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Transcript
4
PAZ DESDE LOS
TERRITORIOS,
UNA MIRADA
SUBREGIONAL
Agenda de Paz Nariño
Comité Editorial
Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo PNUD
Alessandro Preti
Luisa Cremonese
Ramiro Amaya
Dalia Delgado B.
Felipe Herrera
Rolando Crespo
ONU Mujeres:
Diana Hidalgo
Agencia de Desarrollo Local ADEL
Álvaro Obando Eraso
Adriana Moreno
Claudia Rodríguez
Apoyo Académico
Jackeline Ruano
Diseño y diagramación
Cristina Aza T.
Registro fotográfico
Ramiro Amaya
Archivo Agenda de Paz
Impresión
Ingeniatte/ 7299907/ Pasto
Esta publicación se elaboró en el marco del Programa Alianzas
Territoriales para la Paz y el Desarrollo con el apoyo de Suecia,
Noruega, Cooperación Española y la Agencia Catalana de Cooperación.
Presentación
E
l Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presenta
a las instituciones públicas y privadas, a la Administración Departamental y administraciones municipales, a la Cooperación Internacional, a las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), a las víctimas
del conflicto armado, a los distintos actores sociales y a la sociedad
nariñense en general, los productos alcanzados en el proceso denominado Agenda de Paz Nariño, iniciativa ciudadana e interinstitucional
de construcción de una visión socio-política y territorial de paz, proceso
que estuvo impulsado por la alianza estratégica entre la Gobernación
de Nariño, las Diócesis de Ipiales, Tumaco y Pasto, la Agencia de Desarrollo Local (ADEL), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y ONU Mujeres.
Este conjunto de documentos denominado Caja de Herramientas para
la Paz recoge el fruto de un proceso cuya construcción nos llevó a recorrer todo el Departamento de Nariño a través de escenarios de diálogo y
encuentro de saberes, compartir las múltiples y diversas visiones sobre
el conflicto y la paz. El carácter participativo, incluyente y diverso de
esta propuesta ha sido reconocido no solo por los participantes, sino
por las instituciones que lo impulsaron, como la Oficina del Alto Comisionado para la Paz y la comunidad internacional.
El recorrido de la Agenda de Paz Nariño ha sido articulado en cuatro
textos que compilan los elementos centrales de las miradas de la
población nariñense frente a su territorio y a los escenarios de construcción de paz. Estas cuatro relatorías, se presentan en forma de textos expositivos, en el siguiente orden:
1. Ruta constructora Agenda de Paz Nariño
2. La paz en la voz de las mujeres nariñenses
3. Visión sectorial de la paz para Nariño
4. Paz desde los territorios, una mirada subregional.
La Caja de Herramientas para la Paz se complementa así mismo con otros tres
documentos claves. El primero, un resumen analítico del Plan Estratégico de
Paz; el segundo, un análisis a profundidad de la articulación de Agenda de Paz
Nariño y el Plan Estratégico de Paz del departamento, dos procesos que nacen
de la misma experiencia de construcción y visión de la paz, aunque situados
en ámbitos diferentes – el primero desde la participación ciudadana y el segundo desde la formulación y sustentación técnico-académica – y que están
igualmente enmarcados en el actual contexto histórico de los Diálogos de Paz
de La Habana y el inminente escenario del posacuerdo, circunstancias ambas
que requieren de una lectura conjunta y complementaria. Finalmente, un tercer documento sobre Pasto como ciudad región, lugar que recopila, agrupa y
expresa las múltiples necesidades del Departamento.
La riqueza de los contenidos de estos documentos refleja la amplia participación comunitaria y la estrategia comunicacional que la hizo posible y visible,
una estrategia de comunicación alternativa y autónoma cuyos protagonistas
fueron periodistas regionales y comunicadores sociales profesionales y empíricos. A su vez, los medios de difusión fueron las emisoras comunitarias e indígenas, los canales locales de televisión y las redes sociales. En el contexto de
estos procesos, la estrategia comunicacional de Agenda de Paz, aún en medio
de múltiples dificultades y limitaciones, se convirtió en un hito, indicándonos
que la comunicación transparente y al servicio de los territorios constituye un
importante músculo para impulsar la construcción de la paz.
La Caja de Herramientas para la Paz se convierte, así, en un legado de y para la
sociedad nariñense a la que pertenece, además de ser un insumo de trabajo
y proyección para que la primera generación de gobernantes del posacuerdo
orienten con decisión las acciones políticas hacia la paz territorial.
LA PAZ TERRITORIAL CON EQUIDAD SOCIAL
El Departamento de Nariño ha sido uno de los más afectados por el conflicto armado que desde hace décadas ha asolado a Colombia: más de 400.000
víctimas, primer lugar a nivel nacional en cultivos de uso ilícito, entre otros
aspectos, hacen que la paz no sólo sea una opción sino una necesidad para
los y las nariñenses.
El nuevo gobierno departamental ha dirigido su gestión y decisiones basado
en la participación e inclusión de la ciudadanía, ejemplo de ello es el PLAN
DE DESARROLLO DEPARTAMENTAL 2016-2019 “NARIÑO CORAZÓN
DEL MUNDO, TERRITORIO PARA EL BUEN VIVIR”, resultado de la colaboración de 31.700 nariñenses, hijos e hijas de este Sur, protagonistas de
su destino, quienes aportaron y validaron una visión compartida de territorio
en 26 encuentros subregionales, 30 encuentros temáticos y 6 encuentros poblacionales. Este recorrido por el departamento deja claro que la Paz se construye a partir de la identificación de necesidades y apuestas, y en este sur de
Colombia encontramos tres propósitos comunes en los que coincidimos y nos
pusimos de acuerdo: Paz Territorial con Equidad Social, Integración Regional y
Crecimiento e Innovación Verde.
La Paz Territorial con Equidad Social debe ser direccionada bajo la construcción directa con la ciudadanía, con acciones concretas que permitan el cierre
de brechas y brinden oportunidades sostenibles y duraderas. En este sentido,
el diálogo con grupos poblacionales y las mesas departamentales ha permitido
el fortalecimiento para la construcción de Paz, generando espacios de toma de
decisiones para dinamizar sus capacidades de liderazgo y dar seguimiento a
las iniciativas de Paz existentes en el Departamento de Nariño.
Desde la Gobernación de Nariño hemos avanzado en este propósito institucionalizando las iniciativas de Paz con la creación de la Subsecretaría de Paz y Derechos
Humanos, así como con la conformación de la Comisión Departamental de Paz.
La población nariñense tiene razones suficientes para persistir en la búsqueda
de caminos que lleven hacia una paz justa y digna. Iniciativas sociales como
Agenda de Paz Nariño, son el resultado de una visión territorial de paz construida con las comunidades encaminada hacia la construcción de una sociedad
más incluyente, el desarrollo integral colectivo y con énfasis en la población
más vulnerada por el conflicto armado.
La Agenda de Paz Nariño, es una apuesta de construcción colectiva basada en
cuatro ejes que servirán de insumo para la formulación de políticas públicas
implementadas a través de una Matriz Estratégica para la construcción de la
Paz Territorial articulada con el Plan de Desarrollo Departamental 2016 – 2019
“Nariño Corazón del Mundo, Territorio para el Buen Vivir”.
Esta Matriz es una iniciativa conjunta de la Gobernación de Nariño y el Programa
de Naciones Unidas para el Desarrollo -PNUD-, que servirá como herramienta
estratégica para la gestión integral del desarrollo en diferentes niveles, a partir de
un ejercicio técnico de formulación de programas y proyectos estratégicos que
permitan implementar acciones de paz con planes de desarrollo a corto, mediano
y largo plazo, asumiendo el enfoque de derechos humanos y enfoque territorial en
el contexto del Desarrollo Humano Sostenible.
El Gobierno departamental llevará a cabo de forma articulada estas iniciativas
emanadas del saber de sus habitantes, y seguirá avanzando en este esfuerzo
colectivo de búsqueda y trabajo constante por lograr una Paz Territorial con
Equidad Social, donde la convivencia, el respeto a la vida y la participación
ciudadana sean emblemas de esta construcción de paz.
“Paz territorial es sinónimo de oportunidades para nuestra gente”
Camilo Romero Galeano
Gobernador del Departamento de Nariño
CONSTRUCCIÓN COLECTIVA DE PAZ
Colombia ha iniciado un camino hacia la paz y la reconciliación sostenible:
después de la etapa de la solución negociada del conflicto armado. El país está
entrando en la fase de construcción de paz desde los territorios.
Las Naciones Unidas y, en particular el PNUD, apoyan una visión de paz territorial e incluyente, una paz construida desde los territorios con amplia participación ciudadana. Por eso hemos contribuido al proceso Agenda de Paz Nariño, que surge de iniciativas territoriales de construcción de paz, potenciando
espacios de diálogo entre autoridades nacionales, autoridades territoriales y
sociedad civil.
Superar las diferencias históricas mediante el diálogo es el gran reto que tienen las regiones y comunidades de Colombia. Uno de los caminos es la ruta de
construcción colectiva de paz que realiza la Agenda de Paz del Departamento
de Nariño, recopilando propuestas que surgen de la participación ciudadana.
Las voces de mujeres y hombres, jóvenes, adultos mayores, población LGTBI,
comunidades afrodescendientes, resguardos indígenas, sectores productivos,
sectores sociales, fuerzas militares, empresarios, víctimas, campesinos, iglesia y representantes del Estado, han sido el insumo para la elaboración de
planes y propuestas encaminadas a la construcción de ese proyecto de nación
que quieren las y los colombianos.
«Estamos resueltos a poner fin a la pobreza y el hambre en todo el mundo de aquí
a 2030, a combatir las desigualdades dentro de los países y entre ellos, a construir
sociedades pacíficas, justas e inclusivas, a proteger los derechos humanos y promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, y a garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales”»
La Asamblea General de la ONU 2015
Agenda de Paz Nariño es un aporte a la construcción de paz en Colombia por
las valiosas contribuciones hechas por cada uno de las y los habitantes de los
municipios y territorios participantes. Es de resaltar que las comunidades han
expresado en cada momento la voluntad de participar de manera activa y no
solo de implementar algo que otros han decidido; esto es un ejemplo de participación transformadora y de movilización ciudadana en pro de un momento
único e histórico del país.
La población de Nariño, tan golpeada por la violencia ha demostrado una creciente resiliencia y una admirable capacidad propositiva, así como un alto grado de
creatividad e innovación. La Agenda de Paz es una muestra de que esta población
será la protagonista de la construcción de paz, al tiempo que se erige como una
oportunidad única para acelerar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS) definidos en la Agenda 2030 adoptada por La Asamblea General
de la ONU, en particular el objetivo N° 16 “Paz, justicia e instituciones fuertes”.
Arnaud Peral
Director de País
PNUD - Colombia
Fotografía: Felipe Andrés Herrera
contenido
Pag.
Recorrido de la ruta constructora de paz por el
Departamento de Nariño
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Aportes desde las subregiones a la construcción de paz territorial
23
SUBREGIÓN PIE DE MONTE COSTERO
- Reconstrucción de la tradición, memoria, convivencia, imaginarios
y representaciones del pueblo nariñense
- Justicia transicional, memoria y reconciliación
- Reparación integral a las víctimas
- Reinserción de la población excombatiente
- Educación pertinente con calidad y cobertura
- Autonomía, soberanía y seguridad alimentaria
- Desarrollo rural integral y pertinente de las comunidades étnicas
- Gobernabilidad y gobernanza regional para la paz
28
SUBREGIÓN SANQUIANGA
- Reconstrucción de la tradición, memoria, convivencia, imaginarios
y representaciones del pueblo nariñense
- Justicia transicional, memoria histórica y reconciliación
- Mujeres víctimas y enfoque de género de la reconciliación
- Reparación integral a las víctimas
- Reinserción de la población excombatiente
- Desminado humanitario
- Educación pertinente, propia con calidad y cobertura
- Desarrollo rural integral con enfoque territorial y diferencial
- Sustitución de cultivos ilícitos para la reconstrucción
del tejido social
- Biodiversidad y conservación del ambiente natural para la paz
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SUBREGIÓN TELEMBÍ
- Reconstrucción de la tradición, memoria, convivencia, imaginarios
y representaciones del pueblo nariñense
- Justicia transicional, memoria y reconciliación
- Reparación integral a las víctimas con enfoque de género
- Reinserción de la población excombatiente
- Garantías de acceso y goce efectivo de los derechos sociales
para una vida digna
- Educación pertinente, propia, con calidad y cobertura
- Desarrollo rural integral con enfoque territorial y diferencial,
ordenamiento propio del territorio
- Autonomía, soberanía y seguridad alimentaria
- Desarrollo rural integral y pertinente de las comunidades étnicas
- Producción alternativa a la minería
- Gobernabilidad y gobernanza regional para la paz
- Control social a la gestión pública
SUBREGIÓN PACIFICO SUR
- Reconstrucción de la tradición, memoria, convivencia, imaginarios
y representaciones del pueblo nariñense
- Justicia transicional, memoria y reconciliación
- Reparación integral a las víctimas
- Reinserción de la población excombatiente
- Educación pertinente con calidad y cobertura para la familia y la paz
- Desarrollo integral con enfoque territorial y diferencial
- Ordenamiento propio del territorio, desarrollo rural integral,
acceso a la tierra y a los medios de producción para la paz
- Sustitución de cultivos ilícitos para la reconstrucción
del tejido social
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- Biodiversidad, conservación y restauración ecológica
de los ecosistemas naturales para la paz
- Participación política y Gobernabilidad
SUBREGIÓN EXPROVINCIA DE OBANDO
- Reconstrucción de la tradición, memoria, convivencia, imaginarios
y representaciones del pueblo nariñense
- Reinserción de la población excombatiente
- Educación pertinente con calidad y cobertura
- Educación pertinente, propia con calidad y cobertura
- Desarrollo rural integral para La paz; con enfoque territorial,
diferencia y ordenamiento propio del territorio
- Biodiversidad y conservación del ambiente natural para la paz
- Gobernabilidad y gobernanza regional para la paz
- El respeto de lo público en función del bien común y fortalecimiento
de la institucionalidad
SUBREGIÓN GUAMBUYACO
- Reconstrucción de la tradición, memoria, convivencia, imaginarios
y representaciones del pueblo nariñense
- Justicia transicional, memoria y reconciliación
- Reinserción de la población excombatiente
- Educación pertinente con calidad y cobertura para la paz y la convivencia
- Desarrollo integral con enfoque territorial y diferencial
- Ordenamiento propio territorial
- Producción alternativa a la minería
- Fortalecimiento institucional, gobernabilidad, gobernanza y control
social a la gestión pública
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SUBREGIÓN DE JUANAMBÚ
- Reconstrucción de la tradición, memoria, convivencia, imaginarios
y representaciones del pueblo nariñense
- Reconciliación
- Reinserción población excombatiente
- Aportes desde el sector público y privado a los procesos de reintegración
- Justicia transicional y Derechos de las Víctimas
- Soluciones integrales a los problemas del agro
- Equidad de género para superar las desigualdades en la tenencia
de la tierra, distribución del trabajo e ingresos
- Impulso de la productividad sobre la base del respeto a la biodiversidad,
la conservación y sostenibilidad
- Educación para una cultura de paz
- Fortalecimiento de la institucionalidad
- Percepciones territoriales sobre los diálogos de paz
SUBREGIÓN DE RÍO MAYO
- Reconstrucción de la tradición, memoria, convivencia, imaginarios
y representaciones del pueblo nariñense
- Justicia transicional y derechos de las víctimas
- Reformas exigidas al Estado para una vida digna en paz
- Soluciones propuestas por la subregión ante la problemática
del sector agropecuario
- Planes integrales de sustitución de cultivos ilícitos:
Una nueva vocación del territorio
- Equidad de género para superar las desigualdades
en la tenencia de la tierra, distribución del trabajo e ingresos
- Impulso de la productividad sobre la base del respeto
a la biodiversidad, la conservación y sostenibilidad
- Educación para una cultura de paz
- Cultura ciudadana para la paz
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SUBREGIÓN LA SABANA
- Reconstrucción de la tradición, memoria, convivencia, imaginarios
y representaciones del pueblo nariñense
- Justicia transicional, memoria, reconciliación y reparación integral
a las víctimas
- Reinserción de la población excombatiente
- Educación pertinente con calidad y cobertura
- Desarrollo integral con enfoque territorial y diferencial
- Fortalecimiento de la institucionalidad rural y la asociatividad
en marcos autónomos, de soberanía y seguridad alimentaria
- Gobernabilidad y gobernanza regional para la paz
- Fortalecimiento de la institucionalidad
SUBREGIÓN CENTRO
- Reconstrucción de la tradición, memoria, convivencia, imaginarios
y representaciones del pueblo nariñense
- Reparación integral a las víctimas
- Reinserción de la población excombatiente
- La familia y la educación para la paz y la convivencia
- Desarrollo integral con enfoque territorial y diferencial, ordenamiento
propio del territorio y desarrollo rural integral para la paz
- Sustitución de cultivos ilícitos para la reconstrucción
del tejido social
- Fortalecimiento de la institucionalidad rural y la asociatividad
- Infraestructura para el desarrollo y la paz
- Turismo sostenible como alternativa de Paz
- Gobernabilidad y gobernanza regional para la paz
- Control social a la gestión pública
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SUBREGIÓN OCCIDENTE
- Reconstrucción de la tradición, memoria, convivencia, imaginarios
y representaciones del pueblo nariñense
- Justicia transicional, memoria, verdad y reconciliación
- Reinserción de la población excombatiente
- Educación pertinente con calidad para la familia y la convivencia
- Desarrollo integral con enfoque territorial y diferencial
- Desarrollo rural integral para la paz
- Sustitución de cultivos ilícitos para la reconstrucción
del tejido social
- Gobernabilidad y gobernanza regional para la paz
SUBREGIÓN COORDILLERA
- Reconstrucción de la tradición, memoria, convivencia, imaginarios
y representaciones del pueblo nariñense
- Justicia transicional, memoria y reconciliación
- Reparación integral a las víctimas
- Reinserción de la población excombatiente
- Desminado humanitario
- Educación pertinente con calidad y cobertura
- Desarrollo integral con enfoque territorial y diferencial
- Sustitución de cultivos ilícitos para la reconstrucción
del tejido social
- Desarrollo rural integral y pertinente en comunidades étnicas
y conservación de la biodiversidad para la paz
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SUBREGIÓN DE ABADES
- Reconstrucción de la tradición, memoria, convivencia, imaginarios
y representaciones del pueblo nariñense
- Justicia transicional, memoria y reconciliación
- Recuperación de la memoria histórica como construcción de paz
- Reinserción de la población excombatiente
- Desminado humanitario
- Pedagogía la paz
- El ABC de la educación
- Desarrollo integral con enfoque territorial y diferencial
- Alternativa a los cultivos ilícitos
- Desarrollo rural integral y pertinente de las comunidades étnicas
- Gobernabilidad y gobernanza regional para la paz
- Percepciones territoriales sobre los diálogos de paz
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NARIÑO QUIERE LA PAZ, NARIÑO NECESITA LA PAZ - RUTA
CONSTRUCTORA DE PAZ POR EL DEPARTAMENTO 13 SUBREGIONES
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Lista de gráficos
Agradecimientos
173
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RECORRIDO DE LA RUTA
CONSTRUCTORA DE PAZ
POR EL DEPARTAMENTO
DE NARIÑO
Por la amplia experiencia de sus ciudadanos y ciudadanas así
como por la riqueza de la movilización social no-violenta para la
construcción de paz, el departamento de Nariño es un referente
para el resto del país. A partir de esta larga tradición de procesos
reivindicativos y emancipatorios, la amplia participación de sus
habitantes, la lucha por causas sociales justas y la búsqueda de
soluciones a sus diferentes problemáticas, surge una iniciativa
como la Ruta Constructora de Paz, la cual busca transformar
esta lucha en un movimiento capaz de proponer alternativas de
solución a las diferentes problemáticas de la región.
20
Este documento retoma dos lecturas hechas por diferentes actores de la
región. Por un lado, una lectura sobre la dinámica del conflicto social y armado y sus expresiones en el territorio; y por otro, las propuestas que, en
ese marco, se han dialogado y discutido desde una visión territorial, en torno
a las estrategias para la construcción de una paz digna y duradera para la
población nariñense.
Es innegable reconocer la favorabilidad que el entorno político del país representa para la paz territorial, los diálogos que se vienen adelantando en
La Habana entre el Gobierno Nacional y las FARC, la exploración de conversaciones de paz con el ELN, la movilización social legítima y justa de
campesinos e indígenas y la movilización ciudadana en favor del proceso
de paz. En este panorama, la construcción de paz se hace necesaria desde
la base del reconocimiento de cada uno de los territorios, a través de un diálogo subregional de cara a la realidad del departamento. Así, pues, se presentan aquí los aportes de cerca de cuatro mil nariñenses que participaron
del proceso conjunto y colectivo de construcción de la reconciliación, desde
las siguientes consideraciones:
- La construcción de la paz es responsabilidad de la sociedad civil, sin
exclusión de ninguno de sus actores, especialmente de aquellos que, incluso en medio de la violencia, optaron por tratar de transformar positivamente los conflictos por medios pacíficos a través de diversas estrategias.
- La paz se construye desde los territorios; tanto la concepción como
la ejecución de las políticas públicas para construir la paz deberán ser
fruto de la concertación y el diálogo nación-región; además, la re­gión
debe incluir la visión político-territorial que tienen los y las nariñenses
como constructoras y actores responsables de la paz.
21
Propósito colectivo
Animar un dialogo abierto en espacios plurales con la
participación de múltiples actores
Con el fin de visualizar al departamento de Nariño como
un territorio en construcción de paz, con propuestas
desde múltiples miradas y desde el sentir nariñense
Este documento es el resultado de la sistematización de 62 encuentros municipales1 realizados en el Departamento, los cuales reflejan la cotidianidad y
los invaluables aportes de hombres y mujeres que, a pesar de las profundas
secuelas que deja el conflicto social y armado, le apuestan a un Nariño en paz.
Se incluyen aquí, los aportes de los y las participantes en cada uno de los territorios, sus vivencias, relatos, narraciones y arraigo cultural, preservando el
lenguaje propio de los habitantes de cada municipio, región o subregión y las
visiones en la perspectiva de paz para la consolidación de un proyecto regional
que prepare a la población nariñense para un escenario de posacuerdo, desde
la realidad y diversidad subregional.
En este proceso, que se llevó a cabo en las 13 subregiones del departamento,
participaron cerca de cuatro mil nariñenses, con la convicción de que la paz es
una tarea conjunta, permanente e impostergable, que se construye desde los
territorios como una apuesta para un mejor futuro.
1
Se realizaron 62 encuentros en igual número de municipios, teniendo en cuenta que la
división político-administrativa del Departamento de Nariño contempla 64 municipios.
22
APORTES DESDE LAS
SUBREGIONES A LA
CONSTRUCCIÓN DE
PAZ TERRITORIAL
En el recorrido por el Departamento, la Ruta detectó que las comunidades coinciden en cuatro problemáticas que deben ser
resueltas para encausar el camino hacia la paz:
Salud
Participación política
Reconstrucción del tejido social
Garantías de acceso y goce efectivo de los derechos
sociales para una vida digna
23
Salud
La transición desde el conflicto hacia la paz
requiere de una revisión y un ajuste integral
de los derechos económicos, sociales y culturales, entre ellos el derecho a la salud, el
cual debe reconocerse como un fundamental para el desarrollo de una sociedad, pues
es uno de las condiciones básicas para una
vida digna.
Las comunidades nariñenses manifestaron
que un activo de paz sería la inversión en un
sistema de salud pública que ayude a mitigar
el impacto de los abu­sos cometidos durante
el conflicto armado; esto llevaría, a su vez, a
que las políticas públicas en materia de salud aporten sustan­cialmente a los procesos
de reconciliación. Se propone, además, que
este sistema de salud tenga un enfoque diferencial e intercultural que permita la articulación y diálogo de saberes tradicionales,
ancestrales y científicos, teniendo en cuenta
las caracte­rísticas del territorio
24
Participación
política
La población nariñense considera que uno
de los mayores retos en el posacuerdo es la
construcción de espacios de diálogo entre
la ciudadanía y los representantes políticos,
a través de la promoción de una cultura de
transparencia y la implementación pedagógica de procesos de control social que fortalezcan el sentido de pertenencia por los bienes
públicos. Se requieren campañas comunicativas permanentes, que visibilicen los efectos
de la corrupción e involucren activamente a la
comunidad en la construcción de una cultura
de paz.
Al respecto, también se reconoce la importancia de la educación formal en cultura ciudadana desde los niveles básicos. Estos procesos formativos deberán incluir elementos de
ciudadanía activa, liderazgo, respecto por lo
público, ética y política.
Reconstrucción
del tejido social
Existe consenso en que el perdón es un elemento indispensable para alcanzar la paz. Es
necesario, que las partes involucradas en el
conflicto trabajen en un proceso de reconciliación, cambio de relaciones entre los miembros
de la comunidad y grupos sociales, así como
en procesos que conlleven al fortalecimiento
del tejido social, así como el restablecimiento
o la construcción de la confianza en el Estado.
Para la reconstrucción del tejido social se propone trabajar desde cinco principios: igualdad, tolerancia, respeto, libertad e inclusión,
reflejados en la formación integral, en las relaciones entre los miembros de la familia y
en el reconocimiento de derechos y deberes
como elementos ordenadores que facilitan la
vida social y colectiva. De igual forma, se debe
trabajar desde la concientización de cada individuo y de las colectividades sobre su contexto
social, para así fortalecer la participación de
las comunidades en procura de encontrar soluciones a las necesidades latentes que afectan a los habitantes del territorio.
25
Garantías de acceso
y goce efectivo de los
derechos sociales para
una vida digna
Las comunidades participantes coinciden en que el devenir histórico del departamento se ha visto influenciado por la crisis social y el conflicto interno, los
cuales pueden ser explicados, en gran medida, por la incapacidad de las clases
dirigentes para desarrollar procesos incluyentes, razón por la que se puntualiza
en la necesidad de políticas públicas que establezcan las condiciones para
el buen vivir en el territorio, a través de estrategias integrales, sustentables,
sostenibles e incluyentes, sobre la base del reconocimiento de las personas en
condiciones de igualdad respecto a su dignidad humana.
El proyecto de una vida digna para los y las nariñenses se ha desdibujado en
gran parte porque no existe equilibrio entre el cumplimiento de los deberes y el
ejercicio de los derechos, generando condiciones de inequidad social. El Estado
debe ser garante para proteger la dignidad e integridad humana, desarrollando
las políticas públicas que incidan favorablemente en la vida diaria de las personas. La garantía para una paz estable y duradera debe iniciar con la atención de
las necesidades básicas en materia de salud, vivienda, educación, alimentación,
acceso a los servicios públicos de calidad y protección del ambiente.
Entendiendo que la dignidad es uno de los pilares fundamentales para la paz,
las comunidades proponen al gobierno, en todos sus niveles, que se construyan
políticas públicas encaminadas a generar cambios estructurales que a su vez
mejoren las condiciones de vida en los territorios en un marco de justicia social,
protección, respeto por los derechos humanos y construcción participativa.
26
VIDA DIGNA
Figura 1: Propuesta de las comunidades en torno a un nuevo modelo
económico garante de derechos e
incluyente
27
SUBREGIÓN
PIE DE MONTE
COSTERO
• EL ICV (Índice de Calidad de
Vida) es de 53%.
• El desplazamiento por municipios receptores fue de 3.604.
• Personas y por municipios
expulsores de 5.000.
• En el sector agropecuario se
destacan los cultivos de plátano,
caña panelera y otros secundarios como yuca, café, frijol, papa
en las partes más altas y frutas
en general.
28
ÍNDICE DE
NECESIDADES
BÁSICAS
INSATISFECHAS
NBI ES DE 59%
POBLACIÓN
25.428 HAB.
CORRESPONDE
AL 1.53%
DEL DPTO.
• 3.624 están ubicados en
el sector urbano y 21.804
en el sector rural.
• Compuesto por 17.668
indígenas y 171 afrocolombianos.
52% HOMBRES
48% MUJERES
En el encuentro de Agenda de Paz Nariño con las comunidades de los municipios de Ricaurte y Mallama se abordaron los siguientes temas, como aportes
fundamentales desde el territorio a la paz de Nariño:
Reconstrucción de la tradición,
memoria, convivencia, imaginarios y representaciones del
pueblo nariñense
La comunidad indígena Awá, asentada en la subregión del Pie de Monte Costero
(Municipio de Ricaurte) afirma que su mayor contribución a la construcción de paz
es el “fortalecimiento de usos y costumbres ancestrales” además de su afán por “proteger, rescatar y respetar el territorio ancestral desde su espiritualidad y cosmovisión”.
La funcionalidad de instituciones tradicionales como el consejo, las asambleas,
las mingas, y la proyección y fortalecimiento de las autoridades e instancias de
decisión en materia de justicia (como los cabildos mayores y los gobernadores), se convierten en las principales estrategias para la resignificación gradual
del sistema de normas, pautas, reglas, y demás elementos necesarios para
regular su forma de vida. Por lo tanto, lo que se denomina la Ley de Origen, es
el punto de partida del posacuerdo. El cumplimiento de la Ley de Origen y el
fortalecimiento de la justicia propia y de las estructuras para ejercer autoridad,
representación (Mesa autónoma), decisión, control y regulación social son,
para esta comunidad, estrategias de autoprotección.
Por otro lado, el uso tradicional que desde tiempos ancestrales se hace de los
elementos de la naturaleza que constituyen el territorio, es otro elemento fundamental para el pueblo Awá en el marco de la Ley de Origen, ya que representa un ejercicio de la autonomía y la autodeterminación indígena, garantizando
sus prácticas tradicionales, la vida digna y la pervivencia.
En la subregión del Piedemonte Costero existe un acumulado de potencialida­
des desde la cultura, la historia, el patrimonio y la memoria de los pueblos que,
viniendo de raíces originarias, constituye la base fundamental para la construcción de paz a través de las prácticas culturales y las tradiciones que permiten la pervi­vencia en el tiempo y en el espacio.
29
Justicia transicional, memoria
y reconciliación
Es necesario en este punto reconocer la afectación que el conflicto ha ocasionado en el pueblo Awá y las comunidades campesinas del
Pie de Monte costero a lo largo de la historia,
afectación que ha llegado a tal punto que hoy
se desarrolla un plan de salvaguarda, ya que
debido a las masacres, asesinatos colectivos,
desapariciones y desplazamiento forzado, se
ha desencadenado un proceso de posible extinción de la población Awá, además de que estos hechos victimizantes han causado grandes
afectaciones de tipo humanitario y psicosocial
en el territorio.
30
subregión pie de monte costero
La reconstrucción de vínculos de solidaridad,
convivencia y reconciliación entre víctimas,
desmovilizados y comunidad en general, son
pilares para la construcción de paz. Como ejercicio de resiliencia y práctica restaurativa se
propone, desde esta subregión, la creación de
espacios para aprender a escuchar y concertar
con las personas que se reintegrarán a la vida
civil, a través del fortalecimiento de las comunidades en procesos de perdón y reconciliación y
con el acompañamiento de los Consejos Municipales de Construcción de Paz2.
2
Los Consejos Municipales de Paz son espacios propuestos por
la Agenda de Paz para facilitar la interlocución entre los municipios y el departamento en materia de construcción de paz.
Reparación integral
A LAS VÍCTIMAS
Para los indígenas Awá la repara­ción no puede verse como una indemnización en dinero,
pues su principal objetivo es el respeto y la defensa de su territorio, el re­torno en iguales o
mejores condiciones a sus sel­vas y montañas
y la garantía de no repetición de los hechos
victimizantes.
Para el territorio ancestral, es de gran importancia la implementación, por parte de las autoridades competentes, de mecanismos idóneos que permitan el reconocimiento de las
víctimas a través de la inclusión en el Registro
Único de Víctimas RUV, con el fin de garantizar
el goce efectivo de sus derechos y las garantías para resarcir los daños ocasionados en el
marco del conflicto armado. De igual manera,
la sensibilización y promoción de la memoria
histórica como acto simbólico y escenario de
reconciliación.
Las víctimas proponen una efectiva inclusión
en la vida social, política y comunitaria que deberá al mismo tiempo generar oportunidades
de empleo digno, protección para los líderes y
liderezas comunitarias que diariamente reclaman justicia, reparación integral y psicológica
a las víctimas y acompañamiento permanente
por parte del Estado.
ReinSERción
de la población
excombatiente
Las propuestas de la subregión a los procesos
de reintegra­ción a la vida civíl tras la firma del
acuerdo de paz son:
• Articulación entre sectores público
y privado a fin de generar empleo y espacios de formación y reconciliación
para los diferentes actores en proceso
de reinserción.
• Sensibilización a la comunidad para
promover una sana convivencia.
• Atención psicológica, social y económica para la transformación del proyecto
de vida de excombatientes.
• Participación real y efectiva de las víctimas en el diseño e implementación de
los procesos de reconciliación y perdón.
• Implementación de una Cátedra de Paz
en instituciones educativas mediante la
réplica y socialización de experiencias
exitosas de paz y reconciliación, que se
hayan desarrollado en distintos territorios del país.
31
Educación pertinente con
calidad y cobertura
Se considera necesaria una reforma estructural
del sistema educativo, basada en valores para
la formación integral, con calidad humana y enfoque de género y que sea acorde con su cultura, profun­dizando en aspectos como la paz, el
respeto, el civismo y la urbanidad e involucrando al hogar, la escuela y la comunidad, todo lo
cual tiende a garantizar el acceso y permanencia en el siste­ma educativo en todos los niveles.
32
subregión pie de monte costero
Uno de los grandes retos del Gobierno es el
mejoramiento de la calidad educativa con docentes preparados y cualificados para brindar
una formación contextualizada que responda
a las necesidades territoriales desde una perspectiva diferencial y con enfoque de género,
garantizando a las víctimas del conflicto armado el acceso prioritario a los programas académicos de las instituciones educativas.
Autonomía,
Soberanía
y seguridad
alimentaria
La seguridad y la soberanía alimentaria son
conceptos ligados a los principios de territorio,
autonomía, unidad, cultura e identidad. El saber
ancestral presente en el pueblo Awá les indica
los sitios sagrados, dónde y cómo pueden habitar, sembrar y curar; así mismo, la tradición les
ha enseñado cómo cazar y recibir de la tierra los
alimentos adecuados para nutrir y fortalecer el
cuerpo y el espíritu.
Entonces, la seguridad y la soberanía alimentaria se hacen tangibles si se consume lo que se
produce y se dispone de recursos económicos
suficientes provenientes de la comercialización a
precios justos de los excedentes de la producción
que permitan acceder a otros alimentos básicos.
El fortalecimiento de la autonomía y la seguridad alimentaria implica el rescate de los cultivos y técnicas agrícolas ancestrales, apoyadas
en la adaptación de diversas prácticas sostenibles de producción agropecuaria externas.
Para esto, es necesaria la implementación de
proyectos productivos y de conservación de
la biodiversidad a nivel familiar y comunitario,
con su respectiva investigación, financiación,
asesoría técnica, seguimiento, comercialización, formación y capacitación permanente,
reconociendo las particularidades del territorio
y desde una perspectiva diferencial.
Desarrollo
rural integral
y Pertinente de las
comunidades
Étnicas
La población del departamento de Nariño se
concentra mayormente en el sector rural, por
lo cual el desarrollo debe estar relacionado con
la creación de un modelo agropecuario propio
que sea incluyente, equitativo e intercultural y
que sepa incorporarse en los planes de desarrollo municipal y departamental.
Este modelo de desarrollo debe contemplar elementos como la infraestructura vial, la diversificación agrícola y pecuaria y la sostenibilidad
ambiental. Así mismo, implica reconocer las
potencialidades y bondades de los territorios,
a través de procesos de tecnificación y comercialización cuyo fin sea garantizar los derechos
económicos, sociales y culturales de la población campesina.
Cabe resaltar que la aplicación de un modelo
de desarrollo en la subregión requiere de la
vinculación del sector educativo para motivar
de este modo a la población juvenil a que asuman el campo como proyecto de vida, que se
comprometan con el rescate de las semillas
ancestrales y el consumo de productos propios del territorio.
33
Gobernabilidad y gobernanza
regional para la paz
Las comunidades que participaron en el proceso de Agenda de Paz Nariño
plantearon que la democracia, más que un conjunto de leyes y normas, debe
entenderse como la construcción y acatamiento de un conjunto de reglas de
juego que permitan vivir en igualdad de oportunidades y garantizar los derechos fundamentales (así como su restitución cuando han sido violentados).
Esto contribuye a eliminar progresivamente las estructuras que propician la
violencia, lo cual genera a su vez una mayor satisfacción en la población al
conseguir que muchas de sus propuestas sean reconocidas e implementadas,
logrando así mayor identificación y pertenencia al territorio.
En este contexto, la participación ciudadana se convierte en un proceso determinante en la transición de un orden político y puede, potencialmente, generar
movimientos hacia un sistema político y una sociedad más activa y democrática: “sin participación no hay democracia y sin democracia no puede existir un
orden social justo y equitativo”.
Los comportamientos colectivos frente a los procesos de refundación política pue­den construirse, entre otros aspectos, a partir de la estructuración de
imagina­rios sociales a través de los cuales sea posible construir acuerdos que
permitan a las comunidades pensarse y comprometerse con la transformación
de las violencias y con las expectativas de futuro de sus territorios.
La construcción de paz, entendida como un proceso de largo aliento y constante esfuerzo, requiere la generación de espacios donde los distintos actores que
toman decisiones sobre los territorios se encuentren, compartan y dialoguen
para lograr una efectiva articulación y acompañamiento a las comunidades de
base desde el reconocimiento de las experticias y capacidades de acción de las
diferentes instituciones.
34
subregión pie de monte costero
SUBREGIÓN
SANQUIANGA
STA. BÁRBARA DE ISCUANDÉ
OLAYA HERRERA
EL CHARCO
LA TOLA
MOSQUERA
• EL ICV (Índice de Calidad de
Vida) es de 46%.
• El desplazamiento por municipios receptores fue de 24.718
personas y por municipios
expulsores de 44.172
•En el sector agropecuario se
destacan los cultivos de coco,
cacao, plátano, caña de azucar y
frutas tropicales.
ÍNDICE DE
NECESIDADES
BÁSICAS
INSATISFECHAS
NBI ES DE 81%
POBLACIÓN
101.713 HAB.
CORRESPONDE
AL 6.13%
DEL DPTO.
ACTIVIDAD
ECÓNOMICA
• 33.258 están ubicados
en el sector urbano y
68.455en el sector rural.
• Compuesto por 1.778
indígenas y 67.165
afrocolombianos.
52% HOMBRES
48% MUJERES
35
La paz supone la dignificación de las comunidades de nuestro territorio que,
a pesar de las grandes secuelas que ha dejado el conflicto social y armado, se
caracterizan por su vocación pacífica y capacidad de resiliencia, en especial
los habitantes de la Costa Pacífica Nariñense, quienes manifestaron su voluntad para hacer parte del proceso de construcción colectiva de Paz.
La población de la subregión Sanquianga –región caracterizada por la gran
biodiversidad y riqueza de sus tierras–, que a lo largo de la historia ha sufrido
la falta de presencia del Estado y el desarraigo, le dijeron con una sonrisa sí a
la vida digna de sus comunidades.
36
SUBREGIÓN sanquianga
Fotografía: FMCN
Reconstrucción de la tradición,
memoria, convivencia,
imaginarios y representaciones
del pueblo nariñense
La población de esta subregión está comprometida en la recuperación de cultivos ancestrales, así como de las prácticas y rituales comunes a sus orígenes. También consideran
que parte de los terrenos se deben adecuar al
desarrollo de industrias que beneficien a más
habitantes. Restablecer las prácticas culturales de los abuelos y antepasados, serviría como
medio para generar confianza en la población.
Por ejemplo, se pueden recuperar y revivir sitios
como los “mentideros”, que eran espacios de
encuentros donde se intercambiaban experiencias o vivencias en las diferentes veredas.
La ayuda permanente para los resguardos, los
cabildos y la comunidad en general en temas
culturales asociados a tradiciones y modos de
vida propios de la región, serán una constante
para construir la paz en el territorio.
37
Justicia transicional, memoria
histórica y reconciliación
La subregión de Sanquianga le dio un importante significado al proceso de memoria histórica como acto simbólico con las víctimas del
conflicto social y armado y como canal de conexión con los ancianos, con las personas que
habitaban el territorio antes del flagelo de los
cultivos y las drogas ilícitas, pues creen que con
ellos se pueden recuperar las historias, las costumbres y los saberes que mestizos, indígenas
y afrocolombianos solían compartir con alegría
y esperanza. Hoy estos saberes y costumbres se
han perdido o las personas ya no recuerdan por
lo que se hace necesaria su recuperación y su
implementación como activos de paz territorial.
Las instituciones y las víctimas pueden participar en foros, encuentros, talleres y espacios
que reconstruyan las historias que dieron origen al desarraigo; haciendo memoria a través
de espacios culturales como la elaboración de
murales, bailes u obras de teatro que representen las diferentes conflictividades del territorio
y la manera cómo se logró llegar a la solución
para construir la paz tan anhelada.
Las propuestas en relación a la memoria histórica fueron las siguientes:
38
SUBREGIÓN sanquianga
• Creación de espacios radiales que permitan la remembranza de las historias de
vida de las víctimas afros e indígenas en
sus diferentes expresiones o manifestaciones culturales.
• Caracterización real de las víctimas del
conflicto armado.
• Empoderamiento de las comunidades
sobre la ruta de atención a las víctimas
con el fin de evitar la revictimización.
• Veedurías que inspeccionen el cumplimiento de programas e implementación
de la política pública de restitución de tierras y víctimas, sin exclusión alguna.
Teniendo en cuenta lo anterior, la administración departamental debe estar preparada para
abordar adecuadamente los temas de educación, salud y vivienda y así proveer oportunidades a los nuevos pobladores. De forma adicional se requiere crear empleos para la población
ya que en el momento no existen y es el motivo
por el cual hay tanta violencia e incidencia de
los cultivos ilícitos y la conformación de bandas
delincuenciales.
Mujeres víctimas y enfoque de
género de la reconciliación
Construir tejido social para la paz entre hombres y mujeres es una condición
indispensable para consolidar un ambiente real de convivencia y reconciliación; el enfoque de género, tanto desde la perspectiva de derechos como desde
el cumplimiento de los deberes en sociedad, debe concretarse así:
Figura 2: Mujeres - enfoque de género
Hay que resaltar las manifestaciones de las mujeres de la subregión con relación a
las graves afectaciones que han sufrido en el marco del conflicto armado, como la
desintegración familiar a causa del desplazamiento forzado, el reclutamiento forzado, la muerte, la prostitución, la inseguridad, la deserción escolar, el desarraigo territorial, el miedo, la pobreza, el desempleo, la falta de oportunidades para superarse.
En este sentido, también manifestaron que sus apuestas de paz se realizarían
a través de la capacitación periódica en derechos humanos con enfoque diferencial, la creación de asociaciones de mujeres con capacidad de liderazgo y
sentido de pertenencia territorial, la construcción de espacios de participación y
representación femenina fortaleciendo la composición diversa de su identidad.
39
Se debe buscar un cambio social para que la mujer se desarrolle integralmente,
ejerza un liderazgo activo y propositivo en su comunidad valorando la situación
de vulnerabilidad de la que constantemente es sujeta, el impacto diferenciado
que produce el conflicto armado en sus entornos y la priorización de su condición étnica y cultural.
Las normas, reglamentaciones o leyes deben ser traducidas de manera efectiva en hechos y acciones de paz que protejan y ayuden las víctimas del conflicto, pues estos conceptos solo se quedan en el papel o en procesos adelantados
a medias y no llegan a las personas que realmente requieren con urgencia las
atenciones establecidas en la Ley de Víctimas 1448 de 2011.
Otro aspecto a considerar es el arraigado machismo que subsiste en la región. Las desigualdades entre hombres y mujeres han sido permanentes en
las comunidades afro y se puede decir que hay aspectos culturales que hacen
que esta situación se repita de manera sistemática. El machismo y el maltrato
hacia las mujeres son constantes, las violencias silenciosas se hacen presentes en la cotidianidad de sus vidas, con frecuencia asociadas a elevados consumos de alcohol por parte de los hombres, todo lo cual genera lamentables
casos de violencia doméstica y de género.
Es urgente, entonces, darle salida a ese tipo de problemáticas, para lo cual las
mujeres de la región proponen que se realicen procesos de sensibilización y
formación, especialmente a los hombres, en temas de género, igualdad y respeto. Proponen también la creación de escuelas de familias, talleres de sensibilización, énfasis sobre el tema de género en las escuelas, así como también
sobre temas ambientales, de salud y educación.
En este escenario, el modelo educativo juega un papel fundamental y complementario a la educación impartida desde el seno de los hogares: esta debe
apuntarle a evitar que las mujeres y hombres sean víctimas o victimarios, que
se crezca en condiciones de igualdad y de respeto para que las sociedades del
futuro no vivan las mismas dinámicas violentas.
40
SUBREGIÓN sanquianga
Reparación integral a las víctimas
Los habitantes de la región plantean que las
leyes y las políticas sean construidas desde las
propuestas del territorio y teniendo en cuenta
los rasgos, culturas y creencias ancestrales del
mismo, en la búsqueda de mecanismos que
ayuden a la reconstrucción de la verdad y la no
repetición de los hechos victimizantes.
Las víctimas requieren atención prioritaria y
restitución de sus bienes, o al menos que estos
sean reparados de manera económica permitiéndoles volver a sus territorios con garantías de
seguridad; en últimas, se trata de hacer acompañamiento permanente a los afectados por el
conflicto. En esta región de la Costa Pacífica nariñense, las víctimas pueden aportar a la justicia
transicional, al perdón y a la reconciliación de
modo significativo a través de propuestas como:
• Como víctimas de los abusos cometidos en
el pasado, los hombres y mujeres de la región
pueden aportar en la construcción de la ver-
dad, la reparación de las violaciones de derechos humanos y la no repetición.
• Por medio de las reformas constitucionales
se deben buscar los medios para garantizar la
reparación colectiva e individual, tarea en la
que los entes judiciales responsables logren
no solo reparación material sino también moral de los daños causados, incluyendo la petición oficial del perdón a sus víctimas.
• Se debe garantizar la reparación colectiva e
individual con enfoque diferencial, a través de
la incorporación de las propuestas de desarrollo formuladas por las víctimas en los planes
de desarrollo municipales y departamental,
generando compromisos del Gobierno Nacional en el restablecimiento de sus derechos y el
desarrollo de sus proyectos de vida.
• La educación debe servir de mecanismo
para superar la barrera de los conflictos.
41
REINSERCIÓN de la
población excombatiente
La aceptación por parte de la población civil
para recibir y acoger a los y las excombatientes
es una tarea que se debe asumir como etapa
necesaria en la consolidación de una sociedad
articulada y fortalecida. La convivencia y la reconciliación deben jugar un papel preponderante en el posacuerdo; por ello la comunidad
manifiesta estar dispuesta a compartir diferentes espacios y escenarios con personas desmovilizadas, siempre que existan las condiciones
mínimas para que esto sea posible.
Así, se pone de manifiesto que los ciudadanos y ciudadanas en general merecen todos y
todas las mismas oportunidades, siempre que
se cumplan las normas de convivencia que demanda la sociedad. Hay que propiciar un adecuado acercamiento con los y las excombatientes, con el fin de conocer sus opiniones y lograr
puntos de acuerdo que permitan avanzar hacia
un mejor modelo de sociedad.
Otro punto a tener muy en cuenta es que la corrupción ha sido el combustible para la generación de violencia, por lo que se propone que
la política pública de paz tenga una aplicación
42
SUBREGIÓN sanquianga
real y que esté fundamentada y estructurada
a partir de las propuestas de las personas en
proceso de reinserción, esto con el fin de tomar
decisiones que faciliten su proceso de reincorporación a la vida civil.
Las comunidades indígenas, desde su cosmovisión, acogen e involucran a la población excombatiente integrándolos en su proceso nativo,
costumbres y leyes, para lo cual proponen implementar planes de capacitación en derecho
humanitario, en medicina tradicional, en derechos territoriales y en jurisdicción especial con
el fin de facilitar su reinserción.
La comprensión integral de la construcción de
paz debe relacionarse con aquellos factores
que pueden incidir su desarrollo; así pues, la
paz se enraíza desde la educación, en los encuentros culturales, en la memoria y el respeto
por el prójimo, garantizando la inclusión de las
mujeres en las actividades de desarrollo de los
municipios, para que las comunidades lleguen
más rápido al progreso social evitando los enfrentamientos y la violencia.
Desminado humanitario
Los campos minados han dejado muchas víctimas en este territorio, por lo
que es primordial para la comunidad que se pongan en marcha los planes de
desminado humanitario para recuperar la tranquilidad y la posibilidad de aprovechar y hacer productivos sus territorios.
Para reactivar la vida de los territorios que fueron afectados por campos minados, la comunidad plantea:
Figura 3: Integridad
de las comunidades
43
Educación pertinente,
propia, con calidad
y cobertura
Se manifiesta reiteradamente el profundo deseo
de implementar una política pública etnoeducativa que favorezca el desarrollo rural en los diferentes territorios, pero ante todo que respete las
particularidades de cada comunidad; para ello se
propone el estudio e implementación de una reforma constitucional que brinde amplia y efectiva
participación a todos los sectores, especialmente
de la comunidad rural, a partir de currículos pertinentes y contextualizados, y que posibilite así
mismo el acceso a la educación superior.
Los aportantes sintetizan en sus propuestas el
rescate de su cultura, sus valores ancestrales,
los cuales se han perdido, todo lo cual ha llevado a los y las participantes a expresar que “la
pérdida de identidad conduce al pueblo a sumirse en el olvido y eso nos hace ser diferentes”.
Para combatir este olvido, este desarraigo de
las tradiciones, proponen:
• Incidir en los planes de estudios de las
instituciones educativas y ampliar las
perspectivas con carreras tecnológicas
que permitan fortalecer la identidad propia, las prácticas ancestrales y los valores
culturales con equidad de género, mediante la participación activa de la comunidad
educativa, la fuerza pública, y las entidades de la administración municipal.
44
SUBREGIÓN sanquianga
Por su parte, las apuestas de paz de las mujeres respecto a la educación en
una cultura con equidad de género están enfocadas en la construcción de escenarios para ser capacitadas y formadas en ciencias políticas y liderazgo. En
especial las mujeres toleñas3 consideran que sus propuestas de paz pueden
desarrollarse mediante el aporte tanto de universidades públicas y privadas así
como también del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA). Proponen también la participación de distintos sectores sociales que contribuyan a la elaboración e implementación de proyectos y políticas públicas encaminadas a la
consecución de su incidencia y proyección en la vida social y comunitaria del
municipio. Sus planteamientos de construcción de paz territorial se dirigen a
lograr mayor representación y participación como sujetos políticos.
3
Gentilicio de las mujeres del Municipio de La Tola
45
Desarrollo rural integral
con enfoque territorial
y diferencial
A las mujeres de esta subregión, al igual que a las del resto de la zona
Pacífica, se les ha asignado un papel secundario dentro de la sociedad, el
cual se limita exclusivamente a los quehaceres domésticos y al cuidado
de los niños/as. Por esta razón, tienen muchas expectativas con respecto
a lo que el Estado y la sociedad puedan ofrecerles y garantizar en materia
de desarrollo integral; son reiterativas en su deseo de superar la escasez
de oportunidades económicas, debido a los bajos niveles de acompañamiento técnico en la explotación de los recursos del mar, como por ejemplo
conchas y camarón, situación que genera bajos ingresos en las familias y
precariedad en sus vidas.
Así mismo plantean la necesidad de implementar en las instituciones
educati­vas estrategias para el desarrollo humano y social de la juventud;
causa que se lograría con el apoyo integral de las autoridades.
El objetivo de sus propuestas consiste en la generación de oportunidades
de empleo para su desarrollo humano a través de la consolidación de
la autonomía económica para asegurar su mínimo vital y la creación de
alternativas para minimizar los efectos de la insatisfacción de sus necesidades básicas; de este modo podrían incluso aportar a la economía local.
46
SUBREGIÓN sanquianga
En ese sentido proponen:
Figura 4. Propuesta de
Desarrollo Rural Integral
Las comunidades étnicas, mayoritarias en este territorio, reclaman un trato
diferencial en la proyección del desarrollo rural, desde una concepción propia
que recupere e impulse sus costumbres y prácticas agropecuarias y de la mano
de una tecnificación que las complemente pero no las suplante. Capacitar a los
y las habitantes en la tecnificación de sus experiencias agrícolas ancestrales
puede generar las condiciones de bienestar que esta práctica proporciona a
las comunidades en general.
47
Es importante tener alternativas en la región
para que la población no se desplace a las
ciudades principales en busca de oportunidades de empleo, abandonando las familias y las
tierras productivas por falta de conocimientos
para la explotación y comercialización de los diferentes productos que se dan en el territorio,
como el cacao, el plátano y las frutas tropicales.
Hoy en día, la subregión insiste en crear una
política pública de Reforma Agraria que brinde
bienestar a la población, sin discriminación, exclusión y olvido frente a sus problemáticas y las
necesidades sentidas del campo. Es pertinente
implementar procesos de siembra, transformación y comercialización de productos ancestrales y tradicionales en diferentes líneas: forestales, agroforestales, pecuarias y ecoturísticas.
Este proceso se haría a través de la creación de
microempresas que contribuyan al acceso de
mercados a nivel nacional e internacional con
la colaboración de organismos gubernamentales y no gubernamentales.
Los habitantes deben tener confianza en su
territorio para lograr desarrollar las iniciativas
de producción, el aumento de la productividad
fortaleciendo el cultivo de productos para el
autoconsumo y la garantía de una soberanía
alimentaria que permita la supervivencia de los
campesinos y sus familias en condiciones de
vida digna y lograr de este modo la satisfacción
en la promoción de los derechos colectivos.
48
SUBREGIÓN sanquianga
Sustitución de cultivos ilícitos
para la reconstrucción
del tejido social
La sustitución de cultivos ilícitos por cultivos legales se puede establecer en la región
con la creación de granjas dedicadas a los proyectos productivos y de emprendimiento campesino, siempre y cuando existan las garantías de mercado con precios
justos, posibilitando condiciones de vida digna para las familias campesinas.
Los cultivos ilícitos se han convertido en uno de los grandes problemas de la
Costa Pacífica nariñense, poniendo en situación de ilegalidad a muchas familias campesinas, situación que puede enfrentarse teniendo en cuenta las
siguientes consideraciones de la comunidad:
• Impulsar proyectos productivos de cultivos tradicionales de la zona (cacao, arroz,
plátano, árboles maderables, fríjol, coco, papa china, yuca, pesca y ganadería).
• Implementar una política pública incluyente, que busque rescatar la cultura, las vivencias y las costumbres propias del Pacífico Nariñense, con el
propósito de conservar y proteger las tradiciones orales y escritas.
• Reconstruir la historia Afro–Indígena, para incentivar la pertenencia de lo
nativo en todos los grupos etarios (niños, adolescentes, jóvenes).
Para que esto se materialice, los pobladores deben asociarse creando microempresas que produzcan los bienes de consumo y de uso que la población necesita; las ayudas estatales deben ser prioritarias y adecuadas a cada
territorio evitando la intermediación. La capacitación a las comunidades, así
como nuevos estudios de tierras cultivables son de mucha importancia en este
proceso. Se deben vincular a los cultivadores y se requiere enseñar en las instituciones educativas el manejo de los cultivos legales y los beneficios para la
población. Si el gobierno ayuda de manera permanente, la población acepta
los cambios que se proponen.
49
Biodiversidad y conservación
del ambiente natural para la paz
Sanquianga se caracteriza por su alto potencial en materia de biodiversidad;
por lo tanto, todos los programas que se implementen en materia de desarrollo
deben estar impregnados de un espíritu conservacionista. El cuidado del medio
ambiente es precario debido a la poca tecnificación y a la falta de acompañamiento en los procesos de pesca o de cultivo. De igual manera, las situaciones
de aseo y saneamiento ambiental en todos los municipios están muy deterioradas; la falta de conocimiento y sensibilización frente a temas como reciclaje,
reutilización y disminución de consumo, ha llevado a la que en la comunidad
exista una alta presencia de roedores, insectos y vectores producidos por la
elevada acumulación de desperdicios y basuras de todo tipo en las calles y ríos.
Son las instituciones quienes deben ayudar a proteger las reservas y apoyar
a la población con planes de sensibilización y cuidado ambiental. Se deben
generar estrategias para el aprovechamiento de los residuos sólidos y aguas
residuales, generando nuevas fuentes de ingresos y mitigando el impacto ambiental en el territorio.
La explotación de los recursos naturales, como madera y minerales, debe ser
controlada para minimizar los daños ecológicos; la población debe beneficiarse de estos procesos y no ser desplazada de sus territorios por compañías
nacionales o extranjeras.
50
SUBREGIÓN sanquianga
SUBREGIÓN
TELEMBÍ
• EL ICV (Índice de Calidad de
Vida) es de 49%.
• El desplazamiento municipios
receptores fue de 10.928
personas y por municipios
expulsores de 27.682
•En el sector agropecuario se
destacan los cultivos de arroz,
cacao, platano y frutales.
ÍNDICE DE
NECESIDADES
BÁSICAS
INSATISFECHAS
NBI ES DE 76%
POBLACIÓN
74.581 HAB.
CORRESPONDE
AL 4.49%
DEL DPTO.
ACTIVIDAD
ECÓNOMICA
• 19.497 están ubicados
en el sector urbano y
55.084 en el sector rural.
• Compuesto por 5.200
indígenas y 48.156 afro
colombianos.
52% HOMBRES
48% MUJERES
51
Fotografía: Cristina Aza
Reconstrucción de la tradición,
memoria, convivencia,
imaginarios y representaciones
del pueblo nariñense
El mejoramiento de la convivencia ciudadana y la conservación de la identidad
cultural como aporte para la construcción de la paz, mediante el fomento de
los principales valores trasmitidos ancestralmente y prácticas diarias favorables en cada sector de la comunidad, es el máximo patrimonio que tiene la
subregión para aportar al posacuerdo.
52
SUBREGIÓN TELEMBÍ
A este respecto, se proponen reglas claras que garanticen la convivencia pacífica de toda la comunidad. El carácter especial de la Ley de Origen en el pueblo
Awá es, en primera instancia, la herramienta para el respeto de la pervivencia
como pueblos indígenas en sus territorios ancestrales y el reconocimiento de
su naturaleza y dinámica cultural. El fortalecimiento de la Ley de Origen, la justicia propia y las estructuras para ejercer autoridad, representación, decisión,
control y regulación social, son para el pueblo Awá estrategias de convivencia
y autoprotección.
Se considera que la paz será posible cuando todas las personas y comunidades tengan oportunidades para hacer uso de las libertades individuales y
colectivas. Para el pueblo Awá el marco regulador es la Ley de Origen, que
es “todo aquello que nos permite garantizar nuestra permanencia cultural como
pueblo indígena; es el principio de la existencia espiritual desde la cual se legisla
todo en armonía, es decir, el mundo espiritual que transforma y armoniza nuestra
vida en el territorio, garantizado el ordenamiento correcto de la vida de cada uno
de nosotros como Inkal Awá”.
Al respecto, la comunidad propone lo siguiente:
• Participar en encuentros y concursos nacionales como El Petronio Álvarez, para rescatar tradiciones como la marimba, el cununo, el bombo,
el wasa, la maraca, desde la formulación de proyectos gestionados ante
el Ministerio de Cultura.
• Restablecer las prácticas ancestrales orientadas de manera significativa al mejoramiento de la convivencia ciudadana, mediante la ejecución
de un plan que contenga actividades como: encuentros interculturales
con comunidades afrocolombianas y comunidades indígenas existentes en el territorio, intercambio de semillas, asistencia técnica integral y
asambleas comunitarias.
53
Justicia transicional, memoria
y reconciliación
Frente a la construcción de la memoria histórica en pro de la construcción de
paz, las comunidades consideran importante:
Figura 5. Memoria
y Reconciliación
54
SUBREGIÓN TELEMBÍ
Reparación integral A LAS víctimas
con enfoque de género
Las mujeres del Pacífico nariñense han sido, en su mayoría, víctimas directas o
indirectas del conflicto armado, por lo que su participación en los diálogos de
paz y en el posacuerdo es determinante para proponer estrategias y acciones
que garanticen el fin del conflicto armado con justicia social, equidad y oportunidades para todas las personas. El rol de las mujeres de la región del Telembí
es crucial al momento de considerar las medidas atinentes a la aplicación de
la justicia transicional y la búsqueda de espacios de perdón y de reconciliación.
De acuerdo con la discusión colectiva que parte de reconocer que la Ley de Víctimas
y Restitución de tierras presenta falencias y vacíos, los derechos humanos y la reparación integral de las víctimas del conflicto armado pueden garantizarse a través de:
Figura 6. Reconocimiento
de la población excombatiente
55
Es necesario que las víctimas sepan que la reparación económica no es la única
forma de reparación a la que tienen derecho; es indispensable que las mujeres
y la población infantil se empoderen a través de capacitaciones para acceder a
todos los programas incluidos en la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras (Ley
1448 de 2011), como son los proyectos productivos y las oportunidades laborales para sustentabilidad de las comunidades. Sin embargo, hay que recalcar
que es necesaria también una reparación simbólica, lo que significa conocer la
verdad de los hechos victimizantes a los que fueron sometidas.
56
SUBREGIÓN TELEMBÍ
REINSERCIÓN de la
población excombatiente
La comunidad de la subregión Telembí está dispuesta a compartir escenarios con la población excombatiente, siempre y cuando exista respeto por
la autonomía de sus territorios, pues solo así podrán promover en conjunto
procesos de desarrollo e incidencia social de manera pacífica y democrática.
57
Fotografía: FMCN
En ese sentido, proponen la apertura de espacios de diálogo para generar
confianza entre las partes y aportar a la construcción de escenarios de reconciliación, desarrollando procesos de sensibilización, capacitación y formación para acoger a la población excombatiente, consolidando una red de
apoyo interinstitucional, fomentando valores de perdón, tolerancia y comprensión para evitar la discriminación hacia la población excombatiente, asegurando la atención integral y el apoyo psicosocial para que esta población
no vuelva a retomar las armas, favoreciendo de esa manera la reconstrucción
de su proyecto de vida y la potencialización de sus habilidades y destrezas
para poder realizarlo. Así mismo, se propone definir estrategias de participación de esta población mediante la realización de labores comunitarias y
sociales, encuentros culturales y deportivos, de manera articulada entre la
Alcaldía Municipal, ICBF, la Iglesia y las organizaciones sociales y comunitarias del territorio.
Otra estrategia que puede facilitar la reinserción de los y las excombatientes
es la creación de una mesa de perdón y reconciliación encabezada por ellos y
ellas donde se trabaje con las comunidades; para ello se recomienda la realización de talleres y charlas dirigidas a la comunidad, con profesionales idóneos,
en barrios, veredas e instituciones educativas vinculando a la Comisaría de
Familia y otras instituciones estatales.
Figura 7. Espacios
de diálogo entre sectores
58
SUBREGIÓN TELEMBÍ
Garantías de acceso y goce
efectivo de los derechos
sociales para una vida digna
59
Educación pertinente, propia,
con calidad y cobertura
La educación es una parte importante en el proceso permanente de construcción de paz territorial y debe ser impartida o implementada desde tres principios: 1. Diálogo entre saberes y sin distinciones ni jerarquías; 2. Praxis;
traducida en actividades que permitan “aprender construyendo”. 3. Comprensión de la realidad y la historia para transformarla.
De este modo, la comunidad de la subregión Telembí, plantea las siguientes
iniciativas:
Figura 8. Educación
Pertinente
60
SUBREGIÓN TELEMBÍ
Por otro lado, reconocer el papel socializador de
las instituciones educativas implica dimensionar la verdadera magnitud de la formación impartida en las mismas; esta formación debe ser
abordada como un medio que facilite el conocimiento de los derechos fundamentales de hombres y mujeres, el mejoramiento de su calidad
de vida y la superación de las desigualdades
persistentes; es por ello que la educación propia adquiere significación en territorios habitados por comunidades afro e indígenas, como la
subregión de Telembí.
Así, por ejemplo, el pueblo indígena Awá le
apuesta a un compromiso educativo bilingüe
e intercultural que reconozca, promueva y
garantice las libertades, costumbres y derechos; que promueva la investigación para el
desarrollo de las potencialidades y capacidades para el desarrollo humano y comunitario
desde un proceso kamtatkit (enseñar, aprender, enseñar), donde el territorio Awá es la
fuente privilegiada del conocimiento. Esta
apuesta parte de los procesos que afirman el
amor, la autonomía, la democracia y construcción de social de paz, mediante un horizonte de
articulación, gestión e incidencia a nivel local,
departamental, nacional e internacional.
A su vez, las comunidades negras tienen como
referente el Proyecto Etnoeducativo Afronariñense –PRETAN– que contiene los lineamientos generales para el fortalecimiento de la Educación Propia de acuerdo con el mandato de la
ley 70 de 1993, que considera “la educación en
las comunidades negras como aquella que asegurará y reflejará el respeto y el fomento de su patrimonio económico, natural, cultural y social. En
tal sentido el PRETAN se convierte en una guía
conceptual, pedagógica, metodológica y operativa que indica el estado actual y las perspectivas
de la etnoeducación desde la mirada de las comunidades afronariñenses”.
61
Desarrollo rural integral con
enfoque territorial y diferencial;
ordenamiento propio del territorio
La base para asumir la reflexión alrededor del
desarrollo territorial es la implementación y el
fortalecimiento de los planes de manejo y de etnodesarrollo de las comunidades afrocolombianas, avalados por la Ley 70 de 1993, a través de
la cual se reconoce a las comunidades negras
que han venido ocupando tierras baldías en las
zonas rurales ribereñas de los ríos de la Cuenca
del Pacífico, de acuerdo con sus prácticas tradicionales de producción. Esta norma consagra
mecanismos para la protección de la identidad
cultural y los derechos de las comunidades negras como grupo étnico y el fomento de su desarrollo económico y social, con el fin de que
puedan tener igualdad de oportunidades frente
al resto de la sociedad.
En lo que respecta a las políticas de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos, estas deben
desarrollarse sobre la base de la concertación,
la consulta y la construcción colectiva social,
lo que a su vez garantizará el éxito de dichas
estrategias, ya que compromete los esfuerzos
de las comunidades, principales actores en
esta problemática.
La problemática de los cultivos ilícitos es una
constante que aqueja a la Costa Pacífica Nariñense y por supuesto a la subregión de Telembí,
la cual ha sufrido grandes afectaciones debido
a este flagelo, razón por la que aporta las siguientes propuestas:
Concertación de alternativas productivas con las comunidades con
respeto a las prácticas productivas y culturales propias de la región.
El mejoramiento de la calidad de vida de los cultivadores
de coca, mediante la producción, trasformación y
comercialización de cultivos como cacao, maíz, plátano,
zapallo, naranja, banano y actividades de ganadería.
La construcción de infraestructura y garantías de mercado de
los productos de la región a precios justos y adecuados.
Figura 9. Desarrollo Rural Integral
62
SUBREGIÓN TELEMBÍ
Autonomía, soberanía
y seguridad alimentaria
La desnutrición de la población en la Subregión
del Telembí se halla en mayor medida vinculada a los daños causados por las fumigaciones
por aspersión en áreas de selvas y cultivos de
pan coger, por el uso de tóxicos y químicos para
la misma producción de cultivos ilícitos, por la
reducción de espacios para la recolección, la
casa y la pesca a causa de la presencia de actores armados, la siembra de MAP y MUSE y los
efectos de la colonización.
Algunos de los hechos más graves del territorio
son el confinamiento de comunidades; la prohibición por parte de grupos armados para la movilización de alimentos desde otros territorios
e incluso dentro del mismo; el derramamiento y extracción del petróleo, el cual no solo ha
contaminado las vertientes de agua, sino que
ha extinguido peces y demás especies de agua
dulce; el aumento de la población y a la escasez
de tierras productivas que permitan emprendimientos productivos sostenibles.
A tenor de lo anterior, las siguientes son las propuestas del Pueblo Awá, inscritas en su Plan de
Salvaguarda étnico (PSEA):
• Garantizar la seguridad alimentaria de las familias Awá, a través del rescate de los cultivos
y técnicas agrícolas ancestrales y la adaptación y diversificación de prácticas sostenibles
de producción agropecuaria externas (Plan
de Vida, GFA). En todo caso, es necesaria la
implementación de proyectos productivos familiares y/o comunitarios, con su respectiva
financiación, seguimiento, asesoría técnica,
formación y capacitación permanente.
• Promover la comercialización desde las comunidades Awá como estrategia para la generación de ingresos, a partir de los excedentes
de la producción, evitando caer en la especialización extrema para el mercado, organizando y
vinculando directamente la producción con la
demanda local, regional e incluso internacional.
Desarrollo rural integral y pertinente
de las comunidades étnicas
Los y las participantes del encuentro plantearon
que el desarrollo agrario se ve obstaculizado por
diferentes factores, como son: la falta de vías
terrestres que pudieran comunicar a consejos
comunitarios y veredas con la cabecera municipal y de esta con los centros urbanos del departamento para dinamizar la comercialización de
los productos, lo que genera altos costos para
llevarlos a los principales mercados, convirtiendo la producción agrícola en una actividad insostenible; la falta de apoyo económico para la
implementación de proyectos productivos y la
tenencia de la tierra como territorio colectivo, lo
cual dificulta el acceso a créditos.
La situación de las mujeres rurales refleja así
mismo altos niveles de pobreza, escaso acceso
a servicios públicos básicos, refuerzo de roles
relacionados con trabajo doméstico y ausencia
de titularidad de propiedad de predios. En este
contexto, las comunidades plantean la creación
de organizaciones de mujeres para impulsar
formación, liderazgos y gestión de proyectos
productivos que aporten al desarrollo social.
64
SUBREGIÓN TELEMBÍ
El desarrollo rural integral y pertinente de las
comunidades étnicas en la subregión de Telembí, se fundamenta en diversas iniciativas, entre
las que se encuentran:
• Intervención de la comunidad en la creación
de criaderos de peces (sábalo y cachama), para
incidir en actividades del ciclo productivo y al
mismo tiempo en el mejoramiento de la calidad
de vida de la población. Esta actividad pretende
realizarse a través de las organizaciones comunitarias legalmente constituidas y los Consejos
Comunitarios.
• Asistencia técnica integral orientada a la producción limpia, amigable con el ambiente y con
enfoque de género.
• Recuperación y conservación de las diferentes lagunas, lagos y ríos para preservar la flora
y la fauna del territorio como son: Laguna Siete
Islas, La Larga en Güilpí, Laguna Patía Viejo, Laguna Mojerreno, El Trueno, entre otras.
Producción alternativa
a la minería
Algunos minerales en la subregión de Telembí son extraídos de manera artesanal y en pequeña escala por personas que trabajan con herramientas y equipamiento simples. Sin embargo, fuera del marco regulador y legal, generalmente
estas actividades tienen mayor impacto por unidad de producción. La puesta
en marcha de políticas mineras del actual gobierno ha impulsado iniciativas
que van en búsqueda de una industrialización del sector y la apertura de nuevos territorios para la explotación de minerales; este nuevo enfoque se apalanca en la formalización de explotación informal o ilegal y en la consolidación de
una industria minera sustentada en inversiones extranjeras.
65
En este aspecto, desde los encuentros de Agenda de paz en los municipios de la subregión de
Telembí, es posible recopilar las siguientes iniciativas:
• Formalización o legalización de la minería
ancestral de los nativos ante el Ministerio de
Minas y Energía y las entidades competentes de orden regional y nacional, con el propósito de que los pequeños mineros locales
sean reconocidos legalmente y no sean objeto de persecuciones jurídicas y sociales
en su propio territorio.
• Implementación y control de los decretos
reglamentarios de explotación minera expedidos por el Ministerio de Medio Ambiente;
esto debe hacerse mediante el fortalecimiento de procesos como la consulta previa
con el cumplimiento de todas sus etapas
(socialización, aprobación, protocolización),
en interlocución permanente con los consejos comunitarios del territorio, a fin de
regular el ingreso de maquinaria de extracción minera, garantizar la conservación y la
protección de los recursos naturales de sus
66
SUBREGIÓN TELEMBÍ
territorios colectivos y participar activamente en el desarrollo de aquellas medidas que
afecten su vida comunitaria.
• Construcción colectiva de un reglamento
propio de explotación minera, en el que se
determinen compromisos y roles de las empresas mineras, los consejos comunitarios
y las autoridades locales. Dicho reglamento
propio se constituiría en un pacto local de
explotación que busca de manera concreta
el respeto, defensa y desarrollo del territorio
y la legalización de la minería ancestral.
• Creación de políticas de control y vigilancia apropiadas, consecuentes y transparentes además de un marco regulador, dirigido
todo esto a supervisar las actividades de extracción minera ejercida por multinacionales cuyas labores están apoyadas -muchas
veces- por grupos al margen de la ley.
Gobernabilidad y gobernanza
regional para la paz
Control social a la gestión pública
Los habitantes de la subregión proponen replantear la participación directa de
Consejos Comunitarios, organizaciones de base, instituciones educativas, Juntas de Acción Comunal y personas naturales en la construcción de los programas de gobierno y en el seguimiento de los Planes de desarrollo para garantizar
que los recursos públicos beneficien a toda la población..
Es importante fomentar la participación de las mujeres a nivel municipal,
con el fin de articular los lineamientos de la política pública de género para
el desempeño de sus funciones de manera transparente y eficiente, y así
adelantar una gestión propia que garantice la paz.
Las propuestas de la subregión en torno al control social se resumen en la
siguiente gráfica:
Figura 10. Control social a la gestión pública
67
SUBREGIÓN
PACÍFICO SUR
FRANCISCO PIZARRO
TUMACO
• EL ICV (Índice de Calidad de
Vida) es de 58%.
• El desplazamiento por municipios receptores fue de 46.242
personas y por municipios
expulsores de 69.346
•En el sector agropecuario se
destacan los cultivos de plátano,
palma africana, coco, cacao,
banano, arroz, maíz y frutas
tropicales.
68
ÍNDICE DE
NECESIDADES
BÁSICAS
INSATISFECHAS
NBI ES DE 40%
POBLACIÓN
196.316 HAB.
CORRESPONDE
AL 11.83%
DEL DPTO.
ACTIVIDAD
ECÓNOMICA
• 106.747están ubicados
en el sector urbano y
89.572 en el sector rural.
• Compuesto por 7.461
indígenas y 139.496 afro
colombianos.
50% HOMBRES
50% MUJERES
La subregión de Pacifico Sur está conformada por los municipios de Tumaco y Francisco Pizarro, territorios que se caracterizan porque “desde
finales de la década del noventa, se convirtieron en uno de los casos emblemáticos de los nuevos escenarios del conflicto armado colombiano. En estos
municipios, de manera especial en Tumaco, confluyen actualmente FARC y
bandas criminales, acciones armadas de medio y bajo poder militar, una tasa
de homicidios que supera más de tres veces la tasa nacional (130 hpch), un
aumento en el número de víctimas por minas antipersonales y casos sistemáticos de microextorsión, a lo que se suma que tiene el mayor número de
hectáreas sembradas de coca a nivel nacional (5.065 hrs)”4.
Reconstrucción de la tradición,
memoria, convivencia,
imaginarios y representaciones
del pueblo nariñense
Las comunidades negras e indígenas tienen un fuerte arraigo a los valores culturales y las labores ancestrales presentes en su historia; la riqueza artística y cultural como mecanismo de integración y cohesión comunitaria que sustenta una
cultura para la vida, es un pilar fundante de la resistencia y resiliencia al tiempo
que se constituye en una de las fortalezas para aportar a la construcción de paz.
Este patrimonio de resistencia y esta riqueza cultural han sido frutos de un
proceso de construcción continua de un proyecto cultural que incluye diversos relatos diferenciadores en términos de visiones y prácticas específicas en
los distintos campos de la vida humana. Dichos relatos sobre la economía,
la espiritualidad, la convivencia humana, la medicina, la educación, el arte,
el lenguaje y las prácticas productivas, son elementos diferenciadores con
otras culturas y sociedades en el departamento de Nariño y el país. Además,
4
Dinámicas del Conflicto Armado en Tumaco y su impacto humanitarioFebrero de 2014, Fundación Ideas para la Paz.
69
estas formas propias de concebir la realidad se expresan en cada uno de los
espacios de vida y de conocimiento de dichas comunidades: el fogón, el mar, el
velorio, el Chigualo, el mentidero y la cosecha, entre otros.
La propuesta de paz en este ámbito se traduce en la realización de prácticas de
sensibilización con las comunidades del territorio, para trabajar por la recuperación de los saberes ancestrales, las tradiciones, la apropiación de su cultura
y el sentido de pertenencia.
Para la población de la Subregión Pacífico Sur es importante dar a conocer su
visión acerca de los territorios en paz, a través de la cultura y sensibilización con
la construcción de instrumentos autóctonos, al igual que la conformación de
escuelas con adultos mayores para que ellos repliquen lo que saben, como es el
caso de los poemas, las décimas y jaculatorias; todo esto llevado a cabo desde
la promoción de las escuelas de formación artístico-cultural (danza, música).
70
SUBREGIÓN PACÍFICO SUR
Justicia transicional, memoria
y reconciliación
En el marco del conflicto armado las mujeres han sido las mayores víctimas de delitos contra la libertad y la integridad sexual, el abandono o
despojo forzado de tierras, el desplazamiento forzado, amenazas, entre
otros hechos victimizantes.
Ante ese panorama de violación inminente de sus derechos más elementales, las mujeres consideran que la protección y la garantía de los derechos de las víctimas del conflicto requiere del cumplimiento efectivo de la
Ley 1448 de 2011 (Ley de víctimas y de restitución de tierras) junto con el
decreto reglamentario que protege los derechos colectivos de las comunidades afrocolombianas, además de la Ley 1257 de 2008, por medio de la
cual se dictan normas de sensibilización, prevención y sanción de formas
de violencia y discriminación contra las mujeres.
La propuesta de construcción de paz frente a estas circunstancias tiene
que ver con el acompañamiento integral por parte de las autoridades que
conforman la ruta de atención integral para las víctimas, con miras a comprometer los procesos de reparación integral y no repetición a la atención
especial y diferenciada de las comunidades afrocolombianas, principalmente las de los grupos poblacionales que registran mayor vulnerabilidad
en el marco del conflicto armado: mujeres, niños, niñas, adolescentes y
jóvenes.
71
Reparación integral a LAS víctimas
El aporte de las víctimas a la justicia transicional y a la reconciliación es la
transformación de la atención psicosocial recibida en el marco de la reparación integral de sus derechos humanos en acciones específicas de perdón. Dichas acciones estarían encaminadas a la no repetición de acciones violentas,
permitirían el mejoramiento de la calidad de vida de las víctimas y edificarían
conjuntamente espacios de diálogo y de convivencia donde puedan confluir
tanto las víctimas como los y las excombatientes.
REINSERCIÓN de la población excombatiente
Teniendo en cuenta la particularidad de que
muchos de los actores del conflicto son familiares, amigos y vecinos, se hace necesaria una
valoración de este hecho, lo que implica entender de dónde vienen, conocer su entorno y sus
necesidades, para aportar de manera efectiva
en su reinserción.
El Estado debe crear políticas públicas desde el
territorio para el proceso de reinserción en un
marco de corresponsabilidad, donde la comunidad sea un actor significativo en el mismo. Los
programas o proyectos a favor de la población
desmovilizada deben estar enfocados en formalizar procesos de educación, trabajo y apoyo psicosocial; en este sentido, el sector público, las
empresas privadas y el entorno familiar y comunitario juegan un papel fundamental para la reintegración exitosa y la permanencia en la legalidad.
72
SUBREGIÓN PACÍFICO SUR
Los habitantes de la subregión Pacifico sur
plantearon la realización de un trabajo psicosocial con los diferentes actores del conflicto y la
sociedad en general para la aceptación y adaptación del proceso de paz en los territorios afectados, en especial para lograr el acercamiento
y la convivencia con las personas reinsertadas.
Por su parte, las instituciones, en una tarea de
corresponsabilidad y subsidiaridad, deben impulsar proyectos de inserción laboral y educativa para desmovilizados de grupos armados
ilegales, mediante la creación de programas de
alfabetización y/o de formación técnica, tecnológica y profesional. Así mismo, consideran ineludible garantizar la participación de la población excombatiente en proyectos productivos
que comprendan un enfoque social.
Educación para la familia
y la paz, pertinente,
con calidad y cobertura
Una tarea fundamental de la paz territorial está relacionada con los cambios
sistemáticos y estructurales en la educación, cambios que no solo están relacionados con las normas o procedimientos sino, ante todo, con la dinámica
cultural de las comunidades educativas, lo que implica un cambio de paradigmas sobre los fines y el objeto de los procesos educativos.
Para la población de la subregión Pacífico Sur se debe pensar en una educación para la competitividad, la solidaridad y la paz; una formación en habilidades, pensamientos propios, diálogo de saberes y valores autóctonos que
permita verdaderas transformaciones sociales en un marco de respeto y de
convivencia ciudadana.
Cabe resaltar que la vida de la población afronariñense es, en sí misma, un
ejercicio permanente de pedagogía, por lo que es preciso reconocer, validar y
promocionar escenarios extra murales, toda vez que está demostrado que es
desde esos lugares y mundos vitales donde las nuevas generaciones desarrollan y afianzan capacidades, destrezas y actitudes específicas: “La educación
no puede seguir siendo solamente un monopolio de la escuela”; los escenarios
73
y prácticas cotidianas de interacción entre niños, jóvenes, adultos y adultos
mayores son la oportunidad para transmitir los valores ancestrales más intrínsecos de la cultura y de la sabiduría popular que se ha ido acumulando y reproduciendo a lo largo de la existencia en un territorio apropiado.
Por lo anterior, es importante crear Escuelas de Formación permanente articulando las iniciativas de la población con aquellas de la Mesa Municipal de
Mujeres de Francisco Pizarro y Tumaco, así como con instituciones estatales,
organizaciones sociales y ONGs.
Se propone, además, tener en cuenta el tema de equidad de género pues,
aunque hay códigos sociales y culturales de relacionamiento entre hombres y
mujeres en la cultura afronariñense, se hace necesario abordarlos con pensamiento crítico y ayudar a los estudiantes a definir formas nuevas de resignificar
esas relaciones para que puedan ser cada vez más dignas y justas.
Desarrollo integral con enfoque
territorial y diferencial
Ordenamiento propio del territorio, desarrollo rural integral,
acceso a la tierra y a los medios de producción para la paz
El reconocimiento de las poblaciones afro
como sujetos colectivos y su materialización en la forma de derecho al territorio
estipulado en la Ley 70 de 1993 y su Decreto reglamentario 1775 de 1995 implica
que estas comunidades son propietarias
y administradoras de las tierras que les
fueron tituladas. Al igual que las comunidades indígenas, el carácter de las tierras
comunales asignadas se determinó como
74
SUBREGIÓN PACÍFICO SUR
inalienable e imprescriptible, mientras
que la porción asignada a cada familia podría ser enajenada, aunque solo dentro del
mismo grupo (Artículo 7, Ley 70/93).
Dicha administración y ordenamiento del
territorio posibilita la emergencia y consolidación de formas organizativas autónomas, como los Consejos Comunitarios de
las Comunidades Negras y las Autorida-
des Indígenas. En este contexto, la acción
estatal viene adecuándose y encontrando
nuevos mecanismos de intervención, en
los cuales la interlocución y acción conjunta con los actores locales es un presupuesto básico.
En consecuencia, desde la subregión Pacífico Sur se plantea la implementación
de planes municipales de recuperación
de tierras destinadas a la producción de
cultivos ilícitos, integrando y articulando
a la comunidad y a la institucionalidad, y
contando con el apoyo interdisciplinario
de los Concejos Comunitarios, las Instituciones Educativas, las alcaldías municipales y la Gobernación de Nariño.
con el fin de garantizar la sostenibilidad
económica para las comunidades que,
con apoyo en la transferencia tecnológica, puedan avanzar en la renovación y
siembra de productos agrícolas, como
por ejemplo, el cacao, uno de los principales productos de la región.
También es un gran reto para las comunidades de Pacífico Sur, avanzar hacia el
proceso de agroindustrialización de las
cadenas productivas, lo que permitirá la
consolidación del sector como un importante negocio y la posterior exportación
directa a mercados internacionales; esto
Fotografía: Cristina Aza
Para que exista un ordenamiento propio del territorio se deben recuperar las
tierras que se encuentran invadidas por
extranjeros y donde los nativos no se benefician de lo producido; es importante
adelantar procedimientos legales para
restituir y formalizar las tierras de las víctimas del despojo y abandono forzado.
75
Sustitución de cultivos ilícitos para la reconstrucción
del tejido social
La presencia de cultivos ilícitos es sin
duda una problemática que se da a lo largo del Departamento de Nariño, especialmente en los municipios que pertenecen
a la Costa Pacífica nariñense. No obstante, en el marco de un proceso de paz y
posacuerdo, las acciones encaminadas
a la reducción sostenible de los cultivos
de coca deben tener en cuenta que estos
son una fuente importante de ingresos
para las comunidades rurales.
Se propone además, fortalecer la
construcción participativa de los planes locales de desarrollo y la consulta
previa; así mismo, partiendo siempre
del diagnóstico de los Consejos Comunitarios, las Juntas de Acción Comunal, los Cabildos Indígenas y los
Palenques, se debe promover e incentivar la erradicación manual de cultivos ilícitos, eliminando la fumigación
aérea con glifosato.
Es por ello que las comunidades afrocolombianas de esta subregión consideran
que las alternativas productivas que remplazarían los cultivos ilícitos deben proyectarse a la creación de proyectos con
enfoque diferencial, logrando el mejoramiento de la calidad de vida en el territorio, coadyuvando al fortalecimiento del
tejido social y al retorno a una economía
de la legalidad. Los actores que deberán
participar en el proceso son la institucionalidad, el sector educativo y los Consejos Comunitarios de la región.
El desarrollo de iniciativas de producción sostenible y pertinente para las
comunidades afros e indígenas de la
Costa pacífica nariñense se debe dar
de manera gradual en las unidades
productivas y fundamentadas siempre
en las potencialidades del territorio.
Las identidades, los actores (gremios,
asociaciones), los órdenes políticos,
los arreglos institucionales y la sostenibilidad, son todos aspectos de un
mismo proceso. El llamado a defender
76
SUBREGIÓN PACÍFICO SUR
los derechos colectivos por el territorio
y sus recursos naturales, el carácter
colectivo del conocimiento “tradicional”, la representación colectiva y la
autonomía cultural y política son justas reivindicaciones y componentes
destacados a la hora de considerar la
proyección rural y las estrategias de
producción para las comunidades del
Pacífico como confluencia y resultado
de la vocación cultural, de los ecosistemas y de los escenarios naturales.
Los resultados de los encuentros municipales de Tumaco y Francisco Pizarro
plantean de manera detallada las diversas iniciativas desde una perspectiva
rural amplia, lo cual va más allá de lo
agrario, pues el mismo territorio dispone de otros recursos como el mar, la
flora, la fauna y otros que configuran
actividades extraprediales.
77
Para las comunidades afrocolombianas, las
medidas que tienden a asegurar el buen uso de
la tierra y la protección del medio ambiente en
sus territorios colectivos tienen que estar ligadas con acciones concretas tendientes a evitar
la tala indiscriminada de árboles y de bosques,
la disminución y eliminación de cultivos ilícitos
(pues éstos contribuyen al deterioro del tejido
social) y el uso moderado de sustancias químicas en la producción agrícola.
Las mujeres de este territorio, por su parte, expresan que se han visto gravemente afectadas
por el derramamiento de petróleo provocado
por el atentado que las FARC perpetraron en el
oleoducto Transandino en julio de 2015, ocasionando graves impactos ambientales como la
contaminación del Río Mira y disminuyendo, de
esta forma, las posibilidades de sus fuentes de
ingresos, debido a que la economía en este municipio se sustenta principalmente en la pesca.
78
SUBREGIÓN PACÍFICO SUR
Fotografía: Cristina Aza
Biodiversidad, conservación
y restauración ecológica de los
ecosistemas naturales para la paz
Participación política
y Gobernabilidad
Propuestas:
• Las veedurías ciudadanas son instrumentos para hacer control social
a la gestión pública; esta herramienta es importante para combatir el
flagelo de la corrupción.
• La necesidad de que existan garantías de participación para las mujeres afrocolombianas en las instancias de decisión propias de su territorio
se evidencia en la siguiente frase: “No existen garantías para la participación; solo elegimos y no tenemos opción de ser elegidas”. Partiendo de esa
situación, las mujeres de Francisco Pizarro consideran que la denominada Ley de Cuotas amerita una discusión colectiva, en particular sobre
el porcentaje que se ha establecido para la participación de la mujer en
la vida política, la creación de listas de partidos políticos integradas por
mujeres y la aplicación efectiva de la mencionada norma en las corporaciones públicas.
Estas acciones de construcción de paz pretenden impulsar una reforma político-electoral basada en el principio de paridad de género, principio que busca
alcanzar niveles de igualdad en la participación política y, por consiguiente,
en las esferas de poder y en la toma decisiones públicas; se trata, en última
instancia, de facilitar el acceso de las mujeres a cargos de elección popular y/o
cargos de dirección.
En ese sentido, las mujeres estiman que el papel que asumirían en los escenarios de posacuerdo estaría inscrito en el fortalecimiento de la participación e
incidencia política en espacios comunitarios e institucionales, contextos donde tengan la oportunidad de exponer las necesidades de su comunidad desde un enfoque diferencial, defendiendo sus derechos humanos y proponiendo
acciones para contribuir a la no repetición de acciones propias de la guerra.
79
SUBREGIÓN
EXPROVINCIA
DE OBANDO
ALDANA
CONTADERO
CÓRDOBA
CUASPUD
CUMBAL
FUNES
GUACHUCAL
• EL ICV (Índice de Calidad de
Vida) es de 67%.
• El desplazamiento por municipios receptores fue de 11.216
personas y por municipios
expulsores de 4.973
•En el sector agropecuario se
destacan los cultivos de papa,
maíz, trigo, cebada, fríjol y
alverja.
80
ÍNDICE DE
NECESIDADES
BÁSICAS
INSATISFECHAS
NBI ES DE 40%
POBLACIÓN
273.776 HAB.
CORRESPONDE
AL 16.49%
DEL DPTO.
ACTIVIDAD
ECÓNOMICA
GUALMATÁN
ILES
IPIALES
POTOSÍ
PUERRES
PUPIALES
• 124.646están ubicados
en el sector urbano y
149.130 en el sector rural.
• Compuesto por
92.059 indígenas y 268
afro colombianos.
50% HOMBRES
50% MUJERES
Reconstrucción de la tradición,
memoria, convivencia,
imaginarios y representaciones
del pueblo nariñense
Se necesita una inversión social de alto impacto en sociedades multiétnicas
como las de la subregión de la Exprovincia de Obando, una inversión que respete la identidad cultural de los pueblos para recuperar la memoria y la tradición desde una perspectiva propia y autónoma; la vinculación de la cultura
a los nuevos procesos de reconstrucción de la paz, donde se promueva una
organización solidaria de iniciativa propia de beneficio colectivo y social, es
también un factor fundamental para el desarrollo de esta región.
Existe en la Exprovincia un gran asentamiento de los pueblos indígenas Pastos y
diversas expresiones étnico-culturales las cuales, desde el proceso colonizador
europeo, han enfrentado constantemente diferentes adversidades que amenazan su conservación y autodeterminación. Problemas latentes como la pérdida
de identidad ancestral, la espiritualidad y cosmovisión siguen subsistiendo, por
lo que se requieren estrategias para combatir cualquier tipo de discriminación
en los diferentes ámbitos: político, religioso y racial; es necesario también que
la sociedad reconozca la idiosincrasia de los pueblos ancestrales y su derecho
a conservarla, unida a la voluntad para su pervivencia física y cultural.
Hoy en día, sería impensable sostener una estructura política y jurídica unitaria que excluya cualquier otro tipo de manifestación de poder o de fuentes
normativas, más teniendo en cuenta la diversa y heterogénea composición de
poblaciones y territorios que reclaman y demandan por el derecho a la autonomía jurídico política. Así mismo, la población indígena, no por el hecho de
gozar de autonomía jurídico-política prescinde de la nacionalidad, concepto
que necesariamente incluye la pertenencia a un territorio, que es ante todo, el
territorio nacional.
81
Frente a esta problemática se propone impulsar la reconstrucción de tradición y memoria del pueblo nariñense, a través del Proyecto denominado: “Tizando, hilando y tramando memoria”, para alimentar el conocimiento de las
diferentes etnias con la participación de cada una de las comunidades que
integran su territorio y educar a las nuevas generaciones para la conservación
del territorio y su cultura. Esta estrategia se deberá desarrollar retomando los
principios ancestrales que han impartido los “taitas desde el fogón” e implementando una política de inclusión de culturas, donde todos puedan emerger
y trabajar en equidad y en unión.
Para los habitantes de la Exprovincia de Obando es trascendental enaltecer
el valor de la vida humana, la dignidad y los derechos, los cuales adquieren
un inmenso valor en medio del contexto de violencia contra la cultura y las
diferentes formas de expresión. Desafortunadamente, con la violencia que se
evidencia en los medios de comunicación, los niños y niñas no aprecian este
valor, por lo que es importante resaltar que la paz debe iniciar por casa; de ahí
que sea vital el apoyo de la institucionalidad pública y privada, la academia y la
iglesia católica y las diferentes confesiones religiosas que deben orientar a las
familias para la resignificación de los valores y tradiciones.
82
SUBREGIÓN EXPROVINCIA DE OBANDO
REINSERCIÓN de la
población excombatiente
La insurgencia debe reconciliarse con las víctimas, lo que significa que debe dialogar con
ellas y no solo con el gobierno; reconocer todos sus delitos, decir la verdad, asumir que
en todo el país dejaron roto el tejido social y,
por tanto, deben contribuir a tratar de restaurarlo; reparar a las personas que reclutaron
por la fuerza, entre ellos niños, niñas, adolescentes, y miembros de grupos étnicos; declarar el reconocimiento de la Constitución y las
normas, pedir perdón con lista en mano a las
víctimas que cayeron bajo la barbarie del conflicto; aclarar cuál es su misión a partir de la
firma de los acuerdos y entregar los bienes
adquiridos de forma dudosa para la reparación a las víctimas.
Con acciones como las anteriores los y las participantes de la Exprovincia de Obando hicieron énfasis en el hecho de que la construcción
de la paz tiene una fuerte dimensión cultural,
pues en última instancia pasa por pacificar las
mentes y por trabajar con todos los actores y en
todas las esferas, en favor de escenarios más
tolerantes, civilizados y democráticos.
Otra cuestión que conviene tener en cuenta es
la discusión sobre la inclusión o reinserción de
personas que pertenecieron a grupos armados
ilegales. En ese sentido, surgen muchos interrogantes: ¿cómo capacitarlas?; ¿qué hacer si
un reinsertado llega a trabajar junto a nosotros?; ¿estamos preparados para recibirlos?;
¿somos capaces de perdonar? Estos interrogantes sirven de guía para comprender en dónde,
en cuáles aspectos se debe invertir el mayor
fuerzo para garantizar una paz verdadera. Los
procesos de reinserción de excombatientes a la
vida civil deben avanzar desde una dimensión
individual centrada en el desmovilizado hacia
la búsqueda de la recomposición del tejido
social, mediante el desarrollo de capacidades
comunitarias en especial ligadas al perdón y
reconciliación. La continuación de escenarios
de violencia, las inequidades estructurales, los
grados de polarización y la permanencia de
imaginarios de estigmatización y segregación,
entre otros factores, deberán ser atendidos con
prontitud por el Estado (cerrar brechas) en el marco de la garantía de derechos fundamentales.
83
Con fundamento en lo anterior, las líneas estratégicas de paz que se identifican complementariamente para esta subregión son: propiciar el
acompañamiento de la institucionalidad y crear
escenarios idóneos para el encuentro y la disposición entre comunidades receptoras a fin de
avanzar en la preparación de la sociedad civil para
acoger a las personas excombatientes, teniendo
en cuenta procesos de resocialización y reconociendo su situación de víctimas, pues “los victimarios en su momento también fueron víctimas”.
Para ello se requiere entonces:
• Creación de espacios y escenarios de
reconciliación, perdón y olvido.
• Fortalecimiento e intensificación de una cultura de reconciliación, paz e inclusión para las
víctimas y victimarios del conflicto armado.
• Implementación de rutas de atención
para toda la población en situación de
vulnerabilidad, especialmente para los y
las desmovilizadas y su correspondiente
proceso de resocialización.
• Ejecución de políticas para dirimir los
conflictos que tienen las personas reinsertadas permitiendo involucrarse como
actores plenos de la sociedad, incluyéndolos en un plan integral de acompañamiento psicológico.
84
SUBREGIÓN EXPROVINCIA DE OBANDO
Educación pertinente
con calidad y cobertura
La paz se construye a partir de las mentalidades de los jóvenes, creando condiciones culturales y económicas para que ellos y ellas generen otros proyectos
de vida y se alejen de opciones de riesgo, como los cultivos ilícitos o la integración a los grupos alzados en armas.
Se requiere mejorar la calidad educativa tanto a nivel básico como superior,
una educación inclusiva con identidad regional pensada para rescatar y promover principios y valores desde la familia, con un nuevo currículo académico
que incluya la Cátedra por la PAZ.
Para tal efecto, se requieren profesores debidamente capacitados en esta área
y que en la práctica sepan activar de manera eficaz la ruta de Convivencia Escolar, implementar estrategias lúdicas, pedagógicas y de pacificación social
como las escuelas de familia con el fin de generar nuevos estilos de vida escolar, comprometiendo a toda la comunidad educativa, administrativos, personeros estudiantiles, orientadores y profesores.
Un ejemplo a seguir es el de las instituciones educativas del Municipio de Iles
que generan procesos de sensibilización y de conciencia por medio de la aplicación de herramientas y ayudas didácticas (carteleras, elaboración de propuestas, entre otros) encaminadas a promover la paz territorial.
Para una educación profesional pertinente se sugiere enfatizar en la formulación del proyecto de vida de la población juvenil, con el fin descubrir cuáles
son sus talentos, además de fomentar y fortalecer estrategias para aprovechar
el uso del tiempo libre como las escuelas deportivas, escuelas de artes y de
danzas donde el estudiante desarrolle dimensiones humanas fundamentales
en la perspectiva de la paz.
85
Educación pertinente, propia con calidad y cobertura
Se hace necesario investigar el conocimiento de ancestros y la memoria del
pueblo, labor que toma mucho tiempo y que no tiene resultados inmediatos,
pues de la misma manera que el sistema educativo occidental se modifica
constantemente, se debe entender que la construcción del modelo de educación propia responde a principios de flexibilidad, atemporalidad y lógica
propias. La propuesta de educación intercultural recuerda la necesidad de
convocar a toda la comunidad para que participen de manera colectiva de las
lecciones y conocimiento de los pueblos indígenas.
86
SUBREGIÓN EXPROVINCIA DE OBANDO
Desarrollo rural integral parA
la paz; CON ENFOQUE TERRITORIAL,
DIFERENCIA Y ORDENAMIENTO
PROPIO DEL TERRITORIO
La construcción de la paz pasa por generar nuevas condiciones de vida en los
territorios rurales. La inclusión socioeconómica de los campesinos se concibe
como esencial, en tanto que la falta de horizontes de vida de la gente en el campo
es un factor determinante, que no solo ha alimentado históricamente el conflicto
armado, sino que ha empujado a miles de familias hacia economías ilícitas.
No obstante, la identificación del potencial de la población es una condición imprescindible para generar dinámicas de desarrollo rural duraderas, basadas en
la creación de valor, fortalecimiento de la productividad y competitividad, apropiación social y respeto por los activos medioambientales existentes, así como el
fortalecimiento del tejido humano mediante la creación de capital social, intercambio de experiencias, asociatividad y preservación de la vocación territorial.
La esperada firma de los acuerdos en La Habana y la consiguiente construcción
de paz en un escenario sin conflicto armado, implica la definición de un nuevo
ordenamiento territorial que aborde las falencias históricas de tipo ambiental,
económico, político y cultural. En medio del conflicto, las comunidades rurales
han implementado modos de vida propios, al margen de la institucionalidad
-con moderada convivencia con la misma o en abierta contradicción- cuya defensa y consolidación por parte de las organizaciones sociales constituyen verdaderas propuestas de ordenamiento de los territorios rurales, con importantes fortalezas y retos. Estas iniciativas merecen ser reconocidas, fortalecidas y
aprovechadas, en un escenario de Construcción de Paz Territorial.
87
La población participante de la Subregión de la Exprovincia de Obando es
consciente de que “sin lo que el campo produce las grandes ciudades no tendrían alimentos, y habría escasez”, lo que significa que el campo y la naturaleza
son vitales para la construcción de territorio en condiciones de equidad.
Para la subregión, la construcción de la paz debe comprometer al gobierno nacional en el impulso de políticas justas en cuanto a precios, comercialización,
insumos y mejores condiciones laborales, puesto que actualmente el trabajo
del campo no garantiza el bienestar de las familias rurales.
El desarrollo rural con enfoque territorial implica:
Figura 11. Desarrollo integral para la paz
88
SUBREGIÓN EXPROVINCIA DE OBANDO
Biodiversidad y conservación
del ambiente natural para la paz
Entre las principales estrategias que plantearon para conservar y proteger la biodiversidad y
sus recursos naturales están: el fortalecimiento de la gestión ambiental, cultural, ecológica
y el compromiso de los actores del territorio a
través de la realización de campañas de recolección de basuras y tarros de fungicidas, la
reforestación, conservación de las cuencas hidrográficas, bosques, humedales, y regulación
de la adjudicación de las tierras por encima de
los 2800 metros.
Así mismo, se ha propuesto la restauración de
los siguientes ecosistemas estratégicos:
• El relleno sanitario del Municipio de
Ipiales requiere de inversión puesto que
se encuentra a cielo abierto, no ofrece
protección adecuada a los operarios,
muestra presencia de malos olores y proliferación de insectos y roedores.
• El Páramo de Paja blanca es un ecosistema compartido por 5 municipios de la
Subregión pero lamentablemente se ha
convertido más en un asunto mediático
que en una prioridad de las instituciones.
• El Páramo El Infiernillo sigue siendo un legado cultural y ambiental importante para
el territorio, puesto que cuenta, igual que el
Páramo Paja Blanca, con lugares sagrados
para las comunidades indígenas.
89
Fotografía: Cristina Aza
Los y las participantes de la Exprovincia de
Obando plantean que la paz se consolida en la
auto sostenibilidad del territorio a través de la
conservación, protección y restauración de sus
principales ecosistemas estratégicos y en el logro de un adecuado relacionamiento entre el
hombre y los recursos naturales, de tal manera
que los seres humanos puedan vivir en armonía
con el medio ambiente natural.
Gobernabilidad y gobernanza
regional para la paz
Generación de capacidades locales
para la participación e incidencia política
La participación a favor de la paz territorial está enmarcada en una serie de
discusiones acerca de lo que han sido y pueden ser en el futuro los sistemas
democráticos; su valor agregado es que no excluye a los mecanismos de representación política y mecanismos tradicionales de los sistemas democráticos,
sino que les da un significado distinto.
La anterior distinción refleja que los procesos formativos a las comunidades de
base, permiten la cualificación de los actores y la generación de capacidades
locales para incidir sobre una realidad concreta, es por ello que los asistentes a los encuentros municipales de la Subregión de la Exprovincia de Obando, plantean diversas iniciativas hacia un liderazgo pedagógico, prolongado y
transformador, entre las que se encuentran:
• Las escuelas de liderazgo como escenario abierto y pluralista, la formación dirigida a personas organizadas en asociaciones y cooperativas, son
entre otras los mecanismos que de mejor forma favorecerían el liderazgo
transformador para la paz.
• Dinamizar un proceso de construcción de paz basado en los derechos
humanos y garantías políticas para los movimientos y organizaciones
sociales, en donde se mantenga una acción decidida del Estado para
proteger a los defensores de derechos humanos y a los líderes y lideresas
constructores de nuevas expresiones políticas, especialmente a aquellos
quienes se encuentran amenazados y en riesgos.
90
SUBREGIÓN EXPROVINCIA DE OBANDO
El respeto de lo público en función del bien
común y fortalecimiento de la institucionalidad
Se asume que la Cultura de Paz es el conjunto
de valores, actitudes y comportamientos que
reflejan el respeto a la vida, al ser humano y a
su dignidad, y que ubican en primer plano los
derechos humanos, el rechazo a la violencia en
todas sus formas y la adhesión a los principios
de libertad, justicia, solidaridad, transparencia
y tolerancia, así como la comprensión entre los
pueblos, los colectivos y las personas.
Es reiterativa en la apuesta por generar procesos desde la educación, la cultura y la comunicación, procesos que tengan impactos de largo
aliento en la política, en el manejo de lo público,
en la validez del sistema democrático, en el desarrollo de los procesos pre-electorales, electo-
rales y post-electorales, aspirando a generar un
despertar de conciencia política que redunde
en la calidad de gestión pública.
Cabe resaltar que en los municipios de “periferia”, más afectados por el conflicto armado,
se evidencian más los desafíos del Estado colombiano tanto en materia de capacidad institucional como en su desempeño para garantizar
derechos económicos, sociales y culturales, y
proveer bienes y servicios públicos. Es en esos
territorios en donde son más agudos los problemas del sistema político y de representación,
y en donde la ciudadanía encuentra mayores
obstáculos para participar de manera efectiva
en el escenario político.
91
SUBREGIÓN
GUAMBUYACO
LA LLANADA
EL PEÑOL
EL TAMBO
LOS ANDES (SOTOMAYOR)
• El ICV (Índice de Calidad de
Vida) es de 60%.
• El desplazamiento por municipios receptores fue de 6.452
por municipios expulsores
de 5.582
•En el sector agropecuario se
destacan los cultivos de café,
plátano, maíz, yuca, fique, caña
panelera y frutales.
ÍNDICE DE
NECESIDADES
BÁSICAS
INSATISFECHAS
NBI ES DE 40%
POBLACIÓN
43.859 HAB.
CORRESPONDE
AL 2.64%
DEL DPTO.
ACTIVIDAD
ECÓNOMICA
• Compuesto por 132
indígenas y 160 afro
colombianos.
51% HOMBRES
49% MUJERES
92
• 15.038 están ubicados
en el sector urbano y
28.821 en el sector rural.
Reconstrucción de la tradición,
memoria, convivencia, imaginarios
y representaciones del pueblo nariñense
En esta subregión se define el tejido social
como aquello que une y permite la identificación de los individuos como parte de un grupo,
cultura, tradición o nación, que posibilita el
establecimiento de las reglas normativas de la
interacción. Dentro de este tejido la mujer desempeña un rol indispensable pues contribuye a
la unión de las familias donde están las bases
del ser humano; el mencionado tejido propicia,
además, la conservación y la resignificación de
las costumbres y las tradiciones de los pueblos,
y además fomenta la reproducción de actividadesculturales, festividades y eventos deportivos.
La subregión Guambuyaco está integrada por
municipios caracterizados por la producción
agropecuaria. Se destacan los cultivos de café,
fique y caña panelera, cuya producción permite
crear lazos y relaciones entre los habitantes y
los sectores sociales de los municipios, históricamente afectados por dinámicas asociadas
al conflicto armado (cultivos ilícitos y narcotráfico). Esta situación ha generado impactos
negativos sobre el tejido social, con fenómenos
de desplazamiento forzado, descomposición
social, deterioro de la cultura y pérdida gradual
de los valores ancestrales. Bajo este contexto,
la región se ha visto afectada, asimismo, por el
proceso de globalización, que ha impuesto el
modelo económico neoliberal, con tratados de
libre comercio y otras medidas que contribuyen
a la incorporación de costumbres de otras partes del mundo en el diario vivir.
93
Justicia transicional, memoria
y reconciliación
La construcción de una paz estable y duradera no puede desligarse de la necesaria reconciliación entre los actores que protagonizaron el conflicto y las víctimas. Este objetivo puede lograrse en la medida en que se involucre al territorio
en su conjunto.
Este territorio podría aportar a la reconciliación entre victimarios y víctimas, vinculándose de manera decidida en los procesos de perdón y reconciliación de
manera permanente. Para ello se propone la generación de verdaderos procesos humanitarios mediante los cuales se eduque y sensibilice a la comunidad
en cultura de paz, la cual será viable si se involucran todos los sectores sociales de la población, gremios, empresarios, mujeres, hombres, niños, jóvenes.
Si bien la Justicia transicional se presenta como un conjunto de normas para
garantizar los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia, la reparación y la
no repetición, la subregión de Guambuyaco enfoca el concepto de una manera
más enraizada a la dignidad humana y a las condiciones de vida de la población. Se precisa, como una de las principales condiciones de justicia, que el
Estado y sus entidades territoriales ofrezcan las garantías necesaria para que
se asuman compromisos políticos en torno a la formulación, presentación y
gestión de proyectos, dirigidos a beneficiar a las víctimas de la violencia y a
las comunidades pertenecientes al sector rural, que son las más vulneradas y
desprotegidas.
No será posible hablar de justicia transicional si esta no va acompañada de
la efectiva inversión de los recursos para la paz, en atención de las reivindicaciones y derechos de las víctimas, evitando al máximo los trámites inoficiosos
y los intermediarios, quienes, en la condición de operadores, disminuyen los
recursos otorgados.
94
SUBREGIÓN GUAMBUYACO
Por tanto, las comunidades proponen las siguientes consideraciones:
Figura 12. Memoria y Reconciliación
REINSERCIÓN de la
población excombatiente
En el proceso de reinserción de la población excombatiente, la institucionalidad pública y privada deberán aunar esfuerzos para garantizar
las condiciones necesarias que eviten traumatismos en las poblaciones. Para ello se requiere
implementar programas y proyectos de memoria
y perdón que estimulen la reinserción, así como
propiciar campañas de concientización en la comunidad. Así mismo, se deben brindar oportunidades de educación y trabajo, de modo que se
generen las condiciones para la efectiva reinserción de excombatientes a la sociedad, mediante
políticas públicas diferenciales que garanticen
la inclusión de estas comunidades.
95
Educación pertinente,
con calidad y cobertura,
para la paz y la convivencia
El Estado debe realizar una reforma en la política educativa, a fin de garantizar la calidad en la educación de los niños, las niñas y los jóvenes, sin distinción de género, etnia, ideología. La educación debe ser una garantía para las
comunidades como estrategia transformadora de las desigualdades sociales.
Para este objetivo la subregión de Guambuyaco propone:
El ABC de la educación
Figura 13. ABC de la educación
96
SUBREGIÓN GUAMBUYACO
Desarrollo integral con enfoque
territorial y diferencial
Las comunidades que participaron en los encuentros de Agenda de Paz manifestaron que
Nariño es un departamento caracterizado por
su diversidad regional, como producto de procesos históricos de ocupación territorial por
parte de diversos grupos poblacionales, en
espacios biofísicos y vocaciones productivas
que conformaron conglomerados humanos de
múltiples identidades, culturas, organizaciones
productivas, modalidades en su relación con el
mercado y niveles de ingreso y bienestar.
menos las siguientes acciones estratégicas:
a.) Acciones integrales de generación de empleo e ingresos y seguridad alimentaria; b.) Mejoramiento en los proceso administrativos de
las instituciones públicas locales, regionales y
nacionales y de las instituciones civiles; c.) Promoción de la acción de empoderamiento de la
sociedad civil; y d.) Generación de alternativas
legales y sostenibles para poblaciones vulnerables productoras de cultivos ilícitos.
Existe un común denominador en aquellas
subregiones en donde predominan los altos índices de ruralidad: la falta de compromiso por
parte del Gobierno con el sector agropecuario
y la debilidad en la implementación de estrategias para evitar la producción y comercialización de cultivos ilícitos.
En las actividades de producción agropecuaria
se evidencia la pérdida de saberes ancestrales
y la falta de una cultura para la asociatividad,
falta de cultura para la asociatividad, lo cual
conduce a un desconocimiento de la realidad
agraria en la región. Por tanto, el desarrollo integral, con enfoque territorial y diferencial, deberá contemplar e integrar, sinérgicamente, al
97
Ordenamiento propio territorial
Entre las acciones consideradas como pertinentes y viables en el marco del Desarrollo Rural Integral, la población de la subregión de Guambuyaco, propone:
Figura 14. Ordenamiento propio territorial
98
SUBREGIÓN GUAMBUYACO
Fotografía: Ramiro Amaya
Producción alternativa a la minería
En el tema de la producción minera, como alternativa de sostenibilidad económica para las
comunidades, en la etapa de posacuerdo se
deberá garantizar apoyo al pequeño minero, de
manera que se legalicen los títulos, se tecnifique el trabajo y se puedan cumplir con los estándares mínimos propuestos por la ley.
Cabe la posibilidad de contemplar y respetar
la autonomía del territorio como lo cita la población de Los Andes Sotomayor, con capacitación y formación en la protección del medio
ambiente cuando se usa la minería tradicional.
De esta manera se posibilita la sustracción de
área para el sector minero y la “desglobalización”5 del área de Ley Segunda, por medio de
la cual se crean nuevos mecanismos de uso y
acceso a la tierra, además de la modificación
del régimen de baldíos.
Otro objetivo propuesto por la subregión es la
descentralización de la educación para las carreras del sector minero, de manera que se garantice que la legislación minera esté ligada a
la realidad socioambiental del territorio.
5
Desglobalización significa la creación de un orden internacional que permita diversidad en la búsqueda del desarrollo, porque en la actualidad tenemos un solo modelo que es impuesto
por las instituciones globales y este modelo es el capitalista
neoliberal. 3. Walden Bello
99
Fortalecimiento institucional,
gobernabilidad, gobernanza y
control social a la gestión pública
El conflicto ha afectado profundamente la gobernabilidad y la gobernanza en
los municipios de la subregión de Guambuyaco, dejando a un lado la participación social y comunitaria. Frente a esta problemática, la población propone
fortalecer los planes de convivencia y seguridad ciudadana, formar el sector
agrario a través de escuelas de liderazgo, crear una cultura democrática y considerar como fundamental la instancia de Juntas de Acción Comunal a la hora
de aplicar los programas sociales del Estado como Familias en acción, Adulto
mayor, Población víctima.
De igual manera, es necesario que se establezcan espacios de participación e interlocución entre la comunidad y la institucionalidad, para que las propuestas de
proyectos o programas se obtengan desde la base; es decir, que se parta desde las
necesidades y experiencias de los sectores de cada municipio. Este aspecto tendrá relación con el buen funcionamiento de las veedurías ciudadanas para poder
ejercer control público y se disminuya la corrupción e ineficiencia administrativa
del Estado a nivel local, mediante la denuncia y las sanciones de acuerdo a la normatividad, evitando el clientelismo y centralismo político.
100
SUBREGIÓN GUAMBUYACO
SUBREGIÓN
JUANAMBÚ
• El ICV (Índice de Calidad de
Vida) es de 57%.
• El desplazamiento por municipios receptores fue de 4.927
personas y por municipios
expulsores de 5.226.
• En el sector agropecuario se
destacan los cultivos de café,
plátano, maíz, yuca, fique, caña
de azúcar y frutales.
ÍNDICE DE
NECESIDADES
BÁSICAS
INSATISFECHAS
NBI ES DE 40%
POBLACIÓN
84.828 HAB.
CORRESPONDE
AL 5.11%
DEL DPTO.
ACTIVIDAD
ECÓNOMICA
• 20.285están ubicados
en el sector urbano y
64.543 en el sector rural.
• Compuesto por 44
indígenas y 510
afrocolombianos.
52% HOMBRES
48% MUJERES
101
Reconstrucción de la tradición,
convivencia, imaginarios,
representaciones y memoria
del pueblo nariñense
Para la subregión de Juanambú, conformada por los municipios de San Lorenzo, Buesaco, La Unión, San Pedro de Cartago y Arboleda, la construcción del
tejido social para la paz entre hombres y mujeres en los territorios implica:
• Fortalecer, revivir y recrear las costumbres y culturas de vida de nuestros antepasados.
• Estimular el desarrollo de estrategias de convivencia pacífica, integrando a las comunidades rurales y urbanas en articulación con la institucionalidad y las emisoras comunitarias.
• Generar capacidades locales para el liderazgo político y social comprometido con el bien comunitario.
• Crear una mesa social por la paz en el territorio, como apoyo al proceso
de paz que adelanta el Estado con la insurgencia, que integre a los diferentes sectores de la comunidad, como las Juntas de Acción Comunal,
líderes sociales y representantes de la institucionalidad.
• Enfatizar la lucha social por el reconocimiento del campesinado como
sujeto de derechos.
• Declarar el territorio campesino como zona agroalimentaria. Así se
fortalecen los saberes tradicionales desde los planes de vida propios, la
autonomía territorial y en la esfera individual y colectiva, teniendo siempre presente el reconocimiento, garantía y protección de los derechos
económicos, sociales, culturales y ambientales.
102
SUBREGIÓN JUANAMBÚ
Reconciliación
Promover el proceso de reconciliación desde la
espiritualidad permitirá alcanzar el perdón genuino y el restablecimiento de las relaciones humanas afectadas por las distintas manifestaciones del conflicto armado. Esto será viable con la
vinculación articulada de las entidades públicas
y privadas, religiones, instituciones educativas y
comunidad en general.
Con el propósito de sensibilizar a la sociedad para
que los hechos victimizantes y actos que marcaron negativamente a la población no se repitan,
los participantes de la Ruta Constructora de Paz
por Nariño plantearon las siguientes propuestas:
-Iniciar procesos de sensibilización con la
comunidad para que se conozca su his-
toria y los principales hechos que afectaron a la población, a través de actos
culturales, específicamente, mediante la
realización de un concurso de cuento el
cual permitirá aplicar una didáctica de la
memoria, el perdón y la reconciliación.
-Implementar una estrategia de comunicación, que contenga programas radiales y televisivos a través de los cuales se
cuenten las historias del conflicto desde
un enfoque psicosocial.
-Conmemorar las fechas especiales de
las víctimas del conflicto armado a través
de actos simbólicos.
REINSERCIÓN Población excombatiente
En el marco de una posible etapa de posacuerdo, la comunidad deberá convivir y
aceptar a la población excombatiente. Por tanto, es necesario que se fortalezca el
tejido comunitario, familiar e individual, para la construcción de la paz territorial,
a través de encuentros, talleres y programas de apoyo psicosocial, que generen
capacidades para crear entornos favorables para la acogida adecuada de la población excombatiente.
La recepción de población excombatiente en los municipios del territorio ameritará un arduo trabajo social con las comunidades. Por ello, se propone la creación de mesas de trabajo en temas de convivencia, respeto y dignidad humana,
en las cuales se involucre a los y las desmovilizadas, para que tomen conciencia de los daños y perjuicios causados a la sociedad mientras hicieron parte de
grupos armados ilegales, resignificando sus proyectos de vida y adecuando sus
necesidades al nuevo entorno donde habitarán.
103
Aportes desde el sector
público y privado a los
procesos de reintegración
Figura 15. Aportes del sector público y privado
104
SUBREGIÓN JUANAMBÚ
Justicia transicional y Derechos
de las Víctimas
Para los habitantes de la región es importante obtener un mayor apoyo a las
víctimas del conflicto armado y social. Por esta razón, es necesario que se garanticen rutas de atención integral, soportadas en presupuestos reales y concretos, a las distintas formas de organización y expresión de las víctimas. Para
el logro de este objetivo, y frente a una posible etapa de posacuerdo, se deberá
garantizar el derecho a la igualdad, acceso a la educación superior y mayor
inversión social para víctimas organizadas y comprometidas en procesos de
reconfiguración de tejido social en todos los ámbitos.
En torno a justicia transicional, los aportes de los participantes en los distintos municipios de la subregión se centraron en los siguientes aspectos:
• Implementación o aplicación de medidas con enfoque diferencial, teniendo en cuenta a las víctimas, la caracterización de la población (edades, condición étnica y género).
• La implementación de la justicia transicional implica, necesariamente, el
diseño y aplicación de estrategias orientadas a la generación de ingresos, al
fomento de la educación y a la protección del medio ambiente.
• Las víctimas del conflicto pueden contribuir a la construcción de la paz
a través de su participación activa en los procesos de reconciliación, en
las revisiones y evaluaciones de la Ley de víctimas para que su implementación restituya realmente sus derechos.
• La construcción de un parque en conmemoración de las víctimas que
resalte la memoria histórica, concientizando a las comunidades y empoderando a las mismas de cara al posacuerdo.
105
Ante este panorama, los habitantes de Juanambú se mostraron propositivos.
Invocaron el fortalecimiento de los procesos de defensa del territorio y autonomía comunitaria mediante estrategias o programas de formación a los campesinos y campesinas, para posicionar la trascendencia de la protección de los
derechos humanos. Será importante reconocer públicamente las violaciones
de derechos humanos cometidas contra la población con el objetivo de que se
preserve el derecho de las víctimas a la verdad y a la justicia.
Llaman la atención los hechos narrados por organizaciones de mujeres respecto a los efectos diferenciados que produce el conflicto armado en la vida de los
hombres y las mujeres, teniendo mayor impacto aquellos que se generan en
la presencia de actores relacionados con la gran minería, pues las han hecho
víctimas de desplazamiento forzado y violaciones de sus derechos a la vida
y libre expresión, por la constante estigmatización a la que son expuestas al
defender los territorios.
106
SUBREGIÓN JUANAMBÚ
Soluciones integrales
a los problemas del agro
Una de las grandes problemáticas de la región es el olvido del sector agrario.
Los habitantes manifiestan la importancia de legalizar la propiedad rural, dado
que la mayoría de los predios se encuentran en falsa tradición o con documentos de compra-venta; a pesar de que hay programas estatales, estos no cuentan
con la cobertura y difusión requeridas. Esta situación podría exponer este tipo
de propiedades a eventuales declaraciones de terrenos baldíos y someterlos a
los acuerdos de acceso a propiedad de la tierra en el marco de los acuerdos de
La Habana. El trámite de legalización de predios, además de proporcionar las
garantías jurídicas a la propiedad privada, logrará el incremento del valor de
los predios, el acceso a los programas y proyectos estatales y el mejoramiento
de la calidad de vida.
Propuesta de las comunidades a la problemática del sector agrario:
Figura 16. Propuesta de soluciones al problema agro
107
Equidad de género para superar las
desigualdades en la tenencia de la tierra,
distribución del trabajo e ingresos
Es importante visibilizar los aportes de los habitantes de la subregión de Juanambú, pues es muy
frecuente que el trabajo de la mujer no sea reconocido a pesar de que participa activamente en las
actividades del ciclo productivo. En este sentido,
se realizaron los siguientes planteamientos:
• Fortalecer la participación de la mujer
mediante la aplicación de políticas incluyentes en la vida comunitaria y en los diferentes proyectos, que aporten a la equidad
reflejada en la tenencia igualitaria de la
propiedad y en la independencia económica de las mujeres rurales.
Fotografía: FMCN
• Impulsar estrategias para reconocer el
potencial de las mujeres en los diferentes
108
SUBREGIÓN JUANAMBÚ
ámbitos, como la educación, el deporte, la
cultura, en lo privado y en lo público.
• Fortalecer la escuela agroecológica municipal como alternativa de formación de
agrosembradoras, lideresas de asociaciones y organizaciones campesinas.
• Incentivar la asociatividad, el cooperativismo y la organización social y comunitaria
con perspectiva de género, así se permitirá
validar los aportes de las mujeres en torno
a la construcción de una política pública
para el sector agropecuario con enfoque
agroecológico, encaminada a lograr el desarrollo económico y rural del municipio.
Impulso de la productividad
sobre la base del respeto a la
biodiversidad, la conservación
y LA sostenibilidad
La paz se logra en gran medida a través de la construcción e implementación
de una economía y de un modelo de desarrollo humano integral, sostenible y
en armonía con el medio ambiente. Este reto implica acciones como las que se
relacionan a continuación:
Figura 17. Sostenibilidad ambiental
La apuesta de paz tiene como finalidad reforzar los procesos de resistencia,
movilización social y comunitaria para la defensa del territorio y de los derechos colectivos; la protección y conservación de los recursos naturales, la preservación de la identidad y el bienestar de las generaciones futuras.
109
Educación para
una cultura de paz
La paz se construye con educación: subregión de Juanambú
La subregión de Juanambú visiona sus territorios en paz a través de la estructuración de planes de educación y la ampliación de la cobertura de la educación superior, así como a través
de convenios con instituciones universitarias
que faciliten el acceso igualitario a la población
juvenil, especialmente la más vulnerable; así
mismo, es importante que se creen alianzas estratégicas y pedagógicas que incluyan un plan
de formación permanente que involucre a las
familias, a fin de generar cambios culturales a
nivel personal.
Es trascendental la implementación de un modelo educativo contextualizado con la región y
en armonía con la Madre Tierra, que sea transformador del pensamiento colectivo y encaminado a que las acciones del ser humano no
transgredan las relaciones con los sistemas de
vida. Esta propuesta estaría respaldada por los
distintos actores sociales que han trabajado en
procesos de movilización social en el territorio
desde finales de los años 90.
110
SUBREGIÓN JUANAMBÚ
Fortalecimiento de
Percepciones
la institucionalidad territoriales sobre
La paz se logra disminuyendo la corrupción,
los diálogos de paz
mejorando los canales de comunicación entre el pueblo y los gobernantes, para que los
recursos públicos se inviertan de manera
equitativa en las distintas demandas sociales.
La corrupción en los procesos electorales de
las últimas elecciones fueron muy notables,
y esto genera un ambiente desfavorable para
la construcción de la paz. En este sentido, se
plantearon propuestas como:
Los hombres y mujeres de la subregión Juanambú tienen una percepción clara de los diálogos de
paz que se adelantan en La Habana, Cuba, la cual
responden a una comprensión general, sin mayor
análisis o discusiones de fondo, principalmente
por desconocimiento sobre el proceso y las implicaciones que este tiene sobre las distintas comunidades en los territorios. Por ello, es necesario
adelantar y fortalecer pedagogías que acerquen a
los ciudadanos de base al proceso de paz.
En general, los acuerdos de La Habana favorecen al desarrollo rural de los municipios; sin
embargo, los elementos más importantes que
tienen aplicabilidad son los siguientes:
• Los subsidios para la compra de tierras.
• La creación de zonas de reservas y el
apoyo para la financiación de los planes de
desarrollo.
• Los planes de capacitación para las comunidades campesinas.
• El fortalecimiento de los mercados locales y regionales.
Figura 18. Fortalecimiento
de la institucionalidad
• La gestión de proyectos de infraestructura en vías y en sistemas de riego.
111
SUBREGIÓN
RÍO MAYO
ALBÁN
BELÉN
COLÓN
EL TABLÓN DE GOMÉZ
LA CRUZ
SAN BERNARDO
SAN PABLO
ÍNDICE DE
NECESIDADES
BÁSICAS
INSATISFECHAS
NBI ES DE 50%.
• El ICV (Índice de Calidad de
Vida) es de 59%.
• El desplazamiento por municipios receptores fue de 1.648
personas y por municipios
expulsores de 4.001
• En el sector agropecuario se
destacan los cultivos de café,
plátano, maíz, yuca, fique, caña
de azúcar y frutales.
POBLACIÓN
104.262 HAB.
CORRESPONDE
AL 6.28%
DEL DPTO.
ACTIVIDAD
ECÓNOMICA
• Compuesto por 2.376
indígenas y 1.084 afro
colombianos.
52% HOMBRES
48% MUJERES
112
• 26.921 están ubicados
en el sector urbano y
77.341 en el sector rural.
Reconstrucción de la tradición,
memoria, convivencia,
imaginarios y representaciones
del pueblo nariñense
La comunidad está en disposición de acoger a los reinsertados y propiciar espacios de diálogo siempre y cuando los tres niveles de gobierno (nacional, departamental y local) garanticen los recursos necesarios para apoyar el proceso que se
dará tras la firma del acuerdo de paz que hoy se adelanta en La Habana, Cuba.
Los excombatientes deberán ser partícipes en todos los sectores de la sociedad. Debe tenerse en cuenta sus capacidades, aptitudes e idoneidades para
que sean competentes en los diferentes escenarios de progreso y desarrollo.
El fortalecimiento de las microempresas, asociaciones o agremiaciones debe
ser parte del plan del gobierno, para evitar conflictos debido al desempleo y al
aumento de necesidades básicas insatisfechas. Los pobladores aceptan a los
excombatientes pero también se tendrán que realizar cambios estructurales y
definitivos que generen mayores oportunidades y empleos dignos, que mejoren la calidad de vida de los y las nariñenses.
Los participantes al encuentro de construcción colectiva, manifestaron que
solo el perdón entre víctimas y victimarios permitirá la construcción de paz
en los territorios y la consolidación de elementos de confianza que ayuden a
restaurar el equilibrio social, por años quebrantado.
Aporte
de las
víctimas:
Las víctimas del conflicto armado puede contribuir a la construcción de la paz a través de la conformación de una alianza,
integrada por organizaciones que aporten a dicha construcción a partir de los procesos sociales, culturales y políticos
del territorio, basados en el respeto por las diferencias y la
sana convivencia, en busca de una paz integral.
113
Justicia transicional y derechos
de las víctimas
Memoria Histórica. A las víctimas se les
debe garantizar el derecho a saber la verdad
sobre los acontecimientos perpetuados por
los diferentes actores, sean estos guerrilleros
o miembros activos de las fuerzas militares o
paramilitares. De igual manera, se les debe reparar integralmente y se debe hacer efectiva la
no repetición de los hechos victimizantes.
La construcción de identidades culturales
que signifiquen o representen a las personas
que fueron víctimas es una labor que debe
realizar el gobierno con la participación activa de las comunidades. La conmemoración
de fechas importantes, como celebraciones
culturales, religiosas y representativas del
territorio sería parte del proceso de memoria
histórica, a fin de jamás repetir los hechos
duros y penosos del conflicto y poder construir un proceso de paz más fuerte y duradero.
114
SUBREGIÓN RÍO MAYO
Reparación integral de las víctimas de
conflicto armado. El acompañamiento psicosocial debe ser permanente. No debe dejarse
solas a las víctimas en los procesos de sanación
y recuperación de sus afectaciones fruto del
conflicto armado. La coordinación de acciones
reparadoras debe ser conjunta con todas las
instituciones involucradas y reglamentadas en
el marco de la ley de Víctimas y Restitución de
Tierras (Ley 1448 de 2011).
Se deben fortalecer todos los procesos de reparación, retorno y reubicación a través de los
mecanismos participativos que involucren a las
entidades educativas y religiosas. De modo que
se fortalezcan los programas de difusión, capacitación y sensibilización. El apoyo psicosocial
para las víctimas debe ser permanente y prioritario, para evitar momentos de crisis y desesperanza sobre el proceso de paz.
Reformas exigidas al Estado
para una vida digna
Figura 19. Propuesta de reformas
al Estado
115
Soluciones propuestas por
la subregión a la problemática
del sector agropecuario
Para dinamizar la economía campesina y la implementación de proyectos productivos en el territorio, es fundamental la interlocución directa entre el Estado
y los productores con respecto a las políticas de desarrollo agropecuario y de
comercio. En este sentido, se propone como primera medida la terminación de
los Tratados de Libre Comercio, a través del diálogo directo con la institucionalidad, la socialización y la sensibilización sobre sus impactos y el fortalecimiento de la movilización social, con el concurso de las organizaciones campesinas, la comunidad en general y las instituciones del Estado a nivel municipal,
departamental y nacional.
Se deben implementar políticas enfocadas a la disminución de los costos de
producción de la actividad agropecuaria, mediante la transición de la producción convencional a la producción orgánica, como mecanismo que contribuya
a bajar la dependencia de los agroquímicos y negociar con el Estado las estrategias para el mejoramiento de los precios de producción y la deducción de los
insumos agropecuarios. Lo anterior debe contar con la participación activa del
sector campesino y la institucionalidad.
Por último, se resalta el fortalecimiento de las organizaciones campesinas de
base instando a la comunidad a rescatar y conservar las tradiciones agrícolas
de la región y promoviendo una participación autónoma y democrática de los
campesinos y campesinas, en articulación con las instituciones públicas, a fin
de trabajar en conjunto por el desarrollo rural del territorio.
116
SUBREGIÓN RÍO MAYO
Planes integrales de sustitución
de cultivos ilícitos: una nueva
vocación del territorio
La subregión busca reemplazar los cultivos ilícitos por una producción que reactive la economía de la región y ayude al mismo tiempo en
la erradicación de la violencia generada por la
relación entre dichos cultivos y el conflicto armado en Colombia. Frente a esta problemática,
que ha robado la tranquilidad a los y las nariñenses, se debe implementar una estrategia
integral que permita fortalecer la producción y
comercialización de cultivos de mora, tomate,
uchuva, café y lulo, mediante el acceso a créditos financieros con bajos intereses y formas de
pago de cuotas sostenibles, asesoría y acompañamiento técnico permanente y acceso a sistemas de comercialización favorables, incentivando la producción agropecuaria.
se encuentran articuladas con las instituciones
educativas, organizaciones campesinas, Banco
Agrario y SENA. Esta apuesta generará a corto,
mediano y largo plazo fuentes de empleo, ingresos y sobre todo un sentido de valoración del
territorio para la construcción de la paz.
Otro aspecto para destacar son las escuelas
agroalimentarias, específicamente en acciones
orientadas a la recuperación de los principales
ecosistemas y el fortalecimiento de la seguridad
alimentaria a través de procesos de formación
y sensibilización de la comunidad en el tema de
la reforestación, siembra de especies nativas,
diversificación de la producción, recolección de
semillas y montaje de viveros.
Lo anterior es viable solo si las instituciones del
gobierno municipal, departamental y nacional
117
Equidad de género para
superar las desigualdades en la
tenencia de la tierra, distribución
del trabajo e ingresos
Todo programa de Desarrollo Rural debe ser no solo integral sino también incluyente y debe tener un enfoque diferencial de género, que haga una caracterización de las mujeres campesinas teniendo en cuenta sus necesidades y las
de sus familias, además de plantear acciones que den solución a los problemas históricos de exclusión y desigualdad en las comunidades.
“Conocer
para
proponer
y exigir”
es una frase que algún participante acuñó para formular una estrategia de conocimiento y acceso al
derecho a la igualdad, a través de capacitaciones en
equidad de género y la implementación de una campaña de erradicación del machismo y la participación
de la mujer en la construcción de una política de Desarrollo Rural, que promueva la inclusión, con la participación de hombres, mujeres y jóvenes, garantizando
una convivencia sana e igualitaria para todas y todos.
El posacuerdo debe visibilizar a las mujeres y darles cabida y participación real
en todos los escenarios que se construyan. Se debe trabajar en nuevos modelos
económicos que ayuden a toda la población y no excluya a quienes no hacen parte de las dinámicas capitalistas. A nivel de los municipios, existe una marcada
desigualdad entre hombres y mujeres del sector rural, a pesar de los esfuerzos
que han realizado las organizaciones sociales en torno al impulso, liderazgo y
participación de la mujer en el desarrollo económico, social y político de los municipios y, por supuesto, en la construcción de una paz justa y sostenible.
118
SUBREGIÓN RÍO MAYO
Impulso de la productividad
sobre la base del respeto a la
biodiversidad, la conservación
y la sostenibilidad
La concientización o sensibilización de las comunidades es una de las primeras acciones que se deben poner en práctica junto con el gobierno, a fin de
mitigar el cambio climático, fenómeno que se hace cada vez más evidente por
las tremendas sequías que afectan los cultivos, el levante de especies menores
indispensables para el autoconsumo y el intercambio.
Implementación de
cultivos hortofrutícolas
Implementación de una
agenda productiva con
enfoque territorial, articulada con Región-Nación
Acceso al mercado
internacional de
productos orgánicos
Implementación de cultivos
ancestrales como la batata
Cultura en el
sector agrario
Figura 20. Sostenibiidad
Ambiental
119
Educación para una cultura de paz
El ABC de la educación
A.
B.
120
Trabajo de recuperación de valores, encaminados a
construir una visión de equidad dirigiendo el esfuerzo
de todos los actores de la sociedad para educar y
transformar la mentalidad machista que aún persiste en
el territorio. Para ello, el Estado y las administraciones
locales deben destinar recursos al desarrollo de
programas educativos y contratación de personal
idóneo, encargado de formar y fomentar en estudiantes
y padres de familia una cátedra de paz con equidad.
Diseño de modelos educativos
y generar pactos de convivencia e inclusión para cambiar el
imaginario de los actores
armados del conflicto.
SUBREGIÓN RÍO MAYO
C.
La educación para hombres y
mujeres debe garantizarse por
medio del acceso a la formación
de calidad, en el nivel técnico,
tecnológico y superior, con implementación de carreras acordes a
las necesidades del territorio.
Cultura ciudadana para la paz
Promover el sentido de pertenencia frente a los recursos, la infraestructura y
activos que pertenecen al Estado, y que hacen parte de los beneficios adquiridos por los ciudadanos, es una labor que debe ejercerse como habitantes de
los territorios. Es la educación y el aprendizaje de los diferentes procesos o
mecanismos de participación los que ayudarán a fortalecer y mejorar las condiciones de vida.
La subregión plantea la promoción de una cultura de anticorrupción, mediante
la implementación de un proceso de pedagogía educativa que incluya procesos de capacitación en control social y campañas permanentes que visibilicen
los efectos de la corrupción en la sociedad nariñense. Se involucrarán de manera activa a los líderes comunitarios y la comunidad en general, a fin de contribuir significativamente en la construcción de una cultura de paz, con sentido
de pertenencia hacia los bienes públicos.
121
SUBREGIÓN
SABANA
GUAITARILLA
IMUÉS
OSPINA
SAPUYES
TÚQUERRES
• El ICV (Índice de Calidad de
Vida) es de 57%.
• El desplazamiento por municipios receptores fue de 766
personas y por municipios
expulsores de 529
ÍNDICE DE
NECESIDADES
BÁSICAS
INSATISFECHAS
NBI ES DE 46%.
POBLACIÓN
75.692 HAB.
CORRESPONDE
AL 4.56%
DEL DPTO.
ACTIVIDAD
ECÓNOMICA
• Compuesto por 15.358
indígenas y 3.404 afro
colombianos.
•En el sector agropecuario se
destacan el cultivo de caña, de
azúcar, café, plátano, maíz, maní.
50% HOMBRES
50% MUJERES
122
• 25.712 están ubicados
en el sector urbano y
49.980 en el sector rural.
Reconstrucción
de la tradición,
memoria, convivencia, imaginarios y
representaciones del
pueblo nariñense
Las comunidades de la subregión de La Sabana
consideran trascendental incentivar los valores
familiares y las buenas costumbres, fortaleciendo los grupos de trabajo de organizaciones
sociales y culturales y aunando esfuerzos para
promover la visibilidad, mediante la generación
de escenarios de deliberación pública, formación y gestión de recursos que aporten a la consecución de la paz territorial.
El reconocimiento y la afirmación de las diferencias entre personas y grupos, en un marco
de construcción de acuerdos de respeto, conllevan a procesos locales de participación democrática y empoderamiento ciudadano, que benefician la estabilización de medidas pacíficas,
además de dar protagonismo a las víctimas del
conflicto armado.
123
Justicia transicional, memoria,
reconciliación y reparación
integral a las víctimas
La reconstrucción de vínculos de solidaridad, convivencia y reconciliación entre víctimas y victimarios y comunidades afectadas por el conflicto en general
es un pilar para la construcción de paz. En ese sentido, la población de la
subregión de La Sabana, en el marco de la resiliencia y de una práctica restaurativa, plantean las siguientes iniciativas:
• Creación de comités de convivencia y conciliación con políticas claras y decididas por parte de las administraciones municipales, departamentales y nacionales, fortaleciendo la participación de organizaciones
internacionales, en aras de lograr la reconstrucción del tejido social y
la paz territorial.
• Reconocimiento de las potencialidades del territorio para la recepción
de ideas que provengan de las propias comunidades y que aporten a la
reconciliación.
• Sensibilización a todos los sectores sociales sobre la situación real de
las víctimas del conflicto armado nariñense.
• Promoción de eventos de reparación simbólica para generar espacios
de reconciliación.
• Inclusión de las víctimas del conflicto en la vida social, política y comunitaria generándoles oportunidades de empleo digno.
124
SUBREGIÓN SABANA
REINSERCIÓN de la
población excombatiente
La reinserción social y económica de excombatientes de grupos armados, implica una diversidad de factores que deben expresarse en las políticas públicas y sociales aplicadas a los territorios. Es un reto muy grande que tenemos
como sociedad y como Estado para reconstruir social, institucional, política y
culturalmente el tejido de convivencia y de reconciliación; de la forma cómo se
asuma la reintegración a la vida civil de los excombatientes, dependerá el éxito
o fracaso de la etapa de implementación del posacuerdo.
Aportes desde el sector público y privado a los procesos de reinserción:
Acceso al sistema
educativo
Fortalecimiento de políticas
públicas en el proceso de
reinserción
Misiones internacionales
para proteger a la población excombatiente
Desarme
Convivencia pacífica que
mitigue los riesgos de
victimización y reincidencia
de los y las excombatientes
Figura 21. Población
excombatiente
125
Educación pertinente con calidad
y cobertura
la construcción de la paz, fomentando la cultura
de la sana diversión, garantizando la equidad e
igualdad y la sostenibilidad de la familia. Es importante fortalecer el diálogo, la autoridad desde
el hogar y reforzarlos en los Centros Educativos,
en los medios de comunicación y con el apoyo
de los diferentes líderes.
Para salir de las lógicas de la guerra es necesario
no solo desescalar el conflicto y sus lenguajes,
sino también construir nuevas formas de interrelación entre unos y otros. En ese sentido, la
cultura y la educación se consolidan como el camino para dar un salto cualitativo de la guerra a
la paz. Se establece, por tanto, la necesidad de
reconstruir a nivel personal, familiar y social los
valores éticos, morales y cívicos que se han perdido, rescatar a la familia como el eje central de la
sociedad y, desde allí, aportar con valores hacia
126
SUBREGIÓN SABANA
La tarea de la educación se torna fundamental
dentro del proceso de paz, como garante de la
formación académica de las presentes y nuevas
generaciones y de la formación de valores, la
participación social, la libre expresión, la realización individual y colectiva. Consecuentemente, desde el sistema educativo formal resulta
fundamental orientar el proceso educativo desde las etapas tempranas hasta los niveles de
educación superior, democratizar las prácticas
de aula con la implementación y aplicabilidad
de la cátedra para la paz. Se debe asumir la responsabilidad social de propiciar conversaciones con temas transversales sobre memoria,
conflicto, valores y reconciliación, como ejes
fundamentales en la formación de la población
infantil y juvenil.
Desarrollo integral con enfoque
territorial y diferencial
Económica y Tratados de Libre Comercio, en el
juego desigual de competencia en la economía
nacional e internacional.
La construcción de la paz pasa necesariamente por la generación de nuevas condiciones de
vida para los territorios rurales. Efectivamente,
la inclusión socioeconómica de los campesinos
es esencial en tanto que la ausencia de horizontes de vida es un factor determinante que históricamente ha alimentado no solo el conflicto
armado sino que también ha empujado a miles
de familias a relacionarse con dinámicas conexas con el conflicto armado, como es el caso
de los cultivos ilícitos. La anterior situación se
suma, en las dos últimas décadas, a la aplicación de políticas indiscriminadas de Apertura
Para construir paz en los territorios rurales es
fundamental la inclusión de estrategias y acciones orientadas al fortalecimiento de las dinámicas productivas, en el marco de una política
de desarrollo rural integral, en los planes de
desarrollo local y regional, a fin de propiciar, en
simultaneidad, procesos de transformación socioeconómica, cultural y ambiental del territorio
desde la asignación de recursos suficientes para
su ejecución. Lo anterior debe partir de la construcción colectiva del sector agropecuario para
que contribuya al desarrollo de una planeación
efectiva y gestión participativa de los territorios.
El modelo de desarrollo agropecuario propio
parte de reconocer la importancia de la recuperación de los cultivos ancestrales diversos,
como estrategias para disminuir las prácticas de
monocultivo, situación que ha generado condiciones desfavorables en los procesos de comercialización, contaminación de suelos, por el uso
excesivo de agroquímicos, y la pérdida de valores culturales en los sistemas de producción.
Las comunidades reiteraron la siguiente afirmación: “mayor inversión en el campo y menos
inversión para la guerra”.
127
Fortalecimiento de la
institucionalidad rural
y la asociatividad en marcos
autónomos, de soberanía
y seguridad alimentaria
Las comunidades de la subregión de La Sabana han priorizado la viabilidad de
las economías rurales familiares, propias o autónomas, en las que el énfasis
está en asegurar la producción, el acceso y el consumo de alimentos, lo cual
implica la diversificación de la producción, el fortalecimiento del consumo y el
abastecimiento de mercados locales. Así mismo, plantean la necesidad de la
conservación de semillas nativas como la quinua, el maíz, el trigo, la cebada, las
ocas y otros productos propios del territorio.
Es necesario, desde la perspectiva institucional, superar las visiones y actuaciones convencionales del orden cortoplacista, sectorial, fragmentado, proyectista
y economista, entre otras aristas para dar tránsito a una comprensión de mayor
integralidad, donde la convergencia de actores, intereses e iniciativas se sitúen en
el centro de la agencia del desarrollo rural. Esto significa el estímulo a la concertación de los actores locales entre sí y los agentes externos relevantes.
A través de la Ruta Constructora, los habitantes manifestaron que la paz como
desarrollo rural parte también del fortalecimiento de la institucionalidad rural,
que propenda por la ejecución de las iniciativas de los productores, como es el
caso de los proyectos priorizados en el CONPES Agropecuario de Nariño; así mismo, que potencie el trabajo de campo desde el fortalecimiento organizacional en
renglones significativos de la economía regional, a fin de estimular y facilitar la interacción y concertación de los actores locales y los agentes externos relevantes.
128
SUBREGIÓN SABANA
Es importante fomentar instrumentos y mecanismos organizativos, cooperativos y/o empresariales para que los productores rurales puedan acceder a una
mayor agregación económica; tal es el caso de asociar económicamente a personas naturales y jurídicas, privadas y públicas, identificadas con los mismos
objetivos y resultados.
129
Gobernabilidad y gobernanza
regional para la paz
Fortalecimiento de la institucionalidad
Para que los municipios sean instancias de construcción y jueguen un papel
activo en la paz territorial, es necesario avanzar en la reflexión sobre la transformación de actitudes, estructuras, comportamientos y relaciones, que permitan
la implementación de prácticas incluyentes y generadoras de condiciones de
equidad. En efecto, un gobierno local que se convierta en la expresión de un
proceso democrático y legítimo contribuye a la desactivación de los elementos
o factores de las conflictividades.
Figura 22. Fortalecimiento
de la institucionalidad
130
SUBREGIÓN SABANA
SUBREGIÓN
CENTRO
CHACHAGÜÍ
• El ICV (Índice de Calidad de
Vida) es de 82%.
• El desplazamiento por municipios receptores fue de 40.324
personas y por municipios
expulsores de 6.141
ÍNDICE DE
NECESIDADES
BÁSICAS
INSATISFECHAS
NBI ES DE 20%.
POBLACIÓN
466.331 HAB.
CORRESPONDE
AL 28.09%
DEL DPTO.
ACTIVIDAD
ECÓNOMICA
• 360.966 están ubicados
en el sector urbano y
105.365 en el sector rural.
• Compuesto por 2.924
indígenas y 6.300
afrocolombianos.
• En el sector agropecuario se
destacan los cultivos de papa,
maíz, frijol, hortalizas.
48% HOMBRES
52% MUJERES
131
Reconstrucción de la tradición,
memoria, convivencia,
imaginarios y representaciones
del pueblo nariñense
La justicia transicional “no es una forma especial de justicia, sino una justicia
adaptada a sociedades que se transforman a sí mismas después de un período de violación generalizada” (ICTJ; 2009). La palabra transición imprime
la característica primordial de este tipo de justicia: se trata de salir de un
estado de cosas a otro distinto y anhelado, y este anhelo, en la mayoría de los
procesos, es el retorno al sentido identitario, es decir, a volver ser lo que se
era antes de la guerra.
132
SUBREGIÓN CENTRO
Las comunidades realizaron importantes planteamientos frente al tema:
• Resaltaron la importancia de los comités territoriales de justicia transicional municipales, estipulados en el Decreto 4800 del 2011, como mecanismos oficiales que busquen la garantía de los derechos, los cuales,
han adoptado enfoques diferenciados y elementos culturales propios,
además de aportar en la elaboración de planes de acción en el marco de
los Planes de Desarrollo, a fin de lograr la atención, asistencia y reparación integral a las víctimas. Solo la participación de todas las voces garantizará que no exista invisibilidad de las diferentes formas de violencia
y, por tanto, de las asimetrías en los daños causados.
• Se propuso trabajar de forma individual y colectiva por la reconciliación. Esto significa trabajar por entender que es necesario revisar los
prejuicios, actitudes y comportamientos personales y tejer lazos de confianza rotos por el conflicto y las violencias asociadas. Para ello, es necesaria la formación ciudadana para el conocimiento y vivencia de valores
como la tolerancia, el perdón y la unidad familiar.
• Se propuso trabajar por la reconciliación, independientemente de los
resultados de las negociaciones que se adelantan en La Habana, teniendo
en cuenta que la reconciliación se construye día a día y en cada territorio.
• Señalaron la necesidad de establecer medios y mecanismos necesarios para el esclarecimiento de los hechos victimizantes y reconstruir la
verdad, con la participación de las comunidades, líderes y lideresas y
mecanismos de investigación claros, para una reconciliación real.
133
Reparación integral a laS víctimaS
• Memoria Histórica. Elaborar una reseña
histórica donde se resalte la vida de las
víctimas del conflicto en la región, recopilando información, fotos, noticias y otras
evidencias que den a conocer los hechos
victimizantes. Su difusión deberá ser amplia y suficiente, a través de foros y talleres
en instituciones educativas y en espacios
propios de la comunidad.
Para ello es imperativo identificar claramente las violaciones cometidas por los
grupos armados contra la población civil,
con el objetivo de preservar el derecho a
la verdad de las víctimas y de sus familias.
• Sensibilizar a la comunidad y a la institucionalidad sobre la realidad del conflicto, asumiendo los territorios como
receptores de población desplazada y reconociendo públicamente las violaciones
de derechos humanos cometidas por los
actores del conflicto, incluido el Estado.
• Facilitar la comunicación con la Comisión de la Verdad para reivindicar la dignidad de las víctimas y el goce efectivo de
los derechos.
134
SUBREGIÓN CENTRO
• Brindar las garantías de restitución y
respeto por los derechos, de forma equitativa y con enfoque de género.
REINSERCIÓN de la
población excombatiente
En este ámbito, las iniciativas de la subregión Centro están dirigidas a la
formulación y socialización de propuestas sociales y políticas que permitan
acoger a la población desmovilizada de manera que se les brinde la oportunidad de integrarse a la sociedad. Para ello es perentorio crear oportunidades laborales y condiciones de vida digna, dentro de un marco de legalidad,
y en un entorno de concertación y diálogo, con la participación de entes
gubernamentales, Juntas de Acción Comunal y la comunidad en general.
Para la integración a la vida civil de población excombatiente las comunidades de la Subregión Centro proponen:
Figura 23. Reinserción de la población excombatiente
135
La familia
y la educación
para la paz y
la convivencia
• Implementar estrategias pedagógicas
orientadas al fomento y resignificación de
los valores culturales existentes en el territorio, e incentivar el respeto, la igualdad y la
convivencia.
• Considerar a las instituciones educativas
como principal alternativa para construcción
de memoria histórica. Estas deben contribuir
a reconocer lo sucedido en el marco de las
conflictividades sociales y políticas.
• Resignificar el papel de la mujer en el trabajo y en el hogar, generando el cambio de
esquemas de pensamientos machitas y excluyentes por parte de la comunidad en general. Se deben dar a conocer los derechos
de las mujeres, fortalecer los procesos de
empoderamiento en el territorio y lograr la
vinculación en escenarios políticos, económicos y sociales decisivos para la construcción de paz con justicia social.
136
SUBREGIÓN CENTRO
Desarrollo integral con
enfoque territorial y diferencial,
ordenamiento propio del
territorio y desarrollo
rural integral para la paz
Los habitantes de la subregión manifestaron que el desarrollo rural con perspectiva de territorio es comprendido como un proceso de planificación y gestión participativa y de consensos sociales, dirigido a corregir las políticas de
exclusión. Se considera que es necesario llevar a cabo un proceso de transformación socioeconómica, cultural y ambiental del territorio, con el fin de propiciar un desarrollo humano equitativo de las comunidades.
La población campesina que participó de la Ruta Constructora de Paz destacó
la necesidad de mejorar y proteger al sector rural, como parte del desarrollo
integral, a través de la estructura de propiedad de la tierra, diversidad cultural,
climática y riqueza en biodiversidad propias de esta región.
A los anteriores planteamientos se suman la productividad, la infraestructura, el equipamiento comunitario y rural, la formación de talento humano y un
modelo asociativo donde el productor tenga mejores condiciones e ingresos, a
través de la incidencia y la participación en los procesos prediales y extraterritoriales, tales como la investigación aplicada, la logística, la comercialización,
la distribución y la tecnificación de la producción campesina.
137
Sustitución de cultivos ilícitos
para la reconstrucción
del tejido social
Aunque en la subregión Centro no existe una gran extensión de territorio dedicado a cultivos ilícitos, las comunidades manifestaron que se deben establecer
políticas de desarrollo rural integral, a fin de generar condiciones de vida alternativas, mediante la implementación de cultivos basados en estudios ecofisiográficos de los territorios y de fincas integrales comunitarias, unidas a una cadena de producción y eventos culturales y ferias agrícolas, en las que el campesino
dé a conocer y venda sus productos más destacados, esto también es paz.
Fortalecimiento de la institucionalidad
rural y la asociatividad
• Fortalecer y/o crear asociaciones para dinamizar la producción y la comercialización de
la producción agropecuaria y artesanal en los
municipios, para bajar costos de producción y
acceder a nuevos mercados con bajos niveles
de intermediación, a precios justos y en condiciones favorables para los productores. La
condición histórica del minifundio favorece la
unión de esfuerzos colectivos en un territorio,
potencializado por la asociatividad y modelos
de economía solidaria.
138
SUBREGIÓN CENTRO
• Facilitar el acceso a créditos para garantizar
un capital de producción. Del mismo modo, es
necesario que el Estado ofrezca subsidios para
la producción e implemente seguros contra
pérdidas en la producción por el factor de temporadas climáticas adversas.
• Implementar políticas agrarias encaminadas
a crear un subsidio de vida (pensión) para los
campesinos que por vejez ya no puedan trabajar la tierra con la misma fuerza.
Infraestructura para el desarrollo
y la paz
Turismo sostenible como
alternativa de Paz
Los participantes del encuentro de Agenda de Paz Nariño plantearon la necesidad de articular el turismo rural sostenible con las actividades de artesanías,
gastronomía y cultura. La asociatividad en torno a estas actividades mejora
la calidad de los servicios y destinos en perspectiva de turismo comunitario.
Para ello, es necesario fortalecer las habilidades y competencias del talento
humano y asociativo, en función de las necesidades de la demanda turística y
de generación de empleo.
139
Gobernabilidad y gobernanza
regional para la paz
Control social a la gestión pública
El posacuerdo exige, como condición, una mayor y cualificada participación de la ciudadanía en los procesos de gobiernos y políticas públicas.
140
SUBREGIÓN CENTRO
SUBREGIÓN
OCCIDENTE
ÍNDICE DE
NECESIDADES
BÁSICAS
INSATISFECHAS
NBI ES DE 48%.
• EL ICV (Índice de Calidad de
Vida) es de 63%.
• El desplazamiento por municipios receptores fue de 4.122
personas y por municipios
expulsores de 1.376
•Sector agropecuario se
destacan los cultivos de café,
plátano, maíz, yuca, fique, caña
de azúcar y frutales.
POBLACIÓN
53.837 HAB.
CORRESPONDE
AL 3.24%
DEL DPTO.
ACTIVIDAD
ECÓNOMICA
• 17.298 están ubicados
en el sector urbano y
36.539 en el sector rural.
• Compuesto por 14
indígenas y 106 afrocolombianos.
52% HOMBRES
48% MUJERES
141
Reconstrucción de la tradición,
memoria, convivencia,
imaginarios y representaciones
del pueblo nariñense
La subregión Occidente, integrada por los municipios de Linares, Sandoná,
Ancuya y Consacá, manifiesta que para reconstruir el tejido social es necesario trabajar de manera permanente con y por la célula de la sociedad que es la
familia, a través de la convivencia y el diálogo compartido, en busca de justicia
social a partir de la educación, formación en valores y principios, generando
conciencia respecto al ejercicio de derechos y deberes, proyectándolos a nivel
social y comunitario.
Lo anterior debe reforzarse desde la educación en la escuela; por ello, los y las
docentes deben ser capacitados con el apoyo de instituciones como ICBF y
SENA, para la generación de apoyo psicosocial en las instituciones.
En este escenario juega un papel esencial el criterio de corresponsabilidad. No
se puede esperar que el gobierno nos dé y nos haga absolutamente todo, hay
que tener sentido de pertenencia, ser propositivos y partícipes de la construcción de lo que queremos como sociedad.
142
SUBREGIÓN OCCIDENTE
Justicia transicional, memoria,
verdad y reconciliación
Garantizar los derechos de las víctimas debe ser la apuesta del Estado y de las
comunidades. Para lograr este objetivo se requiere de un sistema de justicia
transicional que contemple, de la manera más extensa, los derechos a la verdad, justicia, reparación y brinde garantías de no repetición, ligado a un sistema de memoria histórica de los hechos, implementando políticas de inclusión
real de las víctimas y victimarios.
Por otro lado, una de las grandes preocupaciones de las víctimas es la suplantación,
que se ha vuelto muy recurrente. Hay personas que sin haber sido victimizadas se
han valido de falsas declaraciones para acceder a los beneficios que el Estado proporciona, lo cual niega el acceso a los beneficios de las personas que en verdad han
tenido que padecer los horrores del conflicto. “Las ayudas del Estado deben llegar a
las personas que de verdad lo necesiten, a través de procesos transparentes y loables, donde se garantice la imparcialidad y la reparación integral de las víctimas”,
afirman los habitantes de la subregión. Para ello proponen los siguientes aspectos:
Figura 24. Memoria, verdad y
reconciliación
143
REINSERCIÓN de la
población excombatiente
Las políticas o medidas que se implementen en materia de reintegración de
quienes hoy hacen parte de los grupos insurgentes deben estar diseñadas de
manera tal que se garantice la real acogida, respaldo y organización de los y las
excombatientes, para así lograr un cambio frente al proceso de reintegración
a la vida civil. En síntesis, se considera que, entre otras medidas, deben adoptarse las siguientes:
Apoyo psicosocial permanente tanto para víctimas
como para victimarios
Empoderar a las comunidades
para el posacuerdo
Adaptabilidad social a través de la reintegración de la población excombatiente
Trabajo comunitario y articulado
con las administraciones municipales
Perdón y reconciliación
Figura 25. Propuesta para
reintegración
144
SUBREGIÓN OCCIDENTE
Educación pertinente con calidad
para la familia y la convivencia
La educación pertinente y de calidad no solo es la clave para el progreso desde
el punto de vista económico, sino también desde el punto de vista de la resolución pacífica de conflictos; ésta comienza por el manejo de las diferencias
relacionales entre estudiantes, docentes, directivos y administrativos en torno
al Manual de Convivencia y la Ruta de Atención, en las que debe promoverse la
prevención del conflicto y el reforzamiento de ciertas dinámicas de la juventud
y en cómo evitar que se presenten fenómenos que dañen sus vidas.
Se propone apostarle a una formación integral fundamentada en conocimientos y valores, a través de:
Figura 26. Educación pertinente
y de calidad
145
Desarrollo integral con enfoque
territorial y diferencial
Desarrollo rural integral para la paz
Los municipios que conforman la subregión
plantean la relevancia de la agricultura en
su vida económica y social, entendiendo la
importancia del campo en todo proceso de
construcción de paz. Manifiestan las dificultades en medio de las cuales se producen los
alimentos, en un ambiente de indiferencia del
Estado, con miles de trabas para acceder a
créditos y con una infraestructura deficiente:
sin buenas vías de comunicación, sin asistencia técnica ni mecanismos de apoyo en la comercialización, lo cual les reporta un margen
mínimo de utilidades.
Este territorio se caracteriza, en gran medida,
por ser de carácter minifundista, por lo que
no se requiere redistribución de la tierra sino
capacitación hacerla más productiva; es necesario además identificar y caracterizar a la
población rural (por ejemplo, existe el empresario, el caficultor, el jornalero). Esto permite
diferenciar el tipo de política necesaria según
sus funciones y conocimiento.
146
SUBREGIÓN OCCIDENTE
Por ello, las propuestas en aras del desarrollo
de sus territorios son variadas:
• Fortalecimiento de cadenas productivas estratégicas para la región.
• Establecer sinergias interinstitucionales, para que las misiones de las instituciones apunten al cumplimiento de las
visiones de desarrollo rural concertadas
con las comunidades.
• Fortalecer las organizaciones campesinas en cuanto a la concepción
de una mentalidad organizacional y
socio-empresarial en un esquema de
economía solidaria.
• Implementar un Plan de asistencia
integral y técnica, tecnológica y de investigación.
Sustitución de cultivos ilícitos
para la reconstrucción
del tejido social
Atender y solucionar el problema de los cultivos ilícitos en esta subregión exige
la implementación de un plan de sustitución integral, que satisfaga las necesidades de los cultivadores, y que sea producto de la articulación entre los diferentes
actores estatales, privados y comunitarios; debe contemplar el diseño y la ejecución de proyectos productivos de largo plazo, con acompañamiento permanente
y acorde a las características culturales y productivas del municipio, así como la
organización de procesos de capacitación y fortalecimiento institucional.
Para recuperar la identidad cultural perdida debido a la presencia de cultivos
ilícitos, se planteó la importancia de rescatar los cultivos nativos, como la arracacha y los frutales, incorporando a dichos sistemas productivos acciones responsables con el medio ambiente y la realización de intercambios de semillas;
conocimientos que contribuyen a la sinergia entre conocimientos ancestrales
y aspectos tecnológicos.
La subregión considera que la diversidad de cultivos puede generar mayores
oportunidades de comercio, mediante la vinculación de excultivadores de productos de uso ilícito a microempresas y otras organizaciones capacitadas, a fin
de desarrollar una economía solidaria y sostenible.
147
Gobernabilidad y gobernanza
regional para la paz
Una vez constituidas estas organizaciones, asociaciones y comités se facilita la intervención,
proposición y verificación de las políticas de gobierno, la participación ciudadana y el ejercicio
democrático dentro de los diferentes procesos
de planeación y desarrollo.
Esta demanda se concreta en una serie de propuestas que, más allá de ser un reclamo al Estado, llaman la atención sobre la sociedad civil:
• Necesidad de organizar comités y juntas que trasciendan las preocupaciones
coyunturales o del día a día, en un trabajo
gradual, constante y progresivo.
La falta de organización entre la ciudadanía y
el desconocimiento de los derechos y deberes
del ciudadano ha obstaculizado históricamente
el desarrollo de condiciones para la incidencia
política de las comunidades.
En este sentido, se deja escuchar una voz autocrítica entre los participantes de los diferentes sectores, que plantearon como punto de partida la
constitución y cualificación de las organizaciones
sociales para la participación e incidencia política.
148
SUBREGIÓN OCCIDENTE
• “No dejarle el trabajo al gobierno”, ser
participante activo a través de la constitución de asociaciones y comités, con funciones y responsabilidades claras y concretas.
• Fortalecer las juntas de acción comunal
en las veredas.
• Creación de una escuela de líderes comunales y políticos.
SUBREGIÓN
CORDILLERA
ÍNDICE DE
NECESIDADES
BÁSICAS
INSATISFECHAS
NBI ES DE 67%.
• EL ICV (Índice de Calidad de
Vida) es de 59%.
• El desplazamiento por municipios receptores fue de 16.555
personas y por municipios
expulsores de 28.699
•En el sector agropecuario se
destacan los cultivos de
caña de azúcar, café, plátano,
maíz, maní y frutales.
POBLACIÓN
72.025 HAB.
CORRESPONDE
AL 4.34%
DEL DPTO.
ACTIVIDAD
ECÓNOMICA
• 16.046 están ubicados
en el sector urbano y
55.979 en el sector rural.
• Compuesto por 66
indígenas y 1.236
afrocolombianos.
52% HOMBRES
48% MUJERES
149
Reconstrucción de la tradición,
memoria, convivencia, imaginarios
y representaciones del pueblo nariñense
tural y fortalecer el sentido de pertenencia en
la población a partir de los valores.
En el recorrido de la Ruta Constructora de Paz
por la subregión de la Cordillera, los habitantes de los municipios de Policarpa, Taminango, Cumbitara, El Rosario y Leiva manifestaron
que para la construcción participativa y colectiva de la paz es necesario promover y retomar
la movilización social y el desarrollo de actividades culturales, recreativas y lúdicas, que
permitan al territorio afianzar la identidad cul-
150
SUBREGIÓN CORDILLERA
Respecto a la movilización social, debe señalarse que ésta hace parte de la forma histórica
de construcción del territorio y no es un aspecto coyuntural o colateral de las visiones políticas de la subregión. Por tanto, es percibida
como parte de la esencia de sus habitantes,
pues representa un proceso de autoconstrucción, ligado al quehacer social, que ha aportado a la gobernanza del territorio. Adicionalmente, la visión que tienen los habitantes de
la Cordillera es que la reconstrucción del tejido social debe crear escenarios para la paz,
el perdón y la reconciliación. Esto implica la
recuperación de las relaciones pacíficas, en
igualdad de condiciones, consolidadas sobre
la base del respeto a la vida, al pensamiento
distinto, el rescate de principios y valores que
se han perdido al interior de las familias y de
la comunidad.
Justicia transicional, memoria
y reconciliación
Las víctimas de la Subregión Cordillera tiene la firme convicción de poder contribuir a la justicia transicional, el perdón y la reconciliación. Para alcanzar este
objetivo consideran que es pertinente retomar la formación en valores, como
el respeto, la tolerancia, la responsabilidad, la solidaridad, el amor y la verdad,
tanto en sus núcleos familiares como en las instituciones educativas y en la comunidad en general, con el fin de crear condiciones propicias para la reinserción, mediante acciones concretas como el arte, el deporte y la comunicación
entre víctimas y victimarios, en favor de una cultura de paz.
En este sentido, la Justicia Transicional es vista por esta comunidad como un
proceso real y práctico de convivencia con los excombatientes, con una gran
disposición para la reconciliación; en especial se resalta las propuestas de las
víctimas del conflicto armado que contribuirían a la construcción de caminos
que conlleven al perdón:
• Asumir con responsabilidad, respeto y tolerancia la dignidad de los
victimarios, reconociéndolos como hermanos con dignidad, para vivir en
familia, comunidad y sociedad.
• Fortalecer procesos de reconciliación, con la reafirmación del compromiso del agresor de la no repetición de hechos victimizantes.
• Disposición de las comunidades para saber perdonar.
151
Reparación integraL a laS víctimaS
Esta subregión plantea que para construir
la paz es de vital importancia fortalecer la reparación integral a las víctimas del conflicto
armado, incluyendo los procesos de memoria
histórica que se constituyen en una estrategia
de garantías para la no repetición de los hechos
victimizantes. La población considera que uno
de los factores claves en los procesos de reconciliación y reparación integral de las víctimas
será el fortalecimiento espiritual frente a las
graves secuelas generadas por sesenta años de
conflicto, por lo que apelan a un sentimiento de
solidaridad, aceptación y exigencia de los derechos fundamentales de quienes han sufrido la
guerra. Así mismo, consideran indispensable
que la historia de los pueblos se recuerde, y se
conceda la oportunidad de crear monumentos
152
SUBREGIÓN CORDILLERA
que reivindiquen a las víctimas, constituyéndose en símbolos de dolor y de fortaleza.
Adicionalmente, estiman necesario que las víctimas tenga más acceso a espacios de incidencia y de participación, cuyo objetivo sea presentar sus vivencias no solo para narrar los actos
violentos, sino también para hacer valer sus
historias de vida y contribuir desde sus experiencias a generar capacidades de resiliencia a
través de la lucha pacífica. En el caso particular
de las mujeres que han sido víctimas del conflicto, la población de esta subregión propone
que se estructure e implemente un proceso de
acompañamiento integral, centrado en cinco
aspectos claves, los cuales se muestran a continuación:
Figura 27. Reparación integral a
las víctimas
REINSERCIÓN de la
población excombatiente
La población de la subregión considera que la construcción de paz debe empezar con la aceptación de la población excombatiente, por lo que se debe implementar un proceso efectivo para su reincorporación a la sociedad en todos los
escenarios: políticos, sociales y educativos, brindándoles el apoyo necesario
para que el proceso de paz y de reconciliación perdure en la sociedad.
Para lograr la reincorporación y la reconciliación, la población manifiesta que
algunos aspectos transcendentales son:
• La construcción de paz es una oportunidad para desarrollar modelos
sostenibles de desarrollo. Para ello, se requiere la implementación de
capacidades tanto técnicas como financieras para atender los retos que
implica el posacuerdo y la llegada de los excombatientes al territorio.
• En el marco de un proceso de reintegración a la sociedad, las personas
desmovilizadas tienen que asumir unos deberes y obligaciones, mientras
que sus derechos laborales, educativos y psicosociales son garantizados, a fin de promover la reintegración a la vida civil y la construcción de
una sociedad pacífica y libre de violencia.
Bajo esta línea, los pobladores de los municipios de la Cordillera aceptarán a
los excombatientes, siempre que el gobierno preste un acompañamiento efectivo y apoye principalmente a las comunidades campesinas, quienes, en adelante, compartirán sus agendas cotidianas de vida.
153
Municipio de Leiva
Desminado humanitario
La discusión respecto al tema del desminado dejó entrever prevenciones y temores. Los habitantes consideran que el tema debe ser resuelto por los actores
causantes de este daño al territorio, mostrándose dispuestos a contribuir con
las acciones diseñadas en el proceso de desminado humanitario, como por
ejemplo, orientar a las autoridades sobre la existencia de campos minados
para evitar desastres personales y afectación a las comunidades.
Estas son las propuestas para reactivar la vida de los territorios que fueron
afectados por campos minados:
Figura 28. Desminado
humanitario
154
SUBREGIÓN CORDILLERA
Educación pertinente con calidad
y cobertura
Desde el campo se puede construir paz a partir
del redireccionamiento de la vocación educativa, mediante el fortalecimiento y la cualificación
de las instituciones educativas agropecuarias,
promoviendo una visión a futuro del campo
mientras se apoya la sostenibilidad productiva
y económica de los territorios; esto proyectado
en un horizonte de tiempo de 20 a 30 años.
En vista de lo anterior, se hace necesaria la
diversificación de la educación a través de colegios técnicos que incentiven mentalidades
empresariales, teniendo en cuenta las líneas
productivas principales, las potencialidades de
los territorios y la creación de Institutos que capaciten a los campesinos de las diferentes comunidades, incluyendo a aquellos que nunca
han tenido la oportunidad de formarse.
En cuanto a la cobertura y mejoramiento de entornos favorables para la educación, se plantea
la construcción y fortalecimiento de centros
educativos integrales con restaurantes, salones recreativos y centros de cómputo, y la asignación de becas para acceder a la educación
superior en carreras profesionales, técnicas o
tecnológicas, teniendo como referente los territorios de origen y sus vocaciones.
Desde las voces de las mujeres, se plantea
la creación y/o fortalecimiento de las escuelas de padres en las instituciones educativas,
con un enfoque de género que permita a los
hombres y mujeres combatir los modelos
patriarcales caracterizados por el machismo
presente en el territorio.
155
Desarrollo integral con enfoque
territorial y diferencial
El desarrollo rural es de gran importancia para los
municipios de la subregión, por lo que se ha señalado que éste no puede enfocarse únicamente en
el ciclo productivo, sino que debe también plantear
estrategias claras para promover la comercialización y para superar muchas problemáticas, entre
ellas, la falta de recursos económicos, la falta de
tierras productivas y el bajo nivel asociativo, avanzando en la profesionalización de la actividad productiva del campesino.
En dicha profesionalización, se debe considerar la situación de las mujeres rurales, puesto
que en la región es característica la presencia
del modelo patriarcal configurado en las relaciones de pareja y familiares. Este fenómeno se ve
reflejado en el alto dominio de los hombres en
las esferas privadas y públicas, relegando a un
segundo plano el papel y la contribución de la
mujer en el campo económico.
Por tanto, el objetivo de sus propuestas se centra en
contar con condiciones adecuadas para la satisfacción de sus necesidades básicas, fortalecer su autonomía económica y la de sus familias, dando paso
al fortalecimiento de la independencia y empoderamiento económico de las mujeres de esta subregión.
Ellas son enfáticas al manifestar: “Buscamos tener
un buen sustento personal y familiar y como mujeres
no depender de nadie sino de nosotras mismas”.
156
SUBREGIÓN CORDILLERA
Sustitución de cultivos ilícitos para la
reconstrucción del tejido social
La economía de la subregión es débil, y en la
mayoría de los casos los cultivadores de coca
no ganan más que otros campesinos y agricultores. Los campesinos no obtienen ganancias
extraordinarias por cuenta de cultivos ilícitos;
por el contrario, los cultivos alternativos son altamente demandados por los cultivadores. Así
pues, existe una gran necesidad de programas
de desarrollo alternativo, infraestructura y acceso a mercados. Así lo manifestó la comunidad,
especialmente de los municipios de Policarpa,
Leiva y El Rosario.
En estos municipios, las drogas ilícitas no solo
han tenido un efecto negativo sobre la cultura
y las condiciones de vida de los campesinos,
también se han convertido en un elemento dinamizador de la violencia.
Las siguientes son algunas propuestas que de
manera empírica plantearon los actores sociales de los municipios para afrontar la problemática de los cultivos ilícitos:
•La subcultura de cultivos ilícitos, impuesta desde afuera, puede ser modificada en la medida en que se implemen-
ten estrategias productivas en el campo,
que contribuyan al desarrollo económico de las familias; generando dinámicas
que involucren la academia y el campo
en los procesos de asistencia técnica y
fortaleciendo la comercialización de las
nuevas siembras, lícitas, sostenibles y
autosuficientes.
• Establecer un control de precios y medidas en los productos e insumos, para
evitar la especulación y encarecimiento
de la producción y la intermediación.
• Crear programas de reforestación y
cuidado del medio ambiente y cuencas
hidrográficas.
• Estructurar y poner en marcha una
Agencia para la Sustitución de Cultivos
Ilícitos, para que Nariño sea uno de los
departamentos pilotos en la implementación de programas, teniendo en cuenta
las lecciones aprendidas de experiencias
regionales, como lo fue el programa “Sí
se puede”.
157
Activo de paz
Cabe resaltar que los habitantes de la subregión reconocieron que la Feria Campesina constituía una práctica cultural que convocaba a la mayoría de las comunidades. En torno a ella, cada quince días o cada mes participaban hombres y
mujeres de todas las edades. Cada persona tenía un oficio, actividad o labor que
permitía el intercambio o la comercialización de diferentes productos, en exposiciones ganaderas, festivales gastronómicos, festivales artesanales y muestras
culturales. Esta añoranza representa la demanda de la población, pues existe el
deseo de rescatar dicha feria, catalogándola como un Activo de paz.
Desarrollo rural integral y pertinente
en comunidades étnicas y conservación
de la biodiversidad para la paz
Las comunidades negras asentadas en la
subregión de la Cordillera y organizadas en
consejos comunitarios consideran importante
la aplicación del enfoque diferencial en el desarrollo rural, puesto que esta población es excluida, oprimida y desplazada de los distintos
procesos del territorio. Desde la perspectiva
étnica, se propone la promoción y el fortalecimiento de la explotación agrícola tradicional
del sector y la recuperación de costumbres ancestrales como las mingas y el trueque, con
el fin de recuperar la identidad y de fortalecimiento de los procesos de la región.
158
SUBREGIÓN CORDILLERA
“¿Cómo buscamos la paz si no tenemos agua
para brindarles a los que vengan y a nuestras
familias?”. Esta frase dicha por una de las mujeres participantes sintetiza una de las principales problemáticas de la subregión: la falta
de agua tanto para el consumo humano como
para la producción agrícola. Esto representa
dificultades de sostenibilidad económica y un
estancamiento en el desarrollo y problemas de
salud entre la población. En este sentido, ven
pertinente impulsar un desarrollo agrario sostenible en espacio y tiempo, y de la mano con el
cuidado y protección del medio ambiente.
Figura 29. Acciones
de Paz
Si toda la comunidad y las instituciones se movilizan en torno a la protección del agua, se podrá contar con la conformación de diferentes distritos de riego que ayuden a campesinas y campesinos en sus labores
agrícolas, ganaderas, contribuyendo a lograr soberanía alimentaria, el
fortalecimiento del tejido social y una nueva cultura de cuidado y protección de los recursos vitales que aún permanecen en los territorios.
159
SUBREGIÓN
ABADES
• EL ICV (Índice de Calidad de
Vida) es de 56%.
• El desplazamiento por municipios receptores fue de 7.730 por
municipios expulsores de 7.434
•En el sector agropecuario se
destacan los cultivos de caña
de azúcar, café, maíz, fríjol,
cebolla cabezona, plátano,
cítricos y frutales en general.
160
ÍNDICE DE
NECESIDADES
BÁSICAS
INSATISFECHAS
NBI ES DE 61%.
POBLACIÓN
87.436 HAB.
CORRESPONDE
AL 5.27%
DEL DPTO.
ACTIVIDAD
ECÓNOMICA
• 29.411 están ubicados
en el sector urbano y
58.025 en el sector rural.
• Compuesto por 10.119
indígenas y 2.313
afrocolombianos.
51% HOMBRES
49% MUJERES
Reconstrucción de la tradición,
convivencia, imaginarios,
representaciones y memoria
del pueblo nariñense
Desde la visión de las comunidades de la subregión de Abades, territorio que
se caracteriza por tener asentamientos de comunidades afrocolombianas y
pueblos indígenas dedicados, principalmente, a la producción agropecuaria,
con una historia enmarcada en un sin número de violaciones a los derechos
humanos como desapariciones, hostigamientos, extorsiones y confinamientos,
la cultura de paz se asocia con cambios estructurales en la sociedad, empezando por la reunificación de las familias, las cuales se han desarticulado por
causa del conflicto armado. Por tanto, consideran que para empezar a hablar
de paz se tiene que dar un giro en el lenguaje ofensivo y guerrerista al que las
comunidades están acostumbradas.
Los habitantes de Abades tienen claro que el ideal de paz no es un asunto
meramente de la institucionalidad, también es un factor que compete a la comunidad en general; de allí que se tenga el referente de las experiencias o
procesos de negociación entre las comunidades y los grupos armados, esto es
muestra de que un mejor futuro está en manos de las comunidades.
Cabe resaltar que la subregión tiene importantes referentes en la construcción
de memoria histórica, tal es el caso de la iniciativa desarrollada en el municipio de Samaniego por la Organización Internacional para las Migraciones
(OIM), con el apoyo de SEPASVI. Teniendo en cuenta lo dicho en el ejercicio de
memoria, proponen relatar las historias de vida de los hombres y las mujeres
víctimas, con el consentimiento de las comunidades, interpretando estos actos como escenarios simbólicos de reconstrucción colectiva, demostrando la
resistencia de las comunidades; todo ello busca la no repetición de los actos
violentos y la consecución de la justicia y la verdad.
161
Justicia transicional, memoria
y reconciliación
Para el año 2015, especialmente en el Municipio de Samaniego, se registran 494 casos de
desplazamiento forzado, así como también actos terroristas, amenazas y pérdida de bienes
muebles o inmuebles. Es un territorio con altos
índices de violencia causados por la presencia
de diferentes grupos al margen de la ley y por
otros fenómenos sociales que surgen en el marco del conflicto armado. Estos actos han orientado a la población civil, principalmente jóvenes
y mujeres, a plantear lo siguiente:
• El reconocimiento por parte del Estado de
las mujeres víctimas del conflicto armado,
en especial, de aquellas que aún no han decidido denunciar los hechos victimizantes,
por medio de un proceso de sensibilización
voz a voz, para que los actos de violencia no
queden impunes y para que existan verdaderas garantías de verdad, justicia y no repetición, así como para proteger y reparar
a las familias, entendiendo a éstas como
víctimas directas del conflicto armado.
• Fortalecer el papel de las mesas municipales de víctimas, porque no se puede hablar
de reconciliación sin reparación. Este proceso implica reformas profundas, creación de
servicios especializados para la reparación
integral, atención psicosocial, creación de
162
SUBREGIÓN ABADES
una política pública con enfoque diferencial
dirigida a poblaciones con protección especial,
que promuevan los derechos y deberes de los
hombres y las mujeres, a través de procesos de
capacitación y sensibilización con las víctimas
y con los funcionarios de las entidades administrativas, para una atención diferenciada.
Sumado a lo anterior, la población de esta
subregión señala que los procesos de sensibilización y concientización social deben tener el
carácter diferencial de género, puesto que cada
hecho victimizante afecta de manera diferenciada a hombres y mujeres, por ejemplo, reconocer
que las mujeres son más afectadas por abuso
sexual y los hombres por reclutamiento forzado.
Recuperación de la memoria
histórica como construcción de paz
Figura 30. Recuperación
de la memoria histórica
163
REINSERCIÓN de la
población excombatiente
En el tema de reinserción, las comunidades tienen una importante apertura, pero cuestionan el papel del Estado y de los gremios productivos a la
hora de un proceso de reconciliación, por lo que consideran que se deberán
tejer nuevas relaciones sociales para motivar una incorporación efectiva,
tanto en el plano político como en el económico y gremial, con la finalidad
de evitar que los excombatientes retornen a las actividades delictivas.
En consecuencia, señalan que la institucionalidad local, departamental y
nacional, en procura de un proceso de reincorporación de la población excombatiente, deberán implementar las siguientes estrategias:
• Formular proyectos de resocialización para la población excombatiente
desmovilizada, con el fin de conseguir una verdadera transformación social.
• Garantizar la reincorporación a la vida civil de la población excombatiente, implementando programas productivos, formativos, deportivos y
culturales.
• Creación de escenarios de cultura ciudadana, paz y seguridad, mediante el establecimiento de acuerdos locales que permitan el desarrollo
de un ambiente armónico y seguro para la comunidad, contribuyendo de
esta manera al desarrollo integral y sostenible del territorio.
• La reincorporación de los y las excombatientes que pertenecen a los
pueblos indígenas o comunidades afrocolombianas. Debe tenerse en
cuenta la identidad, la autonomía y la cultura de estos grupos, acogiendo y valorando su legislación.
164
SUBREGIÓN ABADES
Desminado humanitario
Si bien no todos los municipios han reportado artefactos de peligro o se han encontrado con ellos
dentro del territorio, existe una afectación indirecta para el conjunto de la subregión, pues Samaniego ha sido catalogado como uno de los municipios con mayor número de víctimas de este tipo
de delitos, y además las minas antipersonas han
provocado el desplazamiento forzado de familias
del sector montañoso y de las veredas de Alto Cartagena, Las Cochas, Chupinagan y Chuguldi.
La mayor parte de las víctimas pertenecen a poblaciones vulnerables, fundamentalmente niños
y niñas, razón por la que las comunidades proponen, de manera conjunta, un plan de reactivación de la vida en los territorios, el cual debe
tomar en cuenta los siguientes planteamientos:
• Rescatar la agricultura tradicional mediante la implementación de proyectos
productivos, más específicamente, de
cultivos nativos que incorporen aspectos
culturales y saberes ancestrales del territorio y que cuenten con el apoyo de las
entidades del Estado, como la Alcaldía
Municipal y la UMATA.
• Realizar un proceso de desminado humanitario con la sociedad civil y los grupos al margen de la ley que operan en
el territorio, y hacer la limpieza de todos
los artefactos explosivos que existan en
las zonas rurales del municipio (MAP,
MUSE y AEI).
• Recuperación de tierras que estaban
minadas a través de la siembra de cultivos de uso lícito, capacitando a las familias en la importancia de la reactivación
económica y cultural de los territorios
minados, siempre y cuando se asegure el
desminado completo de los territorios.
165
Pedagogía PARA la paz
La comunidad de esta subregión subraya la importancia que tiene la educación en la construcción de la paz territorial. Tanto así que, de manera general, plantean que se debe “pedagogizar la
paz”, no solamente desde el discurso, sino también desde la práctica. En este sentido, se propone la creación de la mesa escolar para la paz.
Las instituciones educativas pueden implementar propuestas no solo para estudiantes, sino
también para la comunidad en general. Debe
retomarse la iniciativa de vincular a los estudiantes de los grados 10º y 11º, para que se
conviertan en gestores de paz frente a la convivencia escolar y ciudadana desde su servicio
social. Además deben fortalecerse las escuelas
de padres para reeducarlos en nuevos valores
sociales, aprovechando herramientas como
la Ley de Convivencia, el Comité Municipal de
Convivencia y la Cátedra de la paz. Así se promueve una cultura de paz y convivencia según las
realidades locales y con el concurso de la comunidad educativa (Rectores, docentes, estudiantes,
personal administrativo, padres de familia).
La población enfatiza que el sistema educativo
debe ser gratuito, pertinente y de calidad; debe
contemplar el diseño e implementación de un
modelo propio, con esquemas educativos pertinentes para cada uno de los municipios y sus
contextos “Una educación emancipadora y que
busque la liberación y la creación de alternativas de vida sostenibles”. Partiendo de la premisa de que la educación constituye un motor
para las generaciones futuras del territorio, se
proponen las condiciones que el sistema educativo debe tener para garantizar una cultura de
paz con equidad de género:
El ABC de la educación
166
SUBREGIÓN ABADES
Desarrollo integral con
enfoque territorial y diferencial
Alternativa a los cultivos ilícitos
La subregión de Abades determinó que para desarrollar una alternativa
a los cultivos ilícitos se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
Figura 31. Alternativas a
los cultivos ilícitos
167
Desarrollo rural integral y
pertinente de las comunidades étnicas
Las distintas problemáticas que impiden el desarrollo rural en el territorio conducen a la población, y en especial a las mujeres, a plantear la importancia de la asociación y la organización comunitaria, la concientización sobre el fortalecimiento
de las capacidades de las organizaciones sociales y la sensibilización sobre la producción sostenible, fomentando el uso razonable y eficiente de los recursos. Para
esta acción se hace necesario comprometer a las comunidades campesinas, los
líderes y las lideresas de la región, teniendo en cuenta las necesidades específicas
de los municipios, sus veredas y corregimientos, así como también las necesidades diferenciadas de los grupos poblacionales que habitan dichas zonas.
Debido a que en el sector montañoso del municipio de Samaniego y Guachavés
habitan comunidades indígenas, en particular, el pueblo indígena Awá, se considera que una acción de paz para conservar los territorios colectivos permite el
aseguramiento del buen uso de la tierra y la protección del ambiente natural y la
protección de las reservas naturales, a través de la realización de campañas de
sensibilización sobre la apropiación de la tierra y el manejo de las basuras, a fin de
conservar la diversidad biológica de la región.
La reforma agraria a implementarse en el territorio debe integrar el tema del
medio ambiente y el seguimiento a las políticas públicas para el sector agrario,
incluyendo la división del territorio en zonas de protección de flora y fauna (zonas
de amortiguamiento), producción agropecuaria y asentamientos humanos, dejando espacios para zonas de demostraciones productivas con semillas y especies adaptables y para compra de predios en los nacimientos de agua, contribuyendo a la protección de las microcuencas. Aspectos que se deberán desarrollar
desde la autonomía de las autoridades indígenas.
168
SUBREGIÓN ABADES
La planeación integral del territorio debe abarcar la actividad agropecuaria
y las otras formas productivas que dinamizan la economía, por ejemplo: la explotación minera artesanal, partiendo de la capacitación a pequeños mineros,
mientras se protege al territorio contra la megaminería; el aprovechamiento de
las fuentes de agua para la generación de energía en las veredas de la zona
montañosa en centros poblados; la protección de especies en vía de extinción
de los territorio; y el buen manejo de residuos sólidos para contribuir a la construcción de la paz en armonía con la naturaleza.
Gobernabilidad y gobernanza
regional para la paz
La comunidad propone el fortalecimiento de la Política Pública para la Equidad
de Género en la subregión
169
Percepciones territoriales sobre
los diálogos de paz
que se alejan de la realidad de cada uno de los
municipios. Por otro lado, el gobierno deberá
también adelantar la negociación con el ELN,
pues de no ser así, no se podrá hablar de una
verdadera paz.
Es necesario formar una conciencia política, para
que la población pueda ser veedora de los nuevos procesos que impulsará el gobierno en el posacuerdo y la generación de paz en los territorios.
Las propuestas frente al tema referido se centraron en los siguientes temas:
La región ha sido golpeada por la presencia de
todos los actores armados, y, por lo tanto, tiene desconfianza respecto al eventual escenario
de paz. Las comunidades manifestaron desconocimiento y falta de empoderamiento sobre
lo avanzado en los diálogos de la Habana. Los
participantes de los encuentros municipales
en Samaniego, Santacruz y Providencia opinan
que el documento puede sonar muy interesante, pero en la realidad existen muchos aspectos
de lo planteado que no son más que una utopía,
170
SUBREGIÓN ABADES
• Consultar y hacer partícipes a la sociedad
sobre los puntos de negociación con el ELN.
• Desmovilización, desarme y reinserción.
• Desarrollo rural.
• Sustitución de cultivos ilícitos.
• Víctimas del conflicto armado.
• Mecanismos adecuados para la identificación de las víctimas.
Fotografía: Ramiro Amaya
NARIÑO QUIERE LA PAZ,
NARIÑO NECESITA LA PAZ.
RUTA CONSTRUCTORA DE PAZ POR EL DEPARTAMENTO
Hasta este punto hemos observado y analizado las dinámicas y retos que implica la construcción de una propuesta regional de una paz justa, estable y
duradera, que involucre y beneficie a los y las nariñenses.
En la ruta de paz construida por los habitantes de las trece subregiones del
departamento, se visualizaron nuevos escenarios en los que el desarrollo, la
justicia y el bienestar social son posibles, siempre y cuando exista una mirada
progresiva, que permita la completa percepción de las diferentes dimensiones
de la realidad nariñense e interrelacione los problemas actuales con los patrones más profundos que han generado la violencia. Esto, unido a la voluntad
irrenunciable de transformar los conflictos y construir la paz en la región.
171
Son invaluables los aportes de cada uno de los cuatro mil nariñenses que participaron en el proceso subregional: campesinos, mujeres, hombres, jóvenes, niñas y niños, indígenas, afrocolombianos, mestizos, víctimas y población diversa expresaron su voluntad absoluta de contribuir a la construcción de una paz
que les devuelva la dignidad, la libertad y la esperanza, reflejada en educación
pertinente que permita adquirir la capacidad de transformar las estructuras
sociales, apoyar la resolución pacífica de los conflictos y conlleve a una cultura
de la convivencia que respete las diferencias con tolerancia y solidaridad.
En un departamento como Nariño, de tradición agraria y campesina, la paz
se relaciona con una reforma agraria integral, construida desde las bases,
con “respeto por la autonomía en los territorios, la conservación, la protección
de los lugares sagrados y la madre tierra”. La paz se construye desde la vida
cotidiana, en las relaciones que se establecen en los diferentes espacios del
compartir social, como en la familia, la escuela, el trabajo, la comunidad, las
organizaciones y las instituciones.
Las comunidades piden un Nariño reconciliado, un territorio libre donde se
pueda construir la paz con verdad, justicia, reparación y no repetición, en donde haya esperanza y perdón como fruto de la concertación y el diálogo a través
de la participación activa de los actores sociales.
NARIÑO NECESITA LA PAZ, NARIÑO QUIERE LA PAZ.
172
Lista de GRÁFICOS
Figura 1.
Figura 2.
Figura 3.
Figura 4.
Figura 5.
Figura 6.
Figura 7.
Figura 8.
Figura 9.
Figura 10.
Figura 11.
Figura 12.
Figura 13.
Figura 14.
Figura 15.
Figura 16.
Figura 17.
Figura 18.
Figura 19.
Propuesta de las comunidades en torno a un nuevo
modelo económico garante de derechos e incluyente
Mujeres- enfoque de género
Integridad de las comunidades
Propuesta de Desarrollo Rural Integral
Memoria y Reconciliación
Reconocimiento de la población excombatiente
Espacios de diálogo entre sectores
Educación Pertinente
Desarrollo rural integral
Control social a la gestión pública
Desarrollo integral para la paz
Memoria y reconciliación
ABC de la educación
Ordenamiento propio territorial
Aportes del sector público y privado
Propuesta de soluciones al problema agro
Sostenibilidad ambiental
Fortalecimiento de la institucionalidad
Propuesta de reformas al Estado
Pag.
27
39
43
47
54
55
58
60
62
67
88
95
96
98
104
107
109
111
115
173
Pag.
Figura 20.
Figura 21.
Figura 22.
Figura 23.
Figura 24.
Figura 25.
Figura 26.
Figura 27.
Figura 28.
Figura 29.
Figura 30.
Figura 31.
174
Sostenibilidad ambiental
Población excombatiente
Fortalecimiento de la institucionalidad
Reinserción de la población excombatiente
Memoria, verdad y reconciliación
Propuesta para reintegración
Educación pertinente y de calidad
Reparación integral a las víctimas
Desminado humanitario
Acciones de Paz
Recuperación de la memoria histórica
Alternativas a los cultivos ilícitos
119
125
130
135
143
144
145
152
154
159
163
167
agradecimientos
Agradecimiento especial a las personas que participaron y contribuyeron al
proceso de construcción colectiva de paz - Agenda de Paz Nariño 2013 - 2015
DIÓCESIS DEL SUR
PASTO: Obispo Julio Enrique Prado Bolaños - IPIALES: Obispo Arturo De Jesús
Correa Toro - TUMACO: Obispo Gustavo Girón Higuita.
COMITÉ COORDINADOR AGENDA DE PAZ NARIÑO
Luisa Cremonese, Coordinadora TERRITORIAL PNUD Nariño, Cauca y Putumayo
Diana Carolina Hidalgo Castro, Oficial Territorial ONU Mujeres
Gobernación de Nariño “Nariño Mejor”
Jaime Rodríguez Torres, Secretario de Gobierno 2012 - 2016
Álvaro Obando Eraso - Gerente ADEL
Padre Vicente Legarda - Director Pastoral Social Ipiales
James Morales - Director Pastoral Social Pasto
Jose Luis Foncillas - Delegado Dióciesis de Tumaco
Pastoral Social de Pasto, Pastoral Social de Ipiales, Pastoral Social de Tumaco,
Servicio de Pastoral Social Vicaria San Juan Bautista - SEPASVI - Samaniego
EQUIPO TÉCNICO AGENDA DE PAZ NARIÑO
Diana Paz Malis - Harvey Criollo Manchabajoy - Jimmy Estrella Bolaños - Dilcia
Benítez Aguirre - Ciro Meneses Yela - Juan Pablo Villota Villareal - Mario Arroyo Rafael Jurado Díaz - Jesús Alarcón Burbano-Monica Villota Coral - Sandra Meza
Hernández - Lineth Montilla - Amanda Luna Lasso - Alfonso Gomezjurado Portilla
- Jader Alegría Landazuri.
175
SECRETARÍA TÉCNICA AGENDA DE PAZ NARIÑO
Zabier Hernández Buelvas
Luis Eduardo Trujillo Noguera
APOYO DE LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL
Ramiro Amaya - PNUD
Nathaly Tobar Guerrero - ONU Mujeres
ACADEMIA
Jackeline Ruano - Investigadora de la Universidad de Nariño - Tesis Doctoral
Pedronel Burgos - CESMAG
Omar Gerardo Martínez- UNAD
EQUIPO COMUNICACIONES AGENDA DE PAZ NARIÑO
Adriana Moreno Zarama
Carlos Torres Lucero
Víctor Hernández Coral
Víctor Chaves Rodríguez
ENLACES MUNICIPALES - COSTA PACIFICA, AGENDA DE PAZ NARIÑO
Adriana Ordoñez Torres - Municipio de Barbacoas
Sandra Sinisterra Hurtado - Municipio Barbacoas
176
Fotografía: Ramiro Amaya -© 2016