Download cátedra de filosofía política

Document related concepts

Ciencia política wikipedia , lookup

Filosofía política wikipedia , lookup

Seyla Benhabib wikipedia , lookup

Paolo Virno wikipedia , lookup

Sociedad abierta wikipedia , lookup

Transcript
UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS
DEPARTAMENTO DE HUMANIDES Y FORMACIÓN INTEGRAL
PROYECTO
CÁTEDRA DE FILOSOFÍA POLÍTICA
Edición del texto
Edgar Arturo Ramírez Barreto y equipo del grupo base primer semestre de
2014
El presente documento se apoya principalmente en las reflexiones acerca la
fundamentación epistemológica de la Cátedra de Filosofía Política que fue
elaborado durante el primer semestre de 2010
A. CONTEXTUALIZACIÓN Y REFERENTES INTERNACIONAL, NACIONAL
E INSTITUCIONAL
La propuesta de ofrecer una formación integral se orienta a educar seres humanos
diversos y multiculturales en entornos cambiantes por las transformaciones
tecnológicas, científicas y sociales propias del actual mundo globalizado. Se trata
de ofrecer una educación que forma a personas que entienden y respetan a sí
mismas y a los demás; una educación donde se puede ahondar en el saber de
manera integral, no solo teniendo como objetivo la transmisión informativa sino
apuntando a una educación que privilegia los espacios para el desarrollo del
pensamiento, la creatividad y la imaginación.
En el contexto de estas circunstancias históricas, el Departamento de
Humanidades y Formación Integral fue creado de acuerdo con las tradicionales
directrices de la misión de la Universidad Santo Tomás. Y su función consiste en
impartir, a todos los estudiantes de la USTA, la formación institucional propia del
humanismo tomista. Esto, sin embargo, no significa que el humanismo que se quiere
inculcar en los estudiantes se restrinja a un carácter doctrinario o exclusivamente
cristiano tomista.
La manera en que el PEI de la USTA ha concebido la formación institucional tiene
en cuenta las diversas perspectivas de lo humano, y que disciplinarmente se pueden
expresar a través de la antropología, la ética, la cultura teológica o la filosofía
política, entre otras; que son las disciplinas o las perspectivas con las que
actualmente se implementa entender al hombre y su entorno social.
FUNDAMENTOS DE LA FILOSOFÍA POLÍTICA
Continuando con la reflexión tenemos que el marco teórico y epistemológico de la
filosofía política, es el estudio de las relaciones existentes entre el estado, la
sociedad y el individuo. Como una de las ramas de la filosofía, se ha encargado de
la reflexión sobre los temas correspondientes a las vivencias prácticas y a la
comprensión del mundo de la vida del hombre. Desde Sócrates, considerado como
el iniciador de la filosofía política occidental, hasta nuestros días, los fenómenos
políticos han sido objeto de estudio, para comprender las cuestiones fundamentales
atinentes al gobierno, la autoridad, los procesos sociales, los derechos individuales,
la justicia, el poder, etc.
En tal sentido, la filosofía política a través del devenir de la cultura occidental ha
pasado por varias etapas, que se encuentran absolutamente vinculadas a la
ubicación de importancia que se le dé al Estado, la sociedad o el individuo. Para los
griegos, la polis y la relación con el individuo-ciudadano, era el eje de la vida y la
reflexión política. En el marco de la Edad Media Cristiana, la actividad humana se
encontraba supeditada al ordenamiento establecido jerárquicamente desde Dios.
En la sociedad posrenacentista, la esencia de la política se centra en el hombre,
adquiriendo una característica antropocéntrica.
El mundo de la política para los griegos, se puede entender o comprender a partir
del análisis que se efectúe de la “Apología de Sócrates”1. Más que en los textos
clásicos de la filosofía política de Platón2 o Aristóteles3, en la defensa ante el jurado
ateniense, se encuentra reflejada sintéticamente la importancia de la política como
praxis cotidiana en la vida de los griegos y la compleja relación entre el estado y el
individuo, en el marco del proceso de secularización de la sociedad y en plena
época del denominado Siglo de Pericles.
La polis y el ethos, encierran la compleja relación entre el marco normativo de las
libertades políticas del ciudadano y el marco normativo del estado. Entre las
libertades y las garantías políticas del ciudadano y las normas impuestas por el
estado y los mecanismos de “represión” oficial. Entre autonomía política y
1
Sobre la “Apología de Sócrates”, existen dos versiones literarias. Una efectuada por su alumno Platón y la otra por Jenofonte.
2
Principalmente “La República”.
3
La “Ética a Nicómaco” y “La Política”
heteronomía moral. Isonomía4, isegoría5, isocracia6 y demokratía, se convertirán en
los ejes importantes de la política en el mundo griego y se resaltaran en la defensa
socrática, frente a las limitaciones normativas ancladas en el ethos del estado. En
la apología de Sócrates se reflejan el enfrentamiento de dos modelos de sociedad:
una que afirma los poderes regulatorios del estado y sus injerencias en el ámbito
privado de los individuos, que aún no son considerados como ciudadanos libres y
autónomos y otro, que confiere la autonomía, libertad e igualdad para participar
activamente en las decisiones de la polis, pero incluyendo además, la diferenciación
entre los ámbitos de la ética privada y los escenarios de lo público.
La Apología de Sócrates gira en torno de las relaciones del individuo con el estado
y sus mecanismos de regulación. En tal sentido, la religión de los “antiguos”
cuestionada por el filósofo, representa un peligro para la estructura de la sociedad
y el estado. El teísmo versus el deísmo, se convierten en los ejes de la relación
hombre-sociedad-Estado y su relación con los dos principios filosóficos: Dios como
idea regula la vida de los hombres y de su actuar histórico-político, o es el hombre,
que a través del ejercicio racional orienta y dirige su vida privada y pública. En fin
es un choque entre teología política y filosofía política.
Sócrates, como expresión de una concepción nueva de la filosofía política, afirmó
que es al hombre como núcleo de la sociedad el encargado de orientar los destinos
de la sociedad y del estado. En tal sentido, el ciudadano y hombre libre, que
mediante el uso de su razón pública, obtenida a través de un proceso de formación
educativa, se convierte en el pilar dinámico de la sociedad. El juicio y la posterior
muerte de Sócrates, significó el enfrentamiento de los dos modelos de filosofía
política. El mérito del sacrificio de la vida del filósofo, radica en que el mito y el
teísmo griego, adquieren su dimensión simbólica como representación de la
realidad en el campo de la fe. La filosofía, como interpretación de la realidad, se
empieza a fundamentar en la razón.
El pensamiento griego se va a establecer durante diez siglos. Cruza todo el periodo
de la Roma republicana e imperial, hasta el surgimiento de la doctrina agustiniana
en la primera mitad del siglo V después de Cristo. Con Agustín de Hipona, la filosofía
política como conquista del desarrollo del pensamiento griego, se convierte en
teología política. El deísmo pasa a ser reemplazado por el teísmo.
La obra teológico-filosófica agustiniana, va a girar en torno a lo expuesto por el santo
4
Entendida como igualdad ante la ley o igualdad de derechos civiles y políticos de los ciudadanos.
5
Entendida como igualdad de derechos en la expresión de la opinión pública.
6
Como gobierno de los iguales e igualdad en el poder
africano en la “De Civitate Dei”. El argumento central de la obra, desde la óptica de
la filosofía política afirma el choque entre la ciudad terrena o pagana y la ciudad de
Dios. La primera es el producto del pecado y se encuentra en decadencia por adorar
dioses que no tiene la capacidad de protección. La segunda, se encarna en la
fortaleza de la existencia de un Dios sólido, capaz de dirigir los destinos de sus
habitantes. Roma, va a res reemplazada por la triunfadora ciudad de los cristianos.
Con la obra agustiniana, se afirma la fractura entre iglesia y estado y el inicio de la
teología política medieval cristiana.
Le corresponderá al Papa Gelasio I, la labor práctica de incluir la teología política
agustiniana en el marco de la sociedad y estado cristiano que empieza a diseñarse.
El agustinianismo político y el cesaropapismo7, van a ser las bases de la cultura
política occidental. La distinción entre el poder de la iglesia como auctoritas y el
escenario de poder del emperador como potestas, van a entrar en un conflicto
histórico que marcará la comprensión de la política en los siglos siguientes.
Los conflictos entre la iglesia y el estado y su relación con la sociedad y los hombres
van a marcar el desarrollo de la teología política medieval. El poder de Dios, desde
donde se va a dirigir los dos delegados de administrar la vida del estado, la sociedad
y los individuos a través de los dos delegados en la tierra: Papa y Emperador,
genera un modelo de teocracia absolutista, que diseñara la vida intelectual y la
práctica cotidiana de las sociedades y hombres que integran históricamente el
marco de la cultura occidental. El origen y desarrollo del conflicto entre los dos
poderes, será una de las claves importantes para entender la praxis política
posterior. La denominada querella de las investiduras presentada en la Edad Media,
se traslada a todos los campos de la existencia y principalmente a uno de los
conflictos centrales de la filosofía política moderna: la relación entre súbditos y/o
ciudadanos con el estado, reproducido como un enfrentamiento en el plano de la
ética y la mentalidad como cristianos y ciudadanos. La dicotomía, marcará la
existencia de las sociedades y de los hombres hasta inclusive mucho tiempo
después de sucedida la Revolución Francesa.
A finales de la Edad Media, con reflexión filosófico-política de Santo Tomás, la
teocracia política medieval, tendrá cambios sustanciales, que le permitirán empezar
su proceso de adaptación en el marco de la sociedad moderna. La lectura de
Aristóteles y del pensamiento político griego, empezara su proceso histórico para
fundamentar las relaciones entre estado-sociedad-individuo en los siglos
posteriores.
7
El cesaropapismo es el modelo de teología política aplicado por la Iglesia Bizantina en oriente, que pretendía
afirmar a la iglesia como unificadora y monopolizadora de la esfera política del estado y el poder espiritual de
la iglesia.
CAMBIOS EN EL SIGLO XX
Teniendo en cuenta lo anterior y observando el desarrollo de la ciencia en el mundo
contemporáneo, se puede afirmar que la filosofía política ha sufrido unos cambios
enormes en transcurso del siglo XX, razón por la cual también se ha transformado
de manera significativa el modo de su enseñanza. Sus cambios han sido profundos,
radicales y disímiles, y en muchas ocasiones a pesar de sus magnitudes
desproporcionadas, se pasan desapercibidos. Estos cambios que en algunos casos
se pueden considerar dramáticos, muchas veces no han sido identificados en su
verdadera proporción y los ciudadanos no se han hecho responsables de su
pertinencia. Por supuesto que hay que tener en cuenta, que el cambio no es
únicamente de la Filosofía política sino de las ciencias humanas en general, aunque
se hace mucho más visible en el orden de lo político, está presente en las demás
áreas del conocimiento.
Unas primeras bases para la comprensión de tal fenómeno tiene que orientarse
hacia el análisis de los cambios ocurridos en la década de los sesenta del siglo XX,
cuando se desgasta la preponderancia del empirismo lógico y filosófico, dando lugar
a diversos enfoques del pensamiento teórico tales como la fenomenología, la
hermenéutica, la teoría crítica, la lingüística. Se trata de caracterizar que después
de la segunda guerra mundial, ante las atrocidades generadas por la bomba
atómica, los campos de concentración nazi, la destrucción de las ciudades
europeas, se dio una nueva mirada y unas nuevas interpretaciones de lo que se
planteaba en la corriente principal, el empirismo lógico y filosófico.
El desencanto con la corriente principal, consolidada con los productos del
desarrollo científico y tecnológico de los siglos XVIII y XIX, y en general con los
productos de la revolución industrial, no se hizo esperar, lo cual permitió la aparición
de nuevas miradas, de nuevas posiciones que cuestionaron desde la metodología
del positivismo hasta la organización política, social, económica y cultural, en el
concierto de cada una de las naciones, generando polémicas de todo tipo de las
cuales aún hoy tenemos eco.
Las voces de los enfoques fenomenológico, lingüístico y hermenéutico, han venido
consolidando discursos que en algunos casos y en algunos campos del
conocimiento se han constituido en relevantes. Ante la aparición de estos nuevos
enfoques, ya no se puede aceptar el método científico a ciegas sino que se tiene
que reconocer, que en especial, las ciencias humanas, tienen como punto de partida
un carácter interpretativo, lo que ha permitido la aparición de nuevas formas de
relativismo e historicismo, lo que de una u otra manera también ha permitido el
fortalecimiento de la teoría moral, de la teoría social y de la teoría política.
De hecho la confrontación entre el empirismo lógico y filosófico con los nuevos
enfoques propuestos por las ciencias humanas, genera discusiones que hasta el
día de hoy son debatidas, tales como la importancia de la experiencia en la
construcción teórica en contra de una mirada que pretende abarcar el todo con
todas las posibilidades que ello implica, como la de la neutralidad valorativa en
contra del papel activo del observador, como la neutralidad de los enunciados contra
la conexión entre discurso y prácticas prediscursivas, como la reducción de las
cuestiones políticas a cuestiones técnicas en contra de la separación entre técnica
y política, así como muchos otros que se podrían enumerar.
En términos generales los teóricos han llegado a afirmar, que lo que se ha dado ha
sido una reestructuración de la teoría social y política, dando paso a una nueva
lógica de las ciencias sociales caracterizada por el auge de los enfoques
fenomenológico, lingüístico y hermenéutico8.
Siendo así, la promesa de las ciencias sociales por proporcionar certeza se ha
venido esfumando poco a poco. Del mismo modo la garantía de que las ciencias
sociales vincularan su práctica a la solución de problemas se fue desvaneciendo,
para quedar caracterizadas como motores de búsqueda de significado y en
autoconocimiento de la sociedad moderna. De esta manera se han venido
generando múltiples posibilidades para abordar de distintas maneras las
problemáticas del mundo contemporáneo. No es una mirada unilateral la que puede
servir para la solución de nuestros conflictos. Es el permanente diálogo
intersubjetivo mediado por los nuevos métodos de las ciencias sociales lo que nos
va a permitir el encuentro de caminos que nos permita vislumbrar un nuevo
horizonte de posibilidades en el que el respeto por la dignidad humana sea la nota
característica.
ENFOQUES POLÍTICOS DESDE LA FILOSOFÍA
La sociología y la filosofía, después de la II Guerra Mundial, sirvieron de sustrato
para lo que será la ciencia política como disciplina autónoma. No quedan atrás la
teoría política, ni la historia política, sino que quedan subsumidas tanto en el
discurso de la sociología como en el de la filosofía, por lo que el objeto (la política)
como el método (la ciencia) sufren y lo han hecho durante el transcurso de la
historia, profundas transformaciones.
Ahora la política reclama su centralidad y autonomía en el análisis de los fenómenos
políticos pues se debe reconstruir el mundo tras el debacle de la Guerra Mundial.
En la década de los cincuenta se vuelve la discusión sobre el objeto de la política.
8
PRIOR OLMOS, Ángel. Coordinador. “Nuevos Métodos en ciencias humanas”. Rubí (Barcelona): Antrhopos Editorial.
2002
Se encuentran en este espacio enfoques que ven en el Estado el objeto propio de
la ciencia política enfrentados a corrientes para las que el poder ocupa la
preocupación central. Es decir, los dos viejos objetos de la política vuelven a
aparecer: el estado y el poder, pero ahora con un sentido práctico pues las
circunstancias así lo exigen. Pero entre ambos enfoques se ubican una serie de
posiciones intermedias que consideran que la ciencia política solo estudia ciertos
aspectos o ciertas formas de poder.
Sin embargo, tanto los estudios que colocaron su preocupación en el Estado como
los que vieron en el objeto de la ciencia política el tema del poder, terminarían
reduciendo la reflexión epistemológica a determinados elementos pues obviaban
las diversas manifestaciones y concreciones no solo del poder en la sociedad sino
también del Estado. Es decir, no daba cuenta de la complejidad social que
caracteriza a la sociedad global actual.
Por tanto, el objeto de estudio de la ciencia política estaría en las posiciones
intermedias, pues solo las formas de poder consideradas como políticas, son las
que ocupan la atención. Desde esta perspectiva, la ciencia política desborda el
estudio del Estado para ubicarse en el campo de las dinámicas de poder y
legitimación políticos que se establecen dentro de las sociedades complejas.
Entonces, el objeto de estudio lleva a la identificación y tratamiento de aspectos
como el papel y comportamiento de actores políticos (partidos) y sociales (gremios,
sindicatos), las organizaciones no gubernamentales y las estructuras y el
funcionamiento del sistema político en general. En tal análisis es fundamental la
comprensión de los fenómenos socio políticos en sus niveles local, nacional y
global.
En este punto es importante destacar que las universidades colombianas fueron
proclives a establecer programas de ciencias políticas en el pregrado como en los
postgrados, gracias a la recepción de autores con David Easton, Robert Dalh,
Raymond Aron y Giovanni Pasquino, entre otros, que consideraban la cientificidad
de la política a través de métodos y objetos precisos. Ya no son los grandes meta
discursos de la modernidad, sino es el estudio de caso lo que permitió el auge de la
ciencia política, especialmente en los Estados Unidos. Actualmente, esas mismas
universidades ya no se inclinan por la “ciencia política” sino por los “estudios
políticos”. Es decir, la política se dedicaría a la reflexión y al análisis de los
fenómenos políticos en forma inter y multidisciplinaria para dar cuenta de las
relaciones de poder, del papel del Estado o ente gubernamental, de la formación de
ciudadanía, de los grupos de presión, de las formas de participación colectiva y de
las variadas y complejas relaciones de poder que se presentan en la sociedad.
FORMACION POLITICA Y CONCIENCIA CIUDADANA EN LA USTA
Teniendo en cuenta los planteamientos anteriores surge entonces la necesidad de
encontrar un hilo conductor que permita el desarrollo de la cátedra de acuerdo con
las necesidades del país y acorde con la misión institucional. La conclusión no se
hizo esperar, de acuerdo con las necesidades, el trabajo de los docentes de
Filosofía Política tendrá como eje de trabajo la formación ciudadana
En este sentido las dimensiones, política y ciudadana, constituyen parte importante
en las directrices curriculares fijadas por la universidad,9 en consonancia con los
postulados misionales encaminados a formar profesionales capaces de ofrecer
respuestas a los problemas del país. Lograr este objetivo, conlleva una
aproximación a la realidad en la cual los estudiantes interactúan, para que se
reconozca como miembro de una sociedad política que se institucionaliza en el
Estado, trascendiendo el entorno familiar y académico.
Asumir la tarea de impulsar el proceso de formación en este campo, está en
consonancia con la visión tomasina de la persona y responde a la vez al imperativo
constitucional de propiciar el conocimiento del orden normativo 10. Es así, como la
formación política en la USTA, debe estar cimentada en la necesidad de contar con
espacios de reflexión para que los estudiantes analicen el sentido de lo político, a
partir del reconocimiento de la realidad del siglo XXI y de su papel en la
construcción de una sociedad democrática. Como docentes del Departamento de
Humanidades, los cursos de Filosofía Política en armonía con todas las asignaturas
institucionales, particularmente el de Ética y Antropología, que son las encargadas
de hacer posible este propósito.
LA FORMACIÓN DEL CIUDADANO, PILAR DE LA DEMOCRACIA
El avance globalizador, los cambios sociales y la relación entre el manejo y alcance
de los intereses públicos parecen distanciarse del actuar político, debilitando la
institucionalidad democrática. Siendo así, es pertinente que desde los espacios
académicos se trabaje para dotar a los profesionales de elementos que les permitan
comprender su condición como ciudadanos y actores, comprometidos con la
construcción de una cultura democrática y participativa y al liderazgo de proyectos
que hagan posible una nueva sociedad.
Pero qué clase de ciudadano pretendemos formar? Sin duda, el término nos remite
al actuar político generalizado en las polis griegas, en el que se forjaron los ideales
democráticos. Su identidad estrechamente vinculada con la comunidad, haciendo
que el ciudadano encontrara como razón de su existencia la acción política como
forma suprema de la vida, dirigida a la construcción del orden político, y a que su
9
Políticas Curriculares USTA 2004
Artículo 41 Constitución Política 1991
10
participación resultara determinante en los destinos de la polis, que expresa con
acierto Aristóteles al señalar que “la prosperidad de la asociación es su obra común
y la asociación en este caso es el Estado”11. Para llegar a estos niveles de
compromiso, el mecanismo no será otro, que el desarrollo de un proyecto educativo
que conjugue valores cívicos y éticos haciendo del ciudadano un miembro activo en
la vida del Estado y a su vez recibiendo de éste los valores que contribuyen a su
dignificación como persona y como ser social.
La relación Ciudadano-Estado, como interacción de doble vía al interior de la
comunidad, se fue perdiendo en la modernidad, avanzando hacia un nuevo
concepto abstracto de ciudadanía, mediada por la Declaración de los Derechos el
Hombre y el Ciudadano, que pasó a exaltar el reconocimiento de la persona como
Sujeto de Derechos, afirmando la individualidad y debilitando todo compromiso para
actuar como miembro de una comunidad que se integra en aras del bien común.
Desde entonces, las democracias dejaron de lado la proyección social inmersa en
la condición ciudadana, definiendo legalmente su alcance y dejando como opción
voluntaria del ciudadano ser partícipe de acciones que afirmen la solidaridad e
identidad como miembro de su sociedad política. El valor de la libertad tan apreciado
en el mundo antiguo, como forma de vida de quien se compromete con su
comunidad, pasó a ser pilar de la democracia moderna, despojada de todo sentido
de pertenencia, convertido en sujeto pasivo de una sociedad cimentada más en el
respeto por los derechos en ejercicio de la individualidad, que en el reconocimiento
de deberes ciudadanos.
LA CULTURA POLÍTICA DE LA MANO DE LA ÉTICA CÍVICA
Ante el avance globalizador la sociedad se desenvuelve entre la pobreza, la
desigualdad social y exclusión de amplios sectores sociales, constituyendo
ingredientes que debilitan la democracia. Es necesario por tanto como lo señala
Robert Putnam, crear una comunidad cívica, capaz de desplegar una acción política
conducente a la creación de un Capital Social, entendido como “el conjunto de
redes, normas y confianza que posibilita a los participantes una participación
conjunta y eficaz para alcanzar objetivos compartidos”12 .
De esta propuesta se desprende la necesidad de propiciar la integración social
mediante redes de relaciones entre el Estado y la sociedad, rescatando los valores
comunitarios y ciudadanos, dado que no pueden seguir siendo una abstracción, sino
una vivencia que nos permita reconocernos como parte de la comunidad, en la que
se actúa por ella y para ella, fortaleciendo la institucionalidad del Estado y el
11
ARISTÓTLES. “La Política”. Austral. Buenos Aires. 1985. Pág 106
Ríos C. Alejandra . y Ríos F. Julio F. -1999 - Capital social y democracia: una revisión crítica de Robert
Putnam. Política y gobierno. Vol. VI, Numero 2
12
bienestar social. Bajo estos presupuestos, es preciso que la Universidad adopte
como parte de su proyecto educativo, la implementación de una cultura política que
logre rescatar la idea de ciudadanía, como una forma de trascendencia del individuo
en la comunidad. El significante ciudadano, al igual que el de democracia, se
refieren al sujeto que se trasciende a sí mismo y se conecta con los otros en una
nueva forma de existencia: la comunidad.13
De otra parte, todo intento por fortalecer la Cultura Política, requiere crear
mecanismos de convivencia, búsqueda de consensos, respeto por las instituciones
y el trabajo unánime para demandar de los gobernantes y asumir como gobernados,
una mayor sensibilidad por los problemas sociales. La indiferencia y falta de
confianza en la dirigencia política y en los gobernantes radica en el desconocimiento
de los problemas, y falta de sensibilidad para solucionar las demandas. Es en este
ambiente donde se hace urgente plantear que el principal componente de la
formación política debe darse en términos de una Ética Cívica que Adela Cortina
define como el “conjunto de valores y normas que comparte una sociedad
moralmente pluralista, que permite a los distintos grupos, no solo coexistir, no sólo
convivir, sino también construir la vida juntos a través de proyectos compartidos y
descubrir respuestas comunes a sus desafíos”. 14 Los desafíos de una sociedad
que se transforma, que requiere armonizar los valores individuales con los de
nuevas comunidades. Para ello es preciso desplegar un proceso de concientización
y responsabilidad de tal condición para hacer posible la eficiencia y reconocimiento
de las instituciones del Estado, gracias al fortalecimiento de un Capital social a
través de las normas de confianza, reciprocidad y compromiso de cooperación, y
redes de compromiso cívico que permitan fortalecer una nueva democracia.
Finalmente es necesario orientar el debate, hacia la creación de actitudes de
pertenencia a una colectividad, capaz de construir un proyecto político incluyente,
dentro de la complejidad de relaciones de poder político, económico, institucionales,
legales, éticas, culturales y sociales, bajo la necesidad de descubrir el entorno en el
que nos desenvolvemos, que no puede seguir siendo limitado a los espacios
territoriales del país, sino que debe hacerse ante la realidad del mundo globalizado.
13
De la Torre, M. (2000). El ciudadano democrático. Utopía sensata de la posmodernidad educativa. Revista Electrónica de
Investigación Educativa, http://redie.ens.uabc.mx/vol2no2/contenido-torre.html
14
Giménez Gabriela y Muñoz Valeria. Reseña. CORTINA, Adela: “Hasta un Pueblo de Demonios ”Ética Pública y
Sociedad. Ed.Taurus. Pensamiento. Revista Confluencia, año 1, número 4, otoño 2004, Mendoza, Argentina,
14
14
En http.//bdigital.uncu.edu.ar.objetos_digitales333
B. CONCEPTUALIZACIÓN
En cuanto a la asignatura que concierne al presente proyecto de la Cátedra de
Filosofía Política, esta se enfoca en la dimensión práctica humana, la de la acción,
la de su presencia histórica, de la dimensión social y comunitaria; o más
exactamente la del ser político humano. Y el propósito de la asignatura es el de dar
a los estudiantes las herramientas para que respondan de manera crítica, ética y
creativa a las diferentes circunstancias del entorno político de nuestra nación, y a
los retos de la globalización.
DEBATE ENTRE LA CIENCIA POLÍTICA Y LA FILOSOFÍA POLÍTICA
Para entender la naturaleza y las funciones de la filosofía política es preciso
considerar el debate que se ha dado sobre la distinción que existe con la ciencia
política. Según Norberto Bobbio esta última es “el estudio de los fenómenos políticos
realizado con la metodología de las ciencias empíricas y utilizando todas las
técnicas de investigación propias de la ciencia del comportamiento”15. En este
sentido la especificidad de la ciencia y la rigurosidad con la que debe ser trabajada
le da un carácter “avalorativo”, en el sentido que es propio de la ciencia mantenerse
al margen de la opinión personal o de la formulación de juicios de valor, a diferencia
de la filosofía política que se orienta en función de valores y tiene un carácter
netamente prescriptivo. Significa que debe ir más allá de la explicación y
preocuparse por lo que él llama la justificación, entendida esta como esa “operación
en virtud de la cual se califica un comportamiento como moralmente lícito o ilícito,
lo que no puede hacerse más que recurriendo a valores o reglas, que a su vez, son
el resultado de valores”16
Y es en este sentido que el autor habla de una primera acepción que tiene el vocablo
“Política”, cuando de la manera más tradicional es entendido como “la descripción,
diseño y teorización de la óptima república”, en otras palabras como aquella que
pretende trazar “la construcción de un modelo ideal de Estado fundado en algunos
postulados éticos últimos”, sin la preocupación expresa de cuándo se puedan
realizar17. Es el caso de todos aquellos filósofos que postularon el carácter utópico
del Estado y lo relacionaron con el cumplimiento de los más sublimes valores
15
BOBBIO, Norberto. Teoría general de la Política, Editorial Trotta, Madrid, 2003. Pág 77.
15
16
17
Ibid, pág 85
Ibid, pág 78
morales que se necesitan para la plenitud y su realización. En esta concepción, la
relación que existe con la ciencia política es de neta oposición ya que esta última
es descriptiva y explicativa, mientras que la primera guarda una presunción
valorativa, que plantea el deber ser de la política y se pregunta sobre el qué me
cabe esperar del Estado. Muy lejos del carácter que le imprime la ciencia al estudiar
la política tal como es y cómo se presenta.
También se le puede considerar como la búsqueda del fundamento último del poder,
que nos permite responder a las preguntas ¿a quién debo obedecer?, ¿Por qué?
Para Norberto Bobbio, esta postura apunta al interés por solucionar el problema de
la justificación última del poder o lo que en política se conoce con el término
legitimidad del poder y de acuerdo con ello, se abordan los planteamientos
filosóficos que la fundamentan. En este caso la filosofía presupone el análisis de los
fenómenos reales del poder, campo en el que es especialista la ciencia política. Por
eso, resultan cercanos los dos estudios, en la medida en que la filosofía se ha
preguntado cómo debo actuar en el Estado. Y muchas de las tareas realizadas por
la ciencia política se relacionan con este tópico en la medida en que describe las
diversas pautas de legitimación aplicables a los diferentes regímenes y en diferentes
épocas históricas.
“Por ‘filosofía política’ también se puede entender la determinación del
concepto general de ‘política’, en cuanto actividad autónoma, manera o forma
del espíritu, como habría dicho un idealista, que tiene sus propias
particularidades que la distinguen tanto de la ética, como de la economía, el
derecho o la religión … Cuando entre nosotros se habla de filosofía política,
el pensamiento se dirige inmediatamente no tanto al problema de la
obligación política, sino al problema de la distinción entre política y moral,
entre razón individual y razón de estado, a la cuestión de si la conducta
política posee sus propias leyes” 18.
Resulta para Bobbio la acepción más cercana con la ciencia política y para él resulta
difícil establecer una línea de separación entre una y otra, y señalar dónde termina
el área del científico y dónde empieza la del filósofo. La ciencia delimita el campo
de acción de la política, explica la razón de ser del Estado y establece las
relaciones del poder dentro del mismo; tarea que concuerda con lo que el filósofo
ha establecido como objeto de su propia reflexión y qué responde a la pregunta qué
puedo saber sobre el Estado.
Estas consideraciones resultan importantes para reconocer los puntos de encuentro
entre la ciencia y la filosofía cuando se trabaja el tema de la política. Y mucho más
18
Ibid, pág 78
importante hoy en una sociedad que le exige a la filosofía que reflexione y dé
orientaciones para la acción humana y para el redescubrimiento de las condiciones
de justicia y convivencia que exigen los individuos y los pueblos. Como lo expresa
Adela Cortina en su texto “10 palabras clave en Filosofía Política”, el filósofo de la
política debe conocer bien las tradiciones de la filosofía política, estudiar las
aportaciones científicas y sobre todo hacer pie en la realidad social, que es la que
importa comprender19. Por eso, su gran tarea es ofrecer orientaciones para el actuar
y para ello, ha de atender al carácter normativo de quienes a lo largo de la historia
han aportado al desarrollo del tema, pero actualizando ese saber y esos conceptos,
a los contextos propios de cada comunidad.
Son muchos los retos a los que se enfrenta la filosofía política, lo que la vuelve
mucho más importante en la actualidad. Siguiendo a Adela Cortina, se pueden
resumir en los siguientes aspectos:
❖ El triunfo de la democracia sobre otras formas de gobierno y la generalización
de la misma después del final de la guerra fría, ha develado una serie de
dificultades y contradicciones que se pueden expresar en los siguientes
planteamientos: ¿el pueblo es realmente el soberano? ¿Sus representantes
están más pendientes de él o de los medios de comunicación que los
rodean? ¿el fin de la llamada cosa pública, es el pueblo o más bien los
partidos políticos? ¿sí existe la verdadera separación de poderes para el
control del Estado? ¿el pueblo es el protagonista de la política? ¿Qué sucedió
con el Estado de bienestar que había alentado la ilusión de una mayor
igualdad?
❖ El tema de la justicia como una de las virtudes de las sociedades,
especialmente en las democracias liberales, es motivo de debate en la
medida en que obliga a reflexionar sobre la forma en que se debe armonizar
el pluralismo social con la defensa común de una Constitución democrática.
El multiculturalismo plantea esa inquietud en el sentido que cada cultura
pretende a la luz del derecho garantizar lo que considera son valores
históricos de su pueblo; y en algunos casos es imposible garantizar ciertas
prebendas en aras de la justicia o muchas veces hay que marginarse de lo
que es justo para los demás por posibilitar sus expresiones.
❖ La crisis del llamado Estado de bienestar en la década de los setenta del
siglo XX y la crisis del Estado nacional que dio paso a las comunidades
trasnacionales y a las alianzas cosmopolitas que exigen la globalización y la
nueva dinámica de los mercados, ha generado múltiples interrogantes sobre
19
19
CORTINA, Adela. 10 palabras clave en Filosofía Política, Editorial Verbo Divino, Pamplona (España), 1998. Pág 15
el nuevo concepto de nación, de soberanía y de estado. En este sentido la
comunidad internacional emerge como un actor relevante en las decisiones
que se adoptan e incluso como un referente que los países han de tener
presente a la hora de tomar decisiones de carácter interno.
Son muchos los desafíos a los que se enfrenta la actividad política hoy y que se
ofrece como un material invaluable para el ejercicio de la Filosofía. Las dinámicas
de la sociedad actual obligan al estudioso del tema a estar atento a los cambios que
la sociedad política va experimentando como resultado de los avances tecnológicos,
las estrategias económicas y la nueva manera de pensar y de actuar de los seres
humanos. Vale la pena terminar este apartado con una enumeración que hace
Cortina sobre otros retos que ya se observan:
“A la crisis del Estado acompaña la pérdida de credibilidad de los partidos
políticos, el surgimiento de una nueva sociedad civil, el anuncio del final de
las ideologías políticas, la muerte de las utopías, el inusitado incremento de
la objeción de conciencia y de la desobediencia civil sobre todo en los
sectores más jóvenes, mientras permanece con terquedad innegociable la
aspiración a la justicia y la paz, que es desde los orígenes la meta de la
política. La actividad política, la actividad de las personas en una comunidad
política, capaz de integrar mediante un lazo común a personas que viven a
la vez en diferentes comunidades, tiene desde antiguo un sentido que le
presta legitimidad. Aunque a lo largo de la historia haya ido modulándose de
forma diversa, ese sentido último es el de dilucidar conjuntamente - como
decía Aristóteles – qué es lo justo y qué lo injusto para una vida en común”20.
ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LA FILOSOFÍA POLÍTICA
Cuando se habla de la concepción filosófica sobre la política suele pensarse que se
trata exclusivamente del examen de las ideas políticas que en el pasado algunos
pensadores plantearon, por lo que la tarea desde el presente consistiría en analizar
sus contenidos, intentar establecer su actualidad y, en el mejor de los casos,
conocer sus contextos históricos. No cabe duda que tal visión sobre la filosofía de
la política se inscribe, de manera general, en una concepción de la filosofía en la
que se entiende la tradición filosófica más que como un proceso abierto -la libre
continuación de la que hablaba Heidegger-, como el marco ineludible desde el cual
debemos pensarnos en el presente. El bloqueo que la misma produce suele
resolverse desconociendo el valor de dicha tradición y dirigiendo la mirada y el
esfuerzo de comprensión al llamado campo de la ciencia política, la sociología
política o la teoría política.
20
Ibid, pág 22
Frente a esta forma de comprender la filosofía política podemos, a partir de una
inserción en esa tradición, indagar en el concepto mismo de política y desde ahí
entender las tareas de la investigación que de ella se derivan. En primer lugar, se
trata de un concepto que en su integralidad aparece como síntesis de la vida social.
Al respecto se puede afirmar que la <Política> es el punto de articulación entre las
distintas dimensiones de la vida social: lo económico, lo social, lo militar, lo ético, lo
pedagógico, lo natural y lo propiamente político; esto es las formas de gobierno y
su relación con la sociedad. Así entendida, la <Política> mantiene con la <Ética>
una relación constitutiva toda vez que en su relación dinámica ellas establecen el
horizonte y el sentido mismo de la vida en sociedad. Bien sea bajo la forma del bien
común y la paz, de la felicidad o de la virtud, ellas definen la razón de ser de la
sociabilidad humana más allá de la fundamental satisfacción de las necesidades
básicas.
El concepto de política, sin embargo, no se define solamente a partir de una relación
conceptual dinámica -en el sentido de que las dimensiones de la vida social ya
señaladas interactúan de manera permanente-, sino también de formas de
contrastación entre los conceptos y realidades históricas: gobiernos, constituciones,
confrontaciones, guerras, experiencias políticas, y aún contextos geográficos y
naturales. Cuando algunos afirman que la filosofía aplica a la política modelos
metafísicos y ahistóricos que coagulan su carácter dinámico, tal afirmación
desconoce el esfuerzo de los filósofos por confrontar sus modos de comprensión
con formas de contrastación empírica. Sin duda que esta última no subordinaba de
manera necesaria los conceptos y las tesis que las sustentan con realidades
históricas determinadas, por lo que la valoración de sus contenidos no puede
reducirse fundamentalmente a dicha contrastación. Lo que deseamos señalar es
que el reconocimiento de la importancia que, en la definición de la política, tiene la
mencionada contrastación no es óbice para desconocer los límites de esa relación.
Desde aquí podemos advertir un asunto estratégico: la transhistoricidad de sus
conceptos, es decir, no su capacidad para ser -a la manera de Hegel- síntesis de la
época, sino anticipación de nuevas épocas y en tal sentido saeta lanzada al
porvenir, a la manera de la Utopía.
Si de un lado hablamos de un concepto filosófico integral de política, del otro
hablamos de tres niveles a través de los cuales podemos acceder a su comprensión:
los conceptos o las ideas, las relaciones y las formas. En el primer nivel
encontramos los contenidos a través de los cuales comprendemos la política en una
época determinada, aún los discursos que los poderes o contrapoderes producen
para neutralizar al adversario o ganar una posición determinante en un escenario
específico. Al nivel de las <relaciones> podemos advertir los distintos modos a
través de los cuales los factores reales de poder en una sociedad producen
dinámicas de choque, cooperación, convivencia, aniquilamiento, entre ellos y los
dispositivos, tácticas y estrategias que ponen en juego, pero también el cruce de las
distintas dinámicas de la vida social que operan sobre la política o viceversa.
Entendemos por <formas> los modos y mecanismos o dispositivos a través de los
cuales se organiza la voluntad política bien sea desde las dinámicas de los factores
de poder que expresan la hegemonía política o aquellos que se oponen a ella.
De esta manera encontramos en la Filosofía Política no sólo la posibilidad de
comprender el carácter integral de la política, sino la existencia de tres niveles
fundamentales desde los que podemos entender tanto de manera general, como su
existencia específica en una época determinada.
El necesario diálogo entre La Filosofía Política y otras formas de comprensión de la
política no debe partir, entonces del desconocimiento de la especificidad de aquélla.
De hecho, ante la formulación anterior surge la pregunta que inquiere por lo que
realmente intentamos enseñar en la cátedra que se denomina Filosofía Política.
¿Hacia dónde apunta la intención epistemológica y qué es lo que pretendemos
construir? ¿Es alguno de los tres tópicos anteriormente descritos? ¿Es una mezcla
indiferenciada de las tres categorías establecidas? ¿Realmente enseñamos
Filosofía Política? ¿Cuál es y cuál debe ser la relación de la cátedra con el PEI?
FUNDAMENTACIÓN EPISTEMOLÓGICA
El Departamento de Humanidades y Formación Integral de la USTA se subscribe a
esta fundamentación filosófica tomista del PEI de la Universidad; por lo tanto, para
la cátedra de Filosofía política sería procedente este fundamento filosófico y
epistemológico. El cual es un método idóneo en el sentido que se trata de una
reflexión filosófica que se pregunta por el valor de los sistemas políticos, de las
prácticas políticas, y que aporta a los estudiantes elementos de juicio para la
participación y evaluación en la vida social y política de Colombia, tal como se
encuentra en la misión que proyecta el PEI de la USTA, a propósito de lo que se
espera de sus egresados, para que estén “en condiciones de aportar soluciones a
la problemática y necesidades de la sociedad y del país”.
Ahora, al tomar como fundamento epistemológico la perspectiva humanísticotomista, la problemática que surge es la de cómo integrar otras metodologías, otras
perspectivas, otras teorías, otras disciplinas que examinan el mismo “objeto de
estudio”. Se trata de no perder desde ningún punto de vista el problema de la
pluralidad ideológica. Para dar solución a esta problemática, según se discutía en
el seminario permanente, habría que tomar un criterio de coherencia teórica en el
que, por un lado, esté presente el fundamento humanístico tomista, y por otro, la
diversidad de las perspectivas metodológicas que nos pongan al tanto de la
discusión sobre lo político que se encuentran en el actual horizonte académico,
histórico, geopolítico, social, científico, económico, ideológico, etc. Esto con el fin de
brindar al estudiante herramientas que no sólo posibilita la perspectiva tomista, sino
de otras que le permitan la comprensión y el respeto por la pluralidad de puntos de
vista, por ejemplo, del actual mundo globalizado y del lugar que ocupamos como
individuos, como nación, como región. Así, el estudiante, con la comprensión de
otras perspectivas, de otros elementos de lectura de la actual realidad, además de
la tomista, tendría cómo detectar las nuevas necesidades y aportar soluciones más
adecuadas, como sujeto político, en las actuales condiciones sociales y políticas.
Así, este criterio teórico para dar coherencia al programa de filosofía política, habría
entonces que buscarlo en la misma fuente de la fundamentación epistemológica.
Pero en este caso no se trata de un criterio de fundamentación filosóficoepistemológico sino, más bien, en el sentido de una estrategia pedagógica que al
mismo tiempo de a conocer al estudiante tanto la diversidad de perspectivas sobre
lo político, como la formación filosófico-humanista de la USTA.
De acuerdo con el PEI de la USTA, los profesores de filosofía política del seminario
permanente han optado por hacer una analogía entre el concepto de investigación
que se maneja en el PEI (5.2 La investigación), y el criterio para la estrategia
pedagógica del programa de la Cátedra de Filosofía Política.
La razón de hacer esta analogía, entre investigación y programa académico,
consistiría en el hecho de que en una investigación parte de un objeto de estudio
reconocible y la elección de una metodología apoyada en una o varias teorías para
el examen de dicho objeto de estudio. Y, en un programa académico ha de existir
también un objeto de estudio, una metodología y una o varias teorías que ayudan a
esclarecer y conocer, en este caso, el fenómeno político. Es claro que el desarrollo
de un programa académico no tendría la rigurosidad, ni los resultados de una
investigación, ya que en muchos casos los contenidos de un programa se utilizan
más con una intensión informativa, que con el fin de dar nuevo conocimiento como
podría ocurrir en la investigación. Sin embargo, esta función informativa, de los
contenidos de programa académico de una asignatura, tiene el propósito de dar
elementos a los estudiantes para que estos puedan tener un criterio más acertado,
o próximo a la verdad, al tener las herramientas teóricas y metodológicas que ofrece
el programa académico.
Por otra parte, los criterios dados por el PEI acerca de la investigación proveen la
posibilidad de articular tanto la formación tomista como, la diversidad de
metodologías y teorías que se enfocan en el mismo objeto de estudio: lo político.
En este sentido se pudo advertir que el PEI contiene, a propósito de la investigación
científica, lo que se entiende por científico. Arroja claridad sobre la idea de
investigación científica, en sentido lato, lo que anota Umberto Eco:
“Para algunos, la ciencia se identifica con las ciencias naturales o con la
investigación sobre bases cuantitativas: una investigación no es científica, si
no procede mediante fórmulas y diagramas. En tal caso, no sería científica
una investigación sobre la moral en Aristóteles, pero tampoco lo sería una
investigación sobre conciencia de clase y revueltas rurales durante la reforma
protestante. Evidentemente no es éste el sentido que se da al término
“científico” en la universidad”21.
El mismo filósofo e investigador italiano nos enseña también bajo qué criterios una
investigación puede llamarse científica en sentido amplio:
1) Si versa sobre objeto reconocible y definido de tal modo que también sea
reconocible por los demás.
2) Si tiene que decir sobre este objeto cosas que todavía no han sido dichas o bien
revisar con óptica diferente las cosas que ya han sido dichas.
3) Si es útil a los demás (o a la institución o a la comunidad académica o a la
sociedad o a la humanidad).
4) Si suministra elementos para la verificación y la refutación de las hipótesis que
presenta y, por tanto, suministra los elementos necesarios para su seguimiento
público.
Si hacemos la analogía de esta cita con el programa académico serviría para
sustentar, en principio, que en el programa académico existe un objeto de estudio
reconocido y definible, y el marco del PEI nos da la posibilidad de revisar con ópticas
diferente el mismo objeto de estudio.
Una dimensión que también afecta el desarrollo del curso, es aquella la cual hace
necesario separar y combinar, los siguientes conceptos y categorías, en aras de
contribuir a la formación integral de los estudiantes: En primer lugar, las ideologías
políticas. En segundo lugar las ciencias políticas, en tercer lugar cultura política, y
por supuesto, la misma Filosofía Política.
De hecho, ante la formulación anterior surge la pregunta que inquiere por lo que
realmente intentamos enseñar en la cátedra que se denomina Filosofía Política.
¿Hacia dónde apunta la intención epistemológica y qué es lo que pretendemos
construir? ¿Es alguno de los tópicos anteriormente descritos? ¿Es una mezcla
21
Eco, Humberto. “Cómo se hace una tesis”. Gedisa. Barcelona. 1994. Pág 47
indiferenciada de las categorías establecidas? ¿Realmente enseñamos Filosofía
Política? ¿Cuál es y cuál debe ser la relación de la cátedra con el PEI?
Siendo así, los factores anteriormente nombrados se constituyen en los principales
obstáculos que se tienen que afrontar en el desarrollo de la clase de Filosofía
Política. La verdad es que cada uno de ellos podría constituirse en un proyecto de
investigación, el cual iluminaría el proceso educativo de nuestros estudiantes en la
universidad.
En este sentido, es nuestro deber reconocer la realidad de la participación política
de los estudiantes en nuestro medio, con el fin de determinar estrategias que
permitan un acercamiento real a su mundo, a partir de las cuales podamos iniciar
conjuntamente la construcción de conceptos y categorías que nos permitan la
construcción de un país en el que quepamos todos.
Por supuesto que es absolutamente necesario señalar que los problemas que se
están planteando hacen referencia a los problemas detectados en el aula y que no
cobijan otro tipo de problemáticas que de acuerdo con la filosofía política están a la
orden del día, tales como las corrientes contemporáneas del pensamiento político,
los temas de legalidad, legitimidad y gobernabilidad, los de hegemonía y
desobediencia civil, en general todas aquellas temáticas que hacen parte del
ambicioso programa que con mucho entusiasmo nos proponemos desde el principio
del semestre.
REFLEXIONES SOBRE LA FUNDAMENTACIÓN EPISTEMOLÓGICA DE LA
FILOSOFÍA POLÍTICA
Una vez abordados los anteriores cuestionamientos, lo primero que debe decirse
es que hay que diferenciar la filosofía política, de las ideologías políticas y de las
ciencias políticas. En primer lugar, las ideologías políticas tienen que ver con
partidos, defensa de intereses, representación y gestión de los mismos. Es decir,
no tienen una relación directa – en el sentido epistémico- con la universalidad. La
ideología política pertenece a la particularidad, una particularidad que Marx
encontró en el Estado, y en el cual, a la vez, Hegel encontró la universalidad. Las
ideologías políticas, así como las preferencias políticas y la política como práctica
no tienen nada que ver epistémicamente con la ciencia (Botero: 2001)
Por su parte, las ciencias políticas son un saber especializado sobre la misma. Esa
especialización consiste en el centramiento del politólogo en ciertos aspectos de la
política que pueden ser medibles. Es así porque la ciencia trabaja sobre elementos
fácticos, si bien tiene a la base unos presupuestos que se dan por hechos. Las
hipótesis mismas son presupuestos que sólo tras la verificación se convierten en
conocimientos seguros, en principios o leyes. Con todo, actualmente la ciencia
política, al igual que la economía, se ha matematizado profundamente (Cfr. Mejía:
2004). Esa matematización se logra a través de la estadística. De tal manera que
lo que se llama ciencia política suele hoy estar respaldado en la estadística. La
estadística sirve para medir aceptación de los ciudadanos a las decisiones políticas,
la conformidad con el gobierno de turno, la aceptación y confianza de los
gobernantes, la presunta “legitimidad” de un gobierno. La estadística sirve, también,
para proyectar actuaciones políticas y toma de decisiones. Es un saber basado
primordialmente en una metodología positivista, que como toda metodología,
requiere de la interpretación tal como ha dicho la filósofa española María Zambrano,
o de lo contrario, la ciencia sería sólo hechos gélidos, desnudos, fragmentos
muertos e inconexos de la naturaleza o de los hechos sociales que se estudian
(Zambrano: 2004).
En este sentido, la filosofía política no se reduce al subjetivismo, a la arbitrariedad,
tampoco a la ciencia política y sus métodos analítico-sintéticos, experienciales. No.
El fundamento de la filosofía política tenemos que encontrarlo en la filosofía misma,
en su naturaleza, en su proceder, en sus objetivos. En este caso, es la filosofía que
se piensa a sí misma. Ya se ha repetido hasta la saciedad en la historia de la filosofía
que ésta es la única “ciencia” que puede mirarse a sí misma, que se da sus propios
fundamentos. Aquí se trata de pensar, reflexionar, crear y llegar a los conceptos.
Los temas pueden ser las libertades, el poder, la legitimidad, el buen gobierno, los
retos de los derechos humanos y la democracia.
La filosofía política no es una ciencia empírica y por lo tanto no puede mirarse desde
esos presupuestos. Hay que verla como a reflexión que hace el pensamiento al
tomar la “política” como el arte de “vivir en comunidad, pacíficamente,
solidariamente, en paz; con un sistema de gobierno y una forma de organización
política, con una determinada orientación que responda a las necesidades de la
población. Esto no es subjetivismo, ni capricho. Es algo que se puede acordar,
debatir, pensar, entre intelectuales, académicos. De hecho la filosofía política puede
construir teoría, que, como toda teoría tiende a la universalidad. La filosofía, como
tal, en sí misma, tiende a la universalidad, no son meras ocurrencias de los filósofos.
Sus postulados pueden ser debatidos. etc. De tal manera que aquí estamos cerca
del punto cero de toda epistemología, a saber, del lado de la filosofía que la piensa
toda.
C. POLÍTICAS Y LINIAMIENTOS EN FUNCIÓN DE USTA- COLOMBIA
Consolidar los núcleos problémicos de la cátedra, y trabajar sobre los contenidos
mínimos de la misma a partir de los núcleos problémicos a nivel USTA-Colombia.
1. Analizar el fenómeno político como parte integrante de la convivencia
humana.
-Núcleos problémicos:
¿Cuáles son las funciones de la política en la sociedad?
¿Cuál es la importancia social de la educación y la formación políticas?
2.
Reflexionar sobre el pensamiento político y su importancia para la sociedad
actual
-Núcleos problémicos:
¿Cómo se originan los conceptos del pensamiento político?
¿Cuáles son los principales conceptos del pensamiento político?
¿Cuál es la importancia social del pensamiento político?
3.
Examinar la relación entre política y conflicto armado en Colombia
-Núcleos problémicos:
¿Por qué la guerra ha sido un elemento recurrente de la política en
Colombia desde el siglo XIX?
¿Cuál ha sido la importancia de los diferentes procesos de paz en
Colombia?
Con esto objetivos la Cátedra de Filosofía Política quiere contribuir con la formación
institucional en la medida que aspira a llevar al estudiante a una reflexión sobre el
fenómeno político en nuestro país, en concordancia con la misión del PEI de la
USTA. Puesto que en su misión, la universidad, plantea que el estudiante no deje
de tener presente el imperativo de la función social sea cual sea la profesión en la
que se haya educado el egresado. Y, ésta asignatura, ofrece elementos teóricos
para que los egresados alcancen un criterio sobre la realidad política lo
suficientemente amplio como para que logren realmente aportar soluciones
adecuadas a las circunstancias y a las problemáticas de la actualidad.
CONTENIDO PROGRAMÁTICO
NÚCLEOS
Unidad 1.
CONTENIDOS
PREGUNTAS
Conceptos de constitución,
nación, Estado, gobierno,
poder, ideologías políticas y
grupos de presión.
¿Qué conceptos resultan pertinentes para repensar y
cultivar una cultura política colombiana fundamentada
en la ética y en el humanismo en general?
¿La defensa de la Libertad y la construcción de
democracia, han de ser los fundamentos del quehacer
político en la sociedad contemporánea?
¿Hasta qué punto se puede validar hoy un realismo
político fundamentado en la idea de la justificación de
todos los medios posibles para la conservación del
poder?
¿La problemática social y política de Colombia, se
resuelve en la adopción de una democracia radical o
con el fortalecimiento de la acción participativa
Función social de la política
El sentido de la política en la
sociedad contemporánea.
Entre el deber ser de la
política y el realismo político
Del siglo XX.
La democracia participativa
La democracia radical.
Sociedad civil y Movimientos
sociales. La crisis de los
partidos y las nuevas formas
de movilización política. La
práctica democrática en la
sociedad mediática
El pensamiento político del
siglo XX.
Unidad. 2
El pensamiento político y su
importancia en la sociedad
La ciudadanía en el
liberalismo político. La
ciudadanía en el
republicanismo. El
comunitarismo y su crítica a
la ciudadanía liberal.
La Sociedad Civil y el
Estado liberal de derecho. El
Estado social y democrático
de derecho.
ciudadana?
¿La reivindicación de la política es imprescindible para
el fortalecimiento de las instituciones y cultura
democráticas en Colombia?
¿Cómo constituyeron las concepciones de ciudadanía,
sociedad y Estado?
¿De qué manera la relación entre el ciudadano la
sociedad y el estado varían según la interpretación se
haga desde la perspectiva liberal, republicana,
pluralista y/o comunitaria?
¿Cuáles son los puntos de convergencia y de
incompatibilidad para la ciudadanía entre el Estado
Social de Derecho y el Estado en el contexto de la
globalización?
¿A qué intereses políticos, económicos y sociales en el
marco de la globalización responden las diferentes
formas de integración en el mundo contemporáneo?
¿Podrá plantearse un modelo de sociedad diferente a
los hasta ahora vividos, a partir de nuevas formas
democráticas?
La crisis del Estado Nación
y los nuevos retos ante el
mundo globalizado
Unidad 3.
Política y conflicto armado
en Colombia
Principios ideológicos de la
Constitución de 1.991
¿La Constitución colombiana contempla el compromiso
de impulsar la integración latinoamericana, cuál ha
sido el papel de Colombia en los distintos organismos
existentes?
¿Qué ha hecho falta en Colombia para dar paso a una
sociedad en la que se vivencia el respeto por la
dignidad humana y la igualdad social?
¿La estructura del Estado garantiza los pesos y
contrapesos del sistema democrático colombiano?
Estructura del Estado
colombiano
Los Derechos Humanos y
fundamentales en Colombia.
¿De qué manera la sociedad debe participar en la
construcción de una cultura de los Derechos Humanos
cimentada en valores éticos que permitan la
construcción de ciudadanía,
reconocimiento y
garantía de los derechos de las minorías?
El Derecho Internacional
Humanitario.
¿Es posible el ejercicio de una democracia participativa
en
Colombia
que
favorezca
los
derechos
fundamentales de los ciudadanos?
Los Mecanismos de
¿El
Estado
ha
cumplido
autónomamente
o
Protección de los Derechos
Fundamentales.
subsidiariamente con la Corte Penal?
La Justicia penal
Internacional.
Con la primera unidad, se pretende que el estudiante discrimine los conceptos
básicos de la actual concepción de Estado.
Con la segunda unidad, se quiere mostrar a los estudiantes las diferentes
tendencias, o ideologías políticas, que dominaron el siglo XX, las cuales en
Latinoamérica han revitalizado el quehacer político en el siglo XXI. Se considera
fundamental este conocimiento para poder entender el actual panorama político de
nuestra región.
Con la tercera unidad se quiere mostrar la convulsiva situación político-social que
ha vivido Colombia durante el siglo pasado y aún el XXI. Se pretende, entonces,
aproximar al estudiante a un examen más detallado, académicamente, sobre las
diversas causas y consecuencias del conflicto en nuestro país.
D. ESTRATÉGIAS A IMPLEMENTAR
Diseñar e implementar el nuevo programa de Filosofía Política donde se incluya
ejes problémicos, unidades, contenidos, lecturas obligatorias y sugeridas,
actividades presenciales e independientes y el sistema evaluativo de la cátedra.
Diseñar e implementar las cátedras magistrales. Lo cual tiene la finalidad de dar la
posibilidad a los docentes de investigar y profundizar en las temáticas propias a la
Cátedra; y por otro lado, la exposición a los estudiantes de estos trabajos de los
profesores, permite que los estudiantes participen de las reflexiones de los
exponentes y de problemáticas de actualidad.
E. ORGANIZACIÓN Y GESTIÓN
La cátedra de Filosofía Política se organiza y gestiona a partir de un plan de acción
que contiene las actividades, las fechas, responsable, evidencias y productos del
quehacer de la cátedra. Se delegan funciones tales como la coordinación de la
cátedra, el responsable del seguimiento estudiantil, evaluación de docentes, y de
procesos administrativos.
Realizar un informe al coordinador del comité de docencia de las actividades de la
cátedra.
Realizar la evaluación de desempeño del grupo base.
Generar y mantener actualizado la documentación correspondiente a la cátedra en
el sitio web establecido
Actualización de las preguntas Saber Pro.
Realizar a acompañamiento a los estudiantes que lo requieran en el horario de
tutoría establecido.
F. RECURSOS: TALENTO HUMANO, E INFRAESTRUCTURA
La cátedra actualmente cuenta con seis profesores adscritos al grupo base. Además
se cuenta con otros profesores encargados de dictar la cátedra.
Los profesores pertenecientes al grupo base están al nivel académico de magister.
La mayoría de ellos tienen un largo recorrido con las temáticas de la cátedra y han
seguido el desarrollo y las transformaciones del programa.
En cuanto a la infraestructura, ha habido una lenta adecuación con respecto a las
TICs. Por otro lado los salones, en relación con el número de estudiantes, han tenido
también una paulatina adecuación.