil hacia las figuras de autoridad. Este patrón de conducta afecta de manera importante su vida social, académica y el funcionamiento ocupacional, conduce a importante alteración en la relación con los padres, hermanos, otros miembros de la familia, compañeros, profesores. Los criterios de acuerdo al DSM-IV TR son: 1. Un patrón de comportamiento negativista, hostil y desafiante que dura por lo menos seis meses y en el que están presentes cuatro o más de los siguientes comportamientos: a) Se encoleriza e interrumpe con pataletas b) Discute con adultos c) Desafía activamente a los adultos o rehúsa cumplir sus órdenes o demandas d) Molesta deliberadamente a otras personas e) Acusa a otros de sus errores o mal comportamiento f) Es susceptible o fácilmente molestado por otros g) Colérico, resentido h) Rencoroso o vengativo. 2. Deterioro clínicamente significativo en la actividad social, académica o laboral. 3. Los comportamientos no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico o de un trastorno del estado de ánimo. 4. No se cumplen los criterios de trastorno disocial y, si el sujeto tiene 18 años o más, tampoco los del trastorno antisocial de la personalidad. 6 La presencia de TOD afecta seriamente el funcionamiento social de los niños con TDAH de manera que su abordaje se torna absolutamente necesario para evitar riesgos con impacto mayor en el funcionamiento social: victimización, rechazo de los compañeros y profesores, incremento de las conductas inapropiadas con cristalización de las mismas (es decir se tornan permanentes), fracaso escolar y riesgo de abandono de la escuela, consumo de drogas, consumo de alcohol y cigarrillos, actividad sexual de inicio temprano o promiscua, desajuste y estrés familiar. Conductas agresivas ¿Qué pasa si las conductas agresivas de los niños no son abordadas oportunamente? 1. De manera gradual comienza a ocurrir el rechazo por parte de sus compañeros. El temor inicial que puede provocar un niño agresivo puede, en los primeros momentos, darle cierto liderazgo (negativo) e influencia sobre su grupo, sin embargo, con el correr del tiempo la tendencia es a quedarse solo. 2. Los factores que desencadenan este tipo de conductas se acumulan con el tiempo, incrementan en intensidad y complejidad. Provocan, cada vez, respuestas más serias. 3. Problemas académicos y de relación con los profesores. 4. Victimización Al final lo que ocurre es una espiral ascendente de frustración que conduce a fallo social, fallo escolar, relaciones de amistad inapropiadas (con el consecuente riesgo de consumo de substancias prohibidas, alcohol, cigarrillo, sexo de riesgo o temprano) y empeoramiento de las conductas (con los consecuentes problemas con la ley, la autoridad, la propiedad ajena). La vida entera se compromete. Nunca es graciosa una respuesta agresiva de un niño. No debe provocar risas sino reflexiones en relación a varias preguntas: a) ¿Qué ocurrió? 7 b) ¿Qué lo provocó o por qué ocurrió? c) ¿A quiénes afectó? ¿qué consecuencias produjo en otros? d) ¿A qué horas ocurrió? e) ¿Qué nivel de supervisión había? f) ¿Hubo influencias de otros para desencadenar esta conducta? g) ¿Qué estaba haciendo cuando ocurrió esta conducta? h) ¿Se observó alguna situación previa al evento? i) ¿Había en el niño/a alguna condición especial? j) Otra información. El análisis de la situación permitirá verificar si las primeras intervenciones deben dirigirse a modificar el ambiente, actual sobre el niño, prevenir desencadenantes o aplicar consecuencias. Aunque las recomendaciones siguientes son muy generales, constituyen un punto de partida para comenzar a trabajar: a) Definir con claridad los límites y establecer normas b) Capacitación a padres, profesores y otros adultos en relación al manejo de la conducta c) Evitar los castigos que impliquen respuestas agresivas por parte de los adultos, el adulto que hace las correcciones debe estar en completo dominio de la situación y tranquilo, debe saber que el interés es el beneficio del niño y no la venganza de los mayores d) Modificar el ambiente para que sea favorable e) Entrenamiento en autocontrol, facilitar el aprendizaje de otros mecanismos para expresar el enojo y la frustración f) Entrenamiento en habilidades sociales g) Desarrollar las habilidades comunicativas verbales y no verbales h) Diagnóstico psicopedagógico y neuropsiquiátrico de la situación, abordajes farmacológicos cuando son necesarios dependiendo del diagnóstico. 8 INTERVENCIÓN EN DESARROLLO DE HABILIDADES SOCIALES Y TDAH Los niños con diagnóstico de TDAH tienen el riesgo de manifestar dificultad para un ajuste social y estrés psicológico entre otros. Los tratamientos no farmacológicos que apoyan estos casos incluyen intervenciones de modificación de conducta, intervención mediada de pares, programas donde el docente es mediador, programas de destrezas sociales, capacitación para padres y programas para el manejo del enojo. La literatura reporta que este desorden que comienza en la niñez temprana puede incrementar riesgos individuales en lo conductual, social , psicológico y ocupacional a lo largo de la vida de estos pacientes (Weyandt, et al, 2013) Las destrezas sociales de estos niños es un tema que preocupa a padres y maestros al tener conocimiento del diagnóstico. Y los temas centrales en esta área son el desarrollo de las competencias emocionales y sociales. Semrud-Clikerman y Shafer, (2000) nos dicen que antes de pensar en la habilidad de hacer amigos y poder manejar ese contexto debe pensarse en la habilidad para modular las emociones. La competencia emocional se relaciona directamente a la experiencia social y su desarrollo se da por las relaciones asertivas que se dan entre padres/hijos y compañeros. De acuerdo a Saarni, (1999), citado por Semrud-Klikema, para ser competente emocionalmente es necesario: estar consciente del estado emocional en que ellos están, habilidad para poder saber el estado emocional de los otros, habilidad para usar las palabras adecuadas a cada emoción, empatía hacia otros y habilidad para poder manejar las situaciones emocionales que pueden estresarnos (SemrudKlikema, 2000). 9 La habilidad para reconocer emociones de forma activa es generalmente vista como una competencia social importante. Si el lenguaje tanto como la habilidad de reconocimiento de emociones no están desarrolladas, el niño puede estar en riesgo de presentar dificultades sociales (Rosenqvist, et al., 2013). Estos niños y adolescentes evidencian un mayor locus de control externo y no interno, por esto mismo no pueden verse en control de sus propios comportamientos. A pesar de que las conductas de ellos y ellas no son intencionales, padres y maestros lo perciben como si fuera intencional. El funcionamiento social es algo que se aprende espontáneamente y a la vez es enseñado en escenarios de la vida cotidiana. El juego y la interacción social (inicialmente en la familia y luego en la escuela) son los escenarios principales para aprender estas importantes habilidades. No se entiende entonces la razón de privar a los niños de la oportunidad de jugar con el pretexto de las tareas escolares o las actividades extracurriculares que les preparen de mejor forma para la vida. En el caso de los niños con TDAH tanto el juego como la interacción familiar y en la escuela se ven afectados por el patrón conductual propio en el que se manifiesta esta entidad, en consecuencia los niños necesitan un programa de intervención que pueda dirigirse a: a) Ejercitar específicamente las habilidades sociales b) Reducir el nivel de ansiedad en situaciones problemáticas c) Reestructuras cognitivamente al sujeto y los sujetos de su entorno modificando valores, creencias, cogniciones y actitudes d) Capacitar en solución de problemas. Al final el objetivo es que adquieran las habilidades suficientes y necesarias para el buen desempeño en la interacción social, habilidades conversacionales y comunicativas tanto verbales como no verbales, y habilidades en la resolución de problemas. 10 Goldstein y Pollock sugieren un inventario de habilidades sociales básicas sobre las que se debe trabajar: a) Aprender a escuchar b) Iniciar y terminar una conversación, mantener el tópico, escuchar apropiadamente, hacer preguntas relacionadas al tema, estrategias para finalizar adecuadamente una conversación c) Presentarse a sí mismo y solicitar información de los demás d) Formulación de preguntas e) Solicitar ayuda de sus iguales f) Solicitar ayuda de sus compañeros g) Seguimiento de instrucciones h) Cambios de una actividad a otra i) Incluir la opinión de los demás en la tarea que se realiza o programa j) Decir gracias y por favor k) Hacer o dar cumplidos l) Trabajo cooperativo m) Pedir disculpas n) Entender el impacto de la propia conducta en los demás o) Comprender la conducta de los demás p) Establecer adecuado contacto visual q) Elegir los momentos apropiados r) Negarse a aceptar cuando no quiere hacerlo manteniendo la empatía s) Aprender a conseguir la atención de los demás y eliminar las formas inapropiadas de llamar la atención t) Respeto de las reglas, especialmente en los juegos u) Identificación del significado de los gestos v) Esperar el turno w) Ofrecer ayuda x) Defender con argumentos adecuados la propia posición y) Pedir disculpas 11 z) Observar el entorno para adaptar la conducta ¿CÓMO LOS PADRES Y MAESTROS PUEDEN APOYAR A ESTOS NIÑOS/ADOLESCENTES EN LAS DESTREZAS SOCIALES? Socialmente se observa que estos niños tienen pocos amigos y algunas veces experimentan rechazo por sus pares. Las intervenciones para tratar este desorden deben concentrarse tanto en la dificultad para funcionar como en las estrategias para incrementar la atención y disminuir la impulsividad. Las técnicas de modificación de conducta deberían ser implementadas tanto en el hogar como en el colegio/escuela y durante las interacciones entre pares. Tener relaciones positivas y amistades es importante para todos los niños. Desafortunadamente para estos niños es muchas veces difícil hacer, mantener y ser aceptado en un grupo grande de compañeros. La impulsividad, hiperactividad y la inatención que se asocia a este diagnóstico puede impedir que ellos se puedan conectan con otros niños de una forma positiva. Para los padres es difícil ver a sus hijos con dificultad haciendo amigos pero también mantener esas amistades. El ver que a su hijo/hija no los invitan a fiestas de cumpleaños o fiestas entre compañeros es difícil de comprender. Este rechazo o asilamiento puede ser más doloroso al pasar el tiempo. Los maestros también se preocupan al ver que a estos niños no los incorporan tan fácilmente a los grupos de trabajo o muchas veces no es incluido en el horario de recreo o almuerzo. Para apoyar en este tema, es importante que el niño/adolescente pueda controlar sus impulsos, saber tomar turnos, cooperar, compartir, escuchar, ser empático, atento y concentrado, se pueda comunicar efectivamente con otros, estar consciente de lo que pasa y poder identificar y responder a las claves sociales. Pero también tener habilidad para resolver situaciones sociales donde pueda resolver conflictos que puedan aparecer. 12 La capacitación para padres se ha visto como efectiva para incrementar el refuerzo positivo de comportamiento adaptativos y apropiados socialmente. Wolracich and Supaul, recomiendan que tanto maestros como padres y compañeros deben ser involucrados en intervenciones de la escuela. También se refuerza la importancia de la comunicación entre las partes involucradas, niños, padres, maestros y profesionales del área para el éxito del tratamiento (Wolraich, 2010). Varios estudios reportan la importancia del involucramiento de padres en las intervenciones conductuales para niños. Esto permite el éxito y produce un impacto positivo en los resultados que se quiere alcanzar con los niños (Clarck et al, 2013). Tanto en casa como en el colegio los padres y los maestros son claves para identificar las necesidades sociales de los niños. Los maestros capacitados en el tema favorecen un mejor ambiente para los niños y a ellos se les hace fácil identificar de forma activa y tempranamente las dificultades de sus estudiantes. Cuando los maestros identifican y contribuyen a la prevención de conductas que ponen en riesgo la socialización de los niños previenen desordenes secundarios en los niños que pueden tener implicaciones para el desarrollo integral de los niños. (Kypriotaki, Manolitsis, 2010) Los maestros se preocupan por las dificultades sociales que experimentan estos niños, sin embargo, ellos se preocupan más de las conductas problemáticas, la disciplina, el desempeño y el problema que ellos presentan para escuchar y seguir las instrucciones. Las actitudes de los maestros van relacionadas más a las conductas o problemas actitudinales, aun sabiendo que ellos presentan retos en lo 13 académico y lo social. Existen creencias negativas relacionadas a los problemas de conducta con un desorden de conducta, y son a veces pesimistas en cuanto a enseñar a estos niños y sienten que requieren tiempo extra y esfuerzo para enseñarles a ellos. Estas actitudes se relacionan muchas veces con las percepciones que se tienen en cuanto a las competencias y la experiencia de enseñar . Es necesario una mejor enseñanza y práctica para el manejo de los niños con TDAH. ( Kos et al , 2010) Las intervenciones efectivas deberían ser un recurso establecido para estos niños, diseñadas según sus fortalezas y necesidades. Estas intervenciones deben ser para las áreas, tanto conductual como social. Recomendaciones para Padres -Trabajar en las relaciones de padres e hijos para que el desarrollo de comportamientos pro sociales. -Favorecer en cada uno de los padres la unión y la orientación pro social en la relación con sus hijos. Esto para favorecer la sensibilidad de estos chicos hacia los diferentes estados de ánimo y también para ayudar y compartir conductas. -Identificar estos retos sociales de estos niños y adolescentes a temprana edad. -Ayudar a los niños a comprender sus emociones -Validar esos sentimientos que pueden ellos experimentar en los diferentes escenarios y situaciones del dio a día. -Desarrollar el lenguaje emocional de sus hijos -Fortalecer la comunicación entre padres e hijos -Motivar a los niños para que vean en las situaciones sociales una oportunidad de aprendizaje. Donde ellos puedan trabajar en comportamientos que pueden verse problemáticos en las relaciones interpersonales. -Enseñarles nuevas destrezas sociales que favorezcan la interacción con chicos de su edad. 14 Recomendaciones para Maestros - Capacitación a maestros, para tener la información necesaria acerca del TDAH, hacia una disminución de los efectos negativos que puede enfrentar este desorden. - Intervenciones en la escuela para apoyar al tratamiento del TDAH y así lograr la efectividad de estas. - Hacer adecuaciones curriculares significativas y no significativas de acuerdo al perfil individual del niño para prevenir fracaso y favorecer el bienestar del niño. - Adecuaciones para favorecer la asistencia a la escuela/colegio, trabajo y adecuación social. - Sistemas de apoyo en el área conductual para reducir problemas en áreas que corren mayor riesgo (ejemplo: escenarios sin estructura, instrucción en grupos grandes, trabajo individual independiente). - Instrucción directa en las estrategias de estudio y destrezas sociales, con estrategias explícitas para fortalecer la generalización a entornos naturales como el salón de clase, área de juego. - Colaboración y consultoría con las familias para garantizar que el conocimiento y experiencia de los padres sea para el buen manejo de su hijo/hija y que esté siendo utilizado al máximo, también para apoyar en casa y facilitar el uso de abordajes consistentes en casa, escuela y/o ambientes del entorno. - Monitoreo por un coordinador del caso para asegurarse de una implementación de intervención efectiva para proveer apoyos adecuados para las intervenciones y evaluar la efectividad de los programas para lograr las metas conductuales y académicas. - Acceso a los servicios que la Ley de Educación Especial de Guatemala (a través del Acuerdo Ministerial 3613-2011) pueda dar a estos niños ante los problemas de atención que impactan significativamente el desempeño escolar. 15 - Colaboración con las agencias/entidades que provean servicios médicos o servicios relacionados con las necesidades de los estudiantes y sus familias. - Intervenciones para ayudar a los estudiantes a apreciar que son personas con habilidades únicas y a desarrollar su auto estima. - Modificaciones en el aula para mejorar el ajuste social. - Monitoreo por una intervención del equipo de la escuela para implementar intervenciones que apoye las metas conductuales. - Educar a los maestros y autoridades para el manejo de las características y manejo de TDAH y así mejorar el apoyo conductual. - Apoyo e intervenciones apropiadas para ayudar a estos niños a apreciar sus habilidades y desarrollar sentimientos de valor y confianza en si mismos - Evitar prejuicios ante un diagnóstico. (National Association of School Psychologists, 2003) Intervenciones efectivas para los padres y maestros Los autores Pierangelo y Giuliani, consideran que un componente importante para apoyar a los niños con TDAH consiste en el uso de las intervenciones conductuales. Comportamientos que exhiben estos niños con el TDAH acompañados de impulsividad e hiperactividad provocan dificultades para hacer amistades con otros niños en la clase y puede tener dificultades para pensar en las consecuencias sociales de sus acciones. Algunas intervenciones conductuales favorecerán a los estudiantes a ver que sus comportamientos no son de ayuda para su aprendizaje y el de sus amigos. Esto ayudará tanto en casa como en el colegio/escuela. Este tipo de intervención favorecerá a que estos niños/niñas a aprendan de forma eficaz y eficiente. Como padres y maestros queremos que estos niños/niñas aprendan a controlar su comportamiento, lo que más ayuda en esta tarea es reforzar de forma verbal la conducta apropiada. ¿Pero cómo? Reforzando de forma verbal cuando vemos que 16 ellos han hecho algo positivo, a través de una frase que le diga a él /ella que lo que lo hizo bien. Algunas formas o técnicas para lograr esto se listan a continuación: Definir el comportamiento adecuado al reconocer éste. Alabar inmediatamente. Variar la forma de reconocer lo positivo en las conductas. Sea constante y sincero con los elogios. Además de reforzar de forma verbal los comportamientos positivos, se recomienda también hacer lo siguiente: Selectivamente ignorar el comportamiento inadecuado. Eliminar elementos que molestan o perturban. Proporcionar elementos que sirvan de escape y permita al niño/niña que le permitan tranquilizarse. Permitir la "válvula de escape" un espacio para sacar lo que molesta. Actividad de refuerzo. Ayudar/ apoyar a estos niños para prevenir frustración en ellos. Ver el valor de las conferencias con padres para trabajar en conjunto. Proveer espacios de aprendizaje a otros niños para hacer mediación entre compañeros. RECORDATORIO ANTE LAS CONDUCTAS: expectativas de aprendizaje Los maestros y padres con claridad de que hacer y cómo actuar cuando estas conductas surgen en los grupos o entre pares deben de tener presente que indicaciones deben dar a ellos/ ellas y cómo. Por ejemplo: Las indicaciones visuales. Control de la proximidad con el niño/niña. Gestos de las manos. AYUDAR A LOS ESTUDIANTES A MANEJAR SUS COMPORTAMIENTOS 17 Algunas veces se hace necesario un apoyo externo o ayuda en el tema. Estos niños desde el modelaje pueden aprender cómo manejar su comportamiento. Algunos apoyos pueden ser: Clases de habilidades sociales. La resolución de problemas. Contratos de conducta y planes de acción. Recompensas tangibles. Sistemas de economía de fichas. Estas estrategias de acción tanto en el colegio/escuela como en casa pueden ser útiles y favorecen aprendizajes diferentes en estos niños/niñas. Sin embargo es recomendable que ellos aprendan sistemas de autogestión, para que cada uno/una pueda evaluar su propio comportamiento y los padres y maestros realimenten a ellos de su comportamiento. También amigos/compañeros pueden favorecer esa reflexión y aprendizaje. Una práctica que puede ser modelada y facilitada por el/la maestro/a. Nos hemos centrado tanto en el estudio y debate sobre la etiología (causas), manifestaciones clínicas y tratamiento farmacológico, que hemos dejado de lado uno de los aspectos indispensables para lograr el éxito o el mejor funcionamiento posible de los niños con TDAH: el desarrollo de adecuadas habilidades para la interacción social. En general, se puede decir que la adquisición de estas habilidades es el factor que mejor determina el funcionamiento futuro y la mejor o plena realización personal de los individuos que presentan TDAH. 18 Referencias Clarke , A., Marshall , S. , Mautone , J. , Soffer , S. , Jones , H., Costigan , T., Patterson , A., Jawad, A.& Power, T. (2013). Parent Attendance and Homework Adherence Predict Response to a Family–School Intervention for Children With ADHD, Journal of Clinical Child & Adolescent Psychology, DOI:10.1080/15374416.2013.794697 Kos , J. , Richdale, A., Hay, D. (2006). Children with Attention Deficit Hyperactivity Disorder and their Teachers: A review of the literature, International Journal of Disability, Development and Education, 53:2, 147-160 Kypriotaki, M., Manolitsis , G.(2010). Teachers' evaluations for the detection of primary‐ school children with attention deficit hyperactivity disorder, European Journal of Special Needs Education, 25:3, 269-281 Ley de Educación Especial para las Personas con. Capacidades Especiales. (2011). DECRETO NÚMERO 58-2007. EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA, Guatemala. Pierangelo y Giuliani. (2008) Teaching in a Special Education Classroom: A Step-by-Step Guide for Educators. Corwin Press, USA. National Association of School Psychologists. (2003). Students with attention problems (Position Statement). Bethesda, MD: Author. Position Statement. (2013). NASP Position Statement: Students With Attention Deficit Hyperactivity Disorder Rosenqvist, J., Lahti-Nuuttila, P., Laasonen, M., Korkman, M. (2013). Preschoolers’ recognition of emotional expressions: Relationships with other neurocognitive capacities Child Neuropsychology: A Journal on Normal and Abnormal Development in Childhood and Adolescence, DOI:10.1080/09297049.2013.778235 Semrud-Clikeman, M., Schafer, V. (2000). Social and Emotional Competence in Children with ADHD and/or Learning Disabilities . Journal of Psychotherapy in Indepnden Practice Vol 1(4) Weyandt, L. , Swentosky, A., Gyda Gudmundsdottir, B. (2013). Neuroimaging and ADHD: fMRI, PET, DTI Findings, and Methodological Limitations. DEVELOPMENTAL NEUROPSYCHOLOGY, 38(4), 211–225. Copyright © 2013 Taylor & Francis Group, LLC ISSN: 8756-5641 print / 1532-6942 online DOI: 10.1080/87565641.2013.783833 19 Wolraich, M., J. DuPaul, G. (2010). ADHD Diagnosis & Management. The American Journal of Family Therapy, 41:272–276, 2013 Copyright © Taylor & Francis Group, LLC ISSN: 0192-6187 print / 1521-0383 online DOI: 10.1080/01926187.2012.661654 20